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5División de Entomología, Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed del Instituto Smithsonian, Centro
de Apoyo al Museo, Suitland, MD, EE. UU.
Abstracto
Aquí presentamos una revisión exhaustiva de la literatura sobre la importancia vectorial de las principales
Anofelesvectores de malaria en Colombia. Proporcionamos información básica sobre la distribución geográfica,
rango altitudinal, hábitats inmaduros, comportamiento de los adultos, preferencias alimentarias y tasas de
antropofilia, endofilia e infectividad. Adicionalmente revisamos información sobre el ciclo de vida, longevidad y
fluctuación poblacional de los colombianos.Anofelesespecies. Se hizo hincapié en los vectores primarios que
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Autor para correspondencia: james.montoya@correounivalle.edu.co .
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Informes recientes sobre malaria revelan que en las Américas la morbilidad por malaria disminuyó en un
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32%, de 1,1 millones de casos en 2000 a 775.000 casos en 2007 (OMS 2008, Sinka et al. 2010). La
morbilidad en Colombia específicamente siguió la misma tendencia, pero con menor intensidad. Para los
años 2000 y 2007, las cifras de morbilidad fueron 144.432 y 128.462, respectivamente, con una
disminución del 11%, contrastando con datos de países vecinos a excepción de Venezuela (OMS 2010).
Varios factores han limitado los esfuerzos para controlar la malaria humana en Colombia, incluida la falta
de conocimiento adecuado sobre las actividades de control de vectores y la mala aplicación de
insecticidas (generalmente debido a una frecuencia inadecuada), así como la resistencia a los
medicamentos de algunosPlasmodiopoblaciones a los tratamientos disponibles (Olano et al. 1997,
Carmona-Fonseca 2003, 2004). Estos factores permiten que los parásitos de la malaria mantengan su
virulencia y su importancia como patógeno humano. Además, las condiciones socioeconómicas, políticas
y de seguridad pública complican la vigilancia de pacientes y vectores (Beyrer et al. 2006). La situación se
ha vuelto más crítica con el desarrollo de la transmisión urbana en algunas regiones (Méndez &
Carrasquilla 1995, Porras et al. 2001, Ochoa & Osorio 2006), la presencia de nuevas especies (González et
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al. 2010, Ruiz et al. 2010 ) y la presencia de complejos de especies (Brochero et al. 2010, Gutiérrez et al.
2010a).
perspectivas de liberar especies de vectores de malaria transgénicas y refractivas son lejanas debido a
limitaciones económicas y al conocimiento limitado de la bionomía de las principales especies de
vectores. Por lo tanto, una estrategia sostenida e integrada de control de vectores (Rojas et al. 2001,
Snow et al. 2008) representa la alternativa más factible y económica.
El control eficaz de los vectores se ha visto limitado por la insuficiencia de información sobre las especies
deAnofelesmosquitos que sirven como vectores de malaria; algunas de ellas ahora se reconocen como
complejos de especies, que incluyen especies vectoras y no vectoras con diferentes biologías,
distribuciones y respuestas a las medidas de control (Brochero & Quiñones 2008). Además, las
incertidumbres sobre el impacto de los cambios ambientales antropogénicos en la dinámica de la
transmisión del parásito de la malaria y la disponibilidad limitada de herramientas efectivas para el MIV
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han impactado el éxito del control de vectores. El objetivo del Centro Latino Americano de Investigación
en Malaria con respecto a la biología de los vectores es abordar las principales lagunas en nuestra
comprensión de la ecología, el comportamiento, el potencial de los vectores y el control deAnofeles
vectores de malaria para guiar el desarrollo y la implementación de estrategias de MIV más efectivas en
Colombia y América Latina.
Recientemente, Sinka et al. (2010) desarrollaron una serie de mapas predictivos de distribución de especies mediante la
recopilación de datos contemporáneos sobre la aparición de las especies dominantes de vectores de malaria y
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las variables ambientales y climáticas relevantes para la ecología de los anofelinos. Aunque era tentador
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utilizar el mismo enfoque aquí, la ausencia de bases de datos confiables para los actores dominantes (sentido
Sinka et al. 2010) las especies vectoras colombianas obstaculizaron el uso de este enfoque. Por lo tanto, para
esta revisión, optamos por la designación conservadora de las especies de vectores primarios y secundarios.
Revisamos y resumimos la información existente sobre las características bioecológicas de las principales
especies vectoras de malaria en Colombia. Se analizan y discuten las distribuciones geográficas, los hábitats de
reproducción, los hábitos alimentarios, las actividades de búsqueda de huéspedes y los patrones de descanso
Según Donnelly et al. (2002), una especie anofelina es un vector primario si posee las siguientes
características ecológicas y fisiológicas: (i) amplia distribución geográfica, (ii) abundancia local alta,
aunque frecuentemente estacional, (iii) capacidades significativas de dispersión y colonización, ( iv)
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adaptaciones para explotar diferentes entornos y productos creados por el hombre (por ejemplo,
edificios, áreas cultivadas y vehículos), (v) hematofagia, principalmente de humanos (antropofilia) y
(vi) susceptibilidad a laplasmodiosque afectan a los humanos. Además, la longevidad también fue
un criterio crucial para la transmisión (Dalla Bona y Navarro-Silva 2010). En general, la vida útil de
un vector primario es más larga que la de uno secundario, lo que aumenta su probabilidad de
infectarse e infectarse. Además, se ha demostrado que la capacidad de transmisión de un vector se
ve afectada por su nivel de respuesta de inmunidad frente al ciclo esporogónico dePlasmodio
(Arévalo-Herrera et al. 2011).
