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Eee eee eee eae 396 FSCRITOS DE PEDIATRIA Y PSICDANALISIS. xin el cual todo andlisis fallido constituye un fracaso no del pa- Giente sino del analista, Este abajo resulta exigente debido en parte a que el ana- lista debe poseer sensibil ws necesidades del paciente asf como el deseo de proveerle de un marco que satis {aga tales necesidades. El anatista, al fin yal eabo, no es a ma- dre natural del paciente, Asimismo, resulta exigente debido a la necesidad de que el analista busque sus propios fracasos cuandloquiera que apare7- can resistencias. ¥ con todo, es slo mediante el empleo de sus propias equivocaciones que el anal far a eabo la parte més importante del tratamiento en estas fases, la parte que permite al paviente enfadarse por primera vez por los de- {alles del racaso de adapiackén que (en el momento en que ocu- 1116) produjo la disrupeion. Es esta parte del trabajo la que li bera al paciente de su dependencia det analis De esta manera la transferencia negativa del analisis «neu rotico» es reemplavzada por ka ira objetiva acerca de tos fraca sos del analista, por lo que uns vez mais tenemos una impor- tante diferencia entre los fenémenos de la transferencia en los dos tipos de labor: No debemos buscar la conciencia de nuestros éxitos de adap tacién, va gue los mismos no son pereibidos a un nivel ian pro- undo, Si bien no podemos trabajar sin la teoria que estamos cificando en estos momentos, esia labor inevitablemente nos coge en falta si nuestra comprension de la necesidad det pa Giente es cuestion de la mente mas que del psiquesoma. En mi labor clinica he demostrado, cuarido menos a mi mis- mo, gue una clase de anallisis no impide la oa, Constante- mente me encuentro pasando de la una a la otra, seguin la ten dencia que muestre el proceso inconsciente del paciente. Cuan- lo queda completa la lahor del tipo especial que les estoy describiendo, me veo conducido naturalmente a la labor anali- tica ordinaria, al analisis de la posicion depresiva y de las de- fensay neurétieas de un paciente con un vo, un vo intacto, yo eapaz de experimentar impulsos del ello y de acept consecuencias. Lo que necesita hacerse ahora es estudiar d Hadamenie los criterios en virtud de los cuales el analista pue- dle saber etwindo debe trabajar con un cambio de énfasis, como ver que esta naciendo una necesidad del tipo que, segtin he di- cho, debe ser satisfecha (al menos nominalmente) mediante una adaptacidn activa. Permanentemente, ef analista tendra presente el concepto de la identificacién prim 14. PREOCUPACION MATERNAL PRIMARIA (1956) Esta aportacién hi sido estimulada por el trabajo publicado ten Pevehoanalvtic Study of the Child, volumen IX, baje el enca- bezamiento: «Problemas de la neurosis infantil». Las diversas ‘aportaciones de la seiorita Freud a este trabajo contribuyen a tun importante planteamienta de la teoria psicoanalitica actual fen su Telacién con las etapas mas precoces de ka vida infantil y de fa instauracion de le personalidad Deseo desarvollar el tema de la primitiva eelacion madre- hijo, tema de maxima importancis al principio v que sélo gra- dualmente queda desplazado un seaundo plano por eltema jequefo en lanto ser independiente. de aver lugar, necesito acordat con To que masifiesta a seforita Freud bajo el titulo «Errores actuales del concepto» Las desilusiones y las ftus! ables de la re lacion madre-pequefo... Echarles a las limitaciones maternas durante la fase oral la culpa de la neurosis infantil no es mas {que una c6moda y engafosa generalizacion, El andlisis debe profundizar mas en busca de la causa de la neurosis.» Con es- tas palabras la senorita Freud expresa tina opinion que los psi- oanalistas comparten en general Pee ello ex mucho fo gue premos ganar st enero en ‘cuenta la posicion de la madre. Hay algo que puede denomi- arse medio ne suliiente 0 nsatslactorion, algo que defor ma el desarrolla del pequeno, del mismo modo que existe un medio bueno o suliciente que permite que el nino, en cada fase, awe FSCRITOS DE PEDINIRIA