“El New Deal” fue un programa de reforma económica y social implementado por el
presidente Franklin D. Roosevelt en Estados Unidos durante la Gran Depresión de la
década de 1930. Fue un conjunto de políticas gubernamentales destinadas a combatir la devastación económica y social causada por la crisis, con el objetivo de recuperar la estabilidad financiera, revitalizar la economía y proporcionar asistencia a los ciudadanos más afectados.
El New Deal se implementó en tres fases principales:
1. Fase de recuperación inmediata: Durante esta etapa, se establecieron una serie de
medidas de emergencia para estabilizar el sistema financiero, como la creación de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) para garantizar los depósitos bancarios y evitar la quiebra de los bancos. También se implementaron programas de empleo temporal para generar puestos de trabajo y apoyar a los desempleados.
2. Fase de reforma: En esta etapa, se promulgaron leyes y programas diseñados
para regular el mercado financiero y proteger a los trabajadores, como la Ley de Seguridad Social y la Ley Nacional de Relaciones Laborales. También se crearon agencias como la Administración de Obras Públicas (PWA) y la Administración de Progreso de Obras (Works Progress Administration, WPA) para estimular la economía a través de la construcción de infraestructura y proyectos públicos.
3. Fase de reestructuración: Durante esta etapa, se llevaron a cabo reformas más
profundas para reorganizar el sistema económico y garantizar la estabilidad a largo plazo, como la Ley de Regulación Bancaria y el establecimiento de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
El New Deal tuvo un impacto significativo en la recuperación económica de Estados
Unidos y contribuyó a transformar la relación entre el gobierno y la economía. Aunque ha sido objeto de críticas y debate, se considera un hito en la historia económica y social de Estados Unidos, sentando las bases para el estado de bienestar y la intervención gubernamental en la economía.