Está en la página 1de 29

918 Aspectos de cirugía ginecológica

CAPÍTULO 38

Anatomía

PARED ABDOMINAL ANTERIOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . 918 practicar intervenciones quirúrgicas sin complicaciones neurovas-
culares.
ANATOMÍA PÉLVICA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 922
Pelvis ósea y articulaciones pélvicas . . . . . . . . . . . 922 ■ Piel
Aberturas pélvicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 922 El término líneas de Langer describe la orientación de las fibras
dérmicas dentro de la piel. En la pared abdominal anterior, éstas
Ligamentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 922 tienen una disposición transversal (fig. 38-1). Como resultado, las
Músculos y fascias de la pared pélvica . . . . . . . . . 923 incisiones cutáneas verticales soportan mayor tensión lateral y por
tanto, en general, producen cicatrices más anchas en comparación
Piso pélvico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 925 con los cortes transversales.
Irrigación de la pelvis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 927
Inervación pélvica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 928
■ Tejido celular subcutáneo
Este estrato de la pared abdominal anterior puede separarse en una
Vísceras pélvicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 928 capa superficial de predominio adiposo, conocida como fascia de
Espacios quirúrgicos retroperitoneales. . . . . . . . . . 937 Camper, y una túnica más profunda y membranosa, llamada fascia
de Scarpa (fig. 38-2). Dichas fascias no son capas separadas, sino
VULVA Y PERINEO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 940 que son continuación del tejido celular subcutáneo. La fascia de
Scarpa continúa con la de Colles en el perineo.
BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 946
Correlación clínica
La fascia de Scarpa está mejor desarrollada en la parte inferior del
abdomen y se identifica con más facilidad en las porciones laterales
Un ginecólogo debe estar familiarizado con la anatomía de la pelvis
de una incisión transversal inferior, justo en disposición superficial
femenina y la pared abdominal inferior. En los últimos 20 años, el
a la aponeurosis del recto del abdomen. Rara vez se identifica en
conocimiento habitual de la anatomía pélvica se complementó con
incisiones de la línea media.
una mejor comprensión de la fisiología neuromuscular que regula
la función de dicha área. Este capítulo presenta una revisión amplia
de estas relaciones. ■ Vaina del recto
Las aponeurosis de los músculos oblicuo externo, oblicuo interno y
PARED ABDOMINAL ANTERIOR transverso del abdomen (músculos del flanco) se unen para crear la
vaina del recto (fig. 38-2). Estas capas aponeuróticas se fusionan
La pared abdominal anterior brinda soporte central al tronco en la región media para crear la línea alba. En la parte inferior del
humano, confina las vísceras abdominales y contribuye con la abdomen, la transición del componente muscular al aponeurótico
acción muscular para funciones como la respiración y la evacua- de los músculos oblicuos externos ocurre sobre una línea vertical
ción. En el área de ginecología se necesita el conocimiento integral que pasa por la espina iliaca anterosuperior. La transición de múscu-
de la estructura estratificada de la pared abdominal anterior para lo a aponeurosis en el oblicuo interno y el transverso del abdomen
Anatomía 919

ocurre en la parte interna. Por esta razón, a menudo se notan las


fibras musculares del oblicuo interno bajo la capa aponeurótica del
oblicuo externo en las incisiones transversales inferiores.

CAPÍTULO 38
La anatomía de la vaina del recto por arriba y abajo de la línea
arqueada tiene importancia para los cirujanos (fig. 38-2). Esta lí-
nea define el punto donde la vaina del recto pasa delante de los
músculos rectos y casi siempre se halla a la mitad de la distancia
entre la cicatriz umbilical y la sínfisis del pubis. En posición cefálica
a la línea arqueada, la vaina del recto se encuentra por delante y
por detrás del músculo recto del abdomen. Por arriba de la línea
arqueada, la vaina del recto se encuentra anterior y posterior a los
músculos rectos. En este nivel, la aponeurosis del oblicuo externo
y la aponeurosis dividida de los músculos oblicuos internos forman
la vaina anterior del músculo recto del abdomen. La vaina poste-
rior del recto se compone con la aponeurosis dividida del músculo
oblicuo interno y la aponeurosis del transverso del abdomen. Por
debajo de la línea arqueada, todas las capas aponeuróticas pasan
por delante de los músculos rectos. Por tanto, en la parte inferior
del abdomen, la superficie posterior de los músculos rectos está en
contacto directo con la fascia transversal.

Correlación clínica
En la parte inferior del abdomen, las aponeurosis de los músculos
oblicuo interno y transverso del abdomen se fusionan. Por lo tanto,
sólo se identifican dos capas durante las incisiones transversas sobre
las aponeurosis en la porción inferior del abdomen (Sección 41-2,
pág. 1022). En contraste, en la incisión vertical medial a través de
FIGURA 38-1. Líneas de tensión cutánea de Langer. la línea alba, sólo se encuentra una capa aponeurótica.

Músculo recto del abdomen

Arteria y vaso epigástricos superficiales Vaina anterior del recto Piel

Tejido subcutáneo

Músculo oblicuo externo


Músculo oblicuo interno

Arteria y vaso epigástricos Vaina posterior Músculo transverso del abdomen


A del recto
inferiores (profundos) Fascia transversal
Grasa preperitoneal
Peritoneo

Línea alba Vaina anterior


del recto
Aponeurosis del oblicuo externo

Fascia de Camper

Fascia de Scarpa

Fascia
B transversal
Lateral
(arteria y vaso Medial
epigástricos (arteria umbilical Mediano Aponeurosis unidas
inferiores) ocluida) (uraco) de los músculos oblicuo interno
y transversal del abdomen
Ligamentos umbilicales
(pliegues peritoneales)

FIGURA 38-2. Cortes transversales de la pared abdominal anterior por arriba (A) y debajo (B) de la línea arqueada.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 919 06/09/13 22:05


920 Aspectos de cirugía ginecológica

Como ocurre con las fibras de la piel, la principal orientación de durante el acceso a la cavidad abdominal. Esta es la última capa de
las fibras musculares del flanco es transversal. Por lo tanto, las líneas tejido que se penetra para obtener acceso extraperitoneal hacia el
de sutura aplicadas en una incisión vertical de la fascia deben sopor- espacio retropúbico (pág. 936).
tar más tensión que las de un corte transversal. Como consecuencia,
SECCIÓN 5

las incisiones verticales de la fascia son más proclives a la dehiscencia Peritoneo


y a la formación de hernias. Además de las hernias incisionales, las El peritoneo que recubre la superficie interna de las paredes abdo-
de la pared anterior son más frecuentes sobre la línea alba. Otro tipo minales se denomina peritoneo parietal. En la pared abdominal
de hernia en la pared abdominal anterior, la de Spiegel, es rara y se anterior existen cinco pliegues verticales de dicho epitelio que
forma en el borde del recto lateral del abdomen, casi siempre en el surgen de distintas estructuras (fig. 38-2). Los cinco pliegues con-
nivel de la línea arqueada (fig. 11-9, pág. 324). vergen hacia la cicatriz onfálica y se les conoce como ligamentos
umbilicales.
El uraco da origen al ligamento umbilical mediano, un conducto
■ Fascia transversal obstruido que se extiende desde el vértice de la vejiga hasta la cica-
Esta capa delgada de tejido fibroso se encuentra entre la superficie triz umbilical. En la vida fetal, el uraco (remanente fibroso del
interna del músculo transverso del abdomen y la grasa preperito- alantoides) se extiende desde el intestino posterior fetal hasta el
neal, por lo que forma parte de la capa aponeurótica general que cordón umbilical. Los dos ligamentos umbilicales mediales se for-
recubre la cavidad abdominal (fig. 38-2) (Memon, 1999). En la man por las arterias umbilicales clausuradas que conectaban las
parte inferior, la fascia transversal se pliega con el periostio de la arterias iliacas internas con el cordón umbilical en la vida fetal. Los
sínfisis púbica en un punto lateral a la inserción del músculo recto. dos ligamentos umbilicales laterales contienen los vasos epigástricos
inferiores permeables.
Correlación clínica El trayecto inicial de estos vasos es apenas medial al ligamento
Esta aponeurosis se reconoce mejor como una capa que se separa redondo en el tramo en el que ingresa al anillo inguinal profundo
con disección roma o cortante de la superficie anterior de la vejiga (fig. 38-3).

Arteria torácica interna


Músculo recto del abdomen

Línea alba
Músculo oblicuo externo

Músculo oblicuo interno Arteria epigástrica superior

Músculo transverso del abdomen


Ombligo
Nervio cutáneo lateral
Vaina anterior del recto
(bordes cortados) Arteria inferior epigástrica
Vaina del recto posterior

Fascia transversal Espina iliaca


anterosuperior

Aponeurosis oblicua externa


Nervio iliohipogástrico

Ligamento inguinal
Nervio ilioinguinal

Ligamento redondo Arteria iliaca superficial


a su ingreso circunfleja
al conducto inguinal
Arteria epigástrica
Conducto inguinal superficial
Arteria y vaso femorales

Arteria pudenda externa

Rama genital del nervio genitocrural Anillo inguinal superficial,


por donde salen el ligamento redondo
Labio mayor
y los nervios ilioinguinal y genitocrural

FIGURA 38-3. Anatomía de la pared abdominal anterior.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 920 06/09/13 22:05


Anatomía 921

Correlación clínica superficiales tienen un trayecto diagonal hacia la cicatriz umbilical,


La sección de un uraco permeable causa salida de orina hacia la similar al de los vasos epigástricos inferiores “profundos”.
cavidad abdominal. Además, el diagnóstico diferencial de un quiste
Correlación clínica. Durante las incisiones transversales infe-

CAPÍTULO 38
en la línea media de la pared abdominal anterior debe incluir quis-
riores de la piel, casi siempre es posible identificar los vasos epi-
tes y senos y divertículos del uraco.
gástricos superficiales a la mitad de la distancia entre la piel y
Los ligamentos umbilicales sirven como referencias laparoscó-
la aponeurosis del recto, a varios centímetros de la línea media.
picas valiosas (fig. 42-1.17, pág. 1109). Primero, los vasos epigás-
Durante los procedimientos laparoscópicos en las pacientes del-
tricos inferiores pueden dañarse durante la colocación del trocar
gadas, estos vasos pueden identificarse mediante transiluminación
(Hurd, 1994; Rahn, 2010). La visualización directa de los pliegues
(cap. 42, pág. 1116).
umbilicales laterales permite prevenir la lesión a estos vasos durante
Los vasos pudendos internos forman anastomosis abundantes
la colocación del puerto laparoscópico. Segundo, si se siguen los
con sus equivalentes del lado contrario y con otras ramas super-
ligamentos umbilicales mediales en sentido proximal, el cirujano
ficiales. Estas anastomosis explican la hemorragia abundante que
obtiene una guía hacia la arteria iliaca interna y las arterias uterinas.
ocurre a veces cuando se realiza un corte en el área del monte de
El ligamento umbilical medial también forma el borde interno del
Venus, como las incisiones que se utilizan para formar un cabestri-
espacio paravesical, que se desarrolla durante la histerectomía radi-
llo uretral medio retropúbico.
cal para aislar el parametrio (fig. 44-3.2, pág. 1269).
Ramas de la arteria iliaca externa
■ Irrigación sanguínea Los vasos epigástricos inferiores “profundos” y los vasos iliacos circun-
flejos profundos son ramas de los vasos iliacos externos (fig. 38-3).
La lesión de los vasos de la pared abdominal puede incrementar
Irrigan a los músculos y aponeurosis de la pared abdominal ante-
la pérdida de sangre y el riesgo de formación de un hematoma
rior. Al principio, los vasos epigástricos inferiores viajan en sentido
posoperatorio. Por consiguiente, es crucial conocer el origen y el
lateral y luego posterior a los músculos rectos, a los que irrigan
trayecto de los vasos que irrigan las estructuras de la pared anterior
(figs. 38-2 y 38-3). Después pasan por delante de la vaina posterior
del abdomen.
del recto y transcurren entre ésta y los músculos rectos. Cerca de la
cicatriz umbilical, los vasos epigástricos inferiores forman anasto-
Ramas femorales mosis con la arteria y las venas epigástricas superiores, ramas de las
Las arterias epigástrica superficial, iliaca circunfleja superficial y arterias torácicas internas.
pudenda externa se originan en la arteria femoral, justo debajo del El triángulo de Hesselbach es la región de la pared abdominal
ligamento inguinal en la región del triángulo femoral (fig. 38-3). anterior limitada por debajo por el ligamento inguinal, en medio
Estos vasos irrigan la piel y los estratos subcutáneos de la pared por el borde lateral de los músculos rectos y en sentido lateral por
abdominal anterior y el monte de Venus. Los vasos epigástricos los vasos epigástricos inferiores (fig. 38-4).

