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Marixa Lasso
Manuel Trinidad Noriega, un teniente pardo del batallón patriota, ofrece mañana siguiente el pueblo solicitó una vez más su encarcel~1~,1ento. Un gr~1po
una descripción de estos sucesos que ilustra con claridad las dimensiones del de doscientos zambos armados bloqueó a Noriega y 1~,exigio que cumpliera
problema. 9 Su recuento, un raro ejemplo de la narrativa escrita por un patriota su obligación de entregar a Incera.13 Noriega convenc10 ~' Incera _de que solo
pardo, es una de las más vivas descripciones de los eventos revolucionarios de podría salvar su vida aceptando el encarcelamiento y que se le avise a todo el
Cartagena. En esta carta personal, Noriega describe sus intentos de defender la ueblo" de su detención. 14 Esta táctica indica el grado de poder que el pueblo
casa de don Juan Incera, el yerno peninsular de su patrón, que estaba a punto ~abía alcanzado en las calles. Por un lado, el pueblo legitimab~ el asalto a ~;s
de ser saqueada. La descripción de Noriega confirma la narrativa oficial sobre autoridades españolas. Por otro, la encarnación de la so~~rama en el pu_e o
la armonía entre la Junta y los pardos, pero su retrato de la participación de los odía leerse como la legitimización de las acciones pohticas, de la multitud.
pardos les atribuye un mayor grado de autonomía, iniciativa y agresión. Esos ~or primera vez, masas de gente de las clases más bajas habian ataca~º. a la
días, según su recuento, estuvieron marcados por el tumulto y la violencia; las élite local, no como miembros de una turba desenfrenada, sino como legitimos
autoridades tradicionales habían perdido por completo el control y solo la Jun-
actores políticos.
ta gozaba de autoridad. Noriega comparó este episodio con el Juicio Final: "el No deja de ser significativo que la prensa oficial no condenara los e~c~s_os
furor llegó al último desenfreno': declaró, mientras los patriotas saqueaban y contra los españoles. Un recuento del suceso enfatizó la proeza de las milicias
atacaban las casas de los españoles; "toda la noche fue de revolución''. Mientras lancos y de los batallones patriotas en defensa de la Junta; de
d e par d o S Y b , . l · ·
la Junta deliberó por un día y una noche entera, "más de tres mil almas estaban esta manera contribuía a la naciente retórica que asociaba e. patriotismo co~
patrullando y andando por las calles''.10 la igualdad racial.is Sin embargo, la legitimización de las acc10nes de la m~lti-
El recuento de Noriega revela las cambiantes ideas de autoridad política · ro' posibilidades políticas que carecían de límites claros. ¿Podna el
que caracterizaban este momento revolucionario y la percepción que tenían las tu d maugu l' . 1 1 ?
pueblo convertirse en un actor legítimo capaz de influir en las ~o i~icas oca es .
clases bajas de su propia legitimidad política y de su derecho a comprometerse . Las acciones del pueblo podrían ser deslegitimadas como anarqmcas y dema-
en acciones revolucionarias en representación del pueblo. Noriega describió ~ógicas por contraponerse con las de una sociedad ordenada y legal?
la llegada de cuatrocientos hombres armados con machetes, picas y hachas a la Estos conflictos comenzaron a dividir a los patriotas d~-C~rtagen~, en los
casa de Incera. El obispo de Popayán, que pasaba por ahí, intentó sin éxito con- dos distintos bandos mencionados anteriormente: los pmenstas o dem_a-
tener a la multitud. Al ver la situación, Noriega enfrentó a los hombres y les pi-
gogos" y los toledistas o "aristócratas". Los líderes de ambos bandos, Gabnel
dió que salvaran esa casa a la que él debía su propia vida. A fin de cuentas, tuvo
Gutiérrez de Piñeres y José María García de Toledo, no diferían en su estatus
éxito en lo que el obispo había fallado. Su logro se basó en su identidad como
social. Ambos pertenecían a familias criollas acaudaladas que estaban entre
patriota, en su identificación como "hijo del país, amante de su causa, herma-
las más prestigiosas de la provincia, y ambos eran hombres educados ~ue es-
no, amigo y defensor eterno de cuantos se hallaban presentes''. 11Para salvar la
taban familiarizados con las nuevas ideas filosóficas y políticas de su tiempo.
casa, sin embargo, tuvo que prometer que entregaría a Incera esa misma noche.
