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16 Historia del Uruguay - Materias Comunes

Obligatorio

20 Copias CARMEN APPRATTO / LUCILA ARTAGAVEYTIA / DANILO ASTORI /


GERARD() CAETANO / MARÍA CAMOU / JOSÉ LUIS CASTAGNOLA /
CARLOS DEMASI / CARLOS FILGUEIRA / MIRIELA LACUESTA /
PABLO MIERES / ADELA PELLEGRINO / ROMEO PÉREZ /
JOSÉ RILLA / GRACIELA SAPRIZA / CARLOS ZUBILLAGA

EL URUGU
LA DICTADURA
(1973-1985)

BANDA ORIENTAL
Material disponible en los Servicios del CECSo
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Los dibujos e ilustraciones que acompañan esta edición tienen su origen en el archivo de Ediciones de la Banda
Oriental, en los libros Enciclopedia Uruguaya (Ed. Arca-Editores Reunidos), Testimonio de una nación agredida,
De /as Fuérzas Armadas al Pueblo (Mental (2 tomos), El -Uruguay de Nuestro 77empo (Claeh), El DI. 1886-1891:
95 años al servicio de la Libertad <El Día), Uruguay. Mi Historia (El Observador, 1998), Historia del Uruguay en
imágenes (El País, 1996), Documento de la Historia (2 tomos, El País, 1998), Alfredo Testo:1i (Miguel Carbajal -
coordinador- y otros. Galería Latina-Testoni Studios Ediciones, 2003); en los semanarios y revistas "El Soldado",
"Marcha",. "Centro". "Opción", "Aquí", "Cuadernos del Tercer Mundo", "La Democracia", "Noticias", "Mate Amargo",
"Brecha" y en los diarios "El País" y "El Observador" de Montevideo. Los encuadres originales sufrieron, en
muchos casos, alteraciones requeridas por razones de diagramación del presente libro.

Edición gráfica:
Isabelino Villa

ISBN 9974-1-0325-8

EDICIONES DE LA BANDA ORIENTAL S.R.L.


Gaboto 1582 - Tel.: 408 3206 -401 0164 - Fax: 409 8138
11.200- Montevideo, Uruguay. .2,¿
E-mail: ebo@chasque.net
Queda hecholeldepósito que marca la ley
Impreso en el Uruguay - 2004
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/ TiEklE.:1A:LA LIALITE. Capítulo 2
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gEig.ailios QUE NAVE
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Carlos Zubillaga
Romeo Pérez

La Democracia
atacada

La estoica Rodelú", último dibujo de Julio E. Suárez antes de morir, en 1965.


La democracia atacada*
Carlos Zubillaga - Romeo Pérez

taduras, en la conciencia del destino irrevocablemente


pluralista del Uruguay.
Los textos que siguen procuran sintetizar el pro- No sería, por ende, de sorprender el tardío reco-
ceso de deslizamiento de la democracia uruguaya nocimiento del ascenso de los factores autoritarios
hacia el autoritarismo. Se ha intentado salvar las di- en la sociedad de la crisis. Quizás se hubiera percibi-
ficultades de la tarea (¿qué mencionar y examinar, do más pronto lo que ocurría si se hubiera supuesto
en perjuicio de qué otras cosas?, ¿qué se puede dar más frágil nuestra democracia y se hubiera registra-
por conocido, qué nuevas perspectivas deben ofre- do mejor las intervenciones relativamente numero-
cerse ineludiblemente?) dividiendo la exposición en sas de los militares en la política nacional de las dé-
dos partes. Una primera, titulada Los Hechos, es pre- cadas de auge. Investigaciones que se realizan ac-
dominantemente narrativa, atiende sobre todo a la tualmente arrojarán, sin duda, información que ha-
pregunta sobre qué ocurrió. Una segunda, titulada bíamos olvidado; y se verá por ellas que el desembo-
Los Actores y los Conflictos, prevalentemente analí- que dictatorial de la crisis iniciada hacia 1955 no fue
tica, quiere situar los sucesos en planos de significa- tan imprevisible ni tan accidental.
ción más amplios, definidos por identidades y tra-
yectorias, intereses y aspiraciones, antagonismos y
condicionamlentos comunes a los contendientes. Una democracia sin respuesta

Lo cierto es que, a mitad de la década de los años


sesenta, se acumularon comportamientos desleales res-
pecto del régimen demdétático y modos de interpretar
Durante algunas décadas, de 1920 en adelante, los problemas de las sociedades latinoamericanas que
la mayor parte de los uruguayos pareció considerar inspiraba el escepticismo acerca de la lucha sindical y
tan firme y consustancial su convivencia democráti- política pacífica y legal. El declinante ruralismo vertía
ca que reputó anómalos, residuales y faltos de todo prédicas radiales de extremada intransigencia, grupos
predicamento al autoritarismo y a los pocos autorita- "de•choque" conservadores operaban con cierta fre-
rios -discernibles en nuestro plácido medio. Hubo una cuencia en Enseñanza Secundaria y algunos voceros
convicción probablemente cercana a la unanimidad políticos y empresariales sustentaban medidas
en tomo a que las Fuerzas Armadas orientales esta- antiinflacionarias (como el "cimbronazo" de "Acción")
ban completamente imbuidas de profesionalismo, que que inevitablemente caldearían los ambientes sociales
cultivaban una orgullosa tradición de acatamiento de y parlamentarios. Desde tesituras de izquierda, y a pe-
los poderes constitucionales y que en los corrillos de sarde los progresos de la unificación sindical que cul-
casino los oficiales hablaban sólo de los partidos minaron en la fundación de la Convención Nacional
políticos y del próximo presupuesto, como cualquier deTrabajadores en 1966, se -constituyó hacia 1962 el
funcionario público del país. Se creía que los totali- Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros
tarios de derecha golpeaban inútilmente las puertas (MLN), que ensayó pronto acciones de propaganda
de los cuarteles y que los totalitarios de izquierda, no armada y que a partir de 1967 emprendió el desenvol-
menos extravagantes, sólo de palabra construían dic- vimiento de una guerrilla urbana.

* Editado originalmente como fascículo en 1988, el presente capítulo fue revisado por los autores en junio de 2002.

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o30024 é)
Oriental (MR0), la Federación Anarquista Urugua- decretazo con que emprendió su gestión. Los encon-
ya, el Movimiento de Acción Popular Uruguayo tró, muy probablemente, en las sedes-del gobierno. ¿Hu-
(MAPU) y el Movimiento de Izquierda Revolucio- biera fumado Gestido ladisolución de grupos políticos
naria (MIR); se clausuraban asimismo "Época" y "El y el cierre deperiódicos? Es difícil pensar que no, pues
Sol" (semanario del PS). debió conocer la preparación del decreto. ¿Existieron
¿Se abría una política dura hacia la violencia de presiones en favor de una respuesta tajante a la prédica
izquierda? Suena excesivo el término "política". Por foquista o ella cuajó meramente entre las inquietudes
lo pronto, el decretazo no se justifió como inicio de de los titulares del Ejecutivo?
una acción de amplio alcance: En segundo lugar, Tras ese comienzo a toda orquesta, Pacheco se
aquella política no se expuso por parte del gobierno. sumió en unos meses de inactividad, como sucedería
En tercer lugar, si bien hubo censura de las medidas, regularmente después de las decisiones en aparien-
proveniente de la izquierda legal, no se planteó la cia enérgicas que fue sembrando durante su manda-
derivación de ellas y no se criticó la política que pu- to y que tanto encomiaron sus adictos y su publici-
dieran insinuar. La ilegalidad, finalmente, no acarreó dad. Los problemas Je agavábany el Presidente
una severa persecución de los mencionados grupos; mantenía silencio. La inflación alarmaba a todos; los
en realidad, siguieron actuando según sus respecti- precios de ventlárpúblico crecieron en 1967 un 135,9%
vas (y en algunos casos, confusas) modalidades, en y se encaminaban a una elevación aun mayor en 1968.
una semiclandestinidad cada vez más laxa. Sobre Los conflictos laborales, los reclamos del funcionariado
1970, el decreto era letra muerta, aunque la repre- pirb-Wo5, Tiros estudiantes se multiplicaban. Los gran-
sión general se había incrementado mucho. Las cfe7s-énpresarios exhibían disconformidad y presiona-
ilegalizaciones fueron revocadas por un decreto del ban más intensamente, en conjunto a veces y unos con-
14 de diciembre de ese año. tra otros en ciertas ocasiones. El orden callejero y la
Tampoco se profundizó, en su momento, en otra normalidad en centros de enseñanza, lugares de traba-
significativa circunstancia. El mencionado decreto jo y reparticiones públicas se resentían a causa de las
del 12 de diciembre de 1967 (neto deslizamiento ha- pugnas económico-sociales. La emigración, en espe-
cia el autoritarismo) fue suscrito por Jorge Pacheco cial de jóvenes, recrudecía.
Con Gestido muere el viejo Uruguay,. Areco, quien había asumido la Presidencia una se- El 2 de mayo de 1968 Pacheco Areco sorpren-
con Pacheco advendrá el autoritarismo.
mana antes, el 5 de diciembiel t7a-ra-íZ de la muerte del dió con una Pffipliaseestrictura. ministerial. Sustitu-
Gerieral retirad¿War yó a políticos por representantes inmediatos de los
No hay que pensar, sin embargo, que los "sub- do, víctima de jin-s-íricii:pe grandes intereses, con antecedentes gremiales pero
Y las pocas medidas que se fueron adoptando cardíaco. Todo- in/ea sin militancia partidaria. La orientación, empero, tam-
versivos" o las "bandas fascistas" hayan ganado te-
implicaban el desechar ensayos reformadores en be- que el opaco Vicepre- poco en el caso de esta decisión fue peculiarmente
rreno rápidamente. Durante algunos años, hasta 1970
neficio de la represión. Inclusive cuando afloraban sidente de Gestido no pachequista. Ya en ocarbre de 1967 Gestido había
aproximadamente, la violencia hizo irrupciones es- deslealtades democráticas que se proclamaban de iz-
porádicas, que interrumpían pero no quebraban los llevaba en sus valijas, reformado su gabinete para dar entrada en él a ele-
quierda (las de derecha gozaban de tolerancia), la cuando se mudó a la mentos netamente derechistas, tales como César
forcejeos y controversias gremiales, parlamentarios reacción gubernamental se revelaba con frecuencia
y periodísticos. La violencia proporcionaba un sedi- desmedida e inconstitucional. residencia de la Ave- Charlone (que encabezaría el equipo económico hasta
mento de inquietud pero también chocaba con resis- Lt nida Suárez y Reyes, abril de 1970, en calidad de Ministro de Economía y
tencias que no dejaba de advertir. Un primer hecho de esta índole se registró el 12 ' .2 < - la propensión auto- Finanzas), Horacio Abadie Santos, Carlos Manirá Ríos,
de diciembre de 1967. En los meses previos, el pe- . ritaria y el
Es cierto, en cambio, que los espacios democrá- riódico "Época" expresó con frecuencia puntos de Walter Pintos Risso. En mayo del 68 asumieron carte-
ticos así sustentados no dieron respuestas sistemáti- ras Jorge Peirano Facio, Carlos Frick Davie, Eduardo
vista favorables a la acción directa. Eran los años de Jiménez de Aréchaga, José Serrato. En el resto del
cas y vigorosas a la crisis; no les faltó el tiempo, lo
auge de la llamada teoría del foco, divulgada en mandato ejercido por Pacheco ingresarían al Minis-
desaprovecharon. El diagnóstico y el plan de desa-
América Latina por Régis Debray, al influjo de la terio Juan María Bordaberry y Jorge Sapelli,preci-
rrollo elaborados por la Comisión de Inversiones y
Organización Latinoamericana de Solidaridad samente los integrantes de la fórmula oficialista
Desarrollo Económico (CIDE) no redundaron en
(OLAS). El MLN, en Uruguay, procuraba difundir que triunfaría en los comicios de 1971.
políticas efectivas, ni siquiera en legislación particu-
su convocatoria, mediante volantes y panfletos, prin-
lar; acaso hayan influido la reforma constitucional
cipalmente. Ciertos grupos que apoyaban a "Época"
de 1966 y ciertas administraciones, como la moneta-
y se manifestaban en sus columnas suscribieron un
ria y la fiscal. Corroboraron, entretanto, la concien-
"Acuerdo" foquista y lo publicaron ene! periódico.
cia de la gravedad del deterioro nacional y estable-

