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Quien Se Conoce

A Si Mismo,

Conoce A Su Señor

Man ‘araf nafsahu ‘araf rabbahu

Shaykh Muhammad Sa’id al-Jamal


Al-Rifa’i ash Shadhdhuliyyah of Quds

¡Que Allah lo bendiga y santifique su secreto!


Versión en español del libro:

He Who Knows Himself, Knows His Lord


© 2007-Sidi Muhammad Press

Todos los derechos reservados


Bismi-llahi-rahmani-r-rahim

En el nombre de Allah, el Universalmente Misericordioso, el


Singularmente Compasivo

Portada: Huda al-Jamal

Fotografía tomada desde un edificio del pueblo de Lifta, en las


inmediaciones de Jersualém, destruido en 1948

Traducción: Rauda Aguirre

Correción: Zacharias Lafont


Si tienes preguntas, dudas o sugerencias sobre el presente libro, puedes enviarlas a la siguiente
dirección de correo electrónico:

libroconocete@yahoo.com.ar

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Internet

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Indice

01 - Estoy viajando hacia mi Señor


02 - El nivel de la singularidad
03 - La conciencia la reverencia de Allah. La protección de tu ser contra el
mal.
04 - Criticando este mundo y sus placeres y clarificando su realidad
05 - Recomendando viajar por el sendero de la gente de Allah y clarificando
sus beneficios
06 - Los velos entre el esclavo y su Señor
07 - La Realidad Digna de Alabanza: El Espíritu Muhammadan
08 - Los velos y el arrepentimiento
09 - Los Nafs que mandan
10 - El Ser que culpa
11 - El Ser Inspirado
12 - El Ser Tranquilo, Seguro
13 - El Ser Satisfecho y Complaciente
14 - El Ser Complacido
15 - El Ser Perfecto
16 - La Unidad y el Desposeimiento (despojo)
17 - Inteligencia e Incapacidad
18 - La Conciencia que vigila: El temor de Dios en el corazón
19 - El Ser Humano está con quien ama
20 - ¡Oh Ser humano! ¿Quién Eres?
21 - El hombre perfecto une en sí mismo la presencia divina y la universal
22 - Los caracteres del hombre perfecto
23 - El Significado de Al-Qutub
24 - Glosario Arabe/Español
01 - Estoy viajando hacia mi Señor
Bismi-llahi-r-rahmani-rahim
En el Nombre de Allah el Universalmente Misericordioso
El Singularmente Compasivo

Las alabanzas pertenecen a Allah quien hizo descender los secretos de Su


Esencia (adh-dhat): con Su poder unió el Espíritu al cuerpo permitiendo así
que aquel (el espíritu) pudiera manifestar sus cualidades particulares (los
nombres de Dios o cualidades divinas). El Espíritu (“ruh”) fue así
escondido bajo las oscuras capas psicológicas del ser o self individualizado
(al-nafsanayyah). Estos velos o capas hicieron que el ser o self olvidara su
totalidad perfecta otorgada en origen, y comenzara a inclinarse hacia
deseos bajos volviéndose indulgente con sus apetitos y tomando hábitos o
patrones de comportamiento particulares. Y así hasta llegar al punto en que
el ser individual dejó de recordar su origen y dejó de pensar en los elevados
principios que en origen le fueron dados. Entonces Allah comenzó a enviar
mensajeros, hechos a la imagen del hombre, pero que simultáneamente
contenían Su Imagen Oculta.
En el interior del cuerpo que fue formado con capas de oscuridad, Allah
encendió las lámparas de Su dominio (malakut) de modo tal que el espíritu
(“ruh”) pudiera ser testigo de cómo se desvía de su naturaleza perfecta
original y comprender que tiene en si mismo el potencial de perfección y la
posibilidad de obtener rangos elevados. Con esta comprensión el Espíritu
comienza a batallar y ejercer su máximo esfuerzo para regresar, pidiéndole
a su Creador (al-Mubdi’) que le remueva los velos de oscuridad, como así
también los velos luminosos, hasta que únicamente permanezca la Esencia
Divina. Este es el camino mediante el cual el Creador, que todo lo originó,
se acerca al espíritu (“ruh”) a medida que el “ruh” se acerca a Él. El
Creador, entonces, embelesa y atrae al espíritu (“ruh”) con una armonía y
concordancia que hacen que el ser o self olvide sus viejos patrones (de
comportamientos) y sus hábitos (nocivos). A medida que el “ruh” arriba a la
Singular Presencia, la Presencia del Único (al-hadrat al ahadiyyah) sus
cualidades son consumidas en Sus Cualidades y ningún rastro del self
permanece rebelde a su Señor debido a la perfección de su servidumbre.
Allah entonces se dirige al espíritu y lo llama por alguno de sus nombres
(las cualidades divinas). Dice “ O alma cuyo ser esta en paz!, regresa a tu
señor bien complacida y complaciendo” (Q 89:27-28). Y ordena al Espíritu
que se integre entre aquellos que adoran a Dios para actualizar así su
virreinato -virrey de Dios en la Tierra (khalifa). Es de esta manera que el ser
es vestido con las ropas de la eterna perfección y el despertar completo (al-
kamalat al abadiyyah)
Que la paz y las bendiciones de Allah sean sobre el dueño o patrono de la
humanidad, lámpara en la oscuridad, la mejor entre las criaturas, y que la
paz y las bendiciones de Allah sean sobre su familia y compañeros, quienes
obtuvieron la bendición de acompañarlo debido a sus optimas cualidades
que fueron las que les permitieron arribar a la estación del Pilar (de luz)
(maqam la-qutbiyyah).
Sabe mi amado, que al caminar en el Camino de la Verdad se adquieren los
rasgos de carácter de los profetas (ajalaq al-nabaya), los Mensajeros, y la
elite entre las personas piadosas. Allah describe a estas personas. Dice de
ellas: “Verdaderamente tu (Iblis) no tienes poder sobre aquellos que me
adoran.” (Q15:42). Este logro potencial pertenece a aquellos a quienes
Allah ha acercado al camino – la familia compuesta por aquellos elegida
para ser puros – y los que poseen capacidad de estar listos para la
perfección(kamala) y para obtener características naturales de rectitud sin
mancha (Al-taba`i al salima).
Ellos no desean los placeres de este mundo (dunya) ni del próximo (akjira).
Sus corazones están completamente dirigidos hacia su Dueño (al-
Malikahum) y no encuentran reposo, salvo al recordar a Dios; su única
fuente de sustento es la recitación de Su nombre por las mañanas y las
noches. Ellos anhelan que llegue el atardecer (de su ser egoísta), tal como
las aves anhelan construir sus nidos porque ellos están en el mundo siempre
pidiendo perdón y haciendo la remembranza (zhikr)- temprano por las
mañanas o tarde por las noches. Cuando la noche llega y la oscuridad se
intensifica y cada amado está finalmente a solas con su amante, se paran
sobre puntillas de pie listos para su Amado Allah. Hablan íntimamente con
Él, agradeciéndole Sus regalos y favores. Quizás puedas ver a algunos de
ellos llamando a Dios, llorando, rogando, invocando, gimiendo, parados o
inclinados o postrados. Estas son las características de los que caminan en
el sendero. Ellos cambian los placeres de los sentidos para obtener la
manifestación de los conocimientos ocultos.
La caminata es difícil para aquel que desciende a la prisión, y a lo más bajo
de lo bajo, siendo indulgente con la conducta animal y quedando
aprisionado por la mala acción habitual. Estas personas están atrapadas en
una red de conducta desagradable, y la Luz que Allah derramó sobre Su
gente cuando realizó la creación en la oscuridad, no las ha tocado. Esto ha
sido expresado en el noble Hadith as-Sharif: “Allah creó a las personas en
la oscuridad, pero luego arrojó sobre ellas Su Luz. De manera que quien fue
tocado por esa Luz está guiado y quienquiera que no fue tocado por esa
Luz, devino confuso y se extravió y permaneció en ese estado no siendo
guiado hacia la orilla segura (al-amina)”
Sabe que existen, como es bien conocido por Su familia, niveles en este
camino. El viajante en el sendero (as-salik) debe caminar por estos niveles,
uno después el otro, hasta que llega al final. Al final, el camino se detiene,
pero las Manifestaciones Divinas (at-tajalliyat) no cesan porque son eternas.
Esta es la explicación del significado de la frase que utiliza la Gente de
Allah cuando dicen: “El ascenso nunca se detiene, incluso después de la
muerte.” El estado del “salik” (viajante en el sendero) es como el del
viajante que pasa por las estaciones en su camino (a Allah). Del mismo
modo que el viajante necesita un guía que conozca el Camino, provisiones,
vehículo en el cual viajar y un compañero de viaje, el caminante en el
sendero necesita de un guía que conozca el Camino – sus bondades y sus
peligros. Su provisión es la conciencia de Allah y su deber es cuidar su ser
para que no caiga en el mal (taqwa): el vehículo en el cual viaja es el
esfuerzo ardiente (al-himmah) y debe tener compañeros que se conviertan
en sus hermanos o hermanas que persiguen el mismo camino.
El viajero del sendero (“salik”) también necesita armas que lo protejan de
los enemigos – el “shaytan” y sus nafs. Estas armas son los Nombres
Divinos. Y del mismo modo en que el viajero pasa por ciudades y países,
visitándolos para luego seguir su viaje hacia su destino final, el viajero del
sendero (as-”salik”) atraviesa las estaciones bien conocidas para la gente de
Allah.
Existen siete de estas estaciones: La primera estación es la estación de las
inclinaciones oscuras, en la cual el alma es llamada “el ser o self que
ordena” (al mal) (an nafs al-ammarah); la segunda estación es la estación
de las luces en la cual el alma es llamada “el alma que culpa” (an-nafs
al‘lawwamah); la tercera estación es la estación de los secretos donde el
alma es llamada “el ser inspirado” (an nafs al mulhammah): la cuarta
estación el la estación del ser completo y perfecto (maqam al –kamal)
donde el alma se denomina “el ser tranquilo, seguro” (al nafs al-mutma’
inna); la quinta estación es la estación de la conexión (ta’ alluq) o reunión y
comunión (maqam al-wisal) en la cual el alma se llama “el ser satisfecho y
complaciente” (an nafs al-radiyah); la sexta estación es la estación de las
epifanías (tajali) de la Accion (Divina) donde el alma se llama “el ser
complacido” (an-nafs al-mardiyyah); la séptima estación es la estación de
la manifestación de los nombres y las cualidades en la cual el alma se llama
“el ser perfecto” (an- nafs al kamilah).
Cuando una persona arriba a una de estas estaciones, la estación que le
sigue todavía le está velada. De modo tal que quienquiera esté en la primera
estación está velado y no puede presenciar las luces (an-anwar) de la
segunda estación y quienquiera esté en la segunda estación está velado por
las luces y no puede presenciar los secretos (al-asrar) de la tercera y
quienquiera que esté en la tercera estación está velado por los secretos y no
puede presenciar la perfección (al-kamal) y quienquiera esté en la cuarta
estación está velado por la perfección y no tiene el estado espiritual de
comunión con la esencia contingente (wisal) y quienquiera esté en al quinta
estación está velado por la comunión (al-wisal) y no puede presenciar las
epifanías de las acciones (tajaliiiatu-l-af’ al) y quienquiera que esté en la
sexta estación está velado por las epifanías o manifestaciones de las
acciones y no puede presenciar las epifanías de los nombres y las
cualidades (tajaliiiatu-l-‘ asma wa-s-sifat) y quienquiera que esté en la
séptima estación está velado por las epifanías de los nombres y cualidades y
no puede presenciar las epifanías de la Esencia (tajali adh-Dhat).
Sabe que la epifanía de la esencia no puede presenciarse porque tiene un
efecto enceguecedor de la misma manera en que nos enceguece el sol
cuando lo miramos en forma directa. Este es el motivo por el cual se dice
que el Verdadero (al-Haqq) no revela Su Esencia (adh-Dhat) a Sus criaturas
a través de epifanías salvo desde detrás del velo de los Nombres. De este
modo la estación (maqam) más elevada (a la cual se puede arribar) es la
Epifania de los Nombres y Cualidades. Con respecto a la epifanía de la
Esencia es imposible de acceder para la gente de Allah que recuerda a Su
Creador, pero que no puede comprender completamente Su Esencia. En los
siguientes capítulos, las epifanías de las Acciones, los Nombres y las
Cualidades serán explicadas en detalle, si Dios así lo dispone.
Sabe que un auténtico Hadith as-Sharif explica que hay setenta mil velos
oscuros y luminosos entre el esclavo que adora y Su Dios. El Mensajero de
Allah (salla allahu aleihi wa salaam) dijo: “Allah tiene setenta mil velos
oscuros y luminosos; si Él los removiera, las glorias de Su Rostro
quemarían todo lo que la vista de Sus criaturas percibe.” Sin embargo, estar
velado es una característica del esclavo y no de Allah, pues Allah no esta
velado. Si Él así lo dispusiera existiría quien lo pudiera suprimir, pero
contrariamente a ello, Él es el Irresistible (potencia excesiva) (al-Qahir) y el
Supresor (arrollador) (al-Qahhar), totalmente superior a Su Creación. En
consecuencia el que está velado, es en realidad el esclavo. Este es el
significado que dan con respecto a este tema las Personas que han llegado a
la Auténtica Comprensión. Comprende entonces porque esta explicación es
muy sutil, precisa y verdadera. No creas que los velos son” indulgencia a
los apetitos” y tampoco pienses que estar lejos de Allah es estar lejos en
distancia física, como algunas personas de poca comprensión interpretan
literalmente, ya que Allah (subanahu wa ta ‘ alla) está más allá de poder
estar lejos o cerca en distancia física, y también está más allá del tiempo y
del espacio y de todas las características de la existencia temporal.
Caminar en el Sendero implica la remoción de los setenta mil velos y se
obtiene caminado a través de las mencionadas siete estaciones. En cada
estación el ser o “self” está velado por diez mil velos. El primer velo es más
denso que el segundo y este más denso que el tercero, y esta densidad
continúa aumentando hasta el velo número diez mil. Asimismo, los velos de
cada “naf” (rasgo de personalidad) en una estación particular, son más
densos que los velos del “naf” en una estación más elevada. Cada vez que
el caminante llega a una estación cree que ha arribado a la Presencia de
Allah, pero como ahora comprendes, si por ejemplo él está en la primera
estación, está aún lejos de Allah, porque sus nafs (ser-personalidad) le
ordenan hacer el mal. Más adelante explicaré las características de los nafs
en cada estación, para que el caminante pueda descubrir en que estación
está. Porque a cada estación corresponden ciertas características de los “
nafs”.
Cada “naf” tiene su ámbito o reinado, su estado y su estación y debe ser
transitado de una manera en particular. Los” nafs” del ser que comanda al
mal están cubiertos por velos oscuros, pero en otras estaciones los nafs
están cubiertos por velos luminosos. De modo tal que si al caminante que
está atravesando la primera estación se le enseña el primer nombre que debe
invocar, y si sigue invocando este nombre a la madrugada y tarde por la
noche, en voz alta y en silencio, privada y públicamente, de pie, sentado y
parado, Allah encenderá una lámpara divina en su ser interno debido a las
bendiciones del Nombre. De modo que el estudiante comenzará a ver las
cualidades feas que se convirtieron en hábitos, y comenzará a aborrecer
estos mismos hábitos y a lamentar lo perdido mientras estaba desatento y
negligente. En este estado, no podía reconocer la diferencia entre lo feo y
lo hermoso; pudiendo únicamente hablar de ello sin comprensión
verdadera. Entonces comienza a luchar con entusiasmo para liberarse de
estos hábitos feos, incluso si se trata de adulterio y alcoholismo. Lucha
asimismo para liberarse de los males internos, tales como la arrogancia, la
envidia y la malicia. Cuando más incrementa la invocación de Dios y la
remembranza (del Nombre), más detesta estos actos ofensivos, y entonces
su esfuerzo por liberarse se vuelve extremo. Lo descripto es reconocido por
aquellos que siguen el Camino, pero aquellos que no lo han experimentado
lo niegan. Este es el primer favor con que Allah (subanahu wa-ta ‘ala)
honra al caminante, para ayudarlo a transitar el Camino. Hay regalos de
Allah en cada estación (maqam). Muchos de esos regalos en realidad son
característicos de la apertura Compasiva. A medida que el caminante
continúa recordando a Allah (remembranza) y luchando, se fortifica su
cercanía a su Señor hasta que obtiene elevados grados de perfección (al
kamal).
Es habitual que algunos se vuelvan haraganes, y su negligencia les impida
ascender a niveles más elevados. Estas personas no tienen conciencia más
alla de sus sentidos físicos.
En la actualidad las piedras angulares del camino- las personas que han
llegado (a la Verdad) (al-muhaqqiqin) - han sido destruidas y sus rastros
están desapareciendo, su familia ha muerto y nada queda del camino salvo
su nombre. Este es el motivo por el cual estoy escribiendo este mensaje, en
el cual explico como viajar por el sendero (de Allah) y describo los estados
de aquellas personas que están viajando por el sendero y explico como
navegar por sus diferentes niveles. Les explicaré lo que el viajante necesita
para llegar a la realización de la Verdad. Esto terminará con todas las
excusas que hacen los holgazanes que buscan no obedecer la Ley de Dios
(shari’ ah) y el sendero de Su Profeta (sunnah ar-rasul). Estas personas se
detienen con las ilusiones, fotos y lo que imaginan. Por otra parte, aquellos
que obedecen las Órdenes de Allah y Su Mensajero, se vuelven entusiastas
porque anhelan llegar hasta el Señor de los Mundos (Rabbi-l-alamin)
O amado caminante del sendero (“salik”), este es el motivo por el cual te
mostraré como navegar (el sendero de Allah) y caminar hacia tu Señor y
Protector Quien te creó, diseñó, enderezó y modificó. Te ha diseñado con la
Imagen que Él ha deseado, así que comprende. Te explicaré como caminar
y no perderte. En los capítulos siguientes, uno después del otro, te mostraré
como comenzar y como caminar los niveles de acuerdo con el siguiente
orden:
El primer tema se relaciona con el mundo denso (as-dunya) y sus placeres y
una explicación sobre su realidad.
El segundo alienta a caminar por este Sendero y explica sus beneficios.
Además enumera las cualidades dignas de mérito que conducen a la
perfección (kamal)
El tercer tema es una explicación sobre los velos existentes entre el esclavo
y su Señor (al-rabb), y como rasgarlos y removerlos de su humanidad sutil:
una explicación del arrepentimiento (at-tawbah) y como liberarse del
egoísmo, y como considerar la realidad más allá de las causas y los efectos,
etc.
El cuarto tema está referido al “self que ordena o comanda”, como se
camina en esta estación, su ámbito o reino, su ubicación, su estado, y como
se percibe en esta estación. También se explican cuales son sus cualidades y
fealdad y como liberarse de ellas y ascender desde esta estación a la
próxima en la cual los nafs devienen reprochadores (an-nafs al-lawwamah).
El quinto tema explica a los nafs que reprochan (an-nafs al lawammah) y
sus cualidades negativas y hermosas.
El sexto tema se refiere al ser inspirado (an-nafs al-mulhammah): como
atrae la bondad y la maldad con las hermosas cualidades y como esta
estación es igualmente un sitio de peligro.
El séptimo tema explica como es el ser tranquilo y seguro (al nafs al-
mutma' innah) y su perfección comparado con las estaciones anteriores.
El octavo tema explica como es el ser satisfecho (an-nafs ar-radiiiah) y sus
hermosos nombres.
El noveno tema describe al ser (an-nafs al mardiyya) y sus cualidades
maravillosas.
El décimo tema nos da una explicación sobre el ser perfecto (an-nafs al-
kamilah) y su cercanía y su esclavitud sin limites.
El onceavo tema describe al espiritualmente maduro, al Guía (al-murshid),
sus cualidades y estados, para que las características del que está capacitado
para guiar puedan ser conocidas. También explica cuales son las cualidades
que necesita un estudiante (al-murid) para poder caminar y cuales son las
cualidades de aquel que no podrá lograr su objetivo. Asimismo nos habla de
Iblis (ash-”shaytan”) y todos las formas en que se manifiesta a las personas
en cada estación (maqam) de acuerdo con lo que se adapta a cada persona;
sus intrigas astucias y certezas para confundirlos y llevarlos por el camino
equivocado.
Pero antes de comenzar quisiera explicar algunos términos y definiciones
empleados por las personas de comprensión y realización espiritual:
Sufi: Convertirse en un Sufi y seguir el sufismo (at-tasawwuf) es estar
parado con firmeza sobre las leyes de la cortesía (al-adab- ash shari’ ah), en
lo externo y en lo interno. El estado del esclavo que viaja – sus palabras y
sus acciones – deberían ser concordantes (sin hipocresía). Debe vivir bajo la
Ley Divina (ash-shari’ ah al ilahiyyah), obedeciendo sus mandamientos y
evitando todas sus prohibiciones en todo lo que hace y dice. Su estado debe
ser tal que observa cada aliento y movimiento que hace y debe sujetarse a la
moral y ética de Allah (akhlaq) y por la moral y ética de Su Mensajero
(salla allahu aleihi wa salam) y actuar de acuerdo a las maneras del
Mensajero. Si no hace esto e intenta que otros no puedan seguir entonces se
convierte en una persona que está en un estado de infidelidad (zindiq) y en
un transgresor. Que Allah nos de refugio (de Él y de su estado). El arribo
(wusul) y la realización (tahaqquq) en el camino, no pueden suceder hasta
que se comprende al Mensajero, y a los herederos de las cualidades dignas
de alabanza (al-warithu-l-muhammadi) y hasta que se comprende la Ley
(ash-sharia) y la Verdad (haqiqah). Quienquiera que reclama para si mismo
el título de purificado (mutasawwifah), pero que no se sujeta a la Ley, está
en realidad corrupto (fasiq).
At-Tasawwuf: La ciencia de la purificación (at-tasawwuf) es la ciencia del
conocimiento de la rectitud del corazón y de cómo limpiar el ser de las
características negativas, tales como la envidia, los celos, el engaño, la
arrogancia, etc. Sufismo significa vivir bajo los Mandamientos Divinos y
evitar las Prohibiciones (Divinas).
Ash-shari’ ah: Sabe que la Ley (ash-shari’ ah) es la manifestación de la
Realidad (al-haqiqah) y que la Realidad es la verdad interna u oculta de la
Ley. Se acompañan la una a la otra y mora la una en la otra. Ninguna de las
dos puede completarse sino mediante la otra; cualquier ley que no
concuerde con la Realidad es inaceptable, de la misma manera que cada
verdad que no concuerde con la Ley debe ser refutada y su poseedor
rechazado. Aquel que no tiene Realidad no tiene Ley, y el que no tiene Ley
no tiene Realidad. La Verdad es presenciar al Señor en todas las criaturas,
viendo la creación a través de la Realidad (al-Haqq), lo que significa vivir
de acuerdo con esta Realidad. De modo tal que tenemos la posibilidad de
ver a Allah en nuestro culto, cuando estamos en la estación de la
excelencia (maqam al-‘ ihsan). Como fuera expresado por el mensajero de
Allah (salla allahu ‘ alayhi wa-salam) “Excelencia (al-ihsan) es venerar a
Allah como si lo estuvieras viendo”. La Ley (ash-shari’ a) significa saber
como caminar hacia Dios, y siempre estar mirando a Allah (subanahu w ata
‘ ala), a través de la Verdad (al-haqiqah). El Sendero (at-tariq) es caminar
por el sendero de La Ley, lo que significa actuar conforme a ella, porque es
el “loci” (lugar) de la Vision Divina. De esta manera el camino es medicina
espiritual (al tibb ar ruhy), porque es la ciencia del lenguaje del corazón,
sus enfermedades y sus dolores y brinda la cura para el corazón
manteniéndolo sano y equilibrado.
Al-Tibb ar Ruhy: Sabe que para los sufies, la medicina espiritual (al-tibb ar
ruhy) involucra el conocimiento de las acciones e inquietudes del corazón y
de las maneras en que el corazón espiritual (al-qalb ar-ruhanniy) puede
adquirir salud y equilibrio. Esta medicina solo puede practicarse por aquella
persona que tiene el conocimiento necesario sobre como lograr que el
corazón recupere su salud y equilibrio. El ser (an-nafs) lucha y forcejea con
dificultad cuando pierde equilibrio y se torna satisfecho cuando recupera el
equilibrio
At-Tabib al-Arwah: Sabe que el médico del espíritu (at-tabib al arwah) es la
persona que ha obtenido conocimiento de la Ley (ash-shari’ ah),
conocimiento del Camino (at-tariq), y conocimiento de la verdad (al-
haqiqah). Debe tener un grado de conocimiento tal que le permita tratar las
enfermedades de las almas (nafs) de los buscadores que intentan llegar a
Allah (subanahu w ata ‘ala). Debe ser capaz de levantar las reglas de las
contingencias (de los eventos) y los rasgos de naturaleza física que causan
las enfermedades humanas y el olvido y el descuido del ser hacia su
Protector, el Señor de todos los Mundos, el Real (al-Haqq). Estos rasgos
físicos mencionados y los eventos en el ámbito de las contingencias
posibles, alejan al viajero de la verdadera ética y moral del ser humano
(ajlaq) y lo llevan a adquirir rasgos de carácter indignos, que no están en
armonía ni en conformidad con el secreto de la existencia, el Espíritu y el
Corazón Singular. En lugar de ello conducen al ser humano hacia los deseos
del bajo self hasta que impiden que el esclavo pueda ser consciente de la
Realidad y de su origen divino, y lo alejan del sendero que podría
conducirlo hasta la meta de la perfección verdadera (Kamal).
Al-Arif: El médico espiritual es el sheik gnóstico (al-‘arif) que conoce al
Uno Capaz de perfeccionar, guiar y conducir hacia la madurez espiritual (‘
irshad). Sabe que el Guía es el maestro de la caminata en el camino, es el
que ha obtenido conocimiento de las ciencias espirituales. Él es quien es
guiado, de modo tal que puede guiar a otros hacia la madurez espiritual. El
sheik ayuda a todos los que buscan su ayuda, a obtener los niveles de las
personas rectas (as-salijin). Puede hacerlo porque cuenta con los favores de
Allah hacia él; tiene conocimiento directo proveniente de su Señor sobre la
medicina espiritual. Él es el sanador y el médico del espíritu debido a las
curas que Allah le ha enseñado. Es aquel que ha obtenido debido a su
discernimiento y agudeza penetrante, la estación de poder presenciar las
enfermedades que cruzan los corazones de los viajeros, impidiéndoles
llegar la proximidad de la Presencia del Verdadero (al-Haqq) (subanahu wa
ta ala). También puede ver los remedios que sanan estas enfermedades, tales
como las prácticas espirituales y los métodos para poder resistir. Por el
Poder del Oculto (uno de los nombres de Dios), el sheik limpia el óxido
del bajo mundo existente en el corazón del estudiante y remueve el amor
que tiene hacia este bajo mundo, hasta que nada queda de su
contaminación, gusto, engaño e imperfección.
Al-Muraqaba: Sabe mi amado que la vigilancia de los estados y
pensamientos internos (al-muraqaba) significa que el esclavo tiene pleno
conocimiento de que su Señor lo está observando en todos sus estados. Su
residencia en Allah continúa hasta que se despoja de todas las cualidades
que no merecen elogios para permanecer únicamente con cualidades dignas
de elogio. Con su corazón mira a Allah (subanahu wa ta ‘ alla), observando
y visualizando al Verdadero (al-Haqq) en todo lo que hace, de modo tal que
cuando el ser está a punto de cometer un acto de desobediencia, se da
cuenta que el Verdadero lo está observando, siente vergüenza, y no comete
el acto. Si tú observas a Dios mientras comes, te darás cuenta que es Él que
te trajo la comida a ti, y sin que haya mediado poder o fuerza de tu parte,
también es Él Quien mueve tu mano para poder comer. Él es Quien te dio la
habilidad de llevar la comida a tu boca, y es Él Quien mueve tu boca para
masticar y hace que fluya la saliva. También es Él Quien creó en ti la
capacidad para disfrutar de la comida y Quien lleva el alimento a tu
estomago y Quien da a tu cuerpo orden y energía. Es Él quien te disciplina.
Aprende entonces que no hay otro Hacedor salvo Él. Si este significado se
fortalece en ti, aclarará tus acciones y unificará tu Esencia (adh-Dhat) y
cuando la maestría de la observación (al muraqaba) aumente podrás ver
que Él es el Eterno para Su esclavo, sin acción! Este es el significado de
presenciar (mushahadah) todo, pero este es un concepto que se entiende
desde la experiencia (dhawq) y que la mente no puede comprender, y nadie
conoce esto, salvo la familia atentamente cuidadosa de Dios y los
purificados.
Levantamiento de los velos (mukashafa) y Presenciar o ser Testigo de la
Presencia de Dios (mushahadah): Sabe que el levantamiento de los velos es
la presencia del corazón con Allah (subanahu wa-ta ala) y que presenciar o
ser testigo de la presencia de Dios (witnessing) es estar presente con el
Presenciado. Presenciar es un estado de conciencia en el cual los sentidos
internos y externos se unen; para que ello suceda es necesario que haya una
Luz del Todopoderoso Presenciado que borra la oscuridad de los velos del
ego-ser y los sustituye para que el Verdadero (al-Haqq) pueda ser visto por
su Propia Luz y todo lo que sea un otro o diferente queda aniquilado por Su
manifestación. Sin embargo existen muchos niveles en los cuales se puede
presenciar o ser testigo de la presencia divina, por ejemplo se pueden
presenciar los niveles en sí mismos y se pueden presenciar los niveles
intermediarios, es decir las estaciones intermedias entre el buscador y el
Fin Último (al-muntaha). Esto es así porque al comienzo del camino, el
Verdadero se revela a sí mismo a través de una manifestación viva. Pero
hay niveles superiores, y el presenciar más elevado corresponde a aquellas
personas que se han completado. Esto consiste en ver la Unidad en el
mundo de lo manifestado; de modo tal que el gnóstico ve todo y no está
velado del Verdadero al ver la creación, y aunque está totalmente
consumido en Él, tampoco está velado ni impedido de ver la creación por
estar viendo al Verdadero (al Haqq) (subanahu wa-ta ala)
Presenciar la manifestación en la unidad significa presenciar la perfección
de la esencia divina del Uno y Único (al-Wahid al-Ahad). Es la
manifestación de Su Ser con todas las consideraciones de su Singularidad y
lo que ello implica, y con todas las características incluyendo ver con los
ojos de Su Unidad, como por ejemplo ver la Imagen de un Ser Único
manifestándose eternamente en todos los detalles y niveles de la existencia.
At-Tajalli: Sabe que desde la perspectiva del esclavo(al-abd), la
manifestación o revelación divina (at tajalli), consiste en la remoción de los
velos humanos y el pulido del oxido que traen al espejo del corazón los
rasgos del carácter natural de la humanidad. Sabe que para la elite de las
criaturas existe una continua epifanía o revelación de Allah hacia sus
corazones, de modo tal que ellos veneran a Allah como si lo vieran. Existe
un hadith que dice:” Verdaderamente cuando Allah se revela a Si Mismo en
una epifanía a una cosa (o criatura) esa cosa (criatura) se vuelve humilde
ante su Señor”. Este concepto también está expresado en Su dicho:
“Cuando Allah se reveló a Si Mismo a la Montaña en una epifanía, ella se
convirtió en polvo y Moisés cayó como volteado por un rayo.”
Sabe que la primera epifanía fue la manifestación de la Esencia (adh’dhat) a
Si Mismo en la primera visión sin ninguna de las cualidades. Sin embargo
muchos de los Amigos Leales de Allah (al’awliya) niegan esta afirmación y
sostienen que la primera epifanía (at’tajalli) no podría haber sucedido salvo
a través de la manifestación de alguna de las cualidades. De este modo la
primera epifanía deviene una epifanía de los nombres (asma) y está muy
próxima a la epifanía de las cualidades (sifat), pero su comienzo es una de
las cualidades y se ha denominado (ta- ‘yin) y se ha diferenciado de la
Esencia (adh- Dhat).
En lo que concierne a la epifanía de las cualidades, se la llama epifanía de
las cualidades, pero en realidad su comienzo es una acción (af- al), una
Acción Divina, y consecuentemente puede denominarse una manifestación
de de Sus Acciones. La epifanía de los nombres es lo que se revela al
corazón del caminante. Si Allah (subanahu wa ta ala) se revela a Si Mismo
al caminante a través de uno de Sus Nombres, el aspirante deviene ausente
y es aniquilado bajo las Luces de ese Nombre a tal grado que cuando el
Verdadero es llamado por ese nombre, el caminante responde.
En lo que respecta a la epifanía de las cualidades, puede decirse que es la
revelación de las cualidades de los Nombres al corazón del caminante. Si
Allah (subanahu w ata ala) se revela a Si Mismo al caminante a través de la
epifanía de una cualidad en particular, las cualidades del caminante son
aniquiladas, y algunas de las huellas de la cualidad divina se manifestarán
en y a través del caminante por la gracia de Allah (subanahu w ata ala). Por
ejemplo si Allah se revela a Si Mismo en el caminante a través de la
cualidad del Que Todo lo Escucha (as Sami), el caminante podrá escuchar
el lenguaje de los objetos
En lo que respecta a la epifanía de las acciones (al-Af’al), esta es la que se
revela al caminante en relación con las Acciones de Allah. Si el Verdadero
(al Haqq) se revela a Si mismo en el caminante, el flujo del Poder de Allah
en las criaturas le será revelado, y el caminante podrá ver quien es el Que
mueve y el Que Detiene. El caminante podrá ser testigo de esta Acción y
nadie tiene este conocimiento salvo la familia de Dios que es merecedora de
ello. El" loci" (lugar) de esta epifanía es aquel que posee “los pies
sinceros” (al jab al aqdam), aquel que forma parte de los elegidos del
camino (la elite entre los especiales). Esta es una epifanía peligrosa porque
niega completamente que las acciones pertenezcan al esclavo. Sin embargo
Allah otorga firmeza a los creyentes por la palabra Consistente.
Sabe que la epifanía de las acciones precede a la epifanía de las cualidades
de modo tal que si el viajante está firme en el camino y no viola los limites
legales, puede transitar esta epifanía peligrosa y llegar a la epifanía de los
nombres y las cualidades. Pero si no permanece firme (siguiendo la Ley) se
convertirá en uno que no sigue e intenta que los otros tampoco sigan
(zindiq), dejará el camino y descenderá a lo más bajo de lo bajo. No hay
poder ni fuerza salvo la que proviene de Allah el Más elevado (al-Aliyy), el
Tremendo (al-Azim)
Ash-Shawq (anhelar-ansiar): Sabe mi amado, que el anhelo (ash-shawq),
es necesario para que el corazón pueda encontrarse con el Amado. El amor
es la inclinación natural hacia algo porque es placentero. Pero el amor de
los que viajan a Allah, es la inclinación de sus corazones hacia la Belleza de
la Presencia Divina. El anhelo que ellos experimentan es un amor tan
sobrecogedor que despierta una inclinación extrema a la unión entre el que
anhela y Aquel que es anhelado. Este amor busca unir a aquel que ha sido
consumido por el amor con Aquel que lo ha consumido en el amor. Los
sufies consideran que este anhelo (shawq) es una seria enfermedad porque
el anhelo corresponde a alguien que está ausente y el Verdadero (al-Haqq)
está Siempre Presente y nunca ausente. Este es el motivo por el cual la
doctrina Sufi está basada en “Presenciar” (al-mushahadah). La naturaleza
del anhelo es un fuego que toma el corazón y no tiene otra cura que el
encontrarse con el Amado. Algunos sufies han dicho: “anhelar es un fuego
que emerge del corazón causando separación entre el que anhela y el Que
es Anhelado. Pero cuando el encuentro se produce el fuego se extingue”. La
mayoría de los secretos se conocen presenciando al Amado sin anhelo. Una
vez le fue preguntado a un Sufi: “¿Anhelas tú a Allah?” y él contestó: “No,
porque anhelar es para alguien que está ausente y Él está Siempre
Presente.”
Este es un camino elevado (tariqah) que se originó al unir el esfuerzo
intenso (al-himmah) con el anhelo (ash-shawq) de arribar. En cuanto a las
señales de este anhelo, son fundamentalmente dar la espalda a los apetitos
de los sentidos y deseos, de modo tal que la persona anhela únicamente a
su Señor.
Sabe que el significado del amor es que es algo mucho más refinado que
cualquier pensamiento y que está más escondido aún que los secretos. El
amor no entra en un corazón, sino que lo desgarra de modo tal que el
corazón queda perplejo; tanto la Belleza (al-Jamal) como la Majestuosidad
(al-Jalal) aparecen ante él, de modo tal que desaparece, y evoluciona y
renuncia al Jardín (al-Jannah) y se familiariza con el fuego – en este caso el
Fuego del Amor.
Al-Hal: Sabe que el estado (al-hal) es un significado que cruza el corazón,
sin pretensión, estimulación o merecimiento. Puede ser un estado de
tristeza, contracción, expansión, reverencia, deleite, etc., pero no permanece
en el corazón, por tanto se denomina “estado” (hal), y cuando el corazón
llega a poseerlo, se denomina estación (maqam). Sabe que los estados son
regalos y estaciones en formación. Las estaciones también son regalos, pero
en estas últimas el merecimiento es manifiesto y el regalo está escondido, lo
cual es exactamente lo contrario a lo que sucede en los estados. Cuando el
estado permanece se transforma en una estación. Esto se logra con la
obediencia. El esclavo puede a veces distinguir sus causas pero a veces no:
se encuentra a si mismo en una expansión o en una contracción, sin conocer
su causa, o sin poder entender en el caso de la contracción si se trata de un
olvido o un descuido.
Yaqin (certeza): Sabe que la “certeza” (yaqin) es ganar conocimiento (ilm)
por señales a través del intelecto lógico. Pero “la experiencia de certeza”
(ayn al yaqin) es ganar conocimiento al presenciar. Mientras que “la
realidad de la certeza” (al Haqq al-yaqin) es ganar conocimiento por la
aniquilación (fana) de las cualidades del esclavo y su permanencia (baqa)
en la existencia del Verdadero (al-Haqq) a través de la experimentación de
gnosis (ma’ rifah) y de presenciar (mushahadah). En realidad lo que se
aniquila en el esclavo son sus cualidades, no su ser, de modo tal que la
esencia del esclavo aniquilado sigue permaneciendo. El ser del esclavo no
se aniquila en el Ser Verdadero como piensan algunos ignorantes. Al
contrario, siempre que el esclavo se acerque a Allah en una unión de
servicio (ubudiyyah), y siempre y cuando se manifieste desválido e
impotente frente a su Señor, y siempre que exista aniquilación de todas las
cualidades que se opongan a esa unión de servicio, Allah regalará al esclavo
Su favor y le dará cualidades dignas de alabanza en lugar de las cualidades
indignas que fueran aniquiladas. Esto es porque Allah es el Poderoso, que
todo lo puede y el Capaz, y no necesita proveedor, sino que Él es el
Proveedor de todo. Nadie puede evitar lo que Él da y nadie puede recibir lo
que Él impide. Nadie puede detener lo que Él ha decretado y nadie puede
cambiar Su Juicio. Si Allah obsequia a su desamparado esclavo con un
regalo, el esclavo puede controlar el cosmos por Voluntad de Su Señor.
Consecuentemente no debes pensar que el ser del esclavo es aniquilado en
el Ser del Verdadero Ser (adh-Dhat al- Haqq) porque nada permanece (en
absoluta existencia) salvo el Verdadero.
El Secreto: Sabe que “el secreto” es una Sutileza del Señor y que es el
“espíritu” que está oculto; cuando ese espíritu desciende un grado deviene
un “espíritu” y cuando desciende otro grado, se denomina “corazón”.
Sabe que el ser (an-nafs), el espíritu (ar-ruh), el corazón (al-qalb) y el
secreto (as-sirr) son denominaciones diferentes para Aquel que es
nombrado. Sabe que no hay multiplicidad en los nombres múltiples; son
meros nombres de un Único Ser nombrado. La explicación de esto es que
Allah (subanahu wa ta ala) creó al espíritu humano a partir de la luz pura
elegida de Luz divina que Él originó por la contracción de la invisibilidad
divina (al- ama ar-rabany) y que habitó en el “ locus” del Espíritu en donde
permanece en perfecto conocimiento (gnosis) de Allah. En consecuencia el
espíritu humano original y verdadero está asentado en Su Amor y en Su
Unidad y tiene conocimiento de sus Nombres y Cualidades, y no se dirige a
otro y lo ama solo a Él. Permanece como una última pureza y está mucho
mas allá de lo que la mente puede comprender. Allah (subanahu wa ta ala)
hizo que el espíritu habitara en el contenedor del cuerpo humano y a medida
que el espíritu entraba en el cuerpo este adquirió movimiento y conciencia.
Cuando el espíritu habita en el cuerpo se denomina nafs. Los nafs son el
vapor sutil que lleva el poder de la vida, el movimiento y la conciencia.
Consecuentemente la condición de nafs existe, pero los nafs en si mismos
no existen porque se forman con la unión del espíritu y el cuerpo, y cuando
se separan, los nafs (o ser individual) desaparecen de la existencia. Los nafs
son entonces el vapor sutil y la fuente de todas las características
censurables y cualidades enfermas, mientras gobiernan al esclavo.
Para expresarlo de otra manera: el espíritu es capturado por la mano del ser
individual (nafs). La búsqueda del ser egoísta es únicamente satisfacerse a
sí mismo, pero el hecho es que este deseo conduce a su destrucción porque
es removido de la divina Presencia de acuerdo con la intensidad luminosa
del espíritu original. Esto sucede cuando el espíritu entra en el cuerpo y este
se contamina con manchas y enfermedad y el malicioso ego toma las
riendas de modo tal que la persona deviene corrupta (fasiq) y se desvía de
los Mandamientos de su Señor.
En tanto y en cuanto el espíritu se inclina a la desobediencia y a la
oposición y sigue los deseos descendientes se denomina “los nafs que
comandan” o el ego (an nafs al-ammarah) porque los nafs en esta estación
comandan hacia el mal. Pero cuando las Luces Divinas pasan por los nafs
conducen hacia el exterior algunas de las cualidades ofensivas y guían a los
nafs al arrepentimiento. En este proceso los nafs comienzan a regañarse y
responsabilizarse y a lamentar la transgresión a los Derechos Divinos. En
esta estación el espíritu se denomina el “ser que se culpa” (an-nafs al-
lawammah) debido a su propia naturaleza.
Si las Luces divinas pasan por los nafs exigen la salida de la desobediencia
gruesa – los pecados mayores -, pero los menores permanecen. Los nafs se
denominan “corazón” en esta estación, porque en ella ya sienten la
fragancia de la Presencia Divina. Esta fragancia remueve a los nafs y el
“corazón” anhela volver a su sitio original en la eternidad, pero a veces las
capas densas de naturaleza física toman al corazón y este busca satisfacer su
deseo. Es por este motivo que se denomina al “corazón” qalb porque está
continuamente fluctuando en sus estados. Sin embargo si la Luz divina se
derrama sobre el alma desde la Divina Presencia, va a demandar la
purificación de todas las oposiciones tanto las densas como las sutiles. En
esta estación el espíritu se denomina del “ser tranquilo y seguro” (an-nafs
al-mutma’ inna). Sin embargo los nafs todavía se inclinan a otro Allah más
allá del verdadero Allah, aunque el ser glorifica a Dios, pero puede existir
aún alguna desviación porque el ser todavía no esta totalmente recto. Pero
cuando Allah emana Luz divina que demanda la destrucción de la
posibilidad de elegir y de todo lo conocido para regresar a Dios, desnuda al
espíritu de todo salvo Su Presencia, en esta estación el espíritu se llama “el
ser satisfecho” (an-nafs ar-radiyah). A pesar de esto todavía permanecen en
el corazón rastros de lo que fue destruido. Estos rastros son como cicatrices
del pasado. Pero cuando la existencia del ser es erradicada y la presencia
del ego desaparece completamente, la emanación de la Luz Más Grande de
Dios sucede.
Los gnósticos describen este acontecimiento como “La Apertura Más
Grande” (al-fath al-‘ azam). En esta estación los sentidos y la comprensión
del alma ya no existen, de modo tal que no hay señal, ni ilustración, ni
nombre, tampoco el acto de presenciar, salvo presenciar al Verdadero (al-
Haqq), por el Verdadero en el Verdadero, para el Verdadero y desde el
Verdadero. Esto es llamado por los gnósticos “aniquilación de la
aniquilación” (fana of the fana). La satisfacción con el Creador es completa
y el alma se denomina “el alma satisfecha” (an nafs al-mardiyyah)
Y cuando Dios derrama emanaciones sobre el alma desde las Luces de la
Sagrada Presencia, ello demanda la destrucción de todas las ilusiones y
expresiones de la percepción de los sentidos, y cuando esto se interioriza en
el ser y también se exterioriza, el ser arriba a la estación que se llama “el
encubierto” (al-khafi). Y cuando Él emana sobre el alma desde las Luces
de la Sagrada Presencia aquello que demanda lo que esta relacionado con la
Primer Pureza, como la luz del sol se relaciona con la noche, en esta
estación el ser se denomina “el mas encubierto” (al-akhfa).
De esta manera el alma continúa ascendiendo en cada estación y gana,
debido a la emanación de epifanías, gnosis, conocimiento de las ciencias, de
los secretos y de las aperturas. La estación que está sobre la estación “del
más encubierto” se denomina “la estación de lo más extremo”. La siguiente
estación se llama “la estación del secreto” y la siguiente “el secreto del
secreto”, y a su vez la siguiente el secreto del secreto del secreto”. En la
cuarta estación estos nombres se repiten de la misma manera en que se
ascienden los cinco niveles que siguen, y luego los diez niveles, y el
ascenso continua de esta manera en la eternidad del “Jardín del cosmos.”
Sabe que el mundo en que están presentes las cualidades o mundo corpóreo
(‘alam al-mulk) es el mundo de la presencia o en que se presencia (alam al-
shahada); es denso (khatif) y se renueva por la percepción de los sentidos.
Pero el mundo espiritual (alam al-malakut) es el mundo de los significados
sutiles y contiene el Jardín (al- jannah), el Trono (al-arsh), el Asiento (al-
kursi), etc. De modo tal que uno puede estar consciente en el mundo
corpóreo a través de la percepción de los sentidos y de la imaginación, y al
mismo tiempo estar consciente del mundo espiritual a través del intelecto,
el entendimiento y la comprensión. En lo que respecta al mundo del poder y
las posibilidades (alam al-jabarut) uno puede estar conciente del mismo a
través de la percepción sensorial y sus vinculaciones y del intelecto y sus
vinculaciones, no como en el estado del comienzo sino en otro estado.
El cuarto mundo es aquel en el cual el Poder (al-Qadir) no se manifestó, y
contiene aquello que no puede ser comprendido en todos los mundos. Sabe
entonces que ser actualizado por Allah significa que la criatura no tiene
parte. Esta es la Epifania de la Esencia (at-tajalli adh Dhat) que como se
explicó antes es imposible de comprender. Al respecto, Abu Bakr, el
creyente, que Allah esté complacido con él, dijo: “La incapacidad de
comprender la conciencia es comprensión”, porque el caminante se mueve
a través de las estaciones y en cada estación una luz proveniente de la
Esencia de Luz de Ser le es revelada de acuerdo con su disposición
favorable y receptividad, y por esa Luz él conoce a Su Señor y Creador.
Pero si continúa ascendiendo las estaciones, pensando que tiene
conocimiento completo, arribará a una estación en la cual comprenderá que
la Esencia del Ser (adh-Dhat) tiene la particularidad de que Él no puede ser
conocido. En esta estación el ser declara: “la incapacidad de comprender la
conciencia es comprensión”. Esto significa que ha comprendido que la
Esencia Pura del Ser no puede ser comprendida totalmente. Esta es la
estación más elevada, pero no te decepciones pensando que el poseedor de
esta estación no ha llegado sino todo lo contrario, cualquiera persona que no
haya arribado a esta estación no tiene gnosis. Y el que arriba a esta estación
es aquel que tiene gnosis perfecta. Este es el motivo por el cual en esta
estación el viajero invoca a Allah diciendo: “Mi Señor aumenta mi
perplejidad respecto de Ti”, y se refiere a la perplejidad que ocurre al
principio del camino, de modo que comprende porque esto es muy sutil y
libre de errores y sabe que la Realidad (al-Haqiqah) del Verdadero (al
Haqq) no puede ser completamente conocida salvo por el Verdadero
(subhanahu wa-ta ‘ala).
02 - El nivel de la singularidad
La Singularidad (“al-ahadiyyah”) y la Unidad son sinónimas. A ello se
refiere el Quran. Dí: Él es Allah el Uno”. (Q112:1). Esta es la Epifanía de la
Esencia (“at-tajalli adh-Dhat”), no la de los Nombres, ni la de las
Cualidades, ni tampoco ninguna consecuencia de ellas; es la manifestación
clara y definida de la Esencia sin tener en consideración ni a las cualidades,
ni a la creación. No existe manifestación de la Epifanía de la Singularidad
(“at tajalli al-ahadiyyah”) en el cosmos salvo “tú” en tu misma esencia, si te
olvidas de todas las cualidades que considerás tuyas percibidas por tí como
la manifestación de tu ser, de modo que estás consciente de tu ser, en tu ser,
sin relacionarlo con ninguna de tus cualidades, ni siquiera con alguna
cualidad tuya verdadera.
La Singularidad (al-ahadiyyah) es la primera manifestación de la Esencia.
Sin embargo, describir a una criatura por su singularidad está prohibido,
porque la servidumbre que vincula al servidor con su Señor (al-ubudiyya)
es el cumplimiento de las promesas, el respeto por los límites, la
satisfacción con lo existente y la paciencia con lo que se ha perdido.
Consecuentemente la servidumbre vinculante –entre el siervo y su Señor –
(servicio unificado en y para Allah) implica la cualidad de quien se ve a si
mismo en relación con su Señor. Sabe que Allah ha declarado que las
criaturas que Él ha elegido y purificado, no dejarán este mundo denso salvo
con una cadena de servidumbre a Allah, alrededor de sus cuellos.
Cualquier persona que está muy atareada con cosas diferentes de Allah,
pierde su vida y su paz interior. Si una persona desea tener paz, debe elegir
a Allah sobre todo lo demás. La servidumbre unificada con Allah significa
comprender que no existe poder o fuerza sin Él, y afirmar que Allah es el
Proveedor estableciendo Su derecho a ser obedecido. Sabe que la
veneración (al-ibadah) es la característica de los creyentes fieles comunes
(al-muminin) pero la servidumbre vinculante (al-ubudiyya) es la
característica de las personas especiales (al-jawass) y la esclavitud
(al-‘ubudah) es la característica de la élite entre los especiales (al-jawass al-
jawass).
Sabe que la purificación (at-tathir) es la protección que Allah brinda a su
esclavo y que lo protege de la desobediencia. Hay varias clases de
protección.
-La purificación externa es la protección que brinda Allah contra la
desobediencia.
-La purificación interna es la protección que brinda Allah del murmurador
oculto, y de las ilusiones y fotos.
-La purificación del secreto es la protección de no olvidarse de Allah ni
siquiera por un abrir y cerrar de ojos.
-La protección pública y secreta es para cualquier persona a la que le haya
sido otorgado el éxito en preservar los derechos del Verdadero (al-Haqq) y
los derechos de las criaturas.