Espina iliaca anterosuperior

Nervio iliohipogástrico

Nervio ilioinguinal

Triángulo de Hesselbach
(línea punteada)

Ligamento inguinal

Anillo inguinal superficial

Rama inguinal del nervio Rama genital Arteria pudenda


ilioinguinal del nervio externa
genitocrural
Ligamento redondo

FIGURA 38-4. Anatomía inguinal y de la parte superior del muslo.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 921 06/09/13 22:05


922 Aspectos de cirugía ginecológica

Correlación clínica. Las incisiones transversales de la región infe-


Ala
rior del abdomen que se extienden más allá de los márgenes late-
rales de los músculos rectos pueden causar laceración de los vasos
epigástricos inferiores, con hemorragia abundante o desarrollo de Cresta iliaca
SECCIÓN 5

un hematoma en la pared abdominal anterior. Estos vasos deben Espina iliaca


posterosuperior Ilion
identificarse y ligarse cuando se realice una incisión de Maylard Espina iliaca
(Sección 41-4, pág. 1025). La vena iliaca circunfleja profunda sirve anterosuperior
como borde caudal durante la disección de los ganglios linfáticos
pélvicos descrita en la Sección 44-11 (pág. 1296). Hendidura ciática mayor
Las hernias directas sobresalen por la pared abdominal dentro Acetábulo
Espina isquiática
del triángulo de Hesselbach. En contraste, las indirectas protru-
yen a través del anillo inguinal interno, lateral a este polígono (fig. Hendidura
11-10). ciática menor

bis
Pu
■ Inervación Isquion Rama inferior
del pubis
La pared abdominal anterior está inervada por las extensiones abdo- Tuberosidad
minales de los nervios intercostales (T7-11); el nervio subcostal isquiática Agujero obturador
(T12), y los nervios iliohipogástrico e ilioinguinal (L1) (fig. 38-3)
FIGURA 38-5. Hueso coxal derecho.
El dermatoma T10 se encuentra en el nivel de la cicatriz umbilical.
El nervio iliohipogástrico proporciona sensibilidad a la piel de la
región suprapúbica. El nervio ilioinguinal inerva la piel de la pared
abdominal inferior, la parte superior de los labios mayores y la cara
■ Aberturas pélvicas
interna de los muslos (fig. 38-4). Estos dos nervios pasan 2 o 3 cm
por dentro de la espina iliaca anterosuperior y siguen su trayecto Las paredes posterior, lateral e inferior de la pelvis tienen varias
entre las capas de la vaina del recto (Whiteside, 2003). aberturas a través de las cuales pasan muchas estructuras impor-
tantes. El agujero obturador es un orificio grande entre el isquion
y el pubis, que está ocupado casi por completo por la membrana
Correlación clínica obturatriz. En la parte superior de esta membrana, una pequeña
Los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico pueden quedar atrapa- abertura conocida como conducto del obturador permite el paso del
dos durante el cierre de incisiones transversales inferiores, sobre paquete neurovascular obturador hacia el compartimiento medial
todo si éstas rebasan los bordes del músculo recto. También pue- (aductor) del muslo (fig. 38-6).
den dañarse con la colocación de trócares accesorios en la región Las paredes posterolaterales de la pelvis no están cubiertas
inferior del abdomen. El riesgo de lesión de estos nervios puede con hueso. En cambio, dos ligamentos accesorios importantes,
minimizarse si trócares laterales se colocan por arriba de las espinas el sacroespinoso y el sacrotuberoso, dividen las hendiduras ciáticas
iliacas anterosuperiores y si las incisiones transversales en la fascia mayor y menor del isquion en el agujero ciático mayor y el agujero
no se extienden más allá de los bordes laterales del músculo recto ciático menor. El músculo piriforme, los vasos pudendos internos
(Rahn, 2010). y glúteos inferiores, el nervio ciático y otras ramas del plexo ner-
vioso sacro pasan por el agujero ciático mayor, muy próximos a las
espinas isquiáticas.
Los vasos pudendos internos, el nervio pudendo y el tendón
ANATOMÍA PÉLVICA interno del obturador pasan por el agujero ciático menor. En la
■ Pelvis ósea y articulaciones pélvicas parte posterior existen cuatro pares de agujeros sacros pélvicos que
permiten el paso de las divisiones anteriores de los primeros cuatro
La pelvis ósea está formada por los dos huesos de la cadera (lla-
nervios sacros, así como las arterias y venas sacras laterales.
mados huesos iliacos), el sacro, y el cóccix (fig. 38-5). Los primeros
están formados por el ilion, el isquion y el pubis, que se fusionan Correlación clínica
en el acetábulo, estructura en forma de copa que se articula con la El conocimiento anatómico del área del agujero ciático mayor es
cabeza femoral. El ilion se articula con el sacro en la parte posterior, crucial para evitar lesiones neurovasculares durante los procedi-
en la articulación sacroiliaca, y los huesos del pubis se articulan mientos de fijación sacroespinosa y cuando se aplica un bloqueo al
entre sí en la parte anterior, en la sínfisis del pubis. La sacroiliaca nervio pudendo (Roshanravan, 2007).
es una articulación sinovial que conecta las superficies articulares
del sacro y el ilion. Ésta y sus ligamentos contribuyen en forma
significativa a la estabilidad de la pelvis ósea. La sínfisis del pubis es ■ Ligamentos
una articulación cartilaginosa que conecta las superficies articulares El término ligamento se usa más a menudo para describir al tejido
de los huesos púbicos mediante un disco fibrocartilaginoso. Las conjuntivo denso que conecta dos huesos. Sin embargo, los liga-
espinas isquiáticas son prominencias óseas de importancia clínica mentos de la pelvis son variables en cuanto a su composición y fun-
que se proyectan en sentido posteromedial a partir de la superficie ción. Varían desde estructuras de tejido conjuntivo que soportan la
interna del isquion, más o menos en el nivel de la quinta vértebra pelvis ósea y los órganos pélvicos, hasta músculo liso y tejido areo-
sacra (S5). lar laxo que no dan sostén significativo. De éstos, los ligamentos

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 922 06/09/13 22:05


Anatomía 923

Arteria glútea superior


Ligamento longitudinal
anterior del sacro

CAPÍTULO 38
Articulación sacroiliaca

Espina iliaca Cauda equina


anterosuperior
Agujeros sacros anteriores
Arteria iliaca con nervios sacros
interna emergentes

Arteria iliaca externa

Ligamento inguinal

r
do
Conducto pudendo

ra
tu
con paso del nervio ob
lo
y arteria obturadores M úscu
Arteria glútea inferior

Tubérculo pectíneo
Cóccix
Arco tendinoso
del elevador del ano

Arco tendinoso
de la aponeurosis pélvica Agujero ciático menor
con músculo obturador,
Músculo elevador paso de nervio y arteria pudendos
del ano con capas superior Músculo obturador interno
e inferior de fascia Arteria y nervio
y fascia reflejada pudendos internos

Conducto pudendo expuesto

Tuberosidad isquiática

FIGURA 38-6. Huesos, ligamentos y aberturas de las paredes pélvicas y estructuras relacionadas. Nótese el músculo obturador interno que se
extiende debajo del músculo elevador del ano y luego sale por el agujero ciático menor para insertarse en el trocánter lateral del fémur. La espina
isquiática está señalada con un asterisco. L5, 5a vértebra lumbar; LST, tronco lumbosacro; PS, sínfisis del pubis; S1-S3, 1er a 3er nervios sacros;
SSL, ligamento sacroespinoso; STL, ligamento sacrotuberoso.

sacroespinoso, sacrotuberoso y longitudinal anterior del sacro consisten ■ Músculos y fascias de la pared pélvica
en tejido conjuntivo denso que une estructuras óseas y contribuye
a la estabilidad de la pelvis ósea (fig. 38-6).
Músculos
Los ligamentos redondo y ancho consisten en músculo liso y Las paredes posterior, lateral e inferior de la pelvis están parcial-
tejido areolar laxo, en dicho orden. Aunque unen el útero y los mente cubiertas con músculos estriados y las fascias que los envuel-
anexos con las paredes pélvicas, no contribuyen al soporte de estos ven (fig. 38-7). El músculo piriforme surge de las superficies anterior
órganos. En contraste, los ligamentos cardinal y uterosacro sí par- y lateral del sacro, y ocupa parte de las paredes pélvicas posterola-
ticipan en el soporte de los órganos pélvicos, como se describe más terales. Sale de la pelvis por el agujero ciático mayor, se inserta en
adelante (pág. 930). el trocánter mayor del fémur y funciona como rotador externo o
lateral de la cadera. El músculo obturador interno ocupa una parte
Correlación clínica de las paredes laterales de la pelvis. Éste se origina en las superficies
Los ligamentos sacroespinoso y longitudinal anterior sirven como pélvicas del ilion y del isquion, así como de la membrana obtura-
sitios de fijación para material de sutura en los procedimientos triz. Sale de la pelvis a través del agujero ciático menor, se inserta
suspensorios que se emplean para corregir el prolapso de órganos en el trocánter mayor del fémur y también funciona como rotador
pélvicos. El ligamento iliopectíneo, también llamado “de Cooper”, externo de la cadera.
es un engrosamiento del periostio del pubis y a menudo se usa para El hiato urogenital es la abertura con forma de U localizada en
fijar suturas en los procedimientos retropúbicos de suspensión del los músculos del piso pélvico por la que pasan la uretra, la vagina
cuello vesical (fig. 38-7). y el recto (fig. 38-8).

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 923 06/09/13 22:05


924 Aspectos de cirugía ginecológica

Promontorio del sacro

Ligamento longitudinal
anterior
SECCIÓN 5

Tronco lumbosacro
Músculo obturador interno
y recubrimiento de fascia

Músculo piriforme
Nervio obturador que ingresa
al conducto obturador
S4

Ligamento iliopectíneo (de Cooper) Nervio pudendo


(porción de ligamento reflejado)
S5

Tubérculo pectíneo
Músculo coccígeo

Arco tendinoso Cóccix


del elevador el ano

Nervio para el músculo


elevador del ano
Arco tendinoso U
V
de la aponeurosis pélvica Músculo iliococcígeo
R
Músculos pubococcígeo Capa superior de la aponeurosis
y puborrectal de los músculos elevadores del ano

FIGURA 38-7. Músculos y fascia de las paredes pélvicas, e inervación del piso pélvico. La espina isquiática está marcada con un asterisco.
L5, 5a vértebra lumbar; PS, sínfisis del pubis; R, recto; S1-S5, 1er a 5o nervios sacros; U, uretra; V, vagina.

Vena dorsal profunda del clítoris


Uretra Arco tendinoso
de la aponeurosis pélvica
Vagina
Músculos pubococcígeo
Recto
y puborrectal

Hiato urogenital
(línea punteada) Conducto del obturador

Arco tendinoso
Músculo obturador del elevador del ano
interno
Músculo iliococcígeo

Espina isquiática
Músculo piriforme

Plexo del nervio sacro

Músculo coccígeo
Cóccix y ligamento sacroespinoso
subyacente

FIGURA 38-8. Vista superior del piso de la pelvis y de los músculos de su pared.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 924 06/09/13 22:05


Anatomía 925

Correlación clínica. La lesión por estiramiento del músculo elevadores del ano mantienen un estado de contracción constante.
piriforme puede causar dolor persistente en la cadera que puede Proporcionan un piso firme que sostiene el peso del contenido
confundirse con otra alteración pélvica o de la cadera. El debilita- abdominal y de la pelvis contra las fuerzas intraabdominales.

CAPÍTULO 38
miento y la abertura del hiato urogenital por lesión neuromuscular El músculo elevador del ano es una unidad compleja que con-
de los músculos del piso pélvico permiten el prolapso urogenital, siste en varios componentes musculares con orígenes e inserciones
como se describe más adelante. distintos y por tanto, diferentes funciones. Los músculos pubococcí-
geo, puborrectal e iliococcígeo son los tres componentes de este grupo
Aponeurosis muscular reconocidos en la publicación Terminologia Anatomica
La aponeurosis que recubre los músculos estriados se denomina (1998). El pubococcígeo se subdivide en los músculos pubova-
aponeurosis parietal. Desde el punto de vista histológico, este tejido ginal, puboperineal y puboanal de acuerdo con las inserciones de
está formado por fibras de colágena dispuestas en forma regular. sus fibras. Por los encajamientos significativos del pubococcígeo
La aponeurosis parietal pélvica brinda adhesión de los músculos a las paredes de las vísceras pélvicas, para describir esta estructura
a la pelvis ósea y sirve como punto de fijación para la aponeurosis a menudo se usa el término músculo pubovisceral (Kerney, 2004;
visceral, también llamada aponeurosis endopélvica. El arco tendinoso Lawson, 1974).
del elevador del ano es una condensación de aponeurosis parietal
que cubre la superficie medial del músculo obturador interno (figs. Músculo pubococcígeo. Los extremos anteriores del pubococcí-
38-7 y 38-8). Esta estructura sirve como punto de origen de algu- geo (músculo pubovisceral) surgen de ambos lados de la superficie
nas partes de los muy importantes músculos elevadores del ano. interna del pubis. El pubovaginal se refiere a las fibras mediales que
También se muestra la aponeurosis pélvica del arco tendinoso, una se insertan en las paredes laterales de la vagina (fig. 38-9). Aunque
condensación de aponeurosis parietal que cubre la cara interna de en las mujeres no existen inserciones directas de los músculos ele-
los músculos obturador interno y elevadores del ano. Es el punto vadores del ano con la uretra, las fibras musculares que llegan a la
de inserción lateral de la pared vaginal anterior. vagina son las encargadas de elevar la uretra durante la contracción
de la musculatura pélvica. De ahí que contribuyan a la continencia
urinaria (DeLancey, 1990). El puboperineal incluye a las fibras que
■ Piso pélvico se insertan en el cuerpo perineal y jalan esta estructura hacia la
Los músculos que forman el piso pélvico se conocen en conjunto sínfisis del pubis. El puboanal abarca los filamentos que se insertan
como diafragma pélvico (figs. 38-7, 38-8 y 38-9). Éste consiste en en el ano en la hendidura interesfintérica, entre los esfínteres anales
los músculos elevadores del ano y los coccígeos, junto con sus interno y externo. Estas fibras musculares elevan el ano y, junto
cubiertas superiores e inferiores de aponeurosis. Por debajo del con el resto de las fibras pubococcígeas y puborrectales, mantienen
diafragma pélvico, la membrana y el cuerpo perineales también estrecho el hiato urogenital (fig. 38-8).
forman parte del piso de la pelvis (pág. 942).
Músculo puborrectal. El puborrectal representa las fibras tanto
Músculos elevadores del ano mediales como inferiores del complejo muscular elevador del ano
Este grupo muscular es el más importante del piso pélvico, repre- que se originan a ambos lados del pubis y forman un cabestrillo
senta un componente crítico del soporte de los órganos pélvicos con forma de U detrás de la unión anorrectal (figs. 38-8 a 38-10).
(figs. 38-7 a 38-9). Desde el punto de vista fisiológico, los músculos La acción del puborrectal atrae la unión anorrectal hacia el pubis,

Sínfisis del pubis


Pilar del clítoris

Arco tendinoso del elevador del ano Rama isquiopúbica

Membrana obturatriz
(corte parcial) Músculo isquiocavernoso

Músculo bulbocavernoso
Membrana perineal
(corte) Membrana perineal

Músculo perineal
transverso superficial
Tuberosidad isquiática

Cuerpo perineal

Aponeurosis inferior
Pubovaginal
Músculo pubococcígeo Puboperineal de los músculos
(pubovisceral) Puboanal elevadores del ano
Músculo esfínter anal
externo (corte parcial)
Músculo puborrectal
Músculo glúteo mayor
Músculo Iliococcígeo

FIGURA 38-9. Vista inferior del piso pélvico.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 925 06/09/13 22:05


926 Aspectos de cirugía ginecológica

Ligamento Una teoría sugiere que el soporte de la


uterosacro placa del elevador previene la tensión o el
estiramiento excesivos del tejido conjun-
tivo de los ligamentos pélvicos y las fascias
SECCIÓN 5

