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Según la Organización Meteorológica Mundial, una corriente en chorro (jet stream, en inglés) se define
como “una corriente de aire con forma de tubo aplastado, casi horizontal, en general cercana a la tropopausa. Su
eje lo forma la línea de velocidades máximas y se distingue por las grandes velocidades del viento y por la
presencia de fuertes cizalladuras verticales y horizontales del viento”.
Desde una perspectiva más amplia, la relación del viento térmico tiene consecuencias dinámicas
importantes para la circulación general de la atmósfera. La Tierra no recibe la misma cantidad de energía solar en
todas sus zonas, las zonas ecuatoriales reciben más energía que las zonas polares, lo que se traduce en la
existencia de un gradiente de temperatura apuntando directamente hacia el polo. Según la ecuación del viento
térmico, este contraste térmico debe ir acompañado de una cizalladura vertical de vientos del oeste en ambos
hemisferios que haga que la velocidad del viento geostrófico aumente con la altura. Así pues, el hecho de que los
sistemas sinópticos en latitudes medias se muevan generalmente de oeste a este es una consecuencia directa
El eje de la corriente en chorro, donde la velocidad del viento es mayor, se localiza justo debajo de la
tropopausa a la altura donde se anula el gradiente meridional de temperatura y en la latitud donde la razón entre el
gradiente meridional medio de la troposfera y el parámetro de Coriolis presenta un máximo. La velocidad del
viento en una corriente en chorro es de al menos 30 m/s en la alta troposfera y 15 m/s en los chorros situados en
niveles bajos. La anchura de una corriente en chorro es uno o medio orden de magnitud menor que su longitud, la
cual puede llegar a circundar la Tierra. Los dos chorros en niveles altos que se encuentran en las latitudes medias
de ambos hemisferios son el chorro polar, alrededor del paralelo 60º, y el chorro subtropical en el 30º. En invierno,
cuando el contraste de temperaturas es mayor entre el ecuador y los polos, los dos chorros pueden llegar a
confluir por debajo del paralelo 40º.
Dentro de la corriente en chorro puede haber zonas donde la velocidad del viento es mayor que en sus
alrededores. Son las denominadas corrientes máximas o máximos de viento. La corriente en chorro puede
presentar un patrón zonal o meridiano. Cuando el patrón es zonal los vientos soplan de oeste a este siguiendo
aproximadamente los paralelos, y las perturbaciones asociadas y los máximos de viento se desplazan
rápidamente. Cuando el patrón es meridiano la corriente en chorro presenta una forma ondulatoria en la que una
serie de vaguadas y dorsales en altura participan en la redistribución del calor de la Tierra transportando aire
cálido hacia el polo y aire frío hacia el ecuador, y dando origen a los sistemas de alta y baja presión de la
atmósfera donde se desarrollan fuertes gradientes de temperatura. En este caso las perturbaciones se desplazan
dentro de la corriente en chorro más lentamente.
La corriente en chorro polar constituye una zona de separación entre las masas de aire de origen polar y
las masas de aire más cálido y se localiza a menudo cerca de la superficie isobárica de 300 hPa debajo de la
tropopausa de latitudes medias. Puede moverse entre los 30 y 70º de latitud. Se presenta durante todo el año y
esta asociada a un fuerte gradiente horizontal de temperatura en la baja troposfera que origina vientos del oeste,
los cuales, en altura, frecuentemente superan los 75 m/s. Durante los meses de verano la corriente en chorro
polar se debilita y se desplaza hacia el norte, superando los 50º. Por el contrario, durante los meses de invierno el
chorro polar se fortalece y se desplaza más hacia el sur, aproximadamente 35º.
La corriente en chorro subtropical se localiza a menudo cerca de la superficie isobárica de 200 hPa debajo
de la tropopausa tropical. En el nivel de 500 hPa apenas se aprecian los efectos de este chorro ya que está
asociada a un moderado gradiente meridional de temperatura en niveles altos de la troposfera que origina vientos
del oeste. En el hemisferio norte se presenta normalmente durante los meses de invierno donde los vientos
frecuentemente superan los 50 m/s. Las ondulaciones de la corriente en chorro subtropical se mueven
generalmente entre 20º N y 35º N. A menudo es difícil distinguirlo del chorro polar cuando ambos confluyen. La
posición media del chorro subtropical es menos variable ya que se sitúa en invierno en 26º S en invierno y 32º S
en verano. Ya que el chorro subtropical se desarrolla más cerca del ecuador que el polar, donde la aceleración de
Coriolis el menor, diferentes gradientes de temperatura pueden conducir a intensidades de viento similares.
