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De la acidia o pereza.

P
UNTO PRIMERO ellas, salpicando de una en otra por del cuerpo, callejeando por varias
1. La acidia, que quitar el enfado, hasta dejar el bien partes por gastar el tiempo y
comúnmente llamamos comenzado, volviendo atrás como recrearme, apeteciendo mudanzas,
con el nombre de el perro al vómito. sin tener estabilidad en cosa alguna
pereza, es una tristeza desordenada si no es en ser mudable.
y tedio fastidioso de los ejercicios 2. El quinto, es desmayo y
virtuosos. Se peca en ella de muchas desconfianza de salir con la 3. Finalmente, a este vicio tocan
maneras, por muchos vicios que pretensión de las virtudes y con la todos los pecados de omisión y las
trae en su compañía. El primero, es victoria de las tentaciones, hasta negligencias en las cosas del divino
temor demasiado de los trabajos y caer en el abismo de la servicio, las cuales son
asperezas de la virtud, huyendo de desesperación. El sexto, es rencor o innumerables, y apenas hallaré
ella por esta causa: de donde indignación contra las personas obra buena que no tenga alguna de
procede la tristeza y tedio de sus espirituales, porque me dan en estas faltas o en el principio o en el
ejercicios, y hacerlos con enfado. El rostro sus virtudes y buenos medio o en el fin; por lo cual me
segundo, es pusilanimidad y ejemplos, o porque siento mucho tengo que acusar grandemente
cobardía en acometer cosas arduas los avisos y correcciones que recibo delante de Nuestro Señor,
del divino servicio, escondiendo de ellos. El séptimo, es ociosidad, diciéndole: Confieso, Dios mío, que
por esta causa los talentos que Dios perdiendo el tiempo precioso que en solo este vicio he pecado tantas
me ha dado, y no usando de ellos Dios me dio para trabajar. Además, veces, que no tienen número mis
cuando la ley de la justicia o caridad sueño demasiado y somnolencia en pecados; y así todos juntos los
me obliga. El tercero, es pereza y las obras buenas, especialmente en arrojo en la muchedumbre sin
flojedad en el cumplimiento y los ejercicios espirituales de número de tus infinitas
observancia de la ley de Dios, de los oración, lección, misa, sermones y misericordias, para que remedies la
consejos evangélicos, de los pláticas de Dios, por el poco gusto muchedumbre sin número de mis
estatutos y reglas de mi estado y que hallo en ellas. El octavo, es miserias.
oficio, haciendo estas cosas a poco vagueación en diversas cosas
más o menos con quiebras, ilícitas y vanas por entretenerme, PUNTO SEGUNDO
dilaciones y repugnancias por como son distracciones voluntarias 1. Lo segundo, he de considerar los
miedos y a mas no poder, con fines de pensamiento e imaginación, gravísimos daños de la acidia y
bajos e intenciones serviles y parlería y soltura de lengua en pereza: unos que nacen de ella
rateras. El cuarto, es inconstancia palabras ociosas; juegos vanos; misma, y otros añadidos por justo
en proseguir las obras de virtud, y vista de representaciones profanas; castigo de Dios en esta vida y en la
llevarlas a cabo con inestabilidad en curiosidad de sentidos; vagueación otra. Los primeros son gravísimos,

