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(Coordinadoras)
U n iv e r s id a d de Gu a d a l a j a r a
2016
Primera edición, 2016
ISBN: 978-607-742-717-9
Presentación............................................................................ 9
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Presentación
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PRESENTACIÓN
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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SUJETOS, PRÁCTICAS E INSTITUCIONES
Los congresos del niño y los menores
infractores, 1920-1934
Zoila Santiago
Universidad Autónoma de México-Iztapalapa
Introducción
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LOS CONGRESOS DEL NIÑO Y LOS MENORES INFRACTORES, 1920-1934
1 Los C ongresos N acionales se realizaron en C hile (1912), A rgen tin a (1913); los C ongresos
Panam ericanos del N iño se llevaron a cabo en B uenos Aires (1916), M ontevideo (1919), Río
de Jan eiro (1922), C hile (1924), La H abana (1927) y Lim a (1930).
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de los niños morían, aunque cabe señalar que estas cifras no eran
del todo exactas (1927: 1-3). Era frecuente que los padres no re
gistraran a sus hijos, por lo tanto, las cifras que se obtenían no
podían ser precisas, pero eran un indicativo de la fragilidad de la
población recién nacida.
México no era el único país que se enfrentó ante este fenóme
no. De acuerdo con Asunción Lavrin, para el caso de Argentina a
inicios del siglo xx, la mortandad infantil representaba el 52% del
total de las muertes en la ciudad de Buenos Aires. Mientras que,
en Chile, se registraron entre 1871 y 1908 de 273,000 a 325,000
defunciones de niños (Lavrin, 1990: 134-135).
Por ello, no podemos menospreciar las cifras que fueron pre
sentadas en la prensa, aunque estas sean inexactas, es indiscuti
ble que provocaron en los reformadores sociales una comprensible
preocupación por la natalidad y mortalidad infantil, fenómeno que
no fue exclusivo para el caso mexicano. La mayoría de las reso
luciones acordadas en los congresos giraron en torno a mejorar
la salud de los niños, teniendo como punto de partida el papel
que las madres tenían antes, durante y después de la gestación.
Higienistas, médicos, abogados y demás personas vieron en los
“programas de salud pública una forma de mejorar el perfil sa
nitario” , el cual estuvo destinado a mejorar la calidad de vida de
las futuras generaciones y por ende, al “mejoramiento” de la raza
(Lavrin, 1990: 132).
En el Segundo Congreso del Niño, celebrado en 1923, se ase
guró que la mortalidad de los niños era de, aproximadamente, el
34%, cifra menor que la anunciada en la prensa, pero que no dejó
de ser alarmante. Los congresistas señalaron que eran cuatro los
factores y problemas que los niños enfrentaban: en primer lugar,
las enfermedades que heredaban de sus padres y que como con
secuencia minaban su salud; en segundo lugar, estaban los malos
tratos y golpes; en tercer lugar, las enfermedades externas (como
eran la ceguera, tuberculosis, viruela, problemas gastrointestina
les, problemas de dentición, enfermedades de la piel, etc.) y por
último, pero no menos importante, la educación.
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5 Datos obtenidos de dos a rtícu los pu blicados en la revista Crim inalia: G arrido, L. (1962). Un
m aestro olvidado y R am os M ariscal, M. (1962). Datos biográficos del Sr. Lic. D on A ntonio
Ram os Pedrueza. Crim inalia, R evista m ensual, 27(10), 622-632. El prim er a rtícu lo fue es
crito por un a lum no de Ram os Pedrueza; m ientras que, el segundo fue escrito por su hija,
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fue diversa entre estos autores, debido a que fueron personas con
una formación académica y una trayectoria profesional distinta:
un médico, un maestro y dos abogados.
El médico Roberto Solís Quiroga fue uno de los tres jueces
que formó parte del Tribunal para Menores desde el inicio de sus
funciones en 1927 y, escribió diversos artículos sobre psicología
infantil. Luis Garrido fue abogado penalista, presidente de la Aca
demia de Ciencias Penales, rector de lo que hoy es la Universidad
Nacional Autónoma de México, además asiduo colaborador de la
revista Criminalia -de la que fue director-, y autor del Código Penal
de 1931 (Criminalia, 1956, 626-628). El maestro y abogado José
Ángel Ceniceros obtuvo su título de profesor normalista en 1922
y en 1925 el título de abogado en la Escuela Libre de Derecho;
colaboró también en la redacción del Código Penal de 1931, y en
coautoría con Luis Garrido escribió La delincuencia infantil en Mé
xico (Criminalia, 1956: 616-618). Por último, el maestro Manuel
Velázquez Andrade, director de la Escuela de Orientación para Va
rones. Estos hombres escribieron sobre la delincuencia infantil y
cada uno elaboró un discurso sobre las causas de este fenómeno,
en donde los factores sociales, psicológicos, emocionales y médi
cos tuvieron un peso diferente para explicar el comportamiento
delictivo de los menores.
Las posturas de cada uno de estos individuos, al haber sido
tan diversas, pudieron ser adaptables a cada menor presentado
ante el tribunal. Como sostuvieron las personas asociadas a la
escuela positivista del derecho penal, no todas las personas co
metían un delito por las mismas razones, sino que había habido
factores externos y ajenos a la voluntad del individuo que los lle
vó a cometer un acto ilícito, estos factores podrían haber sido de
diferente índole, como ya hemos mencionado -ambientales, fami
liares, psicológicos o biológicos-. Al elaborar un discurso donde la
familia, el medio social o factores hereditarios eran considerados
como causa de la delincuencia infantil, permitieron a los jueces del
tribunal usar el discurso que más se adaptara al menor que era
estudiado. Por eso, algunas veces los jueces consideraron que los
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Los menores de edad que infrinjan las leyes penales son víctimas de
la sociedad, de su abandono legal o moral, de ejemplos deplorables
en su ambiente, inadecuado y mal sano, del descuido o perversión
de los padres, de su ignorancia o incomprensión. Por lo tanto, sostu
vieron que el Estado tenía la obligación de protegerlos y de encauzar
su educación y alejarlos de la delincuencia (Rodríguez, 1987, 540).
6 Elisa S peckm an y Su sana Sosenski son dos de las autoras que señalan que du ran te los p ri
m eros años del siglo x x la idea de castigo es su stituida por la de regen eración (Speckm an,
2002; Sosenski, 2008).
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7 Solís Q uiroga, R. (1930). E stu d io s ob re el retard o escolar. H ech o con un m ateria l de 36.170
niños de las escuelas p rim a ria s de la capita l de la R ep ú b lica Mexicana. M éxico: Talleres
Litográficos El M odelo.; (1934). La deficiencia m ental y la delincu en cia ju ven il. Criminalia,
m arzo.; (1953). Los niños anorm ales m entales. Crim inalia, octu bre.; (1958). La educación
especial de los m inorados. Crim inalia, diciem bre,
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8 agn. C onsejo T u tela r para M enores Infractores, Caja 3, Exp. 3418, 1928.
9 agn. C onsejo T u tela r para M enores Infractores, Caja 3, Exp. 3418, 1928
10 agn. C onsejo T u tela r para M enores Infractores, Caja 25, Exp. 7443, 1933.
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15 AGN. C onsejo T u tela r para M en ores Infractores, Caja 25, Exp. 7541, 1932.
16 AGN. C onsejo T u tela r para M en ores Infractores, Caja 25, Exp. 7541, 1932.
17 Esta vigilancia no siem pre se realizó, com o ocurría en la m ayoría de las veces, los delegados
investigadores tenían que aten d er varios m enores al m ism o tiem po, lo que dificu ltó que
pu dieran vigila r todos los casos que les eran asignados.
18 AGN. C onsejo T u tela r para M enores Infractores, Caja 2, Exp. 2105, 1927.
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R eflexión final
19 agn. C onsejo T u tela r para M enores Infractores, Caja 3, Exp. 3418, 1928.
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mas que la población enfrentó, sobre todo, los niños después del
movimiento armado de 1910.
Estos reformadores del Estado estuvieron convencidos que
a través de la ciencia podrían realizarse los cambios propuestos
para “mejorar a la raza” . Por considerar que la etapa más vulne
rable, pero también la más maleable del desarrollo humano, era
la infancia, los niños tuvieron un papel importante en la recons
trucción de la nación. Es por ello, que temas como la criminalidad
infantil fueron prioritarios para los reformadores sociales ya que,
no podían permitir que los futuros ciudadanos se desviaran del
“buen” camino hacia el mundo de la delincuencia.
Asimismo, los discursos utilizados por los reformadores socia
les no cambiaron del todo. Algunos de los elementos que aparecie
ron en sus disertaciones fueron tomadas de disciplinas aparecidas
desde finales del siglo xix. El pensamiento de la escuela clásica
y de la escuela positivista del derecho penal son ejemplo de ello,
ambos pensamientos siguieron vigentes para explicar las causas
de la delincuencia a principios del siglo xx. La razón de esto es que
algunos integrantes de la nueva élite encargada de reconstruir el
país se habían formado durante el Porfiriato. Por eso, observamos
la confluencia de pensamientos como de las escuelas del derecho
penal -la escuela clásica y positivista- con la escuela ecléctica, la
antropología y sociología criminal.
Los discursos que utilizaron tanto los congresistas como los
reformadores sociales para explicar las causas de la delincuencia
infantil se centraron en varios aspectos, como ya hemos visto. La
propuesta de estos hombres -Luis Garrido, José Ángel Ceniceros,
Roberto Solís Quiroga, Manuel Velázquez, entre otros- consistía
en prevenir la delincuencia a través de la educación, una educa
ción en donde tenía que involucrarse a los padres de familia para
enseñarles cómo cuidar a sus hijos. Estos reformadores sociales
propusieron que la educación estuviera acoplada de acuerdo a las
capacidades de cada menor, por tal razón, creyeron que era más
importante que estuviera encaminada a que los niños aprendieran
un oficio que en adquirir conocimientos académicos.
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Por otro lado, la misión del Tribunal para Menores era deter
minar por qué el niño había delinquido y establecer una terapia
que pudiera “readecuarlo”, “corregirlo” o “regenerarlo” , para que
en el futuro fuera un hombre o mujer útil a la sociedad. Pero como
hemos podido señalar, algunas de las propuestas no pudieron lle
varse a cabo. En muchos sentidos, la práctica fue contraria a la
teoría. Situación que pudo deberse a las condiciones económicas
por las que atravesó el tribunal y las instituciones dependientes
de ella, o como lo señala Elena Azaola, porque los directivos es
tuvieron más preocupados por legitimar el espacio que ocuparon
dentro de la sociedad, dejando de esa forma a los menores en se
gundo término.
Por otro lado, podemos afirmar que las clases populares del
Distrito Federal contribuyeron a construir al tribunal. Debido a
que fue la institución donde -las personas que integraron al tri
bunal, por un lado, y las familias y los mismos niños, por el otro-
llevaron a cabo esa dialéctica de lucha cultural de la que hablan
Gilbert Joseph y Daniel Nugent (2004), una negociación donde
ambos grupos se apropiaron, resignificaron símbolos, lenguaje y
discursos estableciendo, lo que llama James Scott, una resistencia
(Scott, 2004). De esta manera, la creación de la figura del menor
delincuente, no sólo fue realizada desde arriba, es decir, a partir
de las opiniones de maestros, abogados, médicos y jueces, fue una
construcción también promovida desde abajo. Los padres dotaron
al tribunal de otras funciones, aparte de la correctiva, y contribu
yeron de esa manera en la creación de la figura del menor delin
cuente.
A su vez, algunos niños y jóvenes que llegaron al tribunal de
mostraron que no fueron sujetos pasivos en los procesos que les
concernían a ellos, fueron agentes sociales que contribuyeron a
través de sus acciones a mejorar su situación. Demostraron, en al
gunos casos, que para nada eran manipulables, que tenían opinio
nes propias, y con sus pequeñas acciones buscaron hacerse oír.
De esta forma, podemos concluir que el tribunal no sólo fue
el laboratorio donde ciencias y disciplinas confluyeron para estu
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Bibliografía
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Menores (1926-1934)
El Universal (1921-1923).
Revista Criminalia.
Memorias del Primer Congreso del Niño (1921).
Diario Oficial (1926).
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Re-configurando la infancia: el nivel inicial en
la Provincia de Buenos Aires a mediados del siglo
xx. Entre leyes y debates parlamentarios
Rosana Ponce
Introducción
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21 Según un B oletín O ficial de la D irección G en eral de Escuelas de la Pcia de Bs. As, desde
la sanción de la Ley Simini se crearon m ás de 500 jardines de infantes. El crecim iento de la
m atricu la fue exponencial. A m ed ida que se iban creando ja rd in es de infantes, tam bién se
fu n d ab an profesorad os para la form ación de m aestras ja rd in era s. En 1948 egresaron 123
m aestras jardineras.
22 Esta le y sa n cion a da en 1951, en su ca rácter de le y de ed u cación com ú n dejo tam bién d e
rogada la le y n ° 988 de 1875.
23 A lgu n os hablan de rasgos históricos, otras veces dan cu en ta de la con fron tación de dicha
identidad con otros niveles del sistem a educativo, otros trabajos intentan localizar rasgos
identitarios en los profesionales que se dedican a la en señ anza en este nivel bu scan do h a
llar de este m odo, bases em píricas de reconocim iento.
D u prat y M alajovich an alizan las sigu ientes antin om ias y d em u estran su inconsistencia:
“ 1. Niño: respon sab ilidad exclu siva de la fam ilia versus respon sab ilidad de la sociedad.
2. Rol de la fam ilia en la ed u cación de los hijos versus papel del E stado en la educación.
3. Iniciativa privada versus responsab ilidad del Estado.
4. M u jer prod u ctora versus m u jer reproductora.
5. Rol tradicional de la m u jer com o principal responsab le de ed u car a sus hijos versus
nivel inicial” (1988: 16)
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24 La Ley n° 988 estipulaba que, entre los deberes de los Consejo Escolares de Distrito, estaba la creación de
escuelas, entre las cuales figuran los jardines de infantes.
25 La Ley n° 1.420 consignaba, en el artícu lo 11, que se establecerían "uno o m ás ja rd in es de
infantes, en las ciu dades donde (fuera) posible dotarlos su ficientem ente” ,
26 H acia fines del siglo xix el sipce (tal com o lo denom ina Puiggros: sistem a d e instrucción
pú blica centralizad o y estatal) va tom ando cu erpo a través de la sa n ción de ley e s de ed u
cación, en va rias de ella s puede señ a larse que la im p ron ta sarm ien tin a estu vo presente
tam bién por el papel protagónico que a su m ió el Estado basado en los principios de laicidad,
gratuidad y ob ligatoriedad.
La categoría elaborada por Puiggrós ju n to al grupo appe al intenta ab a rcar ca racterísti
cas que predom inan en los m odelos educativos latinoam ericanos. Ellas son: h egem onía del
Estado y su bsidiariedad privada; laicism o o catolicism o su bordinados a la lógica del E sta
do; escolarizado; verticalizado; centralizad o; bu rocratizado; oligárqu ico-lib eral; no partici-
pativo; ritu alizado; autoritario; discrim ina a los sectores popu lares (expu lsión, repetición,
desgran am ien to, etc.).
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27 En los e e .u u . la acción ed u cativa esta tal se co m p lem en taba con la labor de asociaciones
civiles, la m ayoría de ellas tenían sesgos filantrópicos y estaban vin cu ladas a la iglesia pro
testante.
28 Estas acu saciones a la tradición católica hispano-criolla su byacen en la lectu ra de la obra
“ Facun do” , escrita por Sarm iento en 1845.
29 La pru eba piloto de ese m odelo, era C hivilcoy, una zona q u e prosperó bajo la form a de u n i
dades productivas pequeñas.
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30 De estas prem isas va a partir, un poco m ás de m ed io siglo desapu és, el proyecto político del
peronism o.
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31 “ La edu cación (com o idea práctica prod u ctora de sujetos a p artir de otros sujetos) es una
m ediación. Se realiza, construyen do un sujeto m ediador, que hem os llam ado su je to p e
dagógico. Con él nos referim os a la relación en tre ed u cad or y educan do, al producto de la
vin cu lación en tre los com plejos sujetos sociales que ingresan a las situ aciones educativas
(...) y los educadores, tam bién sujetos sociales com plejos,
Toda pedagogía define un sujeto pedagógico. C ada u na determ in a los elem entos y el
orden de las series que las con stitu yen com o con ju n to significante cu ya función es m ediar,
entre los su jetos políticos y sociales y el habitus que se pretende inculcar” (Puiggrós, 1994:
320).
32 “ Los significantes vacíos son im portan tes en la conform ación de todo sistem a de sign i
ficación, ya que se en cargan d e articu la r los elem entos equ ivalen tes y en ese sentido de
“cancelar” la s d iferen cia s. Lo cierto es que un sistem a está conform ado por elem en tos eq u i
valen tes que conservan su identidad diferencial. Es básico que se form e una cadena equi-
valen cial para que se constitu ya un sistem a, una totalidad; una configu ración significativa;
un proyecto político, cu ltu ra l o educativo; un contorn o socia l” (De Alba, 20 0 7 : 46).
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35 Si bien puede decirse que la filosofía positivista influyó fu ertem en te el discu rso del norm a-
lism o de la d écada de lo s añ os ochenta en la A rgen tin a. Es im portan te con sid erar que este
p o s itivis m o p e d a g ó g ico se nutrió de diversos autores, fu e ecléctico dem ostrand o con exion es
y articu laciones con ideas en roladas en otras corrientes filosóficas.
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36 U n ejem plo de esto lo en con tram os en el discu rso de M an u el A n tequ ed a (D irector de E scu e
la s de M endoza), publicado en el B oletín de Educación, año 1915.
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37 La prim era a sociación fu e im pu lsa da por Sara E ccleston; se form ó en 1893 y se denom inó
U nión Froebeliana. En 1935 se creó la A sociación Pro-D ifu sión del Kindergarten. Entre
otras, fueron parte d e esta in iciativa las educadoras: Rita L atallada de V ictoria, Rosario
V era Peñaloza y C ustodia Zuloaga.
38 Estas afirm aciones han sido corrob orad as por un equ ipo de in vestigadoras con form ado por
M iranda; Pires M ateus, G on zález y V asta, dirigido por Sandra C arli (2000) que ha trabajado
en el proyecto de in vestigación : “ Instituto S u perior del Profesorado Sara Ch. de E ccleston.
O rígenes e historia reciente (1939-1989)” .
39 El Jard ín M itre dispon ía de: un m ajestu oso ed ificio y m odernos m obiliarios; su personal
docen te está con form ado por destacad as egresad as del Profesorado Sara E ccleston, reco
nocido socialm ente com o institu ción modelo.
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40 En 1944 la A sociación Pro-D ifusión del K in dergarten consigu e que el en ton ces Secretario
de Trabajo y Previsión, Ju an Perón, avale el proyecto de creación de ja rd in es de in fan tes en
las fábricas.
41 El au tor M arcelo C aru so advierte que las definiciones y categorías que distin tos autores
han u tilizado para cla sifica r a los pedagogos escolanovistas son inconsistentes. Lu ego de
expon er diversas definiciones elaboradas por distintos autores, C aru so conclu ye que: “ (,,,)
El objeto E scu ela N ueva se escapa d e las u nan im idades desd e el m om ento m ism o de la
definición. Las historias de la ed u cación dispon ibles m an ifiestan grandes diferen cias en la
in clu sión de p edagogos o ex p erien cia s y políticas en tera s dentro de la denom inación” (2002:
101).
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Los primeros años de la década del 40, pueden ser vistos como un
anticipo de lo que vendrá con el peronismo cuando la educación
inicial se masificó y fue convocada a ser parte de la educación po
pular.
Expandiendo la mirada hacia la situación del nivel inicial en
los países iberoamericanos, Gabriela Diker (2001), da cuenta de
lo siguiente:
Hacia la segunda mitad del siglo xx, en el marco de las políticas pro
pias del llamado Estado Benefactor, se registra en distintos países
de la región una expansión de la oferta de instituciones infantiles
sostenidas por el Estado. Esta expansión parece responder a por
lo menos dos necesidades propias del proceso de modernización e
industrialización crecientes:
1) La progresiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo
(tanto en el sector industrial como en el sector servicios) y la con
siguiente ampliación de sus derechos sociales y laborales.
