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ANÁLISIS NORMATIVO DE LA JUSTICIA ESPECIAL DE LOS INDÍGENAS MUISCAS

EN EL CABILDO DE BOSA 2023

DANIELA MENA ROBLEDO

MICHEL CAROLINA ZUÑIGA BUSTAMANTE

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA DE COLOMBIA

PROGRAMA DE DERECHO

BOGOTA

2023
RESUMEN EJECUTIVO

Este análisis jurídico busca evaluar el estado del sistema de justicia especial para el

pueblo indígena Muisca en Bogotá en el año 2023 debido a que los derechos humanos de los

indígenas en Colombia son cruciales para garantizar su dignidad, autonomía, cultura y

participación política. El gobierno colombiano ha reconocido y protegido estos derechos

mediante la Constitución y otras leyes, y se han creado instituciones y mecanismos para

salvaguardar los derechos de los indígenas, como la Defensoría del Pueblo y la Comisión

Nacional de Derechos Humanos, Ha habido un esfuerzo por parte de las autoridades locales y

nacionales para proteger y preservar la cultura y las tradiciones del pueblo indígena muisca en la

ciudad de Bogotá, incluidos sus sistemas de justicia. Sin embargo, existen dificultades para

adaptar los sistemas de justicia de los indígenas muiscas a la vida urbana, Esto incluye aspectos

como el acceso a la justicia, el respeto a sus tradiciones y cosmovisiones y la participación

efectiva en el proceso judicial; Implementación de justicia especial para pueblos indígenas

Muisca busca contribuir a la reconciliación y la construcción de la paz en el país. Realizar

investigaciones nos ayudará a determinar si este sistema de justicia en particular está cumpliendo

sus objetivos de promover la paz, respetar los aspectos culturales y tomar medidas adecuadas

para preservarlos.

Esto incluye aspectos como el acceso a la justicia, el respeto por las propias tradiciones y

cosmovisión y la participación efectiva en los litigios; La implementación de una justicia

especial para el pueblo indígena muisca tiene como objetivo promover la reconciliación y la

construcción de la paz en el país. Realizar una investigación nos ayudará a comprender si este
sistema especial de justicia está cumpliendo su misión de promover la paz, evaluar los aspectos

culturales y tomar medidas adecuadas para preservarla. y comprensión del pueblo indígena

muisca que vive en Bogotá, lo que significa que las comunidades indígenas tienen derecho a

aplicar sus propias normas y procedimientos en los asuntos que les conciernen. La Autoridad

Especial de Justicia Indígena Muiscas puede desempeñar un papel importante en la preservación

de la cultura y la identidad de este grupo étnico. Como cualquier comunidad, los muiscas pueden

enfrentar conflictos internos que requieren resolver problemas dentro de la comunidad y

encontrar formas de armonizarlos con las leyes nacionales respetando los estándares de derechos

humanos, evitando la discriminación y garantizando el debido proceso. Es fundamental analizar

cómo el Tribunal Especial Indígena Muiscas puede convivir con este sistema.

Hay que respetar la autonomía y los sistemas de justicia tradicionales de la comunidad

indígena muisca y proteger sus derechos culturales y jurídicos. La comunidad indígena ha

utilizado eficazmente sus propios métodos de resolución de conflictos a través de su sistema

especial de justicia indígena. Se han realizado esfuerzos de coordinación con el sistema de

justicia colombiano para garantizar la coexistencia y la colaboración entre ambos. Es importante

reconocer y promover la justicia y la igualdad para la comunidad indígena muisca de Bogotá

mediante la colaboración entre las autoridades locales y nacionales y la propia comunidad, Esto

nos permitirá evaluar si se están respetando y garantizando los derechos del pueblo indígena

muisca en el marco de la justicia especial.

3. TABLA DE CONTENIDO
Contenido

ANÁLISIS NORMATIVO DE LA JUSTICIA ESPECIAL DE LOS INDÍGENAS

MUISCAS EN EL CABILDO DE BOSA 2023

RESUMEN EJECUTIVO

3. TABLA DE CONTENIDO

CAPÍTULO I:

INTRODUCCIÓN

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA O NECESIDAD

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

JUSTIFICACIÓN

OBJETIVO GENERAL:

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

CAPÍTULO II:

MARCO REFERENCIAL

ESTADO DEL ARTE

MARCO CONTEXTUAL

MARCO CONCEPTUAL

MARCO TEÓRICO

MARCO LEGAL

MARCO HISTÓRICO

CAPÍTULO III:

METODOLOGÍA

ANÁLISIS DEL RESULTADO


DISCUSIÓN DEL RESULTADO

CAPÍTULO IV:

CONCLUSIONES

RECOMENDACIONES

CAPÍTULO V:

8.1.1 REFERENCIAS

8.1.2.

3.1 ANEXOS Y APÉNDICE

CAPÍTULO I:

INTRODUCCIÓN

En una sociedad diversa y multicultural como la colombiana, la preservación y

protección de los derechos de las comunidades indígenas es un imperativo legal y ético. Los

Muiscas, una comunidad ancestral con un rico patrimonio cultural, han desempeñado un papel

fundamental en la historia y la identidad de Bogotá. En 2023, se ha avanzado significativamente

en el reconocimiento y respeto de sus derechos, en particular en lo que se refiere a la justicia

especial que rige sus asuntos internos. Este análisis jurídico pretende examinar en detalle cómo

se está implementando y funcionando la justicia especial para los Muiscas en la ciudad de

Bogotá durante el año 2023. A través de un enfoque multidisciplinar que abarca aspectos

jurídicos, culturales y sociales; se evaluará el estado actual de la justicia especial Muisca, se

identificarán logros y retos pendientes, y se propondrán recomendaciones que pueden contribuir

a su fortalecimiento y mejora continua, teniendo presente que la intersección entre las tradiciones
culturales del pueblo muisca y el sistema jurídico contemporáneo puede dar lugar a diversos

retos. Estos retos pueden incluir una falta de armonía entre las normas tradicionales de la justicia

Muisca y la justicia ordinaria colombiana, lo que podría dar lugar a confusión o conflictos en la

aplicación de la ley. Además, puede haber dificultades para garantizar los derechos individuales

dentro de un sistema de justicia que prioriza los enfoques basados en la comunidad y la

reconciliación sobre las medidas punitivas. Además, una comprensión inadecuada por parte de

los operadores jurídicos y los sistemas convencionales de los aspectos únicos de la cultura

Muisca podría dar lugar a decisiones incorrectas o insensibles.

Se realizará un examen del sistema judicial colombiano en relación con la comunidad

indígena muisca. Se analizarán estudios de casos y jurisprudencia relevantes para ilustrar los

avances y obstáculos en este proceso. El análisis jurídico del sistema de justicia especial muisca

en Bogotá en 2023 pretende facilitar un diálogo constructivo entre la comunidad muisca, las

autoridades locales y nacionales y otras partes interesadas. Al resaltar la importancia de proteger

y promover los derechos culturales y jurídicos de esta comunidad, se pretende fomentar la

justicia, la igualdad y la convivencia armoniosa en una sociedad diversa, plural como la

colombiana.

A pesar de los avances en la justicia a nivel internacional, como la adopción de la

Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en 2007, la

realidad es que aún hay un largo camino por recorrer para garantizar plenamente sus derechos.

Es fundamental que los gobiernos, las organizaciones internacionales y la sociedad en general

trabajen juntos para abordar este choque entre las dos justicias para promover el respeto y la
protección de los derechos tanto de las comunidades indígenas como las de la sociedad en todas

las esferas de la vida. Esto incluye la promoción de la consulta y el consentimiento previo, el

fortalecimiento de los sistemas de justicia indígena, la preservación de su patrimonio cultural y la

promoción de la igualdad y la no discriminación de justicia tanto especial indígena como la

ordinaria.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA O NECESIDAD

La justicia especial para el pueblo indígena muisca en Bogotá en 2023 podría plantear

varios desafíos debido a la intersección de sus tradiciones culturales y el sistema legal moderno.

pueden experimentar problemas potenciales, incluida la falta de armonización entre las normas y

principios tradicionales de la justicia muisca y el marco legal nacional, lo que podría generar

confusión o conflictos en la aplicación de la ley. También puede haber desafíos para garantizar

los derechos individuales dentro de un sistema de justicia que puede priorizar un enfoque

comunitario y la reconciliación sobre las sanciones punitivas.

Además, la falta de comprensión adecuada por parte de los alguaciles y el sistema legal

tradicional de las particularidades de la cultura muisca puede llevar a decisiones equivocadas o

insensibles. Además, puede surgir la cuestión de la igualdad y el acceso a la justicia,

especialmente si no hay un equilibrio entre los valores culturales y las garantías jurídicas

universales. En última instancia, el desafío es encontrar una manera que respete y proteja los

derechos y la identidad de los muiscas y al mismo tiempo garantice la justicia y la equidad en un

contexto legal moderno y diverso.

A pesar de los avances legales y los esfuerzos internacionales para proteger y promover

los derechos de los pueblos indígenas, estos continúan enfrentando numerosas violaciones de sus

derechos fundamentales, la cultura Muisca tiene un vínculo estrecho y hereditario con sus

territorios, esencial para su supervivencia física, cultural y espiritual. Sin embargo, a menudo se
enfrentan al despojo de tierras, la explotación de recursos y la destrucción ambiental dentro de su

territorio.

Además, los Muiscas también sufren exclusión de servicios básicos como la educación,

ya que Bogotá tiene una educación moderna y enfrentan barreras lingüísticas y culturales que les

dificultan su participación plena en la sociedad y limitan sus oportunidades de desarrollo.

Si los derechos de los Pueblos Indígenas son respetados y protegidos y a la vez también

se adaptan a la ley moderna en el futuro, habrá diversos beneficios tanto para los propios Pueblos

Indígenas como para la sociedad en su conjunto. Si se adaptan los derechos de los pueblos

indígenas y la ley colombiana se pueden lograr los siguientes resultados, que serán muy positivos

para el país debido a que si preservamos y mejoramos las dificultades entre las dos normativas

sus tradiciones culturales, conocimientos, lenguas y formas de vida indígena enriquecerán la

diversidad cultural de la sociedad y promoverá el diálogo intercultural, y también ayudará a

reducir el nivel de pobreza en el país.


FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

¿Cómo se está implementando y funcionando la justicia especial para los indígenas

Muiscas en Bogotá?

JUSTIFICACIÓN

Este análisis nos permitirá evaluar si los derechos del pueblo indígena Muisca están

siendo respetados y garantizados dentro de un marco de justicia especial. Esto incluye aspectos

como el acceso a la justicia, el respeto a sus tradiciones y cosmovisiones y la participación

efectiva en el proceso judicial; Implementación de justicia especial para pueblos indígenas

Muisca busca contribuir a la reconciliación y la construcción de la paz en el país. Realizar

investigaciones nos ayudará a determinar si este sistema de justicia en particular está cumpliendo

sus objetivos de promover la paz, respetar los aspectos culturales y tomar medidas adecuadas

para preservarlos. y la comprensión del pueblo indígena muisca presente en Bogotá. Además,

existe interés en determinar si se les garantiza una participación activa y significativa en los

procesos judiciales que les afectan. Esto significa tener en cuenta sus propias opiniones,

conocimientos y formas de resolver conflictos.Justicia Consuetudinaria Especial (Muisca) El

principal objetivo de la justicia especial Muisca es restablecer el equilibrio y la armonía en la

sociedad, no imponer castigos o sanciones. la comunidad juega un papel activo en el proceso

judicial, participa en la toma de decisiones y aporta conocimientos y sabiduría.El proceso

judicial en el tribunal especial muisca se lleva a cabo de forma oral, a través del diálogo y

discusión entre las partes involucradas, se fomenta la resolución pacífica de los conflictos. a
través de la mediación y la conciliación, busca un acuerdo que satisfaga a ambas partes, la

justicia especial Muiska reconoce la importancia de preservar y proteger la naturaleza, la

considera un elemento fundamental en la resolución de conflictos, la justicia especial Muiska

valora y utiliza los conocimientos tradicionales y los conocimientos transmitidos de generación

en generación para resolver conflictos y tomar decisiones, Los casos llevados ante el poder

judicial especial muisca son manejados por la sociedad en su conjunto, no sólo por jueces o

autoridades centralizadas y jueces ordinarios. Los jueces y jueces del Ordinario de justicia

colombiano deben actuar de manera independiente, sin políticas. intromisión o cualquier tipo de

injerencia Por otra parte, los tribunales públicos colombianos se rigen por las leyes y normas

establecidas en el país, los tribunales públicos colombianos deben garantizar que todas las

personas tengan acceso a los tribunales y al debido proceso, independientemente de su condición

social, económicos o culturales, las decisiones judiciales deben basarse en argumentos sólidos,

sustentados en pruebas y fundamentos de derecho, los tribunales ordinarios colombianos tienen

la responsabilidad de proteger y garantizar los derechos humanos de todos quienes los cometen,

el poder judicial ordinario colombiano busca corregir errores y conflictos presentes cómo

prevenir la anarquía en el futuro Los procesos judiciales deben cumplir con los principios del

debido proceso, garantizando el derecho a la defensa y a un juicio justo, los juicios ordinarios en

Colombia deben ser imparciales y tratar a todas las partes involucradas en un caso por igual

A través de la historia, podemos abordar la justicia y la equidad, promoviendo la igualdad

de oportunidades. Conocer la justicia especial del pueblo indígena muisca aumentará la

conciencia y la empatía hacia la comunidad. Esto puede conducir a cambios de actitudes y a una
mejor comprensión de las luchas y desafíos que enfrenta la sociedad en su búsqueda de justicia y

reconocimiento.

Conocer la justicia especial de esta cultura permite tomar acciones concretas para

defender estos derechos y modificarlos y encontrar un equilibrio con la justicia ordinaria. Esto

puede implicar la participación en movimientos sociales, campañas de concientización,

incidencia política y legal, entre otras cosas, para abordar situaciones que involucran un conflicto

de justicia y prevenir violaciones de los derechos individuales y de los pueblos indígenas. Esto

puede ayudarnos a cerrar importantes lagunas de conocimiento. y la sensibilización pública en

general.

Al ser consciente de las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas, se puede

contribuir a llenar el vacío educando a otros, creando conciencia y fomentando un debate

informado sobre el tema. Esto puede conducir a cambios positivos en actitudes, comportamientos

y políticas hacia los pueblos indígenas, fomentar la solidaridad, el respeto y la acción para

abordar la justicia y buscar proteger y promover los derechos; este conocimiento puede impulsar

la implementación de políticas y programas específicos para cerrar brechas y garantizar la . que

todos los ciudadanos, independientemente de su origen étnico, tengan las mismas oportunidades.

El conocimiento de la justicia consuetudinaria nos proporciona una base para tomar

acciones concretas e impulsar cambios que garanticen la protección y el respeto de los derechos

de los pueblos indígenas en todos los ámbitos de la sociedad. Es importante promover la justicia

y la igualdad en la sociedad. Al conocer las dificultades que enfrentan las dos justicias, podemos

abogar por la protección y el equilibrio de la comunidad y la sociedad, promover la igualdad de

oportunidades y eliminar las prácticas discriminatorias.


OBJETIVO GENERAL:

Analizar el sistema de justicia de la comunidad indígena muisca en el contexto de la

ciudad de Bogotá en el año 2023.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Determinar la justicia especial de los muiscas en Bogotá y como se ajusta a las normas y

leyes vigentes, tanto a nivel nacional como internacional.

Evaluar la justicia y su objetivo de preservar y proteger la cultura ancestral de los

muiscas, sin atentar contra los derechos de otros individuos o grupos.

Corroborar la efectividad de la justicia especial en la solución de conflictos y en la

administración de justicia dentro de la comunidad muisca.

Verificar el respeto por los derechos humanos de todas las personas involucradas en los

procesos, incluyendo a los miembros de la comunidad muisca y a aquellos que no lo son.

Investigar propuestas de la justicia ordinaria enfocadas en aspectos como la

implementación de salvaguardias para el bienestar de la comunidad indigena.


CAPÍTULO II:

MARCO REFERENCIAL

La justicia especial de los indígenas muiscas es un tema de gran importancia en el

contexto de la protección y reconocimiento de los derechos de los pueblos Muiscas en Colombia.

Este análisis normativo tiene como objetivo examinar las diferentes fuentes legales y jurídicas

que respaldan y regulan el funcionamiento de este sistema de justicia propia. La Constitución

Política de Colombia, reconoce la diversidad étnica y cultural del país y establece el derecho de

los pueblos indígenas a administrar su propia justicia. Además, existen leyes nacionales que

protegen los derechos de los pueblos indígenas, como la Ley 21 de 1991, que garantiza el

desarrollo de sus culturas, y la Ley 70 de 1993, que regula su autonomía territorial, incluyendo

aspectos relacionados con la justicia propia.

Además, Colombia ha ratificado diversos convenios y declaraciones internacionales que

amparan los derechos de los pueblos indígenas, como la Declaración de las Naciones Unidas

sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos

Indígenas y Tribales. Estos instrumentos internacionales también brindan respaldo normativo a la

justicia especial de los indígenas muiscas.

Por otro lado, los cabildos indígenas, incluyendo el Cabildo de los indígenas muiscas de

Bosa, cuentan con sus propios estatutos o reglamentos internos que establecen los

procedimientos y principios para la administración de justicia dentro de la comunidad. Estos


estatutos reflejan la organización política, social y judicial de la comunidad indígena, y son una

muestra de la autonomía y autogobierno que tienen los pueblos indígenas en Colombia.

Los estatutos o reglamentos internos de los cabildos indígenas muiscas en Bogotá

provienen de la autonomía que les otorga la Constitución Política de Colombia de 1991. De

acuerdo con el artículo 330 de la Constitución, las entidades territoriales indígenas tienen

autonomía para gobernarse y administrarse de acuerdo con sus propias normas y principios

culturales; En este sentido, los cabildos indígenas muiscas en Bogotá tienen la facultad de

elaborar y adoptar sus propios estatutos o reglamentos internos, los cuales establecen las normas

y procedimientos que regirán su funcionamiento interno, así como las competencias y

responsabilidades de sus autoridades y miembros.

Estos estatutos o reglamentos internos son elaborados por los propios miembros de los

cabildos indígenas muiscas, a través de procesos de participación y consulta interna. Estos

procesos suelen incluir asambleas o reuniones comunitarias, donde se discuten y acuerdan las

normas y procedimientos que regirán la vida y la gestión del cabildo; Es importante destacar que

los estatutos o reglamentos internos deben respetar los derechos fundamentales establecidos en la

Constitución y no pueden contravenir los principios y valores democráticos del Estado

colombiano.
ESTADO DEL ARTE

El reconocimiento y la protección de los derechos humanos de los pueblos indígenas en

Colombia ha sido un tema relevante y de especial atención tanto a nivel nacional como

internacional, La Constitución Política de Colombia de 1991 reconoce los derechos de los

pueblos indígenas y establece su derecho a la autonomía, a la preservación de su cultura, a la

participación política, a la tierra y al territorio, entre otros aspectos; el derecho a la consulta

previa es fundamental para los pueblos indígenas y está respaldado tanto por la Constitución

como por el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este derecho

busca garantizar su participación en decisiones que puedan afectar sus derechos y territorios, a

pesar de los avances en la protección de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, aún

existen desafíos significativos.

La lucha por la restitución de tierras ancestrales y la protección de territorios sigue siendo

un tema clave para los pueblos indígenas en Colombia, estos pueblos han sido afectados de

manera desproporcionada por el conflicto armado en Colombia. Han enfrentado amenazas,

desplazamiento forzado, reclutamiento de menores y asesinatos selectivos. La protección de los

líderes indígenas y la implementación de medidas de seguridad efectivas son asuntos cruciales,

La preservación de la identidad cultural, los conocimientos ancestrales y los idiomas indígenas

son aspectos fundamentales de los derechos humanos de los pueblos indígenas. Se han

implementado programas de revitalización cultural y se promueve el reconocimiento y

valoración de su diversidad cultural.

Los pueblos indígenas tienen derecho a participar activamente en los asuntos que les

conciernen, tanto a nivel local como nacional. Existen espacios de representación política para
los indígenas en Colombia, como el Consejo Nacional Indígena (CNI), que busca impulsar sus

demandas y promover su participación en la toma de decisiones.

Es importante destacar que, a pesar de los avances, aún persisten desafíos en la plena

garantía de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Colombia.

La implementación efectiva de políticas, programas y medidas de protección sigue siendo

un objetivo prioritario para el Estado y la sociedad colombiana en general.

La jurisdicción indígena excepcional es un aspecto esencial del reconocimiento de la

diversidad étnica y cultural. Sin embargo, aunque han pasado 19 años desde que se promulgó la

Constitución, aún no existe ninguna disposición sobre el artículo 246 ni leyes de coordinación

entre el sistema judicial nacional y los diferentes ordenamientos jurídicos de 102 comunidades

indígenas colombianas.

El Código Nemequene es una de las primeras leyes orales de la América prehispánica,

vigente hasta la época de la colonia española. Se atribuye a Zipa de Bogotá, Nemequene, quien

redactó una serie de disposiciones legales que rigen todos los aspectos de la vida cotidiana del

pueblo muisca. La versión escrita era conocida por algunos cronistas españoles de los siglos XVI

y XVII.

Duque, G. A. V., & Betancourt, C. V. (2010). Promoción y desarrollo de la jurisdicción

especial indígena con cabildos indígenas de Bogotá. Criterio Jurídico Garantista, 2(2).

Actualmente, el consejo se elige según su propia costumbre. Sin embargo, continuaron

cumpliendo con el Decreto 2001 de 1988, que establece que la elección de los concejales debe

ajustarse al artículo tercero de la Ley 89 de 1980 o a sus formas tradicionales de organización, y

tiempo para desempeñar las siguientes funciones: disposiciones legales relacionados con el uso

del suelo y la expansión territorial, desarrollar políticas, planes y programas de desarrollo


económico y social en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo, Promover la inversión

pública en su territorio y asegurar su adecuada implementación, Recolección y distribución de

recursos, Conservación de recursos naturales, Coordinar programas y proyectos impulsados por

diferentes comunidades de su territorio.

Segura Calderón, A. M. (2014). Reconstrucción de la memoria histórica del territorio

indígena Muisca de Cota.

La comunidad Muisca de Bosa es un grupo de personas que se identifican como

indígenas en un contexto étnico contemporáneo. En 1991, el gobierno colombiano ratificó el

Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y publicó una nueva constitución,

que sirvió de base para que el pueblo muisca solicitará su reconocimiento como estado legítimo.

El multiculturalismo, tal como lo define la constitución colombiana, ha dado lugar a

reivindicaciones políticas sobre el derecho a la diversidad. Las políticas multiculturales incluyen

medidas activas que atraen a posibles beneficiarios, pero también crean una compleja paradoja

de identidad. En un país multicultural, hay dos formas de referirse a la definición de "indígena":

la conceptualización y las organizaciones étnicas autodefinidas, en las que los pueblos indígenas

ocupan un lugar central. Los muiscas de Bosa exhiben una identidad nacional única, con

apellidos que los identifican como "aparentemente muiscas". Estos apellidos incluyen

Chiguasuque, Neuta, Orobajo, González, Cantor, Alonso, Garibello, Fontiva y Cobos. Algunos

apellidos hispanos, como Cantor, González y Alonso, también se consideran muiscas porque

nacieron de los muiscas que habitaban el territorio en la época de la disolución de las reservas

indígenas a finales del siglo XIX.

La comunidad muisca de Bosa, Colombia, destaca la importancia de sus prácticas

tradicionales y su patrimonio étnico, como demuestra un estudio realizado por la comunidad para
obtener el reconocimiento como indígena por parte del gobierno colombiano. A pesar de las

críticas a sus prácticas tradicionales por considerarlas incompatibles con la modernidad, la

comunidad muisca sigue aferrándose a sus recuerdos y a su forma de vida cotidiana, incluso

frente a la rápida urbanización. Sin embargo, hay que señalar que algunos elementos han

cambiado en los últimos años, como la disminución del uso de la lengua muisca y el cambio del

nombre de su fiesta. Esto demuestra el concepto de "comunidad textual", en la que la generación

más antigua reinterpreta continuamente sus recuerdos al tiempo que incorpora nuevos elementos

relevantes en su contexto actual.

La cultura indígena se basa en textos legales y reinterpretaciones que las comunidades

han desarrollado a lo largo del tiempo. A menudo, estos documentos están desconectados de la

época colonial y republicana en que se escribieron, y las comunidades actuales los

recontextualiza. Lo mismo ocurre con las expresiones físicas, como las danzas durante las

celebraciones comunales.

Duque, G. A. V., & Betancourt, C. V. (2010). Promoción y desarrollo de la jurisdicción

especial indígena con cabildos indígenas de Bogotá. Criterio Jurídico Garantista, 2(2).

La comunidad Bosa Muisca en Bogotá lucha por sus derechos sobre la tierra en las áreas

urbanas; su tierra ancestral ahora se ha convertido en una ciudad. Esto se debe a varios factores,

pero los dos más importantes son la construcción de proyectos de vivienda por parte de grandes

corporaciones en terrenos antiguos y la facilitación de la vivienda urbana por parte de los

promotores urbanos. Los especuladores de tierras venden tierras que no les pertenecen a otros,

quienes terminan siendo engañados y poseyendo tierras que pertenecen a otra persona. Muchas

de estas víctimas eran familias que tuvieron que trasladarse a Bogotá en busca de nuevas

oportunidades.
Sin embargo, la pérdida del territorio ancestral Muisca en Bosa no se debe únicamente a

la reciente urbanización. De hecho, hay tres casos importantes de pérdida territorial. El primero

fue el establecimiento de una reserva, que limitó a los pueblos indígenas a un área específica de

su antiguo territorio entre 1530 y 1800. El segundo fue la aprobación de la Ley 22 de 1850, que

permitió la venta de propiedades indígenas y permitió al propietario vender estas parcelas de

tierra.

Las zonas urbanas son escenario de una lucha territorial de la comunidad Bosa Muisca.

La comunidad ha pasado por un proceso de autorrealización de su identidad y de lucha política y

jurídica por su proyecto comunitario. Su sentido crítico les ayudó a reconocer los límites de sus

tradiciones socioculturales y a encontrar elementos en la sociedad dominante que pudieran

utilizar para sus propias luchas. Este artículo refleja la relación entre comunalismo, identidad

urbana y lucha territorial en la comunidad muisca de Bosa. Presenta el contexto de luchas y

obstáculos que enfrenta la comunidad, así como el concepto de comunalismo que permite la

abstracción de la identidad urbana y el reasentamiento liderado por la comunidad Bosa.

Cuesta Moreno, O. J. Pueblo muisca de Bosa: lucha, identidad y comunalización

urbana [Muisca people of Bosa: struggle, identity, and urban communalization.

El Consejo es el órgano de gobierno de la comunidad indígena Muisca en Bosa,

Colombia. Según el Decreto 2164 de 1995, es una entidad pública especial cuyos miembros son

elegidos y reconocidos por la comunidad indígena. El Cabildo tiene una organización

sociopolítica tradicional y su función principal es representar jurídicamente a la comunidad,

ejercer el poder y realizar actividades de acuerdo con las leyes, costumbres y reglamentos

internos. Sin embargo, esta comunidad ha sufrido una importante aculturación debido a la

pérdida de territorio y lengua, lo que ha provocado la ruptura de su identidad cultural. En


respuesta, se han adaptado y asimilado para sobrevivir y sobrevivir en el tiempo utilizando

formas de la sociedad dominante.

Rueda Delgado, L. Z., & Dennys Eliana, R. C. (2023). " Explorando los saberes de la

Hitcha: una ruta pedagógica para visibilizar la educación propia de la Casa de Pensamiento

Intercultural Uba Rhua del Cabildo Muisca de Bosa”.

Los pueblos indígenas del país luchan constantemente por sobrevivir y escapar de la

conciencia cultural, de la que se ven constantemente amenazados por la sobreurbanización y una

cultura hegemónica que busca homogeneizar el pensamiento y el estilo de vida. Las

comunidades indígenas han hecho grandes esfuerzos para mantener sus tradiciones y prácticas

culturales. Su gran lucha condujo a la Constitución de 1991 que reconoció a Colombia como un

país multicultural y multiétnico. Estos avances han creado procesos que reconocen a los grupos

étnicos minoritarios y sus derechos sobre los territorios, permitiendo la propiedad colectiva.

