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“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración

de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”.

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR PEDAGÓGICA PÚBLICA

“MONSEÑOR ELÍAS OLÁZAR”

PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN DOCENTE (PPD)- GRUPO 2 -CICLO I

CURSO

ESTRUCTURA Y SIGNIFICADO

TRABAJO

CATEGORIAS GRAMATICALES

ESTUDIANTE

MERCEDES MILAGROS MENDOZA SILVA

DOCENTE FORMADOR

LIC. MARCO ANTONIO PINEDO MACEDO

2024
CATEGORIAS GRAMATICALES
Los sustantivos:
Los sustantivos son aquellas palabras que sirven para nombrar los objetos y los seres
que encontramos en el mundo, ya sean reales o ficticios, concretos o abstractos. Se
pueden entender como los nombres de las cosas, ya sean nombres genéricos (perro,
gato, libro, niño, mujer, árbol) o nombres propios (Bolivia, Europa, Juan, Helena,
Google).

Los sustantivos tienen un significado propio, puntual e invariable, aunque no siempre


estrictamente delimitado, es decir, un sustantivo puede tener diferentes significados
dependiendo de su contexto de uso. Aun así, cada vez que se usa un sustantivo, se lo
hace con un único sentido. Dentro de la oración, los sustantivos pueden jugar el papel
de núcleo del sujeto, objeto directo o indirecto, o ser parte de diferentes
complementos verbales. Además, admiten flexión de número (plural y singular) y de
género (masculino y femenino).

Son ejemplos de sustantivos: lápiz, planetas, automóvil, país, botellas, religión,


libertad, Juana, Rusia, Washington, Popeye, hamburguesa, alfombra, Atlántico,
desierto, teléfono, Quijote, jirafa, cantimplora.

Tipos de sustantivos
El sustantivo puede clasificarse según lo que nombra en:

 Sustantivos propios. Nombran a un objeto o sujeto de forma concreta y de


manera particular y siempre se escriben con mayúscula. Se utilizan para
nombrar: personas (María, Juan), países, ciudades y continentes (Colombia,
Montevideo, Asia), marcas (Bimbo,
Sony), organizaciones o instituciones (Universidad Autónoma de Barcelona,
Greenpeace), festividades (Navidad, Pesaj), grupos musicales (Nirvana, The
Beatles), obras literarias (El Quijote de la Mancha, La Gioconda).
 Sustantivos comunes. Designan una persona, animal o cosa de manera
general. Por ejemplo: mesa, silla, vaca, perro, montaña, amor. Los
sustantivos comunes siempre se escriben con minúscula y se clasifican de
diferentes maneras.

Los sustantivos comunes se clasifican en:

 Sustantivos abstractos. Designan ideas, conceptos y sentimientos que no


pueden ser percibidos por los sentidos. Por ejemplo: libertad, felicidad,
odio, compasión.
 Sustantivos concretos. Nombran cosas y objetos que sí pueden ser
percibidas por los sentidos. Por ejemplo: casa, gato, árbol,
pelota,chullachaqui,DIOS,goku.
Los sustantivos concretos se clasifican en:

 Sustantivos contables. Pueden numerarse. Por ejemplo: manzana, mesa,


amigo.
 Sustantivos no contables. No se pueden numerar, pero sí medir. Por
ejemplo: agua, azúcar. En este último caso, no se puede decir dos azúcares,
pero sí un kilo de azúcar. Los sustantivos no contables no tienen plural.

Los sustantivos contables se pueden clasificar en:

 Sustantivos individuales. Nombran un ser en particular en singular. Por


ejemplo: pez, perro.
 Sustantivos colectivos. Nombran de manera global o grupal a un conjunto
de personas, animales, objetos. Por ejemplo: “pez” es individual y
“cardumen” es colectivo, ya que hace referencia a un conjunto de peces.

Otra clasificación que se puede emplear dentro de los sustantivos comunes es la


de dividir entre sustantivos primitivos y derivados (derivan de otro sustantivo, como
por ejemplo “zapatería”, “heladería”, “panadería”). También es posible indicar si un
sustantivo es simple o compuesto (en el caso de “lavarropas”, “paraguas” por
ejemplo).

El género y el número de los sustantivos


Los sustantivos tienen:

 Género: femenino o masculino. La mayoría de los sustantivos femeninos


terminan con la vocal -a mientras que los masculinos con la vocal -o. Por
eso es que podemos, por ejemplo, decir gato y gata, perro y perra. Sin
embargo, en algunos casos, el significado se modifica, como por ejemplo
canasto y canasta (cambia el tamaño del objeto).
 Número: singular o plural. Algunos sustantivos se escriben igual en singular
y plural como: tórax, clímax, caries.

La mayoría de los sustantivos pueden modificarse de masculino a femenino y


viceversa, así como de singular a plural y viceversa. Algunos femeninos son
completamente diferentes a su masculino, tal es el caso de: caballo y yegua o actor y
actriz.

Ejemplos de sustantivos
Sustantivos propios

 Nombres propios: Mateo Olivero, Karina Sánchez, Osvaldo Cortez.