La multitud lo obligó a escribir y firmar un recibo que decía: "Me obligo ante
t 11;111dosus age ntes les repo rta ron q ue l.1/1111(,1 11>.1.1 il'v.1111,11,\11 M·sió n sin con - 1 l I J l'¡rn:senlal os en e
la ciud ,1d . /\ 111h11 •, l,,1111P ', n ,1 i.111 . lC y los hermanos
si(kr a r su pe tic ión de ind ep end e ncia, d cc 1d1e 1on 111art li.1r lrncia la ciudad . las, aun que 111111 0 1t.1, l'~l,1¡)an t·e¡n-cscnlad, .
os en e o ngreso,
. L militares también
l .a milicia patri ótica de los pardos tom ó el co nt ro l de los bastion es d e la ciudad , y b· n oficmas importantes. os
Piñeres reg ular 111l'Jlt c oc up a ª ., . aba a los piñeristas, los
un gru po de gente de Getsemaní fue a la arm ería de la ciudad y forzó sus puer - b d . 'dido s enlr e la milicia patnotica, que ap 0 y d t 21
esta an 1v1 .. . s ue oscilaban entre un ban o y o ro.
las. Arm ados con lan zas, puñales y armas de fuego, se dirigieron al Palacio de
Loledistas del Fijo Ylos otros mihcian~ ' q d la mayoría de la élite criolla,
Go biern o. Una vez allí, por intermedio de sus voceros le solicitaron a la Junt a Así el bando toledista contara con e apoyo e t poráneos constantemente
qu e apr o bara su petición de independencia. A pesar de la beligerancia de la . . t años recuentos con em
durante los s1gmentes cua ro .' fl . beligerancia de los demagogos.
mul litud y de la car encia de apoyo militar, García de Toledo se rehusó a cum - , 1 d l'tico la m uencia Y ,
recalcanan e po er po i , l d b . el control de una mayona to-
plir con la p etición . Irritada por tal oposición, y liderada por Gabriel Gutiérre z . ntuvo en e po er ªJº
Incluso si la Junta se ma . «· ponían sus puntos de vista, a
de Piñ eres, la multitud invadió el salón de sesiones. Tratando a García de To- . l h nos Piñeres eran qmenes im . "2s
led1sta, os erma
l l oyados en 1as m111c1
. . ·as y en el paisanaJe de color.
ledo de forma irrespetuosa y violenta, la multitud lo encarceló. Bajo coacción,
las buenas o a as ma as, ap C . , Constitucional de Cartagena
Ga rcía de Toledo y los demás miembros de la Junta firmaron la Declaración de El 21 de enero de 1812, cuando la o~venc10nd de la milicia parda. La élite
1nd ep end en cia .2 3
., ,1. . t , ntrolar el creciente po er .. .
se reumo , la e lte mten o co . b 1Gobierno temía que la milicia
Ese día y el siguiente, la derrotada Junta tuvo que sobrevivir a una ciudad . b 1 e ción · sm em argo, e
criolla do~ma a a onven . , s disturbios a favor de los piñeristas. Duran -
cont rolad a p or la multitud de Getsemaní. El obispo realista de Santa Fe des-
parda contmuara con sus motme }'. 1 ·¡· ·as de los pardos se habían apro-
cribirí a más tarde la Independencia de Cartagena como "Una especie de re- . , d 1 I dependencia, as m1 ic1
vo lución del pueblo, tramada por unos cuantos, con gratificaciones a algunos te la conmoc10n e - a n y ahora se nega b an a regresados. Para presionar, el
24 piado de cuatro canones, . h 1 plaza Solo así su demanda
poc os de la gente de color''. De acuerdo con el obispo, los enemigos de los denó ubicar orcas en a ·
presidente de Cartagena or _ , ·to 29 Es importante resaltar
españ oles eran "hombres sin ciencia, sin conciencia, sin haberes y sin otra ley d 1. los canones tuvo ex1 ,
25
qu e la la ambición y el libertinaje''. No es sorprendente, entonces, que García de de que los pard _os evo vieran ardos fueron forzados a entregar sus armas.
que nadie fue eJecutado, pero los p 1 t su voluntad sobre el otro.
'foledo más tarde se hubiera referido al día de la Independencia como un día d d · poner comp etamen e
"aciago" y "peligroso'; y al de su aniversario como "un día de llanto y escándalo, Así, ningún ban o pu o im . Re ública los ricos detalles políticos
no sólo para esta plaza y su provincia, sino para todo el reino''. 26 En contraste
No es posible ofrecer , para la Pnmeral
. 'bl bre otras revo uc10nes
?c~ntemporáneas . No sabe-
co n la armonía expuesta en la narrativa patriótica oficial, la Declaración de que están d1sporn e~ so ,. re ublicanos existieron, si hubo alguno.
