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¿Por qué es importante la mujer

para la iglesia?

El rol y la importancia de la mujer al interior de la Iglesia Católica, es un tema del que,


necesariamente, debemos hacernos cargo en el momento actual de nuestra historia,
sobre todo por el hecho de estar insertos en el contexto de una comunidad eclesial,
mayoritariamente femenina y, de una sociedad occidental que ha dado importantes
pasos en el camino a la justicia y la igualdad de género.

-Igualdad de género: La igualdad de género es un valor fundamental en la sociedad


actual. La Iglesia debería reflejar este principio, permitiendo una mayor participación y
liderazgo de las mujeres en todas las áreas, incluyendo el clero.

-Perspectiva y experiencia únicas: Las mujeres aportan una perspectiva y una experiencia
únicas a la Iglesia que pueden enriquecer las enseñanzas y prácticas religiosas. Su
inclusión puede ayudar a abordar cuestiones relevantes para las mujeres y las familias

-Desarrollo espiritual y fortalecimiento de la comunidad: Al permitir que las mujeres


desempeñen un papel más activo en la Iglesia, se les brinda la oportunidad de crecer
espiritualmente y contribuir al bienestar y fortalecimiento de la comunidad religiosa en
su conjunto. Esto puede llevar a una Iglesia más diversa, inclusiva y vibrante.

-Necesidades pastorales y sociales: Las mujeres a menudo están en la primera línea de la


atención pastoral y trabajan en muchas áreas sociales, como la educación y el cuidado de
la salud. Reconocer y apoyar su contribución en la Iglesia puede mejorar la capacidad de
la comunidad religiosa para abordar las necesidades pastorales y sociales de manera
efectiva.

En resumen, la incorporación de las mujeres en la Iglesia se basa en la búsqueda de la


igualdad de género, la diversidad de perspectivas, el enriquecimiento espiritual y la
adaptación a las necesidades pastorales y sociales actuales. Es un tema que ha sido objeto
de debate y discusión en muchas denominaciones religiosas y sigue siendo relevante en
la actualidad.

¿QUE ES EL SINODO?
(El significado de la palabra sinodo, es caminar juntos)
El documento final pide que ellas estén en puestos de poder, que en un año se
presenten conclusiones sobre el diaconado femenino y que se siga estudiando la
cancelación del celibato en algunas circunstancias

El Sínodo no es, sencillamente, una reunión de un grupo representativo de Obispos


del mundo que con cierta regularidad se da cita en Roma para tratar temas
pastorales que le conciernen a la Iglesia Universal. Por supuesto, el Sínodo como
“Asamblea General Ordinaria” es un valioso órgano de la Iglesia que desde 1965, es
decir, después del Concilio Vaticano II, se ha constituido como apoyo de los Papas
para escuchar la voz del Pueblo de Dios que peregrina en las Iglesias Particulares y
discernir “planes pastorales” para la Iglesia en general.

La próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se llevará a
cabo en Roma, en el año 2023, sin embargo, es inédita pues busca que aquella
escucha del Pueblo de Dios se realice a través de una consulta real y cercana en el que
todos sean escuchados a través de encuentros sinodales parroquiales, supra-
parroquiales, diocesanos, nacionales y continentales. Por este motivo, el Proceso
Sinodal tiene un periodo largo: 2021-2023.

La palabra Sínodo significa “caminar juntos”. En este caso, el Sínodo no será ni un


parlamento ni un documento ni siquiera una reunión sino la experiencia de caminar
juntos como Pueblo de Dios sintiéndonos corresponsables del futuro de la Iglesia.

«Recordamos que la finalidad del Sínodo, y por lo tanto de esta consulta, no es


producir documentos, sino «hacer que germinen sueños, suscitar profecías y
visiones, hacer florecer esperanzas, estimular la confianza vendar heridas, entretejer
relaciones, resucitar una aurora de esperanza, aprender unos de otros, y crear un
imaginario positivo que ilumine las mentes, enardezca los corazones, dé fuerza a las
manos».

EL ROL DE LA MUJER EN LA IGLESIA:


La relevancia de la mujer en la Iglesia

En todo el mundo, se celebra el Día de la Mujer, marcando la ocasión con diversas


actividades como manifestaciones, conferencias, declaraciones institucionales y
congresos.

La Iglesia es el lugar ideal para poner en práctica la enseñanza de que "los primeros
serán los últimos", palabras del propio Jesucristo. El servicio, la donación y la
misericordia son más grandes, importantes y poderosos que cualquier cargo
ejecutivo. No me corresponde a mí decidir el papel de la mujer en la Iglesia, pero
apoyo la iniciativa del Papa Francisco de crear una comisión para estudiar el papel de
la mujer en los primeros años de la Iglesia.
Reconozco que en muchos lugares, las mujeres pueden sentirse relegadas a roles de
escasa decisión, con una presencia considerada irrelevante, y enfrentándose a una
cultura machista, tanto en la sociedad como en la Iglesia. A pesar de ello, rechazo la
idea de que la mujer carece de importancia en la Iglesia. María, la Madre de
Jesucristo, está después de él, y numerosas mujeres han sido Doctoras de la Iglesia y
han influido en su desarrollo a lo largo de la historia.

En momentos en los que la práctica la religión ha descendido son las mujeres


quienes , continúan llenando iglesias, cuidando objetos sagrados, velando por sus
comunidades y educando en la fe a sus hijos y nietos.

¿Qué dice el Papa Francisco sobre el papel de la mujer en la Iglesia Católica?

En el año 2013, durante su vuelo de regreso a Roma, Jean-Marie Guénois le planteó


al Papa una pregunta sobre el diaconado femenino. En respuesta, el Papa expresó
que "una Iglesia sin mujeres es como un Colegio apostólico sin María". Destacó que
el papel de la mujer en la Iglesia va más allá de la maternidad y de ser la madre de la
familia, afirmando que es algo más significativo. Subrayó que la Virgen María es más
importante que los Apóstoles y que la Iglesia en sí misma es femenina: es Iglesia, es
esposa y es madre.

Expresó que Pablo VI escribió de manera excepcional sobre las mujeres, pero destacó
la necesidad de ir más allá en la clarificación del papel y carisma femenino en la
Iglesia, subrayando que una Iglesia sin mujeres es incompleta.

Asimismo, señaló la falta de una teología profunda de la mujer en la Iglesia, más allá
de asignar roles como monaguillas, presidentas de Cáritas o catequistas. Insistió en
la necesidad de desarrollar una teología más profunda que explore la riqueza del
papel femenino en la Iglesia.

Cuando la periodista Ana Ferreira de Brasil le consultó sobre la ordenación


sacerdotal de las mujeres, el Papa reconoció que la participación de las mujeres no
debería limitarse a roles específicos, pero recordó que la Iglesia ha cerrado la puerta
a la ordenación de mujeres, una decisión formulada de manera definitiva por Juan
Pablo II. Afirmó que, aunque la mujer es fundamental en la Iglesia, es necesario
profundizar teológicamente en cómo se manifiesta esta importancia, ya que, según
él, falta una explicación más detallada.

En 2016, durante el vuelo de Suecia a Roma, el Papa reiteró que la última palabra
sobre la ordenación de mujeres fue pronunciada por san Juan Pablo II, y esa posición
permanece inalterada.

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