 Lugares y espacios urbanos: Argelia, Tijuana, Oceanía, Avenida del
Libertador.
 Organizaciones o instituciones: Organización Mundial de la Salud, Club
Deportivo Guadalajara.
 Obras de arte: Las meninas, Cien años de soledad.
 Festividades: Año Nuevo, Ramadán, Día de los Muertos.

Sustantivos comunes: Mesa, perro, colchón, automóvil, taladro, madre, plato,


camiseta, saxofón, arroz, teléfono.
Sustantivos abstractos: Amor, pasión, lujuria, temor, libertad, amistad, dolor,
ansiedad, religión, justicia, mentira, compasión, tiempo.
Sustantivos concretos: Tierra, botella, pulgar, biblioteca, pelota, arena, reloj, pincel,
edificio, mono, aceite, vela, agua.
Sustantivos individuales y colectivos:

INDIVIDUAL COLECTIVO

abeja enjambre

deportista equipo

animal fauna

filme filmoteca

abeja enjambre

deportista equipo

animal fauna

filme filmoteca

Sustantivos contables: Libro, pelota, banana, niño, pato.


Sustantivos no contables: Harina, azúcar, sangre, dinero, basura, gasolina

Los nombres de lugares son ejemplos de sustantivos propios.


Sustantivos propios

 Mateo Olivero es primo de mi mamá.


 Ayer me encontré en la calle con Karina Sánchez.
 Le dieron el alta médica a Osvaldo Cortez.
 Su hermana se fue a vivir a Argelia.
 En Tijuana visitamos la Avenida Revolución.
 Oceanía es el continente más pequeño del planeta Tierra.
 La tienda de regalos queda sobre Avenida del Libertador.
 La Organización Mundial de la Salud prohibió el uso de la vacuna.
 El Club Deportivo Guadalajara ganó el campeonato zonal.
 Diego Velázquez es el autor de Las meninas.
 María está leyendo Cien años de soledad del escritor colombiano, Gabriel
García Márquez.

Sustantivos comunes

 Sonia compró la mesa en la tienda del pueblo.


 Mi perro ladra cuando escucha truenos.
 El colchón de Marisa no entró en el camión de mudanza.
 El automóvil carga 50 litros de gasolina.
 No se puede utilizar el taladro en horarios nocturnos.
 La madre de Pedro lo visitó para Navidad.
 ¡No tires toda la comida fuera del plato!
 El directorio cambió el diseño de la camiseta del club.
 Luis se compró un saxofón de segunda mano.
 No hace falta que compres más arroz.
 El teléfono sonó justo a la hora de la cena.

Sustantivos abstractos

 El libro habla sobre el amor y la pasión entre dos enamorados.


 La lujuria es uno de los siete pecados capitales.
 No te dejes llevar solo por el temor.
 La libertad es un deseo de todos los hombres y mujeres.
 Nada podrá romper esta amistad.
 El dolor en su pierna persiste a pesar de los medicamentos que le dieron.
 Su partida le generó mucha ansiedad.
 Miguel Ángel es fiel a su religión.
 El tribunal hizo justicia con Paola y falló a su favor.
 Pedro no se deja llevar por las mentiras de su supervisora.
 Tuvo compasión con su vecino y le perdonó la deuda.
 Es solo una cuestión de tiempo.

Sustantivos colectivos

 Guardé el libro que me regalaste en la biblioteca.


 Ella no se amedrentó y enfrentó a la jauría que la perseguía.
 Una bandada cruzó los Andes al amanecer.
 El cardumen recorrió las costas del Mar Muerto.
 La solidaridad no reconoce fronteras de países en este continente.
 Su familia y los Gómez son un clan.
 Julián se quedó despierto contemplando la constelación.
 ¿Están listos? ¡Llegó la hora de aprender el abecedario!

El sustantivo dentro de la oración


El sustantivo es el núcleo del sintagma nominal (conjunto de palabras con un núcleo),
principalmente del sujeto de la oración.
Junto al núcleo encontramos: los modificadores directos (adjetivos y artículos), el
modificador indirecto (preposición más sustantivo o construcción sustantiva), la
aposición (sustantivo o construcción sustantiva que aclara el núcleo o lo repite) y la
construcción comparativa (introducida por “como” o “cual”).

Por ejemplo:

 Juan, mi hermano, se mudó hace poco. (“Juan” es núcleo del sujeto y


“hermano” es núcleo de la aposición explicativa)
 La profesora del colegio nos enseña muy bien. (“profesora” es núcleo del
sujeto y “colegio” es núcleo del modificador indirecto)

En una oración puede haber uno o más núcleos sustantivos dentro de un sujeto
(simple o compuesto) y deben concordar con el verbo conjugado del predicado
(singular o plural). Lo mismo ocurre con los adjetivos, que deben concordar con el
sustantivo en género y número para que la cohesión de la oración sea correcta.

Por ejemplo:
 Clara y Andrea corren todas las mañanas. (“Clara” y “Andrea” son los dos
núcleos del sujeto compuesto)
 Los empleados y los directivos se reunieron en el salón. (“empleados” y
“directivos” son los dos núcleos del sujeto compuesto)

Además, el sustantivo puede estar presente en construcciones nominales del


predicado, dentro de un objeto directo, objeto indirecto, circunstancial, complemento
o predicativo.

