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VALORES QUE TRASCIENDEN

Me ha impresionado la forma como escuchando innumerables historias, unas más


interesantes que otras y lo más apasionante es escuchar a un grupo de ansiosos
jóvenes saboreando el don de la palabra.

Esto es lo más hermoso del ser humano descubrir que más allá de fronteras,
religiones, posiciones, pensamientos y sentimientos allí está el porque inicia esta
historia y las conclusiones que cada uno puede sacar de ello.

Cierto día se juntaron un creyente hinduista, una (apasionada) creyente cristiana, y


una creyente católica, y tres jóvenes que saben gustar de la vida y la fe.

El círculo empezó con dónde nació krishna, por qué hay guerra en Palestina en Israel,
por qué los hombres son tan machistas, que es lo más importante para cada uno.

Lo primero que empezamos a aclarar entre todos es si el amor es un valor o no, es


moral o ético y como lo ven las religiones.

Así que fuimos escuchando al primer participante y logramos descubrir que lo que más
le gustaba a este joven definitivamente es hablar sobre el valor de la vida y la defensa
de ella, el valor de la fidelidad, que raro un joven y un hombre hablando de guardarse
para el momento más importante, después participó calmadamente y en un tono muy
reflexivo otra amiga la creyente cristiana: coincidiendo con guardarse, es decir hablaba
de la fidelidad palabra tan cortante para una de nuestras participantes que se quedó
pensando y moviendo la cabeza como queriendo afirmar que está de acuerdo,
además nos habló del verdadero valor que lo llamaremos felicidad, que no estaba
indudablemente aquí ni en cosas parecidas como farras, hizo notar que la felicidad no
está en las cosas terrenas que solo terminan ahogando el espíritu.

Y finalmente saltó la creyente católica no con el fin de debatir mas si de afirmar que
Jesús, como krishna, alá, Mahoma y Buda todos coinciden que los valores que se
experimentan en el espíritu, es igual a un jardín de rosas, uno más bello que otro y nos
pusimos a pensar si krishna y estos grandes de nuestra vida, entra al jardín que nos
daría a cada uno de nosotros.
El joven hinduista inicio con a mi me gustaría el Prema (Amor), lo dijo en este idioma
sanscrito. La joven cristiana; me gustaría recibir la paciencia.

Y la joven católica: a mi el valor del discernimiento.

Las otras tres jóvenes participantes sin nombrar exactamente con cual Dios la una dijo
a mi me gustaría el amor, y la otra la esperanza nuestra tercera participante
simplemente se retiró pensamos que le gustaría saber que es pureza.

Esta historia termina diciendo no siempre los jóvenes se reúnen para hablar tonteras,
dicen y tratan de hacer cosas interesantes. Así que ahí les queda, quien narra la
historia, una amiga atea, concluyendo que después de escucharlos a todos ellos me
surge un interrogante ¿Ustedes creen que necesitamos creer en un Dios específico
para tener un valor?

Y para finalizar este es un cuento que no es cuento porque es narrado desde la vida
real.

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