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PRESENTACIÓN
Las mujeres y los hombres en el transcurso de los diversos estadios históricos en que se
ha desenvuelto su existencia; esto es, sus procesos civilizatorios; han generado y
establecido una serie de conceptos y de normas de conductas, que acorde a cada período
representan lo más loable a seguir; algunos de esos conceptos y normas trascienden su
momento y continúa su validez hacia el futuro; incorporándose al universo del deber ser.
De esos conceptos y normas, en particular los que hacen referencia a la rectitud de las
convicciones, al honor y a la valentía de los miembros de la Armada de México; mujeres y
hombres de hoy y marinos de ayer; es de lo que tratan estas letras; las que hacen referencia
a las acciones del Capitán de Navío Hilario Rodríguez Malpica Sáliva como ejemplo; que
no único.
Los ejemplares hechos de bravura de los marinos mexicanos, ahí están; sirva a modo
ilustrativo la defensa que hicieron en el año de 1838, los Primer Tenientes de Marina D.
Fernando Davis y D. Juan Lara Bonifaz y los Capitanes de Fragata D. Blas Godines y D.
Buena Ventura Araujo de la Fortaleza de San Juan de Ulúa y del Puerto de Veracruz,
durante la Primera Intervención Francesa; junto con otros marinos y personal de las otras
armas.
En el año de 1838, en el mes de Marzo las fragatas l´Herminie y l’Iphigénie y los bricks La
Pérouse y l’Alcibiade de la Armada Francesa hacen su arribo a la Isla de Sacrificios y a
Antón Lizardo; l’Herminie de sesenta cañones viene al mando del Capitán de Navío Charles
Louis Joseph Bazoche quien es el Comandante de esta escuadra; el día 16 del mes de
Abril de ese año, comunica que las relaciones entre los dos países quedan rotas y declara
el bloqueo a todos los puertos. (1). En el mes de Octubre, el Contralmirante Charles Baudin,
como Comandante en Jefe de la Expedición de México, a bordo de la fragata insignia
Néréide llega a las costas mexicanas en compañía de otros barcos de guerra. (2)
En relación a estos acontecimientos se refiere que, “El ministro de guerra en una sesión de
la Cámara de Diputados, informó que, “...en la plaza de Veracruz no había más que
veinticuatro artilleros, ...Que los montages de la artillería del castillo estaban podridos é
inservibles...y que apenas había municiones para tres horas de fuego.” (4)
Los mexicanos responden de inmediato el fuego; el Lábaro Patrio ondea en la Torre del
Caballero Alto; la batalla se ha desarrollado ya por cuatro horas y media, cuando una
andanada de artillería hace blanco en la Torre del Caballero Alto desde la que combatía una
batería; encontrándose además en ella el polvorín; los proyectiles generan una inmensa
tromba de fuego y de cascotes que se eleva por los aires; parte de la Torre a desparecido
junto con sus defensores quienes eran cuarenta y un zapadores y su Jefe el Coronel
graduado de ingenieros D. Ignacio Labastida; no así la Bandera Mexicana, esta entre la
tromba de fuego y de cascotes permanece incólume en su erguida asta. (7) (8)
El día 5 del mes de Diciembre de ese año de 1838, tres columnas de tropas francesas
desembarcan iniciando la invasión a la Ciudad de Veracruz; en virtud de que el Comandante
en Jefe enemigo, considera que han sido violados los acuerdo contenidos en la capitulación
de la Fortaleza de San Juan de Ulúa con la llegada de las tropas al mando del General
Santa – Anna a esa Ciudad; la que además es asediada por los buques Cuirassier,
Alcibiade, Créole, L’Eclipse, Néréide, Gloire, Médée, Iphigénie, Cyclope, Vulcain, Phaeton,
Naiade, Voltigeur, Dupetit – Thouards, Sarcelle, Eclair, Volcan y Fortune (14)
La participación de los marinos hombro con hombro, con los demás integrantes de las
fuerzas armadas y del pueblo en los combates que se desarrollaron por las calles en
defensa de esta ciudad en contra del invasor, es indudable; los nombres de todos estos
patriotas y sus actos de heroísmo, están en espera de que la investigación histórica los dé
a conocer a la nación.