mos cuáles grupos y circulos _poht _icosd p 'd de muchos d e los principales
Ind ep endencia de Cartagena se caracterizó por la violencia entre las faccio- I s h1stonas e vi a
nes patriotas de ''demagogos" y "aristócratas'; y por una Junta derrotada por Tampoco conocemos a -· , N b t te es posible tener idea de las enor-
un a multitud rebelde de negros y mulatos . protagonistas de la revoluuon . º . o s an , t miento político que caracteri-
mes transformaciones en el len_guaJey c~:~~r e:a· en particular, la impresión
Luego d e la Ind ependencia , la élite se abocó a tratar el asunto vital de sipo-
zaron la temprana vida repubhc~na de t ba! ex~erimentando una época de
d ría o no recup erar el control político . Cartagena estaba radicalmente dividida
que tenían los contemporáneos e_queles ª1 l sociedad De acuerdo con el
e ' I s políticas oca es y a ·
cambio que trans1ormana a , 'd xt mo difícil después de un
. , d d Santos habna s1 o en e re ,
23. Ma nu el Ma rcclin a N ú fiez, "Ex po sición de los acontecimientos memorabl es relacionado s testigo realista Fern~ ez e . , la lebe de Cartagena de nuevo a la causa
L0 11mi vida poi ÍI ica , qu e tuvi eron lugar en este pa ís desde 1810 en adelante ", 22 de febr ero de 186 4; año de independencia, convertu a p l . . on quiméricas promesas de
"I ) i ligc n ias ac tu adas qu e tienen relac ión con la tra nsformación polític a de Cartagen a de India s realista, porque la "plebe paladeada con e v1c10, c
que:se lo ma n de un a d oc um ent ac ión del coronel Bonifaci o Rodrí g ue z", a mbos en Corr a les ,
I)or 1111
1c11to s pum lo h i st o ri a, 1: 41 2 -4 13 .
J.,,. 11<:
1, Sant a Fe, 747, doc. 100.
. 11. , , ¡
11 í tires de Cartagena, I: 2 81.
27
i•,. 111
:1, Sc1111a Fe , 74 7, doc. 94 . . Jimé 11,·1/Mo l 1. cs. ,OS ll/l r • b' ' "Ley delestadode
¡ . rl Cortogena ¡ · 2 60 . Vease ta m ien ,
28 )1111{•111·1 1\111111111,n , / n, ,11rrt,rcs e d' . G I M a nu el del Castillo y José Mana
H ,. " l kk nsn hecha po r el s c 1ior ... ", 1: 380 ,39 0. Véase 1111., dn ,, 1¡,, 1<11,d1· I,,., , 11,1' "1\ del 12 d,: . 1 1 11111 111·~ ,1 In, Liudada nos Pe ro ua , '
C a , t. 1g,· 11,1d,· l 1111,1,, i , , 1 • H , , \ <'nrrn les, llji:111ér
ides y ana les, 2 : 180 .
i:11c1/Mo linar<:s, l .o.1 1111ír t irc s de< '111t11g ,·11,1, 1 ",11
11.,v,l•m h, ,· t· 11Ji111 (; ,1111,1d1• '1'11l,·il 11 ,, ., , t, 111111111 1 , , , , , '
Las nuevas instituciones republicanas , el "tratamiento de señoría'' para con él. En su casa les ofrecía asiento a todas
ig uald ad. Previamente, una élite criolJa ~:recian confirma~ las promesas de las clases, bailaba con mujeres de cualquier estrato y trataba a todos por igual,
había co ntrolado las insn . y blancos provementes de España con amabilidad y cortesía . Durante los días festivos, recibía en su casa gente
J uc10nes que gobernaban C t
los es pafi.oles ya no eJ·ercían el d . ar agena. Ahora , no solo de todo tipo y les permitía deambular sin decirles ni una palabra. Aceptaba
· ¡ po er, smo que las nuevas 1
,g ua dad de derechos políticos t t d . eyes garantizaban
·
l1lució n de 1812 eliminó la 1 J·d dd
°
an a par os libres co
moa
bl
ancos. La Cons-
invitaciones de cualquier persona a todos lados y nunca ocupada asientos pre-
ferenciales, excepto en la iglesia. ¿Cómo, entonces, era posible, se preguntaba,
. ega I a e 1as distinciones d 1
su I rag io a todos los homb 1·b eco or y garantizó el que alguien lo pudiera acusar de ser arrogante? El simple hecho de que alguien
res J res, con excepción de vag b d
y, aunque no abolió la esclavitud h 'b· , l a un os y sirvientes; como García de Toledo, presidente de la Junta y uno de los líderes criollos de la
i , pro I 10 a trata de escla Ad ,
1 oe origen humilde se h ' .
los . vos. emas, par-
' ic1eron miembros de l A bl . . región, hubiera tenido que defender públicamente de tal manera su comporta-
del Co nsejo de Guerra y del p 1 3s a sam ea Constituc10nal, miento social igualitario es indicativo de cómo la revolución había cambiado
ar amento El d .