Y PSICOANALISIS: ance las apropiadas satisfacciones innatas asi como las an- tias ¥ conflictos. Anna Freud nos recuerda que nos es posible pensar en un patron pregenital para lograr to que por amor a la brevedad Hamaremos sequili- brie homeostaticos (Mahler, 1954). A veees recibe también la nacidn de arelsciin simbioticas. A menudo se alirma {que li madre de un pequeho esta biolégicamente condi para su misién de especial orientacion hacia las necesidades del pequefio. Uti uaje mais sencillo, diré que exis- te una identificaein —conseiente pero tambien profundamen- te inconseiente— entre la madre ¥ et pequeto. Creo que hay que juntar estos conceptos ditersos ¥ que debe rescatarse el estudio de la madre de lo que es puramente biolb- ico. El término «simbiosiss no nos conduce mais alla. que a la comparacidn de la relacisin madte-hijo con otros ejemplos de interdependencia en rookogia y botdnica. Las palabras xequili- brio homeostatico» tampoco incluyen algunos de lox puntos ‘que se presentan ante nuestros ojos si examinamos esta rela ion con el cuidado que la misma se merece. Lo que nos interesa son las grandes diferencias psiculsgicas que hay entre, por un lado, ka identificacién materna con el niio, » por otro, la dependencia del nifio con respecto a la ma- dre: esta altima no implica identifieacion, va que la identiliea cidn es un complejo estado de cosas inaplicable a las primeras fases de la infaneia, ‘Anna Freud nos demuestra que hemos superado aquella bur= dla faye de la teoria psicoanalitica en la que nos expresbamos, ‘como si para el pequefo la vida empezase con la experiencia instintiva oral. Ahora nos hallamos ocupados en el estudio del desarrollo precoz y del self precoz, al que siel desarrollo ha avanzado lo suficiente, las experiencias del ello pueden mas bien reforzar que interrumpir. Desarrollando ¢) tema del término sanaclitico» utilizado por Freud, la sefiorita Freud dice: «La relacién con la madre, si bien es la primera relacién con un ser humano, no es fa prime ra relacion que el pequeno establece con el medio. Lo que la precede es una fase anterior en la que las nevesidades no son del mundo objetal sino del cuerpo, v euya satisfaccién 0 frus- tracion juegan un papel decisivo».. Por cierto, ereo gue la introduceién de la palabra anecesi- dad» en verde adeseos ha tenida gran importaneia en nuestras teorias, pero ojala la sefiorita Freud no hubiese empleado las rérminas de dos personas que se unen Jando ue le PREOCUPACION MATERNAL PRIMARIA 1956) ao palabras ssatisfaccisin» y elrustracion» en este contesto; wna hecesidad © bien se satislace © no, v el efecto no es el mismo, (que el de la satislaceion 0 frustracién de un impulso del ello. ‘Quisiera relerirme a lo que Greenacre (1954) denomina el tipo aasvulladors de placeres ritmnicos. Aqui nos hallamos ante tun ejemplo de necesidad que es satistecha 0 no, pero seria una deformacién decir que el pequeno que no es arrullado r nna igual que ante una frustracin. Ciertamente, mas ati produce cierta deformacién del medio en una fase preco7, ‘Sca como {uere, me parece que hace tiempo que deberfa ha- berse hecho un estudio mas amplio de la funeién materna en la Jase max precoz, por lo que deseo unir las diversas sugerencias ¥y presentar una teorfa para su debate La PREOCUPACION MATERNAL Mi tesis ex que en la fase més precoz estamos tratando can un estado muy especial de la madre, una condicién psieologica ‘que merece un nombre, como puede ser el de preacupucton ma ternal primaria. Supieto que la literatura psicoanalitica no ha tendido tributo suficiente a una condicidn psiquiatrica muy es- pecial de la made acerca de la cual deseo deeir lo siguiente: Gradualmente se desurollay se convierte en un estado de set sibilidad exaltada durante el embarazo » espe el nal del mismo. Dura unas cuantas semanas después del nacimiento del peques No es facilmemte recordacio por la madre una ver que se ha Y= ccobrada del mismo, Tria ain mas lejos v diria que el recuerdo que de este estado conserva las madres tiende « ser reprimid, Este estado omanizado (que