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Escuela de Sociología
Grupo 21
II Ciclo 2023
El poder y los afectos en el análisis de las relaciones y las transformaciones en las
familias
La autora presenta en su artículo un análisis hacer de los cambios que han sufrido durante
las últimas décadas las familias, con el propósito de destacar la importancia de dichos
cambios. Para alcanzar dicho objetivo, Nancy Piedra realiza un análisis en diversas
dimensiones tales como los cambios ocurridos en las familias, el uso que hacen del tiempo
dependiendo del género y un análisis del poder y su papel en las relaciones de pareja.
Dicho análisis está dividido exactamente con esa estructura en su artículo, y tras dicho
análisis se alcanza una conclusión enfocada en explicar los cambios que ha sufrido la
familia latinoamericana durante los últimos años, sin embargo antes de analizar dicha
conclusión es importante estudiar el análisis realizado.
En primer lugar tenemos los cambios ocurridos en las familias. En este sentido podemos
destacar que dichos cambios vienen dados por factores internos, externos, macro y micro
sociales. Estos factores han producido cambios como el rol que tienen las mujeres tanto en
la sociedad como en la familia.
En este sentido se han presentado camios en la familia tales como su estructura o los
procesos de formación de la misma. En cuanto a esto último podemos decir que se le
considera una amenaza para el modelo de familia tradicional, ya que hoy en día podemos
encontrar familias menos patriarcales en las que el poder es ostentado de forma equitativa,
lo cual, desde mi experiencia personal, está directamente relacionado con los cambios en el
rol de la mujer que han tenido lugar durante los últimos años.
Respecto a esto último puedo afirmar desde mi experiencia personal y mi conocimiento que
este elemento de la sexualidad juega un papel clave en la composición de las familias
modernas, ya que podemos ver que muchas optan por no tener hijos y en muchos casos ni
siquiera consolidan el vínculo afectivo de forma tradicional como lo puede ser el
matrimonio.
Por supuesto estos cambios en la familia no se dan de forma homogénea ya que tienen
cierta complejidad que trae consigo una gran diversidad, lo cual es la razón principal de que
existan tantos tipos de familia en la actualidad. Incluso, si se compara el proceso de cambio
entre países latinoamericanos y países como Estados Unido o Canadá podremos observar
que se dan de forma diferente, por lo que no es de extrañar que sean cambios que abran la
puerta a la diversidad.
Otor punto importante respecto a los cambios en las familias lo observamos en las
dinámicas internas de la misma. Si bien, tal como lo menciona la autora, este es un aspecto
que se ha estudiado muy poco, es un elemento que se puede analizar desde la experiencia
personal. Desde esta perspectiva podemos mencionar cambios como el aumento en la
cantidad de mujeres jefas de hogar, los hogares en los que tanto el hombre como la mujer
trabajan o la división de las laboras domésticas que en el pasado estaban delegadas
únicamente a la mujer.
Sin embargo, a pesar de todos estos cambios mencionados anteriormente, la autora destaca
que la familia tradicional, al menos en Costa Rica, podemos decir que no está en riesgo
crítico ya que elementos como su estructura, roles y dinámicas están lejos de desaparecer
ya que aún podemos encontrar con facilidad hogares de parejas heterosexuales con hijos
por ejemplo.
El análisis del uso del tiempo permite observar las disimilitudes de género tanto en
el ámbito del trabajo doméstico como el extra doméstico, razón por la cual analizar
esta dimensión en los estudios sobre las familias en la actualidad se vuelve un factor
Sin embargo en este sentido los cambios, al menos en Costa Rica no han sido significativos
ya que según la primera encuesta realizada sobre este elemento pese a los cambios en
espacios públicos o la incorporación de la mujer al mercado laboral no ha representado un
cambio en el rol de la mujer en el hogar, por lo que las labore domésticas siguen recayendo
en ella, resultando en una mayor carga de trabajo equivalente a una jornada laboral doble o
triple, lo cual evidentemente afecta de forma negativa su uso del tiempo en comparación al
hombre. (Piedra, 2016)
Esto último lo podemos plasmar mediante un ejemplo práctico. En Costa Rica es muy
común ver hogares en los que la mujer está dedicada enteramente a las labores domésticas,
sin embargo si esta llega a incorporarse al mercado laboral es casi seguro que deberá
mantener tanto sus responsabilidades laborales como domésticas puesto que es una
dinámica arraigada en la sociedad costarricense, y que de no alzar la voz se mantiene.