,11ilitarespañ ol tambiénfavo . , J . fl . . esmante 1amiento del sistema momentáneamente las costumbres sociales. La rígida etiqueta jerárquica de
. recw a m uencia de los d L
l lÓn del gobernador espa - 1 1 J . , par os. uego de la deposi- los tiempos coloniales había dado paso al igualitarismo revolucionario.
no, a unta orgamzo l T · .
y blan cos, y el Regimiento d F.. d , as m1 JCias patnotas de pardos En palabras de Gabriel Gutiérrez de Piñeres, "dentro de un movimiento popu-
e IJO, espues de su fallida conspiración contra
lar, ningún hombre puede ser superior a otro; si Toledo gozaba de demasiado
reconocimiento y estima, era necesario nivelarlo". 38
io. "No 1i ias so bre el es tado de la PI d C Cartagena no solo tuvo que acostumbrarse a ver a los pardos servir como
aza e artagena" AGN An H' .
\l . Véase,c. g. "Ed i I d 1 . . . , ' exo , istona, fols. 445-453.
, c o e p1es,dente Manuel Rodríguez Torices " AGN congresistas y a las multitudes pardas encarcelar y maltratar impunemente a
\l . A<;N, A nexo, Hi sto ri a 27 fiols 8 , 'Anexo, Restrepo , 5, fol. 51.
< > > . 197 -19 '
1\. Jiméncz Molinares, /,os mártires de C t
, .. . , ar agena, 1: 2 75.
1' 1· l isnt.,, 111l11rl epc11de11cin 2 _2 . . . 36. Jim é n,·, Moli11
,111·,,
/,os 111
árfires de Cartagena, r: 280-281.
. ' 43 55, Lema,tre, Hrstoriag eneml dt'I C:o r/11 ,. .
1',. So h1(' l,1 a, 1i vn p·1r l ici¡1·1c'ó 1 1 .~(1111,J. 36. 37. "llnpn 11111q111 · ,·I 111,1,po l".\ F ·rnJ ndin o, que sa lga Jaco bin o"; "Not icias so br e el estado de
I 11111110,,. 1p. 1,.
' ' 1 11 'e os pardos en la Rep ' 11· ¡ ,
• ' u11 r; 11l ·(.1 1l.1¡:, ·11.1, v,<,ts,·l\ l¡'111•ra ,/; / la Pla·,.1d,· < 1111
,1111
11
,, , 1•, ,1,, '" 11d111•di' 1812, A( óN, Anexo, Historia, fols. 445-453.
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,,,1.,, l1.1¡•1,.,I111111",1 1c><1
1 1nt11H'l ,I Vl' '/ , l\ll l ,
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•t il1,11 d 111111 1" . ·lu ,io ,, la h1p le L
t \lll ' ,11\1
11.1,·1111·,i • , . l 1 11\1•, 11.1\il.1d.1do I d I se ba¡·a José
cspanolc s blancos y acaud.d,1do.,, l.111il,1t11 111111,111,11.l,1J1i111-r .1 u11 11ue vo ti- il1l11 111, 11111 1 1 mbrc ec a '
po de extranj eros qu e llegaban a l,1 ( 1111
1.id 1 111H1 '. d1•l11dn.1su desesperada c11l1l'll\,Hl11.1 1111.11 1 1•11i '11l' i,q1t,1dapor un , o . d·c1·alesCuando
1.. < 1i.1111 11 · ·dadesJU i ·
búsqueda de fond os, el Cobi erno h.1h1.1t1.111 •.1111111
,1d11( ,11l ,lg\'11a en un rcCugio exiliados l'sp,1111 ,' • 1'1s'1n¡':xilOanlc las aulon n-i'a de treinta
A I k11111\ l < • ·, en compa
J e Caban. .is, y1.11,.u ~ 1 . ,·le el lran sgresor aparecio 1· huyendo de la
t cst·s y h.tit iano s ahora se ha -
para los corsario s caribeñ os, y los mari 11·1o s 11.111 I>1 1:n a 1..
