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Voz de Jesús en Off:

Padre porque me has abandonado… (efecto de truenos)


Comienza dialogo soldado (siempre hay música de fondo)
Soldado 2: oye están ahí… por favor sal de ahí que no me gustan esos juegos…
Entran dos soldados romanos conversando…

Soldado 1:
Realmente fue impresionante ver sus últimas palabras en la cruz. Siempre que este
hombre hablaba sucedían cosas extrañas, pues yo vi mucha gente que fue sanada
por él, aunque a nosotros los soldados romanos nos prohibían hablar de estas
cosas, yo estuve parado junto a esa cruz, y la verdad es que no quería estar ahí,
porque cuando volteaba para ver a Jesús su mirada me hacía sentir y pensar que
yo debería estar en su lugar, él no me veía con odio si no que a pesar del gran
sufrimiento que padecía y de su expresión de agonía el me miraba con amor, y aun
no alcanzo a entender porque él decía palabras como “ Padre perdónalos porque
no saben lo que hacen”, en mi interior yo le decía, vamos si eres el hijo de Dios
porque no bajas de esa cruz,
¿porque si dicen que no has conocido pecado mueres por los pecadores? y los
presentas justos ante tú padre, cuando creo que el único Justo eres tú, de pronto
me di cuenta que mi cuerpo comenzó a temblar, porque parecía que el escuchaba
mis pensamientos y mientras por su cuerpo desfigurado corría la sangre, él me
decía con su mirada si no bajo de esta cruz es por amor a ti, yo no sabía qué hacer,
unos se burlaban de él, otros a lo lejos lloraban porque nunca lo volverían a ver,
aunque supuestamente él dijo que al 3er día iba a resucitar
Soldado 2: Ahhhh, bueno por esa razón nos ordenaron cuidar de esta tumba,
sinceramente yo quisiera irme de este lugar, no sé porque, pero me siento un poco
temeroso
Soldado 3: yo no creo que este hombre salga de la tumba y mucho menos que
pueda mover esta piedra tan pesada claro que no, esto no sucederá, pues le vimos
morir, es más le enterramos la lanza en su costado, y sus piernas ni quebrarlas fue
necesario, él estaba muerto, ahora que yo recuerdo todos los reyes, emperadores,
profetas (soldados se duermen)
Soldado 1: Bueno pues ya está amaneciendo y como era de suponerse aquí no
sucedió nada, sin duda que este hombre era un profeta más…
(Entran dos ángeles y mueven la roca, se escucha sonido de trueno)
Soldado 2: Pero que está pasando no puede ser la piedra se está moviendo,
vámonos de aquí… (Soldados huyen)
Habla Dios (Coro de Voces)
Jesús hijo mío por cuanto no te aferraste a ser igual y renunciaste todo lo que era
tuyo tomando forma de ciervo y condición de hombre haciéndote obediente hasta la
muerte, yo te levanto con el poder del espíritu santo venciendo a la muerte y te doy
el más alto honor y el más excelente de todos los nombres que es sobre todo
nombre
3 Mujeres van a ungir a Jesús y no consiguen el cuerpo.
Se les aparece un ángel les dice a las mujeres:
Ángel 1:
No teman ustedes
Ángel 2:
no busquen entre los muertos al que está vivo Jesús ha resucitado como él dijo…
Ángel 2:
id y decirles a sus discípulos.
(sube la música)
Entra Pedro corriendo agotado y ve con preocupación los lienzos llora y sale
nuevamente corriendo a buscar a los otros discípulos.

(En el camino de Emaús)


Dos de los discípulos se dirigen a una aldea llamada Emaús. Mientras van
hablando como si estuvieran discutiendo. Jesús se les acerca y camina a su
lado.
(Jesús les pregunta)
Jesús: ¿Qué es eso que discuten mientras van de camino?
Cleofás: Seguramente tú eres el único en toda Jerusalén que no se ha enterado de
lo que ha pasado allí estos días.
Jesús: ¿Pues qué ha pasado?
Hombre: Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y
palabras delante de Dios y de todo el pueblo.
Cleofás: Los jefes de nuestros sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron
para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.
Hombre: Nosotros teníamos la esperanza de que él iba a ser el libertador de Israel,
pero ya han pasado tres días desde que sucedió todo esto.
Cleofás: Verdad es que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado,
pues fueron de madrugada al sepulcro 23 y, al no encontrar su cuerpo, volvieron
diciendo que también se les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que
él está vivo.
Hombre: Algunos de los nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron
todo tal y como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron.
Jesús, entonces, les dijo:
Jesús: ¡Qué lentos son para comprender y cuánto les cuesta creer lo dicho por los
profetas! ¿No tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado? Es
tiempo de seguir mi camino.
Cleofás: Quédate con nosotros, porque atardece ya y la noche se echa encima.
Llegaron a su destino y se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el pan, dio gracias
a Dios, lo partió y se lo dio. Ellos se sorprenden y lo reconocieron; pero una luz los
enceguece y Jesús desaparece de su vista.
Cleofás: ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino
y nos explicaba las Escrituras?
Hombre: Es cierto el Señor ha resucitado.
Jesús se aparece a los discípulos
Ruido ellos están hablando de los sucedido cosas, Jesús se coloca en medio de
ellos y les dice:
Jesús: ¡La paz sea con ustedes!
Todos se sorprenden creen ver un fantasma.
Jesús: ¿Por qué se asustan… por qué dudan tanto en su interior? Miren mis manos
y mis pies: soy yo mismo. Tóquenme y mírenme. Los fantasmas no tienen carne ni
huesos, como ven que yo tengo.
Todos con asombro y alegría todavía estaban confundidos Jesús les preguntó:
Jesús: ¿Tienen aquí algo de comer?
Y mientras le daban un trozo de pescado y pan asado les dijo:
Jesús: Cuando aún estaba con ustedes, ya se los advertí que tenía que cumplirse
todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas
y en los salmos.
(se va alejando mientras dice:)
Jesús: Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día;
y también que en su nombre se ha de proclamar a todas las naciones, comenzando
desde Jerusalén, un mensaje de conversión y de perdón de los pecados. Ustedes
son testigos de todas estas cosas. Miren, yo les enviare el don prometido por mi
Padre. Quédense aquí, en Jerusalén, hasta que recibáis la fuerza que viene de Dios.

Todos se abrazan felices y dicen a coro: Jesucristo Ha resucitado.


Para que los feligreses respondan en verdad resucito:

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