seria una enfermedad si no fue- se por el hecho del embarazo) podria compararse con un estado de replegamiento o de disociaci6n, o con una fuga o inelyso con tin (rastorno a un nivel mis profunde, como por ejemplo un Cpisuaio esquizoide en el cual algtin aspecto de la personalidad St haga temporalmente dominante. Me gustaria encontrar una buena forma de denominar este estado v proponerka para que se tuviese en cuenta en todas las referencias a la fase mas pre- Corde la vida del pequetio, No creo que sea posible compren: der el funcionamiento de la madre durante el mismo principio 400 ESCRITOS DE PEDIAIRIA V PSICOANALISIS de la vida del pequefto sin ver que la madre debe ser capa de aleanzar este estado de sensibitidad exaltada, casi de enferme: dad, v recobrarse nego del mismo, (Utilizo la palabra «enter. medad» porque una mujer debe estar sana, tanto para aleanzar este estadlo como para recobrarse de ét cuando el pequetio la li bera. Siel pequeno muriese, el estado de la madre se mani taria repentinamente en forma de enfermedad. La madre core este riesgo.) ilo a entender esto en el 10 wdedicadias dentro de las palabras «madre corriente dedicada» (Winnicott, 1949). Ciertamente, hay muchas mujeres que son buenas madres en todos los demas aspectos v que son eapaces de Hevar una vies rica v fructifera pero que no pueden alcanzar esta «enfermedad normale que les permite adaptarse delicada y sensiblemente a las necesidades del pequeno en el comienzo; 0 bien lo consi guen con uno de sus hijos pero no con los demas, Tales muje- Tes no son capaces de preocuparse de su propio pequeno con exclusién de otros intereses, de una forma normal y temporal Puede suponerse quie en algunas de estas personas se proces ce una «huida hacia la corduras. Ciertamente, algunas de ellas tienen otras preocupaciones muy importantes que no abanda- ran facilmente que tal ver no sean eapaces de abandonar hasta haber tenido sus primeros bebés. Cuando una mujer tie- ne una fuerte identifieacion masculina se encuentra con que le es muy dificil cumplir con esta parte de su funeién materna, ¥ la envidia reprimida del pene deja poco espacio para la preo- cupacién materna primaria En la prictica, el resultado consiste en que tales mujeres, una vez que han tenido un nito, pero habiendoseles escapado la pric mera oportunidad, se encuentran ante la tarea de compensar lo perdido, Pasan un largo perfodo para adaptarse estrechamente las crecientes nevesidades del pequemio y no es seguro que consi- gan reparar la deformacion precor. Bn lugar de dar por sentado el buen efecto de la preocupacién precoy v temporal, se encuen: tran atrapadas en la necesidad de terapia del pequeno, es decir la necesidad de un prolongado periodo de adaptacion a la nece- sidad 0 de mimos. En ver de madres, son terapeutas. {Al mismo fenémeno se refieren Kanner (1943), Loretta Ben- der (1947) y otras que han tratado de deseribir el tipo de madre que es susceptible de producir un snifio autistas (Creak, 1951 Mahler, 1954). Es posible establecer una comparacion entre la tarea de ka madre, en To que hace a la compensacion de su pasada inexpa- He PREOCUPACION MATERNAL PRINARIA (1956) 40 cidad, v la tarea de la sociedad que intenta (a veves con éxito) ‘conseguir la identificacion social de un nin desposeido que se halla en estado antisocial. Esta labor de Ia madre (o de ba so- Giedad) encierra unis fuerte tension debido a que no se realiza Ge manera natural. La tares que Se emprende tiene st higar apro- pias enna fase anterior em ste avo age en I qe a jqucho slo empezabia a existir como individuo. ple ext ets del estado especial em ae eal la madre y su recuperacién del misma, entances podremos eva tina con mayor detenimignto el estado correspondiente en que alla e} pequento El pequetio tiene Una comstitueton. Tendoncias innatasal desarrollo (zona libre de conflitos en el wo. lencia al desaevallo cum came bios on la dominaneia zona. La madre que alcanzat el estado que he Hlamado «preocupa: ion maternal primaria» aporta un marco en el que la consti- ucion del pequeno emperars