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LA ANTIGUA CIUDAD

INCA
En tiempos pasados había un Imperio Inca liderado por un monarca llamado Sapa. Entre los
habitantes había un inca diferente a todos los demás. Él se llamaba Jharu, a él le gustaba conocer
nuevos lugares, pero por el monarca Sapa no lo podía hacer ya que la tenía muchas actividades
que el líder dejaba, porque él era quien dirigía a la comunidad.
Un día los compañeros de Jharu le comentaban de un lugar místico y maravilloso. Un lugar al que
nadie se atrevía a ir. Porque decían que los que iban nunca regresaban. Comentaban que se
encontraba en unas montañas de Cusco y que encontraría incas diferentes a ellos. A Jharu le
intrigaba conocer el lugar, pero sabía que no podía por el monarca Sapa, entonces hizo un plan.
A la mañana siguiente, Jharu tenía tareas pendientes que hacer, pero no se apareció. Sus
compañeros se preocuparon tanto que fueron con el monarca a decirle sobre que Jharu no
estaba en el pueblo.
Sapa al enterarse del caso se enojo tanto que fue a su tambo donde él dormía y vio que no
estaba.
Jharu, en ese momento, se encontraba en viaje para ver ese lugar místico y maravilloso. Tras dos
dias de caminata se encontraba en Cusco, pero de repente se encontró con dos Incas

- ¿Quién eres tú? – pregunto, uno de los incas


-Yo me llamo Jharu, vengo a conocer un lugar que está cerca de aquí.
-Y cual es ese lugar exactamente? -dijo el inca
- Se que esta en unas montañas sobre un valle del rio. -manifestó Jharu
Loa dos Incas estaban sorprendidos porque ellos sabían que se refería a su ciudadela.
- ¿Y tú como sabes de ese lugar? -pregunto el inca
-Mia compañeros me comentaban del lugar y yo quería verlo con mis propios ojos -dijo Jharu -
Ustedes, lo conocen, por favor ayúdenme.
Los incas lo pensaron bien y decidieron llevarlo. Entonces, los tres incas se dirigieron, a su destino.
Al llegar lo que Jharu noto fue una gran neblina, pero los dos incas le dijeron que no se preocupara
que era normal ver mucha neblina ya que se estaban acercando al lugar.
Jharu estaba un poco triste, pero vio que había muchas familias de incas. Le pareció muy extraño,
porque no sabía que había muchos.
Empezó a integrarse con los incas y se acostumbro a su forma de vivir y después de un día, vio por
fin, ese lugar de grandes montañas y un hermoso cielo que lo llamo “Machu Picchu”.

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