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Capiruzo 3 ION RECONSIDERACIONES SOBRE LA FUNC! DE LA PIEL EN LAS PRIMERAS RELACIONES. DE OBJETO [1986]'* Esther Bick RESULTADOS DE LA OBSERVACION DE BEBES INTEGRADOS AL ANALISIS DE NINOS Y ADULTOS sresenté una ponencia sobre las experiencias clinicas y las eee bey ove thin de eu primordial dela piel del bebe y de sus primeros objetos en relacién con la ed mis primitiva de las partes de la personalidad que atin no se han diferen- ciado del cuerpo” (Bick, 1968). Alli describo algo de la cane gue sugiere que en los primeros tiempos, las partes de la personalidac se sienten como si no tuvieran una fuerza inherente que las vincule y se derrumban a menos que se mantengan pasivamente unidas es = experiencia indiferenciada de sentir el everp que se matiene undo por la piel Sesugiré también que en el eventual caso de un desaro “lo defectuoso de esta funcién de contencién, otros dispositivos de la segunda piel pueden surgit, en colaboracién con las particularidades del cuidado materno, tales como los métodos de muscularidad 0 vo- cales. Las consecuencias para el desarrollo de la personalidad se ilus- traron brevemente, con especial referencia ala fuerza del yo, la pseu: doindependencia y la tendencia ala desintegracién. of the skin in car ° Bick, E. (1986), "Eurther considerations on the function ofthe skin in early Obie elation Brith ornaof Pct wl 2,8 "ck, E202), “Further onideratios on the function ofthe sin i ety obj elton. Findings fom infant observation integrated into child and aut analysis” [1986], en Andrew Briggs (ed), Surviving Space. Papers on Infant Obser tion, Londres, The Tavistock Clinic Series, Karnac, pp. 60-71 [48] RECONSIDERACIONES OBE A UNCION DEL PIL / 49 En esta comunicacién deseo ampliar esos hallazgos e investigarlos con mayor profundidad. La misma nifia Maria, cuyo material sirvié originalmente, abrira con més provecho el érea para la investigacion si se describe con mayor detalle. Ella llegé conmigo para analizarse ‘cuando tenia tres afios y medio de edad, debido a un severo retraso general que se fue dando después de un parto dificil; a la madre le hicieron cesarea después de un prolongado e iniitil intento de tener tun parto normal. En la primera semana ella manifest una severa adhesi6n al pez6n, que dificilmente se le podia quitar de la boca, yen la segunda semana la madre perdié mucha de su leche. Entonces Maria se volvié una comedora floja, pero siempre estaba impaciente ara aceptar el pecho, el cual no dejé hasta los 11 meses de edad. Desde el principio era bastante intolerante a la separacién, por lo que la madre nunca podia salir de noche, lo cual se agravé considerable- mente cuando desarroll6 un eccema a los cuatro meses y medio de edad. Su rascado en la noche era tan severo que sangraba, asi que tenia que dormir con su mamé, quien le detenia las manos como linico método para restringirla y calmatla. Alinicio de su analisis su retraso era severo er: el habla, los habitos de control de esfinteres y el control motor. Necesitaba a su madre Para que la sentara en la bacinica, le impiara la nariz que continua- mente le fluia, le amarrara las agujetas de los zapatos; después me dijo que se estaba “derramando” Pero durante les primeros tres me- ses de tratamiento presents un alentador cambio general, viveza, contacto verbal y emocional. Sus padres me dijeron que la nifia no podia esperar para venir conmigo y que me llamaba Bicki 0 Choki Biki. Cuando llegaba la hora de irse, no podia levantarse y hacia es- fuerzos para despegarse como si estuviera pegada a la silla. Poste- Tiormente en el andlisis, me dijo que podia derramarse si se levanta- bba. Cuando al fin llegaba a la puerta, se agarraba de la perlla con una ‘mano, le daba vueltas y vueltas, por iltimo abria la