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73-9}
Raú, Axtpt,o
Universidade Federal de Santa Catarina
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modemizadoras en la esfera pública, en el campo cultural, por ejemplo, el debate se
bifurca y prolifera en procesos diseminados de transculturaciones, hibridaciones o
traducciones, es decil, de antropofagia cultunl. Lo nacional y lo cultural tensionan, de
este modo, las relaciones enfe unificación y segmentación o entre ruptura y autonomía
a punto tal que "las historias de la literatura podrían contar ambiguamente esa tensión,
en la üteratura misma, entre las políticas de las identidades, la nacional y la cultural. Y
2.
esa misma tensión penetraría la escritura de las historias", literarias y culturales
El discu¡so críüco de la modemidad latinoamcricana sería, en este sentido, fruto de
una tcnsa relación de hegemonía que, asumida por las instituciones periféricas, se
consütuye,paradójicamente, en condición de su propia autonomía. Esatensión, más allá
de la tensión enfe políticas nacionales y culturales, definiría un punto de vista, una
posición apartirdelacual sehabrían escrito,cn formaderelatos,las historiasregionales
o comparadas de América Latina. Ludmer ha desarrollado esas hipótesis en los análisis
de ficciones del delito, ficciones en que la construcción significante de la diferencia
3.
aparece como suplemcnto interior a los Estados nacionales
Me gustaría proponcr una va¡iante dcl modclo. Analizar el discurso crítico como
construcción suplementaria de la difcrcncia que se elabora en la tensión entre
represenhciones de canon y contra-canon, y que haría que la literatura, además de
situarse en el diferendo entre lo nacional y lo cultural, escribiese el rcvés del discuno
crÍtico o, si se prefiere, lleva¡ía a la crítica a alegoruu la lectura de esas narrativas,
decisivas, además, en la construcción de ficciones idcntitarias. El punto de vista es el del
crítico extranjero o el de la crítica como extrañamiento de la representación.
II
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quefunde; todo se pulveriza y pierde sus a¡istas, aunque el tiempo apenas haya
dadounpaso más.Peroexiste unaextraortlinariaycasi inconcebiblefermentación:
los problemas de la víspcra se plantezrn de nuevo cada día y un sin número de
otros extremos, desconcer[antcs- son incansablemenfe inventados
-nuevos,
por espíritus de prodigiosa acúvidad y no menos prodigiosa incapacidad de
paciencia y continuidad. En resumen: una producción que inunda realmente el
mercado, sin proporción con las nccesidades y la capacidad misma del consumo.
De hecho, muchas riquezas, muchos espacios vírgenes bruscamente abiertos a
la exploración y, a veces, a la explotación: el sueño, lo inconsciente, todas las
formas de lo maravilloso y de cxceso (lo uno definiendo a lo oro). Un
individualismo furioso que convcrtía al ¿ scándalo envalor, daba al conjunto una
especie de unidad efectiva y como lírica. Era, en verdad, pasa$e de la meta: en
todo caso, es mucho da¡ a la socicdad eso de complacerse tanto en provocarla.
Quizás deba vcrse allá el gcrmcn de una conl¡adicción cuya arnplitud creciente
tenía que acabar por dominar, bajo un cierto registro, la vida intclectual de la
época: intentando los escritores, con torpeza o soberbia, participar de las luchas
políücas, y viendo acordarse tan mal sus preocupaciones íntimas con las
exigencias de su causa, que pronl.o debían somcterse a abandonar la empresa-
De esas dos determinaciones opuestas, investigación de los fenómenos humanos
de gran profundidad, soliciración impcrativa de los hechos sociales, ninguna
puede ser dejada de lado sin quc muy pronto se lo lamente. En cuanto a sacrificar
a la una por la otra o esperar a que sca posible seguirlas ambas paralelamente la
experiencia no ha dejado de most¡ar a qué graves errores exponían tan falsas
soluciones. De otro lado debe vcni¡ la salvación.
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todo su sentido a la empresa: la ambición de que la comunidad asf formada se
desborde de su plan inicial, se deslice de la voluntad de conocimiento a la
voluntaddepotencia, seconvierlaen núcleode unamás vastaconjuración.Oculta
el cálculo deüberado de que ese cuerpo encuentre un almat.