Colombia tiene una gran cantidad de especies de mosquitos en comparación con los países
vecinos y es un posible punto crítico de endemicidad de la malaria (Foley et al. 2008). Según
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González y Carrejo (2007), cinco subgéneros deAnofeles, con entre 40 y 47 especies, se encuentran
en Colombia (Cuadro I). De ellos, sólo tresnisorrinquioespecies (Un. querida,Un. albimano yUn.
nuñeztovari) son vectores primarios de la malaria (Tabla II). Sin embargo, a la luz de los criterios
propuestos por Sinka et al. (2010), especies comoUn.(Un.)pseudopunctipennisy Anofeles(Kerteszia)
neivai(Howard, Dyar & Knab, 1917) presentan características ecológicas y epidemiológicas en
Colombia (Cuadro II) que concuerdan con la definición de vector primario y no secundario.
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Un.(Nueva York.)cariño
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(Pedro & Sallum 2009). Sin embargo, un análisis reciente de toda la subunidad I (COI) de la citocromo c
oxidasa del genoma mitocondrial no respalda un proceso de especiación enUn. (Nueva York.)cariño
(Moreno et al. 2010). Por ejemplo, en Colombia, los análisis de microsatélites y COI mostraron una
diferenciación genética baja y moderada, respectivamente (Gutiérrez et al. 2010b), y apoyaron
poblaciones panmícticas (González et al. 2007) en esta especie.
En entornos naturales,Un.(Nueva York.)cariñoOcupa diversos hábitats, pero casi siempre se limita a cuerpos de
agua dulce pequeños y no contaminados, como arroyos, orillas de arroyos y lagunas ubicadas en áreas
sombreadas que contienen plantas acuáticas flotantes (p. ej.,estratiotes de pistia) (Olano et al. 2001, Brochero et
al. 2005, Rubio-Palis et al. 2005) o esteras flotantes de trozos de madera, hojas muertas y restos de flores y
semillas (Manguin et al. 1996). En áreas perturbadas, cisternas, zanjas, canalones, pozos artificiales y estanques
de acuicultura se explotan como sitios de reproducción, independientemente de si estos sitios están parcial o
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totalmente sombreados, contienen un nivel sustancial de basura o son pobres en vegetación y nutrientes (Tadei
et al. 1998), pero requiere un pH de entre 6,0 y 8,0. En la Amazonía peruana,Un.(Nueva York.)cariñolas larvas se
encontraron en sitios de reproducción ubicados en pastizales asociados a arbustos o bosques secundarios (Vittor
et al. 2006). Aunque comparte su nicho ecológico con otros anofelinos, generalmente es la especie predominante
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A pesar deUn.(Nueva York.)cariñoSe asocia con asentamientos cercanos a selvas y ambientes forestales,
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El otro tema esencial a mencionar son los hábitos de mordida variables deUn.(Nueva York.)cariño. Un
estudio clásico de Rachou (1958) (citado por Zimmerman et al. 2006) demostró que el índice sanguíneo
humano (HBI) para esta especie oscilaba entre 0,120 y 0,853 en el estado de Pará (Brasil). El HBI para
bolivianos y colombianosUn.(Nueva York.)cariñoestaba dentro de este rango (OMS 1960). Con base en
estas observaciones, Linthicum (1988) planteó la hipótesis de que una de las principales características de
Un.(Nueva York.)cariñoes su marcada antropofilia, aspecto constatado por Oliveira-Ferreira et al. (1992) y
Zimmerman (1992). Sin embargo, en un estudio comparativo, Zimmerman et al. (2006) encontraron que
los hábitos antropofílicos pueden variar según la disponibilidad del huésped y el sitio de captura. De
hecho, encontraron queUn.(Nueva York.)cariñoparecía ser altamente antropofílico, con tasas variables
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entre 0,131 y 0,405 cuando las capturas se realizaron de humanos en tres aldeas ribereñas brasileñas del
estado de Amapá (AP). Sorprendentemente, el análisis de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA)
reveló una tasa más alta de sangre bovina positiva (56,9%) que de sangre humana positiva (11,7%).
Oliveira-Ferreira et al. (1992) registraron esta especie como un mosquito capaz de alimentarse tanto de
humanos como de ganado.
Un.(Nueva York.)cariñoha sido implicado como vector de malaria en varias localidades de América del
Sur (Mirabello et al. 2008). Sus tasas de infección oscilan entre el 0,5% y el 2,5% (Oliveira-Ferreira et al.
1990, Tadei & Dutary-Thatcher 2000, Magris et al. 2007). En la Región Amazónica, al igual que en el
Orinoco venezolano, su abundancia se ha correlacionado positivamente con los casos de malaria (Magris
et al. 2007). Recientemente, en Perú, se observó que el vector estaba naturalmente infectado con
Plasmodium vivaxyPlasmodium falciparum(Flores-Mendoza et al. 2004) y en Venezuela conPlasmodium
malariae(Magris et al. 2007), mientras que en AP se encontró que albergaba las tres especies humanas
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de malaria (Galardo et al. 2007). En Colombia, Un.(Nueva York.)cariñoes el principal vector deP.