puerta, la golpea- bba, luego sonriente decia “adiés". Esto me parecia repetir la impa- ciencia por llegar al pezén y aferrarse a él con tal fuerza que, de scuerdo con la madre y las enfermerus, se extendfa una pulgada y media antes de soltarlo. Frecuentemente repetia frases de mis interpretaciones, como “Creo que es un hombre como papi’: Y yo tendia a asumir que estaba utili- [50 / PARTE - OBSERVACION DE INFANTES OENTRODELAFAMIUA zando la identificacién proyectiva para perderse ella misma en la identificacién conmigo. Pero la primera separacién de Navidad pro dujo un dramético cambio que me forzé a modificar mis ideas y tratar de entender la multitud de fenémenos que ahora exhibia. A su regre~ 0, sistematicamente empezi a destruir los materiales de juego: con los dientes apretados, se detenia para recoger los pedazos y los. ca en pedazos ain més pequefios. Me acordé de a historia de sus impla- cables arafiazos y desgarros de la piel hasta sangrarla —se derramo—. Esta conducta cambié cuando me indicé que yo deberia recoger to- dboslos pedacitos que arojaba hacia mi, Gradualmentel destrucion «se sustituyé por un juego de pelota en el cual ella ten{a todo el control sobre mis movimientos. Yo debia estar en cierto lugar, cuando = lanzaba la pelota solo me permitia sostenerla en mi pechos luego tomaba e iba ala posiciOn epuesta y me lanzaba nuevamente Ee ta Este proceso se repitié hasta que nos acercamos hacia el inal del sesién, cuando lo sustituy6 por una perinola, agitando entusiasmada- mente las manos mientras observaba. Como si repitiera corporal- mente en la agitacién de sus manos el movimiento y el ritmo de la Pte entonces cuando empecé a preustrme sb naturale la identificacién que producta repetir como perico mis frases, y me di cuenta de que estaba viendo un complicdo proceso de una manera fragmentada de repetir su historia del desarrollo. Inferi que la oe erael pezinal que se haba quedado adherida como s fuera una fueron centrifuga que no le permitiasoltarlo, como cuando se adheria alas ‘osu mano agarraba la perilla de la puerta, cual si necesitara ser sostent- dda por las manos de la macxe y por su presencia continua. Estar sepa- radasigniiaba estar arrancada rota en pedazos Por manos persece- toras, como las que destruyeron el material de juego y habian rascado su piel hasta sangrarla, El pegoteo desesperado por la supervivencia se instald del lado de una experiencia de separacién lacerante que derra- ‘maria su vida como una sustancia liquida. Por tanto, parecia posible ‘que la identificacién y la consecuente mimica de mis frases se debieran a que se habia pegado a mi superficie, y Ilegué a pensar cn esto como tuna identifcacin adhesiva mas que una identificacién proyectiva Poco tiempo después, « partir de mi supervisién del tratamiento de Sonia de seis y medio afios de edad, aprendi més acerca de la difi- RECONSIDERACIONES SOBRE LA FUNCION DELA Et / 51 cultad para desarticular una relacién de tipo adhesivo. El tratamien- to lo hizo un hombre joven y sensible quien lev muy bien con ella la transferencia materna. Esta nifia, la menor de tres, nacié de un arto prolongado y fue amamantada durante los primeros cuatro meses de edad. A los 15 meses tuvo convulsiones durante una fiebre de virucla y a los 20 meses un cdncer de retina que provocé que le uitaran un ojo, por lo que ahora lleva uno de vidrio. A los cuatro aftos de edad, se dieron cuenta de que habia la posibilidad de que tuviera una tendencia epiléptica, y fue controlada con fenobarbital En el momento en que la refirieron, manifestaba una perturbacién general del desarrollo. Los padres reportaron que repetidamente hhuia de casa, carecia de sentido del peligro y tenfa la fantasia de una hermana gemela llamada Rosy. En la escuela siempre estaba corrien. do hacia el director, el cuidador