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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE MEDICINA


DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN HUMANISTA Y SOCIOMÉDICA

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Introducción a la Antropología
Profesores de la academia que participaron en la elaboración del texto:
Yanira Aguilar Acevedo, Rebeca Cruz Santacruz, Masaya del Rasso Sáyago,
Rabin Amadeo Martínez Hernández, María del Rosario Mendoza Aguilar,
Esteban Ordiano Hernández, Ana Elena Rosas Gutiérrez,
Alfonso Ruiz Belmán, Diana Laura Villegas Muñoz
ENERO DE 2023
Última revisión: 3 de julio de 2023

Presentación
El texto que presentamos a continuación es resultado de la necesidad que los profesores de la academia
de Antropología Médica hemos expresado para ofrecerle a nuestros estudiantes material adecuado a las
necesidades del curso que impartimos en la Escuela Superior de Medicina del IPN. El material procura
recabar información de diversas lecturas que consideramos apropiadas para la formación en medicina y
estará en revisión permanente para mantenerlo actualizado. Recomendamos ampliamente buscar en un
diccionario los significados de las palabras que se desconozcan. Asimismo, sugerimos unas actividades
para reforzar los aprendizajes, las cuales recuperan los contenidos leídos en diferentes bloques; sin
embargo, el profesor o profesora tiene libertad de solicitar una actividad diferente. Esperamos que este
material sea de su interés.

¿Qué estudia la antropología?


La etimología de la palabra Antropología, proviene del griego: anthropos (hombre) y logos (estudio o
ciencia), que refiere al “estudio del hombre o ciencia de la humanidad” (Argüello, 2007). La antropología,
en su sentido amplio, general, es el campo disciplinario que estudia a la humanidad en toda su amplitud,
incluidos sus orígenes prehistóricos y la diversidad humana contemporánea; cubre un periodo de tiempo
extenso y abarca un abanico de materias (Miller, 2016).
Durante el siglo XX, la antropología dejó de ser una disciplina relacionada por muchos con el estudio de
culturas consideradas “exóticas” para convertirse en una ciencia social que ha contribuido en gran manera
a la comprensión de nuestro entorno. Por ejemplo, la antropología dio inicio al estudio transcultural del
parentesco y la organización social, introdujo el concepto de relativismo cultural en el lenguaje corriente
y promovió el uso de la observación participante como herramienta de investigación. Asimismo, su
perspectiva global, integral y transcultural ha encontrado un tesoro escondido de datos y teorías que han
suscitado la atención tanto de los investigadores como de los lectores en general. (Barfield, 2001, pág. 9)
La labor antropológica, como la de otras ciencias sociales, es la de hacer una interpretación, análisis y
descripción comprensiva de los comportamientos y discursos exhibidos en las prácticas sociales y su
relación con la cultura. Con este fin, se sirve de distintos métodos y técnicas, que le permiten acercarse a
esa comprensión del mundo de los diversos protagonistas que habitan complejos entramados
socioculturales.
Los antropólogos interrogan las diversas realidades humanas con una forma particular de metodología y
narrativa, a la que llaman etnografía, la cual es una descripción meticulosa de las culturas que investigan.
En este sentido, el antropólogo explica la realidad atendiendo invariablemente al contexto histórico-social
de cada cultura, por lo tanto, al leer una etnografía se requiere considerar siempre el contexto particular

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de la descripción elaborada, ya que, como cualquier ámbito de la realidad, éste se modifica
constantemente.

¿Para qué sirve la Antropología?