0 , t O que sa ir
bían convertido en un espectácul o común . Los cart ageneros y haitianos a veces Ayos se cn1.. dont_1d ,,.d,o a azolado frente al juez . Ayofs _uv hasta que unos vecinos
hombre s y ec1 i hedumbre unosa
se aliaban como piratas, y los haitianos servían como marineros en la nueva e uido por una mue 43
corte y fue pers g os que fuera perdonado. t ledi·stas le solicita-
Marina de Guerr a de la República. 39Durante la defensa de Cartagena de 1815, diante rueg , · - istas y o
lograron, me mejorar sus relaciones, pmer . d d y por lo tanto, se
una guarnici ón de cincuenta hombres fue conformada exclusivamente con
En un intent~sri~;o, quien había estado ~u~ra de la ec~~:ara' el mando como
haitianos. 40 Así no tengamos acceso a las conversaciones que tuvieron lugar ron a Manuel C de las políticas partidistas, qu hizo evidente que
entre estos haitianos y cartageneros, podemos imaginar que compartían histo- encontraba al ~~rge~ l ciudad. Él aceptó, pero pronto se . ción de Fijo y el
rias sobre la Revolución haitiana, lo que seguramente encendió la imaginación comandante militar e a o sucedió durante la conspira - las mul-
política de los pardos locales. Los soldados venezolanos también contribuye- favo~ec~a\lo~:~~;~i~;:~~:!t:ntrolar el senti.mie~:/:~:;:::~i: en juego
ron al cosmopolitismo de estos años. En 1812, miembros del derrotado Ejér- movimien o ~ . rdos eran asuntos re1aciona - arentemente, las
cito Revolucionario de Venezuela se refugiaron en Cartagena. Los residentes titudes y ~ihoas d:::es daba a los prisioneros ~s~anole: ·1~\abían impuesto
locales p,robablemente escucharon de boca de ellos historias sobre la campaña el tratamiento que de la vigilancia de los prisionero ltratados mientras
de José Tomás Boves, la emancipación de los esclavos que habían peleado por tropas pardas a ~ar~o . los prisioneros eran insultados y ma 44 Castillo cambió
los realistas y el trato sanguinario que le habían dado a la élite venezolana. Fue castigos no autonza os. las obras públicas de Cartagena. - les a tropas de
hacían trabajos forzaddolsenla custodia de los prisioneros es~~no eros Aún más
en Cartagena durante 1813 que Antonio Nicolás Briceño preparó, con segui- ,. t rgán o es t los pnsion ·
dores predominantemente haitianos, su campaña de guerra a muerte venezo- esta pohtica o o. d los excesos cometidos con ra l do de sus filas a
veteranos y castlg~~ - o piar el ejército castigando_ y expu4:a:demás, contraba-
lana. 41Y en 1814, una vez más, estos mismos hombres regresaron derrotados
importante, busc~ im iderarse elementos peligrosos . . r orar a solda-
con nuevas historias que contar .
solda~os que po~:~o~o;:rdos en el ejército patriota 1:~;te:t: l~ República.46
Las descripciones escritas durante esos años por lo general se enfocaban en
lanceo el poder - les que habían declarado su h . los piñeristas, estos
sucesos en los que la élite se vio obligada a soportar actos en que los patriotas dos y oficiales espano illo su antagonismo acia anecían
pardos mostraban su nuevo poder político. Estos actos revelan la poca inclina- A pesar de las reformas de Caslt d~r de los toledistas, quie~es perm toridad
nfrentándose a po dieran minar su au
ción que tenían los pardos a ceder el nuevo poder que habían adquirido, y que, continuaban e te iniciativas políticas que pu . - un oficial vene-
en su opinión, justamente merecían, pues ellos eran el pueblo en el que ahora alerta en su defensa an or ejemplo, los hermanos Pinere.s Y_cos de la ciudad,
residía la soberanía. Por ejemplo, luego de la Independencia, Antonio José de tradicional. Cu.ando, _Po , n de resolver los problema~ econtomtoiespañoles como
Ayos, un miembro de la Junta y aliado de García de Toledo, decidió abandonar l on la mtenci d d los neos, an l
zo ano, e fi do las propieda es e se defendiera de
la ciudad para evitar la retaliación de la facción piñerista por su participación conspiraron con sean ró a la ciudad para que , ar a
. 11 Castillo, al enterarse, prepa f detenido y enviado a Bogota p
en la represión de la cercana ciudad de Mompox. Sin importar que hubiese cno os, . rápidamente ue
oficial venezolano, quien
obtenido un pasaporte para irse de la ciudad, cuando llegó a la puerta de Santo
Domingo, fue forzado a regresar. El pueblo había decido vigilar la puerta según
su propia voluntad . Rompieron su pasaporte y lo forzaron a regresar, diciéndole . , olin are s, Los mártires de Cartagena, 1: 288.
42. J1me nez M , . de Cartagena, 1: 287.
. . ¡ os rnartires
. i éncz Molin a 1cs , , . 3-4.