2) La profundización del papel del Estado como “salvaguarda” de la
salud de su población (y por consiguiente, de la productividad) y
la identificación de la escuela como una institución privilegiada de
preservación de la higiene (Ospina López, 1990). De hecho se trata
de un periodo de auge de la puericultura en las escuelas infantiles
y de extensión de las campañas de mejoramiento de la salud y
alimentación infantiles, las vacunaciones y la difusión de normas
de higiene a través de la escuela (Hart y otros, 1996). Interesa
destacar que, con independencia del estado de la discusión pe
dagógica acerca de la educación infantil el desarrollo de la oferta
destinada a los niños pequeños parece responder en este periodo
más a razones asistenciales que pedagógicas (Diker, 2001).
42 El au m en to m atricu lar tam bién se reflejó en los datos estadísticos a nivel país: la tasa de
variación anu al acu m u lativa d e la m atrícu la de Jard ín de Infantes fue crecien do de 15,4%
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en el lu stro 1935-1940; a 22% en el periodo sigu iente 1940-1945; hasta llegar al 30% en el
qu in qu en io 1945-1950. Luego, com ienza su descenso: en 1950-1955, se retrotrae al 15,9%,
y desp u és del 55 cae estrepitosam ente, registrán dose ap en as un 4,4% du ran te el periodo
1955-1960.
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44 D om ingo M ercante había integrado el go u ju n to a Perón. Form ó parte del C onsejo N acional
de P o sgu erra . En la s eleccion es de 1946 gana holga da m en te. A su m ió el 16-5-46 y gobernó
la provincia hasta 1952 (renu ncia an tes del térm ino de su m an da to).
45 Este sería el caso del M inistro de E ducación Ju lio A va n za que provenía d e fo rja.
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46 Hem os en contrad o tal d en om in ación en discu rsos de M aldones, G lattstein , G alim b erti y
Simini.
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47 “ El proyecto sarm ien tin o debe exam in arse con todas su s co n tradiccion es. Se trata de una
pedagogía cru zada por profun das escisiones. Entre ellas, el a sesin ato práctico y teórico de
los sujetos sociales y políticas popu lares, com o hecho fu ndante de un sujeto de la ed u ca
ción designado com o gen erad or d e u na cu ltu ra popu lar d em ocrá tica. En la pedagogía de
Sarm iento está presen te la preocu pación por el pu eblo, en tanto ed ucan do a l m ism o tiem po
que se lo coloca en el lu ga r del depósito de lo s saberes, no com o “tabula rasa” , sin o com o
sujeto que requiere ser reform ado.” (Puiggrós, 1996: 90)
48 V ale a clarar que si bien el peronism o intenta esca p a r de la an tin om ia sarm ientina civiliza
ción o barbarie, com p on e otros antagonism os: oligarqu ía vs. pueblo; soberanía nacion al vs.
im perialism o; patriotism o vs. en tregu ism o; etc.
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49 F a cu n d o e s el protagonista de un texto literario escrito por Sarm iento, dich a obra tiene un
lu ga r destacado en la cu ltura argentin a in terpretán dola en la clave a n tin óm ica : civilización
y barbarie.
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Jardín de Infancia tiene por objeto dar a los niños una educación
en consonancia con sus necesidades de orden psicológico, desarro
llando aptitudes que serán la base de la formación del carácter y su
cultura (Diario de sesiones, 1946: 2840)
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52 N o n ecesariam en te co n tra d ictorios; no necesariam ente co m p lem en ta rios. Entre una y otra
gestión pu eden hallarse: desd e contin u id ad es y profu n dizaciones hasta rupturas.
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Algunos interrogantes
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Bibliografía
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Fuentes
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En el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Gimnástico. Prácticas corporales,
masculinidades y religiosidad en los
exploradores de Don Bosco. Argentina, siglo xx
Dr. Pablo Scharagrodsky53
John Tosh
Lopes Louro
Robert Connell
Introducción
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54 U n oratorio era un espacio que com b in aba in stru cción catequ ística con gim nasia, ju egos,
cantos, paseos y excursiones. Si bien existían oratorios para niñas, recién en 1961 se for
m aron la s prim eras E scu ad ras de E xploradoras de M aría A u xilia d o ra . Se con virtieron en
m ixtos a partir de los años 70 's. V e r en: Ellero, P. (2002). A p u n tes p a ra un a H isto ria d e los
Explora.dores (pp. 73-74). Bs. As.: im preso en ismnet.
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55 Don Bosco fue declarado Santo el 1° de abril de 1934 por el Papa Pío xi.
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57 El padre Lorenzo Massa relata en sus memorias “ el irresistible atractivo que tres canchas de pelota ejercieron
sobre chicos y grandes” en el populoso barrio de Almagro y en el concurrido Colegio San Francisco de Sales de
capital federal. Ver en: Massa, L. (1940). A l cumplirse los veinticinco años defundación de los Exploradores de
Don Bosco en la República Argentina (p.6). Punta Arena: Mecanografiado. Asimismo, el padre Lorenzo Massa
fue el responsable de fundar el primero de abril de 1908, el club ‘ San Lorenzo de Almagro’ . Con el tiempo,
este club de fútbol se convirtió en uno de los más famosos y populares de Capital Federal, considerado entre
los ‘ cinco grandes’ del fútbol argentino. También, la Asociación de Ex Alumnos de Don Bosco se valió de los
deportes para prestar auxilio moral y religioso en los Oratorios Festivos. En 1907 se creó el grupo de deportes.
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58 El ejercicio de la B uena M u erte era el único m edio para asegu rar u na m u erte san ta y una
salvación eterna. La regla salesian a orden aba lo siguiente: “el ú ltim o día de cada m es, cada
uno, dejan do en cu an to le será posible, lo s negocios tem porales, se recogerá en s í m ism o, y
hará el ejercicio de la B uena M uerte, dispon iend o las cosas espirituales y tem porales como
si tuviera que aban don ar el m un do y en trar en la etern id ad” (V espignani, 1922: 158).
59 Los O rígenes de los E xplorad ores de D o n Bosco, s/f, pp. 4, 6. M ecanografiado,
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60 El lem a de B aden Pow ell era “ Dios, Patria y H ogar” . V er en: B aden-Pow ell, R. (1998). Escul-
tism o p a ra M u ch achos (Tradu cción J orge Núñez) (origin a l d e 1908). San J osé de C osta Rica:
E d itorial Scout In teram erican a. San José de C osta R ica.
61 A pesar de ciertas sim ilitudes did ácticas y m etodológicas, los conflictos en tre los E xplora
dores de D on B osco y la A sociación N acional d e B oy Scouts de A rgen tin a en 1917 y 1918
fu eron un bu en ejem plo de las diferen cias políticas, ideológicas y religiosas en la im ple-
m entación en tre am bas form as d e a dm in istrar los cu erpos m asculinos. Esta dispu ta no fue
m en or ya que participaron la s m áx im a s a u torida des m ilita res nacion ales a raíz del decreto
del 13 de n oviem bre d e 1917 del presidente H ipólito Irigoyen, declarand o al “ scautism o
institución nacion al” . V er en: L os E xplorad ores d e D on B osco o B a tallones E scola res del
O ra torio Festivo Salesiano. C olegio Pío ix, Bs. A s., s/f., pp. 65 y ss.
62 La form ación m ilita riza da de los exploradores fue pu esta en práctica contra varios ‘en em i
gos’ en dispu ta com o el liberalism o, el socialism o anticlerical y el anarquism o. Por ejem
plo, la ‘sem ana trágica’, en 1919, m ostró a los alum nos, ex a lum nos y exploradores como
“lo s valien tes sold a d os de la bu en a cau sa” que “con m áu ser a l h om b ro” defendieron a
las escu elas católicas del peligro de los revolucionarios “que incluían a turbas de niños y
m ujeres” (Bruno, 1984: 103-109). M uchas de las dispu tas político-ideológicas estu vieron
estrech am en te vincu ladas con el dispositivo de la sexualidad: con cepción de la fam ilia, de
la m aternid ad , del rol m ascu lino, del am or, del deseo, del m atrim onio, etc.
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66 V e r tam bién: Vespignani, J. (1922). C irculares, Cartas y A visos, pp. 355-356. Lo contrario
al hon or es la vergüenza. A m bas cu alidades ligadas, sólo im aginariam ente, a los varones y
a las m ujeres respectivam en te y con fuertes connotaciones sexuales.
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67 Para Don B osco “el ocio es el padre d e todos los vicios y el trabajo los com b ate y los ven
ce” . (Don B osco, s/f: 17). De allí que los colegios salesianos hayan sido reconocidos por
la form ación en diferen tes oficios. Com o señala Puiggrós los salesian os se destacaron por
“ed u car para el trabajo y la s activid a d es prácticas” pero in stalan do u na determ in ad a ética
laboral (Puiggrós, 1996: 61-62).
68 La doctrin a religiosa fue la plataform a de la doctrin a pedagógica conocid a com o ‘sistem a
p reven tivo’,
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69 La E n cíclica Pontificia “A c e rb o N im is ” era la b ase de la en señ anza catequ ística en los ora to
rios. (V espignani 1922: 321, 328, 336, 341, etc.). En la m ism a se alertaba “ sobre las m alas
pasiones, la corru pción de costum bres, la depravación y la forn icación” . V e r en: e n c íc lic a
a c e r b o nimis (15-IV-1905) (1952). En E n cíclicas Pontificias. C olección com p leta (1830-1950)
(p. 784). Bs. As.: E ditorial G uadalupe.
70 Revista L a Vanguardia, 1 y 7 de agosto de 1916. V e r tam bién, en la m ism a Revista, las
noticias de los días 29 y 31 de ju lio y m iércoles 19 de agosto de 1916.
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73 A qu í se sigu e la tesis de Foucault. Según este au tor la hom osexu alidad y el sujeto h om o
sexual son invenciones del siglo xix. Si antes las relaciones am orosas y sexuales en tre las
person as del m ism o sexo eran consid erad as com o sodom ía (una actividad in d eseab le o
pecam inosa a la cu a l cu alqu iera podía su cu m bir) todo cam biaría a partir de la segu n d a m i
tad del siglo xix. La práctica pasaba a defin ir un tipo especial de sujeto que sería m arcado,
clasificado y reconocido. C ategorizado y nom brado com o desvío de la ‘n orm a ’, su destino
sólo podía s e r el secreto o la segregación (Foucault, 1993).
74 Com o señala H opm an “ la m oral sexual de la Iglesia C atólica se caracteriza por una co m b i
nación en tre la contem plación de origen a gu stiniano, que está dirigida a la s em ocion es y
opone el placer a la m odestia, con la contem plación de origen tom ista, que está dirigida a
la con du cta y para la cu a l la con du cta n atu ral (sea o no razonable) se op one a la condu cta
contra na tura (en sí no razonable)” .(2000: 119).
75 La con cu piscen cia se refiere a la insub ordinación de los deseos a la razón; la inclinación
de la ‘natu raleza h u m an a’ hacia el pecado, cau sa del pecado original. Ta m b ién se refiere
al m ovim iento espon táneo de los apetitos sensitivos hacia lo que la im aginación presenta
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Los terribles efectos de la escuela atea o neutra” . “Se permite que los
alumnos comuniquen a otros compañeros libros o periódicos anti
cristianos, antisociales, anárquicos, pornográficos pero se rechaza
y proscribe oficialmente el santo evangelio, la historia sagrada y el
catecismo. Con esta legislación laica y sectaria se declaró la guerra a
la Iglesia” . “La perversión y la corrupción de la juventud se debe a la
ausencia de la enseñanza y de la educación religiosa” . “En el fondo
sólo reina el más inmundo y brutal sensualismo” (Vespignani, 1922:
246, 322, 339, 411).
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C onsideraciones finales
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Bibliografía
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Fuentes primarias
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Hacer visible lo invisible. Una historia de
la niñez a través de las estadísticas del
Departamento del Valle del Cauca,
Colombia: 1912-1938
Jenny Paola Valencia Torres
Universidad de los Andes
82 E n tenderem os la estadística d epartam en tal com o un discu rso de la institu cion alidad ofi
cial que provee la form a en la que se con cib ieron y categorizaron los sujetos sociales tales
com o hom bres, m u jeres y niños y la s prob lem áticas m ás a prem ia n tes de la socied ad en su
m om ento. Pensam os que la form a en la que fu eron construidos y elaborados los em p ad ro
nam ientos operó com o “ una form a de poder [que] se aplica a la inm ediata vida cotidiana
q ue categoriza al ind ividu o, lo m arca por su propia ind ividu alidad, lo adhiere a su propia
identidad, le im pon e una le y de verdad que él debe recon ocer y que lo s otros tienen que re
con ocer en él”. Com o plantea M ichel F ou cau lt, es m ed ian te esta form a de a rticu la r el poder
com o los individu os se hacen y constru yen com o sujetos. Ver: (Foucault, 1991:60).
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83 A propósito de esta discu sión ver: Fexia, C. (1996). A n trop ología de las edades. En J. Prat
& A, M artín ez (Eds). E nsayos de A n tro p o lo gía Cultural. H om en a je a C lau d io E steva-Fabrega t
(pp. 319-334). B arcelona: Editorial Ariel.
84 En la m ed ida en que el género, com o categoría de análisis, vin cu le en su estru ctu ra co n cep
tual, no sólo el en foque relacional, discu rsivo y sim bólico de las diferen cias sociales entre
hom bres y m ujeres, sino tam bién a las jera rqu ías existentes en tre las diferen tes ed ades o
etapas de la vida que se ob servan (com o obvias, pero igu a lm en te construidas) en la so cie
dad, lograríam os análisis m ucho m ás ricos, para com plem en tar, con tra star y a m p liar la
visión em p írica de los problem as sociales. A dem ás, im plicaría com p ren d er que la co n stru c
ción de relacion es de in tera cción e in terdepen den cia en tre m u jeres y niños, está por en cim a
del orden biológico, que term ina estableciéndose, in stitu cion a lizá n d ose y haciendo parte de
la su bjetividad social. D esde esta perspectiva estu dia r a la niñez, im plicaría distan ciarse de
las in terpretacion es que se en focan sólo desd e los sentim ientos, el biologicism o, teorías del
desarrollo psicológico o desd e la socialización , para in tegrar todos estos aspectos.
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los estudios que tenemos sobre esta región en cuanto a temas que
rescaten la presencia de sujetos tan importantes para la configu
ración de nuestra región como las mujeres y los niños. Por ello,
en este trabajo intentaremos mostrar que los niños fueron actores
presentes y participativos de los procesos de configuración de la
sociedad vallecaucana de principios de siglo xx, y que su presencia
posibilitó la construcción y definición de un modelo de niño y de la
categoría de este periodo vital. Aunque, a primera vista, los datos
estadísticos de la primera mitad del siglo xx no parecen ofrecer
una idea clara de la importancia de la población infantil para la
sociedad vallecaucana, es preciso aclarar que las variables a partir
de las cuales esta población fue incluida y cuantificada nos facili
tan imaginar cuál era la noción de niño que tenían las autoridades
departamentales. Así pues, la estadística departamental nos ofre
ce de una forma indirecta un perfil, o si se quiere, unos discursos
a partir de los cuales se advierte la incorporación de este “proyecto
de sujetos” en la estructura institucional que se empezaba a con
figurar y a definir en términos de regulación de la esfera social. Es
así como en los censos departamentales se define a la niñez desde
las condiciones demográficas y se convierte en la “esperanza” del
Estado ante su progresivo crecimiento.
De acuerdo con lo anterior, defenderemos la idea de que el
niño fue un sujeto importante para la estadística oficial del de
partamento. Aunque su concepción no era única ni homogénea,
los censos poblacionales nos dejan ver que el niño fue un sujeto
social que participó activamente en la sociedad y la economía va-
llecaucana de principios de siglo: eran estudiantes, trabajadores,
víctimas de la insalubridad, del descuido, de innumerables ca
rencias y limitaciones, objeto de políticas de control, que además
constituían cerca de la mitad de los habitantes de una región en
vía de configuración y desarrollo. Es decir, no había una sola for
ma de ser niño, ni de ser reconocido como tal. No obstante, desde
la estadística departamental se construyó el niño no como un su
jeto social sino como un sujeto/objeto vulnerable, posible blanco
de múltiples disposiciones políticas y de control, imagen del futuro
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85 El V a lle del C au ca fu e creado m ediante el decreto 340 del 16 de abril de 1910, con Santiago
de Cali com o su capital.
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HACER VISIBLE LO INVISIBLE
86 A propiam os la idea de “orden ar para con trolar” del trabajo realizado por H errera (2002).
87 O rdenan za 29 de 1926 y D ecreto n° 332 de 1929. A rch ivo de la G obernación del V a lle del
C auca.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Pavas V arsalles
T a b l a e l a b o r a d a p o r l a a u t o r a . F u e n t e : C e n s o d e p o b la c i ó n d e l V a lle d e C a u a 1 9 1 2 ,
A r c h i v o . DANE, C a li.
88 En el censo de 1928 se registrab an ca m b ios en la com p osición política del departam ento
respecto a la s registrad as por lo s cen so s de 1912 y 1918. D ebido a lo in com pleto de su
inform ación, y la dificu ltad que en ello estrib a pen sar y visibilizar a los niños en este d o cu
m ento, decidim os no incluirlo en este escrito.
89 La colon ización de vertiente se produce, según Jorge V illegas, (1997: 1) por “el rápido cre
cim ien to de la población en los clim as salubres de los altiplanos, tanto en A n tioqu ia com o
en C u n dinam arca, B oyacá y otras regiones, perm itien do el exced en te de hom b res que pu
dieran la n za rse a la aven tu ra de con qu istar la s tierras de vertien te” (19 97 :1).
142
HACER VISIBLE LO INVISIBLE
Pequ eñ os m u n icip io s de la zona D agu a,Ju m andí, La C um bre (Pavas), V ijes, Yotoco,
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e p o b la c i ó n d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 3 8 , A r c h iv o :
DAÑE, C a li.
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144
HACER VISIBLE LO INVISIBLE
91 C enso D epartam ento del V a lle del C auca 05 de m arzo de 1912. p 17. A rch ivo, d añe. Cali.
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Gráfico 1
N Ú M ER O DE PE RSO N A S EN LAS PR O VINC IA S C APITA LE S D E L VALLE
DEL C AU C A SE G Ú N RAN G O S DE EDAD EN EL C EN SO DE1912
5000
m 4500
z 4000
§ 3500
g 3000
^ 2500
a
Q 2000
O 1500
W 1000
s 5=0
2 0
0a 1 la 7 8 a 12 13a 19 a 20 21 a 30 3 1 *4 0 4 1 *5 0 SI « 0 0 00
R Á N G O S D É EDAD
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 1 2 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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Gráfico 2
NÚ M ER O DE PE RSO N A S EN LAS PR O VINC IA S C APITA LES D E L V A LLE DEL
C AU C A SE G Ú N RAN G O S DE EDAD CENSO DE 1918
♦ Cali
Buga
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle 1 9 1 8 . A r c h i v o d a ñ e,
C a li.
148
HACER VISIBLE LO INVISIBLE
Gráfico 3
N Ú M ER O DE PE R SO N A S EN LOS PR IN C IPA LE S M U N ICIPIO S D EL V A LLE D EL C AU C A S E
GÚN RAN G O S DE EDAD C EN SO DE 1938
Cali
Palmira
50000 Buga
45000 Tuluá
40000 Cartago
35000
♦ Buenaventura
30000
25000 Roldanillo
20000
15000
1000
5000
0
13-18 19-20 21-30 31-40 41-50 51-00
RANGOS DE EDAD
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 3 8 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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150
HACER VISIBLE LO INVISIBLE
92 En el D ep artam ento d el V a lle del C au ca en 1923 se em p ezaron a reglam en tar algunos servi
cios de protección a los niños y a las m adres, en aras de m ejorar sus condiciones de higiene
y alim entación: gotas de leche, salas cuna, a sisten cia m éd ica escola r y defensa contra el
m altrato a los niños. L ey 45 de 1923. G obernación del V a lle del Cauca.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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HACER VISIBLE LO INVISIBLE
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Gráfico 4
CAU SAS DE M O R TA LID AD IN FA N TIL 1916
Digestivas
Falta de cuidados
Ig. o m al definidos
Respiratorias
Enferm edades de la
prim era edad
Infectocontagiosas
Cerebrales
Nacidos muertos
De otros órganos
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : A n u a r i o E s t a d í s t ic o D e p a r t a m e n t a l 1 9 1 7 .
