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Escuela de Evangelismo

Tarea no. 1

Connie Mariela Suárez Maradiaga

1. Evangelismo guiado.

Escogí un alumno en recuperación para hablarle de Jesús. Platiqué con el durante


la clase, en principio estaba desanimado porque no creía que podía pasar, le repetí
muchas veces tené fé. En la segunda clase, después que el me confesó, que no
quería quedarse, pues lo llevarían a otro colegio y el allí sí se volvería un vago o
drogadicto o algo peor. Mi respuesta fue tené fé. En la reunión de hoy, le dije tengo
una misión más importe contigo y es hablarte de Jesús y tengo un regalo que
hacerte: le escribí el 70% en su libreta y subí al Sistema del Centro su nota. Sentí
hablarle que Dios me sacó de una depresión fuerte de mi vida, donde mis sueños
los veía imposibles. Fue Dios quien me envió una palabra por medio de una
desconocida que el día de hoy se cumplió, pero esa palabra fue suficiente para
levantarme de esa cama y empezar a luchar. Le confesé ¿sabes porqué te dije que
tuvieras fé? Porque yo no podía obligar a todos los demás maestros a ayudarte,
sabes que ellos te ayudarán y eso solo Dios lo puede hacer. Le dije: Te invito a que
te acerques a Dios, quiero que asistas a una reunión en casa este miércoles. El
aceptó. Fue claro y me dijo no creo asistir más de una vez, pero sé que es un primer
paso a buscarlo.

Nota: Cuando le expliqué de la fé, se puso rojo, alegre, incluso apenado porque no
está acostumbrado a quien alguien lo agrade.

Conclusión:

Estoy consiente que no somos nosotros quienes transformamos a las personas, si


algo me quedó claro en la clase, que yo tengo una gran deuda de amor que pagar, y
en lo particular deber y no pagar es algo que nunca me ha gustado, me hace sentir
deshonesta, por lo que seguiré experimentando la misericordia de Jesús
hablándole de El a otros. El nombre del alumno es Alex Velásquez y es vecino del
local EDEM Talanga.
2. Experiencia estar a solas con Jesús.

Tengo presente el salmo 34 de David que dice que hay que alabarlo en todo tiempo
y decirle a nuestro corazón que se turbe si no ha estado con Él. He experimentado
la necesidad de buscarlo, en tiempo y fuera de tiempo, de alejarme de los demás y
conversar con El.

Escogí mi cuarto, puerta cerrada, todos los días, aunque sean 15 minutos, le he
pedido perdón porque según yo, otros no se acercaban a El porque se sentían
indignos, pecadores o no estaban listos. Lo peor fue darme cuenta que yo también
me sentía indigna de El, que tenía que ser perfecta para estar cerca de El. El pasaje
de Romanos 5: 1-2 Que Cristo murió por mí cuando yo era imperfecta, me dio paz,
de saber que no son mis obras sino mi fé, la gracia que el depositó en mí (no me lo
merecía, pero por amor me lo dió), me amó siendo imperfecta, me escogió siendo
imperfecta, me limpia de nuevo aun sabiendo que le fallaré de nuevo, es un acto de
amor supremo.

En este tiempo con El, me ha puesto alumnos que necesitan conocer ese amor.

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