En cuanto a esta dimensión se tiene que existe un vínculo entre el dinero y las relaciones de
pareja ya que el nivel de ingresos de cada persona influye en el rol que esta desempeña en
la pareja y por ende en su posición de mayor o menor poder en la misma. Esto lo podemos
ilustrar mediante el ejemplo del hombre proveedor. Cuando un hombre ejerce el rol de
proveedor y la mujer asume las tareas domésticas suele ser común que quien tome la
posición de poder como cabeza del hogar sea el hombre, mientras que la mujer asumiría un
rol de seguidora del mismo. A pesar de los cambios mencionados anteriormente en la
familia, esta es una dinámica que perdura hoy en día en la sociedad costarricense, por lo
que en este sentido no ha habido gran cambio. Esto último se confirma ya que, según
diversos estudios mencionados por Piedra:
En las parejas heterosexuales se constata que las mujeres no han logrado el mismo
nivel de independencia y autonomía que los hombres. Tal y como lo indican las
por el afecto entre las personas que conforman la pareja. (Piedra, 2011 como se citó
en Piedra, 2016)
Con la cita anterior se confirma que incluso en otros países se presenta esta dependencia de
la mujer hacia el hombre en las relaciones de pareja y que existen factores culturales y
sociales propios de cada país que dificultan el revertir o igualar esta situación. Sin embargo
es una situación que, según diversos estudios, ha presentado cierto cambio durante los
últimos años gracias al cambio de rol que ha tenido la mujer en la sociedad y en la familia.
Sistema, grupo y poder: El poder social
Según lo planteado por el autor, podemos decir que el poder es un elemento mediante el
cual un individuo o un grupo somete a su voluntad o intereses a otro u otros individuos
desde una relación vertical, en la que existe el rol de dominante y de sumiso, por decirlo de
alguna forma. El poder es un elemento que está presente no sólo en la política si no que
también podemos encontrarlo prácticamente en todas las dinámicas sociales tales como la
familia, la escuela, el trabajo e incluso en el amor. (Martín-Baró, 1993)
Según el autor, el poder puede ser entendido desde dos paradigmas distintos: El paradigma
estratégico y el paradigma jurídico. El análisis que se quiera hacer del elemento del poder
dependerá del paradigma desde el que se aborde el poder. En primer lugar tenemos el
paradigma jurídico que se define de la siguiente forma:
Desde este punto de vista, el poder es un objeto social que dispone del Estado como
gerente del bien común y que distribuye entre los miembros de la sociedad a fin de
poner en ejecución las exigencias y reglas del sistema establecido. (Ibáñez, 1982
Vemos que si el poder se aborda desde este paradigma, el Estado juega un papel de gran
importancia ya que se le confiere el poder y la autoridad para actuar como un ente
regulador de la vida en sociedad a nivel general. Por otra parte tenemos también el
paradigma estratégico, que se define como:
más bien una situación estratégica que surge con cada relación social, en la medida
que esa relación presente una desigualdad de fuerzas. (Foucault, 1980 como se citó
en Martín-Baró, 1993)
Podemos observar que hay una clara diferencia en como se aborda el concepto del poder
desde este paradigma respecto al jurídico, ya que en este se entiende el poder como un
elemento más fluido y cambiante que no está ligado específicamente a ningún actor, si no
que este puede ser ejercido por distintos actores en distintas situaciones.