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HACER VISIBLE LO INVISIBLE
Gráfico 5
CAU SAS DE M O R TA LID AD IN FA N TIL 1932
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : A n u a r i o d e E s t a d í s t ic a D e p a r t a m e n t a l 1 9 3 3 .
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G r á f ic o e la b o r a d o p o r l a a u t o r a . F u e n t e : A n u a r i o d e E s t a d í a s t i c a D e p a e r t a m e n t a l
1934.
94 Para resolver el problem a de la “corru pción ” de los m enores se reglam entó por m edio del
D ecreto 260 de 1929 -q u e rigió para el m un icipio de B uga- la proh ibición a los dueños de
cafés de em p lear en ellos a m ujeres m enores de 21 años y de restringir el ingreso de los
va ron es m en ores de 18 años, pu es en a lgu n os de estos cafés tenían ad em á s servicio de
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Gráfico 7
IN STR U C C IÓ N V A LLE D E L C AU C A 1912
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 1 2 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 1 8 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Tabla 3
E stablecim ien tos Indu striales existentes en Cali. 1925
N úm ero de trabajadores
T extiles 2 5 6 69 80
Cerveza 3 65 2 3 70
Fábricas de café 5 27 39 3 69
M ateriales de constr. 4 52 - 14 66
Eban istería 6 53 - 12 65
Sastrería 5 44 4 5 53
G aseosas 3 18 26 2 46
C igarrillos 3 22 26 1 49
Z apaterías 3 40 - 6 46
Fun diciones 2 31 - 12 46
C hocolate 3 10 27 4 41
O tros 22 82 47 17 146
*Tom ado de: B oletín de Estadística M unicipal. No. 3. J u lio 1925. C itado en: O cam po José
A ntonio, Santiago de Cali 450 años de historia,
Gráfico 9
V A LLE DEL C AU C A 1938, NO SA B EN LEER
M>
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 3 8 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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HACER VISIBLE LO INVISIBLE
por escuela era muy bajo. En el día a día de los sujetos comunes y
corrientes no era una alternativa el asistir a la escuela, o aprender
a leer o a escribir; por el contrario, la cotidianidad exigía que tanto
niños como adultos permanecieran en esencia y en forma con
centrados en el trabajo, en las ocupaciones cotidianas del hogar o
prestos a las labores en las que fueran requeridos.
De manera que la educación era un problema de grandes
proporciones para el departamento. Con esa conciencia se inten
tó medir en el censo de 1938 municipio por municipio su cuota
de analfabetos por edades, por sexo, y por zonas urbana y rural.
En la gráfica 10 se puede observar que los municipios de la zona
plana, con un 38.1% de la población entre 7 y 14 años que sabía
leer, tenían el mayor porcentaje de instrucción con respecto a los
principales municipios y a los de la colonización de vertiente, en
donde el 20.6% de los niños en edad escolar sabía leer. Los prin
cipales municipios -Cartago, Tuluá y Buenaventura- tenían cada
uno alrededor de un 20% de niños en edad escolar que sabían leer,
seguidos de Buga con 19.1% y de Palmira con 18.2%. En último
lugar se encontraba Cali, que sólo tenía el 8% de niños entre 7 y
14 años que sabían leer. Cali, como capital del departamento del
Valle del Cauca, concentraba el menor porcentaje de instrucción.
Gráfico 10
V A LLE DEL C AU C A 1938, SAB EN LEER
I Cali
Palmira
Buga
J
Cartago
Tuluá
Buenaventura
Zona Plana
Menores de 7 años de 7 a 14 años de 15 a 20 años de 30 años y más
RANGOS DE EDAD
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : C e n s o d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 3 8 . A r
c h iv o DAÑE, C a li.
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Tabla 4
Legitimidad de Ilegitimidad en el Valle del Cauca
1985 1916
Provincia Legítim os Ilegítim os Total Legítim os Ilegítim os T otal
F u e n t e : E s t a d í s t ic a d e m o g r á f ic a d e l d e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 1 6 .
Tabla 5
Legitimidad de Ilegitimidad, Valle del Cauca 1931-1936
Principales Legítimo Ilegítimo Legítimo Ilegítimo Legítimo Ilegítimo legítimo Ilegitimo
Cali 1242 1441 2683 1425 1539 2964 1341 1457 2798 1745 1766 3511
Palmira 500 729 1227 570 734 1304 657 1008 1665 759 929 1688
Buga 443 325 768 467 347 814 490 380 870 595 405 1000
Tuluá 529 505 1034 496 539 1035 648 573 1221 696 518 1214
Cartago 371 291 662 363 329 692 377 335 712 459 334 793
Buenaventura 197 382 579 308 532 840 362 676 1038 415 649 1064
Total 3282 3671 6953 3629 4020 7649 3875 4429 8304 4669 4601 9270
Zona Plana 2796 2312 5108 2772 2351 5123 3092 2431 5523 4038 2836 6874
Colonización
de Vertiente 2888 529 3417 3054 562 3616 3376 763 4139 4042 924 4966
Total Dpto. 8966 6512 8 9455 6933 8 10343 7623 6 12749 8361 0
F u e n t e : E s t a d í s t ic a d e m o g r á f ic a d e l D e p a r t a m e n t o d e l V a lle d e l C a u c a 1 9 3 7 .
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C onsideraciones finales
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Bibliografía
Fuentes Primarias
Fuentes secundarias
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171
En sus propias palabras.
Los chicos del Consejo Nacional de Menores en
Argentina a mediados del siglo xx
Donna J. Guy
Ohio State University
Traducción de Ana María Presta
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174
EN SUS PROPIAS PALABRAS
96 Pasé 8 años esperan d o el perm iso para en trar en estos a rchivos y una vez concedido trabajé
con cu atro investigadores que transcribieron los docu m entos que elegí. Nos estaba p roh ibi
do sa ca r fotos, esca n ea r y fo tocop ia r.
97 A h ora estos legajos han sido trasladados a un depósito en la provincia de B uenos Aires,
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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EN SUS PROPIAS PALABRAS
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EN SUS PROPIAS PALABRAS
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Los documentos
180
EN SUS PROPIAS PALABRAS
98 Se han cam biado todos lo s nom b res de ch icos por reglam ento del C onsejo N acion al de N i
ñez, A dolescen cia y la Familia.
99 A rch ivo C onsejo N acional de Niñez, A dolescen cia y la Fam ilia [acnnaf], E xpediente 7797.
100 a cn n a f, E xpediente 16.405.
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EN SUS PROPIAS PALABRAS
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EN SUS PROPIAS PALABRAS
106 acnnaf, Legajo 44.086. El Interventor N acional es designado por el Presidente de la nación
para reem p lazar a un fu n cion a rio a l qu e ha desp lazad o de su cargo.
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186
EN SUS PROPIAS PALABRAS
109 agn, A rch ivo Interm edio, S ociedad de B eneficencia, M in isterio del Interior, rem ite copia
au tenticada del decreto no. 9414 dictado el 4 de septiem bre de 1946, por el cu a l se declara
intervenida la S ociedad de B eneficencia de la Capital, nom b ránd ose in terven tor de la m is
m a al Dr. A rm an do M éndez San M artín, “ Plan Integral d e D esarrollo” s/ d .
187
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
P la n in t e g r a l p a r a i n t e r v e n ir la s in s t it u c io n e s d e b e n e f ic e n c ia . J u a n P e r ó n , 1 9 4 6 110
AGN, A rch ivo Interm edio, S ociedad de B eneficencia, M in isterio del Interior, rem ite copia
au tenticada del decreto no. 9 4 14 dictado el 4 de septiem bre de 1946.
188
EN SUS PROPIAS PALABRAS
111 A gra dezco a la Sra. Liliana C respi por la inform ación su m inistrada a través d e co rresp o n
dencia electrón ica.
112 V éa se el recorte de L a P re n s a , 17 de m ayo, 1947 en A G N , A rch ivo Interm edio, S ociedad de
B eneficencia, M in isterio del Interior.
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190
EN SUS PROPIAS PALABRAS
(...) sin saber que esperaba familia. Estaba casada con Manuel G., no
recuerdo bien si el había muerto, me parece que estaban separados.
Cuando nacieron los mellizos en el Policlínico Piñero donde la había
llevado, como ella era una mujer débil, de muy escasa salud, le acon
sejé los internara en la Casa de Expósitos. Por intermedio de una Sra.
de la Sociedad de Beneficencia que yo conocía internamos a Samuel,
con Juan no hicimos lo mismo pues había una señora que vivía por
aquí cerca que se lo pidió con todo empeño (...) Lo que se resistía a
creer es que la Sra. que se hizo cargo de José lo hubiese tirado en un
zaguán (...) Todo esto es novelesco pero para mí el asunto llegó a su
punto máximo cuando me dijo: “yo Sra. conservé todos los papeles de
Laura (la madre), nunca los quise tirar. (...) Tengo la partida de ma
trimonio de los padres, las partidas de nacimiento de los chicos (...)
191
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C om entario final
Fuentes
Archivos
Archivo General de la Nación Argentina:
Fondo Sociedad de Beneficencia
Fondo Perón
Consejo Nacional de Menores, Adolescencia y la Familia
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Bibliografía
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EN SUS PROPIAS PALABRAS
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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IMÁGENES, REPRESENTACIONES Y
ESTEREOTIPOS
Maestras protestantes en Guadalajara: sus
proyectos, vicisitudes y representaciones de la
infancia (1872-1920)
Introducción
205
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
127 En el caso de M éxico, una excep ción es M elinda Rankin (2008) quien dejó escrito un texto
en el que narra s u s ex perien cia s com o m ision era y ed u cad ora en el norte del país.
206
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
207
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
cu lto del centro hacia el norte del país. C ongregacionales y m etodistas realizaron la b or c o n
ju n ta en Sonora, Sinaloa y C hihu ah u a entre 1888 y 1910. Por su parte, los presbiterianos
a vanzaron hacia el su reste en tre 1883 y 1910 establecién dose en la región de la C hontalpa
en T a b a sco. H a bría q u e reconsid erar esta red reconstruida por B astiá n deja un tanto al
m argen a las y los m ision eros que desde los años sesenta ingresaron a las ciu dades del
norte del país, com o es el caso y a señalado de M elinda Rankin.
129 D entro de los prim eros adeptos locales que participaron estaban: A gapito Portugal, F ran
cisco Reyes, M igu el y Francisco M agdaleno, O nofre Bonilla, D elfino M adrigal, Sacram ento
V era y Á n gel Blanco. “Bodas de D iam ante” , en R evista E l Avance. M azatlán, Sinaloa, sep-
tiem bre/30/1947, Núm. 35. B iblioteca Pú blica del Estado de Jalisco (bp ej), Hem eroteca.
130 La prim era iglesia que abrieron lo s m etodista s en G u ad ala jara fu e en el antigu o convento
de Santa M aría de G racia en 1880. Prob ab lem en te fu e el gobierno del Estado quien les
rentó el local (B astián, 1989: 319).
131 Este territorio ofrecía la ven taja de estar com u n icad o con la capital del Estado por cam inos
y ferrocarril, lo que facilitaba el d esp lazam ien to de m ision eros y adeptos (D orantes, 1996:
8 -9).
132 Esta estrategia no fue exclusiva de México, sino que se siguió en toda A m érica Latina, a u n
que en algu nos casos tuvo un m ayor im p a cto. En A rgen tin a, por ejem plo, destaca el caso
de Ju ana Paula Manso, quién ideó y dirigió la política educativa de Sarm iento. Entre ella y
otras m aestras, com o Sara C ham berlein de Ecceston, organizaron 18 escu elas norm ales. El
norm alism o fue un program a de form ación centralizado y nacional. Sus objetivos e influen
cia perm iten verlo com o m ovim iento liberal, progresista, dem ocrático y laico (Ochoa, 2001 y
N orm an, 2010).
208
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
133 A diferen cia del ca tolicism o, que es m ás sim bólico, las iglesias protestantes requerían la a l
fabetización de los adeptos para participar en los cánticos y en las lecturas. Inicialm ente el
pastor era a la vez m ision ero y m aestro. Fue en las ú ltim as tres décadas del siglo xix cuando
arrib aron m u jeres m aestras, q u ien es in trodu jeron nu evos m étod o s y m ay or organ ización a
las escu elas (G ouvea, 1991).
134 H u bieron de pasar algu nos m eses para que las cosas se tranqu ilizaran después del a se
sinato del pastor. A n te la falta de interés del gobierno estatal por el asunto, el federal
ofreció garantías a W a tk in s para con tin u ar con el trabajo en A h u a lu lco. Una partida de
so ld a d os perm aneció en la población por va rias se m a n a s. E stos even tos fu eron recread os
años m ás tarde en un a rtícu lo publicado en la revista E l A van ce, M azatlán, Sinaloa, sep-
tiem bre/30/1947, año ii, Núm. 35, p. 2. (bpej, Hem eroteca).
209
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
210
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
211
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Hubo tres tipos de escuelas: las dominicales, los colegios que ofre
cían kindergarten, enseñanza primaria y normal y los estableci
mientos orientados a la instrucción técnica y preparatoria. Las
escuelas protestantes resultaban atractivas para la élite ya que
ofrecían innovaciones pedagógicas y la enseñanza del inglés (Gou-
212
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
139 El nom bre com p leto de esta escu ela era G en eral Ram ón Corona, quien en su m om en to fue
el m ilita r liberal m ás reconocido en occidente del país. Participó en la guerra con tra la in
tervención francesa, después fue em b ajador en España y gobern ad or de J alisco en tre 1888
y 1889, año en que fu e a sesin a do. El nom bre de la escu ela no constitu ye un h om enaje a su
213
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
m o n io H o w la n d . E n e s te e s ta b le c im ie n to se a te n d ía la e d u c a c ió n
d e n iñ a s y s e ñ o r it a s , p a r a e llo c o n t a b a c o n d e p a r t a m e n t o s d e p á r
v u lo s , p r im a r ia y N o r m a l. D esde su fu n d a c ió n y h a s t a p r in c ip io s
d e l s ig lo x x su d ir e c t o r a fu e Is a b e l M . H a s k in s . E s te In s titu to era
c o n o c id o t a m b ié n com o e s c u e la e v a n g é lic a y se u b ic a b a ju n to al
t e m p lo d e E l M e s ía s . H a c ia 1 8 9 2 s o lic it ó s u in c o r p o r a c ió n a n te la s
la c a lle d e S a n D ie g o . E n 1 9 1 0 , A lic e G le a s o n e s ta b a a l fr e n te d e l
In s t it u t o C o r o n a , p e r o d u r a n te lo s a ñ o s d e la R e v o lu c ió n e s te C o
le g io d e s a p a r e c ió (E l T e s tig o , 1 9 1 0 - 1 9 1 1 ).
m em oria, sin o m ás bien una expresión de la s b u en as relacion es en tre protestan tes y lib e
rales y de la identificación de sus principios. Ju an H ow lan d participó adem ás en la reform a
ed u cativa im pu lsa da por C orona.
140 “Th e Pearl o f the w est” en L ife and light f o r w om an, Vol. 34, 1904, p. 307.
214
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
141 Es probable que la escu ela de niños dirigida por Ju an H ow land, u bicada en la calle de P la
ceres Núm. 99 en 1902, sea la que se m udó al local de San J u an d e Dios. “C enso escolar
de G u adalajara. 1902” . A rch ivo H istórico de Jalisco (a h j ), Instru cción Pública. ip -3-902/
g u a -229.
142 En el censo escola r levan tado por la policía m un icipal en 1902 se con sign a el C olegio Inglés,
a cargo del señor “C lendon” , u bicado en la calle de D egollado núm. 45. ahj, Instrucción
Pública, ip -3-9 02 / g u a -229.
215
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
143 El ed ificio al que se hace referencia está localizado en lo que h oy es la esqu ina de Tolsa y
Libertad. En los años veinte perdió sus ja rd in es frontales por la am p liación de la calle.
216
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
Las vicisitudes
217
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
N o r w o o d E . W y n n 147
218
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
148 La m aestra titu lada en la N orm al de Saltillo era Q u irin a Gil, quien m ás tarde sería directora
del Instituto Colón. Es probable que Q uirina haya cu rsado la instru cción prim aria en la
E scu ela T ru eh eart y la N orm al en una escu ela protestante en otro Estado, pues en 1908
se afirm ab a que m uchas de las egresadas de esa escu ela habían ido a cu rsa r la educación
norm al a Saltillo.
149 b p ej, D irección de In stru cción Pública, C. 38-5, Exp.1300.
150A lgu n os profesores entrevistad os por M anu el M oreno, afirm aron que ellos apren d ieron a
lee r y a escribir en la escu ela de su pueblo con el Silabario de San M iguel, lo a n terior a l
red edor de 1910 y a pesar de que el m étodo de la s palabras n orm ales d e R ébsam en había
sid o in trodu cid o desde añ os atrá s (M oreno, 20 0 1 : 25 -29 ).
219
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
151 Su nom bre real era Ju an F arías y Á lva rez del C astillo (18 73 -194 0). “ Por m ás de 30 añ os
dio clases de pin tu ra y caligrafía en m ú ltiples establecim ien tos docen tes, en tre los que se
en cu entran; la E scu ela N orm al para Señoritas (1914); la E scu ela Indu strial y C om ercial
para Señoritas (1915); la E scu ela de A rtes y O ficios (1915); la E scu ela de Pintura al A ire
Libre (1929); la A ca dem ia N octu rn a (1921); the A m erican School (1924) y el Instituto Colón
(1921) (...) fue un activista com p rom etido en nu m erosas asociaciones benéficas, científicas
y cu lturales com o la Ju nta de B eneficencia Privada; la C om isión C ientífica A stron óm ica; el
A ten eo Jalisciense; las A sociacion es de Pintores y E scu ltores Independientes; la Sociedad
C ultu ral Jaliscien se; el C entro B ohem io y la Sociedad de Estu dios B iológicos” . “Jaliscienses
destacad os” , R ecu perado de http ://w w w .fom en tar.com /Jalisco/Tapatios/in d ex.ph p 9codi-
go=11 3& inicio=10 0
152 Saúl Rodiles (Atlixco, Puebla, 1885-1851). Inició sus estu dios en la E scu ela N orm al de Pu e
bla. T om ó parte en los prim eros m ovim ientos revoucionarios estudiantiles. M igró a Xalapa,
Ver., en cu ya norm al obtu vo su título, donde se le designó catedrático de Lógica, Doctrinas
Filosóficas, Psicología y Ética. Fue electo D ipu tado al C ongreso C on stitu yen te por el D istri
to de Tantoyu ca, V er. A l term inar su gestión en el C onstituyente, se fu e a vivir a la ciu dad
de G u adalajara, donde ejerció su profesión de m aestro. Tanto en V era cru z com o en Jalisco,
llevó a cabo la fu n d ación de cen tros escola res para niños y ob reros. (C ongreso del Estado
de Ver., 20 7:34).
153 En las norm ales de la red protestante fue com ú n que se im partiera el m ism o plan de es tu
dios de las norm ales oficiales (B astián, 1989: 150-151).
220
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
154 H asta el m om ento no ha sido posible localizar un solo ejem pla r de esta pu blicación, la que
cu a l era u tilizada por m u ch os de lo s m aestros com o una guía cotid iana para el desarrollo
de sus lecciones. Existe un ejem p la r catalogado en la B iblioteca Pú blica del Estado, pero no
se en contró en el acervo.
221
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
222
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
157 En las M iscelánea s de la B iblioteca Pú blica del E stado existen im presos que reseñan estas
cerem onias, los discu rsos, poem as y piezas m u sicales presentadas. A ellas solía asistir, por
lo regular, una au toridad ed u cativa co m ision ada.
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MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
todo trato con los protestantes. Además de los impresos, los curas
pregonaban con frecuencia desde el púlpito en contra de los pro
testantes, arengando a los fieles a detener su avance (Dorantes,
2005).