Seguramente nuestros lectores se preguntarán por qué sería necesario saber algo de Antropología en la
formación de profesionales del área de la salud, es decir ¿qué ofrece la antropología a las personas que se
introducen en este campo? Este texto busca elaborar algunas respuestas a esta pregunta.
En primer lugar, consideramos que la antropología es una herramienta poderosa de análisis y reflexión,
especialmente para estudiantes y trabajadores de la salud que aspiran a una práctica solidaria, humana y
respetuosa de los derechos de los pacientes, pues permite ampliar la visión que tenemos de la realidad
donde vivimos, nos prepara para comprender mejor las razones por las cuales, las personas que nos
rodean –los otros–, piensan, dicen y actúan de la manera que lo hacen, pero también nos permite
comprendernos mejor a nosotros mismos en nuestras maneras de pensar y de relacionarnos con nuestro
entorno social y natural.
Es decir, lo que percibimos e interpretamos de la sociedad en la que vivimos y de las personas que la
integran, depende de un punto de vista que hemos aprendido al interior de la cultura en que nacimos y
donde fuimos preparados para formar parte de ella. Esto quiere decir que existen otros puntos de vista
distintos al nuestro, tanto dentro de nuestra propia cultura como en sociedades con culturas diferentes
que educan a sus integrantes con los criterios que les permiten ser parte de ellas.
Cuando aprendemos a darnos cuenta de que al ser integrantes de una cultura nuestros puntos de vista y
nuestros comportamientos, tienen semejanzas y diferencias con los de personas que han nacido y vivido
en otras culturas, podemos comprender mejor por qué lo que pensamos sobre la realidad que conocemos,
casi siempre es diferente a lo que piensan otras personas.
De esta manera, nuestra percepción del mundo se amplía y conseguimos ser capaces de replantearnos
constantemente nuestras ideas, valores, creencias y ponerlas en perspectiva, considerando que hay otras
maneras diferentes de mirar el mundo y, por tanto, de actuar en él. Según Bohannan (2009) la presunción
más peligrosa que existe es suponer que ya entendemos el mundo que nos rodea… La antropología nos
permite saber que esto no es así…
En segundo término, la antropología también nos prepara para ser observadores y participantes activos,
para lo cual nos dota de herramientas conceptuales y metodológicas que constituyen una base firme para
considerar de forma crítica nuestra sociedad y cultura, lo cual no implica censurarla o ver defectos, sino
ver los acontecimientos y tendencias históricas de forma amplia, así como apreciar su complejidad, tanto
en el presente como en el pasado, de tal manera que podamos imaginar mejores futuros para todas las
personas y para nuestro mundo.
En resumen, la antropología nos ayuda a desarrollar una actitud antropológica que consiste en adquirir
una visión múltiple y amplia de la realidad que incluya el punto de vista de nuestra propia cultura y el de
otra u otras culturas, de tal forma que podamos comparar las semejanzas y diferencias entre ellas, y de
esta manera, aprender a respetar y no juzgar las distintas formas de pensar, decir y hacer que tienen otras
personas y, por el contrario, intentar comprender las razones por las que lo hacen a su manera. (Bohannan
2009)

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ACTIVIDAD PARA REFORZAR TUS APRENDIZAJES SOBRE EL CONCEPTO DE ANTROPOLOGÍA Y SUS USOS. ELIGE UNA DE LAS
SIGUIENTES… O LAS DOS ;)
1) Reflexiona si te ha pasado que en ocasiones piensas que lo que sabes en relación con algún tema polémico es “lo correcto”
y que lo que otros piensan (familiares, amigos u otras personas) está “equivocado”. En caso de que así sea, ¿esa manera de
pensar te ha generado conflictos con otras personas? ¿A qué crees que se deba? ¿Cómo podrías aprender a desarrollar una
actitud antropológica en tu futura práctica médica? Coméntalo en el grupo
2) Mira el video que se encuentra en el siguiente link https://www.youtube.com/watch?v=XpXv2r_zXTY Escribe tu opinión al
respecto y coméntala con tus compañeras y compañeros del grupo y con tu profesor(a)

¿Qué aporta la antropología a la formación del personal de salud y a la práctica


médica?
La antropología ha logrado conjuntar su perspectiva teórica-metodológica y los criterios biomédicos,
dando pauta a una subdisciplina que explora las acciones de los sujetos bajo el dominio tripartito de la
salud-enfermedad-atención, la cual se denomina antropología médica. Esto a su vez ha brindado la
oportunidad de desarrollar nuevos campos de investigación-acción, que son viables para la formación no
sólo de antropólogos sino también de los practicantes de las ciencias biomédicas.
En México, el interés por la reflexión desde la perspectiva sociocultural sobre la atención, la salud, la
enfermedad y el accidente, tomó cuerpo en los años cuarenta del siglo XX; pero su influencia quedó
reducida a los antropólogos y en cierta medida, a los epidemiólogos. Las circunstancias, sin embargo,
nunca permanecen constantes y en la actualidad son los médicos y no sólo los antropólogos quienes se
interesan por el enfoque cultural de la medicina. (Aguirre 1992, pág. 473)