Por ejemplo:
 Estamos preparando una sorpresa para Javier. (“Javier” es núcleo del
objeto indirecto y “sorpresa” es núcleo del objeto directo)
 El show será en el escenario principal. (“escenario” es núcleo del
complemento circunstancial de lugar)
 El misterio fue descubierto por el detective. (“detective” es el núcleo del
complemento agente)

Sustantivos y adjetivos
El adjetivo es una clase de palabra que tiene la función de calificar al sustantivo. El
adjetivo expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo y aporta
información sobre él.

Ambas son categorías de palabras que se encuentran estrechamente vinculadas, ya


que el sustantivo nombra a una cosa (objeto, lugar, animal, persona, emoción) y el
adjetivo la caracteriza. Por ejemplo: El mar (sustantivo) es profundo (adjetivo).
Sustantivo y adjetivo deben concordar en género y número.

Los adjetivos se clasifican en dos categorías principales:


 Adjetivos calificativos. Son los que detallan características o propiedades
del sustantivo al que califican, y pueden ser especificativos o explicativos.
 Adjetivos determinantes. Indican cantidad, posición o número del
sustantivo, y pueden ser demostrativos, indefinidos y posesivos.

Fuente: https://concepto.de/sustantivo/#ixzz8QM8gCU8W

Los adjetivos:

Los adjetivos son palabras que se agregan al sustantivo, para complementar o


determinar su significado. Así, cuando un adjetivo se une a un sustantivo, le atribuye
cualidades o características concretas o abstractas. Dependiendo de la naturaleza de
dichas características, podemos hablar de dos tipos de adjetivos:

Los adjetivos calificativos, que le dicen al lector cómo es el sustantivo al cual


acompañan, por ejemplo: hermoso, grande, azul, barato, fugaz, global, entre otros.
Estos adjetivos pueden clasificarse, a su vez, en dos tipos:

 Adjetivos calificativos especificativos o restrictivos, que delimitan o restringen


el significado del sustantivo desde un punto de vista objetivo, para distinguirlo
de otros similares. Se reconocen porque suelen admitir variaciones de grado.
Por ejemplo: perro grandísimo, carro rojo, lente izquierdo.
 Adjetivos calificativos explicativos, que resaltan un sentido ya presente en el
significado del sustantivo, imprimiéndole un matiz personal o subjetivo. Por
ejemplo: cielo azul, dulce miel, fiera salvaje.

Los adjetivos determinativos o determinantes, que aportan un margen de precisión


respecto al significado del sustantivo, es decir, nos permiten diferenciarlo
gramaticalmente de otros posibles sustantivos, por ejemplo: alguna, mi, nuestro, esos,
entre otros. Los adjetivos determinativos se clasifican de acuerdo al sentido específico
que añaden al sustantivo, de la siguiente manera:

 Adjetivos posesivos, que indican a quién pertenece el sustantivo. Por


ejemplo: mi casa, nuestro compromiso, su
 Adjetivos demostrativos, que permiten ubicar al sustantivo en un contexto
más próximo o más lejano del hablante. Por
ejemplo: ese camello, aquella edificación, aquellos
 Adjetivos numerales, que permiten conocer la cantidad o abundancia de lo
expresado en el sustantivo. Por ejemplo: decenas de
amigos, dos luces, una pregunta, miles de respuestas.
 Adjetivos indefinidos, que permiten expresar cierto grado de vaguedad o
desconocimiento respecto a la naturaleza del sustantivo. Por
ejemplo: algunas personas, cualquier médico, demasiados
 Adjetivos interrogativos, que permiten formular una pregunta abierta respecto
del sustantivo. Por ejemplo: ¿Cuál perro quieres? o ¿Qué color prefieren?
 Adjetivos exclamativos, que permiten darle énfasis al significado expresado
por el sustantivo en la oración. Por ejemplo: ¡Qué frío hace! o
¡Cuántas mujeres vinieron!

Los adjetivos, al igual que los sustantivos, presentan flexión de género (masculino y
femenino) y número (plural y singular), por lo que deben siempre presentar
concordancia con el sustantivo al cual acompañan.

Son ejemplos de adjetivos: este, aquel, feo, tremendo, marrón, descomunal, ingenuo,
ameno, largo, mi, violeta, compuesto, desequilibrado, libre, amoroso, poco,
muchísimo, real.

Los artículos:

Junto a los adjetivos, los artículos son las palabras que acompañan y caracterizan a un
sustantivo, aunque en este caso únicamente para expresar ciertos sentidos
determinados: género (masculino, neutro y femenino), número (plural y singular)
y determinación (determinado e indeterminado). Se trata de partículas pequeñas que
normalmente anteceden al sustantivo y nos permiten prever sus rasgos gramaticales.
En ocasiones, además, pueden sustantivar, o sea, obligar a actuar como sustantivos a
otros tipos de palabras.