Para 1914, ya en plena efervescencia revolucionaria, con la
llegada de los constitucionalistas y bajo el gobierno del general
Manuel M. Diéguez, la situación se tornó ambivalente para las es
cuelas y para las maestras protestantes. Diéguez emitió un decre
to que establecía como obligatoria la incorporación de las escuelas
particulares, sin este requisito no podrían abrirse al público. El
documento prohibía a las escuelas toda manifestación o acto de
propaganda política o religiosa y ordenaba el cierre de todas las
escuelas sostenidas o dirigidas por cualquier iglesia u orden re
ligiosa (Carmona, 1985, documento 2: 2). Estas medidas fueron
confirmadas por el Reglamento General de Instrucción Pública de
1915.166 Además, la ciudad se vio sitiada por villistas y consti-
tucionalista. La mayoría de los norteamericanos abandonaron la
ciudad y con ellos, las maestras norteamericanas, las escuelas
en consecuencia fueron cerradas, reiniciando actividades hasta
1919.167
Las maestras norteamericanas regresaron a su país de ori
gen, en algunos casos fueron trasladas a misiones en otros partes
del mundo. Margarita Wright, por ejemplo, vivió en Barcelona y la
Sra. Howland se trasladó a California, donde más tarde llegó su
marido huyendo de la trifulca revolucionaria. Pero, ¿Qué pasó con
las mexicanas que se quedaron? Sin oportunidad de empleo por
el cierre de las escuelas protestantes, algunas cayeron en la des
gracia, otras buscaron afanosamente un lugar en las escuelas pú
blicas, otras hicieron uso de un discurso legal para defenderse del
rechazo de los vecinos e incluso formularon denuncias concretas.
166 Com o lo señala D orantes (1996), los protestantes de J a lisco m ostraron una postura de no
involu cram ien to o de rechazo hacia la R evolu ción en su período de en fren tam ien to arm ado
(D orantes, 1996).
167 M ientras que en la zon a occidente las escu elas fu eron cerradas, en C hihu ah u a las m aes
tras y m aestros protesta n tes m exican os se qu edaron en lo s colegios y lo s m an tu vieron
funcionando.
229
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
168 ah j, A rch ivo H istórico d e la D irección de Instrucción Pública, G rupo Docum ental: M aestros
fuera d e servicio, E xpediente de Laguna, M aría Luisa, 510 ( l).
169 ah j, A rch ivo H istórico d e la D irección de Instrucción Pública, G rupo Docum ental: M aestros
fuera d e servicio, E xpediente de Núñez, M aría Trinid ad , 83 ( n ).
230
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
170 a h j, A rch ivo H istórico d e la D irección de Instrucción Pública, G rupo D ocum ental: M aestros
fuera d e servicio, E xpediente de Salazar, Ram ona: 68 (s).
171 El exped iente sólo incluye la acu sación, no sabem os si prospero la petición de las m adres
de familia. a h j, In stru cción Pública, Caja 215/1915.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
232
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
174 ahj, Instru cción Pública, D ocum en tación sin clasificar, Caja 213/1914.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
175 A todo lo largo del siglo xix, tanto en Eu ropa com o en A m érica Latina, hubo intentos de
las m ujeres por ser in corporadas a las logias m asónicas. Hubo debates y ruptu ras, a va n
ces y retroceso. Las m ujeres presionaron por in gresar a las logias y en algu nas ocasiones
fu eron acep tadas, pero con un esta tu s diferen te a l de lo s hom bres, creándose para ella s la
categoría de “a dop tadas” . El proceso con sistía en som eterlas a una discip lin a de estu dios y
de vigilancia, pu es debían dem ostrar su a m o r por el bien y su horror ante el vicio. Pu ntos
coin cidentes en la m ason ería y en el protestantism o.
176 La a dopción incluía cu atro grados: 1° A prend iza, 2° C om pañera, 3° M aestra, 4° M aestra
Perfecta, no sa b e m os hasta qué grado llegó C atalina, su p o n em os por la calidad de su s es
critos y por su argu m entación in telectu a l que llegó a l tercero.
177 El texto es de Y u riria Figueroa y está incluido en esta m ism a obra.
178 El m odelo de m u jer del que hablam os tienen m uchos puntos de coin cid en cia con ideal
edu cativo prom ovido por la elite lib eral u rb an a. Sin em b argo co n sid eram os que es en tre lo s
protestantes y m ason es donde aparece m ás decantad o y a rticu lado.
234
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
179 D entro de esta lógica, para Isabelle M H askins, por ejem plo, las m ision eras y m aestras
protestantes debían “ guiar y orden ar a lo s niños y niñas, tener paciencia, tacto y sabid u ría
(H anskins, 1886: 384).
235
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
F e s t iv a l d e f i n d e c u r s o s e n e l In s t i t u t o C o ló n , 1 9 1 0 . (E n e l p r i m e r y s e g u n d o p la n o m u j e
r e s y n i ñ o s n o r t e a m e r ic a n o s ). I m a g e n in c lu id a e n e l a n u a r io 2 0 0 1 d e l I n s t it u t o C o l ó n ) .
236
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
N iñ o s y n in a s e n e l I n s t it u t o I n s t it u t o C o r o n a . E je r c ic io s d e g im n a s ia
C o r o n a , 1 9 0 4 .181 p a r a s e ñ o r it a s , 1 9 0 4 .182
180 “A n n u al R eport o f the M ission ary Society o f the M eth odist Ep iscopal C hu rch for the year
1872” , N ueva York, 1873 (C itado por B astián, 1989: 144)
181 L ife an d light f o r w om an, Vol. 34, 1904, p. 308.
182 L ife an d light f o r w om an, Vol. 34, 1904, p. 306.
237
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
wmi
V o l . IX. NOVEMBER, 1879. N o .il.
La Estrella de la Mañana
Fue un impreso para los menores que asistían a las escuelas do-
minicales,184 su aparición era semanal. Inicialmente estaba di
rigido por Sara, esposa de Juan Howland, aunque éste asumió
posteriormente su control. Ambos traducían o escribían los artí
culos y cuentos que constituían su contenido.185 La Estrella de la
Mañana era un periódico “pequeño” y tenía el propósito de servir
para ayudar en el estudio de las lecciones dominicales. Tenía la
intención de “llenar de gozo los corazones de los niños de México”
(La Estrella de la Mañana, 1884: 3). El periódico contaba con cua
183 Esta pu blicación fue el órgan o de difu sión de la W om a n 's B oard o f M issions y se en cu en
tran en Th e New Y o rk Pu blic Library. Los volúm en es fueron digitalizados y pu ede ser c o n
sultado en la sigu iente liga: h ttp ://w w w .arch ive.org/ d etails/ lifean d ligh tfor01m issgoog
184 Para 1884, tenem os datos de la existen cia de por lo m enos tres de ellas: una en el barrio
d el Santuario, otra en el b arrio de San Ju an de Dios, a m b os en G u adalajara, y otra m ás en
Ahualulco.
185 La vida de esta pu blicación fue corta. En la B iblioteca Pú blica del Estado de J a lisco se c o n
servan 39 nú m eros fech a d o s entre enero y octu bre de 1884. Es probable que desapareciera
en 1886, año en tam bién se extingu ió L a L a n za de S an B a ltazar, otro periódico protestante.
238
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
tro secciones, cada una con un texto diferente, los narrativos o in
formativos, la introducción a la lección bíblica, un segmento de la
Biblia y un apartado de preguntas referidas al contenido del perió
dico. A través de las secciones se desplegaba una doble intención,
por un lado, abordar las cuestiones de moral, de urbanidad y de
ciencia y, por el otro, disponer de los contenidos bíblicos median
te los cuales se construía la adhesión religiosa. En ambos casos
se buscaba internalizar en los niños un modelo cultural y social
que los protestantes enarbolan y que asumían como superior con
respecto a las realidades y formas de vida de los niños mexicanos
y de sus familias.
239
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
L a E s t r e l la d e la M a ñ a n a , e n e r o 2 0 d e 1 8 8 4 . B ib l i o t e c a P ú b l ic a d e l E s t a d o d e J a l i s
c o , H e m e r o t e c a , S e c c ió n d e F o n d o s E s p e c ia le s .
186 Para 1910 se calcu laba que entre el 75% y el 80% de la población m ayor de 15 años que
habitaba el país no sa bía leer, ni escribir (Secretaría de F om ento, 1956: 122 y 123).
187 “ Por u rb an idad (...) se en ten día un código de con du cta hacia sí m ism o y sobre todo en
d irección a los dem ás, en el m arco de una jera rq u ía social no sólo in tan gible sino incluso
reforzada (...) La form a práctica de su en señ an za debía ser el catecism o, del sistem a de
pregu n tas y respu estas que en con tram os en m u ch os de lo s m an u ales de urban idad com o
fórm u la sen cilla y adecu ada de com u nicación pedagógica fu n d am en ta da so b re la pasividad
d el a lu m n ado” (G uereña, 20 01 : 430).
240
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
241
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Fue una revelación ver las casas de donde vienen nuestras niñas
(...). Dos o tres calles en el centro de la ciudad están pavimenta
das, otras pocas están cubiertas con piedras. El resto de las calles
son de tierra y con mucho polvo. Las aceras son muy estrechas y
toscas (...). Las casas están muy juntas y faltas de comodidades.
Todos los miembros de las familias viven mezclados en dos o tres
habitaciones. Bañeras no existen. (...) El agua corriente en las casas
no existe, por lo que, como lo han hecho por generaciones, van a la
fuente de la plaza principal a llenar sus cántaros de agua una vez o
dos veces al día. En tales condiciones, ¿se lavan sólo cuando no se
puede evitar? (Wright, 1920: 168-170).
188 R ecordem os que dejó el estado en tre 1914 y 1919, aproxim adam ente, tiem po en el que
estu vo en los Estados Unidos y Barcelona.
242
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
La infancia racional
243
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
189 Se refiere a los días previos al abandon o d e G u adalajara por parte de los norteam ericanos
y a su intento por volver a los EE UU, tom ando un bu qu e en Colima.
244
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
245
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
In s t it u t o C to lrá , c la s e de c o c in a en N iñ a s n e g r a s e n c l a s e 190 d e c o c in a , la v a n -
1 9 1 0 . I m a g e n p u b lic a d a e n e l a n u a r io d o l a v a jilla . S é p t i m a d i v i s i ó n W a s h i n g t o n
2 0 0 1 d e l I n s t it u t o C o ló n . D .C . [1 8 9 9 ? ]
l c u s z 6 2 -2 6 3 8 .
190 M argolis, Eric. “A través de un lente oscuro: Escuelas urbanas e im aginación fotográfica
en Estados U nidos” . En b ifu ra c a c io n e s [online]. Núm. 7, año 2008. W orld W ide W eb docu-
m ent, u r l: <w w w .b ifu rcacion es.cl/0 0 7 /M a rgolis.h tm >. issn 0718-1132.
246
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
191 U niversidad A u tón om a de Cd. Juárez. C olección de J u an Kaiser, fotografía en ByN, 14x9
cm. Á lbu m , 20 hoja 17, tarjeta 2, en h ttp ://b ivir.u acj.m x/ P ostales/ D efa u lt.a sp.
247
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
c o lo c a h oy en d ía en o tra p o s ic ió n a n a lític a , m e d ia n t e l a cu al es
p o s ib le p r e g u n t a r p o r la s id e a s y p r á c t ic a s d e e s a s m u je r e s p r o t e s
t a n t e s q u e p a r tic ip a r o n e n lo s p r o c e s o s d e m o d e r n iz a c ió n y e n la
fo r m a c ió n d e m e x ic a n o s y m e x ic a n a s e n e l c a m b io d e s ig lo . S i b ie n
a ú n q u e d a n p e n d ie n t e s y c la r o s c u r o s e n to r n o a s u s p r á c t ic a s d e
in s tr u c c ió n , s u v id a c o t id ia n a y c o n r e s p e c to a l im p a c t o d e s u t r a
b a jo , n u e s t r a in v e s t ig a c ió n p e r m it ió s a c a r la s d e l a n o n im a t o , h is -
to r iz a r la s , de ta l m a n e ra qu e e s te m o s en c o n d ic io n e s de sopesar
su s a fa n e s p o r in s tr u ir a u n se g m e n to d e la n iñ e z m e x ic a n a , e x
p lic a n d o a l a v e z la s c o n d ic io n e s e n la s q u e d e s a r r o lla r o n s u la b o r
y lo s fu n d a m e n to s qu e la s o r ie n ta r o n . E n el caso d e la s m u je r e s
e x tr a n je r a s h a b r ía q u e e n te n d e r q u e e r a n a n te t o d o m is io n e r a s , d e
a h í s u p e r s is t e n c ia y d e d ic a c ió n d e tie m p o c o m p le t o e n la s ta r e a s
im p lic a d a s e n la fo r m a c ió n de n u evos a d e p to s . Su m is m a c o n d i
c ió n d e e x tr a n je r a s le s d io u n s ta tu s d ife r e n te a l d e la s m a e s tr a s
r ía d e e s ta s e x tr a n je r a s fu e r o n e s c r it o r a s fr e c u e n te s , lo qu e rara
m e n te o c u r r ía c o n la s m e x ic a n a s . L a s e x tr a n je r a s e s c r ib ía n e n la
p u b lic a c ió n p e r ió d ic a d e la W o m a n 's o f B o r d e r M is s io n s y , e l c a s o
m á s e x c e p c io n a l d e la s m e x ic a n a s e s e l d e C a t a lin a D ía z , q u ie n fu e
u n a e s c r it o r a fr e c u e n te e n la s p u b lic a c io n e s p r o t e s ta n t e s y m a s o -
n a s d e J a lis c o . In s is t im o s e n q u e e l in g r e s o d e m u je r e s m e x ic a n a s
a l p r o t e s ta n t is m o e s tu v o m e d ia d o , e n la m a y o r ía d e lo s c a s o s , p o r
e l in g r e s o d e s u s p a d r e s , d e a h í q u e la e s p o s a , h ija s e h ijo s h u b ie
248
MAESTRAS PROTESTANTES EN GUADALAJARA
249
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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Vecinos, niños y educadoras:
ciudadanía y escolarización en la Buenos Aires del
siglo xix
M yriam S ou th w ell192
255
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
xix existieron experiencias de escolarización y escu elas de diverso tipo -a lgu n a s heredadas
de los siglos anteriores, de form ato c o lo n ia l- y otras que fueron naciendo. Pero habrá que
espera r a la s ú ltim as d écadas del siglo xix, para poder en con trar una estru ctu ra de sistem a
para la instru cción pública.
256
VECINOS, NIÑOS Y EDUCADORAS
195 En 1823 había sido creada la Sociedad de B eneficencia concebida com o una institución
sosten id a por el trabajo com o carga pú blica para la s m u jeres d e la a ristocracia porteñ a.
Bajo su su pervisión qu edaron las escu elas de m ujeres, así com o las casas de huérfanos
y niños expósitos. Estas escu elas fueron concebidas para alum nas hu m ildes pero fueron
em p leadas por todas las clases sociales. D ebe recordarse que, m ás allá del espíritu liberal
que B u en os A ire s en carn ab a en la d écada de 1820, el papel de la m u jer en la socied ad era
el de un grupo su ba ltern o.
257
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
m a s c u lin o s . E r a , s í, e s p e c ia lm e n t e a p o y a d a p o r l a o p in ió n c a t ó lic a
q u e la c o n s id e r a b a u n a g a r a n t ía p a r a lo s v a lo r e s r e lig io s o s y con
s e r v a d o r e s (N e w la n d , 1 9 9 2 :1 4 7 - 8 ).
U n a s p e c to q u e v a le la p e n a m e n c io n a r e s q u e h u b o u n g r a n
a v a n c e re s p e c to a la c a n tid a d d e a lu m n o s e n es o s a ñ os, ta l co m o
s e o b s e r v a e n e l s ig u ie n t e c u a d r o :
niños alum nos niñas alum nas escu elasa lum no/as
1852 3 3 6
F u e n t e : N e w la n d , 1 9 9 2 :1 5 0
E n 1 8 5 6 D o m in g o F . S a r m ie n t o fu e d e s ig n a d o je f e d e l D e p a r
ta m e n to de E s c u e la s . D o s d e s u s e s tr e c h o s c o la b o r a d o r e s fu e r o n
M a r c o s S a s t r e y J u a n a M a n s o , a m b o s h a b ía n p e r t e n e c id o a l S a ló n
L ite r a r io y l a A s o c ia c ió n de M ayo en to r n o a lo s c u a le s s e g e s tó la
a s p e c to s d e la v id a e s c o la r : in s p e c to r , a u to r de te x to s m u y u tili
zad os en la s e s c u e la s , c o m o la G u ía d e l P re c e p to r y e l m é to d o de
le c t u r a A n a g n o s ia . C o n a n te r io r id a d , h a b ía s id o In s p e c to r e s c o la r
y d ir e c t o r d e e s c u e la s e n la p r o v in c ia d e E n t r e R ío s . J u a n a M a n s o
se t r a s la d ó a M o n te v id e o - e x ilia d a - p o s t e r io r m e n t e v ia jó a B r a s il
J u a n a M a n s o s e le en c a rg ó la e n s e ñ a n z a e le m e n ta l y su paso por
e s a fu n c ió n c o n tr ib u y ó a la e n s e ñ a n z a c o n ju n ta p a r a n iñ o s y n i
258
VECINOS, NIÑOS Y EDUCADORAS
196 H em os conservad o la escritu ra original de las fuentes consu ltadas que son en castellano
a ntigu o y con a lgu n a s fo rm a s que hoy serían con sid erad as in correctas.
259
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
260
VECINOS, NIÑOS Y EDUCADORAS
198 N ota dirigida al je fe del D epartam ento de Escuelas, del 24 de n oviem bre de 1862.
261
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
M á n d e m e p o b re s , h o n ra d o s y h u m i l d e s 199: S o c i a b i l i d a d y
e s c o la r iz a c ió n
199 La frase (que se continuaba) “que la escu ela los hará hom bres ú tiles” pertenece al inform e
en viado al presidente de la m u n icipalidad de B uenos A ires, por la persona responsable de
una escu ela, Ja cin to F eb rés de Rovira, 1866.
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cientos niños la escuela solo tiene ciento treinta y dos, y estos mis
mos se encuentran aproximados y en condiciones higiénicas poco
satisfactorias. El segundo punto es la necesidad de un método fijo y
gradual de enseñanza en cambio del incierto que se sigue y que da
por resultado que haya niños que escriben correctamente sin saber
leer lo que escriben y que estos mismos no tengan una forma decidi
da de letra por el frecuente cambio de muestras de diverso carácter.
El tercero y último punto es la necesidad de crear la disciplina de
que carece este establecimiento y que se nota en el continente de
los niños y ausencia de buenas maneras, tanto mas necesarios aquí
cuanto es menos probable las puedan adquirir en familia.200
En rigor ningún premio debería adjudicarse á esta escuela, cu
yos exámenes no han hecho sino mostrar el estado de atraso de sus
alumnos, sobre lo que nos permitimos dar cuenta y llamar la corres
pondiente atención, para que se estudie y se remueva la causa de
tan deplorable situación, y para que en adelante corresponda esta
escuela á las nobles y justas exigencias del gobierno y de la Patria. No
sería justo hacer inculpaciones al preceptor de esta escuela, cuyos
conocimientos y aptitud para la enseñanza son notorios y compro
bados por su larga vida consagrada á tan alta mision. (...) En esta
escuela se enseña por el método de enseñanza mutua, y bajo ese
sistema se educan alli ciento ocho niños, de cuyo número solo han
concurrido en los dos días del examen, sesenta y seis, que ha sido to
dos examinados. Los ramos de enseñanza que únicamente conocen,
son lectura, escritura, aritmética, y doctrina cristiana. (...) En estos
niños nada hay notable que pudiera premiarse pero el infrascrito ha
bría deseado hacerlo con el mas adelantado entre ellos, no obstante
que están comenzando á conocer las letras, por que el premio de la
manera distinguida que vá á adjudicarse, es un estimulo que vale
mucho en la juventud, y que esta la recibe con entusiasmo.201
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VECINOS, NIÑOS Y EDUCADORAS
202 Nos hem os extendid o sobre el perfil de esta edu cad ora en Sou thw ell, M. (2005). “J u an a P.
M anso (18 19 -187 5)” . En Prospects. Ginebra: Oficina Internacional de Educación, u nesco.
203 C onsidérese que está escrito en castellano a n tigu o.
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204 Sobre la inserción social de las m ujeres argentin as hasta 1870, puede verse M algesini, G.
(1993). Las m ujeres en la con stru cción de la A rgen tin a en el siglo xix. En G. D u by y M.
Perrot, H istoria de las m ujeres, Cuerpo, traba jo y m odernidad, T om o viii. M adrid: Taurus.