la
El gobierno rompió los límites constitucionales para
cieron su carácter estructural, con lo que sacudieron
contestar de manera draconiana: en la fecha indica-
las expectativas de solución espontánea
blemas. Había que tornar medidas.
ntánea de los pro- da sancionó un decreto que ponía fuera de la ley al Wilson Ferreira, el 'Primer Mini
del segundo gobierno blanco
o
Partido Socialista, el Movimiento Revolucionario
Épocas de la CIDE. , 17
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—47— >
Los representantes
directos de los vos, puesto que si bien la opinión pública abrió cier- estilo de gobierno consensual. Quizás haya hecho
grandes intereses to crédito al estilo supuestamente enérgico, resoluti- bastante más, a juzgar por la violenta prédica de su
suplantan a los vo de Pacheco, la representación corporizada en la diario, "Acción"; quizás haya inducido a Gestido y a
políticos ene! Asamblea General continuó centrando expectativas, su sucesor a desbordar la Constitución para poner en
gabinete. Entre ellos, reclamaciones, interés y prestigio. Pese a su inope- práctica políticas económicas liberalizantes y con-
Jorge Peirano Fado rancia en cuestiones trascendentes, el Parlamento fiadas al dinamismo del empresariado, en las que
y Carlos Frick Davie
entraba aún en los cálculos políticos de todos; y las Jorge Baffle creía entonces a pie juntillas. "Unidad y
ffotos a la derecha),
así como César pocas veces que enfrentó a la Presidencia contó con Reforma" transgredió las reglas 1e la política electo-
Charlone y otros. respaldo masivo mayoritario; en t6clo caso, eso sin ral de masas, entre 1967 y 1970; metida, en 1971, en
duda pensaba la dirección pachequista, que no dejó el juego comicial, se desempeñó mal, pues se encon-
entonces de prestar a la Asamblea un acatamiento al traba identificada con el gobierno pero no recogía
menos formal. los sufragios progubemistas que acaparaba el pujan-
La inclinación Y, en rigor, el pachequismo no se desprendió te liderazgo montado desde la Presidencia.
hacia políticas eco- absolutamente de sus originarios sustentos partidis- No faltó, dentro del Partido Colorado, oposición
nómicas ortodoxas, tas. Gobernó, en lo sustancial, sin el Partido Colora- a las nuevas orientaciones. Débil en relación al vira-
registrada en octubre do; pero al acercarse las elecciones de 1971 se esfor- je que dio Gestido con la designación de Charlone.
de 1967, resultó du- zó por arrimar a sí mediadores políticos y por enviar Más enérgica en ocasión del establecimiento de me-
radera. En el curso mensajes a amplios sectores de la base partidaria. didas prontas de seguridad, en junio de 1968 (deci-
de los cuatro años de Fueron mensajes personalistas (se confirió a Pacheco sión que motivó las renuncias de Manuel Flores Mora,
Pacheco se haría tan- el perfil de un denodado luchador, de un hombre ca- Carlos Queraltó y Alba Roballo a sus carteras). Pero
gible que la domi- paz de cortar nudos gordianos), autoritarios (las so- esta desidencia en el sector oficialista no logró
nante presencia de luciones para el país vendrían del ejercicio verticalista unificarse, lo que conspiró contra su eficacia; se
esos empresarios sin del poder), anticomunistas, de orden. Tuvo el éxito mantuvo como una constelación de cuatro grupos que
inserción partidaria previsible en un Presidente colorado que procura disputaban un estrecho espacio: los encabezados por
activa alteraba la pauta de gobierno. El Presidente y colocarse a la cabeza de su partido. Votó muy bien y, Amílcar Vasconcellos, Zelmar Michelini, Manuel
blecido medidas prontas de seguridad, en aplicación aunque no logró la reelección, dejó al Uruguay un Flores Mora y Alba Roballo.
sus secretarios de Estado negociaban cada vez me- de un instituto de excepción que nuestro ordenamien-
nos con las fracciones coloradas y blancas que, en to constitucional contemplaba. Las medidas, sin em- Presidente rígido, apto sólo para la acción simplista El Partido Nacional tenía la responsabilidad de
diversos grados, los respaldaban; las escasas justifi- bargo, fueron adoptadas como una restricción gra- y dejó también la prolongación de las recetas del erigirse en principal fuerza de contención del autori-
caciones de las medidas implantadas se iban tornan- Fondo Monetario Internacional, no obstante haber tarismo. A ello lo obligaban la mejor de sus vetas
ve, continuada y permanente de todas las libertades, perdido, hacia 1971, la experiencia ortodoxa de es- tradicionales, su potencial parlamentario, el carácter
do puramente técnicas, cada vez menos referidas a garantías y competencias consagradas en la Consti-
los valores primordiales de la convivencia, como la tabilización, la apariencia de éxito de los años 1968 irrenunciable del papel de la oposición en los equili-
tución. A su amparo, irregular sin duda, se vulnera- y 1969. brios democráticos y hasta el exclusivismo colorado
justicia y la igualdad; cobraron importancia, en la ron los derechos de reunión asociación, libre co-
elaboración de las decisiones, determinados círcu- "Unidad y Reforma", la fracción liderada por de las administraciones de,Gestido y Pacheco (que
ffirniEJéiolida -pens-a-Miento, etc.; también la liber- Jorge Baffle, apoyó a Pacheco en su ruptura con el privilegiaban a elementos de esa filiación inclusive
los de composición no bien conocida, sin contacto tad de trabajo y de contiálaciónlas polstadg_par-
con los mediadores sindicales y partidarios pero con lamentária.s_ y_d_e la Justicia. A partir del 13 de junio cuando ungían ministros a re-
¡MAI GNIFICO! \ presentantes de intereseseconó-
alguna comunicación con las mayores empresas y de 1968, y hasta el lo: de marzo de 1986 (agota- ToDo ARREGLAD° ,
las cámaras empresariales. .RAsoLo
..AHo sE LOS ...S()L0 NOS micos).
miento del Acto Institucional No. 19). Uruguay no PuEDE MENCIONAR EN QUEIDA ELiMill AC No cumplieron los blancos
La ortodoxia se propuso, en una primera etapa, gozó de la integridad de la regulación impersonal y ComuNICAPOS OFICIALES, LO11 CoMillICADOS
reducir la inflación y reinstaurar condiciones que pública de las conductas de todos que se conoce _IE2__2 ese deber, en el período de de-
O FiCiAL
permitieran el cálculo económico y evitaran la terioro de la institucionalidad.
como Estado de Derecho.
volatilidad de los activos en moneda nacional. De El desborde del Ejecutivo, que se sentía más
allí que, no obstante la vocación liberal que procla- impetuoso después de asimilar a los personeros — —'
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maba, asociase a la unificación y apertura de los inmediatos de las "fuerzas vivas", afectaba inequí-
mercados cambiario—s. una congelación universal de
vocamente al Poder Legislativo y, por lo mismo,
precios_y_salarios. Para administrar tal congelación al propio sistema de nuestros partidos, tradicio-
se creó la Comisión de Productividad, Precios e In- nales o no. . 1, , II
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gresos (COPRIN), que incorporaba -representantes
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de empleadores y asalariados pero aseguraba la pre- r -, , i l l
y-al-Críela de- los miembros designados por él Poder Vacilaciones partidarias
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,zre 1968, porriecreto y bajo nuevas vcondiciones po- La reacción del Parlamento quedó bloqueada por 1, • ,,,u
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lítico-institutionales: el .13_ de junio se habían esta, la pusilanimidad de los partidos: no por otros moti- - ..-...-.1, ""'---
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1. A PATRÍA 1.o5
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PaIRA! SE Mira!

Mientras Jorge Baffle y Alberto Gallinal


varon sobre todo del surgimiento, en 1970, de "Por
apoyaban a Pacheco, la "Alegra" Roballo, que obtuvo su postulación, seguramente muy infe-
Flores Mora, Michelini y Vasconcellos
la Patria", nuevo nucleamiento blanco constituido en
rior a las certidumbres previas del candidato, lo em-
renunciaban a sus cargos. tomo a Wilson Ferreira Aldunate, quien se había es-
pujó a un olímpico alejamiento de la actividad públi-
cindido de "Divisa Blanca". Ferreira Aldunate saltó
ca (del que sólo saldría entre 1980 y 1982, con éxito
al primer plano con motivo de desempeñar un Mi-
Predominaba entonces, dentro del Partido, en virtud cia del Presidente y de la brillantez de los hom- comicial no mayor). Los parlamentarios del Movi-
nisterio de Ganadería y Agricultura activo y propen-
de las cifras electorales de 1966, la fracción denomi- bres del 2 de mayo, se atuvo a una benevolencia miento, en cambio, dirigidos por Carlos Julio Pereyra,
so a tomar iniciativas ~arabio, entre 1963 y 1967.
nada "Alianza Nacionalista", compuesta por núcleos en el control del Ejecutivo y a una actitud de "ha- censuraron los desbordes presidenciales, fueron
El pachequismo lo encontró, sin mengua de algunas
provenientes del herrerismo y del antiguo Movimien- cer la vista gorda" que sumieron a la Asamblea radicalizando una oposición de inspiración institu-
vacilaciones iniciales, "como un implacable crítico y
to Popular Nacionalista de Fernández Crespo. Al General en un ominoso marasmo, de funestas con- cionalista y terminaron asociándola a una orientación
como un parlamentario hábil y enérgico, capaz de
frente de ella se hallaba Martín Echegoyen, que des- secuencias institucionales. Es razonable conjetu- económico-social progresista.
llevar a término algunos trámites de contralor del
empeñaba las mayores responsabilidades políticas de rar que sembraron más escepticismo y sordo re- El heberismo no experimentó tensiones inter-
Ejecutivo, como la interpelación de ministros. "Vol-
su prolongada trayectoria, precisamente cuando más sentimiento esas cadenas de convocatoria que no nas, a raíz de las iniciativas de Gestido y Pacheco.
teó" dos secretarios de Estado y se convirtió en uno
flaqueaban sus convicciones democráticas, declina- hallaban respuesta en el quórum mínimo para que Pero osciló en su línea política; durante 1968 y 1969
de los miembros más influyentes de la Asamblea
ción que lo conduciría a morir en la presidencia del el Parlamento sesionara, que los que hubieran ori- desenvolvió una crítica drástica, con ribetes de de-
General. Con tales antecedentes, superó su origen
Consejo de Estado de la dictadura, en 1974. No obs- ginado la abierta aprobación de las tesituras gu- nuncia sagaz de las implicaciones de largo alcance
nacionalista independiente y agrupó, por encima de
tante la virtual desaparición del iuralismo (cuyos res- bernamentales y la correspondiente asunción de que el experimento acarreaba. Todavía en 1970, al-
divisiones de varias décadas, un conglomerado esta-
tos migraron ágilmente hacia el pachequismo, acom- cargos en el Poder Ejecutivo. gunos dirigentes de esa fracción reeditaron "El De-
ble y bastante amónico, que devino pronto mayori-
pañando la inopinada designación de Juan María Fuera de esta mayoría partidaria, el Movimien- bate", el más característico vocero herrerista, dotán-
tario. No costó demasiado a "Por la Patria" y el Mo-
Bordaberry como Ministro de Ganadería, en 1969), to de Rocha fue desplazando paulatinamente su sig- dolo de una tónica de nacionalismo popular y mo-
vimiento de Rocha convenir una alianza político-elec-
y a pesar del muy variado arraigo social de sus múl- nificación y gravitó por tanto escasamente entre 1967 derno que despertó expectativas amplias. Los
toral, firme también hasta 1986, que presentó en 1971
tiples grupos, la Alianza aspiraba a un ajuste conser- y 1970. En 1966, había levantado la candidatura con- alineamientos para la lucha electoral de 1971, empe-
la fórmula Ferreira-Pereyra, muy bien votada. Un
vador de la economía y al disciplinamiento severo servadora y contraria a la politiquería de Alberto ro, clausuraron el oposicionismo heberista, que sólo
programa innovador, "Nuestro Compromiso con Us-
de los sindicatos y los estudiantes. De allí que la Gallinal Heber; se unió, para impulsarla, a "Divisa se prolongaría en la actuación de Mario Heber du-
ted", traducía una modernidad sin muchos antece-
estremecieran, sin duda, las siriípatías de fondo con Blanca" (el grupo de los Beltrán). El impacto del rante el Proceso. dentes en los partidos tradicionales y fijaba una pos-
muchas figuras del gabinete y con las medidas que autoritarismo dividió al Movimiento de Rocha; Las dificultades de este agrupamiento para con-
tura antiautoritaria y reformista en cuanto a la es-
iban adoOtando; en beneficio de unas y otras, ganada Gallinal manifestó simpatías con las políticas del certar alianzas que lo ubicaran favorablemente en el
comienzo de la competencia comicial de 1971 deri- tructura social uruguaya.
por expectativas exageradas respecto de la coheren- oficialismo, pese a que el magro caudal de sufragios

—50— —51—
mos ajenos a la política partidaria pero que estaban la "Primavera de Praga", pese a que la mayor parte
dirigidos por elementos provenientes de los distintos de los grupos e instituciones que componían el MDLS
agrupamientos progresistas (la Universidad, la Con- entendió que un pronunciamiento en ese sentido era
vención Nacional de Trabajadores, la Federación de insoslayable para una organización de finalidad
Estudiantes Universitarios del Uruguay, los gremios libertaria y autonomista. Este temperamento preva-
de maestros y profesores de Secundaria, algunos leció, en definitiva, por sobre aquella negativa, y el
movimientos religiosos). Movimiento prolongó durante muchos meses una
prestigiosa actividad de denuncia, sensibilización y
convocatoria a la preservación de la institucionali-
Nuevas unificaciones
dad democrática. y la independencia nacional. En el
marco del MDLS se produjeron contactos entre líde-
Esa opinión antiautoritaria dispersa e impotente res partidarios, de amplitud excepcional, que prepa-
cuajó, en el primer semestre de 1968, en el Movi- raron los desprendimientos colorados y blancos que
miento de Defensa de las Libertades y la Soberanía redundarían, poco después, en la fundación del Frente
(MDLS), que se propuso cumplir actividades de pro- Amplio.
paganda a fin de lograr una reacción democrática Una coalición de esa índole constituía desde
masiva, suprapartidaria. El Movimiento obtuvo ad- 1968 un tópico de las reflexiones políticas en el ám-
hesiones numerosas, entre las que revistieron parti- bito de la oposición al pachequismo. El 23 de junio
cular trascendencia algunas que prestaron legislado- de ese año, el PDC, a raíz de la implantación de me-
res de los lemas tradicionales. Pocos meses después didas prontas de seguridad, dirigió un mensaje radial
de su formación, el MDLS atravesó una crisis que y televisivo a la ciudadanía; tras afirmar el carácter Juan Pablo Terra: el POC a la hora de las propuestas.
pudo desbaratarlo, provocada por la invasión de Che- sistemático y permanente de los desbordes del Eje-
coslovaquia por tropas de países del Pacto de Varso- cutivo, y vincularlos a la aplicación de un programa
de ajuste económico-social regresivo, promovía la hasta 1971, no careciera de respaldo social difuso;
via, principalmente soviéticas, el 21 de agosto de pero chocó, como no podía ser de otra manera, con
1968. Los comunistas uruguayos rechazaron una ex- realización de elecciones parlamentarias anticipadas,
dentro de las previsiones constitucionales, y convo- la resistencia de los trabajadores sindicalizados. Es-
presión de condena de la intervención aue aplastó a tos experimentaban, en efecto, los perjuicios más
caba a la iniciación de deliberaciones de todos los
sectores progresistas democráticos, a fin de confor- considerables: perdían instrumentos insustituibles de
mar un amplio conglomerado de alternativa, bajo la mejora -de las remuneraciones y de las condiciones
Carlos Julio Pereyra: su negativa a suspender una
modalidad de una coalición en que se conservaran laborales (los consejos de salarios y los convenios
interpelación al Ministro de Industria y Comercio colectivos, que se tomaban posibilidades meramen-
determinó el alejamiento de Gallina! del Movimiento las identidades respectivas.
La propuesta encontró una acogida por lo gene- te teóricas) y, de hecho, verían disminuir su nivel de
Nacional de Rocha.
ral apática, pese a lo cual no dejó de ganar terreno vida y su participación egja distribución de la rique-
lentamente, hasta entrar, en el segundo semestre de za nacional. El gobierno, por otra parte, los agredía
La constitución de dicha corriente, que en el plano de los símbolos, los responsabilizaba del
relegó a la Alianza y a lo que ésta repre- 1970, en una etapa de rápido avance. No le faltaban,
por cierto, aristas polémicas. Contrariaba, en primer estancamiento y la inflación, los reprimía con cre-
sentaba, llegó sin embargo tarde paraque
término, la incomunicación de los "partidos de ideas" ciente severidad.
los blancos ofrecieran resistencia opor- ; 1 y' x En tales -condiciones, el apoyo inorgánico de
tuna a los primeros avances del autori- con los núcleos tradicionalistas; pretendía, luego, un
papel de primer plano para un sector reducido y ex- la congelación difirió a los comicios de 1971 su
tarismo, el neocorporativismo y las re- C4, manifestación, mientras los sindicatos, y los gre-
cetas concentradoras del ingreso. Cuan- terior a los lemas con antecedentes de gobierno. Se
distinguía netamente, en tercer lugar, de los consabi- mios estudiantiles, se movilizaron contra la polí-
do pudo sustentarla, forcejeaba con un pu- tica económica. Las medidas de lucha adquirie-
jante movimiento en el que se aunaban, tras el dos llamados a la unidad de la izquierda y la consti-
tución de frentes populares, pues establecía como ron diversas modalidades, no siempre complemen-
Presidente, poderosos intereses y una extendidared tarias; menudearon en el llamado movimiento po-
de mediadores electorales. condición ineludible que el acuerdo incluyera secto-
res orgánicos de los partidos tradicionales. Y marca- pular los actos de inmadurez; no estuvieron au-
El Frente Izquierda de Liberación y .el Par- 1,11 sentes los oportunistas que, so pretexto de com-
tido Demócrata Cristiano, ambos con exiguas I1 ba, por último, un rumbo incompatible con la acción batividad, aprovecharon estructuras penosamente
bancadas, y por lo demás bastante marginaliza- de focos guerrilleros; se trataba de una iniciativa ins-
crita en la política pública y no clandestina, de ma- desarrolladas en el correr de muchísimos años,
dos en el Parlamento, denunciaron las políticas como la central sindical unitaria. Toda la movili-
del gobierno, con consecuencias prácticamente . sas y no de minorías militarizadas, electoral-parla-
mentaria y no violenta. zación se desplegó en medio de polémicas que hoy
nulas en lo inmediato. Lo mismb podría decirse . suenan excesivamente voluntaristas. El autorita-
del Partido Socialista (entonces sin legisladores), Es probable que la congelación de precios y sa-
larios, que consiguió en cierta medida bajar los índi- rismo, sin embargo, fracasó en su esfuerzo de
del semarlárió "Marcha", de otras expresiones aun Echegoyen: cuando más flaqueaban sus convicciones reelaborar las relaciones sociales desde una eús-
menores de la izquierda legal y de ciertos organis- democráticas... (Caricatura de "Pancho,.
ces de aumento de los productos de mayor consumo

