La migración ilegal se refiere a la situación de las personas que están
en un país y cuyo estatus no está en conformidad con los requisitos nacionales
A menudo, la única forma de salvar la vida es arriesgando la muerte. El
caso de nueve inmigrantes ilegales que este 23 de julio murieron asfixiados en un camión en el aparcamiento de un supermercado de San Antonio, Texas, ha vuelto a recordar la tragedia de quienes tienen que abandonar sus países para salvar su vida, o buscar una mejor.
Si bien la mayoría de las 35 personas encerradas en el camión eran
adultos, entre ellos había varios niños. Hay otros, que ni siquiera pueden huir con sus padres y están sometidos a todo tipo de vejámenes.
Así le sucede a miles de niños y jóvenes de San Salvador, Honduras y
Guatemala que huyen de sus casas por la amenaza de bandas criminales. Solo en estos tres países hay más de 7 millones de personas desplazadas, según la ONU.
"Si no te vas, los pandilleros te matan”. Así despidió a Gustavo su abuela
en Ciudad de Guatemala, sacándolo un día de su casa para mandarlo, solo, en dirección a México y Estados Unidos, como lo ha relatado el joven a ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.
Trata de personas, extorsión, explotación y violación sexual
Según UNHCR, el número de niños centroamericanos no acompañados
que huyeron de sus casas en dirección Estados Unidos se duplicó, cada año, entre 2011 y 2016. "Un número cada vez mayor de niños está huyendo de la extorsión, el reclutamiento forzado, la explotación y la violencia sexual", dice Renata Dubini, directora de ACNUR para las Américas, en su portal.
También son víctimas inermes de la trata de personas. La Agencia de la
ONU para las Drogas y el Crimen (UNODC) estima que hasta 2016 había unas 3 millones de entradas ilegales de personas en Estados Unidos: la mayoría en camiones, pero también a pie, ferrocarril o incluso por túneles especiales.
No hay cifras específicas sobre las ganancias del tráfico de migrantes a
través de la frontera México-EE.UU., pero las estimaciones de la ONU dejan entrever que es un negocio que mueve más de 6 mil millones de dólares al año. Los agentes del negocio en dicha región son, a menudo, los mismos del narcotráfico, según UNODC.
Material de sobra para la trata
Si bien algunas agencias hablan de que el número de refugiados ha descendido desde que llegó Donald Trump a la Casa Blanca, en vista del aumento de las deportaciones y la amenaza de construir un muro impasable, aún no hay cifras confiables para 2017. Naciones Unidas tiene registros de 2016 y son alarmantes: ACNUR estima que 182.400 refugiados huyeron desde Centroamérica en 2016, un aumento de diez veces en cinco años.
"Sólo en México, fueron detenidos en 2016 más de 16.000 niños no
acompañados. Más de la mitad (58%) llegaron a la frontera con Estados Unidos”, agrega ACNUR. En un foro organizado por la Universidad de San Diego sobre "Niños en la frontera”, se explicaron las formas de inmigración a EE.UU. y los enormes peligros que los menores enfrentan.
El permanente acoso al migrante ilegal
El director del Instituto Transfronterizo, David Shirk, organizador del
foro, explicó que los patrones de inmigración en los últimos 20 años se han transformado, sobre todo tras los ataques terroristas del 11-S. Ante la dificultad de cruzar, padres mexicanos cruzan primero y después mandan solos a los niños.
Según el profesor Wayne A. Cornelius, director asociado de Migración y
Salud del Instituto de Salud Global de la Universidad de California, en declaraciones al diario Al Día, de México, paradójicamente, "los inmigrantes indocumentados, por miedo a perder sus trabajos, evitan viajar a sus lugares de origen, produciendo una mayor migración de niños solos”. Niños y jóvenes que necesitan una protección internacional especial, que escasamente reciben.
WOLA, una ONG estadounidense que reclama el respeto de los derechos
fundamentales de los migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, es una de las pocas que estudia el problema y coopera jurídicamente con varios agentes. "La retórica y políticas de la administración Trump sobre la inmigración y el control fronterizo amenazan la seguridad y las libertades civiles de millones de personas”, dice WOLA en su página virtual. Dicha ONG denuncia "las abusivas medidas contra los derechos humanos de los migrantes y las garantías del debido proceso”.
Este aumento se unió a un descenso de la movilidad mundial debido a las
limitaciones para viajar por la pandemia. Lo que, según el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, se convirtió en una “paradoja nunca vista en la historia de la humanidad”. “Mientras que miles de millones de personas se han quedado sin viajar por la pandemia de COVID-19, decenas de millones han tenido que desplazarse dentro del territorio de sus propios países”, declaró, durante la presentación del último Informe sobre las Migraciones en el Mundo de esa agencia. La OIM advirtió también que los refugiados y migrantes que se trasladaron por necesidad, resultaron especialmente afectados por estas restricciones y millones se han encontrado atrapados lejos de su residencia y en situación de riesgo. Huyendo de la violencia y de los ataques armados Los conflictos son una de las principales causas de las migraciones. Muchas personas se ven forzadas a dejar sus hogares en busca de una vida mejor. Desgraciadamente, a lo largo de 2021 la violencia provocó muchas huidas, sobre todo en África, donde un gran número de personas fueron desplazada, dentro de sus propias fronteras o hacia los Estados vecinos. Muchos países africanos estuvieron entre los más perjudicados: en la República Centroafricana, a las elecciones presidenciales le siguieron los combates; la región sudanesa de Darfur fue afectada por la violencia intercomunitaria; los grupos armados en el este de la República Democrática del Congo cometieron atrocidades, y en Burkina Faso se incrementaron los ataques violentos de los yihadistas. El resultado fue el desplazamiento de varios cientos de miles de personas América ACNUR afirmó que la cantidad de desplazados en México y Centroamérica este año no tiene precedentes. Casi un millón de personas de la región han huido de sus países a causa de la violencia, las amenazas, la extorsión, el reclutamiento de las pandillas o la prostitución, la falta de oportunidades, los estragos de la pandemia de COVID-19 y el cambio climático. El gobierno entrante de Estados Unidos señaló que adoptaría una actitud compasiva hacia los migrantes indocumentados y los refugiados que entraran por la frontera sur, pero mantuvo las restricciones de asilo relacionadas con la salud pública, cerrando los puertos de entrada, y expulsando a cientos de miles de personas a México y otros países de origen. México se convirtió entonces en un país de destino, además de una nación de tránsito hacia Estados Unidos, con más de 116.000 solicitudes de asilo en 2021, un nuevo récord. A principios de diciembre, ACNUR pidió crear un mecanismo para coordinar los desplazamientos de personas en México y América Central. Una semana después, una horrible tragedia puso de manifiesto la necesidad de una migración controlada y segura: un camión atestado de gente volcó en Chiapas, al menos unos 54 migrantes centroamericanos murieron y más de cien resultaron heridos. Se convirtió en el suceso más mortífero para los migrantes en México desde 2014.
Pérez Díaz, J. (2011), "Demografía, envejecimiento y crisis ¿Es sostenible el Estado de Bienestar?" capítulo del libro El Estado de bienestar en la encrucijada: nuevos retos ante la crisis global: Federación de Cajas de Ahorros Vasco-Navarras, pp. 47- 62.