Los marinos militares mexicanos, al igual que sus compañeros de armas del Ejército y de
la Fuerza Aérea, son herederos de un inquebrantable sentido del honor; heredad que norma
y guía todos sus actos y pensamiento en el desempeño de sus responsabilidades; esta
cualidad moral además de serles propia, les viene de sus antepasados guerreros.
De este sentido del honor y de entrega del militar mexicano, desde antiguo dan fe
manuscritos y textos.
En un escrito del Siglo XVI, se lee: “...uno de los mas valientes indios que entre los
Tlaxcaltecas ovo que se llamo Tlahuicole…; fué tan esforzado y valiente, que con solo oír
su nombre, sus enemigos huían de él…; hizo (grandes) hazañas y hechos…; peleando,
dondequiera que entraba mataba y desbarataba de tal modo gente, que por delante hallaba,
que en poco tiempo desembarazaban sus enemigos el campo.”
El Comandante en Jefe de los ejércitos vencidos, prisionero del vencedor, le solicita a este
le permita morir con honor como corresponde a un guerrero.
Monumento de Cuauhtémoc
Tarjeta Postal
Fotografía: J:K: 16. México
Circa 1910
Colección del autor
Don José María Morelos y Pavón, quien al llamado de la Patria se lanza al combate con
solo 25 hombres y algunas escopetas y lanzas que mando hacer (18); de sus soldados
escribió en Tlacotepec el dia 21 del mes de Noviembre del año de 1813; que “...En el tiempo
de tres años y meses, he palpado y todos lo han visto, que los americanos son militares por
naturaleza, ...Gachupines insensatos ¿cómo habeís tenido atrevimiento de proferir que mis
conciudadanos son incapaces para las armas? Ya lo habéis experimentado: vosotros con
fusiles y ellos con piedras y machetes os han derrotado en infinitas ocasiones.”; y agrega
“...El un soldado al otro se instan al coraje y ardor de la guerra, no con falsas imposturas
como los gachupines, sino con justicia en la mano, por la usurpación de sus derechos, ...(y)
por la sangre derramada de sus hermanos...” (19)
“¿Como hacia compatibles sus designios y planes con las obligaciones que le imponian su
destino, estado y carácter hácia Dios, hácia el rey y la pátria?”, le cuestionan sus
interrogadores, al ser preso Don José María Morelos y Pavón; él responde: “Que mas bien
se creyó obligado á defender la América, hasta lograr su independencia, que las
obligaciones de su curato…”; en relación a estas palabras quedo escrito que: “Primero
ciudadano que sacerdote. En conflictos como aquellos todo hombre estaba obligado a
salvar la pátria…” (20) .
Por sus convicciones y por sus actos en defensa de la tierra en que nació, Don José María
Morelos y Pavón, es fusilado en el pueblo de San Christobal Ecatepec el día 22 del mes
Diciembre del año de 1815, por el pelotón al mando de su captor, el Coronel Don Manuel
de la Concha. (21)
Fusilamiento de Morelos
Autor: desconocido Fecha: de la obra desconocida
Ayuntamiento de Morelia Fuente. Wikipedia
Las mujeres y los hombres que en virtud de sus convicciones empuñan las armas y se
lanzan al combate en defensa de estas, poniendo por prenda su vida; entran en la historia
trascendiéndola hasta las dimensiones de la leyenda.
Su ejemplo no solo se circunscribe al universo del deber ser, pues el llamado de sus actos
debe y es norma de acción para sus pares guerreros.
Uno de esos guerreros mexicanos que puso por prenda su vida en la realización de sus
convicciones a través de sus actos; en las aguas de Topolobampo el día 16 del mes de
Junio del año de 1914, empuña su arma y sucumbe con honor al lado de su barco, él es el
Capitán de Navío Hilario Rodríguez Malpica Sáliva, Comandante del Cañonero Tampico.
Al llamado de sus actos, sus pares que fue su tripulación leal, combatieron por igual con
honor y valentía.
Y...
...a la distancia en el tiempo el lábaro patrio entre el torbellino de fuego y cascotes aún
permanece ondeando en su erguida asta….
BIBLIOGRAFIA
2 Graviére Jurien de la Les Gloires Maritimes de la France L’Amiral Baudin Paris 1888
Pags. 109, 111, 118 y 125
16 Muñoz Camargo Diego Historia de Tlaxcala México 1892 Pags. 124 – 128
18 Historia Militar del General Don José María Morelos México 1825 Pag.4
20 ut supra 18 Pag.5