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a quien pretende
-
ensenar
~ siglo veintiuno
~ editores
paulo freire
es uno de los mejores y más destacados
pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en
Recife, Brasil ; fue profesor de escuela, creador
de ideas y del llamado "Método Paulo Freire".
Esta metodología fue utilizada en Brasil en
campañas de alfabetización y le acarreó la
persecución ideológica, la prisión después del
golpe militar de 1964 y un largo exilio.
Con su revolucionario método introdujo a los analfabetos
en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo,
recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo
XXI Editores, ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los
lectores. Recibió el título de Doctor Honoris Causa en veintisiete universidades internacionales,
entre numerosos reconocimientos, como el Premio UNESCO de Educación para la Paz, en
1986, y el Premio Andrés Bello de la Organización de los Estados Americanos, como
Educador de los Continentes. en 1992. Murió en San Pablo en 1997.
ensenar -
siglo
veintiuno
editores
.rgentlna,
S.L
Guatemala
4824
(cI4115BUP), Buenoa Aires, Argentina
siglo veintiuno editores, .... de c.v.
Cerro del Agua 248, Delegaci6n Coyoacán (04510), D.F., México
siglo veintiuno de .. palla edito .........
Sector Foresta n 0 1, Tres Cantos (28760), Madrid, España
Freire, Paulo
Cartas a quien pretende enseñar - 2" ed. 5" reimp.- Buenos Aires: Siglo
Veintiuno Editores, 2010 / /160 p.; 21xl4 cm. (Biblioteca Clásica de Siglo
Veintiuno)
ISBN 978-987-629-045-6
Título original: Professora si".; tia nao: carta.s a quem m¿sa I'"I"IJinar
ISBN: 978-987-629-045-6
Introducción 19
Primeras palabras:
Maestra-tía: la trampa 23
Primera carta:
Enseñar-aprender.
Lectura del mundo-Iectura de la palabra 45
Segunda carta:
No permita que el miedo a la dificultad
lo paralice 59
Tercera carta:
"Vine a hacer el curso de magisterio
porque no tuve otra posibilidad"
Cuarta carta:
De las cualidades indispensables para el mejor
desempeño de las maestras y los maestros
progresistas
67 75
8
CARTAS A
QUIEN
PRETENDE ENSEÑAR
Quinta carta:
Primer día de clase 87
Sexta carta:
De las relaciones entre la educadora
y los educandos 97
Séptima carta:
De hablarle al educando a hablarle a él
y con él; de oír al educando a ser oído por él 107
Octava carta:
Identidad cultural y educación 115
Novena carta:
Contexto concreto-<:ontexto teórico 123
Décima carta:
Una vez más, la cuestión de la disciplina 139
Últimas palabras:
Saber y crecer-todo que ver 144
Introducción
No sé si quien lea este libro verá con facilidad el placer con
que lo he escrito. Fueron casi dos meses en los que entregué algunos
de mis días a su redacción, la mayor parte en mi escri torio, en nuestra
casa, así corno en aviones y cuartos de hote les. Pero no fue sólo con
placer que escribí este trabajo. Lo hice impulsado por un fuerte
sentimiento de compromiso ético-político y con una decidida
preocupación por la comunica ción que anhelo establecer en todos los
instantes con sus probables lectores y lectoras.
Precisamente porque estoy convencido de que el logro de la
comprensión del texto no es tarea exclusiva de su autor sino también
del lector, durante todo el tiempo en el que lo escribí me esforcé en el
ejercicio de desafiar a las lectoras y a los lecto
res a entregarse también a producir su comprensión de mis pa labras.
Por eso es que formulo observaciones y sugerencias, casi con miedo
de cansar a los lectores al hacerlos utilizar instrumen tos corno
diccionarios y enciclopedias, para que no abandonen la lectura del
texto por no conocer el significado técnico de tal o cual palabra.
Confío en que ningún lector o lectora dejará de leer este libro en su
totalidad simplemente porque le faltó decisión para traba jar un poco
más. Que abandone la lectura porque el libro no le agrada, porque el
libro no coincide con sus aspiraciones polí tico-pedagógicas, es un
derecho que tiene. De cualquier manera, siempre es bueno leer los
textos que defienden posiciones polí ticas diametralmente opuestas a
las nuestras. En primer lugar,
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CARTAS A
QUIEN
PRETENDE ENSEÑAR
INTRODUCCiÓN 21
Por eso es necesaria la radicalidad del diálogo, como sello de la
relación gnoseológica y no como simple cortesía. No podria cerrar
esta introducción sin algunos agradecimientos. En primer lugar,
aJorge Claudio Ribeiro, amigo y editor, quien me pidió (y fácilmente
me convenció) que escribiese este libro trayendo ya a nuestra casa el
propio título del trabajo. Pienso que a Jorge Claudio no sólo debo
agradecerle la sugerencia y el pedido que me hizo, sino que debo
elogiarle por un lado su em peño para que el texto tomase cuerpo y,
por el otro, la fraterna posición que siempre asumió sin llamanne por
teléfono jamás, con ningún pretexto, para saber si yo estaba o no
trabajando en el libro. También debo agradecer a las maestras
SuraiaJamal Ba tista y ZaquiaJamal, y a las alumnas del curso de
magisterio del Colegio Sagrado Corazón de Jesús y CEFAM de la EEPG
Edmundo de Carvalho, que compartieron conmigo sus luchas y
descubri mientos en la etapa preliminar de este libro.