falciparumen el bosque tropical húmedo del Chocó, en las estribaciones occidentales de los Andes
(Suárez et al. 1990, Rubio-Palis & Zimmerman 1997) y en los Llanos Orientales (Brochero et al. 2005). En
Puerto Leguizamo, estado de Putumayo, está presente y se considera el vector local deP. falciparum
(Quiñones et al. 2006). Más recientemente, en el departamento de Córdoba,Un.(Nueva York.)cariñose
observó que era
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Este es uno de los anofelinos más estudiados porque es uno de los principales vectores de
transmisión humana.plasmodiosen Centroamérica, norte de Sudamérica y el Caribe. Además, es el
más representado denisorrincoespecies en colonias de laboratorio. Frederickson (1993)
proporciona una excelente revisión de su distribución geográfica, características ecológicas e
importancia epidemiológica. Esta especie se ha encontrado principalmente en tierras costeras
bajas a menos de 400 msnm y tiene una marcada preferencia por áreas por debajo y hasta 100
msnm (Frederickson 1993), aunque se ha reportado en elevaciones más altas (Guatemala a 1,372 y
1,200 msnm, México a 1.941 msnm y Colombia a 1.000 msnm) (Vargas & Martínez-Palacios 1955,
Frederickson 1993, González & Martínez 2006). Se encuentra en Texas-Venezuela y en la mayoría de
las islas del Caribe (Faran 1980). Su ausencia es notable en Trinidad y las Antillas Menores (Rubio-
Palis 2000), así como en Brasil. En la costa del Pacífico, se encuentra desde México (Rubio-Palis &
Zimmerman 1997) hasta el norte de Perú (Calderón et al. 1995). Su distribución geográfica coincide
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con áreas que tienen dos temporadas de lluvias con precipitaciones mayores a 1,000 mm (aunque
hay una excepción en Guatemala) (Ogata et al. 1992), alta humedad relativa y una variación
mensual de temperatura de entre 22-29°C. (Ogata et al. 1992, Rubio-Palis & Zimmerman 1997,
Loaiza et al. 2010).
las reportadas en Cauca (González & Martínez 2006) y Valle (R González, observaciones no publicadas),
alrededor de los 1.000 msnm. A pesar de la aparente plasticidad deUn.(Nueva York.)albimanopoblaciones,
son citológica y morfológicamente homogéneas (Keppler et al. 1973, Faran 1980, Frederickson 1993,
Molina-Cruz et al. 2004) con flujo genético entre poblaciones. Sin embargo, la variación morfológica enUn.
(Nueva York.)albimanoSe han observado larvas en Ecuador (R Wilkerson, observaciones no publicadas).
Recientemente, la evidencia de análisis de ADN utilizando núcleos y mitocondriales
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Los marcadores apoyan una sola especie deUn.(Nueva York.)albimanoen toda su distribución geográfica
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(Loaiza et al. 2010) en Centro y Sudamérica. Sin embargo, en Colombia se observaron dos linajes distintos
en las regiones del Caribe y el Pacífico utilizando secuencias COI (Gutiérrez et al. 2009).
Un.(Nueva York.)albimanoLos sitios de reproducción generalmente están expuestos al sol, pero las larvas
pueden tolerar cierto grado de sombra (Faran 1980, Frederickson 1993) y salinidad (hasta 37% de agua de mar)
(Frederickson 1993). Las poblaciones de larvas comúnmente aumentan con las lluvias y disminuyen durante los
períodos secos, durante los cuales sobreviven en manglares, lagunas y canales costeros (Frederickson 1993). En
Colombia, esta especie se ha encontrado en una gran variedad de hábitats acuáticos (lagos, arroyos, pozos) y
semiacuáticos (canalones, huellas de animales y vehículos, cavidades en troncos de árboles, rocas o animales en
En algunas zonas de la costa del Pacífico colombiano, la actividad antropofílica deUn.(Nueva York.) albimanofue
variable, con al menos dos picos: uno hacia la medianoche y un segundo de menor intensidad antes del
amanecer tanto en zonas intra como peridomiciliarias (Olah & Montoya 1985, Quiñones et al. 1987, Frederickson
1993, Solarte et al. 1996, Rubio-Palis 2000). Solarte et al. (1996) establecieron que en el río Naya cerca del 19% de
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los mosquitos entraban a las casas para alimentarse, comportamiento confirmado posteriormente por Olano et
al. (1997) para el área urbana de Buenaventura. En esta zona, el pico de mayor actividad hematofágica se sitúa
fuera de las casas entre las 18.00 y las 21.00 horas. Luego, a medianoche, se produce un segundo pico en el
interior de las casas. Finalmente, entre las 05:00 y las 06:00 horas, esta actividad volvió a aumentar en las zonas
peridomiciliarias (Olano et al. 1997). Sin embargo, en Perú, se encontró que el período de máxima actividad era
entre las 8:00 y las 10:00 p. m. (Calderón et al. 1995), extendiéndose hasta las 11:00 p. m. en México y Nicaragua
(Frederickson 1993).
La abundancia adulta deUn.(Nueva York.)albimanoestuvo, con pocas excepciones, directamente relacionada con
las altas precipitaciones (Frederickson 1993) y casi desapareció durante la estación seca (Dieguez et al. 2002). Sin
embargo, en las zonas urbanas de Buenaventura, donde se considera el vector más importante, el aumento en la
tasa de picaduras estuvo relacionado con la reducción de las precipitaciones (Olano et al. 1997). Hubo una
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disminución simultánea en los casos de malaria y una reducción en la tasa de mordeduras en Buenaventura.