Personalmente creo que a pesar de que a simple vista parece que ambos paradigmas
abordan el poder desde distintos puntos de vista, en realidad no hay gran diferencia entre
uno y otro. Incluso si en el paradigma estratégico no existe una figura definida que ostente
el poder, el Estado podría definirse como aquél que tiene ventaja en las situaciones de
desigualdad de fuerzas, por lo que su posición de poder también puede entenderse desde el
paradigma estratégico. Otro punto importante por analizar es la influencia del poder en las
relaciones sociales:
Este efecto se da tanto sobre el objeto de la relación como sobre las personas o
De la cita anterior podemos concluir que la forma en la que el poder influye en las
relaciones sociales es moldeando la dinámica de estas a través del rol que toma cada
involucrado en dicha relación. Un buen ejemplo de esto es la relación de un jefe con su
empleado. Si lo abordamos desde el paradigma estratégico podemos decir que la naturaleza
de su relación el jefe está en ventaja en esta desigualdad de fuerzas por lo que es quien
ostenta el poder, mientras que el empleado asume el rol de sumiso. De esta forma el jefe
está ahora en posición de influir directamente en el accionar del empleado, con lo cual
vemos como el poder influye en esta relación.
Basados en las ideas del autor y el ejemplo anterior, podemos extrapolar esta dinámica a
cualquier relación social, sea que esta involucre solo grupos, solo individuos o ambos, ya
que el efecto del poder es el mismo, influir en el accionar de ambos involucrados.
(a) una inmediata, imponiendo un dirección concreta a la acción; (b) otra mediata,
Finalmente, con la cita anterior tenemos un entendimiento completo de la visión del autor
sobre como influye el poder en las relaciones sociales. Cabe destacar que las maneras
inmediata y mediata no son excluyentes ya que, según Martín-Baró, la acción inmediata
suele articularse en base a determinismos mediatos.
En este sentido, es importante mencionar que existen diferentes tipos de poder, dentro de
los cuales tenemos el poder de recompensa en el que el dominante regula la recompensa del
sumiso, el poder coercitivo que involucra castigos, el poder referente en el que existe una
identificación del sumiso en el dominante, el poder legítimo que asume un derecho del
dominante sobre el sumiso y el poder de experto que está basado en el conocimiento que
posee el dominante. (Martín-Baró, 1993)
Finalmente, el autor identifica tres elementos clave en el poder que son vitales para su
comprensión: el carácter relacional, la posesión de recursos y el efecto que produce en las
relaciones sociales.
En primer lugar tenemos es carácter relacional, que se refiere a que el poder está ligado a
relaciones entre individuos y/o grupos. No se trata de un concepto o elemento que se pueda
poseer físicamente si no que varía en función de las condiciones y de los participantes de la
relación en cuestión. (Martín-Baró, 1993)
En segundo lugar tenemos la posesión de recursos, al haber una desigualdad en los recursos
como dinero, conocimiento u otros, en función de la relación que se esté estableciendo se
determinará cual de los participantes toma el rol de dominante y cual el rol de sumiso.
(Martín-Baró, 1993)
Finalmente, el efecto que produce el poder en las relaciones sociales se presenta tanto en la
relación misma como en los participantes, ya que este moldea directamente la dinámica de
la relación al designar un rol para cada uno, lo cual condiciona el accionar de los
participantes. (Martín-Baró, 1993)
En conclusión, podemos afirmar que el poder es un elemento que naturalmente forma parte
de cualquier sociedad, ya que es difícil imaginar una sociedad en la que no exista ningún
tipo de desigualdad, por lo que en toda sociedad se presentarán las desigualdades en cada
relación, lo cual dará pie a que se asignen los roles de dominante y sumiso.
Referencias
Martín-Baró, I. (1993). El Poder Social. En: Sistema, grupo y poder. Psicología Social
desde Centroamérica II. 2da ed. (91-116). San Salvador: UCA Editores.