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¿QUÉ ES BDSM?

E l BDSM es un juego erótico entre adultos, donde de común


acuerdo, una parte asume el rol de dominio (rol activo) y la
otra parte acuerda ser dominado (rol pasivo).

Forma parte de lo que algunos describen como prácticas “kinky”


que se refiere a todas aquellas prácticas sexuales que salen de
lo “convencional”.

Todos tenemos una parte “kinky” dentro de nosotros. Tal vez te


guste disfrutar de un sexo salvaje con un lenguaje “sucio”, tal vez
te ha pasado que durante una relación sexual has dado o
recibido una mordida o una nalgada.

Tal vez sientes una excitación especial por alguna prenda:


tacones de aguja, ligueros o botas altas. ¿Quién no ha “jugado”
al doctor y a la enfermera o al maestr@ y alumn@?.

Tal vez tus fantasías vayan más allá y te gustaría que un


hombre o una mujer te inmovilizara y te hiciera suy@ de mil
maneras y ser su “esclav@” de placer.

Si esto te ha pasado por la cabeza, no te inquietes, no estás


loco ni eres un pervertido, sino que disfrutas de los juegos
basados en el “Intercambio Erótico de Poder”, Estas prácticas
pueden tener decenas de expresiones: verbales, con gestos o
con acciones y al conjunto de todas ellas se les denomina
BDSM.

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BDSM: D/S Y S/M

El nombre de BDSM nombre surge de la combinación de diversas


prácticas y aunque a menudo se emplea como sinónimo de
sadomasoquismo, en realidad es un concepto que engloba diversas
prácticas, muchas de ellas no relacionadas con el dolor. La palabra
BDSM surge del acrónimo:

B: Bondage (juegos de cautiverio para restringir el movimiento)


D: Dominación o Disciplina
S: Sadismo, Sumisión
M: Masoquismo

Bondage: se refiere a actividades de restricción de movimientos,


mediante el uso de cuerdas, aunque también se pueden utilizar otros
instrumentos como cadenas y esposas, e incluso muebles como jaulas,
potros o la famosa “Cruz de San Andrés”.

Dominación: Se refiere al uso de técnicas para “someter” (o controlar


algunos aspectos de la vida de la otra persona) que incluyen por
ejemplo: dar órdenes, poner a la otra persona en posturas específicas,
control de orgasmos, dar tareas a cumplir, adoración de pies o botas,
etc.

Disciplina. Se refiere al uso de azotes eróticos con instrumentos como


látigos, palas, floggers o cane (vara de castigo). Los azotes se reciben
en zonas como piernas, espalda y muslos. También puede aplicarse
con la mano, principalmente en los glúteos (a lo cual se le denomina
spanking.)

Sumisión: Se refiere al deseo de ser controlado, de ceder el control de


su cuerpo, sensaciones o sexualidad a otra persona, a la voluntad de
seguir órdenes de alguien más y al deseo de servirle.

Sadismo- Se denomina sadismo a la práctica activa de aquellas


personas que sienten un placer sexual al castigar a otra. La intensidad
del castigo debe acordarse previamente entre los participantes.

Masoquismo- Es la práctica pasiva de aquellos que experimentan


placer sexual al sufrir determinada intensidad de dolor.

Entre los practicantes del BDSM, de este acrónimo se desprenden


algunas combinaciones básicas que describen el tipo de actividades
que buscamos. Dos de las básicas son d/s (dominación sumisión) y
s/m (sado-masoquismo). Aunque difieren en prácticas e intensidad,
ambas comparten un objetivo: el dominio erótico de un individuo

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sobre otro. Éste dominio puede ser parcial, total, físico, psicológico,
limitado o ilimitado según se acuerde entre las partes.

Dominación y Sumisión (d/s): No necesariamente incluye dolor y


si éste está presente, casi siempre es leve y esporádico (por ejemplo
una nalgada o jalar cabellos), por ello, se decanta en otras
expresiones para lograr el dominio erótico.