(Paramore, 1908). Por consiguiente, la lesión


neuromuscular de los músculos elevadores
del ano puede provocar de manera eventual
colgamiento o inclinación vertical de la placa
del elevador y del hiato urogenital. Por consi-
guiente, el eje vaginal se yergue más y el cue-
llo uterino se orienta sobre el hiato abierto
(fig. 38-11). El efecto mecánico de este
cambio es el aumento de la tensión sobre los
Músculo iliococcígeo/ tejidos conjuntivos que soportan las vísceras
A B pélvicas. Está demostrado que el aumento del
placa del elevador
Hiato genital Músculo puborrectal
tamaño del hiato urogenital se relaciona con
una mayor gravedad del prolapso de órganos
Músculo pubococcígeo pélvicos (DeLancey, 1998).
FIGURA 38-10. Interacción de los órganos de la pelvis con los músculos y el tejido conjuntivo
del piso en reposo (A) y con aumento de la presión intraabdominal (B). Inervación del piso pélvico
Los músculos del diafragma pélvico están
inervados sobre todo por ramas eferentes
lo que contribuye a mantener el ángulo anorrectal. Este músculo se somáticas directas del segundo al quinto nervios radiculares sacros
considera parte del complejo esfintérico anal y contribuye a mante- (S2-5) (fig. 38-7) (Barber 2002; Roshanravan, 2007).
ner la continencia fecal (cap. 25, pág. 660). La descripción tradicional indica una inervación doble. La
superficie pélvica o superior de los músculos recibe ramas eferentes
Músculo iliococcígeo. El iliococcígeo, la parte más posterior y directas de S2-5, que llegan al elevador del ano. La superficie peri-
delgada de los músculos elevadores del ano, tiene una importante neal o inferior está inervada por ramas del nervio pudendo. Esta
función de sostén. Se origina a los lados, en el arco tendinoso del última relación se ha cuestionado en fechas recientes. Se sugirió
elevador del ano y las espinas isquiáticas (figs. 38-7 a 38-10). Las que el nervio pudendo no contribuye a la inervación del músculo
fibras musculares de un lado se unen con las del sitio contrario en elevador del ano (Barber, 2002). Sin embargo, sus ramas inervan
el cóccix y el rafe iliococcígeo, también denominado rafe anococcígeo. partes del esfínter uretral estriado y los músculos del esfínter anal
Además del músculo iliococcígeo, algunas fibras del músculo externo (pág. 944).
pubococcígeo pasan detrás del recto y se unen al cóccix. Estas fibras El separado suministro nervioso del músculo elevador del ano
transcurren en un plano cefálico o profundo al músculo iliococcí- y de los esfínteres estriados uretral y anal podría explicar por qué
geo y también contribuyen al rafe anococcígeo. algunas mujeres presentan prolapso de órganos pélvicos y otras
La placa del elevador es el término clínico usado para describir al desarrollan incontinencia urinaria o fecal (Heit, 1996).
rafe anococcígeo (fig. 38-10). Esta parte de los músculos elevadores
forma una placa de apoyo sobre la que descansan el recto, la parte
superior de la vagina y el útero. Ligamento
Un trascendente estudio con miografía radiográfica del ele- uterosacro
vador, realizado por Berglas y Rubin (1953), generó la duradera
creencia de que en las mujeres con soporte normal la placa del
elevador se encuentra casi paralela al plano horizontal cuando están
de pie. Su estudio también mostró que la placa del elevador se
desplaza a un plano más vertical durante el pujo en las mujeres con
prolapso que en aquellas con soporte normal.
En contraste con la posición horizontal de la placa del elevador
ya descrita, un estudio reciente con imágenes por resonancia mag-
nética (MR, magnetic resonance) encontró que en las mujeres con
soporte normal, la placa del elevador tiene un ángulo medio de
44 grados con respecto a la línea horizontal de referencia durante
la maniobra de Valsalva (Hsu, 2006). Como en las observaciones
previas, los autores mostraron también que durante dicho proce- Músculo iliococcígeo/
dimiento las pacientes con prolapso tienen un ángulo de la placa placa del elevador
del elevador mucho mayor que las mujeres sanas. El ángulo más Hiato genital Músculo puborrectal
grande mostró una correlación moderada entre una mayor lon-
gitud del hiato del elevador y un desplazamiento aumentado del Músculo pubococcígeo
cuerpo perineal en las féminas con prolapso, comparadas con las FIGURA 38-11. Interacción de los músculos y el tejido conjuntivo del
del grupo de control. piso de la pelvis en presencia de prolapso de órgano pélvico.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 926 06/09/13 22:05


Anatomía 927

CUADRO 38-1. Diferencias entre la aponeurosis visceral y parietal de los músculos del piso pélvico
Tipo de fascia

CAPÍTULO 38
Característica Visceral o endopélvica Parietal
Histológica Disposición laxa de colágena, elastina y tejido Disposición organizada de colágena
adiposo
Función Permite la expansión y contracción de las Permite la inserción muscular en los huesos
estructuras que cubre
Función de soporte Las condensaciones brindan cierto soporte a Cubre músculos para brindar estabilidad y función
los órganos cubiertos; encierra estructuras al piso pélvico
neurovasculares
Fuerza de tensión Elástica Rígida

Tejido conjuntivo pélvico Las condensaciones de tejido conjuntivo visceral que asumen
En toda la pelvis se encuentran tejido conjuntivo perivascular funciones especiales de soporte reciben distintos nombres. Algunos
subperitoneal y agregados celulares de tipo areolar laxo. Estos teji- ejemplos incluyen los ligamentos cardinales y uterosacro, y las fas-
dos conectan las vísceras de la pelvis con las paredes de ésta y se les cias vesicovaginal y rectovaginal. Éstos se describen con más detalle
denomina “fascia” visceral o endopélvica. Recuérdese que la apo- en secciones subsiguientes.
neurosis visceral tiene diferencias anatómicas e histológicas con la
parietal, que recubre la mayoría de los músculos estriados (cuadro
38-1). La primera mantiene una estrecha relación con las paredes ■ Irrigación de la pelvis
de los órganos y no puede disecarse de la misma forma que la apo- Los órganos pélvicos están irrigados por las ramas viscerales de la ar-
neurosis parietal, por ejemplo, la fascia del recto puede separarse teria iliaca interna (hipogástrica) y por derivaciones directas de la
de su músculo estriado correspondiente. aorta abdominal (fig. 38-12). La arteria iliaca interna casi siempre

Arteria lumbar

Arteria iliaca interna Uréter Arteria mesentérica inferior


Arteria ovárica
Arteria iliaca externa

Arteria umbilical Arteria iliolumbar

Arteria del obturador


Arteria sacra media

Arteria accesoria del obturador


Arteria rectal superior
Arteria epigástrica inferior

Ligamento redondo (corte) Arteria sacra lateral

Ligamento umbilical medial


Arteria glútea superior

Arterias vesicales superiores Arteria glútea inferior


Arteria vesical inferior Recto

Arteria vaginal Arteria rectal media

Arteria pudenda interna


Arteria uterina (rama ascendente)

Arteria de Sampson al ligamento redondo


Vagina
Útero
Ligamento redondo (corte)

FIGURA 38-12. Arterias pélvicas. En esta imagen, el útero y el recto se reflejaron a la izquierda.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 927 06/09/13 22:05


928 Aspectos de cirugía ginecológica

CUADRO 38-2. Irrigación sanguínea de la pelvis


Arteria iliaca internaa
SECCIÓN 5

División anterior División posterior

Ramas parietales Ramas viscerales Ramas parietales Ramas viscerales


Obturatriz Vesical superior (del segmento Iliolumbar Ninguna
Pudenda interna permeable de la umbilical) Sacra lateral
Glútea inferior Uterina Glútea superior
Vaginal
Rectal medial
Vesical inferior (+/−)

Ramas directas de la aorta

Ramas parietales Ramas viscerales


Sacra media Ovárica
Rectal superior (rama terminal de la mesentérica inferior)

Anastomosis entre la aorta y la arteria iliaca interna

Ovárica a uterina Sacra media a sacra lateral


Rectal superior a rectal media Lumbar a iliolumbar
a
Nótese la gran variabilidad que hay en el origen y la distribución de las ramas iliacas internas.

se divide en una rama anterior y una posterior en la zona del agu- sión del plexo aórtico que se distribuye debajo de la bifurcación
jero ciático mayor (fig. 38-6). Cada división tiene tres ramas parie- aórtica (fig. 38-13).
tales que irrigan estructuras no viscerales. Las arterias iliolumbar, Esta anastomosis de nervios contiene sobre todo fibras simpáti-
sacra lateral y glútea superior son las tres ramificaciones parietales cas y fibras aferentes sensitivas del útero.
de la división posterior. Las arterias pudenda interna, obturatriz El plexo hipogástrico superior termina al dividirse en los nervios
y glútea inferior son ramas parietales que a menudo nacen de la hipogástricos. Éstos se unen con fibras eferentes parasimpáticas del
división anterior. segundo al cuarto nervios radiculares sacros (nervios esplácnicos
Las derivaciones restantes de la división anterior irrigan las vís- pélvicos o erectores) para formar el plexo hipogástrico inferior, tam-
ceras pélvicas (la vejiga, el útero, la vagina y el recto). Incluyen las bién conocido como plexo pélvico.
arterias uterina, vaginal y rectal media, así como las arterias vesicales Las fibras del plexo hipogástrico inferior acompañan a las ramas
superiores. Estas últimas a menudo nacen de la parte permeable de de la arteria iliaca interna hacia las vísceras pélvicas. Por consi-
las arterias umbilicales (cuadro 38-2). guiente, se dividen en tres porciones: los plexos vesical, uterovagi-
Las dos ramas directas más importantes de la aorta que con- nal (ganglio de Frankenhäuser) y rectal medio. Las extensiones del
tribuyen a la irrigación de órganos pélvicos son las arterias rectal plexo hipogástrico llegan al perineo por la vagina y la uretra para
superior y la ovárica. La primera, que es la derivación terminal de inervar el clítoris y los bulbos vestibulares.
la arteria mesentérica inferior, forma anastomosis con las arterias
rectales medias, con lo que contribuye al flujo sanguíneo del recto Correlación clínica
y la vagina. Las fibras aferentes sensitivas contenidas en el plexo hipogástrico
Las arterias ováricas, ramas directas de la aorta, inferiores inme- superior son el objetivo de la neurectomía presacra, un procedi-
diatas a los vasos renales, forman anastomosis con la rama ascen- miento quirúrgico que se realiza para tratar la dismenorrea y el
dente de la arteria uterina. Estas anastomosis contribuyen a la dolor pélvico central resistente al tratamiento médico (cap. 11,
irrigación del útero y los anexos. pág. 316).
Otras anastomosis importantes entre la aorta y las arterias ilia- La lesión de las ramas del plexo hipogástrico inferior durante
cas internas incluyen las formadas entre las arterias sacra media y las operaciones para reducción de volumen de tumores malignos
sacra lateral, así como también las que unen las arterias lumbar e y otros procedimientos pélvicos extensos causa grados variables de
iliolumbar. disfunción sexual, de la micción y la defecación.

■ Inervación pélvica ■ Vísceras pélvicas


La inervación de las estructuras viscerales de la pelvis (la vejiga, la Útero
uretra, la vagina, el útero, los anexos y el recto) proviene del sis- El útero es un órgano hueco y fibromuscular, situado entre la
tema nervioso autónomo. Los dos componentes principales de este vejiga y el recto. Desde los puntos de vista estructural y funcional
sistema pélvico incluyen los plexos hipogástricos superior e inferior. se divide en dos porciones: el cuerpo (región superior de predomi-
El primero, también conocido como nervio presacro, es una exten- nio muscular) y el cuello uterino (estructura fibrosa localizada en la

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 928 06/09/13 22:05


Anatomía 929

Aorta

CAPÍTULO 38
Uréter
Nervios esplácnicos pélvicos
(nervios erectores)

Plexo hipogástrico superior


(nervio presacro) Plexo hipogástrico
inferior (pélvico)

Nervio hipogástrico derecho

Tronco simpático sacro


Plexo vesical

ga

ji
Ve
to
ec
R

Quinto nervio sacro Fibras para los bulbos


o
er

vestibulares y el clítoris
Út
Plexo rectal medial
Vagina Plexo uterovaginal
(ganglio de Frankenhäuser)

FIGURA 38-13. Nervios autónomos de la pelvis. Plexos hipogástricos superior e inferior. S1-S4, 1er a 4o nervios sacros.

parte inferior) (fig. 38-14). La transición entre dichas porciones se cen el desprendimiento de la parte superficial de esta capa con
conoce como istmo uterino. Este punto también marca el cambio cada ciclo menstrual. La región basal más profunda se conserva
del conducto endocervical a la cavidad endometrial. La parte del después del ciclo menstrual y es la que permite la regeneración de
cuerpo que se extiende por arriba del nivel de la entrada de las una nueva capa superficial (fig. 8-3, pág. 222).
trompas de Falopio a la cavidad endometrial se conoce como fondo. La serosa peritoneal cubre la pared externa, salvo en dos sitios.
La forma, el peso y las dimensiones del útero varían según la El primero es la porción anterior del cuello uterino, que está
paridad y la estimulación estrogénica. Antes de la menarquia y des- cubierta por la vejiga, y el segundo es la región que abarca las por-
pués de la menopausia, el cuerpo y el cuello uterinos tienen un ciones laterales del cuerpo y del cuello uterino, que se unen con los
tamaño muy parecido, pero durante la edad fértil el primero es ligamentos ancho y cardinal.
mucho más grande. En mujeres adultas no embarazadas, el útero
mide alrededor de 7 cm de largo y 5 cm de ancho en el nivel del Cuello uterino. El cuello uterino empieza abajo del istmo ute-
fondo. rino y mide alrededor de 3 cm de largo. La mayoría de su pared
está formada por tejido fibroso y una cantidad menor (cerca de
Endometrio y serosa. El útero consiste en una capa interna de 10%) de músculo liso. Éste se encuentra en la periferia de la pared
mucosa llamada endometrio, que rodea la cavidad endometrial, y cervicouterina y sirve como punto de inserción para los ligamen-
una pared muscular gruesa conocida como miometrio. El primero tos cardinal y uterosacro, así como para las paredes laterales de la
está formado por un epitelio de células cilíndricas y estroma espe- vagina.
cializado. La parte superficial sufre cambios periódicos con el ciclo Las inserciones de las paredes vaginales en la periferia del cuello
menstrual (fig. 15-19, pág. 423). uterino lo dividen en dos porciones: vaginal y supravaginal (fig.
Las arteriolas espirales localizadas en el endometrio experimen- 38-14). La primera está cubierta por epitelio escamoso no quera-
tan constricción o espasmo mediado por las hormonas que indu- tinizado.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 929 06/09/13 22:05


930 Aspectos de cirugía ginecológica

Fondo uterino Arteria y nervio epigástricos inferiores


Ramas tubarias y ováricas Miometrio
de las arterias uterina y ovárica
Serosa Anillo inguinal profundo
SECCIÓN 5

Ligamento redondo

Ligamento uteroovárico

Arteria iliaca externa


Trompa de Falopio

Ligamento ancho
Endometrio
Istmo

Arteria uterina Ligamento infundibulopélvico

Porción supravaginal
Ligamento uterosacro
del cuello uterino
Porción vaginal
Vasos ováricos
del cuello uterino
Uréter Uréter
Pared vaginal
Arteria iliaca interna posterior (corte)

Peritoneo (corte)

FIGURA 38-14. Útero, anexos y aspectos anatómicos relacionados.

