Es entrar en una comunicación correcta con Dios, en el plano del Espíritu y de
acuerdo con la Palabra. Nuestra oración siempre debe incluir adorarle y alabarle; teniendo en cuenta que lo adoramos por lo que Él es: Apocalipsis 4:8-11 y 7: 11-12 y que los alabamos por lo que Él hace: Salmos 105: 1-7. Lo que nuestro Señor le decía a la Samaritana respecto al tiempo en que los verdaderos adoradores adorarían al Padre en espíritu y verdad, es precisamente éste, en el que nos encontramos ahora y que comenzó en el momento en que nuestro Señor Jesucristo hizo posible, esta relación con el Padre. Juan 4: 23-24 Nuestra oración no debe enfocarse en pedir cosas a Dios, sino en recibir más y más de Él, conocerle más, es incluso desear menos las cosas y deleitarnos con aquel que nos las da todas en abundancia. Entre más le conozcamos, más le amaremos. Mateo 6: 19-21, 6: 25-34, Efesios 1: 3-4.
¿QUIÉNES PUEDEN ORAR?
• Todos los que han recibido a Jesús como Señor y Salvador y que quieren tener una relación real con Dios. Juan 1:12. Para acercarnos a Dios, además de haberlo recibido, debemos saber que Él estará ahí con nosotros. Hebreos 11: 6.
¿POR QUÉ DEBEMOS ORAR?
• Porque es la voluntad de Dios 1ª Tesalonicenses 5:17 • Porque Jesús, nos dio ejemplo y se mantuvo en perfecta comunión con el Padre, porque dependía de Él. Marcos 1:35 • Para no entrar en tentación, así como para hacer la voluntad del Padre. Mateo 26: 40-42 ¿A QUIÉN DEBEMOS ORAR? • Podemos orar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, de forma independiente; pero la Biblia dice que debemos orar al Padre en el nombre de nuestros Señor Jesucristo y mediante el poder del Espíritu Santo, porque fue la voluntad del Padre que Jesús recibiera toda gloria y toda honra por causa de la obra redentora.
¿PARA QUÉ ORAMOS?
• Para conocerle Jeremías 33:3 y 9; 23-24 • Para conocer su voluntad y para recibir guía en nuestra vida. Salmos 5:3
¿DÓNDE DEBEMOS ORAR?
• En todo tiempo y lugar. Salmos 55:17 Salmos 5:3, marcos 1:35, 1ª Tesalonicenses 5:17 • Debemos tener un tiempo en quietud y ponernos de acuerdo con Dios, Mateo 6: 5-7