En lo que respecta a la aspiración o anhelo (al-himma), consiste en dirigir


completamente el corazón y todos los poderes espirituales para obtener el
perfeccionamiento de uno mismo y ayudar a otros a obtenerlo. La familia
gnóstica está compuesta por aquellos que están conscientes de la esencia en
todo lo que existe. El brillo de las señales visibles disminuye para el
gnóstico que retorna al estado del verdadero conocimiento, de modo tal que
la revelación – que antes su mente negaba – deviene firme. Es por esto que
digo: Si tú miras únicamente Su luz surgente, comprende que la
manifestación de Su Unidad está oculta; si tú ves esta manifestación de la
Unidad, tu secreto se afirmará, hasta la persona con una mente racional
sólida estaría perpleja pues el que tiene la verdadera experiencia es aquel
que recibe por Su amor, y en consecuencia no está afectado (por la
multiplicidad existente en la creación). La disminución (del brillo de la
multiplicidad de la creación) es el surgimiento de la Ley (de la Unidad),
nunca su abrogación. Por ejemplo: Ella (la Esencia de la Unidad) es la
Existencia y nada existe sino Ella; purifícate entonces.
Sabe que la aspiración o anhelo (al-himma), la cualidad de desear, añorar, o
esforzarse para llegar a Dios tiene tres etapas: conciencia (tanbih), deseo
(irada) y verdadera aspiración (al-himma haqiqiyyah). La primera
(conciencia-tanbih) es la conciencia que la persona tiene de su propio
corazón y de lo que este le pide, respecto de sus deseos, posibles o
imposibles; es el desapego del deseo del corazón de modo tal que la persona
puede y está determinada a descubrir y mirar hacia lo que gobierna sus
deseos. Si el conocimiento y la sabiduría le dictan que haga un retiro, la
persona debe resistir ese deseo, y si luego de ello el veredicto final sigue
siendo perseguir ese deseo, la conciencia más firme de esto le da el anhelo
(himmah) para lograrlo. De modo tal que aquella persona que tiene este
anhelo (himma) necesita conocimiento de lo que desea.
En cuanto al segundo, el himma del deseo (irada), es la primera señal de
credibilidad del caminante. Este himma es acumulativo y nada puede
oponerse a él. Es el himma espiritual, y cuando se cataliza en el interior de
una persona puede afectar el cosmos. Esto ha llegado a ser conocido incluso
por las personas que no tienen revelación ni fuerza de fe cuyo deseo
compensa esta falta.
Sabe que algunas señales que se manifiestan en el mundo causadas por
ciertas personas se originan en el himma; pues tiene poder y cuando está
firmemente establecido en un buscador espiritual puede influir sobre los
shuyukh (plural de sheik) perfectos, e influir sobre ellos. A veces se le abre
al sheik una puerta de conocimiento que no está destinada a él sino que fue
abierta por el himma del buscador espiritual que ve que su sheik tiene este
conocimiento. El conocimiento puede estar disponible inmediatamente para
el sheik debido a la demostración de himma del estudiante. Esto le permite
al sheik ayudarlo a llegar a su meta; pues el buscador espiritual no admite
ayuda ni se abre a recibir conocimiento si no es a través del sheik. En otras
palabras, debido a la aspiración colectiva del buscador (al-murid) y del
sheik, el buscador espiritual podrá obtener lo que anhela.
En lo que respecta a la verdadera aspiración o himma, es la acumulación del
deseo debido a la pureza de inspiración. Este es patrimonio de los grandes
shuyuk entre la Gente de Allah que unen su himma por lo que es correcto
porque es un anhelo -himma- de la Singularidad que esta corrección sea
establecida; pertenece al Ser de Allah. Estos grandes shuyukh escapan a la
multiplicidad y buscan la Unificación (at-tawhid) porque a los gnósticos les
repele la multiplicidad y porque debido a las características únicas (de cada
criatura) en concordancia con las cualidades, es más relevante para ellos
relacionar la multiplicidad con los nombres o cualidades de Dios. Estos
grandes shuyuk se distinguen por su habilidad o rasgos de carácter, a pesar
de que hay distintos niveles entre ellos. Allah los trata de acuerdo con su
nivel y no los remueve. Esto es así porque en cada estación existe una
dirección que mira hacia el Verdadero. Él no hace diferencias porque para
cada rango de existencia, debe haber una presencia (o una representación) y
las normas para cada criatura existente están de acuerdo con su rango.
03 - La conciencia la reverencia de Allah. La
protección de tu ser contra el mal.

Sabe que para el común de las personas, “taqwa” significa evitar las
acciones y omisiones que impliquen trasgresión, pero para las personas
especiales es liberar el corazón de todo lo que lo mantiene ocupado con
cualquier tema que no sea el Verdadero (al-Haqq). Sabe que la estación de
“taqwa” se obtiene por méritos y éste es el motivo por el cual Allah lo
comanda. Y este es el caso con todos los Mandamientos: si son
establecidos, su estación debe ganarse.
Hay dos aspectos del “taqwa” divino: El primer aspecto es que Allah nos
ordena que estemos conscientes de Él, y que lo reverenciemos como debe
ser reverenciado; también nos comanda que tengamos cuidado y evitemos
el mal, porque somos creyentes fieles. El segundo aspecto es que Él nos
ordena que hagamos el máximo de lo que podamos, pero no aclara que
cualidad o categoría de personas están obligadas a ello.
Sin embargo “at-taqwa” tiene tres niveles:
-El primer nivel es para el común de la gente y consiste en liberarse a uno
mismo de la desobediencia, y se manifiesta a través de diferentes
situaciones y también evitando acciones sospechosas y prohibidas.
Implica, asimismo, la purificación de las acciones ofensivas que se limpian
con las buenas acciones.
-El segundo nivel, el del alma apasionada (an-nafs ash-shahwaniyyah), es el
vapor sutil que lleva la vida, causa la percepción sensorial, el movimiento y
la voluntad. Los sabios lo llaman el “espiritu vital” (ar-ruh al-hayawani). Es
la sustancia primordial (al-jawhar) que se alza en el interior del cuerpo.
Cuando se irradia hacia fuera e internamente en el cuerpo causa el estar
despierto; pero cuando surge únicamente en el interior del cuerpo causa el
sueño; cuando se aquieta o su efecto es interrumpido, ocurre la muerte.
Glorificado sea el Sabio (al-Hakim) Artesano (al-Sani).
-El tercer nivel es el del alma expresiva (o el alma que habla racionalmente)
(an-nafs al-natiqqah). Es una esencia abstracta sin materialismo en sí
misma, pero es descripta en relación con la materialización de las acciones.
De modo que puede denominarse el ego que manda (al-ammarah), el ego
que culpa o reprocha (al-lawwamah), el alma inspirada (al-mulhammah), el
alma satisfecha (al-radiyah) el alma complaciente, o el alma perfecta (al-
kamila)
Se denomina de acuerdo con sus cualidades. Si concuerda y es gobernado
por el ser apasionado antes mencionado, se llama el ego que ordena” (al-
ammarah), (Q12:53). Si se “calma” por seguir sus obligaciones y se
entrega para seguir al Verdadero (al Haqq) pero al mismo tiempo
permanece en alguna medida inclinándose hacia los placeres pasionales, se
denomina el ser que culpa (al-lawammah). (Q75:1-2). Si la inclinación a los
placeres pasionales desaparece, y el alma es fortalecida en oposición al
apetito del ego y aumenta la inclinación hacia el mundo sagrado, de modo
tal que el alma comienza a recibir inspiración, se denomina el alma
inspirada” (al-mulhammah), (Q91:7-8) que se convierte entonces en el sito
o “locus” de pasión (ishq) e infatuación (hayaman). Sin embargo, todavía
permanece algún disturbio en el alma debido a la cercanía del ego que
ordena. Cuando este disturbio se calma y el apetito deja de tener autoridad
sobre el alma de modo que esta se olvida totalmente del deseo, pasa a
denominarse “el alma tranquila y segura” (an-nafs al mutma’ innah).
Cuando la ascensión del alma progresa, de modo tal que todas las
estaciones pierden importancia a su vista, y todos los deseos son
aniquilados, se denomina “el alma satisfecha” (ar-radiyah). (Q89:27). Si
este estado se incrementa, el alma deviene satisfecha con el Verdadero y
con Su creación. En este estado, si se le ordena regresar para estar con la
gente, podrá guiarlos y perfeccionarlos, y es llamada entonces “el alma
perfecta” (al-kamilah).
Más adelante mencionaré las cualidades de cada alma, en el capítulo
correspondiente. También mencionaré sus señales, rasgos, estados, mundo y
cualidades, tantos los indignos como los dignos de mérito, como así
también que le pasa con el caminante. Por ejemplo: mencionaré las
manifestaciones excepcionales del caminante, más allá de sus hábitos
frecuentes, una vez que ha calificado en uno de los niveles del alma.
También mencionaré cuáles son los rituales específicos de la remembranza
para cada uno de los niveles, y otros temas relacionados, si Dios lo permite
(‘inshallah).
Sabe que esta sustancia esencia (jawar) que mencionamos anteriormente y
que se denomina “el alma expresiva” tiene también otros nombres. Se la
llama asimismo “corazón’, o “la facultad humana sutil” o “la realidad del
ser humano”. Es (la dimensión del espíritu) que está consciente del mundo,
y a la cual se le ordena que siga y está obligada a seguir la Ley (de Dios).
Esta sustancia esencial tiene dos dimensiones: una externa y que fuera ya
mencionada bajo el título “el ser pasional” o “alma apasionada” (an-nafs
ash-shahwaniyyah) y una dimensión interna que es el espíritu (ar-ruh).
Existe a su vez una dimensión interna del espíritu (ar-ruh), que se denomina
el secreto (as-sirr), y hay a su vez una dimensión interna del secreto que es
el secreto del secreto, y una dimensión interna del secreto del secreto que
está escondida (al-khafa), y una dimensión interna que está muy oculta (al-
akhfa). Para sintetizar: la dimensión interna de algo es su realidad y su
sustancia.
Ahora pasaré a aclarar este concepto de “dimensión interna de una
dimensión interna”, con el siguiente ejemplo. La dimensión interna de una
cama, son las piezas de madera, y el árbol es la dimensión interna de las
piezas de madera, y la dimensión interna del árbol son los cuatro elementos,
y la dimensión interna de los cuatro elementos es la sustancia primordial
(hayula). Comprende entonces este concepto que ha sido renovado para ti,
porque no lo veras descripto así en ningún otro libro, y podrás solo
escuchar: esto es la dimensión interna de esto otro, pero no sabrás cual es la
Realidad interna. Si conoces esto entonces sabes que esta materia se refiere
a la “cosa” Divina singular que es la más sutil e imperceptible, la Más
Oculta. Cuando desciende un grado y deviene más densa se denomina
“oculta”.
Cuando desciende dos grados, y su densidad aumenta se denomina el
Secreto del Secreto. A medida que se va descendiendo se la llama el
Secreto, luego el Espíritu, luego el Corazón, luego alma racional y
humanidad sutil y luego el ser humano. En este ultimo grado tiene cuatro
nombres, y cuando desciende un grado más se convierte en el animal
humano o el ego que manda u ordena (an-nafs al-ammarah).
Sabe que el propósito de viajar por el Camino de “taqwa” es ascender
gradualmente por este Orden Divino hasta el nivel original, con la medicina
prescripta por los mas perfectos entre los perfectos, el espíritu de nuestro
amado guía y maestro, Muhammad (salla allahu aleihi wa-salam).
Esta medicina prescripta consiste en: el ayuno (sawm), el establecimiento
de las oraciones (salat), en la minimización de nuestro discurso, y en tener y
brindar compasión a las personas. Está representado por la remembranza de
Dios (Dikr), la contemplación (fikr), la búsqueda del perdón (istighfar) y
por desear bendiciones para nuestro patrono Muhammad (salla allahu aleihi
wa-salam). El caminante debe también evitar comer alimentos no
permitidos, y abstenerse de otras prohibiciones y obedecer y vivir de
acuerdo con las alabadas órdenes de Dios. Nunca debiera exceder los
límites puestos por la Noble Ley de Dios. Si se opone a ella y desobedece,
su enfermedad no podrá curarse. Quienquiera desee satisfacer su sed sin la
Medicina legal, no podrá ser curado; su enfermedad continuará aumentando
y se pondrá cada vez peor.
Cuando el estudiante (talib) de la perfección está en el nivel más bajo, me
refiero al nivel del animal humano y su ego lo comanda al mal, en esta
situación su cura es (la remembranza e invocación de) “la ilaha illa’ llah”
(no existe otra divinidad salvo Allah). Con ésta cura podrá ascender al
nivel del corazón. Debe estar continuamente recordando a Dios y usando la
invocación antes mencionada, y luchando (mujahada) con el mayor
esfuerzo, usando toda su fuerza para evitar que sus miembros caigan en el
descuido y la distracción. Si el caminante llega al nivel del corazón y desea
seguir ascendiendo hacia el nivel del espíritu, su cura es disminuir su
comida y sus horas de sueño, e invocar el Nombre – Allah – Allah – Allah –
en voz alta y con claridad y muy a menudo.
Más adelante mencionaré la medicina que el caminante necesita para viajar
hacia Allah y con la cual puede ascender, un grado después de otro, hasta
que llega a un lugar donde el velo del pecado que lo vela de la presencia
del Señor de todos los Mundos (Rabbi-l-alamin), cae.
04 - Criticando este mundo y sus placeres y
clarificando su realidad
Sepan mis amados, que este mundo (ad-dunya) es todo lo que pasa antes de
la muerte – lo bueno y lo malo. El mensajero de Allah (salla allahu aleihi
wa salam) hizo una excepción respecto al bien cuando habló del mundo
diciendo: “Este mundo está maldito salvo aquello que es para Allah; Todo
el Poder y la Gloria le pertenecen”. Él (salla allahu aleihi wa salam)
también dijo: “Abominable es el bajo mundo y todo lo que en él está salvo
la remembranza de Allah y todo lo que con ella se relaciona.”
Verdaderamente el mundo denso y todo lo que está relacionado con él es
maligno, salvo el establecimiento de lo que es bueno y la prohibición de lo
que naturalmente es rechazado. Tampoco está incluido todo aquello que se
hace por la Cara de Allah (subanahu wa ta ala). Sabe que lo que ha sido
exceptuado por el ¨hadith¨ - dicho del Profeta- también pertenece al
mundo denso porque transcurre en este mundo, pero hizo la excepción
porque acompaña al esclavo después de su muerte. El Mensajero de Dios
expresó esto cuando dijo: “He amado tres cosas de vuestro mundo: las
mujeres, el perfume y el deleite de mis ojos en la oración”. Observa que
menciona a la oración como algo perteneciente al mundo denso porque su
movimiento incluye a los sentidos y a la observación externa. Pero se
entiende a partir de este dicho del profeta (hadith), (s.a.w.s.), que cada
placer da un fruto después de la muerte, de modo que la oración no
pertenece al mundo denso maldecido, sino que es el fruto con el cual Allah
está complacido.
Sabe que las cosas malignas son aquellas que se buscan con una motivación
precipitada y no producen frutos después de la muerte. Sin embargo existe
un camino medio entre los dos anteriormente mencionados. Cada fortuna
que le permite a una persona hacer el bien con fines trascendentes o puestos
en el más allá (Akira) pertenece a la primera categoría de fines y esas
acciones pertenecen al ámbito del destino final porque preparan para ello.
Así cuando una persona llena medio estomago con alimentos, disfruta del
placer de comer, y también ha satisfecho a su Protector al mismo tiempo.
En otras palabras obtiene la fortuna del mundo denso y la fortuna de la
última morada. Este es el motivo por el cual el Mensajero de Allah (salla
allahu aleihi wa salam) dijo “vístanse, coman y beban y llenen únicamente
la mitad de su estomago; pues esta es una característica de los profetas.” Si
tú conoces esto, entonces sabes que el mundo denso incluye todo lo que te
mantiene ocupado con otro que no es Allah y todo lo que te hace
descuidado y evita que te dirijas hacia tu Señor, sabiendo que este es tu
estado final a pesar de que es considerado como algo del mundo denso en
su imagen externa porque su prosecución existe únicamente en este mundo.
Allah (subanahu wa-ta ala) clarifica la realidad del mundo denso cuando
dice: “La vida en este mundo es un juego y un espectáculo que pasa, se
llenan deornamentos y alardean entre ustedes y existe rivalidad por hijos y
los bienes atesorados.”(Q57:20). Todas estas acciones ofensivas provienen
de las siete ofensas que Allah menciona en Su Libro Poderoso. Él dice: “Se
ha hecho atractivo para las personas el amor y la lujuria por las mujeres, los
hijos, la acumulación de oro y plata, los caballos marcados, el ganado y las
tierras aradas. Este es el disfrute de la vida en este mundo.” (Q3:14). Los
actos ofensivos y feos resultan de estos siete (deseos), pero estos (deseos)
no son indignos en sí mismos porque pueden conducir hacia la morada final
(ajira) si son utilizados de la manera correcta.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam) dijo: “No existe nadie
merecedor de aspirar (su estado) salvo dos clases de personas: aquella a
quien Allah proveyó de riquezas y que las gasta en Su causa por la mañana
y por la noche, y aquella a quien Allah proveyó con la comprensión de la
Recitación Divina (al-Quran) y que pasa sus días y sus noches
estableciéndola.” Sabe que el Mensajero de Allah maldijo el mundo
material, que está lejos de Allah y Su mensaje, y lejos de los buenos
propósitos, pero maldijo únicamente a aquellas cosas que causan el
descuido del caminante y lo alejan de Allah desobedeciéndolo, aquellas que
mantienen el corazón del caminante alejado de su Señor.
Sabe que este mundo no deviene “pacífico” para el creyente porque ¿cómo
podría tener esta cualidad cuando es su prisión y su prueba? El Mensajero
de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Quienquiera ame este mundo
perjudica su morada final y quienquiera ame su morada final perjudica su
estadía en el mundo denso”. Así que prefiere lo que es eterno sobre lo que
será aniquilado. También dijo: “El amor por el mundo terrenal es la causa
principal de todo pecado”. “¡Qué perplejidad! Verdaderamente es muy
confuso que el que cree en la morada eterna persiga el atractivo de esta casa
ilusoria y peligrosa.”
Sin embargo, el mundo denso merece ser mirado con honor y es abundante,
y Allah te pone a ti a cargo de él, pero observa lo que haces. Cuando el
mundo denso fue expandido (en abundancia) y hecho fácil para los hijos de
Israel, ellos se perdieron en su belleza, en corrupción y en el deseo de lo
placentero. El Profeta Jesús (salla allahu aleihi wa salam) dijo: “No tomen a
este mundo como si fuera su Señor, pues los tomará como esclavos.
Confíen sus tesoros al Uno que nunca los perderá; pues el poseedor de
tesoros en este mundo teme la destrucción de su tesoro; pero el poseedor del
tesoro de Allah no teme la destrucción de su tesoro.”
Nuestro Profeta, Muhammad (salla allahu aleihi wa salam) dijo: “el
creyente fiel está entre dos miedos: el miedo al pasado ya que no sabe que
hará Allah con eso, y el miedo a lo que le queda de vida en la tierra, ya que
no sabe que decretará Allah al respecto. Consecuentemente que el esclavo
invierta su alma para sí mismo, que invierta su mundo denso para su
morada definitiva, invierta su juventud para su edad anciana, e invierta su
vida para su muerte; pues el mundo denso fue creado para ti, pero tu fuiste
creado para la morada final. En el Nombre de Aquel que tiene mi alma en
sus manos, no hay quien acepte excusas después de la muerte y no hay nada
mas allá del mundo denso salvo el Jardín o el Fuego.”
Sabe que el dinero puede ser la causa de destrucción para su poseedor y la
causa de su ruina en la última morada. Ello es así cuando el dinero se gasta
en desobedecer a Dios y para hacer el mal, canalizándolo en corrupción y
apetitos, a pesar de que el dinero en sí mismo es bueno. De modo que
debería ser usado para complacer a Allah (subanahu wa ta ala). Si una
persona se enriquece y gasta únicamente en comida, bebida y en adornarse
a sí mismo, y al mismo tiempo no sigue lo que Allah ha ordenado, como por
ejemplo dar caridad, o alimentar o dar soporte a los pobres, su riqueza no
tendrá ningún beneficio trascendente. Por otro lado, si satisface los
derechos de las personas sin abusar ni menospreciar a nadie, y sin ser
excesivamente arrogante al tratar con las criaturas de Allah, entonces en su
estado triunfará. Allah estará complacido con él, lo honrará, y le permitirá
entrar al Jardín por lo que el haya dado por anticipado para la Cara de Allah
(subanahu wa-ta alla).
Sabe que el dinero bueno es beneficioso para cualquier persona que lo use
en obediencia, gastándolo en los pobres y los necesitados. El dinero no es
en sí mismo ni bueno ni malo; la bondad o la maldad existen en el alma de
las personas. Si la persona gasta en buenas obras traerá frutos buenos, y si
gasta en obras perversas los frutos serán en consecuencia. El Mensajero de
Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “El fuego está velado por el deseo
(ash-shahwa), y el Jardín está velado por la disputa obstinada.” Y por
velado quiere significar oculto. Queriendo decir que quienquiera siga sus
deseos caerá en el Fuego por su acción, pero no puede ver el fuego, ve
únicamente el deseo, y a quienquiera que soporte la dificultad de resistir el
deseo mundano y someta todo esto a Allah, le será permitido entrar al
Jardín.
Uno de los Compañeros del Profeta dijo: “Una vez me acerque al Profeta
mientras recitaba”. Cuando terminó su recitación dijo, “Allah dice: ¡Oh hijo
de Adán! ¡Tú dices mi dinero, mi dinero! Pero, ¿acaso te pertenece alguna
parte de este dinero, salvo lo que has usado para comer y se ha consumido,
y para vestidos y se han gastado, y lo que has gastado en caridad y
consecuentemente has ahorrado?”. Y él (salla allahu aleihi wa salam)
también dijo: “Ser rico no significa que tienes mucho dinero, sino que ser
rico es la satisfacción del alma”, de modo tal que ser rico no es tener
abundancia de bienes perecederos, sino que ser rico significa que la persona
acepta lo que Allah le da.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam) dijo: “Haz buen uso de
cinco cosas antes de que cinco cosas te pasen: haz buen uso de tu juventud
antes que te llegue la vejez, y de tu salud antes que te llegue la enfermedad,
y de tu riqueza antes de que te llegue la pobreza, y de tu tiempo libre antes
de que tengas ocupaciones y de tu vida antes que mueras.” Él (salla allahu
aleihi wa salam) también dijo: “Nada te aguarda (en este mundo) salvo
riqueza material que puede conducirte a la trasgresión, o pobreza que puede
causarte que te olvides de Allah, o enfermedad que te puede corromper, o
vejez que puede producirte confusión.. Además el impostor (ad-dajjal) es un
enemigo oculto que espera y la Hora (también espera) es más amarga y más
astuta.” Esto significa que algunos de ustedes están esperando estas cosas
sin hacer ninguna obra buena, y sin dirigirse totalmente y completamente
hacia Allah luchando contra su ego (nafs) antes de que cualquiera de las
realidades antes mencionadas por el Profeta (salla allahu aleihi wa salam)
sucedan y los mantengan ocupados, separándolos de la obediencia de Allah.
La riqueza puede mantenerte ocupado y separarte de Allah; también puede
debilitar tus fuerzas como si fueras anciano. La muerte caza veloz y
repentinamente al ser humano y lo hace perder su oportunidad de hacer el
bien. A todo esto le sigue lo que es aún mas severo: el Día Designado
(yawm al-mi’ ad), el Día de la Resurrección (yawm al-qiyamah) y el Día
del Juicio (yawm ad-din), el Día de la pena y el arrepentimiento. Es un día
en que ni el dinero, ni la progenie ayudarán a quien lo transita, su única
ayuda será volver a Allah con todo el corazón. Este es el Día de Ajuste de
Cuentas (yawm al-hisab) en el cual quienquiera haya hecho un átomo de
bien lo podrá ver y quienquiera haya hecho un átomo de mal también lo
verá.
Sabe que lo que mantiene el corazón ocupado, como el dinero, te hará daño;
quienquiera ame este mundo denso olvidándose del destino final, daña su
destino final.
Sabe que una vez un hombre preguntó al Mensajero de Allah (salla allahu
aleihi wa-salam): “Oh Mensajero de Allah! Guíame hacia una acción que si
la realizo Allah me amará y la gente me amará”. El Mensajero de Allah
(salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Renuncia al mundo denso y Allah te
amará y renuncia a lo que las personas poseen, y ellas te amarán.”
Otra narración nos dice que el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa
salam) dijo: “el peor contenedor que el ser humano puede llenar es su
estómago. Unos pocos bocados bastan para darle al hijo de Adán vigor
suficiente, de modo tal que si tiene que comer que sea un tercio de comida,
un tercio de bebida y un tercio de aire para respirar.”
05 - Recomendando viajar por el sendero de la
gente de Allah y clarificando sus beneficios
Sabe que la búsqueda de la perfección es una nobilísima cualidad, y la
perfección significa liberarse a uno mismo de las cualidades o rasgos de
carácter que son censurables y adornarse a uno mismo con cualidades
dignas de alabanza. Las cualidades censurables son: la ignorancia, el enojo,
la envidia, la avaricia, la arrogancia, la vanidad, vanagloriarse o mandarse
la parte, el amor por el prestigio y el liderazgo, la charla desmesurada,
cargar a otros provocativamente, la hipocresía, el orgullo, marcar lo que
avergüenza a los otros, husmear en los secr etos de las personas, etc. Y
las cualidades dignas de alabanza son las siguientes: gnosis, conocimiento,
tolerancia, pureza, generosidad, humildad, bondad, gentileza, paciencia,
gratitud, ascetismo, confianza en Allah (tawakkul), amor, anhelo, modestia,
satisfacción, sinceridad, fidelidad, veracidad, mirada interior escrutadora,
contemplación, misericordia, hermosos modales, amor a Dios, llanto,
reverencia a Allah, dolor al trasgredir los limites impuestos por Allah, ser
plácido con Allah, solidez del ser interno, aconsejar bien, diligencia en
hacer bien a las personas, etc.
Sabe que el propósito de viajar en el sendero sufí es calificar para la
perfección y liberación de las cualidades ofensivas. Esta es la verdadera
meta para cada alma y está ordenado por Allah (subhanahu wa-ta ala).
En cuanto a las cualidades ofensivas podemos mencionar las siguientes:
Enojo o irascibilidad (al-ghadab): En lo que respecta a liberarse a uno
mismo del enojo (al-ghadab), el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-
salam) dijo: “No estén enojados”, luego repitió una vez más: “No estén
enojados”.
Él (salla allahu aleihi wa salam) una vez preguntó “¿A quién consideran
ustedes el más fuerte? Los compañeros dijeron: “A aquel que no puede ser
vencido por los hombres”. El Profeta (salla allahu aleihi wa-salam) dijo:
“No, eso no es correcto. El más fuerte entre ustedes es quien se controla a sí
mismo cuando esta enojado.” La apariencia externa de una persona enojada
es suficiente evidencia de la fealdad del enojo, y la apariencia interna es
todavía mas fea.”
Se narra que una vez A’ishah, la esposa del profeta, que Allah esté
complacido con ella, se enojó. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa
salam) le dijo: “Oh Allah! Tu shaitan acaba de llegar.” Ella le preguntó:
“¿Acaso no tienes tú también uno?” El respondió: “Ciertamente, pero yo he
invocado a Allah, de modo tal que Él me ha ayudado a sobreponerme a él, y
consecuentemente el shaitan se rindió ante mi y ya no me ordena más que
al bien.”
En conclusión, la irascibilidad (enojo) es un rasgo de carácter indigno que
emerge de la sangre hirviente del corazón, ya que demanda venganza. Lo
opuesto a esto es la tolerancia (al-hulm), y si comienzas a practicarla se
vuelve habitual. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam) dijo:
“El conocimiento se gana con la educación y la tolerancia se gana
practicando tolerancia. Quienquiera que busque el bien lo encuentra y
quienquiera busca el mal, este le llega”. Esto fue expresado por el
Mensajero (salla allahu aleihi wa-salam) cuando dijo:“busquen la elevación
elevándose.” Los compañeros le preguntaron:”Oh Mensajero de Allah,
¿qué es la elevación?. Y Él (salla allahu aleihi wa-salam) les
respondió:“permanecer conectado con la persona que te corta el rostro o
rechaza, dar al que te despoja y tener tolerancia cuando te encuentras con la
ignorancia de aquellos que te maltratan.”
Este es el motivo por el cual no es permisible para el amado enojarse, salvo
por la causa de Allah; enojarse por la causa de Allah implica un rango
exaltado que es posible únicamente para aquellos que en su ascenso han
llegado al cuarto grado donde el alma se denomina “él ser seguro y
tranquilo” (an-nafs al-mutma’innah). Quienquiera alegue que su enojo es
por esta causa, pero está en una estación inferior, está mintiendo y
confundiendo la falsedad con la verdad. El Mensajero de Allah (salla allahu
aleihi wa salam) nunca se enojaba por motivos vinculados al mundo denso,
pero si se enojaba por la causa de Allah o por amor a Allah (subanahu wa-
ta alla).
La envidia (hasad): es un rasgo de carácter censurable y su sustancia no
puede ser removida del ser interno, salvo viajando por el sendero de la
gente de Allah. Sabe que la envidia consume la retribución por las buenas
obras, del mismo modo que el fuego consume los leños. La realidad de la
envidia es que el envidioso odia al ver los favores que Allah otorgó a su
hermano (o hermana) y desearía que el favor se perdiera. Pero cuando no
tiene odio al ver los favores recibidos por su hermano respecto de sus
posesiones, ni desea que las pierda, sino que simplemente desea para sí un
favor igual, se llama “aspiración” (ghabtah). El Mensajero de Allah (salla
allahu aleihi wa-salam) dijo: “El aspirante fiel aspira pero el hipócrita
envidia.” Allah (subanahu w ata ala) dice: “No codicies aquello por lo cual
Allah ha hecho que algunos de ustedes sobresalgan sobre otros” (Q4:32).
Pero si deseas para ti un regalo igual, y no deseas que el don le sea quitado
al otro, entonces no es reprobable. Todo esto se refiere a los asuntos del
mundo denso, pero si uno aspira a un favor espiritual (sin envidiar lo que
otro posee) se trata de aspirar a Dios, y esto es digno de alabanza”.
Fue narrado que el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam) dijo:
“no se espíen los unos a los otros, no se envidien, ni se odien, ni conspiren
los unos contra los otros, sean adoradores de Allah y sean hermanos (y
hermanas).” Un día el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam)
estaba parado sobre una plataforma dando una charla. Le decía a las
personas: “Oh ustedes se han entregado (a Allah), por la lengua, pero que la
fe no ha entrado en sus corazones! No dañen a quienes se han sometido a
Dios, no les hagan burla, no intenten deshonrarlos, porque quienquiera trate
de avergonzar al hermano que se ha entregado a Dios, Allah lo va a
deshonrar exponiendo su vergüenza.”
Avaricia (al-bukhl): Sabe que la avaricia (deseo excesivo de riqueza) es un
rasgo de carácter indigno, según Allah, porque Él dice: “aquellos que han
sido salvados de la avaricia – ellos son los triunfadores.” (Q59:9). Y Él
también dice: “Que no piensen, aquellos que hacen acopio de lo recibido
que es bueno acumular lo que Allah les ha dado generosamente. No en
realidad es malo para ellos. Aquello que ellos han acumulado será un collar
alrededor de sus cuellos el día en que estén parados ante el Juicio Final.”(Q:
180). El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Cuidado
con la avaricia porque ha destruido a aquellos que vinieron antes que
ustedes y los ha llevado a derramar sangre y a profanar lo que es más
sagrado”. Él (salla allahu aleihi wa-salam) también dijo: “La persona
generosa no será puesta en el Fuego y Yo seré su compañero, y la persona
miserable no entrará en el jardín e Iblis será su compañero.”
Arrogancia (al-ghurur): Sabe que la arrogancia (al-ghurur) es una cualidad
indigna; Allah (subanahu wa-ta ala) dice: “No recibirán Mis Señales
aquellos que sobre la tierra son arrogantes sin derecho.Ӭ (Q7:146). Y
también dice: “Y todo tirano obstinado fue (al final) reducido a la nada.”
(Q14:15).
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) narró que Su Señor,
Elevado y Majestuoso sea Él, le dijo (Hadith al-Qudsi): “El orgullo es mi
vestidura externa y el Poder es mi vestidura interna; quienquiera intente
sacarme una de ellas, lo echaré al Fuego. La Arrogancia es la cualidad del
alma que surge de pensamientos egoístas.”
Presunción o engreimiento (al-‘ ujb): es también uno de los rasgos de
carácter indigno. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo:
“Tres cualidades son destructivas: la avaricia que se practica, un deseo bajo
que se sigue, y ser presumido.” La presunción es una cualidad interna en la
cual la persona imagina que es perfecta en el conocimiento o en la acción.
Si la presunción entra en el corazón de quien está viajando a Allah, esta
persona debe contemplar el estado de quien muere tapando la verdad
después de haber sido creyente, (Q7:176) porque ha presumido sobre si
misma de la misma manera que lo hizo Iblis. El viajero deberá decirse a sí
mismo: No te vanaglories sobre tus buenas acciones hasta que no estés
seguro que tu acción fue encontrada aceptable por Allah. Una acción que
todavía no ha sido aceptada no puede ser causa de orgullo para quien la
realizó. No existe duda que Allah desaprueba la arrogancia; Él (subanahu
wa-ta ala) dice: “Pero el día (de la batalla de Hunayn) cuando vuestro gran
número os satisfacía ello no os redituó.” {Q9:25).
Decepción/engaño (al-ghurur): es una característica de la arrogancia y
causa la ruina. Allah dice: “No permitan que la vida de este mundo los
engañe, ni permitan que aquel que engaña, los engañe con relación a Allah.”
(Q31:33). La decepción o engaño consiste en creer en algo que se opone a
la realidad. Esta forma de ignorancia sucede cuando el ego se complace en
todo lo que concuerda con sus deseos bajos, y en todo lo que viene a su
imaginación o se deja tomar por la sugestión.
Hay muchas clases de personas arrogantes. Algunos albergan la ilusión que
porque Allah es el Generoso (al-Karim), Singularmente Compasivo (ar-
Rahim) y Siempre Indulgente (al-Ghafur), ellos pueden ser
condescendientes consigo mismos y cometer pecados. No existe duda que
Allah es Generoso, Singularmente Compasivo y Siempre Indulgente, pero
la Recitación Divina (al-Quran) revela que esto no significa que Dios no
tomará en cuenta las acciones de las personas. Es también una señal de su
Tremenda Misericordia que Él nos muestre como caminar de acuerdo con
Su guía. Allah (subanahu wa-ta a’ lah) dice: “quienquiera que Allah desee
guiar – a esa persona le expande el pecho para el Islam.” (Q6:125).
Algunas personas albergan ilusiones porque sus padres y abuelos estaban
cerca de Allah y eran conscientes de Él (taqwa-temor o reverencia de Dios).
Entonces piensan que con eso basta. Pero si ellos no hacen lo que sus
padres y abuelos hacían y no recuerdan a Allah, Él dice: “Y cuando la
Trompeta suene no habrá vínculos de familia entre ellos en ese Día.”
(Q23:101). Tampoco recuerdan lo que dijo el Profeta (s.a.w.s.): “Aquel
cuyas obras paralicen su arribo a Allah, sus vínculos de familia no
acelerarán su camino.”
Los estados de las personas arrogantes son muchos. Para sintetizar se puede
decir que el viajero en el camino de Allah no debe caer en ilusiones ni
devenir arrogante, bajo ningún aspecto o circunstancia. No debe detenerse
con nada ni estar satisfecho con cosas triviales. Al contrario, el caminante
debe buscar (la verdadera) comprensión y renovación (at-tahqiq), afirmar la
Verdad y dejar todas las ilusiones y bajos deseos. No debe creer en las fotos
externas de las circunstancias o cosas porque las maquinaciones astutas del
Maligno (ash-sahytan) son muchas; pero estas triquiñuelas afectan
únicamente a los arrogantes quienes son fácilmente engañados por ellas.
Ostentación (riya): ¡Oh caminante en el sendero de Allah! Ten cuidado con
la ostentación (riya) o con ser pretencioso, lo que constituye un acto de
hipocresía, porque ello está prohibido. Allah dice: “desdichados aquellos
que oran – en forma descuidada – porque quieren ser vistos y rechazan las
pequeñas amabilidades” (Q107:4-6). También dice: “Quienquiera ansíe
encontrarse con su Señor, que haga buenas obras y que no venere a ningún
socio junto con Su Señor.” (Q18:110). El Mensajero de Allah (salla allahu
aleihi wa salam) dijo: “la acción que más me preocupa que ustedes realicen
es la idolatría menor (al-shirk al-asghar).” Los compañeros le preguntaron
"Oh Mensajero de Allah, ¿cuál es la idolatría menor?”. Y él (salla allahu
aleihi wa-salam) les contestó: “la hipocresía”. El día en que estemos
parados para el Juicio, Allah (subanahu wa-ta ala) les dirá a las personas
mientras las premia de acuerdo con sus acciones: “Vayan a aquellos ante
quienes se vanagloriaban en el mundo denso y observen si encuentran
alguna recompensa proveniente de ellos.” (hadith Qudsi). Sabe que no
existe duda alguna que el hipócrita desea ser tenido en estima en los
corazones de las personas, y que esto es lo que lo motiva a convertirse en
hipócrita. Por otra parte, el buscador en el Sendero del Verdadero (al-Haqq)
debería estar buscando ser tenido en cuenta menos en el corazón de las
personas. De modo tal que el hipócrita está lejos del camino del Verdadero.
Sabe que amar el liderazgo no es una cualidad digna de alabanza y obstruye
el Camino a Allah. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam)
dijo: “Le hace suficiente daño a cualquier persona – salvo a aquellos a
quienes Allah el Elevado protege – tener gente señalándolo como
prominente en su vida religiosa o mundana.”
Hablar en exceso (kathrat al-kalam): Sabe que hablar en exceso no es una
cualidad digna de alabanza porque da nacimiento a algunas cualidades
prohibidas o no aconsejables, tales como mencionar pecados anteriores o
conversaciones faltas de cortesía que exceden los limites impuestos por
Allah y Su Mensajero. Otras cualidades bajas relacionadas con el habla son:
las discusiones, las obscenidades, maldecir, el sarcasmo, la burla, el insulto,
la critica de la persona ausente, la calumnia, la divulgación de secretos, etc.
Nada es más peligroso que las enfermedades (espirituales) de la lengua
porque todas las cualidades feas surgen de ella. Este es el motivo por el cual
el Mensajero de Allah, alababa el silencio y lo fomentaba. Él decía que: “El
silencio es sabiduría, y los silenciosos son pocos.” También dijo:
“Quienquiera permanezca en silencio está salvado.” Y asimismo decía:
“¿no es acaso el el unico motivo por el cual las personas son echadas de
cara al fuego, la cosecha de sus lenguas?” Además, también dijo: “La noche
en que el secreto encantador me fue confiado (al-isra’), yo pasé al lado de
algunas personas que se arrancaban las caras con sus uñas”. Pregunté: “Oh
Gabriel! ¿Quienes son estas personas?” Y Gabriel me respondió: “Son
aquellos que critican a espaldas y calumnian a las personas”. Criticar en
ausencia (al-ghaybah) es mencionar algo sobre tu hermano o hermana,
sabiendo que si él o ella lo escucharan, estarían descontentos, ya se trate de
una característica física, o de su persona, o sobre sus acciones, palabras,
camino espiritual (religión), o relacionado con sus actividades mundanas,
como su vestimenta, su casa, su coche, etc. Si tú mencionas cualquiera de
estas cosas, estás violándolo sea que este presente o ausente.
Ridiculizar o bromear sobre otro(al-mizh): Sabe que reírse de alguien o
ridiculizarlo (al-mizah) causa la muerte del corazón, y la acción es seguida
por la oscuridad. Si el caminante supiera que su estado desciende por
ridiculizar, no lo haría nuevamente. Pero cuando se da cuenta internamente
debe arrepentirse. Por otra parte, los poseedores de oscuridad, no toman
conciencia de la enfermedad del ridículo. El Mensajero de Allah (salla
allahu aleihi wa-salam) dijo: “No discutan con sus hermanos ni se burlen de
ellos.” Si tú dices, pero el Profeta de Allah (salla allahu aleihi wa salam)
solía bromear, yo te digo: “es verdad, pero él siempre decía la verdad, y tú
no eres capaz de bromear de esa forma, de modo tal que es mejor renunciar
a ello salvo cuando te sientes extremadamente oprimido o con el corazón
pesado.
Jactarse, alardear: (at-tafakhur): Sabe que alardear es una cualidad baja y
está prohibida tal como lo expresara el Mensajero de Allah, (salla allahu
aleihi wa-salam) quien dijo: “Allah me ha revelado a mi lo siguiente. Se
humilde, que nadie compita para reclamar superioridad sobre otro, y que
nadie cometa trasgresiones que perjudiquen a otro, y que ninguno de
ustedes abuse del otro.” Una persona puede vanagloriarse por su riqueza, o
sus ancestros, o por su devoción o conocimiento, pero en cualquier caso es
una acción fea e indigna de alabanza. Esto es así porque la esclavitud
(ubuda) es requisito para el caminante en el sendero de Allah y él debe
renovarse, de modo tal que el caminante no debe competir por Señorío
(rububiyya); todas estas cualidades feas son opuestas a la esclavitud
(esclavo del Señor).
Rasgos de mal carácter (su al khuluq): Sabe que el mal carácter (su’ al-
khuluq) es una cualidad censurable y no es alabada por Allah ni por las
personas. El buen carácter si es digno de mérito. El Mensajero de Allah
(salla allahu aleihi wa salam) dijo: “Por Aquel en cuyas manos está mi
alma, ninguno que no tenga buen carácter entrará en el jardín.”
Él (salla allahu aleihi wa-salam) solía invocar a Allah diciendo: “¡Oh Allah!
Mejora mi apariencia y mi carácter.” También decía: “Allah rodeó al Islam
con la ética más noble y las acciones más nobles.” Uno de estos rasgos
nobles de carácter es tener buenos modales con las personas que viven
contigo. (En general) debes ser gentil y realizar buenas acciones
provenientes del sentido común, tales como alimentar a los hambrientos,
saludar a las personas, esparcir la paz, visitar a los enfermos, respetar a los
mayores, ser buen vecino, perdonar a los que te agraviaron, controlar la
furia, ser conciliador, generoso y perdonar a las personas sin discriminación
ni perjuicio.
Sabe las cualidades censurables que he mencionado son solo algunas de
las cualidades feas del ser humano. Es imposible mencionar aquí todas las
cualidades bajas. Sin embargo cualquier persona que viaje en el sendero de
acuerdo con los modales y maneras que estaré mencionando en los
capítulos siguientes, puede liberarse de todas estas cualidades bajas y de
todas las enfermedades manifiestas e invisibles. Esto es así porque durante
el viaje por el sendero de Allah, el viajero extirpa estas cualidades y
enfermedades, hasta que no permanece rastro alguno de ellas. Quienquiera
que busque liberarse a sí mismo de estas enfermedades y cualidades sin el
camino prescripto, que sepa que esta buscando lo imposible.
Podrás observar quizás que cuando las personas rectas (al-abrar) se liberan
de una cualidad baja, caen en otra que es más fea porque no han viajado por
el sendero de aquellos que son traídos cerca (al-muqarabun) (Q56:11;
Q83:21) que es el camino que rescata al ser de todas las enfermedades. Así
que los rectos sabrían que están en peligro si pudieran solo leer lo que el
Mensajero de Allah (saaws) dijo: “Los purificados están en gran peligro.”
A esta altura ya conoces cuales son los beneficios de viajar por el sendero
de aquellos que han sido traídos cerca (al-muqarabun) porque los beneficios
primarios han sido ya mencionados, pero el beneficio mayor que trae el
caminar por este sendero es la concesión y la comunión (wisal) que es el
arribo a grados de cercanía a la Presencia de los Nombres del Señor y Sus
Cualidades; de modo que llegas a la proximidad por el más grande
representante (khalifa) y Allah es Aquel Que habla la Verdad y Guía al
Sendero.
“La escena de la Unidad Divina es vista – mi ego muere; y yo
desaparezco de los mundos en presencia de la intimidad.”
06 - Los velos entre el esclavo y su Señor
El caminante, para remover los velos que cubren su humanidad sutil,
necesita lo siguiente: arrepentimiento (tawbah), retorno o regreso
(‘inabah) y desapego (tajrid) de las causas y también otras condiciones
esenciales para el espíritu.
Sabe mi Amado, Sabe mi Amada, que el espíritu más grande es el Espíritu
Adámico (adami), que es una orden directa de mi Señor. Es un gran secreto,
una sutileza del Señor (latifa), y nadie lo comprende completamente, salvo
Allah (subanahu wa-ta ‘ala). Este espíritu Adámico, tiene nombres y
manifestaciones tanto en el macrocosmos, como en el microcosmos, o
dicho de otro modo en el mundo Adámico de los nombres y las
manifestaciones.
Los nombres y las manifestaciones entran en el cosmos a través del Primer
Intelecto (al-‘aql al-awwal). El Primer Intelecto es el Espíritu Más Elevado,
que abarca tanto al Primer Intelecto propiamente dicho, como a la Pluma
Más Elevada, de acuerdo a la interpretación de los sabios. Esto es así
porque el Primer Intelecto tiene tres Rostros Perfectos que se renuevan
perpetuamente.
El primer Rostro es la presencia del “ser” y del “conocimiento general”
recibidos directamente sin intermediarios. Esto preserva el conocimiento,
dado que el mismo desciende desde el mundo invisible a la conciencia; de
este modo, lo no existente deviene existente formando así el Primer
Intelecto (al-aql al-awwal). Es la primera manifestación del Creador de la
[i]
humanidad y la primera aceptación de Su presencia iluminada.
El segundo Rostro del Primer Intelecto es el conocimiento general que en
forma detallada contiene la Tabla Preservada (al-lawh al-mahfuz). Esto es
asi por Decreto de Allah al decir: “Inscribo Mi Conocimiento en el interior
de mi gente (khalqi) e Inscribo lo que ha sido y ha sucedido” (Hadith al-
Qudsi). Esta manifestación se denomina “la Pluma Mas Elevada” (al-
qalam) y es la facultad mediante la cual las ciencias están inscriptas en la
tabla de la esencia del ser receptivo. Allah dice “Quien enseñó por la
Pluma.” (Q96:4). Esta manifestación (perfecta) es el alma de Nuestro
Patrono Muhammad (salla allahu aleihi wa salam)
El Tercer Rostro del Primer Intelecto es el portador o transmisor del primer
“tayalli” (revelación o manifestación divina) relacionado con la primera
manifestación de Allah en Sí Mismo. Esta manifestación tiene lugar debido
a la regla irresistible de la unidad y a su expansión (bast). Desde esta
perspectiva, el Primer Intelecto es el Espíritu Grandioso y Digno de
Alabanza del Verdadero, y es la luz del espíritu, debido a que reúne todas
las manifestaciones divinas. Esta es la causa que origina los espíritus de
todos los seres.
Sabe que el Primer Intelecto y la Pluma Más Elevada constituyen una sola y
misma luz, pero cuando se refieren al esclavo se denominan “La Pluma Más
Elevada”. El Primer Intelecto -en relación a nuestro Patrono Muhammad-
s.a.a.w.s-- es el arcángel Gabriel, el espíritu sagrado, que está eternamente
relacionado con Muhammad (salla allahu aleihi wa-salam) dado que nuestro
Patrono Muhammad (salla allahu aleihi wa-salam) es el padre de Gabriel y
el origen de toda la creación.
Sabe esto si aún no lo sabes. Este es el motivo por el cual, en su Viaje
Nocturno, Gabriel se detuvo y Muhammad (s.a.a.w.s.) continuó el ascenso
solo. La fuente del conocimiento de Allah para todos los Mensajeros fue
Gabriel, “El Espíritu digno de Confianza”. Muhammad (salla allahu aleihi
wa salam) recibió las enseñanzas a través de Gabriel, siendo este
únicamente un intermediario, dado que el origen de dichas enseñazas
proviene de Allah.
Sabe que en el plano de la Existencia de las formas es el Primer Intelecto el
que contiene el Conocimiento Divino. De modo que el Primer Intelecto es
la Pluma más Elevada desde la cual el conocimiento desciende a la Tabla
Preservada, esta es la belleza del espíritu. Sin embargo hay Secretos
divinos en el Primer Intelecto que la Tabla no contiene, y existe
Conocimiento Divino que el Primer intelecto no contiene. De modo tal que
el Conocimiento Divino es el origen del Libro y el Primer Intelecto es el
clarificador- el guía que clarifica - (al-imam al mubin), mientras que la
Tabla Preservada es el Libro que clarifica. De modo que la Tabla sigue y es
conducida por la Pluma, y la Pluma es el Primer Intelecto que gobierna el
espíritu y clarifica en detalle las materias generales de Conocimiento
Divino en el mundo. Esto se expresa en árabe con la palabra “nun”.
La diferencia entre el Primer Intelecto, el intelecto universal y el intelecto
que acomoda a la vida, es que el Primer Intelecto es el Conocimiento
Divino luminoso que aparece en su primer descenso y que se denomina “ta
yin” en el ser humano. El intelecto universal es el conocimiento común de
los miembros de una especie designada que posee intelecto, y el intelecto
que acomoda a la vida, proviene de la ley intelectual aplicada en forma
balanceada y sabia a la vida, y no se puede comprender conscientemente
salvo utilizando las herramientas del pensamiento, la reflexión y la
contemplación (fikkr). Se comprende únicamente con la ayuda del intelecto
universal, y se puede acceder a ella solo a partir de lo que es conocido. Su
único obstáculo es la naturaleza física.
Esto contrasta con el intelecto universal que tiene dos elementos: la
sabiduría y el poder. El intelecto universal también tiene dos facetas: las
demandas Divinas y la aptitud y disposición natural de los receptores; o
dicho de otra manera, la Voluntad Divina y las demandas de la creación. En
cada caso particular se da en diferente medida de acuerdo a lo que cada ser
humano necesita. (Por ejemplo, las medidas son ilimitadas y se dan de
acuerdo con lo que cada criatura necesita transitar o recibir para ser
perfeccionada y para ser preparada para recibir el Conocimiento Divino).
Sabe que la Pluma Más Elevada es el primer nombre (ta-yin) de Allah en
las manifestaciones creadas, en las cuales Su presencia es distintiva (se
distingue o diferencia). Esta palabra “distintiva” se usa porque al comienzo
la creación tiene una oscura (o velada) designación en el contexto del
[1]
Conocimiento divino, y luego también tiene existencia en el Trono (de la
Autoridad), que es una resolución general, luego tiene una manifestación
detallada en el Asiento (del establecimiento), y finalmente tiene una
manifestación distintiva en la Pluma Más Elevada. Ello es así porque las
manifestaciones de la criatura en las epifanías o manifestaciones anteriores
son invisibles, pero la existencia de la criatura en la Pluma es una existencia
distintiva, que se diferencia del Verdadero. La Pluma Más Elevada inscribe
lo que el alma necesita del conocimiento divino para manifestar o reflejar
Su perfección en el mundo físico.
Sabe que la Tabla Preservada es la verdadera Luz Divina revelada en cada
cosa visible creada, dado que las criaturas están naturalmente talladas con
esa inscripción original. Ello es así porque la Pluma Mas Elevada fluye en
el interior de la Tabla Preservada trayéndola a la existencia. Sabe que la
Tabla Preservada recibe un destello del Conocimiento de Allah, que Él deja
fluir de acuerdo con las demandas (de perfección) de las criaturas
existentes y sus realidades; y más allá de esta explicación, el conocimiento
completo pertence a Allah.
Originadas en el poder de la existencia, las realidades verdaderas,
provenientes de lo invisible, se manifiestan en la apariencia externa de la
creación. Este poder de la existencia o facultad de manifestacion no es
constante en la Tabla Preservada, sino más bien aparece en ella cuando se
manifiesta al comienzo; pero existe poder (potencial) que puede no aparecer
en su interior (y pertenece al Reino de lo Invisible). Todo lo que está en la
Tabla Preservada es el Conocimiento que comienza con la existencia
visible de la criatura y llega hasta el día del Juicio y Resurrección,
incluyendo el conocimiento sobre quienes serán poseedores del Jardín y del
Fuego, de forma detallada.
07 - La Realidad Digna de Alabanza: El Espíritu
Muhammadan
Al haqiqah al-muhammadiyyah: ar-ruh al muhammadi