El conducto endocervical está revestido por epitelio columnar mento sacroespinoso en 82% de los casos revisados; al músculo
secretor de moco. El borde inferior del conducto, llamado orifi- piriforme en 11%; y con el sacro sólo en 7%. Estos ligamentos se
cio cervicouterino externo, contiene una transición del epitelio originan en la superficie posterior inferior del cuello uterino, pero
escamoso de la porción vaginal a epitelio cilíndrico del conducto una parte también proviene de la región proximal posterior de la
cervicouterino (fig. 29-5, pág. 733). La localización exacta de esta vagina (Umek, 2004). Están formados sobre todo de músculo liso
metamorfosis, denominada unión escamocolumnar o zona de trans- y contienen algunos de los nervios autónomos pélvicos (Campbell,
formación, varía según el estado hormonal. En el borde superior 1950).
del conducto endocervical se encuentra el orificio cervicouterino
interno, donde se continúa con la cavidad endometrial más amplia. Correlación clínica. El recto se sitúa medial a los ligamentos ute-
rosacros. El uréter y los vasos de la pared de la pelvis viajan en un
Medios de fijación del útero. El principal soporte del útero plano lateral, en la proximidad de estos ligamentos. Por lo tanto,
y del cuello uterino se obtiene por la interacción que ocurre entre durante las operaciones reconstructivas pélvicas que emplean los
los músculos elevadores del ano y el tejido conjuntivo que adhiere ligamentos uterosacros como sitios de unión para el fondo vaginal,
las paredes del cuello uterino con los paneles pélvicos. El tejido estas estructuras circundantes son muy vulnerables a las lesiones
conjuntivo que une la pared lateral con el útero y el cuello uterino (Wieslander, 2007).
se llama parametrio y continúa a lo largo de la vagina como para-
colpio. El parametrio forma lo que en clínica es conocido como Ligamentos redondos. Los ligamentos redondos del útero son
ligamento cardinal y ligamento uterosacro (fig. 38-15). extensiones de músculo liso del cuerpo uterino y representan el
Éstos son condensaciones de tejido conjuntivo que asumieron homólogo del gubernáculo testicular. Estos ligamentos se origi-
funciones especiales de soporte. Los ligamentos cardinales, también nan en las caras laterales del cuerpo, justo por debajo y adelante
llamados ligamentos cervicouterinos transversos o de Mackenrodt, del origen de las trompas de Falopio. Se extienden a los lados a
consisten sobre todo en tejido conjuntivo perivascular (Range, la pared lateral de la pelvis (fig. 38-14). Entran al espacio retro-
1964). Se insertan en las paredes posterolaterales de la pelvis, cerca peritoneal y pasan a los lados de los vasos epigástricos inferiores
del origen de la arteria iliaca interna, y rodean los vasos que irrigan antes de ingresar al conducto inguinal a través del anillo inguinal
al útero y la vagina. interno.
Los ligamentos uterosacros se insertan en un área amplia del Después de pasar por dicha vía, los ligamentos redondos salen
sacro en la parte posterior y forman los límites laterales del fondo por el anillo inguinal externo hasta terminar en el tejido subcu-
de saco de Douglas. Aunque el nombre de estos ligamentos implica táneo de los labios mayores (fig. 38-4). Los ligamentos redondos
adhesión en la parte posterior del sacro, un estudio de imagen por no contribuyen al soporte uterino. Reciben la irrigación de una
MR mostró que su inserción en la pared lateral de la pelvis se pequeña rama de la arteria uterina u ovárica conocida como arteria
sitúa en el complejo que forman el músculo coccígeo y el liga- de Sampson (pág. 927).

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 930 06/09/13 22:05


Anatomía 931

Uréter

Peritoneo (límite del corte)


Vasos ováricos

CAPÍTULO 38
Sacro
Arteria iliaca interna
Trompa de Falopio

R ecto Ligamento uterosacro

Arteria uterina
Espina isquiática

Arteria y vaso iliacos


Ligamento redondo externos

Ligamento cardinal

Trígono vesical
Pliegue peritoneal vesicouterino

Arco tendinoso de la aponeurosis pélvica

Arco tendinoso del elevador del ano

Arco tendinoso de la fascia rectovaginal


Músculos elevadores del ano
Tejido paravaginal (paracolpio)

Surco vaginal lateral Capa adventicia de la pared vaginal anterior

Recto

FIGURA 38-15. Vísceras pélvicas y su soporte de tejido conjuntivo. Relación de la uretra, el trígono vesical y la parte distal del uréter con la pared
vaginal anterior y el cuello uterino.

Correlación clínica. La localización del ligamento redondo, ante- Irrigación uterina. El aporte sanguíneo al cuerpo uterino pro-
rior a la trompa de Falopio, ayuda al cirujano durante la esteriliza- viene de la rama ascendente de la arteria uterina y de la rama
ción tubárica a través de una incisión de minilaparotomía. Esto es medial o uterina de la arteria ovárica (figs. 38-14 y 38-15). La
válido sobre todo si las adherencias pélvicas limitan la movilidad de arteria uterina puede ser una derivación directa de la arteria iliaca,
las trompas y, por lo tanto, la identificación de las fimbrias antes desarrollándose como una rama independiente, o puede tener un
de la ligadura. origen común con la arteria pudenda interna o con la vaginal (fig.
La división del ligamento redondo casi siempre es el paso inicial 38-12).
en las histerectomías abdominal y laparoscópica. Este corte abre La arteria uterina se aproxima al útero por la región del istmo
los ligamentos anchos y brinda acceso a la región retroperitoneal de dicho órgano. En esta área, este vaso sanguíneo pasa sobre el
de la pared lateral pélvica, permitiendo la visualización directa del uréter y emite una pequeña rama para esta estructura. Varias venas
uréter y la “esqueletización” de la arteria uterina para su ligadura uterinas transcurren al lado de la arteria, con una posición variable
y corte seguros. sobre o debajo del uréter.
Luego, la arteria uterina se divide en una rama ascendente
Ligamentos anchos. Los ligamentos anchos son capas dobles de mayor y una descendente menor que transcurren al lado del útero
peritoneo que se extienden desde los muros laterales del útero hasta y del cuello uterino. Estos vasos se conectan en el borde externo del
las paredes pélvicas (fig. 38-14). Dentro de la porción superior de útero y forman un arco arterial anastomótico que irriga las paredes
estas dos túnicas se encuentran las trompas de Falopio, y los liga- uterinas (fig. 8-4, pág. 222).
mentos ovárico y redondo. Las primeras, los ovarios y los ligamen- El cuello uterino está irrigado por la rama descendente o cervi-
tos redondos tienen un mesenterio cada uno, llamados mesosálpinx, cal de la arteria uterina y por derivaciones ascendentes de la arteria
mesoovario y mesoteres, en dicho orden; llevan nervios y vasos a vaginal.
estas estructuras. En el borde lateral de la trompa de Falopio y el
ovario, el ligamento ancho termina donde el ligamento infundibu- Correlación clínica. El útero recibe un aporte sanguíneo doble,
lopélvico (descrito en las páginas 932-933) se fusiona con la pared de los vasos ováricos y de los uterinos. Por esta razón, durante
pélvica. Los ligamentos cardinal y uterosacro se encuentran dentro las miomectomías algunos cirujanos colocan torniquetes tanto en
de la porción inferior o “base” de los ligamentos anchos. el ligamento infundibulopélvico como en el istmo uterino, para

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 931 06/09/13 22:05


932 Aspectos de cirugía ginecológica

Aorta
Vena renal izquierda
Arteria mesentérica superior
SECCIÓN 5

Vena cava inferior

Vena ovárica izquierda

Vena ovárica derecha

Ganglios paraaórticos
Arterias ováricas
Músculo psoas
Arteria mesentérica inferior
Uréter
Ganglios iliacos primitivos
Vasos ováricos

Ganglios sacros Vena sacra media

Ganglios iliacos internos


Ligamento uterosacro

Arteria uterina Ganglios iliacos externos

Ganglios del obturador


Vena iliaca circunfleja profunda

Nervio obturador

Ligamento redondo

FIGURA 38-16. Ganglios linfáticos pélvicos y trayecto del uréter y los vasos ováricos.

disminuir el flujo sanguíneo de las arterias ováricas y uterinas, en Ovarios y trompas de Falopio
dicho orden. Ovarios. Los ovarios y las trompas de Falopio constituyen los
anexos uterinos. El tamaño y la actividad hormonal de los ovarios
Drenaje linfático uterino. El vaciado linfático principal del dependen de la edad, el momento del ciclo menstrual y la supre-
útero llega a los ganglios del obturador y a los iliacos interno y sión hormonal exógena. Durante la edad reproductiva, los ovarios
externo (fig. 38-16). Sin embargo, algunos vasos linfáticos del miden 2.5 a 5 cm de largo, 1.5 a 3 cm de grosor y 0.7 a 1.5 cm
cuerpo uterino viajan por los ligamentos redondos hasta los gan- de anchura.
glios inguinales superficiales y otros se extienden por los ligamen- Los ovarios están formados por una corteza externa y una
tos uterosacros hasta los ganglios sacros laterales. médula interna. La primera está compuesta por estroma especiali-
zado punteado con folículos, cuerpos amarillos y cuerpos blancos
Inervación uterina. El útero está inervado por fibras del plexo (fig. 15-20, pág. 424). Una sola capa de células mesoteliales cubre
uterovaginal, también conocido como ganglio de Frankenhäuser. esta corteza a manera de epitelio superficial. La porción medular
Estos haces nerviosos transcurren junto con las arterias uterinas y del ovario consiste sobre todo en tejido fibromuscular y vasos san-
se encuentran en el tejido conjuntivo de los ligamentos cardinales guíneos. Las regiones mediales de los ovarios están conectadas al
(fig. 38-13). útero mediante el ligamento uteroovárico (fig. 38-14). A los lados,

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 932 06/09/13 22:05


Anatomía 933

cada ovario está unido con la pared pélvica mediante un ligamento lla es la fimbria. Su extremo tiene muchas proyecciones que brin-
infundibulopélvico, también llamado ligamento suspensorio del ova- dan una superficie amplia para captar el óvulo. La fimbria ovárica
rio, que contiene los vasos y los nervios ováricos. es la proyección que está en contacto con el ovario.

CAPÍTULO 38
La arteria ovárica corre a lo largo del hilio del ovario y emite
Irrigación, drenaje linfático e inervación de los ovarios. El varias ramas a través del mesosálpinx para irrigar las trompas de
suministro sanguíneo de los ovarios proviene de las arterias ovári- Falopio (fig. 38-14). El plexo venoso, el drenaje linfático y la iner-
cas, que nacen de la superficie anterior de la aorta abdominal (justo vación de las trompas de Falopio siguen un trayecto similar al de
por debajo del origen de las arterias renales) y de las ramas ováricas los ovarios.
de las arterias uterinas (fig. 38-16). Las venas ováricas siguen el
mismo trayecto retroperitoneal que las arterias. La vena ovárica Vagina
derecha drena en la vena cava inferior. Sin embargo, la izquierda La vagina es una víscera hueca cuya forma depende de las estruc-
desemboca en la vena renal del mismo lado. turas que la rodean y de las inserciones de sus muros laterales a las
El drenaje linfático de los ovarios sigue a los vasos ováricos hasta paredes pélvicas, como se describe más adelante. La porción distal
la parte inferior de la aorta abdominal, donde drenan en los gan- de la vagina se constriñe por la acción de los músculos elevadores
glios paraaórticos. La inervación de los ovarios proviene de exten- del ano (fig. 38-10). Por arriba del piso pélvico, la luz vaginal tiene
siones del plexo renal que viaja junto con los vasos ováricos en el más capacidad volumétrica y de distensión. Con la mujer de pie o
ligamento infundibulopélvico. en posición anatómica, el vértice se dirige hacia atrás, a las espinas
isquiáticas, y los dos tercios superiores del tubo vaginal son casi
Trompas de Falopio. Las trompas de Falopio son estructuras paralelos con el plano elevado.
tubulares que miden de 7 a 12 cm de largo (fig. 38-14). Cada Aunque se refiere una gran variabilidad en la longitud de la
trompa tiene cuatro porciones identificables (fig. 7-1, pág. 199). La pared vaginal, la extensión promedio de la región anterior es de
porción intersticial pasa por el cuerpo uterino en la región conocida 7 cm y la de la pared posterior es de 9 cm. La distancia más corta
como cuerno. La porción ístmica comienza junto al cuerpo uterino; de la pared vaginal anterior explica la posición antepuesta del cue-
tiene una luz estrecha y una pared muscular gruesa. La ampolla llo uterino en la mayoría de las mujeres. Los recesos dentro de la
se reconoce cuando se amplía el interior de la porción ístmica de luz vaginal al frente o detrás del cuello uterino se conocen como
la trompa. Además de la luz más amplia, este segmento tiene una fondo de saco anterior y fondo de saco posterior, en dicho orden (fig.
mucosa más plegada (fig. 7-4). La continuación distal de la ampo- 38-17).

Fondo de saco vaginal posterior Ligamento uterosacro


Espacio vesicocervical (tabique)

Fondo de saco de Douglas

Reflexión peritoneal
vesicouterina

Ligamento
Re
cto umbilical
mediano
(uraco)
Espacio
rectovaginal
(lleno de tejido
conjuntivo laxo)

Músculo esfínter
anal interno

Espacio vesicovaginal
Músculo esfínter (lleno con tejido
anal externo conjuntivo laxo)

Cuerpo perineal Segmento distal fusionado


de la uretra y la vagina

FIGURA 38-17. Planos de división quirúrgica y capas de la pared vaginal.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 933 06/09/13 22:05


934 Aspectos de cirugía ginecológica

Espacio prevesical/retropúbico
Espacio paravesical
SECCIÓN 5

Espacio vesicouterino
Ligamento vesicouterino/
pilar vesical posterior
Vejiga
Músculo obturador
interno

llo uter

Cue

ino
Ligamento cardinal Arteria uterina

Uréter
Recto
Espacio pararrectal
Espacio rectovaginal

Ligamento sacroespinoso

Ligamento uterosacro/pilar rectal

Espacio presacro
(retrorrectal)

FIGURA 38-18. Tejido conjuntivo y espacios quirúrgicos de la pelvis.