Los artículos en español son:

También existe un “artículo neutro”, únicamente para uso en singular: “lo”. La


diferencia entre los artículos determinados y los indeterminados radica en el grado de
certeza que se tiene respecto del sustantivo. Así, por ejemplo: “el hombre” se refiere a
uno en específico, mencionado previamente; en cambio, “un hombre” se refiere a un
hombre desconocido, cualquiera, que no se diferencia del resto.

Son ejemplos de
artículos: el camello, la compasión, lo dicho, un viaje, las mujeres, unos asaltantes, un
as campeonas.
Los pronombres:

Los pronombres son palabras que carecen de un referente fijo, pero que establecen
una relación gramatical en ausencia del nombre. Esto significa que son palabras
empleadas para sustituir a un nombre o un sustantivo, y así no tener que reiterarlo
continuamente a lo largo de una oración. Son piezas cuyo sentido depende siempre
del contexto en el que sean utilizadas. El pronombre remplaza al sustantivo.

Por ejemplo, el pronombre personal “yo” no siempre se refiere a la misma persona, es


decir, cuando lo dice un niño se refiere a sí mismo, y cuando lo utiliza su madre se
refiere, similarmente, a sí misma. Esto demuestra que los referentes de los
pronombres son cambiantes y que su único sentido propio es convencional, o sea, una
cierta costumbre de emplearlos para no tener que repetir nombres continuamente.
Así, en el ejemplo previo, si el niño no dispusiera de la palabra “yo”, tendría que
repetir continuamente su nombre. Algunos pronombres no tienen género.

Los pronombres pueden ser de muchos tipos, dependiendo del tipo de relación que
permiten establecer en ausencia del referente nombrado. Los principales son:

 Pronombres personales, que sirven para sustituir los nombres (propios o


comunes) en la oración, y así poder referirse cómodamente a quienes
intervienen en ella. Estos pronombres son: yo, tú, usted, él, ella, nosotros,
vosotros, ustedes, ellos y ellas. Por ejemplo: “Yo soy uruguayo” o
“Ustedes saben mucho”.
 Pronombres clíticos (acusativos y dativos), que sirven para indicar sobre quién
recae la acción directa (acusativo) o indirecta (dativo) del verbo. Estos
pronombres son: me, te, se, lo, le, la, nos, os, les, los y las. Por ejemplo:
“Te traje un regalo” o “Les dimos la carta a tus padres”.
 Pronombres posesivos, que sirven para expresar una relación de propiedad o
potestad respecto del nombre sustituido. Estos pronombres son: mío, mía,
míos, mías, tuyo, tuya, tuyos, tuyas, suyo, suya, suyos, suyas, nuestro, nuestra,
nuestros, nuestras, vuestro, vuestra, vuestros y vuestras. Por ejemplo: “Yo
tengo la falda de María y ella tiene la mía” o “Ya llegaron sus colegas, ¿dónde
están los nuestros?”.
 Pronombres demostrativos, que sirven para expresar una relación de cercanía
o lejanía respecto de lo sustituido. Estos pronombres son: este, ese, aquel, esta,
esa, aquella, estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas. Por ejemplo: “¿Quieres
de este pastel o de ese?” o “Esta es mi taza”.
 Pronombres relativos, que sirven para introducir oraciones subordinadas
relativas, vinculadas con un referente previo o antecedente. Estos pronombres
son: que, quien, quienes, el cual, la cual, los cuales, las cuales, cuyo, cuya,
cuyos, cuyas, cuanto, cuanta, cuantos, cuantas. Por ejemplo: “Hoy viene el
primo del cual te hablé” o “¿Esa es la película que vimos ayer?”.
 Pronombres numerales, que sirven para expresar una cantidad específica, una
cadena ordenada o una parte de un conjunto. Estos pronombres son infinitos
(como los números), pero algunos son: uno, tercero, medio, tercio, miles. Por
ejemplo: “Es el tercero que me pregunta eso hoy” o “Un melón es mucho,
prefiero medio”.
 Pronombres indefinidos, que sirven para sustituir referentes de los que no se
tiene mucha certeza o con los que se tiene una relación de incertidumbre o
poca precisión. Estos pronombres son: algún, alguno, alguna, algunos, algunas,
otro, otra, otros, otras, poco, poca, pocos, pocas, mucho, mucha, muchos,
muchas, todo, toda, todos, todas, tanto, cierto, cierta, ciertos, ciertas, bastante,
tal, cualquiera, quienquiera, varios, varias, ninguno, ninguna, ningunos,
ningunas, sendos, sendas, alguien, algo, más, menos, demás, nada y nadie. Por
ejemplo: “Estuvimos esperando, pero no vino nadie” o “Necesito un doctor,
espero conseguir alguno”.

Al igual que otras palabras, los pronombres permiten la flexión por género (masculino
y femenino) y número (singular y plural), y en muchos aspectos son similares a los
adjetivos, con la notoria excepción de que los adjetivos acompañan al sustantivo,
mientras que los pronombres lo sustituyen.

