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PRINCIPALES CULTURAS

ANTIGUAS DE MEXICO
• CULTURA OLMECA
La cultura olmeca (también llamada civilización olmeca) fue una cultura
precolombina que habitó en Mesoamérica desde mediados del período
Formativo o Preclásico (alrededor del 1200 a. C.) hasta el inicio del
período Preclásico Tardío (en torno al 400 a. C.). Se la suele considerar la
“madre” de las demás culturas mesoamericanas, pues fue la primera
sociedad compleja del área y ejerció mucha influencia en la región.
El término “olmeca” (olmecatl) significa “habitante de la región del hule”
en lengua náhuatl (la lengua hablada por los aztecas). Es el nombre que
les dio muchos siglos después el Imperio azteca o mexica a los habitantes
de los actuales estados de Veracruz y Tabasco, posiblemente sin
distinguir su origen étnico o lingüístico. Sin embargo, es el único vocablo
del que se dispone para llamar a los olmecas, pues se desconoce cómo
se llamaban a sí mismos.
Tradicionalmente, se considera a los olmecas como quienes inauguraron
un estilo artístico y arquitectónico mesoamericano, del que todavía
persisten abundantes restos, desde Jalisco hasta Costa Rica. Sus motivos
fueron luego adoptados y reelaborados por las culturas posteriores de la
región. La decadencia de la cultura olmeca y de su arte se suele ubicar
en el 400 a. C.

• CULTURA TEOTIHUACANA
Se habla de cultura teotihuacana o de cultura de Teotihuacán para
referirse a los pobladores originarios de la ciudad antigua de
Teotihuacán, uno de los mayores centros urbanos de la Mesoamérica
prehispánica. Esta ciudad fue fundada alrededor del 100 a. C.
Se sabe poco respecto al carácter étnico de esta cultura
mesoamericana, aunque algunas investigaciones sugieren que pudo
tratarse de un centro multicultural, con habitantes provenientes de
diversos grupos étnicos.
Aún se desconocen muchos aspectos de la cultura teotihuacana, y sus
orígenes y desaparición son objeto de debate entre los especialistas. Se
sabe de su existencia principalmente por las ruinas de su ciudad,
Teotihuacán, uno de los centros urbanos más grandes de todo el mundo
en su época de esplendor.
La extensa influencia de esta cultura se observa en los motivos
teotihuacanos hallados en las ruinas de otros centros ceremoniales
mesoamericanos, como Tikal o Chichen Itzá. Incluso con posterioridad a
la caída y abandono de Teotihuacán, esta ciudad fue un centro de
peregrinaje de otras culturas mesoamericanas, como los mexicas o
aztecas, quienes le atribuían una importancia religiosa.
Dado que se ignora cómo se llamaban a sí mismos los teotihuacanos, el
nombre que se les da en la actualidad proviene del náhuatl, la lengua
de los mexicas, y significa “lugar de los dioses”.
La ciudad de Teotihuacán fue destruida en el siglo VII d. C. y después
abandonada, posiblemente por una combinación de factores climáticos
y políticos. Hoy en día es una importante zona de monumentos
arqueológicos, con un alto interés turístico e histórico, y es célebre por sus
grandes pirámides.