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acompañadadeun sentimiento derupturaque implica unaperturbación aún mayorque,
sin embargo, está contenida por las ceremonias y rituales festivos: "si la muerte
prevalece sobre un ser supremo, que por esencia parecía haber triunfado sobre ella,
domina el sentimiento de ruptura total y el desorden se vuelve ilimitado"6. De forma
semejante, en "Teoría de la fiesta" (1940), parte integranle de L'Homme et le Sacré,
Caillois afirma, en el camino de Mauss, que la fiesta se define siempre por la danza y
por la excitación, por la comida y por la bcbida. Hasta el hastío, hasta el agotamiento,
hast¿ la enfermedad.
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vez, al principio y fuera del devenif.
Tal prácrica, transgresiva y dcsbordada, había aparecido algunos meses antes, en
noviembrede 1939, en una reseñaal ensayodc Hcnri LefcbvresobreNietzsche. Caillois
elogia, en esa ocasión, el hecho de que cl autor haya abordado el problema crucial de la
reforma reciente de las instituciones y de las frontcras y de "no reubica¡ a Nietzsche en
su época de una manera estética --{omo acostumbraba a hacerlo desde hace mucho
tiempo la historialiteraria-sino situarlo en un detcrminadopunto de un desarr.ollo que
lo supera, que comienza al nacer el mundo modcrno y que aún no ha terminado en la
actualidad'¡, esfuerzo que implicaría colocarlo, simultáneamente, en el comienzo y
fuera del deveni¡.
Desbordamiento de la razón, violación de los límites y ambivalencia del sentido,
marcan, también, oEo ensayo de esa época, una lectura dc Loyola, verdadcro manifiesto
de la transgresión, donde defiende la idca dc que:
Sabemos que Roland Barthes describe los ejercicios ignacianos como algo temible
y, al mismo tiempo, deseable, pura deixis de lo moderno: "c'est que, comme dans la
revérie du haschich dont Baudelai¡e décrit I'effet tour á tour amenuisant ou dilatant, le
7e ignacien, quand il imagine selon les voies du fantasme, n'estpas une personne [...] il
n'est plus que le verbe qui soutient et justifie la scóne"'.. Caillois también lee los
Ejercicios como una biblioteca total, como un disposiúvo unificador exasperado:
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adquirió durantesus diezaños demendicidad y de rudaspruebas,de vagabundaje
y de cárcel: su verdadero descenso a los Infiernos, idéntico al que consagra a los
héroes de los mitos y les conhcre los dones que alrancan el éxito".
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aquellos que encierran muestras de otro mundo"ró. El rey ahora üene nombre: Pierre
Mena¡d.
En efecto, en el mismo número en que Caillois se inicia en Szr, frente a é1, como en
un juego de truco oajedrez, Borges publica laprimera de sus Ficciones:"Pierre Mena¡d,
autor del Quijote'l?. Pa¡a continuar con las eventuales coincidencias (Menard, por
ejemplcr, traduce, prefacia y anota el Libro de la invención liberal y arte del juego del
ax¿drez de Ruy Lópezde Segura) las trayectorias de Mena¡d y Caillois mantienen una
proximidad mucho más que metonímica: el trabajo crítico como mutua determinación
del sujeto en la historia y de ésta en él; el ca¡áctcr estructural, total y funcional de la
ficción; la exigencia de libera¡ la historicidad del interior del mismo relato histórico,
mostrando que la auto'reflexividad, como contra-discursividad, está, por definición, en
la base pero también fuera de la transformación; el desbordamiento de la norma; la
equivocidad del sujeo que, explorando la faculuad miméüca del lenguaje, ansfu una
identificación total, aunque decididamente ilusoria; en fin, la ambivalencia de oda
apreciación.
Todo acontecimiento es incomparable; al mismo tiempo, la práctica habitual de las
traducciones nos muestra que todo trabajo críüco consiste, fundamentalmente, en
redunda¡ y variar. El agotamiento dc la norma, su transgresión, la exploración de lo
ficcional más allá de sus límites específicos, muestra lo irrisorio de toda tentativa
mimética, a condición de volverla visible y viable, en su mismo esfuerzo por existirtt.