Las paredes vaginales tienen tres capas: adyacente a la luz se Como no existe una capa “aponeurótica” real entre la vagina
encuentra una capa mucosa formada de epitelio escamoso no y la vejiga, ni entre la primera y el recto, algunos recomiendan
queratinizado, organizado sobre una lámina propia; un estrato que se abandonen términos como “fascia pubocervical/pubovesi-
muscular de músculo liso y fibras de colágena y de elastina; y una cal” o “fascia rectovaginal”. Proponen que éstos se sustituyan por
capa adventicia formada por proteínas del mismo tipo (fig. 24-6) nombres descriptivos más precisos, como estrato muscular vaginal
(Weber, 1995, 1997). o capa fibromuscular de las paredes vaginales anterior y posterior.
La vagina se encuentra entre la vejiga y el recto, y junto con sus
conexiones con las paredes pélvicas brinda soporte a estas estructu- Espacios “potenciales” vesicocervical y vesicovaginal. El
ras (figs. 38-15 y 38-17). La adventicia vaginal separa a la vagina espacio vesicocervical inicia debajo del pliegue peritoneal vesicoute-
de la vejiga y de la uretra por delante, y del recto por detrás. La rino, que representa uniones laxas del peritoneo en la región del
continuación lateral de la capa adventicia constituye el tejido para- fondo de saco anterior (figs. 38-17 y 38-18). El espacio vesico-
vaginal que une las paredes de la vagina con las paredes pélvicas. Se cervical continúa hacia abajo como el espacio vesicovaginal, que se
trata de tejido areolar laxo y adiposo que contiene nervios y vasos extiende hasta la unión de los tercios proximal y medio de la uretra.
sanguíneos y linfáticos. Por debajo de este punto, la uretra y la vagina se fusionan.
La pared fibromuscular anterior de la vagina y sus inserciones Correlación clínica. El pliegue peritoneal vesicouterino puede
paravaginales representan la capa que da sostén a la vejiga y a la levantarse y cortarse con facilidad para crear un colgajo vesical
uretra. En la clínica se conoce como fascia pubovesicocervical (fig. durante una histerectomía abdominal o en una operación cesá-
38-15). rea. La distancia entre el peritoneo del fondo de saco anterior y el
Las inserciones laterales de las paredes vaginales posteriores son fondo de saco vaginal anterior es importante durante las histerec-
las fascias que cubren la superficie medial de los músculos elevado- tomías vaginales. Por lo tanto, antes de tener acceso a la cavidad
res del ano. La pared posterior y sus uniones de tejido conjuntivo peritoneal, son necesarias la identificación apropiada y la disección
con la pared lateral sostienen el recto. En la clínica, esta capa se cortante del tejido conjuntivo laxo que se encuentra dentro de
conoce como fascia rectovaginal o de Denonvilliers. Sin embargo, los espacios vesicovaginal y vesicocervical (fig. 38-17) (Balgobin,
como ocurre con los hallazgos microscópicos de la pared vaginal 2011).
anterior, los estudios histológicos no han podido demostrar una
capa separada entre la pared posterior de la vagina y el recto, salvo Espacio rectovaginal. Esta área es adyacente a la superficie pos-
en los 3 o 4 cm distales, donde el tejido fibromuscular denso del terior de la vagina. Se extiende desde el fondo de saco de Douglas
cuerpo perineal separa estas estructuras (DeLancey, 1999). Similar hasta el borde superior del cuerpo perineal, que termina 2 o 3 cm
a las disecciones quirúrgicas en la pared vaginal anterior, en la parte por arriba del anillo del himen (figs. 38-17 y 38-18). Los pilares
posterior el plano que se diseca en las operaciones para separar la rectales son fibras del complejo ligamentario cardinal uterosacro
pared vaginal del recto incluye porciones de la capa muscular de que se extiende hasta el cuello uterino y se une con la porción supe-
la vagina. rior de la pared vaginal posterior. Estas fibras conectan la vagina

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 934 06/09/13 22:05


Anatomía 935

con las paredes laterales del recto y con el sacro, y separan el espa- Medios de fijación en la porción distal de la vagina. El
cio rectovaginal medial del pararrectal. tercio distal de la vagina se une de manera directa a las estructuras
circundantes (fig. 38-9). En la parte anterior la vagina se fusiona
Correlación clínica. El espacio rectovaginal contiene tejido

CAPÍTULO 38
con la uretra, a los lados con el músculo pubovaginal y la mem-
areolar laxo y es fácil de abrir mediante disección digital durante brana perineal y en la región posterior se une con el cuerpo peri-
la intervención quirúrgica abdominal. En procedimientos de sus- neal. Estas inserciones vaginales se conocen como soporte de nivel
pensión vaginal, la perforación de las fibras del pilar rectal brinda III o eje de fusión. Alteraciones en este nivel de sostén dan origen a
acceso a los ligamentos sacroespinosos que se emplean en procedi- rectocele o descenso perineal. También puede haber incontinencia
mientos de suspensión vaginal (Sección 43-21, pág. 1238). anal si el cuerpo perineal está ausente, como puede ocurrir después
El peritoneo del fondo de saco posterior desciende por la pared de un traumatismo obstétrico.
vaginal posterior de 2 a 3 cm por debajo del fondo de saco vagi-
nal posterior (Kuhn, 1982). Por tanto durante una histerectomía Irrigación, drenaje linfático e inervación de la vagina. Las
vaginal, en contraste con el acceso a la cavidad peritoneal anterior, principales fuentes de sangre de la vagina son la rama descendente
el ingreso al espacio peritoneal por la parte posterior es sencillo o cervical de la arteria uterina y la arteria vaginal, derivación de
mediante la incisión de la pared de la vagina en el área del fondo la arteria iliaca interna (fig. 38-12). Estos vasos forman un arco
de saco posterior (fig. 38-17). anastomótico a los lados de la vagina, en el nivel de los surcos vagi-
nales. Se unen con los vasos contralaterales en las paredes anterior y
Soporte vaginal. El principal apoyo de la vagina deriva de la posterior de la vagina. Además la arteria rectal media, proveniente
interacción entre los músculos elevadores del ano y el tejido con- de la iliaca interna, contribuye a la irrigación de la pared vaginal
juntivo que une las paredes laterales de la vagina a las paredes pél- posterior. Las partes distales de los muros vaginales también reci-
vicas. Este tejido está formado de las extensiones distales de lo que ben ramas de la arteria pudenda interna (pág. 944).
en términos clínicos se conoce como ligamentos cardinal y uterosa- El drenaje linfático de los dos tercios superiores de la vagina es
cro. Aunque el tejido conjuntivo visceral de la pelvis es continuo e similar al del útero, como se describió en la página 932. El vaciado
interdependiente, DeLancey (1992) describió tres niveles de sostén de la parte distal de la vagina llega junto con los linfáticos vulvares
con tejido conjuntivo que ayudan a explicar varias manifestaciones a los ganglios inguinales. En la sección dedicada a la vulva y el
clínicas de la disfunción del soporte pélvico. perineo en la página 945 se presenta una descripción más detallada
de los vasos linfáticos de la vulva.
Medios de fijación en la porción superior de la vagina. El
La vagina recibe su inervación de las extensiones inferiores del
parametrio desciende junto a la vagina, como el paracolpio (fig.
plexo uterovaginal, un componente del plexo hipogástrico inferior
38-15). Este tejido une la parte superior de la vagina con la pared
o pélvico (fig. 38-13).
de la pelvis, suspendiendo a la primera sobre el piso de la segunda.
Estas inserciones también se conocen como soporte de nivel I o eje
Estructuras inferiores del sistema urinario
suspensorio. Proporcionan sostén con tejido conjuntivo al vértice
vaginal después de una histerectomía. Con la mujer de pie, las Vejiga. La vejiga es un órgano hueco que permite el almacena-
fibras de soporte de nivel I están orientadas en sentido vertical. miento y la evacuación de orina (fig. 38-19). En su parte anterior,
Las manifestaciones clínicas de los defectos de este grado incluyen descansa sobre la pared abdominal anterior; en la región posterior
prolapso de la cúpula vaginal después de histerectomía. lo hace en la vagina y el cuello uterino. Por debajo y a los lados,
está en contacto con la superficie interna de los huesos púbicos.
Medios de fijación en la porción media de la vagina. Las En estas áreas carece de cobertura peritoneal. El reflejo de la vejiga
paredes laterales de la porción media de la vagina están unidas a sobre la pared abdominal es de forma triangular. El vértice de este
las paredes pélvicas de ambos lados mediante tejido conjuntivo vis- ángulo se continúa con el ligamento umbilical medial
ceral llamado aponeurosis endopélvica. Estas inserciones laterales La pared vesical consiste en haces gruesos de músculo liso cono-
de los muros vaginales se flexionan hacia el arco tendinoso de la cidos como músculo detrusor, que se extiende hacia la parte supe-
aponeurosis pélvica y la cara medial de los músculos elevadores del rior de la uretra. Aunque se describen capas separadas de dicho
ano. De esta manera, dichas inserciones laterales crean un surco músculo, no están tan bien definidas como las estructuras de otras
vaginal lateral anterior y uno posterior (fig. 38-15). Estas hendidu- vísceras, como el intestino o el uréter (fig. 23-2, pág. 610). La capa
ras corren por las paredes laterales de la vagina y dan a ésta forma más interna de la pared vesical es plexiforme y puede identificarse
de H cuando se ve en un corte transversal. El arco tendinoso de la por el patrón reticular que se observa en la cistoscopia. La mucosa
aponeurosis pélvica es una condensación de tejido conjuntivo denso de la vejiga está cubierta por un epitelio de transición.
regular que cubre la cara medial de los músculos obturador interno La vejiga puede dividirse en fondo y base, más o menos en el
y elevadores del ano. Se extiende desde la superficie interna de los nivel de los orificios ureterales. El primero tiene pared delgada y
huesos del pubis hasta las espinas isquiáticas (figs. 38-7 y 38-15). es distensible, mientras que la segunda tiene un muro más grueso
La inserción de la pared vaginal anterior en los músculos ele- que permite menos expansión durante el llenado (fig. 38-15). La
vadores del ano permite la elevación del cuello vesical que se nota base de la vejiga está formada por el trígono vesical y las asas del
con la tos o la maniobra de Valsalva (fig. 38-10). Por lo tanto, músculo detrusor. Éstas son dos bandas de fibras en forma de U que
estas uniones tienen importancia para la continencia urinaria. Las se encuentran en el cuello vesical, el área donde la uretra entra a la
inclusiones de la parte intermedia de la vagina se conocen como pared de la vejiga.
soporte de nivel II o eje de inserción. Las manifestaciones clínicas de La irrigación de esta estructura proviene de las arterias vesicales
los defectos en dicho grado incluyen prolapso de las paredes vagi- superiores y de las inferiores. Las primeras son ramas de la porción
nales anterior y posterior, con prolapso e incontinencia urinaria permeable de la arteria umbilical. Cuando existe, la arteria vesical
de esfuerzo. inferior nace de la arteria pudenda interna o de la vaginal (fig.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 935 06/09/13 22:05


936 Aspectos de cirugía ginecológica

Fondo de saco posterior Peritoneo


Bifurcación aórtica (bolsa vesicouterina)
Ligamento umbilical mediano
Ombligo
Fascia transversal
SECCIÓN 5

Uréter izquierdo
Músculo recto
Vaina anterior del recto

Espacio prevesical
(retropúbico)

Clítoris
r na
xte Orificio ureteral izquierdo
iacae
ia il
Ar ter Orificio vaginal

Cuerpo perineal

Músculo esfínter anal externo


Promontorio del sacro
R ect o

Ligamento uterosacro Ampolla rectal


Espacio vesicouterino
(tabique) Fondo de saco posterior

FIGURA 38-19. Vista media sagital de las estructuras pélvicas y aspectos anatómicos relacionados.

38-12). La inervación de la vejiga proviene del plexo vesical, que es Las paredes uretrales comienzan fuera de la pared vesical.
un componente del plexo hipogástrico inferior (fig. 38-13). Consisten en dos capas de músculo liso, una longitudinal interna
y otra circular externa. A su vez, este estrato exterior está rodeado
Uretra. La uretra femenina es un órgano complejo que mide 3 por una capa circular de músculo esquelético denominado esfínter
o 4 cm de largo. Su luz comienza en el meato urinario interno y uretral o rabdoesfínter (fig. 38-20). Cerca de la unión de los tercios
pasa por la base vesical una distancia menor a un centímetro. Esta medio e inferior de la uretra, y justo por arriba de la membrana
región se llama cuello de la vejiga. Los dos tercios distales de la perineal, existen dos bandas de músculo estriado conocidas como
uretra se fusionan con la pared anterior de la vagina. esfínter uretrovaginal y compresor uretral. En mujeres estas estruc-
turas antes se conocían como músculos perinea-
les transversos profundos y junto con el esfínter
uretral constituyen el complejo esfintérico uro-
Vejiga genital de músculo estriado. En conjunto, estos
tres músculos funcionan como una unidad y
tienen una inervación compleja y controversial.
Uretra
Sus fibras se combinan para mantener un tono
Músculo del esfínter Complejo constante y para proporcionar actividad refleja
uretrovaginal esfintérico- de urgencia, sobre todo en la mitad distal de la
Músculo constrictor urogenital
Vagina uretra para mantener la continencia.
de la uretra de músculo
Músculo esfínter uretral estriado
Distal a la profundidad de la membrana
perineal, las paredes de la uretra consisten en
tejido fibroso que sirve como boquilla que
dirige el chorro de orina. La uretra tiene una
capa submucosa prominente que está recu-
bierta por epitelio escamoso estratificado sen-
Rama isquiopúbica (corte)
sible a hormonas (fig. 23-9, pág. 614). Dentro
de la capa submucosa en la superficie dorsal o
FIGURA 38-20. Uretra y músculos relacionados. vaginal de la uretra existe un grupo de glán-

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 936 06/09/13 22:05


Anatomía 937

CAPÍTULO 38
Capa de músculo
liso longitudinal
Músculo obturador
interno
Capa de músculo
liso circular

Pliegues transversales
Músculos elevadores del ano del recto
Recto

Nervio y vasos pudendos


en el conducto pudendo

Fosa isquioanal

Línea pectínea
Músculo esfínter anal externo
Músculo esfínter anal interno

FIGURA 38-21. Fosa isquioanal y complejo del esfínter anal.

dulas conocidas como parauretrales, que desembocan en la luz de puede palparse en forma manual durante el examen rectal o vagi-
la superficie dorsal de la uretra (fig. 26-4, pág. 684). Las abertu- nal. En su inicio, la pared rectal es similar a la del sigmoides, pero
ras de los conductos de las dos glándulas más prominentes, las de cerca de su terminación se dilata para formar la ampolla rectal, que
Skene, se ven en la superficie interna del orificio uretral externo empieza debajo del peritoneo del fondo de saco posterior.
(pág. 941). El recto contiene varios pliegues transversales (casi siempre
La uretra recibe su irrigación de ramas de las arterias vesical/ tres), los pliegues transversales del recto, o válvulas de Houston (fig.
vaginal inferior y pudenda interna. Aunque todavía existe contro- 38-21). El más grande y constante se localiza en la parte anterior
versia, se cree que el nervio pudendo inerva la parte más distal y a la derecha, a unos 8 cm del orificio anal. Estos pliegues contri-
del complejo esfintérico urogenital de músculo estriado. Las ramas buyen a la continencia fecal porque sostienen las heces por arriba
eferentes somáticas del nervio pélvico, componente del plexo hipo- del conducto anal.
gástrico inferior o pélvico, inerva de manera variable el esfínter
uretral. En el capítulo 23 se presenta una discusión adicional sobre Correlación clínica. Cuando el recto se encuentra vacío, los
la inervación de la vía urinaria inferior (pág. 609). pliegues rectales transversales se superponen unos a otros, lo que
a veces dificulta el avance del dedo explorador o del endoscopio
Correlación clínica. La infección crónica de las glándulas para- después de este nivel.
uretrales puede conducir al desarrollo de divertículos uretrales.
Debido a las múltiples aberturas de estos órganos a lo largo de la ■ Espacios quirúrgicos retroperitoneales
uretra, los divertículos pueden desarrollarse en varios sitios de la mis-
ma (cap. 26, pág. 683). Pared pélvica
Es importante que el cirujano de pelvis conozca varios espacios
Uréteres. En la página 938 se presenta una descripción detallada retroperitoneales. De éstos, el área retroperitoneal de las paredes
del segmento pélvico del uréter, en la discusión sobre la pared late- laterales pélvicas contienen los vasos iliacos internos y los linfáticos
ral del retroperitoneo. pélvicos, el segmento pélvico del uréter y el nervio obturador.