Mi agradecimiento a Nita por la paciencia con la que me so portó
durante los días de redacción más intensos, pero princi palmente por
las sugerencias temáticas que me hizo, señalando una y otra vez
algún aspecto a la luz de su propia experiencia como ex profesora de
Historia de la Educación de algunos cursos de fonnación del
magisterio de San Pablo.
Finalmente debo agradecer también a Madalena Freire Weffort, a
Fátima Freire Dowbor y a Ana Maria Saul por la apertura y el in terés
con el que me escucharon y dialogaron conmigo sobre algu nas de
mis inquietudes mienttas yo escribía y leía simultáneamente este
libro.
SAN PABLO
MAYO DE 1993
Cuarta
carta
DE LAS CUALIDADES INDISPENSABLES
PAIlA EL MEJOR DESEMPEÑO
DE LAS MAESTRAS Y LOS MAESTROS PROGRESISTAS
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CARTAS
A QUIEN
PRETENDE ENSEÑAR
CUARTA CARTA 77
Autoritarismo frente al cual podremos esperar de los hijos o de los
alumnos posiciones a veces rebeldes, refractarias a cualquier lí mite
como disciplina o autoridad, pero a veces también apatía, obediencia
exagerada, anuencia sin crítica o resistencia al dis
curso autoritario, renuncia a sí mismo, miedo a la libertad. Al decir
que del autoritarismo se pueden esperar varios tipos de reacciones
entiendo que en el dominio de lo humano, por suerte, las cosas no se
dan mecánicamente. De esta manera es posi ble que ciertos niños
sobrevivan casi ilesos al rigor del arbitrio, lo que no nos autoriza a
manejar esa posibilidad y a no esforzarnos por ser menos autoritarios,
si no en nombre del sueño democrá tito por lo menos en nombre del
respeto al ser en formación de nuestros hijos e hijas, de nuestros
alumnos y alumnas. Pero es preciso sumar otra cualidad a la humildad
con que la maestra actúa y se relaciona con sus alumnos, y esta
cualidad es la amorosidad sin la cual su trabajo pierde el significado. Y
amoro si dad no sólo para los alumnos sino para el propio proceso de
enseñar. Debo confesar, sin ninguna duda, que no creo que sin una
especie de "amor armado", como diría el poeta Tiago de Melo, la
educadora o el educador puedan sobrevivir a las nega tividades de su
quehacer. Las injusticias, la indiferencia del po der público, expresadas
en la desvergüenza de los salarios, en el arbitrio con que son
castigadas las maestras y no tías que se rebe lan y participan en
manifestaciones de protesta a través de su sin dicato -pero a pesar de
esto continúan entregándose a su tra bajo con los alumnos-.
Sin embargo, es preciso que ese amor sea en realidad un "amor
armado", un amor luchador de quien se afirma en el derecho o en el
deber de tener el derecho de luchar, de denunciar, de anunciar. Es ésta
la form~ de amar indispensable para el educador pro
gresista y que es preciso que todos nosotros aprendamos y vivamos.
Pero sucede que la amorosidad de la que hablo, el sueño por el que
peleo y para cuya realización me preparo permanente mente, exigen
que yo invente en mí, en mi experiencia social, otra cualidad: la
valentía de luchar alIado de la valentía de amar.
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CARTAS
A QUIEN
PRETENDE ENSEÑAR
CUARTA CARTA 79
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QUIEN
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A QUIEN
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CUARTA CARTA 83
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CARTAS A
QUIEN
PRETENDE ENSEÑAR
CUARTA CARTA 85
Es preciso que luchemos para que estos derechos sean, más que
reconocidos, respetados y encamados. A veces es preciso que lu
chemos junto al sindicato y a veces contra él si su dirigencia es
sectaria, de derecha o de izquierda. Pero a veces también es pre ciso
que luchemos como administración progresista contra las ra bias
endemoniadas de los retrógrados, de los tradicionalistas -en tre los
cuales algunos se juzgan progresistas- y de los neoliberales, para
quienes la historia terminó en ellos.