205 El código civil argentin o red actado por V élez Sarfield en 1875 daba a las m ujeres los m is
m os derech os que a los m enores de edad, los locos y los idiotas. La ob edien cia y sujeción
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(...) Deseando con este fin ver e inspeccionar por si mismos el estado
de la escuela parroquial su metodo de enseñansa, la contraccion y
capacidad del profesor que la dirije y el estado de adelanto en que se
hallan sus alumnos, para poder formar un juicio acertado y trans
mitirlo al conocimiento de la Municipalidad, han visitado repetidas
veces otra escuela inspeccionando sus travajos e interrogado a sus
alumnos. Los infrascriptos miembros de la comision parroquial de
educacion y el señor municipal Dn Juan Eastman se han tomado el
travajo essaminar por si mismos con la mayor contraccion e interés
a todos los niños y para adjudicar con justicia e imparcialidad los
premios (...). bastaria saver que el primero y unico premio de oro lo
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zatoria” qu e bu scó h a cer m a s iva la escu ela p rim a ria y com ún. Uno
de los p u n tos m á s sign ifica tivos en ese recorrid o fu e la creación
de escu ela s n orm a les d estin a d a s a form a r m aestros, que co m en
zó con la creación de la p rim era de ella s en Paran á (p rovin cia de
E n tre Ríos) y que tu vo lo s añ os de 1874 y 1875 com o fe ch a de
fu n d a ción de la s p rim era s escu ela s de ese tipo en la ciu dad de
B u en os Aires.
Pa ra la h is to ria de la es cu ela p rim a ria argentin a, el norm alis-
m o con stitu ye u n o de lo s d iscu rsos p ed a gógicos m á s in flu yen tes
dentro del espacio ed u cativo y cultural. C on form ado a p a rtir de la
ex p erien cia in stitu cion a l de la s escu ela s n orm a les se co n virtió en
u n a m atriz de p en sa m ien to p a ra m u ch a s g en era cion es de ed u ca
dores, con sid eran do la es cu ela com o el espacio privilegiad o p a ra la
en señ a n za de lo s va lo res de lo pú b lico y p osicion an d o al docen te
com o fu n cion ario, u bicado en el lu g a r de ser el prin cip a l d isp en sa
dor de lo s va lores que esta b a n con figu ran d o el E sta d o-N a ción que
nacía. El E stado a rgen tin o in ten tó con stitu ir por es ta v ía y por la
h a b ilita ción p a ra la en señ an za, u n cu erp o especializado y h om o
gén eo p a ra d irigir y sosten er la ex p a n sión escolar. T a l propósito,
a ta b a a la escu ela n orm a l com o proyecto y d ispositivo in stitu cio
n a l a la es cu ela p rim a ria co m ú n y m asiva.
S arm ien to rec o m en d a b a a lo s fu n cion a rio s la co n tra ta ció n de
m u jeres p a ra el cargo de m aestras, com o m odo de aba ra tar lo s
costos y m ejora r el aprovech a m ien to de la s su b ven cion es n a cio
n a les p a ra el sosten im ien to de la ed u cación prim aria. A firm aba:
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2001:47).
La enseñanza política se ubicaba centralmente en torno a la
asignatura “instrucción cívica” . En la segunda mitad del siglo x i x
se propició que educadores extranjeros fueran los directores de
las escuelas secundarias Normales que se fueron creando. La in
tención que encerraba esa disposición era que ellos eran “mues
tra viva” de los modelos culturales que se buscaban imitar -tanto
europeos como estadounidenses- y se aplicaba a los propios edu
cadores extranjeros como los argentinos que se habían formado a
su semejanza. En las escuelas normales se disponía que el direc
tor o directora tenía la obligación -como carga pública- de dictar
la asignatura formación cívica. Esta decisión buscaba establecer
una relación más directa y carente de mediaciones, entre modelo
cultural y formación moral y política. Asimismo, esa formación
iba acompañada de actos escolares que afianzaran el modelo: se
celebraba el 4 de julio (por la independencia norteamericana), se ce
lebraban las fiestas Mayas y Julianas mediante juegos populares
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Conclusiones
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r e s e n l a i n s t i t u c i ó n e s c o l a r d e u n a m a n e r a c o r r e c t a ” . Allí es donde
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Las argucias de las mujeres para ingresar a los
espacios públicos: las primeras estudiantes de
farmacia en Guadalajara
Problemática
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ciales, con otras m en ta lid a d es que se relacion an con la diversid ad de circu n sta n cias m ate
riales y socioculturales que caracterizan a los grupos sociales que participan en ese campo.
Esta coexisten cia de m entalidades perm ite visu a lizar no solo la relación entre las creencias
cu lturales dom in antes y las form as su balternas, sino tam bién las form as específicas de
in terpretación y reelaboración in d ivid u a l de una m en talidad (C hartier, 1995).
214 En el D iccionario de la Real A cadem ia E spañola (1984), se defin e al patriarcado com o una
“organ ización so cia l prim itiva en la que la au toridad se ejerce por un varón, jefe de cada
fam ilia, exten dién dose este poder a los parientes, aun lejanos, del m ism o linaje.” En el D ic
cionario W e b ster (1937), en cam bio, se con sid era que el patriarcado es el “ Estado o estadio
del desarrollo so cia l caracterizado por la su prem a cía del padre en el clan o la fam ilia, tanto
en las fu nciones dom ésticas com o religiosas, la depen den cia legal de la esposa o esposas y
niños y el reconocim iento de la línea de d escen d en cia y la herencia por la vía m ascu lina.”
(Am bos diccion arios son citados por R am os Escandón, 1992: 16) Por su parte, Ram os Es-
candón, apoyada en lo s estu d io s a n trop ológicos de G erd a Lerner, concibe a l patriarcado
com o “ la m an ifestación e institu cionalización del dom in io m ascu lino sobre las m ujeres y los
niños en la fam ilia y, por extensión, el dom in io del hom bre sobre la m u jer en la sociedad
com o cau sa central de la op resión de la m ujer” (1992: 15).
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216 D iscurso qu e p ro n u n ció el Sr. Lic. D. J u a n G. Mallén, m iem bro de la Ju n ta D irectiva d e In s tru c
ción Prim aria, en la a.pertura de la E scu ela de Niñas Núm. 7 de esta ciudad, el 3 de agosto de
1859. G uadalajara: Tip. del gobierno, 1859, p. 2-3 (B iblioteca Pú blica del E stado de Jalisco
[en adelante b p ej], M iscelánea 511, D ocum en to 34).
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217 D iscurso qu e pro n u n c ió el C. Lic. A n d rés Terán ante la Ju n ta D irectora de E stu dios (1869).
G uadalajara: Tip. E conóm ica de Vidaurri. (bpej, M iscelánea 164, D ocum en to 45, p. 4).
218 Galván a du ce que, con la república restaurada, “nuevas ideas em p ezaron a m anejarse. En
lo que a educación se refiere, el positivism o fue la ideología que im peró. E sta llegó a M éxico
con G abino B arreda, quien hacía 1867, defen día la instru cción de la m ujer. Él decía que
todas las razones que existían para ju stifica r la en señ an za de los varones por el Estado, d e
bían ser aplicadas igualm ente a la instru cción fem enina im partida por el gobierno” (Galván,
1985: 9-10).
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219 R adkau dice que du ran te el porfiriato los lím ites espaciales de las m ujeres se circu n scri
bían a l u m b ral de su casa. C u alqu ier m u jer que se sa liera de este espacio reducido estaba
potencialm ente en peligro. En ese en ton ces, la visión dom in ante con sid erab a a l trabajo
m ascu lino com o sign o del progreso social, en cam bio para la s m u jeres el trabajo se co n ver
tía en una a m en aza so cia l. Esta ú ltim a apreciación no dejaba de se r a m b igu a y co n tra d icto
ria, ya que a la m u jer que se qu edaba al cu idado del hoga r la con sid erab a com o una santa,
pero cu ando traspasaba este espacio corría el riesgo de degra d a r su virtud (Radkau, 1989).
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la s carreras de farm acia, in gen iería, ju risp ru d en cia y m edicina, para poder ejercer su pro
fesión.
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221 En el reglam ento interior del Liceo de Niñas de 1878, se estip u la que la rectora puede "n om
bra r a las alum nas m ás adelantadas para que su plan las faltas accidentales de los profe
sores, siem pre que estas no exced an de ocho días” (Archivo H istórico de la U niversidad de
G u adalajara [en adelante ah u g], Fondo C olección de los D ecretos, C irculares y Ó rdenes de
los poderes del Estado de Jalisco, T om o vil, pp. 166-182). A u n q u e la tem poralidad de este
reglam ento no coin cid e exactam ente en el tiem po con lo referido en el párrafo, creem os que
esta s norm as eviden cian la existencia de prácticas que ven ían dánd ose desde añ os atrás.
222 G arcía m u estra cóm o la s precep toras fu eron in crem en tan do su participación en la en
señanza en Jalisco: en el periodo que va de 1856 a 1860 el 31 .4 2% de los preceptores se
integraba por m ujeres, proporción que iría en ascenso en los años sigu ientes hasta llegar al
85.6 2% en el la pso que va de 1872 a 1876 (García, 2005).
223 Peregrina (2006) y A lvarado (2004) señ alan que su in corpora ción a la en señ anza se debió
tam bién a in tereses de orden económ ico, puesto que la s m u jeres recibían una baja rem u
neración salarial, lo cu a l prop orcion ab a un gran ahorro m onetario a l gobierno. Cano, por
su parte, a du ce que "los fu ncionarios públicos de esa época a cep taban que había m otivos
de ca rácter económ ico para con sid erar con ven ien te el trabajo fem en in o : una profesora re
su ltaba "m ás barata” que un profesor, esto porqu e el ingreso salarial de las m ujeres era
pensado com o "u n a aportación com p lem en taria, y no esencial, para el sostenim ien to de
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una fam ilia” (C ano, 1996: 40). Estos fu ncionarios reconocían que las m ujeres tenían m ayor
dedicación y perm anencia en el trabajo de en señ anza, cosa que no ocu rría con lo s hom bres,
q u ien es frecu en tem en te aban don ab an el m agisterio para d esem p eñ arse en otros cam pos
profesionales.
224 F igu eroa dice que a la m u jer “se le ilu stra ba en co n ocim ien tos teóricos de econ om ía d o
m éstica y se le in cu lcab a la m oral del M éxico m oderno a través de lo s ram os de urbanidad,
m oral, historia de M éxico e historia general; tam bién se les d otaba de “adornos cu lturales”
com o m úsica, ja rd in ería , botánica, litografía, labores m an uales, etc. En esta form ación
de ca rácter elitista, se le abrieron la s pu ertas de la in form ación y la cultura, a través de
la gram ática, la literatu ra y la en señ anza de idiom as vivos com o italiano, francés e inglés.
A dem ás, se deja en trever que la m u jer podía se r productiva, desde el pu nto de vista econ ó
m ico, por tanto se le en señ ab a tenedu ría de libros, aplicable en el hogar y en los n egocios”
(Figueroa, 2009: 70-71).
225 José M aría C ovarrubias, el fu n d ad or de la política ed u cativa liberal, sosten ía en la década
de los 7 0 ’s del siglo xix que “ la inteligen cia puede brilla r en uno u otro sexo” . No obstante,
él se adscribía a la idea de que las profesiones, lo m ism o que “el m u n do de la ciencia” ,
eran “esferas de actividad varonil” y que el lím ite forzoso del acceso fem enino a la ed u ca
ción su perior era la con servación de la “cardin al hegem onía” de la m ujer. En conson ancia
con este personaje, Ju sto Sierra tam bién señ a lab a que la ed u cación in telectu a l podría ser
acep table para la s m ujeres, siem pre y cu ando no la s alejara d e su papel d om éstico. Sierra
no se refería a una edu cación fem en in a igu alitaria ni propugnaba por el abandon o del id eal
dom éstico, tam poco im pu gn ab a la jera rqu ía en tre hom b res y m ujeres, pero al reivin dicar la
n ecesidad de una edu cación fem en in a esbozaba el id e a l de una esposa cu lta y una co m p a
ñera in telectu a l (Cano, 1996: 23 -24 ).
300
LAS ARGUCIAS DE LAS MUJERES PARA INGRESAR A LOS EPACIOS PÚBLICOS
226 R eglam en to In te rio r del L ice o de Niñas aproba do p o r la J u n ta D irectiva de E stu dios del E sta
do, G u adalajara, Tip ografía de S. B aranda, 1879 (bp ej, M iscelánea 733, docu m ento 43).
227 R eglam en to para el Liceo de Niñas del Estado, decreto núm. 214, en ero 10 de 1884 (bpej,
E ducación m edia, exp. 301).
301
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228 H ay d iscrep an cias en torno a la fech a de in clu sión de la m ateria de pedagogía al Liceo de
Niñas: m ientras C árdenas y Pío afirm an que fue en 1887 (C árdenas y Pío, 1997), Peregrina
m an ifiesta que fue hasta 1889 (Peregrina, 2006).
229 El 6 d e ju n io de 1889, el gobern ad or Ram ón C orona expide el decreto n° 359 que da vig en
cia a la Ley O rgá nica de la In stru cción Pública. (ahug, C olección de los decretos, circulares
y órdenes de los poderes del Estado de Jalisco, T om o xii, pp. 398-343).
230 Para ver la vin cu lación en tre estas fo rm a s n oved osas de capacitación fem en in a y la s a c
tividades laborales, podem os ve r la in form a ció n que ofrece el C enso G en eral de 1895. En
este docu m ento se m uestra que el 14.5% de la pea de Jalisco está con form ado por m ujeres.
Ellas se ubican principalm ente en em pleos relacion ados con servicios dom ésticos, con el
com ercio, con la elaboración de alim entos, con el oficio de la costura y com o ob reras en las
industrias textiles y cigarreras. Su vin cu lación con oficios que requieren m ayor escolaridad
se con cen tra básicam en te en el m agisterio y la partería. Sin em bargo, su presen cia ya es
visible, aunqu e escasa y su m am ente lim itada, en la farm acia, la m edicina y la telegrafía.
(C enso G eneral, 1899).
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LAS ARGUCIAS DE LAS MUJERES PARA INGRESAR A LOS EPACIOS PÚBLICOS
303
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
234 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 A, Exp.
4867, fs. 191-192.
235 ahug, Colección de los decretos, circulares y órdenes de los p o d ere s del E sta d o de Ja lisco,
T om o xiii, pp. 539-570.
236 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 A, exp.
4864, f. 177.
304
LAS ARGUCIAS DE LAS MUJERES PARA INGRESAR A LOS EPACIOS PÚBLICOS
237 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4864, f. 177.
238 Ju an C . O liva egresa de la carrera de fa rm acia en 1883. A partir de ese año es nom brado
catedrático de historia n atu ral en la E scu ela de M edicina y Farm acia (E l E sta d o de Ja lisco,
órgan o oficial de gobierno, 20 de m ayo de 1883). A esta cátedra se a grega la de historia de
las drogas sim ples en 1888 (E l E sta d o de Jalisco, 10 de agosto de 1888). Esta actividad la
b ora l tam bién la lleva a cabo en el Liceo de V a ro n es del Estado, en la E scu ela N orm al para
Profesores y en la E scu ela C om ercial e Indu strial para Señoritas, lugares donde im parte
diversas asignatu ras relacion adas con la m ed icina y la farm acia desd e 1891 hasta m ed ia
d o s de la segu n d a década del siglo x x . A la par de la en señ anza, com o parte de la tradición
fam iliar -e s hijo del prom inente farm acólogo Leonardo O liva -, atiende un n egocio farm a
céutico y participa com o responsab le de algu n as co m ision es en el C onsejo de S alubridad
de la en tid ad (El C orreo de Jalisco, G u adalajara, 20 de ju lio de 1895).
239 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4864, f. 177.
240 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
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305
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
306
LAS ARGUCIAS DE LAS MUJERES PARA INGRESAR A LOS EPACIOS PÚBLICOS
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249 ahug, Fondo A nteceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, libro 32
a, exp. 2612.
250 En la Ley O rgánica de la Instrucción Pública, pu blicada el 15 de diciem bre de 1903, se
señala la su presión del Liceo de Niñas y la reu bicación de sus estu dios m agisteriales en
la E scu ela N orm al M ixta (C olección de los decretos, circulares y órd enes d e los p o d ere s del
E sta d o de Jalisco, T om o xxi, pp. 263-3 14, citado por Figueroa, 2009: 105).
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251 En abril de 1862, Francisco B ernal avisa al pú blico que ha retirado su respon sab ilidad de
la botica de N uestra Señora de Belén, situ ad a en con tra esqu ina de San D iego, por razón de
no haberse a rreglado con doña R am ona G óm ez de O liva (El País, D ia rio O ficia l d el G obierno
del E sta d o de Jalisco, 1° de abril de 1862).
252 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4865, f. 181.
253 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4865 fs. 182-183.
254 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4865 f. 185.
255 a h j, ip-5-896 Gua/348.
256 ahug, Fondo A n teceden tes H istóricos de la U niversidad de G u adalajara, libro 50 a, exp.
4867, fs. 191-192.
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Bibliografía
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
312
Miradas desde la prensa: infancia,
mujeres y experiencia en Guadalajara.
Revista gráfica de Occidente, 1947-1949
Introducción
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257 A l r e s p e c t o , J a c q u e lin e C o v o h a s e ñ a la d o q u e : “ E s b i e n s a b id o q u e c o n fo r m e
s e a p r o v e c h a n la s t e c n o lo g ía m á s m o d e r n a s y c o s t o s a s e l p e r ió d ic o s e h a c e
m e r c a n c ía y , a l m is m o t ie m p o , in s t r u m e n t o d e p o d e r e n m a n o s d e p a r t id o s o
g r u p o s d e p r e s i ó n ; s u c o n f o r m a c ió n y c o n t e n id o s e a d a p t a n a e s t a fu n c i ó n y ,
p a r a d ó jic a m e n t e , m ie n t r a s m a y o r s e v u e lv e s u c a p a c i d a d in f o r m a t iv a , m á s se
p e r f e c c io n a n la s t é c n ic a s d e m a n ip u la c ió n d e l d is c u r s o - t a n t o lin g ü í s t i c o c o m o
ic ó n ic o - , e n c a m i n a d a s a c o n v e n c e r y o r ie n t a r a l l e c t o r m á s o m e n o s d i s i m u l a
d a m e n t e ” (C o v o , 1 9 9 3 : 6 9 1 ).
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258 “ E l t é r m in o “v e s t ig io s ’ d e s ig n a r ía lo s m a n u s c r it o s , l ib r o s im p r e s o s , e d ific io s , m o
b ilia r io , p a i s a j e (s e g ú n la s m o d if ic a c io n e s i n t r o d u c i d a s p o r l a e x p l o t a c i ó n d e l
h o m b r e ), y d i v e r s o s t ip o s d e im á g e n e s : p in t u r a s , e s t a t u a s , g r a b a d o s o f o t o g r a
f í a s ” (B u r k e , 2 0 0 5 : 16).
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a u n q u e m u c h a s v e c e s p a r e c e n e s t a r e n lo s p o lo s o p u e s t o s d e u n e s p e c t r o d e
s e n t id o , a m e n u d o c o e x is t e n y c o la b o r a n e n u n c a m p o d o n d e g e n e r a n t e n s io n e s
q u e in f lu y e n e n l a t a r e a d e c o n s t r u ir u n d i s c u r s o ” (D o r o t in s k y , 2 0 0 9 : 9 8 - 1 0 2 ).
262 “ G é n e r o ” c o m o u n a c a t e g o r ía e x p lic a t iv a d e la s r e l a c i o n e s s o c ia le s b a s a d a s e n la
d if e r e n c ia s e x u a l, q u e d e t e r m in a lu g a r e s , a c t it u d e s , r o l e s y v a l o r e s p a r a lo s s u
j e t o s f e m e n in o y m a s c u lin o d e m a n e r a d if e r e n c ia d a . L u g a r e s c o n s t r u i d o s s im
b ó lic a m e n t e c o n b a s e e n l a c u lt u r a e n l a q u e s e d e s p l i e g u e n y e s t é n in m e r s o s .
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265 G u a d a la ja r a . R e v is t a g r á f i c a d e O c c id e n te , A b r i l d e 1 9 4 7 - N o v i e m b r e d e 1 9 4 9 .
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266 I n f o r m e d e l e s t a d o d e l a a d m in is t r a c ió n p ú b lic a d e J a l i s c o q u e a n t e e l H . C o n
g r e s o d e l E s t a d o r in d ió e n C . G o b e r n a d o r C o n s t it u c io n a l. L ic . J e s ú s G o n z á le z
G a llo . 1 9 4 8 e n A í d a U r z ú a O r o z c o y G ilb e r t o H e r n á n d e z Z . ( c o m p ila c ió n y n o
t a s ), o p . c it ., p . 6 0 9 .