Correlación clínica. El ingreso al retroperitoneo por las pare-


Recto
des laterales pélvicas permite identificar los uréteres (fig. 38-22).
El recto continúa con el colon sigmoide más o menos en nivel de Además, es un paso esencial para muchas de las operaciones descri-
la tercera vértebra sacra (fig. 38-19). Desciende 12 cm por la super- tas en oncología ginecológica y para la ligadura de la arteria uterina
ficie anterior del sacro y termina en el conducto anal después de o de la iliaca interna en caso de hemorragia.
pasar por el hiato del elevador. Las porciones anterior y lateral de los
dos tercios proximales del recto están cubiertas por peritoneo. Vasos sanguíneos. Las figuras 38-12, 38-14 y 38-22 presen-
Luego el peritoneo se refleja en la pared vaginal anterior y forma tan los principales vasos sanguíneos pélvicos. Los iliacos interno
el fondo de saco de Douglas, también llamado saco rectouterino. En y externo, y sus grupos correspondientes de ganglios linfáticos, se
las mujeres, el fondo de saco se sitúa a 5 o 6 cm del orificio anal y encuentran en el espacio retroperitoneal lateral pélvico (fig. 38-16).

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 937 06/09/13 22:05


938 Aspectos de cirugía ginecológica

Ligamentos umbilicales
Ventana en la hoja medial
lateral medial mediano del peritoneo debajo del ligamento
infundibulopélvico
SECCIÓN 5

Ligamento redondo

Arteria uterina

Ligamento redondo
Peritoneo posterior (corte)

Arteria umbilical
Trompa de Falopio
Uréter unido a la hoja medial
del ligamento ancho
Ovario

Arteria iliaca interna Ligamento infundibulopélvico

Arteria iliaca externa


Uréter
Vasos ováricos

Rama de la arteria iliaca


primitiva hacia el uréter Ligamento uterosacro

Mesenterio sigmoide
Peritoneo (corte)

FIGURA 38-22. Vista quirúrgica del espacio retroperitoneal adyacente a la pared lateral pélvica que muestra el uréter unido a la hoja medial del
ligamento ancho.

Correlación clínica. En caso de hemorragia durante una opera- La porción pélvica del uréter recibe su irrigación de las arte-
ción pélvica, puede ligarse la arteria iliaca interna para disminuir rias próximas a su trayecto: los vasos iliacos primitivos, los iliacos
la presión del pulso en los órganos pélvicos. Cuando se diseca este internos y los vesicales superiores. Las anastomosis vasculares en la
vaso, es preciso identificar y evitar el uréter. La arteria iliaca interna vaina del tejido conjuntivo que envuelve al uréter forman una red
se liga en un punto distal al origen de las ramas de su división pos- longitudinal.
terior. Esto ayuda a prevenir la desvascularización sustancial de los
músculos glúteos. Estas ramas de la división posterior casi siempre Correlación clínica. Por la proximidad de los uréteres pélvicos a
surgen de la pared posterolateral de la arteria iliaca interna, a unos muchas estructuras que se encuentran durante las intervenciones
3 o 4 cm de su nacimiento en la arteria iliaca primitiva (Bleich, quirúrgicas ginecológicas, debe ponerse énfasis en su identificación
2007). precisa durante las operaciones. La mayoría de las lesiones urete-
rales ocurre durante intervenciones quirúrgicas ginecológicas por
Uréter pélvico. El uréter entra a la pelvis al cruzar sobre la bifur- enfermedades benignas (Ibeanu, 2009). Más de 50% de éstas no se
cación de la arteria iliaca primitiva, entre las arterias iliacas interna diagnostica durante la operación. Los sitios de daño más frecuentes
y externa, justo medial a los vasos ováricos (fig. 38-15). Desciende incluyen: 1) el borde pélvico durante la colocación de pinzas en el
hacia la pelvis unida a la hoja medial del peritoneo de la pared ligamento infundibulopélvico; 2) la región ístmica del útero al ligar
lateral de la pelvis. En su trayecto, el uréter se sitúa en posición la arteria uterina; 3) la pared lateral de la pelvis durante la sutura
medial con respecto a las ramas iliacas internas y de forma antero- del ligamento uterosacro, y 4) el vértice vaginal al poner pinzas o
lateral a los ligamentos uterosacros (figs. 38-14, 38-15 y 38-22). material de sutura en el manguito vaginal.
Luego, el uréter cruza el ligamento cardinal, más o menos 1 o 2 cm
por fuera del cuello uterino. Cerca del nivel del istmo del útero, Espacio presacro
pasa por debajo de la arteria uterina (como “agua bajo el puente”). Esta área retroperitoneal se localiza entre el sacro y el recto sigmoi-
Después se dirige en sentido anteromedial hacia la base de la vejiga des, y el peritoneo de la pared abdominal posterior (figs. 38-18 y
(fig. 38-15). En este trayecto, pasa cerca del tercio superior de la 38-23). Empieza debajo de la bifurcación aórtica y se extiende de
pared vaginal anterior (Rahn, 2007). Por último, entra a la vejiga forma caudal hacia el piso pélvico. A los lados, este espacio está limi-
y viaja en sentido oblicuo cerca de 1.5 cm antes de desembocar en tado por los vasos iliacos internos y sus ramas. Contenidos dentro
el orificio ureteral. del tejido areolar laxo y conjuntivo de este espacio se encuentran

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 938 06/09/13 22:05


Anatomía 939

Aorta
Plexo hipogástrico superior

Tronco simpático Peritoneo

CAPÍTULO 38
Arteria y vaso iliacos primitivos
lo Vena iliaca primitiva izquierda
Arteria y vaso sacros medios cu s
ús a
M pso

Vena sacra lateral

Arteria y vaso iliacos internos

Uréter

Arteria y vaso iliacos externos

Promontorio del sacro

Ligamento longitudinal anterior

Arteria y nervio del obturador

Arteria umbilical

Arteria pudenda interna

Arteria glútea inferior

Plexo venoso sacro de


R e cto sig m o i

FIGURA 38-23. Espacio presacro. L5, 5a vértebra lumbar; S1, 1er nervio sacro.

el plexo hipogástrico superior, los nervios hipogástricos y partes del Correlación clínica. Los ginecólogos penetran al espacio presa-
plexo hipogástrico inferior (figs. 38-14 y 38-23). El grupo sacro de cro para realizar sacrocolpopexias (Sección 43-17, pág. 1225) y
ganglios linfáticos también se encuentra ahí (fig. 38-16). neurectomías presacras (cap. 11, pág. 316). Además, es impor-
La anatomía vascular del espacio presacro es compleja e incluye tante mencionar que durante las cirugías las hemorragias del plexo
una anastomosis venosa extensa e intrincada, llamada plexo venoso venoso sacro pueden ser difíciles de controlar porque las venas a
sacro. Éste se forma sobre todo por la unión de las venas sacra menudo se retraen hacia los agujeros intervertebrales sacros.
media y lateral en la superficie anterior del sacro. La vena sacra
media a menudo drena en la vena iliaca primitiva izquierda, mien- Espacio prevesical
tras que la sacra lateral vierte su contenido en la iliaca interna. Por Este sitio también se llama espacio de Retzius o retropúbico. Puede
último, estos vasos vacían su contenido en el sistema cava. El plexo ingresarse a él al cortar la fascia transversal de la pared abdominal
venoso sacro también recibe contribuciones de las venas lumbares anterior (fig. 38-19). Este espacio está limitado adelante y a los
de la pared abdominal posterior y de las venas basivertebrales que lados por la pelvis ósea y los músculos de la pared pélvica. En la
pasan por los agujeros intervertebrales sacros pélvicos. La arteria parte superior, esta área se encuentra cerrada por la pared abdo-
sacra media, que pasa en la proximidad de la vena sacra media, nace minal anterior (figs. 38-18, 38-19 y 38-24). La vejiga y la parte
de la parte posterior y distal de la aorta abdominal. proximal de la uretra se encuentran detrás de este espacio. Las
En un estudio reciente que revisó la anatomía vascular del espa- uniones del tejido conjuntivo paravaginal con el arco tendinoso
cio presacro, la vena iliaca primitiva izquierda fue el vaso mayor de la aponeurosis pélvica constituyen el límite posterolateral de
más cercano identificado en sentido tanto cefálico como lateral del esta región y lo separan de los espacios vesicovaginal y vesicocer-
promontorio medio del sacro. La distancia promedio entre la vena vicouterino.
iliaca primitiva izquierda y el promontorio sacro medio en este En este sitio hay varios vasos y nervios. La vena dorsal del clí-
estudio fue de 2.7 cm (intervalo de 0.9 a 5.2 cm) (Wieslander, toris pasa bajo el borde inferior de la sínfisis del pubis y drena
2006). La proximidad de la vena iliaca primitiva izquierda al pro- en el plexo venoso periuretral-perivesical, también llamado plexo de
montorio sacro hace que este vaso sea muy vulnerable a las lesiones Santorini (Pathi, 2009). El paquete neurovascular obturatriz viaja
durante el acceso y la disección en este espacio. por las paredes laterales de la pelvis y entra al conducto del obtu-

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 939 06/09/13 22:05


940 Aspectos de cirugía ginecológica

Arteria umbilical ocluida Vena dorsal del clítoris


(ligamento umbilical medial)
Ligamento iliopectíneo (de Cooper)
Arteria y vaso epigástricos inferiores
SECCIÓN 5

Plexo venoso periuretral


Arco tendinoso de la aponeurosis pélvica (de Santorini)

Vena iliaca circunfleja profunda

Arteria y vaso accesorios


del obturador
Conducto del obturador
Arteria y vaso iliacos externos
Cuello

uterino Arteria y vaso del obturador


Ligamento vesicouterino
Espacio vesicouterino
Arteria uterina

Arteria y vaso iliacos internos


Ligamento cardinal

Ligamento uterosacro
Uréter Vena rectal media

FIGURA 38-24. Espacio retropúbico. PS, sínfisis del pubis.

rador para llegar al compartimiento medial del muslo. Las ramas el vestíbulo, los bulbos vestibulares, los orificios uretral y vaginal y
nerviosas autónomas que inervan la vejiga y la uretra pasan por las glándulas vestibulares mayores (de Bartholin), las vestibulares
los bordes laterales de estas estructuras. Además, en la mayoría de menores y las parauretrales (de Skene) (fig. 38-25). El desarrollo
las mujeres los vasos accesorios del obturador que se originan de embrionario de estos componentes puede encontrarse en el cuadro
los vasos epigástricos inferiores o iliacos externos cruzan las ramas 18-1 (pág. 484).
púbicas superiores y se conectan con los vasos del obturador, cerca
del conducto del mismo nombre. Monte de Venus y labios mayores
Correlación clínica. La lesión del paquete neurovascular o de los El monte de Venus es la eminencia redondeada que se encuentra por
vasos accesorios del obturador ocurre más a menudo durante las delante de la sínfisis del pubis. Los labios mayores son dos pliegues
disecciones de ganglios linfáticos pélvicos y procedimientos para prominentes que se extienden desde el monte de Venus hasta el
reparación de defectos paravaginales y fracturas pélvicas. Por tanto cuerpo perineal, por detrás. La piel sobre el monte de Venus y los
es crucial para la disección de este espacio el conocimiento de la labios mayores está cubierta de pelo y una capa subcutánea similar
localización aproximada de estos vasos y del conducto del obtura- a la de la pared abdominal anterior, que consiste en una franja
dor. Éste se encuentra a 5 o 6 cm de la línea media en la sínfisis de tejido adiposo superficial similar a la fascia de Camper y un
del pubis, y a 1 o 2 cm debajo del margen superior del ligamento estrato membranoso más profundo, la fascia de Colles (fig. 38-25).
iliopectíneo (Drewes, 2005). Ésta, también conocida como fascia perineal superficial, la fascia de
A menudo se produce hemorragia del plexo venoso periuretral- Colles es similar y tiene continuidad con la fascia de Scarpa de la
perivesical cuando se coloca el material de sutura en este espacio pared abdominal anterior.
durante la suspensión retropúbica del cuello vesical o cuando se El ligamento redondo y el proceso vaginal ocluido, también lla-
pasan las agujas en los procedimientos retropúbicos en la parte mado canal de Nuck, sale del conducto inguinal y se inserta en el
media de la uretra. El sangrado venoso casi siempre se detiene tejido adiposo o la piel de los labios mayores.
cuando se aplica presión o cuando se anudan las suturas.
Correlación clínica. La fascia de Colles se inserta con firmeza
en las ramas isquiopúbicas a los lados y en la membrana perineal
VULVA Y PERINEO en la parte posterior. Estas uniones impiden la diseminación de
líquido, sangre o infecciones del espacio perineal superficial a los
■ Vulva muslos o al triángulo perineal posterior. En la parte anterior, la
Los genitales femeninos externos, conocidos en conjunto como fascia de Colles no tiene uniones con las ramas púbicas, por lo que
vulva, se encuentran sobre los huesos púbicos y se extienden en se extiende con la pared abdominal anterior (fig. 38-25). Esta con-
sentido posterior bajo el arco púbico. Las estructuras que incluyen tinuidad permite la diseminación de fluidos, sangre e infecciones
son el monte de Venus, los labios mayores y los menores, el clítoris, entre estos compartimientos.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 940 06/09/13 22:05


Anatomía 941

Labios menores

CAPÍTULO 38
Fascia de Scarpa
Monte de Venus
Línea
de Hart
Aberturas de las
Prepucio glándulas de Skene

Glande del clítoris


Aberturas de las glándulas
de Bartholin
Frenillo

Rama isquiopúbica
Labio mayor

Fascia de Colles
Labio menor

Abertura uretral externa Fosa navicular

Vagina
Aponeurosis inferior de los músculos
Horquilla elevadores del ano/diafragma pélvico

Cuerpo perineal
Músculo esfínter
Ano anal externo

FIGURA 38-25. Estructuras vulvares y capa subcutánea del triángulo perineal anterior. Nótese la continuidad de las fascias de Colles y de Scarpa.
Inserto: límites y aberturas del vestíbulo.