Los verbos:

Los verbos son palabras que nombran acciones, reales e imaginarias, realizadas
siempre por alguien (persona verbal). Se trata de palabras muy importantes en la
oración, que cumplen el rol de núcleo del predicado y que pueden aparecer en su
forma conjugada o sin conjugar (llamados verboides) el verbo expresa acción, estado o
proceso.

La conjugación del verbo se refiere a su adecuación o cambio morfológico para


expresar gramaticalmente una información respecto de ciertos aspectos, que son:

 La persona verbal, es decir, quién realiza la acción: una primera persona


(yo/nosotros), una segunda persona (tú/ustedes) o una tercera persona
(él/ella/ellos/ellas). Así, dependiendo de quién realice la acción, el verbo se
conjugará de un modo u otro. Por ejemplo, el verbo amar puede
conjugarse: amo (yo), amas (tú), aman (ellos/ellas), amamos (nosotros).
 El tiempo verbal, o sea, el instante en que ocurre la acción, siempre respecto
del emisor: el presente (ocurre mientras habla), el pasado (ocurrió antes del
habla) o el futuro (ocurrirá mientras habla o cuando acabe de hablar). Los
tiempos verbales del español son muchos, clasificados entre simples (sin
auxiliar) y compuestos (con auxiliar “haber”), y expresan una ubicación
cronológica específica del verbo. Por ejemplo, el verbo caminar puede
conjugarse: camino (presente simple), caminaré (futuro simple)
o caminaba (pasado imperfecto), entre otros tiempos verbales específicos.
 El modo verbal, esto es, el grado de realidad que hay detrás de la acción del
verbo: si acontece en el plano real (indicativo), en el plano de los deseos y
esperanzas (subjuntivo) o si se trata de una orden para ser realizada por otro
(imperativo). Por ejemplo, el verbo comer puede
conjugarse: comen (indicativo), comieran (subjuntivo) o come (imperativo).
Cada modo verbal contempla ciertos tiempos y personas.

En la oración, los verbos conjugados siempre deben presentar concordancia con el


sujeto que realiza la acción. En cambio, las formas no conjugadas (verboides) no varían
su forma. Dichos verboides son:

 El infinitivo, reconocible porque presenta la terminación verbal -ar, -er o -ir, es


aquel que opera como el nombre genérico de la acción o un sustantivo. De
hecho, puede ir acompañado de artículos o adjetivos. Por
ejemplo: caminar, beber, vivir.
 El gerundio, reconocible porque presenta la terminación -ando o -endo, es
aquel que opera como un adverbio, o sea, como un caracterizador de otros
verbos. Además, transmite la sensación de una acción incompleta, que
acontece mientras se habla. Por ejemplo: caminando, bebiendo, viviendo.
 El participio, reconocible porque presenta la terminación -ado o -ido, es aquel
que opera como un adjetivo, pudiendo incluso acompañar a un sustantivo. Por
ejemplo: caminado, bebido, vivido.

Son algunos ejemplos de verbos: conspirar, desechado, rindiendo, imaginaría,


comeremos, importarán, consumían, aparezcas, cállate, soportaré, obligar, han venido,
habríamos dicho, habremos advertido.

 La conjugación del verbo:

La conjugación en el español, como en la mayoría de las lenguas romances, se basa en


la modificación de la raíz del verbo, mediante sufijos flexivos gramaticales. Para ello
sigue una regla más o menos fija dependiendo de la persona, según la terminación
del infinitivo del verbo (-ar, -er, -ir) y si se trata de un verbo regular o irregular.

La conjugación estándar y regular de nuestro idioma es la siguiente:


En la variante peninsular del español, o sea, en el español de España, se maneja una
segunda persona plural informal: “vosotros”, que no es usada en ninguna otra región
hispanohablante y que posee su propia conjugación aparte: vosotros amáis,
vosotros coméis, vosotros vivís.

Por otro lado, la forma de respeto “Usted” se conjuga tal y como la 3era singular.

 Las formas no conjugadas del verbo:

También como en otras lenguas, los verbos principales del español pueden ser simples
o compuestos, dependiendo de si requieren o no de un verbo auxiliar, o sea, de la
cooperación de otro verbo para expresar su sentido apropiadamente.

En nuestro idioma, el único auxiliar existente es el verbo haber (mientras que en


otros también se usa el ser o estar) y cuando aparece junto a otros verbos constituye
un verbo compuesto. Por ejemplo: “he vivido” (haber + vivir), “habrás tenido” (haber +
tener), “habrán visto” (haber + ver).

Como se verá, en esos casos se conjuga el auxiliar y no el otro verbo. Volveremos sobre
esto cuando hablemos de los tiempos verbales.

Por otro lado, en español los verbos tienen además formas atípicas, conocidas como
verboides o formas no finitas, en las que el sentido completo del verbo se halla
expresado en menor medida, ya que no se los conjuga, y que son:

 El infinitivo (terminado en -ar, -er o -ir, como amar, comer, vivír), que es la
forma usual en que pensamos los verbos, en abstracto, y en la que operan
de manera semejante a un sustantivo: “Trotar te hará saludable”
 El gerundio (terminado en -ando, -endo, como en amando, comiendo), que
sirven para expresar una sensación de incompletitud en la acción del verbo,
o sea, que su acción aún no está del todo llevada a cabo. Operan como
adverbios de modo dentro de la oración: “Ayer nos devolvimos corriendo”
 El participio (terminado en -ado, -ido, como en amado, comido), que son de
uso común en la composición de los tiempos verbales compuestos (por
ejemplo: “aún no he comido”), pero también se emplean
como adjetivos dentro de la oración: “Miguel estaba asustado”.