Este hallazgo contrasta con el brote de malaria en La Guajira (Porras et al. 2001), donde se encontró una relación
directa entre una reducción de las precipitaciones y un aumento de los casos de malaria. Estudios recientes han
relacionado el evento El Niño-Oscilación del Sur, que afecta las condiciones climáticas globales cada dos siete
años, con el aumento de los casos de malaria transmitida porUn.(Nueva York.)albimanoa lo largo de la costa del
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siendo esta última la característica predominante (Solarte et al. 1996, Olano et al. 1997). En El Salvador,
estudios de marcación, liberación y recaptura demostraron que los adultos recorren 3 km en 6,5 días,
aunque (Curry 1925) se ha estimado un rango de dispersión mayor en Panamá (19 y 32 km),
posiblemente ayudado por el viento. Olano et al. (1997) establecieron que en Buenaventura esta especie
presenta baja exofilia en corrales y establos en una zona donde la disponibilidad de ganado era escasa;
en cambio, mostró hábitos antropofílicos. Este hallazgo contrasta con la literatura que informa que los
burros, los caballos, las vacas y los perros son los más preferidos (Frederickson 1993). La actividad
mordaz deUn.(Nueva York.)albimanoentre las 7:00 y las 11:00 p. m. (principalmente al aire libre) es
posiblemente de mayor importancia epidemiológica en el área porque muchas personas están al aire
libre y están expuestas a las picaduras durante este intervalo. En muestras de campo recolectadas en
países centroamericanos, la proporción de hembras grávidas obtenidas varía entre 37,8 y 70%. Se cree
que las hembras grávidas, propensas a transmitir infecciones, están relacionadas con este rango (OPS
1996).
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Un.(Nueva York.)albimanoSe ha observado que está naturalmente infectado con ambos.P. falciparum
(Herrera et al. 1987, Mekuria et al. 1991, Arredondo-Jiménez et al. 1995) y conP. vivax (Calderón et al.
1995, Gutiérrez et al. 2008), aunque sus poblaciones varían considerablemente en cuanto a su
competencia vectorial, hábitos de mordida y preferencias alimentarias a lo largo del rango geográfico de
la especie. Es el principal vector de la malaria en el sur de México (Arredondo-Jiménez et al. 1995) y en
varios países de Centro y Sudamérica (Faran 1980, Frederickson 1993, Rubio-Palis & Zimmerman 1997),
incluyendo Colombia, donde es el vector principal de la malaria. principal vector en zonas rurales y
periurbanas de la costa del Pacífico y, posiblemente, en la costa del Caribe (Gutiérrez et al. 2008).
En Colombia se encontró que los estanques de acuicultura son uno de los sitios de reproducción más
frecuentes de esta especie (López & González 1994). Por ejemplo, en Cimitarra (Departamento de
Santander), los estanques representaron aproximadamente el 81% de los criaderos que, además de ser
permanentes, eran peridomiciliarios, completamente expuestos al sol y contenían vegetación emergente,
particularmente pastos (Brochero et al. 2006). López y González (1994) encontraron que el fitoplancton y
la interfase agua-vegetación de los estanques de acuicultura eran fundamentales para la supervivencia
de las larvas de esta especie. También se ha observado que la deforestación producida por los
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monocultivos favorece la presencia de estos sitios de reproducción (Brochero et al. 2006). Lagunas y
pozas de agua de lluvia son sitios que alberganUn.(Nueva York.) nuñeztovarilarvas en Quibdó y
Buenaventura (Valle del Cauca) (Olano et al. 2001, Sierra et al. 2004, Ochoa & Osorio 2006).
con una asociación más fuerte con el atardecer y los hábitos peridomiciales que en Brasil.
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Venezuela, donde exhibe marcada antropofilia, endofagia y endofilia (Gabaldón 1981, Olano et al. 1997,
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Brochero et al. 2006). En el valle del río Ene, una región hiperendémica del Perú, se encontró que estaba
activo entre las 11:00 pm y las 04:00 am, con un pico entre las 03:00 y las 04:00 am (Hayes et al. 1987). En
un estudio pionero en el norte de Colombia, Fleming (1986) observó poblaciones de esta especie que
exhibían patrones intradomiciliarios con alta antrofilia y un pico de actividad a altas horas de la noche. En
estudios recientes, Parra-Henao y Alarcón-Pineda (2008) registraron un comportamiento exofágico en
Córdoba, en contraste con Brochero et al. (2006) en Cimitarra, quienes observaron un patrón endofágico.
Los diferentes patrones de comportamiento determinados para esta especie se han relacionado con los
tres citotipos. Escribe un [Anofeles(nisorrinco)goelddiRozeboom & Gabaldón], presente en Brasil, es
zoofílico y exofágico, mientras que los tipos B y C, que se encuentran tanto en Colombia como en
Venezuela, son predominantemente antropofílicos y endófagos (Scarpassa & Tadei 2000). Las diferencias
endofágicas-exófilas en el área de distribución geográfica de la especie influyen en el uso de insecticidas
residuales para controlar la malaria. En Venezuela se encontró que la abundancia adulta deUn.(Nueva
York.)nuñeztovariaumentó dos meses después de los picos de lluvia y además estuvo relacionado con la
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lluvia acumulada durante ese período (Scorza et al. 1981). En Bajo Calima, Colombia, los adultos
mostraron un patrón bimodal similar, con un pico alto entre junio-julio y uno secundario entre enero-
febrero (Fajardo et al. 1983).