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pide tecnocrática de poder y bajó control policial trozó vidrieras y carteles luminosos en la avenida
de la insatisfacción y los conflictos. 18 de Julio. De nuevo en la pendiente.
Las manifestaciones estudiantiles y las huelgas La prensaopositora fustigó durísimamente al Eje-
de funcionarios públicos y bancarios que ambien- cutivo y sus puntales partidarios en relación con la
taron, como pretexto al menos, las medidas del muerte de Líber Arce; divulgó además todos los deta-
13 de junio no cedieron en intensidad durante los lles que apuntaban hacia la responsabilidad de quienes
meses de julio y agosto. El 14 de este último mes, dirigían las tropas antimotines de tal modo que la efu-
en medio de una refriega de fuerzas policiales y sión de sangre, entre los represores y los reprimidos, se
de estudiantes que participaban de una manifesta- volvía una contingencia siempre cercana.
ción "relámpago", murió el estudiante de veteri- La censura, virtualmente desconocida en los
naria Líber Arce. La noticia del abatimiento del treinta años previos, se hizo más rigurosa en el curso
joven, un militante comunista, ante las balas de la de 1968; el 25 de setiembre se la implantó con cali-
policía, conmovió a toda la sociedad uruguaya, no dad de previa. La comunicación del pensamiento no
obstante la relativa previsibilidad de la tragedia recobró, desde entonces, y hasta 1985, su plena li-
en el cuadro de tensión y violencia en que el país bertad.
se hallaba de tiempo atrás. También repercutió el fallecimiento de Líber
El velatorio y, especialmente, el sepelio de Arce en la Asamblea General, que salió de su mayo-
Líber Arce dieron lugar a una masiva, serena ex- ritaria somnolencia y analizó el suceso y la situación
plosión de dolor, consternación por el curso de del país en un ambiente de angustia y apasionamien-
los acontecimientos, repudio a la intransigencia to. Las posiciones se tomaron antagónicas; el bloque
represiva, quizás de toda la gama de violentismos oficialista se consolidó en la defensa de la "mano
que entonces se expandía. Centenares de miles de dura", los opositores netos –desechando los últimos
personas, de ostensiblemente diversas extraccio- miramientos– proclamaron la índole dictatorial del
nes sociales y políticas, acompañaron el cortejo gobierno. Más blancos pasaron a la confrontación
fúnebre, desde el centro hasta el cementerio del terminante del pachequismo, pero el echegoyenismo,
Buceo, en Montevideo, o se acercaron a su paso más allá de las palabras, extendió sus vacilaciones,
en actitud de solidaridad. Se interpretó, en ese si acaso no sus secretas simpatías, por la arrogancia
momento, tan multitudinaria concentración como y la capacidad de choque que campeaban en el Pala-
una muda resistencia a la pendiente de radicaliza- cio Estévez.
ción sectaria. El acto de
rebeldía no obtuvo, sin
embargo, frutos. Esa
misma noche, una aso-
nada con todos los visos
de una provocación, des-

La guerrilla protagonizó
La represion mostró su rostro más duro con obreros y estudiantes. El asesinato de Líber Arce en una manifes- multiplicidad de hechos
tación convocó a su entierro a decenas-de miles de personas, y se constituyó así en un verdadero plebiscito que conmovieron al país.
contra la violencia. En las fotos: el jeep en
que fueron ultimados
cuatro soldados, el
incendio de Sudamtex,
el atentado contra el
Bowling, el auto de Morán
Cha rquero.

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días después de que el jefe policial prestara declara-
La actividad armada
ción en un Juzgado, bajo sospecha de haber partici-
La actividad del MLN se inició con el asalto al pado en sesiones de apremio ilegal a detenidos.
Club de Tiro Suizo, de Nueva Helvecia, en 1963. El 29 de mayo de 1970, un comando del MLN
Continuó con esporádicos asaltos a camiones de ocupó el Centro de Instrucción de la Marina, en el
transporte de alimentos a fin de repartir éstos en po- área portuaria de Montevideo, donde se apoderó de
blaciones pobres de Montevideo. Se realizaron du- armas largas modernas.
rante esos años las marchas de cañeros a la capital, El 31 de julio de ese año, los tupamaros secues-
que los tupamaros respaldaron y en 'tomo a las cua- traron a Aloysio Dias Gomide, cónsul brasileño en
les cumplieron laborales de propaganda y recluta- la capital, y a Dan Mitrione, instructor estadounidense
miento. Tarnbién atracaron bancos y otras empresas de la policía montevideana, experto en torturas se-
con la finalidad, sobre todo, de obtener dinero. En gún se denunciaba en medios simpatizantes de los
1966 experimentaron su primera baja definitiva; en guerrilleros. El MLN propuso al gobierno canjearlos
un tiroteo con policías murió Carlos Flores. De allí por presos políticos. El 5 de agosto, Pacheco contes-
en adelante se comenzó a hablar con cierta frecuen- tó que no negociaría con los terroristas. Se planteó
cia de la violencia clandestina revolucionaria. una delicada situación interna e intemacional. El 10
El 7 de agosto de 1968 el Movimiento de Libe- de agosto, por 79 votos en 109 presentes, la Asam-
ración Nacional secuestró a Ulyses Pereyra Reverbel, blea General suspendió por veinte días las garantías
Presidente del Directorio de UTE y consejero del de la seguridad individual. Se llevaron a cabo inten-
Presidente Pacheco Areco. Se lo liberó el 11 de ese sas batidas policiales, a pesar de las cuales esa noche
mes; el episodio reveló una apreciable capacidad apareció ejecutado Dan Mitrione. El 7 de agosto,
entretanto, los tupamaros habían añadido un tercer
operativa de los tupamaros.
La policía había identificado, para ese entonces, secuestro; esta vez se trataba del estadounidense
Las muertes y heridas graves en escaramuzas La presencia de un foco guerrillero urbano a los dirigentes del Movimiento, logrando inclusive
callejeras se sucederían, hasta 1972. Y sin mengua importante, creado por el MLN, quitó ciertamen- la captura de algunos de ellos. No lo desarticuló, sin
de la congoja que causó cada una de ellas, la convul- te posibilidades a la resistencia cívica contra los embargo, y comenzó una prolongada dialéctica de
sión masiva que determinó la de Líber Arce no se desbordes gubernamentales y de los institutos re- golpes y contragolpes, de una y otra fuerza.
repetiría; los uruguayos se separaban irremisiblemen- presivos. A ello se sumó la actividad, de menor En febrero de 1969, los tupamaros se apodera-
te y se elevaba el número de los que confiaban en alcance, de la Organización Popular Revolucio- ron de dinero y documentos de contabilidad de la
alguno de los vectores de fuerza que estrechaban las naria (OPR 33) que ejercía una violencia vincula- financiera "Monty S.A.", colateral del Banco Mer-
actitudes y las relaciones democráticas. El 20 de se- da a contiendas laborales, del Movimiento de Iz- cantil. Tras anunciar que estudiaba la documentación
tiembre del propio 1968, con ocasión de una mani- quierda Revolucionaria (MIR), que procuraba aso- sustraída, el MLN denunció actividad especulativa
festación estudiantil, murieron Susana Pintos y Hugo ciar las operaciones armadas al desarrollo de un ilícita de la financiera y divulgó nombres de perso-
de los Santos. El 24 de julio de 1971 murió el estu- partido, etc. El programa socioeconómico soste- najes de la política y los negocios que aparecían
diante Heber Nieto, a raíz de la represión de un peaje nido por la mayoría colorada recibió un respaldo, involucrados. Repartió fotocopias de los asientos en
obrero-estudiantil de apoyo al personal de CICSSA, que en otras circunstancias no hubiera tenido, de que basaba sus revelaciones.
en conflicto. El lo. de setiembre de ese mismo año, parte de corrientes populistas de ambos partidos En la misma línea, el MLN mantuvo secuestra-
se reprimió un peaje y volanteada; fue muerto el es- tradicionales, en cuanto se asociaba con la prédi- do, entre el 9 de setiembre y el 20 de noviembre de
tudiante Julio Spósito. Joaquín Klüver, estudiante ca oficialista a propósito del mantenimiento del 1969, al doctor Gaetano Pellegrini Giampíetro, pre-
también, fue abatido en diciembre de 1972, al di- orden y de la "lucha contra la sedición". Los gru- sidente de la Asociación de Bancos y director-ge-
solverse con saña un mitin contra la proyectada Ley pos progresistas pacíficos se vieron, asimismo, con rente de la empresa que editaba "La Mañana" y "El
de Educación. En enero de 1969, un episodio de dis- frecuencia sometidos a incomprensión, explotada Diario". En abril de 1970 asaltó una residencia de la
tinta índole, pero conexo, había revelado la grave- por los conservadores, ya que condenaban los ex- acaudalada familia Mailhos y llevó una caja fuerte
dad de los enfrentamientos latentes. Una manifestación cesos policiales (y luego, en 1972, militares) y el que contenía lingotes de oro por valor de 300.000
pequeña, de obreros del municipio montevideano, pasó abandono del Estado de Derecho sin cohonestar dólares, probablemente en infracción fiscal.
frente al Ministerio de Relaciones Exteriores, vocean- los objetivos ni los procedimientos de las mino- Dichas acciones señalaron la culminación de una
do consignas; un oficial militar retirado, que caminaba rías guerrilleras. El Frente Amplio padecería, en etapa de propaganda armada y denuncias de corrup-
por la zona, empuñó un arma corta y disparó sobre los los comicios de 1971, esa debilidad ante una cam- ción. Por ese entonces los tupamaros emprendieron
manifestantes. Mató al operario Arturo Recalde. Toda- paña confusionista que se desató en su perjuicio; la confrontación del aparato armado del Estado. En
vía el país contaba con reflejos legalistas. El oficial fue el daño electoral se acrecentó, seguramente, por el mismo abril de 1970, en el marco de una campaña El obrero Luis Batalla, muerto por torturas en Treinta y
la ambigüedad de grupos frentistas que supusie- de denuncia de sistemáticas torturas policiales, die- Tres. Poco antes, el ML15,1 170~entad 05 del 14
procesado y recluido en la Cárcel Central, aunque en
medio de Yina 1:olémica de prensa en que se registraron ron compatibles las estrategias foquistas y legales ron muerte al Inspector Héctor Morán Charquero; de abril, y las FF.CC..101 arort.4'~munistas en
fervorosas exaltaciones -del matador. y minimizaron las garantías institucionales. acribillaron el automóvil en que se desplazaba, dos Paso Molino. `,-,\

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Claude Fly, un asesor en suelos del Ministerio de El episodio advierte sobre exageraciones que
Ganadería. Fly sería liberado el 2 de marzo del año pudieron cometerse entonces, y podrían cometerse
siguiente, pero el 8 de enero de 1971 la guerrilla ha- hoy, al evaluar el potencial alcanzado por la guerrilla
bía secuestrado en el centro de Montevideo al emba- uruguaya. Si bien es cierto que el MLN demostró
jador de Gran Bretaña, Geoffrey Jackson. En marzo, ingenio y capacidad de organización en los asaltos,
mantuvo. secuestrado durante trece días al Fiscal de fugas, retención de secuestrados, divulgación de
Corte y Procurador General de la Nación, Guido manifiestos y denuncias, no constituyó nunca un apa-
Berro Oribe. rato militar considerable. No obstante conseguir sim-
El 30 de marzo de 1972, secuestró, por segunda patías en círculos bastante más amplios, probable-
vez, a Pereyra Reverbel y el 13 de abril a Ricardo mente no organizó en sus columnas mucho más de
Ferrés; el 14 de mayo a Frick Davie. El embajador un millar de personas, por lo común de baja aptitud y
británico fue liberado el 9 de setiembre; tres días an- poco entrenamiento militar. Cuando le fue declarada
tes, en circunstancias nunca bien aclaradas, había "la guerra", se lo desarticuló en muy pocos meses, si
fugado la totalidad de los tupamaros presos en el bien no se trató de una lucha ajustada al Derecho.
penal de Punta Carretas, lo que llevó al Ejecutivo a Con toda su eficacia propagandística, el MLN ofre-
encargar a las Fuerzas Armadas la lucha antisubver- ció también poquísimo en materia programática; con-
siva. Estas adaptaron su organización a la tarea y trasta, hoy más aun que entonces, el radicalismo de
comenzaron a reunir información intensivamente y a los métodos con la vaguedad de los proyectos del
desenvolver planes de acción; pero no operaron, en Movimiento.
rigor, hasta después de los sucesos de abril y mayo 1971, año electoral, se desenvolvió pues entre
de 1972. desbordes gubeniiiientalEs, agnición callejera, eón-
En plena fase de propaganda armada, el MLN flictó1 laborales-, irregular. funcionamiento de la en-
_ ______
ensayó un operativo de índole netamente militar: la señanza secundaria y universitaria r-secuestros.por la
toma de la ciudad de Pando, el 8 de octubre de 1969, guerrilla y atentados por comandos terroristas de de-
segundo aniversario de la muerte del "Che" Guevara. recha (que provocaron la desaparición –WITaor
Empleó para ello algunas decenas de hombres y nu- Cdstagneto en agosto y asesinarían a Ibero Gutiérrez
merosos vehículos. Pero fue rápidamente desaloja- en febrero de 1972), censura de prensa, impulso de Juan María Bordaberty asumía la Presidencia gracias
do, después de cruentos tiroteos, por parte de fuer- un movimiento reeleccionista que convertía a a la Ley de Lemas: Wilson Ferreira fue el candidato
zas policiales. Murieron varios tupamaros y muchos Pacheco en Presidente y candidato presidencial al más votado. El Partido Nacional impugnó, por fraudu-
otros fueron apresados. El intento exhibió improvi- mismo tiempo. Un nuevo actor había irrumpido con lentos, los resultados electorales.
sación, falta de preparación de combate en los gue- energía, modificando las condiciones de la pugna
rrilleros y propósitos
confusos. De hecho, no electoral: el Frente Amplihque disputaba con posi-
se reiteró en los años de bilidades la Intendencia de Montevideo, se enfrenta-
actuación del MLN. ba con extrema dureza al-pachequismo, daba alguna
expresión comicial a los simpatizantes de la acción
directa y obligaba a la fórmula blanca Ferreira-
Pereyra a debatirse contra el gobierno, contra la iz-
quierda unificada y contras las tendencias de la si-
tuación a polarizarse.