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Lleva desde niña el agobio del hermanito que en sus brazos peque
ños duerme o llora, se agita o se divierte, no conoce los placeres del
juguete mecánico ni de las golosinas o siquiera aquel más hogareño
de la fiesta de cumpleaños. Ignora por lo general cuando nació y
no sabe de su edad sino el inefable placer de la risa. (Dominguez,
1947: 24).
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los animales. En un texto que así como las ubica en relación con
papeles maternales que podrían confirmar, de esta forma, que se
trataba de tareas propias de las mujeres, critica el que sean estas
mismas actividades las que las mantengan alejadas de la educa
ción, reproduciendo la pobreza.
Las pequeñas a las que les era permitido asistir a la escuela
recorrían hasta cinco kilómetros a pie por veredas de tierra que se
tornaban complicadas sobre todo en época de lluvias. “¿Cuándo
llegará el día en que los caminos carreteros y el progreso de nues
tros sistemas sociales las ponga en comunicación directa con las
corrientes de cultura?” (Domínguez, 1947: 25), preguntaba Do
mínguez a sus lectores, asumiendo implícitamente que en el país
era posible hablar de “progreso” -como lo hizo especialmente el go
bierno local a través de la inversión que realizó en infraestructura
carretera-,267 que no alcanzaba a todas las capas sociales.
El registro narrativo que Domínguez imprimió a sus reporta
jes cabalgaba entre descripciones detalladas y reflexiones genera
267 E n s u in f o r m e a n u a l, e l g o b e r n a d o r G o n z á le z G a llo c o m u n ic ó h a b e r in v e r t id o
t r e s m illo n e s d e p e s o s e n c o n s t r u c c ió n c a r r e t e r a e n e l E s t a d o , a s e g u r a n d o q u e
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MIRADAS DESDE LA PRENSA
e l o b je t iv o e r a f a c ilit a r e l in t e r c a m b io c o m e r c i a l q u e s e t r a d u c i r í a e n m e j o r a
m ie n t o e c o n ó m ic o . C a b e d e s t a c a r q u e e n t o d o s lo s in f o r m e s q u e r in d ió a l E s t a d o
d e J a lis c o , e l a p a r t a d o d e d ic a d o a C a r r e t e r a s fu e , j u n t o c o n e l d e A c c i ó n E d u c a
t iv a , e l m á s d e t a lla d o . V é a s e : U r z ú a O r o z c o , A . y H e r n á n d e z Z ., G . ( c o m p ila c ió n
y n o t a s ). (1 9 8 9 ). J a lis c o , t e s t im o n io d e s u s g o b e r n a n t e s , 1 9 4 0 -1 9 5 9 . G u a d a l a j a
ra : G o b ie r n o d e J a lis c o - U n id a d E d it o r ia l.
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C onsideraciones finales
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Bibliografía
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EXPERIENCIA, AGENCIA Y SUBJETIVIDAD
Ángel del hogar... ángel de la muerte.
Violencia de género en Jalisco, 1876-1910
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del trabajo (Scott, 2008). Silvia Sau defin e el sistem a patriarcal com o "u n a tom a de poder
histórica por parte de lo s h om b res so b re la s m u jeres cu yo agente ocasion al fu e d e orden
biológico, si bien elevado éste a la categoría política y económ ica” , m ientras que Sylvia
W a lb y lo representa com o “un sistem a de estru cturas sociales in terrelacion adas a través de
las cu ales los hom bres explotan a las m u jeres” (Ver R iveras G arreta, 1994: 72).
269 A u n q u e la violen cia de género pu ede se r en tendida com o aqu ella que es ejecu tada de d is
tintas form as (física, psicológica, sexual, sim bólica, etc.), ya sea por hom bres o m ujeres,
es eviden te que no sólo hay una m u cha m ayor in ciden cia de a gresion es realizadas por lo s
prim eros con tra las segundas, sino que adem ás existen diferen cias su stanciales en las m a
neras en la que se desah oga ésta y que im plica u na m ayor a gresivid ad en la realizada por
los varones. R aquel O sborne op in a que el con cepto de violen cia d e género no es suficiente
para ex p lica r que efectivam en te la s m u jeres ju egan un prin cipal papel de víctim as, por lo
que prefiere em p lear el de "violen cia (m asculina) con tra las m u jeres” , la razón estriba en
que a su ju icio el prim er concepto, da a en ten der que existe una violencia m u tu a y eq u i
valen te entre los dos géneros (O sborne, 2009: 31-32). Sin em bargo, y a m i parecer, el c o n
cepto de violen cia de género sigu e sien d o im portan te de con sid erar tom ando en cu en ta que
este sirve para an alizar e in terp reta r no sólo la violencia que ejercen lo s h om b res con tra la s
m u jeres o viceversa, sin o tam bién la que realizan lo s hom b res contra lo s prop ios hom bres,
la s m u jeres con tra su m ism o género, o la realizada por a m b os con tra niños y ancianos,
en ton ces la solución a este problem a pu ede ser la diversificación de este tipo de estudios
que d escu b ran los m ecanism os, estrategias y razones por la cu al existe ésta.
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Si hubo algún género a fines del siglo xix cuyo papel se mantuvo
“invisible” pero también idealizado, este fue la mujer y el cuerpo de
ella quien han soportado buena parte de los embates moralistas y
los prejuicios de la sociedad jalisciense, ya que por ejemplo un em
barazo inoportuno de una joven “decente” , fuera de matrimonio,
podía trastocar el cumplimiento honrado de su “destino biológico” .
El estereotipo femenino difundido por los propios hombres de las
élites correspondió a que la mujer jalisciense fuera básicamente
tal cual, “un ángel del hogar, de familia, hacendosa y consagrada
a los cuidados de la casa” y amante de los pájaros y las flores. Para
ella no era ni el taller, ni los empleos burocráticos pero tampoco
las fiestas ni las diversiones públicas (Castaños, 1902: 122). Este
interés por cercar el cuerpo femenino es también heredero del si
glo xix inglés en el que las esferas públicas y privadas se repartían
entre los géneros: hombre público, mujer privada (Hall, 1991: 60).
Un discurso que al querer ser “amable” con la mujer escondía
una subestimación total, un menosprecio a su inteligencia y a su
capacidad de hacer (Lima, 2003: 21), y también un recalcitrante
machismo que intentaba continuar con un predominio masculino
que se apropiaba de la mujer y la controlaba.
La diferencia entre la mujer y el hombre significaba una dife
rencia de poderes que surgía inicialmente de la dicotomía origina
da por una supuesta diferencia corporal: la fuerza y la debilidad;
la dureza y la fortaleza masculina frente a la “eterna” debilidad
femenina y con ellos los privilegios para los unos y las desventajas
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
270 El código napoleónico, de gran influencia en la sociedad porfiriana, representó para los
d erech os de la s m u jeres un retroceso fren te a la s ley e s em a n a da s de la R e volu ción fran cesa
en la que alcanzó igualdad d e derech os frente al hom bre, al estip u lar que la figura principal
d el m atrim on io es el hom bre y por ende la m u jer está som etid a a su autoridad, negándosele
el derech o a trabajar o a realizar cu a lqu ier actividad lu crativa ; el hom bre es el protector de
la m u jer y ella le debe ob edien cia y respeto. P o r su parte en In glaterra, du ran te la ép oca
victoriana, la m u jer tuvo un retroceso aún m ayor en la bú squ eda de su s derech os, pu es a
su posición consid erad a m argin al se le a gregó la im posición de un discu rso que se centraba
en el papel de la m u jer tradicion al quien debía en contrarse alejada de cu a lqu ier actividad
política y social; es la con figu ración de la m u jer respetable su bordinada a su papel de m a
dre y esposa, em p eñ ada ú nicam ente en el cu idado de las necesidades fam iliares (Lima,
2003: 20-21).
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ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
271 bpej, Sección d e Fondos Especiales (en adelante abreviad o com o SFE), C olección de Miscé-
laneas, M iscelánea 492.
272 b pej, sfe, C olección de M iscélaneas, M iscelánea 492.
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ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
compartiera todas las horas del día con ella; también pudo ser la
deshonra que sentía por no lograr concretizar su relación con un
ansiado matrimonio y seguramente porque no se sentía bien vista
por sus vecinos y más cuando su pareja no era del propio rancho
en el que habitaba ella. Otro motivo pudo ser un sentimiento de
vergüenza y temor por mantener una relación ilícita que la alejaba
de los preceptos de su religión. La soledad y el aislamiento, y qui
zás la supuesta locura que alegaba Francisco, fueron circunstan
cias importantes en el asesinato de Atanasia.
El cuerpo femenino, incluido el de Atanasia, históricamente
ha recibido una carga de violencia convertida en cotidiana, partien
do de una victimización originada del mismo simbolismo y de las
propias condiciones materiales de un sexismo que hacía suyas
las diferencias culturales que se han construido con el paso del
tiempo. Violencia salvaje, patriarcal, que ha creado con sus muy
particulares métodos las formas de resolver sus conflictos.
Mientras que el cuerpo de Atanasia Rodríguez era quizás en
terrado en la fosa común de algún cementerio de la región, su
amante iniciaba el castigo en una prisión alejada de su tierra,
cargando a cuesta con sus amargos recuerdos y remordimientos.
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
275 b pej, ah stjj, Ram o C rim in al, exp. 87730, sin carátula.
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Amores enfermizos
276 b pej, ah stjj, Ram o C rim in al, exp. 87730, sin carátula.
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Los d elito s m á s recu rren tes que a gra via ron la h o n ra de la m u jer
del siglo xix en M éxico fu eron el rapto, el estu pro y la violación.
Pa ra el m éd ico leg is ta Francisco Flores la cifra oficia l de este tipo
de ca sos no era rea l y a qu e la legisla ció n p en a l no lo s p erseg u ía de
oficio sino a p etición de la s p a rtes afectadas, y a u n p e rsig u ién d o
lo s de oficio era n rela tivam en te esca sos lo s que se d a b a n a conocer
ante la ju sticia , la s ra zon es de dicho ocu ltam ien to ten ía n por p ro
369
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Tabla 1
Principales procesos delictivos en hombres, 1892-1912
Delito C antidad %
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ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
la zos co n sa n gu ín eos o leg a les (padre, padra stro y prim os, en ese
orden) rea liza ra n ta les abu sos, lo cu a l n o s h a b la de la p eligro sid a d
que rep resen tó la fa m ilia p a ra la s m u jeres jó v e n e s (Trujillo, 2007).
T a le s da tos n o s in d u cen a pensar, que in d ep en d ien tem en
te de que algu n a s de estas m u ch a ch a s h a ya n ten id o rela cion es
sexu ales vo lu n ta ria s (y n o u n a violación ) con su s n o v io s o su s
sedu ctores, bajo p ro m e sa de m atrim on io y que ésta se h a y a cu m
plido, otras sim p lem en te no lo lograron , lo que les p o d ía im plicar
qu e al qu edar em b a ra za d a y fu era de m atrim on io, ob tu viera n el
rep u d io fa m ilia r y socia lm en te u n a “p ú b lic a m a la fam a” .
E n el caso de la s m u jeres vio la d a s que n o co n tra jeron m a
trim on io, su situ ación se to rn a b a m á s co m p lica d a p u es p o d ía lle
va rla s a u n a ca tástrofe que segu ram en te les llev a b a a p erd er la
p rotección patern a, no sin an tes h a b er corrido lo s riesgo s p rop ios
del en ojo de su pa d re y se vie ra n de pron to arroja d a s a la calle y
estig m a tiza d a com o “m u jeres fáciles” o de “m a la s costu m b res” .
L a p é rd id a de esa p ro tec ció n la s p o d ía dejar in d efen sa s frente
a otros actos de vio len c ia y ta l com o lo señ a la S teve J. Stern p a ra
la co lon ia m exican a, “se ju s tific a b a u n a res p u esta m a s cu lin a y
v io len ta y la im p u n id a d con la qu e se a cog ía ta l resp u esta ” (1997:
75). D ich a p é rd id a tam b ién lleg a b a a con d u cir a la m u jer h a cia
u n a in d ep e n d e n c ia sexu al que la lib ra b a en b u en a p a rte d el rol
tra d icion a l fem en in o, pero qu e no esca p a b a del todo del ejercicio
de la vio len c ia m a scu lin a que siem pre se m a n ten ía latente.
L a rea liza ció n de a ctos de v io len c ia sexu al se d a b a en todo
Jalisco, p ero era p recisa m en te en la s zon a s ru ra les don de se rea
liza b a con ca racterística s sin gu la res en la s que el a islam ien to y
la leja n ía de lo s cen tros de ju s tic ia lo s pu do favorecer. T a l fu e el
caso que se p resen tó en 1899, en el qu e u n gru p o de a sisten tes a
u n fa n d an go realiza d o en el ran ch o de L a C arrasca, ju ris d ic c ió n
de Jilotlán , d esp u és de h a b erse retirad o d el m ism o en la n och e y
en estado de ebriedad, se d ed icaron a descargar su s p isto la s y a
p rovoca r escán dalo p o r el cam in o y a lo s que se le s ocu rrió p re sen
tarse en el R ancho de Los S au ces a cau sar tro p elía s de la s que no
m id iero n su s consecu encias:
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ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
Á n g el d e la m uerte
Con la cabeza desgreñada como una furia, los ojos fuera de órbita
y sanguinolentos por la cólera y la borrachera, Basilia Solís corría
como alma que lleva el diablo por la calle de San Cristóbal, insultan
do y acometiendo, cuchillo en mano, a otra mujer, que influida por
el pánico más espantoso, más volaba que corría, sintiendo casi que
la aguda punta del cuchillo que blandía la Solís, le penetraba las
carnes, dejándola sin vida (El sol, 1900: 2).
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
lo s p a res y qu e esta lla en el in ten to por com petir, por dem ostrar la
p ro p ia su p erioridad” (1996: 161), m ien tra s que la m u jer lo dirige
h a cia aqu ellos a qu ien es h a am ado en exceso, que tien en p a ra ella
u n a im p o rta n cia ca p ita l (Azola, 1996). Sin em bargo, la vio len cia
fe m en in a ta m b ién h a ten id o y tien e otras direcciones, en oca sio
n es sem eja n tes a la s de lo s hom bres, es decir, pu ed e com p etir
co n tra la s m ism a s m u jeres a la s qu e co n sid era su s riva les y en la s
qu e ap a recen a su n to s p a sio n ales y de celos.
L a p a rticip a ción de la m u jer en h ech os d elictivos fu e in sign i
fican te co m p ara d os con la g ra n can tid a d de d elito s en lo s que se
llegó a in volu crar el varón , p u es s i estos ú ltim os lo h icieron en el
p eríodo 1892-1912 en 1,549 h om icidios, la s m u jeres sólo p a rtic i
p a ro n en 77 casos, a p roxim a d a m en te el 5 % de lo s com etid os por
lo s hom bres.
Los tre s p rin cip a les d elitos por lo s qu e se p rocesaron a m u je
res en ese p eríod o fu eron robo, lesion es y adu lterio, segu id o de u n
segu n d o gru p o en tre lo s que se en con trab a el h om icid io com o se
o b serva en el sigu ien te cuadro:
Tabla 2
Principales procesos delictivos en mujeres, 1892-1912.
Delito C antidad %
H om icidio 77 1.9
Infanticidio 39 0.9
M iscelánea 50 1.2
T otal 4136 100
F u e n te : bcej. M e m o r ia s d e g o b ie r n o d e l E s t a d o d e J a lis c o , a n e x o s “ P e n i t e n c i a r í a ” ,
p e r io d o 1 8 9 2 - 1 9 1 2 .
378
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
278 B iblioteca del C ongreso del Estado de Jalisco, M em orias d e gob iern o d el E sta d o de Ja lisco,
a n exo “Peniten ciaría", p e rio d o 1892-1912.
279 A rchivo Histórico M unicipal de Guadalajara, Libro de Policía de los años de 1905-1906.
379
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
280 bpej, a h stjj, Ram o C rim in al, 1885, caja 2, exp. 84799, “ C rim in al contra M aría G arcía por
heridas” .
380
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
281 b p e j , a h s t j j , R a m o C r im in a l, c a ja 2 6 9 6 , 1 8 9 1 , ex p . 4.
381
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
382
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
an teriorm en te se vio in volu crad a en otros d elito s sim ila res (riñas
y golpes).
El ju e z qu e a ten dió el p roceso crim in a l d eclaró fin alm en te
lib re de todo cargo a D elfin a de la Cruz, debido a qu e sólo existía
lo dich o por la q u ejosa y que la s p ru eb a s p resen ta d a s n o fu eron
contu ndentes.
El caso de estas dos jóvenes representó un comportamiento
contrario a los discursos moralizantes que las clases dominantes
porfirianas habían diseñado para las mujeres, pues ambas lo que
brantaban abierta y conscientemente. Dicho comportamiento, pro
vocativo y escandaloso estaba más cerca de lo que correspondía
al tipo de la “gente de trueno” (festiva, escandalosa, violenta) que
a cualquier acercamiento a la norma, al orden y al control. Sin
embargo, este comportamiento en mujeres trabajadoras también
revela la inclinación por una mayor libertad sexual y emocional que
la que les ofrecían los discursos y las instituciones tradicionalistas.
E n su m a, la s m u jeres d el pu eblo, m á s rela jad as en su s co s
tu m b res qu e la s p roven ien tes de la s cla ses su periores, d efen dían
en ocasion es su s a m oríos b a sá n d ose en la fu erza y la violencia.
Pa ra ella s pod ía n ser el alcohol, la alegría, la fiesta, la s m a la s com
pañías, la n och e y la n a va ja au n qu e ello p u d iera rep resen ta r p eli
g ro s de lo s que n o m ed ía n su s consecu encias.
Á n g el d e la m uerte
383
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
E l rebozo negro
384
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
Que el día ocho (de diciembre) del que rige a la oración de la noche
pasada la exponente por la plaza de Venegas se encontró a Petra
Urzúa quien le cobró con insultos un dinero que le debía su esposo.
Que ésta desagradada le dijo que fueran por Mexicaltzingo en donde
vivía un señor que le debía y que si le pagaba que le abonaría cuanto
le diera. Que fueron en efecto pero no encontraron al señor porque
se había ido al circo a confesar y empezaron a esperarlo; más como
la Urzúa no quiso aguardarse más se enfadó y le dijo muchas inso
lencias y entonces la declarante le dio dos cachetadas. Que la Urzúa
tiene un querido que es soldado de la Montada, y la mujer de este
golpeó a la Urzúa y esta para quedar sin culpa con otro querido o
marido que tenía en Tepic y que regresó hace poco le contó que la
declarante la había golpeado.283
283 bpej, ah stjj, Ram o C rim in al, caja 1880-3, 1880, exp. 68,604.
284 bpej, ah stjj, Ram o C rim in al, caja 1880-3, 1880, exp. 68,604.
385
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
285 b p e j , a h s t j j , R a m o C r im in a l, c a ja 1 8 8 0 -3 , 1 8 8 0 , ex p . 6 8 ,6 0 4 .
386
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
387
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Conclusiones
388
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
Bibliografía
389
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
390
ÁNGEL DEL HOGAR... ÁNG EL DE LA MUERTE
391
El álbum biográfico de Ninon Downs:
revolución, intervención norteamericana y
turbas anti-yanquis en Colima y Jalisco,
1913-1914
M a ría T e re s a F ern á n d ez A ceves
ciESAS-Occidente
286 B ib lio t e c a “ C a r m e n C a s t a ñ e d a ” c iE S A S -O c c id e n te , C o l e c c i ó n I n d e p e n d e n c i a y
R e v o lu c ió n e n l a M e m o r ia C iu d a d a n a , c ie s a s -in a h , (e n a d e la n t e b c c / c i y r m c ),
c o n c u r s a n t e M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1 9 1 0 - 1 9 4 0 , fo ja s 3 6 9
4 0 4 , 4 9 2 -4 9 9 .
287 B ib lio t e c a “ C a r m e n C a s t a ñ e d a ” c iE S A S -O c c id e n te , C o l e c c i ó n I n d e p e n d e n c i a y
R e v o lu c ió n e n l a M e m o r ia C iu d a d a n a , c ie s a s -in a h , (e n a d e la n t e B c c / c iy R M c ),
393
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
F o t o g r a f í a d e a lg u n o s d e lo s d e p o r t a d o s e s t a d o u n id e n s e s a l lle g a r a S a n D ie g o ,
C a lifo r n ia . D e i z q u i e r d a a d e r e c h a : M .J . S la t t e r y , D r . J .H . S p e n c e , M r s . A .H . J o n e s ,
M r s . O . A . K e ll e r y O .A . K e lle r . F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m ” .
c o n c u r s a n t e M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1 9 1 0 - 1 9 4 0 , fo ja s 3 6 9
4 0 4 , 4 9 2 -4 9 9 .