Santander). Además, por su marcada antropofilia y endofilia, así como por su abundancia y
trasfondo vectorial en otros lugares, se sospecha que sea vector junto conUn. (Un.)
pseudopunctipennis slyUn.(Nueva York.)cariñoen Cimitarra (Posso et al. 2003, Brochero et
al. 2006).
Elliot (1972) propuso que estas poblaciones eran alopátricas después de considerar diferencias en las
preferencias de hospedadores y patrones de mordida entreUn.(Nueva York.)nuñeztovaripoblaciones de
Colombia y Venezuela en comparación con las de la Amazonia brasileña. Esta propuesta fue confirmada
por varios estudios morfológicos, cromosómicos, moleculares, conductuales y de flujo genético (Fritz et
al. 1994, Hribar 1994, Linley et al. 1996, Conn et al. 1998, Tadei et al. 1998, Scarpassa et al. 1999 ,
Scarpassa y Tadei 2000). Más recientemente, se estimó queUn. (Nueva York.)nuñeztovarirepresenta un
complejo de al menos cinco linajes (Mirabello & Conn 2008), como se sugirió hace algunos años (Conn
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1990, Conn et al. 1993, Sierra et al. 2004, Brochero et al. 2006).
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El margen oriental de la Cordillera de los Andes en Norte de Santander y el margen occidental en Chocó y
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Valle del Cauca corresponden a una especie genética única. Esto es a pesar de las diferencias en su
cariotipo reportadas por Conn et al. (1993). Recientemente, Ruiz et al. (2010) informaron la presencia de
especies relacionadasUn.(Nueva York.)dunhamien el Amazonas y Calado et al. (2008) pudieron identificar
Un.(Nueva York.)goeldiien AP basado en la similitud con Un.(Nueva York.)nuñeztovari. Ambas especies
fueron identificadas previamente comoUn.(Nueva York.)nuñeztovari utilizando la morfología femenina.
En otras regiones colombianasUn.(Nueva York.)nuñeztovariha sido identificado erróneamente como
variosAnofelesespecies (Ramos et al. 2008), a saberAnofeles (nisorrinco)oswaldoiPeryassúSL, An.(Nueva
York.)Nuñeztovari, An.(Nueva York.)Aquasalis, Anopheles(nisorrinco)benarrochiGabaldón, Cova-García &
Lópezsl, anofeles (nisorrinco)evasae, Anopheles(nisorrinco)strodeiyAnofeles
Un.(Un.)pseudopunctipennis
Análisis y cruces bioquímicos, moleculares establecieron que esta especie es un complejo
compuesto por al menos tres “especies”: una del sur de Estados Unidos, México y Guatemala, otra
de Centroamérica, Belice y Sudamérica y la tercera de la isla Granada (Dantur et al. . 2010). Sin
embargo, Manguin et al. (1995) argumentaron que existe una sola especie con tres poblaciones
ampliamente distribuidas: una en Estados Unidos, México, Guatemala y Belice, otra en Colombia,
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Ecuador, Perú, Chile y Argentina y, finalmente, una localidad tipo presente en Granada. Isla. El
neotipo fue descrito por Rueda et al. (2004). Para fijar el nombre nominotípico se realizó una
redescripción que modificó tanto la localidad tipo como el neotipo.
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con un pico de actividad entre las 6:00-12:00 pm y las 04:00-06:00 am (Calderón et al. 1995), mientras
que en Venezuela es Está activo tanto de día como de noche y exhibe un comportamiento antropofílico
facultativo (Elliot 1972, Fleming 1986, Olano et al. 2001). En Venezuela,Un. (An.) pseudopunctipennis
prefiere morder a los animales en lugar de a los humanos (Berti et al. 1998).
En México, las larvas deUn.(Un.)pseudopunctipennis slson abundantes a lo largo de las riberas de los ríos
durante la estación seca (Fernández-Salas et al. 1994). En cambio, durante la época de lluvias, parece que
el río se los lleva y los elimina (Savage et al. 1990, Rejmánkova et al. 1991); se encontró correlación entre
el número de larvas y las precipitaciones del mes anterior. Las larvas se asociaron positivamente con el
verde (espirogira) y algas filamentosas (Savage et al. 1990, Rejmánkova et al. 1991) a lo largo de las
riberas de los ríos, específicamente donde había corrientes muy lentas o en pequeños charcos
resultantes del desbordamiento de los ríos (Berti et al. 1998).
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Un.(Un.)pseudopunctipennis slSe ha observado que está naturalmente infectado conP. vivax (Hayes
et al. 1987). Infección conP. vivaxha sido establecido por ELISA en el Valle del Bajo Chira, en las
localidades de Salitral y Querecotillo en Perú (Calderón et al. 1995), y conP. falciparumen Panamá
(Loaiza et al. 2008). Además, se sospecha que es un vector deP. falciparumen zonas donde la costa
se transforma abruptamente en montañas como ocurre en las estribaciones occidentales de la
Cordillera de los Andes en Perú, en Chiapas, México (Hoffman 1932) y en las estribaciones de
menor altitud (< 1.000 m) de Colombia-Argentina (Rubio-Palis & Zimmerman 1997). En estas zonas,
a altitudes superiores a los 600 m, suele ser el único vector presente (Manguin et al. 1995). Esta es
también la situación en zonas cercanas a Cali (Valle del Cauca), dondeUn.(Un.)pseudopunctipennis
slse ha asociado incidentalmente con brotes epidémicos (Ocampo et al. 2000).