Como podemos ver, en la lógica de los verbos puede apreciarse la complejidad de un


idioma.

 Tipos de verbos:

La forma de clasificar los verbos del español atiende a diferentes criterios, que
veremos por separado:
Verbos regulares e irregulares. Esta diferenciación se basa en la forma de conjugar
cada verbo.

 Verbos regulares: Siguen la regla o la tendencia general del idioma, la que


explicamos en la primera parte de este artículo. Por ejemplo, «comer».
 Verbos irregulares: Requieren de una conjugación aparte, ligeramente
distinta, en la que se altera incluso la raíz del verbo. Por ejemplo, “tener”:
yo tengo, tú tienes, él tiene, etc.

Verbos personales e impersonales. Esta distinción se lleva a cabo fijándose en el tipo


de oraciones que cada verbo permite, y específicamente en el hecho de si pueden o no
tener un sujeto lógico oracional.

 Verbos personales: Se conjuga conforme a la persona. Por ejemplo,


«amar».
 Verbos impersonales: Se utilizan en tercera persona singular. Por ejemplo,
«llover” no puede realmente conjugarse (“yo lluevo” o “tú llueves”
solamente tienen sentido en el lenguaje poético) y generalmente se usa en
oraciones impersonales como “aquí llueve mucho”.

Verbos transitivos e intransitivos. Por su parte, esta distinción atiende a las


condiciones sintácticas en que el verbo aparece y el tipo de complementos que
requiere.

 Verbos transitivos: Forman parte de una oración transitiva, en la cual la


acción del verbo es desempeñada por un sujeto-agente sobre un objeto-
paciente. Esto significa que estos verbos requieren un objeto directo o
complemento directo sobre el cual recae la acción, y sin ellos, pierden el
sentido. Por ejemplo, “conseguir” requiere de algo que se consigue, porque
decir simplemente “yo consigo” es como no decir nada. “Yo consigo el
dinero” en cambio, tiene sentido, porque hay un complemento directo que
es “el dinero”.
 Verbos intransitivos: No admiten ese complemento, y pueden expresarse
por sí solos perfectamente. Por ejemplo, el verbo “dormir” es intransitivo,
pues se duerme o se duerme de algún modo (complemento circunstancial:
“yo duermo bien”), pero no se duerme una cosa: “Yo duermo” es una
oración totalmente comprensible.

Verbos copulativos. Se llaman así a los verbos que no expresan acciones, sino que
sirven para denotar condiciones o estados, y por esa razón suelen ir acompañados de
un adjetivo, en lugar de un complemento directo. Por ejemplo, el verbo ser en
“Yo soy latinoamericano” o “Ella es abogada”.

 Modos verbales
Junto con las personas y los tiempos verbales, los modos verbales forman parte de los
accidentes del verbo, o sea, de sus formas de aparición. En este caso, el modo del
verbo indica la forma en que la acción del verbo se realiza, o también la actitud del
hablante o emisor respecto a lo que se dice. Dependiendo del modo, variará la
conjugación del verbo.

En español existen tres modos verbales, que son:

 Indicativo. Empleado para la comunicación ordinaria, cuando se quiere


describir acciones reales o posibles de realizar. La conjugación que vimos en
los apartados anteriores era siempre en el modo indicativo, aunque pueda
variar en su tiempo y persona verbal: “yo como”, “ella ha comido”,
“nosotros comeremos”, “ustedes comieron”, son todos ejemplos de modo
indicativo.
 Imperativo. Este modo se utiliza exclusivamente para ordenarle al receptor
del mensaje algo, o con la esperanza de influir en su conducta de alguna
manera. Por ende, no puede conjugarse sino en segunda persona del
singular o del plural. ejemplo: “¡Come!”, “Ustedes coman tranquilos” o
“Coma, maestro”. Expresa una orden o un mandato.
 Subjuntivo. El subjuntivo es un modo que sirve para expresar deseos,
probabilidades o situaciones hipotéticas. En ello se distingue del indicativo,
y posee una conjugación aparte. Por ejemplo: “Quizá comas más tarde”,
“Hubiéramos comido mejor en la cocina”, “Quiero que mi perro coma lo
mejor”.
 Potencial: Es la condición me iré a bailar contigo si me compras un helado

 Tiempos verbales:

El último de los accidentes verbales, el tiempo verbal indica cuándo se cometió la


acción, y modifica significativamente la conjugación para reflejarlo. Esto se lleva a
cabo dentro de un paradigma de tres ejes principales: presente (ocurre ahora mismo),
pasado (ya ocurrió) y futuro (aún no ocurre).