El diagnóstico diferencial de una tumoración en un labio liquen escleroso, pueden causar atrofia importante o desaparición
mayor incluye leiomiomas provenientes del ligamento redondo y de los labios menores (cap. 4, pág. 113).
la persistencia del proceso vaginal. Una hernia inguinal indirecta
también puede llegar al labio mayor al pasar por el anillo interno Clítoris
y el conducto inguinales. En contraste con las hernias inguinales Es la estructura eréctil femenina homóloga al pene. Está formado
directas, que casi siempre se deben a defectos adquiridos en la apo- por el glande, el cuerpo y dos pilares. El primero contiene muchas
neurosis de la pared abdominal anterior, las indirectas casi siempre terminaciones nerviosas y está cubierto por un epitelio plano estra-
son congénitas. tificado con una delgada capa de queratina. El segundo mide alre-
dedor de 2 cm y está conectado a la rama del pubis por los pilares
Labios menores (fig. 38-26).
Estos dos pliegues cutáneos se encuentran entre los labios mayores
(fig. 38-25). En su parte anterior, cada uno se bifurca para formar Vestíbulo vaginal
dos pliegues que rodean el glande del clítoris. El prepucio es el Esta es el área que se encuentra entre los dos labios menores. Está
doblez anterior que cubre el glande y el frenillo es el que pasa por limitada en la parte medial por el anillo del himen y a los lados
debajo del clítoris. En la parte posterior, los labios menores termi- por la línea de Hart. Ésta representa el límite entre la piel y la
nan en la horquilla. mucosa en la superficie interna de los labios menores. El vestíbulo
A diferencia de la piel que cubre los labios mayores, la de los se extiende desde el clítoris en la parte anterior hasta la horquilla
menores no está cubierta por pelo. Además, el tejido subcutáneo en la posterior (fig. 38-25, inserto). Contiene las aberturas de la
carece de grasa y es sobre todo de tipo conjuntivo laxo. Este último uretra, la vagina, las glándulas vestibulares mayores (también cono-
atributo permite la movilidad de la piel durante el coito y explica cidas como de Bartholin) y las glándulas de Skene, que son el par
la facilidad de la disección con la vulvectomía. más grande de órganos secretores parauretrales. También contiene
las múltiples aberturas de las glándulas vestibulares menores. Existe
Correlación clínica. Por lo general, los labios menores son una depresión poco profunda, conocida como fosa navicular, entre
simétricos, pero su tamaño y forma pueden variar mucho de una el orificio vaginal y la horquilla.
mujer a otra. En algunas personas estas estructuras, con aspecto de
alas, son péndulas y pueden ser llevadas hacia la vagina durante el Correlación clínica. La disestesia vulvar localizada, también
coito. Si se experimenta dispareunia en estas circunstancias, puede llamada vestibulitis vulvar, se caracteriza por dolor durante la
hacerse una reducción quirúrgica de los labios (Sección 41-23, pág. penetración vaginal, hipersensibilidad localizada en un punto
1072). Además, las enfermedades dermatológicas crónicas, como el determinado y eritema de la mucosa vestibular.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 941 06/09/13 22:05


942 Aspectos de cirugía ginecológica

Cuerpo del clítoris


Músculo isquiocavernoso
Pilar del clítoris
SECCIÓN 5

Rama isquiopúbica
Bulbo vestibular

Borde cortado de la fascia de Colles Glándula vestibular mayor


(de Bartholin)
Músculo bulbocavernoso
Borde cortado del músculo
Membrana perineal isquiocavernoso

Tuberosidad isquiática Membrana perineal

Músculo perineal
transverso superficial
Músculo elevador del ano

Músculo esfínter anal externo


Músculo glúteo mayor

FIGURA 38-26. Triángulos perineales anterior (espacio superficial del triángulo anterior) y posterior. A la izquierda de la imagen se encuentran las
estructuras observadas después de retirar la fascia de Colles. A la derecha de la imagen están las estructuras que se pueden apreciar después de
remover los músculos perineales superficiales.

La línea de Hart tiene relevancia clínica cuando se eligen los Correlación clínica. La obstrucción de los conductos de Bartho-
sitios de incisión para el drenaje o marsupialización de los conduc- lin con material proteináceo o por inflamación infecciosa puede
tos de las glándulas de Bartholin (Secciones 41-18 y 41-19, págs. originar la formación de vejigas membranosas de tamaño varia-
1063-1065). En un intento por recrear conductos de anatomía casi ble. Un quiste infectado puede dar lugar a un absceso que por lo
normal para dichos órganos después de estos procedimientos, deben general se debe drenar en forma quirúrgica, y aquellos que son
evitarse las incisiones externas a la línea de Hart (Kaufman, 1994). sintomáticos o recurrentes a veces requieren marsupialización o
resección de las glándulas.
Bulbos vestibulares
Éstos son homólogos del bulbo y del cuerpo esponjoso del pene.
Son dos masas eréctiles prolongadas, de unos 3 cm de largo, con
■ Perineo
vascularización abundante que rodean el orificio vaginal (fig. El perineo es el área romboidal que se encuentra entre los muslos
38-26). Sus extremos posteriores están en contacto con las glán- (fig. 38-25). En el plano profundo está limitado por la fascia infe-
dulas de Bartholin y los anteriores se unen entre sí y con el clíto- rior del diafragma pélvico y en la parte superior, por la piel entre
ris. Sus superficies profundas están en contacto con la membrana los muslos. Los límites anterior, posterior y laterales del perineo
perineal y sus caras superficiales están cubiertas en parte por los son los mismos que los de la salida pélvica ósea: la sínfisis del pubis
músculos bulbocavernosos. adelante, las ramas isquiopúbicas y las tuberosidades isquiáticas por
la parte anterolateral, el cóccix por detrás y los ligamentos sacrotu-
Correlación clínica. La proximidad de las glándulas de Bartholin berosos en la región posterolateral. Una línea arbitraria que une las
con los bulbos vestibulares explica la hemorragia considerable que tuberosidades isquiáticas divide al perineo en un triángulo urogeni-
se observa a veces con la resección de dichos órganos secretores tal o anterior y un triángulo anal o posterior.
(Sección 41-20, pág. 1066).
Triángulo anterior (urogenital)
Glándulas vestibulares mayores o de Bartholin Las estructuras que forman la vulva, o los genitales femeninos
Son homólogas de las glándulas masculinas bulbouretrales o de externos, se encuentran en el triángulo anterior del perineo. La
Cowper. Están en contacto con los extremos posteriores de los base o el borde posterior de éste es la línea interisquiática, que casi
bulbos vestibulares, y a menudo se encuentran superpuestas por siempre pasa sobre los músculos perineales transversales superficiales
ellos (fig. 38-26). Cada glándula está conectada con el vestíbulo (fig. 38-26).
por un conducto de unos 2 cm de largo. Éste se abre en la hendi- El triángulo anterior puede dividirse además en un saco o
dura que hay entre los labios menores y el himen (el vestíbulo), en espacio superficial y uno profundo por medio de la membrana peri-
posiciones aproximadas a las cinco y a las siete horas en la carátula neal. El espacio perineal superficial se encuentra por debajo de
de un reloj. la membrana perineal y el espacio profundo está por arriba de la
Las glándulas contienen células cilíndricas que secretan moco membrana, o en un plano profundo con respecto a ésta.
claro o blanquecino con propiedades lubricantes. Estos órganos
se estimulan con la excitación sexual. La contracción del músculo Espacio perineal superficial. Este espacio del triángulo ante-
bulbocavernoso que cubre la cara superficial de la glándula esti- rior es un compartimiento cerrado que se encuentra entre la fascia
mula la secreción. de Colles y la membrana perineal. Contiene los músculos isquio-

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 942 06/09/13 22:05


Anatomía 943

Vejiga

CAPÍTULO 38
Uretra
Músculo Complejo
Vena dorsal del clítoris esfintérico
esfínter uretral
Uretra Músculo compresor urogenital
Vagina de la uretra de músculo
Labio menor (corte) Músculo esfínter estriado
uretrovaginal
Anillo del himen

Rama isquiopúbica (corte)


Membrana perineal

Borde cortado de la membrana perineal


Músculo
bulbocavernoso
(corte) Músculo compresor de la uretra

Músculo Músculo esfínter uretrovaginal


isquiocavernoso
(corte)

Músculo perineal
Músculo pubococcígeo
transverso
(pubovisceral)
superficial Músculos elevadores
Músculo puborrectal del ano
Músculo esfínter
anal externo Músculo iliococcígeo
Músculo glúteo mayor
FIGURA 38-27. Espacio profundo del triángulo perineal anterior. A la derecha de la imagen están las estructuras encontradas después de retirar
la membrana perineal. Inserto: músculos del esfínter urogenital estriado. También se muestran todas las estructuras que se insertan en el cuerpo
perineal: los músculos bulbocavernoso, transversal superficial del perineo, esfínter anal externo y puboperineal; la membrana perineal; y el esfínter
uretrovaginal.

cavernoso, bulbocavernoso y el transverso superficial del perineo; la vagina, ramas de la arteria pudenda interna y el nervio y la vena
las glándulas de Bartholin; los bulbos vestibulares; el clítoris, y las dorsales del clítoris.
ramas de los vasos y del nervio pudendos. La uretra y la vagina
atraviesan este espacio. Membrana perineal (diafragma urogenital). La descripción
El músculo isquiocavernoso se inserta en la cara medial de las tradicional del principal componente del saco perineal profundo es
tuberosidades isquiáticas por detrás y en las ramas isquiopúbicas a un diafragma urogenital triangular trilaminar. De acuerdo con este
los lados. En la parte anterior se fija con el pilar del clítoris. Este concepto, dicha estructura consistía en los músculos transversos
músculo ayuda a mantener la erección de éste mediante la compre- profundos del perineo y los del esfínter uretral localizados entre la
sión del pilar, lo que retrasa el drenaje venoso. membrana perineal (fascia inferior del diafragma urogenital) y la
El músculo bulbocavernoso, también llamado bulboesponjoso, capa superior de la fascia (fascia superior del diafragma urogenital).
cubre la parte superficial de los bulbos vestibulares y las glándulas Sin embargo, el término diafragma se usa para describir un com-
de Bartholin. Estos músculos se insertan en el cuerpo del clítoris partimiento cerrado. Como se describió antes, el saco profundo es
en la parte anterior y en el cuerpo perineal en la región contraria. una cavidad abierta. Está limitado abajo por la membrana perineal
Su acción constriñe la luz vaginal, lo que contribuye a la liberación y se extiende hacia arriba hasta el interior de la pelvis (Oelrich,
de secreciones de las glándulas de Bartholin. También contribuyen 1980, 1983). Como resultado, cuando se describe la anatomía
a la erección del clítoris mediante la compresión de la vena dorsal perineal, los términos diafragma urogenital y fascia inferior del dia-
profunda del mismo. Los músculos bulbocavernoso e isquiocaver- fragma urogenital son nombres erróneos y se sustituyeron por la
noso actúan para jalar el clítoris hacia abajo. palabra anatómica correcta membrana perineal.
Los músculos transversos superficiales del perineo son tiras delga- La membrana perineal constituye el límite profundo del espa-
das que se insertan en la tuberosidad isquiática a los lados y en el cio perineal superficial (fig. 38-27). Se une en la parte lateral a las
cuerpo perineal en la parte medial. Pueden estar atenuados, incluso ramas isquiopúbicas, por detrás al cuerpo perineal y en la región
ausentes, pero cuando existen contribuyen al cuerpo perineal. medial al tercio distal de la uretra y la vagina. En la porción ante-
rior se une con el ligamento arqueado del pubis. En esta zona, la
Espacio perineal profundo. Este saco se encuentra en un membrana perineal es muy gruesa y a menudo se le llama ligamento
plano profundo o superior a la membrana perineal (fig. 38-27). pubouretral.
A diferencia del espacio perineal superficial, que es un comparti- En fecha reciente se demostró que la membrana perineal con-
miento cerrado, el espacio profundo se continúa hacia arriba con siste en dos porciones con diferencias histológicas, y quizá funcio-
la cavidad pélvica. Contiene el músculo compresor de la uretra, los nales, que abarcan la abertura del triángulo pélvico anterior (Stein,
esfínteres uretrovaginal y uretral externo, partes de la uretra y de 2008). La parte dorsal o posterior consiste en una lámina de tejido

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 943 06/09/13 22:05


944 Aspectos de cirugía ginecológica

fibroso denso que se une por los lados a las ramas isquiopúbicas y en pudendo antes de que estas estructuras se dividan en sus ramas
la parte medial al tercio distal de la vagina y al cuerpo perineal (fig. terminales para distribuirse en la vulva y el perineo (fig. 38-28).
38-27). La parte ventral o anterior de la membrana perineal tiene La fosa isquioanal o isquiorrectal llena la mayor parte del trián-
una relación estrecha con el músculo constrictor de la uretra y el gulo anal (figs. 38-21 y 38-28). Contiene tejido adiposo y algunos
SECCIÓN 5

esfínter uretrovaginal, antes llamados músculos perineales trans- vasos sanguíneos ocasionales. El conducto y el complejo esfinté-
versales profundos en la mujer (véase inserto de la fig. 38-27). rico anales se encuentran en el centro de esta estructura. La fosa
Además, la porción ventral de la membrana perineal continúa con isquioanal está limitada en su parte superomedial por la aponeu-
la inserción del arco tendinoso de la aponeurosis pélvica a los hue- rosis inferior de los músculos elevadores; en la región anterola-
sos púbicos (fig. 38-20). En este mismo estudio histológico se mos- teral por la fascia que cubre la superficie medial de los músculos
tró que la superficie profunda o superior de la membrana perineal obturadores internos y las tuberosidades isquiáticas; y en la zona
tiene conexiones directas con los músculos elevadores del ano y posterolateral por el borde inferior de los músculos glúteos mayo-
que la región superficial o inferior de la membrana se fusiona con res y los ligamentos sacrotuberosos. En el nivel superficial, la fosa
el bulbo vestibular y el pilar del clítoris. isquioanal está limitada adelante por los músculos transversos
superficiales del perineo. En un plano superior o más profundo no
Correlación clínica. La membrana perineal se une con las pare- existe una fascia limitante entre la fosa y los tejidos profundos a la
des laterales de la vagina, casi en el nivel del himen. Da soporte a la membrana perineal. Posterior al ano, el contenido de la depresión
parte distal de la vagina y uretra mediante la unión de estas estruc- se continúa sobre la línea media, excepto por las inserciones de las
turas con la pelvis ósea. Además, sus inserciones en los músculos fibras del esfínter anal externo con el cóccix. La continuidad de
elevadores del ano sugieren que la membrana perineal podría tener la fosa isquioanal sobre los compartimientos perineales permite la
una participación más activa en el soporte de lo que se pensaba diseminación de líquido, infecciones y neoplasias malignas de un
antes. lado del conducto anal al otro, así como hacia el compartimiento
perineal profundo a la membrana perineal.
Este complejo está formado por dos esfínteres y el músculo
Triángulo posterior (anal) puborrectal. Consiste en tejido estriado que rodea la parte dis-
Este triángulo contiene la fosa isquioanal, el conducto y el com- tal del conducto anal. Está formado por una parte superficial y
plejo esfintérico anales, ramas de los vasos pudendos internos y una profunda. Las fibras más externas se encuentran debajo del
derivaciones del nervio pudendo (figs. 38-21, 38-27 y 38-28). En esfínter interno y están separadas del epitelio anal sólo por la
el plano profundo está limitado por la fascia que cubre la superfi- submucosa. Las fibras profundas se flexionan con los filamentos
cie inferior de los músculos elevadores del ano y a los lados por la más inferiores del músculo puborrectal. El esfínter externo, el que
fascia que cubre el plano medial de los músculos obturadores inter- ejerce la presión de compresión del conducto anal, está inervado
nos. Una separación de la fascia del obturador interno en esta área sobre todo por la rama anal inferior del nervio pudendo. El esfín-
se conoce como conducto pudendo o de Alcock (figs. 38-6 y 38-21), ter anal externo es el responsable de forzar la presión del conduc-
el cual permite el paso de los vasos pudendos internos y del nervio to anal.