Sabe que la Realidad Digna de Alabanza es la verdadera imagen de la


última verdad de las realidades. Ello es así, porque la Realidad Digna de
Alabanza es una constante intermediaria en el mundo intermedio (barzak)
existente entre este mundo y el primero de los siete cielos, y en justicia (al-
adl) es intermediaria entre lo creado y el Verdadero, de manera tal, que
ningún nombre o cualidad sobrepasa al espíritu Muhammad (salla allahu
aleihi wa-salam). Esta es la intermediación en al-barzak y es la esencia de la
Luz Más Elevada, a la cual se refirió el Mensajero de Allah cuando dijo:
“Lo primero que Allah creó fue mi Luz”. Él (s.a.a.w.s.) expresó esta
realidad sutil con palabras elocuentes. El Mensajero de Allah (salla allahu
aleihi wa salam) fue la primera creación y desde esta perspectiva fue
llamado “la Luz de las Luces” y también se lo llama “El Padre del
Espíritu”, porque fue la última criatura perfecta creada, y después de él
(salla allahu aleihi wa salam), Allah no creará una criatura igualmente
perfecta. Es la presencia de la perfección de Allah. Es el sello de los
Profetas. La alusión al “Primero” de la creación se refiere a Su Luz, y la
alusión al “Último” significa la manifestación de esta Luz. Esto fue
expresado cuando Él dijo: “Nosotros somos el Primero (al-awwal) y el
Último (‘akhira)”.
Esta realidad perfecta es el origen de todos los Nombres Divinos,
agregándoles Señorío. El sentido de decir que esta verdad es la Realidad
Digna de Alabanza, es que la imagen elemental digna de alabanza es una
imagen que engloba significado y realidad. Este significado y esta realidad
constituyen la Verdad Última.
Sepan mis amados y amadas, que el Espíritu digno de alabanza es
considerado la dirección de la unidad de La Excelsa Pluma, que se
especializa en la manifestación espiritual y está relacionada con la primera
epifanía por la ley irresistible de reunión (jam) y unidad. El alma de
Muhammad fue la manifestación de este espíritu, por la perfecta y completa
receptividad que tenía el espejo de su corazón. Muhammad (salla allahu
aleihi wa-salam) fue ese ser puro y consciente -que se protegía a si mismo
del mal-.
El espíritu de Muhammad es, en la creación, lo más parecido a la Presencia
del Verdadero (subanahu wa’ta ala). Se trata de un grado tal de pureza que
requiere que la dirección del corazón esté permanentemente (viviendo) en
las realidades del nombre, del Verdadero (al-Haqq). Fue el nombre del
Verdadero que se manifestó en su interior de modo tal que las realidades
espirituales universales, y todo lo existente en los mundos sagrados, se
manifestaron simultáneamente en su interior. Todo apareció en él como es
en realidad (y origen), sin modificación, sin importar hacia que dirección
apuntaba. Cuando nos referimos a los nombres del Verdadero y a la
Realidad del espíritu estamos refiriéndonos a meras designaciones que en
ningún momento pretenden disminuir la firme y trascendente pureza del
Primer Espíritu, la Luz, ni el alma. Allah (subanahu wa-ta ala) dice en Su
Qur’an: “Y es Él Quien los ha traído a todos a partir de un alma única”
(Q6:98).
Los nombres de Allah se manifestaron en el “microcosmos”, y al decir esto
me refiero a aquel más oculto que pertenece al Verdadero, y que está en el
secreto del secreto del secreto, el espíritu, el corazón, el alma expresiva y la
humanidad sutil – el Espíritu Más Grande, que es el primero al que Allah
(subanahu wa ta alla) dió origen y trajo a la existencia. Adán es entonces el
más grande representante (al-khalifa al-Adam) y el secreto más grande. Su
primer descenso desde la estación más oculta es lo oculto y su último
descenso es el corazón; así que comprende.
Sabe que el corazón en sí mismo es el Espíritu Más Grande, y el
representante más grande que descendió hasta este nivel. El corazón es
quien maneja los asuntos del cuerpo humano al que está ligado, de la misma
manera en que un amante apasionado está ligado a su amada por su pasión
penetrante. Este apego sucede a través del espíritu animal (ar-ruh al-
hayawani), es decir por los apetitos del ser (an-nafs ash-shahwaniyya) que
fueron mencionado al comienzo de este libro. El espíritu humano es sutil y
el cuerpo es denso, y el espíritu animal está entre la sutileza y la densidad.
De modo que es necesaria la reconciliación entre el Espíritu Más Grande y
el cuerpo después de su descenso. Debido a que el alma está ligada al
apetito del ego, los “nafs” se denominan “corazón”, y este corazón tiene dos
direcciones: una hacia el mundo de los sentidos, y una hacia el mundo
sagrado, invisible. Cuando el apetito deviene extremo, el ser deviene una
cosa densa y sensorial, quedando pintada en consecuencia la cara externa
del vidrio; el alma puede ver a través del vidrio, la foto que está del otro
lado. Por esto es que el corazón es el más noble y el de apariencia más
grande, y es el sitio (locus) donde se dan las epifanías y el tesoro de los
secretos de Allah (subanahu wa-ta ala). Es el “locus” sobre el cual están
cinceladas las realidades de la Verdad (al-Haqq) y la creación. Allah
(subanahu wa-ta ala) describe esto cuando dice: “En ello hay un
recordatorio para aquel que tiene corazón” (Q50:37). Pero cabe aclarar que
no se refiere al pedazo de carne que está en el cuerpo humano, porque todos
los animales tienen esto. Sabe que la mención a “aquel que tiene corazón”
se refiere al guía perfecto. Él dice: “aquel que escucha con atención y es
testigo” (Q50:37), queriendo significar al aspirante (murid) que busca guía
para obtener la madurez espiritual (irshad) y la perfección (kamal). Este
sendero fue hecho fácil para cualquier persona, pero si alguien se dirige
hacia el mundo visible (alam ash-shahadh) y se olvida del mundo sagrado
(‘alam al-qudsi), fundamentalmente le serán veladas las cualidades elevadas
y (eventualmente) se convertirá en un mero animal. Pero si una persona se
dirige a sí misma hacia el mundo invisible (‘alam al-ghayb) hasta que se
olvida del mundo visible y de las “similitudes”, será velado de tal manera
que no podrá reconocer las cualidades bajas cuando alguien lo enfrente con
ellas, y en consecuencia se convierte en algo similar a un ángel. Y si una
persona se dirige a uno de los dos mundos sin apartarse del otro mundo, se
convierte en una persona perfecta. Ésta es una estación elevada, y no es
fácilmente obtenible por todas las personas, salvo aquellas que caminan por
el sendero de aquellos que han llegado a la proximidad, después de
esforzarse en la lucha mas grandiosa (al-jihad) contra el ego.
Fue narrado que la esposa de ‘Aziz (Zuleija) le dijo a Yusuf (salla allahu
aleihi wa-sallam): “Oh Yusuf, el deseo y la codicia convierte a los príncipes
en esclavos, mientras que la paciencia y el “taqwa” convierten a los
esclavos en príncipes”. Allah (subanahu wa-ta alla) dice: “Quienquiera esté
consciente de Allah, se guarda del mal y es paciente (encuentra la gracia),
pues ciertamente Allah no permite que se pierdan las batallas de aquellos
que se distinguen” (Q12; 90). Esto es así porque el corazón tiene el derecho
a ser el príncipe del cuerpo y este último debería obedecer sus órdenes y
evitar las prohibiciones. Pero si el deseo vence al príncipe, este obedecerá al
deseo y la situación se reversa de modo que el corazón queda sojuzgado
como un esclavo (del cuerpo).
Sabe que si el corazón se olvida de sí mismo y permanece en esa condición
detestable y prolonga su permanencia allí, esto causa la pérdida de su
cualidad específica, que es la habilidad de dirigirse hacia el mundo de lo
invisible. Esto se describe como “oscuridad del corazón”. Ello es así porque
el corazón es como un espejo: cuando está pulido del óxido y las manchas,
la persona puede ver a través del corazón (la realidad de las cosas), pero si
el óxido lo tapa, y no hay nada que pulir, entonces el óxido se impregna en
su interior (jawhar) y no puede ser removido. El Mensajero de Allah (salla
allahu aleihi wa-salam) habló sobre esto cuando dijo: “Verdaderamente los
corazones se oxidan al igual que el hierro”. A continuación alguien le
preguntó: “Oh Mensajero de Allah, ¿cómo puede ser pulido?”. Él (salla
allahu aleihi wa salam) dijo: “Recordando la muerte y recitando el Corán”.
También se narró que el Profeta de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo:
“Hay muchas clases de corazones: Un corazón absorto, fructífero con una
lámpara en su interior; este es el corazón del creyente fiel. Y un corazón
negro que ha degenerado; este es el corazón de quien oculta la Verdad. Y un
corazón que está cubierto (cerrado) y está anclado a su caleta; este es el
corazón del hipócrita. Y en un corazón que tiene capas de fe y de
hipocresía: el parecido de la fe en el interior del cuarto corazón es como el
de la semilla a la cual se le ha dado agua buena, mientras que la similitud de
la hipocresía en su interior es como una herida que supura pus; estará
gobernado por lo que sea mas fuerte de estos dos”.
Al referirse al primer corazón (en este hadith) se refiere al corazón del
creyente fiel, al gnóstico perfecto, y al mencionar el cuarto tipo de corazón,
se refiere al corazón del caminante que depende de donde esté en ese
momento en el camino. Si sigue el deseo, el corazón se inclinará hacia la
desobediencia y será destruido en la prisión de la naturaleza física. Pero si
el corazón se dirige hacia su mundo natural, al mundo invisible, va a
perseguir la remoción de los velos antes mencionados, uno después del otro.
Y luego las manchas que pertenecen a la desobediencia y los apetitos
desaparecerán preparando al corazón para recibir las epifanías, y se
imprimirán en él la realidad de las cosas. Los bajos deseos también se irán
gradualmente del corazón hasta que llegue cerca de la estación desde la cual
descendió. Éste es el significado de los términos “remoción de los velos”, y
el proceso de remoción continuará hasta que no permanezca ningún deseo
bajo en el corazón; en esa estación el corazón arriba a su meta y no quedan
velos entre él y Allah.
Se dice en una narración que el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-
salam) dijo las siguientes palabras inspiradas directamente por su Señor:
“Ni Mi tierra ni Mis cielos me contienen, salvo el corazón de Mi creyente
fiel Me contiene”. Esto significa que nadie puede verlo a Él salvo los
corazones de los fieles creyentes, significando que Dios está en sus
corazones porque en realidad no hay “lugar” para Él. Cuando el corazón del
creyente fiel está pulido y se convierte en espejo, entonces, de la misma
manera que un espejo material capta las imágenes del mundo de las
posesiones (’ alam al-mulk) el corazón se convierte en un espejo en el cual
se pueden ver los contenidos de lo Invisible (‘ alam al-ghayb). Esto explica
como existe una imagen de algo en el intelecto, porque el intelecto es el ser
expresivo (an-nafs al-natiqqah) que es el corazón, como acabas de
comprender.
08 - Los velos y el arrepentimiento
El segundo “kahlifa” Umar Ibn al-Khattab, que Allah esté satisfecho con él,
dijo: “Mi Corazón vio a Mi Señor”. De modo que quienquiera desee
obtener esa felicidad, y quiera ascender a los grados elevados, debe entrar
por la puerta de todas las puertas, es decir el arrepentimiento (at-tawba). El
arrepentimiento se denomina “la puerta de todas las puertas” porque es la
primera puerta por la cual el esclavo entra a los jardines del Señor, en
proximidad con Él. Y sabe que el arrepentimiento es obligatorio porque
Allah (subanahu wa-ta ala) dice: “Arrepiéntanse ante Allah, todos ustedes,
Oh fieles creyentes.” (Q24:31). Y también dice: “Oh ustedes que creen,
arrepiéntanse ante Allah, un arrepentimiento sincero” (Q24:31), y todos los
restantes ayat (versículos) concuerdan con ello.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) también dijo: “El
arrepentido es como una persona sin pecado; pues el arrepentimiento borra
lo que ha sucedido con anterioridad al mismo”. Y también dijo: “El
arrepentido es el amado de Allah”. Y Allah está más feliz con el
arrepentimiento de su esclavo que cualquiera de ustedes cuyo camello
escapó en el desierto con su agua y su alimento; y que luego de haber
perdido esperanza de encontrar a su camello, repentinamente lo ve parado a
su lado, y lo toma de las riendas y con gran regocijo dice: “¡Oh Allah tú
eres mi esclavo y yo soy tu Señor!”. Por estar tan feliz cometió ese error.
Sabe que hasta que no haya dado el último jadeo (a su muerte), Allah acepta
el arrepentimiento de su esclavo. Y sabe que el arrepentimiento es una
obligación sostenida e inmediata, dado que evitar los pecados y obedecer a
Allah es una tarea incesante. Allah (subanahu wa-ta’ala) dice: “Y
arrepiéntanse todos ustedes, ante Allah” (Q24:31). Quienquiera que
pospone el arrepentimiento sus pecados se multiplican. Esto no es lo mismo
que la multiplicación de las obras buenas, porque cuando uno abandona el
arrepentimiento, eso en si mismo es un pecado que se agrega al pecado
original, de modo que ahora tiene dos pecados: el primero es la acción
ofensiva originaria y el segundo que emerge de la_ primera es la ausencia
de arrepentimiento. Debe arrepentirse de ambos pecados, y si no se acerca a
Dios pronto sus pecados devienen cuatro. Esta multiplicación no es como la
multiplicación de las buenas obras porque la conducta ofensiva no se
multiplica de la misma manera. Allah dice: “Quienquiera venga (ante
Allah) con una buena obra será premiado como si hubiera hecho diez, y
quienquiera venga con una mala obra solo recibirá el premio de lo similar”
(Q6:160).
Si tú te miras a ti mismo con justicia y compasión, podrás ver que tu
necesidad de arrepentimiento es mayor que tu necesidad de alimento,
bebida, cobijo, porque tus pecados te velan de la posibilidad de contemplar
lo Invisible, y se interponen entre tú, y tu Señor. Los velos más grandes
entre el esclavo y su Señor, son los velos del pecado, porque están hechos
de oscuridad, mientras que otros velos, que el caminante también debe
remover, son luminosos, que consecuentemente no lo velan totalmente. Para
poner un ejemplo la similitud entre un velo que es consecuencia del pecado
es como una pared que está en el medio entre ti y tu objeto, de modo que no
puedes ver su sitio (locus), rastro, ni sombra. Por otra parte los velos
luminosos son como el vidrio que revela lo que está más atrás. Esto es lo
que la visión percibe, y es similar con el corazón. Cuando el ojo del
corazón, denominado “ojo interior” (basira) está oculto por oscuras capas
de desobediencia, es decir aquello que cubre (ayn), aquello que imprime
(tab’) y aquello que sella (khatm), en este estado, la persona no ve ninguna
de las luces de lo Invisible. Pero si esa persona se arrepiente, los velos de
sus pecados son removidos del ojo de su corazón y podrá ver que está con
Allah. Entonces lo reverencia, teme Su castigo, anhela su premio y
continuamente evita las prohibiciones y obedece.
En esta etapa, estará velado únicamente por los velos de luz que dependen
de sus buenas acciones ya que él aún cree que estas acciones han dependido
de él. Pero luego de que Allah (subanahu wa-ta ‘ala) le remueve este velo
(de luz), como una bendición por su obediencia, el esclavo comienza a ver
que el regalo y verdadero favor es de Allah; pues es Allah Quien nos otorga
éxito en la comisión de buenas acciones, y el estudiante podrá percibir su
falta de comprensión previa agradeciéndole a Allah por darle éxito.
Verdaderamente, el Dador y el Que Quita es Allah, y Él también es Quien
muestra los velos entre el esclavo y su Señor.
Indudablemente cuando Allah desea mejorar a su esclavo, lo viste con las
ropas de la toma de conciencia (at-taqwa) y lo protege del mal. Sabe que no
hay nada que esté en manos del esclavo; ni lo bueno ni lo malo; todo está en
manos de Allah (subanahu wa-ta ‘ala). De modo que cuando este velo que
cubre el ojo del corazón es removido, el esclavo piensa que ha llegado hasta
Allah, debido al éxtasis espiritual asociado con esta estación. Pero cuando
las sutilezas ocultas renuevan al esclavo, este velo es removido. Entonces
continúa removiendo los velos, uno después del otro, a medida que camina
a través de los requerimientos de las estaciones y las puertas hasta que
finalmente llega al asiento de la verdad y a la casa de los amados (Q43:55).
Comprende entonces, y no pienses que Allah es algo que puede verse con el
ojo físico debido a las analogías del vidrio que hemos utilizado, pues Él está
muy por encima de esto, y ¡Allah es el Uno que está a cargo de tu guía! Si
has comprendido esta similitud, entonces sabes que el arrepentimiento es
obligatorio de acuerdo al conocimiento transferido y también al
conocimiento intelectual, y no hay arribo a Allah, salvo a través del
arrepentimiento. También conoces el significado del siguiente dicho: “Allah
tiene setenta mil velos oscuros y luminosos”. En este sentido otra narración
también dice: “Allah tiene setenta mil velos oscuros y luminosos, si los
removiera, la gloria de Su Cara quemaría todo lo percibido por Sus
criaturas”. Y en otra narración dice: “Tan lejos como Su visión ve a
cualquiera de Sus Criaturas mientras Su velo derrama luz”. El significado
de los velos se refiere a la oscuridad de los pecados y equivocaciones, y el
significado de la luz se refiere al caminante volviéndose a los placeres de
los jardines, a los generosos y a la honra de sus regalos (al-karamat), y a sus
epifanías, y a su deseo por estos placeres. Mientras que algo de estos deseos
permanece en el corazón del caminante, el estará velado del Verdadero. Este
es el motivo por el cual el viaje se alarga para muchos caminantes y algunos
de ellos paran a mitad o al cuarto del camino.
Sabe que en este contexto “Las glorias de su cara” son los rayos de luz de la
Esencia. De modo que el significado del ¨hadith¨ previamente mencionado
es: “Si Allah remueve los velos, los rayos de luz provenientes de Su
Esencia quemarán a todas las criaturas bajo Su visión”. Lo que queremos
decir al hablar de la criatura bajo Su visión es que el caminante remueve los
obstáculos del alma y se libera de las ataduras del egoísmo, y libera a su
alma de las demandas físicas y se prepara para recibir las epifanías de las
luces cara a cara. Esto quiere decir que si el velo mencionado es removido
entre el caminante y las luces que están en frente suyo, los rayos de estas
luces quemarán lo que queda en el caminante; es decir todo aquello que él
no pudo remover con el fuego de su lucha. Esto es así porque el caminante
arriba a la sexta estación por su lucha y práctica espiritual, pero el arribo a
la séptima estación solo puede suceder a través de la atracción amorosa del
Real que lo captura. Esta captura amorosa es la estación de “certeza real”.
Entones se llega a la realización o comprensión de la Verdad, y el esclavo es
renovado en ella.
Sabe que lo que beneficia al caminante en el sendero de Allah, es el
presenciar la Unidad del Ser, no el mero conocimiento intelectual que
existe. Entonces ser testigo o presenciar la Unidad, es una necesidad que
sucede como resultado de una lucha cansadora y de las prácticas indicadas,
y de la pobreza (espiritual) y entrega a Allah (subanahu wa-ta ‘ala). Este
estado no se modifica por seguir la Ley Divina, pero si no sigue la Ley
Divina, el caminante ha fallado.
La persona que desee viajar en el sendero de aquellos que están en la
estación de proximidad y quiera llegar a la certeza verdadera, deberá
primero arrepentirse para remover los velos oscuros del corazón, es decir
los velos de los pecados. Luego deberá también intentar dejar los velos
luminosos caminando y ascendiendo por las estaciones que serán explicadas
más adelante, si Allah así lo dispone.
El fruto de la aceptación del arrepentimiento (at-tawba) es lamentar o tener
pena por la acción cometida. El lamentar la acción es un estado del corazón,
y los estados no se eligen, entonces ¿cómo puede ser que el arrepentimiento
sea obligatorio, si no es un estado elegido?. Yo respondo explicando que las
causas de la pena o el lamento están bajo la elección de la persona porque
suceden al escuchar la amonestación, por lecciones y consejos, y
aprendiendo conocimientos beneficiosos y por recordar a Allah (subanahu
wa-ta ala) a través de los actos de oración ritual. También sucede a través de
la comprensión del daño que ocasionan los pecados, y el entendimiento de
que los pecados son velos. Pero lo que más ayuda es la remembranza
continuada repitiendo la frase “la ilaha ‘illa’llah” (no hay deidad salvo
Allah), porque al hacer continuamente la remembranza, Allah enciende una
lámpara angélica por la cual la oscuridad interna es expulsada y las
manchas y enfermedades que impiden al estudiante obtener la felicidad le
son mostradas. Y aunque supiera de estas enfermedades con anterioridad,
este conocimiento previo no tenía luz en sí mismo, así que no lo
beneficiaba. Pero obtener este conocimiento, y combinarlo con la recitación
del Nombre, trae como consecuencia que se encienda la Luz, y en
consecuencia aparece la pena o el lamento por la acción realizada, que es el
significado del arrepentimiento.
En una narración se dice que el Sheik Abdul al-Qadir al-Jilani, que Allah
santifique su secreto, aconsejaba a todo aquel que venia lamentando por
haber dejado de hacer sus oraciones, o por no haber sido diligente en
hacerlas, que recordaran a Allah recitando la’ illaha illa llah. Y si alguien
venia a él lamentándose por haber cometido adulterio o bebido vino, o por
haber cometido cualquier otra acción ofensiva, el Sheik también les
aconsejaba hacer adh-dhikr. A todas las personas que llegaban a él
lamentándose por haber cometido una acción prohibida o no haber hecho
algo que debieron haber hecho, a todos les aconsejaba hacer la
remembranza.
Sabe que el arrepentimiento es lamentar los pecados pasados; pues el
Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa salam) dijo: “El remordimiento
es arrepentimiento”. También se puede decir que “El arrepentimiento es
también la determinación de no volver a cometer la misma falta”. De esta
manera naturalmente se asocian el remordimiento y el arrepentimiento;
pues cualquier persona que se arrepiente sinceramente tiene la
determinación de no volver a cometer esa falta. Ese arrepentimiento, me
refiero al remordimiento, es el arrepentimiento de la gente común, y sin
lugar a dudas es aceptable para Allah. El arrepentimiento de las personas
especiales, es el de arrepentirse por todo lo que mantiene al corazón
ocupado en otra cosa que no sea la remembranza de Allah (subhanahu wa-
ta ala). Respecto de las personas especiales entre los especiales es
arrepentirse por haber estado desatento, y por haberse olvidado de la
Presencia de Allah (subhanahu wa-ta ala). Este es el arrepentimiento de las
personas sinceras (siddiqun), de las personas inteligentes, aquellas que
conocen su propio valor, y de aquellos que saben que cada aliento de ellos
es mejor que el mundo denso y lo que este contiene.
Mi amado, mi amada, abre tu corazón, pues yo te mostraré como caminar a
Dios a través de tu alma (an-nafs) y sus estaciones. Y digo: “a Allah
debemos recurrir para buscar ayuda”.
09 - Los Nafs que mandan
An-nafs al-ammarah