La contienda electoral
1971:
con Seregni como El ambiente electoral se implantó, por encima
candidato presidencial, de todas esas dificultades, y prevaleció, en las proxi-
el Frente Amplio votó midades de la votación del 28 de noviembre, sobre
bajo el lema PDC. las demás tensiones y expectativas. La campaña pre-
Más de 300.000 via no fue limpia (hubo violencia grave contra la ca-
sufragios confirmaron
ravana frentista en Castillos y Rocha) ni igualitaria
que la izquierda se
transformaba en una
(la Administración pesó en favor del reeleccionismo
fuerza política realmente y en algunas unidades los soldados debieron concu-
importanté. rrir a sufragar formados y acompañados por oficia-

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les). El escrutinio dio lugar a denuncias de fraude y
nuador de Pacheco? ¿Cómo afrontaría los ataques pronunciaron por el acuerdo con BoMaberry y Sape- El 17 de abril, fuerzas militares y policiales cer-
solicitud de garantías por parte del Directorio del que los tupamaros no tardarían en efectuar? ni. Esta disposición no se consagraría hasta junio de caron, sin motivo que se conociera, un local de la
Partido Nacional, desestimadas por las autoridades Quizás el Vicepresidente electo, Jorge Sapelli, 1972, en que Bordaberry anunció el entendimiento Seccional 20a. del Partido Comunista. El asedio, de
electorales y referidas a irregularidades en las cifras ejerció durante febrero de 1972 una influencia que con tres fracciones blancas minoritarias: la Alianza muchas horas, derivó en intercambio de disparos. Los
que hasta hoy permanecen sin aclaración. No hay que no se apreciaría luego, ya conformado el nuevo go- sitiadores sufrieron dos bajas, un muerto y un herido
Nacionalista, el Movimiento Herrera-Heber y la
creer, pese a todo ello, que los electores hayan expe- bierno. Lo cierto es que Bordaberry y él buscaron, al Unión Nacional Blanca. Representantes de estos sec- muy grave; ocho afiliados del mencionado partido,
rimentado una manipulación insuperable, ni que las menos en las formalidades, un acuerdo partidario que tores asumieron las carteras de Industria y Comer- todos los ocupantes del local, murieron, algunos acri-
cifras del comicio carezcan de significación como ensanchara la sustentación del Ejecutivo y que, aca- cio, Trabajo y Seguridad Social, y Transporte, Co- billados al rendirse.
expresiones de preferencias, confianzas, desencuen- so, rectificara el rumbo autoritario que había adopta-
tros. municaciones y Turismo. La oposición denominó al Los sindicatos aplicaron medidas de lucha por
do en la administración saliente. Puede dudarse, acuerdo, "Pacto chico". No se modificaron las orien- mejoras salariales (la inflación se elevó abruptamente
El Partido Colorado superó por poco al Partido empero, si las conversaciones con otros sectores com- en 1972, después de que Bordaberry y Forteza deva-
taciones de gobierno y, en el ambiente de la guerra
Nacional: 681.624 votos contra 668.822 (apenas con- prendían, en pie de igualdad, todos los grandes asun- interna, la mayoría parlamentaria que el Ejecutivo luaron el peso en un 100% el 2 de marzo) y como
siguió retener el poder que cinco años antes había tos de gobierno. Existen razones para admitir que la obtuvo mediante este convenio pareció intrascenden- protesta contra la violencia represiva. Los atentados
recuperado con una ventaja de 110.000 sufragios). política económica no estuvo sometida a negociación. te. de derecha e izquierda se sucedían. Resonaban en el
El Frente Amplio, que votó bajo el lema del Partido Si bien Bordaberry y Sapelli visitaron la sede del Parlamento denuncias de violaciones de derechos
Demócrata Cristiano, alcanzó 304.275 sufragios; no Directorio del Partido Nacional, en la calle Juan Car- fundamentales.
obtuvo la Intendencia capitalina, pese a convertirse, los Gómez, el mes citado, no debe olvidarse que días En tales circunstancias, el MLN (donde se ha-
Acciones y reacciones
por primera vez en nuestra historia política, en una antes habían convenido con Jorge Baffle el respaldo bían planteado conflictos entre direcciones alternati-
fuerza considerable, junto a los dos partidos tradi- quincista, o más bien la coparticipación de "Unidad
cionales. El Movimiento de Liberación Nacional, en efec- vas) insistió en el desafío al aparato de coacción del
y Reforma" con cuatro ministros en el nuevo gabine- to, había atacado. Juzgó, probablemente, que el éxi- Estado. Sin resonancias esta vez de "justicia revolu-
La candidatura presidencial más apoyada fue la te, uno de ellos el de Economía y Finanzas. Se había cionaria": en las primeras horas del 18 de Mayo, Día
to electoral de la derecha y el fracaso, con relación a
de Wilson Ferreira Aldunate, pero en virtud de la dado, por tanto, prioridad a la conservación de los del Ejército, atacó el domicilio del Comandante en
lo que muchos aguardaban, del Frente Amplio hen-
acumulación dentro de un mismo lema, Bordaberry, puntales partidarios del período Gestido-Pacheco; y chirían sus columnas y, sobre todo, determinarían Jefe de esa fuerza; cuatro soldados que lo custodia-
postulado por el reeleccionismo para el caso de que si se insinuaba una voluntad de abandonar un exclu- que buena parte de la población secundara activa- ban fueron ametrallados, quizás en el interior de un
no se aprobara la reforma constitucional que hubiera sivismo colorado y de proseguir el movimiento (de mente sus acciones. Abundaban, coadyuvantemente, "jeep".
permitido un segundo período de Pacheco Areco, lo los últimos meses de Pacheco) de paulatina sustitu- Los militares intensificaron de inmediato su ac-
en la época los analistas y teóricos que anticipaban
superó. Jorge Baile, principalmente, aportó votos en ción de grandes empresarios por "políticos" en los a diario "la revolución" y decían tocar con las ma- tividad contra la guerrilla. Operaron en todo el terri-
beneficio del ganador, en tanto el general Mario ministerios, las carteras económicas marcaban de nos las "condiciones objetivas" del salto al socialis- torio nacional, todas las unidades de las tres fuerzas,
Aguerrondo sumó los suyos a Ferreira. El pachequis- antemano, en sus nuevos titulares, la ratificación de bajo comando unificado. Se cumplieron docenas de
mo.
mo se instaló como neta mayoría colorada (agrupa- las lineas instauradas en 1967 y 1968. allanamientos, detenciones, interrogatorios por día.
El MLN abrió el año con un operativo inscrito
miento donde se hundió electoralmente lo que resta- Los blancos se dividieron. El Directorio, que en la línea de la propaganda armada y la denuncia Se sistematizó la tortura. Una campaña de prensa (la
ba del batllismo, representado por Vasconcellos y Flo- expresaba a las mayorías del nacionalismo, rechazó del orden establecido. El 24 de febrero se apoderó cadena radial y televisiva de las ocho de la noche, en
res Mora) y la alianza de "Por la Patria" y Movi- la coparticipación ministerial, aunque prometió acom- del fotógrafo de la policía Nelson Bardesio. Lo retu- que se leían los comunica d% que los diarios publi-
miento de Rocha consolidó un fume predominio en pañar las iniciativas que atendieran los grandes pro- caban al día siguiente) nutrió una atmósfera bélica,
vo largamente, lo indagó y, en abril, hizo llegar a
el nacionalismo. Al no reunir respaldos fuera del blemas del país. Los aguerrondistas, sin embargo, se dio cuenta de la destrucción de los dispositivos del
legisladores los testimonios de Bardesio y otra docu-
oficialismo riguroso, ni siquiera en "Unidad y Re-
mentación relativa al Escuadrón de la Muerte, co- MLN y otros núcleos clandestinos y presionó sobre
forma", que formaba parte del ministerio y prestaba los sectores simpatizantes de la guerrilla.
mando parapolicial del que el fotógrafo admitió ha-
sistemáticamente colaboración parlamentaria y pe-
ber formado parte. Pero fue más allá: el 14 de abril No tardaron los primeros logros de la represión
riodística al Ejecutivo, la reforma constitucional que
ametralló en diversos puntos, simultáneamente, al ex militar. El 27 de mayo se descubrió la "cárcel del
habilitaba la reelección presidencial no se consagró
Subsecretario del Interior, Armando Acosta y Lara, pueblo" donde se encontraban Pereyra Reverbel y
en el plebiscito realizado conjuntamente con las elec- Frick Davie. De allí en adelante, los impactos sobre
ciones. al capitán de la Armada Ernesto Motto y al Sub-co-
misario Oscar Delega, sindicados por la guerrilla los tupamaros, que carecían de capacidad de respues-
El pachequismo festejó ruidosamente su pecu- ta, fueron muy frecuentes. Tanto que en junio, con la
como integrantes del mencionado Escuadrón. Con
liar victoria; algunos suspiraron de alivio porque el suerte del enfrentamiento ya definida, los militares
Delega, abatido dentro de un automóvil, perdió la
Frente no había accedido a la Presidencia ni a las ofrecieron una tregua que el MLN rechazó. Se inició
vida su ocasional chofer, el agente Carlos Alberto
Intendencias; cundió la decepción entre los frente- entonces una etapa de desarticulación completa de
amplistas, a raíz de la frustración de exageradas ex- Leites.
Estas muertes desataron una respuesta mortífe- éste, terminada el 31 de agosto con la detención en
pectativas. Todos comenzaron a mirar, mientras pro- la Ciudad Vieja de Raúl Sendic, tras resultarberido
ra, sin precedentes similares. Policías en servicio alla-
gresaba 'un escrutinio escasamente tranquilizador, a
naron esa misma jornada varios refugios de los tupa- durante un tiroteo con sus captores.
Juan María Bordaberry, el hombre que, como Presi- Las Fuerzas Armadas no estuvieron sometidas
maros y ultimaron a ocho en represalia. La Asam-
dente electo, debía hablar, encendei esperanzas, apli-
blea General autorizó nuevamente la suspensión de en el transcurso de este lapso (ni después, hasta 1985,
car la legitimidad que, no obstante los múltiples mo-
El llamado de Bordabeny a la ciudadanía en febrero la seguridad individual y decretó el estado de guerra con las actuales y notorias limitaciones) a la Justicia
tivos de reticencia, poseía. ¿Sería un rígido conti- de 1973 no concitó confianza ni grandes adhesiones. ni al Parlamento. El Poder Ejecutivo, entretanto, sólo
interna.
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conservó nominalmente la titul :uliarmente políticos. Algunos del Poder Ejecutivo (patentizada por el desconoci- gurar a aquellos "la más amplia libertad", exigiendo
del mando superior de aquéllas. ríales, con conocimiento sin duda miento que el Ejército y la Fuerza Aérea manifesta- al mismo tiempo a las colectividades partidarias el
tiples fueron las denuncias de t1 los mandos, recibieron de guerri- ron públicamente de la autoridad del Ministro de ejercicio efectivo de la democracia interna en la elec-
turas a detenidos vertidas pc )5 detenidos información sobre Defensa, general Antonio Francese) y en la divulga- ción de sus autoridades y una sustancial publicidad
parlamentarios y que carecieron tos económicos, corrupción que ción de dos comunicados programáticos por parte de de sus Cartas Orgánicas y Programas de Principios.
de consecuencias prácticas. Al- nprometía a jerarcas de gobierno dichas fuerzas, los que se distinguieron por sus nú- La voluntad del constituyente (asegurar el pluralis-
gunas gravísimas y plenamen- Irandes empresarios, modalidades meros, 4 y'7. Bordaberry, respaldado por la Armada, mo político y democratizar las prácticas partidarias)
te fundadas, como la del 30 de 1 los grupos de presión, etc. Jefes que ocupó la Ciudad Vieja, intentó imponerse al Ejér- no tuvo de hecho aplicación real, por cuanto en el
mayo referida al fallecimiento ilitares comenzaron a hablar pú- cito y la Aviación; llamó a la población a concentrar- primer año de vigencia del nuevo texto, como se ha
por tormentos de Luis Batalla, icamente de las causas profundas se en su apoyo, pero no consiguió sino la concurren- visto, el Poder Ejecutivo proscribió partidos, y en
en el cuartel de Treinta y Tres. la subversión, de la necesidad cia de unos pocos cientos de ciudadanos, muchos de definitiva la democratización interna de las colecti-
La mayoría oficialista, con res- adoptar soluciones para los pro- ellos curiosos. vidades tradicionales no pudo consagrarse por la fuer-
paldo inclusive de los nacio- lemas mayores de la sociedad El Ejército llegó inclusive a designar, ante la te supervivencia de liderazgos personales, compro-
nalistas opositores, puso a la ruguaya, sin las cuales rebrota- vacancia de su Comando en Jefe, al general Hugo misos electorales y clientelismo burocrático, además
lucha contra la subversión fue- ían las expresiones sediciosas. Chiappe Posse Comandante del Ejército en Opera- de algunas expresiones de patoterismo alimentadas
ra de cualquier marco de Dere La autonomía de las Fuer- ciones. Mientras los puntales políticos del gobierno por la utilización de elementos marginales y asocia-
cho; al decretar y prorrogar el el zas Armadas respecto del pro- presionaron a Bordaberry, en pleno forcejeo con los das al intento de instaurar desde el poder un estilo
tado de guerra interna (figura s pio Ejecutivo provocó, el 20 militares, para que renunciara y permitiera el acceso político con ribetes fuertemente autoritarios.
existencia constitucional), pr de octubre, las renuncias del de Sapelli a la Presidencia (procedimiento que creían Los partidos tradicionales sufrieron, nc obstan-
meramente, y al sancionar lue Ministro de Defensa y del Co- apto para prevenir la formación de un gobierno por los te su inadecuación al modelo propuesto por la Cons-
go la "Ley de seguridad del Es- mandante en Jefe del Ejército. insurgentes), la oposición se dividió, y no faltaron en titución, cambios en sus conductas y sus propuestas
tado y el orden interno", pro- 125, Jorge Batlle, por televisión, su seno ni las condenas de la conducta castrense ni las que modificaron las obvias categorizaciones que los
mulgada el 10 de julio de 1972. unció el curso que iba tomando manifestaciones de inseguras expectativas. analistas políticos se habían acostumbrado a utilizar
Ambos arbitrios tendían, sus- nducta castrense. Fue arrestado Las disensiones dentro del Ejército determina- en lo que iba del siglo, y que identificaban al Partido
tancialmente, a someter a ci- r, por orden de un juez militar, ron que, ante la negativa de Bordaberry a dimitir, sin Nacional con las posiciones más conservadoras y al
viles a la llamada Justicia Mi- acusado de "atentado a la mo- poder acordar su derrocamiento, concluyeran con él,
litar, y provocaban, de hecho, ral de las Fuerzas Armadas". Al tras conversaciones largas y humillantes para el Pre-
la incapacidad de los jueces día siguiente dimitieron de sus sidente, que se desenvolvieron en la base aérea de
comunes de actuar en la pre- ministerios los quincistas For- Boiso Lanza, un convenio de actuación conjunta.
servación de las mínimas ga- teza, Pintos Risso y Sanguine- Bordaberry parecía plegarse a los propósitos milita-
rantías de los derechos fundamentales (a la vida, a la tti. Baffle sería liberado el 20 de noviembre. Así y res de saneamiento moral del país y realización de
integridad personal, a la libertad física, a la libertad todo, el 30 de noviembre la Asamblea General apro- algunas reformas socioeconómicas aisladas y super-
de conciencia). bó, por quinta vez en siete meses, la suspensión de la ficiales. Los mandos de la Armada fueron sustitui-
Los últimos meses de 1972 mostraban a las Fuer- seguridad individual. dos por otros adictos a la insurgencia y se creó el
zas Armadas exitosas, la guerrilla aplastada, el Par- La proyectada nueva Ley de Educación, impul- Consejo de Seguridad Nacional. El tiempo revelaría
lamento y la Justicia impotentes, el Ejecutivo arras- sada por el desmembrado oficialismo, que se recom- que, por confusión o insinceridad en las voluntades
trado por circunstancias que no dominaba aunque puso en tomo a esta iniciativa, agitó las aguas sobre entonces armonizadas, el Pacto de Boiso Lanza no
parecieran favorecerlo, los sindicatos movilizados un el fin del año. Manifestaciones, paros; nuevas muer- instauraba una nueva coalición gobernante, ni mu-
poco rutinariamente contra el creciente empobreci- tes. Los militares, entretanto, discutían sobre el al- cho menos una nueva orientación de gobierno. Sólo
miento de los asalariados, la economía frágil y es- cance de su inserción en las deliberaciones y deci- representó, a la postre, un paso más hacia una dicta-
tancada. siones políticas. Preparaban rudimentarios planes, dura de seguridad nacional.
Ese cuadro, y la desorientación generalizada por similares a plataformas de gobierno, que esbozaban
encima de intereses opuestos y de alineamientos po- un tutelaje de los poderes constituidos. En esas ta-
líticos, proporciona elementos de interpretación de reas, no exentas de tensiones, asumió cierta prima-
las curiosas novedades que fueron surgiendo, entre cía el grupo de oficiales que dirigiría a las Fuerzas
octubre de 1972 y febrero del año siguiente. Armadas en la crisis de febrero. Los partidos políticos
Los militares, que no se apresuraron a asumir Esta fue antecedida por algunos significativos
plenamente la represión de los uruguayos, prolonga- rozamientos entre Bordaberry y círculos militares, en Cambios de conductas y de propuestas
ron sus acciones, con un significado que inquietó al enero de 1973. También, el mismo mes, por una car-
oficialismo y las posturas conseyvadoras. El Estado ta abierta del senador Vasconcellos, en que denun- La Constitución plebiscitada en noviembre de
Mayor Conjunto, encabezado poi, el General Grego- ciaba preparativos de golpe de Estado. La crisis de 1966 incorporó en el Capítulo relativo al sufragio
rio Alvarei, -planeó ampliar la gravitación de las Fuer- febrero consistió, esencialmente, en la consagración una disposición sobre los partidos políticos que po-
zas Arrnadas,-buscandó que incidieran en aspectos pe- de la autonomía de los institutos militares respecto nía a cargo del Estado la obligación de velar por ase-