Una corriente máxima o máximo de viento (jet streak, en inglés) es una zona a lo largo del eje de la
corriente en chorro en la cual la velocidad del viento es superior a la de su entorno. Se observan a lo largo del
chorro polar y subtropical en ambos hemisferios. Pueden ser móviles o estacionarias con respecto a la corriente
en la cual están. En muchos casos aparecen junto a una intrusión de aire de la estratosfera en la troposfera que
se denomina pliegue o doblez de la tropopausa. Su importancia radica en la estrecha relación que guardan con el
desarrollo de los sistemas meteorológicos tanto sinópticos como de mesoscala. También están asociadas a otro
tipo de fenómenos como la turbulencia en aire claro y el intercambio de materia entre la estratosfera y la
troposfera.
Las corrientes máximas dentro del chorro polar pueden alcanzar 2000 km de longitud y pueden
desplazarse de manera continua a lo largo del chorro o bien de manera discontinua, pareciendo saltar desde una
posición corriente abajo de una dorsal en altura con dirección noroeste hasta otra del suroeste corriente abajo de
una vaguada. Las que se encuentran dentro del chorro subtropical tienen longitudes entre 4000 y 8000 km y
tienden a situarse en las dorsales de la corriente.
La divergencia en niveles altos es máxima en ondas de gran amplitud o longitud de onda corta, con
vientos fuertes en el nivel de la corriente máxima y con fuerte cizalladura entre el nivel del máximo de viento y el
nivel de no divergencia situado en 500-600 hPa, la cual es función del gradiente horizontal de temperatura o
baroclinidad. Cuando mayor es la baroclinidad, mayor es la divergencia.
Ya que la atmósfera en latitudes medias está básicamente en equilibrio geostrófico, la distribución de los
sistemas de tiempo va a estar netamente relacionada con aquéllas situaciones en las que este equilibrio no se
cumple. Esto ocurre en los máximos de viento embebidos en la corriente en chorro, donde los cambios de
velocidad del viento a lo largo de la corriente y los cambios en su dirección debido a la curvatura de esos máximos
se alejan del equilibrio geostrófico.
El primer término de (2) es la componente isalobárica del viento ageostrófico. Fluye desde las regiones
donde la presión está aumentando a las regiones donde está disminuyendo y tiende a ser más significativo en
niveles bajos de la troposfera. La convergencia del viento isalobárico está asociado a caídas de presión y la
divergencia a subidas de la presión.
El tercer término de (2) es la componente inercial-convectiva del viento ageostrófico. Se pone manifiesto
cuando hay cizalladura vertical del viento. En una atmósfera en la que el viento geostrófico del oeste aumentase
con la altura, la aceleración del viento apuntaría hacia el este y el viento ageostrófico hacia el norte.
Existen una serie de modelos conceptuales de vientos máximos en las corrientes en chorro que tratan de
reflejar las zonas de divergencia y convergencia del flujo horizontal que hay en las cercanías de estos vientos.
El modelo más sencillo es el que considera el eje de esta corriente máxima recta, sin curvatura. Es el
denominado modelo de los cuatro cuadrantes. En la figura 1 se muestra una distribución de las isotacas en una
zona de vientos máximo. Se supone que las líneas isentrópicas son paralelas al eje del chorro. La línea
perpendicular divide al chorro en dos zonas, la región de entrada a la izquierda y la región de salida a la derecha.
En la región de entrada el viento se acelera hasta la línea divisoria, mientras que en la región de salida el viento
se desacelera.
Figura 1. Modelo de los cuatro cuadrantes de una corriente máxima lineal o recta. Las flechas negras indican el viento
ageostrófico. Líneas anaranjadas, altura geopotencial. Líneas aa’ y bb’, lugar donde se muestran las circulaciones térmicas en la
siguiente figura.
