‘as la publicacién de este escrito; y a la doctora
por su compafia y apoyo.
Asimiamo agradccemos ala doctora
nesta publicacién.
Por iltimo, agradecemos el esfuerzo y ra
10 editores y Ediciones D'imena para la presente coedic
2 todos los que de una u otra forma colaboraron para la r
‘ign de este libro,
Las estructuras no-neuréticas!
* Conferencia magistral dctada el 9 de abril de 2007 en el Centro Cultural San
Angel, México, DF
ul
Scanned with CamScanner161
DaMas ¥ CARALLEROS, QUERIDOS colegas. Mi esposa y yo
:mos extremadamente conmovidos por la calurosa bienvenida de
nuestros colegas mexicanos. Yo podrla, por supuesto,despuésde
haber escuchado hablar de las comparaciones entre los desaro-
ios del psicoandlisis en Francia y en México, hablar de eso pero
pienso que ésas son cuestiones menos importantes que aque-
lias que nos retnen hoy en nuestra préctica. Desde hace mis de
treinta aos mi trabajo ha aportado informaciGn sobre los caso8
limitrofe, los cuales hoy prefiero lamarlos asf en lugar de es-
tructuras no-neuréticas, adoptando la terminologta propuesta
por Otto Kernberg, borderline personality disorders (des6rdenes
de la personalidad fronteriza). Volver a recorrer el trayecto de
modificaciones que han acompafiado a este tema a lo largode mi
trabajo, sin duda nos hard perder mucho tiempo pero debo re-
cordar algunas fechas, Retuve como punto de partida el congre-
so de Londres de 1975, donde los organizadores del programa
Litularon el tema de este congreso, “Los cambios en la teorlay
préetca psicoanaltica”, Quisimos designar dos expositores, uno
{que estuviera a cargo de representar los nuevos puntos de vista,
ée fui yo, y un opositor que defendiera las concepciones més
clisicas. Este fue Leo Rangel, designado para ello y apoyado en
‘eve momento por Anna Freud. De esto result6 un articulo que
permanecié en la literatura este articulo muy probablementelo
conocen con el nombre “El analista, la simbolizaci6n y laausen~
cia en el encuadre analitico”* Fue en esa ocasién que propus,
* Of André Green, De lnewasprsadas. Buenos Aires, Amorrort, 1990, PP
por primera vez, un modelo para las estructuras bordering, y en
ese modelo pon‘a, esencialmente, de relieve el mecanismo de
la escisi6n (clivage) y la depresién. El término de depresién es
comprendido de una forma més amplia, mucho més profunda y
mis extensa, por ejemplo, me refiero a una forma de depresion
sobre la que yo me he apoyado que era la descrita anteriormente
por Pierre Marty en lo psicosomitico y que Iamé la “depresin
cesencial”. ¥ luego, siguié evolucionando mi pensamiento y de-
fendi el concepto del trabajo de lo negativo, y creo que en estas
jornadas vamos a tener la oportunidad de volver a hablar de
testo, de cémo Freud pas6 de la represién a otros mecanismos
‘emparentados cuyo conjunto podria llamarse el “trabajo de lo
negativo”.
Esto fue en 1979. En el 2000 propuse un estudio, y quizé
podremos hablar de esto en estos dias, alo que Ilamé la “posi-
cin fobica central”, con una nueva formulacién del método de
la asociacién libre. Este texto también fue objeto de desarrollo
cen el extranjero y recientemente reunf mis ideas en un libro
‘que se llama Ideas directrices para un psicoanélisis contemporsnco
Habiendo tratado abundantemente este tema, hoy siento la ne-
cesidad de tratar una nueva formulacién que esté en un vinculo
iis directo con el corazn mismo de estas estructuras y que
presentaré en una reunién que se va a celebrar en Viena muy
pronto y donde se les pidié a los principales representantes del
trabajo psicoanalitico, que han reflexionado acerca de esta dis-
+ A, Groen, Ideas directrices para un psicoandlsis contempordnea, Buenon Aires
Amorrort, 2005.