PRIMERA PARTE – MEDITACIÓN 24


porque la tibieza es penosa y deseos: los temores les oprimen, y pasada, líbrame de ella por tu
peligrosa, sombra de muerte y muy los deseos les atormentan; trabajan misericordia, para que merezca
cercana al infierno, vacía el corazón mucho y medran poco, porque la entrar en la tierra de promisión
de consuelos celestiales, lo llena de carga de la divina ley les pesa eterna. Amén.
tristezas, y abre la puerta a mucho, y merecen poco en llevarla,
innumerables tentaciones del a causa de la mucha repugnancia y PUNTO TERCERO
demonio; el cual viene a morar muy tedio con que la llevan; y así viven 1. Lo tercero, consideraré los bienes
de asiento en el alma que halla en peligro de dejarla, cayendo en la grandes que alcanzaré si venzo la
ociosa y vacante, trayendo consigo maldición de Jeremías, que dice: acidia y pereza abrazando la alegría
otros siete demonios peores, que “Maldito sea el que hace la obra de espiritual y el fervor en el servicio
son la muchedumbre de los Dios con negligencia y fraude”. Y en de Dios. Porque primeramente las
pecados, porque todos se recogen la otra muy terrible que Cristo obras de virtud me serán fáciles y
en el alma perezosa y ociosa; la cual, nuestro Señor amenazó a un obispo suaves: trabajaré poco y medraré
según dice Salomón, a semejanza de tibio diciéndole que si no se mucho, creciendo mucho en poco
viña o heredad que no se labra, ni enmendaba, le vomitaría y lanzaría tiempo: como los obreros que
tiene valladar o cerca, está llena de de sí y del cuerpo místico de su vinieron tarde a la viña, trabajaron
ortigas de pecados y de espinas de Iglesia. con tanto fervor que merecieron
pasiones y amarguras, es pisada y tanto premio en una hora, como los
hollada de los demonios y de los 3. Finalmente, como el siervo flojo, tibios que habían trabajado
varios pensamientos que como que enterró el talento de su señor, muchas, sufriendo el peso del día y
pasajeros entran y salen por ella; de perdió lo que tenía, y fue arrojado del estío, el cual peso no sintieran si
donde resulta extraña pobreza de en las tinieblas exteriores, donde hubieran trabajado con fervor;
los bienes espirituales y mendiguez hay perpetuo llanto y crujir de porque la alegría del espíritu hace
desaprovechada; porque quien no dientes; así será castigado el la carga de la ley muy ligera y su
aró ni trabajó en el invierno de esta perezoso en el infierno con pena yugo muy suave. Y además de esto
vida, mendigará en el estío de la muy proporcionada a su pereza, aumenta los merecimientos, dobla
muerte, y no hallará quien le dé lo quitándole el talento de la fe y los talentos recibidos, causa grande
que pide: como las cinco vírgenes esperanza que tenía sepultado. Y paz en el alma, y asegura mucho la
que, echándose a dormir por pereza porque amó la ociosidad, y perseverancia para alcanzar la
mendigaron aceite para sus temblaba del trabajo, vivirá en gloria.
lámparas, y no hubo quien se le perpetuas tinieblas, no obrando,
diese. sino padeciendo, temblando y 2. También puedo ponderar, como
dando diente con diente, por la Dios nuestro Señor gusta
2. Además de esto, los justos terribilidad del tormento que grandemente de que le sirva con
padecen gravísimos daños con la padece. Oh Dios eterno, por cuya fervor y alegría, porque como él es
tibieza; la cual es como carcoma de sentencia los cobardes y perezosos esencialmente la misma alegría, y
las virtudes, polilla de las buenas perecieron en el desierto, sin entrar todas las obras que hace, y las
obras, acíbar de las conciencias, en la tierra que les habías mercedes que nos da, es con grande
destierro de las divinas prometido, confieso que por mi alegría, gozándose en hacernos
consolaciones, disminución de los pereza merezco ser echado de tu bien, justísimamente me manda
merecimientos, y aumento de sus casa, excluido de tu reino, y atado que yo le sirva y le dé cuanto me
trabajos, porque los tibios en la de pies y manos ser arrojado en el pide, no con tedio y tristeza, ni por
virtud andan llenos de temores y de abismo. Pésame, Señor, de la tibieza fuerza y con repugnancia, sino con

PRIMERA PARTE – MEDITACIÓN 24


fervor y alegría de corazón: Hilarem voluntad en la tierra. Y así con alegraste como gigante para correr
enim datorem diligit Deus, porque grandes veras he de pedir a Dios tu carrera con ser muy áspera,
Dios ama al dador alegre. A este nuestro Señor este espíritu concédeme la salud y alegría del
hace grandes mercedes, y oye las nobilísimo de alegría en su servicio, espíritu que me ganaste, para que
peticiones y deseos de su corazón; y diciéndole con David: “vuelve la corra de tal manera mi carrera que
finalmente le da a gustar la alegría alegría de tu salud, y confírmame merezca ganar la corona eterna.
que se goza en el cielo, porque con tu espíritu principal”. Oh Amén.
cumple alegremente la divina Salvador del mundo, que te

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