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EDIFICANDO PARA LA ETERNIDAD

INTRO.
A. Hace unos años alguien le contó al hermano Jerry la
historia de cierto hombre que había comprado una
parcela. Más tarde decidió edificar una casa sobre ella.
¡Grande fue su sorpresa cuando su casa comenzó a
hundirse!
1. Se encontraban varios troncos de árboles en su
parcela. Al excavar alrededor de uno de ellos
descubrió que no era un tronco sino que alguien había
enterrado EL ÁRBOL ENTERO. Así fue con los otros
"troncos" también.
2. ¿Cuál fue el problema? El hombre había edificado
su casa sobre un barranco (o torrentera) que alguien
había llenado de tierra. ¡Le engañaron!
3. E r a n e g l i g e n t e porque edificó su casa sin
comprobar primero si había un fundamento sólido para
apoyarla.
B. Al igual que este hombre, todos estamos edificando
para la eternidad.
1. Algunos están construyendo sus vidas sobre una
roca sólida.
2. Otros sobre la arena, la cual será la causa de su
ruina.
C. Jesús nos habla de estas dos clases de constructores
en Mateo 7:21-27. En cuanto a Dios, sólo hay dos clases
de personas en esta tierra: los que edifican su vida sobre
la roca y los que la construyen sobre la arena. A Dios no
le interesa la formación cultural que hayas tenido, o tu
posición social o económica, o el color de tu piel, o el
país en que naciste, o el idioma que hablas, etc.

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I. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE LOS DOS
CONSTRUCTORES.
A. Semejanzas —
1. Los dos oyeron las palabras de Jesús.
2. Los dos vieron la necesidad de construir un lugar de
refugio.
3. Los dos lograron edificar una casa.
4. Ambas casas se expusieron a la tormenta.
B. Diferencias —
1. Tenían caracteres distintos: uno era prudente
(sabio) y el otro insensato (necio).
2. Edificaron sobre dos fundamentos distintos: roca y
arena.
3. Los dos lograron resultados distintos: la casa del
sabio quedó en pie pero la casa del insensato cayó.

II. ¿COMO SE EDIFICA SOBRE LA ARENA?


A. Mateo 7:26 — "...oye estas palabras y no las
hace..." Es solamente oidor.
1. Santiago nos amonesta acerca de ser tan solamente
oidores de la palabra, Santiago 1:22-25.
a. v. 21 — "desechar" y "recibir" son verbos de
acción. No basta recibir la palabra. Hay que
ponerla por obra.
b. Según los vv. 23,24, el que oye las palabras de
Cristo y no las pone por obra es como la persona que
se mira en el espejo pero no se efectúa los cambios
que sean necesarios.
(1) Todos tenemos que arreglarnos por la mañana.
Salimos de la cama despeinados. Tenemos que
cepillarnos los dientes. Los hombres tenemos que
afeitarnos.
(2) La persona que oye las palabras de Cristo y no
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las hace es como el que se mira en el espejo tras
levantarse pero sale del baño sin arreglarse.
c. La Biblia es el espejo inspirado del hombre. Este
espejo le muestra como es en realidad. Si sigue
mirándose a la luz de la palabra de Dios, entonces se
dará cuenta de los cambios que tiene que efectuar
en su vida.
d. v. 25 — mirar, perseverar, no olvidar, sino
hacer. ¿El resultado? Será bienaventurado, Lucas
11:27,28.
2. Romanos 2:6-11 — Si queremos vida eterna,
gloria, etc., entonces tenemos que perseverar en
"bien hacer." (Ver también Hebreos 5:9)
B. Edifica conforme a su propia sabiduría. (casa =
vida)
1. Aunque logró edificar su vida según su propia
sabiduría, Cristo le llama "un hombre insensato."
a. Quizás edificó su vida conforme a la sabiduría de
sus padres, o la de sus amigos, o la de los maestros
de su iglesia. A pesar de toda su "sabiduría", al final,
fue grande la ruina de su vida.
b. El rey Felipe Tercero de España es un ejemplo de
alguien que no edificó sabiamente. Cuando estuvo a
punto de morir dijo, "¡Ojalá nunca hubiera reinado!
¡Si hubiera vivido solo con Dios! ¡Cuánto más
seguro estaría yo en mi muerte! ¿Qué me aprovecha
toda mi gloria si tengo tanto tormento en mi
muerte?"
c. Versículos que hablan del peligro de confiar
ciegamente en las opiniones y tradiciones de los
hombres: 1 Corintios 1:18-21; Colosenses 2:8;
Mateo 15:9
2. Estuvo muy ocupado pero no fue una razón
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adecuada por no haber seguido a Cristo.
* Las palabras predilectas de la gente son: "no tengo
tiempo."
3. Logró construir su casa (vida) pero era temporal.
No era suficientemente fuerte para poder resistir la
tormenta. Una vida no bien construida no podrá
soportar la tormenta del juicio final a menos que haya
sido edificada según las enseñanzas de Cristo. Grande
será la ruina de la persona que edifica su vida sobre su
propia sabiduría.

III. ¿COMO SE EDIFICA SOBRE LA ROCA?


A. Mateo 7:24 — "...oye estas palabras y las hace..."
* Juan 5:24 — Pero hay más que oír y creer
solamente. Jn. 8:51
B. ¿Qué es la roca? (1 Corintios 3:9-11) Cristo es el
fundamento. Por lo tanto, tenemos que construir
nuestra vida sobre sus enseñanzas (palabras). No sobre
las enseñanzas del predicador, ni de José Smith (el
fundador de los mormones), ni de Charles Russell (de los
"testigos de Jehová"), ni del Papa, etc.
C. ¿Cómo se comienza a construir esta casa? Si crees de
todo corazón que Jesús es el único fundamento para tu
vida, el único Hijo de Dios resucitado, entonces leer
Hechos 2:38.
* Pero, ¡cuidado! No se puede dejar de edificar la
casa (Hechos 2:42). Es necesario perseverar.

CONCL.
A. ¿Qué clase de constructor soy yo? ¿Estoy edificando
mi vida sobre la roca o sobre la arena?
B. ¿Podrá mi casa soportar la tormenta más grande de
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toda la eternidad? (2 Corintios 5:10).
* Por contraste, si la construyes sobre la arena,
"grande será la ruina."
C. En el año 125 d.C., un griego llamado Aristeides
estaba escribiendo a uno de sus amigos sobre la nueva
religión, el cristianismo, intentaba explicar las razones
por las cuales había tenido un éxito extraordinario. A
continuación unas frases de una de sus cartas:
"Si fallece un hombre justo entre los cristianos, ellos
se regocijan y dan gracias a Dios, y acompañan su
cuerpo con canciones y con acciones de gracias
como si estuviera partiendo de un lugar para otro
cercano."
D. A la hora de nuestra muerte podremos tener mucha
confianza al saber que hemos construido nuestra vida
sobre las palabras de Cristo.

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