288 L o s e s t u d io s s o b r e la c o n s t r u c c ió n s o c ia l d e l c o n c e p t o d e r a z a e n lo s E s t a d o s
U n id o s h a n m o s t r a d o q u e e l u s o y s ig n if ic a d o d e e s t a c a t e g o r í a h a c a m b ia d o
h is t ó r ic a m e n t e y s u c o n t e n id o h a v a r ia d o d e a c u e r d o c o n e l c o n t e x t o h is t ó r ic o y
la s r e la c io n e s s o c ia le s e s p e c ífic a s . D e a c u e r d o c o n M a r g a r e t L. A n d e r s o n , h a y
u n c o n s e n s o e n la s o c io lo g ía d e q u e r a z a h a s id o u t iliz a d o p a r a r e f e r i r s e a “ lo s
g r u p o s r a c i a l e s d e fin id o s c o m o a q u é llo s q u e h a n s id o c a t e g o r i z a d o s y s e ñ a la d o s
c o n b a s e e n s u p u e s t a s c a r a c t e r ís t ic a s c u lt u r a l e s y fí s i c a s q u e p o r lo t a n t o e s t á n
s u je t o s a la d o m in a c ió n y s u b o r d in a c ió n c o m o g r u p o ” (A n d e r s e n , 1 9 9 9 : 6 ).
394
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
395
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
396
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
397
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
>M f u tu * M r li
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fc,u*. *>“ ' •• «r ■hh*. xu»«(kt mti y,«
MM tlH !. *1 MI fw «W ry U U t k M l x * «r U U U
• « ! m w f» fN r ttN - t t u » m u u • r w l tá c til,
• r i M m a ; t f r l * t a n ta4 w n a ; M m i v * * 1* m i • i h i r l
U m t « r » ( M4 m i MA/ t a n l i f M U u M 7 p lM N . T n t a n
• fU » te rtu c * •*« • t n » i U U t a f m m l f m 4 « t m .u
1 % t M l f f w u u O t M ia f * f f •m r t « i t i n < « v m i»
•m 4 U ta U |m U y n r i U r r v r l l i u « , Imm; - t a i » .
U r , Im t a n l U f l n * n r v r t i u * w r t Uwm im « r i u p U « * l
Mragk
T n » ta lfw r.
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m ” .
290 bcc / c iy r m c , concursante Mary Lazar, Ninon Downs, “Scrap Álbum,” 1910
1940, foja 2.
398
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
399
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
La familia Downs
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m ” .
400
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m ” .
401
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
292 B C C / a y R M C , c o n c u r s a n t e M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1910
1 9 4 0 , fo ja , 5 1 7 .
293 B C C / a y R M C , c o n c u r s a n t e M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1910
1 9 4 0 , fo ja , 11 5.
294 B C C / a y R M C , c o n c u r s a n t e M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1910
1 9 4 0 , fo ja s , 1 7 0 -1 7 1 .
402
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
403
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
404
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
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406
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
407
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
296 L a s a u t o r i d a d e s m ilit a r e s u s a r o n e l a r g u m e n t o d e q u e lo s c h in o s c o n m a l a r i a n o
p o d ía n d e s e m b a r c a r y e l b u q u e c a r g u e r o n o p o d ía a c e r c a r s e a l p u e r t o .
297 D e a c u e r d o c o n u n t e s t im o n io d e N in o n D o w n s , fu e E d m o n d D o w n s q u i é n d e s
e m b o ls ó e s a c a n t id a d p a r a q u e lo s d e ja r a n s a lir . BCC/ClyRM C, c o n c u r s a n t e M a r y
L a z a r , N i n o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1 9 1 0 - 1 9 4 0 , fo ja s 1 9 1 - 1 9 5 .
298 BCC/ClyRM C, c o n c u rs a n te M a r y L a z a r , N in o n D o w n s , “ S c r a p Á l b u m , ” 1910
1 9 4 0 , fo ja s 1 9 1 -1 9 5 .
408
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
299 bcc /ciyrmc ,concursante Mary Lazar, Ninon Downs, “Scrap Álbum,” 1910
1940, fojas 191-195.
409
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
El testim on io de N in on co b ra b a m á s fu erza y te n ía m á s im
pa cto en la p re n sa n ortea m erica n a porq u e el 11 de m arzo h a b ía
parid o a su p rim era hija, V irginia. De lo s 259 refu g ia d os esta
dou n id en ses, N in on era la ú n ica m u jer con u n a b eb é en brazos:
V irg in ia D ow ns. A l salir de G u adalajara, V irg in ia te n ía cin co se
m a n a s de nacida. Su relato se pu blicó en d ia rios de Los Ángeles,
S an D iego y Seattle. N in on sostu vo qu e n u n ca p o d ría b orra r de
su m em o ria la s m u eca s h orrib les de la m u ch ed u m b re y la n och e
terrib le qu e experim en tó en M anzan illo. E n S eattle lo s d ia rios le
d ed icaron va ria s p á g in a s a su historia. E n lo s a rtícu los rem em ora
ro n su recien te b o d a en ju lio de 1913, su tra sla d o de esta ciu dad
a la C o lon ia Seattle y su s su frim ien tos qu e agu an tó en la s ú ltim as
sem an a s de ab ril y m ayo de 1914. N in on era u n a jo v e n m adre
ejem plar, fu erte y su frid a que soportó lo s ata qu es verb a les y los
la n za m ien tos de p ied ra s de la s tu rb a s a n tiya n q u is p a ra proteger
y salvar a su bebé.
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
410
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
411
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
412
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
F u e n te : N in o n D o w n s , “ S c ra p B o o k ” .
414
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
303 B c c / c i yRMC,
concursante Mary Lazar, Ninon Downs, “Scrap Álbum,” 1910
1940, 423-427.
415
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
416
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
417
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
F u e n t e : N in o n D o w n s , “ S c r a p B o o k ” .
Conclusiones
418
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Bibliografía
420
EL ÁLBUM BIOGRÁFICO DE NINON DOWNS
421
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
422
Juegos son amores y juguetes son primores:
cultura material e innovación en la infancia305
A n to n io P a d illa A rroyo
U n iversid a d A u tó n o m a del E stado de M orelos
Un niño echa mano a todo para saber lo que significa. Lo tira todo,
posee una curiosidad insaciable, y no sabe de qué. El niño quiere ser
cobrador o confitero. Busca largos, lejanos caminos y todos los días
quiere pasteles. El juego es metamorfosis, pero una metamorfosis
sobre suelo seguro, una metamorfosis que retorna. Según el deseo,
los juegos transforman al niño, a sus amigos, a todas sus cosas,
haciendo de ello una lejanía conocida: hasta el suelo del cuarto en
que los niños juegan se convierte en una selva llena de animales sal
vajes, o en un mar en el que cada silla es un barco. El niño se pone
en camino, reúne por doquier algo que le es enviado desde fuera
(Bloch, 2007:47).
Preludio
305 Una aclaración necesaria. C uando el h istoria dor holandés J oh an H u izinga decidió pu blicar
una de sus m áxim as obras, H om o ludens, en la que trata el sentido y el va lor cu ltu ral del
ju ego, tuvo el cu idado de avisa r al pú blico lec to r su s tem ores an te lo que podría co n sid e
rarse “una im provisación con deficien te pru eba” y, por añadidu ra, p rever lo que podría
desen ca den ar un cú m ulo de objeciones. Sin pensar que este breve texto pueda a lca n za r la
celeb rid ad ni tam poco la influencia del texto de Huizinga, coincido con el sentim iento que
lo invadía y el cu idado con el que procedió no para rehu ir la crítica historiográfica, n ecesa
ria para el avance del conocim iento, segú n la estim aba él m ism o, sin o para situ a r la la bor
historiográfica en su ju sta dim ensión ; en fin, com p arto su circu n spección y su prudencia
de lo que, acaso, pueden ju zg a rs e reflexiones desp roporcionad as en cu anto a su objetivo,
contenido y alca n ces pero que, en todo caso, pretenden su g erir n u evas in terpreta cion es
desde la historia, desde la infancia y de la historia oral. V ale pues el sigu iente párrafo de
423
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
424
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
306 En trevista realizada a C elia Selene Padilla A rroyo por C oncepción M artínez, en la ciu dad de
M éxico, m ayo de 2007. Ella declaró, cu ando tenía 37 años, que fue “ la m en or de ocho h er
m anos, m i herm ana la m ay or m e lleva diecinu eve años, y de ahí para a b a jo. Y m i herm ano
el que m enos años m e lleva, m e lleva seis añ os” .
425
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Sí, como mi mamá era la que estaba todo el día con nosotros pus ella
tenía su estanquillo o su tienda, se dedicaba a trabajar y ya nosotros
jugando en la calle, en la calle siempre jugábamos cuando se trataba
de la reata, o de los encantados todo eso, en la calle.307
426
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
Más o menos a la edad de seis, cinco, siete años es cuando más re
cuerdo esos juegos porque eran unos juegos que disfrutaba, como
todo niño, porque eran sanos, y eran buenos. Lo que quiere cada
niño es participar en cada juego. Esos eran nuestros juegos en ese
entonces, en esa é p o c a . Incluso estrategias, así, en los juegos que
teníamos, eso es lo que nosotros tuvimos como experiencia,.., ma
duramos en los juegos, nos ayudó mucho a madurar, porque veía
mos como queríamos sobresalir a lo que era cada juego.308
308 En trevista realizada a H éctor R ivera A rroyo por A n ton io Padilla en la ciu dad de M éxico en
m ayo de 20 07 .
427
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
me dijo que porque eso era abono para los chilares. Íbamos a verlos,
como estaba el terreno desocupado, pus encontraban mucho de
eso, y andábamos siguiéndolo hasta que se iban de ese terreno. Y
corríamos, ahí teníamos mucho lugar para correr, jugábamos a la
reata, a la pelota también; era una vida muy tranquila porque había
donde jugar y sin peligro porque no pasaban los carros en ese tiem
po todavía... Sí, casi no había policía, casi no se veían los policías
pero salía mi mamá a asomarse, y ahí andábamos afuera jugando.
Jugábamos a veces a los encantados, la reata, y había un árbol en
donde poníamos un columpio, mi hermano colgaba una reata y ahí
nos estábamos columpiando. Había árboles así en la calle y esco
gíamos uno que era un Pirul muy grande y ahí estábamos jugando
al columpio, todo tranquilo porque no veíamos que nos tocaran los
coches fuerte.309
428
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
A los demás los veía con unas ganas de participar. En ese momento,
en esa época disfrutábamos todos esos juegos en sí, veía las ganas
que teníamos todos porque poníamos obstáculos, y todos participa
429
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Por ejemplo, nos reuníamos antes de que iniciar cada juego y nos
poníamos de acuerdo todos para ver cómo íbamos, qué dificultad
íbamos a poner en cada juego, para que hubiera más participación,
y hubiera más competencia en el juego, y de acuerdo a lo que tenía
mos, si ya fuera canicas, trompo, carreterita, cualquier cosa. Y una
cosa muy importante, se respetaban las reglas en cada juego, ahí no
había de que no, no, ahí si se respetaban las reglas que iniciábamos
nosotros. Nos poníamos desde un principio de acuerdo y no cambia
mos las reglas hasta terminar, y (al) empezar otro juego, es cuando
430
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
cm .-
¿Y en esos juegos alguien eran los hijos o la mamá?
c .a .-
Sí, sí, escogíamos a los niños chiquitos que eran nuestros hijos,
nos sentábamos alrededor de la mesita y les servíamos sus platitos,
y jugábamos que nosotros éramos las mamás, las más grandecitas y
los chiquitos comiendo ahí, como mi hermana que estaba chiquita
431
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
El juego de mujeres era lo que se llamaba stop, o algo así, pero casi
participábamos con la mujeres, no tanto así juego de pura mujer,
si no que nos hacían participar, por ejemplo, este de stop, de donde
ponían un círculo, y ponían diferentes ciudades, llamaba la atención
de que decían una ciudad, y, en el momento que decían una ciudad,
ese tenía que brincar en el centro donde decía stop y para a todos,
que se quedaban todos engarrotados, y contar, decir: tres pasos, te
alcanzo, (en)ton(ce)s contabas; si llegaba a fallar, había que ponerle
un castigo.318
432
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
Mis juegos favoritos eran el resorte. y jugaba al stop, que era un cír
culo, y (que) se dividía en varias partes según los que fuéramos a
jugar; se ponían los nombres de los países que uno escogiera y, al
guien gritaba, (por ejemplo) México y se tenía que parar (en el círculo
donde estaba escrito) el de México, en medio, y gritar stop, y todos
los demás corrían, y calculaba los pasos que daba uno para llegar
a esa persona, y si atinábamos nos iba bien, y si no nos ponían un
castigo, tomaban la decisión de qué castigo ponían.319
433
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
434
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
322 D esde esta perspectiva se incluyen en el con cepto ju gu etes al m obiliario escola r y los m ate
riales didácticos. A l con sid erar que la im aginación, la creativid ad y la espon tan eid ad de la
infancia son parte su stancial de los procesos form ativos en las prim eras etapas de los in d i
viduos estos son m iniatu rizados e in fantilizados para asegu rar los procesos de socialización
y de ed u cación . Por otra parte, no estaría de m ás ex p lora r con m ay or detalle la s m od o s en
que los ju eg os y los ju gu etes son incorporados a los espacios y los tiem pos escolares, sobre
todo en lo s prim eras eta p a s de su in corpora ción a la in stitu ción educativa, a proxim a da
m ente de los 3 a los 10 años, así com o las transform aciones y los vasos com u nicantes entre
ju ego y deportes, la s cu a les están aún sin ex p lora r del todo (V e r Pesez, 1988: 122).
435
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
En los santos reyes, nos lo traían los juguetes, traían el juego de té,
entonces se llamaba juego de té, tacitas, jarritas, platitos, en ese
tiempo eso era para [que] jugaran las niñas, y los muñecos que nos
traían. Se usaba mucho el sololoi, era como plástico y los muñe
436
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
323 E n t r e v is ta a C e lia A r r o y o V e r a .
437
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
324 E n t r e v is ta a H é c t o r R iv e r a A rro y o .
438
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
Jugaba con mis amigas los fines de semana me ponía a jugar con
ellas, en mi casa iban y, yo me ponía a ser la maestra, sacaba cuader
nos, libros y me ponía a dizque enseñarles. Luego nos aburríamos y
nos íbamos que a las muñecas, pero hay muchas veces que a ellas no
podían salir, no las dejaban salir y yo me salía a buscar a qué jugar.326
439
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
era más grueso y a los lados un poquito delgado, para que con
otro palo más grande pegáramos en la esquina, elevara el boli
llo, y de ahí pegarle como si fuera béisbol, y entre más lejos lo
mandábamos, teníamos más oportunidad de ganar la vuelta a la
manzana a donde vivíamos antes. El ganar de ese juego era el que
llegara primero donde salíamos, la meta donde llegábamos. Tenía
mos tres oportunidades. Por ejemplo, cuando jugábamos bolillo
era prácticamente puro hombre, y cuando jugábamos lo de stop era
combinado mujeres y hombres. No en sí de hombres, éramos los
que jugábamos todos los hombres, pero pudieron haber jugado las
mujeres, pero prácticamente no lo hacían ellas.327
(De lo) que más recuerdo en mi infancia, fue cuando jugaba con mis
primos. Jugábamos varios, por ejemplo, el tacón, que era quitarlo
un tacón a un zapato dentro de un circulo donde poníamos mone
das de cinco centavos y le teníamos que pegar con el tacón para sa
carlos del aro, y el que tuviera más suerte, pus era el que se llevaba
más dinero. Lo que era las canicas donde jugábamos, que le llamá
bamos unas que eran ojo de gato, unas bombonas, incluso llegamos
a jugar con canicas de acero, esas de los baleros que se valía [usar]
para romper las canicas [de vidrio], es otra de las ideas. Las canicas
las diferenciábamos a veces porque era un ojo de gato, venían dife
rentes figuras dentro de la canica que era burbuja de puro vidrio,
de diferentes formas. Todos los que jugábamos sabíamos cómo era
la diferencia de una bombona, incluso una bombona era una canica
grande, esa la llamábamos bombona. Y hasta se podía jugar con esa
porque no era tan fácil sacarnos de la raya porque rebotaban las ca
327 E n t r e v is ta a H é c t o r R iv e r a A r r o y o .
440
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
nicas chicas. Pero llegaba el momento incluso que cuando los bom
bonas no salían, metieron unas de unos baleros, quitaba yo unas
bolitas de acero que las usábamos como canicas, inclusive las usá
bamos para romper las bombonas. El valor los decidíamos todos,
los decíamos de acuerdo a la finura de la figura que tenía dentro
de la burbuja de vidrio, sobre esa ya decidíamos cuál era la mejor,
la mejor canica, había que ir por ella cuando jugábamos poníamos
diferentes canicas, vamos a jugar de diferente valor de la canica y
todos ponían sus canicas, y sobre de esas es la que más perseguían
de ojo de gato, eran ponches, trébol era la mejor.328
441
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
442
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
Coda
443
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
B ibliografía
444
JUEGOS SON AMORES Y JUGUETES SON PRIMORES
445
¡Viva Cristo Rey! El conflicto religioso y
la resistencia de las vicentinas de la
Arquidiócesis de Guadalajara
334 L a G u e r r a C r is t e r a (t a m b ié n c o n o c id a c o m o G u e r r a d e lo s C r is t e r o s o C r is t ia d a )
e n M é x ic o c o n s is t ió e n u n c o n flic t o a r m a d o q u e s e p r o l o n g ó d e s d e 1 9 2 6 a 1 9 2 9 ,
e n t r e e l g o b ie r n o d e P lu t a r c o E lía s C a lle s y m ilic ia s d e la ic o s , p r e s b í t e r o s y r e l i
g io s o s c a t ó lic o s q u e r e s in t ie r o n l a a p lic a c ió n d e l e g i s l a c i ó n y p o l í t i c a s p ú b lic a s
o r ie n t a d a s a r e s t r in g ir l a a u t o n o m ía d e l a I g le s ia C a t ó l i c a (M e y e r , 1 9 8 5 : K r a u z e
y R e y e s , 1 9 9 6 ).
335 P a r a e l c a lv in is m o , l a s a lv a c ió n s e lo g r a c o n l a fe y n o c o n o b r a s c a r it a t iv a s , p o r
lo q u e l a c a r id a d e n s í e r a c r it ic a b le . L u is V iv e s , i n t e l e c t u a l e s p a ñ o l, c r e í a q u e
e r a e l E s t a d o q u i e n d e b í a h a c e r s e c a r g o d e l p r o b l e m a d e l a p o b r e z a , m ie n t r a s a l
g u n o s o t r o s p e n s a r o n e n l a n e c e s id a d d e a p lic a r c a s t ig o s a lo s p o b r e s h a r a g a n e s
le g is la n d o a l r e s p e c t o . C o n l a R e v o lu c ió n F r a n c e s a y l a p r o c l a m a c i ó n d e lo s d e
r e c h o s d e l h o m b r e y d e l c iu d a d a n o , s e c u e s t io n ó l a le g it im id a d d e e s o s c a s t ig o s
y s e p la n t e ó e l g o z o d e l o c io c o m o u n d e r e c h o . E n e l M é x ic o d e c i m o n ó n i c o a ú n
s u b s is t ía n id e a s c o n d e n a t o r ia s y d e a p o y o h a c i a e l e je r c ic io d e l a c a r id a d . L a s
447
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
p r im e r a s s e ñ a l a b a n q u e la m is e r ia e r a p r o v o c a d a p o r la i m p r e v is ió n , p o r lo q u e
h a b ía q u e a v e r i g u a r la c a u s a q u e h a b ía o r ig in a d o la m a la s i t u a c i ó n e c o n ó m ic a y
a s í s e p o d r ía p r e s t a r u n s o c o r r o d if e r e n c ia d o p a r a c a d a c a s o p a r t ic u la r , s e g ú n lo
m e r e c ie r a e l i n d iv id u o y h a s t a d o n d e s e c u b r i e r a n la s n e c e s i d a d e s b á s ic a s . A s i
m is m o c o n t i n u a r o n e x is t ie n d o p a r t ic u la r e s q u e d a b a n lim o s n a a l p r i m e r d e s c o
n o c id o q u e s e la s p e d ía s in h a c e r m a y o r a v e r i g u a c i ó n (W e b e r , 1 9 8 1 ; G e r e m e k ,
1 9 9 8 ; Á lv a r e z , 1 9 9 3 ; M a g n u s E n z e n s b e r g e r , 1 9 8 5 ).