Ciencias sociales y antropología


Para comprender mejor el papel de la antropología en la formación del personal de salud, es necesario
hacer un poco de historia para ubicar el surgimiento y la importancia de esta disciplina y su relación con
el estudio de las sociedades y sus culturas.
Las ciencias sociales nacieron en el siglo XIX, bajo los parámetros de una visión científica empírica como lo
eran las ciencias naturales. La tarea de las ciencias consistía en descubrir los elementos básicos de este
universo, identificar sus propiedades, esclarecer las relaciones entre estos elementos, determinar las leyes
o continuidad de sus relaciones mutuas, establecer taxonomías y tipos generales, determinar relaciones
de correspondencia y causalidad, entre otros fines. De ahí que los científicos sociales se dedicaran a la
descripción minuciosa de los fenómenos sociales o su caracterización, en términos cualitativos,
cuantitativos o ambos. (Krotz 1988)
Uno de los aspectos que las ciencias sociales han esclarecido es que, en las sociedades, los seres humanos
nos insertamos en un mundo normado. Es decir, aprendemos a obedecer las exigencias de un sistema
social que nos impone concepciones del mundo –de las cuales generalmente no somos concientes–, las
cuales habitualmente determinan nuestros pensamientos, decisiones y conductas, pero además, también
permiten un cierto control sobre las personas.
Este orden social, moral y legal abarca todo comportamiento y percepción; se administra, resguarda,
gestiona e inventa mediante individuos e instituciones, intentando mantener un control que permita la

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continuidad de los grupos sociales. Sin embargo, no siempre se logra obtener dicho control, como lo
podemos observar en diversas manifestaciones de desorden social como la desobediencia civil, el desafío
a las instituciones, la negación del orden, la acción contestataria y la iniciativa opuesta; las cuales podrían
conllevar procesos de desintegración de la vida social; o bien, ante necesidades insatisfechas, a cambios
estructurales que permiten el nacimiento de nuevos órdenes sociales. (Galindo Cáceres 1995).
Tal es el caso en la historia de la humanidad de la aparición de nuevas formas sociopolíticas como el
Renacimiento o la Ilustración; o los cambios en las estructuras de poder que trajeron la Revolución
Francesa o la Bolchevique, la Primavera Árabe o el Movimiento de Liberación Nacional Africana, entre
otros muchos. En otras palabras, el orden social no es inmutable, se encuentra en proceso de cambio
permanente.

Lo social y la sociedad
Maurice Godelier en su obra Lo ideal y lo material (1989), argumenta que el ser humano como especie
social es resultado del proceso de la naturaleza, pero no está limitado a vivir en ella, porque la especie
humana, ha producido a lo largo de la historia una sociedad para vivir, lo que lo convierte en copartícipe,
junto con la naturaleza, de su evolución posterior.
La producción de la sociedad implica enfrentar realidades materiales externas al ser humano, lo cual se ha
realizado mediante la elaboración de herramientas y utensilios, la domesticación de animales, el
descubrimiento de la agricultura y de la tecnología –desde la industria lítica hasta la inteligencia artificial–
y otras maneras de construir la realidad social (como veremos más adelante, a los productos de algunos
de estos aspectos se les denomina cultura material).
A su vez existen realidades ideales, que son todas las formas de pensamiento, –conscientes o
inconscientes, cognitivas o no-cognitivas–, sin excluir ni privilegiar a ninguna; las cuales son esenciales en
las relaciones de producción y reproducción social que organizan los individuos entre sí y con la naturaleza
(a los productos de estas prácticas humanas se les denomina cultura inmaterial, como veremos después).
Marvin Harris (1983, pág. 21) nos dice que: “Una sociedad es un grupo de personas que comparte un
hábitat común y que dependen unos de otros para su supervivencia y bienestar.” En este sentido,
ubicamos a una sociedad en el tiempo y el espacio porque posee límites territoriales que cuentan con una
ecología particular y sus integrantes establecen relaciones sociales de solidaridad y apoyo que permiten
la continuidad de ese grupo humano.
La estructura social, a su vez, está conformada por instituciones sociales, que son formas particulares de
organización que posibilitan una cierta estabilidad del conjunto social, mediante normas y roles que
permiten la cohesión y la coherencia en la sociedad.
Algunas instituciones sociales son: la familia, el sistema educativo, la religión, el sistema económico y el
gobierno, las cuales ayudan a establecer las conductas ideales (esperadas) de los integrantes de la
sociedad, los límites tolerables para sus acciones, así como las expresiones y prácticas consideradas lícitas
en sus actuaciones públicas y privadas, así como en su vida afectiva, sexual, familiar y profesional.
Las sociedades modernas son altamente complejas, por lo que se observa una progresiva fragmentación
en grupos y estratos, que tienen el potencial de lograr cambios en los propósitos y o preferencias de los