Mostrando su camino, su mundo, su lugar, su estado, su luz o fuente por la


cual se arriba, sus cualidades, su fealdad y como liberarse para ascender a
la segunda estación llamada el ego que reprocha (an-nafs al-lawwamah),
su camino hacia Allah en su mundo, que es el mundo visible (‘ alam ash-
shahada) y su lugar que es la veracidad, y su fuente de inspiración que es
la Ley Divina (ash-shar’iah).
Ya sabes por lo que ha sido explicado con anterioridad que los siete egos o
almas (nafs) son una sola cosa, y se denominan con distintos nombres de
acuerdo con sus cualidades. De modo que puede decirse que hay de acuerdo
con sus cualidades: un ser o ego que manda, un ser o ego que reprocha, un
ser o ego tranquilo y seguro, un ser o ego satisfecho, un ser o ego
complaciente y un ego o ser perfecto. También sabes que los nafs
expresivos se llaman también “corazón”. Sobre el corazón, Allah (subanahu
wa-ta ala) dice: “En esto hay un recordatorio para quienquiera tenga un
corazón.” (Q50:37). Lo que se quiere significar al decir corazón no es el
músculo del corazón, como ustedes ya saben, sino una Sutileza del Señor
(al-latifa al-rabbaniyya) que cuando se mancha por inclinarse hacia el
mundo físico y se mantiene anclado en seguir sus apetitos, cambia sus
cualidades elogiables por cualidades censurables y no puede distinguirse de
ellas, salvo en la forma, y en consecuencia el shaitan deviene uno de sus
soldados.
Las siguientes son las cualidades de los nafs que mandan: ignorancia,
codicia, arrogancia, presunción, enojo, envidia, dañar a otros con la lengua
o la mano, u otras cualidades negativas mencionadas anteriormente. Los
nafs son astutos y sobre ellos Yusuf (salla allahu aleihi wa salam) dijo:
“seguramente los nafs dictan el mal.” (Q12:53) y el Mensajero de Allah
(salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Tu peor enemigo es tu personalidad/ego
que está en tu interior.” Esto es así porque el ser cayó en la oscuridad (del
mundo físico) y ya no puede distinguir entre lo verdadero y lo falso, o entre
lo bueno y lo malo. Cabe aclarar que el maldecido shaitan no puede entrar
en un ser humano salvo con la venia de los nafs.
Así que mi amado, estate atento y no te sientas seguro en la presencia de tus
nafs, no los ayudes ni les des soporte cuando alguien los ataca, porque esta
sensación de inseguridad puede ayudar a los nafs a recordar que el shaitan
es un enemigo que quiere confundirte y también guiar a tus nafs a perder el
camino. Si abandonas los nafs podrás darte cuenta de su enemistad hacia ti.
Pero si te sometes a ellos como es su deseo, adquirirás toda la fealdad y las
cualidades indignas. Es por esto que debes oponerte y disciplinar a los nafs
disminuyendo tu comida, tu bebida, y el tiempo que duermes para poder
debilitar el ser animal, porque si lo debilitas y te mantienes en obediencia a
Allah, el alma noble, poderosa y elevada será liberada de los nafs
denominados “los que mandan.”
En esta estación que tu zikhr o remembranza sea: “la ‘ilaha ‘illa-llah”,
prolongando la silaba “la” y poniendo énfasis en el “hamzah” de ‘il en ilaha
(es decir separando la palabra “la” de la palabra “il” en lugar de unirlas). Y
pronuncia bien la “i” de “ilaha” para que tu cantar no se vuelva laiilaha ‘illa
llah, ya que esa no es la verdadera palabra de la unidad (tawhid) y en
consecuencia no hay beneficio alguno en su repetición. Sigue recitando esta
remembranza, cuando estés de pie, sentado o acostado, en todo momento
incluyendo a la mañana temprano y tarde por la noche.
Allah (subanahu wa-ta ‘ala) dice en su Hadith Qudsi: “La’illaha ‘illa-llah es
Mi fortaleza; quienquiera entre en mi fortaleza está a salvo de Mi castigo.”
Y el Mensajero de Allah (salla allahu’ aleihi wa-salam) dijo: “La illaha’
illa-llah es la mejor remembranza (adh-dhikr) y tiene la mejor recompensa.
Las personas más felices que recibirán mi intercesión son aquellas que lo
dicen desde lo más profundo de su corazón. No existe ningún esclavo que
lo diga a su muerte y no entre en el jardín”. El Mensajero de Allah (salla
allahu aleihi wa salam) dijo: “¡Renueven su fe!” Y cuando se le preguntó
como se renueva la fe contesto: “Repite la frase La’ illaha ‘illa-llah, porque
esta oración remueve cualquier pecado y no hay acción mejor que recitarla;
pues no hay velo entre esta oración y Allah y le llega solo a Él.”
Allah (subanahu wa-ta ‘ala) dice (Hadith Qudsi): “Yo estoy con lo bueno
que Mi esclavo piensa de Mi, y estoy con él mientras él me recuerda. Si él
me nombra en su interior, Yo lo nombro en Mi interior; si me nombra en un
grupo, Yo lo nombro en un grupo aún mejor que el suyo.” El Mensajero
(s.a.w.s.) también dijo: “No hay caridad mejor que la remembranza de
Allah” y agregó: “Debería informarles sobre la mejor de las acciones, la
más elevada en rango, y la mejor para ustedes, ¿mejor que el oro y la
plata?”. Y sus compañeros le respondieron: “Si cuéntanos”. Y entonces él
agregó; “cuando pasen por las colinas del Jardín asciendan.” Y ellos
preguntaron: “Oh Mensajero de Allah ¿cuáles son las colinas del Jardín?”.
Él respondió: “Los círculos en que se hace la remembranza”. Por eso les
digo: “Entra allí, Oh buscador de salvación. Entra para salvarte de tu
enemigo al ser cobijado por Allah la’ illaha ‘illa-llah. Libérate de la
prisión de la naturaleza física para poder alcanzar las estaciones elevadas”.
Sabe que cuando el aspirante dice “la ‘illaha illa-llah” con su lengua y es
elevado sobre si mismo por el significado de su oración, que es la
unificación de las acciones, se removerán los velos oscuros de su corazón
resultantes de faltas cometidas en el pasado, y podrá ser testigo con el ojo
del discernimiento de que es únicamente Allah quien mueve todo, quien
trae paz, quien da o quita o daña o beneficia. Podrá experimentar y
saborear la Presencia directamente, a través de un estado y no simplemente
a través de una creencia o de un pensamiento.
Sabe que la experiencia de saborear la Presencia y de ser testigo de la
misma solo puede ser obtenida a través de la Esencia de Su Ser. Una de las
señales es que ya no te encontrarás a ti mismo odiando a nadie, que no
dañarás a nadie – humano o animal- ni siquiera a un enemigo. La
consecuencia de experimentar, saborear y ser testigo de la Presencia es que
las cualidades del ser pasarán a ser la humildad, la cortesía, y un deleite
continuo en el corazón. También se manifiestan otros cantos en ti como el
comienzo de la felicidad que es en realidad la unificación de las acciones
(en el Uno). Descarta de tu corazón cualquier cosa que veneres que no sea
Allah, porque esa cosa es en realidad inexistente, y cierra tus ojos y escucha
atentamente tu remembranza, continúa en la pureza y respeta las
prohibiciones establecidas por Allah.
Sabe mi amado, Sabe mi amada, que debes conocer lo que establece la
ciencia de la jurisprudencia (al-fiqh) en lo concerniente a los modos para
purificarte y saber como se hace la ablución (wudu), como remover las
impurezas, y conocer y practicar las oraciones y todo lo demás que es
obligatorio para ti. Deberás conocer lo esencial del credo, como por
ejemplo cuales son las prácticas obligatorias y cuales son las prohibidas.
Sin embargo no deberás ocuparte con más conocimientos que estos básicos
hasta que te purifiques, disciplines tus nafs y limpies tu corazón. Al
comienzo lo que necesitas es libertarte de la prisión de tu naturaleza y pulir
el espejo de tu corazón para remover sus enfermedades, que son un
impedimento para que puedas comprender la realidad de las cosas y que
tampoco te dejan comprender las ciencias sutiles. Ello es así porque en esta
estación tu espejo está oxidado con el óxido de la arrogancia, el orgullo, el
vanagloriarte o mandarte la parte, el odio, el deseo, la avaricia y la envidia,
y otras cualidades censurables que no reconoces en ti mismo. Así que en
esta estación tu deber es liberarte de estas impurezas que impiden que tu
corazón pueda presenciar lo invisible. Esto se logra haciendo la
remembranza en abundancia y con energía, y reduciendo tus horas de sueno
y comida para estrechar los caminos del shaitan. Estas prácticas acercan al
corazón a su verdadero hogar presenciando y experimentando el sol que
manifiesta la realidad de la fe.
A esta primera estación, en la que el alma se denomina “los nafs que
mandan” se refiere el Qur’an como “la prisión de la naturaleza” y “lo más
bajo de lo bajo”. De modo que liberar al ser de esta estación es muy
importante. Este es el motivo por el cual los que heredaron las cualidades
dignas de alabanza (al-watithu-l-muhammadi) recomendaban hacer
muchísima remembranza en voz alta para despertar las facultades dormidas
en la desatención y el descuido. Consecuentemente practica la
remembranza y párate ante la puerta de la Ley (ash-shari’ah) y hazte
responsable por tu conducta cada hora. Y pon temor en tu alma
recordándole que un día inevitablemente perecerá, y verá el sufrimiento en
la tumba, y los terrores posteriores, y los tormentos del Infierno, porque en
esta estación los dos estados de miedo y esperanza se alternan. Cuando
atraviesas esta estación, el miedo (khawf) cambia y se transforma en
contracción y tu esperanza (raja) se convierte en expansión (bast). Más
adelante la contracción se transformara en reverencia (khashya) y la
expansión en intimidad. Y si alcanzas los niveles de perfección, la
reverencia se transforma en Poder y la intimidad en Belleza. Pero en esta
estación, la de los nafs que mandan, deberás recordar los motivos para tener
esperanza como la Enorme Compasión de Allah, Su Perdón y Su
Generosidad. Deberás entregarte a Allah y rogarle que te conceda la
salvación por Su Sutil Gentileza y Excelencia (’ihsan o virtud espiritual).
Invócalo siempre e implórale mucho, y no te canses de suplicarle. No digas:
“Allah no acepta mi súplica.” Porque esto corta la conexión con el
Verdadero (al-Haqq).
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “La oración (ad-
dua) es la médula (esencia) de la adoración.” Y Allah (subanahu wa-ta ‘ala)
dice: “Llámame – y Yo te contestaré. Pero aquellos que son demasiado
orgullosos para venerarme entrarán ciertamente en deshonra (Jahannam)”
(Q40:60-61). El Profeta (s.a.w.s.) también dijo: “A quienquiera le sea
abierta la puerta de la oración le son abiertas también las puertas para
recibir respuestas.” También dijo: “Nada revoca los decretos del destino,
salvo la oración.” Y: “La oración revoca el decreto, y la benevolencia
incrementa la provisión, y se le impide al esclavo la comisión del pecado,
porque nada es tan noble ante Allah como la oración.”
¿Observas mi amado, cuán honorable es el ser humano para Su Señor?. Su
Señor permite que la oración y la dirección influyan sobre Su decreto ya
determinado, y permite que revoque la aflicción, y que pueda ayudar y
beneficiarse de ella cuando descienden calamidades y aflicciones. Las
oraciones son tan honradas por Allah que Él se encoleriza cuando la
persona evita rezar. Él convirtió a la oración en Su acto de veneración
esencial. Este es un favor y un honor otorgado por Allah a la humanidad.
¿Te beneficia acaso, después de que te fue dado este gran honor, correr
hacia Sus enemigos los diablos (ash-shaiatin) y hacia el mundo denso y sus
placeres?, ¿Puedes estar satisfecho siendo abolido como fueron estos
diablos, y siendo detestado como ellos lo fueron, después de haber tenido
conocimiento de tu potencial como el mejor de toda la creación, y sabiendo
que eres capaz de ser el más grande vice- regente sobre la tierra.
(Khalifa)?.” Antes que tú, tu padre Adán fue honrado cuando Allah ordenó
a los Ángeles que se postraran ante él; y ellos se postraron. Allah le enseño
a Adán todos los nombres y así fue el vice regente de Allah sobre la tierra.
¿Acaso aquello hacia lo cual tu corres vale un átomo del peso de aquello
hacia lo cual has dado la espalda?. Estate alerta, mi amado, y despierta de
tu olvido, que está causando tu ruina y que te humilla y empequeñece.
Avanza antes de que seas conducido por las cadenas al juicio; pues Él te ha
informado diciéndote: “Mi esclavo, si te acercas la distancia de una mano,
Yo me acercaré la distancia de un brazo; y si te acercas la distancia de un
brazo Yo me acercaré el doble y si vienes a Mi corriendo, Yo me acercaré
presuroso.”
En consecuencia deja la dilación y la postergación de tus prácticas
obligatorias y recomendadas, y abandona todo lo que te distrae de tu
Protector, tu Señor, y estate satisfecho con lo que tienes entre tus manos, ya
sea abundante o escaso. Abandona los placeres efímeros y ocúpate con
aquello que realmente importa, y no postergues el arrepentimiento (at-
tawbah) y no postergues tu regreso a Allah (subanahu wa-ta ‘allah), pues no
sabes cuanta vida te queda. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-
salam) dijo: “Cambia todo lo que es dudoso por aquello que no es dudoso;
pues nunca perderás nada de lo que hayas dejado para Allah.” También
dijo: “Deja el mundo denso a su gente; pues quienquiera toma de el más de
lo que necesita, su muerte lo tomará de sorpresa mientras está desatento.”
Esto significa que quienquiera persiga los placeres del mundo denso
intensamente y en exceso de lo que es suficiente para él, está en realidad
buscando su propia destrucción, aunque en el momento no sienta la acción
de esa fuerza destructiva, aún.
Mi amado, mi amada, en esta estación estrecha y fea, debes focalizar tu
ruego en liberarte de la constricción del ego y llegar al vasto reino del
Espíritu, que tu aspiración (himma) y tu búsqueda te despojen de todas las
cualidades indignas y te adornen con rasgos de carácter dignos de alabanza.
Remplaza tu orgullo con humildad, tu odio con amor, tu ostentación con
sinceridad y fe. Si eres famoso y disfrutas de tener un rango elevado, ten
cuidado con la arrogancia porque finaliza en la tumba. Recuerda que todas
las personas son las criaturas de Allah, y que las más amadas por Él son las
que son más beneficiosas para Sus criaturas.
Sabe que si te ocupas a ti mismo en libertarte y en remplazar tus cualidades
censurables, podrás presenciar algunos de los secretos escondidos que están
atesorados en el mundo de la humanidad. Por esto te pregunto: ¿acaso
piensas de ti mismo que eres un pequeño microcosmos, cuando en realidad
en tu interior está plegado?”
10 - El Ser que culpa
An’nafs al’lawwamah

Exponiendo su sendero, su lugar (“locus”), estado, su luz o fuente por la


cual se arriba (warid), sus cualidades y los remedios que pueden usarse
para liberarse y ascender a la tercera estación.
Esta es la estación en la cual los “nafs” (ego) comienzan a estar inspirados
para caminar hacia Allah. En esta estación, el mundo del alma es el mundo
del intervalo entre este mundo y el primero de los siete cielos (al-barzak).
Su “locus” (lugar) es el corazón; su estado es el amor; la manera en que se
puede arribar o fuente para arribar (warid) es el Camino, y sus cualidades
negativas son: el culpar a otros, el engreimiento, la jactancia, la crítica, la
hipocresía oculta, el amor a la fama y al liderazgo. Permanecen algunos de
los rasgos de la estación anterior (“los nafs que mandan”), pero a pesar de
ello, ya en esta estación se vislumbra la verdad como verdad y la falsedad
como falsedad, pero a pesar de que la persona sabe que las cualidades antes
mencionadas son indignas, no puede liberarse de ellas. Tiene el deseo de
luchar en el camino interior y de vivir de conformidad con la Ley (ash-
sharia’ a) y realiza algunas buenas obras, como quedarse a la noche
realizando actos de veneración a Dios, ayuna, da caridad, y otras obras
buenas, pero éstas están contaminadas con la jactancia y la hipocresía
oculta. El poseedor de esta alma, esconde sus buenas acciones y obras y sus
acciones son para Allah, pero le encanta que otras personas las descubran.
Le gusta ser alabado y agradecido, y aunque le disgusta esta cualidad suya,
no puede liberar totalmente a su corazón de ella. Si logra remover esta
cualidad de su corazón, será un buscador sincero y también seguro.
En este estado, los caminantes fieles y sinceros, corren, aún, gran peligro.
El Profeta de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Todas las personas
están arruinadas excepto los que tienen conocimiento, y todos los que
tienen conocimiento están arruinados excepto los trabajadores, y todos los
trabajadores están arruinados excepto los fieles y los sinceros, pero los
fieles y sinceros están siempre en gran peligro”. El motivo de ello es que
Allah los hace responsables midiendo la sinceridad más profunda de sus
acciones. A los fieles y sinceros les gusta que su sinceridad sea conocida, y
esa es la hipocresía oculta; actuar con el objetivo de ser alabado por otros,
es una idolatría oculta que es completamente condenable. Sabe que si tú
posees esta cualidad estás en la segunda estación, y tu alma se denomina “la
que culpa”. Los poseedores de esta estación nunca están a salvo del peligro,
incluso cuando son sinceros en sus acciones como ya fuera explicado. Esta
es la segunda estación del camino de “aquellos que son traídos cerca” (al-
muqarrabun) -(Q56:11; 83:21) los buscadores que aspiran a ser aniquilados
(“fana”) de si mismos y subsistir (“baqa”) por su Señor. Se les ordena morir
antes de su tiempo; su Señor, Allah, les dice: “mueran antes de morir” así
que batallan para dar muerte al ego mediante la disciplina y la purificación.
En lo que respecta a las personas rectas (al-abrar), que son las personas de
la Mano Derecha (ashab al-yamin), esta es la estación más elevada en la
que habitan. Por ello se dice que: “las buenas obras de los rectos son las
malas obras de aquellos que son traídos cerca.”, pues estos últimos no paran
en esta segunda estación, sino que ascienden de estación en estación hasta
que llegan a la séptima. Hay cinco estaciones más después de esta. Sabe que
la diferencia entre los “rectos” y “aquellos traídos cerca”, es que los últimos
son los que se benefician completamente del favor de su Señor y usan su
voluntad para establecer Sus derechos, a través del servicio y la entrega
completa a Su Señor convirtiéndose así en Sus esclavos. Buscan
únicamente complacerlo a Él, mientras que los rectos, son aquellos que se
detienen con el favor (por Ej.: se detienen en esta estación) y usan su
voluntad para hacer buenas acciones y para arribar a la estación de certeza
(yaqin) para ganar, por su lucha, el premio de ser llevados a grados
elevados.
Sabe que “aquellos que son traídos cerca” no se detienen en esta estación,
debido a su gran peligro, y continúan batallando para alcanzar el grado más
elevado que es el grado o estación de “la sinceridad y la fe” (al-ikhlas). Pero
aquellos que son sinceros están en peligro y no pueden liberarse de este
peligro salvo aniquilando su experiencia de presenciar la sinceridad, en la
experiencia más elevada de presenciar al Que Todo lo Mueve, que es Allah
(subanahu wa-ta ‘ala), experimentando, saboreando (dhawq) y presenciando
(shuhud) a Allah. Es decir, teniendo la experiencia de la unión con Dios. Es
así como “los atraídos cerca”, caminan el sendero, pues los “rectos” no
pueden ni siquiera sentir esta fragancia.
Los “atraídos cerca” adquieren certeza (yaqin) a través de la evidencia de la
experiencia y a través del corrimiento de los velos (kashf) que Allah
(subanahu wa-ta ‘ ala) hizo posible a través de ciertos rituales de
veneración. Dios hizo que estos actos fueran puertas a través de las cuales
aquellos que Él desea entran a Su Presencia. Consecuentemente ellos
entran, a través de estas puertas, a Su Presencia, entregándose entre Sus
manos, mirando con discernimiento, y sin mirar los rituales ni dependiendo
de ellos, porque estos rituales pertenecen al mundo denso. En consecuencia
ellos dan testimonio que Allah es Quien les Otorga la gracia; pues les abre
las puertas de la veneración (a Dios), que les permite a ellos entrar, y los
hace merecedores de ser aceptados (por Él). Una persona que se encuentra
en este estado ya no tiene necesidad de ser sincero, y ni siquiera cruza este
pensamiento por su mente, porque no percibe que ninguna de sus acciones
le pertenece, de modo que es sincero en su acción y no ve que ninguna de
sus acciones pertenezca a otro que no sea Allah. En consecuencia se enoja
con los “rectos” porque ellos no han arribado aún a esta visión, y se
perciben a si mismos como los que dieron nacimiento a sus acciones, y les
pide que se liberen a sí mismos (de esta creencia). Esto es así porque no son
testigos de que Allah (subanahu wa ta-‘ alla) es el Creador de todas las
Acciones y en consecuencia se quejan de algunas acciones y caen en el
forcejeo y el agotamiento.
Quisiera darte un ejemplo que muestre la diferencia entre las personas
rectas y “aquellos que son traídos cerca”, y de cómo los primeros están
luchando y los segundos están tranquilos. Suponte que hay un árbol grande
y dañino con muchas ramas. Cada rama produce un veneno mortal. Algunas
personas llegan y proceden a cortar las ramas, pero no sacan el árbol de raíz
ni le cortan su fuente de agua, para liberarse de él. Al final, no pueden
liberarse completamente de los venenos, porque cortan aquello que no crece
por sí mismo, y la fuente original de crecimiento, es decir el árbol,
permanece. Por otro lado, llega otro grupo de gente que corta la fuente de
agua que nutre al árbol de modo que sus ramas comienzan a debilitarse y ya
no producen veneno; así se liberan del problema y pueden descansar, sin
necesidad de estar cortando las ramas permanentemente, lo cual impediría
liberarse completamente del veneno, porque cuando algunas ramas son
cortadas crecen otras en su lugar. El árbol simboliza lo “oculto” del ser
humano y las cualidades indignas son como las ramas. El veneno es el
efecto externo de las cualidades indignas internas. Así que los “rectos”
sabiendo que las cualidades son destructivas para el ser humano en el
mundo denso y en el mundo final, luchan para liberarse gradualmente de
esas cualidades, pero no pueden lograr liberarse de ninguna de ellas para
siempre; cuando logran un día liberarse de alguna cualidad, aparece otra al
día siguiente y ellos continúan en esta lucha hasta que mueren. Esto es
porque alimentan sus estómagos y la fuerza de su cuerpo físico y su sangre
deviene más abundante, y en consecuencia, el shaitan decide tomarlos.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “El peor
contenedor que el hijo de Adán puede llenar es su estómago. Unos pocos
bocados son suficientes para energizarlo y darle vigor. Si debe comer,
entonces que un tercio (de su estómago) sea para su alimento, un tercio para
su bebida y un tercio para su aliento”. También dijo: “Shaitán fluye en el
interior de cualquiera de ustedes como fluye tu sangre, así que hagan mas
angosto su pasaje, con el hambre.”
No hay duda que si se le facilita al ash-shaitan fluir en una persona y fluye
por donde circula la sangre, esa persona estará cubierta de cualidades
indignas, y no podrá completar la remoción de ninguna de ellas; y aunque
remueva algunas de ellas en forma temporaria no lo podrá hacer
permanentemente. Esta remoción temporal sucede únicamente por temor
cuando se le habla del sufrimiento y los estados en la tumba y cuando
escucha las noticias del día de Reunión que es el día del Juicio. Pero cuando
su temor disminuye, las cualidades indignas toman nuevamente el control
después de haber sido temporariamente detenidas debido a su temor y
advertencia de lo que le pasará si no detiene su desobediencia y se entrega
bajo las ordenes de Allah.
En lo que respecta a “aquellos que son traídos cerca”, cuando ellos
aprenden, por su experiencia, que el estomago es la fuente de corrupción y
la causa de emergencia de las cualidades indignas, se adornan a sí mismos
con cualidades dignas de alabanza. Disminuyen su comida y bebida,
reducen el tiempo en que duermen, y hablan menos porque quien tiene
hambre y está cansado no desea hablar. Buscan la soledad. Así desaparecen
las cualidades indignas en sus corazones. Aquellos que comprenden la
Verdad y que están actualizados en ella (al-muhaqiqun) dicen: “Aquellos
que son sustituidos o transformados (al-abdal) no devienen sustituidos o
transformados salvo por hambre, falta de sueño y soledad”.
Si has comprendido el ejemplo previo y conoces la diferencia entre las
personas “rectas” y las que “son traídas cerca”, sabes que el último es un
grupo que no tiene cualidades indignas como la jactancia, el orgullo, la
envidia, etc. Han borrado estas cualidades desde su raíz a tal extremo que ni
siquiera piensan en ellas. Este es el motivo por el cual no los verás
deprimidos, ni tristes y sus corazones están tranquilos descansando en Dios.
Todas las criaturas los aman y ellos no le hacen daño a nadie ni a nada,
porque solo el bien emerge de ellos. A pesar de esto, existen algunas
personas que les tienen resentimiento y envidia, pero estas personas no
pueden hacerles daño; cuando tratan de hacerlo Allah protege a sus amadas
criaturas del plan dañino y lo transfiere de regreso al pecho de los
insidiosos. Es posible que los atraídos cerca ni siquiera tengan conciencia
de que los envidiosos están tratando de dañarlos. Allah les basta y los
protege de las aflicciones del mundo denso y del final. Pero si te estás
preguntando si esto contradice algunos de los hadith (dichos) del Profeta
(saws) como por ejemplo los siguientes: “Si el fiel se encierra a si mismo en
un bosque, Allah decretará que alguien lo dañe allí”. Y “El mundo bajo es
la prisión del creyente fiel”, y otros hadith concordantes, la respuesta es que
estos dichos se refieren a los “rectos” (al-abrar); ahora puedes entender
porque hemos descripto sus estados (por Ej.: que pueden caer en
agotamiento y forcejeo) y también sabes que son aceptados por Allah; pues
ellos son los que están concientes de Allah y se protegen contra el mal. Son
las personas de “taqwa”; sin embargo su ser no está totalmente libre de
aflicciones, y consecuentemente no están libres de cansancio en este mundo
denso. Allah les ha prometido una generosa recompensa en el más allá.
En lo que respecta a “aquellos traídos cerca”, son pocos. Están
profundamente sumergidos en presenciar al Verdadero y se olvidan de la
creación y no piensan en los placeres del mundo denso, ni en el
arrobamiento del más allá. Entonces, ¿cómo pueden ser ellos dañados,
afligidos, capturados o esclavizados?
Así que mi amado, mi amada, si quieres persistir y seguir viajando por el
sendero para liberarte de todo dolor y tener un descanso continuo, continúa
viajando y sigue sus huellas, ascendiendo de estación en estación hasta
llegar a la séptima estación en la cual podrás presenciar realidades
maravillosas. De hecho, en cada estación, podrás ver lo que te haga
regocijar, te fascine y te atraiga dándote anhelo para continuar tu camino.
La ascensión no sucede si no luchas y te ocupas con los Nombres. En cada
estación deberás ocuparte con un nombre que es específico para esa
estación. En tanto y en cuanto estés ocupado con el Nombre, el camino se
acortará para ti, y en tanto y en cuanto descuides y retrases esta práctica, el
camino será más largo para ti. De modo que no culpes a otro que no seas tú.
La Jihad (lucha) es una obligación y en realidad implica abandonar los
patrones de comportamiento acostumbrados. Los patrones acostumbrados
no pueden contarse; sin embargo los herederos de las cualidades dignas de
alabanza (warith al-muhammadi) han determinado cuales son los pilares del
sendero y existe obligación de establecer estos seis pilares: 1) disminuir la
comida; 2) acortar el tiempo de sueño; 3) minimizar el habla; 4) aislarse de
la gente; 5) estar en remembranza constante (dhikr) y 6) contemplar las
Señales de Allah (fikr). De estos seis pilares, puede haber algunos que sean
más importantes para ti que otros, y además también hay patrones que
deben ser cambiados tales como amigos y malos compañeros. Pero estos
seis pilares son más importantes que todos los otros porque si el caminante
en el sendero a Allah los establece con sinceridad y fe, lo transformarán de
manera tal que le permitirán abandonar todos los patrones acostumbrados.
Se requiere balance y moderación para estar entre la trasgresión (tafrit) y la
limitación rígida (ifrat). Es por ello que a los viajantes del sendero se les
aconseja disminuir la comida en lugar de abandonarla. Lo que es
beneficioso en este camino es comer únicamente cuando tienes hambre, y
no llenar el estómago. Puedes abandonar la costumbre de almorzar y cenar,
y si no tienes hambre al mediodía o a la noche, no deberías comer. El
Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) solía omitir la cena si
almorzaba, y si no almorzaba solía cenar. Se requiere no comer diferentes
tipos de comida al mismo tiempo, y no comer la cantidad de dos comidas en
una. Esta moderación puede ser difícil para la persona que comienza; su ser
(ego) no lo obedece, pero debe oprimir los nafs hasta que estos puedan estar
satisfechos con la situación antes mencionada. Puedes comenzar
minimizando la cantidad de comida y empujándote a hacer lo que no
soportas. A pesar de que esto parece injusto, el problema es que no se puede
rectificar la conducta y regresar los nafs a Dios y a que coman únicamente
la comida permitida (sin aplicar el método opuesto, llevándolo al extremo,
para que las cosas puedan después volver a su justa medida). Pero si se
observa que todo esto trae un cambio o trastorno de carácter, entonces se
debe tomar un descanso, porque los cambios y oscilaciones de carácter
corrompen los estados y las estaciones, especialmente si debido al hambre,
la melancolía se apodera de ti. Asimismo si el viajante se enferma debe
parar la lucha hasta que su constitución se rectifique y cuando la
enfermedad desaparezca, debe reasumir su lucha. Esto es así porque la
enfermedad es uno de los grandes obstáculos.
En esta estación deberías ocuparte con el segundo nombre que es: Allah –
Allah. Debes poner un “sukun” al final de la palabra Allah, así deberías
también practicar la remembranza de todos los demás nombres (nota: en
árabe el sukun indica silencio y tranquilidad; el signo “sukun” es un
pequeño circulo arriba de la a (a) que hace que la letra se pronuncie sin
vocal). Esto es lo que aquellos que han llegado a la verdad y que han sido
renovados en ella recomiendan. Deberás hacer la remembranza en
abundancia porque no te beneficiará ni te manifestará ninguno de sus
efectos maravillosos salvo que la repitas con muchísima frecuencia.
También deberías recordar el Nombre “Allah” muy seguido, ya sea de pie, o
sentado, u acostado, incluso a la mañana temprano o tarde por la noche. Las
mejores posturas para hacerlo son de rodillas o parado. Hazte de un tiempo
para ti mismo durante el cual siéntate mirando hacia la misma dirección en
que haces la oración (al-qibla), si puedes, y cerrando tus ojos, recuerda a
Allah por Su Glorioso Nombre con fuerza y en voz alta, y eleva tu cabeza y
no gires ni a la derecha ni a la izquierda. Enfatiza la A de Allah y suaviza la
“h” al final (tiene sukun al final). No sentirás el efecto si no refuerzas el
sonido de la “A” porque debe ser una experiencia vívida y debe
comprenderse.
Sabe que en esta estación tienes muchos pensamientos, sospechas y
sugestiones dañinas, especialmente si haces la remembranza en tono
moderado. Hazla con voz fuerte y no en silencio. Si recuerdas con voz alta
y con fuerza, esos pensamientos disminuirán. El Nombre es un Fuego que
quema pensamientos, sospechas y sugestiones dañinas. Ocúpate con la
remembranza y no prestes ninguna atención a los pensamientos. Sin
embargo no podrás liberarte rápidamente de estos pensamientos porque el
espejo de tu corazón está dirigido hacia la creación. No hay duda que
cuando el espejo está dirigido hacia algo, eso hacia lo cual se dirige queda
cincelado sobre el espejo de tu corazón, de modo que las fotos de las
criaturas, sus acciones, lo malo y lo bueno que tienen, sus movimientos, sus
silencios y su discurso quedaran grabados en el espejo de tu corazón. Sin
embargo, tú odias esto y tratas con fuerza de descartarlo, pero no
desaparecerá a no ser que te alejes de las personas y de los placeres, de
modo de no oler nada de sus perfumes ni saborear, ni tocar nada de ello.
Entonces, nada permanecerá en tu imaginación. Si tú no te alejas de todo
ello, estarás vestido con estos pensamientos, dudas y sugestiones dañinas, y
sufrirás por ellos; pues en este estado, estás velado del Verdadero con el
velo de la creación. Si tienes ansias de estar conectado y de tener directa
comunicación con la divinidad (wisal), abandona la creación y todos sus
placeres. Esta es la lucha (mujahadah) que resulta de Presenciar la
Divinidad (mushahadah).
Sabe que este sendero es el sendero en el cual se emplea el esfuerzo y se
lucha; así que esfuérzate y gana lo que deseas, y muchísimo más de lo que
deseas. Aquellos que se demoran y son negligentes, tienen el sendero
obstruido porque hay muchos obstáculos, el más grande de los cuales es
encontrar descanso con las personas, sintiéndote inclinado a estar con ellas.
La persona que no borre estos obstáculos que obstruyen el sendero no
arribará a lo que persigue porque la meta es oponerse a aquello a lo cual
están acostumbradas el común de las personas. Entonces, ¿cómo puede
haber alguna esperanza de liberarte a ti mismo si tú concuerdas con las
personas y eres indulgente con su discurso, haciendo chistes, siguiendo el
humor y otras características de sus reuniones?. Si tú deseas llegar a las
estaciones exaltadas, aléjate de las personas, olvídate de todos tus amigos y
familia y se precavido con todas las personas, hasta que ellos digan que
estás insano – entonces encontrarás intimidad (uns) con el Verdadero y
verás los secretos maravillosos, si Allah (subanahu wa ta ala) así lo decide.
Esfuérzate seriamente y lucha y descarta lo que queda en tu interior de los
rasgos “del ser o ego que manda”, como orgullo, envidia, enemistad,
jactancia e hipocresía o cinismo hacia los servidores de Allah, criticándolos
interna y externamente. No podrás liberarte completamente de estas
cualidades salvo evitando a las personas y alejándote de ellas, interna y
externamente, al extremo de no tener que estar ordenando el bien y
prohibiendo el mal, que es una enseñanza muy conocida en la religión del
Islam. Esto es así porque esta tarea requiere gentileza, sutileza y humildad
hacia la persona a la cual le ordenas, y en esta estación no eres capaz de
hacer esto.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Quienquiera
ordena lo que es aceptable y concuerda con el sentido común, debe también
ordenar con las buenas maneras y el sentido común”. Esto es porque lo que
es importante para tu realidad es liberar a la persona (a la cual ordenas) de
la destrucción eterna, pero también purificar tu propio corazón de
enfermedades que impidan que pueda presenciar al Verdadero, porque el
corazón es el sito (“locus”) que observa y mira el Verdadero. En
consecuencia purificar el corazón es una obligación individual que debe ser
realizada para poder presenciar a Dios. Y sabe que tu corazón le habla, a tu
Señor, sin necesidad de los sentidos.
Haz que la súplica de tu corazón, pidiendo purificación, sea la siguiente:
“Oh Liberador de corazones, libera mi corazón para que te obedezca a Ti”.
Y después de la purificación: “Oh Tú Que haces que los corazones vuelvan,
regresa mi corazón a Tu Camino y a la obediencia”. Deberás realizar esta
súplica al amanecer y al atardecer. Esto significa que Allah hace regresar al
corazón desatento hacia la remembranza de Su Nombre, y lo lleva de la
risa al llanto. El propósito de esta súplica es pedir rectitud y sinceridad en
este camino y en esta estación, es decir en la segunda estación del secreto
de su dicho: “Los corazones están entre los dos dedos del Universalmente
Compasivo que está manifiesto en ti”. Él es tu Proveedor, Quien hace que te
olvides del dolor de la lucha. Así que anhela caminar (en el sendero de
Allah) y aborrece todo lo que no sea Allah. Si no haces esto que te ha sido
aconsejado, entonces solo sentirás cansancio y sufrimiento.
Si algo de este secreto se manifiesta a ti sin lucha, entonces sabe que se
trata de tu ego que reclama una perfección que tu ser aún no tiene; pues es
una de las características del ego reclamar para si perfección cuando en
realidad solo escuchó hablar sobre ella. Umar ibn al-Farid, uno de los
gnósticos dijo: “Esfuérzate para presenciar en tu interior y desde ti lo que
describo: una quietud tranquila (independiente) de la existencia de mi
tranquila quietud”. La visión (mushahadah) no ocurre sin esfuerzo; así que
esfuérzate contra ti mismo y extrae hacia fuera los tesoros que están en tu
interior. No aceptes la trivialidad ni la mera verbosidad; pues a quienquiera
que reclame lo que no tiene, será puesto a pruebas que expondrán su
mentira. Así que ponte a ti mismo en tela de juicio, no le creas al ser (ego) y
se una de esas personas que responsabiliza a su ego. Regaña y reprende tus
nafs (ego) por todo lo que está en oposición al Camino, y conviértete en
enemigo de tus nafs. Habla con tu Guía (sheij) y no le ocultes nada de la
fealdad de tus nafs, porque cuanto más recibas proveniente de los secretos
del camino, más beneficios recibirás, probablemente; pero cuídate de la
arrogancia y de ser pretencioso (al-ghurur). Se sincero en tu búsqueda de
sanación y medicina espiritual, y lucha hasta que las maravillas y secretos
del corazón te sean develados y hasta que entres al Mundo de las
Similitudes (Alamn al-Mitla) que es un mundo diferente del mundo en que
ahora vives. Nadie lo conoce salvo aquel que está en la estación del
corazón, al final de la segunda estación. Es la primera estación que habitan
aquellos que son traídos cerca, en la cual el caminante contempla los
asuntos que no son comprendidos por los cinco sentidos, porque el corazón
del creyente fiel es el Trono de Allah y la Casa de Allah, es decir que es el
sitio (¨locus¨) en que están y se perciben los secretos de Allah.
Sé un seguidor de la Ley Divina, que incluye los dichos del Profeta (salla
allahu aleihi wa-salam), tomados por el camino, y sigue sus acciones –
hambre frecuente, poco sueño y silencio. Cuando el Profeta de Allah
(saaws) hablaba, hablaba solo para decir cosas buenas. Sin embargo casi
siempre estaba silencioso. Se quedaba en silencio por largos períodos de
tiempo y se reía poco.
Sabe, mi amado, que si encarnas la ética del Profeta (saaws) y sus estados, y
actúas de acuerdo con ello, surgirán de tu corazón y de tu lengua
manantiales de sabiduría, y estarás caminando por el sendero de aquellos
que son atraídos cerca, y consecuentemente te elevarás aún más que los
hombres rectos, y te alejarás de ellos viajando a la Presencia del
Todopoderoso. Tu primera morada en este viaje es el mundo de las
“Similitudes” (alam al-mithal) que contiene todas las fotos imaginarias
entre la densidad de los cuerpos y la sutileza de los espíritus. Tú podrás ver
que es lo que te vela, fortalecerás tu himma (anhelo) de viajar al Uno, y
aumentará tu añoranza de Dios. El fuego del amor se encenderá en tu
corazón, descartando deseos del ego y del shaitan. Si algún deseo espiritual
permanece en ti en esta estación, no te perjudicará, porque lo que se
requiere de ti en esta estación es que cortes los deseos del ser (ego) que son
oscuros en relación a lo que es mas elevado.
Sabe que la entrada al Mundo de las Similitudes, solo le es otorgada a los
viajeros del sendero y que se trata de un estado intermedio entre el sueño y
el estar despierto, y que usualmente le llega al viajero mientras está sentado
y se denomina “lo inevitable” (al-waqi’ ah). En este estado verás que tu
condición es que conoces el lugar y el tiempo en que estás, y sabes que
estás entre el sueño y la vigilia. Si estas condiciones no se dan se trata solo
de un sueño y no debe entenderse (como una visión). Porque este estado
está entre el sueño y la vigilia, el sueño puede capturarte al principio, pero
luego irás ascendiendo hasta que el estado de alerta se sobrepone al sueño.
En este estado, el estudiante, puede ver espíritus, y piensa que los ve,
estando despierto, pero en verdad, los ve en el mundo espiritual. Porque su
anhelo (himma) es fuerte en esta estación, su estado está más cerca de la
vigilia que de estar dormido, así que la persona piensa que está despierto.
Fue estando en ese estado que el Arcángel Gabriel (Jibril) se acercó a los
Compañeros del Profeta vestido como un beduino. En este estado
denominado “similitud”, el ser espiritual del Profeta (salla allahu aleihi wa-
salam) es visto, por eso a veces se dice que fulano o mengano han visto al
profeta (salla allahu aleihi wa-salam) y que han hablado con él cara a cara.
Esta experiencia tiene el efecto de dejar consternado al viajante hasta que
recibe alivio.
En este mundo, el verdadero himmah (anhelo) es ver al Verdadero
(subanahu wa ta-ala) en el mundo de las Similitudes. Iblis puede confundir
al viajero en esta materia, para que el viajante piense que ha visto al
Verdadero, pero en verdad lo que ha visto es al shaitan (diablo). Si esta
visión (espiritual) trae como consecuencia mayor conocimiento, gnosis,
seguimiento de la Ley Divina, y encarnación de la ética del camino,
entonces fue un honor generoso de Allah a su esclavo, y esto sucede cuando
el himma (anhelo) es el correcto y verdadero. Pero si esta visión es seguida
por una actitud maligna, ateísmo, beatitud fingida, y seguimiento de los
bajos deseos, entonces se trata de Iblis, que viene a remover al viajero del
sendero.
El Profeta (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Yo vi a mi Señor, bendito y
glorificado sea Él en la Mejor Imagen y me dijo: ¡Oh Muhammad! ¿Sobre
qué esta discutiendo La Elevada Asamblea?” y Yo le contesté repitiendo dos
veces “¡Oh mi Señor! ¡Tú sabes más que yo!. Él puso entonces la Palma de
Su Mano entre mis hombros, y yo sentí su brisa fresca, en el centro de mi
pecho, inmediatamente comprendí todo lo que estaba en el interior de los
cielos y la tierra”. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam)
recitó a continuación: “Y de esta forma le mostramos a Abraham (Ibrahim)
el Dominio (malakut) de Allah sobre los cielos y la tierra para que pudiera
ser de aquellos que tienen certeza” (Q6:75). Entonces Allah le preguntó al
Profeta nuevamente: “!Oh Muhammad! ¿Sobre qué tema está discutiendo la
Elevada Asamblea?” Y Muhammad (salla allahu aleihi wa-salam) preguntó:
“¿sobre la expiación de los pecados?”. Y Él dijo: “¿Y que es la expiación de
los pecados?” Muhammad (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Caminar a
pie a congregaciones, sentarse en las mezquitas después de las oraciones, y
permitir que el agua de la ablución (wudu) llegue a donde debe llegar para
limpiar las manchas. Quienquiera haga esto tendrá una buena vida y le
serán borrados sus pecados, y quedará tan limpio como el día en que su
madre le dio a luz. Para obtener grados elevados, se debería ofrecer comida,
extender el saludo de paz y quedarse despierto a la noche adorando a Dios,
mientras otros duermen”. Él dijo: “Di, Oh Allah, yo te pido me des bondad,
para evitar los actos desagradables, y que me proveas de actos buenos, y de
amor a los pobres. Yo te pido que me perdones, y derrames Tu Misericordia
sobre mí, y aceptes mi arrepentimiento, y si es Tu voluntad ponerle a las
personas pruebas para ver si se distraen, no me dejes morir distraído”.
Verdaderamente Allah ha dicho la verdad, y también la ha dicho Su
Mensajero (salla allahu aleihi wa-salam).
Este es el verdadero himma (anhelo) porque sigue el conocimiento de todas
las ciencias, y cualquier otra cosa más allá de esto no es más que la
influencia y la persuasión de los shaiatin (pequeños diablos). Esto es así
porque el propósito de este Sendero es obtener el Conocimiento Divino de
las ciencias, que viene como resultado de la purificación del ser, y como
resultado de la purificación del corazón. Únicamente entonces el corazón se
inspira con el conocimiento del Señor. Estas inspiraciones deben estar de
conformidad con el Libro y el Camino Noble del Mensajero (as-sunna). La
señal de esta purificación del ser es la liberación del enojo, orgullo, envidia,
alardeo y odio hacia algunas personas, mientras se tiene prejuicios contra
otras sin derecho alguno, sobre la única base del egoísmo. Para la persona
pura, todas las personas son iguales, y nunca las ama de forma tal que la
lleve inclinarse más hacia ellas que hacia el Verdadero.
¡Oh viajero de esta estación!, tu deber más importante es remover el deseo
de comida y vestimenta. Si alguien observa, en su interior, que prefiere un
cierto tipo de comida, o un cierto tipo de vestimenta en lugar de otra,
entonces debe luchar y reducir la cantidad de comida y de vestimenta que
compra. Pero si todas las clases de comida y vestimenta son iguales ante sus
ojos, podrá decirse que su ser está purificado y libre de este mal. Este es el
primer grado, en el cual, el corazón se inclina más hacia el mundo sagrado
y el ser le da la espalda a los placeres del mundo sensible. Pero mientras
que el viajero esté inclinado hacia sus deseos bajos y egoístas y no se
discipline a sí mismo a través de las prácticas, no será uno de aquellos que
viajan en el camino y tampoco uno de aquellos que son traídos cerca. Si
proclama que esto no es así, entonces es un shaitan, uno que está
confundido o que ha perdido el camino y confunde y guía a otros a que se
pierdan.
Este es el camino en que los estudiantes se oponen a todos los hábitos
acostumbrados que han afligido a las personas. Si no rompes estos hábitos
tuyos, tus patrones comunes de respuesta no serán desgarrados y no podrás
alcanzar los grados elevados, a no ser que te alejes de la creación como un
loco. Mientras que en tu corazón, tu inclinación hacia las personas pese un
gramo más que tu inclinación hacia tu Amado y tu Meta, no podrás obtener
los grados elevados. Aléjate de todo lo que no sea Allah y no estés sentado
(ociosamente) con ningún ser humano aunque te diga que es un ser humano
perfecto. En el interior del corazón, la sabiduría es como una vela en una
casa con cinco puertas. Si las puertas se cierran, la vela permanecerá
luminosa, iluminando la casa con su luz, pero si las cinco puertas se abren,
la vela se apagará y la casa se volverá oscura.
Esta metáfora explica la relación existente entre la sabiduría y los cinco
sentidos. Si una persona se inclina hacia lo externo: la escucha de los
sonidos, la observación de lo visible, el olfato de las fragancias, a tocar lo
que puede percibirse por el tacto, y a saborear lo que puede ser gustado, la
sabiduría se esconde y su luz se apaga y el corazón se oscurece. Pero si el
viajante se aparta de las experiencias sensoriales de los cinco sentidos,
practicando retiros espirituales y se recluyéndose y alejándose de las
personas, si rechaza todos los deseos bajos y egoístas, del ser (ego),
entonces, y solo entonces, brotarán de su corazón manantiales de sabiduría
que se expresarán a través de su lengua. A esta luz se refirió el Profeta
cuando dijo: “Si la Luz desciende al interior de un corazón, lo expande y lo
ensancha”. Alguien dijo: “¡Oh Mensajero de Allah!, ¿existe alguna señal
que nos pruebe esto? Y el respondió: “Si existe: estar más allá de la casa de
la arrogancia, regresar a la casa de la eternidad y estar preparado para la
muerte antes que ésta llegue”. Esta explicación implica la comprensión de
que el corazón tiene dos posibilidades: dirigirse hacia el mundo visible que
solo puede percibirse a través de los sentidos o dirigirse hacia el mundo de
lo invisible llamado el mundo del Dominio y denominado “al-malakut” en
árabe. Si el corazón se inclina hacia el mundo visible a través de los cinco
sentidos, se aleja del mundo de lo Invisible. Pero si el corazón se aleja de
los cinco sentidos, es dirigido hacia el mundo de lo Invisible, debido a que
al comienzo de su camino hacia Allah el corazón no puede dirigirse hacia
ambos mundos, al mismo tiempo; si gira hacia un mundo, automáticamente
se aleja del otro; y la diferencia entre ambos mundos es grande. Ello es así
porque el mundo visible es el mundo más alejado de la Presencia del
Verdadero, y si el corazón está completamente dirigido hacia este mundo
visible, esta consecuentemente completamente ausente del mundo Invisible.
En este caso, el corazón se convierte en el corazón de un animal, y la
persona se convierte en esclava de sus deseos bajos y egoístas, y de sus
enojos. Seguramente además dormirá mucho, criticará a otros y
escandalizará a las personas. A esta gente le gusta discutir mucho sin medir
las consecuencias de sus dichos.
Por otra parte, si la persona se dirige completamente hacia el mundo
Invisible, obedeciendo las Órdenes y evitando las Prohibiciones, evitando la
charla vana y el sueño y la comida en exceso, desarrollará cualidades dignas
de mérito. Esto significa que su enojo y sus deseos están bajo su control y
su mando. Entonces se transformará en el perfecto ser humano (‘insan al-
kamil) y en comparación con otros, deviene el sitio (“locus”) en que se
asienta la Divinidad, transformándose en custodio de ella (“Trust”) en la
tierra (al-amanah). Ello es así porque los bajos deseos y enojos actúan como
un espejo denso entre los humanos y los ángeles. Si el espejo tiene una cara
densa, las imágenes no pueden verse en él, y de la misma manera para el
espíritu, si está denso no puede ser el sitio en que se revelan las epifanías.
Ello solo puede suceder si estas cualidades están en su perspectiva elevada,
lejos de las trasgresiones y bajo el control del intelecto (al-Aql) y la Ley
Divina (ash-sharia). Con estas dos cualidades – enojo y deseo – el ser
humano deviene ignorante y opresivo, pero cuando somete estas cualidades
al control del intelecto y de la Ley, estas cualidades se convierten en el
fundamento (o el motivo) por el cual puede llevar en su corazón el
Fideicomiso Divino ("Divine Trust") – al-amanah- y ser custodio de las
cualidades Divinas que Dios puso en su corazón. “Verdaderamente
Nosotros hemos ofrecido el Fideicomiso (“Trust”), a los cielos y la tierra y
a las montañas, pero éstos declinaron nuestro favor pues temieron llevarlo,
y fue el ser humano quien aceptó el compromiso. Pero el humano ha sido
opresor (de sí mismo y de otros) y además ignorante” (Q33:72).
Si sabes esto, sabes que si posees el control de tus enojos y deseos, te
conviertes en el representante (khalifa) al cual Allah se refiere cuando dice:
“Pondré sobre la tierra un representante.”(Q2:30). Si estás dominado por el
enojo y el deseo, te conviertes en un animal con forma humana. Realmente
en este caso, los animales son mejores que tú, porque ellos no tienen
responsabilidades y no enfrentan el sufrimiento en la tumba o en el Fuego.
Así que esfuérzate al máximo, lucha y practica el ayuno y el quedarte con
hambre, el silencio, la contemplación, la remembranza, la reclusión y el
recogimiento. Entonces podrás controlar tu enojo y tus deseos, y tu pecho
se expandirá y no sentirás angustia, zozobra ni depresión; solo en ese
momento será levantada la carga que antes te doblaba la espalda, y nada
proveniente de tus sentidos te inclinará hacia lo pecaminoso.
Tendrás al final felicidad eterna y tu reputación será elevada de tal manera
que tus enemigos te reverenciarán, y estarás protegido de sus astutas
conspiraciones. De esta manera obtendrás felicidad también en el mundo
denso. Quienquiera se halle en esta situación, está en la segunda estación.
En esta estación el estudiante todavía tiene orgullo y jactancia. Estas dos
cualidades son las dos cualidades que causan el enojo, porque el enojo es un
fuego potencial en el corazón, es como si fuera carbón encendido bajo las
cenizas. El engreimiento produce enojo, pues es una cualidad del ser que
surge del ego. El orgullo es la realidad interna de quien es jactancioso. En lo
que respecta a la arrogancia hacia otras personas, es el efecto externo del
enojo, porque surge del ego que domina a su poseedor a tal grado, que no
puede ser controlado, ni por el intelecto ni por la obediencia (externa) de la
Ley. De modo tal que el caminante deviene una persona que no puede
ayudarse a sí misma y su aspecto externo se afea, y no cabe duda que su
aspecto interno es más feo aún. Es posible que el enojo sea el fuego que dio
origen a Iblis, porque el Profeta (salla allahu aleihi wa-salam) le dijo a
Aisha cuando ella se enojó: “tu shaytan acaba de llegar”. Aisha le preguntó:
“¿y tú acaso no tienes un shaytan?” Y él contestó: “Si, seguramente, pero he
invocado a Allah en mi súplica, así que el shaitan se ha sometido, y solo me
ordena hacer el bien”.
Allah, desde su sabiduría ha puesto esta cualidad (el enojo) en el ser
humano, pero cuando se enciende por cualquier razón (falsa), la sangre
hierve dentro del corazón, y se esparce dentro de las venas, y llega a la parte
superior del cuerpo, y se derrama en la cara, de modo que ésta se enrojece si
el enojo es hacia alguien de menor rango, y se pone amarilla si el enojo es
hacia alguien de rango superior, por la reverencia que se tiene hacia el
superior. El Profeta (salla allahu aleihi wa-salam) no aprobaba el enojo,
según consta en varios hadiths como el ya mencionado. Así que
quienquiera busque la salvación, que se libere de esta fea cualidad, que no
es aprobada por ninguna persona que tenga un mínimo de habilidad
contemplativa. De modo tal que debes cortarlo desde su raíz, y por ello
quiero decir que debes desenraizar el orgullo y la jactancia; y tú sabes que
estas cualidades no pueden ser removidas completamente a no ser que se
camine en el sendero de aquellas personas que son atraídas a la proximidad
de Dios, agotando al ser (ego) con hambre, falta de sueño, silencio,
reclusión, y abandonando sus hábitos e iluminado el ser con la
remembranza de Dios, la contemplación y la reflexión, etc. Puedes además
combatir el enojo contemplando la maldad de tu ser y su debilidad,
sabiendo que quienquiera que tenga una cualidad tan baja, no tiene derecho
a ser arrogante con otras personas. Recuérdate a ti mismo cual es el premio
por suprimir el enojo y ten miedo recordando el dolor que acarrea el enojo y
el castigo de Allah.
Sabe que Allah tiene más poder sobre ti que el que tú tienes sobre ti mismo;
de modo tal que debes advertirte a ti mismo sobre las consecuencias del
enojo. Cuando te enojas con alguien y tomas venganza, no cabe duda que
esa persona se convertirá en tu enemiga y tramará una venganza que te
perjudique, aunque en ese momento sea más débil que tú. Estos
pensamientos, y el miedo y el estrés ocuparán tu corazón; hubiera sido
mejor para ti haber sido clemente durante tu enojo, para poder evitar tener
estos pensamientos negativos y la angustia que te causan. Y de haberlo
hecho así, te hubieras parecido a los profetas y a los mensajeros, aunque
solo hubieras soportado y aguantado en lugar de tener completa clemencia
como ellos.
El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo: “Seguramente el
conocimiento se obtiene por la educación y la clemencia por la tolerancia.
Quienquiera elija el bien, esto es lo que recibe, y quienquiera se proteja del
mal es protegido”. De modo que si el enojo te ataca, busca refugio en Allah
del maldito Iblis. El profeta (salla allahu aleihi wa-salam) también dijo:
“¡Oh Allah, Señor del Profeta Muhammad, perdona mis pecados, borra el
enojo de mi corazón y protégeme de la atracción confusa que me pierde!”
Si te encuentras en un estado de enojo, párate si estabas sentado, y siéntate
si estabas parado. El Profeta (saws) dijo: “cuando hay enojo hay brasas en
el corazón. ¿Acaso no ven como la vena yugular de una persona que está
enojada se hincha y como sus ojos se vuelven rojos?- Así que si alguno de
ustedes encuentra algo así en su corazón, debe pararse si esa sentado, y
sentarse si esa parado. Si tu enojo no se va, debes hacer la ablución (wudu)
con agua fría, o puedes tomar una ducha, pues nada apaga las brasas salvo
el agua”.
Una de las súplicas que efectuaba el Profeta era la siguiente: “Oh Allah,
enriquéceme con conocimiento, y adórname con clemencia y hónrame con
“taqwa” y embelléceme con vigor”. Así que mi amado, mira con los ojos de
la equidad la diferencia existente entre el enojo y la clemencia, y elije
aquello que corresponda. Eso es así porque es el deber de todas las
personas, perfeccionarse a sí mismas para limpiar y purificar su corazón y
pulir su espejo. Remueve todas las manchas y la corrupción para que a tu
corazón le sea permitido “ser” y así puedas llegar a ser un verdadero ser
humano. Usa las medicinas que hemos prescripto y sana tu noble esencia,
para liberarte de la enfermedad psicológica, que es aún mayor que la
enfermedad física.
La sanación más beneficiosa consiste en remover de tu alma el orgullo y la
jactancia. Ello es así porque cuando limpias estas cualidades también se
limpia el enojo, porque las cualidades antes mencionadas son su origen.
Existe una medicina para curar el enojo temporario cuando surge, pero su
fuente, que es el orgullo y la jactancia no desaparece con ello. El orgullo y
el alardear solo se remueven cuando se corta su fuente, que es el estómago
lleno. Así que lucha contra ti mismo con hambre y vigilia para liberar a tu
alma del enojo y sus ramificaciones, tales como el rencor (hiqd) y la envidia
con resentimiento (hasad). El resentimiento envidioso es el resultado del
rencor, y el rencor es la consecuencia del enojo. De modo tal que el
resentimiento envidioso es una forma de enojo a través de la envidia, y
todas son cualidades indignas. El Profeta (salla allahu aleiji wa-salam) dijo:
“El resentimiento destruye la recompensa que se recibe por las buenas
acciones, tal como el fuego se come la madera”. La realidad es que el que
resiente con envidia odia el hecho de que Allah haya otorgado algún favor a
otra persona, de modo tal que el que envidia desea que los regalos
espirituales o terrenales le sean quitados al otro. Allah (subanahu wa-ta ala)
dice: “Muchas de las Personas del Libro desearían poder convertirlos a
ustedes en personas que tapan la Verdad, después que ustedes han llegado a
creer. Hacen esto debido a la envidia (hasad.)” (Q2:109).
Sabe que el resentimiento envidioso es el resultado del enojo, pero tiene
también otras causas, como el amor al liderazgo y la astuta maldad del ego.
Si la persona que envidia de esta manera supiera el efecto dañino que esta
cualidad tiene tanto en este mundo como en el final, se detendría
inmediatamente y se entregaría a su Señor convirtiéndose en una persona
recta. El sufrimiento de aquel que envidia con resentimiento está expuesto a
la ira de Allah, y la persona continuará sufriendo en el Mundo Final.
Sabe que las enfermedades del ego son muchas y nadie puede descartarlas
salvo los viajantes del camino que son verdaderos y sinceros, aquellos que
son atraídos cerca de Allah. Esto se logra batallando contra el ego y
buscando la ayuda de Allah para batallar contra los nafs y el shaytan, y
contra cualquiera que divide el camino de los viajeros para alejarlos de su
Señor, ya sea que se trate de humanos, jinn o un shaytan. Casi todo lo que
existe separa al viajero de la presencia de su Señor, por celos y enojo. Esto
es porque el shaytan sabe que quienquiera camine en el sendero con
veracidad y sinceridad, se convertirá en un representante de Dios que tendrá
poder sobre él. Quienquiera que arribe a este estado es Alabado. El rencor
envidioso daña únicamente a sus poseedores.
Es el deber del viajero, no prestar atención a nada de esto, y no temer nada
porque Allah (subanahu wa-ta ala) está más cerca de él que ninguna otra
persona o cosa; el viajero no debe moverse ni un centímetro salvo con el
permiso y por el poder de Allah porque Él es el Quien Mejor Conoce los
secretos más profundos de los corazones y del mundo invisible, y nada en la
tierra ni en el cielo puede serle ocultado. Allah es más misericordioso
contigo que tu propia madre, y nada viene de Él salvo la más pura bondad.
La maldad se ve como maldad únicamente en las apariencias externas; si tú
pudieras ver la realidad interna de las cosas, con los ojos de la revelación
divina, verías que todo es pura bondad. Solo se llama “maldad” porque no
se adecua a alguna de las características naturales, pero puede ser que al
mismo tiempo sea adecuada a otras características naturales. Este es el
motivo por el cual las personas que han llegado a la Realización (Verdadera
Comprensión o Iluminación) han dicho que la bondad o lo bueno es
decretado en primer lugar por la Esencia del Ser Verdadero, pero la maldad
es decretada en segundo lugar por el despliegue del daño transitorio. Pero
antes que el viajero pueda contemplar este magnífico secreto, primero debe
ejercer su máximo esfuerzo y batallar para purificar su corazón para que
pueda observar (este secreto) con agudeza, clarividencia y experiencia en la
percepción de lo sutil. Si tú conoces esto, quiere decir que has adquirido el
conocimiento de las cuatro cosas que siguen:
-Conocimiento de que no existe nada más allá del poder de Allah,
(subanahu wa-ta ala) y nada es difícil para Él.
-Conocimiento de que Allah (subanahu wa-ta ala) tiene pleno conocimiento
de todas las cosas.
-Conocimiento de que Allah (subanahu wa-ta ala) es el Más Gentil y el Más
Misericordioso entre todos los misericordiosos, y
-Conocimiento de que todas las Acciones de Allah son de bondad absoluta.