—62— —63—
nacionalista, jugada a un apoyo acrítico a la polí-

MARCHN AA ARC.H. ' MARCHi mARcH Á


r7_,1
tica regresiva de los gobiernos colorados y a la
obtención de cuotas de poder en la administración
con las que satisfacer su compleja red de lealta-
des caudillescas.
Por su parte, las actitudes públicas del doctor
Gallinal (signadas por una suerte de apartidismo con-
servador y confiadas en la eficacia de los desbordes
liberticidas del gobiemo), que lo llevaron a apartarse
del Movimiento de Rocha, provocaron desconcierto
en filas nacionalistas y abrieron paso a la conforma-
ción de un nuevo liderazgo, de peculiares caracterís-
-,; • ticas. El nacionalismo presenció entonces (en el tra-

*-,'.ziASIBI,E1141.,
mo final de los años sesenta), a partir, fundamental-
7 mente, de una acción parlamentaria eficaz en la de-
t
fiposiTOBASiliVr nuncia de la corrupción gubernamental y de la viola-
., • ción pertinaz de las libertades ciudadanas, el surgi-
miento y consolidación de un liderazgo bicéfalo: el
de los senadores Wilson Ferreira Aldunate y Carlos
Julio Pereyra. Exponentes de corrientes políticas de
viejo cuño nacionalista independiente (en consecuen-
cia, opuestas a la conducción personalista que Herrera
Las tapas de "Marcha", pautan la gestación del Frente Amplio. La de la derecha, es del 26 de marzo de 1971
ejerciera en la colectividad blanca), carentes en prin-
cipio de esa capacidad de provocar la vibración po-
Partido Colorado con propuestas de signo liberal- rentes y dotado de veteranía para el ejercicio del po- nales que el Uruguay conservador operó sin ningún pular inmediata (que está en la base de todo
progresista. der, la 15 influyó en los gobiernos de Pacheco y Bor- tipo de prevención. liderazgo), pero firmes, por lo general, en la defensa
La agudización de la crisis que sufría el país daberry mucho más que lo que correspondía a su cau- El apoyo que la 15 brindó al gobierno de Bor- de una línea política que pretendía frenar el agota-
operó como un catalizador de identidades disimula- dal electoral, cobrando en posiciones clave del apa- daberry, en especial en áreas como las de imposición miento de la institucionalidad democrática, ambos
das que atravesaron los partidos generando severas rato decisor su apoyo parlamentario. Al mismo tiem- del orden interno, conducción económica y política parlamentarios lograron consolidar un perfil político
tensiones dentro de los mismos y decretando la im- po abonó una imagen de solidez propositiva en di- educacional, confirió a la indiscutible mayoría del que resultó atractivo para la mayoría de su partido.
posibilidad de confluencias programáticas mínimas. versos campos del quehacer político, sobre la base Partido Colorado una fuerte orientación conservado- Este proceso corrió parejo con el de franco de-
Sólo la legislación electoral (que alguna vez se defi- de una práctica de transferencia de cuadros partida- ra, apenas discernible en sus manifestaciones dife- terioro de la matriz herrerista, representada por la
niera, con acierto, como "ortopédica") mantuvo vi- rios de probada fidelidad, hacia las esferas tecnocrá- renciales (más de matiz operativo que de divergen- Alianza y por el Movimtarto Herrera-Heber (con-
gentes las estructuras (formales) de los partidos tra- ticas. cia conceptual). formado en tomo a la actuaCión de los nietastros de
dicionales, divididos por desacuerdos indisimulables. El "pachequismo", por su parte, usufructuó El Partido Colorado arribó, así, al definidor año Luis Alberto de Herrera: Alberto y Mario Heber
Como se ha visto al referir las dificultades que desaprensivamente todos los resortes del poder y a 1973 como un bloque político situado a la derecha Usher). Este sector caracterizó su actividad política
enfrentó la oposición en el lapso de 1968-1971, en el partir de su alineación sin regreso en la senda de los del espectro ideológico, más allá de las retóricas re- de los últimos años sesenta por un fuerte tono oposi-
Partido Colorado se perfilaron tres líneas de acción intereses oligárquicos, recogió adhesiones de múlti- ferencias al batIlismo tradicional y con abandono, tor, pero al definirse el panorama electoral de 1971
claramente diferenciadas: la de "Unidad y Reforma" ples orígenes, que evidenciaron la funcionalidad de inocultable, de aquellas formas que habían hecho del concretó un acuerdo con el echegoyenismo (en un
(la 15), jugada a un realismo político desprejuiciado la política gubernamental en referencia a modos de reformismo de "don Pepe" una expresión social intento de reconstrucción integral del herrerismo) que
y que a cada paso denotaba menos el solidarismo ordenación social conservadores. En marzo de 1969, transformadora con ancho crédito popular. levantó la candidatura de una de las personalidades
social de las fuentes batIlistas que invocaba en su el hasta poco tiempo antes Presidente del Movimiento Por su parte, el Partido Nacional presentó una nacionalistas de origen castrense más notoriamente
discurso público; la del "pachequismo", fuerza cen- de Rocha, doctor Alberto Gallinal, expresaba su com- pluralidad de posiciones que si bien reflejaron la se- conservadoras y portadora de un proyecto de inequí-
trípeta de todas las experiencias conservadoras y re- placencia con la eficacia pachequista, en términos vera crisis de liderazgo generada en 1959 por la muer- voca entonación autoritaria: el general Mario
gresivas que el Partido Colorado anidara desde siem- por demás claros: "Está haciendo algo que en el Uru- te de Herrera y acrecida por la presencia de un factor Aguerrondo.
pre en su seno; y la del "batllismo opositor", confor- guay no se hacía desde hace mucho tiempo; está tra- extrapartidario (el ruralismo) con capacidad Los resultados electorales del 71, al decretar para
mado por disidentes (Vasconcellos, Flores Mora, bajando. El presidente me merece confianza y respe- protagónica por lo menos hasta la muerte de su con- el Partido Colorado la inviabilidad de un gobiemo
Roballo, Michelini, a su cabeza) con diverso grado to". ductor Benito Nardone (en 1964), también pusieron de partido, y demostrar el viraje al centro de la ma-
de vocación autónoma y creciente percepción del El acercamiento de Pacheco a sectores del viejo en -evidencia la débil cohesión política de la colecti- yoría del Partido Nacional, abonaron (una vez más)
abandono que el Partido realizaba de las viejas ban- ruralismo, que en la década precedente habían inte- vidad, apenas referida a algunos hechos y figuras de el terreno de los pactos interpartidarios, sobre la base
deras del reformismo social. '- grado las listas (y ocupado las bancas) del Partido un pasado cada vez más lejano, por cierto. del "mutuo beneficio": apoyo parlamentario para el
Poseedora de un aparato partidario eficaz, y de Nacional, configuró asimismo una expresión de ese La Alianza herrero-ruralista apareció como la gobierno / posiciones gubernamentales para la opo-
un equipo político sustentador de posiciones cohe- trasvasamiento de las barreras partidarias indicio- fuerza más claramente conservadora del espectro sición "benevolente".