Sin embargo, los verbos se adaptan a estos ejes de manera gradual, o sea, procurando
ser lo más exactos posibles en las distinciones en cuanto a tiempo. Para ello, a menudo
deben servirse del auxiliar haber, tal y como lo explicamos previamente.

Así, a grandes rasgos, tenemos en español los siguientes tiempos:

Presente:
 Presente simple: yo canto
 Condicional simple: yo cantaría

Futuro:
 Futuro simple: yo cantaré
 Antefuturo (futuro compuesto): yo habré cantado
Pasado:
 Antepresente (pretérito perfecto compuesto): yo he cantado
 Pretérito imperfecto: yo cantaba
 Condicional compuesto: yo habría cantado
 Pretérito perfecto simple: yo canté
 Pretérito pluscuamperfecto: yo había cantado

 Ejemplos de verbos:

A continuación, una lista con ejemplos de verbos en infinitivo:

 Terminados en -ar: amar, tomar, hablar, cambiar, ubicar, aflojar, sortear,


combinar, devorar, impacientar, empujar, asimilar, rebotar, tontear,
flirtear, abrumar, conformar, reconfortar, aplacar, sanar, redondear,
rebanar, ganar, bajar, nadar, caminar, trotar.
 Terminados en -er: comer, correr, perder, palidecer, atardecer, sorber,
reverdecer, poder, coger, deber, beber, meter, saber, toser, entender, ver,
comprender, tener, ensombrecer, perecer, caer, leer, padecer, merecer,
parecer, arremeter, verter.
 Terminados en -ir: vivir, dormir, morir, venir, abrir, zurcir, aludir, sufrir,
decir, salir, ir, admitir, parir, seguir, sonreír, partir, construir, redimir,
derruir, agredir, añadir, pedir, deglutir, derretir, reñir, perseguir, urgir,
medir, dimitir, impedir, abolir, fingir, asir.

 Oraciones con verbos:

No es difícil hallar ejemplos de oraciones con verbos, casi todas las que se nos puedan
ocurrir tendrán al menos uno. A continuación, algunos ejemplos:

 Tu madre tuvo un ataque al corazón.


 Yo habría podido verte anteayer.
 Lloverá todo el día de mañana.
 Sabemos a qué te dedicaste toda la vida.
 Quiero que te rías todos los días.
 El público decidirá a quién darle el premio.
 Jugando todo el día no llegarás a ningún lado.
 Hoy estaremos trabajando en la habitación del fondo.
 ¡Cállate la boca!

Fuente: https://concepto.de/verbos/#ixzz8QMGSoouK

Los adverbios (invariables):

Los adverbios son partículas caracterizadoras cuyo rol es comparable con el de los
adjetivos, excepto que acompañan al verbo, a los adjetivos o a otros adverbios, y
aportan o modifican cierta información respecto del significado de cada uno. En
general, dicha información tiene que ver con determinados aspectos, que permiten
clasificar a los adverbios de la siguiente manera:

 Adverbios de cantidad, que expresan cantidades o grados vinculados a la


acción realizada en el verbo. Por ejemplo: comer bastante, beber mucho,
pensar demasiado, hacer nada, lograr menos, vivir suficiente.
 Adverbios de lugar, que expresan con qué orientación o en dónde ocurre la
acción descrita por el verbo. Por ejemplo: caer encima, arrastrarse debajo,
moverse adelante, caminar arriba.
 Adverbios de tiempo, que expresan cuándo ocurre la acción descrita por el
verbo. Por ejemplo: salir mañana, verse hoy, sufrir antiguamente,
comprar semanalmente, trabajar siempre.
 Adverbios de modo, que expresan de qué manera se ejecuta la acción indicada
en el verbo. Por ejemplo: hacerlo bien, caerle mal, reptar lentamente,
hablar deprisa.
 Adverbios de afirmación o negación, que expresan la conformidad o no
conformidad del hablante respecto de la acción del verbo. Por
ejemplo: sí estás, no llamaste, tampoco
 Adverbios de duda, que expresan la incerteza del hablante respecto de la
acción contenida en el verbo. Por ejemplo: quizá lleguemos, probablemente

Las interjecciones (invariables):

Las interjecciones son palabras que no forman realmente parte de las oraciones, sino
que constituyen oraciones en sí mismas, dado que cumplen con una función
expresiva que carece de organización gramatical. Es decir, son palabras que no tienen
un rol gramatical propiamente dicho, sino que permiten expresar un sentimiento, una
llamada de atención a otra persona, o incluso transmitir la impresión subjetiva de una
acción.

Por ejemplo, la interjección “ojalá” (herencia del árabe law sha’a Allah, “si dios
quisiera”) se utiliza para expresar deseo o esperanza de que algo ocurra, mientras que
“ajá” se utiliza para confirmarle a la otra persona que la comunicación es efectiva, que
se están entendiendo.

De esta manera, las interjecciones son piezas fijas del lenguaje, poco cambiantes, que
no requieren de ningún tipo de coordinación o concatenación con el resto de la
oración, aunque perfectamente pueden aparecer antes, en medio o después de ella.
Muchas de estas interjecciones tuvieron origen en lenguas muertas o en usos
extraviados en el tiempo, y permanecen como piezas únicas en el idioma.