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En Perú, el ciclo reproductivo de esta especie está asociado con canales de agua de riego y
piscifactorías en cultivos en la Amazonía peruana (Vittor et al. 2006). En Colombia,Un. (Un.)
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Un.(An.) neomaculipalpus
Esta especie está ampliamente distribuida desde México-Argentina (Knight & Stone 1977), pero
se sabe poco sobre su bionomía y ecología debido a su escasez. En Venezuela se ha reportado
que tiene un alto índice antropofílico (50%) en áreas dondeUn. nuñeztovarifue el principal vector
(Rubio-Palis et al. 1994), y en Cimitarra se registró que fue atraído por una trampa Shannon en
baja densidad en el ambiente extradomiciliario (Brochero et al. 2006).
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Un. (An.) neomaculipalpusde Venezuela se observó que estaba infectado conP. vivaxcon una tasa de
esporozoíticos mayores que los registrados paraUn. (Nueva York) marajoara(0,84 frente a 0,82) o para
Un. (Nueva York) cariño(0,27), el principal vector en la zona (Moreno et al. 2005). En Colombia se observó
que se infectaba naturalmente conP. falciparum(Herrera et al. 1987). De manera similar, Gutiérrez et al.
(2009) registraron dos muestras positivas para infección porP. falciparumen Turbo.
Un.(Ker.)lepidoto
En Colombia esta especie fue confundida conAnofeles (Kerteszia) boliviensispor Bates (1943), quien
registró que, en el Departamento del Meta, era un mosquito muy común con picos de actividad matutino
y vespertino y que se limitaba a las copas de los árboles. Bates (1943, 1944) encontró que esta especie
tenía diversos hábitos de mordida, observando que atacaba a los humanos durante el día, pero a los
Autor Manuscrito
caballos durante la noche. Hallazgos posteriores revelaron que esta especie es muy común en zonas
húmedas de bosque premontañoso del Tolima que se caracterizan por tener abundantes epífitas, entre
ellas la bromelia.Vriesea capituligera, que sirve como sitio de reproducción (Quiñones et al. 1984). Según
estos autores, la especie tenía hábitos diurnos con picos poblacionales entre enero y junio y un máximo
de hematofagia y marcada exofagia entre las 15:00 y las 18:00 horas. Con base en evidencia
epidemiológica, los autores afirmaron queUn.(Ker.)lepidoto cumple varios de los requisitos para ser
considerado como un vector importante en la transmisión deP. vivaxen Tolima. Sin embargo, el nombre
de la especie ha sido cuestionado recientemente y es objeto de estudios morfológicos y moleculares en
curso (Escobar et al. 2010, Bruce Harrison, RC Wilkerson, observaciones no publicadas).
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Dos estudios realizados en la costa del Pacífico colombiano demostraron que era abundante en bosques
Autor Manuscrito
Un. (Ker.) neivaiSe pensaba que era antropófilo, pero sus preferencias alimentarias no se han demostrado de
manera inequívoca. Sin embargo, en Charambirá, ColombiaUn. (Ker.) neivaiSe descubrió que se siente atraído
por los humanos y que su actividad de picadura alcanza su punto máximo durante el crepúsculo, entre las 05:30
y las 06:30 a. m. y entre las 6:00 y las 7:00 p. m. Además, hay un bajo nivel de actividad intradomiciliaria que se
extiende durante toda la noche. En Charambirá se estableció queUn. (Ker.) neivaila actividad comenzó a 10
unidades lux (es decir, equivalente a 1 lumen/m2), alcanzó un máximo de alrededor de tres unidades y finalizó
cuando la luminosidad descendió a 0,1 unidades lux (Murillo et al. 1988b). El primer pico estuvo dominado por
hembras longevas, generalmente multíparas (es decir, más de 3 veces), con mayor oportunidad de transmitir
Plasmodio(Astaiza et al. 1988). Esta observación fue validada por Murillo et al. (1988b), quienes además
analizaron la estructura de rangos de edad de esta especie con base en el estado gonadotrópico de las hembras
capturadas en el campo. Estos autores postularon que las hembras tenían una larga vida útil basándose en el
Autor Manuscrito
Un. (Ker.) neivaino presentó actividad intradomiciliaria pero exhibió un pico de actividad
extradomiciliaria entre las 6:00 y las 8:00 p.m. en otras localidades de la costa pacífica colombiana como
en Zacarias (un pueblo cerca de Buenaventura) (González et al. 1997) y marcada actividad diurna dentro
de los bosques cercanos a los manglares donde predominan sus sitios de reproducción, como en el
área del río Naya (Solarte et al. 1996).
Varios estudios epidemiológicos de campo apuntan aUn. (Ker.) neivaicomo un vector potencialmente
importante de malaria humana en varios sitios entre Buenaventura-Chocó a lo largo de la costa del
Pacífico colombiano (Lee & Sanmartin 1967, Muñoz & Parra 1984, Olah & Montoya 1985, Hurtado &
Solarte 1986, Astaiza et al. 1988). Esta posibilidad se ha visto reforzada por la observación de mosquitos
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naturalmente infectados con ambosP. vivaxyP. falciparum simultáneamente (Herrera et al. 1987, Carvajal
et al. 1989, Gutiérrez et al. 2008) así como por los resultados de infecciones experimentales con
plasmodios(Carvajal et al. 1989) y los resultados de estudios sociológicos (Sevilla-Casas 1993).