-64— —65—
Fracasado el intento de Bordaberry de obtener lición de fuerzas políticas en la que cada uno de
la participación del Partido Nacional en un gobierno que «el Uruguay es un país sin futriro»"). Las reac- ción inexcusable a la hora de formular propuestas o
ellos no ejerciera un rol hegemónico. ciones de Juan Pablo Terra y de Niko Schwarz tra- adoptar decisiones.
de "unidad nacional", en razón, principalmente, de La experiencia realizada en 1965 y 1966 con el
las exigencias de la mayoría blanca de restaurar el dujeron, desde perspectivas diferentes, el rechazo a
Congreso del Pueblo y el Congreso de Unificación la tesis implícita en el planteo de Barreiro, que éste
orden constitucional y legal y de vigilar la conducta Sindical (de cuyas deliberaciones emanaría la Con-
de los hombres políticos "en función de las reglas hubo de desarrollar en el curso de la polémica: "la El MLN como factor extrapartidario
vención Nacional de Trabajadores), configuró un nueva izquierda supone la formación de una teoría
morales, exigidas por el correcto manejo-de los inte- avance real en el camino de la confluencia de las fuer-
reses públicos", las negociaciones se dirigieron a la revolucionaria latinoamericana, que contemple den- La irrupción del MLN a la luz pública como fac-
zas de izquierda.
minoría del nacionalismo (los sectores que habían tro de ella los vastos movimientos guerrilleros que tor político se fundó en el supuesto estratégico -que
Poco después se operó la agudización de la cri- ya han ganado la casi totalidad de rtuestro continen- el Documento No. 1 (de 1967) reflejara claramente-
propiciado la candidatura Aguerrondo-Heber) en un sis de confianza en los partidos tradicionales, con la
intento por "compensar" su debilidad electoral me- te y que les permita a los movimientos de masas del indudable apoyo popular a la acción directa: "El
emergencia de sectores disidentes de ambas colecti- aprender también de esas fuerzas, las lecciones más pueblo realmente desconforme con las injusticias del
diante una participación "redituable" en la adminis- vidades con capacidad para profundizar sus defini-
tración (ministerios, entes autónomos, servicio exte- convenientes y necesarias para su praxis política". régimen y que desea un cambio, optará mucho más
ciones ideológicas en un desplazamiento hacia la iz- Más allá del margen polémico a que dio lugar el fácilmente por el camino directo que encarna la
rior) que habilitara la aprobación parlamentaria de la quierda del espectro político.
política gubernamental, sobre todo en las áreas de proceso de concertación política que culminó con la organización armada y su acción revolucionaria, que
Por su parte, el Partido Demócrata Cristiano pro- creación del Frente Amplio, los pasos dados entre por el improbable y remoto camino que se le ofrece
seguridad, educación y relaciones laborales. El de- cesó internamente una discusión de sus supuestos
clinante liderazgo de Echegoyen y la versátil perso- octubre (llamamiento de ciudadanos independientes por medio de proclamas, manifiestos o acción par-
ideológicos y estratégicos que se tradujo en un des- para la conformación de un "acuerdo sin exclusio- lamentaria".
nalidad de Alberto Heber resultaron propicios para plazamiento de la dirigencia de cuño cívico, prime-
consolidar la vocación colaboracionista que nes" de "los partidos de orientación democrática, Las acciones espectaculares pero no sangrien-
ro, y en la adopción de un perfil socialista comunita- progresista y antiimperialista") y diciembre de 1970 tas que protagonizó, dieron a la organización una
Aguerrondo sintetizó en declaraciones rotundas: rio más tarde, que terminó por ubicar a esta colecti-
"Creo que el señor Bordaberry está dando los pasos (llamamiento del PDC, la 99 y el Movimiento Blan- fama que trascendió fronteras y galvanizó (aunque
vidad en el campo de la izquierda nacional, con per- co Popular y Progresista a la constitución de "un fren-sólo desde la condición de espectadores) adhesiones
necesarios para la felicidad de la República".
files acusadamente diferenciales en cuanto a su pro- te político amplio y sin exclusiones, integrado por diversas. Posiblemente una confusión entre lo que
A pesar de la retórica oficial (Bordaberry dijo al puesta finalista de sociedad y a los medios condu-
dar posesión de sus cargos ministeriales a los repre- todas aquellas fuerzas que actúen en función de un significaba ese "revolucionarismo por transferencia"
centes para lograrla.
sentantes pactistas en el gabinete: "Las auténticas programa nacionalista, progresista, antioligárquico en que incurrieron algunos sectores de la sociedad
Continuando una prédica independiente de las y popular") habilitaron la conformación definitiva uruguaya y un efectivo apoyo popular a su estrate-
mayorías son silenciosas. Están en la tierra, en el
desconfianzas mutuas que habían caracterizado el re- de un tercer polo político que recogió en los prime- gia, llevó al MLN a trasvasar los límites de su acción
tallen en la fábrica, en la custodia de la Patria y en
lacionamiento de las izquierdas, Carlos Quijano ros meses de 1971 adhesiones de múltiples orígenes: de denuncia y búsqueda de prestigio y encarar accio-
su construcción, en el trabajo y en el estudio. Tengo editorializó hacia fines de enero de 1969 bajo el tftu-
la seguridad de que hoy estamos cumpliendo con Partido Comunista, Partido Socialista y otras expre- nes violentas que implicaban confrontación militar
ellas"), el "pacto chico" prohijó el acelerado dete-
lo (más bien, advertencia) "Los plazos se acortan", siones organizadas de la izquierda y de los partidos con el Estado. La advertencia del Documento No. 4
evidenciando su descreimiento en la capacidad re- tradicionales. (de 1969) en el sentido de la ineluctable derrota que
rioro de las libertades públicas, viabilizando la legis- novadora del tradicionalismo político: "si no hay para
lación represiva que precipitó al país hacia la quie- El entusiasmo que despertó la inédita experien- derivaría de un enfrentamiento de esa naturaleza ca-
esa otra fuerza, todavía no constituida y de existen- cia unitaria de la izquierda planteó un desafío consi- rente de respaldo popular ("Si no contamos con el
bra constitucional, sin abordar mediante expedien- cia amorfa, una alternativa de poder, hay en cam-
tes legislativos eficaces ninguno de los problemas derable al MLN que, aunque concibiendo ineficaz la pueblo deberemos enfrentqlos aparatos represivos
bio, una alternativa de oposición, la de ser la única estrategia electoral, no podía renunciar al usufructo solos, mano a mano, como ellos. Ese pleito lo perde-
reales que el país enfrentaba en el plano social. oposición auténtica".
de un factor movilizador de la entidad que el Frente mos"), fue desatendida (por falsa apreciación de la
El proceso de gestación del Frente Amplio no Amplio representaba. Se constituyó entonces el Mo- realidad o por voluntarismo), decretando el princi-
pudo marginarse de la consideración de uno de los vimiento de Independientes 26 de Marzo, que operó pio del fin para el movimiento.
El Frente Amplio:
temas clave del análisis político de los inicios de la en los hechos (aunque no se asumió explícitamente En setiembre de 1970 -cuando las negociacio-
un abandono de la dispersión
década del 70: el de la confrontación estratégica entre así) como brazo político del movimiento guerrillero. nes de los partidos y grupos políticos que confluirían
la vía armada y la electoral. Durante los meses de Las consecuencias de una alteración unilateral, de en el Frente Amplio se hallaban avanzadas- el MLN
La norma operativa de la izquierda uruguaya agosto y setiembre de 1970 -cuando las conversa-
fue, hasta promediar la década de los sesenta, la semejante naturaleza, de las reglas de juego conve- difundió un comunicado en el que por primera vez
ciones entre partidos y sectores políticos estaban su- nidas por las restantes fuerzas políticas integrantes explicitó su prograrna de soluciones para los proble-
dispersión. No pocas energías se consumieron en ficientemente avanzadas- Julio Barreiro cuestionó
mutuos enfrentamientos, que esterilizaron las ex- de la coalición, configuraron un elemento de confu- mas que el país enfrentaba, que acusaba una
desde las columnas de "Marcha" la viabilidad de un sión que en no pocas oportunidades generó friccio- inocultable vaguedad propositiva, agotándose en alu-
pectativas electorales o proyectaron a grupos frente político de izquierda al suponer a sus impul-
radicalizados -sobre todo luego del triunfo de la nes en torno a la imagen y a los modos operativos siones a "las necesidades del pueblo", "el servicio a
sores incapaces de asumir compromisos más hondos del Frente Amplio. los más infelices" o "la conducción por los trabaja-
Revolución Cubana- hacia una acción por fuera que los emergentes de "alianzas electorales" ("o han
del sistema político y de la confrontación comicial. Si bien el Frente Amplio no "quebró" el dores de su propio destino y el del país". Al consoli-
sido ganados por la inedia nacional o han perdido bipartidismo, en el sentido de hacer irrelevantes los darse la expectativa de formación del Frente Amplio,
Incluso los intentos unitarios de 1962, si bien pu- totalmente la imaginación política y se suman así a
sieron de relieve un esfuerzo por superar diver- acuerdos de los partidos tradicionales (e incluso los por comprometerse a ello los nucleamientos más re-
la decadencia de una clase de políticos que están acuerdos entre sectores de los partidos tradiciona- presentativos de la izquierda nacional, el MLN hizo
gencias y enconos, no fructificaran eficazmente, gestando, desde el fondo de su ineficacia y falta de
en particular debido a la falta de ductilidad de los les) para impulsar medidas políticas convenidas, sí público (diciembre de 1970) su apoyo a la coalición,
imaginación (desde el fondo de su falta de coraje) alteró definitivamente el sistema político nacional y en términos que -más la cuestionaban que la ayuda-
partidos de iirigen marxista para pensar una coa- que se haga cada vez más cierta la afirmación de su dinámica, introduciendo un factor de considera- ban a dar sus primeros (y difíciles) pasos en un me-
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-67—
dio político radicalizado. El comunicado tupamaro del gobierno operaron sin trabas de especie alguna, directivas fondornonetaristas. Los frutos de esa con- La reacción sindical contra la política del go-
reafirmó en la ocasión la estrategia contraria a la que
la debilidad ideológica de sus propuestas (que los secuente práctica económica se apreciarían años más bierno en materia salarial y de derechos gremiales
el Frente Amplio asumía, quedando en evidencia que acercamientos a ciertos sectores castrenses para ope- tarde en todo su dramatismo: en el segundo semestre dio pie a la reiteración de una prédica que ciertos
el publicitado apoyo suponía más bien un esfuerzo rar una acción acelerada contra la corrupción políti- de 1971 la desocupación en Montevideo alcanzaba sectores políticos convirtieron en "leitmotiv" de su
por no perder espacio popular: "[...] Los oprimidos ca, durante la "tregua" de 1972, pusieron de relieve), el 7;6% de la población económicamente activa y discurso: la referida a la falta de legitimación de las
conquistarán el poder sólo a través de la lucha ar- la metropolización de sus adhesiones, la vulneración ésta representaba sólo el 38% de la población total; dirigencias sindicales. Esta prédica intentó aislar a
mada. Por lo tanto, no creemos, honestamente, que de ciertos valores cuyo descaecimiento la sociedad el salario real, en junio de 1972, se había reducido las dirigencias, introduciendo además un componente
en el Uruguay, hoy, se pueda llegar a la revolución uruguaya no estaba dispuesta a aceptar indiferente, un 6,5% respecto al ya deteriorado de 1968. irritativo referido a la incapacidad futura de las orga-
por las elecciones. más el condicionamiento que operó en la acción po- En ese contexto, el gobierno déPacheco Areco nizaciones sindicales de obtener mejoras salariales
[...] Mantenemos nuestras diferencias de méto- lítica del Frente Amplio, se conjugaron para decretar impulsó, en mayo de 1968, reuniones con la CNT (y laborales en general) para sus afiliados, fuera de
dos con ¡as organizaciones que forman el frente y la derrota del MLN. tendientes a discutir con representantes del sector em- los cauces de una "institucionalización forzada" de
con la valoración táctica del evidente objetivo inme- presarial medidas sobre salarios, orientadas "a las relaciones entre capital y trabajo, del estilo de la
diato del mismo: las elecciones. Sin embargo, consi- desacelerar la inflación". El grupo tripartito de tra- que el proyecto de Consejo Superior de Productivi-
deramos conveniente plantear nuestro apoyo al Fren- Los actores sociales bajo que funcionó en la esfera del Ministerio del ramo dad, Precios y Salarios intentaba consagrar. Esa
te Amplio. [...] lo hacemos en el entendido de que su acordó "fijar dos fechas anuales y uniformes para institucionalización forzada (que "Acción" defendía
tarea principal debe ser la movilización de las ma- Logros y desafíos de la unidad sindical todo el país, a efectos de realizar los ajustes salaria- como el paradigma de la responsabilidad social y
sas trabajadoras y de que su labor dentro de las mis- les del sector privado" que hasta entonces se regían como un ejemplo de la inteligente emulación del sin-
mas no empieza ni termina con las elecciones. [...] "La crisis no es una palabra para la propagan- por el régimen de consejos de salarios o convenios co- dicalismo norteamericano) suponía en el proyecto del
La lucha armada y clandestina de los tupamaros no da, está en la realidad de coda día. No hay salario, lectivos. La abrupta interrupción del diálogo que supu- Poder Ejecutivo la facultad que éste se reservaba de
se detiene [...]." sueldo, jubilación o renta modesta que alcance para so, el 13 de junio, la adopción de las medidas prontas vetar a los representantes de las gremiales de traba-
Consecuente con esa posición, el MLN operó vivir, porque la carestía se lo lleva todo". Así, en de seguridad, neutralizó la disposición del movimiento jadores (que no serían designados directamente sino
hacia el interior-del Frente Amplio con vistas a acre- síntesis lograda, caracterizó en agosto de 1965 el sindical a discutir mecanismos de mejoramiento de la meramente propuestos por éstas, y que podían ser
cer su respaldo popular, en contravención de las op- Programa del Congreso del Pueblo (que la Conven- condición social de los asalariados. Fue una apuesta removidos sin expresión de causa y en cualquier cir-
ciones estratégicas de la coalición, comprometiendo ción Nacional de Trabajadores adoptó como propio), por parte de los sectores oligárquicos que integraban el cunstancia por el Poder Ejecutivo).
la imagen y la credibilidad de ésta en momentos en la situación socioeconómica del país. gabinete, a una política de "mano dura" con la finali- El intento de quebrar la organización unitaria
los que representaba, inequívocamente, una oposi- Al comienzo de la experiencia autoritaria, la dad de inhibir el descontento que la creciente de los sectores asalariados resultó inocultable, des-
ción consecuente al autoritarismo en auge. observación del Congreso del Pueblo poseía absolu- pauperización generaba en los sectores populares (ad- atando en el movimiento sindical agudas polémicas
La opción tupamara por radicalizar sus accio- ta vigencia. El producto bruto interno había descen- vertida ya en 1965 por el Congreso del Pueblo). respecto a la estrategia a seguir frente a la política
nes enfrentando abiertamente al aparato policial y dido entre 1961 y 1968 un 11%; en el mismo lapso el La congelación de precios y salarios decretada autoritaria del gobierno. Entre la posición maxima-
militar –adoptada en medio de duras polémicas in- salario real registró una caída de 10,5% en la indus- el 28 de junio al amparo del mismo régimen de ex- lista que postuló una escalada de movilizaciones
ternas– pagó tributo finalmente a la lógica irreversi- tria y de 25,5% en el comercio. Estos índices eviden- cepción, al hacerse efectiva con rigor sólo en el caso que culminara en la huelga general y la posición
ble de destrucción del movimiento que el Documen- ciaban el deterioro del nivel de vida de las clases asa- de los salarios, generó una acentuación del descon- (finalmente mayoritaria) que planteó la alternati-
to de 1969 había previsto. Los sucesos de abril de lariadas, principales perjudicadas en el empobreci- tento popular plenamente justificada, pues el costo va de incorporar sectores dió sindicalizados a una
1972 aceleraron el proceso, marginando definitiva- miento colectivo que registraba la economía urugua- de vida subió entre 1967 y 1968 un 125.34%, provo- resistencia articulada sobre el desgaste político del
mente al MLN del protagonismo que había ejercido ya. Por lo mismo, esos sectores, lejos de ser los cau- cando un descenso del salario real en el mismo pe- gobierno, se ubicó la opinión que entendía nece-
en ciertos planos del quehacer nacional. santes de la crisis económica en razón de sus recla- ríodo del 9.5%. La propuesta enfática que en las vís- sario acrecentar la capacidad de lucha del movi-
Más allá de la incapacidad logística para sus- mos salariales "insaciables", como entendían algu- peras de la medida gubernamental de congelación miento sindical con vistas a obtener el quiebre de
tentar un enfrentamiento militar en el que las fuerzas nos partícipes de la vida política ("Acción" formulaba el órgano quincista "Acción" ("hay que la política oficial.
editorializaba frecuentemente señalando: "No postergar por seis meses los aumentos en el sector Los conflictos laborales desatados en el período
hay ningún país en el mundo [...] que pueda privado para poder, paulatinamente, ir deteniendo –más allá de las divergencias estratégicas y tácticas
sostener una política de ingresos tan dispa- la inflación. Al mismo tiempo, se debe congelar el evidenciadas– no carecieron de vigor y pusieron de
ratada como la nuestra, sin que ello traiga precio de un gran número de artículos"), se demos- manifiesto muchas veces una sostenida voluntad de
como consecuencia inevitable una inflación tró equívoca en los hechos, tanto como favorable a confrontación en el seno de las bases sindicales (pro-
tan loca como la que vivimos"), eran las víc- los intereses de los sectores empresariales, que legi- longadas huelgas en la industria de la carne, UTE y
timas propiciatorias de la aplicación de las timados en su política de contracción del nivel de las banca, por ejemplo; militarización de funcionarios
retribuciones salariales supieron encontrar las vías públicos y privados; etc.).
para eludir la congelación de precios (reduciendo Los Congresos de la CNT de 1969 y 1971 fue-
fraudulentamente el volumen o la calidad de la mer- ron el marco de arduas confrontaciones ideológicas
cadería que mantenían al mismo precio de venta, lan- y estratégicas que se prolongaron en 1972 y 1973 en
zando al mercado nuevas marcas de los mismos pro- la polémica periodística que mantuvieron Héctor
ductos tarifados, generando desabastecimiento de Rodríguez y César Reyes Daglio. El primero, soste-
Los trabajadores enfrentan la "mano dura" ciertas líneas de artículos básicos para desviar su niendo la pertinencia de una aceleración combativa
de Pacheco. comercialización al mercado negro, etc.). que evidenciara confianza en las bases sindicales