a hacerse evidente, en ef gue las tendencias hacia el desarrollo empezaran a desplegarse y en el ue el pequerio experimentara movimientos espontineos y Se sittin en poxeeor delay semsaciones que son apropiads fr esta fase precor, de la vida, En este contexto no es necesario hacer referencia a la vida snstintiva, ya que To que estoy tratan- do empieza antes de la instauracidn de los patrones instintivos. He procurado describir todo esto utilizando mi propio len uaje, diciendo que si la made aporta una adaptacion sufi Giente a la necesidad, Ia vida del pequenio se ve muy poco tur hada por las reacciones ante los ataques, (Naturalmente, lo que catenta son las reaceiones ante los ataques y no los ataques Imasmos) Los fracasos maternos producen fases de reaccién tinte los atagues ¥ estas reacciones interrumpen la continnidad cxistencial del pequieno, Cualquier exceso en tales reacciones produce, no la frustracion, sino la wtenaza de anregtlamiente. Esto, ami modo de ver, es una angustia primitiva muy reah muy anterior a cualquier angustia en cuya descripeién inter- venga la palabra emuerte> Biche de otro modo, la ase pa acion del yo la ‘constituye la suficiencia de la continuidad existeneial, no inte= or ESCRITOS DE PEDIATRIA Y PSICOANALISIS. rrumpida por las reaceiones ante Ins atagutes. La sulicienci de la continuidad existencial sito es posible al principio si la madre se halla en el estado que les he sugerido y que es algo ‘muy real cuando la madre sana se hula cerea del final del em baravo y en las primeras semanas despues del nacimiento del bebe. Solo si la madre se halla sensibilizad tal como acabamos de expones, podrai ponerse en ol lugar del pequeno y, de este modo, saisiger su necenidaden Esa prinpio sm corpo rales, pero paulatinamente pasan a ser necesidades del yo, a ined que la psicologia va naciendo dela wlaboracton imag nnativa de la experiencia fisica mpieza a existir una relacién voi queno, relacidin de la que la madee se cual el nifio puede a la larga ed persona. Visto desde este an iento de ka ma- dre en tanto que persona viene de manera positiva, normalmen- te, y no surge de la experiencia de la madre como simbolo de la frustracién, BI fracayo de adaptacion materna en la fase mits recor. no produce otra cosa que la sniquilacign del self del pe- quefo. En esta fase, el nino no percibe de ninglin modo lo que la madre hace bien, Esto, seztin mi tesis, es un hecho. Sus fraca- 0s no son percibidos en forma de fracasos maternos, sino que acttian como amenazas a la autoexistencia persona Recurriendo al lengtiaie de estas eonsideraciones, la cons: truccién precor del yo es. por consiguiente, silenciosa. La pri mera organizacién del vo procede de la experiencia de amena vas de aniquilacién que no conducen a la aniquilacién y con respecto a las cuales hay recuperacisn repetides veces. Partien- do de tales experiencias la confianza en la recuperacion co- mienza a ser algo que leva a un yo y a una capacidad del yo para enfrentarse con la frusiracién, Espero que les parezca que esta tesis contribuye al tema del reconocimiento de la madre como madre frustrante por par: te del pequeno. Esto es cierto mas adelante, pero no lo es en esta lase precoz, Al principio, la made que fala no es percibi da como tal. A decir verdad, el reconocimiento de la dependen- cia absolut de la madre y de la capacidad de ésta para la preo- cupactén primaria, o comoquiera que se lame, es algo que per- lenece a la extrenta sofisticacién ¥ a una tase que los adultos 10 siempre alcansan. Bl fallo general de reconocimiento de de- pendencia absolute al principio contribuye al temor ala MU= entre la madre y el pe- veupera, va partir de la wear en la madre la idea de una PREOCL PACION ALATERVAL PRIMARIA 119561 403 JER que es propio tanto de hombres como de mujeres (Winn ott, 1950, 19572. Ahora podemos decir por qué ereemos que Ja madre del bebe es ba persona mas idsines pars el cuidada de dste: es ell aguien puede aleansau exe estado expecial de preceupaeion ma: ternal primaria sin ca na. Pero una made adoptiva, 0 mujer que pueda