Para asegurar la supervivencia de sus culturas, las comunidades indígenas tuvieron que

desarrollar estructuras metodológicas y pedagógicas basadas en el conocimiento comunitario, la

experiencia cultural y su conexión con su tierra.

Botina, M. F., & Vega, A. G. (2023). La importancia del territorio ancestral desde la

cosmogonía Muisca de Bosa: perspectivas del etnoeducador a través de la etnografía.

EducAcción Sentipensante, 2(2), 49-57.

Durante siglos, la comunidad Muisca ha luchado por restaurar la dignidad de sus

conocimientos culturales y ancestrales. Este proceso comenzó durante la colonización, cuando se

vieron obligados a desarraigar sus tradiciones y seguir otras culturas hegemónicas europeas.

Como resultado, luchan constantemente por mantener sus territorios, tradiciones, costumbres y

crianza. En 1940 se celebró el primer Congreso Iberoamericano, durante el cual se discutió la


educación intercultural bilingüe (EIB) y la educación étnica en Colombia. Ambos buscan

abordar las desigualdades étnicas y jurídicas y son parte de la modernización, la inclusión y la

gestión de la diversidad. Sin embargo, fue la lucha étnica de las décadas de 1970 y 1980 con las

Organizaciones Nacionales Indígenas de Colombia (ONIC) y los Centros Indígenas del Cáucaso

(CRIC) la que empoderó a los pueblos en la última década del siglo anterior.

González Jaramillo, J. M. Violencia y servidumbre: La imposición del dominio

hispánico en Santafé de Bogotá, 1550-1600 (Doctoral dissertation, Universidad Nacional de

Colombia).

Luego de identificar los beneficios potenciales del territorio Suba, quedó claro que podría

usarse para desarrollar una sociedad que aprovechara todos sus recursos. Desafortunadamente,

esto también condujo a la conversión de carreteras en la zona y al desarrollo de áreas urbanas.

Estos cambios tuvieron consecuencias importantes, como la fusión de Suba con los municipios

aledaños y con Bogotá. Si bien es importante considerar las causas de estos cambios, es

igualmente importante estudiar sus consecuencias;

Pérdida de territorio muisca; después de la colonización, la población muisca se vio

fuertemente afectada por la imposición de normas, religión, costumbres y técnicas constructivas

así como la idea de ciudad. La expansión urbana de Suba ha reducido las proporciones de

humedales, corredores ecológicos, espacios verdes y tierras, lo que ha llevado a una disminución

significativa de la agricultura, la pesca, la ganadería y otras actividades cotidianas de los

muiscas. El espacio natural no ha sido plenamente conservado y aprovechado, provocando

consecuencias negativas para la flora y la fauna. Además, el mal uso de la tierra y el agua ha

obligado a las comunidades a abandonar sus asentamientos debido a inundaciones y otros

desastres naturales.
Debido a la imposición del deber y al hecho de que los invasores coaccionan a los

indígenas expropiando sus tierras e imponiendo su forma de pensar sobre el territorio y la tierra,

por favor úselo para trabajar con Muiscas como su humilde servidor. En definitiva, la tierra, la

agricultura, la pesca, el tejido se convirtieron en sus esclavos, algunos asesinados, otros

expulsados del territorio. Se ocupan principalmente. El acaparamiento de tierras se produjo

principalmente como resultado del desarrollo urbano, los asentamientos y las nuevas

construcciones establecidas por los españoles. Casas, pueblos y vías principales, vías secundarias

que conectan con vías principales. formas comerciales.

Contaminación ambiental: Debido a las obras de construcción realizadas a lo largo de la

historia ha habido una pérdida importante de especies animales, así como el impacto de que los

animales no tengan suficiente alimento para sobrevivir, ha provocado escasez de alimentos.

Además, la tala y destrucción de árboles para construir, reducir y en algunos casos eliminar

humedales (manantiales y lugares sagrados para el pueblo muisca), ha contaminado las

principales fuentes de agua y subsuelos. Por otro lado, debido al aumento del número de granjas,

también aumenta la contaminación del aire provocada por el metano producido por el estiércol

animal.

Algunas comunidades indígenas muiscas han perdido su identidad cultural debido a la

invasión y urbanización que ha afectado su entorno y forma de vida. A medida que su hábitat se

destruye gradualmente, no pueden mantener sus tradiciones y pierden la conexión con el mundo

natural. Esta pérdida de espacio y tradición ha afectado en gran medida su autoestima y sus

valores, ya que cada elemento de la naturaleza alguna vez fue parte integral de sus prácticas

culturales ahora extintas.

Suárez Rodríguez, M. T., & Buelvas Dueñas, A. N. (2023). Análisis de la metamorfosis


urbana del territorio muisca de suba (AMUT).

La creación de una revista educativa tiene como objetivo visibilizar las costumbres y

tradiciones de los niños muiscas en el jardín RHUA de la UBA. Durante el traslado a una

institución Bicentenaria, muchos de estos antiguos métodos tradicionales se perdieron,

dificultando una verdadera integración. La revista sirve como una herramienta para que los

maestros combinen diversas actividades educativas como canciones de cuna, narración de

cuentos, siembra, rituales, boca a boca, tejido y lenguaje visual para transmitir aún más su

herencia cultural en el aula regular. El método etnográfico permite la participación abierta en los

aspectos, hechos y acontecimientos cotidianos de la vida de cada miembro de la población,

facilitando el desarrollo integral y una educación diversa en forma y calidad.

Bobadilla Salgado, V. L., Forero Toro, A., & Hincapié Cumbe, R. B. (2023). Tejiendo

saberes milenarios en la educación para visibilizar los usos y costumbres Muiscas en el aula

regular.

Suba fue elegida por la comunidad muisca por su riqueza de flora, fauna y aguas. A pesar

de muchos acontecimientos históricos, la población muisca ha perdido la mayor parte de su

territorio y ahora solo quedan comunidades divididas alrededor del área hoy conocida como

Suba. Estas comunidades luchan por reclamar su jurisdicción y proteger lo que el capitalismo les

sigue quitando.

Jiménez Rodriguez, A. F. (2023). Transformaciones territoriales e identitarias en

Bogotá: análisis de la espacialidad de la localidad de Suba en el barrio La Chucua Norte

(1954–2022).

En el ordenamiento jurídico colombiano existe una jurisdicción indígena especial que

permite definir la jurisdicción indígena ordinaria y especial a través de cuatro marcos:


internacional, constitucional, legal y reglamentario, y jurisprudencia. Esto ayuda a identificar

conflictos que surgen de conflictos de jurisdicción entre jurisdicciones comunes e indígenas,

particularmente en el caso de delitos contra niños y jóvenes.

Para determinar la competencia, ya sea convencional o autónoma, deben aplicarse cuatro

límites o factores, a saber: personal, territorial, institucional y objetivo. Así, puede resolver

conflictos de jurisdicción e identificar partes competentes sin vulnerar derechos fundamentales.

Velásquez Parra, J. P. (2017). Conflictos generadores de colisión de competencia entre

la jurisdicción ordinaria y especial indígena en el caso de los delitos en contra de niños, niñas

y adolescentes, en el marco de la Corte Constitucional.

En Colombia existen dos sistemas judiciales paralelos: la jurisdicción ordinaria y la

jurisdicción especial indígena. Puede haber conflictos de autoridad entre ellos porque el

legislativo no ha establecido formas de coordinación entre ellos. Por lo tanto, los intérpretes

judiciales deben basarse en las circunstancias específicas de cada caso particular según lo

determine la jurisprudencia nacional para resolver tales conflictos. La jurisdicción especial

indígena permite a las autoridades indígenas administrar justicia en todas las ramas del derecho,

de acuerdo con las costumbres, normas y procedimientos de cada comunidad indígena.

Mejía Jaramillo, B. (2010). Estudio sobre conflictos de competencia entre la

jurisdicción especial indígena y la jurisdicción ordinaria a la luz de la jurisprudencia y la

doctrina.

En ciudades densamente pobladas como Bogotá, las percepciones indígenas sobre el

territorio no se comprenden bien, especialmente cuando los habitantes de estas ciudades

desconocen su presencia y convivencia. Las dinámicas urbanas muchas veces promueven la

invisibilidad de estos grupos, quienes mantienen una relación ancestral basada en la reciprocidad
entre el hombre y la naturaleza. En Bogotá, el Consejo Indígena Muisca de Bosa (CIMB)

representa un caso en el que la necesidad de organizar el territorio ha llevado a la abolición del

pensamiento comunitario, lo que ha llevado a una formación territorial basada en la percepción

de los responsables de las decisiones. en el contexto de la planificación del uso del suelo.

Gamboa Rodríguez, W., & Viasús Figueredo, L. R. (2015). Cosmovisión de la

comunidad indígena muisca de Bosa con el territorio y su relación con el ordenamiento

territorial de Bogotá.

Desde sus inicios, el sistema penal colombiano ha dejado a las comunidades indígenas en

la inseguridad jurídica. Esto se debe a que a lo largo de los años se han promulgado diferentes

leyes. Actualmente, la normativa nacional exige determinar caso por caso si una persona

indígena que viola el derecho penal nacional o indígena está sujeta al derecho penal nacional o

debe ser juzgada por autoridades tradicionales según su costumbre o no.

Becerra, C. (2006). La jurisdicción especial indígena y el derecho penal en Colombia:

Entre el pluralismo jurídico y la autonomía relativa. El otro derecho, 35, 213-136.

El derecho indígena no es derecho puro, sino un conjunto de normas que han

evolucionado y enriquecido a lo largo de diferentes momentos históricos, influenciados tanto por

relaciones de poder y dominio, como por acciones de resistencia y liberación. Se argumenta que

el derecho indígena tal como lo conocemos hoy fue moldeado no sólo por normas precoloniales

y coloniales, sino sobre todo por las normas y principios que rigen el sistema jurídico en general

y el derecho penal en particular.

Santacruz Cruz, H. B. (2016). Jurisdicción indígena y Derecho Penal. Influencias y

repercusiones del sistema penal en el desarrollo de los derechos de las nacionalidades

indígenas en los países andinos.


Los indígenas son considerados una de las tribus y de las razas más antiguas en el país se

considera que son los fundadores de este país al menos su linaje antes de que llegaran los

españoles en el famoso "descubrimiento"; por lo general los libros de historia siempre nos

cuentan que gracias a los españoles llegó la modernización a Colombia en ese entonces la Nueva

Granada pero no nos especifican cómo era la vida antes de y por lo tanto decidimos trabajar con

comunidades indígenas que residen en estos momentos en Bogotá debido a que estamos

estudiando aquí en la ciudad porque queremos conocer más sobre su cultura el cómo sobreviven

día a día en una ciudad extraña a sus costumbres y creencias y cómo el gobierno puede ayudar a

su crecimiento personal, comunitario y humanitario.

Es importante destacar que, a pesar de los avances, aún persisten desafíos en la plena

garantía de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Colombia. La implementación

efectiva de políticas, programas y medidas de protección sigue siendo un objetivo prioritario para

el Estado y la sociedad colombiana en general. La Justicia Especial Muisca en Bosa tiene una

gran importancia debido a que representa el reconocimiento y respeto hacia la autonomía y las

tradiciones jurídicas propias de la cultura muisca en la localidad. Algunos aspectos destacados de

su importancia son los siguientes:

La existencia de una justicia especial muisca en Bosa permite mantener y preservar la

identidad cultural de la comunidad muisca. Esto implica reconocer y respetar los sistemas de

justicia propios, vinculados a sus costumbres, tradiciones y cosmovisión; promueve la

participación de la comunidad muisca en la resolución de conflictos y en la administración de la

justicia. Este enfoque autogestionado fortalece la cohesión social y el empoderamiento de la

comunidad en la toma de decisiones.

Garantiza que los miembros de la comunidad tengan acceso a un sistema de justicia


cercano, familiar y adecuado a sus necesidades culturales. Esto contribuye a superar barreras

como la distancia, los costos económicos y la falta de conocimiento del sistema de justicia. La

justicia especial muisca busca fomentar la resolución de los conflictos de manera pacífica y

consensuada, priorizando la restauración de las relaciones y la reparación de daños. Esto permite

fortalecer los lazos comunitarios y evitar que los conflictos se escalen o se prolonguen en el

tiempo; no pretende reemplazar ni competir con la justicia estatal, sino más bien complementar.

Ambos sistemas pueden trabajar de manera coordinada y colaborativa para garantizar la

protección de los derechos y la justicia para todos los miembros de la comunidad.

La justicia especial muisca en Bosa es importante porque reconoce y valora la diversidad

cultural y jurídica, promoviendo la participación, la autogestión y el acceso a una justicia cercana

y adecuada para la comunidad muisca en dicha localidad. Esto podría incluir la protección del

patrimonio cultural, la promoción de prácticas tradicionales y ceremonias, la educación sobre la

historia y cosmovisión muisca, y la transmisión de conocimientos a las generaciones futuras; la

forma en que se eligen o designan a los representantes del cabildo, así como su periodo de

servicio y los requisitos para ser miembro del cabildo, cómo se interactúa con la justicia

ordinaria, organizaciones indígenas, instituciones públicas y privadas, y otros actores relevantes.

También podrían contemplar la participación en espacios de diálogo y toma de decisiones a nivel

regional, nacional e internacional.

MARCO CONTEXTUAL

El Cabildo de Bosa es el órgano representativo de la comunidad Muisca. Es un espacio de

gobierno y toma de decisiones donde se resuelven temas relacionados con la comunidad,


incluido su particular sistema de justicia, Bogotá es una ciudad diversa con mezcla de culturas y

comunidades étnicas. Esta diversidad cultural crea un entorno en el que las comunidades

indígenas como los muiscas deben encontrar formas de preservar sus tradiciones y valores

culturales, teniendo en cuenta además que Colombia cuenta con un marco legal que reconoce y

protege los derechos de los pueblos indígenas. incluida su autonomía y sus sistemas de justicia

tradicionales.

En términos culturales, los cabildos muiscas en Bogotá mantienen viva la memoria

histórica y las prácticas ancestrales de esta comunidad. Esto incluye la preservación de la lengua

muisca, la celebración de rituales y festividades tradicionales, la transmisión de conocimientos

tradicionales y la valoración de su patrimonio cultural.

Los cabildos muiscas juegan un papel fundamental en la preservación de la identidad

cultural de esta comunidad indígena. A través de la transmisión de conocimientos ancestrales,

como la lengua, las tradiciones, los rituales y las prácticas culturales, los cabildos ayudan a

mantener vivas las raíces y la memoria histórica de los muiscas; contribuyen a la protección y

salvaguardia del patrimonio cultural muisca. Esto implica la protección de sitios sagrados,

monumentos, objetos y conocimientos tradicionales que forman parte integral de la identidad

cultural de los muiscas; se encargan de transmitir los conocimientos y prácticas culturales de

generación en generación. Esto asegura que las tradiciones muiscas sean preservadas y continúen

siendo parte viva de la comunidad, son actores importantes en la organización y participación en

festividades y eventos culturales en Bogotá y sus alrededores. A través de estas manifestaciones,

los muiscas comparten su cultura con la sociedad en general y fortalecen su sentido de

pertenencia e identidad.

La existencia de los cabildos muiscas contribuye al reconocimiento y valoración de la


diversidad cultural presente en Bogotá. Esto enriquece la vida cultural de la ciudad y promueve

la convivencia pacífica y el respeto entre diferentes grupos étnicos y culturales. Representan un

papel fundamental en la preservación, promoción y revitalización de la cultura muisca, además

de fomentar la diversidad cultural y la convivencia en Bogotá. Su importancia radica en el hecho

de que son custodios de una rica tradición cultural y garantizan su continuidad para las futuras

generaciones.

Desde el punto de vista político, los cabildos muiscas en Bogotá representan una forma

de gobierno propio y autónomo para su comunidad. A través de sus autoridades, toman

decisiones colectivas sobre asuntos internos, defienden los derechos y reclamos del pueblo

muisca ante otras instancias y participan en espacios de diálogo y consulta con el gobierno y

otras organizaciones.

La importancia política de los cabildos muisca en Bogotá radica en que estos eran los

órganos de gobierno de la Confederación Muisca, que constituía una organización política y

social de las tribus indígenas que habitaban el altiplano cundiboyacense en la época

precolombina; los cabildos muisca eran asambleas de líderes y representantes de los diferentes

pueblos muisca, donde se tomaban decisiones políticas y se discutían asuntos de interés común.

Estos cabildos tenían un carácter democrático y participativo, ya que los líderes eran elegidos por

los miembros de la comunidad y las decisiones se tomaban por consenso.

La importancia política de los cabildos muisca radica en que estos representaban la base

de la autoridad y el gobierno en la Confederación Muisca. A través de estos cabildos, se

establecían las leyes y normas que regían la convivencia entre los diferentes pueblos muisca, se

negociaban acuerdos con otros territorios y se tomaban decisiones sobre el manejo de los

recursos naturales. Además, los cabildos muiscas también tenían un papel importante en la
resolución de conflictos y la administración de la justicia. Se encargaban de mediar entre las

partes involucradas en un conflicto y de tomar decisiones en base a los principios de equidad y

justicia de la cultura muisca.

En el ámbito social, los cabildos muiscas en Bogotá tienen como objetivo principal el

bienestar y desarrollo integral de su comunidad. Trabajan para garantizar la participación activa

y equitativa de los miembros de la comunidad en la vida política, económica, social y cultural.

También promueven la igualdad de género, el respeto a los derechos humanos y la inclusión de

todas las personas, especialmente las más vulnerables.

Los cabildos muisca, también conocidos como Muisca Ubaques, eran una forma de

organización política y social que existía en la sociedad muisca, una civilización precolombina

que habitaba la región central de la actual Colombia; eran un espacio de discusión y toma de

decisiones colectivas. Los líderes y representantes de diferentes comunidades se reunían en los

cabildos para resolver asuntos comunitarios, establecer normas y regulaciones, y resolver

conflictos. Esto permitía una participación activa de los miembros de la comunidad en la toma de

decisiones, lo que fomentaba el sentido de pertenencia y la cohesión social; se transmitían

conocimientos y tradiciones culturales. Los sabios y ancianos de la comunidad compartían su

sabiduría y experiencias, y se enseñaba a las nuevas generaciones sobre la historia, la mitología,

la medicina tradicional y otros aspectos importantes de la cultura muisca.

De esta manera, los cabildos contribuyen a preservar y fortalecer la identidad cultural de

la comunidad; los cabildos muisca desempeñan un papel importante en la resolución de

conflictos y mantenimiento del orden social. Los líderes y representantes de diferentes

comunidades se reunían para discutir y buscar soluciones pacíficas a los desacuerdos o conflictos

entre individuos, comunidades vecinas o incluso con otras civilizaciones. Esto ayudaba a
prevenir la guerra y preservar la paz entre las diferentes comunidades. También servían como un

sistema de representación política. Cada comunidad elegía a sus líderes y representantes para

participar en los cabildos, lo que permitía que las voces de diferentes comunidades fueran

escuchadas y tenidas en cuenta en la toma de decisiones. Esto contribuía a la legitimidad de las

decisiones tomadas en los cabildos y al fortalecimiento de la cohesión social, tenían una

importancia social significativa ya que promueven la participación comunitaria en la toma de

decisiones, preservaban y transmitían conocimientos culturales, resolvían conflictos y

representaban a las diferentes comunidades. Estos aspectos contribuyen al fortalecimiento de la

identidad cultural, la cohesión social y el mantenimiento del orden en la sociedad muisca.

En cuanto al aspecto normativo, los cabildos muiscas en Bogotá pueden basarse en

instrumentos legales tanto nacionales como internacionales que reconocen y protegen los

derechos de los pueblos indígenas. Estos incluyen la Constitución Política de Colombia, el

Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y

Tribales, así como normativas específicas a nivel local.

La importancia normativa de la Justicia Especial Muisca en Bogotá radica en su

capacidad para garantizar los derechos y la protección de la ancestralidad de los pueblos

indígenas, en este caso, del pueblo muisca. La Justicia Especial Muisca tiene el objetivo de

mantener vivos los valores culturales y las tradiciones de este pueblo originario, así como

asegurar su participación activa y decisiones dentro del territorio ancestral que habitan.

Asimismo, esta justicia especial tiene la facultad de investigar y juzgar los delitos cometidos en

el territorio muisca, basándose en sus propias normas y procedimientos, lo cual permite una

mayor autonomía y respeto a sus tradiciones jurídicas. Asimismo, contribuye a la preservación y

fortalecimiento de la identidad y cultura muisca.


Esta importancia normativa también se relaciona con el reconocimiento y la protección

de los derechos humanos de los pueblos indígenas, en línea con los instrumentos internacionales

y la Constitución Política de Colombia. Es fundamental para la construcción de una sociedad

inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural, así como para promover la reconciliación y la

justicia en un contexto de violencia histórica contra los pueblos indígenas.

Según la página de secretaría de cultura, recreación y deporte. En Bogotá viven 15.032

personas que se reconocen como grupos indígenas, que son pertenecientes a los Muisca, Ambikà

Pijao, Misak, Kichwa, Yanacina, Pasto, Nasa e Inga, Emberà Chamì, Wauanan, Kament’sà,

Curripaco, Wayuu y Huitoto entre muchas màs etnias, una de la gran parte de estos grupos

étnicos, una gran parte de ellos se quedan en inquilinatos o cuartos donde habitan hasta más de

10 personas, según los registros por la alcaldía distrital las localidades con mayor presencia de

estos grupos son: Bosa, Kennedy, Suba, Engativá, Usme, Ciudad Bolívar, Los Màrtinez, Rafael

Uribe, Teusaque y Tunjuelito, también especifica que existen 3 cabitos indígenas Muiscas en

Colombia y en Bogotá solo se encuentra uno en Bosa En el área metropolitana hay 5.186

personas registradas que pertenecen a la etnia muisca.


https://4.bp.blogspot.com/-KLxzdc9QNqo/U0Cnp-ffTZI/AAAAAAAAAEg/

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MARCO CONCEPTUAL

Los Muiscas eran agricultores y comerciantes, y su sociedad estaba organizada en torno a

un sistema de cacicazgos. La llegada de los españoles en el siglo XVI tuvo un impacto

devastador en los pueblos indígenas de la región, incluyendo la esclavitud, la explotación y la

enfermedad; han enfrentado una serie de desafíos sociales, incluyendo la discriminación, la

marginación y la pobreza. El gobierno colombiano ha implementado políticas para proteger y

reconocer los derechos de los pueblos indígenas. La Constitución colombiana de 1991 reconoce

la diversidad étnica y cultural del país y establece derechos para las comunidades indígenas.

Además, se han creado instituciones y programas gubernamentales para apoyar el desarrollo de

las comunidades indígenas, incluyendo la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas y el

Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial.

La justicia especial Muisca en Bogotá se desarrolló durante la época precolombina en

Colombia, específicamente en el territorio que actualmente comprende la ciudad de Bogotá. La

cultura Muisca era una de las principales culturas indígenas que habitaban la región central de

Colombia, y su existencia se remonta a varios siglos antes de la llegada de los españoles. El

sistema de justicia Muisca estaba basado en principios y valores propios de su cultura, los cuales

se fundamentaban en la búsqueda del equilibrio y la armonía entre los diferentes elementos de la

naturaleza y la sociedad. La justicia Muisca tenía como objetivo principal garantizar la paz social

y resolver conflictos de manera pacífica.

El contexto histórico de la justicia especial Muisca en Bogotá se sitúa en un período de


organización y desarrollo de la cultura Muisca. Durante esta época, la población muisca alcanzó

un alto nivel de desarrollo en diversas áreas, como la agricultura, la orfebrería y la cerámica.

También se destacaron en la construcción de obras de infraestructura, como caminos y

fortalezas.

Refleja las creencias y tradiciones propias de esta civilización. La religión ocupaba un

lugar central en la vida muisca, y su visión del mundo estaba marcada por la presencia de seres

divinos y elementos sagrados. Esto se reflejaba en el sistema de justicia, que tenía en cuenta los

aspectos espirituales y simbólicos de la vida cotidiana.

Las autoridades competentes en el contexto de las comunidades muisca, que representan

a la etnia indígena muisca en Colombia, pueden incluir tanto líderes tradicionales como

entidades estatales encargadas de la protección de los derechos indígenas. Las funciones y

responsabilidades de estas autoridades pueden variar, pero generalmente incluyen:

Protección y promoción de los derechos y la cultura de la comunidad muisca;

representación de la comunidad en el diálogo con entidades estatales y otras organizaciones;

participación en la toma de decisiones que afecten a la comunidad muisca en asuntos políticos,

sociales, económicos y culturales; preservación y gestión de los recursos naturales y territorios

ancestrales de la comunidad; fomento de la educación y el empoderamiento de los miembros de

la comunidad,

En cuanto a los mecanismos de participación y representación de las comunidades muisca

en la toma de decisiones.

Las comunidades muisca suelen organizar asambleas y consejos en los que se discuten

temas relevantes y se toman decisiones colectivas. Estos espacios permiten a los miembros de la

comunidad expresar sus opiniones y participar activamente en la toma de decisiones, pueden


elegir representantes para que actúen en su nombre y los representen en instancias como las

reuniones con entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales u otros actores

relevantes.

En virtud de la Ley de Consulta Previa en Colombia, se busca garantizar el derecho de

los pueblos indígenas a ser consultados de manera libre, previa e informada sobre decisiones que

puedan afectar sus derechos. Las comunidades muisca pueden participar en procesos de consulta

previa para que sus voces sean tenidas en cuenta en las decisiones que les conciernen. Tienen la

capacidad de organizarse en asociaciones o consejos indígenas a nivel local, regional o nacional.

Estas organizaciones representativas pueden desempeñar un papel fundamental en la defensa de

los derechos de las comunidades, así como en la participación en la toma de decisiones a nivel

más amplio.

Es importante destacar que las formas de participación y representación de las

comunidades muisca pueden variar dependiendo de la comunidad específica y del contexto en el

que se encuentre.

La justicia especial Muisca en Bogotá se rige por una serie de procedimientos y garantías

procesales, que buscan asegurar un proceso justo y equitativo para todas las partes involucradas.

Derecho a la defensa; se reconoce a todas las personas involucradas en el proceso el

derecho a ser asistidas por un abogado de su elección, a tener acceso a un proceso imparcial y a

presentar pruebas a su favor.

Oralidad; los procesos judiciales en la justicia especial Muisca en Bogotá se llevan a cabo

de manera oral, lo que implica que las partes pueden presentar sus argumentos y pruebas de

forma directa y en presencia del juez.

Principio de contradicción; se certifica a todas las partes en el proceso el derecho a


contradecir los argumentos y pruebas presentados por la otra parte, a través de la presentación de

sus propios argumentos y pruebas.

Publicidad; los procesos judiciales en la justicia especial Muisca en Bogotá son públicos,

lo que implica que cualquier persona puede acceder a las audiencias y conocer los argumentos y

pruebas presentados por las partes.

Debido proceso; avalan todas las garantías procesales establecidas en la Constitución y en

la ley, como el derecho a ser oído, el derecho a un juez imparcial y el derecho a tener un tiempo

razonable para preparar la defensa.

Igualdad de armas; se busca garantizar que todas las partes en el proceso tengan igualdad

de oportunidades y recursos para presentar sus argumentos y pruebas, evitando cualquier

situación de desigualdad que afecte la imparcialidad del proceso.

Estos son solo algunos ejemplos de los procedimientos y garantías procesales que rigen la

justicia especial Muisca en Bogotá. Es importante consultar la legislación y los reglamentos

específicos de esta justicia especial para conocer en detalle las normas que la rigen.

La relación entre la justicia especial Muisca en Bogotá y otros sistemas de justicia, como

el sistema penal, civil y administrativo, puede ser compleja y variada. A continuación, se detallan

algunas posibles relaciones entre estos sistemas:

La justicia especial Muisca puede tener un vínculo con el sistema penal en casos

específicos en los que se cometan delitos que involucren a personas de origen Muisca. En estos

casos, puede colaborar con las autoridades penales en la investigación y juzgamiento de los

responsables. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la justicia especial Muisca tiene

sus propios procedimientos y medidas de reparación que pueden diferir del sistema penal

convencional.
En casos de conflictos civiles entre personas de origen Muisca, la justicia especial Muisca

puede intervenir para resolver disputas y aplicar medidas de reparación o reconciliación. Esto

puede incluir casos de disputas por tierras, herencias, matrimonios, entre otros. En este sentido,

la justicia especial Muisca puede complementar o incluso reemplazar a los tribunales civiles

convencionales en la resolución de estos casos.