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Un.(Nueva York.)rangel
Autor Manuscrito
Esta especie se distribuye al este de los Andes desde Colombia hasta Bolivia, incluyendo Venezuela y
Brasil (Hayes et al. 1987, Póvoa et al. 2001, Fritz et al. 2004, Brochero et al. 2005). En Colombia, se han
encontrado larvas en estanques de piscicultura, arroyos,morichales(palmeras mirity), lagos y arroyos
(Brochero et al. 2005). La actividad de picaduras se produjo alrededor de las casas entre las 6:00 y las 7:00
p. m. (Brochero et al. 2005). Aunque en Perú se encontró que estaba infectado naturalmente con una
enfermedad no especificadaPlasmodioespecie (0,4%) (Hayes et al. 1987) y estar infectado conP. malariae
en Brasil (Póvoa et al. 2001), su estatus vectorial en Colombia ha sido cuestionado. Mientras que Brochero
et al. (2005) no lo consideraron un vector importante, Quiñones et al. (2006) observaron que esta especie
estaba naturalmente infectada conP. vivax(8,7%) en el sur de Colombia y concluyeron que esta especie
estaba involucrada en la transmisión de malaria en esta región.Un. rangelmuestra, en general,
características morfológicas discriminantes tanto en sus estadios inmaduros como en la hembra adulta.
Sin embargo, en algunos casos, y particularmente cuando esta especie se encuentra simpátrica conUn.
Autor Manuscrito
Un.(Nueva York.)oswaldoi sl
Se trata de un complejo de especies bien reconocido (Marrelli et al. 1999). Estos autores informaron
cuatro especies de Brasil y Perú basándose en datos de las secuencias ITS-2. En Colombia,Un. (Nueva
Autor Manuscrito
York) oswaldoies un complejo de al menos dos especies (F Ruiz, observaciones no publicadas). Uno de
estos, es decir,Un. (Nueva York) oswaldoi B, se observó que estaba naturalmente infectado conP. vivaxen
el sur de Colombia, en el estado de Putumayo, con una tasa de infección del 0,27% (Quiñones et al. 2006),
y en Brasil conP. falciparum(tasa de infección 3,41%) (Branquinho et al. 1993).
Un. (Nys.) oswaldoi slha sido registrada como una especie común en la Amazonia colombiana, donde es la
principal especie que pica al aire libre, mientras queUn.(Nueva York.)cariñofue la principal especie que pica en
Observaciones finales
En este resumen, presentamos una revisión de las principales características biológicas de las tres
especies principales de vectores de malaria humana en Colombia y concluimos que deben considerarse
Autor Manuscrito
de máxima prioridad para la vigilancia epidemiológica. Sin embargo, además de estas tres principales
especies vectoras, nuestra revisión también busca dirigir la atención al monitoreo de otras especies
anofelinas que, aunque descuidadas, cumplen muchos de los parámetros ecológicos y epidemiológicos
requeridos para ser consideradas vectores primarios en lugar de secundarios. Coincidimos con Sinka et
al. (2010) que es necesario realizar más estudios de la bionomía de los vectores primarios y secundarios
junto con el estudio de las condiciones locales que afectan la transmisión de la malaria. Los resultados de
la investigación deben entonces ser efectivamente
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incorporados en las nuevas políticas para la eliminación de la malaria (Moonen et al. 2009). Sigue
siendo una necesidad colmar la brecha entre la información ecológica y la epidemiológica. Las
Autor Manuscrito
Aquí se describe la ubicación geográfica de Colombia y las múltiples condiciones ecológicas que
favorecen la diversidad de especies de anofelinos. Desde un punto de vista epidemiológico, tres especies
de lanisorrincosubgénero,Un. (Nueva York) cariño,Un. (Nys.) nuneztovariy Un. (Nueva York) albimanus, se
consideran los principales responsables de la transmisión de plasmodiosa los humanos en el país. Las
restantes especies también pueden presentar características de abundancia, infección esporozoótica y
hábitos de picadura suficientemente compatibles con la capacidad de transmitir el parásito al hombre; sin
embargo, las incertidumbres en su categorización e identificación taxonómica deben resolverse antes de
que se pueda establecer su papel como vectores en apoyo de estudios posteriores de su bionomía y sus
respuestas a las actividades de medidas de control. Otra consideración es que el número de especies
Autor Manuscrito
Es claro que existen dinámicas específicas que afectan a cada área y esto debe tenerse en cuenta desde el
punto de vista administrativo al considerar si se dispone de información suficiente y adecuada para el
diseño de medidas de control de las especies vectoras primarias. Es esencial que la presencia de
complejos de especies hermanas siga siendo un factor clave a considerar al planificar la posibilidad de
resistencia y reaparición. Estos factores pueden desencadenar un fuerte ciclo en el uso de insecticidas
residuales (Brochero & Quiñones 2008). De hecho, el estudio más reciente sobre resistencia realizado en
Autor Manuscrito
Colombia, que abarcó 12 departamentos con al menos tres localidades en cada uno, reveló que las dos
especies principales ya presentan cierto grado de resistencia a algunos de los insecticidas utilizados en
los programas de salud pública (ins. gov.co/?idcategoria=8508#).
en áreas urbanas. Sería interesante estudiar estas dinámicas (especialmente las de reemplazo de
especies) a lo largo del tiempo y a la luz de los cambios que se están presentando en las diferentes zonas
biogeográficas, en el entendido de que, como expresan Brochero y Quiñones (2008): “…las especies son
organismos complejos, dinámicos y en permanente adaptación…”.