u otro nifio particularmente raro. Llegaron a creer que era ineducable. La madre de Sonia sufria depre- sin y tuvo que ser hospitalizada algunas veces, El terapeuta observé que la relacién con su padre parecia del tipo adhesivo. En la sala de espera, ella tenia que sentarse cerca del padre, y cuando pasaba con el terapeuta €l la seguia con los ojos mientras se alejaba y le decia adiés con la mano, Objetaba el tratamiento e insistia en controlar su duracién, El terapeuta tuvo que negociar la continuidad en interva- los de medio aio. Parecta que el correr de Sonia en la escuela hacia los dos hombres, el director y el cuidador, estaba determinado por su necesidad de adherirse a figuras paternas, mientras que al nifio raro probablemente lo sentia como la hermana gemela Rosy —la misma como ella—. Posteriormente en el anilisis, cuando se preocupé por tener un solo ojo, expresé su urgente deseo de ir a vivir con un tio, que al igual que ella solo tenia un ojo. Antes del fin de semana, en su andlisis, Sonia empezaba rituales de separacién muy importantes. Dibujaba primero dos curvas unidas y Juego una larga hilera de ellas. Hablaba de su hermana gemela, quien estaria con ella alo largo del fin de semana. El lunes, cuando regresa- ba, procedia a moverse siguiendo la pauta de a hilera de curvas. Con ‘su mano derecha agarraba la perilla de la puerta, con la izquierda se pegaba a la pared junto a ella. Caminaba sobre los muebles del cuarto sin tocar el suelo y girando hacia la pared. Cuando legaba al punto ‘mis alto al final de los muebles, rascaba el yeso del techo y seftalaba el 42 / ere « OBSRYACON DE INFANTE DENTHO DEA FIAUA polvo que cubria el piso y deca: “esto es para detener la separacién: Girar hacia la pared el lunes era un ritual de reunién. Para Sonia, la pared parecia ser una representacién concreta del cuerpo de la madre al cual se podia adherir. Fl lavabo con agua lo ntilizé también para un ritual de separacién, y se pudo ver que repre- sentaba el regazo y el pezon de la madre. Su iiltimo movimiento al final de cada sesién era ir al lavabo. Alli se recargaba sobre el lavabo, ponia la boca alrededor de la Ilave y la enaba con agua. Retenia el ‘agua hasta que vela a su mamé aproximarse en la sala de espera, en~ tonces la tragaba y se pegabe a st madre con los ojos. El ntimero de tragos era proporcional a la duracién de la separacién antes de los fines de semana y las vacaciones. Habia también un fendmeno que en lo que era muy habil, y rituales an in- consistia en dar vueltas de carro, de brincar la cuerda antes de terminar la sesi6n. Pienso que er tentos de autocontencién muscular hipercinética —formaci6n de la segunda piel— que precedian a la separacién. "Antes de las primeras vacaciones, el ritual aument6 cuando escri- bid la letra J por judio. Decia que los nitios judios tenfan dobles va~ caciones. Sin embargo, no éetuvo su trazo al final de la let¥a J, pero ‘lllamario el callej6n sin sada (the dead-end), parecia muy ansiosa Continué el trazo en paralelo a la letra girando y girando. Conclut aque Sonia encontro amenazante la existencia dela separacién —sal- tando a la muerte—, de la misma manera en que el girar era una ex presin de producir una gemela y similar al modo en que se pegaba a cualquier persona disponible. De manera semejante, habia notado {ue “Los nfios judios no eran iguales que ls otros’ justamente como alla no era igual “debido a su ojo de vidrio’ También tenia vacaciones dobles, las de la escuela y les de su anilisis. Empecé a pensar en la identificacin adhesiva como una defensa contra el callején sin salida, pero fue solo hasta que empecé a pensar juntos la identifcacion adhesiva y el callej6n sin salida en relacion ‘con la dimensionalidad cuando pude ver cémo esto era diferente de otros miedos persecutorios. ‘Una