J
43 . in 1 11
á rtircs <le Cartagena, 2. , . 1 s o tici, d l's y •,u\it.11\11
. n<:1w1 Mo\111 .11l'~, ,e>
., , .é ·tos d e la Rcpubh ca,a o.
w. Ve rn a , Pétion y Bolívar, 337,3 16. 4 4. l,1 1 ' . ,¡¡.d e los e¡ rc1 11
1 1·1< ,,,1¡\\ 11, 1•,1·111·1,1 , 11 i' N Rcsl rcpo, ro o 5.
45. "M,11111· II ' , \ ·111\ 11\111· d1•1t11~,AG •
40. "/\llí m a nd aba yo cin cu enta haitiano s corsari stas que se pu sieron a mi s ó rden es", escribi ó .. '. l ·l l\\ ,q11l.d111,1 I"' 1
del !·.,,·1, il u,, . / c ,,, 1111•1·11
11.i : 6.
un r ,1r tagc ncro en su rec ue nt o d el ase di o. Véa se C orr ales , Docum entos pa rn la hisloria, 1: 183. / ¡I I j¡jJ t/11 I I .1
1111·11.. / 1\¡., I II II •
,¡ 1. Vl'rn a, /Jifio11y Holívor, 3 12 . ~6 11 '
1 ,,111\,t,1•,' l ,11q• ,11d1• q11, ,1lg11110
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1 1 \11 ,, 1 1 11111111 1 11 l'
M' ' ¡11·,g.1dP. S1111 ·111h,11go , c:.1~tillll 111,¡,11d1111 ,1,,, ,1,1d.i 1,11111,1los IH·11na11os ¡•,;li1 •1L1\, ip11·,1 u •, ¡•,1111•, ·, ' 1 , i 11<1111 ,, d1· t il ,1111r1 do, qui ·nes s<.:ha )tan
11 11 11 '
l'illl'l't'S. l11tl'11túlOIIVl'ill'tr al Jll'l'Sld( ' III\' d1· J.1f111d,1 d1· \ 11, 11ip.d)ilidad Y d' la ( l.,pul ~ll 1o~ p ·, iH·11~11•, , 1 I' ¡, '' 1 t ,1. ·1ntes de perrn1llr · · qu e la
1 • i '¡•I 111111 N11 ,11~ ,11 , '
necesidad de apresarlos, pero el pre skk 11tc:-.i· lll'!',P 11.11.1disuadirlo de tomar rebdado ·11i..~ g,11,•11,1•, 11 ' , ' , 1, ·I . ción oficial que decretara
1 11 .. , 11¡11i1.,rn 11una lec ar,, ,
1
sesión Lerrni11ara, i1 ~ ll ' w l l • . . ·ones Gabriel Gutierrez
acciones conlra los hermanos, los co nseje rns del Jlll'~idl'nl · k hicieron com- . . . h·1 o11lknas n1 persecuo .
prender que tal medida con seguridad desataría graves di sturbios públicos. 47 que su conduc t;1 IH > n111~·1 it.1 , l . d virtud declarando que no
, , ·erlos de su honra ez Y ,
El mayor reto para los toledistas se presentó en diciembre de 1814, durante Je Piñeres inten to co nvenc sitaban perdón alguno.
. , . por lo que no nece
la elección del gobernador. El 17 de diciembre, el Colegio Electoral de la Re- habían cometido nmgun cnmen: d' l . las galerías no se apaciguaron
A pesar de su influencia, no logro persua ir os.
pública se reunió para votar por el nuevo gobernador. García de Toledo ganó
b · n perdón oficial.
con quince votos, mientras que Gabriel Gutiérrez de Piñeres quedó de segun- hasta que no o tuvieron u l 'b', mucha atención de los contem-
do con diez votos. 48 Sin embargo, a pesar de esta victoria, García de Toledo no El tumulto en el Colegio Elec~ora reo 10 'd cia la debilidad del control
b ena razon· puso en ev1 en
se convertiría en el gobernador. El pueblo reunido en las galerías interrumpió poráneos debi d o a una u . , . t nte la carencia de un discurso
. 11 t l vez aún mas impor a '
a gritos el proceso electoral para rechazar la elección de Toledo y exigir la elec- político de los cno os y, a estas automáticas a cues-
'd que pudiera aportar respu h
ción del ciudadano Piñeres, porque esa era la "voluntad del pueblo". La muche - autoritario esta bl ec1 o . , l bl 0 y quiénes tenían derec o a
·' constitman e pue
dumbre, que se denominaba a sí misma como el pueblo, fue descrita por los tiones tales como qmenes l l't'cas establecidas, la retórica re-
de la falta de reg as Pº 1 1 b
toledistas no como "los vecinos honrados o los patriotas virtuosos", sino como representarlo. A pesar , ·t . puede que no lo hiciera so re
. 1· 'a algunos 11m1es.