Quienquiera sepa estas cuatro cosas, y además tenga fe en ellas, no temerá


el resentimiento envidioso de aquellos que envidian, y no estará aterrado de
ningún ser humano ni de ningún diablo. Mi amado, mi amada, debes
contemplar el significado de estas cuatro cosas y dirigirte totalmente hacia
Allah sin prestar atención a ninguna otra cosa ni a nada que no te compete.
Tu comprensión de que Allah tiene poder sobre todas las cosas debería
incrementar tu anhelo (himma) de dirigirte completamente hacia Él,
pidiéndole únicamente a Él, y teniendo la certeza de que Él te va a
responder. Cuando pedimos de esta manera nuestro pedido nunca es
rechazado. Tu comprensión de que Él (subanahu wa-ta ala) tiene
conocimiento de todas las cosas y de que es el Más Gentil y Singularmente
el Más Misericordioso, y que todas Sus Acciones son pura bondad,
renovará tu estación de confianza en Dios (tawakkul), y también la estación
de satisfacción, anhelo (shawq) y amor (mahabbah) y otras estaciones del
camino, en las cuales experimentarás estados satisfactorios y agradables. Y
esto te ayudará a ascender aun más.
En lo que respecta a la tercera estación, en la cual el alma se denomina “el
ser inspirado” (an-nafs al-mulhammah), esta es la estación a través de la
cual el alma asciende hasta la estación del alma segura, tranquila y luego
hasta la estación del alma satisfecha, y luego a la del alma complacida y
finalmente a la estación del alma perfecta.
Sabe que Allah ha decretado que el ascenso del alma desde la segunda a la
tercera estación puede ocurrir únicamente de la mano de un guía gnóstico,
que conoce las estaciones del camino, sus estados y sus condiciones. Sin
embargo, es posible para Allah (subanahu wa-ta ala) modificar Su propia
regla, en algún caso excepcional, para permitir que alguna persona con
inteligencia y comprensión ascienda sin un guía. Esto sucede cuando el
viajero busca la ayuda de Allah, y sigue sus mandamientos y órdenes, y
cuando comprende lo que está en Su Libro, y sigue las Formas y Maneras
del Mensajero (as-sunna), y se adorna con la ética del Mensajero de Allah
(salla allahu aleihi wa-salam).
Sin embargo el ascenso de la tercera a la cuarta estación solo puede suceder
con el aliento del Hombre Perfecto (insan al-kamil) porque la tercera
estación es la más difícil y la más peligrosa.
Es la estación que une lo bueno y lo malo, lo beneficioso y lo dañino, de
modo tal que lo real y lo falso pueden ser confundidos. También pueden
confundirse la santurronería (zandaqah) y la verdadera comprensión
(tahqiq), salvo que la adoración a Dios, el seguimiento de la ley divina se
conviertan en la ética del caminante, que además tenga buen potencial y sea
noble, y que sea sincero en su búsqueda, que tenga anhelo (himma), y que
tenga un pensamiento sólido y agudo, y se halle cerca de la revelación, pues
solo en ese momento podrá realmente ver lo Verdadero como verdadero y
lo falso como falso.
El peligro de la tercera estación te será clarificado. En lo que respecta al
ascenso de la cuarta a la quinta estación, y de allí a la sexta y a la séptima,
sabe que la mayoría de los viajeros no necesitan un guía. Esto es así porque
Allah (subanahu wa-ta ala) enciende en sus corazones una lámpara
proveniente de la Resplandeciente Fuente de Perfección, a través de la cual
el viajero puede ver todas las cualidades perfectas. Sin embargo, su arribo a
estas estaciones depende de su anhelo (himma) y de que reciba el favor de
Allah, otorgándole el éxito. Ya sabes ahora que la cuarta estación es una
estación de perfección, a pesar de que es únicamente el nivel mas bajo de
perfección.
11 - El Ser Inspirado
An-nafs al mulhammah

Una reseña de su trayecto, su mundo, su ubicación (“locus”), sus estados o


fuente por la cual se arriba (warid) y sus cualidades y los remedios usados
para liberarse y ascender a la cuarta estación.