Una parcela de aire situada corriente arriba del chorro adquirirá una aceleración cuyo vector señalará en la
dirección del flujo en ese punto. Si el chorro tiene una orientación oeste-este, el vector aceleración del viento
señalará hacia el este y según la fórmula del viento ageostrófico (1), éste señalará hacia el norte. Conforme nos
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vamos alejando del eje del chorro hacia el norte o hacia al sur, el vector aceleración seguirá apuntando hacia el
este pero su módulo será menor, por lo que el viento ageostrófico apuntará hacia el norte y su módulo también
será menor. Así pues, en la región de entrada la componente ageostrófica va desde los valores más altos de
altura de geopotencial situados al sur del eje del chorro a los valores más bajos situados al norte. Esta distribución
del viento ageostrófico en la región de entrada de la corriente máxima origina convergencia en la zona izquierda
de la región de entrada y divergencia en la zona derecha de la región de entrada. Normalmente estos vientos
máximos se encuentran en 250 o 300 hPa, es decir cerca de la tropopausa, por lo que a ese nivel la divergencia
de la parte derecha de la región de entrada se asocia con movimientos ascendentes y la parte izquierda con
movimientos descendentes asociados a la convergencia en niveles cercanos a la tropopausa.
Una parcela de aire localizada en la zona de salida de la corriente máxima se desacelerará en la dirección
opuesta del flujo en ese punto, por lo que el vector aceleración señalará hacia el centro del viento máximo. Según
la fórmula (1), el viento ageostrófico señalará hacia el sur, hacia los valores mas altos de la altura de geopotencial.
Alejándonos del eje de vientos máximos, el viento ageostrófico mantendrá su dirección pero disminuirá su
intensidad, por lo que esperaremos que haya divergencia en la parte izquierda de la región de salida y
convergencia en la parte derecha de la misma región.
El viento ageostrófico del norte que se origina en niveles bajos de la troposfera a consecuencia de la
circulación térmica directa en el lado ciclónico o frío de la corriente en chorro refuerza el aire frío en superficie y
realza la frontogénesis, mientras que en el lado anticiclónico o cálido se puede formar un chorro del sur en niveles
bajos que favorece la inestabilidad potencial. El ascenso no es directamente debajo de la zona de divergencia en
la región de entrada del máximo de viento sino que debe fluir a lo largo de superficies isentrópicas hasta la zona
de divergencia, por lo que la pendiente y distribución de estas superficies es un factor importante en la distribución
final de los movimientos ascendentes de niveles bajos y medios de la atmósfera.
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Hay vorticidad por cizalladura asociada a un máximo de viento. De acuerdo a la distribución de
velocidades en la corriente máxima, la variación máxima de las isotacas en dirección normal al flujo marca los
máximos y mínimos de vorticidad, y esto ocurre en la parte central del núcleo de la corriente máxima. En el lado
frío o de menor altura de geopotencial habrá una máximo de vorticidad ciclónica, y en el lado cálido o de mayor
altura geopotencial un máximo de vorticidad anticiclónica. En situaciones de fuerte cizalladura, la vorticidad
relativa ciclónica puede llegar a ser el doble de la planetaria. Por lo tanto, una parcela de aire que se desplace
corriente abajo en la parte izquierda de la región de entrada o en la parte derecha de la de salida experimentará
un incremento en su vorticidad ciclónica, mientras que cuando se desplace corriente abajo por la parte derecha de
la región de entrada o parte izquierda de la de salida experimentará una disminución de su vorticidad ciclónica.
Según la ecuación de la componente vertical de la vorticidad relativa en una superficie isobárica, ξ , al nivel del
1 Dξ
núcleo del chorro ∇ ⋅V = − , se obtiene el mismo patrón en la distribución de la convergencia y
( f + ξ ) Dt
divergencia que al considerar las componentes del viento ageostrófico. Siguiendo el esquema de la figura 3, se
obtiene fácilmente la distribución de las advecciones de vorticidad en una corriente máxima recta.
Figura 3. Corriente máxima y máximos de vorticidad. NVA, advección de vorticidad negativa. PVA, advección de vorticidad
positiva.
