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Shidoku: El Rey de los Abikú

Para comprender un tanto mejor este tema, debo comenzar por hablarte un poco más detallado, el
tema Abikú. Abikú, se compone de las palabras “Abi”, “el que posee”; y la palabra “Ikú” que
significa “muerte”; por lo tanto, se traduciría como “el que posee la muerte”, cuyo concepto
sería, “predestinado para morir”. Sin embargo, contrario a nuestra creencia cultural, tenemos al
Abikú Omode, que se refiere a niños y que es el más difundido y el Abikú Agba, que se refiere a
personas jóvenes o adultos, que mueren sorpresivamente, presentando con esto, una
modificación del orden natural de la vida, donde los hijos deben morir, después que los padres.
Como te he dicho ya, es un error pensar que solo niños pueden ser Abikú. El Odu de Ifá Otrupon
Oyekun, nos habla de este fenómeno y en el Odu Iroso Ogbe, nos habla de cómo hasta el
Babalawo de este Odu, puede ser Abikú y hay que hacerle una obra en el propio cuarto de Ifá.
No vivamos engañados en que solo niños, pueden ser Abikú. La especialidad en el trato de estas
entidades, recae sobre el Babalawo Eggunólogo o el Ozainólogo.
En todos los casos, estos escogen morir en momentos importantes de su vida como adultos o
niños, dependiendo del Abikú que estemos hablando. Estas entidades viven en sociedad en el
cielo y aprovechan todas las oportunidades, para bajar a la tierra, en el vientre de alguna mujer
incauta que pase por los parajes solitarios, por donde se dice que suelen asechar. El conocimiento
de estas entidades, está muy difundido en África Occidental y no solo entre los yorubas, quienes
adoptaron el concepto de los Igbo, que los llaman Ogbanje.
Los Abikú, son considerados por la cultura yoruba, como parte de una legión de "demonios" que
habita en los bosques o alrededor de los árboles de Iroko y el árbol de higo blanco o Chorona.
Del árbol del cual cada uno de estos Àbíkú nace, ya llevan con ellos el día y hora que se
remontarán nuevamente a la "otra cara de la vida", para irse con sus "amigos" de los bosques de
Iroko. Generalmente, este tiempo se define entre el nacimiento y los siete años de vida. Así, para
garantizar que estos niños permanezcan en el mundo de los vivos, se toman medidas como
hacerlos olvidar las fechas y, por tanto, a sus "amigos del otro lado".
Muchos son los Odu de Ifá que nos hablan de estos seres, así como también son múltiples los
tratamientos, que Ifá nos da contra ellos. Nuestras historias de Ifá, nos dicen que ciertas ofrendas
hechas con conocimiento de causa, son capaces de retener en el mundo a los Àbíkú y hacerles
olvidar sus promesas de regresar al cielo, rompiendo así el ciclo de sus constantes idas y vueltas
entre la tierra y el cielo, porque una vez que el tiempo marcado para volver haya pasado, sus
compañeros se arriesgan a perder poder sobre ellos.
Según el investigador Pierre Fatunmi Verger en su artículo, A Sociedade Egbe Òrun dos Abikü
as Criancas Nascem para Morrer Varias Vezes, Universidade Federal da Bahia, Afro-Asia 14-
1983), nos dice que efectivamente encontramos información con respecto a los Àbíkú, en varios
Odus de Ifá. Las historias, que encontramos en los diferentes Odus de Ifá, nos muestran, según
Verger, que los Àbíkú en el cielo forman una sociedad llamada Egbá, presidida por Iyàjansà
(madre-pare-y-se va) que rige sobre los varones y Olókó (jefe de la reunión) que rige para las
niñas. Sin embargo, es Aláwaiyé (rey de Awaiyé), quien los introdujo al mundo por primera vez,
en su ciudad natal de Awayié (Hoy Ado Awaye, Oyó, Nigeria). Es allí, donde está el bosque
sagrado de los Àbíkú y donde los padres de este, van a llevar ofrendas de modo que se queden en
el mundo.
Las historias, también nos dirán cuáles son las acciones a tomar cuando de un niño o persona
Àbíkú se trata. De hecho, sus “amigos celestiales” no aceptan así tan fácilmente la falta de
palabra del Àbíkú refrenado en el mundo por las ofrendas, Ebbós, encantamientos y talismanes
preparados por los padres, de acuerdo con el consejo de los Babalawos. No siempre estas
precauciones son suficientes para sostener a los niños Àbíkú en la tierra. Iyàjanjasà es, muchas
veces, más fuerte. Ella no deja que funcione lo que las personas hacen para retener en la tierra a
los niños.