• CULTURA MAYA
Se conoce como la cultura o civilización mayas al conjunto de los
pueblos precolombinos que gobernaron Mesoamérica durante 18 siglos,
desde la Época Preclásica (2000 a.C. – 250 d. C.) del continente, hasta la
Época Posclásica (900-1527 d. C.), cuando se produjo la Conquista de
América.
Fue una de las civilizaciones más destacadas en la América originaria
toda. Dejaron tras de sí un conjunto importante de ruinas y un legado
cultural que inspiró a las culturas posteriores, parte del cual aún
sobrevive.
Los mayas son celebrados por distintos aspectos de su avanzada cultura.
Por ejemplo, inventaron el único sistema completo de escritura de
América precolombina, y desarrollaron un conocimiento propio en
materia artística, arquitectónica, matemática, astronómica y ecológica.
Entre otras cosas, se les atribuye la invención del cero.
Por todas estas razones, durante su apogeo fueron la cultura dominante
de toda la región. Controlaron gran parte del territorio mesoamericano y
mantuvieron dinámicas relaciones de intercambio con otras culturas
vecinas, como fueron los olmecas o los mixtecos.
• CULTURA HUASTECA
La cultura huasteca es un rico y antiguo pueblo que ha tenido la suerte
de pervivir hasta nuestros días. Con una historia y tradiciones muy rica, los
huastecos o teenek han sabido combinar su cosmovisión con las nuevas
influencias europeas desde la llegada de Hernán Cortés.
La cultura huasteca es el nombre con el que se conoce al pueblo
teenek, una cultura de origen maya que se asienta en la región cultural
de la Huasteca, repartida entre varios estados de México. A diferencia
de lo que ha sucedido con otros pueblos prehispánicos, las huastecas o
teenek han conseguido sobrevivir al paso del tiempo, manteniendo su
lengua, tradiciones e identidad étnica, pero incorporando a su cultura
influencias europeas.
El nombre de huasteca no proviene del idioma de este pueblo, sino del
náhuatl, concretamente de la palabra “cuextécatl”, la cual podría tener
dos significados: o bien “caracol pequeño”, en caso de que venga de
“cuachalolotl”, o bien “guaje”, un tipo de leguminosa, teniendo como
origen etimológico la palabra “huaxitl”.
Se cree que esta cultura tiene unos 3.000 años de antigüedad,
desarrollando sus rasgos más distintivos cerca del 750 d.C. Una de las
prácticas más llamativas de los ancestros de los actuales huastecos es la
deformación craneal como indicador de estatus dentro de la jerarquía
política. Además de ello, también se mutilaban los dientes y se
perforaban nariz y orejas. Otra de las características más llamativas de
esta antigua cultura fue la de que tenían una configuración política
similar a la de las antiguas polis helénicas.

• CULTURA TOTONACA
La cultura totonaca se desarrolló durante los períodos culturales clásico
(desde el año 300 hasta el 950 d.C.) y posclásico (desde el año 950 hasta
el 1520 d.C.). Fue adoptada por los pueblos indígenas mesoamericanos
que habitaron en México, en el territorio que hoy conforman los estados
de Veracruz y parte de Puebla. Su nombre es el plural de “totonacatl” y
hace referencia a “los habitantes de la región de Totonacapan”. Algunos
autores han interpretado la palabra “totonaco” como “hombre de tierra
caliente”.
El imperio totonaco resultó ser una cultura pacífica que no recurría a la
violencia, sino que resolvían los conflictos por vía pacífica y diplomática.
Sobresalió por sus expresiones artísticas, aplicadas en la arquitectura de
las ciudades precolombinas de Papantla, Cempoala y El Tajín. Las tres
formaron una asociación de metrópolis conocida como “los tres
corazones”. Las comunidades totonacas cayeron en el dominio de los
aztecas quienes, años más tarde, fueron desplazados por los españoles
(que llegaron al continente americano en el siglo XVI).

• CULTURA ZAPOTECA
La cultura zapoteca es una de las civilizaciones precolombinas más
antiguas e importantes, que tuvo su etapa de expansión en los períodos
preclásico y clásico (entre los años 500 a. C. y 900 d. C.). Se asentó en las
tierras más altas del sur de Mesoamérica, en la zona de los actuales
estados mexicanos del Valle de Oaxaca, Guerrero y Puebla.
A diferencia de la mayoría de los pueblos indígenas mesoamericanos, no
se conocen leyendas o datos que revelen su trayecto migratorio. Sin
embargo, hay evidencias de que los zapotecas creían en su
procedencia directa desde el cielo, por lo que se llamaban a sí mismos
“la gente de las nubes”, apodo que hacía referencia, además, a su
asentamiento en tierras a grandes alturas.
El nombre zapoteco deriva de la lengua náhuatl tzapotecatl que
significa “gente del árbol zapote”.