Dependiendo del ángulo entre la corriente máxima lineal y las isohipsas se tienen chorros advectivos y
canalizados. Si este ángulo es apreciable el chorro es advectivo, en caso contrario se trata de un chorro
canalizado. Dependiendo de si se trata de uno u otro las implicaciones dinámicas son diferentes. En los chorros
canalizados se espera que la advección de vorticidad a lo largo del eje sea pequeña, mientras que a la izquierda
del chorro (figura 3), con el máximo de vorticidad por cizalladura, puede haber una considerable advección de
vorticidad relativa. En los chorros advectivos se esperan advecciones de vorticidad notables en las zonas de
aceleración/desaceleración del chorro donde el flujo cruza las isohipsas.
Cuando las líneas isentrópicas no son paralelas al eje de la corriente máxima sino que se presentan con
un cierto ángulo, la distribución de las zonas asociadas a los movimientos ascendentes y descendentes se
modifica ligeramente. Como se muestra en la figura 4, cuando hay advección fría a lo largo de la corriente máxima
la circulación térmica directa se desplaza hacia la zona de mayor altura de geopotencial, y la circulación térmica
indirecta lo hace hacia la zona de menor altura de geopotencial. De esta manera, las zonas con máximos y
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mínimos de velocidad vertical se desplazan en el mismo sentido, por lo que en este caso la zona de movimientos
descendentes se ubica justo en el eje del chorro en las zonas de entrada y salida. Este caso puede ser importante
en el desarrollo de las caídas de la tropopausa, ya que requieren subsidencia debajo del eje de la corriente
máxima.
Figura 4. Efecto de la advección térmica en la velocidad vertical asociada a una corriente en chorro lineal. Signo +, movimiento
vertical descendente. Signo -, movimiento vertical ascendente.
Figura 5. Sistema dorsal-vaguada en niveles altos de la troposfera, con velocidad constante a lo largo de la corriente. Flechas
delgadas grises, viento geostrófico. Flechas negras, vector aceleración. Flechas sombreadas, componente inercial-advectivo del
viento geostrófico. CONV, convergencia. DIV, divergencia.
De acuerdo a la ecuación del viento ageostrófico (1), éste se obtiene girando el vector aceleración hacia la
izquierda, por lo que tendremos una distribución del viento ageostrófico como se muestra en la figura 5, donde se
aprecia que las componentes de este viento convergen corriente arriba del eje de vaguada y divergen corriente
abajo de la misma. Por lo tanto, tendremos divergencia entre la vaguada y la dorsal, y convergencia entre la dorsal
y la vaguada. De esta manera el modelo de corriente máxima dentro de una corriente en chorro curvado verá
modificado su patrón teórico dependiendo de donde se sitúe dentro del chorro. Para una corriente máxima
localizada cerca del eje de la vaguada las zonas de entrada y salida de la corriente máxima se verán realzadas
por la convergencia corriente arriba y divergencia corriente abajo de la corriente en chorro, por lo que el modelo de
cuatro cuadrantes se simplifica a uno en el que aparece convergencia en la región de entrada y divergencia en la
región de salida. En las cercanías del eje de una dorsal esta distribución se invierte. Este modelo es más
frecuente observarlo en la atmósfera y se presenta sobre todo en las vaguadas de onda corta.
Los efectos asociados a las corrientes en chorro pueden verse reforzados o suprimidos en función de la
posición que un chorro tenga con respecto a otro. Se habla entonces de que existe un acoplamiento entre dos
corrientes máximas de viento, y se puede diferenciar cuando ambos chorros se encuentra en el mismo nivel de la
troposfera o bien cuando éstos están en diferentes niveles.
Las circulaciones asociadas con el modelo de cuatro cuadrantes en la corriente en chorro polar,
subtropical y en chorros en niveles bajos pueden crear intensos efectos en la generación y supresión de la
convección profunda. Así cuando la parte derecha de la región de entrada del chorro polar se yuxtapone con la
parte izquierda de la región de salida del chorro subtropical, la divergencia en niveles altos de la troposfera y los
Este acoplamiento se puede producir también entre una corriente máxima cerca de la tropopausa y un
chorro en niveles bajos de la troposfera y una zona frontal. En la figuras 6 y 7, se puede ver cómo las circulaciones
asociadas a los chorros pueden potenciarse o simplemente anularse.
