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LA FILÓSOFA MÁRTIR: HIPATIA DE ALEJANDRÍA

Hipatia fue una científica y filósofa muy importante de la antigüedad tardía, cuando el cristianismo,
ocupaba un lugar predominante en la política y la sociedad romanas. Estudió ciencias aplicadas y se cree
que inventó el hidrómetro, un instrumento para destilar agua y medir la densidad de los líquidos. Más
tarde, alcanzó grandes conocimientos y ocupó la cátedra de filosofía en la escuela de Alejandría, donde
enseñaba las doctrinas de Platón y Aristóteles, a cristianos y paganos y pudo seguir enseñando hasta el
415.

Hipatia al inicio se dedicó a las ciencias igual que su padre, con el que trabajó en diversas obras. Éste, Teón
de Alejandría, fue un conocido matemático, astrónomo y director de la Biblioteca del Serapeo.

Según David Hernández de la Fuente, Hipatia tuvo reconocimiento por personajes históricos, como dice en
uno de sus artículos, “ «El historiador cristiano Sócrates la considera la tercera cabeza de la historia del
platonismo, tras el propio Platón y Plotino. Asimismo, el pagano Damascio la consideraba una gran
maestra» ”. Además, el autor del artículo, también cita “Sócrates escribió de ella: «Gracias a su aplomo y
cortesanía, que había adquirido mediante el cultivo de su mente, aparecía a menudo en público en
presencia de los magistrados.Y no se sentía intimidada al asistir a una asamblea de hombres. Pues todos la
admiraban por su extraordinaria dignidad y virtud» ”.

La figura de Hipatia es relevante en muchos aspectos, pues era excepcional e inusual que una mujer
tuviese conocimientos matemáticos, científicos y filosóficos, ya que incluso unas pocas generaciones
anteriores a las nuestras eran analfabetas y destacaba además que tuviera la influencia política y social que
tuvo, pues resulta que muchos recurrían a ella para asuntos muy variados.

Situaciones como la de Hipatia eran extrañas hace no tanto. Antes hemos nombrado que ella escribió junto
a su padre ya que tenían estudios e intereses similares y, aunque no lo sepamos, podría ser que Hipatia no
tuviera el poder de escribir a su nombre, y que por lo tanto aprovechara el interés que tenían en común
para poder escribir, aunque no se supiera que ella fuera parte de ello. Estructuras de este tipo, se veían a
mediados del siglo XIX donde una mujer no tenía la potestad de tener una cuenta de banco a su nombre e
incluso, si vamos hacia épocas más pasadas, la mujer no llegaba a ser “mayor de edad” ya que estaba bajo
la tutela de su padre y nada más se casaba, pasaba a estar bajo la del marido.

Se cree que Cirilo vio a mucha gente en la escuela de Hipatia y sabiendo que todos buscaban sus lecciones,
empezó a odiarla. Pero, podemos creer que su odio se debía sobre todo a la influencia social y política que
tuvo. Cirilo creó un ambiente hostil hacia ella y, cabe suponer, animó a sus defensores para que la mataran.

Su muerte fue trágica, le quitaron la ropa y la arrastraron hasta una iglesia donde la despedazaron y le
arrancaron la carne de sus miembros. Reunieron sus restos y los tiraron al fuego. Muchos condenan este
crimen y la postura de Cirilo y otros justificaron la del obispo considerando a Hipatia como una peligrosa
hechicera.

Es fascinante como a pesar de la época en la que vivió Hipatia, ahora podamos conocer su
historia y ver que la sociedad ha avanzado. Si muchos hubieran pensado lo que Sócrates en las
citas anteriormente nombradas, puede que todo hubiese sido diferente.
BIBLIOGRAFÍA

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