En esta estación se camina sobre Allah, es decir que el caminante no abre


sus ojos salvo para mirar a Allah, el Exaltado, porque la realidad de la fe y
su manifestación han penetrado en su ser interno, de modo tal que en su
visión, se ha extinguido todo lo que no sea Allah el Exaltado. El mundo del
ser inspirado es el mundo de los espíritus, y su sitio (locus) es el espíritu. Su
estado es el del amor ardiente y penetrante (ishq), y su luz o fuente de
arribo (warid) es gnosis (al-marifa).
Sus cualidades son: generosidad, satisfacción, conocimiento, humildad,
paciencia, clemencia, sobrellevar el daño que le inflijan, perdonar a las
personas y estimularlas para ser piadosas, aceptando sus excusas y viendo
que todo lo que existe está en las Manos de Allah (subanahu wa-ta ala)
(Q11:56). De modo que el viajero no tiene objeción hacia ninguna criatura.
Algunas cualidades del alma inspirada son: el anhelo, la perplejidad, el
llanto, la contracción (qabd) y la expansión (bast). En esta estación, el
temor y la esperanza están ausentes, y existe placer en el canto hermoso de
la remembranza y deleite al escucharla, y regocijo en Allah. El caminante
habla con sabiduría y conocimiento, y tiene visiones.
El Alma Inspirada se llama así porque el Verdadero (subanahu wa-ta ala) la
inspira tanto con rectitud (taqwa) como con corrupción (fujur), y ha
comenzado a escuchar sin intermediarios, los susurros del ángel y los del
shaitan, mientras que en la estación anterior no escuchaba nada porque
estaba todavía cerca del nivel de los animales. En virtud que su escucha en
esta estación es verdaderamente peligrosa y difícil, el caminante necesita un
guía que lo mantenga apartado de las capas oscuras de las ambigüedades y
lo dirija a la Luz de las epifanías (tajalliyyat). En esta estación, el estado del
viajero es débil y no puede distinguir entre la Belleza y la Majestad (o
Majestuosidad) o entre lo que le sugiere el ángel y lo que le sugiere el
shaitan. Esto es porque aún no está libre de su propia naturaleza densa y de
lo que esta le demanda. El peligro es que si se descuida puede caer en lo
Más bajo de lo Bajo (Sijil) (Q95:4-6). Al decir esto me refiero a que puede
volver a la primera estación de los “nafs que ordenan o comandan”.
Regresaría entonces a sus viejos hábitos de dormir y comer demasiado y de
complacerse en socializar en compañía de las personas. Esto podría
corromper su fe y llevarlo a abandonar la obediencia y a cometer pecados,
mientras sigue clamando que es un hombre o mujer que está en la estación
de la unidad (tawhid), a quien se le han develado las verdades y es posible
que también alegue que otras personas que obedecen y luchan en el camino,
están veladas e impedidas de experimentar la presencia de Dios.
Si su fe deviene así corrupta, será destruído con el resto de las personas que
están arruinadas y se unirá a aquellos que tapan la Verdad y a los politeístas.
En ese momento, el fuego de su naturaleza densa surgirá en el interior de su
corazón y de su intelecto (fu’ad) y quemará toda la fe (iman) que está en su
corazón. Sus esfuerzos y sufrimientos serán en vano y no obtendrá ninguno
de sus deseos, al contrario, se convertirá en un ser maligno que está
confundido y perdido y que confunde a otros y los desvía del camino.
Tendrá visiones satánicas de luz tenue y vacilante, y las confundirá con
revelaciones compasivas. Esto sucede después que su naturaleza humana
fuera debilitada y su espiritualidad fortificada, después que le fuera
removida la aflicción de su corazón, y habiendo llegado a estar más cerca
del alivio; es decir cuando le quedaba poco trayecto para entrar en la
Presencia del Poderoso Soberano, y después que le llegaran las buenas
nuevas de la Unidad y que pudiera abstraerse -ser despojado por la
Realidad – y luchar por su meta.
El motivo de este desastre que aflige al caminante cuando llega tan cerca de
la estación de perfección, es que todavía no está tan lejos de la primera
estación donde el alma se denomina “el ego que comanda”; también se debe
a que como consecuencia de sus prácticas (riyada) y auto-disciplina
(mujahada), algunos velos han sido removidos, y el temor inherente a ellos
también ha desaparecido. Estos velos lo llevaban a obedecer y a evitar que
cometiera pecados. Ahora, el temor ha sido reducido, y esto no lo ayuda a
seguir La Ley. Este es el motivo por el cual se ha dicho: “Oh amado debes
seguir al guía que te ayuda a viajar, es decir al heredero (warith) de las
cualidades dignas de confianza, y si tu ego te sugiere que has ascendido
más alto que él y que estás en la Unidad mientras que tu guía está velado,
debes seguir la Ley y obedecer las reglas de cortesía más que nunca.
También debes obligarte a recitar el al-awrad (plural de al-wird), y
restringirte a ti mismo uniéndote más profundamente con la tariqa (el
camino).
Estas condiciones pueden ser difíciles para el alma en esta estación, porque
naturalmente se inclina hacia la libertad irresponsable, inventando excusas
y teniendo descuidos. Lo que se requiere es oponerse al ego hasta que se
haya asegurado el arribo a la cuarta estación denominada “el alma segura y
tranquila”. En esta estación el caminante encuentra felicidad en los dos
mundos. En ambos encuentra lo que deleita la vista. Cuando el viajero pone
sus pies en esta estación, es liberado, con la ayuda de Allah (subanahu wa-
ta ala) de todas las enfermedades del alma, porque ha ascendido al primer
grado de perfección, en el cual las brisas gentiles de la proximidad divina, y
la comunicación (wisal) y conexión con Allah son sopladas sobre el alma y
la transforman llevándola de la mutabilidad a la maestría.
¡Oh buscador de perfección! Elévate y abandona las frivolidades de tu ego.
Ten cuidado y no te vuelvas arrogante por los dones que has obtenido y que
te brinda la unidad (tawhid), y no permitas que esto sea la causa de tu vuelta
atrás ni la obstrucción de tus metas elevadas, pero busca ayuda para
desgarrar lo que queda de los velos luminosos, y busca la Presencia de la
Singularidad. No te des vuelta hacia los destellos brillantes porque son
velos (luminosos) que evitan que puedas aproximarte a la Esencia Más
Elevada. Estos destellos pueden ser la causa de que regreses al nivel de los
animales, así que continúa empleando los mismos esfuerzos que te
condujeron hasta donde te encuentras ahora y hasta la revelación. Libérate
de este peligro y tus revelaciones continuarán.
En esta estación, continúa haciendo lo que estabas acostumbrado a hacer,
mantén las noches de vigilia reduciendo el sueño y disminuyendo la
comida, minimiza tu habla, y reclúyete alejándote de las personas. Agárrate
con fuerza de las vestiduras de tu guía, si él es uno de los perfectos, y
obtendrás estas cualidades. Debes informar a tu guía todos tus
pensamientos, sean buenos o malos. A medida que tu creencia en él
aumente, tu atracción al Mundo de la Santidad (‘alam al-quds) se
incrementará, debilitando el tironeo de tu naturaleza humana.
En esta estación puedes pensar que tienes más conocimiento que tu sheij,
pero pensar de esta manera te privará de su asistencia espiritual (madad). En
consecuencia expulsa esta sospecha, pues cuando reconoces a tu guía como
perfecto entras bajo su cuidado con el himma (anhelo) de ser liberado por
su mano; así que debes soportar el dolor de su medicina, y ser como un
cuerpo muerto en manos de la persona que lo lava. Ten cuidado de no
criticar ninguno de sus estados, y si dudas, arrepiéntete de ello. A veces
podrás encontrar algo que te causa dudas, por ejemplo, si lo vieras
reprochando a un servidor por romper algo que no tiene valor, o lo ves
mostrando enojo porque se perdió algo. Si esto sucede debes expulsar
cualquier duda porque los estados de los hombres perfectos no son
mensurables por los mismos parámetros que los del resto de la humanidad,
y nadie, salvo Allah (subanahu wa-ta ala) conoce su realidad interna.
Si es difícil para ti encontrar y verificar la autenticidad de un guía perfecto,
entonces puedes sanarte siguiendo la Ley, recitando el al-awrad (plural de
al-wird) del Profeta (salla allahu aleihi wa-salam). Haz muchas oraciones
sobre el Profeta (saaws), siempre pide perdón, y busca la compañía de las
personas virtuosas cuando estás en peligro y la maldad de tu alma es más
fuerte que su bondad. Sin embargo si lo bueno en tu alma supera lo malo,
entonces descansa y regocíjate en la expansion (bast) y remueve el miedo
porque constituye una barrera entre tu y tu sheij.
Remueve toda separación, todos los pensamientos y fotos o creencias que te
velan en tu relación con él. Por ello Allah dice (subanahu wa-ta ala):
“Aléjate de quienes abandonaron Nuestra remembranza y solamente
quisieron la vida de este mundo” (Q53:29). En su lugar, en esta estación,
cultiva la amistad de aquellos cuya búsqueda coincide con la tuya.
En esta tercera estación coexisten lo bueno y lo malo. De modo que si la
bondad del viajero supera su maldad, ascenderá a las estaciones elevadas,
pero si la maldad supera la bondad, entonces caerá en la prisión de la
naturaleza densa y descenderá a lo más bajo de lo bajo. En esa situación el
viajero debe responsabilizar y acusar a su propio ego, reprenderlo y
desestimarlo con disciplina. La señal de que la bondad se sobrepone a la
maldad de tu alma es que verás que tu ser interno está pleno con la realidad
de la fe (imaniya) y tu ser externo está cumpliendo con la ley y se somete (a
la voluntad de Allah). Esto significa que tu ser interno ha comprendido que
todo en la existencia se mueve de acuerdo con la Voluntad de Allah
(subanahu wa-ta ‘ala) y Su Decreto, bendito y alabado sea Él. Además tu
ser externo debe ser obediente, evitando todos los pecados mayores y la
mayoría de los menores, ya sea que estos pecados sean en relación a los
vínculos, o que los cometas en ocasión de un retiro. Éste es el indicador que
la bondad supera la maldad.
En cuanto a las señales que indican que la maldad supera a la bondad, la
situación es la siguiente: en esta estación la comprensión sobre la realidad
de la fe aumenta, pero como aún permanecen algunas de las características
de la naturaleza humana, si éstas últimas priman, llevarán al ser externo a
desobedecer la Ley (Divina) y a abandonar las devociones y como
consecuencia, cometerá desobediencias. El motivo de esto es, que cuando
su percepción de la Realidad se fortifica y ve que sus acciones fluyen de
acuerdo con la Voluntad de Allah (subanahu wa-ta a‘ala), las luces de la
Realidad (al-haqiqah) no le permiten ver (lo velan de) los secretos de la Ley
(Divina). Consecuentemente se verá alejado de la puerta de la Presencia que
une ambos opuestos. En otras palabras, queda velado y no puede presenciar
al Verdadero cuando se detiene con los destellos (al-lawa’ih) que están en
concordancia con su carácter. Entonces se pierde en este mundo y pierde su
religión. De modo que si su maldad continúa superando su bondad,
finalmente se convierte en un zindiq – aquel que rechaza la religión y no
distingue entre lo humano y lo animal.
En esta estación serás testigo de la Realidad sobrecogedora, pero la falla
consiste en que no puedes ver la verdad completa de la Ley (Divina). Sin
embargo, es precisamente debido a esta visión que ahora tienes, que
deberías saber que la Ley (Divina), es el aspecto interno de la Realidad y su
secreto. Esto es lo opuesto de lo que has malinterpretado leyendo algunos
libros y escuchando a ciertas personas. Te daré un ejemplo que te ayudará a
liberarte del mal de esta estación y te explicará como la Realidad es el
aspecto interno de la Ley y su secreto. Imagínate que hay un gran maestro
que construyó una casa grande y en su interior puso todo lo que el ser
humano necesita - de acuerdo a sus fotos o creencias del mundo denso - y
también del mundo final. El maestro puso en esa casa todo lo bueno y todo
lo malo y asignó una puerta para cada clase de cosa. Luego les dijo a sus
servidores que esta era su manera de asegurarse que cada tipo de cosa buena
saliera por una puerta en particular y no por cualquier otra puerta. También
designó una puerta para cada clase de cosa mala, y les informó eso a sus
servidores. En otras palabras asignó: una puerta para lo bueno, una para el
agua, una para lo carnal, una para los amigos, una para verlo a él, una para
demostrar su satisfacción, y una para demostrar su furia, etc. Asignó
inmensa cantidad de puertas, tantas que no se podían contar. Luego envió a
un servidor como mensajero para explicarle a la gente que había organizado
las puertas para que ellos pudieran tomar lo que eligieran de lo que había en
la casa. Le pidió que les diera la buena noticia de que quienquiera se parara
frente a cualquiera de las puertas que tuvieran cosas relacionadas con la
bondad, y si las solicitara recibiría lo que el maestro asignó a esa puerta, y
que el maestro estaría contento con él. También les hizo llegar la
advertencia de que quienquiera se ubicara frente a las puertas de cosas
relacionadas con la maldad y lo solicitara, también recibiría lo que el
maestro asignó a esas puertas, pero el maestro estaría enojado con él. Así,
uno de los servidores se paró frente a la puerta de la bondad, con humildad
y sentido de insignificancia personal, y le pidió directamente al maestro que
lo favoreciera con su generosidad; no vio a la puerta como si fuera una
puerta, sino que miró la puerta como si el maestro fuera la misma esencia
de las puertas. De esa manera, no pidió meramente placer; la visión de las
puertas no fue un velo que le impidió presenciar al maestro y no tuvo que
humillarse como pidiendo limosna. Ni prestó atención a ninguna de las
otras puertas, ni pidió recibir sus dones, porque no quería ser descortés ni
abandonar, lo que desde su sabiduría el maestro requería de él. Estos
servidores son los que son traídos cerca del maestro. Son sus amados
porque ponen todo en su verdadera perspectiva. La segunda clase de
servidores, hizo lo mismo que el primero, pero cuando estaban parados en
entrega frente a su maestro, empezaron a admirarse a si mismos y vieron
que ellos eran mejores que aquellos que no se entregaban a las órdenes del
maestro. El maestro percibió que estaban velados, y les dio las cosas buenas
asignadas a ellos, pero no los trajo cerca de su presencia, como había hecho
con los anteriores. La tercera clase de servidores no se paró frente a las
puertas, porque ellos pensaban que las puertas no tenían ninguna influencia
o que no existían, entonces el maestro no les dio lo que había asignado para
ellos. Ellos pensaban que el dador era el maestro pero que no había que
pasar por ninguna puerta, ni adquirir ningún conocimiento. Entonces el
maestro los removió de su presencia debido a que ignoraban su sabiduría,
porque no se pararon frente a su puerta, y aunque ellos alegaban que lo
amaban, al maestro le resultaron antipáticos. En consecuencia hay tres
categorías de servidores: aquellos que presencian al maestro dando a través
de la puerta que el mismo asignó desde su benevolencia, aquellos que
presencian lo mismo que los anteriores, pero también se presencian a si
mismos, y aquellos que presencian únicamente al maestro.
Sabe que al hablar del maestro estamos imaginando una comparación con
Allah (subanahu wa-ta ala). Anhelar, reunirse y regocijarse en el amado,
recordar las veces que hemos tenido conexión con Él, y regocijarse en la
belleza de Su rostro, fortalece al caminante en su camino; especialmente si
se ve a si mismo retrocediendo cuando su corazón se rompe y su llanto
aumenta. ¡Qué hermoso es este camino y que hermosos son sus estados!
¡Qué elevada es la estación de sus caminantes y cuántos son los regalos que
les son otorgados! Si son pobres son autosuficientes, y si se humillan a si
mismos, son honrados por otros. Sus activos son la humillación y la
pobreza y manifestar su desvalidez, indigencia y esclavitud frente a Allah,
su Amado y su Creador
.Sabe, mi amado, que mientras tú estás en esta estación sutil y gentil, el sol
de la experiencia directa ya ha surgido en ti, y las buenas nuevas de
perfección se están acercando, y las brisas de la unión divina soplan sobre
ti. La mayoría de los velos densos han sido removidos de tu corazón y los
rasgos más feos y serios de tu ego, también han sido removidos. Esto es así
porque esta es la estación del espíritu, y aunque tu espíritu esté todavía
velado de la experiencia de la Belleza del Verdadero, y todavía tengas
partes que te impiden arribar a Su Presencia, estos velos son luminosos y
los deseos aceptables. Ellos aspiran ver al Verdadero y piden visión y
reunión, debido al amor sobrecogedor, al anhelo y al azoramiento que
sienten y que los hace pedir algo antes de que sea el tiempo adecuado.
Esta es la estación de los amantes apasionados, que se deleitan
humildemente y están en estado de necesidad (de su Creador); la de los
amantes impacientes que no soportan estar separados de su Amado. Así que
suelta el apremio, no prestes atención si la gente te hace pasar vergüenza,
busca bajar tu estatus frente a los ojos de las personas, cambiando siempre
de compañeros para que la gente no te preste particularmente atención, no
seas especial o valorado por ellos. Para que no te recuerden. Es de esta
manera, que los amantes apasionados se regocijan en éxtasis, y esta es la
señal que distingue a los verdaderos de los mentirosos; aquellos que claman
el amor son muchos, pero los verdaderos son pocos. Aquellos que son
verdaderos en el amor, no tienen otra cosa en su corazón que su Amado, se
han olvidado de todas las criaturas y ellas no pasan por su mente. Si ellas no
pasan por su mente, él tampoco pasará por las suyas.
Sabe mi amado, que el amor requiere como condición la entrega a lo que
Aquel que amamos demanda. Es por ello que un amante ha escrito:
“Tu clamas amar a Dios pero lo desobedeces,Juro por mi vida que esta es
una conducta horrible;Si tu amor fuera verdadero, tú lo obedecerías,Pues
ciertamente, cualquier amante es obediente con su amado”.
Ten cuidado de no deslizarte fuera del camino, pensando que liberarte de la
constricción significa abandonar lo que ordena la Sharia’ ah, como piensan
algunos que están confundidos. Esas personas se han desviado llevando a
otros a la confusión. Son seres desviados (zindiq) que no tienen verdadero
conocimiento de la Realidad (al-haqiqah) ni de la Ley (ash-shari’ah).
Abandonan la oración ritual y los ayunos, y no dan caridad, en lugar de ello
siguen sus apetitos y actúan de manera desagradable, y a pesar de todo esto,
continúan diciendo que son personas de la unidad (tawhid) y amantes de la
Presencia del Verdadero (al-Haqq). Lucha contra ellos, pues se han
separado del círculo de la Verdad y han dado la espalda a todas las
religiones que nos ha hecho llegar a Allah a través de Sus mensajeros.
Ten cuidado, mi amado, y no te abrumes con la visión del shaitan. Ten
cuidado y no hagas nada que sea opuesto a la Ley, pensando que así serás
insignificante a los ojos de los demás. No intentes ser humilde o humillarte
a través del pecado, porque esta es una acción indigna originada en las
maquinaciones del shaitan para poner fin a tu búsqueda. Esto es así porque
la característica de las acciones prohibidas es que oscurecen el corazón y
cuando el corazón esta oscuro, las cosas no se ven como son en Realidad.
Así que, aunque hayas sido sincero en buscar aquello que borrará tu fama
frente a las personas, igualmente debes hacer lo que la Ley permite. Si
buscas encontrarás muchas acciones, más numerosas aún que las partículas
de arena, que te ayudarán a alcanzar esta meta (humildad); verás con
claridad que no hay necesidad de cometer ninguna acción prohibida, que si
la cometes, corrompe aquello que has estado luchando por alcanzar. Nuestra
meta es guiarte para que sepas como rectificar tus asuntos presentes, y
beneficiarte de manera tal que puedas cruzar los obstáculos que te impiden
arribar, para que puedas caminar lo que te resta del camino (a salvo).
Las formas autorizadas de remover la constricción, tienen como objetivo
remover los obstáculos que te impiden encontrarte con tu Amado. Estos
obstáculos son muchos, pero poner la ley de costado, removiendo toda
constricción, no es lo indicado. Por ejemplo las ropas lujosas pueden ser
consideradas un obstáculo porque requieren que la persona que está afligida
con este hábito trate de sobremanera tenerlas, incluso a través del fraude y
el engaño. Esto impide que la persona alcance al Amado. Si soltaran esta
constricción y se pusieran encima cualquier vestimenta que tienen a mano,
adquirida con facilidad, y se concentraran en el Amado en lugar de buscar
ropa, esto beneficiaría su condición. A la luz de este ejemplo, puedes medir
y comprender todo lo que te impide a ti llegar a la Cercanía de la Presencia,
y todo aquello que aleja el rostro del caminante de la Poderosa Proximidad
de su Señor.
Sabe mi amado, que en esta estación, no te será difícil, como en otras
estaciones, dejar de inventar excusas, porque esta es la estación del amor
profundo apasionado y es más fácil para la persona que está en esta
estación, dejar de hacer excusas. Esto no se dijo en la estación anterior ni se
repetirá en la siguiente, porque hay “un consejo particular” para cada
estación. ¡Que dicha trae actuar de acuerdo a la ley! ¡Cuanto ilumina y
gratifica! ¡Cuán aceptable es para aquellos que poseen un intelecto sólido,
aunque enoje a los tontos e insolentes! Sabe que cuando dejas
completamente de poner excusas, tu ego que te obstruye e impide llegar a la
Poderosa Proximidad del Verdadero, muere. Puede ser que entonces
escuches voces espirituales (ruhanis) que ordenan o prohíben algo. No les
prestes atención. “Déjalas solas, incansablemente especulando y jugando”
(Q70:42), y no permitas que su discurso aumente tu alegría o tu tristeza,
porque su propósito es alejarte de tu búsqueda así que no te ocupes con
ellas, solo con tu Amado. Es mejor para ti no escuchar nada, y es
sumamente importante que no las escuches, porque estas cosas pueden
detener tu camino. Puede ser que escuches algo que nunca escuchaste antes
y que pienses que has llegado al final de tu búsqueda; entonces tu anhelo
(himma) podría disminuir y podrías regresar a tu naturaleza densa. Éste es
uno de los peligros de esta estación, así que ten cuidado; pídele a tu Señor
que te ayude a sobreponerte a cualquier obstáculo que encuentres en tu
camino hacia Él, pues tu Señor es tu meta. No pares con nada salvo Allah, y
busca Su ayuda, y no te vuelvas orgulloso por lo que te ha sido revelado. Si
te vuelves arrogante, serás apartado de la lucha después de haber logrado
convertirla en una de tus cualidades, en parte de tu ética y después que haya
devenido fácil la lucha para ti. Tu meta no puede valuarse, no tiene precio,
es muy elevada, pero tiene muchos peligros, y nadie puede arribar salvo los
que tienen un gran anhelo (himma), y nadie será guiado a la meta sino aquel
cuya voluntad (de llegar) lo acompaña a través de todas las estaciones.
En esta estación, arribas al estado de aniquilación (fana), que te ayudará a
ascender desde esta estación hasta la cuarta estación, en la cual el alma se
denomina “el ser tranquilo, seguro” (an-nafs al-mutma’ innah). La
aniquilación (fana) es un estado que llega al caminante para ausentarlo de
todo lo que puede ser intelectualizado (Ej.: todo lo sensorial). Es una clase
de ausencia causada por absorción y no por desmayo o sueño. Cada sentido
continúa sintiendo, pero se ve afectado; como si estuviera consciente e
inconsciente al mismo tiempo. Por ejemplo el ojo está distraído de lo visible
a pesar de que realmente lo ve. El estado del caminante es como el de un
hombre ciego que pasa al lado de un amigo, lo mira a la cara pero no lo
saluda. Cuando el amigo le pregunta: “¿Porqué pasaste por al lado mío y no
me saludaste?” Responde: “Por Allah, por mi aflicción ni siquiera te vi”. De
manera similar, el oído escuchará sonidos, pero será como si no los
escuchara; lo mismo pasará con los otros sentidos. Incluso el intelecto no
será consciente de sus contenidos. Este estado es muy conocido, pero
únicamente por aquellos que lo experimentan. Es el motivo por el cual uno
de los gnósticos dijo: “Mi Señor me ha detenido y me ha ahogado con
Gnosis que no es lo opuesto a la ignorancia. Pues el conocimiento que se
opone a la ignorancia es a su vez ignorancia”.
Esta aniquilación es la primera aniquilación; la segunda aniquilación ocurre
en la quinta estación donde el alma se denomina “el ser contento y
complaciente o el alma satisfecha” (an-nafs ar-radiya). En lo que respecta a
la tercera aniquilación, esta ocurre cuando todos los atributos humanos
desaparecen en el Nivel de la Singularidad como fuera antes explicado
cuando identificamos la Verdadera Certeza. Esta tercera aniquilación es la
verdadera esencia de la subsistencia en la existencia (baqa) como ya fuera
dicho. De modo que el caminante se aniquila, y luego se aniquila hasta que
su aniquilación se convierte en su vigorosa existencia.
Sabe que en el estado de la primera aniquilación, escuchas el discurso de
los espíritus (ruhanis - los Ángeles y los jinn), pero no con tu escucha, y no
comprendes lo que dicen. Cuando el estado de aniquilación disminuye, y
regresas a tus sentidos, comprendes a través de tu sabiduría interior lo que
fue dicho. Describo a este secreto recordando lo que fuera dicho:
“Quienquiera que practique con sinceridad actos de devoción a Allah
durante cuarenta mañanas, vera surgir de su corazón y de su lengua
manantiales de sabiduría”. Estas voces espirituales se llaman “¡El sonar de
la campana!” “¡Oh Allah! ¡Tú que das cuando te piden! Dame tus favores y
no me prives ni prives a los amantes (de esta extinción). No hagas que
nuestra participación en ella sea sufrimiento, y no dejes que nuestra fortuna
sea con nosotros mismos. No dejes que este mundo sea nuestra
preocupación, ni el límite de nuestro conocimiento. Saca de nuestro camino
las obstrucciones que nos impiden llegar a Ti”. Si repites esto
(sinceramente) pidiendo esta aniquilación (fana) entonces experimentarás
este estado.
Hay seis causas que permiten al caminante obtener este estado (de
extinción), y fueron aquellos utilizados por los caminantes que lograron la
transformación (al-abdal): la remembranza (zikhr), la contemplación, el
hambre, la vigilia nocturna, el silencio y la reclusión. La más efectiva de
estas seis es el hambre. Por lo tanto ¡Oh tú que buscas esta aniquilación, no
abandones tus practicas!, al contrario lucha en esta estación para realizarlas,
aunque te resulten difíciles, y no olvides sus beneficios. No te engañes ni te
vuelvas arrogante por los destellos de luz (bariqat) que percibes, además
posiblemente no puedas ni siquiera discernir si son divinos o del demonio
(shaitanic). Ya sabes ahora, que esta tercera estación es el “locus” de la
confusión y el viajero no puede distinguir entre la inspiración que viene del
ángel y la que proviene de Iblis.
Una vez le fue preguntado a un gnóstico: “¿ahora que has llegado a Allah,
porqué sigues agarrándote de tus cuentas? (de oración)”, Contestó: “No
abandonaré aquellas prácticas que me condujeron a mi Amado”. Así que no
te dejes engañar ¡Oh viajero!, ni te vuelvas arrogante por lo que aparece
ante ti, y no abandones aquello que sabes es puro y bueno; pues con la
ayuda de Allah, ello te ayudará a caminar las partes difíciles del sendero. El
ego es tu enemigo, así que no te sientas seguro con él, incluso cuando
llegues a las estaciones elevadas. Debes perseverar en la disciplina y en la
realización de las prácticas; luchar para que tu amor (‘isq) se incremente y
tu azoramiento en el amor se fortalezca, y podrás regocijarte en tu estado de
éxtasis por tu intoxicación (en el amor) y tu anhelo. No abandones las
limitaciones que te imponga la shari’ ah y ten cuidado porque la estación
del amor apasionado es una estación de deleite intensivo para el amante a
tal extremo que puede no querer continuar ascendiendo, a pesar de que este
amor ardiente es un velo entre el y el Amado. Esto es porque el apasionado
no quiere liberarse de la pena, la congoja y el pesar causados por el amor
ardiente (‘ishq). Al contrario sigue pidiendo la continuación de este estado.
En este sentido, un ser auténticamente apasionado escribió:
“Si mi supervivencia es la aniquilación de Tu aniquilación, entonces mi
corazón no desea una casa en la que está mi alineación”.
El estado de amor apasionado (‘isq) es aceptable para los amantes
apasionados, incluso a pesar de que comparado con otros estados que son
más elevados, es censurable. Así que cuando el hombre perfecto (al-kamil)
recuerda ese estado de amor ardiente y los días en que lo sentía, lamenta
haber soltado las imposiciones y haber sido descuidado. Pero con esfuerzo
(mujahadah) y autodisciplina (riyadah) este estado de amor apasionado
deviene sincero, y su poseedor dice la verdad cuando escribe poesía. De
modo que si habla lo hace con pasión, y se queja cuando ve que ciertas
cualidades emergen de su corazón debido a su falta de esfuerzo y práctica.
Por otra parte están aquellos que no realizan las prácticas ni hacen ningún
esfuerzo, que no son sinceros ni dicen la verdad, siendo sus estados
engañosos, estas son personas mentirosas y su poesía no tiene sabor ni
efecto sobre los corazones, es más, es repulsiva a los oídos. El más
auténtico de los apasionados, Umar ibn al-Farid, nos habló sobre estos
mentirosos:
“Un grupo de personas estaban expuestas a recibir afecto, pero se fueron y
abandonaron mi compañía, elevándose (demasiado para
acompañarme).Estaban satisfechos con meros deseos y afligidos por sus
fortunas.Ellos reclamaban haberse sumergido en el océano del amor, pero
fueron desatentos;Pues han estado viajando en círculos, y no han salido de
su sitio.A pesar de que no han hecho esfuerzo para caminar están
cansados;No han seguido Mis enseñanzas; prefieren la ceguera a ser
guiadosDebido a su envidia, se han confundido y desviado”.
Porque esta estación es la estación del espíritu, y porque el espíritu es el
“locus” del amor apasionado, se la asocia con la afectuosidad. En ella
suceden de manera abrumadora situaciones de asombro y perplejidad.
El viajero sintiéndose seguro permanece en ella durante mucho tiempo
porque el amante se olvida de si mismo y hasta de Su Amado, está tan
ocupado recordando Su Nombre y deleitado mientras alaba Su Belleza y
Bondad en sus poemas. Esto sucede cuando el estado es un estado de
expansión, pero cuando llega el estado de constricción (qabd), después de la
expansión, y despierta del sueño del amor apasionado y la perplejidad, su
pecho se contrae y se siente que su corazón está a punto de serle removido
del pecho. Entonces deviene humilde y quieto en un verdadero estado de
humildad y entrega sosegada. Estos dos estados se alternan en el caminante
hasta que asciende a la cuarta estación donde adquiere firmeza en el amor.
La expansión y la constricción se transforman entonces en admiración
reverencial (hayba) e intimidad (uns). Estos son dos estados que se alternan
en el hombre perfecto, y nadie los puede conocer salvo al saborearlos
(experimentarlos – dhawq).
La diferencia entre la admiración reverencial y la constricción es que con
esta última el alma está impaciente, pero con la primera (admiración), no es
así. En lo que respecta a la diferencia entre la intimidad y la expansión, esta
última abruma a su poseedor a tal extremo que se teme que pueda ser
descortés con Allah (subanahu wa’ta ala). Por el contrario, la intimidad no
causa esto.
En líneas generales puede decirse que el temor y la esperanza, la
constricción y la expansión, la admiración reverencial y la constricción y la
majestuosidad y la belleza, son en realidad únicamente dos estados, pero
sus denominaciones cambian de acuerdo con la persona que los transita y su
estación. Si la persona que está en la estación del ego que ordena o el ego
que culpa experimenta estos estados, entonces se denominan temor (khawf)
y esperanza (raja); pero si el que los experimenta, está en la estación de las
experiencias inspiradas del alma, los estados se denominan contracción
(qabd) y expansión (bast) y si las experimenta el que transita por la estación
del alma tranquila y segura/ satisfecha, se llaman admiración reverencial
(haybah) e intimidad (uns), finalmente si los experimenta aquel que es
poseedor del alma perfecta, se transforman en Majestuosidad (Jalal) y
Belleza (Jamal). En conclusión, el miedo y la esperanza son para quien
recién comienza, la constricción y la expansión son para los que están en la
mitad del camino, y la admiración reverencial y la intimidad son para el
hombre perfecto, y la Majestuosidad y la Belleza son para el representante
(al-khalifa).
Así que mi amado, lucha para ascender desde donde estás, experimentando
alternativamente contracción y expansión, para llegar después a
experimentar admiración e intimidad, y luego ascender a experimentar la
Majestuosidad y la Belleza. Esto te permitirá descansar porque hay en esto
una gran bondad y generosidad, no solo para ti, sino también para las
personas que amas, especialmente en el estado de Majestuosidad. En este
estado no hay nada que no te sea concedido porque eres el representante de
Allah sobre la tierra y eres verdadera y únicamente Su servidor y esclavo.
De modo que Él estará enojado cuando tú estás enojado, y será el vengador
cuando tú lo seas. Entonces verás con tus propios ojos, el efecto fluyendo
de tu mano en la totalidad de la existencia, sin ambigüedad, y como
consecuencia la cortesía hacia tu Creador aumentará; y te arrepentirás de
todos tus pecados y buscarás el perdón por el olvido en que incurrió tu
corazón en el pasado, que te alejó, en su momento, de la estación de
servicio y esclavitud (al-ubudiyya). Así que permanece en el sendero recto
como te ha sido ordenado (Q11; 112) hasta que la certeza llegue a ti. (Q15;
99). En este estado estarás dirigiéndote hacia la Perfección rey la Atracción
Divina (al-jadhbah al-ilahiyyah). Y esta acción es mucho mejor que las
acciones de las personas que poseen cargas - preocupaciones, peso-, como
por ejemplo lo que les sucede a los seres humanos y a los jinn, que están en
estados de conciencia más densos.
No sientas congoja ni contraigas tu corazón porque estás en el buen camino,
cara a cara con la felicidad. Cuando experimentes estrechez o congoja, ten
paciencia pues en esta estación no estás aún libre de aflicción; tampoco
estás aún libre de angustia porque esta es la estación del espíritu y el
espíritu tiene el deseo de ser libre. Cuando el espíritu está contraído, es que
quiere romper la jaula del cuerpo y arribar a su verdadero mundo, el Mundo
del Desapego: el mundo sin formas, el mundo del poder y las posibilidades
eternas e infinitas (alamu-l-jabarut), pero en esta estación el espíritu no
puede aún desapegarse.
Así que ten paciencia durante los períodos de constricción, y soporta su
calor porque en este calor hay una sabiduría inmensa e ilimitada. Sin el
fuego de la constricción y su calor, las almas no se purifican de las huellas
que aún quedan y que fueran dejadas por la fealdad y la corrupción. Esto es
así porque el bien no puede diferenciarse del mal, salvo por el Fuego.
Cuando veas que tu esfuerzo no es recto, sino que al contrario te encuentras
siendo indulgente contigo mismo, comiendo y socializando con la gente,
inclinándote hacia sus maneras (más bajas), llora por ti mismo y por lo que
ha sucedido. Llora porque has descendido desde una estación elevada hasta
Sijjin (Q83:7) y a lo más bajo de lo bajo. Entonces, pídele a Allah que te
haga regresar a donde estabas, y continúa tu ascenso hacia la perfección.
Muchos buscadores que no permanecieron en la rectitud y se deslizaron
hacia atrás por no haber tenido suficiente paciencia, y luego posteriormente
lamentaron sus acciones, en un momento posterior en el cual el lamento ya
no era beneficioso para ellos.
.En esta estación debes oponerte a tus nafs y ser tozudo con ellos; cuando
ves que tu inclinación natural es hacia algo denso, lucha contra ello y no
confíes en tu ego (nafs), pero cuando tus nafs te pidan algo que viene del
Camino, entonces obedece, aunque tengas que llegar a extremos: ya sea que
se trate del hambre, las noches de vigilia, la reclusión o el alejamiento de
las personas; inclusive en el minimizar tu habla. Solo en estos casos debes
obedecer a tus nafs – aunque en realidad no hay sinceridad en ello, porque
el propósito de los nafs es la hipocresía y esta equivale al politeísmo. El
caminante continúa teniendo esta hipocresía hasta que es liberado con la
ayuda de Allah (subanahu wa-ta ‘ala). La gente del Sendero dice que se
puede, en esta estación, engañar a los nafs prometiéndoles honor, generosos
regalos, fama y el amor de la gente. Esto ayuda al ego a batallar y a
abandonar los hábitos indignos. De modo que uno puede decirse a si
mismo: Si te diriges totalmente hacia Allah (subanah wa-ta ala), realizando
las prácticas y esforzándote, entonces se manifestarán a través de tu mano
cosas fuera de lo común; pero sabe que el camino entre ti y Allah debe
completarse con acción y esfuerzo para agradarlo a Él y con la purificación
de todas las cualidades indignas; tu esfuerzo debe consistir en adornar tu ser
con la ética más elevada y la perfección. Ten cuidado con algunas fotos e
imágenes que te puedan aparecer, y no te detengas con ellas, porque son
obstáculos que detendrán tu búsqueda.
Sabe que cuando el anhelo (himmah) de un caminante se detiene en una de
las estaciones, las realidades de esa estación lo llaman para que continúe su
búsqueda: “Nosotros somos una prueba, así que no cubras la verdad con
falsedad”. Algunos viajeros no experimentan nada de esto por su sinceridad
y su rectitud hacia su Creador y porque su camino no requiere esto. Sus
corazones no se ven preocupados con las dificultades de las pruebas y no se
detienen ante ningún universo. Aquellos que recibieron alguna revelación al
comienzo del camino tienen propensión a la corrupción y la separación.
Esto sucede hasta que Quien trajo esa aflicción le muestra bondad y
gentileza.
El logro más grande del caminante en el sendero de Allah, es que como
resultado de su camino por el Sendero, sus antiguas cualidades indignas son
remplazadas por cualidades dignas de mérito provenientes de su Protector, y
esto lo salva de la destrucción total. Ello es así porque el propósito de este
camino es arribar al Rey de reyes, y esto no se logra sino a través de la
remoción de los setenta mil velos antes mencionados. La realidad de los
velos es que son una obstrucción entre el buscador y Aquel Que Es
Buscado. Así que remplazar las cualidades hace progresar el vínculo; así
que comprende.
Este es uno de los secretos, así que lucha para remplazar tus cualidades y
mejorar tus modales, si estás anhelando llegar a la Belleza última, que está
libre de toda limitación, inclusive la cualidad de ser terminante o
categórico. Remplaza la saciedad con hambre, el habla con silencio, el
sueno con vigilia y el adornarte con la pobreza, porque el hambre, el
silencio, la vigilia cuando se encuentran con la charla vana y cualidades
similares, son algunas de las cualidades de los ángeles y sus opuestos son
las cualidades de los animales. El ser humano está entre los ángeles y los
animales; así que conviértete en un verdadero ser humano, no en un animal
humano, para que puedas ascender con tu humanidad más allá de los
ángeles. Asciende hasta que el espejo de tu esclavitud, y tu insignificancia,
humillación y servicio, se correspondan con el espejo de Su Señorío
(subhanahu wa-ta ‘ala).
La perfección completa ocurre cuando el esclavo está en el nivel más
elevado de servicio. Por ello se dice que el nivel más elevado de servicio es
una estación que es propia del Mensajero de Allah (salla allahu ‘aleihi wa-
salam) y tu no puedes llegar a este nivel más elevado, así que no lo
codicies, mas bien pide ascender a un grado que sea cercano a este nivel
más elevado. Si sabes esto, sabes que la humillación y la humildad son el
elixir de la felicidad, y llegarás a saber que los secretos del Señorío están
depositados en el interior de la indigencia, esclavitud y servicio
(espirituales). Así que comprende, contempla y viaja por el sendero de la
humildad y la pobreza. Se uno de los esclavos fieles, libres del cautiverio de
ver “otra cosa que no sea Allah”, porque solo alcanzarás tu meta a través de
la esclavitud (‘ubudiyya) y servicio al Verdadero, únicamente.
La plenitud total solo puede lograrse de la manera descripta por uno de los
gnósticos (Ibn ‘ Ata’ illah) que dijo: “planta tu existencia en el suelo de la
oscuridad, pues el fruto de aquello que crece de lo que no ha sido plantado,
nunca es completo”. Sabe que nuestro Sendero es adecuado únicamente
para aquellas personas cuya existencia ha sido borrada; así que entierra tu
existencia y escóndete hasta que la frase “muere antes de morir” sea cierta
para ti. Y tienes que encarnar esta muerte más de lo que encarnas la
naturaleza densa. Así, cuando llegue el ángel de la muerte encargado de
llevar tu espíritu para transportarlo de una morada a otra – a esta última
morada en la cual serás liberado de cualquier angustia que quede en ti - este
ángel te saludará y será gentil contigo porque ya te has ofrecido
voluntariamente a la muerte. A esta muerte es a la que nos referimos
cuando decimos “muere antes de morir”. Esta es la aniquilación (“fana”),
descripta en este capítulo. Es un estado en el cual no existe en el caminante
ninguna inclinación o deseo de riqueza, descendencia, ni ninguna otra cosa,
y donde no tiene ningún temor de ser dañado. Este, sin ninguna duda, es el
estado de los muertos. El mundo de la barrera o mundo del intervalo, entre
este mundo y el primero de los siete cielos (‘alam al-barzakh), se revela
ante quien ha muerto, y también se le revela al caminante. Asimismo, se le
revela el mundo de las Similitudes (‘alam al-malakut). Cabe aclarar que si
el caminante entra en el Mundo de las Similitudes, verá lo que sea adecuado
para su potencial, su receptividad y su estado de preparación.
¡Oh amado caminante!, si estás sediento de estas estaciones tu deber es
luchar para obtenerlas; pues quienquiera que busca algo (con sinceridad y
aspiración) encontrará lo que busca, por el Poder de Allah, Exaltado sea Él.
Así que amado caminante, busca ayuda en las prácticas mencionadas y
esfuérzate, nos seas perezoso y repite el tercer nombre que es Hu. Los
nombres tienen cualidades especiales que son innegables, especialmente el
primer Nombre (la ilaha illa’llah). La mayoría de los caminantes conocen
esto. Si persistes en la remembranza (Dhikr), Allah encenderá en tu interior
una lámpara angelical con la cual verás la oscuridad del ego que manda o
comanda, las maravillosas cualidades del alma, y también sus
enfermedades. Con este conocimiento, el caminante puede luchar para
limpiar los “nafs”, especialmente a través del efecto especial que produce el
segundo Nombre (‘Allah). Este nombre le permite al caminante que hace la
remembranza, dejar la oscuridad de la desobediencia y arribar a la luz de la
obediencia. En lo que respecta a los efectos especiales del tercer Nombre,
Hu, consisten en la manifestación de la Esencia ilimitada, la realidad de la
fe, y la recepción de la gnosis sagrada sobre el corazón; siempre que el
caminante desee la vida eterna y abandone los placeres del mundo denso.
Sabe que los beneficios especiales de los Nombres no se manifiestan salvo
después de un dhikr abundante, fuerte, y efectuado en voz alta y dhikr
oculto, hecho con modales corteses (adab). Esto incluye la convocación a la
divinidad, parado mirando hacia la dirección de la oración (qiblah) si es
posible, sin que nada distraiga la mente. Es importante escuchar el sonido
de la invocación que se hace atentamente, con pureza interior y exterior, y
manteniendo la pureza ritual (wudu). Si mientras mantienes esta cortesía,
estás también obedeciendo la Sharia’ ah, tu estado será sólido. Así que evita
la impaciencia y la inquietud, si la apertura lleva un tiempo largo. La
condición para la apertura es la rectitud (istiqama) y el seguimiento de las
normas de la Sharia y la tariqa. De tiempo en tiempo recuerda el Nombre: la
hu illa hu. Elonga la a en illaaa y también la u en hu, porque es una
invocación formidable (dhikr).
Mientras haces la remembranza, dirígete a tus piernas recordándoles que
no existe nada salvo Él (Hu), el Verdadero (al-Haqq), Exaltado sea Él, y
recuerda que todo lo que no es Allah, no son más que Sus Cualidades y Sus
Acciones. Esta es la visión verdadera. La de los seres perfectos. Si te
mantienes viendo y haciendo esto, en forma continua, tu estado (de
perfección) subsistirá por siempre. Esta es la meta final; y el poseedor de
esta remembranza continúa, no está velado por la creación de ver al
Verdadero, ni a la inversa tampoco está velado por el Verdadero de ver a la
creación. Tampoco está impedido de ver la Unidad por la multiplicidad, ni
está velado de ver la multiplicidad por la Unidad. El vivencia al Verdadero,
exaltado sea Él, está en lo Externo (adh-Dhhahir) en los fenómenos que se
ven. No podría ver a Dios como el Manifiesto por encima de todo, sin la
existencia de los fenómenos aparentes; como es el caso de algunos
monoteístas (religiosos). Sin embargo, no podría ser testigo de Su presencia
en lo aparente (lo Externo) sin una Manifiesta Realidad Trascendente, como
es el caso de los seres velados de los cuales ya he hablado. Ser testigo de la
presencia Divina, que emana de los fenómenos y que simultáneamente es la
Realidad que está por encima de todo, es la vivencia de los seres perfectos.
Concluyendo la visión (experimentar la presencia del Verdadero), es de tres
tipos: perfecta, deficiente y escasa. Acabo de explicar la visión del hombre
perfecto. En lo que respecta a la visión (experiencia del Verdadero) de los
monoteístas: ellos han priorizado a tal punto la visión de lo Manifiesto que
están consumidos en ella, y no pueden ver ninguna multiplicidad en la
creación. Esta visión es deficiente, porque implica la anulación y la
suspensión de los efectos especiales de los Nombres de Allah, Exaltado sea
Él (por ejemplo, niegan el rol activo de las Cualidades como se manifiestan
en la creación). Sin embargo el que posee esta visión está disculpado,
porque está aún en la tercera estación, y está superado por ella, pues la
tercera estación carece de perfección. En lo que respecta a la visión de los
estudiantes que comienzan, su visión es escasa porque están velados por la
creación (al-khalq), que les impide ver al Verdadero (al-Haqq) y en
consecuencia solo ven la multiplicidad de la creación. En lo que respecta al
hombre perfecto, el ve la multiplicidad con la visión de la unidad; ve la
unidad y la multiplicidad simultáneamente, sin que una vele la otra. Así que
el hombre perfecto puede ver al Verdadero sin que esta visión lo vele la
creación, y puede ver la creación sin que esta lo vele del Verdadero. Y el
primer grado de perfección, es la cuarta estación, an-nafs al mutma’ innah,
la que pasaré a explicar si Allah lo permite.
12 - El Ser Tranquilo, Seguro
An-nafs al mutma’ innah

Una exposición de su camino, su mundo, su “locus” o ubicación, sus


estados, su luz o fuente de arribo (warid) y sus cualidades.
Su camino es con Allah. Su mundo es la Realidad Muhammadan (al-haqiqa
al-Muhammadiyyah). Su “locus” es el secreto. Su estado es: serenidad
sincera, tranquilidad y seguridad. Su “warid” (para seguir ascendiendo) son
algunos de los secretos de la Ley (Divina). Sus cualidades son: generosidad
(karam), confianza (en Dios - tawakkul), tolerancia (hulm), veneración
(ibadah), gratitud, agradecimiento (shukr), estar contento con su destino,
paciencia en la dificultad.
Una de las señales que indican que el caminante está en la cuarta estación,
en la cual el alma se denomina “el alma tranquila, segura”, es que no
abandona su deber en ningún momento. Encuentra placer únicamente
cuando encarna la ética del elegido (Muhammad, salla allahu aleihi wa-
salam). Solo encuentra serenidad cuando sigue las enseñanzas del Profeta.
Esto es así porque esta es la estación de la maestría (tamkin) del Ojo de la
Certeza y de la fe perfecta (al-kamil), mientras que la estación anterior era
una de mutabilidad (talwin).
Cuando el caminante está en esta estación, las personas se deleitan
mirándolo y los que lo escuchan se deleitan escuchándolo; si hablara sin
cesar, sus palabras nunca serían aburridas o cansadoras. Esto es así porque
su lengua pronuncia solo palabras que están de acuerdo con lo que enseñó
el Mensajero de Allah (saws); y esto sucede sin que lo haya leído en algún
libro o escuchado de alguna persona. Es así porque su escucha no fue
sensorial; ha escuchado lo que Allah ha lanzado en su corazón secreto:
“¡Oh Mi amado!, Yo soy tu Secreto y tu eres Mi secreto”. Cuando el
bullicio del caminante se calmó y transformó en serenidad, y se ahogó en el
océano de la vida y las maneras corteses que le dieron un sentido de
reverencia y admiración permanente, Allah le concedió la veneración y el
carisma, manifestando (a través de él) las realidades del mundo en el
cosmos, la realidad de la aniquilación (fana’) y el verdadero conocimiento
(‘ilm - que viene de la gnosis o comprensión verdadera) del significado de
su frase: “Todas las cosas perecerán salvo Su Presencia” (Q28:88).
En esta estación es deber del caminante, reunirse ocasionalmente con la
gente, para derramar sobre ellos los regalos con que Allah lo ha bendecido a
él, y compartir la sabiduría que está en el interior de su corazón. ¡Oh ser
perfecto!, sal y encuéntrate con ellos y sobresale por dar el bien, tal como
Allah se ha distinguido por darte el bien a ti. Pero deja un tiempo para tu
retiro personal, porque en esta estación, estás en el nivel más bajo de
perfección, de modo que no te beneficia estar con gente todo el tiempo,
pues esto impedirá tu ascensión a las estaciones restantes, es decir a la
quinta, a la sexta, y a la séptima. Si encuentras que la reclusión es
beneficiosa, permanece en soledad, y si encuentras beneficio al encontrarte
con otras personas, entonces hazlo. La señal que muestra el beneficio en
reunirse, es cuando todos aquellos que están presentes se benefician de la
gnosis o sabiduría del corazón proveniente de lo que Allah te ha otorgado.
No me refiero aquí al conocimiento que se obtiene de los libros.
En esta estación, mantente ocupado con el cuarto Nombre que es “Ya
Haqq” (se pronuncia Ia Jaqq). Puedes usarlo con o sin la partícula Ya.
Recuérdalo tanto como te sea posible y no prestes ninguna atención a
aquello que se te aparece, y pídele a tu Señor que no te sea revelado nada
que pueda ocasionar que seas removido del sendero, y consiguientemente te
impida servirlo y estar parado ante Su puerta. Si lo que te es revelado no
tiene Su protección, será la causa de que seas retirado de la Presencia
Cercana, porque nadie puede habitar en la Presencia Cercana, salvo los
esclavos puros y fieles y los servidores que no resultan engañados o
arrogantes por ser exaltados (hasta el nivel de) ser capaces de penetrar y
atravesar los fenómenos sobrenaturales, de tal forma que escapa a lo que
puede hacer el común de la gente. Este es el motivo por el cual verás que
cuando Allah (subanahu wa-ta ‘ala) manifiesta algún evento extraordinario
(karamat; milagros, etc.) a través de las manos de sus protegidos y perfectos
servidores, ellos ni siquiera se dan cuenta y no saben si un milagro se ha
manifestado a través de ellos o no.
Sabe que cuando el viajero arriba a la Presencia Cercana (de la Divinidad),
todos los milagros le son accesibles como si estuvieran en la punta de sus
dedos, pero si el deseo más bajo del caminante solicita que se manifiesten
antes de que su tiempo haya madurado, y el trata de perseguir como
objetivo la realización de estos milagros, se agotará y será separado de su
objetivo, aunque el hecho sobrenatural haya sucedido. Hacer esto no lo
beneficiará en este mundo (dunya) ni en el mundo final (akhirah), porque
estos eventos siguen siendo parte de este mundo. Cuando comprenda esto,
se lamentará (de su apego a estos milagros) y llorará y se apartará de la
estación a la que tanto le costó llegar. Sabe que el alma que se ha elevado en
estos eventos sobrenaturales, no es fea en si misma pues ha sido honrada
con la generosidad de Allah. Sin embargo, perseguir estos eventos es una
fea cualidad que lo aparta a uno de la Presencia Cercana a Dios, ya que esta
cercanía solo puede ser obtenida a través de la esclavitud y el servicio, en el
cual yacen los secretos del Señor. No te detengas con ningún aspecto de la
creación, porque entonces eso en lo que te has detenido devendrá tu única
fortuna.
Sabe que en esta estación te inclinarás hacia las letanías, recitaciones o
invocaciones (al-award) y las suplicas. Amarás la Presencia del Elegido
(salla allahu aleihi wa-salam) con un amor que es diferente del amor que
sentías por Él antes de llegar a esta estación. ¡O perfecto y fiel creyente!, no
te sientas a salvo de tu ego (nafs) en ninguna estación porque la enemistad
está implantada en su propia naturaleza y no se puede confiar en el ego, y
no se está seguro de sus artificios engañosos, aún en el caso que se presente
como amigo. Esto es así porque el ser humano es vulnerable y está expuesto
a muchas aflicciones y dificultades durante su vida, y está sujeto a la
corrupción, de modo que debe liberarse de todo lo destructivo que lo
empaña.
13 - El Ser Satisfecho y Complaciente
An-nafs ar-radiyah

Explicando cómo se camina en esta estación, cuál es su mundo, su


ubicación (“locus”), su luz o fuente de arribo (warid), y sus cualidades.
Mostrando como ascender desde esta hasta la próxima estación.
En esta estación se camina en Allah. Su mundo es la divinidad (“lahut”). Su
ubicación (“locus”) está en el secreto del secreto. Su estado es la
aniquilación (fana’), pero una aniquilación diferente a la ocurrida con
anterioridad. La diferencia entre esta aniquilación y la previa, es que esta
última es la de una persona que está en la mitad del camino.
Sabe, mi amada, amado, que el estado de los que están al final del camino,
en el umbral de la subsistencia (“baqa”), es un estado en el cual los sentidos
quedan azorados o perplejos, de modo tal que estas personas no están
conscientes de los objetos perceptibles. La aniquilación de la que aquí se
habla, significa la extinción de las cualidades humanas como preparación
para llegar a la subsistencia (en Allah), y dura hasta que esta subsistencia es
alcanzada. La subsistencia, le sigue en forma inmediata a la aniquilación,
porque la aniquilación implica la Certeza de la Verdad (haqq al yaquin), que
comenzó en la estación previa; la diferencia consiste en que en la estación
anterior las cualidades humanas permanecían. En esta estación, estas
cualidades quedan aniquiladas y el ego no subsiste como subsistía en las
estaciones previas. Sin embargo el caminante todavía no permanece
completamente con Allah, como lo hará en la séptima estación. Esta
estación solo puede ser comprendida por experiencia directa. Sin embargo,
el guía perfecto, puede quizás explicar esta estación a un discípulo que ha
alcanzado un cierto grado de perfección.
Las cualidades del alma en esta estación son: desapego de todo lo que no
sea Allah (subanahu wa-ta ‘ala), sinceridad, fe, escrupulosidad, y
aceptación y contentamiento con todo lo que ocurre en el mundo, sin que su
corazón se agite y sin tener que recurrir a limpiar espiritualmente el daño
causado. Esto es así porque el alma está sumergida en la contemplación de
la Belleza absoluta. Este estado no impide que pueda guiar y aconsejar a las
personas, ni ordenarles (hacer el bien) ni prohibirles (hacer el mal). Todas
las personas que escuchan sus palabras se benefician con ellas. Su corazón
está ocupado con el mundo de la Divinidad (“lahut”) y el secreto del
secreto.
La persona en esta estación está ahogada en el océano de la cortesía con
Allah (subanahu wa-ta ‘ala). Sus súplicas nunca son negadas; pero por
modestia y cortesía esta persona no permite que su lengua pida nada a no
ser que exista una emergencia; en este caso si pide y su oración nunca es
denegada. Es amado y honrado por la gente, y respetado por aquellos que
tienen un alto rango y también por los que tienen un rango bajo, porque
vive en la Proximidad de la Presencia. “Seguramente hoy estáis establecido
en la confianza” (Q12:54). Así que las personas están obligadas a venerarlo,
aunque no comprendan cual es el motivo de su veneración y respeto. La
persona en esta estación debe entonces tener cuidado de no inclinarse hacia
la gente, especialmente hacia los opresores que pueda haber entre ellos,
para que el fuego de sus rasgos no lo toque, especialmente si estos
opresores son muy dadivosos con él, y él es pobre; pues el corazón está
inclinado a amar a aquellos que nos tratan bien, pero Allah (subanahu wa-ta
‘ala) dice: “Y no te recuestes en aquellos que injustamente (se) oprimen (a
si mismos o a otros), para no ser tocados por el fuego” (Q11:113).
Oh amado, ocúpate y permanece con tu Señor, y no te inclines hacia los
opresores, pues mientras te alejes de ellos y te ocupes con tu Señor, tu
anhelo aumentará. Y si Allah decreta que tengas alguna participación en sus
dineros, esta te llegará, incluso contra tu voluntad. Así que no te apoyes en
ellos ni anheles nada de lo que ellos tienen. No te alejes de ellos si vienen
hacia ti mientras estás en esta estación. Y aunque nada debes temer
proveniente de las maquinaciones astutas de sus egos, lo mejor es la
precaución; así que se precavido y mantente a salvo. Sin embargo, no hagas
que la gente te odie y se aleje de ti. La verdad es que la persona que está en
esta estación no tiene otra opción que encontrar descanso en Allah, porque
no tiene alternativa. Así que si te observas a ti mismo inclinándote hacia la
gente, sabe que no estás en esta estación, porque el poseedor de esta
estación está sobre el umbral del auténtico autocontrol y todos los sucesos
externos están bajo su autoridad. ¿Cómo puede entonces inclinarse o
confiar en otro que no sea Allah?
En esta estación mantente ocupado con el quinto nombre: Hayy (El Que
posee vida y no está sujeto a la muerte). Repítelo en forma sumamente
frecuente, para que tu aniquilación llegue a un fin y puedas llegar al
próximo paso: permanecer en la subsistencia en Aquel Que Vive, y entrar
en la sexta estación. Ascendiendo desde el umbral de la puerta en que estás,
hasta las Mansiones del Amado. Mientras estés ocupado con este Nombre,
tu aniquilación llegará a un fin y pasarás a permanecer en la subsistencia de
Aquel Que Vive; estarás calificado con cualidades perfectas, y este es el
significado de las siguientes palabras: “Yo devine la escucha por la cual
oyes y la vista de lo que ves”.
Sabe que existen Nombres de Dios, que se llaman subsidiarios, y que estos
Nombres son: El Que Otorga Favores (al-Wahhab); El Que Abre (al-
Fattah); el Uno (al Wahid); El Único (al Ahad): el Que se Autosostiene (al
Samad). En esta estación, ocúpate con los siguientes Nombres: Al Fattah, y
al-Wahhab conjuntamente con al Hayy, como te dijera antes. Esto facilitara
tu progreso y tu llegada hasta la sexta estación, ya que la estas necesitando
terriblemente; y escucharas maravillas cuando en ella estés.
14 - El Ser Complacido
An-nafs al-mardiyyah