En el caso de Borges, Pierre Menard, sin duda, lo coloca en el mapa. En el margen, no
obstante, dominante. En ese lance, posiciones conjugadas aunque opuestas se leen, en
verdad, como antagónicas pero a¡ticuladas. Saer destacó, recientemente, que:
Más aún: en el inicio de la quena que llevó a Caillois a Buenos Aires, Borges ironizó
amarg¿rmente al,francés, represenüindolo como:
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previsibles ynada interesantes que mantiene con el "sale Boche". De ahf
también, el riesgo de que nosoEos intervengamos, por deseo de figurarre.
Por eso no cabría leer a Piene Menard como alter ego del escritor sino quiás del
sociologue:
Comparar a Borges con su criatura, sería m¿ís que una equivocación crítica, una
verdadera ofensa: para Borges, Pierre Menard es, en el mejor de los casos, un
frívolo, y, en el peor, un plagiario y un cha¡latán. [...] Si en el mejor de los casos
Pierre Menard no es un esLafador, podríamos prgguntarnos si lo que Borges
criticaen su métodoliterario (enelde Valéry), no es unaespeciedevoluntarismo
conceptual queéljuzga inadecuadopara lacreación literaria. Si esto fuesqverdad
[...] nos encontraríamos ante una curiosa paradoja: Borges sería exaltado por la
críüca francesa en nombre de cielos valores literarios a los que Borges se opuso
durante toda su vida2o.
Une nouvelle de Borges illustre fon clairement cet aspect humain de la mise,
c'estlaLorcrie de Babylon¿. Cette loterie fut d'abord, comme toutes les auBes,
proposée A la libre accepfation et au libre refus des Babyloniens. Achetait un
billet qui voulait. Et les lots, natu¡ellement, é[aient en "espcs", correspondant
sans doute A la redisribution partielle, sur les quelques numéros gagnants, du
total des "mises". Ce n'était qu'un jeu. Plusieu¡s transformations ingénieuses
firent bientót de cette loterie un destin. Ca¡ elle devint obligatoire, et les
organisateurs trouvérent intéressant de dissimuler le nom des gagnants et la
nature de ce qu'ils gagnaient. Il advint mOme un temps oü la loterie désigna,
toujours secrétement, des perdants. En sorte que les accidents, les maladies et les
morts furent imputés á la décision aveugle de la loterie, tout comme les
événements heureux ou simplement indifférents. Comment, en effect, penserle
destin autrement que comme une loterie obligatoire? Le destin n'est pas
seulement nécessité indéterminable, il est aussi, nécessité de cette nécessité. E¡
c'est la liberté de la mise qui assure cette conüngencd¡.
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interpretar la teoría de los ciclos como autobiografía dcl emigrado para quien el eterno
retomo es:
Esta interpreución, que como vcstigio coincide con una escritwa de Caillois, la de
su ensayo sobre el tiempo circula¡ y cl ticmpo rccúlíneo que abre el número 42 de
Diógenes sobre el hombre y la noción de historia cn Oriente, csa interpret¿ción no revela
solo el destino sudamcricano,odes-astre personal dc Caillois. Señala además el propio
destino sudamericano de Borges ya que, a t¡avós de Caillois, Borges lce a Machado de
Assis.
En efecto, en "Las lol.erías 'culturales"', Caillois sostiene que, en la sociedad
modema, basada en la producción, el aza¡ funciona rctomar la expresión de Th.
Ribot- como "la fascinaLion d'acquérir d'un bloc, -para
sans peine, en un instant", una
invitación al viaje, al lujo, a la calma y a la volunucl.
Por lo general, se desconfía de esos jucgos, nos dice Caillois, porque ellos
esúmularían lapereza,el fatalismo y la superstición:
mais on n'imagine pas pour autant qu'ils soient capables de fourni¡ le modéle
d'unerepréscntaüon du monde ou d'ordonner, füt-ce á I'auveglette, une sorte de
savoir encyclopédique embryonnaire. Pour[ant le fatalisme, le déterminisme
strict, dans la mesurc oü ils nicnt lc libre a¡biue et la responsabilité, se
représentent l'univers entier comme une gigantesque loterie généralisée,
obligatoireet incessanl.e, oü chaque lot-inévitablc-n'apporte que la possibilité,
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je veux dire la nécessité, dc participer au ürage suivant et ainsi de suite á I'infini.