Figura 6. Acoplamiento favorable entre la corriente en chorro niveles altos (Upper Jet) y un chorro en niveles bajos (Lower Jet).
En la configuración favorable, figura 6, la parte izquierda de la región de salida se localiza por encima de la
zona frontal en superficie y los ascensos asociados al viento máximo se acoplan con los del sistema frontal y de
esta manera se produce la liberación de la inestabilidad potencial y a la formación de convección severa. La
presencia y localización del chorro en niveles bajos favorecerá aún más esta situación, cuando la rama
ascendente de la circulación térmica indirecta asociada con la región de salida de una corriente máxima en niveles
altos se sitúa precisamente sobre la rama ascendente de la circulación térmica directa asociada a un chorro en
niveles bajos.
Figura 7. Acoplamiento desfavorable entre la corriente en chorro niveles altos (Upper Jet) y un chorro en niveles bajos (Lower Jet).
Los procesos asociados al hundimiento de la tropopausa y las anomalías en la vorticidad potencial están
muy relacionados con la ciclogénesis en la troposfera inferior. El canal de vapor de agua es muy útil para la
localización de los vientos máximos asociados a los pliegues o hundimientos de la tropopausa.
En una imagen de WV los tonos oscuros y grises corresponden a temperaturas más cálidas. Las áreas
con un contenido de humedad apreciable aparecen con temperaturas radiativas más bajas, y por lo tanto con
tonos brillantes.
Este canal ofrece una información muy valiosa sobre la dinámica de niveles altos y medios de la
troposfera mediante el uso de modelos conceptuales apropiados. El modelo de circulación alrededor de un pliegue
de la tropopausa provocado por una anomalía térmica fría en 500 hPa se puede ver en el esquema de la figura 8.
Figura 8.Modelo pliegue o doblez de la tropopausa (izquierda) e imagen vapor de agua (derecha).
En la zona donde se acelera/desacelera el chorro las bandas oscuras se ensanchan. En la zona marcada
con una C se aprecia un ensanchamiento de la banda oscura sobre la parte trasera de la vaguada. Esto es debido
a la desaceleración fuerte del flujo en la región de salida del máximo con la consiguiente circulación ageostrófica
hacia los geopotenciales mayores.
En B se aprecia una zona grisácea moteada de blanco asociado a la presencia de una masa fría en 500
hPa causante del hundimiento de la tropopausa, reflejo de la actividad convectiva en niveles inferiores.
La localización de la corriente en chorro en el canal infrarrojo no es tan inmediata como en el canal WV.
Sin embargo, cuando hay la suficiente humedad para la formación de nubosidad de tipo alto, la banda de cirros
deja el eje del chorro a su izquierda. Corriente arriba de la dorsal en altura los cirros forman una banda convexa
con su borde bien definido. Corriente abajo de la dorsal la curvatura anticiclónica de la banda nubosa es un buen
indicador de la presencia del chorro.
Cuando tras el paso de un sistema frontal hay una descarga fría sobre un océano más calido, el eje de la
corriente en chorro se puede localizar en la zona de separación de las células abiertas y las células cerradas. La
altura del nivel de la inversión condiciona la formación de nubosidad de tipo cumuliforme en las células abiertas en
el lado frío de la corriente en chorro, y de tipo estratiforme en las células cerradas en su lado cálido.
Una sección vertical transversal de la corriente en chorro se muestra en la figura 9. Se aprecia que hay
una considerable cizalladura vertical del viento geostrófico desde 700 a 350 hPa. La relación del viento térmico
implica que la cizalladura vertical debe ir a acompañada por un gradiente horizontal de temperatura. En la figura
se ha dibujado la temperatura potencial a través de la corriente en chorro, y se puede ver un significativo contraste
de temperatura en prácticamente toda la troposfera y baja estratosfera. Este contraste de temperatura caracteriza
los frentes dentro de las depresiones en latitudes medias Por encima del núcleo del viento máximo las líneas de
igual temperatura potencial tienen pendiente hacia abajo y por debajo pendiente hacia arriba, tal y como exige la
relación del viento térmico. El máximo de viento se localiza en la vecindad del frente frío en superficie, ya que la
gran cizalladura vertical asociada con el viento máximo debe estar asociada con una zona de gran contraste
horizontal de temperatura, tal y como sucede en la zona frontal.
