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LA SALUD EN EL SIGLO XXI

Actualmente, la ciencia ha ayudado a descubrir que promover la salud y


prevenir la enfermedad son claves básicas para la salud de una población. Los
avances y las investigaciones realizados en este siglo han permitido que se
visualice a la salud como multisectorial; y, sobre todo, a entender que “no es
sinónimo de médicos y medicamentos” (Moreno, E., s.f.) sino todo lo contrario,
es paralela a la sociedad, al medio ambiente, a lo cultural, a lo político, etc.
Los avances científicos han demostrado que ni la salud ni la enfermedad,
tienen límites, en otras palabras, “que ni los problemas de salud entienden de
fronteras ni tampoco sus soluciones” (Plasencia, 2019). Por lo tanto, el reto no
es únicamente del sector salud tratando de buscar la cura, los tratamientos, los
medicamentos o las terapias para las enfermedades existentes, sino es de toda
una comunidad que entiende, se encarga y se responsabiliza de su bienestar.
Existen “evidencias crecientes de que el aporte de la medicina y la atención
médica curativa es muy limitado y que invertir más recursos en esta no
producirá grandes mejoras en la salud de la población” (Rojas, F., 2004).
Desde los años 70, se buscaron las causas o condiciones que determinan la
salud, definiéndolas como “determinantes”. En 1974 el “Informe Lalonde”
estableció un marco conceptual que identificó los factores que parecían
determinar la situación de salud: el estilo de vida, el medio ambiente, las
características biológicas humanas y los servicios de salud. En el siglo XXI,
estos abarcan “factores ambientales, biológicos, conductuales, sociales,
económicos, laborales, culturales y, por supuesto los servicios sanitarios”
(Acevedo et al., s.f.).
En la mayoría de los estudios e investigaciones se indican que la promoción de
la salud y la prevención de la enfermedad han ayudado al desarrollo de varios
países, pero no se menciona que “han aumentado las desigualdades entre
países industrializados y los poco desarrollados y entre los grupos más pobres
en el interior de los países” (Moreno, E., s.f.), es decir, no ha habido una
correcta distribución de estas mejoras, ya que, los países desarrollados tienden
a tener más recursos y sistemas de salud más sólidos, lo que les permite
abordar con mayor énfasis aspectos como el suministro de agua potable, la
gestión de desechos, la calidad del aire y la vivienda segura.

Bibliografía
Acevedo, G., Martinez, D., & Utz, L. (s.f.). Siglo XXI: Los determinantes
sociales de la salud: más allá de los factores de riesgo. Rev. Gerenc.
Polit. Salud (Colombia); 2009; 8 (17): 69:79.

Francisco Rojas Ochoa (2019). Escuela Nacional de Salud Pública. Calle I No.
202 2ntre línea 11 y Línea. El Vedado. Ciudad de La Habana. Cuba. CP 10400.
Moreno., E. (s.f.). La Salud Pública en el Siglo XXI. Cátedra de Salud Pública.
Universidad de Tucumán (Argentina). Organización Panamericana de la Salud
(OPS).

Plasencia, A. (9 de abril de 2019). Siglo XXI: Los retos de la salud global.


Obtenido de INSTITUTO DE SALUD GLOBAL BARCELONA:
https://www.isglobal.org/healthisglobal/-/custom-blog-portlet/siglo-xxi-los-retos-
de-la-salud-global/91046/0

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