(a7,
Scanned with CamScanneriplina, reunir en una sintesis sus trabajos para saber si se podfa
tener algo en comin, No presentaré hoy la bibliografla. Esta ya
existe en e articulo “El concepto de fronterizo”, incluido en el
libro De lcuras privadas* Este dia quisiera aportar un punto de
vista que espero sea nuevo, Lo que haremos se desarrollaré de la
siguiente manera: la primera parte concierne a lo que lamo “el
‘campo borderline’, y digo el campo porque los borderline no son
un padecimiento més que se tenga que clasificar en el catélogo
de los padecimientos que tratan los psicoanalistas. Los borderli~
ze representarian un continente y éste puede ser susceptible de
dividirse en regiones y hoy me voy a limitar a las caracterfsticas
_generales del continente. Cuando hable de los borderline, quiero
presentar esto como un descubrimiento posfreudiano que quiz
Freud hubiese desconocido, Pero eso no es exacto, ya que en mi
articulo “El concepto de fronterizo”, destaqué un cierto mime-
ro de referencias pertinentes donde me parece absolutamente
claro que Freud entrevié lo especifico de este tipo de estructu=
ras; en particular, cuando uno lee la descripci6n bajo su pluma
de las modifcaciones del yo segiin las cuales puede escindirse,
abrirse bruscamente,* poner en peligro su unidad sin, por ello,
derrumbarse como sucede en la psicosis. Uno ve que la posicién
freudiana estaba ya en germen y, por supuesto, nadie la tomé en
‘cuenta. Asi lo que hice fue un trabajo de excavador (fasseyeur)
buscando en los textos freudianos, y hay algunas alusiones que
*A. Green, De locum privadas, pp, 88-119,
* *Abrise bruscamente’ el verbo que utiliza André Green es crocheter que
significa: abrir una cerradura con ganesa”,(N. del trad.)
1]
muestran que Freud estaba totalmente conciente de lo que ha-
bfa visto, atin euando no describié con detalle las caracteristicas
de estos pacientes. Todo mundo sabe, para precisar las cosas,
«que en su origen, borderline significaba situar en la frontera dela
psicosis y atin, més precisamente, de la esquizofrenia. Eran es-
tados limitrofes de la esquizofrenia que se describieron en el muy
‘conocido articulo de Hoch y Pollatin, “Pseudoneurotic forms of
schizophrenia’ * Sin embargo, esta denominacién ha sido utili-
zada a medida que pasa el tiempo, y no pienso que hoy, la gente
{que se refiere a las estructuras borderline comprendan necesaria-
mente las estructuras que estan en el limite de la esquizofrenia,
ni siquiera de la psicosis, para ser un poco més general. En mi
concepcién, la manera en que entiendo las cosas, borderline quiere
decir en la frontera de una cantidad de perturbaciones mentales
tanto como la melancolfa y la depresin, la perversin, el com-
portamiento psicopitico y toda suerte de des6rdenes que, por
supuesto, incluyen de la misma manera a la psicosis. Es en este
estado paradéjico—y ustedes verdn por qué digo parad6jico—
cen el que los borderline se convierten en una estructura estable
de inestabilidad. Estructura estable: eso quiere decir que asisti-
‘mos rara ver al cambio brusco de un estado borderline hacia un
estado francamente definido, en particular, la psicosis. Los bor-
derline no toman el lugar de los psiosticos en los hospitales psi-
‘quiétricos, eso serfa un error pensarlo. Hay, entonces, una cierta
estabilidad que hace que permanezean borderline, con estados de
+ Of Paul Hoch y Philip Pollatin,“Pseudoneurotc forms of schizophrenia",en
chiatry Quaterly, nim, 23, 1940, pp. 248-276.
{19
Scanned with CamScanneragravacién temporal, con modificacién de su estructura, pero
no habria que verlos como seres destinados a caer en la psicosis
porque—y estoes también otro aspecto paradéjico— a mi ma-
nera de entender, los borderline pocas veces empeoran; mejoran
‘también pocas veces, al menos un gran ntimero de ellos, debido
asta paradoja que Hamo la “estabilidad de la inestabilidad”. GE's
que podemos llegar a retomar a través de rasgos muy genera-
les este conjunto de manifestaciones que constituyen el campo
de los borderline? Para ser més precisos, los borderline no son un
pafs sino un continente con tantas variantes como sean posibles
de imaginar.