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Por estos motivos, los responsables de la salud pública deben prestar más atención a las
interacciones específicas que se producen entre los distintos participantes en el ciclo de
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transmisión (parásitos, vector y huésped). Estas interacciones deben revisarse desde una
perspectiva ecológica y evolutiva. Se debe cuestionar la idea de una “bala mágica” rápida y eficaz y
explicar las condiciones basándose en datos científicos sólidos. El entorno natural es una red
activa de interacciones complejas que reaccionan, a veces de forma inesperada, a los
“tratamientos” (insecticidas y parasiticidas) que se le aplican. Nuestra esperanza es que los
estudios aquí descritos arrojen luz sobre la ecología (por ejemplo, hábitos alimentarios, sitios de
reproducción y ciclos nictamerales) de la especie y sean una contribución útil para la clarificación
de la identificación taxonómica, sistemática y vectorial. En su conjunto, contribuirán al diseño,
implementación y establecimiento de medidas de control precisas y fundamentadas, cuyo coste-
beneficio pueda medirse en términos ecológicos y socioeconómicos y, sobre todo, garantizar la
sostenibilidad espacio-temporal. Finalmente, esperamos que esta revisión, por sí sola,,Fomentar el
estudio de la bionomía de lasAnofelesen Colombia.
Autor Manuscrito
Expresiones de gratitud
Al Departamento de Biología de la Universidad del Valle y al Instituto de Inmunología del Valle, por el tiempo asignado
a JML, RG y YAS para esta revisión, al Dr. R Dillon, por una revisión de una versión preliminar, y a los evaluadores
anónimos, quienes enriquecieron altamente la calidad de la revisión con sus comentarios y recomendaciones.
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Figura 1.
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Autor Manuscrito
Autor Manuscrito
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Figura 2.
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Autor Manuscrito
Autor Manuscrito
Fig. 3.
distribución en Colombia deAnofeles(nisorrinco)nuñeztovari: Norte de Santander (Sarare y
Catatumbo), Bajo Cauca-Nechi, Urabá, Magdalena Medio. Se ha registrado hasta los 900 m y
en zonas de alta pluviosidad.
Autor Manuscrito
Autor Manuscrito
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TABLA I
Subgénero Especies
Un.(Ker.)homúnculoCompañero,Un.(Ker.)bellator
avector principal;
bvector secundario;
Cvector sospechoso.
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Detalles sobre las principales especies del texto. Fuentes: Gast (1943), Olano et al. (2001), González y Carrejo (2009) Quiñones et al. (2006).
Autor Manuscrito
Miembro del Instituto Oswaldo Cruz. Manuscrito del autor; disponible en PMC 2016 el 15 de abril.
Autor Manuscrito Autor Manuscrito Autor Manuscrito Autor Manuscrito
TABLA II
Características biológicas de las principales especies deAnofelesde importancia epidemiológica en la transmisión de malaria en Colombia
Especies Preferencia de anfitrión ciclo de mordida Estado taxonómico infección natural Estado vectorial Referencias
Un. (Nueva York) cariño Humanos bimodal Homogéneo Puerto Libertador (Córdoba) Chocó, Putumayo, oriente Primario González et al. (2007),
llanuras Rodríguez et al. (2009),
Gutiérrez et al. (2010b)
Un. (Nys.) nuneztovari Humanos bimodal Complejo de especies Tierralta y Montelíbano Tibú (Norte de Santander) Primario Fajardo et al. (1983),
(Córdoba), Buenaventura Fajardo y Alzate
(Valle) (1987), Olano et al.
(1997), Posso et al.
(2003), Brochero et al.
(2006)
Un. (Nueva York) albimanus animales bimodal Homogéneo Nuquí (Chocó), Buenaventura Buenaventura (Valle) Primario Herrera et al. (1987),
(Valle) Quiñones et al. (1987),
Solarte et al. (1996),
Gutiérrez et al. (2008,
2009)
Un. (Nueva York) rangeli Humanos bimodal Complejo de especies sur de colombia - Secundario Quiñones et al. (2006),
Zapata et al. (2007)
Un. (Nueva York) oswaldoi animales NIA Complejo de especies sur de colombia - Secundario Quiñones et al. (2006)
Un. (An.) pseudopunctipennis animales NIA Incierto Observaciones circunstanciales - Secundario Ocampo et al. (2000)
Un. (An.) punctimacula NIA NIA ¿Complejo de especies? NIA NIA Secundario Olano et al. (2001),
González et al. (2010)
Un. (An.) calderoni Humanos Unimodal Complejo de especies NIA NIA Secundario Olano et al. (2001),
Lucumí et al. (2009)
Un. (An.) neomaculipalpus Humanos NIA - NIA Turbo Secundario Gutiérrez et al. (2009)
Miembro del Instituto Oswaldo Cruz. Manuscrito del autor; disponible en PMC 2016 el 15 de abril.
Un. (Ker.) lepidoto Humanos Unimodal ¿Complejo de especies? NIA Secundario (comoUn. lepidoto)
Incriminación circunstancialb
Un. (Ker.) neivai Humanosa bimodal ¿Complejo de especies? Charambirá (Chocó) Charambirá (Chocó), Secundario Gutiérrez et al. (2008),
Buenaventura (Valle) Herrera et al. (1987),
Astaiza et al. (1988),
Carvajal et al. (1989)