En temas relacionados con la administración de asuntos propios de la comunidad Muisca,

como la gestión de recursos naturales, la toma de decisiones comunitarias o la implementación

de políticas internas, la justicia especial Muisca puede tener un papel importante. En este sentido,

puede trabajar de manera complementaria al sistema administrativo convencional para garantizar

que se respeten los derechos y las tradiciones de la comunidad Muisca.

Es un sistema propio de la comunidad Muisca y cuenta con sus propios mecanismos y

procedimientos definidos por esta. Su relación con otros sistemas de justicia puede variar según

las necesidades y particularidades de cada caso y comunidad. Además, estas relaciones pueden

estar sujetas a la legislación vigente y a los acuerdos y convenios establecidos entre la

comunidad Muisca y el Estado colombiano.

La Justicia Especial Muisca se aplica exclusivamente a comunidades muisca en casos

relacionados con el ejercicio de sus derechos territoriales y los recursos naturales de su territorio

ancestral. Entre los casos en los que se aplica exclusivamente se encuentran.

Conflictos territoriales; cuando las comunidades muisca reclaman la restitución de tierras

ancestrales o se enfrentan a procesos de despojo por parte de terceros. La Justicia Especial

Muisca tiene competencia exclusiva para resolver este tipo de conflictos.

Recursos naturales; cuando las comunidades muisca defienden su derecho a la consulta

previa, libre e informada en proyectos de explotación de recursos naturales como minería,


hidroeléctricas, entre otros. En estos casos la Justicia Especial Muisca tiene jurisdicción

exclusiva.

Sin embargo, también existen casos en los que la Justicia Especial Muisca puede

interactuar con la justicia ordinaria.

Delitos cometidos por miembros de la comunidad; si un miembro de la comunidad

muisca comete un delito, la Justicia Especial Muisca puede colaborar con la justicia ordinaria en

la investigación y juzgamiento de dicha persona, respetando sus derechos culturales.

Delitos contra miembros de la comunidad; cuando un miembro de la comunidad muisca

es víctima de un delito, la Justicia Especial Muisca puede iniciar una investigación en paralelo a

la justicia ordinaria para garantizar que se respeten sus derechos como parte de una comunidad

indígena.

En estos casos de interacción entre la Justicia Especial Muisca y la justicia ordinaria, se

busca garantizar la plena protección de los derechos fundamentales de las comunidades muisca,

teniendo en cuenta sus particularidades culturales y territoriales.


MARCO TEÓRICO

En primer lugar, se considera el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas

en Colombia, incluyendo la justicia especial muisca en Bogotá. Esto se fundamenta en

instrumentos internacionales como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de

los Pueblos Indígenas y la Convención 169 de la OIT, así como en la Constitución Política de

Colombia que garantiza los derechos culturales y la autonomía de los pueblos indígenas.

Además, se analiza el concepto de justicia intercultural, que implica reconocer la

diversidad cultural y jurídica de los pueblos indígenas y su derecho a aplicar sus propias normas

y sistemas de justicia. Este enfoque considera que la justicia indígena no es inferior o paralela a

la justicia estatal, sino complementaria y necesaria para garantizar los derechos de los pueblos

indígenas.

En el caso específico de la justicia especial muisca en Bogotá, se examina el marco

normativo que la regula. Esto incluye leyes y decretos que reconocen la jurisdicción indígena y

establecen mecanismos de coordinación entre la justicia indígena y la justicia estatal, como la

Ley 21 de 1991 y el Decreto 2092 de 1992.

También se consideran los principios y procedimientos propios de la justicia especial

muisca, como el respeto a los derechos fundamentales, la participación de los comuneros en la

toma de decisiones y la aplicación de sanciones y medidas reparadoras que sean coherentes con

los valores y normas culturales muisca.

Se sustenta en los derechos indígenas, la justicia intercultural y el reconocimiento de la


diversidad cultural y jurídica de los pueblos indígenas.

Abordar de manera adecuada y respetuosa la cuestión indígena en la sociedad colombiana

es fundamental para promover la diversidad cultural, proteger los derechos humanos, preservar el

medio ambiente, promover la justicia social y fomentar el diálogo intercultural. Reconocer y

valorar la importancia de los pueblos indígenas en la sociedad contribuye a construir un país más

inclusivo, equitativo y sostenible.

La historia de los pueblos indígenas en Colombia se remonta a miles de años atrás,

mucho antes de la llegada de los colonizadores europeos. Estos pueblos han tenido una relación

estrecha y ancestral con la tierra, considerándola no solo como un medio de subsistencia, sino

también como un componente esencial de su cosmovisión, cultura y forma de vida. Antes de la

llegada de los españoles, el territorio que hoy conocemos como Colombia estaba habitado por

numerosos grupos indígenas, cada uno con su propia identidad cultural, idioma y formas de

organización social. Estos pueblos, como los Muiscas, los Tayronas, los Emberá, los Nasa, entre

otros, desarrollaron una relación armónica con la naturaleza y entendieron la importancia de

cuidar y preservar los recursos naturales.

Los indígenas veían la tierra como un ser vivo, con el cual mantenían una relación de

reciprocidad y respeto. Para ellos, la tierra no era simplemente un recurso a explotar, sino un

espacio sagrado que debía ser protegido y preservado para las generaciones futuras. Utilizaban

técnicas agrícolas tradicionales, como la agricultura itinerante o la rotación de cultivos, que les

permitían aprovechar los recursos de manera sostenible y mantener la fertilidad del suelo.

Sin embargo, con la llegada de los españoles y la colonización, los pueblos indígenas

sufrieron un proceso de despojo y desplazamiento de sus tierras. Los colonizadores europeos

buscaban explotar los recursos naturales y establecer su dominio sobre el territorio, sin tener en
cuenta los derechos y las formas de vida de los pueblos indígenas; durante la época colonial y

posteriormente, los pueblos indígenas fueron sometidos a la encomienda, la esclavitud, la

violencia y la discriminación, lo que resultó en la disminución de sus territorios y la pérdida de

su autonomía. Muchos fueron obligados a abandonar sus tierras ancestrales y se vieron forzados

a vivir en condiciones precarias en resguardos o en las periferias de las ciudades.

No obstante, a lo largo del tiempo, los pueblos indígenas han resistido y luchado por la

recuperación y la protección de sus tierras y territorios. En el siglo XX, se produjeron

importantes movimientos indígenas en Colombia que reivindicaron sus derechos a la tierra y la

autonomía. Estos movimientos lograron avances significativos en la legislación nacional e

internacional, reconociendo la importancia de los resguardos indígenas y la necesidad de

proteger y garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas.

Hoy en día, los pueblos indígenas en Colombia continúan luchando por la restitución de

sus territorios ancestrales, la protección de sus derechos y la preservación de su identidad

cultural. La Constitución Política de 1991 reconoce y garantiza los derechos de los pueblos

indígenas, incluyendo su derecho a la propiedad colectiva de la tierra y su participación en la

toma de decisiones sobre asuntos que afectan sus territorios.

La relación de los pueblos indígenas con la tierra es fundamental para su supervivencia

física, cultural y espiritual. La tierra no solo les proporciona sustento material, sino que también

es el espacio donde se transmiten y preservan sus tradiciones, conocimientos y cosmovisiones.

La defensa de la tierra y el territorio es, por lo tanto, una lucha por la preservación de la

identidad cultural de los pueblos indígenas y por la protección de la diversidad cultural y

ambiental que representan.

La historia de los pueblos indígenas en Colombia está estrechamente ligada a su relación


con la tierra. La defensa de sus derechos territoriales es fundamental para garantizar su

supervivencia como pueblos distintos, preservar su cultura y contribuir a la construcción de una

sociedad más justa, equitativa y respetuosa de la diversidad cultural y ambiental.

La colonización y el despojo territorial han tenido un impacto devastador en las

comunidades indígenas de Colombia. Durante el período colonial, los pueblos indígenas fueron

sometidos a la violencia, la explotación y la discriminación por parte de los colonizadores

europeos, lo que resultó en la pérdida de sus tierras ancestrales y en la desestructuración de sus

comunidades.

Uno de los principales objetivos de la colonización era el control y la explotación de los

recursos naturales de los territorios indígenas. Los colonizadores europeos buscaban obtener

beneficios económicos a través de la extracción de minerales, la explotación agrícola y la

implementación de sistemas de producción basados en la encomienda y la esclavitud. Como

consecuencia, los pueblos indígenas fueron desplazados de sus tierras y obligados a trabajar en

condiciones de servidumbre y explotación.

Conjuntamente, la colonización trajo consigo enfermedades y epidemias a las cuales los

pueblos indígenas no tenían inmunidad, lo que resultó en una alta mortalidad y disminución de la

población indígena. La violencia y los enfrentamientos armados entre los colonizadores y los

pueblos indígenas también causaron un gran sufrimiento y pérdida de vidas, en el período

posterior a la colonización, el despojo territorial de las comunidades indígenas continuó con la

expansión de las fronteras agrícolas, la explotación de recursos naturales y la implementación de

proyectos de desarrollo que afectaron negativamente a los territorios indígenas. Las comunidades

indígenas fueron desplazadas y sus tierras fueron ocupadas por empresas, colonos y grupos

armados ilegales.
Este despojo territorial tuvo consecuencias devastadoras para las comunidades indígenas.

La pérdida de sus tierras significó la pérdida de su autonomía, su forma de vida tradicional y su

relación con la naturaleza. También resultó en la pérdida de conocimientos ancestrales

relacionados con el manejo sostenible de los recursos naturales y la preservación de la

biodiversidad. Igualmente, ha generado profundas desigualdades sociales y económicas entre las

comunidades indígenas y el resto de la sociedad. Las comunidades indígenas han enfrentado

dificultades para acceder a servicios básicos, como educación, salud y vivienda, y han

experimentado altos niveles de pobreza, marginalización y exclusión social.

A pesar de estos desafíos, las comunidades indígenas han resistido y luchado por la

recuperación y la protección de sus territorios. Han exigido el reconocimiento de sus derechos

territoriales, la restitución de sus tierras ancestrales y la participación en la toma de decisiones

que afectan sus territorios. También han desarrollado estrategias de resistencia y resiliencia,

fortaleciendo sus organizaciones comunitarias y reviviendo y transmitiendo sus conocimientos y

tradiciones.

El impacto de la colonización y el despojo territorial en las comunidades indígenas ha

sido profundo y duradero. Ha generado la pérdida de tierras, la desestructuración comunitaria, la

pérdida de conocimientos tradicionales y la marginalización social y económica. Sin embargo,

las comunidades indígenas continúan luchando por la recuperación y la protección de sus

territorios, la preservación de su cultura y la defensa de sus derechos, contribuyendo a la

construcción de una sociedad más justa e inclusiva.

La Constitución de Colombia de 1991 representa un hito importante en el reconocimiento

y la protección de los derechos indígenas en el país. En comparación con las constituciones

anteriores, la Constitución de 1991 establece disposiciones más amplias y específicas para


garantizar los derechos de los pueblos indígenas, reconociendo su diversidad cultural, su

autonomía y su relación especial con la tierra. Uno de los principales logros de la Constitución

de 1991 es el reconocimiento de la pluriculturalidad y la multiculturalidad de Colombia. En el

preámbulo de la Constitución se reconoce a Colombia como un país multiétnico y pluricultural,

reconociendo la diversidad étnica y cultural como una riqueza y un fundamento de la nación.

En cuanto a los derechos de los pueblos indígenas, la Constitución de 1991 establece

diversos artículos que garantizan su reconocimiento y protección.

Además, la Constitución de 1991 ha servido como base para el desarrollo de leyes y

políticas públicas orientadas a garantizar los derechos de los pueblos indígenas. Se han

promulgado leyes como la Ley 21 de 1991, la Ley 70 de 1993, la Ley 1381 de 2010, entre otras,

que buscan asegurar la protección de los derechos territoriales, culturales, sociales y políticos de

los pueblos indígenas. A pesar de los avances constitucionales y legales, los desafíos persisten en

la implementación efectiva de estos derechos y en la superación de las brechas de desigualdad

que aún afectan a las comunidades indígenas. La garantía plena de los derechos indígenas

requiere de políticas públicas sólidas, de recursos adecuados y de un enfoque intercultural que

respete y valore la diversidad de los pueblos indígenas.

Incorpora un importante avance en el reconocimiento y protección de los derechos

indígenas en Colombia. Ha sentado las bases para la autonomía, el desarrollo integral y la

participación de los pueblos indígenas, promoviendo la diversidad cultural y la construcción de

una sociedad más inclusiva y justa. Sin embargo, es necesario continuar trabajando para superar

los desafíos y garantizar la plena vigencia de los derechos de los pueblos indígenas en el país.

La implementación de la soberanía territorial indígena enfrenta una serie de desafíos y

problemáticas que dificultan su pleno ejercicio. Estos desafíos están relacionados con diversos
aspectos, entre ellos. Uno de los principales desafíos es el reconocimiento y la titulación de las

tierras ancestrales de los pueblos indígenas. A pesar de los avances normativos, muchas

comunidades indígenas aún carecen de títulos de propiedad sobre sus territorios, lo que los deja

vulnerables a la invasión y el despojo por parte de terceros.

A menudo enfrentan conflictos con actores externos, como empresas extractivas, colonos,

grupos armados ilegales y proyectos de desarrollo. Estos conflictos pueden derivar en violencia,

desplazamiento forzado y afectaciones a la integridad cultural y territorial de los pueblos

indígenas. La falta de consulta y consentimiento previo de los pueblos indígenas en decisiones

que afectan sus territorios y recursos naturales es otro desafío importante. La falta de

participación efectiva en la toma de decisiones puede socavar la autonomía y la soberanía

territorial de los pueblos indígenas.

Las comunidades indígenas a menudo enfrentan limitaciones en la gestión de sus

territorios debido a la falta de recursos económicos, técnicos y humanos. Esto dificulta su

capacidad para desarrollar prácticas de manejo sostenible de los recursos naturales y preservar su

patrimonio cultural y ambiental. También enfrentan presiones externas, como la expansión de la

frontera agrícola, la deforestación, la minería ilegal y el cambio climático, que afectan sus

territorios y modos de vida tradicionales. Estas presiones amenazan la sustentabilidad de sus

sistemas productivos y la preservación de sus conocimientos ancestrales.

Los pueblos indígenas continúan enfrentando discriminación y estigmatización en la

sociedad. Esto limita su capacidad para ejercer plenamente su soberanía territorial y cultural, y

dificulta su participación igualitaria en la toma de decisiones que los afectan. Para hacer frente a

estos desafíos, es fundamental fortalecer los mecanismos de protección y garantía de los

derechos indígenas, promover la participación efectiva de los pueblos indígenas en la toma de


decisiones, asegurar el reconocimiento y titulación de sus tierras, y fomentar la cooperación

interinstitucional y la solidaridad entre diferentes actores sociales. Al mismo tiempo, es necesario

fortalecer los programas de desarrollo sostenible y la gestión adecuada de los recursos naturales,

así como promover la educación intercultural y el respeto a la diversidad cultural. Esto permitirá

avanzar hacia una implementación efectiva de la soberanía territorial indígena, asegurando el

ejercicio pleno de los derechos de los pueblos indígenas en Colombia.

Los conflictos por la delimitación y demarcación de los territorios indígenas constituyen

una problemática significativa en muchos países, incluyendo Colombia. Estos conflictos surgen

debido a diversas razones y pueden tener consecuencias negativas tanto para los pueblos

indígenas como para otros actores involucrados. En algunas áreas, los territorios indígenas se

superponen con otros derechos territoriales, como la propiedad privada, los títulos mineros o las

áreas protegidas. Esta superposición genera tensiones y conflictos en relación con el uso y la

gestión de los recursos naturales, así como con los derechos de acceso y control sobre el

territorio.

La presencia de recursos naturales valiosos en los territorios indígenas a menudo genera

conflictos, ya que empresas y actores externos buscan aprovechar dichos recursos. El

extractivismo, como la minería, la explotación petrolera o la agroindustria, puede tener impactos

negativos en los ecosistemas y en la forma de vida de los pueblos indígenas, generando tensiones

y conflictos con estos actores. La falta de reconocimiento y titulación de los territorios indígenas

es otra causa de conflictos. La ausencia de límites claros y la falta de seguridad jurídica sobre la

propiedad y los derechos territoriales generan disputas con otros actores, como colonos,

empresas o entidades gubernamentales.

El crecimiento demográfico y la migración hacia los territorios indígenas pueden generar


conflictos por la disponibilidad de recursos naturales y la competencia por la tierra. Estas

presiones demográficas pueden resultar en tensiones sociales y disputas territoriales entre

comunidades indígenas y otros grupos, la coexistencia de diferentes grupos étnicos y culturales

en un mismo territorio puede llevar a conflictos interculturales, en los cuales las diferencias de

valores, prácticas y perspectivas pueden generar tensiones y desacuerdos. Estos conflictos

pueden estar relacionados con el acceso a los recursos naturales, la gestión del territorio y la

preservación de la identidad cultural.

La resolución de estos conflictos requiere de un enfoque integral que tome en cuenta los

derechos de los pueblos indígenas, la participación efectiva de las comunidades en la toma de

decisiones, el respeto a la diversidad cultural y el diálogo entre los actores involucrados. Es

necesario fortalecer los mecanismos de consulta y consentimiento previo, la implementación de

la legislación nacional e internacional en materia de derechos indígenas, y promover una cultura

de respeto y reconocimiento de la soberanía territorial de los pueblos indígenas. La demarcación

y delimitación adecuada de los territorios indígenas, en concordancia con los estándares

internacionales y las leyes nacionales, es fundamental para garantizar la seguridad jurídica, la

protección de los derechos indígenas y la convivencia pacífica entre los diferentes actores en el

territorio. Además, es importante promover mecanismos de resolución de conflictos que sean

equitativos, justos y culturalmente sensibles, con el fin de encontrar soluciones sostenibles y

promover la paz en las zonas donde se presenten disputas territoriales.

La violencia y el desplazamiento forzado han tenido un impacto significativo en las

comunidades indígenas de Colombia. Estas situaciones han generado graves violaciones a los

derechos humanos, pérdida de vidas, destrucción de territorios y una profunda afectación a la

vida cultural y social de los pueblos indígenas. Han sido históricamente víctimas de diversos
actores armados, como grupos paramilitares, guerrillas y fuerzas estatales. Estos grupos han

llevado a cabo acciones violentas como asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, violencia

sexual, reclutamiento de niños y niñas, y ataques a sus territorios y líderes comunitarios.

La violencia en las áreas indígenas está estrechamente vinculada a la disputa por el

control de los recursos naturales, los territorios estratégicos y las rutas del narcotráfico. Las

comunidades indígenas, debido a su ubicación geográfica en zonas estratégicas y ricas en

recursos naturales, se han visto atrapadas en el conflicto armado y han sufrido las consecuencias

directas de la confrontación.

Como resultado de la violencia, se ha producido un alto número de desplazamientos

forzados en las áreas indígenas. Las comunidades se han visto obligadas a abandonar sus

hogares, tierras y formas de vida tradicionales, buscando refugio en otros lugares, enfrentando

condiciones de vulnerabilidad y precariedad.

El desplazamiento forzado ha tenido un impacto devastador en la vida de los pueblos

indígenas, ya que implica la pérdida de su vínculo ancestral con la tierra, su cultura, sus formas

de subsistencia y su autonomía. Además, se han enfrentado a múltiples desafíos al intentar

reconstruir sus vidas en nuevos lugares, como la falta de acceso a servicios básicos,

discriminación, exclusión y la dificultad para preservar su identidad cultural.

El Estado colombiano ha adoptado medidas para enfrentar la violencia y proteger los

derechos de los pueblos indígenas en el marco de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, así

como otros instrumentos internacionales de derechos humanos. Sin embargo, es necesario

fortalecer los mecanismos de protección, investigación y sanción de los responsables de la

violencia, así como garantizar la implementación de planes de reparación integral para las

comunidades afectadas, es fundamental promover la participación activa y efectiva de los


pueblos indígenas en la construcción de la paz y la defensa de sus derechos. Esto implica

reconocer y valorar sus conocimientos ancestrales, respetar su autonomía y formas de gobierno,

y fomentar la implementación de medidas de prevención y protección en las áreas indígenas para

evitar la repetición de la violencia y el desplazamiento forzado.

Simbolizan una de las mayores problemáticas que enfrentan los pueblos indígenas en su

lucha por preservar su identidad, sus territorios y su bienestar. Es necesario continuar trabajando

en la protección de sus derechos, la prevención de la violencia y la construcción de una paz

inclusiva y duradera que respete y valore la diversidad cultural del país.

Existen varios casos de éxito en la gestión y administración de los territorios indígenas en

diferentes partes del mundo.

El TIPNIS es un territorio indígena en Bolivia que también es reconocido como Parque

Nacional. La gestión conjunta entre las comunidades indígenas y el Estado ha permitido la

conservación de su biodiversidad y el ejercicio de la autonomía de las comunidades en la toma

de decisiones sobre el territorio. Además, se ha establecido un modelo de desarrollo sostenible

basado en la preservación de la cultura indígena y la protección del medio ambiente.

La Reserva de la Biosfera Maya, ubicada en el sureste de México, es un ejemplo

destacado de gestión exitosa de un territorio indígena. La reserva es administrada de manera

conjunta por las comunidades indígenas y el gobierno, y se basa en principios de conservación de

la biodiversidad, desarrollo sostenible y respeto a los derechos culturales de las comunidades

mayas. Se han implementado proyectos de manejo forestal sustentable, turismo comunitario y

preservación de conocimientos tradicionales.

Canadá cuenta con diversos casos de éxito en la gestión de los territorios indígenas,

donde las comunidades indígenas tienen un alto grado de autonomía en la toma de decisiones
sobre sus tierras y recursos naturales. Estos casos se basan en tratados y acuerdos entre el

gobierno y las comunidades indígenas, y se enfocan en la conservación del medio ambiente, el

desarrollo económico sostenible y el respeto a la cultura y los derechos de los pueblos indígenas.

El Parque Nacional Torres del Paine, ubicado en la región de Magallanes en Chile, es un

ejemplo de gestión exitosa de un área protegida donde las comunidades indígenas tienen un

papel fundamental. Las comunidades indígenas han participado activamente en la administración

del parque, aportando conocimientos tradicionales sobre la conservación de la biodiversidad y la

preservación de los recursos naturales.

Estos casos de éxito demuestran que es posible lograr una gestión efectiva de los

territorios indígenas cuando se establecen mecanismos de participación y toma de decisiones

inclusivos, se respeta la autonomía de las comunidades indígenas, se valora su conocimiento

tradicional y se promueve el desarrollo sostenible. Estas experiencias pueden servir de

inspiración y modelo para la gestión de los territorios indígenas en Colombia y en otros lugares

del mundo, buscando siempre el equilibrio entre la preservación de la cultura y los derechos

indígenas, y la conservación del medio ambiente.

En Colombia, existen diversos ejemplos de autonomía y gobernanza indígena que

demuestran el ejercicio de los derechos y la autodeterminación de los pueblos indígenas.

Estos ejemplos evidencian la importancia de la autonomía y la gobernanza indígena en

Colombia. A través de la autogestión, los pueblos indígenas pueden ejercer su derecho a la

autodeterminación, preservar sus tradiciones culturales, proteger sus territorios y participar en la

toma de decisiones que afectan sus vidas. Sin embargo, es necesario seguir fortaleciendo estos

espacios de autonomía y gobernanza indígena, así como garantizar su reconocimiento y apoyo

por parte del Estado y la sociedad en general.


El enfoque holístico y respetuoso hacia la tierra y los recursos naturales nos enseña la

importancia de vivir en equilibrio con la naturaleza, valorar la diversidad biológica y cultural, y

replantear nuestros modelos de desarrollo hacia un enfoque más sostenible y justo. Reconocer y

apoyar estas prácticas indígenas es fundamental para la conservación del medio ambiente y la

construcción de un futuro más sostenible.

El rol del Estado y la sociedad en la protección de la soberanía territorial indígena es

fundamental para garantizar los derechos y la autodeterminación de los pueblos indígenas.

Ambos actores tienen responsabilidades y deben trabajar en conjunto para promover y respetar la

autonomía y los derechos colectivos de estos pueblos. El Estado debe reconocer y respetar los

derechos de los pueblos indígenas a la tierra y a la autogestión de sus territorios. Esto implica

garantizar la titulación y demarcación de los territorios indígenas, así como establecer

mecanismos legales para la protección de sus derechos colectivos.

El Estado tiene la obligación de consultar a los pueblos indígenas de manera previa, libre

e informada antes de implementar proyectos o políticas que puedan afectar sus territorios y sus

derechos. Esta consulta debe ser significativa y respetar las decisiones y visiones de los pueblos

indígenas.

El Estado debe desarrollar políticas públicas inclusivas que promuevan el desarrollo

sostenible de los territorios indígenas y garanticen el acceso a servicios básicos, como salud,

educación, agua potable y saneamiento. Estas políticas deben ser diseñadas de manera

participativa, teniendo en cuenta las necesidades y las visiones de los pueblos indígenas.

El Estado debe garantizar la protección de los líderes y defensores indígenas que están en

riesgo debido a su labor en la defensa de los derechos y los territorios indígenas. Esto implica la

implementación de medidas de seguridad efectivas y la investigación y sanción de actos de


violencia en su contra.

La sociedad en general tiene la responsabilidad de informarse y sensibilizarse sobre la

historia, la cultura y los derechos de los pueblos indígenas. Esto implica fomentar la educación

intercultural, el respeto a la diversidad y el reconocimiento de los aportes de los pueblos

indígenas a la sociedad.

La sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales y otros actores sociales pueden

establecer alianzas y espacios de diálogo con los pueblos indígenas para apoyar sus demandas y

promover su participación en la toma de decisiones que afectan sus territorios.

El Estado y la sociedad tienen un papel clave en la protección de la soberanía territorial

indígena. Es necesario que exista un compromiso real y acciones concretas para garantizar el

reconocimiento y respeto de los derechos indígenas, promover la participación activa de los

pueblos indígenas en los procesos de toma de decisiones y trabajar de manera conjunta en la

construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa.

La participación y el diálogo intercultural entre el Estado y las comunidades indígenas

son de vital importancia para garantizar el respeto de los derechos indígenas, promover la

igualdad y la justicia, y construir sociedades inclusivas y democráticas. Permiten reconocer y

valorar la diversidad cultural, social y política de las comunidades indígenas. Esto implica

reconocer sus formas de organización, su cosmovisión, sus prácticas tradicionales y su

conocimiento ancestral. La diversidad es un activo fundamental para el enriquecimiento y la

convivencia pacífica de las sociedades.

La participación y el diálogo intercultural aseguran que las voces y perspectivas de las

comunidades indígenas sean tenidas en cuenta en la toma de decisiones que les afectan. Esto es

crucial para garantizar la legitimidad y la representatividad de las políticas y acciones del Estado,
evitando imposiciones unilaterales y promoviendo la inclusión de múltiples visiones y

conocimientos.

El diálogo intercultural permite la construcción de consensos y acuerdos entre el Estado y

las comunidades indígenas. Esto contribuye a la generación de políticas y acciones más efectivas

y sostenibles, basadas en el mutuo entendimiento y el respeto de los derechos y las necesidades

de las comunidades indígenas. Los consensos también fortalecen la confianza y la relación entre

los actores involucrados. Son fundamentales en la planificación y gestión de políticas y

proyectos que afectan a las comunidades indígenas. Esto implica la inclusión de las comunidades

indígenas desde las etapas iniciales de diseño, permitiendo que aporten su conocimiento y

experiencia en la identificación de necesidades, la definición de objetivos y la implementación de

acciones. La participación activa también fortalece la capacidad de las comunidades para

autogestionar y tomar decisiones informadas.

Es una herramienta efectiva para la resolución de conflictos entre el Estado y las

comunidades indígenas. Permite el entendimiento mutuo, el análisis de intereses y necesidades, y

la búsqueda de soluciones consensuadas que promuevan la justicia y el bienestar de ambas

partes. La resolución de conflictos de manera pacífica y respetuosa fortalece la convivencia y la

construcción de sociedades más equitativas.