∂θ
La vorticidad potencial isentrópica PV ≡ − g (ξθ + f ) sirve como trazador del aire estratosférico en las
∂p
intrusiones de éste en la troposfera en las cercanías de la corriente en chorro, por lo que a menudo se dibuja en
los cortes verticales. La tropopausa dinámica se define como la superficie de 2 PUV (unidades de vorticidad
-6 2 -1 -1
potencial, 1 PUV = 10 m s Kkg ). El aire que ha permanecido un tiempo suficiente en la estratosfera adquiere
una estabilidad estática alta, por lo que la vorticidad potencial es mayor en esta capa que en la troposfera.
Cuando una capa de aire estratosférico se introduce en la troposfera, y esto sucede en el lado frío de las
corrientes en chorro, se produce un estiramiento vertical de esa capa disminuyendo la estabilidad estática. De
acuerdo al principio de la conservación de la vorticidad potencial se requiere que la vorticidad relativa aumente.
La tropopausa corta el núcleo de la corriente máxima con pendiente uniforme hasta que lo sobrepasa y
desciende abruptamente. Según se aprecia en la figura 9, es baja y relativamente cálida en el lado ciclónico de la
corriente en chorro y alta y fría en el lado anticiclónico. Un avión que cruzara el chorro transversalmente siguiendo
el nivel de 250 hPa pasaría desde la alta troposfera a la baja estratosfera, en la que la humedad relativa sería
menor y la concentración de ozono mayor. También registraría un incremento notable en la vorticidad potencial.
Las líneas rojas del corte vertical son iséntropas, y están sombreadas las zonas con altos valores de
vorticidad potencial, lo que es indicativo de que se trata de aire de procedencia estratosférico. La velocidad del
-1
chorro en su núcleo es de 60 ms . Debajo de la corriente máxima hay una capa con una muy fuerte cizalladura
vertical del viento y, según la relación del viento térmico, un marcado gradiente horizontal de temperatura.
Constituye una zona frontal en niveles altos caracterizada por una notable vorticidad ciclónica y una fuerte
estabilidad estática puesta de manifiesto por el gradiente vertical de las iséntropas. La vorticidad potencial de este
aire es mucho mayor que la del aire dentro del núcleo de la corriente máxima, por lo que se deduce que el aire
dentro de la zona frontal de niveles altos es de procedencia estratosférico. El contorno de la vorticidad potencial
se adentra por debajo del núcleo de la corriente máxima hacia el lado anticiclónico hasta conferirle una
característica forma de S.
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En las zonas con fuerte cizalladura vertical por encima y por debajo de la corriente en chorro, el flujo
puede romperse en remolinos turbulentos que dan lugar a la turbulencia en aire claro. Este es un fenómeno que
puede resultar peligroso para la navegación aérea puesto que se forma en zonas de subsidencia y sin nubosidad.
El pliegue de la tropopausa o intrusión de aire estratosférico puede ser un proceso reversible, pero
también este aire puede incorporarse definitivamente a la troposfera perdiendo su distintivo alto valor de vorticidad
potencial. La subsidencia de este aire sobre el frente frío en superficie se pone de manifiesto en las imágenes de
vapor de agua como una banda seca oscura detrás de dicho frente. La entrada de este aire de origen
estratosférico en el medio ambiente de una depresión en desarrollo contribuye a la intensificación de este sistema
cuando se encuentra en la última fase de su ciclo de vida.
Referencias bibliográficas
“Encyclopedia of Atmospheric Sciences”, Edited by J.R. Holton, 2003, Academic Press.
“Images in weather forescasting”, Bader, Forbes, Grant, Lilley and Waters, 1995, Cambridge.
“Mid-Latitude Atmospheric Dynamics”, Martin, Jonathan E. 2006, Wiley.
“ Jet streaks“, COMET
“Atmospheric Science. An introductory survey”, Wallace and Hobbs. 2ª Ed. Academic Press
“Diagnóstico de niveles altos.Módulo TEMPO TAD4”, Antonio García Méndez, 1995, INM.
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TABLA DE CONTROL DEL TEMA
14 de mayo de 2015
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