336 C fr . R e g la m e n t o d e la A s o c i a c ió n d e la s S e ñ o r a s d e la C a r id a d ... (1 9 1 1 ); R e g l a
m e n t o d e la A s o c i a c ió n d e C a r id a d d e S a n V ic e n t e d e P a ú l ... (1 8 6 4 ); R e g la m e n t o
G e n e r a l d e la S o c ie d a d . (1 8 8 8 ).
448
¡VIVA CRISTO REY!
337 D e h e c h o e r a n 5 lo s t ip o s d e s o c ia s q u e lo s r e g l a m e n t o s p e r m it ía n , a d e m á s d e
la s a c t iv a s q u e e r a n la s q u e h a c ía n la s v is it a s y t o d o e l t r a b a jo d e b a t a lla , e s t a
b a n la s h o n o r a r ia s o c o n t r ib u y e n t e s q u e t e n ía n o b l i g a c i ó n d e a p o r t a r u n a c a n t i
d a d f i j a m e n s u a l y d e a s is t ir a la s a s a m b le a s a n u a le s . L a s c o r r e s p o n s a le s , q u e
e r a n a q u e lla s q u e h a b ía n c a m b ia d o d e d o m ic ilio p e r o s e m a n t e n í a n e n c o n t a c t o
c o n la s o c ie d a d m á s p r ó x im a e n c a s o d e q u e n o h u b ie r a u n a e s t a b l e c i d a e n s u
n u e v a r e s id e n c ia . L a s a s p ir a n t e s e r a n la s h ija s d e la s s o c ia s q u e e r a n m e n o r e s
d e e d a d , y a h a b í a n h e c h o s u p r im e r a c o m u n ió n y a c o m p a ñ a n a u n a s o c ia a c t iv a
e n s u s v is it a s a lo s p o b r e s , a lo s 18 a ñ o s p o d ía n p e d i r s u c a m b io c o m o a c t iv a s .
E x is t ía n t a m b i é n la s s u s c r ip t o r a s , a q u e lla s q u e s in s e r s o c ia s t e n í a n d e r e c h o a
q u e s e r e z a r a p o r e lla s c o m o b ie n h e c h o r e s . D a b a n d o n a t i v o s y p o d í a n r e p a r t i r
lo s s i g u s t a b a n . T a m b i é n e s t a b a n lo s m ie m b r o s d e h o n o r . V e r : G u ía p r á c t ic a d e
la s c o n f e r e n c ia s d e S a n V ic e n t e d e P a ú l (1 8 6 0 ); R e g la m e n t o d e la A s o c i a c ió n d e
C a r id a d d e S a n V ic e n t e d e P a ú l... (1 8 6 4 ).
449
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
450
¡VIVA CRISTO REY!
Cuadro 1
Fundación de conferencias de señoras de San Vicente de Paul en Gua-
dalajara y periodo de sobrevivencia (1864-1942)
N om bre de la C onferencia Parroqu ia o tem plo de F ech a de V igencia
adscripción creación
C . del Sagrario M etropolitano, Parroqu ia del Sagrario 1864 1933
Sagrado C orazón y posteriorm ente
Pu rísim o C orazón de M aría
C. D ulce N om bre de Jesús C urato de la C apilla de 1864 1942
Jesús
C. del Sr. San José (Analco) Parroqu ia de A nalco 1864 1942
C. de la Penitencia (M exicaltzingo) Parroqu ia de M exicaltzingo 1864 1933
C. N uestra Sra. del Pilar Parroqu ia del Pilar 1864 1942
(C urato del Sagrario?)
C. de Ntra. Sra. de Gpe. Santuario de G adalupe 1864 1942
C . del Sagrado C orazón de Parroqu ia del Sagrario 1864 1908
de M aría (niñas)
C. N uestra Sra. A u xilio de Parroqu ia del Sagrario 1864 1942
los Cristianos
C. N uestra Sra. de la Salud Parroqu ia de A nalco 1865 1874
C . del Sagrado C orazón de Parroqu ia de A nalco 1886 1942
de Jesús (al principio se llam aba
A u xilia r de Analco)
C . La Pu rísim a (2da. de Analco) Parroqu ia de A nalco 1886 ¿?
C. de la Santísim a Trinidad Parroqu ia de M exicaltzingo 1887 1942
C . D ulce N om bre de Jesú s Santuario de G u adalu pe? 1889 1942
de niñas
C . de la beata M argarita Tem plo de Jesús 1896 1942
C . San V icen te de Paul Parroqu ia de M exicaltzingo 1898 1906-¿?
Parroqu ia de la Santísim a
Trinidad
C . de Santa Inocencia Tem plo de Jesú s 1902 1919
¿reaparece
42?
C . del Sr. S. José y Santa Teresa Tem plo de Jesú s 1906 1942
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : O b r a s d e c a r id a d e n la a r q u id ió c e s is d e G u a d a la ja r a ,
d e 1 8 6 4 a 1 9 2 0 (1 9 2 0 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s ... (1 9 3 3 - 3 4 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s
... (1 9 4 1 - 4 2 ).
451
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Mapa 1
Lugares de Jalisco donde hubo Conferencias de San Vicente de Paul
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : O b r a s d e c a r id a d e n la a r q u id ió c e s is d e G u a d a la ja
ra, d e 1 8 6 4 a 1 9 2 0 (1 9 2 0 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s ... (1 9 3 3 - 3 4 ); M e m o r ia s d e la s
o b r a s ... (1 9 4 1 -4 2 ).
452
¡VIVA CRISTO REY!
Cuadro 2.
Estado General de los Consejos Centrales de las señoras de la caridad
de la República Mexicana, desde el 1 de julio de 1895
al 30 de junio de 1896
C onsejos centrales Socias
C hihu ah ua 65 58 123
Coahuila 61 70 131
Iguala 66 86 152
León 269 87 356
Q uerétaro 57 10 67
Teiziu tlán 44 54 98
453
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
338 Entre las que podemos contar además de las damas de las conferencias de caridad
de San Vicente de Paul, a las Hermanas de la Caridad, la Sociedad de San Vicente
de Paul, la Asociación de la Medalla Milagrosa y la Congregación de la Misión.
454
¡VIVA CRISTO REY!
339 G o n z á le z N a v a r r o , M o is é s (1 9 8 5 ), C á r d e n a s , E l i s a (2 0 0 1 :1 0 9 ) y O 'D o g h e r t y ,
L a u r a (2 0 0 1 ) p a r e c e n h a c e r r e f e r e n c ia a la s c o n fe r e n c i a s c o m p u e s t a s e x c l u
s iv a m e n t e p o r c a b a lle r o s , a u n q u e C á r d e n a s s í c o n o c ió l a f u n d a c i ó n b e n é f ic a
“ N i c o l a s a L u n a C o r c u e r a ” , m is m a q u e fu e b a u t i z a d a a s í e n h o n o r d e u n a s e ñ o r a
q u e e n v id a fu e s o c ia v ic e n t in a .
455
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
456
¡VIVA CRISTO REY!
ción en 1863 hasta 1913, periodo a partir del cual escasean los
reportes, debido a que los revolucionarios tomaron nuevamente
las armas, y el carrancismo pronunció su postura anticlerical. Por
este motivo, las actividades de diversas conferencias quedaron in
terrumpidas o no pudieron hacer llegar sus informes al Consejo
General, pues si bien se trataba de una agrupación laica, no po
dían negar su fuerte nexo con la iglesia.
Recientemente encontré un condensado que resume las acti
vidades de las conferencias de señoras de San Vicente de Paul en
la Arquidiócesis de Guadalajara del primero de junio de 1926 al 31
de mayo de 1929, justo el periodo en que se desarrolló la Cristiada
en una zona identificada como profundamente religiosa, donde de
manera temprana se manifestó la crisis política entre el Estado
y la iglesia, en la que muchos católicos sintieron lesionadas sus
creencias, se levantaron en armas contra el gobierno callista y
sus medidas anticlericales. Si bien estas memorias no son todo lo
explícitas que una quisiera, y seguramente ocultan información
por miedo a que el documento llegara a manos del gobierno, sí nos
permiten conocer algunas de las tareas que las señoras vicentinas
realizaron en dicho periodo.
Es verdad que diversos historiadores que han escrito sobre el
movimiento cristero han sido conscientes de la importancia de la
participación femenina, pero a pocos les ha interesado profundizar
en ese aspecto. Jean Meyer (1985: 37-63) señala, que en todas
partes, las mujeres identificadas con el movimiento aventajaban
indiscutiblemente a los hombres: 1000 contra 600 en La Piedad;
10,197 contra 2,956 en Monterrey. Asimismo reconoce que las
Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco (b b ), nacidas en Za-
popan, Jalisco, eran la fuente de aprovisionamiento de armas,
que contaban con 10,000 militantes unidas por el secreto y que
incluso ellas enseñaban a los combatientes a utilizar las armas.
Narra el caso de mujeres que dieron muerte a un policía en Ame-
ca. Reconoce que muchos hombres se alistaron en esta guerra
civil empujados por sus madres, sus mujeres o sus hermanas.
Describe cómo algunas religiosas prestaron su casa para que se
457
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
oficiara misa cuando el culto estaba prohibido. Pero poco nos dice
sobre quiénes eran ellas, cómo se llamaban, qué las impulsaba a
participar.
Un texto que Meyer escribió en compañía de Enrique Krauze
y Cayetano Reyes (1996: 253-255), señala que la mujer, como el
niño y el anciano, participaron en la guerra, tuvieron una respon
sabilidad mayor en su desencadenamiento e incluye una pequeña
reseña de la actividad que tuvo la señorita María del Refugio Mija
res, activa corresponsal de la publicación cristera llamada David,
pero no señala a ninguna otra participante con nombres y apelli
dos. Las mujeres en la historia oficial son figuras abstractas sin
nombre propio, imágenes etéreas. A diferencia de los varones de
quienes sí se recopila nombre, genio y figura.
Avitia Hernández (2007), agrega que las BB también eran
conocidas como Bi-Bi o Brigada Invisible-Brigada Invencible, de
nominación que realmente nos refleja lo que eran: una agrupa
ción silente y clandestina pero efectiva. La primera brigada Inició
con 17 jóvenes integrantes de la Unión de Empleadas Católicas
de Guadalajara, organizadas por María Goyaz, quien operó bajo
el pseudónimo de Celia Gómez. Las adscripciones a la brigada se
multiplicaron,340 de tal suerte que se formaron células que opera
ron en diversas regiones del país en guerra.
Jorge López Reynaga (2010), quien se define a sí mismo como
estudioso del movimiento cristero e hijo de cristero, recientemente
publicó un libro que recopila diversas entrevistas y semblanzas
de brigadistas y cristeras, y si bien no hace ninguna propuesta
analítica, su valor reside en el rescate de las narraciones de viva
voz de participantes en el movimiento, de documentos de primera
mano (circulares, recibos de armamentos), y el haber logrado un
buen rapport con sus entrevistadas debido a que conocieron a su
padre, el doctor Bernando López Capilla, alias Córcholis, luchador
cristero.
340 A v i t i a H e r n á n d e z s e ñ a la q u e fu e r o n 17 m i l y n o 10 m i l c o m o lo a p u n t a J e a n
M eyer.
458
¡VIVA CRISTO REY!
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
460
¡VIVA CRISTO REY!
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Cuadro 3
Socias activas y honorarias de 1886-1887 a 1928-1929.
Arquidiócesis de Guadalajara
Tipo de 188- 1891 - 1892- 1894- 1900- 1901- 1906- 1907- 1908- 1910- 1919- 1926 1927- 1928-
socias 1887 1892 1893 1895 1901 1902 1907 1908 1909 1911 1920 1927 1928 1929
Activas 1383 2591 2957 4341 4467 4783 4127 6062 6521 5200 3869 6207 2453 2279
Honorarias 2303 3653 4341 5447 5839 6291 4039 4137 3755 3036 1737 4467 3319 3391
Total 3686 6244 7298 9788 10306 11074 8166 10199 10276 8236 5606 10674 5772 5670
E la b o r a c ió n p r o p ia . F u e n t e : O b r a s d e c a r id a d e n la a r q u id ió c e s is d e G u a d a la ja
ra, d e 1 8 6 4 a 1 9 2 0 (1 9 2 0 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s ... (1 9 3 3 - 3 4 ); M e m o r ia s d e la s
o b ra s . (1 9 4 1 - 4 2 ).
341 E l p e r io d o d e in f o r m e a b a r c a u n a ñ o q u e in i c i a e l 1 d e j u n i o y t e r m i n a e l 3 1 d e
m a y o d e l s ig u ie n t e .
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¡VIVA CRISTO REY!
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Cuadro 4
Periodo del informe A B C D E F G H I J
1886-87 52 0 0 10 0 0 0 0 0 0
1888-89 49 0 0 18 0 272 0 0 0 0
1891-92 66 0 0 14 0 134 582 142 0 0
1892-93 19 0 0 11 0 941 299 445 0 0
6
1893-94 9 0 0 20 0 0 0 15 0 0
1894-95 248 0 0 57 0 950 501 434 0 0
1
1895-96 21 2 61 8 121 806 575 566 0 0
1 1
1897-98 48 7 201 11 217 811 934 664 0 0
6 9
1900-01 25 1 237 7 270 918 792 712 0 0
7 3
1901-02 4 61 146 5 268 351 455 469 0 0
23 5 5 4
1903-04 61 6 249 50 409 180 157 519 0 0
5 8 73
1904-05 66 3 0 20 0 223 193 513 0 0
1 55
1905-06 25 11 170 54 155 194 0 570 0 0
59 8
1906-07 35 16 221 6 536 173 0 641 0 0
0 8
1907-08 16 5 191 12 145 230 0 595 0 0
59 5
1908-09 22 5 230 21 888 166 185 545 236 0
7 0 55 9
1910-11 27 30 0 21 0 115 408 447 568 0
1 50 5
1911-12 14 0 0 6 117 973 466 283 148 0
02 90
1919-20 0 0 0 18 607 376 136 225 0 0
2 214
1926-27 71 20 0 82 0 113 560 418 964 0
0 86 42
466
¡VIVA CRISTO REY!
4 80 93
1 0 056 06
53 4 5 22 83 471 9 635 06
O b r a s e s p ir it u a le s d e la s s o c ia s d e s a n V ic e n t e d e P a u l d e l a A r q u i d i ó c e s i s d e G u a
d a la ja r a d e 1 8 8 6 - 8 7 a 1 9 1 1 -1 2 .
E la b o r a c ió n p r o p i a F u e n t e : O b r a s d e c a r id a d e n la a r q u id ió c e s is d e G u a d a la ja r a ,
d e 1 8 6 4 a 1 9 2 0 (1 9 2 0 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s ... ( 1 9 3 3 - 3 4 ); M e m o r ia s d e la s o b r a s ...
(1 9 4 1 - 4 2 ) y M e m o r i a d e la s o b r a s ... (1 9 2 9 ). A : B a u t i s m o s y c o n fir m a c io n e s ; B : C o n
v e r s io n e s y a b ju r a c i o n e s ; C : E n t ie r r o s p a g a d o s ; D : M a t r i m o n i o s a r r e g la d o s ; E : N i
ñ o s in s t r u id o s ; F : P r i m e r a s c o m u n io n e s ; G : S a c r a m e n t o s p o r d e v o c ió n ; H : V iá t ic o s ;
I: V is it a s a l S a n t ís im o S a c r a m e n t o y a l a V ir g e n ; J : M is a s o íd a s .
343 C o m o e n la a s a m b le a g e n e r a l q u e t u v o lu g a r e l 19 d e j u l i o d e 1 9 2 7 , e n e l t e m p lo
d e l a S o le d a d , G u a d a la ja r a . L a p r e s id ió l a s e ñ o r i t a V i c e n t a V e r e a , p r e s i d e n t a d e l
C o n s e jo , c o n a s is t e n c ia d e t o d a s la s d ig n a t a r ia s d e l m is m o , y d e d o s c i e n t a s so -
c ia s a p r o x im a d a m e n t e , p e r o n o h u b o r e p r e s e n t a n t e e c l e s i a l a lg u n o . A d i f e r e n c i a
d e la c o n fe r e n c i a d e s a n F e lip e A p ó s t o l, q u e s u s p e n d ió s u s la b o r e s c u a n d o fa lt ó
s u d ir e c t o r , p u e s n o s a b ía n s i d e b ía n c o n t in u a r s o la s . ( M e m o r ia d e la s o b r a s . ,
1 9 2 9 : 4 7 , 6 5 ).
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
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¡VIVA CRISTO REY!
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
470
¡VIVA CRISTO REY!
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MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
344 J o r g e L ó p e z a f i r m a q u e “ n o e r a p r o b le m a e s t a r e n u n a a s o c i a c i ó n r e l i g i o s a y
t r a b a ja r e n u n a e s c u e la o f ic ia l h a s t a q u e lle g ó J o s é G u a d a lu p e Z u n o ; q u ie n , e n
1 9 2 6 , q u is o q u i t a r le s d o s m e s e s d e s u e ld o a lo s m a e s t r o s . P o r a q u e l l o s d ía s
s e e m it ió l a c i r c u la r 1 3 1 3 4 q u e p r o h ib ía a lo s m a e s t r o s h a b l a r d e r e l i g i ó n e n
la s e s c u e la s y p e r t e n e c e r a a s o c ia c io n e s r e lig i o s a ; 9 0 0 m a e s t r o s n o a c e p t a r o n y
f u e r o n c e s a d o s ” (L ó p e z , 2 0 1 0 : 1 2 0 ; M e m o r ia d e la s o b r a s . , 1 9 2 9 : 7 3 - 7 4 ).
472
¡VIVA CRISTO REY!
473
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
345 P a r a p r o f u n d i z a r s o b r e e s t e t ip o d e r e la c io n e s e n t r e lo s g r u p o s d e e lit e , c o n f r ó n
te s e L iz a m a (2 0 0 8 ); O lv e d a (1 9 8 8 ).
346 A g u s t í n V a c a e n c o n t r ó q u e lo s p e r ió d ic o s d e l a é p o c a i n c l u í a n c o m o p a r t e d e l
a lu m n a d o d e la n o r m a l a m u c h a c h a s d e v e c i n d a d e h ija s d e t o r t ille r a s , e s d e c i r
g e n t e d e b a ja r a le a . A lg u n a s d e e s t a s p r o f e s o r a s p a r t i c i p a r o n a c t i v a m e n t e e n e l
m o v i m ie n t o c r is t e r o (V a c a , 2 0 0 6 : 6 4 - 7 4 ).
474
¡VIVA CRISTO REY!
475
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
Cuadro 5
Estatus de actividad de las Conferencias de San Vicente de Paul de la
Arquidiócesis de Guadalajara durante el conflicto cristero
de la conferencia D el 1 de D el 1 de D el 1 de
ju n io de ju n io de ju n io de
de m ayo de de m ayo de 31 de
1929
los C ristianos
476
¡VIVA CRISTO REY!
M em brillos
d el Perpetu o Socorro
(H acienda)
477
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
San José de los Reynoso San Vicente y Sr. San José Irregu la r - -
San Ju an de los Lagos Sagrado C orazón x x x
F u e n t e : ( M e m o r ia d e la s o b r a s ... , 1 9 2 9 ). S im b o lo g ía : X e x is t e c o n fe r e n c ia ; I r r e g u
la r , s e c e r r a b a y a b r ía s e g ú n la s c ir c u n s t a n c i a s p o lít ic a s ; - n o e n v ió i n f o r m e o n o
e x is t ía .
478
¡VIVA CRISTO REY!
R eflexiones finales
479
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
480
¡VIVA CRISTO REY!
B ibliografía
481
MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS EN LA HISTORIA. AMÉRICA LATINA, SIGLOS XIX Y XX
482
¡VIVA CRISTO REY!
M aterial de archivo
483
M u je r e s , n iñ o s y n iñ a s e n la h is to r ia .
Un ejemplar.