Como puedes ver, muchas de las cosas que hacemos por Ifá, tan solo son paliativos a la situación
que afrontan los padres de la criatura. Según los yorubas, contra los Àbíkú no hay remedios. Tal
como te dije Iyájanjàsá u Olókó los atraerán a la fuerza para el cielo. Los cuerpos del Àbíkú que
mueren así, a la fuerza, con frecuencia se mutilan. Esto lo hacen con el objeto que estos seres,
pierdan sus atractivos y sus amigos en el cielo no deseen jugar con ellos y, sobre todo, para que
este espíritu Àbíkú maltratado de esta manera, no desee venir más al mundo.
Ahora que estás más claro en el concepto de Abikú y como “Trabajan” las deidades a las que
rinden obediencia, vayamos al tema que nos interesa. Como vimos, el jefe o rey de los Abikú en
África, es llamado Aláwaiyé (rey de Awaiyé). En Cuba, nosotros lo conocemos como Shidokú y
según nuestro Odu Otura Osa, es la divinidad que preside el nacimiento de los niños Abikú. Este
mismo Odu, nos indica los secretos para su confección.
Shidoku es una deidad para que el Babalawo pueda pactar con los Abikú, en caso que dentro de
sus ahijados o consultados encuentre un niño, joven u hombre Abikú y de esta forma pueda
trabajar en el proceso de dejarlo en la tierra y no se vaya para el cielo. La forma de pactar con
esta divinidad, nos la muestran los Odus de Ifá Oshe Iwori y Obbara Oshe, aunque hay otras
formas más de pacto.
Esto, bajo ningún concepto, es algo que se haga solo en Cuba, también es obvio que tiene sus
raíces en las propias tierras yoruba, entre otras, donde para retener un Abikú, a menudo se
construye un santuario como el que se muestra en la foto y esto, tambien es hecho en el monte, a
las afueras de una ciudad. Allí se hacen sacrificios, tal como nos muestra Willoughby Deming,
en su libro, Understanding the Religions of the World: An Introduction. Esta es la forma en que,
se trata también a los Abikú en África, haciendo muñecos de todo tipo de materiales y tronos,
para implorar a estas deidades negativas que administran a los Abikú, les permitan quedarse.
Esto es precisamente para lo cual el Babalawo criollo monta el fundamento de Shidokú y se va al
monte a pactar con él, inclusive a una planta específica.
Vale resaltar el hecho, de que, aún entre los yorubas, los Abikú son llamados por diferentes
nombres. Esto, también te da una idea que no hay distinción entre tratar a un Emere y tratar a un
Abikú, aun cuando sus “Tareas” sean diferentes. Así, tenemos a Emèrè, el que toma/usa el
beneficio; Elérèé, El que exhibe una actitud misteriosa; Èrèé igbó, Ser misterioso que vive en el
bosque; Onípààrà, El que repite visitas, Gbrun, La sociedad en el cielo; Èsèkú orun, los seres de
las hadas en el cielo; Egbe èwe, La sociedad de los niños pequeños.
Sin embargo, poco o nada se habla de otras deidades ligadas a Ochún, específicamente Ochún
Iyumu, donde también nos muestra otras deidades que son montadas para trabajar contra los
Abikú y de las cuales, nos habla el Odu de Ifá Oddi Meyi. Veamos el Patakí:
En este camino Keleyi era una hija de Ochún que estaba atormentada horriblemente por la
constante muerte de sus hijos. Su mente no estaba en reposo, pues los abikú, siempre estaban
sobre ella.
Un día fue a casa de Orunmila, quién le hizo osorde y le vio este Ifá y le dijo: “Eso te sucede por
haber abandonado la atención a tu madre Ochún Iyumu; pues tú sólo te has ocupado de trabajar
apilando ñames y de los placeres de la vida y no te has ocupado de ella, tienes que usar siempre
sus manillas y bañarte con tu hierba secreta, para que puedas progresar, además, tienes que poner
a Ochún y a Ifá a comer juntos. También tienes que adorar a Otoro Epon y a Ewuyi, que son los
dos espíritus que viven con Ochún Iyumu, cuando tú hagas todo esto podrás tener hijos.
Keleyi obedeció las palabras de Orunmila y pudo alcanzar la felicidad de lograr a sus hijos y ser
grande en la tierra.