En outre,chez des populationsrclativementoisives,dontle travailestloinentout
casd'absorberl'ónergiedisponible ct oü il neréglepas I'ensemble del'existence
acquiérent une importance cuiturelle inattendue qui influence également I'art,
l'éthique, l'économie et jusqu'au savoir¡.
La lotería cultural impone, sin embargo, la esperanza corno norna. Es lo que se lee
en el bolo de Camilo, el ganador de la quinicla de Machado de Assis, y es lo que nos dice
en tono displicente, como todo uso popular de la cultura letrada, la filosofía de
almanaque delas Mógoas e sonhos do povo de Lima Ba¡reto:
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Pero, en compensación,
une éfiange symétrie se fait jour: alors que le sport est fréquemment I'objet de
subventions gouvernementals, les jeux de hasard, dans la mesure oü l'État les
contrÓle, contribuent á alimenter sa caisse. Parfois, ils lui procurent m0me ses
principales ressources. La chance, mOme réprouvée, humiliée, condamnée,
garde ainsi droit de cité dans les sociétés les plus rationnelles et administratives,
celles qui sont les plus éloignées des prestiges conjugués du simulacre et du
vertigeF.
En resurnen, el fan¿asma de esa estéúca es una ficción, la ficción del deüto verbal,
ficciónprimordialqueusala disimulación, el disfraz y laintimidación,es decir,lalógica
de lamáscara, pa¡a trazar unespacio pre-modernode simulacro y éxtasis, de mimetismo
y posesión. Esus ideas que Caillois desanolló en una conferencia de 1965 sobre las
relaciones entre el animal, el hombre y la máquina, hablan, al mismo üempo, de un
principio de agotamiento de la modernidad misma. Son una línea de fuga. Una pose.
IU
Al analiza¡ la fotograffa bajo el II Impcrio, Giséle Frcund observa que entonces "les
mains jouaient un róle tout particulier'2?, cstilema del que ella misma se apropiará en
varios trabajos. En los retratos que hace de And¡é Gide (1938), Ofega y Gasset (1939)
y VictoriaOcampo (1939) las manos siempre toman la cabezadel personaje; en los de
Walter Benjamin (1938) y Marcel Duchamp (1939), es el rosro el que descansa
apoyado en la mano; en los de Valéry (1939), Colette (1939), Tzara (1940) o Cocteau
(1939) la mano del reraüado se arnpara en el mentón. En este último, en particular,la
mano no es solo un marco sino que sc dcsdobla también como fondo, en un enorme
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amuleto, un amuleto casi tan grande como cl modelo. En la línea de la teoría
baudelairiana del maquillaje,la mano funciona como índice de ambivalencia estética.
Es una exageración, o como diría Sylvia Molloy, una estrategia desafiadora para no
pasardesapercibido, para solicitarcl nrirar del otro, para forzar una lecturapero también
para imponer un discurscPt. Con todo, es precisamente la saturación del procedimiento
que connoüa un aspec[o satírico y, en un último análisis, asiméfico entre lo legible y lo
visible ya que si lo visiá/e de esos retratos es apcnas un cliche,lo legible es subterráneo
pero inhnitamente heroico, impar, por lo tanto, inacabado. Es la mano de GiséleFreund.
Por su intermedio, ficción y política se dan las manos.
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a la lógica vertiginosa que precipita acontecimientos, nos define (a Borges, a Caillois,
a Pierre Menard y a mí mismo) como epigrafistas:
La sociología del contra-canon conoce solo dos actores: rey y verdugo. Ambos, no
obstante, son infinitos.
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NOTAS
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obstáculos de naturaleza particular se oponen al desarrollo de un conocimiento de los
elementos vitales de la sociedad: el carácter necesa¡iamente contagioso y activista de
las representaciones que el rabajo pone de relieve parece serresponsable de ello.
"2. Por consiguiente, hay motivo para desarrollar entre quienes se proponen llevar lo
más lejos posible las investigaciones en ese sentido, una comunidad moral, en paÍe
distinta de la que une habitualmente a los sabios, y vinculada precisamente al ca¡ácter
virulentodel terreno estudiado y de lasdeterminaciones queen él serevelan pocoapoco.