—68— —69—
("[...] nos parece que en lo que tiene que ver con la debate y en la conducción, eficacia en la implemen- so, Balaguer) opusieron tenaz resistencia a cualquier
lucha sindical hay algunos ejemplos que demuestran tación de las estrategias adoptadas y disciplina en la intento de "secularizar" el discurso pastoral– abordó
qué las fuerzas han crecido cuando se ha luchado y manifestación externa del movimiento. Ello sin de- la problemática del país con sentido crítico. En octu-
que han decrecido y se han desmedrado cuando no trimento de una capacidad de lucha que puso de re- bre de 1968, la CEU condenó por inadecuación al
se ha luchado"). El segundo, advirtiendo respecto de
lieve un mayor compromiso militante en más amplios espíritu evangélico la política económica que bene-
los peligros del voluntarismo en términos de evitar la sectores de trabajadores. ficiaba a sectores reducidos de la sociedad y sometía
difuncionalidad entre las capacidades militantes y la a condiciones inhumanas a los más humildes; al año
realidad de las respuestas sociales de masas ("[...} Nues- siguiente denunció "el trato a veces inhumano, las
tra tarea es ganar a la mayoría de la clase obrera, a La Iglesia en el marco de un arbitrariedades y abusos de poder y la imposibili-
grandes masas, para resolver los problemas de nues- compromiso renovado dad en no pocos casos de defensa legal".
tra patria y de nuestro pueblo. No nos conformamos La gravitación que las actitudes eclesiales ad-
con frases radicales o actitudes desesperarías que sólo Los vientos de cambio que soplaron en la Igle- quirieron, denotó el grado de preocupación con que
sirven para aislar a la vanguardia"). sia Católica luego del Concilio Vaticano II y que ten- el gobierno y sus sustentos sociales vislumbraban la
La fecundidad de la discusión sobre definicio- drían, precisamente en 1968, su expresión regional ampliación del espectro de fuerzas que resistía la
nes estratégicas del movimiento sindical se vio fi- en la Conferencia del Episcopado Latinoamericano, política socio-económica estructurada a partir de las
nalmente neutralizada por cuanto inhibió una respues- celebrada en Medellín (Colombia), dieron pie en medidas de junio de 1968. Un insólito documento
ta oportuna y eficiente a la dinámica política, que se Uruguay a las primeras expresiones públicas de las tradujo esa inquietud: en febrero de 1970 poco más
aceleró a medida que las fuerzas armadas asumieron agudas tensiones internas que vivía la Iglesia local, de un centenar y medio de católicos integristas (Mi-
su protagonismo e incrementaron su rol decisional. al compás de la crisis social y política que sacudía al guel Ángel Revella, Buenaventura Caviglia Cámpora,
De allí que los sucesos de febrero del 73 encontraran país. Aurelio Terra Arocena, Diego Ferreiro, Alberto
al movimiento sindical en actitud extremadamente Desde el inocultable conservadurismo de algu- Manini Ríos, entre otros) suscribió un virulento ata-
expectante, circunstancia que se tradujo en la declara- nos obispos que seguía apostando a los beneficios que contra las autoridades arquidiocesanas de Mon-
ción de la CNT del 26 de marzo en la que consideró de una estrategia de alianza con el poder político y tevideo: "Con sus actitudes están apoyando al co-
los comunicados 4 y 7 de las fuerzas armadas como articulaba con la Nunciatura las acciones de neutra- munismo, su subversión, y su guerra de guerri-
exponente de "la intención de llevar adelante algu- lización interna de las voces disidentes que reclama- Monseñor Partellk horas difíciles para la grey. llas; monseñor Partelli, monseñor Rubio, el ca-
nos puntos reivindicativos coincidentes" con los del ban un compromiso eficaz con los sectores sociales nónigo Haroldo Ponce de León, el presbítero
programa de la central. El rechazo que la Junta de postergados, hasta el radicalismo encandilado de Arnaldo Spadaccino y otros muchos sacerdotes
Comandantes en Jefe realizó de la insinuada comu- algunos sacerdotes y laicos que recién "descubrían" La polarización de la sociedad uruguaya se re- que los imitan o los siguen. Por consiguiente se
nidad de intenciones y la reafinnación del carácter los males de una sociedad que los arrastraba desde flejó crecientemente dentro de la Iglesia, convirtien- han convertido en enemigos del pueblo y de la
"inconciliable" de los "caminos preconizados" por mucho tiempo atrás y entendían ineludible volcarse do a sectores de ésta en partícipes activos (y con ca- patria oriental, se han sumado a aquéllos contra
ambas instituciones, de la improcedencia del recla- a una acción que implicara el cambio inmediato de pacidad de impacto no menor, habida cuenta de los quienes debemos combatir".
mo sindical de renuncia del Presidente Bordaberry, las situaciones injustas, todo el espectro imaginable rasgos peculiares de la religiosidad nacional, ya apun- El magisterio de Partelli fue sometido a conti-
y de la pertinencia de promulgar una ley de organi- de opciones políticas se reflejó en el seno del catoli- tados) de la resistencia ciudadana al autoritarismo nuos ataques de la prens4s10 que llevó al prelado a
zación sindical si "el poder político [lo] entendiera cismo uruguayo. en auge. En setiembre de 1969, sacerdotes del litoral puntualizar con vigor su pensamiento, en carta abierta
conveniente", bloqueó los pasos tácticos dados por
El efecto de semejante confrontación y su pro- (Artigas, Salto, Paysandú y Río Negro) manifesta- de marzo de 1971: "Está bien claro que se pretende
la CNT y obligó a una rectificación inmediata de sus yección a la sociedad civil lindó en ocasiones el es- ron su rechazo a la situación imperante en términos polarizar esta lucha en dos bandos; los que están
directivas de lucha, de cara a la inminencia del golpe cándalo, mayor aun en una sociedad que, como la que cuestionaron con dureza la política gubernamen- por el orden establecido y los subversivos, para lue-
de Estado. uruguaya, se había acostumbrado a considerar lo tal: "{denunciamos] la violación de derechos huma- go deducir muy simplísticamente: quienes están con
Los problemas que la central de trabajadores eclesial como ajeno. nos fundamentales, el endurecimiento sin preceden- los primeros son los buenos; quienes no, son los
debió enfrentar durante el lapso en estudio, en cuan- Cuando, en mayo de 1968, un sacerdote de la tes de la represión sindical, el progresivo cercena- malos. Estoy profundamente convencido de que la
to a viabilizar una alternativa política de cambio ante diócesis salteña (Juan Carlos Zaffaroni), consustan- miento de la libertad de opinión y la censura Iglesia no debe secundar ese juego. Condena toda
la crisis generalizada que soportaba el país, no estu- ciado con la lucha de los cañeros de Bella Unión, discriminatoria ylo intimidatoria, las torturas y el violencia sea cual fuere su signo, porque atenta con-
vieron referidos exclusivamente al contexto autori- formuló declaraciones televisivas referidas a la vio- trato inhumano de los confinados, las medidas de tra el hombre, y no por otros motivos. Siento como
tario en el que debió operar. En grado no desdeña- lencia del sistema social vigente y a las respuestas de seguridad como definición de un estilo de gobierno, el que más el dolor de los secuestrados y sus fami-
ble, derivaron de la imposibilidad de superar en el acción directa que aquellas engendraban (que enten- el abandono de un estilo democrático y la desfigu- lias, pero siento también, y muy hondamente, el do-
breve lapso que medió entre el logro de la unidad día evangélicamente legitimadas), el Ministerio Pú- ración de las verdaderas causas de nuestra crisis, lor de los despedidos arbitrariamente, de los deteni-
organizativa y el comienzo de la represión (escasos blico consideró dichas manifestaciones como su ocultamiento y la desviación de la atención con dos sin defensa, y de sus familias dejadas en el des-
dos años), los viejos diferendos que las vertientes sin- pasibles de provocar el procesamiento de su autor enfrentamientos pueriles entre Poderes Públicos". amparo. Sé muy bien que el dolor de los primeros
dicales de cuños ideológicos diferentes habían man- por atentado a la Constitución, al tiempo que el No sólo sacerdotes y laicos asumieron esas acti- resuena en los amplificadores de la prensa oral y
tenido por más de cuarenta años. No hubo tiempo Obispo de Maldonado-Punta del Este (Antonio tudes de contestación que implicaban .un cambio de escrita, mientras un cauteloso silencio rodea el llan-
suficiente en la CNT para dirimir ,No internos Corso) descargó mediante una Carta Pastoral, un rumbo en el relacionamiento Iglesia-sistema políti- to de innumerables hogares pobres. Pero no por eso
y decantarlos resultados de esa corífrontación en tér- duro ataque contra las posiciones renovadoras en co; la misma Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) el sufrimiento de éstos merece menos consideración
minos de algurar al mismo tiempo pluralismo en el el seno de la Iglesia. –en cuyo seno los Obispos más conservadores (Cor- y respeto que el de aquéllos".

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dentro de ella por el bienestar de los más desampa-
rados. En ese sentido a la Universidnd le correspon-
de desempeñar un papel preponderante. En lo que
esté a nuestro alcance no le retacearemos todo lo
que pueda necesitar Y recurriremos a ella para re-
querir todos los asesoramientos necesarios".
Más allá de las buenas intenciones del Presidente
Gestido, el proceso político decretó un acelerado dete-
rioro de las relaciones de la Universidad con el sistema
estatal en su conjunto, que se tradujo en fuertes restric-
ciones presupuestales y otras modalidades de presión,
tendientes a inhibir la capacidad crítica de aquélla (in-
cumplimiento de la adjudicación a la Universidad de
un canal de televisión, eliminación del espacio
usufructuado por la Universidad en las ondas del
SODRE, orden a los medios de comunicación de so-
meter al previo control de la Jefatura de Policía de Mon-
tevideo los textos de los comunicados o remitidos de la Rector Lichtensztejn: no a la lógica de confrontación.
Universidad o sus organismos integrantes, etc.).
El Mayo francés tuvo su repercusión en Montevideo.
El cerco tendido en torno a la Universidad como
forma de reducir la incidencia de su opinión en la mir las responsabilidades que le corresponderían en
sociedad uruguaya, exacerbó la respuesta del movi- un proceso de cambio y no quedarse a medio cami-
La actitud de la jerarquía, católica montevidea- miento estudiantil que –incentivado por el ejemplo no entre la invocación transformadora de la socie-
na frente a las elecciones de 1971, al no vedar la op- del mayo francés y sometido a tensas controversias dad, por una parte, y una postura conformista de
ción de los fieles por el Frente Amplio, configuró el estratégicas internas– protagonizó jornadas de enfren- sus funciones tradicionales, por la otra. La propia
punto más álgido de la confrontación de hecho con tamiento al aparato policial con los trágicos resulta- Universidad exigía renovarse si acaso quería ser
los sectores progubernamentales, que se tradujo, ape- dos que se refirieron más arriba. consecuente con las posiciones críticas que había
nas pasados los comicios, en la agresión directa del Universidad: una prolongada hostilidad.
Las direcciones de la Coordinadora de Estudian- adoptado y para ello no requería esperar o
electo Presidente (notorio "católico práctico"), quien tes de Secundaria (CESU) y de la Federación de Es- condicionarlo al cambio de otras estructuras", se-
en rueda de prensa amonestó con severidad (sin duda tudiantes Universitarios (FEUU) fueron en no pocas La acción represiva del gobierno no reconoció gún la aguda síntesis de Lichtensztejn.
añorando las épocas en que el Poder Ejecutivo ejer- ocasiones desbordadas por la militancia, en prácti- límites (allanamientos a locales universitarios, siste- La dinámica político-social bloqueó sin embar-
cía el derecho de Patronato): "La Iglesia uruguaya cas de confrontación que si bien demostraron la con- mática campaña de prensa tendiente al descrédito de go esas expectativas, al anularse mediante el Decre-
cometió graves errores de orden político y espero dición minoritaria de sus protagonistas, no dejaron las autoridades universitarias, ahogo financiero cre- to del Poder Ejecutivo dela.7 de octubre de 1973 la
que se corrija [...] No vamos a permitir que conti- de evidenciar también que las mismas interpretaban ciente), buscando llevar la confrontación a límites autonomía universitaria, postergando por más de una
núe manteniendo una militancia política nociva". las aspiraciones y las angustias (no siempre asumi- que habilitaran la interrupción de la autonomía. En década un esfuerzo dirigido a la urgente tarea de re-
La modalidad de controversia inaugurada por das, pero ciertas) de la mayoría de sus coetáneos. este esquema se inscribió la declaración de incom- pensar el país en clave de cambio.
Bordaberry, a partir de su condición de laico activo, Las organizaciones representativas del movi- patibilidad del "ejercicio de la docencia universita-
permitió a la derecha uruguaya esgrimir las posicio- miento estudiantil se vieron, en el lustro comprendi- ria con la calidad de miembro actual del Poder Eje-
nes conservadoras como si se tratara de verdades do entre 1968 y 1973, sometidas a un intenso proce- cutivo y funcionario de particular confianza del mis- Las Fuerzas Armadas: del coro al proscenio
evangélicamente legitimadas y, más aun, enfrentar a so de fragmentación ideológica (no exento de már- mo", que el Consejo universitario adoptó en agosto
la opinión episcopal como si tradujera una hetero- genes dogmáticos) que consumió energías e impidió de 1968 contra los doctores Eduardo Jiménez de Mientras en 1968 el total de efectivos de las
doxia condenable. operar con eficacia en acciones comunes. Aréchaga, Jorge Peirano Facio y Héctor Giorgi. Fuerzas Armadas y policiales ascendía a 37.328 (so-
A medida que se avanzaba en la consolidación La reacción que en el seno de la propia Univer- bre un total de personal presupuestado en la Admi-
del autoritarismo, la Universidad y el movimiento sidad se operó luego de las elecciones nacionales de nistración Central –incluyendo Poder Judicial, Cor-
Universidad y movimiento estudiantil: estudiantil acentuaron los rasgos opositores de su 1971, en el sentido de impedir que la lógica de con- te Electoral, Tribunal de Cuentas y Tribunal de lo
cerco y controversia gestión, incursionando en prácticas de automargina- frontación, hasta entonces imperante, disociara defi- Contencioso Administrativo– de 81.806, lo que equi-
ción, fundamentalmente canalizadas por la retórica nitivamente a la Universidad de su entomo, se cen- valía a 45.6%), en 1973 se ubicaba en 49.291, o sea
En febrero de 1967, el Presidente electo, gene- declarativa. Las autoridades universitarias emitieron tró en el proyecto que impulsaron los sectores (do- el 51,9% del total de esos funcionarios estatales. Si
ral Oscar Gestido, visitó la Universidad y mantuvo innumerables declaraciones sobre otras tantas situa- centes y estudiantiles) que promovieron la candida- la comparación se efectuaba con referencia a las par-
un inédito diálogo con sus autoridades. Al cierre del ciones de la coyuntura nacional, en muchas de las tura de Samuel Lichtensztejn al Rectorado. La ac- tidas asignadas por el presupuesto de funcionamien-
encuentro, el gobernante sintetizei su pensamiento cuales se buscó explicitar la incompatibilidad de ción desarrollada en el breve lapso que medió hasta to, en 1968 las Fuerzas Armadas y policiales reci-
diciendo: "Tenemos que velar de acuerdo con nues- modelos sociales que enfrentaba a la Universidad con la intervención de la Universidad, permitió compro- bían 6.832 millones de pesos (13,9% del total), en
tras ideas pó'r et bienestar general de la población y el sistema político. bar que para ésta era necesario "prepararse para asu- tanto que en 1973 se les adjudicaban 74.873 millo-