estar enferma en el sentido de preo- ‘cupacidn primaria, tambien puede estar en condiciones de prod cir una adaptacién suliviente, gracias a cierta capacidad para Ja identificacidn con el bebe, De acuerdo con esta tesis, un medio suficiente en la prime: fa fase permite que el pequeio comience a existir & tener ex- pevieneia, « constrairse un yo personal, a dominar los instintos, ya enfremtarse con todas las dificultades inherentes a la vida, Todo eso le parece real al pequeio, gue es capa de poseer un self que, « ta larga, incluso puede permitirse sucriticar la es pontaneidad, incluso mori Por el contrario, sin una inicial provision ambiental satis: factoria este self eapiaz. de movin jams se desarrolla, La sensa- ‘ibn de realidad se ball ausente v sino hay demasiado eaos la sensacion definitiva es de futilidad. Las diticultades inherentes [a vida son inaleanzables. y no digamos las satislacciones. Si rho hay eaos, aparece un lalso sel) que oculta al verdadero self, ‘que se aviene a las exigencias, que reacciona ani los estima fos, que se libra de las experiencias instintivas teniendolas, pero gue smicamente estara ganando tiempo. Se verti que, sewsin esta tesis, es mis probable que los lacto- res constitueionales se manifiesten en la normatidad, alli don- de el medio en la primera fase hava sido el adecuad. A ta in versa, alli donde hava habido un fracaso en esta primera fase, el pequetio se ve atrapado en unos primitives mecanismos de defensa (lalso self, ete.), que corresponden al temor-a la aniqui- laciéin, v los elementos constitucionales tienden a verse sojz- gaudos (a menos que seat fisicamente manifiestos). Es neces Hewar aqui, dejar sin desarroltar el tema de Ja introyeccién que el pequerio realiza, de los patrones de en- ermedad de la madre, si bien se trata de un tema de gran im- portancia en consideraciin al factor ambiental de las fases guientes, despues de la primera fase de dependencia absoluta. Al reconstruir el desarrollo preco7-de un pequeiio, no sirve de nada hablar de instintos, excepto sobre la base del desarro- Ilo del vo, Se reg enler ‘a una divisoria: 408 ESCRITOS DE PEDIATRIA Y PSICOANALISIS| ‘Madurer del yo: las experiencia instintivas reluerzan el yo. lnmadurez del yo; las esperiencias instintivay interrurapen cl Aqui, el yo implica una suma de experiencias, El selfindivi- dual empieza como una sun de a experience ints de a movilidad espontinea, y de la sensacién, represo de fa acti dd al descanso baal nauractn de ona Steed ara aguardat’fa recuperacion de la aniquilacion, aniguilacin resultante de lis reacciones ante las ataques del meio am. biente, Por esta razén, el individuo necesita emperar en el mes dio ambiente especializado al que me he referido bajo el enea. bezamiento de «Preocupacidn maternal prima 15, LA TENDENCIA ANTISOCIAL (1956)! indencia antisocial plantea una serie de problemas di is, problemas cuya naturaleza es ala ver ica y tedrica, Freud, en su introduccion a Wiasward Youth de Aichhorn, demostre que el psicoan: tribuve a la comprension de la delincuencia, sino que ademas se ¥e enriqueeide por ka comprensidn de la labor de aquellos que se enfrentan a la delincuencia ‘Sin embargo, voy a hablarles de la tendencia antisocial y no 1 delincuencia. Esta eleceion se basa en que la defensa an tisocial organizasla se ve sobrecargaca con una serie de panan= cias secundarias v reacciones sociales que hacen dificil al in- westigadoraleanzar su niicleo, Por contraste, la tendencia anti- social puede estudiarse tal como aparece en el nitio normal © casi nuirmal, en el cual se hall relacionada con fas dificultades inherentes al desarrollo emocional Empezaré haciendo dos breves referencias al material elt nico: sis no solamente con Pat efectuar ant primer ansbisis de un nie eseore ein dein nichschy estuvn aeudiende a ta consulta durante an ido ease de Tos trastornos Pexlridocir que ol anlisis sy que se intersupein canst alliccién tanto al chico 1. Lede ame la Soviedal Psicermalitics Brita, of 20 de juni de 1956,

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