Explicando cómo se camina en esta estación, cuál es su mundo o dimensión


de existencia, su luz o fuente por la cual se arriba (warid) y sus cualidades.
Aclarando como se camina hasta la séptima estación.
El camino en esta estación es desde Allah. Su mundo es el mundo visible.
Su “locus” o sitio es lo “Velado” o “escondido”. Su estado es la perplejidad
y su “warid” (fuente para ascender) es la Ley Divina. En esta estación se
abandona todo lo que no es Allah, y el caminante es gentil y amable con las
personas, las alienta hacia la rectitud y perdona sus pecados, ama a las
personas y siente el llamado para guiarlas- desde la oscuridad de sus rasgos
personales y sus egos -hasta la luz de sus espíritus; esta es una inclinación
hacia las personas que es muy diferente a la experimentada en la estación
del ego que ordena o comanda. Esta última tiene una cualidad negativa.
Una de las cualidades del alma en esta estación es que une el amor hacia
Allah con el amor hacia la gente. Esta es una cualidad maravillosa que no es
fácil de tener salvo para las personas que están en esta estación. Es decir
aquellos que están en esta sexta estación. Es por este motivo que el
caminante en esta estación no se diferencia de la gente común en su
apariencia externa. En su interior, sin embargo el caminante es la esencia de
los secretos y es el modelo viviente de las mejores cualidades posibles. En
su experiencia el caminante no ve a los “otros” como “otros” pues
contiene la totalidad del Conocimiento divino, que es muy diferente al
conocimiento obtenido a través de los libros. Esta alma se denomina el alma
complacida (“an-nafs al mardiya”) porque el Verdadero (subanahu wa-ta
ala) está satisfecho con ella. Su camino proviene de Allah, esto quiere decir
que obtiene el conocimiento que necesita directamente de la Presencia del
que Tiene Vida, del Que Subsiste por Si Mismo (“al-Hayy al-Qayyum”).
Así luego regresa - con el permiso de Allah -del mundo invisible, Oculto o
Velado, al mundo visible para beneficiar a las personas con aquello que le
fuera dado por Allah.
Su estado es la perplejidad, mencionada en el hadith (versículo) del Corán:
“Oh mi Señor Aumenta mi perplejidad en Ti!” Esta incertidumbre es muy
diferente a la de las primeras estaciones.
Una de las cualidades que tiene el caminante en esta estación es que
mantiene sus promesas y pone todo en su verdadera perspectiva.
Consecuentemente gasta dinero con liberalidad en la causa justa y
verdadera, a tal extremo que el ignorante puede pensar que es extravagante.
También puede suceder que gaste muy poco cuando considere que la causa
no es apropiada, y que el ignorante piense que es el más tacaño entre los
tacaños.
Si el caminante en esta estación, alabara a alguien que no fuera merecedor
de alabanza, esto aumentaría el sufrimiento de esa persona, y si culpara a
alguien digno de alabanza, no evitaría el derecho de esa persona a recibir (la
bendición prometida); pero en esta estación el caminante toma el camino
del medio en todos los asuntos.
Estos son los estados de los seres perfectos, que poseen corazones. La
cualidad del hombre perfecto está siempre balanceada y no se inclina hacia
la deficiencia ni hacia el exceso; este es un estado del que nadie es capaz
salvo el que está en esta estación. Esta cualidad (balance, equilibrio) es de
fácil descripción por la lengua, pero es difícil para el corazón en épocas de
tribulaciones y prueba. Todas las personas aman esta cualidad y les encanta
que se la atribuyan, pero en realidad es muy difícil y no hay casi nadie que
realmente la pueda encarnar.
Sabe que al comienzo de esta estación, la bendición es que la estación de la
vice regencia mayor (“al-Khalifa al-kubra”) comienza a vislumbrarse en el
caminante, y al finalizar la estación ya estará investido con esta
característica. Esta es la investidura referida cuando se dice: “Yo soy el
oído con el cual Él escucha, los ojos con los que Ve, la mano con la que Él
pega, y los pies con los que Él camina”. Por Mi él escucha, por Mi él ve,
por Mi golpea, y por Mi camina.” Esto es consecuencia de la cercanía que
ha alcanzado, el caminante, por las prácticas suplementarias (“nawfl”). El
esclavo renueva su esclavitud debido a su completa absorción en el
Verdadero. Comprende esto porque es muy exacto y sutil, y ten cuidado y
no malinterpretes esto porque te puede llevar a creer que tú eres el
Verdadero como piensan algunos no creyentes. Estos últimos leen libros
sobre “khawass” (los elegidos que contrastan con la gente común), que
Allah esté satisfecho con ellos, pero las personas que obtienen este
conocimiento de libros, no comprenden lo que significa; y malinterpretan
en especial los libros del Sheij Muhyid-Din Ibn al-‘Arabi, y sus malas
interpretaciones confunden a otras personas.
La adquisición de esta estación (“tahaqquq”) sucede cuando el caminante
llega a la estación de la aniquilación, como se dijera anteriormente, y
cuando sus características humanas indignas son aniquiladas. Estas
cualidades humanas indignas, son la fuente de sus reacciones y miseria.
Esta aniquilación ocurre porque el caminante busca la proximidad con
Allah a través de prácticas adicionales, lo que trae aparejado disciplina y
esfuerzo contra el ego, la Jihad (lucha santa) más grande.
En el Sendero de Allah (subanahu wa-ta ‘ala), Él con Su generosidad,
favorece al caminante otorgándole una cualidad efectiva, que lo compense
por la pérdida de aquellas cualidades aniquiladas con Su venia, ya que
Allah es El Dador. Esta cualidad otorgada por Allah, es la Certeza de la
Verdad. Ten cuidado y no sigas el sendero de aquellos que están
confundidos y desviados, aquellos que piensan que Allah, Elevado sea Él,
está ubicado en alguna cosa o que hay cosas localizadas en Él. Allah está
mucho más allá y en su trascendencia no puede ser localizado en el interior
de algo y nada puede a su vez localizarse en Su interior. La Verdad es que
estos asuntos no pueden comprenderse con la mente. Si la mente intenta
comprender cae en un estado de infidelidad sin esperanza (“zindiq”) y
comienza a tapar la Verdad (“kufr”). Esto es así porque estos temas no
pueden comprenderse sin el Sostén Divino, dado que la aniquilación
(“fana”) no puede ser vista en el exterior, y por consiguiente no puede ser
medida ni demostrada. Puede decirse lo mismo sobre la subsistencia en
Allah (“al-baqa”) y también respecto de la proximidad que ocurre por las
acciones voluntarias (“an-nawfl”) y la cercanía de las obligatorias (“fard”).
Lo que acabo de mencionar en este capítulo es únicamente para aquel que
está en esta estación; esta persona comprenderá todo lo que se dice, y es
más lo experimentará, si Allah así lo dispone.
Sabe que al final de las estaciones es cuando el caminante llega a su forma
Adámica, que era “qibla” (sitio de veneración) para los Ángeles. El
caminante encarnará esta realidad, la realidad digna de mérito, denominada
realidad Muhammadan, que es el secreto más grande de Allah, es la
“Sutileza del Señor”. Esta es la Proximidad Última a la Presencia del Señor.
Si el caminante llega a ella, está renovado por la esclavitud pura, el
servicio, la humildad y desvalidez. Y se conoce a si mismo por estas
cualidades, y conoce a Su Señor por Sus Cualidades de Señorío. Si uno se
conoce a si mismo humillado y aniquilado (en Dios), entonces entiende
que su Señor tiene Honor, Poder y Subsistencia. Esto explica la
correspondencia que existe entre la esclavitud y el servicio y los niveles de
Señorío. Y también como el Uno se imprime a Si mismo en el desválido
ante su Señor, tal cual fuera expresado en las siguientes palabras: “Ni mis
cielos ni Mi tierra Me contienen, salvo el corazón de Mi fiel, y creyente
esclavo y servidor Me contiene.”
Cada vez que el esclavo conoce a su Señor a través de la gnosis (ma’ rifa),
conoce el secreto inherente a la realidad de todas las cosas. Él dice: “Y Él
le enseñó los Nombres a Adán – todos ellos.” (Q2:31). Aquí llegamos a un
lugar donde las expresiones o las palabras son limitadas y no pueden
explicar el significado de los secretos, más allá de igualdades y analogías.
Exaltado sea Allah. Si esta forma (existencia original) te es revelada a ti,
sabrás que es la meta más grande de los caminantes, y es la casa más
elevada de aquellos que caminan (en el sendero de Allah). Esta forma
(original), es la materia más preciosa en la existencia de los perfectos. Pon
tu máximo esfuerzo para buscarla, siendo recto en el camino y haciéndote
con firmeza de la Ley Divina (ash-sharia) y mantente ocupado con el sexto
nombre que es el Sostén (al-Qayyum) para que las buenas obras de los
rectos sean las ofensas de los que han sido atraídos a la proximidad. Se
siempre cortés siguiendo las maneras de la cortesía (“adab”), de la Ley
Divina (“shari’ ah”), y las buenas maneras del Sendero (tariqa), y las
buenas maneras de la Realidad (“haqiqah”), y no permitas que ninguna de
ellas te distraiga de la otra, hasta que llegues a la séptima estación,
buscando ser renovado por la forma Adámica y por alabada realidad
Muhammadan.
15 - El Ser Perfecto
An-nafs al-kamilah

Una exposición sobre su camino, su mundo su locus, sus estados, su luz o


fuente de arribo (“warid”) y sus cualidades.
Sabe mi amado, que el camino del Alma Perfecta es por Allah. Su mundo
es la unidad en la multiplicidad y la multiplicidad en la unidad. Su”locus”
es el Más Velado u Oculto; la relación entre el Más Oculto y el Oculto es
como la que existe entre el espíritu y el cuerpo. Su estado es la subsistencia
(“baqa”), y su “warid” o fuente de arribo son todos los “warid” (pl.
waridat) de los nafs mencionados con anterioridad. Combina todas las
cualidades dignas de alabanza que se mencionaran en los capítulos
anteriores.
Sabe que el Nombre que ocupa al caminante en esta estación perfecta es el
que Impone o Compele (al-Qahhar) que es el séptimo Nombre. ¡Oh Tu que
Compeles, eres el Que Impone Sus deseos sobre la creación sin
resistencia!.
Esta es la estación más grandiosa porque la auténtica autoridad de la Verdad
sobre la falsedad se ha consumado, y el esfuerzo ha finalizado y el
resultado es un ser que se ha completado. El poseedor de esta estación no
tiene más deseos y ha adquirido la complacencia de Allah. De modo tal
que todos sus movimientos son actos de bondad y su aliento es una
expresión de poder y su autoridad surge de la veneración de Dios. Si la
gente lo ve, recuerda a Allah y como podría ser de otra manera, dado que él
es el Amigo de Allah y él es el amigo (“¿es tu amigo también?).
Este estado comienza en la cuarta estación; la cuarta estación es la estación
de los Amigos comunes, mientras que la quinta estación es la estación de
los Amigos especiales (“khawas awliya”) y la sexta estación es la estación
de la elite entre los Amigos especiales. A Él pertenece la Gloria, y no
puede impedirse lo que Él da y no puede darse lo que Él retiene.
Sabe que el Nombre el Que Compele (“al-Qahhar”) es uno de los nombres
del eje espiritual (“al-qutub”) y es desde este nombre, que el Qutb brinda
regalos, luces y buenas nuevas que hacen que los buscadores
experimenten alegría, felicidad y atracción en sus corazones. Son las
provisiones que el Qutb brinda a los caminantes como recompensa por su
remembranza y el esfuerzo que dirigen hacia su Señor. La persona en esta
estación está continuamente venerando a Dios, con su cuerpo, su lengua,
sus manos, sus pies, y con su corazón. Busca el perdón abundantemente y
es humilde. Su alegría y deleite es ver a la gente volverse hacia el
Verdadero. Su enojo y pesar es ver que se alejan del Verdadero. Ama al que
busca al Verdadero más que a su propio hijo carnal. Lleva mucho dolor, es
débil su cuerpo y movimiento. En su corazón no odia a ninguna criatura, a
pesar de que ordena hacer el bien y prohíbe el mal. Manifiesta amor a la
familia del amor. No se aleja de Allah porque lo culpen de alguna cosa; sin
embargo muestra aversión donde debe mostrarse aversión. Pone cada cosa
en su lugar. Si desea algo y se lo pide a Allah (“subanahu wa-ta ‘ala”),
Allah no desecha su pedido, sino que responde aprobando y otorgando.
Este es el estado de la Gente de la Verdad otorgada por Allah.
Escucha mi amado, y auséntate de este mundo. Permanece con la Palabra,
con el Dueño de la Palabra, el más amado, el Mensajero de Allah,
Muhammad (salla allahu aleihi wa-salaam). “Quienquiera esté satisfecho
con Allah como Señor y tenga a la entrega como camino (Islam) para
satisfacer la deuda espiritual (din: religion) y a Muhammad (“salla allahu
aleihi wa-salaam”) como Mensajero, ha saboreado la dulzura de la fe”
(“iman”). Esta dulce experiencia emerge de la felicidad y alegría de la
“gnosis” (conocimiento) y de poseer el conocimiento de la luz, que Allah
(“subanahu wa-ta ‘ala”) ha hecho habitar en los corazones de aquellos a
quienes ama. No existe nada más poderoso o glorioso que esta luz.
La realidad de la “gnosis” (conocimiento) es que el corazón toma su vida
del Uno que otorga la vida (al-Muhiy). Allah (subanahu wa-ta ‘ala) dice:
“¿Cómo es posible que tu tapes la Verdad respecto de Allah cuando
estabas muerto y Él te dio la vida?” (Q2:28). Y Él (“subanahu wa-ta ala”)
también dice: “nosotros les hemos dado a ellos y a sus padres las cosas
buenas (de la vida).” (Q21:44). Si el ego muere, el mundo denso se
remueve, y si el corazón muere, significa que el Protector (Waliyy) se
encuentra muy lejos.
Una vez le fue preguntado a un gnóstico: “¿Cuándo sabe el esclavo que
tiene gnosis verdadera?” El gnóstico respondió: “cuando ve al Verdadero
con una visión que aniquila todo salvo a Él.” Se ha dicho que al adquirir
gnosis verdadera, deja de verse cualquier cosa que no sea Él; y todo lo que
no sea Allah deviene más insignificante que una pequeñísima semilla de
mostaza. Allah dice: “Di Allah y déjalos.” (Q6:91) pues quienquiera vea a
Allah (“subanahu wa ta ala”), no mirara hacia este mundo ("dunya"), ni
hacia el mundo final (ajira). El sol del corazón de gnóstico brilla más que el
sol y cuando crece la radiación de su luz, es más placentera que la del sol.
“El Sol de Aquel de quien me enamoré ha ascendido durante la
noche,Iluminando todo, de modo tal que no permanece al atardecerEl sol
de cada mañana desaparece a la nochePero el sol del corazón nunca llega
al ocaso”.
Analizando la certeza (“yaquin”), podemos decir que esta tiene tres
dimensiones o aspectos:
-Conocimiento de la Unidad, y este es el conocimiento del creyente común;
-Conocimiento claro lógico y elocuente, y este es el conocimiento de los
eruditos y sabios; y
-Conocimiento de las Cualidades de la Singularidad y de Su Unidad, y este
es el conocimiento de los Amigos (“awliya”) de Allah, Exaltado sea Él, y
de aquellos a quien Él ha elegido purificar. A estos últimos les manifiesta
aquello que no les muestra a los están por debajo de ellos (en conocimiento
y rango). Allah otorga a sus Amigos la bendición de los milagros
(“karamat”), pero no está permitido que estos sean descriptos a ninguna
persona que no sea de su gente.

Allah elige a Sus Amigos (“awliya”) entre todas las criaturas, los purifica
para Sí mismo, y los elige. Sus vidas son Misericordia (“rahman”) y sus
muertes son una aspiración para cada caminante. ¡Benditos sean ellos!
El conocimiento a su vez tiene dos dimensiones:
-La afirmación de la Unicidad de la Unidad (al-Wahid) y del Que Impone o
Compele (al-Qahhar)
-Y conocimiento que, por ser de un grado más elevado que lo perfecto,
nadie tiene o puede conocer.
16 - La Unidad y el Desposeimiento (despojo)
At-tawhid wa at-tajrid

Los Amigos de Allah se han referido a la reunión, como siendo el


desposeimiento (tajrid) de la unidad (“tawhid”); se refieren al
desposeimiento que ocurre cuando uno comprende la Unidad Divina; y se
han referido a la separación como siendo la adquisición del esclavo (Ej. Lo
opuesto al desposeimiento)
Mi amado, abre tu corazón y permíteme explicarte que el conocimiento es
un árbol con tres ramas: unificación o unión (at-tawhid), desapego o
desposeimiento (at-tajrid) y singularidad (“tafrid”). La unificación implica
afirmación, el desapego implica fe, y la singularidad implica ser
únicamente para Allah. El primer paso hacia la gnosis es la unificación,
que significa cortar la provisión (del ego), el segundo paso el desapego,
que se refiere a las causas y el tercero, la singularidad (en percepción y
creencia) que significa la singularidad del Único y el levantamiento de
cualquier atributo accidental con respecto a Él y adscribiéndole a Él y a
ningún otro de los atributos de eternidad y de unicidad
El camino hacia el conocimiento tiene cinco aspectos: 1) estar en un estado
de admiración reverente ante Dios, interna y externamente. 2) la entrega
total a Dios en esclavitud y servicio (ubudiyyah) 3) ser y estar entregado
únicamente a Él y a nadie más 4) sinceridad con Él en el habla, la acción y
la intención; 5) observación en cada instante, de cada pensamiento.
Se cuenta que uno de los gnósticos dijo: “Salí con algunos de mis hermanos
a caminar y nos encontramos con algunos niños que tiraban piedras a un
hombre. Uno de los hermanos les pregunto: ¿qué les pasa a ustedes con este
hombre? Ellos respondieron: “Es un loco, que clama que ve a Allah
(“subanahu wa ta ala”)”. El gnóstico continua diciendo que él y los demás
se acercaron al hombre y encontraron que era bien parecido y que tenía en
él las características del gnóstico. Agrega que lo saludaron y le dijeron:
“Éstos niños dicen que tú clamas que ves a Allah (“subanahu wa ta ala”)”.
El hombre respondió: “¡aléjense de mí! Si yo lo hubiera perdido tan
siquiera durante un segundo, hubiera muerto hace ya una hora”; acto
seguido comenzó a recitar:
“El amado le pide a su Amado que esté satisfecho,Y el deseo del amado es
encontrarse con su Amado;Siempre observando a su Dios con el ojo de su
corazón,Pues el corazón conoce a su Señor y también lo ve;El Amado está
satisfecho con el amado que se acerca a Él,Más que otros que lo veneran,
porque el amado únicamente lo quiere a Él.”
Yo le pregunté: “¿Eres un hombre que ha perdido la razón?”. El respondió:
“Para la gente de la tierra la respuesta es que sí, pero para la gente del cielo
la respuesta es que no”. Le pregunté: “¿Cómo es tu estado con tu Protector
Allah?” El respondió: “Desde que lo conocí nunca me he desafectado de
Él”. Volví a preguntar: “¿Desde cuándo lo conoces?”. Y él respondió:
“desde que Él puso mi nombre entre los locos”.
17 - Inteligencia e Incapacidad
Al-‘ aql wal-‘ ajz

Shaddad Ibn al-Awad nos cuenta que el Mensajero de Allah (“salla allahu
aleihi wa-Salaam”) dijo: “La persona inteligente es aquella que desaprueba
su ser ególatra y se prepara para lo que viene después de la muerte, mientras
que el incapaz es aquel que sigue su ego y sus deseos bajos y deja para
después la confianza en Allah.” Sabe que de acuerdo con los hadith,
conducta (“as-suluk”) significa gnosis. La gnosis pertenece al esclavo y el
otorgamiento del conocimiento le pertenece a Dios, exaltado sea Él. La
gnosis es el más grande y honroso regalo que Allah otorga a sus esclavos.
Cuando Allah (“subanahu wa-ta ‘ala”) desea escoger un esclavo entre sus
esclavos para favorecerlo entre Sus criaturas, y cuando desea que el sol del
conocimiento surja en su corazón secreto, lo mira con sus ojos queriendo
darle este favor y en Su misericordia le abre la puerta para que pueda recibir
Sus obsequios. Luego lo honra con el estado de alerta, y lo despierta del
sueño de los olvidadizos. Posteriormente, lo bendice con estabilidad
(“tamkin”) expandiendo su corazón. Retira la muerte de su corazón,
dándole comprensión. Así la persona elegida comprende que lo que viene
de Dios solo puede ganarse con la obediencia; cuando comprende esto,
abandona el mundo de las ilusiones. Allah lo honra con modestia,
conciencia de Dios, y certeza, ya que la duda ha sido removida de su ser.
Si estas cualidades se reúnen en un esclavo, su corazón y su intelecto se
iluminan con la Luz divina, de modo tal que puede ver lo que está más atrás
de los velos y comienza a anhelar el Jardín. Las llamas de su fuego se
extinguen. Si la gnosis se imprime sobre algo, nadie puedo mirarlo sin
desfallecer ante su belleza y bondad. Todas las personas tienen alguna
cualidad deseable, y la cualidad deseable del creyente fiel es la gnosis. Se le
dijo en su momento a uno de los gnósticos: “te amo”. Y él respondió “si tú
conoces a Allah, Él será suficiente para ti, pero si no lo conoces, entonces
busca a alguien que lo conozca, y esta persona te lo mostrará.”
Sabe que la gnosis es como un árbol que un rey planta en su jardín. Es
sumamente estimada y productiva. Su fruto es dulce y sus hojas son suaves.
Sus ramas son refinadas y su tierra es pura. Su agua es fresca y su fragancia
es agradable. Su dueño es tierno hacia ella; debido a su excelencia
invaluable. Él está muy satisfecho con sus flores. Remueve todas sus
manchas e impide que le suceda ningún daño. Esto es similar al “árbol de la
gnosis” o árbol del conocimiento, que Allah (“subanahu wa ta ‘ ala”) planta
en el interior del jardín de su fiel creyente. Él lo cuida con Su generosidad
y le envía nubes de obsequios desde Sus tesoros de misericordia, a cada
hora. Le hace llegar la lluvia de eventos extraordinarios – milagros
(“karamat”) – que se derraman sobre él y los truenos y rayos del Poder
(Divino), para purificarlo del polvo acumulado en su camino de esclavitud
y servicio. Luego le manda brisas sutiles de bondad desde atrás de los velos
del Cuidado Atento, con el que Él honra a los Amigos, y mantiene el árbol
de la gnosis o árbol de la sabiduría por siempre. Con Su secreto, Él
graciosamente pasa por debajo de la sombra del Amigo, agregándole Su
propia fragancia, y removiendo las frutas malas e impuras con la guadaña
de la cortesía.
Si el gnóstico permanece un tiempo largo bajo el árbol del conocimiento
(gnosis) en la estación del secreto, y si su posibilidad de circular a su
alrededor se ve interrumpida, entonces se ve impelido a regocijarse con sus
frutos, de modo tal que estira su brazo y con su mano pura toma la fruta
entre sus dedos, y entra al interior de su sitio sagrado. Consume (la fruta)
con anhelo hasta que el fuego lo conquista. Entonces golpea con la mano de
la expansión el océano del amor afectuoso, y bebe un sorbo que lo intoxica
de modo que deviene ajeno a todo lo que no sea el Verdadero. Es una
intoxicación de la que no despierta hasta que no la ha experimentado
completamente. Entonces, con las alas del anhelo, vuela hacia aquello que
las mentes humanas no pueden comprender, ni tampoco tener conciencia de
su existencia.
Sabe mi amado, que es el derecho del gnóstico, a quien Allah ha honrado
con gnosis, no humillarse ante ningún otro. Este también es el derecho del
Amigo a quien Allah le dio la tarea de establecer Sus derechos. También es
el derecho de quienquiera haya sido honrado con Su compañía, no dirigirse
a otro que no sea Él. No debiendo tampoco dejarse llevar por los bajos
deseos.
Sabe que durante las noches, hay un elixir para los corazones de los
gnósticos que hace que sus corazones vuelen enamorados anhelando a
Allah. Aquellos que lo buscan a Él, y ninguna otra persona, han ganado la
pureza de este mundo y la del mundo final. Esa bebida es la bebida de la
perplejidad, y existen dos clases de perplejidad: a) la de estar perdido y
distraído, y b) la perplejidad de estar maravillado. La primera es la
perplejidad que viene como consecuencia de estar perdido y distraído, y es
para los que están agitados; la segunda es la perplejidad de estar confuso
ante tanta maravilla divina, y esta pertenece a los gnósticos anhelantes de la
presencia Divina. “Oh mi Señor, por la dirección de aquellos que están
perplejos, incrementa en mi la perplejidad ante Ti.”
18 - La Conciencia que vigila: El temor de Dios en
el corazón
Allah Exaltado sea Él dice: “¡Oh gente! Seguramente os hemos creado a
partir de un hombre y una mujer y os hemos multiplicado y unido en tribus,
para que podáis conoceros los unos a los otros. Verdaderamente el más
honorable entre ustedes en la percepción de Allah, es aquel que es más
consciente de Allah, y evita el mal. Allah es el Que todo lo Sabe, el
Consciente.”(Q49:13)
Anan bin Malik, nos cuenta que escuchó al Mensajero de Allah (salla allahu
aleihi wa-salam) decir: “La obediencia (Islam) es lo externo mientras que
la fe está en el interior del corazón y aquí, se encuentra conciencia que
vigila (“taqwa”).” Repitió esto tres veces mientras señalaba su corazón
(salla allahu aleihi wa-salam).”
Sabe que la conciencia que vigila (“taqwa”) se asienta en el corazón y allí
se afirma. Esta conciencia o “taqwa” gobierna la fe; a su vez la fe se
asienta, en la gnosis o conocimiento, pudiendo decir que el conocimiento es
su espíritu. Sabe mi amado, que Allah, Exaltado sea Él, ha emitido un
decreto para cada cosa, y por cada decreto un límite, y por cada límite una
causa, y por cada causa, un tiempo máximo y por cada tiempo máximo hay
una inscripción, y por cada inscripción hay una orden, y por cada orden hay
un significado, y por cada significado hay una verdad que es percibida, y
por cada verdad que se percibe hay una realidad, y para cada realidad hay
verdad, y por cada verdad hay una familia digna de ella, y para cada
familia que es digna, hay una marca. Por esta marca se distingue al
verdadero del falsificador. Para cada persona que posee un corazón hecho
para sentarse sobre la alfombra de la realización (de Dios) y de la
renovación de la gnosis, existe una marca que cae sobre su rostro y su
efecto aparece en sus movimientos, acciones y palabras; como fuera
expresado por Allah al decir: “Ustedes los reconocerán por su marca.”
(Q2:273). El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo:
“Quienquiera que esconda un secreto muy profundo, Allah lo viste con su
vestidura; si (el secreto) es bueno, será buena y si el secreto es malo, será
mala.”
A uno de los gnósticos se le pregunto: “¿Por qué los gnósticos tienen las
caras más hermosas y son reverenciados más que otros?”. El respondió:
“Porque ellos están a solas con Allah en su intimidad (“uns”) y fueron
atraídos cerca de Allah mientras se dirigen completamente hacia Él. Ellos
descansan y confían en Él con admiración reverencial y embeleso. De modo
que Él los viste con la Luz de Su gnosis. Hablan sobre Él y actúan para Él,
y a Él le piden, y a Él desean. Estas personas componen la elite de los que
están en primer lugar. Ellos solo buscan obedecer a Allah sin apego al
mundo. Ellos aconsejan al común de los mortales sin avaricia. Ellos anhelan
a Allah y siempre regresan a Él, Exaltado sea Él. Sus corazones están
maravillados y en un estado de admiración reverencial de Allah, no
cometen errores y sus corazones los protegen de las distracciones que
pudieran ocasionarles las pruebas que les ocurren con la gente. La
remembranza de Allah protege al gnóstico del murmurador malicioso (al-
khannas), su corazón se expande con gozo, su cuerpo es arrojado, su
corazón herido, y la puerta del Reino Angélico (al-malakut) abierta para él.
El corazón del gnóstico es como una lámpara, sus piernas (acciones)
obedecen a su corazón. Su lengua está ocupada recitando el Sagrado Qur’
an, su tez es pálida como consecuencia del temor a la separación de su
Amado. Su ser es una esencia que está en servicio del Universalmente
Compasivo. Su corazón está radiante por la luz de la fe. Su alma está
ocupada con la súplica a Dios, y su espíritu está ocupado con la proximidad
a su Señor. Su lengua describe el Señorío de su Amo y Señor, y sirve a la
eternidad en todas las direcciones. Las huellas de la esclavitud y servicio
están impresas en su alma. Su corazón venera al Único y Singular, pero su
secreto más íntimo es el éxtasis por la Divinidad, y en su interior, su
espíritu está inmerso en la Unidad, presenciándola.
Sabe que hay cuatro señales que pertenecen al caminante dueño de gnosis:
su amor por el Todopoderoso, su abandono de los extremos de exceso y
carencia, su obediencia a lo que ha descendido, y su temor (debido a su
gnosis total) de volver a la condición original perdiendo los cambios que
han ocurrido en él.
19 - El Ser Humano está con quien ama

Abu Musa al-Asha’ ry, que Allah esté complacido con él, narraba que el
Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) decía: “Uno está con
quien ama.” Sabe mi amado y amada que tú estás con quien amas;
quienquiera ame a un grupo de personas, camina en sus huellas. Sabe que
no podrás unirte a los elegidos hasta que sigas sus huellas, y seas guiado por
ellos, e imites su camino, y despierto o dormido vivas de acuerdo a su
doctrina, porque debes ser cuidadoso para ser uno de ellos. Un sabio dijo:
“Te rebelas en contra de Dios mientras exclamas que lo amas.Juro por mi
vida que esto es muy extraño; pues si tu amor fuera sincero, lo
obedeceríasSeguramente el amante es obediente con su amado.”
Este noble pensamiento revela el (sutil) amor de los gnósticos y te trae la
buena nueva que será posible unirte a ellos, si tu amor es verdadero y
sincero. ¿Es la religión diferente que amar por amor a Allah y ser rechazado
por causa de Allah? Seguramente, la pureza y el amor profundo elevan al
gnóstico a una estación de secreta intimidad con la Presencia. Y esto es
más de lo que les sucede a otras personas.
Sabe, mi amado, que el gnóstico conoce los secretos de los buscadores
porque presencia su anhelo. Los que adoran a Dios deben desarrollar en sí
mismos, completamente, la sinceridad del servicio y la esclavitud, mientras
que el gnóstico es quien les explica, como comprender y renovar las
condiciones necesarias, para ser un esclavo de Dios, entregándose
totalmente a Su servicio, para que , puedan atravesar las fronteras de la
esclavitud y servicio, y llegar hasta el Señorío, y puedan también
atravesar la frontera de la pobreza para llegar a la suficiencia. Allah
(subanahu wa-ta ‘ ala) dice: “ ¡Oh Gente! Son ustedes los pobres que
necesitan a Allah. Y Allah es el Auto-Suficiente (“al-Ghanniy”), el
Alabado (“al-Hamid”)” (Q35:15). Allah creó una causa para todo, e hizo
que la causa de la liberación del ser humano, fuera que este se estableciera
en su condición de esclavo y servidor (del Verdadero). Esto ha sido
expresado en Su dicho: “Y aquel que se guarde a sí mismo para Allah,
Allah decretará para él una salida.” (Q65:2). Esto significa que lo liberará
de la esclavitud de cualquier persona o cualquier cosa, salvo Él. Y luego le
brindará intimidad, amor y más anhelo de estar con Él. “… y preverá para
él desde donde nunca se hubiera imaginado.” (Q65:3). Existe también otro
significado para la frase: “quien se guarde a sí mismo para Allah.” Aquella
persona que preserva el secreto y lo protege no recurriendo a los velos
impuros de dirigirse a otro que no sea Él, “Allah le brindará una salida”, lo
cual significa que le dará una salida de los velos de la separación. “Y luego
Él proveerá para él”, lo cual significa que le dará la posibilidad de estar en
Su presencia y ser testigo de la misma (“mushahadah”), conexión directa
(“ta’ alluq”) y comunicación (“waslah”), “desde donde nunca hubiera
podido imaginar”
Dios quiso que el conocimiento de su propio ser sea condición para que el
esclavo pueda conocer a Su Señor. Quienquiera se conozca a sí mismo a
través de la esclavitud y servicio a Dios (“ubudiyyah”), conoce a su Señor
por Su Señorío (“ruhubiya”) y por Su presencia (“shahadah”); quienquiera
se conozca a sí mismo a través de la aniquilación (“fana” ), conoce a Su
Señor a través de la subsistencia (“baqa”); quienquiera se conozca a sí
mismo en la desolación y en falta, conoce a su Señor como el que Satisface
y el Dador; quienquiera se conozca a sí mismo a través de la pobreza,
(“faqr”) y permanezca de pie firme para Dios, conoce a Su señor como el
suficiente y el proveedor; y quienquiera sepa que su alma fue creada para el
Uno que lo cuida y protege, su necesidad de recurrir a cualquier otro se ve
reducida porque Allah es suficiente para él.
Se narraba que el Profeta (saaws) decía: “Quienquiera conozca a Allah,
establece Sus derechos.” Esto significa que quienquiera conozca a Allah a
través de su guía, se somete a Él; quienquiera conoce a Allah como su
Señor (“rububiya”), se encuentra con él a través de la condición de esclavo
y servidor (“ubudiyyah”), pero quienquiera conoce a Dios como el que
recompensa (con placeres) produce su propia caída al sufrimiento;
quienquiera conoce a Allah como el Auto-Suficiente, se verá satisfecho con
Él y no necesitará a otros.
Se narraba que Allah (subhanahu wa-ta ‘ala) inspiró a Dawud (David) –
saaws- diciéndole: “Quién me conoce a Mí, Me quiere tener y Me busca, y
quien me busca Me encuentra, y quien Me encuentra nunca elegirá otro
Amado, solo a Mi”. Quienquiera que conozca a Allah, lo ama; y quien lo
ama lo obedece; y quien lo obedece, aísla su corazón de cualquier cosa
salvo Él. Quienquiera este privado de gnosis, está privado de la dulzura de
la obediencia y también de la dulzura de la intimidad en Dios. Esta clase de
persona no realiza ningún esfuerzo en la relación y no conoce la Realidad
invalorable de Allah, consecuentemente los estados lo superan, y se cae del
sendero recto del secreto, que implica conexión con el Verdadero.
Quienquiera que conozca a Allah, pero en su corazón tenga una
preocupación por otro que no sea Allah, su postración a Dios, no es una
postración pura. Quienquiera que tema a Allah en todo lo que hace, está
seguro frente a Dios, en todo. Quienquiera que se retira a sí mismo de las
causas que ocupan a las personas, se conecta con las causas que ocupan a su
alma con Allah; quienquiera oculte los secretos de los corazones, los
secretos de lo Invisible le serán revelados; quienquiera que busque el placer
de Su Protector, no le importará la furia de ningún otro. Quienquiera esté
cercano y próximo a Allah, es un extraño para cualquier otra cosa.
Quienquiera desee beber un sorbo del amor de Allah, que dé, una bebida de
amor, a aquel que detesta aquello que no es Allah. Si tu corazón encuentra
descanso en algo que no es Allah, entonces tú no tienes nada que hacer con
Allah. El Mensajero de Allah (saaws) dijo: “Quienes se despierten
ocupados con algo diferente a Allah, no tienen nada que hacer con Allah.”
Allah (subnahu-wa-ta ‘ala) dijo a uno de Sus Mensajeros: “Quienquiera que
Nos desee, Nosotros lo deseamos a él; y quienquiera desee algo de
Nosotros, recibirá de Nosotros; y quienquiera nos ame, Nosotros lo
amamos; y quienquiera esté satisfecho por Nosotros más que con todo lo
que Nos pertenece, Nosotros estaremos disponibles para él, con todo
aquello que Nos pertenece.” El que me busque, Me encontrará; quien
busque a otro, no me encontrará. Quien me busque regresando a Mi en su
arrepentimiento (“tawbah”), me encontrará a través del perdón; y quien Me
busque a través del agradecimiento y la gratitud por los regalos recibidos,
Me encontrará a través de la recepción de nuevos obsequios; y quien Me
invoque, Me encontrará a través de la respuesta, y quien Me busque a través
de la confianza y seguridad, Me encontrará porque recibirá lo Suficiente; y
quien Me busque a través del amor, Me encontrará a través de la conexión
y comunicación directas (“mawalah)”; y quien Me busque anhelándome,
Me encontrará a través del encuentro (liaa’i) y la visión. Quien recuerde a
Allah, Allah lo recordará, y quien esté amando a Allah, Allah estará
amándolo a él y quien busque complacer a Allah, Allah lo complacerá, y
quien busque a Allah para no errar será guidado al sendero recto. El
Mensajero de Allah (saaws) dijo: “Quienquiera ame encontrarse con Allah,
Allah amará encontrarse con él; y quienquiera odie encontrarse con Allah,
Allah odiará encontrarse con él.”
20 - ¡Oh Ser humano! ¿Quién Eres?