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nes de pesos (equivalentes a 26,2% del presupuesto
Areco lo explicitó en alocución difundida por radio político suprapartidario. El senador Zelmar puestos clave del organismo policial, el control efec-
general de funcionamiento).
y televisión el lo. de julio de 1968. Michelini abordó en esa ocasión el tema, plantean- tivo de los establecimientos ganaderos fronterizos,
. Un salto cuantitativo de tal magnitud reflejó in-
"Defenderemos la libertad de vivir en la paz y do el "debe ser", pero consciente de que la realidad y la inamovilidad de los altos mandos.
equívocamente el cambio cualitativo operado en los
en el orden, y liberaremos a los ciudadanos de los estaba pautada por lo contrario a los modos legíti- El "documento de estudio" (al decir del Minis-
roles asignados a las fuerzas dependientes de los
intentos de paralizar los servicios esenciales del país mos de actuación a los que aludía: "¿Pueden acaso tro de Defensa Nacional doctor Armando Malet) que
Ministerios de Defensa Nacional y de Interior (estas
que pueden constituir incluso una amenaza a la vida las fuerzas armadas deliberar? ¿Pueden reunirse por entonces circuló entre las fuerzas armadas y que
últimas asimiladas al estatuto militar a partir de 1971). misma de cada/ uruguayo. U.] Hemos tomado las
Los comienzos del gobierno de Pacheco Areco para expresar opinión? ¿Pueden los mandos tras- leído por el senador Vasconcellos en la Asamblea
providencias necesarias para poner bajo jurisdic- mitir a los ministros una opinión para que estos la General dio inicio a la crisis que estallaría en febrero
aparecieron pautados por un intento frustráneo de
ción militar esos servicios esenciales. Hemos llama- expresen en el seno de una comisión del Poder Le- de 1973, sintetizó el diseño del cambio cualitativo
avance de las fuerzas armadas al protagonismo polí-
do bajo bandera a los retirados militares, para au- gislativo? Sabemos que no". que las. fuerzas armadas estaban dispuestas a impul-
tico, que tomó como pretexto un homenaje "a los
mentar los cuadros de las fuerzas armadas; y hemos Luego de los sucesos de abril de 1972 -que sar. La institución militar, como último reducto de la
militares sudamericanos caídos en la lucha antigue-
dispuesto los traslados de tropas necesarios, para marcaron el punto sin regreso de la confrontación integridad nacional autolegitimado por sus cualida-
rrillera, en cumplimiento de su deber de salvaguar-
suministrar los refuerzos cuando se requieran. Apli- armada y el principio del fin de la acción del MLN- des rectoras -(capacidad realizadora y reserva moral),
dia de sus respectivas soberanías", que un grupo de
carernos todo el peso de la ley militar para sancio- el poder militar se acrecentó notoriamente. Aunque constituyó el paradigma de la nueva situación. Al
jefes y oficiales superiores planteó en el seno del
nar a los malos uruguayos y deportaremos de acuer- diágentes políticos estrechamente solda-rizados con mismo tiempo quedaron evidenciadas las viejas raí-
Centro Militar. Por moción del general Toniolo (Di- do a la ley a los agitadores extranjeros".
rector del Instituto Militar de Estudios Superiores) la la situación eludían reconocer el creciente protago- ces del pronunciamiento militar, que repudiaban la
El amplio crédito concedido por el gobierno a nismo político de instituto militar, la desobediencia política civilista traducida en la reclusión de las fuer-
Asamblea del Centro -por significativa mayoría-
las fuerzas arrnadas en cuanto sostén de una política al mando civil (las órdenes del Ministro Legnani res- zas armadas en los cuarteles: "[...] las fuerzas arma-
consideró "improcedente y violatoria de los Estatu-
económica de cuestionables fundamentos, con las pecto a la libertad de varios médicos que habían sido das [..] reclaman para sí el lugar de gravitación que
tos" sociales la iniciativa del homenaje. El equilibrio
consecuencias de transferir a la institución armada torturados en una unidad militar fueron desconoci- les corresponde en la vida nacional, que hasta el mo-
de las diversas posiciones sustentadas dentro de las
la condición de brazo ejecutor de decisiones que das flagrantemente, forzando la dimisión del secre- mento le había sido negado y que le pertenece por la
fuerzas arrnadas sobre su rol, que ya había\ operado
convalidaban privilegios sectoriales, generó agudas tario de Estado) anunció la inminencia de un con- índole propia de la institución que constituyen. [...1
en 1966 ante los rumores de golpe de Estado, jugó
divergencias en el seno de la oficialidad. Los grupos trol castrense sobre el poder político. El planteo que las fuerzas armndas no han ocupado hasta el mo-
como neutralizador de una propuesta que implicaba,
"constitucionalistas" advirtieron entonces el riesgo los altos mandos militares realizaron al Presidente mento el lugar lógico que las responsabilidades de
localmente, iniciar la asimilación del perfil político
que corrían las fuerzas armadas si seguían en esa lí- Bordaberry en la jornada del 19 de octubre de 1972, la institución armada le confiaran en la vida normal
que por entonces ostentaban en América Latina las
nea de acción. Se expresaron en la conducta del Jefe concretó en ocho puntos las inquietudes -dé las fuer- del país. Este problema que se arrastra desde hace
fuerzas armadas de Brasil, Argentina y Bolivia, en
de la Región Militar No. 1, con sede en Montevideo, zas armadas- referidas a los ilícitos económicos, la muchos años, ha llevado a que la conducción políti-
tanto árbitros de la situación interna de sus respecti-
el general Liber Seregni, quien en noviembre de 1968 corrupción pphcial la -participación-militar en el ca de la nación se realice sin las consultas corres-
vas sociedades en el marco de opciones fuertemente
solicitó el pase a retiro por discrepar con la política contralor de la adminiírfación autónoma y en los pondientes a las fuerzas annadas[...]".
regresivas y funcionales a los intereses norteame-
represiva del gobierno y con el compromiso que en
ricanos. Fue notorio, en breve tiempo, de qué ma-
ese plano se le hacía asumir a las fuerzas armadas.
nera el vuelco del gobierno colorado hacia una
En este marco de inserción de las fuerzas arma-
política socioeconómica despartidizada, que res-
das en la dinámica sociopolítica, el decreto del 9 de
pondía al avance de los grupos de presión empre-
setiembre de 1971, poniendo a cargo de los mandos
•sariales convertidos en autogestores políticos de
militares de las tres Armas la conducción de la lucha
sus intereses, facilitó (que no creó) las condicio-
antisubversiva, con la cooperación de las fuerzas
nes para que los sectores conservadores de la ofi-
policiales, no configuró más que la derivación lógi-
cialidad viabilizaran sus postergados sueños de
ea de un proceso que conjugó intereses corporativos
incidencia política directa.
de viejo cuño con debilidades del sistema político, y
La creciente combatividad de la clase obrera
abrió el cauce para un protagonismo creciente del
operó en concurrencia, aumentando el temor de los factor militar.
sectores sociales hegemónicos ante un eventual des-
Ese protagonismo supuso la existencia de una
borde del sistema político. El recurso al aparato co-
mayor capacidad deliberativa en la institución mili-
activo del Estado fue visto entonces, por las clases
tar, que fue conformando de ese modo un complejo
altas, como ineludible.
sistema de fidelidades personales (sustentado par-
Al compás de la política salarial impuesta en
cialmente en el principio jerárquico) y de participa-
junio de 1968, las puertas de los cuarteles se abrie-
ción progresiva en la toma de decisiones. Cuando
ron para dar cauce a una acción de las fuerzas arma-
en el seno de la comisión parlamentaria que estu-
das crecientemente ajena a su rol específico. El dis-
diaba el proyecto de ley de seguridad del Estado; el
curso oficial ratificó esa visión de las fuerzas arma-
das como último factor operante en la salvaguardia Ministro de Defensa Nacional manifestó que "da-
ría cuenta de la posición de las fuerzas armadas", El corpus ideológico de las FFAA. fue expresado fundamentalmente a través de tres libros de la segunda mitad de
del orden, que implicó convalidar el criterio de la década de los 70: dos tomos de 'Las Fuerzas Armadas al PUEBLO ORIENTALTLa subversión" y "El proceso
no estaba más que reconociendo el carácter delibe-
"gendarmeriiación" de la función castrense. Pacheco político") y 'Testimonio de una nación agredida". Los dos primeros habían sido publicados como fascículos que
rante del instituto armado, actuando como factor
acompañaban semanalmente a un diario capitalino.
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La atribución del rol "tutelar" que la lógica damentalmente, por sus sectores acuerdistas. Acción
del planteamiento suponía, diseñó el esquema que carente de miras de alta política, renuente a la reivin-
ocho' años' después el "proceso" intentó convali- dicación de las potestades ciudadanas, vacilante
dar mediante el proyecto de reforma constitucio- (cuando no cómplice) frente a la corrupción admi-
nal rechazado por la ciudadanía: "Las fuerzas ar- nistrativa y a la especulación financiera, abrió ancho
madas deben buscar la definición clara por el cauce a la crítica y pretextó planteos "salvadores",
poder político de los objetivos nacionales marca- del estilo de los que nutrieron la retórica de los co-
dos para el desarrollo e intervenir en la fijación municados castrenses de febrero de 1973.
de los objetivos relativos a la seguridad nacio- El intento de convalidación de la hegemonía
nal. Obtenidos aquéllos se quedará habilitado militar, sobre la base de reconocer el vacío de poder
para actuar como supervisores[...]" generado (por incuria, debilidad o corrupción) en el
La funcionalidad de criterios que aseguraran a sistema político, no resultó desdeñable para ciertos
las fuerzas armadas frente a cualquier revisión exter- sectores de la izquierda. De alguna manera, la crítica
na sobre las conductas y los procedimientos de sus castrense a la inoperancia de la política partidaria tra-
integrantes quedó prontamente puesta de manifies- dicional (que había sido la responsable del funciona-
to. Si la institución militar pasaba a constituirse en miento del sistema político por más de ocho déca-
tuteladora del poder político, no podía admitir que das) parecía coincidir con la vieja evaluación
los procedimientos que le eran propios —y sobre cuya descalificadora del bipartidismo histórico, que la iz-
vigencia se cimentaba !a capacidad de tutelar— resul- quierda esgrimiera como argumento sustantivo. De
taran librados a la evaluación del poder tutelado, ya allí que los planteos militares de febrero de 1973 re-
fuera que esa evaluación se canalizara a través de las cibieran cierto margen de crédito desde algunas tien-
instancias administradoras (Presidente de la Repú- das frentistas, sobre la base de señalar que la oposi-
blica, Ministro de Defensa Nacional), las instancias ción fundamental no era entre pueblo y fuerzas ar-
contenciosas (Poder Judicial) o las instancias de de- madas sino entre pueblo y oligarquía, y que en tanto
nuncia y control (Parlamento). La temprana adver- las fuerzas armadas asumieran un rol activo en el
tencia sobre este particular surgió —como en otras encauzamiento de los intereses populares, su acción
ocasiones— en el plano de la institución representati- resultaría de algún modo legitimada. Este análisis
va de los intereses corporativos: el Centro Militar. mereció la rotunda confrontación de Carlos Quijano,
La asamblea de julio de 1972, enfrentando la deci- quien desde sus editoriales de "Marcha" advirtió la
sión de la Cámara de Representantes referida a la equivocidad de un planteo que inhibía los aspectos
muerte por torturas de un detenido, por la que se re- específicamente institucionales de la crisis y los fun-
clamaba la "máxima celeridad en los procedimien- damentos morales del impedimento que la Constitu-
tos y las penas que se les apliquen", definió "Que ción marcaba a los militares para actuar en política:
toda acción o manifestación corporativa o indivi- "[...] cuando se repite que la oposición no es entre el
dual que tienda a menoscabar u objetar maliciosa- pueblo y las tales fuerzas [armadas], sino entre aquél
mente los procedimientos de los integrantes de las y la oligarquía, se olvida [...] que esa contradicción
fuerzas annodas en la lucha contra la subversión, o sustancial no es la única y que, en ocasiones, no es
lo que es lo mismo, traición a la patria, constituye la previa. Lo que tenemos que empezar por pregun-
una complicidad embozada con los enemigos del tarnos, es si el poder militar debe sustituir al poder
régimen republicano democrático que la ciudada- civil, si el poder político y el poder militar pueden
nía ha elegido y reafirmado". confundirse y ser ejercidos sólo por éste. No hay
En este proceso de acelerado descaecimiento de «pueblo en armas» como en los tiempos de la patria
la legitimidad democrática operó, en concurrencia vieja; ahora el pueblo está desarmado y las armas
con los factores señalados, el deterioro de la acción las poseen únicamente aquellos a quienes el país las
política ejercida por los partidos tradicionales, fun- ha confiado".

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