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Universidad Tecnológica de Santiago

(UTESA)

Presentado por:

Elizabeth Sánchez de los Santos

Matricula

1-18-0978

Presentado a:

Criselda Gruz

Asignatura:

Manejo de Conflicto

Grupo:

001

Santiago, República Dominicana


Efectividad en el manejo de conflictos

La negociación es una herramienta crucial para resolver disputas, pero puede fallar,
lo que lleva a consecuencias desastrosas. Los investigadores se interesan cada vez
más en el análisis de las acciones y reacciones durante un conflicto, buscando
entender qué conductas son efectivas. Se analiza cómo las conductas de gestión
del conflicto afectan su efectividad, considerando la interacción, la interdependencia
y la percepción de oposición entre las partes. A diferencia de estudios anteriores
que se centraban en las predisposiciones conductuales, este estudio examina las
secuencias conductuales durante un conflicto interpersonal diádico para comprender
mejor su gestión y efectividad.

En el estudio sobre secuencias conductuales en la gestión del conflicto, se parte de


la definición de conflicto como la percepción de aspiraciones divergentes entre
partes interdependientes. A diferencia de enfoques anteriores que se centraban en
las predisposiciones conductuales, este estudio se enfoca en observar el proceso de
interacción social durante el conflicto. Se busca entender cómo las secuencias de
comportamiento afectan la efectividad de la gestión del conflicto en situaciones
diarias, donde interactúan dos partes. Esto implica analizar cómo las acciones y
reacciones de los involucrados influyen en el curso y desenlace del conflicto.

La gestión del conflicto se aborda desde tres perspectivas: única, contingente y


compleja. La perspectiva única considera que ciertos estilos de gestión son más
efectivos, como la solución de problemas, mientras que enfoques dominantes o
competitivos suelen tener resultados perjudiciales. La perspectiva contingente
sostiene que la efectividad depende de la situación, pero no considera la
complejidad secuencial de las interacciones. Por otro lado, la perspectiva compleja
examina la efectividad en tres dimensiones: simultánea, temporal y secuencial. Esta
última dimensión, la complejidad secuencial, analiza cómo las secuencias de
comportamiento durante la interacción influyen en la efectividad diádica,
distinguiendo entre reciprocidad y complementariedad en las respuestas a las
acciones del adversario.
El estudio involucró a 87 participantes, mayoritariamente personas en roles
directivos (97.7%), inscritas en programas de Tercer Ciclo en universidades
españolas y en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales. La muestra incluyó un
37.9% de hombres y un 61.1% de mujeres, con edades entre 22 y 56 años (media
de 29.95 años). Los participantes desconocían los objetivos del estudio, presentado
como un ejercicio práctico sobre gestión del conflicto.

El procedimiento consistió en que los participantes se reunieron con los


investigadores, recibieron instrucciones sobre el ejercicio y completaron un
cuestionario sociodemográfico. Se les explicó que debían gestionar un conflicto con
un subordinado a través de una comunicación mediada por ordenador. Se les instó
a prestar atención a los mensajes en la pantalla, leer detenidamente su papel en el
rol-play y prepararse sin presión temporal antes de iniciar la interacción en el
ordenador.

En este estudio se evaluaron dos variables principales: las conductas de gestión del
conflicto y la efectividad diaria. Las conductas de gestión del conflicto se analizaron
mediante observaciones de las interacciones, utilizando un sistema de categorías
basado en la tipología conductual de Van de Vliert y Euwema. Se entrenaron seis
jueces para codificar estas conductas, logrando una alta fiabilidad interjueces (índice
y medio de 0.90). La efectividad negociadora se evaluó también mediante
observaciones de las interacciones, utilizando una escala de apreciación con ocho
dimensiones. Dos observadores entrenados codificaron esta variable, con
correlaciones muy elevadas entre ellos (media de 0.79).

Para analizar las secuencias de conductas de gestión del conflicto, se utilizó un


análisis secuencial de retardos, donde cada turno de palabra se consideraba como
una observación. Se identificaron patrones conductuales de negociación al
comparar las frecuencias observadas con las esperadas de las secuencias de
gestión del conflicto. Se utilizó el programa estadístico Generalized Sequential
Querrier (GSEQ) para este análisis, que permite el estudio de datos secuenciales de
eventos.
El estudio se centró en analizar patrones de reciprocidad y complementariedad
entre negociadores ante un conflicto escalado, relacionándolos con su efectividad.
Se encontró que los negociadores efectivos rompen el curso establecido por el
oponente al utilizar conductas complementarias. Esto puede reflejar una respuesta
espontánea del sujeto o una percepción de debilidad en el oponente. Las conductas
de no confrontación pueden ser interpretadas como defensivas ante un ataque y
como un intento de mantener relaciones futuras. Estos hallazgos sugieren que las
estrategias de gestión del conflicto están influenciadas por las acciones del
oponente y por las relaciones interpersonales.

El estudio no confirmó completamente la hipótesis de reciprocidad en un conflicto


escalado, pero encontró que las conductas de lucha directa, indirecta y evitación,
así como las respuestas más frecuentes, estaban relacionadas con la consecución
de intereses personales. Los negociadores efectivos respondieron de manera
complementaria a las intervenciones del oponente para escalar el conflicto,
utilizando lucha directa cuando el oponente trivializa el incidente.

En resumen, el estudio analizó cómo los individuos gestionan los conflictos en


situaciones escaladas, destacando la importancia de las respuestas
complementarias a las conductas del oponente. Aunque no se confirmó plenamente
la hipótesis de reciprocidad, se encontró que las conductas utilizadas reflejaban la
búsqueda de intereses personales. Los negociadores efectivos respondieron con
estrategias como la lucha directa ante la trivialización del conflicto, y utilizaron la
acomodación y la solución de problemas para integrar los intereses de ambas
partes. Estas respuestas reducen la intensidad del conflicto y mejoran las
relaciones. Aunque el estudio tiene limitaciones, sus hallazgos destacan la
importancia de formar a los negociadores para romper patrones escalados y
gestionar los conflictos de manera efectiva, considerando los intereses mutuos.

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