Un ejemplo son los llamados juegos de sensaciones (uso de plumas,


hielos etc); privación sensorial (antifaces, tapones de oídos o
inmovilización de manos, etc). No son necesarios instrumentos
especiales, todo puede ser usado para causar sensaciones: desde
una mascada hasta una esponja o estropajo.

Incluye también “posturas de sumisión” (hincad@, contra la pared,


con los genitales expuestos, etc), o la posibilidad de usar al sumis@
como “mobiliario” (por ejemplo como una mesa o un perchero
ordenándole no moverse mientras se le excita).

Hay también “juegos de rol” (se asumen “papeles” como maestr@-


alumn@, doctor-paciente, etc); juegos de entrenamiento de mascota
(el sometid@ actúa como mascota, generalmente como perro o
gato.¿a quién no le gustaría ver a su pareja desnuda moviendo la
colita?).

También existen los llamados “juegos de humillación” donde se trata


de incomodar al sumis@ como medio para demostrar su entrega (por
ejemplo pintarse el nombre de su am@ en el pecho con un plumón
indeleble o recitar un poema con una pinza en la lengua).
Estos juegos no sólo incluyen que el dominante haga cosas al sumis@,
sino que también puede “ordenársele” al sumis@ que haga cosas
placenteras para el am@ (como por ejemplo un masaje con cualquier
parte del cuerpo).

Otras prácticas tienen que ver con el fetichismo (excitación sexual por
prendas u accesorios específicos). Puedes ser “fetichista” de medias,
botas, zapatos de tacón, uniformes, ropa de cuero o látex, o incluso
de partes del cuerpo como los pies o las manos.

Muchos de estos juegos son muy divertidos y nada tiene que ver con el
dolor.

Sado-masoquismo (s/m): Este término define relaciones en las


cuales el binomio dolor-placer es fundamental. Las sensaciones
intensas son el medio por el que se demuestra el dominio sobre la otra
persona y se provoca excitación en el sumis@, por lo que lo que se
busca dolor medio e intenso.
Se emplean instrumentos como látigos, varas de castigo y fustas.
Algunos otros instrumentos como pinzas en vez de aplicarse en lugares
indoloros como la lengua, se aplican en zonas como pezones y
genitales. Puede incluirse aquí el fisting vaginal o anal.
Debido a que se buscan sensaciones intensas muchas veces se usan
instrumentos sofisticados como aparatos de electrotortura o bien
instrumentos del ámbito médico como agujas o dilatadores uretrales,
por ello, se necesita un conocimiento amplio por parte del dominante
para aplicar castigos s/m pues mal aplicados pueden provocar
lesiones serias.

Dentro de los practicantes BDSM, los propiamente sádicos o


masoquistas son pocos, la mayoría somos una combinación de d/s y
algún grado de s/m. Los masoquistas durante una sesión disfrutan de
sensaciones intensas gracias a las sustancias que su cuerpo produce
naturalmente en estados de excitación extrema o dolor intenso: las
endorfinas. Esta hormona es conocida popularmente como “la
hormona de la felicidad”, es la misma que producen los deportistas
tras la actividad física y la misma que se producen hombres y mujeres
tras tener un orgasmo.

Aunque parezca irónico, al recibir dolor, la piel de la zona donde se


recibió el azote queda muy “estimulada” (es decir extremadamente
sensible al tacto) y una simple caricia se vuele casi orgásmica. Los
masoquistas, disfrutan de la combinación de dolor, endorfinas y la
excitación sensual de saberse sometido por alguien más.

Así pues, una relación BDSM no necesariamente implica dolor, y


puede encuadrarse sólo en términos d/s (dominación/sumisión) o de
s/m (sado/masoquismo) o incluso contener aspectos de ambas. El
punto exacto lo deciden tú y tu compañer@ de juegos.

TEXTO ESCRITO POR AMADF


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