La participación y el diálogo intercultural entre el Estado y las comunidades indígenas

son esenciales para construir sociedades justas, inclusivas y respetuosas de la diversidad.

Promueven la igualdad de derechos, el reconocimiento de las identidades y conocimientos

indígenas, y la construcción conjunta de políticas y acciones que promuevan el bienestar de las

comunidades indígenas y de toda la sociedad.

La sociedad civil y las organizaciones desempeñan un papel fundamental en la defensa de


los derechos indígenas. A través de su trabajo, movilización y participación activa, contribuyen a

visibilizar las problemáticas que enfrentan los pueblos indígenas, promover el respeto de sus

derechos y exigir cambios políticos y sociales que garanticen su bienestar y autodeterminación.

A continuación, se destacan algunas formas en las que la sociedad civil y las organizaciones

defienden los derechos indígenas:


Las organizaciones de la sociedad civil tienen un papel importante en la sensibilización y

educación de la sociedad sobre los derechos indígenas, la diversidad cultural y los desafíos que

enfrentan los pueblos indígenas. A través de campañas de concientización, talleres educativos y

difusión de información, buscan generar empatía y comprensión hacia las demandas de los

pueblos indígenas. Juegan un papel crucial en la defensa de los derechos indígenas. Monitorean y

documentan violaciones de derechos, brindan asesoría y representación legal a las comunidades

indígenas afectadas, y abogan por la implementación y cumplimiento de los estándares

internacionales de derechos humanos en relación con los pueblos indígenas.

Trabajan en la incidencia política y legal para promover leyes, políticas y prácticas que

reconozcan y protejan los derechos indígenas. Participan en espacios de toma de decisiones,

presentan propuestas de políticas públicas, y defienden los intereses de los pueblos indígenas en

los procesos legislativos y judiciales. Las organizaciones brindan apoyo técnico, capacitación y

fortalecimiento organizativo a las comunidades indígenas para que puedan defender y ejercer sus

derechos de manera autónoma. Esto incluye el fortalecimiento de liderazgos, la capacitación en

derechos humanos, la gestión de recursos naturales y la promoción de la participación

comunitaria en la toma de decisiones.

Las organizaciones establecen alianzas y redes de solidaridad con las comunidades

indígenas, creando espacios de intercambio de experiencias, apoyo mutuo y acciones conjuntas.

Esto fortalece la voz y la capacidad de acción de las comunidades indígenas, y amplifica sus

demandas a nivel nacional e internacional.

La sociedad civil y las organizaciones desempeñan un papel fundamental en la defensa de

los derechos indígenas. Su trabajo contribuye a visibilizar las problemáticas que enfrentan los

pueblos indígenas, promover cambios políticos y sociales, y asegurar el respeto y la protección


de los derechos indígenas en la sociedad. Su participación activa y solidaridad con las

comunidades indígenas es esencial para construir una sociedad más justa, equitativa y respetuosa

de la diversidad cultural.

Juegan un papel fundamental en la defensa de los derechos indígenas en todo el mundo,

incluyendo Colombia. Estas organizaciones desempeñan un papel clave en la promoción de los

derechos, la protección de las culturas indígenas, la lucha contra la discriminación y la defensa

de los territorios y recursos naturales de los pueblos indígenas. A continuación, se destacan

algunas de las formas en las que la sociedad civil y las organizaciones contribuyen a la defensa

de los derechos indígenas;

Las organizaciones de la sociedad civil tienen como objetivo sensibilizar a la población y

educar sobre los derechos y la situación de los pueblos indígenas. A través de campañas de

concienciación, eventos, talleres y materiales educativos, buscan aumentar la comprensión y el

respeto hacia las culturas indígenas, y promover la igualdad y la no discriminación. Las

organizaciones de derechos humanos y de defensa de los pueblos indígenas desempeñan un

papel crucial en la protección de los derechos indígenas. Monitorean y documentan las

violaciones de derechos, presentan denuncias y litigan en casos de violaciones, y abogan por

políticas y leyes que promuevan la igualdad y el respeto de los derechos indígenas.

Las organizaciones de la sociedad civil trabajan en estrecha colaboración con las

comunidades indígenas para fortalecer su capacidad de organización, liderazgo y participación.

Brindan capacitación, apoyo técnico y asesoría legal a las comunidades, y promueven la

participación activa de los líderes y miembros indígenas en la toma de decisiones que afectan sus

vidas y territorios.

Las organizaciones de la sociedad civil abogan por cambios políticos y legislativos que
promuevan y protejan los derechos indígenas. Participan en procesos de elaboración de políticas,

presentan propuestas y recomendaciones a los gobiernos, y presionan por la implementación

efectiva de los compromisos internacionales en materia de derechos indígenas.

Las organizaciones de la sociedad civil establecen redes de solidaridad y cooperación

entre diferentes actores y comunidades indígenas. Comparten experiencias, conocimientos y

recursos, y trabajan juntas para enfrentar desafíos comunes, como la defensa de los territorios y

la preservación de las tradiciones culturales.

La sociedad civil y las organizaciones juegan un papel crucial en la defensa de los

derechos indígenas en Colombia y en el mundo. Su labor contribuye a crear conciencia,

promover la igualdad y la no discriminación, fortalecer a las comunidades indígenas, incidir en

políticas y leyes, y generar redes de apoyo y solidaridad. La colaboración entre la sociedad civil,

las organizaciones indígenas y los gobiernos es esencial para garantizar la protección y el respeto

de los derechos de los pueblos indígenas y promover sociedades más justas e inclusivas.

Para fortalecer la protección de los derechos y la soberanía territorial indígena, se pueden

considerar las siguientes recomendaciones: Es fundamental que los gobiernos reconozcan y

respeten plenamente los derechos de los pueblos indígenas, tanto a nivel nacional como

internacional. Esto implica garantizar la consulta previa, libre e informada en todas las

decisiones que afecten a las comunidades indígenas, así como el reconocimiento de su derecho a

la autodeterminación, la tierra, el territorio y los recursos naturales.

Es necesario revisar y fortalecer la legislación existente para garantizar la protección de

los derechos indígenas. Esto implica desarrollar leyes y políticas específicas que aborden las

necesidades y demandas de los pueblos indígenas, y asegurar su implementación efectiva a nivel

local, regional y nacional. Los pueblos indígenas deben tener una participación significativa y
efectiva en todas las decisiones que afecten sus vidas y territorios. Esto implica promover la

participación indígena en espacios de toma de decisiones, tanto a nivel local como nacional, y

garantizar que sus voces sean escuchadas y tomadas en cuenta en la formulación de políticas y

programas.

Es importante brindar apoyo y fortalecimiento a las organizaciones indígenas y a las

comunidades para que puedan ejercer su autonomía y autogestión. Esto implica fortalecer sus

capacidades en áreas como la gestión territorial, la administración de recursos naturales, la

educación y la salud, para que puedan tomar decisiones informadas y desarrollar proyectos

sostenibles que beneficien a sus comunidades.

La educación intercultural que valore y respete las culturas indígenas es esencial para

fomentar la comprensión y el respeto mutuo entre los pueblos indígenas y la sociedad en general.

Esto implica incluir contenidos curriculares que reflejen la diversidad cultural y promover

espacios de diálogo y encuentro entre diferentes culturas. La protección efectiva de los territorios

indígenas es fundamental para la supervivencia y el bienestar de los pueblos indígenas. Esto

implica tomar medidas para prevenir y combatir la explotación y degradación de los recursos

naturales en sus territorios, así como protegerlos de actividades que amenacen su integridad

cultural y ambiental.

Fomentar la cooperación y el diálogo entre los pueblos indígenas, el Estado y la sociedad

en general es esencial para construir relaciones de confianza y respeto mutuo. Esto implica

establecer espacios de encuentro y diálogo donde se puedan abordar de manera constructiva los

desafíos y conflictos, y buscar soluciones conjuntas basadas en el respeto a los derechos

indígenas y la promoción de la justicia social.

Estas recomendaciones buscan fortalecer la protección de los derechos y la soberanía


territorial indígena, reconociendo la importancia de la participación indígena, el respeto cultural,

la autonomía y la protección de los territorios como elementos fundamentales para garantizar la

supervivencia y el bienestar de los pueblos indígenas en Colombia y en todo el mundo.

La autodeterminación es un principio fundamental en el ámbito de los derechos humanos

y tiene una gran relevancia en el contexto de los pueblos indígenas en Colombia. Este concepto

implica el derecho de los pueblos a decidir libremente sobre su desarrollo político, económico,

social y cultural, y a mantener y fortalecer su identidad colectiva.

En Colombia, la autodeterminación de los pueblos indígenas está respaldada por diversas

normativas nacionales e internacionales, así como por la Constitución Política de 1991. Este

documento establece que Colombia es un Estado social de derecho que reconoce y garantiza los

derechos de los grupos étnicos, entre ellos los pueblos indígenas, y promueve su participación en

las decisiones que los afectan.

El reconocimiento de la autodeterminación implica que los pueblos indígenas tienen la

capacidad de gobernarse a sí mismos de acuerdo con sus propias tradiciones, sistemas de

gobierno y formas de organización social. Esto implica el derecho a establecer sus propias

autoridades, sistemas normativos y mecanismos de toma de decisiones, así como a controlar y

administrar sus territorios y recursos naturales.

La autodeterminación no significa aislamiento o separación de la sociedad en su

conjunto, sino más bien el derecho de los pueblos indígenas a mantener y fortalecer su identidad

cultural y su forma de vida, mientras participan activamente en la sociedad nacional. Esto

implica el respeto a su diversidad cultural, la protección de sus derechos territoriales y la

promoción de su participación en la toma de decisiones que los afectan. Ha sido fortalecida a lo

largo de los años a través de diferentes mecanismos legales y políticos. La Constitución Política
de 1991 reconoce los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y establece la obligación

del Estado de proteger y promover su autodeterminación. Asimismo, se han promulgado leyes

específicas como la Ley 21 de 1991 y la Ley 70 de 1993, que reconocen los derechos territoriales

y culturales de los pueblos indígenas.

Sin embargo, a pesar de estos avances, persisten desafíos en la implementación efectiva

de la autodeterminación de los pueblos indígenas en Colombia. Entre los desafíos se encuentran

el acceso a la tierra y los recursos naturales, la falta de consulta previa e informada en proyectos

que afectan sus territorios, la violencia y la discriminación, y la falta de reconocimiento pleno de

sus sistemas normativos y formas de gobierno.

Es fundamental que el Estado colombiano y la sociedad en su conjunto trabajen de

manera conjunta para fortalecer la protección de la autodeterminación de los pueblos indígenas.

Esto implica garantizar la implementación efectiva de las leyes existentes, promover la

participación activa de los pueblos indígenas en la toma de decisiones, brindar apoyo para el

fortalecimiento de sus estructuras de gobierno y sistemas normativos, y respetar y valorar su

diversidad cultural.

La autodeterminación de los pueblos indígenas en Colombia no solo es un derecho

fundamental, sino también un camino hacia la construcción de una sociedad más inclusiva,

equitativa y respetuosa de la diversidad cultural. Reconocer y fortalecerla implica reconocer y

valorar la contribución de los pueblos indígenas a la construcción de un país más justo y

sostenible, donde todas las voces y formas de vida sean respetadas y consideradas.

La autodeterminación de los pueblos indígenas es un principio fundamental en el ámbito

de los derechos humanos que busca garantizar su capacidad de decidir libremente sobre su

destino político, económico, social y cultural. En el caso de Colombia, la autodeterminación de


los pueblos indígenas ha sido reconocida y protegida tanto a nivel nacional como internacional.

En el contexto colombiano, la autodeterminación de los pueblos indígenas encuentra su base en

la Constitución Política de 1991, que reconoce y garantiza los derechos de los grupos étnicos y

promueve su participación en las decisiones que los afectan. Esta carta magna establece que

Colombia es un Estado social de derecho, pluricultural y multiétnico, que reconoce la diversidad

étnica y cultural de su población, y se compromete a respetar y proteger los derechos de los

pueblos indígenas.

El reconocimiento de la autodeterminación implica que los pueblos indígenas tienen el

derecho de gobernarse a sí mismos de acuerdo con sus propias tradiciones, sistemas de gobierno

y formas de organización social. Esto implica el derecho a establecer sus propias autoridades y

mecanismos de toma de decisiones, así como a controlar y administrar sus territorios y recursos

naturales. La autodeterminación de los pueblos indígenas en Colombia también se encuentra

respaldada por diferentes instrumentos internacionales, como el Convenio 169 de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales, y la

Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Estos

instrumentos reconocen y protegen los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo su derecho

a la autodeterminación.

A pesar de los avances normativos y jurídicos, la implementación efectiva de la

autodeterminación de los pueblos indígenas en Colombia enfrenta diversos desafíos. Entre ellos

se encuentran la falta de consulta previa e informada en proyectos que afectan sus territorios, la

violencia y la discriminación, la falta de reconocimiento pleno de sus sistemas normativos y

formas de gobierno, y la limitada participación en la toma de decisiones que los afectan.


Para fortalecer la protección de la autodeterminación de los pueblos indígenas en

Colombia, es necesario promover acciones concretas que garanticen su pleno ejercicio. Esto

implica garantizar la participación efectiva de los pueblos indígenas en la toma de decisiones,

fomentar la consulta previa e informada en proyectos que afecten sus territorios, fortalecer sus

estructuras de gobierno y sistemas normativos, y asegurar el respeto y valoración de su

diversidad cultural.

Además, es importante promover la educación intercultural y el diálogo entre los pueblos

indígenas y la sociedad colombiana en general, para generar un mayor entendimiento y respeto

mutuo. Así mismo, es necesario fortalecer los mecanismos de protección y garantía de los

derechos indígenas, y velar por el cumplimiento de las obligaciones estatales en este sentido.

La autodeterminación de los pueblos indígenas en Colombia es esencial para la

construcción de una sociedad más justa, inclusiva y equitativa. Reconocer y respetar su

autonomía y capacidad de decisión contribuye a la promoción de la diversidad cultural y al

fortalecimiento del tejido social en el país. Es responsabilidad de todos los actores sociales y del

Estado colombiano garantizar y proteger el ejercicio pleno de la autodeterminación de los

pueblos indígenas, en aras de construir una sociedad en la que se respeten y valoren todas las

formas de vida y expresiones culturales.

La justicia social para los pueblos indígenas en Colombia es un objetivo fundamental que

busca garantizar la igualdad de oportunidades, el respeto a sus derechos y la superación de las

desigualdades históricas y estructurales que han enfrentado. Para lograr una verdadera justicia

social, es necesario abordar diversas dimensiones que afectan la vida de las comunidades

indígenas, tales como el acceso a la tierra, la educación, la salud, el empleo, la participación

política y la preservación de su cultura.


En Colombia, los pueblos indígenas han sido históricamente marginados y excluidos de

los beneficios y oportunidades que la sociedad ofrece. Han enfrentado despojo de tierras,

violencia, discriminación y pérdida de su identidad cultural. En este contexto, la justicia social

implica la implementación de políticas y programas que promuevan la igualdad de

oportunidades, la reparación histórica y el reconocimiento de los derechos de los pueblos

indígenas. El acceso a la tierra es una de las principales demandas de los pueblos indígenas en

Colombia. La justicia social implica garantizar la restitución y protección de sus territorios

ancestrales, así como el reconocimiento y respeto de su cosmovisión y formas de vida. Esto

implica no solo la demarcación y titulación de sus territorios, sino también la implementación de

medidas para evitar su usurpación y garantizar su uso sostenible.

La educación también desempeña un papel fundamental en la justicia social para los

pueblos indígenas. Es necesario garantizar el acceso a una educación de calidad, pertinente y

respetuosa de su cultura y cosmovisión. Esto implica la promoción de programas bilingües e

interculturales, la formación de docentes indígenas y el fortalecimiento de los sistemas

educativos propios de las comunidades. En cuanto a la salud, es necesario garantizar el acceso a

servicios de salud adecuados y culturalmente sensibles. Esto implica la promoción de políticas

que aborden las necesidades específicas de las comunidades indígenas, así como la participación

activa de las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con la salud.

Sin embargo, con el paso del tiempo y la influencia de factores externos, muchas

comunidades han incorporado materiales y técnicas de construcción modernas en sus viviendas.

Esto se debe a la necesidad de adaptarse a las condiciones urbanas y a la disponibilidad de

recursos.

La educación de los niños pertenecientes a los pueblos indígenas debe ser inclusiva,
respetuosa y valorar su identidad cultural. Es fundamental promover una educación intercultural

que reconozca y valore la diversidad, y que fomente la participación de la comunidad en el

proceso educativo. Solo a través de una educación adecuada y contextualizada se podrá

garantizar el desarrollo integral de los niños indígenas y el fortalecimiento de sus comunidades.

El número y tipo de subsidios disponibles para los pueblos indígenas pueden variar según

el país y la región específica. En el caso de Colombia, existen diferentes programas y subsidios

dirigidos a la población indígena con el objetivo de promover su bienestar y desarrollo.

Algunas comunidades indígenas en Colombia pueden acceder a programas de

alimentación que les proporcionan alimentos básicos y nutrientes esenciales. Estos programas

buscan garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas, especialmente en áreas

rurales o de difícil acceso. Existen programas de subsidios de salud que brindan acceso a

servicios de salud gratuitos o a precios reducidos para las comunidades indígenas. Estos

programas incluyen atención médica, medicamentos y servicios especializados.

El Gobierno de Colombia ofrece subsidios y becas para facilitar el acceso a la educación

de calidad para los estudiantes indígenas. Estos subsidios pueden cubrir gastos como matrícula,

transporte, alimentación y materiales escolares. El Gobierno colombiano tiene programas de

subsidios de vivienda que están abiertos a la población en general, incluyendo a los pueblos

indígenas. Estos programas brindan apoyo económico para la adquisición, construcción o

mejoramiento de viviendas.

La vida laboral de los pueblos indígenas en Colombia es diversa y puede variar según la

región, el grupo étnico y las condiciones socioeconómicas. A lo largo de la historia, los pueblos

indígenas han desarrollado diferentes formas de sustento y actividades económicas, algunas de

las cuales se han mantenido hasta el día de hoy. Sin embargo, también enfrentan desafíos y
dificultades en el ámbito laboral; Muchos pueblos indígenas en Colombia siguen practicando

economías basadas en la agricultura, la pesca, la caza, la recolección y otras actividades

relacionadas con el uso sostenible de los recursos naturales. Estas actividades forman parte

integral de su cosmovisión y se transmiten de generación en generación.

MARCO LEGAL

La Constitución reconoce y garantiza los derechos de los pueblos indígenas, incluyendo

el derecho a la jurisdicción especial indígena. Establece que los pueblos indígenas tienen el

derecho a mantener y desarrollar su sistema normativo y judicial propio, siempre y cuando sean

compatibles con los derechos fundamentales y el ordenamiento jurídico nacional.

La Justicia Especial Muisca (JEMU) es un sistema de justicia indígena que se desarrolla

en Bogotá, Colombia. Aunque la Constitución Política de Colombia reconoce y garantiza los

derechos de los pueblos indígenas, no existen artículos específicos que respalden directamente la

Justicia Especial Muisca en Bogotá. Sin embargo, existen algunos principios y disposiciones

constitucionales que pueden ser aplicados a la Justicia Especial Muisca.

Artículo 246; Este artículo reconoce y garantiza el derecho de los pueblos indígenas a

mantener y desarrollar su sistema jurídico propio, respetando la dignidad humana y los derechos

fundamentales.
Artículo 287; Este artículo establece que las autoridades de los pueblos indígenas pueden

ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de acuerdo con sus propias

normas y procedimientos, siempre y cuando se respeten los derechos fundamentales y los

principios de la Constitución.

Artículo 329; Este artículo establece que el Estado debe reconocer y proteger la

diversidad étnica y cultural de la Nación, garantizando a los pueblos indígenas el derecho a la

preservación de su identidad cultural, territorial y política.

Artículo 330; Este artículo establece que las autoridades indígenas desempeñarán

funciones administrativas y jurisdiccionales en los asuntos que les conciernen, de acuerdo con

sus propias normas y procedimientos, dentro de los límites que determinen la Constitución y la

ley.

Estos artículos constituyen los fundamentos constitucionales generales que respaldan y

reconocen la autonomía y el ejercicio de la justicia indígena en Colombia, incluyendo la Justicia

Especial Muisca en Bogotá. No obstante, es importante tener en cuenta que la Justicia Especial

Muisca debe cumplir con los principios y derechos fundamentales establecidos en la

Constitución Política de Colombia y en los instrumentos internacionales de derechos humanos.

La Ley 89 de 1890, también conocida como Ley de Comunidades Indígenas, establece

disposiciones relacionadas con la propiedad comunal y la organización social de los pueblos

indígenas en Colombia. Sin embargo, esta ley no menciona específicamente la justicia indígena

Muisca.

La justicia indígena Muisca se refiere al sistema de justicia propio de los indígenas

Muisca, antiguos habitantes de la región central de Colombia. Este sistema de justicia se basaba

en el autogobierno y la resolución de conflictos a través de asambleas y consejos de sabios.


Es importante tener en cuenta que la Ley 89 de 1890 no fue creada específicamente para

regular la justicia indígena Muisca, ya que en ese momento la comunidad Muisca ya había sido

ampliamente colonizada y su cultura y sistema de justicia estaban en declive.

Ley 21 de 1991; también conocida como "Ley General de Cultura", es una ley en

Colombia que tiene como objetivo proteger y promover el patrimonio cultural del país. Esta ley

establece normas y lineamientos para la conservación, difusión y promoción de la cultura

colombiana en sus distintas manifestaciones.

En relación a la comunidad Muisca, esta ley reconoce y protege los derechos culturales

de los grupos indígenas en Colombia. La comunidad Muisca es uno de los grupos indígenas más

antiguos de Colombia y su territorio ancestral se encuentra principalmente en la región de

Cundinamarca y Boyacá.

Establece que los grupos indígenas tienen el derecho a mantener y desarrollar su

identidad cultural, así como a conservar y proteger su patrimonio cultural. Además, se establece

que los grupos indígenas tienen el derecho a participar en la toma de decisiones que afecten a su

comunidad y a su patrimonio cultural.

Esta ley ha sido fundamental en la protección y promoción de la cultura Muisca, así como

de otras comunidades indígenas en Colombia. A través de la Ley 21 de 1991, se han desarrollado

proyectos de investigación, conservación y difusión cultural que buscan preservar la identidad y

tradiciones de la comunidad Muisca, así como garantizar sus derechos culturales.

Decreto 2164 de 1995; este decreto reglamenta la Ley 21 de 1991 y establece los

procedimientos que deben seguir los pueblos indígenas para ejercer su jurisdicción especial. Es

una normativa colombiana que establece el régimen jurídico de los territorios indígenas en el

país. Este decreto reconoce y protege los derechos de las comunidades indígenas sobre sus
territorios ancestrales y busca garantizar su desarrollo económico, político, social y cultural.

En cuanto a la comunidad muisca, este decreto tiene relevancia ya que reconoce y

protege los derechos territoriales de esta comunidad indígena que habita en la región central de

Colombia, en especial en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. La comunidad muisca

ha luchado durante años por el reconocimiento de sus derechos y por la preservación de su

cultura y tradiciones.

El Decreto 2164 de 1995 establece mecanismos para la delimitación, demarcación y

titulación de los territorios indígenas, así como la protección de los recursos naturales y

culturales que son fundamentales para la subsistencia de la comunidad muisca. Además,

promueve la participación de la comunidad en la toma de decisiones y en la elaboración de

planes de desarrollo que sean acordes con sus intereses y necesidades.

Sin embargo, a pesar de los avances que ha habido en la protección de los derechos de la

comunidad muisca, todavía persisten retos en cuanto a la implementación efectiva de este

decreto. La comunidad muisca ha enfrentado problemas como la invasión de sus territorios, la

explotación de recursos naturales sin su consentimiento y la falta de reconocimiento de su

autonomía y autoridad ancestral.

Sentencia C-- 366 de 2015; es una sentencia emitida por la Corte Constitucional de

Colombia, en la cual se garantiza el derecho a la consulta previa de las comunidades indígenas

en relación con la explotación de recursos naturales en sus territorios.

Esta sentencia es de gran importancia para la comunidad indígena, ya que reconoce y

protege su derecho fundamental a ser consultados de manera previa, libre e informada en

procesos de toma de decisiones que puedan afectar sus derechos colectivos y territoriales.

La sentencia establece que la consulta previa debe ser realizada de acuerdo con los
principios de buena fe, participación efectiva, autonomía y respeto a la diversidad cultural, y

debe hacerse antes de tomar cualquier tipo de decisión que pudiera afectar directamente a las

comunidades indígenas.

Esta garantía de consulta previa es fundamental para asegurar que las decisiones tomadas

respecto a la explotación de recursos naturales sean respetuosas de los derechos y la cosmovisión

de las comunidades indígenas, y se establezcan mecanismos adecuados de compensación y

mitigación de los posibles impactos negativos.

Decreto 2333 de 1998; reglamenta la jurisdicción especial muisca en Bogotá y establece

los procedimientos que deben seguir las autoridades muisca para ejercer su jurisdicción especial

en el Distrito Capital. Es una disposición legal emanada por el Gobierno de Colombia que regula

y protege el patrimonio arqueológico y paleontológico del país.

En este decreto se establecen las normas y procedimientos para la investigación,

conservación, protección, restauración, exhibición y difusión del patrimonio arqueológico y

paleontológico. También se establece la creación del Registro Nacional de Arqueología y la

Junta Nacional de Arqueología, encargada de velar por el cumplimiento de estas normas.

Además, el Decreto 2333 establece la obligación de obtener un permiso para realizar

excavaciones o investigaciones arqueológicas y paleontológicas en el territorio colombiano. Esto

con el fin de garantizar que los hallazgos sean debidamente documentados y preservados para el

estudio y disfrute de las generaciones futuras.

En relación con la justicia muisca, este decreto busca también proteger los sitios y bienes

arqueológicos relacionados con la cultura muisca, que fue una de las civilizaciones

precolombinas más importantes de Colombia. La cultura muisca se desarrolló en la región de la

sabana de Bogotá y dejó importantes vestigios arqueológicos como los famosos "Tunjos" y las
obras de ingeniería hidráulica para la agricultura.

Sin embargo, es importante destacar que la justicia muisca se rige principalmente por el

conocimiento ancestral y la tradición oral transmitida por los pueblos indígenas que aún habitan

en la región. Por lo tanto, aunque el Decreto 2333 busca proteger y preservar los sitios y bienes

arqueológicos relacionados con la cultura muisca, no tiene injerencia directa en la justicia y las

prácticas tradicionales de este pueblo indígena.

Resolución 0923 de 2008; esta resolución establece el procedimiento para la consulta

previa con las autoridades indígenas para la adopción de decisiones que puedan afectar sus

derechos colectivos. Es relevante en el contexto de la justicia especial muisca, ya que se deben

respetar y garantizar los derechos de los pueblos indígenas durante todo el proceso.

Es una normativa emitida por el Ministerio de Cultura de Colombia, que tiene como

objetivo reconocer y proteger los derechos de los pueblos indígenas en el país.

En cuanto a la justicia muisca, se refiere al sistema de justicia que existía entre los

muiscas, un antiguo pueblo indígena que habitaba la región central de Colombia. La justicia

muisca se basaba en normas y principios propios de su cultura, y se enfoca en la reparación y la

restauración del equilibrio y la armonía en la comunidad.

La Resolución 0923 de 2008 reconoce y respeta los sistemas de justicia propia de los

pueblos indígenas, como el caso de la justicia muisca. En este sentido, se busca que las

comunidades indígenas tengan la capacidad de resolver sus conflictos internos de acuerdo con

sus propios usos, costumbres y tradiciones, siempre y cuando se respeten los derechos

fundamentales y los principios del Estado de derecho. Además, la Resolución también establece

que los operadores de justicia del sistema oficial deben tener en cuenta los elementos culturales y

las particularidades de los pueblos indígenas al momento de aplicar la justicia, garantizando así
el respeto y la protección de sus derechos humanos.

La Ley 270 de 1996 es una ley en Colombia que busca proteger y promover los derechos

de las comunidades indígenas. Esta ley reconoce y garantiza los derechos territoriales de estas

comunidades, así como su autonomía, cultura, educación, participación política y consulta previa

en asuntos que afecten sus intereses.