paciente adulta, la senora B, me lle a verlo mis car Lo quel trajo al anilisis fueron dificultades extremas con laeseucha yyel pensamiento, En Ia sesién de los jueves, ella regularmente lloraba ‘zcubos, Un jueves me dijo que la peor cosa en el mundo debia de ser amente, RECONSIDERACIONES SOBRE LA FUNCION DEA PEL / $3 que te dijeran que tienes una enfermedad terminal. El viernes era enfermedad terminal ye escuchar en jueves le haber tego a informacin ya neceidad de pensar acerca de allo Su mundo ea Ee imerional mado tra plona pare que lean sn sid Sinicabs salar al epi, Ctra pacinteI seora 8, most una on similar hacia lo desconocido, No tener una respuesta era como “hundirse en arenas movedizas” Un jueves ella cont6 un sue cinco pequefos corderos parecian estar en el consutorio con noso. tras, ye euarto borrge ledecialorando al quinto que en viernes 6 tend qu nari eo lexus lana eend un ie, podria Spee es es que en viernes ella podria so- lel fin de semana si conocia mi vida, cubrien- si etna on ninrasee ga: tu aes aes @ mirado muy cuidadosament. For ejemplo, eacionando que bay lirios en mi vestibulo y escuchando a un colega que tiene lirios en su jardin, en aprecio a mi trabajo ella podria construir la idea de que yo paso los fines de semana con esa persona. El hueco en su conoct, iento se tap6. Ella no caeria en las arenas movedizas dé nable callején sin slida, ee Con pacientes como las sehoras B y$ comencé a ver nade eerie tl cpa eae Inenrs qu ada sepaactnydicontnuad on el conoiniemo én po ol) rl eerdimensio dasconned fo en el espacio. Fue interesante escuchar ala seiora A, ala que de nif, su padre tenfa tremenda difcultad para hacer que se durmicra ‘Aunque la lectura einducia sueRo, en el momento en que sus mance tcaban el paper dela pot pr it ss pega ss brian nuevament, Iga como a Mary le sucedia con el pesin Sonla, con el agus que retenia en a boca, Darme cuenta del apecio cl slto-a-través-del-espacio del calleén sin sada me regres6 all expres de obsrain de nner mete Al ade comensar aver evdencia de ages as dificultades en deal del forma ue as formalacones refers, por dc a ae podian reemplazarse por una pervepei6n és Ahora voy a presentar un ejemplo de la observacién de uni Sr eer daianen cium [54.1 PRETE) + OBSERVACION DE NFANTES DENTEO OFA FAMILIA elobservador observa a la familia que ha tenido un bebé. Del mate- rial de muchos afios uno puede ver que el problema fundamental para cada miembro de la familia ¢s el cambio de identidad experi- mentado en diferentes grados. La madre siente que ha perdido stu identidad como un adulto capaz de controlar su tiempo y sus activi- dades. En cambio, siente que la asaltan por todos lados una serie de abrumadoras demandas: Ia demanda de ser Ia madre perfecta, no tener nada para ella, ni siquiera el suerio. Estos sentimientos tienen sus raices en sus propios redamos infantiles sobre lo inadecuado de su propia madre. EI hijo mayor es desposeido de la identidad que tenia como el bebé de mamé; ya no sabe quién es y con frecuencia regresa al esta- dio de un bebé, se vuelve distraido y pelea por su sobrevivencia. ‘Todo esto aumenta el sentimiento de culpa de la madre. Algunas ma- dres se ven obligadas a suspender la lactancia, pues no pueden so- portar el sufrimiento del hijo mayor. E padre puede ser de gran apo- yossi es que puede hacerse cargo de su maternidad, pero a menudo él también se siente desposeido y desplazado. En muchos casos, a un observador le es posible ayudar cuando puede permanecer en su papel de un escucha compasivo, porque todo lo que la madre quiere es aliviarse. Fl consejo significa otra demanda mas para ella. Ur observador en una familia con un nuevo bebé se expone a intensos sentimientos y con frecuencia es atraido ‘aa identificacién particularmente con el suftimiento del bebé, por Jo que