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ELABORACIÓN LACANIANA DE LA

NEUROSIS OBSESIVA:
DEMANDA, DESEO
CLASE PRÁCTICA 29/9
UN REPASO
Seminario 5, capítulo XXIII

Neurosis: “formaciones del


inconsciente”
Diferencia entre Neurosis Obsesiva y Neurosis Histérica:
Necesidad la relación al deseo
Demanda
Deseo Insatisfacción
Otro (”intermediario”) Dependencia respecto al Otro en el acceso al mismo

Por ello en el fantasma ocurre algo diferente a la


identificación histérica.
ACLARACIÓN SOBRE
LA HISTERIA
por ello la
crítica a la
Deseo enigmático. “interpretación
NO DESEA ÉSTE O forzada”
ÉSTA. Es DESEO DE
UN DESEO donde
convoca al Otro (al
deseo del otro)
EL OBSESIVO Y
SUS RELACIONES
FANTASMA
PRESENTACIÓN
Lacan habla del “lugar que tienen en el obsesivo los fantasmas
sádicos” Y afirma:
“Vemos a alguien que nos habla ante todo de toda clase de
impedimentos, de inhibiciones, de obstáculos, de temores, de dudas,
de prohibiciones. […] no será en este momento cuando nos hable de
su vida fantasmática.”
Al instalarse la transferencia “Entonces nos confiará la invasión, más o
menos predominante, de su vida psíquica por fantasmas […] en
algunos sujetos una forma verdaderamente invasiva, absorbente,
cautivante, que puede engullir partes enteras de su vida psíquica, de
sus vivencias, de sus ocupaciones mentales”
EL FANTASMA SE
MANTIENE COMO TAL
Lo que nos habla del deseo del obsesivo: “a medida que
intenta […] acercarse al objeto, su deseo se amortigua,
hasta llegar a extinguirse, a desaparecer. El obsesivo es
un Tántalo.”
¿CÓMO INTERVIENE
EL ANALISTA?
Lacan hace una observación: hay analistas
que se absorben en los fantasmas
obsesivos con el fin de darle al obsesivo un
medio de realización de su deseo...
¿cómo creen que reaccionaría el paciente?

Otras formas de intervención:


LAS EXIGENCIAS DEL
SUPERYÓ
Lacan afirma “el obsesivo siempre está pidiendo
permiso” (nivel en el grafo del Sujeto en relación a la
Demanda, o la pulsión).
Habla de su relación con el Otro, “en la misma medida
en la que la dialéctica con el Otro [...] es puesta en
cuestión, incluso en peligro, emplearse a fin de
cuentas en restituir a ese Otro, ponerse en la más
extrema dependencia con respecto a él [...] al
obsesivo le resulta esencial mantener ese lugar”
¿REGRESIÓN? ¿FIJACIÓN?
Lacan se pregunta por estos postulados de Freud

“Cuando en el inconsciente
el sujeto articula su
demanda en términos orales,
Respecto a la fijación, dice
articula su deseo en que “nos interesa [...] porque
términos de absorción, se
en ese momento de su
encuentra en una
determinada relación ($ <> demanda fue cuando para él
D), es decir, en una
se plantearon los problemas
articulación [...] que es la del
inconsciente.” de sus relaciones con el Otro,
que luego resultaron
determinantes para el
establecimiento de su deseo”
EL DESEO
En toda neurosis el deseo ha de ser insatisfecho. “El obsesivo resuelve la
cuestión de la evanescencia de su deseo produciendo un deseo prohibido. Se
lo hace sostener al Otro, precisamente mediante la prohibición del Otro”
¿Cómo se sostiene esto? Lacan dice que camuflando, ya que hay por detrás la
famosa agresividad del obsesivo.
Como el H. de las Ratas, si emerge el deseo se manifiesta el temor a la
venganza y a lo que él mismo podría hacerle al Otro. Y en eso, teme sufrir
por parte del otro una destrucción como la que él manifiesta en su deseo.
Entonces.. “la relación con el Otro siempre se ve arrastrada hacia un
deslizamiento que tiende a reducir el deseo a la demanda”, por lo tanto,
tropieza, por la acción misma del significante.
($ <> a) Esto no implica un
imperativo moral
dirigido al paciente
El fantasma de la oblatividad: esta palabra al modo de “No
hagas a los otros lo
proviene de oblación, es decir, ofrenda a una
que no quieras que
divinidad. te hagan a tí”
“La ilusión, el propio fantasma que está al alcance
del obsesivo, es que a fin de cuentas el Otro
consienta a su deseo.”
LA RELACIÓN CON EL SEMEJANTE
Lacan contraindica posicionarse como otro.
Además plantea que los “tejemanejes”, ceremoniales, precauciones, etc. del
obsesivo contienen en su fondo, salvar al semejante (de su propia agresividad).
Entonces, la salida moralizante no tiene sentido ya que lo llevaría a una sumisión
aún mayor al Otro.
Aquí resulta interesante volver al ejemplo antes planteado, donde se realiza lo que
critica Lacan, sustituir un síntoma por otro, con el permiso del Otro, es válido
preguntarse si tendría efectos negativos el que “nunca deja de engendrar el
resurgimiento [...] de la pregunta del deseo, que nunca ha sido ni podría ser
resuelta en absoluto”
Pero si es el mismo Lacan quien establece que es el deber del analista “mejorar la
posición del sujeto”, ¿qué piensan ustedes de estas intervenciones? ¿qué se hace
cuando el obsesivo está tan sumergido en sus síntomas que no puede relacionarse
con los otros?
LA MANIOBRA OBSESIVA:
LA HAZAÑA
Obtiene entonces el permiso del Otro. “Se puede decir [...] se lo merece. Pero la
satisfacción que trata de obtener no se clasifica en absoluto en el terreno donde se lo
merece.”