Restablece que las comunidades indígenas tienen derecho a la propiedad colectiva de sus

tierras, las cuales son inalienables, imprescriptibles e inembargables. También se reconoce el

derecho de estas comunidades a la utilización exclusiva de los recursos naturales existentes en

sus territorios. Además, la ley establece que las comunidades indígenas tienen derecho a

mantener y desarrollar su cultura, idioma y tradiciones, así como a recibir educación bilingüe e

intercultural. También se promueve la participación política de los indígenas, con el fin de

garantizar su representación en las decisiones que los afecten.

La Ley 270 también establece el derecho de las comunidades indígenas a la consulta

previa, que consiste en que el Estado debe consultar a estas comunidades antes de tomar

decisiones o implementar medidas que puedan afectar sus derechos o intereses. Esta consulta

debe ser realizada de manera adecuada y efectiva, garantizando la participación informada y en

igualdad de condiciones de las comunidades indígenas.

La Ley 1951 de 2019 es una ley colombiana que reconoce y protege los conocimientos,

tradiciones y prácticas ancestrales de las comunidades indígenas de Colombia, en particular de la

comunidad muisca.

La comunidad muisca es una etnia indígena que habita en la región central de Colombia,

especialmente en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. A lo largo de la historia, los

muiscas han enfrentado diferentes procesos de despojo y discriminación, lo que ha llevado a la


necesidad de garantizar su reconocimiento y protección.

La Ley 1951 busca visibilizar y valorar los conocimientos y derechos de la comunidad

muisca, así como promover su participación activa en la toma de decisiones que afecten su

territorio y su cultura. Esta ley reconoce la importancia de los saberes ancestrales de los muiscas

y promueve su protección y promoción. Además, la Ley 1951 de 2019 establece mecanismos

para la consulta previa de la comunidad muisca en casos en los que se tomen decisiones que

puedan afectar su territorio y sus derechos. De esta manera, se busca garantizar su participación

y que sus voces sean escuchadas en la defensa de su territorio y su cultura.

La Ley 1564 de 2012, también conocida como el Código General del Proceso, es una ley

colombiana que establece las normas y procedimientos para la administración de justicia en el

país. Esta ley busca agilizar y modernizar el sistema judicial, promoviendo la oralidad en los

procesos judiciales y facilitando el acceso a la justicia para todos los ciudadanos.

Por otro lado, la justicia muisca se refiere al sistema de justicia que existía en la época

precolombina en el territorio que hoy se conoce como Colombia, antes de la llegada de los

españoles. Los muiscas eran un pueblo indígena que habitaba en la región central de Colombia, y

tenían un sistema legal y judicial propio basado en sus tradiciones y costumbres.

La justicia muisca se caracterizaba por ser comunitaria y participativa, donde los líderes y

sabios indígenas tomaban decisiones en función del bienestar y equilibrio de la comunidad. Los

juicios eran llevados a cabo en asambleas o consejos, y se buscaba llegar a un acuerdo o

consenso entre las partes involucradas.

La Sentencia T-508 de 2003 es una decisión tomada por la Corte Constitucional de

Colombia en la cual se resuelve un caso de violación de los derechos fundamentales de una

comunidad indígena muisca en el municipio de Bogotá.


En esta sentencia, la Corte ampara los derechos de la comunidad muisca y ordena al

municipio de Bogotá que realice acciones concretas para proteger y preservar el patrimonio

cultural de esta comunidad. La Corte reconoce la importancia de garantizar el derecho a la

identidad cultural de los pueblos indígenas y la necesidad de adoptar medidas específicas para su

protección. En relación con la justicia muisca, esta sentencia reconoce que la comunidad muisca

tiene su propio sistema normativo y jurídico tradicional, el cual debe ser respetado y valorado en

la medida en que no viole los derechos fundamentales de las personas. La Corte también destaca

la importancia de que se reconozca y se promueva la justicia indígena como un mecanismo

válido para resolver conflictos dentro de estas comunidades.

Es un hito importante en la jurisprudencia colombiana en materia de derechos de los

pueblos indígenas, ya que reconoce y protege los derechos de la comunidad muisca y destaca la

importancia de su patrimonio cultural y su sistema de justicia tradicional.

La justicia especial muisca es un sistema de justicia propio de la cultura muisca, que

habitó la región que actualmente es Colombia antes de la llegada de los españoles. Esta justicia

se basaba en la sabiduría y conocimientos ancestrales de los líderes muisca.

Los factores de decisión en la justicia especial muisca eran diferentes a los sistemas

jurídicos modernos. Algunos de estos factores son.

Cosmovisión muisca; la justicia muisca se basaba en la cosmovisión y la visión del

mundo de la cultura muisca. Esto incluía creencias religiosas, espirituales y mitos que

influenciaron las decisiones judiciales.

Sabiduría de los líderes muisca; eran conocedores de las leyes y costumbres de su cultura

y tomaban decisiones basadas en su sabiduría y experiencia.

Participación comunitaria; la justicia muisca era un proceso comunitario, en el que las


partes involucradas en un conflicto tenían la oportunidad de expresar sus puntos de vista y

presentar pruebas. La participación de la comunidad era fundamental en el proceso de toma de

decisiones.

Equidad y reconciliación; la justicia muisca buscaba resolver los conflictos de manera

equitativa y pacífica, a través de la conciliación entre las partes involucradas. El objetivo

principal era restaurar el equilibrio y la armonía en la comunidad.

Medidas reparadoras; en lugar de castigos o sanciones, la justicia muisca solía imponer

medidas reparadoras, como el pago de indemnizaciones o la realización de servicios a la

comunidad. El objetivo era hacer que la persona responsable del daño reparara el daño causado.

Este sistema se basa en las normas y costumbres ancestrales de la comunidad y tiene

como objetivo principal garantizar el respeto y la protección de los derechos de los miembros de

la comunidad.

En la Justicia Especial Muisca, existen diferentes tipos de castigos que se aplican en

función de la gravedad de la falta cometida. Algunos de los castigos más comunes.

Multas; se imponen multas económicas a aquellos que hayan cometido una falta menor o

que haya causado algún daño a la comunidad. El monto de la multa se determina de acuerdo con

la gravedad de la falta y puede consistir en el pago de dinero, bienes o servicios.

Trabajos comunitarios; se obliga a la persona que ha cometido una falta a realizar

trabajos para la comunidad. Esto puede incluir tareas agrícolas, construcción, limpieza, entre

otros.

Reclusión; en casos más graves, se puede imponer la reclusión del infractor. Sin

embargo, en la Justicia Especial Muisca, la reclusión no se entiende como una pena privativa de

la libertad, sino como una medida de reconciliación y resocialización. Durante la reclusión, la


persona debe reflexionar sobre su conducta, aprender de sus errores y buscar la reconciliación

con la comunidad.

Es importante destacar que la Justicia Especial Muisca se fundamenta en la reparación

del daño causado y en la búsqueda de la reconciliación y la armonía dentro de la comunidad. Por

lo tanto, los castigos se aplican con el propósito de restaurar el equilibrio y el orden social, más

que como una forma de castigar o castigar a los infractores.

En la justicia especial muisca, que se aplicaba en la antigua civilización muisca de

América del Sur, no existía un equivalente exacto a un juez de la justicia ordinaria. Sin embargo,

los muisca contaban con un sistema de justicia basado en el Cacique, quien era el líder político y

judicial de la comunidad. El Cacique tenía la autoridad para resolver disputas, dictar sentencias y

garantizar el cumplimiento de las decisiones. Además, contaban con una estructura de gobierno

que incluía consejos y asambleas donde se discutían y tomaban decisiones sobre asuntos

judiciales.

En la justicia especial muisca, lo equivalente a una cárcel serían los penales o espacios de

reclusión donde se llevaría a cabo la privación de libertad como forma de castigo. Sin embargo,

es importante destacar que la justicia especial muisca se basaba mayormente en la reparación del

daño y la restauración de la armonía comunitaria, por lo que la imposición de penas de prisión

era menos común que en el sistema de justicia occidental contemporáneo. En su lugar, se

prioriza el diálogo, la mediación y la resolución pacífica de conflictos.

La Justicia Especial Muisca es el sistema de justicia que se aplica a la comunidad

indígena Muisca en Colombia. Algunos ejemplos de faltas leves, faltas graves y faltas muy

graves.

Falta leve; el incumplimiento de una norma de convivencia comunitaria, como no


respetar los horarios de descanso o no participar en actividades colectivas. Por ejemplo, si un

miembro de la comunidad Muisca no acude a una reunión comunitaria sin justificación, podría

considerarse una falta leve.

Falta grave; la violación de un derecho fundamental de un miembro de la comunidad

Muisca, como el derecho a la propiedad o el derecho a la integridad personal. Por ejemplo, si

alguien de la comunidad Muisca roba los bienes de otro miembro de la comunidad, sería

considerado una falta grave.

Falta muy grave; la comisión de un delito de alto impacto que afecta gravemente a la

comunidad Muisca en su conjunto, como el genocidio o la desaparición forzada de miembros de

la comunidad. Estas faltas son consideradas muy graves debido a su gravedad y consecuencias

irreparables.

Es importante tener en cuenta que estos ejemplos son generales y pueden variar según el

contexto específico y las normas establecidas por la comunidad Muisca.

Además, es fundamental respetar y valorar la autonomía de los sistemas de justicia

indígena y sus propias formas de abordar y sancionar las faltas.

La jurisdicción indígena tiene una competencia limitada y se aplica principalmente a los

miembros de la comunidad indígena. Sin embargo, hay situaciones en las que una persona

perteneciente a una comunidad indígena puede ser juzgada por la justicia ordinaria. Algunos de

estos casos incluyen;

Cuando la falta o delito cometido por la persona afecta a personas no pertenecientes a la

comunidad indígena. Por ejemplo, si un miembro de una comunidad indígena comete un delito

contra una persona que no es parte de la comunidad, como un robo o una agresión, es probable

que sea juzgado por la justicia ordinaria.


Cuando el delito cometido por la persona está tipificado como un delito grave según las

leyes nacionales. En algunos países, existen delitos considerados de alta gravedad que son

competencia exclusiva de la justicia ordinaria, independientemente de la pertenencia a una

comunidad indígena.

Cuando la comunidad indígena decide remitir el caso a la justicia ordinaria. En algunos

casos, la comunidad indígena puede decidir que un caso en particular sea juzgado por la justicia

ordinaria debido a su complejidad o gravedad.

Es importante destacar que la jurisdicción indígena tiene como objetivo principal

preservar y proteger los derechos y la cultura de las comunidades indígenas, por lo que

generalmente se busca que los casos sean resueltos dentro de este sistema. Sin embargo, en

determinadas circunstancias, la justicia ordinaria puede intervenir.

MARCO HISTÓRICO

La región de Bogotá ha sido habitada por pueblos indígenas durante miles de años. Estos

pueblos han dejado su huella en la historia y la cultura de la ciudad, y continúan siendo una parte

importante de la identidad de la región. En esta reseña histórica y social, exploramos la historia y

la cultura de los pueblos indígenas en Bogotá, desde la época precolombina hasta la actualidad.

Antes de la llegada de los europeos a América, la región de Bogotá estaba habitada por varios

grupos indígenas. Los muiscas eran el grupo más grande y poderoso, y su territorio se extendía

desde los Andes hasta la llanura del Magdalena. Los muiscas eran conocidos por su organización

social y política, su religión y sus habilidades agrícolas.

Los muiscas construyeron una sociedad compleja basada en el poder del cacique, quien
era el gobernante supremo de la sociedad. Los caciques eran considerados sagrados y tenían el

control sobre la producción agrícola y la distribución de la comida. Los muiscas también

desarrollaron un calendario lunar y un sistema de escritura basado en símbolos. Durante esta

época, los muiscas vivían en aldeas o en grandes ciudades, como Bacatá (hoy Bogotá) y Hunza

(hoy Tunja). Las ciudades estaban organizadas en torno a plazas centrales y estaban conectadas

por caminos y puentes.

En 1537, los españoles llegaron a la región de Bogotá, liderados por Gonzalo Jiménez de

Quesada. Los españoles encontraron una sociedad compleja y organizada, pero la conquistaron y

sometieron a su dominio. Los españoles impusieron su religión y su cultura a los muiscas, y

destruyeron muchos de sus templos y monumentos. También introdujeron enfermedades que

diezmaron la población indígena. A pesar de esto, los muiscas lograron resistir la colonización y

siguieron practicando su religión y su cultura en secreto.

Durante la época colonial, los españoles establecieron una serie de encomiendas

(sistemas de trabajo forzado) en la región de Bogotá. Los indígenas eran obligados a trabajar en

las minas y en las haciendas, y eran tratados de manera cruel y violenta. En 1810, Colombia

declaró su independencia de España y se convirtió en una república. Sin embargo, los pueblos

indígenas siguieron siendo marginados y discriminados por la sociedad colombiana.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, surgió un movimiento indígena en

Colombia que luchaba por los derechos de los pueblos indígenas; los pueblos indígenas han

existido en todo el mundo durante miles de años. Cada cultura indígena tiene su propia historia,

tradiciones y formas de vida únicas. Sin embargo, en muchos casos, la cultura indígena ha sido

afectada por la influencia de las culturas extranjeras, la imposición de idiomas y la educación

moderna.
La cultura de los pueblos indígenas es rica y diversa. Cada cultura indígena tiene sus

propias tradiciones, rituales y formas de vida. En general, los pueblos indígenas tienen una

relación cercana con la tierra y la naturaleza, y valoran la comunidad y la familia por encima del

individuo. La música, la danza y las artes visuales son elementos importantes de la cultura

indígena. Muchas culturas indígenas tienen una tradición oral, en la que los cuentos, la poesía y

la historia se transmiten de generación en generación a través de la palabra hablada. El cambio

de idioma en los territorios indígenas ha sido una de las mayores influencias externas en la

cultura indígena. En muchos casos, los pueblos indígenas han sido obligados a abandonar sus

lenguas y adoptar idiomas extranjeros.

La imposición de idiomas extranjeros ha tenido un impacto significativo en la cultura

indígena. En algunos casos, ha llevado a la pérdida de la lengua indígena y, por lo tanto, a la

pérdida de la cultura y la identidad. Los idiomas indígenas contienen conocimientos y formas de

ver el mundo que son únicas y que se pierden cuando el idioma desaparece. La moda extranjera

también ha tenido un impacto en la cultura indígena. En muchos casos, la moda extranjera se ha

impuesto a los pueblos indígenas, reemplazando las tradiciones y los textiles indígenas. En

algunos casos, los pueblos indígenas han adoptado la moda extranjera, incorporándose en sus

propias tradiciones y creando nuevas formas de arte y expresión. Sin embargo, en otros casos, la

moda extranjera ha llevado a la pérdida de la identidad y la cultura indígena.

La educación moderna ha tenido un impacto significativo en las culturas indígenas y en

sus lenguas nativas. En muchos casos, la educación ha tenido como objetivo la asimilación de los

pueblos indígenas a la cultura dominante, lo que ha llevado a la pérdida de las lenguas y

tradiciones nativas.

Uno de los ejemplos más notorios es el sistema de internados en América del Norte,
donde se obligaba a los niños indígenas a abandonar sus hogares para asistir a escuelas

administradas por el gobierno. Los niños eran separados de sus familias y obligados a hablar

inglés, lo que resultaba en la pérdida de su lengua nativa y la desconexión de sus raíces

culturales. Este sistema de internados duró hasta la década de 1970, lo que ha dejado un legado

de trauma y pérdida en muchos pueblos indígenas de América del Norte.

Pero no solo en América del Norte se han dado ejemplos de asimilación cultural a través

de la educación moderna, esto se ha dado también en otros lugares del mundo. Otro ejemplo de

cómo la educación moderna ha afectado a las culturas indígenas puede observarse en Australia,

donde la escolarización forzada de niños aborígenes también llevó a la pérdida de sus lenguas y

tradiciones culturales. Muchos niños aborígenes fueron forzados a hablar inglés y a adoptar

costumbres occidentales, lo que ha resultado en la pérdida de identidad cultural y el

arraigamiento de traumas intergeneracionales.

En África, muchas escuelas enseñan sólo en los idiomas oficiales del país, a menudo el

inglés, francés o portugués, lo que ha llevado a la marginación de los idiomas maternos de

muchos estudiantes indígenas. Por suerte, existen esfuerzos y movimientos en todo el mundo

para preservar y revitalizar los idiomas y las culturas nativas, y para asegurar que los estudiantes

indígenas tengan acceso a una educación que respete y valore su patrimonio cultural. Algunos

ejemplos de estos esfuerzos incluyen la creación de centros de enseñanza en los idiomas nativos,

la inclusión de la historia y la cultura indígena en los planes de estudios, y la incorporación de

maestros indígenas en las escuelas para que puedan compartir su conocimiento y sus

experiencias.

La educación moderna ha tenido un impacto significativo en las culturas indígenas y sus

lenguas nativas. En muchos casos, la educación ha llevado a la pérdida de la lengua y la cultura


nativas y al trauma intergeneracional, pero también existen esfuerzos para preservar y revitalizar

estas herencias culturales. Es importante tomar medidas activas para asegurar que la educación

sea inclusiva y respetuosa con todas las culturas y lenguas.

La historia de las tribus indígenas en Bogotá es muy larga, ya que se puede rastrear hasta

12.000 años antes de Cristo cuando los primeros habitantes llegaron a la región de los andes. A

lo largo de los siglos, varias tribus habitaron la región de Bogotá, incluyendo los muiscas, los

guanes, los panches y los taironas. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, comenzó una

época de opresión y discriminación para las tribus indígenas que se extendió durante siglos.

A lo largo de la historia, los resguardos indígenas en Bogotá, al igual que en otras partes

de Colombia, han experimentado una serie de transformaciones y desafíos. Antes de la llegada

de los españoles, la región de Bogotá estaba habitada por varios pueblos indígenas, siendo los

más destacados los muiscas. Los muiscas tenían una organización social y política avanzada, con

una economía basada en la agricultura, especialmente el cultivo de maíz, y el comercio. No se

tiene información específica sobre resguardos indígenas en Bogotá durante este período, pero es

probable que las comunidades indígenas vivieran en sus territorios ancestrales y tuvieran una

relación estrecha con la tierra.

Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, la situación de los pueblos indígenas

cambió drásticamente. Los españoles impusieron su dominio, conquistando y colonizando la

región. Los pueblos indígenas fueron sometidos a la violencia, la explotación y la evangelización

forzada. Muchos fueron desplazados de sus tierras y se les negó sus derechos ancestrales.

Durante la época colonial y la posterior época republicana, los territorios indígenas fueron

despojados y colonizados por colonos y hacendados. Las comunidades indígenas fueron

marginadas y excluidas, y sus tierras fueron arrebatadas, lo que llevó a una disminución
significativa de sus territorios y a la pérdida de su autonomía.

En el siglo XX, los pueblos indígenas comenzaron a organizarse y luchar por el

reconocimiento de sus derechos y la recuperación de sus tierras. Se formaron movimientos

indígenas que demandaban la protección de sus territorios, la preservación de su cultura y la

participación en la toma de decisiones que los afectaban. En Colombia, se promulgaron leyes y

políticas para reconocer los derechos de los pueblos indígenas. En 1936, se creó el Instituto

Colombiano de Asuntos Indígenas (ICAI), con el objetivo de proteger los derechos y promover

el bienestar de los pueblos indígenas en el país. Sin embargo, estas iniciativas no fueron

suficientes para frenar la expansión de la frontera agrícola y los intereses económicos que

continuaron amenazando los territorios indígenas.

A partir de la década de 1970, se intensificaron las luchas y movilizaciones indígenas en

Colombia. Se llevaron a cabo ocupaciones de tierras, protestas y negociaciones con el gobierno

para el reconocimiento de los resguardos indígenas. Como resultado de estas luchas, se lograron

avances significativos en términos de reconocimiento de tierras y derechos territoriales.

En Bogotá, y en toda Colombia, existen resguardos indígenas reconocidos legalmente

donde las comunidades indígenas pueden vivir de acuerdo con sus propias tradiciones y formas

de gobierno. Estos resguardos son espacios que garantizan la protección de los derechos

territoriales, culturales y políticos de los pueblos indígenas. Sin embargo, a pesar de los avances

en el reconocimiento de los resguardos indígenas, aún persisten desafíos significativos. Las

comunidades indígenas enfrentan amenazas como la explotación de recursos naturales en sus

territorios, el conflicto armado, la discriminación y la falta de acceso a servicios básicos.

Es importante destacar que el reconocimiento de los resguardos indígenas y la protección

de los derechos indígenas son procesos en curso y que la lucha por la autodeterminación y la
preservación de la cultura indígena en Bogotá y en todo el país continúa. El respeto y la

promoción de los derechos de los pueblos indígenas son fundamentales para garantizar la

diversidad cultural y el desarrollo equitativo y sostenible de la sociedad colombiana.

En el siglo XIX, se promulgó la primera ley de resguardos que protegía las tierras

comunales de los pueblos indígenas, pero hasta hoy estas comunidades luchan por mantener sus

tradiciones y derechos.

Las tribus indígenas en Bogotá están profundamente arraigadas en su cultura, la cual se

expresa en sus rituales, sus creencias y sus tradiciones orales. Los indígenas de Bogotá tienen

una relación especial con la tierra y la naturaleza, y su cultura está estrechamente ligada a la

agricultura, la ganadería, la caza y la pesca. También tienen una cosmovisión de su territorio a

través de la cual interpretan el universo y la relación de los seres humanos con la naturaleza. La

música y la danza son también una parte importante de la cultura indígena en Bogotá.

En el marco educativo, se han desarrollado varias iniciativas y programas para preservar

la cultura indígena y promover el diálogo intercultural. Se han creado escuelas bilingües que

enseñan tanto el español como las lenguas indígenas, y se han desarrollado proyectos para la

recuperación y conservación de las tradiciones culturales de las tribus indígenas. Además,

existen programas de formación y capacitación para los líderes y miembros de las comunidades

que les permitan fortalecer sus habilidades y capacidades para la gestión de sus resguardos y la

protección de sus derechos. En general, la educación se ha enfocado en el fortalecimiento de la

identidad cultural e histórica de las tribus indígenas y en el fomento del respeto por la diversidad

cultural.

En Colombia, los resguardos indígenas son áreas de tierras reconocidas legalmente que

pertenecen a las comunidades indígenas y son administradas por ellas. Estos territorios son
reconocidos como parte del patrimonio cultural de los pueblos indígenas y se les concede cierta

autonomía para preservar su cultura, tradiciones y formas de vida.

Durante la época precolombina y hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, la

región de Bogotá estaba habitada por diferentes pueblos indígenas, como los muiscas, quienes

tenían una organización social y política avanzada. Sin embargo, con la colonización española y

la posterior conquista de la región, los pueblos indígenas fueron sometidos y despojados de sus

tierras. A lo largo de los siglos, los pueblos indígenas en Colombia fueron objeto de

discriminación, violencia y desplazamiento, lo que llevó a una disminución significativa de sus

territorios. No dispongo de información específica sobre los resguardos indígenas en Bogotá a lo

largo de este período, pero es probable que las comunidades indígenas locales hayan sufrido las

mismas dificultades que sus pares en otras partes del país.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, los movimientos indígenas en Colombia

comenzaron a luchar por el reconocimiento de sus derechos territoriales y culturales. En la

Constitución de 1991, se reconoció oficialmente la existencia de los resguardos indígenas y se

les otorgó protección legal.

Alrededor del año 2000, la cultura indígena en América Latina mantenía una fuerte

presencia y diversidad. A pesar de los siglos de colonización, opresión y asimilación cultural,

muchos pueblos indígenas lograron preservar y revitalizar sus tradiciones, idiomas,

cosmovisiones y formas de organización social. A continuación, describiré algunos aspectos de

la cultura indígena alrededor de ese período.

Idiomas y cosmovisión: Los pueblos indígenas en América Latina conservaban una gran

variedad de idiomas indígenas, que representaban una riqueza lingüística única. Estos idiomas
eran vitales para la transmisión de conocimientos ancestrales y la preservación de la identidad

cultural. Además, la cosmovisión indígena seguía siendo fundamental, con una profunda

conexión y respeto por la naturaleza, el equilibrio entre los seres humanos y el universo, y una

visión holística de la vida.

Artesanía y arte: La artesanía indígena continuaba siendo una manifestación importante

de la cultura. Los pueblos indígenas producían tejidos, cerámicas, cestería, esculturas y otros

objetos artísticos con técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación. Estos

productos reflejan la identidad cultural, simbolismos y habilidades técnicas únicas de cada

pueblo indígena.

Festividades y rituales: Las festividades y rituales seguían siendo una parte esencial de la

vida indígena. Estas celebraciones conmemoran eventos históricos, ciclos agrícolas, la conexión

con la espiritualidad y otros aspectos significativos de la comunidad. Durante estas festividades,

se llevaban a cabo danzas, música, ceremonias religiosas y prácticas rituales que fortalecen los

lazos comunitarios y la identidad cultural.

Organización comunitaria: Los pueblos indígenas mantenían sistemas de organización

social propios, basados en valores de reciprocidad, solidaridad y toma de decisiones colectivas.

Las autoridades indígenas, como los consejos de ancianos o líderes tradicionales, desempeñan un

papel importante en la resolución de conflictos, la toma de decisiones y la representación de la

comunidad frente a las instituciones estatales.

Conocimientos ancestrales: La transmisión de conocimientos ancestrales continuaba

siendo fundamental en las comunidades indígenas. Se enseñaban habilidades tradicionales como

la agricultura sostenible, la medicina herbal, la artesanía y otras prácticas culturales. Los saberes

ancestrales eran valorados como una forma de resistencia cultural y como base para la
autosuficiencia y la conexión con la tierra.

Es importante tener en cuenta que la realidad de los pueblos indígenas varía ampliamente

en diferentes regiones y países de América Latina. Algunos pueblos enfrentan desafíos

significativos en términos de acceso a la tierra, derechos humanos, discriminación y

marginalización. Sin embargo, muchos indígenas también han logrado fortalecer sus identidades

y luchan por el reconocimiento y la valoración de su cultura en la sociedad contemporánea.

En la actualidad, en Bogotá y en otras partes de Colombia, existen resguardos indígenas

donde las comunidades indígenas pueden vivir de acuerdo con sus propias tradiciones y formas

de gobierno. Sin embargo, a pesar de los avances legales, muchos resguardos indígenas todavía

enfrentan desafíos en la defensa de sus tierras y en la preservación de su cultura frente a la

presión de la urbanización, los intereses económicos y otros factores.

Antes de la llegada de los españoles a América, los pueblos indígenas vivían en una

amplia variedad de culturas y sociedades en todo el continente. Cada pueblo tenía sus propias

formas de vida, organización social, sistemas de creencias y prácticas culturales únicas

Los pueblos indígenas de América tenían una relación estrecha y armónica con la

naturaleza y dependían de ella para satisfacer sus necesidades básicas. Muchos de ellos se

dedicaban a la agricultura, cultivando una amplia variedad de alimentos como maíz, frijoles,

calabazas, papas, quinoa y cacao. Utilizaban técnicas agrícolas avanzadas, como la terraza, la

irrigación y la rotación de cultivos, que les permitían aprovechar al máximo los recursos

disponibles y obtener cosechas abundantes.

Además de la agricultura, los pueblos indígenas también practicaban la caza, la pesca y la

recolección de alimentos silvestres. Estas actividades les proporcionan proteínas adicionales y

diversifican su dieta. A menudo, utilizaban métodos sostenibles para asegurar la conservación de


los recursos naturales y evitar el agotamiento de las especies.

En términos de organización social, los pueblos indígenas tenían diferentes estructuras,

desde comunidades nómadas hasta sociedades más sedentarias. Algunos vivían en pequeñas

aldeas dispersas, mientras que otros formaban grandes ciudades y centros urbanos. Estas

ciudades, como Tenochtitlán en el Imperio Azteca o Cusco en el Imperio Inca, eran verdaderas

maravillas arquitectónicas y urbanísticas, con sistemas de agua, templos, plazas y calles bien

planificadas.

