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Nico Malazartes
A partir de 2016 Colombia ganó otra estación cannábica además del tradicional mayo de
movilizaciones y actividades. La temporada que empezó en noviembre destacó con dos copas
cannábicas y dos exposiciones que contaron con miles de participantes de todo el mundo. El momento
fue oportuno por el creciente desarrollo de esta incipiente industria en el país. Gracias a eso este fin de
año estuvo lleno de ferias, copas y actividades que prometen repetirse en el siguiente.
El siguiente día fue abierto al público que pudo asistir intervenciones por parte de Rodrigo
Pequi, delegado del cabildo indígena de López Adentro y de la empresa indígena Kwe’sx Tul, que
además de participar con sus productos, nos habló de la organización indígena desde la tradición ilícita
hacia la producción medicinal, y de como se están tomando ese proceso. Otra intervención quedó por
parte de los mexicanos de Cannativa que hablaron de sus métodos de extracción medicinal y de su
experiencia como proyecto de apoyo a usuarios medicinales de cannabis. Todo eso acompañado de
muy buena música en vivo con destaque para el rap del Asilo 38, y para la fusión de los Micotrópicos y
de Pernett & Los Caribbean Ravers.
La doctora Paola Pineda inauguró el evento con una invitación a todos los participantes a “dejar
nuestros egos por un momento y a trabajar juntos en pro de un bien mas importante para toda la
humanidad”. También expuso, en otro momento, los resultados concretos de su trabajo acompañando
usuarios de cannabis medicinal en Medellín y Bogotá. Además de las conferencias versando los
muchos y valiosos usos del cannabis, la expo aportó un espacio de charla para la organización de una
red de mujeres cannábicas colombianas y también a nivel Latinoamérica, preocupadas por visibilizar la
mujer en la industria y en el movimiento cannábico. Los nativos también tuvieron un espacio de voz en
el que resaltaron la importancia de la inclusión de las comunidades indígenas históricamente
involucradas en la producción de cannabis, pero que se ven excluidas del proceso regulativo y
amenazadas a seguir produciendo ilegalmente. En ese tema los activistas colombianos llamaron la
atención para que “la tendencia es que se profundice el tema de la marihuana medicinal, pero Colombia
todavía no camina hacia el fin de la guerra contra las drogas” como afirmó Adrian Restrepo en la
conferencia Cannabis y post-conflicto. Las admirables e incansables mamás cannábicas – aquellas
cuyas familias sufren de algún padecimiento que el cannabis trata eficientemente y que resolvieron
luchar por sus derechos – también se hicieron presentes. Representantes de organizaciones como
Fundaluva y Mamá Cultiva llegaron a compartir emocionantes historias personales de niños y niñas a
los que el cannabis les permitió una segunda chance en vida. “Son niñas como estas las que me hacen
trabajar para traer ese conocimiento y organizar este evento” concluyó Henry, uno de los organizadores.
La expo de Medellín fue seguida por la Cannabis Expo-fest, realizada el día 27 de noviembre en
la hacienda San Rafael en Bogotá. Hubo feria con cerca de 15 stands con los más variados e
interesantes productos y música a cargo de Ras Jahonan entre otras bandas locales. La lluvia también
pegó severo en algunos momentos pero no impidió que se llenara el auditorio, desde la primera hora de
la mañana hasta tarde en la noche, para las conferencias a cargo de la Fundación Daya de Chile, Javier
Pedraza, Paola Pineda, Cristina Sanchez, entre otros . Entre los temas más populares estuvo el debate
acerca de la reglamentación para las diferentes licencias que se otorgarán para el manejo del cannabis,
su validad y viabilidad práctica para los pequeños productores locales, y como cuadrarse en ellas.
La Copa del Rey, también en Bogotá, vino a cerrar la temporada cannábica de fin de año. Jueces
internacionales como Paul Standford de Estados Unidos, y Mike Bifari y Gastón Durana de Argentina,
estuvieron probando atenciosamente y anticipadamente las cerca de 35 muestras de flores que fueron
presentadas días antes del encuentro, por cultivadores de toda Colombia. Las muestras fueron
categorizadas en Indica y Sativa, de interior y exterior, además de extractos con y sin solventes, cuyos
ganadores se dieron a conocer en el tercer día de diciembre, en un encuentro reservado para
cultivadores por el barrio de la Calera. Por supuesto hubo mucha música, además de feria y
intervenciones como la de Paul Standford que habló de la emoción de conocer la tierra que generó los
primeros porros que se fumó en Oregon hace 40 años, entre otros. Gastón Durana resaltó la importancia
de los eventos como esos para organizar a los cultivadores en una comunidad con mayor cohesión, con
mayor alcance y que produzca cada vez mejores flores.
Colombia corona 2016 con múltiples eventos de calibre, que no existían en 2015. Esperemos
que el siguiente año traiga más eventos, de creciente calidad y envergadura, para estimular el
crecimiento de una industria sólida y un movimiento político-social de valor.