• CULTURA TOLTECA
La cultura tolteca es una de las tantas civilizaciones precolombinas de
Mesoamérica, que habitó la zona del actual México y su desarrollo
abarcó parte de los períodos clásico y postclásico mesoamericano, es
decir, entre los años 800 d.C. y 1200 d.C.
En la lengua náhuatl (azteca-mexicana) tolteca significa “maestros
constructores”, concepto que se relaciona con el carácter mítico de su
arquitectura, en especial, las construcciones de la capital Tollan-
Xicocotitlan.
Sus conocimientos religiosos y astronómicos ejercieron influencia en la
mayoría de los pueblos indígenas mesoamericanos, quienes
consideraban el linaje tolteca como signo de respeto y de autoridad.

• CULTURA MIXTECA
La cultura mixteca o civilización mixteca fue una de las más antiguas
culturas precolombinas mesoamericanas, antecesora del actual pueblo
mixteca mexicano. Floreció al sur del actual territorio de México. Su
época de esplendor terminó en el siglo X, pero el pueblo mixteca
sobrevivió hasta su encuentro con los conquistadores españoles en el
siglo XV.
La cultura mixteca compartió muchos rasgos con sus vecinos zapotecos,
junto a quienes se llamaban a sí mismos como “pueblo de la lluvia”. Sin
embargo, cada una de estas culturas emprendió su camino distinto, a
medida que se integraban a la compleja red de relaciones
panmesoamericanas de la época.
Su apogeo fue durante el Período Clásico Mesoamericano (200 d. C.
hasta 900 d. C.). El mismo estuvo de algún modo vinculado al de
importantes centros urbanos como Teotihuacán y Monte Albán.
A juzgar por los rastros arqueológicos, su decadencia se produjo debido
a un proceso de balcanización de la zona, o sea, de desintegración en
culturas aisladas y enemistadas. Esto los hizo vulnerables a la presión de
parte del Imperio azteca primero y luego de los conquistadores
españoles.

• CULTURA CHICHIMECA
Chichimeca es el nombre genérico que los mexicas daban al conjunto
de pueblos que habitaban el norte de México.
Tenían rasgos culturales similares, no mantenían una unidad étnica ni
lingüística. Presumiblemente la lengua dominante era la Uto- Azteca, los
Pames hablaban la Otomangue, además dentro de cada grupo había
diversidad de dialectos.
Era una cultura del Desierto, cazadores y recolectores nómades que
vivían en cuevas naturales o artificiales, a veces hacían sus chozas de
hojas de palmera.
A principios del siglo XIII, después de la caída de Tollan-Xicocotitlan
(Tula), invadieron el Valle de México; en la interacción con los toltecas
asimilaron las técnicas agrícolas y de elaboración de cerámica. La
migración más importante estuvo comandada por el "gran chichimeca"
Xolotl.
Según Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, la llegada de los chichimecas de
Xolotl, provocó que dos linajes compartieran los territorios del Valle de
México, los toltecas y los chichimecas, de éstos refiere "... hay muchas
generaciones, que tienen cada una de ellas su lengua y modo de vivir;
pero de todas ellas las partes se aprecian y dicen que son Chichimecas
de los que trajo Xólotl y que son de los meros Chichimecas, y los Acolhuas
y Aztlanecas que ahora se llaman mexicanos, Tlaxcaltecas, Tepehuas,
Totonaques, Mezcas, Cuextecos, Michhuaques, Otomíes, Mazahuas,
Matlatzincas y otras muchas naciones que se precian de este linaje..."
Allí tuvieron varias etapas de dominio territorial, aunque nunca llegaron a
consolidar un estado hegemónico. Su unidad política, iniciada por Xolotl,
se fragmentó a mediados del siglo XIV. Las distintas ciudades
chichimecas rivalizaron entre sí y entraron en conflicto con el creciente
poderío de Tenochtitlán, capital Azteca.