La organización política también variaba de un pueblo a otro. Algunos pueblos indígenas

tenían estructuras de gobierno centralizadas, con líderes o gobernantes que tomaban decisiones

importantes. Otros tenían sistemas más descentralizados, basados en consejos de ancianos y

decisiones tomadas de manera colectiva. Estas formas de gobierno se basaban en principios de

reciprocidad, consenso y equidad, y buscaban el bienestar de toda la comunidad. La religión y la

espiritualidad desempeñan un papel central en la vida de los pueblos indígenas. Tenían sistemas

de creencias complejos y variados, con dioses y deidades que representaban diferentes aspectos

de la naturaleza y el cosmos. Muchas culturas indígenas realizaban ceremonias y rituales para

honrar a sus deidades, buscar protección y dar gracias por los dones recibidos. La relación con lo

sagrado se extendía a todos los aspectos de la vida diaria, y la espiritualidad permea cada

actividad y relación.

La vida comunitaria también era fundamental para los pueblos indígenas. Valoraban la

cooperación, la solidaridad y el apoyo mutuo. Se organizaban en clanes, linajes o familias

extendidas, y la reciprocidad era una parte integral de sus interacciones sociales y económicas.

Compartían recursos, trabajaban en colaboración y se ayudaban mutuamente en momentos de

necesidad. En cuanto a la educación, los pueblos indígenas transmitían su conocimiento y


sabiduría de generación en generación a través de la tradición oral. Los ancianos y sabios de la

comunidad jugaban un papel fundamental como custodios del conocimiento y eran respetados

por su sabiduría. Además, se enseñaban habilidades prácticas, técnicas agrícolas, medicina

tradicional y otras formas de conocimiento específicas de cada cultura.

A lo largo de los años en Bogotá, la educación y el uso de las lenguas indígenas han

experimentado diversas transformaciones. Estas transformaciones reflejan los desafíos históricos

y actuales que enfrentan los pueblos indígenas en términos de preservación cultural, identidad y

acceso a una educación inclusiva.

Antes de la llegada de los españoles a Bogotá, los pueblos indígenas de la región tenían

sistemas educativos basados en la transmisión oral del conocimiento. A través de la tradición

oral, se transmitían las historias, mitos, valores, habilidades técnicas y prácticas culturales de

generación en generación. La educación se centraba en la formación integral de los individuos,

en su conexión con la naturaleza y en la preservación de la identidad cultural. Con la llegada de

los españoles, se impuso un sistema educativo colonial que tenía como objetivo la

evangelización y la asimilación cultural de los pueblos indígenas. Los misioneros españoles

establecieron escuelas religiosas en las que se enseñaba la lengua española y se promovía la

conversión al cristianismo. Se consideraba que las lenguas indígenas y las prácticas culturales

eran inferiores y se les prohibió su uso en las escuelas.

Esto tuvo un impacto significativo en la preservación de las lenguas indígenas en Bogotá

y en la pérdida de conocimientos ancestrales. Muchas comunidades indígenas tuvieron que

ocultar su lengua y prácticas culturales para evitar la persecución y la discriminación. En el siglo

XX, los pueblos indígenas en Bogotá comenzaron a organizarse y luchar por el reconocimiento

de sus derechos culturales y lingüísticos. Surgieron movimientos indígenas que promovieron la


revitalización de las lenguas indígenas y la inclusión de la educación intercultural y bilingüe en

el sistema educativo.

En respuesta a estas demandas, se implementaron políticas y programas para promover la

educación intercultural y bilingüe en Bogotá y en todo Colombia. Se crearon escuelas y

programas educativos en los resguardos indígenas donde se enseñaba en la lengua indígena y se

integran conocimientos y prácticas culturales propias. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos

realizados, persisten desafíos en la educación indígena en Bogotá. Muchas comunidades

indígenas enfrentan dificultades para acceder a una educación de calidad, falta de infraestructura

adecuada, carencia de docentes capacitados en educación intercultural y bilingüe, y la continua

discriminación y estigmatización de las lenguas indígenas.

En Bogotá, se han implementado programas y políticas específicas para fortalecer la

educación intercultural y bilingüe en las comunidades indígenas. Se han establecido convenios

entre el Gobierno y las organizaciones indígenas para desarrollar materiales educativos en las

lenguas indígenas, capacitar a docentes indígenas y promover la inclusión de los saberes y

cosmovisiones indígenas en el currículo escolar. Además, se han creado instituciones y centros

educativos específicos para la educación indígena en Bogotá, donde se promueve el respeto y la

valoración de las lenguas indígenas, la preservación de la cultura y el fortalecimiento de la

identidad cultural de los estudiantes indígenas.

A pesar de los avances, aún queda mucho por hacer para garantizar una educación

inclusiva y de calidad para los pueblos indígenas en Bogotá. Es necesario seguir trabajando en el

fortalecimiento de los programas educativos bilingües e interculturales, en la capacitación de

docentes y en el reconocimiento pleno de los derechos lingüísticos y culturales de las

comunidades indígenas. La preservación de las lenguas indígenas y la valoración de la diversidad


cultural son fundamentales para construir una sociedad más justa y equitativa.

Las tradiciones indígenas son un valioso legado cultural que ha sido transmitido de

generación en generación durante siglos. Estas tradiciones incluyen prácticas ceremoniales,

rituales, festividades, danzas, música, arte, artesanía, conocimientos ancestrales y formas de

organización social. Sin embargo, a lo largo del tiempo, las tradiciones indígenas han sido

afectadas por el progreso social de diversas maneras.

Pérdida cultural: A medida que las sociedades indígenas se han enfrentado a la influencia

de culturas dominantes, muchas tradiciones indígenas se han visto amenazadas o han

desaparecido por completo. La asimilación forzada, el colonialismo, la urbanización, la

migración y la globalización han contribuido a la pérdida de prácticas tradicionales y

conocimientos ancestrales. Las nuevas generaciones a menudo se ven alejadas de sus tradiciones

debido a la influencia de la cultura dominante y la falta de transmisión intergeneracional.

Desplazamiento y pérdida de territorio: El progreso social, en muchos casos, ha llevado

al desplazamiento de comunidades indígenas de sus territorios ancestrales. La expansión de la

frontera agrícola, la minería, la construcción de infraestructuras y otros proyectos de desarrollo

han obligado a los pueblos indígenas a abandonar sus tierras. Esto ha tenido un impacto profundo

en sus tradiciones, ya que la conexión con la tierra es fundamental en sus prácticas culturales y

cosmovisión.

Homogeneización cultural: La influencia de la cultura dominante ha llevado a una

homogeneización cultural, donde las tradiciones indígenas son consideradas como "exóticas" o

"folklóricas". Esto ha llevado a una simplificación y comercialización de las tradiciones

indígenas, alejándose de su contexto original y despojándose de su significado profundo. Las

prácticas culturales a menudo se reducen a meras atracciones turísticas, sin un entendimiento


profundo de su importancia cultural.

Discriminación y estigmatización: A pesar de los avances en términos de derechos

humanos y reconocimiento de los pueblos indígenas, muchas comunidades indígenas siguen

enfrentando discriminación y estigmatización en la sociedad. La falta de comprensión y respeto

hacia las tradiciones indígenas ha llevado a su marginalización y a la perpetuación de

estereotipos negativos. Esto ha dificultado la preservación y revitalización de las tradiciones

indígenas, así como el mantenimiento de la identidad cultural de los pueblos indígenas.

Influencia de la modernidad: La llegada de la tecnología, las redes sociales y los medios

de comunicación han tenido un impacto significativo en las tradiciones indígenas. Aunque estas

herramientas pueden proporcionar nuevas oportunidades para la promoción y difusión de las

tradiciones, también pueden llevar a la adopción de prácticas culturales externas y a la pérdida de

autenticidad. Además, la influencia de la cultura de consumo y el individualismo ha afectado las

formas tradicionales de organización comunitaria y la transmisión de conocimientos ancestrales.

A pesar de estos desafíos, los pueblos indígenas continúan luchando por preservar y

revitalizar sus tradiciones. Se están implementando esfuerzos para fortalecer la educación

intercultural y bilingüe, promover la participación activa de las comunidades indígenas en la

toma de decisiones y fomentar el respeto y la valoración de las tradiciones indígenas en la

sociedad. Además, se están llevando a cabo iniciativas de revitalización lingüística,

documentación de conocimientos ancestrales y promoción de prácticas culturales tradicionales.

La preservación de las tradiciones indígenas es fundamental para mantener la diversidad

cultural y promover un desarrollo sostenible y equitativo. El respeto, la valoración y el apoyo a

las tradiciones indígenas son necesarios para construir una sociedad inclusiva donde las voces y

las perspectivas indígenas sean reconocidas y respetadas.


La violencia en Colombia ha tenido un impacto devastador en los pueblos indígenas a lo

largo de la historia del país. Estos grupos han sido víctimas de violencia directa, desplazamiento

forzado, asesinatos, violaciones de derechos humanos y pérdida de sus territorios ancestrales.

Desplazamiento forzado: Los pueblos indígenas han sido desplazados de sus territorios

ancestrales debido al conflicto armado y la presencia de grupos armados ilegales. Las

comunidades indígenas han sido obligadas a abandonar sus hogares y tierras, perdiendo su

conexión con la naturaleza y sus formas tradicionales de vida. El desplazamiento ha llevado a

una ruptura en las estructuras sociales y culturales de las comunidades indígenas, así como a la

pérdida de conocimientos ancestrales y prácticas tradicionales.

Asesinatos y violencia directa: Los líderes indígenas han sido objeto de amenazas,

intimidación y asesinatos por parte de grupos armados ilegales, actores del conflicto y otros

intereses. Estos líderes indígenas desempeñan un papel fundamental en la defensa de los

derechos de sus comunidades y en la protección de sus territorios. La violencia directa ha

generado un clima de miedo y ha debilitado la capacidad de las comunidades indígenas para

organizarse y resistir.

Violaciones de derechos humanos: Los pueblos indígenas han sufrido violaciones

sistemáticas de sus derechos humanos, incluyendo desapariciones forzadas, torturas,

reclutamiento forzado de niños y niñas, violencia sexual y detenciones arbitrarias. Estas

violaciones han tenido un impacto devastador en la integridad física y psicológica de los

indígenas, así como en su bienestar general.

Explotación de recursos naturales: Las tierras de los pueblos indígenas a menudo

albergan recursos naturales codiciados, como minerales, petróleo o madera. La presencia de

grupos armados ilegales y la explotación indiscriminada de estos recursos ha llevado a conflictos


territoriales, despojo de tierras y destrucción del medio ambiente. Esta explotación ha afectado

negativamente la relación de los indígenas con la tierra y ha socavado su capacidad para

mantener sus formas de vida tradicionales.

Impunidad y falta de justicia: La impunidad frente a los crímenes cometidos contra los

pueblos indígenas ha sido una constante en la historia de Colombia. La falta de investigaciones

exhaustivas, juicios justos y sanciones efectivas ha perpetuado un ciclo de violencia y ha dejado

a las comunidades indígenas en una situación de vulnerabilidad y desprotección.

A pesar de estas adversidades, los pueblos indígenas en Colombia han demostrado una

notable resiliencia y resistencia. Han buscado estrategias de autoprotección, han fortalecido sus

sistemas de gobernabilidad tradicionales y han luchado por el reconocimiento de sus derechos

territoriales y culturales. Además, han participado activamente en procesos de paz y

reconciliación, buscando construir una sociedad justa y equitativa para todos.

Es fundamental que el Estado colombiano y la sociedad en su conjunto reconozcan y

respeten los derechos de los pueblos indígenas, garanticen su participación efectiva en la toma de

decisiones y adopten medidas concretas para proteger sus vidas, territorios y culturas. La

superación de la violencia y la construcción de una paz duradera en Colombia deben incluir una

atención prioritaria a las necesidades y demandas de los pueblos indígenas.

Los pueblos indígenas han tenido una profunda influencia en Bogotá, la capital de

Colombia, a lo largo de la historia. Su presencia y contribuciones han dejado una marca

significativa en la ciudad, tanto en términos culturales como sociales.

Presencia histórica: Antes de la llegada de los españoles, la región que hoy en día es

Bogotá estaba habitada por diferentes pueblos indígenas, como los Muisca y los Tairona. Estas

comunidades indígenas establecieron asentamientos en la zona y desarrollaron una cultura rica y


diversa. Su legado histórico y sus prácticas culturales han dejado una huella perdurable en la

identidad de la ciudad.

Toponimia indígena: Muchos de los nombres de lugares en Bogotá tienen origen

indígena. Los nombres de ríos, cerros, calles y barrios reflejan la influencia de las lenguas

indígenas y la conexión con la tierra. Estos nombres son testimonio de la presencia ancestral de

los pueblos indígenas en la región y su influencia en la configuración geográfica y cultural de la

ciudad.

Cosmovisión y espiritualidad: Los pueblos indígenas tienen una cosmovisión particular

que se basa en la relación armoniosa con la naturaleza y la espiritualidad. Esta cosmovisión ha

influido en la forma en que se percibe y valora el entorno natural en Bogotá. Además, se han

llevado a cabo esfuerzos para preservar y revitalizar las prácticas espirituales indígenas, como

rituales, ceremonias y festividades, que se celebran en la ciudad y contribuyen a enriquecer la

diversidad cultural de Bogotá.

Artesanía y arte indígena: Las técnicas y el arte indígena tienen una presencia

significativa en Bogotá. Los pueblos indígenas han sido reconocidos por su habilidad en la

creación de artesanías y objetos de valor cultural, como tejidos, cerámicas, joyas y esculturas.

Estos productos indígenas se encuentran en mercados artesanales y galerías de arte de la ciudad,

y contribuyen a la economía local y a la promoción de la diversidad cultural.

Organización comunitaria y participación política: Los pueblos indígenas en Bogotá han

establecido organizaciones y espacios de participación política para defender sus derechos,

promover su cultura y tener voz en la toma de decisiones que afectan a sus comunidades. Estas

organizaciones indígenas trabajan en temas como la defensa del territorio, la promoción de la

educación intercultural, el fortalecimiento de la identidad cultural y la lucha contra la


discriminación. Su participación activa contribuye a la construcción de una sociedad más

inclusiva y equitativa.

Valoración de la diversidad cultural: La influencia de los pueblos indígenas en Bogotá ha

fomentado una mayor valoración de la diversidad cultural y la interculturalidad en la ciudad. Se

promueven espacios de diálogo y encuentro entre diferentes culturas, se celebran festivales y

eventos culturales indígenas, y se impulsan políticas de inclusión y respeto hacia los pueblos

indígenas. Esta valoración de la diversidad cultural enriquece la identidad bogotana y fortalece el

tejido social de la ciudad.

Han dejado una profunda influencia en Bogotá, tanto en términos culturales como

sociales. Su presencia histórica, sus prácticas culturales, su espiritualidad, su organización

comunitaria y su participación política han contribuido a la riqueza y diversidad de la ciudad.

Reconocer y valorar la influencia de los pueblos indígenas es fundamental para construir una

sociedad inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural.

Antes de la llegada de los españoles en América tenían una profunda conexión con la

naturaleza, una organización social diversa y compleja, sistemas de creencias espirituales

arraigados y una fuerte cohesión comunitaria. Sus formas de vida reflejaban una profunda

armonía con el entorno y un profundo respeto por la tierra y todos los seres vivos. La llegada de

los españoles tuvo un impacto significativo en estos pueblos y marcó el comienzo de un período

de cambios y desafíos para las culturas indígenas en América.

La economía indígena ha experimentado importantes transformaciones desde la llegada

de los españoles hasta la actualidad. Estos cambios han sido resultado de la colonización, la

imposición de un sistema económico europeo, la modernización y los desafíos socioeconómicos

actuales.
Economía precolombina: Antes de la llegada de los españoles, los pueblos indígenas de

América desarrollaron sistemas económicos basados en la agricultura, la pesca, la caza y la

recolección. Estas economías estaban adaptadas a los entornos naturales específicos y se

caracterizaban por una estrecha relación con la tierra y una gestión sostenible de los recursos.

Los indígenas comerciaban entre sí y desarrollaron redes de intercambio basadas en el trueque y

el uso de productos como moneda.

Explotación y encomienda: Con la llegada de los españoles, la economía indígena sufrió

profundas transformaciones. Los colonizadores impusieron un sistema de explotación conocido

como encomienda, en el cual los indígenas eran asignados a los colonizadores como trabajadores

forzados. Este sistema condujo a la explotación de los recursos naturales y al agotamiento de las

tierras indígenas, así como a la desposesión de los indígenas de sus medios de subsistencia

tradicionales.

Economía colonial: Durante la época colonial, se impuso un modelo económico basado

en la explotación de recursos naturales, como la minería y la agricultura de plantaciones. Los

indígenas fueron sometidos a trabajos forzados en las minas y en las haciendas de los

colonizadores. Su mano de obra fue explotada sin consideración por sus derechos o bienestar.

Además, se impusieron sistemas de tributos y monopolios comerciales que perjudicaron la

economía indígena autónoma.

Resistencia y adaptación: A pesar de la opresión colonial, los indígenas resistieron y

buscaron adaptarse a las nuevas circunstancias. Muchas comunidades mantuvieron prácticas

económicas tradicionales en secreto, mientras que otras encontraron formas de sobrevivir en el

nuevo sistema. Algunas comunidades lograron conservar parte de sus tierras y recursos, lo que

les permitió mantener una cierta autonomía económica.


Economía contemporánea: En el periodo posterior a la independencia, los pueblos

indígenas continuaron enfrentando desafíos económicos. La expansión de la frontera agrícola, la

industrialización y la urbanización afectan sus territorios y sus formas de vida tradicionales.

Muchos indígenas se vieron obligados a migrar a las ciudades en busca de oportunidades

económicas, enfrentando discriminación y marginalización.

Resurgimiento y revitalización económica: En las últimas décadas, se ha observado un

resurgimiento de la economía indígena. Las comunidades indígenas han trabajado para

revitalizar y fortalecer sus prácticas económicas tradicionales, como la agricultura sostenible, la

pesca, el turismo comunitario y la producción de artesanías. Estas iniciativas buscan promover la

autonomía económica y preservar las tradiciones culturales.

Desafíos actuales: A pesar de los avances, los pueblos indígenas todavía enfrentan

numerosos desafíos económicos en la actualidad. La falta de acceso a tierras, la discriminación,

la falta de oportunidades de empleo y la explotación de recursos naturales siguen siendo

obstáculos para su desarrollo económico. Además, el cambio climático y la globalización

plantean nuevos retos, amenazando la sostenibilidad de las prácticas económicas indígenas.

La economía indígena ha experimentado una evolución significativa desde la llegada de

los españoles hasta la actualidad. A pesar de los impactos negativos del colonialismo y los

desafíos contemporáneos, los pueblos indígenas han mostrado resiliencia y han buscado

revitalizar sus prácticas económicas tradicionales. La promoción de la autonomía económica y el

reconocimiento de los derechos indígenas son fundamentales para fomentar un desarrollo

económico justo y sostenible para los pueblos indígenas.

A lo largo de la historia, los pueblos indígenas han experimentado un progreso político

significativo en su lucha por el reconocimiento de sus derechos y su participación en la toma de


decisiones que afectan a sus comunidades:

Lucha por el reconocimiento: Durante siglos, los pueblos indígenas fueron objeto de

discriminación y marginación política. Sin embargo, a partir del siglo XX, comenzaron a

organizarse y a luchar por el reconocimiento de sus derechos y su identidad cultural. A través de

movimientos sociales y organizaciones indígenas, exigieron ser reconocidos como actores

políticos legítimos y reclamaron la protección de sus territorios, su autonomía y sus tradiciones

culturales.

Reconocimiento legal y constitucional: Uno de los mayores avances en el progreso

político de los pueblos indígenas ha sido el reconocimiento legal y constitucional de sus

derechos. En muchos países, se han promulgado leyes y se han incluido disposiciones en las

constituciones para garantizar la participación política y la protección de los derechos de los

pueblos indígenas. Estas disposiciones incluyen el reconocimiento de la autonomía, la consulta

previa, el acceso a la justicia, la protección de la cultura y el reconocimiento de la propiedad de

tierras y recursos.

Participación política y representación: Los pueblos indígenas han logrado avanzar en su

participación política y su representación en los distintos niveles de gobierno. En muchos países,

se han establecido mecanismos de representación indígena, como escaños reservados en los

parlamentos, consejos indígenas y comités de consulta. Estos espacios les permiten tener voz en

la toma de decisiones y contribuir a la formulación de políticas que afectan a sus comunidades.

Movimientos y liderazgo indígena: Los movimientos indígenas han desempeñado un

papel fundamental en el progreso político de los pueblos indígenas. A través de la movilización,

la protesta y la presión política, han logrado visibilizar sus demandas y promover cambios

significativos. Los líderes indígenas han emergido como voces influyentes, tanto a nivel nacional
como internacional, y han defendido los derechos y la dignidad de sus comunidades.

Derechos internacionales: A nivel internacional, se han desarrollado instrumentos y

mecanismos de protección de los derechos de los pueblos indígenas. La Declaración de las

Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada en 2007, es un hito

importante en el reconocimiento de los derechos indígenas. Este instrumento establece

estándares y principios que los Estados deben respetar y proteger, y ha contribuido a fortalecer el

progreso político de los pueblos indígenas en todo el mundo.

Desafíos persistentes: A pesar de los avances logrados, los pueblos indígenas todavía

enfrentan desafíos en su progreso político. La discriminación, la falta de acceso a la justicia, la

violencia y la falta de implementación efectiva de los derechos reconocidos siguen siendo

obstáculos para su participación política plena y el ejercicio de sus derechos. La lucha por la

tierra y los recursos naturales, así como la preservación de sus lenguas y culturas, también son

desafíos continuos.

La llegada del capitalismo a Colombia ha tenido un impacto significativo en la literatura

indígena del país. A medida que el capitalismo se ha expandido y ha ejercido su influencia en

diferentes aspectos de la sociedad, también ha dejado su marca en la producción literaria de los

pueblos indígenas.

El capitalismo ha impulsado la comercialización y mercantilización de la literatura

indígena. A medida que se ha intensificado la demanda de productos culturales, incluyendo obras

literarias, se han creado oportunidades para que los escritores indígenas puedan publicar y vender

sus obras en el mercado. Sin embargo, esta comercialización también puede llevar a la

apropiación cultural y a la explotación económica de la producción literaria indígena. La

industria editorial, dominada por lógicas capitalistas, ha influido en la producción y difusión de


la literatura indígena. Las editoriales comerciales, en muchos casos, han condicionado la

publicación y promoción de obras indígenas a criterios de rentabilidad y aceptación en el

mercado, lo que puede llevar a la invisibilizarían de voces indígenas y a la pérdida de la

autenticidad y diversidad de la literatura indígena.

El capitalismo ha traído consigo cambios en los temas y narrativas presentes en la

literatura indígena. La influencia de los valores y discursos capitalistas puede llevar a una mayor

atención en temas relacionados con el desarrollo económico, la modernidad y la integración en la

sociedad dominante. Esto puede resultar en una pérdida de la centralidad de la cosmovisión

indígena y de las luchas por la autonomía cultural y territorial.

Las desigualdades socioeconómicas generadas por el capitalismo pueden limitar el acceso

de los escritores indígenas a los recursos y oportunidades necesarios para desarrollar su labor

literaria. La falta de recursos económicos, educativos y de infraestructura puede dificultar la

producción, edición y distribución de obras literarias indígenas, perpetuando así la

marginalización y la falta de visibilidad. A pesar de los desafíos planteados por el capitalismo, la

literatura indígena también ha sido un espacio de resistencia y reafirmación de la identidad

cultural. Los escritores indígenas han utilizado la palabra escrita para dar voz a sus experiencias,

luchas y cosmovisiones, y para mantener viva su cultura y tradiciones. A través de la literatura,

se han transmitido conocimientos ancestrales, se han cuestionado las estructuras de poder y se ha

promovido la valoración y respeto hacia la diversidad cultural.

El capitalismo ha dejado su huella en la literatura indígena de Colombia, generando tanto

desafíos como oportunidades. Aunque la comercialización, la influencia editorial y las

desigualdades socioeconómicas pueden afectar la producción y difusión de la literatura indígena,

también ha habido resistencia y reafirmación de identidad a través de las palabras escritas. Es


importante reconocer y apoyar la diversidad literaria indígena, garantizando el acceso equitativo

a recursos y espacios de difusión, y respetando la autonomía y la cosmovisión de los pueblos

indígenas en su producción literaria.

Los pueblos indígenas han experimentado un progreso político significativo en su lucha

por el reconocimiento de sus derechos y su participación en la toma de decisiones. A través de la

organización, la movilización y la presión política, han logrado avances en el reconocimiento

legal, la participación política y la representación. Sin embargo, persisten desafíos que requieren

una acción continua para garantizar la plena protección y el ejercicio de los derechos indígenas.

Los cabildos muisca en Bogotá tienen una situación histórica y actual compleja. Los

cabildos son una forma de organización política y administrativa de las comunidades indígenas

en Colombia, reconocidos por la Constitución y la ley para la protección de sus derechos y su

autonomía.

En el pasado, los cabildos muisca en Bogotá desempeñaron un papel importante en la

resistencia y preservación de la cultura muisca frente a la colonización española. Sin embargo,

durante la época colonial y posteriormente, los muisca fueron sometidos a procesos de despojo

de tierras y desplazamiento, lo que afectó gravemente su organización comunitaria y su

autonomía.

En la actualidad, los cabildos muisca en Bogotá luchan por recuperar y preservar su

identidad cultural, así como por el reconocimiento y la restitución de sus territorios ancestrales.

A pesar de los avances en términos de reconocimiento legal y constitucional de los derechos

indígenas, los cabildos muisca enfrentan desafíos significativos, como la falta de acceso a tierras,

la discriminación y la falta de recursos para el desarrollo de sus comunidades. Además, los

cabildos muisca en Bogotá están involucrados en la defensa y protección del medio ambiente, ya
que muchos de sus territorios ancestrales se encuentran en áreas de importancia ecológica y

biodiversidad. Trabajan en la implementación de prácticas sostenibles y la promoción de la

cosmovisión muisca, que considera a la naturaleza como sagrada y busca su preservación.

En conclusión, los cabildos muisca en Bogotá enfrentan desafíos históricos y actuales en

la defensa de sus derechos, su cultura y su territorio. A través de la lucha por la restitución de sus

derechos y la promoción de su identidad y cosmovisión, buscan fortalecer su autonomía y

preservar su legado ancestral.

CAPÍTULO III:

METODOLOGÍA

esta metodología debe ser riguroso y exhaustivo, tomando en cuenta la complejidad de

los aspectos culturales y legales involucrados, recopilación de documentos y marco legal en la

revisión de la legislación nacional colombiana relacionada con los derechos de los pueblos

indígenas y la justicia especial, obtención de documentos legales específicos relacionados con el

Cabildo de Bosa y la Justicia Muisca, Entrevistas y Consultas realizando entrevistas con líderes y

miembros del Cabildo de Bosa para comprender su perspectiva y experiencias con respecto a la

Justicia Especial Muisca, Consultas con expertos legales y culturales que brindan información y

Pueden proporcionar análisis de expertos que habla del tema en libros, análisis comparativo

donde se puede realizar un cotejo de la legislación colombiana con las prácticas y normas de la

Justicia Especial Muisca para identificar posibles discrepancias o áreas de convergencia, análisis
de la implementación de las normas y políticas afines Sistema de justicia especial muisca en el

Cabildo de Bosa, incluyendo la gestión de conflictos internos y la administración de justicia,

identificando desafíos específicos que enfrenta la comunidad muisca en relación con su sistema

de justicia especial y el marco legal colombiano.

Proponer recomendaciones para abordar los desafíos y mejorar la implementación de la

Justicia Muisca, evaluar el respeto de los derechos humanos fundamentales dentro de la Justicia

Muisca especial en el Cabildo de Bosa, presentar los resultados y recomendaciones en informes

detallados a las autoridades locales, el Cabildo de Bosa. y otras partes interesadas relevantes,

Fomentar el diálogo y la colaboración entre el Cabildo de Bosa y las autoridades locales para

implementar las recomendaciones y mejorar la Justicia Especial Muisca, Fomentar la evaluación

continua de la implementación de las recomendaciones y ajustarlas cuando sea necesario para

lograr el máximo impacto.

Esta metodología combina el análisis legal y cultural con énfasis en la participación

activa de la comunidad muisca y la colaboración con las autoridades locales. El objetivo final es

proteger y fortalecer el sistema de justicia especial de los muiscas en el Cabildo de Bosa y

garantizar el respeto a los derechos culturales y legales de esta comunidad indígena en Bogotá.