se siente critico de la madre. Por ejemplo, he notado dos si- tuaciones sorpreridentes en las que el observador s¢ siente particu- larmente enojado. Una es cuando la madre separa al bebé del pez6n. para sacarle el aire y Io hace frecuentemente; la otra es cuando esti baftando al bebé, Ella misma parece aterrada de que pudiera dejar caer al bebé. : “Tuve la oportunidad de discutir esto con un profesor de pediatria, quien me dijo que el bao realmente no es esencial en los estadios, tempranos, que la madre podria lavarlo solamente. Pero con respec- toa sacarle el aire, hay un problema de adaplacién después del nas miento porque dice que en el iitero no hay sentido de gravedad. Cuando el bebé nace esté en la situacién de un astronauta que ha sido lanzado al espacio exterior sin su trae. BECONSIDERACIONES SOMRE LA FUNCION DELA IL $5 Este es un ejemplo de una observacién de ua bebé servaciin de ua bebé de tres sem: de nacido, realizada por un observador intuitivo, Cito: ae Antes de quel eb snares, su cara corp y mans parcan sey cern i nyt cro cinyse rea La madre coloden ue de manera gu lapis Gelb sputaan hac evap cl Cade ops a ni ‘manos y pies volaron casi como un astronautaen una zona sin grave dad Ea eapend ablndle urement ery con ss manos csc ana antes bre a ecémago Lege lo sco sere ma taparacambarel pfaldicendo que enerlmene ne le guab ula cabin Mela eta erica con el eb ober po. dein que el ervor predominant el bebe cate en peso oh cua Un pie psi nebo eles feces cabo enn a El siguiente ejemplo es de una observacién de un infante, primo- génito de una joven pareja. Cuando el observador legs ara acordar el horario, antes de que el bebé naciera, la madre estaba preocupada con su necesidad de un nuevo vestido, Debia tenerlo para las fiestas de la Navidad 0 se veria desaliiada. Este fue su primer miedo a per- der su identidad: “se verfa desalifiada”. Luego dijo que el bebé tendria que sentarse pronto y que ella ya habia visto una silla que debian comprarle, También estaba temerosa de que fueran sus padres, temia que el bebé naciera deforme o muerto. La culparian por ello. Dudaba sisu esposo estarfa en el nacimiento, porque él pensaba en el desor- den y no le gustaban los nifios sucios. De hecho este padre se sentia muy excluido y los fines de semana eran particularmente angustian- tes. La madre y el padre se sentian perseguidos por el bebé, ya que ino los dejaba en paz”; siloraba antes de la comida, el padre podela decir: “Ay no, no voy a comer nuevamente solo” El ejemplo de la silla para el bebé indicaba los sentimientos de la madre, que se sentia incapaz de proporcionar un rega7a para que el bebé se sentara. El afan de la madre por tener una silla fue un presa- ‘gio de una caracteristica més preocupante. De hecho, no podia car- gar al bebé ni siquiera por un rato, y cuando Jo alimentaba con el 56./ RTE» » OBSERVACION DE WANTES DENTRO DELA FAMIUA biberdn, lo volteaba para alejarlo de ella. En la primera observacién, alos 17 dias, de inmediato le pasé el bebé a la observadora, pregun- tandole si podria alimentarlo, es decir, ser la silla. La observacién detallada del bebé fue extremadamente interesante, aunque angus- tiante porque movia constentemente la cabeza de izquierda a dere cha, de derecha a izquierda, movia también las manos mientras que la parte baja de su cuerpo estaba bastante inmévil. En un momento el bebé levanté una mano, luego la otra para juntarla con la primera para apoyarse, luego levant6 ambas de manera que los dedos tocaron Ja cara aferrandose a ella. Ya no hubo mas movimientos de cabeza. Se estaba sosteniendo a si mismo. Cuando la madre lo tom6 porque aparentemente se veia dormido y ella esperaba que ahora lo pudiera costar, él agarré su pelo y ecercd bastante su cara al cucllo de ella. La madre se conmovié muche y murmuré “me