Allah (subanahu wa ta alla) dice: “Cuando tu Señor le dijo a los Ángeles,


Yo pondré sobre la tierra un Jalifa”, ellos respondieron: “¿pondrás en ella
alguien que la corromperá y derramará sangre, (mientras que) somos
nosotros quienes te glorificamos y cantamos himnos alabándote?” El
respondió: “Verdaderamente Conozco lo que ustedes no conocen.”. Y le
enseño a Adán los Nombres – todos Sus nombres – y luego los hizo visibles
ante los ángeles y les dijo: “Díganme cuales son los nombres si ustedes son
sinceros.” Ellos respondieron: “Gloria a Ti. Nosotros no tenemos ningún
otro conocimiento más que el que Tú nos has dado. Verdaderamente Tú eres
el que Todo lo Sabe, el Absolutamente Sabio”. Él dijo: “Oh Adán dime sus
nombres”, y cuando Adán hubo dicho sus nombres, Dios dijo: “¿No les he
dicho que únicamente Yo conozco la realidad invisible de los cielos y la
tierra? Y que conozco lo que ustedes revelan y lo que esconden” (Q2:20-
33).
El Mensajero de Allah (sallah allahu aleihi wa-salam) dijo: “Allah creó a
Adán con Su propia forma.” (hadith al-Sahih Muslim). Sabe mi amado, que
Allah creó al ser humano y así lo manifestó: desde la separación (“farq”)
hasta la re-unión (“jam”) en la presencia. (12) Porque el propósito de la
creación del cosmos, es el Perfecto Ser Humano (“insan al-kamil”), el
animal humano que en su naturaleza original se asemeja al perfecto y que
emergió del mundo; todas las realidades que Allah creó están reunidas en el
interior del ser humano pero distribuidas en el cosmos. El Verdadero
convocó a las realidades existentes a través del cosmos y las reunió, luego
convirtió al ser humano en el tesoro en el cual estas realidades fueron
reunidas. De modo que todos los rostros del cosmos se dirigen hacia el
tesoro humano, para contemplar la integración de todas las realidades, que
se produjo por el Llamado del Verdadero; estos rostros ven la Recta
Presencia en movimiento hacia una dirección particular. Ninguna persona
en el mundo ha visto algo igual a esta Presencia. Desde ese tiempo, todos
los espíritus, desde los más oscuros parecidos al barro hasta los más
luminosos, están reflejados en la forma humana tal como lo expresara en Su
dicho: “(el Ángel Gabriel) tomó la forma de un hombre harmoniosamente
proporcionado para presentarse ante ella (María),” (Q19:17).
Esto también fue expresado por el Mensajero de Allah (salla allahu aleihi
wa-salam) que dijo: “A veces el ángel toma, para aparecer ante mí, una
forma similar a la humana.”
El espíritu no puede asumir una forma que no conoce, y no puede conocer
salvo a través de la visión. Antes de la creación del hombre, los espíritus
podían asumir cualquier imagen existente en el cosmos, salvo la imagen del
ser humano; pues a pesar de que los espíritus tienen la habilidad de
“imaginar”, no tienen la poderosa “facultad de imaginación” del ser
humano. Esto es así porque solo se puede imaginar si se si sigue una
descripción, y esta descripción es necesaria para que surja la facultad de
imaginar. De modo tal que los seres humanos, abarcan en su interior, todas
las jerarquías, de las cosas existentes en la creación. Para el espíritu, “la
imaginación” viene de la esencia de las facultades individuales o (de
fantasmas), y no de la esencia de las cualidades inmortales. Sin embargo, el
espíritu necesita tener la facultad de imaginar, pero esta es individual, de
modo que el espíritu imagina únicamente aquello de lo cual es consciente,
en el mundo manifiesto.
El cosmos se manifestó desde la no existencia a la existencia; pero el ser
humano fue elegido para moverse desde la existencia, a otra existencia, y a
otra existencia. La esencia de su existencia no cambia, únicamente cambia
la forma; la esencia viene de la luz de Dios. El hombre se manifiesta desde
una existencia diferenciada (“mufassal”) o macrocosmos, a una existencia
indiferenciada (“mujmal”): el microcosmos. El alma humana se ha
transformado: desde un estado de separación hasta un estado de re-unión,
mientras que el cosmos ha evolucionado desde la no existencia a la
existencia. Así que la diferencia entre el cosmos y el hombre, es la
diferencia entre la no existencia y la existencia. Este es el motivo por el cual
no existe en el cosmos nada que se asemeje al hombre.
Sabe que perfección significa que si no fuera por el hombre perfecto, la
totalidad de la existencia no se hubiera manifestado. Por la existencia del
Ser Perfecto, el propósito del cosmos accidental fue actualizado por Allah.
Si el cosmos accidental se manifiesta sobre la imagen de la pre-eternidad,
Allah es el Que Trae la contingencia, que es la Presencia del conocimiento
de la pre-existencia. Esta Presencia no puede ser completamente actualizada
en ningún aspecto de Su creación, salvo en esa imagen refleja que es el
hombre Perfecto. Este es el motivo por el cual se lo llama “el hombre
perfecto o completo”, él es el espíritu del cosmos, y tanto su aspecto sutil
como su aspecto más denso están sometidos a él, inclusive el animal
humano. El animal humano se parece al hombre perfecto en su apariencia
externa, pero no así en su ser interno que en realidad es su rango, del mismo
modo que el mono se parece al animal humano en la mayoría de sus
características externas (pero su rango es diferente al humano). Contempla
entonces el grado del animal humano en comparación con el Hombre
Perfecto.
Sabe que cuando hablamos de la esencia del cosmos, nos referimos a ti;
pues las causas no devienen existentes salvo por tu causa, para que tú
puedas manifestar su propósito, y no para que las causas puedan aparecer
en sí mismas. Esto es así porque cuando Allah deseó ser conocido, no
existía ninguna posibilidad de que este conocimiento existiera salvo a través
de un espejo; y la única creación que refleja Su Imagen, es el hombre
perfecto. El Mensajero de Allah (salla allahu aleihi wa-salam) dijo:
“Muchos hombres han sido perfeccionados, pero entre las mujeres
únicamente María, Asiyah y Aisha”. Por perfección el entiende conocerse a
sí mismos. Conocer tu ser es la esencia necesaria para conocer a tu Señor.
Sin embargo cualquier persona que esté en el umbral de las realidades- a
través del corrimiento de los velos y de las revelaciones divinas, ese ser -
sea él o ella-, es el ser humano más perfecto, y quienquiera descienda justo
por debajo de este nivel, él o ella son el perfecto ser humano y más abajo en
la jerarquía está el creyente fiel y el poseedor de claridad y discernimiento
intelectual, pero estos últimos no pueden trasmitir perfección a los
buscadores. Así que se puede diferenciar a los seres humanos en muchos
niveles y estaciones- entre el rango más bajo que es el animal humano
(aunque su aspecto exterior sea el mismo), y el rango más elevado que es la
sombra de Allah, el humano más perfecto que regresa a Él arrepentido y
deviene Su lengua y todas Sus facultades.
Mientras hubo mensajeros, el Hombre Perfecto era un mensajero, pero
cuando pasó la época de los mensajes, el Hombre Perfecto se convirtió en el
heredero (“warith”) de las cualidades dignas de alabanza. No había un
heredero (“warith”) durante los tiempos del Mensajero, porque el heredero
(“warith”) solo puede manifestarse después de la muerte de aquel a quien
hereda. Este es el motivo por el cual los Compañeros del Mensajero, no
alcanzaron este nivel mientras este último estuvo con ellos; y no todas las
almas son el espejo completo de la Divinidad; esta estación pertenece
únicamente a aquellas almas completas y perfectas de los profetas, quienes
son los más perfectos entre los seres humanos. Sin embargo, la Orden ha
descendido desde los comienzos, y continuará descendiendo hasta el final,
pero en el comienzo no existía nadie que pudiera recibirla y aceptarla, salvo
los mensajeros mientras tuvieran vida. Después esa receptividad comenzó a
existir en otras personas, además de los mensajeros, que aceptaron las
revelaciones Divinas en sus corazones.
Sabe mi amado, que todo lo que hace un animal no provine de la
contemplación, reflexión, o planeamiento, sino del instinto que le permite
saber cómo actuar; los animales tales como las arañas y las abejas, etc., no
saben de donde provienen estas reglas de la naturaleza. Este es el contraste
con el ser humano, que sabe y deduce una conclusión sobre cualquier tema,
a través del pensamiento, la reflexión, la contemplación y el planeamiento.
De modo que tiene completa conciencia del origen de sus acciones,
mientras que el resto de los animales carecen de esta cualidad. Es por esta
disposición que el ser humano se denomina “humano”, y no hay ningún
otro como él. Esta característica particular es común a todos los humanos,
pero el hombre perfecto es superior al animal humano dado que tiene la
habilidad de identificar los Nombres Divinos; recibió una cuota del poder
de los nombres cuando el Verdadero lo Eligió de entre todas las criaturas
del mundo; Él designó al ser humano perfecto como representante en
beneficio de toda la raza humana. Sin embargo, el ser humano trata de
tomar el lugar del hombre perfecto a través de la fuerza. Pelea por aquello
que no puede obtener salvo por Acción Verdadera. Existe una diferencia
entre las reglas que conciernen al hombre perfecto, y las que conciernen al
ser humano; el hombre recibe provisión, mientras que el hombre perfecto
tiene todo eso y más. Tiene la provisión divina, que el ser humano no puede
adquirir (salvo siguiendo el camino). Esta provisión divina lo alimenta con
aquello que verdaderamente lo nutre, proveniente de las ciencias del
pensamiento, la revelación, la bendición de experimentar la Presencia.
Posee todo ello y además un intelecto sólido, cualidades que el humano
(que no camina en el sendero de Allah) no tiene. Así que si un ser humano
no obtiene un nivel de perfección, es un animal cuya apariencia externa es
similar a la del ser humano. ¿Qué es un animal en comparación con el
humano a quien Allah creó sobre la forma del Universalmente
Misericordioso? Este ser humano perfecto es el espejo perfecto y el “locus”
de la virtud preferida.
Sabe que el universo es un “gran hombre” (“insan Kabir”) por su
significado y es también el santuario (“al-haram”). Allah (subanahu wa-ta
‘ala) dice: “Seguramente la creación de los cielos y de la tierra es más
grande que la creación de las personas, pero la mayoría no lo sabe.”
(Q40:57). Este es el motivo por el cual yo utilice la palabra significado.
Observa que Allah no se refirió a todos los seres humanos: hablo de la
mayoría no de todos. El hombre perfecto proviene del macrocosmos, y su
relación con el macrocosmos es similar a la que el espíritu tiene con el
cuerpo animal. El cuerpo animal es un pequeño universo (“alam saghir”).
Se lo llama pequeño porque, a pesar de que vino a manifestar el propósito
del eminente, es el “microcosmos” en comparación con la totalidad del
universo que es el “macrocosmos”. El epitome o compendio (“mukhtasar”)
es el hombre perfecto pues es el “último” existente en el cosmos y el
epitome no puede llegar a este estado salvo a través de las realidades
temporalmente originadas en la existencia y el Ser eterno .El cosmos es el
compendio o epítome del Verdadero, y el ser humano es el epítome del
cosmos. Por otra parte, el Verdadero es la pureza de lo más conciso, me
refiero al hombre perfecto. De modo que el animal humano es el epítome
conciso, “el hombre pequeño” del cosmos, mientras que el hombre perfecto
es el “hombre más elevado” y el epítome mayor. (De modo que el hombre
perfecto vino a la existencia sobre la Forma, pero no así el animal humano,
consecuentemente la perfección pertenece a la Forma.)
Allah (subanahu wa-ta ‘ ala) dice: “Oh ustedes dos (hombres y jinn, o sea
los dos extremos que están afuera del perfecto balance Divino), poseedores
de la carga pesada (“al-thaqalan”), Nosotros los agotaremos hasta que sean
nada.” Estas palabras son una advertencia, pero no van dirigidas al hombre
perfecto. Dado que la creación tiene estos niveles ontológicos (“wujudi”) y
dado que el perfecto nivel en la creación es el nivel del ser humano, todas
las especies en el cosmos devinieron parte del hombre completo y perfecto,
incluso el animal humano es parte del hombre perfecto.
Cuando el ser humano escuchó que fue creado sobre la forma del
Universalmente Misericordioso, el humano no hizo distinción entre el
hombre perfecto y el hombre animal, y se imaginó que por el solo hecho de
ser humano esto significaba que él era una presencia divina. Pero esto no es
así, sino que ser humano significa que tiene el potencial para ser una
Divina Presencia, y porque le ha sido otorgado este potencial es que puede
recibirlo. Únicamente entonces puede convertirse en una Presencia Divina y
en uno de los representantes (de Dios). El fundamento, es que aquel que
posee esta Divina Presencia, no actúa por sí mismo, sino que su actuar es en
realidad el actuar del Verdadero. La Acción del Verdadero es la propia
esencia de lo que el mundo es (en su interior y en su exterior). Y ustedes
conocen lo que hay en el mundo, y ustedes saben quién está obligado y
quién no está obligado, y quién niega (la verdad) y quién conoce (la
Verdad). Pero aquel que niega (la Verdad) no conoce (realmente). Nadie
sabe quién está obligado excepto el representante (de Dios) que posee la
Presencia Divina.
Si Allah no hubiera creado esta Presencia Suya, Él no hubiera dicho “Allah
es el Más Grande”, porque esta palabra “Más Grande” implica una
comparación, y se refiere a que Él es el Origen. Siguiendo esta guía el
perfecto dijo: “La creación de los cielos y de la tierra es más grande que la
creación de las personas.” Esto se refiere a aquellos que han olvidado Su
Presencia, de modo que esta comparación no es favorable para ellos, porque
los cielos y la tierra son el origen de la forma humana, y también la causa
de la existencia de su alma expresiva. Los cielos son lo efectivo, y la tierra
es lo que está por debajo, el hacedor es más grande que sus creaciones. Por
“cielos”, Él (“subanahu wa-ta ‘ala)” no se refirió al cosmos, pues Él
también dice: “Pero la mayoría de las personas no saben”. Este es el motivo
por el cual todas las alabanzas que utilizó Allah para alabar al hombre
perfecto, son en realidad, alabanzas hacia Si Mismo Porque Él es el Uno
Que le dio existencia (al hombre perfecto), como parte de Su Presencia.
Sabe que cuando Dios creó al humano como su Propia Presencia- Exaltado
en Poder, Honor, Dignidad y Gloria – los principios y normas de estas
cualidades fluyeron al esclavo de modo tal que estas normas presentan
exigencias al ser humano dado que contienen la Divina Presencia. De
modo tal que el ser humano tiene la capacidad de manifestar liderazgo, y
sobresalir de tal manera que puede influenciar a otros; consecuentemente
ejerce su influencia sobre otros y encuentra en sí mismo el deseo de
influenciar. Sin embargo las personas de (verdadero) poder, son aquellos a
través de los cuales aparece la Divina Presencia en la creación, y que no se
olvidan de sus cualidades de pobreza, humillación, esclavitud o servicio
(frente al Verdadero). Únicamente cuando observan una necesidad que
requiere de ellos que manifiesten la Presencia por la cual fueron creados,
hacen una manifestación particular indicada por el Verdadero.
La norma de la Presencia Divina exige que en lo que se refiere a su propia
realidad y esencia sutil, el hombre esté ubicado en oposición a los Nombres
Divinos (teniendo en cuenta que son incomparables). De modo tal que
ambas relaciones- la de similitud y la de incomparabilidad – vuelcan su
atento cuidado hacia la creación del ser humano, con prioridad sobre
cualquier otra criatura, pues Él lo ha hecho representante y lo ha hecho
completo y perfecto debido al conocimiento de los Nombres. Dios lo creó
como Su Presencia Divina, y el hombre es la más perfecta Presencia Divina
existente en la creación. De modo tal que el hombre perfecto se puede
considerar opuesto desde el punto de vista de la Divina Presencia (“didd”);
ello es así porque la estación de esclavitud y de servicio a Dios en la que se
encuentra, no se vería beneficiada si se convirtiera en Señor o si reflejara
señorío. Es diferente a los demás en el sentido de que el Verdadero se
manifiesta en su escucha, su visión y en todas sus facultades. De modo tal
que Allah lo sostiene en Su propia Esencia. Esto se menciona en un hadith
“al-Qudsi “(palabra divina):
“Yo devengo el sonido con que él escucha, la visión con la que él ve y la
lengua con la que habla.”
21 - El hombre perfecto une en sí mismo la
presencia divina y la universal
Insan Al-Kamil Jam’ I Surathu-L-Haqq Suratu L’Alam

Sabe mi amado, que el cosmos es la Presencia del Verdadero, pero el


hombre perfecto es tanto la presencia universal como la Presencia del
Verdadero, de modo que es la presencia más perfecta. Esto fue expresado
por el Mensajero (“saws”) cuando dijo: “Verdaderamente Allah creó a Adán
a Su imagen y semejanza.”
Este cosmos es lo más hermoso y perfecto y no existe posibilidad de que
exista uno mejor, porque eso significaría que habría otro más perfecto que
Allah, exaltado sea Él (de modo que la perfección es la cualidad intrínseca
de todas las cosas). Adán proviene del cosmos, y fue creado por Allah a Su
Imagen y Semejanza, y no hay nada más perfecto que la Forma del
Verdadero. El humano es la apariencia externa en la cual se reúnen todas las
realidades del cosmos, pero el hombre perfecto es aquel en el que se unen
las realidades del cosmos y las del Verdadero, y con ello la representación
(de Dios) se convierte en realidad. Esto fue expresado por un gnóstico que
dijo: “No puede negarse que Allah es Capaz de reunir el cosmos en una
persona.” Siendo este el hombre perfecto que reúne las realidades del
cosmos y la Presencia del Verdadero (“subanahu wa-ta ‘ala”).
Nada existe en el cosmos que no tenga una parte de la Presencia Divina, y
la totalidad del cosmos es la Presencia Divina, y el hombre perfecto es el
que ha ganado ambas. Esto es así desde la perspectiva de que a pesar de
haber sido afectado por los cielos y el cosmos, en lo que se refiere a su
creación física, a pesar de ello, el hombre perfecto es la Presencia Divina en
su espíritu, de la misma manera que lo es la totalidad del cosmos. Esto fue
expresado por el Mensajero de Allah cuando dijo: “Verdaderamente Allah
creó a Adán a Su imagen.” Se discute a quien se refiere la palabra “Su”. En
una tradición (“hadith”) de menor autenticidad, se dice que es: “la
Presencia del Universalmente Misericordioso.” (suratu-l-Rahman). Sin
embargo, la presencia del cosmos no se completa sino con la existencia
humana. (Si no existiera imperfección, la perfección de la existencia no
podría actualizarse).
Todo lo que existe viene en pares; hay dos lados o dos caras (Allah dice
que Él es el Único que da a todo su forma y su función) (Q20:50) y esto es
lo mismo que referirse a la perfección de esa cosa creada, de modo que
nada le falta. Así que existen: a) el ser humano perfecto y b) el cosmos que
existe a través del ser humano perfecto, y ambos tienen la forma del
Verdadero: ambos son la Presencia del Verdadero. El verdadero es el que
Actúa y el cosmos es aquello que recibe ese actuar; es el “locus” o sitio
dentro del cual se recibe la actividad que deviene manifiesta a través de las
formas, que cobran existencia a partir de las cualidades que descienden,
una después de la otra, como por ejemplo la unidad y la separación, etc. El
ser humano perfecto es más notable que el cosmos, a pesar de que es una
parte necesaria para completar la presencia del cosmos. Así que el perfecto
ser humano, es aquel que ve la unidad en la multiplicidad; es el más
perfecto desde la perspectiva de todo el cosmos porque es la réplica del
cosmos, centímetro por centímetro. Esta Presencia continua
permanentemente “uniendo”, “juntando” y no puede entenderse salvo a
partir de esta cualidad de unión, de modo tal que no tiene razón de existir
salvo por su función de unir y de separar únicamente para volver a unir.
Allah dice: “Les mostraremos Nuestras señales en el horizonte y en sí
mismos, hasta que sea evidente que Él es la Verdad.” (Q 41:53). Además el
ser humano perfecto es una realidad que no acepta el contraste de los pares;
cada atributo se encuentra incluido en el interior del otro. “Allah creó a
Adán a Su imagen.” Así que el ser humano perfecto contiene tanto la
presencia universal, como el reflejo de la Verdad (“al-Haqq”), y se ve
favorecido por esta totalidad. El Verdadero creó al hombre perfecto como
una réplica de la totalidad del cosmos. Así que todo lo que existe en el
cosmos está en el interior del ser humano. El hombre es entonces la Palabra
que Reúne y el noble compendio de todo .Todas las realidades Divinas
dirigidas a la creación del cosmos, tuvieron el propósito principal de traer
al ser humano a la existencia. Así que Allah creó al ser humano dentro del
mejor molde y lo manifestó como una réplica completa y perfecta en la cual
las imágenes, de todas las realidades de las contingencias, fueron unidas,
como lo fueron también los Nombres del Pre-Eterno. Allah (“subanahu wa-
ta ‘ala”) lo estableció como un significado que conecta ambas realidades
(la eterna y la contingente). Lo creó como un “ barzakh” que reúne los
resultados y las sutilezas que le dan origen. Dicho de otro modo, la
manifestación de las cosas y la ocasión de manifestación; lo ocasionado no
tiene existencia sin la ocasión, consecuentemente todo lo que llega a existir
en una ocasión tiene una cara que mira hacia la ocasión y una cara que mira
hacia Allah, y es en consecuencia un “barzakh”. Y la sutileza del ser
humano no es manifiesta salvo en las proporciones y equilibrio del cuerpo.
(Q32:9). Así que tiene una cara que mira hacia la naturaleza y una cara que
mira hacia la Divinidad y es consecuentemente un “ barzakh” (está entre el
cielo y la tierra). Con Sus manos Él perfeccionó Su creación, le dio
hermosura a su pintura a través de Su atento cuidado. El hombre perfecto,
por su creación, se corresponde con los Nombres Divinos y por su ética
intachable se distingue en los mundos elevados y bajos; de este modo se
distingue entre todas las otras criaturas. Por su recta creación Allah
denomina a Su secreto “como una semejanza” en la Presencia de los
secretos. Distingue su luz entre las demás luces, y establece un lugar de
cuidado hacia él, en la presencia de la dualidad. Y le regala el ojo de su
protección, lealtad, fidelidad, y la vice regencia en el mundo creado,
poniendo esto en su interior y a su disposición. La Unidad deviene
manifiesta en las partes y permanece escondida en la totalidad; la unidad
deviene manifiesta por el “dos” hacia la infinidad, pero cuando una de ellas
(ej.: la unidad) desaparece de su relación con el número, el número también
desaparece. El perfecto ser humano es la misericordia más inmensa, una
misericordia más grande que la misericordia de cualquier otra criatura,
porque el hombre perfecto es la sombra de Allah en esta tierra.
El Verdadero (“al-Haqq”) creó al hombre perfecto (“insan al-kamil”) a su
imagen (“sura”), y lo hizo la evidencia de Sí Mismo para cualquiera que
quiera conocer, por experiencia directa (“shuhud”), no mediante
intelectualización. Esta es la manera de ver a través de las Señales en el
horizonte, tal como Él expresa cuando dice: “Nosotros les mostraremos
Nuestras Señales en el horizonte”. Al decir esto el Verdadero no se refería
únicamente a las señales, se refería además al hombre perfecto a quien
establece como evidencia del conocimiento, a través de la revelación divina
o el levantamiento de los velos (“kashf”) y de la experiencia directa
(“mushahadah”); a esto se refiere el Corán, cuando Dios agregó, al final del
mismo ayat (versículo): “…y en sí mismos”
Debido a que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de la
presencia divina (“mithal)”, es la sombra de sí mismo. La sombra nunca
se separa de sí misma, pero a veces aparece ante los sentidos, y a veces se
esconde de los sentidos. Cuando se esconde, la persona lo intelectualiza, y
cuando aparece es visto por cualquier ojo que esté mirando. De la misma
manera, el hombre perfecto se intelectualiza en el interior del Verdadero
como una sombra, y cuando se esconde en el interior del Sol, no aparece.
Este es el hombre perfecto desde el comienzo hasta el final, y no hay final.
Él es visto por el Verdadero; pues se describe al Verdadero como teniendo
Visión, y cuando Dios “extendió” y sacó al exterior la sombra de Sí
Mismo, apareció el hombre perfecto ante Su Presencia. “¿Acaso no has
visto como tu Señor estira la sombra y la saca hacia fuera? Y si quisiera
podría haberla dejado quieta (Q25:45). La palabra “sakina” (permanece
quieto) significa “constante” en el caso de aquel que es Su Sombra. Esto
significa que cuando Allah no “estira” al hombre perfecto, no aparece
ninguna esencia particular de él en la percepción más baja de la existencia.
Solo aparece Allah; de modo que la existencia del hombre perfecto
permanece (“baqa”) por la existencia eterna de Allah, mientras que todo lo
demás tiene existencia, únicamente mientras Allah así lo disponga. Este es
el motivo por el cual las personas que tienen percepción han dicho: “¿no
habéis visto como vuestro Señor “extiende” su “sombra?” (Q25:45). El
menciona “como” y “sombra” para implicar que no aparece salvo como una
Divina Presencia proveniente de Aquel a partir del cual se “extendió”. Así
que su creación es la misericordia, pues el extenderse de la sombra custodia
a la misericordia, y no existe ningún ser que tenga mayor misericordia que
el hombre perfecto. Por otra parte, no existe nadie que sea más severo en el
castigo y en la venganza que el animal humano; pues aunque el hombre
perfecto puede castigar, su castigo contiene misericordia, mientras que el
castigo del animal humano es más severo.
22 - Los caracteres del hombre perfecto

“Vosotros lo conoceréis por sus caracteres.” (Q2:273)

Sabe que ignoras tu verdadera realidad, la que contiene la Divina


Presencia, mientras no comprendas el significado de lo que dijo el
Mensajero: “El creyente fiel es un espejo para sus compañeros.” El creyente
fiel se ve a sí mismo en el espejo de su hermano o hermana, y su hermano
o hermana, se ve a sí mismo en él. Y esto solo es verdad en la presencia del
divino nombre: “Otorgador de la Fe” (al Mu’min). Allah Exaltado sea Él
dice: “Ellos son tus hermanos en la religión (din).” (Q9:11). Así que ellos
tienen fe en Él, o más bien, lo conocen a través de cada cara y de cada
forma (Q41:54). Y el Mensajero (salla allahu aleihi wa salaam) dijo: “El
creyente fiel es una “multiplicidad” en relación a sus hermanos y es “uno”
en relación a su ser individual (“nafs”). De modo que él sabe que los
nombres divinos son como los fieles creyentes: hermanos. En consecuencia
“trae reconciliación entre hermanos y hermanas.”. Esto significa que si los
nombres se oponen uno con el otro- como por ejemplo el que Exalta (al-
Mu’izz) y el que Degrada (al-Mudhill), o el que Daña (ad-Daarr) y el que
Beneficia (an-Naafi’) – el resto de los nombres no concuerdan uno con
otro, si los hermanos-hermanas se oponen unos a otros no estarán en
“carruajes de fina trama” (Q56:15-16). No existe ningún nombre que pueda
reconciliar los nombres divinos salvo el nombre divino “el Señor” (“al-
Rabb”). Este nombre es el reconciliador y el nombre que da resguardo y
seguridad al ser humano como espejo. Si alguna persona observa esta
característica en sí mismo, podrá darse cuenta que él es el vice regente
(“khalifa”) debido a lo que observa de la Divina Presencia.
El animal humano no tiene espejo, a pesar de que tiene la forma de un
espejo, porque no está pulido ni está reflejando; el óxido se ha acumulado y
aparece en su superficie. Así que el Verdadero, Exaltado sea Él, no le brinda
a ningún animal humano el poder de ordenar o prohibir en este mundo, ni le
da a ninguno de ellos la vice regencia o la Forma universal. Pero le da todo
ello al hombre perfecto. Cualquier persona que quiera conocer su grado de
perfección, que mire en su interior para observar si tiene la habilidad de
ordenar o prohibir, o de dar o determinar una forma sin la intermediación de
la lengua y sin una mano (la ayuda) de una criatura, salvo el mismo- si
observa que tiene esta habilidad entonces la calidad de la vice regencia se
encuentra en él. En su perfección – el hombre perfecto- tiene la habilidad de
iluminar las cosas y clarificarlas con una luz que proviene de su Señor,
porque es testigo de la presencia de Dios en sí mismo. Si este hombre
ordena, prohíbe, o comienza a determinar la existencia de una forma a
través de la intermediación (“ wasita”) de uno de sus miembros , pero nada
sucede a partir de este accionar, puede decirse igualmente que él está en el
camino hacia la perfección, porque lo que no sucede por su orden a través
de un intermediario no muestra que su perfección se deteriore. Pues la
presencia Divina que aparece en la creación, Allah (“subanahu wa ta ‘ala”),
da órdenes a Su gente a través de las lenguas de Sus mensajeros (saws) y de
Sus libros. Algunos de ellos obedecen y algunos de ellos se rebelan. A
medida que los intermediarios se elevan, solo queda la obediencia, que es la
característica especial perteneciente únicamente al hombre perfecto. El
animal humano no es obediente. (Encontramos un ejemplo en el Corán
(Q4:164) cuando Allah habla directamente con Moisés (Musa) levantando
todos los intermediarios.) Esto revela que el animal humano y el hombre
perfecto comparten la habilidad de crear utilizando sus miembros, pero el
hombre perfecto tiene más habilidad para actuar con aspiración
(“himmah”). Una herramienta humana perfecta es la aspiración y para el
hombre perfecto se asemeja a la Voluntad Divina; y si esa Voluntad está
dirigida a que alguna cosa comience a tener existencia, será imposible que
esta cosa no sea. Es por esto que fue dicho que la similitud creativa (o
imaginación-khayal) es la realidad que se está expresando como el hombre
perfecto. Se ha afirmado que la similitud creativa está relacionada con el
poder o posibilidad del Verdadero de dar existencia (a las contingencias);
con la excepción de Si Mismo. Esto se debe al hecho de que no hay nada
que refleje la Verdad como él; pues en su Ser, existe todo lo conocido salvo
su ser egocéntrico (“nafs”). La relación entre los seres existentes y el
Verdadero es como la relación existente entre la similitud creativa y el ser
perfecto que tiene maestría (“tamkin”), realización y actualización (tahqiq).
Si el Verdadero te establece en la estación de esclavitud absoluta
(“ubudiyyah”) sin que tengas rastros de señorío en tu interior, entonces eres
verdaderamente Su vice regente (khalifa). Esto es así porque no existe
norma o regla para el que ha sido instruido con una tarea, respecto de esa
tarea. De modo que el hombre perfecto es el vice regente, y Dios le ordena
el deber de esclavitud sin ninguna cuota de señorío. Esto es así porque el
vice regente es independiente (del mundo) de la misma manera en que la
Esencia Divina (“Dhat”) es independiente de la creación. De modo que el
hombre perfecto es la mano de Allah, en el dominio de Allah, en Su
propiedad.
Sabe que en el comienzo Allah creó un ser humano perfecto; este fue Adán
(salla allahu ‘alayhi wa-salam). Luego Allah clarificó cuales eran los
niveles de perfección de todos los humanos; de tal manera que aquel que
adquiere esta perfección, es el que yo deseo, y quienquiera desciende de
este nivel, tiene algún grado de humanidad que permanece en él, de modo
que no es el hombre perfecto. Ninguno de los seres existentes contiene al
Verdadero salvo el hombre perfecto. Y solo lo contiene a través de su
aceptación y receptividad de la Presencia Divina. Él es la manifestación del
Verdadero y el Verdadero es el Uno que manifiesta las realidades del mundo
a través de Su Espíritu, que es el ser humano que fue la última especie que
apareció en el cosmos. Su comienzo es real y su final es real. Desde la
perspectiva de que él es la Divina Presencia, es el primero, y asimismo es el
último desde la perspectiva de la forma (ej.: el cuerpo). Es él entonces el
manifiesto con dos presencias, y es el que está oculto en las formas debido a
lo que contiene de la Presencia Divina. Este (secreto) se reveló debido a la
ignorancia de los ángeles respecto al rango de Adán, a pesar de que Allah
(subanahu wa-ta ‘ala) le hubiera informado que Adán era el vice regente.
¿Cómo hubieran sido ellos si Él no les hubiera informado sobre esto? Adán
estaba oculto y no podía ser visto por ellos que pertenecen al Mundo más
Elevado. Ellos conocen lo que hay en el Mundo Final y tienen algún
conocimiento del comienzo; si los ángeles hubieran sabido lo que había en
el comienzo, no hubieran sido ignorantes respecto del rango de Adán
(saws), y no supieron incluso después de que Allah lo identificó como el
vice regente. De modo que el conocimiento de los ángeles, y de todos los
seres existentes, viene porque Allah se los otorga y no del propio
conocimiento de su ser.
23 - El Significado de Al-Qutub

El pivote o eje de un tema o situación es aquello que gira alrededor de ese


tema o situación. No existe nada en la existencia que no tenga espíritu e
imagen. Así que cada pivote tiene un espíritu y una foto o imagen. Los
espíritus de un asunto circulan alrededor del espíritu de su pivote, y las
imágenes del asunto circulan alrededor de la imagen de su pivote. De la
misma manera, existe un tipo de pivote que existe en el mundo de las
personas. Nos referimos al segundo significado de la existencia del cosmos
y no al primero; pues el primer significado (o propósito) de la existencia del
cosmos es la adoración de Allah, y al decir esto me refiero a la veneración
de la gnosis. Gnosis es la existencia que se completa. Sin embargo, cada
especie del cosmos es completa, pero no perfecta; y el cosmos no fue
perfeccionado salvo por la creación del ser humano perfecto. Más abajo del
rango de ser humano perfecto está el animal humano, nombrado por su
(distinguida, y sin embargo) limitada característica, “el parlante” o “animal
expresivo”.
Los “Qutub” son los seres humanos perfectos. Allah creó el mundo del
cuerpo y el mundo de la forma en dos niveles: el primer nivel es el “mundo
denso” y el segundo nivel es “el mundo final”, y Él creó a sus habitantes:
los humanos y los jinn. Pero el que consideraremos aquí es el humano, y
entre los humanos nos referiremos al perfecto que combina todos los
estados y estaciones, ya sea por su originalidad o por la vice- regencia. A
veces se expanden con un reinado libre, y cuando una estación circula
alrededor de uno de los perfectos, se destaca entre las gentes de su nación
durante su tiempo, y se lo llama el Qutub. Así que el gobernante (espiritual)
de una nación se denomina el Qutub de esa nación, y el sheij de un grupo se
llama el Qutub de ese grupo. Es necesario que en cada pueblo haya un
amigo de Allah, y por su presencia Allah protege el pueblo, sea que ese
pueblo consista de fieles creyentes o de aquellos que cubren la verdad; ese
Amigo es el “Qutub” de ese pueblo. Esto es similar en el caso de los dueños
de las estaciones. Es necesario, por ejemplo, para los abstinentes tener un
“Qutub” alrededor del cual la abstención circule durante su tiempo. Esto es
cierto también respecto al resguardo o confianza total en Allah
(“tawakkul”), el amor (“mahabbah”), la gnosis (“ma ‘rifah”) y todas las
otras cualidades, estaciones y estados. Es necesario que cada cualidad tenga
un “Qutub” alrededor del cual circula esta estación. De modo que el Qutub
es aquel alrededor del cual circula la administración del molino de las
cualidades divinas, afirmando aquello que es beneficioso para el mundo
estando consecuentemente apoyado por milagros y Signos.
Sabe que el Único “Qutub” que alimenta a todos los profetas, mensajeros y
a todos los pivotes designados, es el espíritu de nuestro Patrono Muhammad
(saws), desde el origen de la humanidad hasta el Día del Juicio. Se le
preguntó alguna vez al Mensajero de Allah (saaws): “¿Desde cuando eres
Profeta?”. El (saws) respondió: “Desde que Adán estaba entre el agua y el
barro.” Así que su nombre fue hecho para sanar heridas; era un experto en
sanar todo tipo de heridas, como la herida de enamorarse, la herida de la
opinión, las heridas del mundo denso, las heridas de Satán, y las heridas del
alma. Esta sanación también apareció en la lengua de todos los profetas. Él
(saws) era un experto, ¡y tenía también conocimiento sobre el sitio del
nacimiento de su cuerpo en la Meca!
Este espíritu digno de alabanza tiene manifestaciones en todo el mundo. Su
manifestación perfecta está en el interior del “Qutub” de su tiempo y entre
esos gnósticos “elegidos”, y nobles Amigos, y en el Sello de los Dignos
Amigos de Muhammadan, y en el Sello de los Arrolladores e Irresistibles
Amigos, es decir Aquel que es Guidado (“al-Mahdi)” y su compañero, Isa
(Jesús) (alayhim wa-salaam).
“La Gloria pertenece a Allah, el Señor del Poder y el Honor,Libre de todo
aquello que se le atribuye;Y paz sea sobre los Mensajeros,Y todas las
alabanzas pertenecen a Allah, el Señor de los Mundos”
24 - Glosario Arabe/Español

‘Alam al-qudsi: El Reino de Dios


‘Alam saghir: Literalmente, pequeño mundo, refiriéndose al mundo físico.

‘Irshad: Guia para obtener la madurez espiritual.


Ad-Dajjal: El que argumenta a favor de la falsedad haciéndola aparecer
como verdad y como si el fuera lo verdadero (ejemplo Dios)
Ad-Du'a: Súplica, es invocar huildemente a Dios pidiéndole que nos
conceda un pedido.
Adh-Dhat: La Divina Esencia, el Ser

Al Tibb ar ruh y: Medicina espiritual


Al-‘Aql al-awwal: El Primer Intelecto: El Intelecto puro universal que
recibe conocimiento directo de la Esencia Divina.
Al-‘ujb: Admiracion hacia uno mismo proveniente del ego, orgullo.

Al’Awliya: Los leales aliados de Allah. Algunos lo traducen como los


Amigos de Allah: los santos.
Al-Abrar: Las personas piadosas.

Al-Adl: La Justicia o el Justo

Al-Af`al: Acciones, hechos.


Al-Ahad: El Único- Uno de los Hermosos Nombres de Allah.

Al-Ahadiyyah: Unicidad

Al-Akhfa: El Más Encubierto.

Al-Aliyy: El Más Elevado, uno de los Hermosos Nombres de Allah


Al-Amanah: Al que nos encomendamos, confiamos
Al-Arif: El conocedor de Allah, el gnóstico

Al-Arsh: El trono de Dios

Al-Asrar: Los secretos

Al-Award: Colección de invocaciones especiales recomendadas por los


Maestros Sufies para sus seguidores a ser recitadas en forma regular o en
momentos determinados

Al-Awwal: El primero sin comienzo. Uno de los Hermosos Nombres de


Allah

Al-Azim: El Glorioso. El Poderoso. El Grandioso. El Tremendo. Uno de


los Hermosos Nombres de Allah

Al-Barzak: El Reino intermedio entre el cielo y la tierra.

Al-Bukhl: Avaricia, mezquindad.

Al-fath al-‘azam: La Más Grande Conquista, la Apertura Más Grande


Al-Ghadab: Enojo, ira

Al-ghaybah: Desaparecer en Allah, estar ausente del mundo consumido


por el reino invisible.

Al-hakim: El Sabio. Uno de los Hermosos Nombres de Allah.

Al-haram: Lo prohibido por Allah

Al-ibadah: Veneracion, adoracion

Al-imam al mubin: El líder espiritual que clarifica la verdad.

Al-jadhbah al-ilahiyyah: Atraccion Divina

Al-jawhr: La esencia mas profunda


Al-jihad: Lucha. Al-jihad al-asghar: es la lucha externa, al-jihad al-Akbar
es la lucha interna contra el ego

Al-kalamat al abadiyyah: Palabras eternas

Al-kamil: El ser completo o perfecto

Al-kamilah: La mujer completa o perfecta.


Al-karamat: Regalos espirituales extraordinarios

Al-lawa’ih: Las tablas o reglamentaciones

Al-lawh al mahfuz: La Tabla Reservada

Al-muhaqiqun: Aquel que comprende y verifica la verdad y vive de


acuerdo con ella.

Al-mulhammah: El inspirado

Al-muntaha: El destino final

Al-muqarrabun: Aquellos atraidos a la proximidad de Dios

Al-Muraqaba: Vigilar y observar el propio corazon, intenciones y acciones

Al-nafsanayyah: Estados psicológicos

Al-qahir: El Irresistible, el Supresor. Uno de los Hermosos Nombres de


Allah

.Al-qalam: La Pluma Divina

Al-Qutub: El Polo, El Magneto


Al-Samad: El eterno, El Uno que satisface cada necesidad. Uno de los
Hermosos Nombres de Allah
Al-shirk al-asghar: Politeismo menor: asociar a Dios en forma inconciente
con otros socios: amor al dinero, o cualquier otra cosa que sea mas
importante que Allah para la persona. Incluso afirmar que se tiene el mismo
conocimiento o perfeccion que Dios, el Absolutamente Perfecto en todo que
no tiene nada ni nadie como El ya que es El Absoluto.

Al-taba`i al salima: Rasgos naturales sanos.

Tabib al-Arwah: El médico de las almas

Al-waqi’ah: El Incidente Inevitable: nombre de una sura del Sagrado


Corán.

Al-warithu-l-muhammadi: El heredero del Profeta Muhammad, aquel que


heredo el conocimiento de las cualidades dignas de alabanza.

Al-wisal: Reunión, conexión.

An-Naafi´: El Que Beneficia, uno de los Hermosos Nombres de Allah

An-nafs ar radiyah: El alma satisfecha o contenta

An-nawafil: Las oraciones suplementarias o adicionales

Ar-ruh al hayawani: El alma animal

Ashab al-yamin: Los poseedores del Derecho (traducido frecuentemente


como los Companeros de la Mano Derecha).

Ash-shahwa: Lujuria

Ash-shawq: Anhelo, añoranza

Asma: Los Nombres

As-salkin: Los que caminan por el sendero hacia el Verdadero

As-suluk: Los que navegan por el camino hacia el Verdadero

At-tahqiq: Comprender, verificar, actualizar.

At-tafakhur: Actuar de manera presumida

Tajalli adh Dhat: La epifania de la manifestacion de la Esencia Divina.


At-tajalli al-ahadiyyah: La epifania de la manifestacion de la unicidad de
la Esencia Divina.

At-Tajalliyat: Las Divinas epifanias o manifestaciones

At-Tajrid: Encuentro de las cualidades unificadoras, a partir de la


diversidad de las formas.

At-tathir: La purificación

Bariqat: Centellos.

Basira: Tomar conciencia, vision interna

Bast: Expansión.

Dhawq: Experiencia de Anhelo del Amado

Farq: Separación
Fasiq: Lujurioso

Fujur: Disoluto, vicio, corrupción

Ghabtah: Aspiración Exhultante

Hasad: Envidia. Celos

Hayaman: Locamente enamorado o perplejo.

Hayba: Augusto, solemne

Hiqd: Envidia

Hulm: Paciencia, contención, clemencia

Ibadah: Veneracion

Ifrat: Romper el ayuno

Ihsan: Benevolencia excelente


Imaniya: Relacionado con la fe

Inabah: Regreso o sustitución

Irada: Voluntad.

Irshad: Guia hacia la madurez espiritual

Jahannam: El infierno

Jawhar: La esencia mas profunda

Karam: Generosidad.

Kathrat al-kalam : Hablar en exceso

Khashya: Estar maravillado, reverencia.

Khatif: Densa

Loci: Plural de locus o contenedores.

Madad: Asistencia espiritual, Provision extendida

Maqam la-qutbiyyah: La estacion del polo o la estacion de magnetismo

Mawalah: Comunicación directa, guarda, protector

Muffasal: Detallado
Mujmal: Sumariamente, sintetizando, lineamientos generales

Mukashafa: La accion de sacar los velos

Mukhtasar: Sumariamente, sintéticamente

Raja’: Esperanza

Riya: Hipocresia. Duplicidad, falta de sinceridad

Riyada: Practicar, ejercitar

Rububiyya: Señorio.
Ruhani: Espiritual

Siddiqun: Los genuinos

Sijil: Fósil, barro crujiente.

Su al khuluq: Malas maneras, mala actitud.

Sunnah ar-rasul: El camino de los Mensajeros


Ta-‘yin: Obediente

Ta’alluq: Adherirse, asisrse.

Tafrit: Trasgresión, dejarse llevar, soltarse


Tahaqquq: Comprensión, Verificación, Actualización.

Tahqiq: Comprender, verificar


Tajaliiiatu-l-af’ al: Epifania o Manifestacion de las Acciones Divinas

Tajrid: Encontrar las cualidades unificadoras a partir de la diversidad de las


formas
Talib: El que busca, el que persigue

Tamkin: Maestria. Establecerse sólidamente


Tanbih: Alertar

Tawakkul: Dependencia sostenerse y confiar en Allah


Tariqah: El camino

Ubuda: Esclavitud. Servidumbre.


Uns: Amabilidad, cortejo, intimidad gozosa.

Warid: Pensamiento Nuevo que penetra, Fuente de arribo del pensamiento


que proviene del intelecto puro o mente blanca.
Waslah: Conexión.
Wisal: Conexión intima y directa con la Divinidad.

Wusul: Llegada. Arribo.


Yawm al-hisab: El dia de Ajuste de Cuentas
Yawm al-mi’ad: El Dia del Encuentro Designado

Sadaqah: Caridad
Zindiq: Libertino.

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