Antes de seguir, es importante que veas que esta historia nos enseña, que hay dos formas en que
los Abikú puedan atacar y atormentar a los padres: Una con niños que nacen y mueren pronto y
otra, donde los niños mueren non natos o sea antes de poder nacer o nacen muertos (àsbí). Según
el Dr. George Olusola Ajíbádé, en su artículo Àbíkú Songs in Yorùbá Land, para la revista
Journal of African Music and Popular Culture, estas dos formas de Abikú se clasifican como
Àrùn-sọ-ón-dàbíkú.
Ahora bien. Volviendo a Oddi Meyi, Otoro Epon es un espíritu que vive con montado en un
muñeco que come paloma y Ewuyi es un espíritu infantil, que vive en un muñeco que come
gallo. Estas deidades acompañan EXCLUSIVAMENTE a Iyumu, que para que refresques
conceptos es aquella que hace crecer el vientre, sin que la mujer este embarazada. De Igual
forma, el Odu de Ifá Okana Irete, nos da otro fundamento, para poder trabajar con los Abikú, el
cual se llama Arikú Bamboya de los Abikú. En este caso, se cargan dos muñecos, uno macho y
otro hembra y estos comen junto con el Eggun de Okana Irete y cada uno vive detrás de la
puerta. Lo que te habla de muchas formas para resolver un mismo problema.
Otra cosa que debes ver muy bien y tomar en cuenta, es el tema de la “Medicina Preventiva” con
el tema de Abikú. Muchos Odus son los que nos hablan de cómo PREVENIR que una persona
pueda tener un hijo Abikú y los Ebbó u obras que se corresponden con este tipo de problema,
algo para lo cual, también podemos apaciguar a Shidokú. PREVENIR, siempre será más fácil
que curar y en Ifá veremos obras, para evitar que nazca un niño/a Abikú. Revisa bien esto, y
aplica la “Medicina Preventiva”, si ves que el Odu es “Sospechoso”. Dar algo por garantizado, es
el primer paso al desastre.
Otra cosa de la que debo advertirte, es que ha surgido una ESTAFA sobre la entrega de Shidoku,
donde inescrupulosos se lo “Entregan” a otros hermanos Babalawos, con el argumento que es un
“Poder” para la prosperidad y hasta para tener mucha clientela, cuando lo cierto, es que esta
deidad puede ser confeccionada y MONTADA por cualquier Babalawo que tenga Kuanaldo, ya
que, en su confección, requiere un animal de cuatro patas. Eso es todo, no tienes que recibirla de
NADIE, a menos que no tengas Kuanaldo, lo que en todo caso no te servirá de nada, ya que los
pactos con esta deidad, requieren animales de cuatro patas, que no podrás sacrificar y mucho
menos para tener “Prosperidad” o “clientela”. Como ves, los que caen en esta estafa, son
Babalawos que no solo muestran su pobre estudio de Ifá, sino muestran también su CODICIA y
que ven Ifá como un negocio en el que hay que tener “Clientela y Poder”. A cada cual es castigo
que merece.
Para no aburrirte mucho con este tema, solo debo recordarte, que muchas veces se le hacen obras
al niño, joven o adulto Abikú y con ello, muchas veces se baja la guardia. Esto es un error y es
uno de los casos en los que no te debes descuidar. Para que te des una idea, el Odu de Ifá Oddi
Meyi, nos habla de Asheyeye Aiya, un hijo de Orunmila, que era Abikú y el cual vino dieciséis
veces a la tierra y le causó mucho fastidio a Orunmila. El ponerle una cadenita en el tobillo,
bañarlo con hierbas, o inclusive, pactar con Shidokú, muchas veces no es suficiente, ya que, los
compañeros del cielo, no dejarán de ejercer presión para que regresen.
Debemos estar atentos a las precauciones que nos da Ifá y hacer caso a Orunmila, así que te
repito, que no bajes la guardia y nuestro Ifá afrocubano lo advierte claramente en el Odu Ogbe
Iwori: El Abikú convierte en mentiroso al médico, no dejes que convierta en mentiroso al
Babalawo, algo que también se ve en la medicina tradicional yoruba: "Abiku so ologun di eke"
(Abiku convierte a los médicos nativos en mentirosos) y eso se debe a que no son fácilmente
tratados.
Tu amigo de siempre,
Águila de Ifá
Foto de altar de ofrendas para Abiku en Osogbo, Estado de Osun, Nigeria (Dr. George Olusola
Ajíbádé)

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