Los pueblos indígenas en Colombia han enfrentado históricamente graves violaciones a

sus derechos. Estas comunidades han sido víctimas de exclusión, despojo de tierras y

desplazamiento forzado, A pesar de que la Constitución Política de Colombia reconoce los

derechos de los pueblos indígenas y establece medidas para su protección de sus leyes, la
implementación de estas políticas ha sido limitada y han existido obstáculos para su

cumplimiento.

En la actualidad, existen diversas organizaciones y movimientos indígenas en Colombia

que trabajan por la defensa de sus derechos y han logrado avances importantes, como la creación

de la Jurisdicción Especial Indígena y la inclusión de representantes indígenas en instancias de

toma de decisiones a nivel nacional, Sin embargo, aún existen desafíos importantes para

garantizar la protección y cumplimiento de los derechos humanos de los pueblos indígenas en

Colombia.

Una referencia de ésto es el libro "Los miembros son elegidos y reconocidos por la

comunidad indígena. El Cabildo es una organización sociopolítica tradicional y su función

principal es representar jurídicamente a la comunidad, ejercer el poder y realizar actividades

de acuerdo con las leyes, costumbres y reglamentos internos. Sin embargo, esta comunidad ha

sufrido una importante aculturación debido a la pérdida de territorio y de lengua, lo que ha

llevado al colapso de su identidad cultural. En respuesta, se han adaptado y asimilado para

sobrevivir con los métodos de la sociedad dominante y sobrevivir en el tiempo. “escrito por

Rueda Delgado, L. Z., & Dennys Eliana, R. C. (2023). " Explorando los saberes de la

Hitcha: una ruta pedagógica para visibilizar la educación propia de la Casa de

Pensamiento Intercultural Uba Rhua del Cabildo Muisca de Bosa”

Tendremos en cuenta la justicia especial de los indígenas Muiscas de Bogotá y la justicia

ordinaria otra referencia esencial la declaración de los derechos humanos, la comisión

interamericana de los derechos humanos, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI),
el estado, organización nacional indígena de Colombia (ONIC), el incora, la organización de las

naciones unidas (ONU) y la Ley 21 de 1991 por la cual se aprueba el Convenio 169 de la OIT

sobre pueblos indígenas y tribales.

La diferencia entre estas justicia en Colombia específicamente en Bogotá es un tema

complejo y preocupante que ha sido objeto de atención tanto a nivel nacional como

internacional, Es fundamental llevar a cabo una investigación por medio de la cual podamos

hablar con ellos y saber cómo se sienten y saber cuánta responsabilidad tendría el estado en esta

situación, de algunos choques de nuestros indígenas en Colombia con la justicia ordinaria para

este análisis

También se debe examinar los acuerdos, leyes vigentes y las políticas existentes en

Colombia en relación con los derechos indígenas. Esto incluye la Constitución Nacional, leyes

específicas que protegen los derechos de los pueblos indígenas, convenios y tratados

internacionales ratificados por Colombia, así como las políticas implementadas por el gobierno.

Este análisis permitirá identificar posibles brechas legales o inconsistencias y la realidad de los

derechos indígenas en la práctica.

Es fundamental involucrar a las comunidades indígenas de las cuales han vivido con esta

justicia. Esto implica establecer mecanismos de consulta, participación por parte de las

comunidades indígenas de Bogotá, respetando sus formas de organización y toma de decisiones.

La forma de concientizar sobre la brecha entre las justicias es esencial tanto para las
comunidades indígenas como para la sociedad en general.

Se debe establecer un sistema de monitoreo y seguimiento continuo de la situación de

choques que se encuentran entre la justicia indigena y ordinaria. Esto implica realizar informes

periódicos, evaluar el progreso realizado, identificar desafíos y obstáculos para estas

comunidades, proponer recomendaciones para mejorar la protección de los derechos indígenas.

El monitoreo puede llevarse a cabo tanto por organismos gubernamentales como por

organizaciones de la sociedad civil, y debe basarse en indicadores claros y medibles.

Es importante tener en cuenta que esta metodología es solo una guía general y que cada

caso particular de violación de los derechos indígenas requerirá enfoques específicos y adaptados

a la situación pues nosotros solo nos basamos en la comunidad Muisca que en este momento se

encuentran en Bogotá. También es esencial trabajar en colaboración con las comunidades

indígenas y respetar sus opiniones, su cultura y formas de vida para garantizar una protección

integral de sus derechos.

Una de las principales formas de la justicia indígenas son sus territorios ancestrales. Esto

ha ocurrido a través de la usurpación por parte de empresas privadas, el crecimiento de la

población, su modernización y la falta de reconocimiento; la comunidad Muisca de Bogotá ha

sido especialmente afectada por la modernización que ha azotado al país durante décadas. Estos

actos de expropiación han buscado intimidar y silenciar a la comunidad indígena que defiende

sus derechos y territorios ya que muchas de las comunidades indígenas que hay en Bogotá en

este momento están huyendo de la expropiación de tierras.


A menudo, las decisiones que afectan directamente a los pueblos indígenas se toman con

su participación pero sin tener en cuenta su visión del desarrollo. La falta de consulta previa,

libre e informada, tal como lo establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del

Trabajo (OIT), ha sido una constante en la violación de sus derechos.

Las comunidades indígenas en Colombia se enfrentan a discriminaciones y

estigmatizaciones en diferentes ámbitos de la sociedad. Esta discriminación se manifiesta en la

negación de sus derechos básicos, la falta de acceso a servicios básicos como salud, educación de

calid y tradicción , y la marginación social y económica. Además, los estereotipos negativos y la

falta de comprensión de las culturas indígenas por su forma de arreglar los conflictos llevan a la

aperpetuar de la discriminación y el prejuicio hacia estas comunidades.

Es importante destacar que hay avances en la protección de estos derechos con los de la

justicia ordinaria, pero aún persisten desafíos significativos que requieren atención y acciones

concretas por parte del Estado, la sociedad civil y la comunidad internacional para garantizar el

respeto y la promoción, lamentablemente.

Los líderes indígenas y defensores de los derechos humanos que trabajan en la

protección de su justicia son especialmente vulnerables ya que vulneran algunas normativas de la

ley moderna.

La falta de consulta y participación efectiva de las comunidades indígenas en las


decisiones que afectan sus derechos y territorios es otra forma de vulnerar su justicia. En muchos

casos, los proyectos de desarrollo y las políticas gubernamentales se implementan sin el

consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas, lo cual es un requisito

fundamental según los estándares internacionales.

Es importante destacar que hay organizaciones indígenas y defensores de los derechos

humanos que trabajan arduamente para denunciar estas violaciones y promover la protección de

los derechos indígenas en Colombia. Sin embargo, se requiere un mayor compromiso por parte

del Estado colombiano y de la sociedad para el equilibrio de las justicias de Colombia en general

para abordar estas problemáticas y garantizar el pleno respeto de los derechos de las

comunidades indígenas.

ANÁLISIS DEL RESULTADO

Es posible que haya analizado confirmó el reconocimiento legal de la justicia especial

Muisca en el Cabildo de Bosa, lo que muestra avances significativos en la protección de sus

derechos culturales y jurídicos, identificando la preservación de la autonomía jurídica de la

comunidad muisca. en la administración de su sistema de justicia tradicional, reflejando el

respeto por sus tradiciones y costumbres. Los resultados resaltaron el compromiso con la

protección y promoción de la cultura y tradiciones muisca a nivel local, incluido su sistema de

justicia, y también verificarán su efectividad. mecanismos de resolución de conflictos en Cabildo

de Bosa, contribuir a la armonía comunitaria y la resolución de disputas internas, analizar

colaboraciones entre Cabildo de Bosa y las autoridades locales, identificar áreas de éxito y
posibles mejoras en la coordinación para abordar cuestiones legales y culturales Evaluar

procesos judiciales específicos para garantizar que respetar los derechos humanos básicos en la

sociedad. Esto identifica desafíos específicos que enfrenta la comunidad Muisca, como la

adaptación a la vida urbana, la armonización de leyes y la garantía de acceso a la justicia.

También reconocemos la importancia de preservar y promover los derechos humanos. Cultura e

identidad Muisca en el Cabildo de Bosa, garantizando la igualdad y la justicia.

Los resguardos indígenas representan espacios territoriales donde los pueblos indígenas

han desarrollado sus culturas, tradiciones y formas de organización social a lo largo de siglos.

Estos territorios son de vital importancia para la supervivencia física, cultural y espiritual de las

comunidades indígenas. Al analizar los patrones, tendencias y correlaciones relevantes que nos

permiten entender mejor la situación de los resguardos indígenas, es posible identificar aspectos

clave que impactan la vida de estas comunidades, los patrones demográficos en los resguardos

indígenas puede revelar información valiosa sobre el crecimiento de la población, la distribución

geográfica, la estructura etaria y la migración. Por ejemplo, es posible identificar si la población

indígena está experimentando un crecimiento sostenido, si hay una concentración en áreas

específicas o si existe un éxodo rural hacia zonas urbanas de las tendencias socioeconómicas en

los resguardos indígenas permite comprender mejor las condiciones de vida de las comunidades.

Existe una estrecha relación entre la situación de la tierra al analizar las correlaciones

entre la tenencia de la tierra y diferencia entre la justicia, como la seguridad alimentaria, la

autonomía territorial, los modos de castigos y la preservación cultural, es fundamental para

comprender la importancia de la tierra para las comunidades indígenas. Se pueden identificar


correlaciones entre la existencia de conflictos territoriales, la degradación ambiental, la pérdida

de recursos naturales y el debilitamiento de la identidad cultural, El análisis de patrones y

tendencias puede ayudar a evaluar el impacto de políticas y programas implementados en los

resguardos indígenas. Por ejemplo, es posible identificar cómo puede haber un equilibrio de la

justicia especial indigena y las normativas del país. También se pueden analizar las correlaciones

entre la implementación de proyectos de desarrollo.

Suministra información valiosa para la formulación de políticas públicas, la

implementación de programas de desarrollo y la promoción de la protección de los derechos

indígenas. Es fundamental abordar estas cuestiones desde una perspectiva intercultural y

garantizar la participación activa de las comunidades indígenas en los procesos de toma de

decisiones que afectan sus vidas y territorios. Para proporcionar datos y hallazgos específicos

sobre los resguardos indígenas, es necesario tener en cuenta el contexto y las particularidades de

cada comunidad. Cabe destacar que los resguardos indígenas en Colombia son diversos y se

encuentran distribuidos en diferentes regiones del país, cada uno con sus propias características y

realidades.

Los resguardos indígenas alojan a una parte significativa de la población indígena de

Colombia y con diferentes justicias especiales ya que cada cabito tiene su propia justicia. Según

el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2018, en Colombia hay más de 115 resguardos

indígenas, y la población indígena alcanza aproximadamente los 1.9 millones de personas. Los

resguardos indígenas varían en tamaño, desde pequeñas comunidades hasta territorios extensos

con una gran cantidad de habitantes. Son reconocidos legalmente como territorios colectivos de

propiedad y posesión ancestral de los pueblos indígenas. La tenencia de la tierra es de vital

importancia para la supervivencia física, cultural y espiritual de las comunidades indígenas, ya


que les permite mantener sus formas de vida tradicionales, preservar su identidad cultural y

acceder a recursos naturales para su sustento.

Los resguardos indígenas albergan una gran diversidad de culturas, lenguas, tradiciones y

cosmovisiones. Cada comunidad indígena tiene su propia identidad cultural, con prácticas,

conocimientos y rituales transmitidos de generación en generación. Esta diversidad cultural es un

elemento fundamental de la riqueza del patrimonio cultural de Colombia. A pesar de los

desafíos, los resguardos indígenas han demostrado una fuerte resistencia y lucha por la defensa

de sus derechos. A través de la organización comunitaria, la movilización social y la

participación política, tanto a nivel nacional como internacional. Estos datos y hallazgos son solo

una visión general y pueden variar en función de cada resguardo indígena en particular.

Es fundamental que el Estado y la sociedad reconozcan y respeten el modo de justicia de

cada cabito de los pueblos indígenas, tal como se establece en la legislación nacional e

internacional. Esto implica garantizar su participación activa en los procesos de toma de

decisiones que afectan sus vidas y territorios, así como el respeto a su autonomía y formas de

gobierno tradicionales.

Es necesario originar y fortalecer la educación intercultural en los resguardos indígenas,

que incluya tanto los conocimientos tradicionales y culturales de las comunidades indígenas

como los conocimientos académicos formales. Esto permitirá la preservación de la identidad

cultural, la transmisión de saberes ancestrales y el desarrollo de habilidades necesarias para

enfrentar los desafíos actuales. Se debe garantizar la protección y gestión sostenible de los

territorios indígenas, asegurando la preservación de los recursos naturales y el medio ambiente.

Esto implica promover prácticas sostenibles de uso de la tierra, la conservación de ecosistemas,

la promoción de la agricultura y la producción de alimentos tradicionales, y la implementación


de estrategias de adaptación al cambio climático.

Es importante avivar el desarrollo de oportunidades económicas inclusivas para los

pueblos indígenas, que respeten sus formas de vida tradicionales y fortalezcan su autonomía

económica. Esto puede incluir el apoyo a proyectos productivos comunitarios, el fortalecimiento

de emprendimientos indígenas, la promoción del turismo cultural y el acceso a mercados justos y

equitativos. Se debe trabajar en la eliminación de la discriminación y la violencia hacia los

pueblos indígenas, promoviendo la igualdad de derechos y oportunidades. Esto implica fortalecer

los mecanismos de protección y justicia, así como la sensibilización y educación de la sociedad

en general, para construir una cultura de respeto y valoración de la diversidad cultural.

Se deben fomentar espacios de diálogo intercultural entre los pueblos indígenas, el

Estado y la sociedad civil, promoviendo la cooperación y el entendimiento mutuo. Esto permitirá

construir relaciones basadas en el respeto, la confianza y la colaboración, buscando soluciones

conjuntas a los desafíos que enfrentan los pueblos indígenas. Estas recomendaciones pueden

servir como punto de partida para promover la protección de los derechos indígenas. Sin

embargo, es importante tener en cuenta que cada comunidad indígena tiene sus propias

necesidades y realidades, por lo que es fundamental que las soluciones sean diseñadas y

adaptadas de manera participativa y respetando la autonomía de los pueblos indígenas.

Un análisis normativo del juicio especial del pueblo indígena muisca en el Cabildo de

Bosa en 2023 proporcionará una evaluación integral de cómo se protegen y respetan los derechos

legales y culturales de esta comunidad a nivel local. Los resultados y recomendaciones obtenidos

de este análisis pueden servir como guía para fortalecer aún más la implementación de la justicia

especial para los muiscas y garantizar la equidad y la justicia para las comunidades indígenas en

Bogotá.
DISCUSIÓN DEL RESULTADO

En el análisis normativo de la justicia especial de los indígenas Muiscas en el cabildo de

Bosa 2023 analizamos y confirmado el reconocimiento jurídico de la justicia especial muisca en

el Cabildo de Bosa, lo que representa un avance significativo en la protección de los derechos

culturales y jurídicos de su competencia, determinando el mantenimiento de la legítima

autonomía de la comunidad muisca. . en la administración de su sistema judicial tradicional,

reflejando el respeto por sus tradiciones y costumbres. Los resultados resaltan el compromiso de

proteger y promover la cultura y las tradiciones muiscas a nivel local, incluido el sistema

judicial, y también verificarán su efectividad. mecanismo de resolución de conflictos en Cabildo

de Bosa, contribuyendo a la armonía comunitaria y la resolución de conflictos internos,

analizando la cooperación entre Cabildo de Bosa y el gobierno local, identificando áreas de éxito

y mejoras posibles avances en la coordinación para abordar temas legales y culturales. Evaluar

procesos legales específicos para garantizar que los derechos humanos sean respetados en la

sociedad. Esto identifica desafíos específicos que enfrenta la comunidad muisca, como adaptarse

a la vida urbana, armonizar las leyes y garantizar el acceso a la justicia. También somos

conscientes de la importancia de preservar y promover los derechos humanos. Cultura e

identidad muisca en Cabildo de Bosa, velando por la igualdad y la equidad.

Las reservas aborígenes representan el espacio territorial donde los pueblos aborígenes

han desarrollado su cultura, tradiciones y formas de organización social a lo largo de los siglos.

Estos territorios son de vital importancia para la supervivencia física, cultural y espiritual de las
comunidades indígenas. Al analizar patrones, tendencias y correlaciones relevantes que nos

permitan comprender mejor la situación de las áreas protegidas indígenas, es posible identificar

aspectos clave que impactan la vida de las comunidades de esta moneda. Los modelos

demográficos en reservas indígenas pueden revelar información valiosa sobre el crecimiento de

la población. población, distribución geográfica, estructura de edades y migración. Por ejemplo,

es posible determinar si la población indígena está creciendo de manera sostenible, está

concentrada en áreas específicas o hay una migración del campo a la ciudad. Las tendencias

socioeconómicas de las reservas aborígenes proporcionan información sobre las condiciones de

vida. condiciones de la comunidad.

Las condiciones de la tierra están estrechamente relacionadas. Al analizar la correlación

entre la tenencia de la tierra y las diferencias entre la justicia, como la seguridad alimentaria, la

autonomía territorial, los métodos punitivos y la preservación cultural, es importante comprender

la importancia de la tierra para las comunidades indígenas. Es posible identificar correlaciones

entre la existencia de conflictos territoriales, degradación ambiental, pérdida de recursos

naturales y debilitamiento de la identidad cultural. El análisis de patrones y tendencias puede

ayudar a evaluar el impacto de las políticas y programas implementados en las reservas

aborígenes. Por ejemplo, es posible determinar cómo lograr un equilibrio entre la justicia

indígena especial y la normativa nacional. También se puede analizar la correlación entre el

desempeño de los proyectos de desarrollo.

Proporciona información valiosa para la formulación de políticas públicas,

implementación de programas de desarrollo y promoción de la protección de los derechos


indígenas. Es fundamental abordar estos temas desde una perspectiva intercultural y asegurar la

participación activa de las comunidades indígenas en la toma de decisiones que afectan sus vidas

y territorios. Para extraer datos y conclusiones específicos sobre las poblaciones indígenas, es

necesario tener en cuenta el contexto y la especificidad de cada comunidad. Cabe señalar que las

reservas indígenas en Colombia son diversas y están distribuidas en diferentes regiones del país,

cada una con sus propias características y realidades.

La Reserva Indígena alberga a una parte importante de la población indígena de

Colombia y cuenta con diferentes jueces especiales ya que cada cabito tiene su propia justicia.

Según el Censo Nacional de 2018, en Colombia existen más de 115 resguardos indígenas y la

población indígena llega a alrededor de 1,9 millones de personas. Las reservas indígenas varían

en tamaño, desde pequeñas comunidades hasta grandes territorios con grandes poblaciones.

Están legalmente reconocidos como territorios colectivos propiedad de los antepasados de los

pueblos indígenas. La tenencia de la tierra es de vital importancia para la supervivencia física,

cultural y espiritual de las comunidades indígenas, ya que les permite mantener formas de vida

tradicionales, preservar identidades culturales y seguir accediendo a los recursos naturales para

ganarse la vida.

Las reservas aborígenes albergan una gran diversidad de culturas, idiomas, tradiciones y

visiones del mundo. Cada comunidad indígena tiene su propia identidad cultural, con prácticas,

conocimientos y rituales transmitidos de generación en generación. Esta diversidad cultural es

fundamental para la riqueza del patrimonio cultural de Colombia. A pesar de los desafíos, las

reservas indígenas han demostrado una gran resiliencia y han luchado para proteger sus
derechos. A través de la organización comunitaria, la movilización social y la participación

política, tanto a nivel nacional como internacional. Estos datos y conclusiones son únicamente

generalizados y pueden variar según la reserva aborigen específica.

Es fundamental que el Estado y la sociedad reconozcan y respeten el método de justicia

de cada cabito de los pueblos indígenas, conforme a lo previsto en el derecho nacional e

internacional. Esto significa asegurar su participación activa en la toma de decisiones que afectan

sus vidas y territorios, así como el respeto a su autonomía y formas tradicionales de gobierno.

Existe la necesidad de desarrollar y fortalecer la educación intercultural en las reservas

indígenas, incluyendo tanto el conocimiento tradicional y cultural de las comunidades indígenas

como el conocimiento académico formal. Esto permitirá preservar la identidad cultural,

transmitir conocimientos ancestrales y desarrollar las habilidades necesarias para enfrentar los

desafíos actuales. Se debe garantizar la protección y el manejo sostenible de los territorios

indígenas, asegurando la conservación de los recursos naturales y el medio ambiente. Esto

implica promover prácticas sostenibles de uso de la tierra, conservar los ecosistemas, promover

la producción agrícola y alimentaria tradicional e implementar estrategias de adaptación al

cambio climático.

CAPÍTULO IV:

CONCLUSIONES
Tras realizar un análisis normativo de la justicia especial de los muiscas en Bosa, se

pueden extraer las siguientes conclusiones.

Reconocimiento de la justicia especial; existe un reconocimiento legal y constitucional de

la justicia especial de los muiscas en Bosa, que les otorga autonomía para aplicar sus propias

normas y procedimientos en la resolución de conflictos internos.

Protección de la cultura y tradiciones; la justicia especial de los muiscas en Bosa busca

preservar y proteger la cultura y las tradiciones de esta comunidad indígena, permitiéndoles

aplicar sus propias leyes y costumbres en la resolución de conflictos.

Competencia limitada; la jurisdicción de la justicia especial de los muiscas en Bosa se

limita a asuntos internos de la comunidad y a sus miembros. En casos que involucren a personas

externas a la comunidad o delitos graves, es posible que se remitan a la justicia ordinaria.

Necesidad de coordinación con la justicia ordinaria; existe la necesidad de establecer

mecanismos de coordinación y cooperación entre la justicia especial de los muiscas en Bosa y la

justicia ordinaria, especialmente en casos que involucren a personas no indígenas o delitos de

alta gravedad.

Retos en el acceso a la justicia; a pesar del reconocimiento legal, es importante abordar

los desafíos que enfrentan los muiscas en Bosa en el acceso a la justicia especial, como la falta

de recursos, la discriminación y la falta de conocimiento sobre sus derechos y procedimientos.

Reconocimiento de la diversidad cultural: La justicia especial muisca es un ejemplo de

reconocimiento y respeto a la diversidad cultural y a los sistemas de justicia propios de las

comunidades indígenas. Analizarla nos permite comprender y valorar la riqueza y singularidad

de las tradiciones y normas jurídicas de los pueblos indígenas.

Las mujeres muisca tienen derecho a participar en la toma de decisiones y en la


administración de justicia. Se fomenta su inclusión en los espacios de deliberación y se busca

garantizar su voz y representación; la justicia especial muisca protege a las mujeres contra la

violencia y cualquier forma de maltrato físico, psicológico o sexual. Se busca garantizar su

seguridad y bienestar; se reconoce y protege los derechos de las mujeres. En la concepción de la

justicia indígena muisca, se valora la igualdad de género y se busca garantizar que las mujeres

tengan la oportunidad de ejercer plenamente sus derechos y participar activamente en la vida

comunitaria.

El análisis de la justicia especial muisca contribuye a la defensa y protección de los

derechos de los pueblos indígenas, especialmente en lo que respecta a su autonomía, cultura,

territorio y formas de organización jurídica, es un elemento fundamental para la preservación de

la identidad cultural de la comunidad muisca. Al analizarla, se promueve el reconocimiento y

valoración de su cosmovisión, tradiciones y prácticas jurídicas ancestrales; el análisis de la

justicia especial muisca fomenta el diálogo intercultural entre los sistemas de justicia indígena y

la justicia ordinaria, permitiendo la comprensión mutua, la cooperación y la búsqueda de

soluciones conjuntas a los desafíos jurídicos y sociales que enfrentan los pueblos indígenas. Al

estudiar y analizar la justicia especial muisca, se contribuye al fortalecimiento de los sistemas de

justicia indígena en general, promoviendo su reconocimiento, legitimidad y efectividad en la

resolución de conflictos y la protección de los derechos de las comunidades indígenas.

La justicia especial muisca tiene sus propios sistemas y normas en relación con la

propiedad privada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la concepción de la propiedad

en las comunidades indígenas, incluida la muisca, puede diferir de la concepción occidental de

propiedad privada individual.

En las comunidades muisca, la propiedad de la tierra y otros recursos naturales a menudo


se considera como un bien comunitario. La tierra es vista como un patrimonio colectivo que

pertenece a la comunidad en su conjunto, en lugar de ser propiedad privada individual. Aunque

la propiedad de la tierra puede ser comunitaria, la justicia especial muisca establece normas y

procedimientos para el uso y acceso a la tierra por parte de los miembros de la comunidad. Esto

puede implicar la asignación de parcelas de tierra para actividades agrícolas, viviendas u otros

usos, así como la regulación de la tenencia y transferencia de tierras.

La justicia especial muisca puede tener sistemas y autoridades encargadas de administrar

y gestionar la propiedad comunitaria. Estas autoridades pueden establecer normas y regulaciones

para garantizar el uso sostenible de los recursos naturales y la distribución equitativa de los

beneficios derivados de la propiedad comunitaria. La toma de decisiones sobre la propiedad y el

uso de la tierra a menudo se realiza de manera colectiva, a través de procesos de consulta y

participación comunitaria. Se busca garantizar la participación activa de los miembros de la

comunidad en la toma de decisiones que afectan la propiedad y los recursos naturales.

La comunidad muisca tiene una rica cultura que se refleja en su sistema de justicia

especial. La espiritualidad juega un papel fundamental en la vida de la comunidad muisca y

también se refleja en su sistema de justicia. Las creencias y prácticas espirituales son

consideradas en la toma de decisiones y en la resolución de conflictos, buscando el equilibrio y

la armonía con la naturaleza y los seres espirituales; la transmisión de conocimientos y saberes

en la comunidad muisca se realiza principalmente a través de la tradición oral, los relatos, mitos

y leyendas son fundamentales para la comprensión de la historia, las normas y los valores que

guían la justicia especial muisca.

La comunidad muisca valora y promueve la participación activa de todos los miembros

en la toma de decisiones y en la administración de justicia. Las decisiones se toman en asambleas


y se busca alcanzar consensos a través del diálogo y la deliberación colectiva; el principio de

reciprocidad es fundamental en la cultura muisca. En el contexto de la justicia especial, esto

implica que las decisiones y acciones se toman considerando el bienestar y la equidad para toda

la comunidad, buscando la solidaridad y la cooperación entre sus miembros, tiene una relación

estrecha con la naturaleza y los recursos naturales. Se reconoce la importancia de preservar y

proteger el medio ambiente, y esto se refleja en las normas y prácticas de gestión de la tierra y

los recursos naturales en la justicia especial muisca.

La justicia especial muisca reconoce y protege los derechos de los niños muiscas,

promoviendo su bienestar y desarrollo integral. Valora y respeta la identidad cultural de los niños

muiscas. Se busca preservar y transmitir sus tradiciones, lengua y conocimientos ancestrales,

asegurando que puedan conectarse con sus raíces y mantener su sentido de pertenencia. La

justicia especial reconoce el derecho de los niños muiscas a recibir una educación de calidad, que

incluya tanto conocimientos occidentales como saberes tradicionales. Se busca garantizar su

acceso a la educación y promover programas que fomenten el respeto y la valoración de su

cultura; establece medidas para proteger a los niños muiscas contra cualquier forma de violencia,

abuso o explotación. Se busca garantizar su seguridad y bienestar, promoviendo entornos seguros

y libres de violencia.

Los niños muiscas tienen derecho a participar en los asuntos que les afectan y a expresar

su opinión. La justicia especial muisca fomenta su participación activa en la toma de decisiones y

en la vida comunitaria, teniendo en cuenta su perspectiva y necesidades. Concede el derecho de

los niños muiscas a acceder a servicios de salud adecuados, incluyendo la atención médica, la

alimentación saludable y la promoción de estilos de vida saludables. La justicia especial aprecia

la importancia del juego y la recreación en el desarrollo de los niños muiscas. Se busca promover
actividades que permitan su diversión, creatividad y desarrollo integral.

En conclusión, la justicia especial de los muiscas en Bosa es un sistema que busca

proteger y preservar la cultura y tradiciones de esta comunidad indígena. Sin embargo, es

necesario fortalecer el acceso a la justicia y establecer mecanismos de coordinación con la

justicia ordinaria para garantizar una aplicación efectiva de las normas y procedimientos.

