Está en la página 1de 5

Deje de respirar

Me ahogo, por favor dame aire.

Eso es lo que proyecta mi cabeza y mi cuerpo, cada vez que hago un mal

examen , pierdo una amistad o simplemente me pierdo a mi misma.

Normalmente la gente dice que después del túnel hay luz, todos encontramos

una luz al final del túnel. Pero ¿y si para mí no hay esa luz? y si para mi, ese pozo

sin fondo no termina nunca, ese sentimiento de vacío de desgracia e infelicidad.

Esa es la pregunta que me hago cada dia ¿Y si para mi no hay luz ?

Otra vez me encuentro en mi cuarto con la puerta cerrada y yo justo detrás de

ella con la mirada nublada a punto de llorar, pero no lo hago , ya no me quedan

más lágrimas que echar, ya no me quedan energías para llorar .De Repente

sentí ese escalofrío ese pequeño calor que recorre mi cuerpo, poco a poco voy

percibiendo como la sangre cae de mi brazo y empieza a manchar el suelo,

primero es una gota pero acaba siendo un chorro que avanza hasta caer en mis

piernas y en el suelo. Mi vida ya no me pertenece, la quiero de vuelta, quiero

volver a vivir, ya no me conformo con existir,no, ya no más. Es lo que me dice mi

propio cuerpo al volver a sentir ese latigazo en el brazo. Antés sentia dolor, rabia

e incluso impotencia pero ahora es diferente, ese escalofrio me da tranquilidad,

el ver la sangre me hace recordar que soy persona aún, cada vez que siento un

momento de impotencia o rabia lo veo todo rojo y negro no sé que hacer pero

mi brazo me ayuda. Cada vez que veo como esas líneas desaparecen quiero

volver ha hacerlo, necesito volver ha hacerlo para recordar el dolor para

1
recordar lo que pase o lo que estoy pasando, esas líneas son mi vida ahora

mismo. Toda esta reflexión que hago en mi propia mente mientras me limpio el

brazo me hace recordar a aquel día…

Era aquel 16 de agosto no se me va a olvidar en la vida, era verano estábamos

todos contentos, ese día justamente iba guapísima, normalmente no me siento

agusto conmigo misma, pero ese dia tenia un brillo en los ojos, sabía que era un

dia importante y me iba a ir bien, para que os hagáis una idea, soy una chica de

estatura normal tirando para bajita, con ojos marrones color caca y pelo

marrón, físicamente soy un poco gordita, con poca cintura y poco pecho.

Ese lunes iba con una camisa blanca y unos vaqueros azules que me quedanban

de fábula, mi familia y yo nos dirigiamos a comer a un restaurante/ chiringuito,

la comida transcurría muy bien, sin peleas, sin acusaciones y sin regaños. Al cabo

de unos diez minutos mi padre se levantó a fumar un cigarro y yo alcé el brazo

izquierdo para coger la bebida, obviamente lo hice inconscientemente, pero ella

se dio cuenta.

- Laura que es lo que tienes en el brazo - pregunta mi madre confusa.

En ese momento se me cayó el mundo encima, antes de contestar rogué y

rogué que porfavor no fuera esa pregunta que fuera otra.

- ¿Como ?

- ¿Qué tienes en el brazo ?- me dice con un tono más elevado

- Mama ahora viene papá después en casa te lo explico porfavor dame un

tiempo para explicártelo

2
Mi madre asintió dando por finalizada la conversación, justo después me fui al

baño e intenté rascarme el brazo intentando quitar las postillas que había en él ,

pero no tuvo resultado el brazo se me quedó peor aún, no sabía de qué forma

poder afrontar la situación y me puse a llorar en el baño del restaurante, cuando

conseguí calmarme, me sequé las lágrimas , y con la mejor sonrisa de mi vida,

me enfrente a la situación.

Tres horas después llegué a casa con mi familia, en la comida mi madre no me

hizo más preguntas, parecía que todo iba bien… hasta que mi padre lo volvió a

hacer.

Me regaño y castigo porque la casa no estaba recogida. La gran parte de mi

sufrimiento siempre ha sido por la desigualdad que tiene mi padre de mi hacia

mis hermanos, yo siempre era la que tenía que ayudar a mamá, la que tenía que

recoger la casa, la que no podía llevar ropa corta, la que no podía salir a la calle,

por el siemple hecho de ser mujer, en cambio mis hermanos siempre han tenido

esa libertad esa posibilidad de vivir de tener paz de poder ser libre, mi único

sueño siempre había sido poder ser libre, poder hacer lo que hacen mis amigas,

no tener que preocuparme porque la casa no está recogida porque la ropa no

esta doblada, mis amigas siempre han tenido la posibilidad de ser libre, pero

porque ¿yo no ?¿Qué tan diferente soy a mis hermanos? ¿Soy mala persona y

por eso tengo que hacer todo lo de la casa?

Esas siempre han sido mis preguntas, siempre pensaba en esas preguntas cada

día,

3
Pero ese 16 de agosto ya no podía más, mi padre se había pasado, me había

humillado, reñido y castigado por el simple hecho de que la casa no estaba

recogida. El sentimiento de inferioridad, de asco, de impotencia hacia mi misma

no era normal. El daño psicológico que te tienen que hacer para que te odies y

sientas asco de ti mismo es muy grande.

Después de todo esa noche no aguante más.

La respiración es algo innato, algo que nuestro subconsciente nos obliga a hacer,

¿Pero qué pasa cuando nuestra mente consciente quiere parar?¿Que pasa si esa

cosa innata duele más que cualquier cosa consciente que puedas hacer?. No

puedo respirar, no sin sentir el dolor de 20 puñaladas, no puedo existir

pretendiendo ser esa chica de la que solo quedan cenizas, no puedo morir

porque aún hay gente que me aprecia ¿Entonces a quien complazco?¿A mis

seres queridos o a mi? Obvió a ellos, aún cuando soy consciente de que eso

solamente indique que seguiré muriendo por dentro a cada segundo.

Me ahogo. Chilló, chilló con todas mis fuerzas pero nadie me oye, nadie ve que lo

único que por lo que pido es por auxilió, nadie se da cuenta que estoy sin aliento,

que cada vez que intentó chillar solo se oyen sollozos, que mi garganta fue

rasgada de tanto chillar, nadie se da cuenta de que estoy muriendo.

Pero 16 pastillas de diazepan acabaron con todo ese sufrimiento y con ese

suplicio que sentía día a día.

Morí ese día, y deje de respirar ese 16 de agosto de 2022.

4
5

También podría gustarte