estés abrazando” Esto ciertamente muestra cudn fuerte era su necesidad de ser car- gado, como también la necesidad de la madre de ser abrazada-mi- mada. Estos movimientos integrados del bebé para tocar su cara me parecen tna sobresaliente hazafia de organizaciin al servicio de la sobrevivencia. La madre le comenté a la observadora que solia dejar al bebé acostado solo por cerca de tres horas y él tnicamente gemfas ppero cuando lloraba mas fuerte ella venia y solo lo tocaba de manera que él se podia dormir de nuevo durante una hora. Este bebé tenia que aprovechar al maximoa su madre para que con solo tocarlo pu- diera dormirse otra vez. Durante el bafio, cuando la madre le quitaba Ia ropa, comenzaba a temblar y a estremecerse. Uno tal vez podria “sugerir que tenia frio porque lo habian desvestido, pero era poco probable porque cuando la madre lo tocaba con un pedazo de algo- én mojado él dejaba de temblar. Yo podria sugerir que de este con- tacto deriva el poder de su significado como una adhesién, como un restablecimiento de la sensaciGn de estar pegado a la madre. Este bebé, como muchos otros que hemos observado, cuando no los carga la madre a veces se aferran de otras formas. Podia centrarse en un estimulo sensorial continuo, como una luz o un sonido como ele la lavadora. Al sujetzrse can las ojos 0 con los ofdos como con el tacto, los drganos pueden servir como parches de succién, como ‘una boca sujetindose del pezén. En este estadio temprano no parece haber diferenciacién alguna en las funciones separadas; todas sirven, RECONSIBERECIONES SOBRE LA FUNCION DEA PL / 57 como parches de succién para adherirse. La necesidad de adherirse funciona de manera similar en la madre. Por ejemplo, una madre {que para proteger a su esposo del llanto del bebé durante la noche se fue a otro cuarto con el bebé, describié lo confortante que era para ella ver la luz de la torre de la Oficina de Correos y escuchar el ulular de un bitho. En su angustia, ella se adheria con ojos y ofdos a algo sensual, algo diferente del contexto, en lo que ella se podia centrar. ‘También esta madre habia perdido su traje de astronauta. En cuanto al bebé, a los tres meses y medio su desarrollo parecia insatisfactorio en muchas maneras que suge-ian una relacién bidi- mensional que se ampliaba solo por la adicida de nuevas caracteri ticas y no por complejidad. Por ejemplo, podia inventar un juego que consistia en voltear alternadamente la cabeza hacia la madre y luego hacia la observadora, como un modo de mantener su atencién e, in- cluso, con su estimulo podia ampliar esto imitando sus sonidos. Pero cra notable que no pudiera Ilevarse las cosas a la boca ni agarrarlas con las manos. Por ejemplo, cuando la maére lo ponia a dormir, acostumbraba ponerle un suave conejo a su lado. Asi, él podia mani- pula el conejo con el dorso de las manos balanceandolo de manera bastante habil. Pero no lo levantaba. Permitanme contrastar un ejemplo que tiene un sugerente vincu- lo com los giros y las ruedas de carro de Sonia, La madre del bebé B parecia capar de tener una relacién célida y seasible con él y se nota- ba que él tendia a hacer con sus brazos movimientos giratorios hacia ‘su pecho cuando se reunia con la madre en el momento de alimen- tarlo. Lo alimentaban con biberén, y como la mare era diestra, al bebé solo le quedaba libre la mano izquierda, Un dia, cuando estaba sentado, la madre le puso juguetes cerca de su costado izquierdo:; 61 comenzé a sacudir ambas manos y cada vez se ponia mas frenético. Esta pauta se hizo evidente una y otra ver, siempre que le ponian los. juguetes del lado izquierdo, pero cuando se los colocaban del lado derecho, él hacia un movimiento de bucle perfecto con el brazo izquierdo para agarrarlos. Parecia muy claro que esta habilidad esta- ba conectada con los