"Esa comunidad no es por ello menos libremente accesible que la de la ciencia
constituidary todapersona puedeaportarle su punto de vista personal, sin consideración
de la preocupación particular que la induce a tomar conocimiento más preciso de los
aspecúos esenciales de la existencia social. Sean cuales fueren su origen y su meta, se
considera que esta preocupación es suficiente por sí sola para fundar los vínculos
necesarios para la acción común.
"3. El objeto preciso de la actividad contemplada puedc recibir el nombre de so ciologfa
sagrada, por cuanto implica el estudio de la existencia social en todas aquellas
manifestaciones en que se manificsu la presencia activa dc lo sagrado. Se propone así
establecer los puntos de coincidencia entre las tendencias obsesivas fundamentales de
la psicología individual y las cstructuras dirigentes quc prcsiden la. organización social
y ordenan sus revoluciones". Cfr. "Sociología del verdugo", op. cit., p. l8-19.
6. Georges Bataille. O Erotismo. Lisboa, Difel, p. 58-9.
7. Roger Caillois. "Teoria de la fiesla". ,!ur, nq 64, Buenos Aires, mayo de 1940, p. 60-
61. En esa línea se registra también la rescña d, Homa Ludens de Huizinga (.!r, 108,
1943, p. 75-8) y "Juego y Civilización" (Sur, 268, enero-febrero 1961, p. 60-8)
preanunciando su volumen para la Pléiade sobreJeux et sports (1967).
8. Ibidem, p. 62.
9. Roger Caillois. "Henri Lefebvre-Nietzsche, suivi de Textes Choisis". Sur,62,
noviembre 1939,p.77.
l0.Roland Barthes. Sade, Fourier, Loyola, Paris, Scuil, 1971,p.69.
11. Roger Caillois. "Ludwig Marcuse. Ignace de Loyola (Payot)". Sar, 64, enero 1940,
p.86.
12.Roger Caillois. "Reconocimiento a Mendeleiev" en Intenciones, op. cit., p.78-9.
13.Roger Caillois. "El poder de las palabras", Sur, nq 35, enero 1946,p.7-28.
14.Roger Caillois. Cfr. "La imaginación rigurosa", "Nuevo alegao para las ciencias
diagonales" y "Fantástico natural" en Intenciones, p. 34-45 y 58-71.
15.Roger Caillois. "Jeux et Techniques, I'opposition et les cases conjuguées sont
reconciliés". Nouvelle Revue Frangaise, ne 288, I sctiembre 1937 , p. 5114.
16. Roger Caillois. I ntencio ne s, p. 77 .
17. Jorge Luis Borges. "Pierre Menard, autor del Quijote".,Snr, 56, mayo 1939,p,7-16.
En agosto, Borgespublicaríasu siguienterclatoenS¡¿r,"La bibliotecatotal",protoversión
de "La biblioteca de Babel".
18. Beatriz Sa¡lo sosüene que "the paradox of Piere Menard illusrates the process of
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writing, by taking, it to the ümits of the absurd and of imposibility, yet at the same time
making it visible. The proposition, formed in the geographical-cultural margin of the
River Plate, offers a new situaüon for the writer and for Argentine literatwe, whose
operations of mixtu¡e, of free choice without "devotions" [...] do not have to respect the
hiera¡chical order attributed o originals. If no originality is attached !o the text, but only
to the writing or reading of a text, the inferiority of thc margins vanishes and tl¡e
peripheral writer is entitled to úe same claims as his or her European predecessors or
contemporaries". Cfr.,Ior ge Luis Borges. AWriter on the Edge. Londres, Verso, 1993,
p.33.
19. Jorge Luis Borges. "América y el dcsüno dc la civilización occidental" . Nosotros,
año 1, n0 l, Buenos Aires, abril 1936, p. 61.
20.Juan José Saer. "Borges francófono" . Punb de Vista,36, diciembre 1989,p.224.
21. Roger Caillois. 'Teux de Hasard" en Jeux et Sports. Paris, Gallim ard,1967 ,p.445-
6.