"la hez del pueblo, una caterva de hombres obscuros [ ... ) sin casa ni familia, Publicana convenoona ,·
impom
por lo menos, o aoa
l h , en cuanto a las maneras en
sin tener nada que perder". 49 Algunos piñeristas miembros del Colegio Elec- las acciones pohticas, pero, d mprendidas. Todos los acto-
. <lían ser enmarca as y co ,
toral unieron sus fuerzas con la multitud. Ignacio Muñoz acusó a García de las que estas acciones po . d d magogia aristocracia, anarqma y
, itar acusaoones e e , ld d
Toledo de tener sentimientos proespañoles, mientras que Germán Gutiérrez res políticos d eb ian ev , . d . tud libertad e igua a .
· nes en termmos e vir '
de Piñeres defendió la candidatura de su hermano, recalcando sus sacrificios a tiranía, y enmarcar sus ac~io . si nificaban en Cartagena estaba abierto a
favor de la Independencia y su popularidad como "ídolo del pueblo". Los dipu- No obstante, lo que estos termmos ~, t e una compartida y establecida
. es Esta tension en r
tados piñeristas también denunciaron un sistema electoral en el que los electo- diferentes interpretac10n . ,. biante y conflictiva realidad po-
. d ·rtud pohtica y una cam .
res eran todos amigos y clientes de García de Toledo, e interpretaron el tumulto retórica repu bl icana e v1 . d t l periodo de Independencia.
,l l't' cas republicanas uran e e 1 .
en las galerías como el resultado natural de ignorar la voluntad del pueblo. Los lítica caracterizo as po i 1 l C l . Electoral fue el punto cu m1-
. l tumulto en e o eg10 b .
diputados toledistas respondieron que el Colegio Electoral había perdido su Para los to l ed 1stas, e h b' afligido a Cartagena ªJº
, l . l . y el caos que a ian
libertad y estaba amordazado por el miedo, y declararon que cualquier deci- nante de la anarqma, a vio enoa b l . t to de la turba de reemplazar
· - · t s Representa a e m en ¡ so
sión tomada ese día sería inválida. Propusieron finalizar la sesión y esperar a el mando de os pmens ª ·
l . despótico y dictatoria .
. · ¡ representativo por uno .d
que las cosas se calmaran; pero la multitud concentrada en las galerías no lo un gobierno constituoona b l l'bertad que había perd1 o
. El t ral no recupera a a 1
aceptaría. Armados con machetes y sables, bloquearon las puertas y forzaron Para ellos, si el Co l egio ec o d l quía triunfarían sobre el orden
d . . el desor en y a anar .
a los electores a que continuaran con los debates y tomaran una decisión final. ante hombres se 1c1osos, la multitud no tenía nm -
. . 1s1 s· bargo, argumentar que
Después de un largo debate, Gabriel Gutiérrez de Piñeres propuso el siguiente legal y constituc1ona . m em d b l representantes elegidos no era
compromiso: nominar tanto a García de Toledo como a sí mismo a manera de . su volunta so re os 1
gún derecho a imponer l ultitud en tumulto en as
cónsules con igual poder. Esto no fue suficiente para el pueblo reunido en las suficiente. Los toledistas debían demostrar que a m
64. Jim éncz Molin ares, Los m árt ires de Cart agena, 2: 193.
6 1 111 11/111 •, ,/,·C ',11/,11•r11r1,2: 199 -200 . 11
65. /im énl'z Molin ares. f,os nl(ir/ir es de Ca rt agena, 2: 19,¡ 1<¡5, Jim <ncz Mo l111,111·,, "' ' " . , A<;N lln 11q>o, 111 "
,7. 1 i 1,111rlu ' < ,11\,1g,· 11.1, Hde:agos ltH1e i 8 i 5• ,
(>(,. Jin1(,110 Moli11.1rc,, l.o., 111
iirtires de Cortoge11u,i· 111• 68. ,1 ti, · !11•,, 1 i '"' , .., " 1,
" P rot l.1111 , 1 t i i·I , ,11 )flulo 2 de la pre,c nl t· oh 1.1
~. fo l. 171¡. lJ11,111,11¡.,¡ , i 1i • 1' 11 111 " ., 1•11' 11,11
1,,¡ l'.1,II', ,\¡1,1111,111,/1/1, 111,I,¡•, "11111,, '
Cuando el eJ·é. ·,
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ant1espan0Ies de la població n /oc il ' I ) . , 1•11d,'' i ,111,11'rn, lo s .~~·111
in, ienlo s
7 ~e agosto de 1819, los patrio tas ~~m:
,t .ll<".\ d1
·
d1• /,1 '1,,1.d/,1 Boyad , librad a e~
no e? la conquista de Cartag ena en 182tro 111111 ,1t·x110,\,1u 1111panaque termi -
contmua ban p eleand o, p ero en 1824 ' t' ~un as pocas fuerzas realistas aún
en Ayacucho, las guerra s de Indep d, con _ a v1ctona de Antonio José de Sucre
C t en enc1a term .