movimientos de bucle hacia el pecho de la ma- dre durante la alimentacién con el biberén, __Este ejemplo sugiere lo importante que es para el bebé Ia orienta- cién hacia el cuerpo de la madre para ser capaz de agarrar y explorar. |58 / PARTE + OB5ERVACION OF INKAUTES DENTEO DE LA FALA los objetos; digamos que esta capacidad esté fundada en la primera Bunaene aay el pegarse 2 la madre. El bebé B tenia cesta relacién hacia la derecha y con su mano izquierda, pero cuando Jos objetos estaban en su lado izquierdo se producia un estado de desorganizacion y pénico. El bebé A, en cambio, parecia carecer de esta orientacién para agarrar. Los pacientes adultos en andlisis pue- ‘den manifestar dificultades semejantes para captar las ideas. La se~ ora $ me sorprendié y se sorprendié a si misma, un dia en el que encontré una palabra propia para describir su experiencia en vez de solo repetir mis palabras. Dijo sobre si misma: “Soy un ciempiés, solo en mi regién le llamamos mil pies”. Lo que le sorprendié més fue que esta palabra nueva viniera “de ella misma’; al ser capaz de reconocerse como un ciempiés, como una persona cuyo tinico modo de adaptacién era sostenerse con sus cien manos, habia hecho un ‘movimiento hacia ser una persona en cuyo interior se podian en- contrar las ideas. Un lunes ella relaté el siguiente suefio en él ella habia ido a la casa de una mujer y la encontr6 con dos nifios. Fueron juntos ala iglesia yy sus dos hijos parecian también estar alli, Entonces la mujer le dijo ‘que tomara a los cuatro nifios y que se fuera. Se trataba de un sueno de fin de semana, pero lc que significaban los cuatro nitios lo dejé para una elucidacién posterior. El niimero cuatro continué repitién- dose en sus suefios; tiempo después, cuando tuve la ocasién de inter- pretar algtin material como “estar pegado como una sanguijuela’ lla ‘me dijo que cuando era nifia, tan pronto veia a su padre llegar a la casa, corria y se subia en él enredando sus brazos y piernas y rehu- sindose a que la bajara. Eatonces entendimos lo que en el suefio eran Ios cuatro nifios. Esto me lleva a hacer algunos comentarios relacionados con los problemas técnicos del andtisis de pacientes con dificultades del tipo que estoy tratado de describ. Estos problemas dela fortaleza del yo, la bidimensionalidad, a identificacidn adhesiva y la formacién de la racen muy profundo en el inconsciente y tienen su ori- anna diperode reveal temprane Por eine razones.ydebido a Ta variedad de las ansiedades catastréficas del callején sin salida, sal- tar al espacio, licuarse y derramar la vida, no estan disponibles para un escrutinio psicoanalitico en la transferencia, a menos que el en- _ECOMSIDERACIONES SOBRE LA FUNCION DEA PEL / $9 ‘cuadre sea extremadamente constante y la téenica firme. Solo cuan- do ellos se sienten bien-contenidos en la transferencia, cl material empezaré a reflejar los conflictos de separacién de manera que pueda investigarse con precisién. Si se carece de esto, la disociacién de la transferencia y la actuacién de la dependencia frente a las separacio- ‘nes impiden la investigacién al eliminar la dimensién emocional. Es necesario evitar formulaciones demasiado répidas de los mecanis- ‘mos bien conocidos, aunque estos también puedan estar en eviden- cia, en favor de una aproximacién més orientada hacia el paciente esperando a que se repitan experiencias que impriman sus pautas en el paciente. ‘Como resultado del trabajo con dichos pacientes en correlacién con la observacién de infantes, comencé a ver que otro aspecto de la bidimensionalidad y la codependencia para relacionarse era la ten- dencia a adherirse con los ojos 0 con los ofdos asi como de piel-a-piel Y que esto favorecia cierta pasividad, una actitud observadora més ‘que participativa hacia la vida. Entonces, esto