• CULTURA TARASCA O PURÉPECHA


Los Tarascos, también conocidos como Purépechas, representan una de
las culturas indígenas más antiguas y ricas de México, cuya historia y
tradiciones han dejado una huella profunda en el paisaje cultural del
país. Originarios de la región occidental de México, principalmente en el
estado de Michoacán, los Tarascos han forjado una identidad única a lo
largo de los siglos, caracterizada por su ingenio, resiliencia y profundo
arraigo a la tierra. La historia de los Tarascos se remonta a la época
prehispánica, cuando floreció su civilización en el altiplano mexicano. A
diferencia de otras culturas contemporáneas, los Tarascos desarrollaron
su propia escritura pictográfica y un sistema político complejo,
destacando su capacidad para la organización social y la
administración de territorios extensos. La ciudad de Tzintzuntzan, antigua
capital del Imperio Tarasco es un testimonio arqueológico de su
avanzada arquitectura y planificación urbana.
Una de las contribuciones más notables de los Tarascos a la historia de
México es su resistencia frente a las fuerzas expansionistas de los Mexicas
y, posteriormente, a la conquista española. Enfrentando desafíos militares
y diplomáticos, los Tarascos lograron mantener su independencia y
preservar gran parte de su territorio, marcando así una página única en
la historia de las culturas indígenas de América.
La cosmovisión de los Tarascos, arraigada en la conexión con la
naturaleza y la espiritualidad, ha sido un componente fundamental de su
identidad. Esta visión holística del mundo se refleja en sus prácticas
agrícolas, festividades y rituales ceremoniales. La relación armoniosa con
la tierra ha sido un principio rector en la vida de los Tarascos, guiando sus
decisiones y acciones a lo largo de las generaciones.

• CULTURA MEXICA O AZTECA


Se conoce como los aztecas, tenochcas o mexicas a uno de los pueblos
mesoamericanos más conocidos de la época precolombina. Fueron los
fundadores del Imperio azteca, la entidad político-territorial más grande y
poderosa de la región hasta la llegada de los conquistadores españoles en
el siglo XVI. Estaba ubicado en la región centro-sur del actual territorio
mexicano. Los aztecas fundaron la ciudad de Tenochtitlán en el valle de
México en 1325 d. C. y, en apenas cien años, dieron origen al Imperio
azteca, que gobernó y colonizó la región central mesoamericana en una
triple alianza entre los pueblos de México-Tenochtitlán (mexicas o
tenochcas), Texcoco (acolhuas) y Tlacopan (tepanecas). De hecho,
Tenochtitlán fue la capital del imperio, que se expandió notablemente
hasta la llegada de los españoles.
Cada una de estas poblaciones era un altépetl distinto, es decir, una
entidad política, social y religiosa organizada. Unidas entre sí conformaban
un mismo Estado imperial que invadió, esclavizó y dominó a los pueblos
vecinos, y les impuso entre otras cosas su lengua (el náhuatl) y su religión (el
culto al dios solar y guerrero Huitzilopochtli).
Por eso, una vez llegados los conquistadores españoles en el siglo XVI, fue
muy sencillo convencer a las poblaciones rivales o sometidas de aliarse
con los europeos en la guerra contra los aztecas. Esta fue la decisión de los
tlaxcaltecas y de los totonacas, a pesar de que después ellos mismos
quedaron bajo el dominio de los españoles. Se estima que, para el
momento de su caída, el Imperio azteca gobernaba sobre una población
de entre cinco y seis millones de personas y con una densidad poblacional
de alrededor de 25 habitantes por kilómetro cuadrado (en 207.200
kilómetros cuadrados de superficie).
JULIAN MANUEL ZAVALA
HUERTA

31/03/2024 ACTIVIDAD 3

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