Ramas de los nervios ilioinguinal y genitocrural

Glande y pilares del clítoris


Labios mayor y menor (corte)
Músculos del esfínter urogenital estriado

Nervios labiales posteriores


Rama isquiopúbica
Músculo isquiocavernoso
Membrana perineal con ventana
Músculo bulbocavernoso que expone los músculos del esfínter
urogenital estriado
Músculo transverso
superficial del perineo
Nervio y arteria dorsales del clítoris
Nervio perineal

Nervio pudendo Nervio y arteria perineales

Fosa isquioanal Rama perineal del nervio


cutáneo femoral posterior

Músculo esfínter Nervio y arteria rectales inferiores


anal externo
Músculo glúteo mayor
Músculo elevador del ano

FIGURA 38-28. Nervio y vasos pudendos. Inervación al esfínter urogenital estriado y a los músculos del esfínter anal externo.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 944 06/09/13 22:05


Anatomía 945

El esfínter anal interno es el engrosamiento de la capa circular Vasos sanguíneos


de músculo liso de la pared anal (fig. 38-21). Está bajo el control La arteria pudenda externa es una rama de la arteria femoral que
del sistema nervioso autónomo y es el que mantiene cerca de 80% irriga la piel y el tejido subcutáneo del monte de Venus (fig. 38-3).

CAPÍTULO 38
de la presión de reposo del conducto anal. La arteria pudenda interna es una de las ramas terminales de la
El músculo puborrectal comprende toda la porción medial del arteria iliaca interna (fig. 38-6). Recorre un trayecto largo desde su
músculo elevador del ano a ambos lados, desde la superficie interna origen y la relación de este vaso con otras estructuras tiene impor-
de los huesos del pubis. Pasa detrás del recto y forma un cabestri- tancia clínica. Sale de la pelvis por el agujero ciático mayor, pasa
llo atrás de la unión anorrectal, lo que contribuye a mantener el detrás de las espinas isquiáticas y reingresa al perineo a través del
ángulo en dicha estructura y tal vez la continencia fecal (figs. 38-9, agujero ciático menor. Luego tiene un recorrido variable, casi siem-
38-10 y 38-27). pre de 2 a 3 cm, a través del conducto pudendo o de Alcock para
luego dividirse en sus ramas terminales. Éstas son las arterias rectal
Cuerpo perineal inferior, perineal y clitorídea (fig. 38-28). Las ramas que llegan al
Se trata de una masa de tejido fibromuscular que se encuentra entre perineo a veces nacen de la arteria pudenda antes de que ésta salga
la parte distal de la pared vaginal posterior y el ano. Está formado de la pelvis. Dichos vasos se llaman arterias pudendas accesorias.
por la unión de varias estructuras, que incluyen (de abajo a la parte Otros vasos accesorios también se originan de forma directa de la
superficial) los músculos bulbocavernoso, transverso superficial del división anterior o posterior de la arteria iliaca interna.
perineo y esfínter anal externo (fig. 38-26). Las partes que se unen Las venas que drenan las estructuras de la vulva y el perineo
en un nivel superior o más profundo son la membrana perineal, la tienen trayectos y nombres similares a los de las arterias. La sangre
parte distal de la pared vaginal posterior y los músculos elevadores venosa de los bulbos vestibulares y otras estructuras, excepto por el
del ano (con la aponeurosis que los cubre) y los del esfínter uretro- tejido eréctil del clítoris, sale hacia las venas pudendas internas.
vaginal (fig. 38-27). En sus extensiones anteroposterior y superoin- El tejido eréctil se vacía en la vena dorsal del clítoris (fig. 38-27).
ferior, el cuerpo perineal mide de 2 a 4 cm (fig. 38-17). Ésta se dirige hacia atrás en la pelvis y termina en el plexo venoso
periuretral-perivesical (fig. 38-24). La anastomosis venosa que
Correlación clínica. Durante la episiotomía y otras reparaciones drena el recto y el conducto anal vierten su contenido en las venas
de laceraciones vaginales, así como en procedimientos reconstruc- rectales superior, media e inferior. La primera vacía su contenido
tivos, debe ponerse atención especial a la reconstrucción del cuerpo en la vena mesentérica inferior, una tributaria de la vena porta.
perineal en un esfuerzo por prevenir el prolapso de órganos de la La segunda drena en la vena iliaca interna y la tercera en la vena
pelvis y alguna otra disfunción del piso de dicha región. pudenda interna y luego en la vena iliaca interna.

Drenaje linfático
■ Irrigación, drenaje linfático e inervación La linfa de las estructuras de la vulva y el perineo drenan en los
La vulva y el perineo, junto con las estructuras que contienen, tie- ganglios inguinales, que se sitúan debajo del ligamento inguinal en
nen un patrón intrincado y un número de variantes anatómicas. la parte anterosuperior y medial del muslo (fig. 38-29). Existen de

Arteria epigástrica superficial


Ganglios iliacos externos

Arteria iliaca circunfleja superficial

Ligamento inguinal

Fosa oval (abertura safena)


Ganglio de Cloquet

Fascia lata
Músculo sartorio

Músculo iliopsoas
Vena safena

Nervio crural
Arteria femoral
Vena femoral

Músculo pectíneo
Arteria pudenda externa
Músculo aductor largo

FIGURA 38-29. Ganglios linfáticos inguinales y contenido del triángulo femoral. Los ganglios inguinales superficiales se muestran a la izquierda de
la imagen, los profundos aparecen a la derecha.

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 945 06/09/13 22:05


946 Aspectos de cirugía ginecológica

10 a 20 ganglios inguinales y se dividen en dos grupos, uno super- BIBLIOGRAFÍA


ficial y otro profundo. Se encuentran en la capa membranosa del
Balgobin S, Carrick KS, Montoya TI, et al: Surgical dimensions and histol-
tejido subcutáneo de la parte anterior del muslo, apenas de manera ogy of the vesicocervical space. 37th Annual SGS Scientific Meeting, San
superficial a la fascia lata. Antonio, TX, Poster presentation, April 2011
SECCIÓN 5

El número de los ganglios inguinales profundos varía de uno a Barber MD, Bremer RE, Thor KB, et al: Innervation of the female levator ani
muscles. Am J Obstet Gynecol 187:64, 2002
tres; se hallan en un plano profundo con respecto a la fascia lata Berglas B, Rubin IC: The study of the supportive structures of the uterus by
en el triángulo femoral. Este polígono está limitado arriba por el levator myography. Surg Gynecol Obstet 97:677, 1953
ligamento inguinal, a los lados por el borde interno del músculo sar- Bleich AT, Rahn DD, Wieslander CK, et al: Posterior division of the inter-
torio y en la parte interna por el borde medial del músculo aductor nal iliac artery: anatomic variations and clinical applications. Am J Obstet
Gynecol 197(6):658.e1–5, 2007
largo. Los músculos iliopsoas y pectíneo forman el piso. De la parte Campbell RM: The anatomy and histology of the sacrouterine ligaments. Am
lateral hacia la línea media, las estructuras que se encuentran en J Obstet Gynecol 59:1, 1950
este triángulo son el nervio crural, los ganglios linfáticos inguinales DeLancey JOL: Anatomic aspects of vaginal eversion after hysterectomy. Am J
Obstet Gynecol 166:1717, 1992
profundos y la arteria y la vena femorales. El conducto femoral es DeLancey JOL: Structural anatomy of the posterior pelvic compartment as it
el espacio que se encuentra en el lado medial de la vena del fémur relates to rectocele. Am J Obstet Gynecol 180:815, 1999
y contiene los ganglios inguinales profundos. El anillo femoral es la DeLancey JOL, Hurd WW: Size of the urogenital hiatus in the levator ani
muscles in normal women and women with pelvic organ prolapse. Obstet
abertura abdominal del conducto homónimo. La fosa oval o aber- Gynecol 91:364, 1998
tura safena es una hendidura en la fascia lata que permite la comu- DeLancey JOL, Starr RA: Histology of the connection between the vagina and
nicación de los ganglios inguinales superficiales con los profundos. levator ani muscles: implications for the urinary function. J Reprod Med
35:765, 1990
De éstos, el más superior (ganglio de Cloquet) se sitúa en la parte Drewes PG, Marinis SI, Schaffer JI, et al: Vascular anatomy over the superior
externa del anillo femoral. Los conductos eferentes de dichos órga- pubic rami in female cadavers. Am J Obstet Gynecol 193(6):2165, 2005
nos pasan por el conducto y el anillo femorales hacia los ganglios Federative Committee on Anatomical Terminology: Terminologia Anatomica.
New York, Thieme Stuttgart, 1998
iliacos externos.
Heit M, Benson T, Russell B, et al: Levator ani muscle in women with genito-
Los linfáticos de la piel, los labios, el clítoris y el resto del peri- urinary prolapse: indirect assessment by muscle histopathology. Neurourol
neo drenan en los ganglios inguinales superficiales. El glande y los Urodyn 15:17, 1996
cuerpos cavernosos del clítoris pueden vaciarse en forma directa a Hsu Y, Summers A, Hussain HK, et al: Levator plate angle in women with pel-
vic organ prolapse compared to women with normal support using dynamic
los ganglios inguinales profundos. MR imaging. Am J Obstet Gynecol 194:1427, 2006
Hurd WW, Bud RO, DeLancey JOL, et al: The location of abdominal wall
Correlación clínica. El muestreo de los ganglios linfáticos ingui- blood vessels in relationship to abdominal landmarks apparent at laparos-
nales superficiales y a veces también de los profundos forma parte copy. Am J Obstet Gynecol 171 (3):642, 1994
Ibeanu OA, Chesson RR, Echols KT, et al: Urinary tract injury during hyster-
de la vulvectomía radical (Sección 44-29, pág. 1343). Es indispen- ectomy based on universal cystoscopy. Obstet Gynecol 113:6, 2009
sable conocer la anatomía de la región. Kaufman RH: Cystic tumors. In Kaufman RH, Faro S (eds): Benign Diseases
of the Vulva and Vagina. St Louis, MO, Mosby, 1994, p 238
Inervación Kerney R, Sawhney R, DeLancey JOL: Levator ani muscle anatomy evaluated
by origin-insertion pairs. Obstet Gynecol 104:168, 2004
Inervación somática. Las ramas del nervio pudendo (anal infe- Kuhn RJP, Hollyock VE: Observations of the anatomy of the rectovaginal
rior, perineal y nervio dorsal del clítoris) brindan inervación sen- pouch and rectovaginal septum. Obstet Gynecol 59:445, 1982
sitiva y motora al perineo (fig. 38-28). Este haz de fibras deriva Lawson JO: Pelvic anatomy: I. Pelvic floor muscles. Ann R Coll Surg Engl
54:244, 1974
del plexo sacro y se forma con las ramas anteriores del segundo al Memon MA, Quinn TH, Cahill DR: Transversalis fascia: historical aspects
cuarto nervios radiculares sacros (fig. 38-6). Tiene un trayecto y and its place in contemporary inguinal herniorrhaphy. J Laparoendosc Adv
una distribución similares a los de la arteria pudenda interna. Surg Tech A 9:267, 1999
Montoya TI, Calver L, Carrick KS, et al: Anatomic relationships of the puden-
dal nerve branches: assessment of injury risk with common surgical proce-
Correlación clínica. El bloqueo del nervio pudendo puede dures. Am J Obstet Gynecol Jul 20, 2011 [Epub ahead of print]
hacerse por vía transvaginal o transglútea, con la inyección de anes- Oelrich T: The striated urogenital sphincter muscle in the female. Anat Rec
tesia local justo en el punto medial e inferior a la espina isquiática. 205:223, 1983
Oelrich TM: The urethral sphincter muscle in the male. Am J Anat 158:229,
Es importante señalar que la infusión inadvertida de un anestésico 1980
local en los vasos pudendos internos puede producir convulsiones Paramore RH: The supports-in-chief of the female pelvic viscera. Br J Obstet
y otras complicaciones (cap. 40, pág. 981). Gynaecol 13:391, 1908
Pathi SD, Castellanos ME, Corton MM: Variability of the retropubic space
Hay informes de dolor posoperatorio en la distribución del
anatomy in female cadavers. Am J Obstet Gynecol. 201(5):524.e1, 2009
nervio dorsal del clítoris después de procedimientos para crear un Rahn DD, Bleich AT, Wai CY, et al: Anatomic relationships of the distal third
cabestrillo medio uretral. Sin embargo, los estudios anatómicos of the pelvic ureter, trigone, and urethra in unembalmed female cadavers.
muestran que este nervio viaja en un plano superficial o caudal a la Am J Obstet Gynecol 197:668.e1, 2007
Rahn DD, Marinis SI, Schaffer JI, et al: Anatomical path of the tension-
membrana perineal, y el trocar y la colocación de malla que se hace free vaginal tape: reassessing current teachings. Am J Obstet Gynecology
durante estos procedimientos se mantienen en un plano profundo 195(6):1809, 2006
o cefálico a la membrana (Montoya, 2011; Rahn, 2006). Rahn DD, Phelan JN, White AB, et al: Clinical correlates of anterior abdomi-
nal wall neurovascular anatomy in gynecologic surgery. Am J Obstet
Gynecol 202:234.e1, 2010
Inervación visceral. La erección del clítoris requiere fibras efe- Range RL, Woodburne RT: The gross and microscopic anatomy of the trans-
rentes viscerales parasimpáticas del plexo nervioso pélvico o de los verse cervical ligaments. Am J Obstet Gynecol 90:460, 1964
nervios erectores. Éstos tienen su origen del segundo al cuarto seg- Roshanravan SM, Wieslander CK, Schaffer JI, et al: Neurovascular anatomy of
the sacrospinous ligament region in female cadavers: implications in sacro-
mentos medulares sacros. Llegan al perineo por la uretra y la vagina spinous ligament fixation. Am J Obstet Gynecol 197(6):660.e1, 2007
y pasan por el hiato urogenital (fig. 38-13). Las fibras simpáticas Stein TA, DeLancey JO: Structure of the perineal membrane in females: gross
llegan al perineo con el nervio pudendo. and microscopic anatomy. Obstet Gynecol 111:686, 2008

38_Chapter_38_Hoffman_4R.indd 946 06/09/13 22:05

También podría gustarte