22.ldem. 'I-es tlémes fondamentaux dc J. L. Borges". J. L. Borges. paris, L'Herne,
l98l,p.Zr2.Es lo que se comprueba, por ejemplo, en la recepción brasilera de caillois,
entrevistado por Brito Broca en su viaje a RÍo de 1948 (cfr. Letras e Artes, A Manhó,
3 de octubre 1948) o anaüzado, a partir de Babel,por cyro dos Anjos (cfr. "Literatura-
sociedade-discipüna", ibidem,9 de enero 1949) o Sérgio Milliet ("Uma crítica ao
relaxamento da vida moderna", ibidem,8 de enero 1950 y "Roger Caillois e a poesia",
ibidem,5 de febrero 1950).
23. Idem. "Les loteries 'culturelles"' en leux et Sports, op. cit., p. l0@-1010.
24.cfr. Joaquim M. Machado de Assis. "Jogo do bicho" en Relíquias ds'casa vellw,
vol. I, Rio de Janeiro, Jackson, 1937 y Lima Baneto, "Coisas do jogo do 'bicho"'en
Marginólia. Sáo Paulo, Leitura, 1953, p. 315. En su bibliografía, Caillois declara haber
consultado algunas crónicas sobre el asunto, una de Bilac enCrítica e Fantasia (1904),
otra de Rubem Braga, en la revista L eüura (1949), más citra, en O Cruzeiro (1951) de
Rachel de Quei¡oz y estudios de aquello que, en la época, se llamaba/o lklore como el
de Basílio de MagalháespuaCultura Política (1945) o de Joáo Ribeiro en el diarioA
Manhó (1944). Es bueno subrayar la peculiaridad dc los géneros menores que se
ocupaban "del bicho". En relación a ellas se invierte la ecuación acuñada por Lima
Barreto para describir su actitud hacia la Biblioteca, el suntuoso predio de la Biblioteca
Nacional que lo relegaba a la condición de "bandido tímido". Beatriz Resende analiza
el tópico en Lima Barreto e o Rio de Janeiro emfragmentos. Rio de Janeiro, Editora
UFRI,1993.
25.Roger Caillois. "Les loteries 'culturellcs"', p. 1020.
26.L¿urent Jenny. "Roger caillois: esthétique généralisée ou esthétique fantóme?"
Lítterature, 85, febero 1992, p. 64.
27."I*s uns se font representer la main droite sur la poitrine; les aut¡es la tenaient
négligemment replié sur la ceinture ou fombant le long de la cuisse. Ce monsieur joue
avec les breloques de sa montre, ce[ auEe a la main droite plongfu dans son gilet d'une
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faqon méditative, imitée des grar:ds oratcurs parlamcntaires. Dans les poses, mOme les
plus simples etles plus naturelles, en apparcnce, on scntporcer un gonflementintérieur,
une importance naive et comique; il n'cst pas jusqu'it la manidre dont ces braves
bourgeois portent lcur luncttes, qui n'ait son emphase ct son dignité". Giséle Freund.
Photographie et Societé, P¿uis, Seuil, 1974,p.66 e Itinéraires, Paris, Ccntre Georges
Pompidou, 1991.
28. Sylvia Molloy. "La política dc la posc" cn Las culturas de fin de siglo en América
Latina, op. cit., p. 128.
29.Roger Caillois. "Discurso" en Roger Caillois y la Cruz del Sur en la Academia
1i
Francesa,op. cit., p. 51.
30. En abril de 1942 (Sur, 9l) Borgcs rcscña L¿ roman policier que Caillois publicara
lil
a fines de 1941 por su editora portcña, Les Lettrcs Frangaises. Más que cuchillero,
verdugo, Borges ironiza: "Muchas páginas he leído (y escrito) sobre el gónero policial.
Ninguna me parece tan justa como ést¿s de Caillois. No excluyo el excelente tratado de
Frangois Fosca, Ilistoire et techniques du roman policier (1937 , Paris)", expresión que
motivaría la róplica de Caillois en el mismo númcro (p.71-2) y otra réplica de Borges
en el número siguiente (p.72-3).
3l.Jorge Luis Borges. "Picrre Mcnard, autor tJcl Quijotc". Obras complelcs. Buenos
i
Aires, Emecó,19"14, p. 450.
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