Son ejemplo de interjecciones: chao, uy, órale, hala, epa, hola, ojalá, olé, ay, alto, psé,
brrr, puaj, uf, uau, eh, arre, zape, aló, entre otras.

Las preposiciones (invariables):


Las preposiciones son piezas del lenguaje que tienen únicamente significado
gramatical, es decir, no cuentan con un sentido léxico propio, por fuera de la lengua.
Esto significa que tienen sentido única y exclusivamente dentro del contexto de la
frase, puesto que expresan algún tipo de relación entre los demás referentes de la
oración.

Entre sus funciones están la de expresar relaciones, pero también la de introducir


adjuntos (sintagmas preposicionales), y por ese motivo no pueden variar, ni
conjugarse, ni utilizarse de manera indistinta. Las preposiciones tienen usos muy
específicos, a pesar de que aparezcan comúnmente en el idioma, y en español se
distinguen principalmente las siguientes: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde,
durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras, versus,
vía.

Cada preposición tiene su sentido relacional específico. Por ejemplo, en la frase


“entre el muro y la pared”, la preposición “entre” indica que el sujeto oracional se halla
en el medio de las dos cosas referidas. En cambio, cuando se dice que un obsequio
navideño es “para mamá” y “de papá”, se indica con ambas preposiciones a quién está
dirigido el obsequio y de parte de quién es.

Las conjunciones (invariables):

Las conjunciones son palabras que permiten enlazar otras palabras, frases u
oraciones, por lo que constituyen un tipo de nexo gramatical. En sí mismas no tienen
un significado propio, pero sí aportan un sentido específico respecto de los términos
que enlazan, que permite clasificarlas de la siguiente manera:

Conjunciones coordinantes o propias, aquellas que vinculan dos elementos a un nivel


de igualdad, esto es, sin que ninguno esté sintácticamente por encima del otro. Para
comprobarlo, basta con intercambiar los términos enlazados de lugar. Por ejemplo:
“triste y vacía” significa lo mismo que “vacía y triste”, por lo que la conjunción y es de
tipo coordinante. Estas conjunciones a su vez se clasifican en:

 Conjunciones copulativas, que reúnen en una misma estructura dos o más


elementos expresando un sentido de adición o suma. Por ejemplo:
“María y Juan están juntos” o “No tiene casa ni trabajo”.
 Conjunciones disyuntivas, que reúnen en una misma estructura dos o más
elementos expresando un sentido de alternativa o elección entre ambos. Por
ejemplo: “¿Vienes o te quedas?” o “Uno u otro”.
 Conjunciones adversativas, que reúnen en una misma estructura dos o más
elementos contrapuestos, o sea, que uno corrige al otro o lo modifica. Por
ejemplo: “No vino María sino Julia” o “No tengo dinero pero sí mi bicicleta”.
 Conjunciones explicativas, que reúnen en una misma estructura dos o más
elementos similares, que dicen lo mismo, de manera tal que uno explique
mejor el sentido del otro. Por ejemplo: “El señor lo lamenta, es decir, se
disculpa” o “El chofer ya no te espera, o sea, se cansó”.
 Conjunciones distributivas, que reúnen en una misma estructura dos o más
elementos similares, de manera tal que a cada uno se le asigne una porción o
un extremo de la oración, de manera simétrica. Por ejemplo: “Salga sapo,
salga rana irás al médico” o “Sean hombres o sean mujeres, déjalos pasar”.

Conjunciones subordinantes o impropias, aquellas que vinculan dos elementos de


manera asimétrica, o sea, subordinando sintácticamente uno al otro, de modo que no
pueden intercambiarse de lugar y que, sin el primero, el segundo carece de sentido.
Por ejemplo: “Lo hice porque me apetece” no equivale a “me apetece porque lo hice”,
ya que la conjunción porque introduce un sentido de causalidad. Estas conjunciones
pueden ser de varios tipos:

 Conjunciones sustantivas, que introducen subordinadas que cumplen en la


oración funciones de un sustantivo o sintagma nominal (sujeto, objeto directo,
objeto indirecto, suplemento o complemento del nombre). Por ejemplo: “Me
dijo que no lo haría” o “Le molestó que dijeras eso”.
 Conjunciones adjetivas, que introducen subordinadas que cumplen en la
oración funciones de un adjetivo o sintagma adjetival. Por ejemplo: “La
peli que me recomendaste me encantó” o “Se me perdió el libro que me diste”.
 Conjunciones adverbiales, que introducen subordinadas que cumplen en la
oración funciones de un adverbio. Por ejemplo: “Se lo entregamos para que lo
usara” o “No vino porque está de luto”.

LA VOZ:

Activa. cuando el sujeto de la oración realiza la acción del verbo. Ejm. Marco pinta la
casa

Pasiva: el sujeto recibe la acción del verbo. Ejm. La casa es pintada por Marcos.

Fuente: https://concepto.de/categorias-gramaticales/#ixzz8QM77tClW

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