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Texto 1 Unidad 2: “Dependencia y desarrollo en América Latina” de Cardozo,

Fernando y Faletto, Enzo.

Presentado por: Yeison Alexander Narváez Pinta.

Inicialmente el texto se aproxima al abordaje desde el análisis tipológico de las sociedades


latinoamericanas; sostiene que estas se encuentran en un estado de transición entre lo que
se considera como sociedad tradicional hacia un estado conocido como sociedad
moderna. Tal abordaje tiene diversas posturas críticas: unas sostienen que los conceptos
de tradicional y moderno son muy amplios y concretos, en los cuales es aventurado
englobar a la compleja sociedad latinoamericana. Otra crítica señala que la dinámica
económica de fases –de subdesarrollo a desarrollo por exportaciones o por sustitución de
importaciones- no tiene una relación con las estructuras sociales tradicionales y
modernas.

Se podría llevar a cabo una clasificación social por las etapas de desarrollo, aunque esta
carecería de la interpretación de las sociedades en etapas de transición, etapas en las que
además de un nuevo modelo económico, también prima una nueva configuración social
de poder y dominio de una clase social sobre otra. En este sentido, si se desea analizar a
una sociedad desde variables puramente económicas –desarrollo, empleo, poder
adquisitivo- no se puede establecer, por ejemplo, como surge dicha sociedad o la lucha
entre sectores que desean mantener o romper el orden anterior al que se inicia.

Como anteriormente se ha mencionado, los conceptos de tradición y modernidad no


necesariamente vienen a corresponder con un nivel de subdesarrollo y desarrollo
económico respectivamente; en algunas ocasiones se evidencia una exclusión por parte
del grupo tradicional en sociedades desarrolladas, o la modernización de aspectos sociales
de una sociedad determinada, aunque económicamente se mantenga dependiente, o sea,
no haya logrado una autonomía o desarrollo.

Ahora el texto remite a la singularidad histórica de cada transición de las sociedades


tradicionales hacia sociedades modernas, especialmente en Europa occidental y Estados
Unidos, entendiendo que para comprender a las sociedades subdesarrolladas en su camino
hacia la modernización hay que estudiar cada paso que han dado las sociedades europeas
y estadounidenses hacia ese estado, dejando a un lado las particularidades que se han
generado en otros puntos geográficos. Esta comprobada la inexactitud del estudio
entendido de este modo, dada las características políticas y sociales de América Latina y
su no correspondencia con las de las sociedades modernizadas, ya que se caería en señalar
comportamientos anómalos a aspectos que, desde el punto de vista históricos, han
caracterizado a América Latina.

Una de esas características latinoamericanas es su nivel de implicación social en la toma


de decisiones, aspecto que desarrollaron sociedades subdesarrolladas y desarrolladas
paralelamente y que fue señalado de ser precoz en América Latina. Un camino del análisis
comparativo entre dinámicas desarrolladas y subdesarrolladas sería el que ofrece el
“efecto de demostración”, aunque para abordar estas aproximaciones de tipo económico
y social hace falta que la sociedad latinoamericana haya llevado a cabo una característica
específica: que esté muy implicada en la toma de decisiones políticas. Sin embargo, para
estudiar las dinámicas sociales hay que adentrarse en el estudio de la estructura social,
abordando como ayuda la aproximación al “efecto de demostración”.
Para el análisis sobre el desarrollo de una sociedad cabe aproximarse tanto a los aspectos
estructurales de dicha sociedad, pero además desde una perspectiva social hay que
abordar la evolución histórico-económica que ha tenido dicha sociedad, además del papel
que en esas sociedades han tenido los movimientos sociales y los actores políticos, así
como su dinámica de lucha de intereses de una sociedad determinada. En este sentido, el
texto aboga por una interpretación de los factores sociales y económicos, no su simple
yuxtaposición, poniendo especial atención a la evolución desde una perspectiva
histórica.

Para llevar a cabo el estudio desde esta perspectiva, hay que analizar las relaciones de
clase de una determinada sociedad, en concreto la dinámica de poder que ejercen los
grupos dominantes sobre los dominados y su influencia en la esfera política. Ello se debe
a la necesidad de esos grupos dominantes de ejercer una influencia –sino un control- de
la esfera política para poder desarrollar su modelo económico de forma cómoda. Lo
importante es tener en cuenta las características de las sociedades latinoamericanas y sus
componentes estructurales, así como factores externo e internos, para analizar tanto su
subdesarrollo, así como su camino hacia el desarrollo (entendido este como la articulación
socio-económica de la sociedad).

Ahora, el texto se refiere a la relación histórica que han mantenido periferias y centros, y
su papel en la configuración de las realidades de subdesarrollo y desarrollo. La
incorporación y el papel que ha jugado cada sociedad subdesarrollada en el sistema
mundo tiene unos antecedentes específicos, como su pasado colonial de dependencia a
determinados centros. Ello ha llevado a cabo que desde este enfoque se pueda comprobar
la existencia de diferencias no solo de tipo social y económico, sino del papel que juega
cada economía en el sistema mundial de producción en el contexto capitalista, así como
las relaciones de poder y de dominación que presentan. Por ello, el análisis actual de los
países subdesarrollados que se enfocan en su naturaleza de “economías primarias” no
tiene en cuenta su nivel de dependencia –desarrollado históricamente- con respecto a los
centros.

Sin embargo, esos análisis de los centros y periferias no necesariamente corresponden


con las realidades de dependencia o no de los países desarrollados, dado que algunas
naciones pueden presentar rasgos de autonomía sin que consigan con ello no alcanzar un
grado de bienestar, poder adquisitivo o desarrollo parecido a los países desarrollados.

Con la idea cómo el pasado colonial ha afectado a la incorporación de la región


latinoamericana al sistema productivo mundial, ha de tenerse en cuenta que América
Latina no sólo tuvo un carácter de dependencia durante toda su vida colonial, sino que al
plantearse como naciones independientes esa relación de dependencia no pudo romperse
debido a la configuración de un nuevo modelo de dependencia muy vinculado a los
mercados externos

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