podria agregarse a los tipos de formacién de la segunda piel. Una experiencia en el anilisis de Sonia més adelante arrojé una luz muy brillante sobre la cualidad esencialmente insatisfactoria de esos intentos de la segunda-piel para la autocontencién, Durante las vacaciones de Pascua, su mama tuvo un cuadro depresivo y requirié cuidado hospitalario, por lo que durante un tiempo Sonia solo pudo asistir a su tratamiento tres se- siones por semana. La primera vez que su madre pudo traerla, al fi- nal de la sesién Sonia se agarré firmemente del dedo pulgar de su terapeuta para llevarlo con su madre y de esta manera, agarrada a él, ser capaz de preguntar si su madre podria traerla nuevamente el si- guiente dia, como en los primeros tiempos. E] agarrarse del dedo y ser capaz de preguntar parecfa ser un gran avance respecto de rete- ner agua en la boca, y pasar del terapeuta a la madre sin una separa- ién. De hecho, su mano-bucle y sus volteretas habian cesado y se habian sustituido por la construccién de un tunel que conducia del divan a la tapa del lavabo. Mientras tomaba s1 bebida, explicé que ahora era un pequeiio bebé que podia meterse en su interior y no ‘mis el pato tonto que podia volar con tan solo agitar las alas. La identificacién adhesiva de las volteretas habia dado lugar a la intro- yeccién ya la identificacién proyectiva con un objeto interno. DISCUSION ¥ RESUMEN Otros trabajadores se han interesado en el antecedente infantil de los procesos a los que nosotros hemos estado acostumbrados a estu- iar en el analisis, los de la proyecci6n y la introyeccién, las opera- ciones defensivas, etc. Phyllis Greenacre ha avanzado con ideas in- teresantes acerca de lo qve ella llama “Ia aparicién ontogenética temprana de defensas orginicas y su transformacién en mecanis- ‘mos mentales defensivos de un yo maduro”. Eugenio Gaddini ha puesto especial atencién ea el papel de la imitacién temprana o la mimica en la formacién ¢e los procesos de identificacién. En mi propio trabajo he tratado de rastrear los procesos de la mas primiti- va unidad infantil del cuerpo-yo, tal como se han creado conjunta~ mente por madre-y-nifio-en-la-familia para demostrar los pasos necesarios para la operacién de proyeccién, introyeccién y separa. cidn e idealizacién. Los defectos en esta temprana contencién de la personalidad pue- den ser devastadores y obvios o sutiles y disimulados, dependiendo de consideraciones econémicas. Pero quisiera sugerir que donde existe tal impedimento, cada nuevo paso en el desarrollo se da con ‘mas dificultad y sus resultados se hacen més inciertos. La ansiedad catastr6fica de saltar al espacio, del callején sin salida, ronda alrede- dor de cada demanda de cambio y engendra un conservadurismo profundo y una exigencia por la semejanza, la estabilidad y el apoyo desde el mundo externo. Esto puede estar oculto en donde la forma- cidn de una segunda-piel es una caracteristica prominente del carac- tex, pero un colapso repentino bajo tensién revela Jo labil de la per- sonalidad, bien-adaptada como pudiera parecer. En mi experiencia, tales pacientes requieren er el andlisis un proceso de contencién len- to y firme con un trabajo >nolongado a lo largo de cada paso para avanzar en su desarrollo. REFERENCIAS Bick, E, (1986), “Further considerations on the function of the skin in ear- ly object relations” British Journal of Psychotherapy, vol. 2, niim. 4. FECONSIDERECIONES SOBRELA FUNCION DEA PEL 6 Bick, E. (2002), “Further considerations on the function of the skin in ear- ly object relations. Findings from infant observation integrated into child and adult analysis” [1986], en Andrew Briggs (ed.), Surviving ‘Space. Papers on Infant Observation, Londres, The Tavistock Clinic Se ties, Karnac, pp. 60-

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