ar agena fue una de las ciud d , maron en América del Sur ?o
rras . Muchas fueron las vidas y cu:n~::as gravemente afectadas por las g~e- 4
duran te el largo asedio de 1815 L f¡ ~los recursos económicos que perdió
: gotado pa ra cuando Cartagena .se o; o~ ~~ locales prácticamente se habían Historias de vida de patriotas
nol en la Nu eva Granada . Nueve cri:~:1rt10 ~n el asiento del gobierno espa-
Toledo, ha bían sido ejecutado s U s emmentes, incluyendo a García de
afrocolombianos
p atrio tas blanc os, había escapado ~~ 1~ue otro pardo, acompañado de algunos
Cart agen a a bordo de trece bar ~uerte y el encarcelamiento al hu1·r d
e cos corsanos Ot , e
~co nt rar refugio en Haití. 7i Un gru d . ros mas lograron sobrevivir al ADEMÁS DE LAS descripciones de multitudes sin rostro, tenemos acceso a la
~ia a Bolívar en su reconquista de la: e estos patriotas exiliados acompaña- vida de unos pocos patriotas afrocolombianos, cuyas historias han sobrevivido
neres, que sufrió el exilio en Ja . udevaGranada. Gabriel Gutiérrez de p· porque en algún momento fueron llevados a la justicia . Ocasionalmente, sus
M ·11 ma1ca ura t 1 . i-
encuentros con la ley se debieron a sus propios intentos de buscar justicia en las
on o, se les uniría y daría su vida 1 h d n e e tiempo de la conquista de
cuand o las guerra s de Independenci~ct an .º en Barcelona, Venezuela.72 Para cortes republicanas; sin embargo, era más frecuente que fueran el resultado de
converti do en oficiales, incluso ene ermm~:º~' muchos pardos se habían la ira o el temor que sus actividades políticas provocaban en las élites locales .
ahora esta: ¿qué p apel juga rían :Stos ~!::el eJerc1Itopatriota. La pregunta era En ocasiones, los registros judiciales proveen abundante información, lo que
res en a nueva República? permite acceder a una rica descripción de la vida de estos patr iotas afrocolom-
bianos; en otras oportunidades solo aportan resúmenes legales que resaltan los
aspectos más amenazadores de sus actividades políticas. No obstante, todos
estos archivos ayudan a esclarecer las características de los conflictos raciales
durante el periodo de la Independencia. El estudio de esos juicios permite in -
vestigar una amplia gama de aspiraciones políticas patriotas y las maneras en
las que la nueva retórica republicana de la libertad e igualdad inspiró a alguno s
pardos a presionar para la realización de los ideales de justicia e igualdad. Los
archivos también revelan las diferentes estrategias que la élite criolla utili zó en
sus intentos de controlar las actividades políticas de negros y mulatos .
Los juicios aquí examinados ocurrieron entre 1811 y 1828, años fund aciona
les y de gran fervor revolucionario, durante los cuales había muchas expectativas
y temores ante los cambios políticos constantes . Durante esos años Co lombi:1
no solo cambió una y otra vez de gobierno español a republicano, sino q uc I a 111
bién fue un espacio fecundo de innovaciones políticas y legales. Los perióclirns
abundaban, así como también las constituciones. Durante ese periodo, Co lo ,nlii,1
fue testigo de tres convenciones constitucionales na cionales (de /\ ngos l 111 ,,.
70. Este resu men está b d Cúcuta y O c 1n:1), y c nl re 18 1 1 y 18 15 varias regione s del p aís se co nst it11y1·1111,
asa o en el trabajo de R E 1 .
7 ,. J.cma il re, 1/istor ia ge neral d C . ar e Spam and the lndepend ence. a sí mismas 1·n p,·q111·11,1•,rq 1i'1hlit ,1s co n sus propia s leyes y conslitu t io ,w~ l'rn
. e artage na 3 . 151 6
/J .. /rruéncz M 1· ' · - I 4, lo tanto, lu,\ .11,1111w•.d, l1P,, 11l1111ilH:1nos deben entend erse co mo pa, tt· d1· 1111 ,1
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· ar agena, 2 : 350 _ atm ósk 1,1¡111 11111., q111¡,.111,11111,d,,1, 1,·t·nt i:1s entu sias tas l't111d.id,1s o 11111111
d,1das 1·11 l., I'" ,1hil1,I111d, , 11111,111 •, 1,·vu l111 1on.1rios .