EFECTO SUPERYÓ:
“Quiere decir que se inflingen toda clase de tareas particularmente duras, agotadoras [...] y
por eso tendrían todo el derecho a unas pequeñas vacaciones en las que uno haría lo que
quisiera”
Nótese que no se habla del permiso de quien encarna al Otro, sino del A, porque el que lo
encarna está bien ocupado con su propio fantasma, al igual que el obsesivo. “El otro con
quien juega es siempre [...] un otro que es él mismo [...]”, “Pero el que es importante es el
Otro, ante quien todo esto ocurre.” Allí se registra la hazaña. Porque su objetivo es
mantener al Otro.
DOS COORDENADAS:
FANTASMA Y ACTING OUT
Similares en tanto el acting out también es guionado. Se acerca a los
“actos logrados”.
Pero el acting out se distingue del fantasma y de la hazaña:
“Si la hazaña es un ejercicio, una proeza, un juego de manos destinado a
complacer al Otro, a quien, ya se lo he dicho, le importa un bledo, el
acting out es distinto. Es siempre un mensaje [...] va dirigido al analista [...]
es un hint que nos lanza el sujeto [...].”
Lacan señala el acting out como pista dirigida siempre al analista: no es
por ahí.
LA DIALÉCTICA DE LA DEMANDA Y
EL DESEO: SOBRE EL SUJETO
Capítulo XXVI
Aquí retoma a Glover, por la importancia que le da al fantasma. Además, retoma la cuestión
de la agresividad, que ha de contemplarse con la relación especular, el narcisismo, lo
imaginario.
Pero también habla del registro Simbólico en este capítulo.
Para Lacan la comunicación no existe, es decir, no hay correspondencia, ni absoluta
respuesta a la demanda. ¿Por qué? Por la introducción del orden Simbólico.
Es por eso que el Sujeto de Lacan no es el de carne y hueso, no es el paciente, ni el yo: “No
resulta así, por el solo hecho de que es preciso tener en cuenta el trasfondo de la demanda,
aunque sólo fuese para explicar la articulación del sujeto en un orden que existe más allá
del orden de lo real y que nosotros llamamos el orden simbólico.”
Retoma a Winnicott también, sus nociones de objeto transicional y de frustración, dice que
allí comienzan los problemas (los que nos alejan del instinto y nos sitúan en las pulsiones),
cuando el mensaje no llega.
Repasamos

Registros
Otro
Estadio del espejo
Función Padre
Castración que opera el lenguaje
(el Otro es barado también)
NDP
castración-frustración-privación
Falta introducida por el ste
SÍNTOMA
Lacan afirma que se trata de una presentación significante que se asocia a un
significado. Está sobredeterminado, los stes se enlazan a experiencias anteriores y
reprimidas.
Acá difiere de Freud: el verdadero complejo es el de CASTRACIÓN, no el edipo. A
tachada. nunca totalmente articulado (no se puede decir).
Se repasa también lo que representa al tipo clínico de la histeria (deseo, demanda,
identificación).
DESEO EN LA OBSESIÓN
En la Histeria dx, en la obsesión d0.
“La relación del obsesivo con su deseo está sometida a [...] la desunión de las pulsiones,
el aislamiento de la destrucción. Toda la estructura del obsesivo está determinada por el
hecho de que el primer acceso a su deseo pasó, como para todo sujeto, por el deseo del
Otro, y este deseo fue de entrada destruido, anulado.”
“[...] Aquí el deseo demuestra llevar la marca del hecho de que el obsesivo ha abordado el
deseo como algo que se destruye, porque se le presentó como el de su rival y el sujeto
respondió” con destrucción y desposesión. Por eso se le desvanece el deseo.
No se destruye el OBJETO, se desvanece el deseo por la destrucción imaginaria que marcó
la experiencia del sujeto a la obsesión respecto al deseo.
Su única relación posible al deseo es A DISTANCIA.(Respecto al deseo, no al objeto). Estos
rodeos, nuevamente, son para que el deseo subsista.
Deseo
“[...]el obsesivo se empeña en destruir
el deseo del Otro. [...] tiende a Dato extra: Eidelsztein
producir en el otro la abolición, la habla de un rechazo del
Otro en la Obsesión y
devaluación, la depreciación de lo que
deseo de Otro en la
es su propio deseo.”
Histeria
Histeria: Obsesión:
Parte de ($<>a) y pasa por i(a) Parte de ($<>D) pasa por la
destrucción del Otro (verbal)
El obsesivo teme hacerle daño al Otro con pensamientos/palabras: BLASFEMIA. Recordar al H. de las
ratas. “El blasfemo hace caer dicho significante a la categoría de objeto”, objeto inerte, “[...] no se trata
de saber si el padre es lámpara, plato o mantel, se trata de hacer descender al Otro a la categoría de
objeto, y destruirlo.”. La cuestión es que si mata al Otro, que es el intermediario como habíamos visto,
deja salir esa agresividad destruyendo al deseo y al sujeto mismo. Por eso ha de preservar al Otro. Y por
eso los rodeos, el miedo a lo que podría llegar a hacer, y las formaciones reactivas: la oblatividad, la
hazaña, así como quedarse en el significante eternamente, en los pensamientos, en la palabra, y en los
peores casos, inhibido allí.
¡MUCHAS GRACIAS!

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