RECOMENDACIONES

Basado en un análisis normativo de la justicia especial de los muiscas en Bosa, se pueden

ofrecer propuestas como fortalecer el reconocimiento legal de la justicia especial de los muiscas

en Bosa, asegurando que se respeten y protejan sus derechos y autonomía, tanto a nivel

constitucional como a través de leyes y reglamentos específicos. Se recomienda promover

programas de capacitación jurídica para los miembros de la justicia especial muisca en Bosa,

garantizando que tengan el conocimiento y las habilidades necesarias para aplicar sus normas y

procedimientos de manera efectiva y en línea con los estándares de derechos humanos.

En un análisis normativo de la justicia especial muisca en Bosa, se pueden percibir varios

aspectos importantes. Se pueden identificar las normas y principios que rigen la justicia especial

muisca en Bosa. Estas normas pueden incluir elementos como la igualdad, la reciprocidad, la

participación comunitaria y el respeto a la naturaleza. Se puede analizar cómo se llevan a cabo

los procedimientos y mecanismos de resolución de conflictos en la justicia especial muisca en

Bosa. Esto puede incluir el papel de la mediación, la negociación o la toma de decisiones

colectivas.

Se puede evaluar el grado de participación de la comunidad en la toma de decisiones y en


la administración de la justicia especial muisca en Bosa. Esto implica examinar cómo se

involucra a los miembros de la comunidad en la resolución de conflictos y en la toma de

decisiones que afectan a la comunidad en su conjunto. Se puede analizar cómo se protegen y

garantizan los derechos de las diferentes partes involucradas en los procesos de justicia especial

muisca en Bosa. Esto incluye tanto los derechos individuales como los derechos colectivos de la

comunidad. Se puede examinar cómo se articula la justicia especial muisca en Bosa con la

justicia estatal. Esto puede incluir aspectos como la coordinación con las autoridades estatales, la

complementariedad de los sistemas de justicia y la forma en que se reconocen y aplican las

decisiones de la justicia especial muisca.

Es importante establecer mecanismos de coordinación y cooperación entre la justicia

especial muisca en Bosa y la justicia ordinaria, con el objetivo de asegurar una aplicación

adecuada de las normas y procedimientos en casos que involucren a personas no indígenas o

delitos graves. Tomar medidas para garantizar el acceso a la justicia de los miembros de la

comunidad muisca en Bosa, asegurando que tengan los recursos necesarios para acceder a los

servicios de la justicia especial y que no enfrenten discriminación o barreras en el ejercicio de

sus derechos.

Se recomienda fomentar la participación activa de la comunidad muisca en Bosa en la

toma de decisiones y la administración de justicia, a través de mecanismos de consulta y

participación que reflejen la cosmovisión y la organización comunitaria de los muiscas. Es

fundamental asegurar que la justicia especial muisca en Bosa respete y proteja los derechos

fundamentales de los miembros de la comunidad, en línea con los estándares internacionales de

derechos humanos, evitando cualquier forma de discriminación o vulneración de sus derechos.

Es esencial mostrar respeto hacia la cultura, las tradiciones y los valores de las
comunidades indígenas. Reconocer su historia, conocimientos ancestrales y formas de

organización social. Evitar estereotipos y prejuicios, y valorar la diversidad cultural. Establecer

espacios de diálogo continuo con las comunidades indígenas para escuchar sus voces,

necesidades y aspiraciones. Fomentar la participación activa y significativa de los líderes

indígenas y miembros de la comunidad en la toma de decisiones que los afecten. Tomar en

cuenta su perspectiva y conocimientos en la planificación y ejecución de proyectos. Disponer

alianzas y colaboraciones con organizaciones indígenas y líderes comunitarios. Trabajar en

conjunto para identificar necesidades, desarrollar estrategias y buscar soluciones. Estas alianzas

permiten unir esfuerzos y recursos para abordar los desafíos comunes de manera más efectiva.

Brindar capacitación y fortalecimiento de capacidades a las comunidades indígenas en

áreas como la gestión de proyectos, derechos indígenas, preservación cultural, desarrollo

sostenible, entre otros. Esto les permite tener mayores herramientas para la autogestión, la

defensa de sus derechos y la participación activa en la sociedad. Es importante ser transparente y

cumplir los compromisos adquiridos con las comunidades indígenas. Reconocer y adaptarse a las

diferencias culturales en el trato y la interacción con las comunidades indígenas. Considerar sus

prácticas culturales, creencias y valores en la planificación e implementación de acciones.

En conclusión, abordar las necesidades y problemáticas de los resguardos indígenas en

Bogotá requiere un enfoque integral que reconozca y valore la cultura indígena, garantice sus

derechos territoriales, promueva la participación política y mejore el acceso a servicios básicos.

Las recomendaciones jurídicas para la justicia especial de los muiscas en Bosa incluyen

fortalecer el reconocimiento legal, promover la capacitación jurídica, establecer mecanismos de

coordinación, garantizar el acceso a la justicia, fomentar la participación comunitaria y proteger

los derechos fundamentales. Estas recomendaciones buscan fortalecer el sistema de justicia


especial muisca y garantizar el pleno ejercicio de los derechos de la comunidad muisca en Bosa.
CAPÍTULO V:

8.1.1 REFERENCIAS

Constitución política de Colombia 1991

Decreto 1953 de 2014

Ley 160 de 1994

Ley 70 de 1993

Declaraciones de las Naciones Unidas

La organización Internacional del trabajo (OIT)

Ley 1381 de 2010

Ley 70 de 1993

Agencia para la reincorporación y normalización

Ley 21 de 1991

Convenio 169

Consejo Nacional Indígenas (CNI)

Ministerio de cultura

Decreto 2164 1994

Decreto 2406 de 2007

Ley 89 de 1890

8.1.2.

COMISIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS (Organización de los

estados Americanos)
Banco Mundial (Pueblos Indígenas)

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Santacruz Cruz, H. B. (2016). Jurisdicción indígena y Derecho Penal. Influencias y

repercusiones del sistema penal en el desarrollo de los derechos de las nacionalidades

indígenas en los países andinos.


3.1 ANEXOS Y APÉNDICE

Tipo de investigación Características

Histórico Antes de la llegada de los colonizadores europeos, la región de Bogotá

estaba habitada por diversos pueblos indígenas, como los Muisca,

Sutagao y Tegua. Estas comunidades tenían una estrecha relación con la

tierra y desarrollaron una compleja organización social, economía

agrícola y sistemas de gobierno propios. Durante el período republicano,

se promulgaron leyes y políticas que buscaban la asimilación de los

pueblos indígenas, negando su identidad y derechos. Muchas

comunidades sufrieron la pérdida de sus territorios ancestrales y la

desintegración de su organización social. Sin embargo, también

surgieron movimientos de resistencia y reivindicación de sus derechos,

que comenzaron a visibilizar la importancia de la cultura indígena en la

construcción de la identidad nacional.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, se produjo un proceso de

reconocimiento y reivindicación de los derechos indígenas en Colombia.

A nivel nacional e internacional, se promovieron cambios legales y

políticos que reconocieron la diversidad cultural y los derechos de los

pueblos indígenas. Esto incluyó el reconocimiento de los resguardos

indígenas como territorios colectivos y la protección de su autonomía y

formas de gobierno. En la actualidad, los pueblos indígenas en Bogotá


enfrentan desafíos y oportunidades en el contexto urbano. Se han

desarrollado programas y políticas que buscan garantizar el acceso a

servicios básicos, la preservación cultural y la participación política de

las comunidades indígenas. Sin embargo, persisten problemáticas como

el despojo de tierras, la discriminación, la falta de representación y la

vulneración de derechos.

Estudio de casos Caso de disputa de tierras: Se presenta un conflicto entre dos miembros

de la comunidad muisca en Bosa por la posesión de un terreno. Ambas

partes alegan tener derechos sobre la tierra y reclaman su propiedad. El

caso implica un análisis de las normas y procedimientos de la justicia

especial muisca en cuanto a la resolución de disputas de tierras, la

interpretación de las leyes y costumbres aplicables, y la consideración de

los principios de justicia indígena, como la participación comunitaria y

la búsqueda de la armonía.

Caso de violencia doméstica: Se presenta un caso de violencia

doméstica dentro de la comunidad muisca en Bosa, donde una mujer

miembro del Cabildo denuncia maltrato físico por parte de su pareja. El

caso implica analizar cómo la justicia especial muisca aborda y resuelve

casos de violencia doméstica, considerando las normas y procedimientos

específicos, la protección de los derechos de la víctima, la búsqueda de

soluciones restaurativas y la aplicación de sanciones a los responsables.

Estos casos de estudio permitirían analizar cómo la justicia especial


muisca en el Cabildo de Bosa aplica sus normas y procedimientos en

situaciones reales, evaluando su efectividad, coherencia con los

estándares de derechos humanos y la protección de los derechos de las

partes involucradas. Además, se podrían identificar posibles desafíos o

áreas de mejora en el sistema de justicia especial muisca para garantizar

una adecuada resolución de conflictos dentro de la comunidad.

Los resguardos indígenas generaron tensiones y conflictos con las

comunidades nativas. A pesar de los reconocimientos territoriales

otorgados por la legislación de la época, muchos resguardos indígenas

sufrían presiones externas para ceder sus tierras, ya sea por intereses

económicos o por el avance de la colonización. Esto generaba una

constante lucha por la defensa de sus territorios y recursos naturales.

La influencia de la sociedad mayoritaria y los cambios socioeconómicos

impactaron las formas de vida de los indígenas en esa época. Muchas

comunidades experimentaron la pérdida de prácticas culturales, idiomas

y conocimientos ancestrales debido a procesos de asimilación y

aculturación.

2023: En la actualidad, la vida de los resguardos indígenas en Colombia

ha experimentado cambios significativos en comparación con el pasado.

Aunque es importante tener en cuenta que la realidad varía según la

región y la comunidad específica; gozan de reconocimiento legal y

constitucional en Colombia. Esto les otorga autonomía y la capacidad de


autogobernarse dentro de su territorio. Las comunidades indígenas

eligen a sus propias autoridades y toman decisiones en aspectos

políticos, económicos y culturales.

Los indígenas valoran y promueven la preservación de su identidad

cultural, sus tradiciones, idiomas, conocimientos ancestrales y prácticas

espirituales. A través de la transmisión intergeneracional de sus valores

y costumbres, buscan mantener viva su cultura y fortalecer su sentido de

pertenencia. Tienen derechos reconocidos sobre sus territorios

ancestrales. Esto implica la posesión, el control y la gestión de sus

tierras, así como el acceso a los recursos naturales que se encuentran en

ellas. Estos derechos territoriales son fundamentales para su

supervivencia física, cultural y espiritual.

Las comunidades indígenas tienen el derecho de participar activamente

en los procesos políticos y de toma de decisiones que afectan sus vidas.

Esto incluye la participación en la formulación de políticas públicas, la

representación en instancias de gobierno y la defensa de sus intereses y

derechos en diferentes ámbitos. A pesar de los avances en el

reconocimiento de sus derechos, los resguardos indígenas aún enfrentan

desafíos significativos. Entre ellos se encuentran la falta de acceso a

servicios básicos como salud, educación, agua potable y electricidad, así

como la discriminación, la pobreza, la violencia y la pérdida de sus

tierras debido a intereses económicos y extractivistas.


Seccional Normas y procedimientos de resolución de conflictos: En esta sección,

se analizarán las normas y procedimientos utilizados por la justicia

especial muisca en el Cabildo de Bosa para resolver conflictos

internos. Se examinarán las etapas y el proceso de mediación,

conciliación o arbitraje, así como las garantías de debido proceso y la

participación de la comunidad en la toma de decisiones.

Protección y promoción de los derechos de las mujeres: Esta sección se

enfocará en cómo la justicia especial muisca en el Cabildo de Bosa

aborda los casos de violencia de género y promueve la igualdad de

género. Se analizarían las normas y procedimientos específicos para la

protección de las mujeres, así como las medidas adoptadas para

prevenir y sancionar la violencia doméstica y otras formas de

discriminación.

Gestión de tierras y recursos naturales: En esta sección, se examinarán

las normas y procedimientos utilizados por la justicia especial muisca

en el Cabildo de Bosa para la gestión de tierras y recursos naturales

dentro de la comunidad. Se analizarían las prácticas de titulación,

distribución y uso de la tierra, así como las medidas adoptadas para

proteger y preservar el medio ambiente.

Participación comunitaria y toma de decisiones: Esta sección se

centraría en cómo se promueve la participación comunitaria en la

justicia especial muisca en el Cabildo de Bosa. Se analizarían las


formas de consulta y participación de la comunidad en la toma de

decisiones, así como los mecanismos de representación y participación

de los diferentes sectores de la comunidad.

Exploratoria La educación de los niños indígenas en la sociedad colombiana

presenta diversas dificultades y desafíos. Aunque se han realizado

avances en el acceso a la educación para las comunidades indígenas,

persisten problemáticas que afectan su calidad y pertinencia cultural.

Los niños indígenas hablan sus lenguas maternas, las cuales son

diferentes al español. Esto puede dificultar su aprendizaje en un sistema

educativo que se imparte principalmente en español. La falta de

materiales y docentes bilingües adecuados también

limita el acceso a una educación de calidad. Muchas comunidades

indígenas carecen de infraestructuras educativas adecuadas, como

escuelas, aulas y materiales didácticos. La falta de recursos como libros,

computadoras y acceso a Internet limita las oportunidades de

aprendizaje de los niños indígenas. Los niños indígenas a menudo

enfrentan discriminación y estigmatización en las escuelas. Esto puede

afectar su autoestima, motivación y participación en el proceso

educativo. La falta de sensibilización y capacitación entre los docentes y


el personal escolar agrava esta problemática. Muchos niños indígenas

enfrentan dificultades para acceder a niveles educativos superiores,

como la educación secundaria y la educación superior. La falta de

oportunidades, recursos económicos y apoyo familiar limita sus

posibilidades de continuar su educación más allá de la educación básica.

Descriptiva Los fenómenos sociales que afectan a los pueblos indígenas en Bogotá

son diversos y están influenciados por múltiples variables.

Marginación y exclusión social: Los pueblos indígenas en Bogotá a

menudo enfrentan situaciones de marginación y exclusión social. Esto se

debe a factores como la discriminación, estigmatización, falta de

oportunidades laborales, acceso limitado a servicios básicos, y falta de

reconocimiento y respeto hacia sus derechos y culturas.

Variables relacionadas: Discriminación étnica, falta de políticas

inclusivas, estereotipos y prejuicios, falta de oportunidades económicas,

falta de acceso a servicios básicos.

Pérdida de identidad cultural: La migración a zonas urbanas, como

Bogotá, y la influencia de la cultura dominante han llevado a una

pérdida gradual de la identidad cultural de los pueblos indígenas. Esto se

refleja en la disminución del uso de lenguas indígenas, la pérdida de

conocimientos tradicionales y prácticas culturales, y la adaptación a

modos de vida no tradicionales.

Variables relacionadas: Proceso de urbanización, asimilación cultural,

falta de espacios para practicar y preservar la cultura indígena, barreras


lingüísticas.

Conflicto y violencia: Los pueblos indígenas en Bogotá también

enfrentan situaciones de conflicto y violencia, tanto internas como

externas. Esto puede incluir conflictos internos en las comunidades,

violencia en el entorno urbano, desplazamiento forzado, y afectaciones

por el conflicto armado y la violencia relacionada con la explotación de

recursos naturales en sus territorios.


Variables relacionadas: Conflicto armado, disputas internas por

recursos y liderazgo, violencia urbana, desplazamiento forzado,

presencia de grupos armados ilegales.

Pérdida de territorio y despojo de tierras: La presión urbana y la

expansión de la ciudad han llevado a la pérdida y el despojo de los

territorios indígenas en Bogotá. La falta de reconocimiento y protección

de los derechos territoriales de los pueblos indígenas contribuye a esta

problemática, lo que afecta su cosmovisión, su relación con la naturaleza

y su sustento.

Variables relacionadas: Urbanización, especulación inmobiliaria, falta

de titulación y demarcación de tierras indígenas, falta de reconocimiento

de los derechos territoriales.

Estas variables interactúan entre sí y pueden tener efectos

interdependientes en la situación de los pueblos indígenas en Bogotá.

Para abordar estos fenómenos sociales, es necesario promover políticas

y programas que fortalezcan el reconocimiento de los derechos

indígenas, fomenten la participación y autogestión de las comunidades

indígenas, y promuevan la valoración y preservación de su cultura y

cosmovisión.
Correlacional/ Si no se implementan medidas significativas para mejorar la

comparativo situación de los resguardos indígenas en el país, podrían enfrentar

consecuencias negativas y preocupantes. Algunos posibles escenarios

incluyen:

Pérdida de identidad cultural: Sin acciones para preservar y fortalecer

la identidad cultural de los pueblos indígenas, existe el riesgo de que sus

tradiciones, idiomas y prácticas culturales se diluyen con el tiempo. Esto

llevaría a una pérdida significativa de la diversidad cultural y del

patrimonio intangible del país.

Despojo territorial y falta de acceso a recursos naturales: Si no se

garantiza la protección de los derechos territoriales de los pueblos

indígenas, podrían enfrentar un mayor despojo de sus tierras ancestrales.

Esto afectaría su sustento, su conexión con la naturaleza y su capacidad

para mantener sus modos de vida tradicionales.

Marginalización y exclusión social: La falta de políticas inclusivas y

de oportunidades equitativas podría perpetuar la marginalización y

exclusión social de los pueblos


indígenas. Esto se traduciría en brechas socioeconómicas más amplias,

limitaciones en el acceso a servicios básicos, falta de oportunidades

educativas y laborales, y una mayor vulnerabilidad frente a la pobreza y

la discriminación.

Aumento de los conflictos y la violencia: Sin una atención adecuada a

los problemas que enfrentan los pueblos indígenas, podrían aumentar los

conflictos internos en las comunidades y la violencia en su entorno.

Además, la falta de reconocimiento y protección de sus derechos

territoriales podría generar tensiones con actores externos y provocar

situaciones de violencia y desplazamiento forzado.

Debilitamiento de la diversidad cultural y el patrimonio nacional:

Los pueblos indígenas desempeñan un papel fundamental en la

diversidad cultural y el patrimonio nacional de un país. Si no se

promueve su participación activa y su contribución a la sociedad, se

perdería una parte importante de la riqueza cultural y del conocimiento

ancestral que enriquece la identidad del país.

Es importante destacar que estos escenarios son hipotéticos y

representan una perspectiva negativa. Sin embargo, resaltan la

importancia de tomar medidas concretas para mejorar la situación de los


pueblos indígenas, reconocer y respetar sus derechos, y promover la

inclusión social y el desarrollo sostenible en el país.

Explicativa Los fenómenos sociales que afectan a los pueblos indígenas en Bogotá

son resultado de una serie de causas y variables interrelacionadas.

Discriminación y exclusión: La discriminación basada en la etnia y la

cultura es una de las causas fundamentales de los fenómenos sociales

que enfrentan los pueblos indígenas en Bogotá. La falta de

reconocimiento, respeto y valoración de su identidad cultural contribuye

a su exclusión social y limita su acceso a oportunidades y recursos.

Despojo territorial: La pérdida y la fragmentación de las tierras

ancestrales de los pueblos indígenas en Bogotá es una variable clave en

la configuración de los fenómenos sociales. El despojo territorial limita

su capacidad para mantener sus formas tradicionales de vida, acceder a

recursos naturales y preservar su identidad cultural.


Pobreza y desigualdad: Los pueblos indígenas en Bogotá enfrentan altos

niveles de pobreza y desigualdad socioeconómica. La falta de acceso a

servicios básicos, como vivienda, educación, salud y empleo, contribuye

a la reproducción de las condiciones de marginalidad y exclusión social.

Acceso limitado a la educación y la salud: La falta de oportunidades

educativas adecuadas y la carencia de servicios de salud de calidad son

variables que afectan directamente la vida de los pueblos indígenas en

Bogotá. Estas limitaciones dificultan su desarrollo personal, social y

económico, y perpetúan las desigualdades existentes.

Pérdida de identidad cultural y tradiciones: La presión del entorno

urbano y la falta de políticas de preservación y promoción de la cultura

indígena pueden contribuir a la pérdida de la identidad cultural y la

disminución de las prácticas y tradiciones ancestrales. Esto afecta la

cohesión social y el bienestar de las comunidades indígenas.

Falta de participación y representación política: La escasa

representación política y la falta de participación de los pueblos

indígenas en los procesos de toma de decisiones son variables que

influyen en su capacidad para incidir en las políticas que afectan sus


vidas. Esto limita su poder para defender sus derechos y proteger sus

intereses.

Predictiva La recesión económica puede tener un impacto significativo en las

comunidades indígenas; las comunidades indígenas a menudo dependen

de actividades económicas tradicionales, como la agricultura, la pesca y

la artesanía, que pueden verse afectadas durante una recesión

económica. La disminución de la demanda de productos y servicios, así

como la falta de acceso a recursos y mercados, pueden resultar en una

pérdida de empleo y dificultades para cubrir las necesidades básicas.

La deforestación puede tener un impacto significativo en los pueblos

indígenas y su cultura; La deforestación a menudo implica la

destrucción de los bosques, que son los territorios tradicionales de

muchos pueblos indígenas. La pérdida de su territorio afecta su

conexión espiritual con la tierra, así como su capacidad para practicar

sus
actividades económicas y culturales tradicionales, como la caza, la

pesca, la recolección y la agricultura sostenible.

3. Si se continúa discriminando a los pueblos indígenas, podrían ocurrir

una serie de consecuencias negativas tanto para las propias comunidades

indígenas como para la sociedad en su conjunto; La discriminación

perpetúa la desigualdad social y económica entre los pueblos indígenas

y el resto de la sociedad. Esto limita su acceso a oportunidades

educativas, empleo digno, servicios básicos, atención médica y

participación política, lo que dificulta su desarrollo y bienestar.

Aplicativo Innovación técnica: Muchas comunidades indígenas han demostrado

habilidades en el desarrollo de técnicas agrícolas innovadoras, como

sistemas de riego eficientes, prácticas de conservación del suelo y

cultivos orgánicos. Además, han implementado tecnologías modernas,

como paneles solares para generar energía limpia, sistemas de

recolección y filtrado de agua, y herramientas agrícolas más eficientes.

Artesanía: Los pueblos indígenas son conocidos por su habilidad en la

producción de artesanías, como tejidos, cerámica, tallado de madera y

joyería. Han logrado combinar técnicas tradicionales con diseños

contemporáneos, lo que ha permitido que sus productos se destaquen en

el mercado nacional e internacional. Además, han utilizado medios

digitales y redes sociales para promover y comercializar sus productos

de manera más efectiva.


Conocimientos científicos: Los pueblos indígenas poseen un profundo

conocimiento sobre la flora, fauna y los ecosistemas en los que viven.

Han contribuido al campo científico mediante la identificación de

plantas medicinales, técnicas de conservación de la biodiversidad y

conocimientos sobre el manejo sostenible de los recursos naturales. Este

conocimiento ha sido reconocido y valorado por científicos y expertos

en diversas disciplinas.
Emprendimientos industriales: Algunas comunidades indígenas han

incursionado en emprendimientos industriales, como la producción de

alimentos procesados, la fabricación de productos textiles a gran escala

y la producción de artículos de cuero. Estos emprendimientos han

permitido generar empleo en las comunidades y diversificar sus fuentes

de ingresos.

Es importante destacar que estos avances no son uniformes en todas las

comunidades indígenas y que aún existen desafíos en términos de acceso

a recursos, financiamiento, capacitación y protección de derechos de

propiedad intelectual. Sin embargo, se reconoce el potencial y la

capacidad de innovación de los pueblos indígenas en Colombia, y es

fundamental apoyar y promover sus esfuerzos en el ámbito tecnológico,

artesanal, científico e industrial, respetando y valorando sus

conocimientos y prácticas ancestrales.

Clasificación Tipo de técnica estadística características

Según la Observacional A lo largo de la historia se han registrado

intervención numerosas vulneraciones de los derechos

del investigador indígenas.

Las comunidades indígenas en Colombia han


enfrentado despojo de tierras debido a

conflictos armados, intereses económicos y

proyectos de desarrollo.

Han sido desplazadas de sus territorios

ancestrales, lo que ha llevado a la pérdida de

sus formas de vida tradicionales ya la

degradación de su identidad cultural.

Experimental La afectación de los derechos indígenas tiene

múltiples causas, y es importante reconocer

que estas causas pueden variar según el

contexto y la situación específica de cada

comunidad indígena.

Las actitudes discriminatorias y racistas hacia

los pueblos indígenas son una causa

fundamental de la afectación de sus derechos.

Estas actitudes se basan


en estereotipos negativos, prejuicios históricos

y estructuras de poder desiguales, lo que lleva

a la marginación y exclusión de las

comunidades indígenas.

Según la planificación Prospectivo Informaciones de manos de mano de estas

de la toma de datos comunidades, la constitución, las diversas

acciones y medidas que pueden contribuir a la

promoción y protección de los derechos

indígenas en Bogotá

Ya que es fundamental garantizar el

reconocimiento y la titulación de las tierras

ancestrales de las comunidades indígenas, de

acuerdo con la legislación nacional e

internacional. Esto implica agilizar los

procesos de titulación, resolver conflictos de

tierras pendientes y evitar nuevos despojos.

Retrospectivo En Ecuador en ese momento tienen una de las

mayores poblaciones de refugiados de

América Latina, albergando con ellos a

55.092 personas con estatus de refugiados.


Mayormente son indígenas Colombianos que

huyen del conflicto interno la ONIC

(Organización Nacional Indígena de

Colombia) 120 comunidades indígenas en

riesgo de separación de 32 pueblos siendo así

de especial preocupación porque su número

sería menor a 500 personas la Corte

Constitucional de Colombia de claro en 004

en 2009 y 382 de 2010 que 35 pueblos

indígenas enfrentarían riesgos físicos y de

salud a septiembre de 2011 en Colombia los

indígenas fueron víctimas de

aproximadamente 70 homicidios en Nunkak y

Guayaberos en Arauca la llegada de estos

grupos armados a su territorio ha alterado sus

modos de vida debido a que son víctimas de

desplazamiento constante, confinamiento y

asesinatos.
También los Awá en Nariño quienes han sido

punto fijo de homicidios, minas antipersonales

y de la presión que ejerce los grupos armados

sobre ellos por lo menos 17 indígenas mueren

en una masacre en febrero de 2009 desde el

2004 son víctimas del desplazamiento masivo

de sus tierras.

El grupo indígena de envera en el Chocó es

donde los grupos armados irregulares disputan

sus territorios sagrados y tomando en cuenta

que solo en 2008 tuvo 12 desplazamientos

masivos.

Según el número de Transversal como en muchas otras áreas urbanas, es un

ocasiones en que se problema complejo y multidimensional.

mide las variables Aunque Bogotá no es una región

predominantemente indígena, existen

comunidades indígenas que han migrado a la

ciudad en busca de mejores oportunidades y

enfrentan desafíos específicos. Algunos

aspectos transversales de la vulneración de los


derechos indígenas en Bogotá podrían incluir:

Las comunidades indígenas en Bogotá a

menudo enfrentan discriminación y

estigmatización basada en su identidad étnica

y cultural. Esto puede manifestarse en formas

de trato desigual, prejuicios y estereotipos

negativos que empeoran su acceso a

oportunidades, empleo, vivienda, salud y

educación.

Según el número de Descriptivo Las comunidades indígenas en Bogotá, al

variable de interés igual que en otras áreas urbanas, enfrentan

una serie de desafíos y vulneraciones

específicas a sus derechos:

Debido a que las comunidades indígenas en

Bogotá suelen enfrentar discriminación y

estigmatización debido a su origen étnico y

cultural. Con ser objeto de prejuicios y

estereotipos negativos, lo que afecta su acceso

a oportunidades, servicios y derechos

fundamentales.

Analítico Debido a que las comunidades indígenas en


Bogotá a menudo enfrentan discriminación y

estigmatización debido a su origen étnico y

cultural. Esto se refleja en actitudes negativas,

prejuicios arraigados y estereotipos que

perpetúan su exclusión y marginación en la

sociedad. Esta discriminación puede afectar su

acceso a oportunidades educativas, laborales,

de salud y vivienda.

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