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individuos. Aunque con frecuencia, bajo tal apariencia de pluralidad, se oculta la existencia de opciones
limitadas, que demandan términos rígidos para los códigos permitidos y las alternativas posibles.
Es debido a esta complejidad, que para realizar un estudio antropológico de corte etnográfico es necesario
enfocarse en grupos sociales claramente definidos, como las clases sociales, las castas, los grupos étnicos,
los migrantes, los jornaleros agrícolas, los enfermos crónicos, las redes sociales de apoyo o los entornos
de desempeño profesional, como el hospitalario, la relación médico-paciente, la cultura organizacional,
entre otros muchos.

ACTIVIDAD PARA REFORZAR TUS APRENDIZAJES SOBRE LA ANTROPOLOGÍA, LAS CIENCIAS SOCIALES, LA SALUD Y LA
SOCIEDAD. Elabora un mapa conceptual o un cuadro sinóptico que incluya los siguientes conceptos: ciencias sociales, ser
humano, sociedad, estructura social, instituciones sociales, sociedades modernas, grupos, estratos.

TEORÍAS ANTROPOLÓGICAS
Como hemos visto, el desarrollo de las ciencias sociales data del siglo XIX; sin embargo, la configuración
de la antropología como espacio de investigación del otro (el diferente de uno mismo, el que no forma
parte de un nosotros construido socialmente), se encuentra en las descripciones de los primeros viajeros
y exploradores cuyos registros se encuentran desde los griegos y romanos, hasta los misioneros que
describieron las costumbres de las personas durante sus travesías y procesos evangelizadores.
Fue hasta finales del siglo XIX que la antropología empezó a desarrollar un cuerpo teórico-metodológico
explícito, que con el paso de los años se ha ampliado y desarrollado conforme van cambiando las
dimensiones de tiempo y espacio en las sociedades.
Existen diversas corrientes teóricas y escuelas de pensamiento antropológico que ubican su origen en
regiones particulares del mundo, pero a partir de los procesos globalizadores se han insertado como parte
de los cimientos del conocimiento antropológico actual.
Algunas corrientes antropológicas son: (Aguirre, 1992, Miller, 1996, Harris, 1999)
• Evolucionismo • Cultura y personalidad • Antropología
• Evolucionismo cultural • Estructuralismo francés interpretativa
(método comparativo) • Antropología social (descripción densa de la
• Materialismo dialéctico británica cultura local)
• Particularismo histórico • Materialismo cultural • Antropología médica
• Funcionalismo (ecología cultural) crítica
• Difusionismo • Antropología simbólica

Ramas de la Antropología
En la Antropología existen cuatro grandes campos de estudio que se centran en diferentes aspectos
particulares del ser humano: Antropología Física o Biológica, Arqueología, Antropología Sociocultural y
Lingüística. Existe además otra área de la antropología que algunos buscan considerarla como una rama
aparte, pero que nosotros pensamos que es una manera concreta de resolver problemas en cada una de
las ramas de la antropología que hemos señalado, nos referimos a la Antropología Aplicada.

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La Antropología aplicada es, en palabras simples, el hecho de poner en práctica los conocimientos y
métodos antropológicos para prevenir o resolver problemas, o diseñar y llevar a cabo objetivos concretos
(Miller 2016). Es cualquier tipo de investigación antropológica que se ejecute con el fin de resolver
situaciones que representen un problema para una comunidad o cualquier grupo cultural.
Hemos visto que la antropología general (o “pura”) es la ciencia social que estudia el comportamiento de
los seres humanos, tanto en el pasado como en la actualidad. Al “aplicarla” se pretende resolver problemas
que pueden estar relacionados con cualquier área que involucre el comportamiento humano, como salud,
negocios, derechos humanos, problemas ambientales y educación, entre otros muchos.
La antropología aplicada “conecta cada uno de los cuatro campos de la antropología” (Miller 2016, 8),
requiere de la aplicación de métodos basados en investigaciones y recolección de datos para producir
cambios en ciertos sistemas culturales. Es la “praxis” de la antropología, el hecho de vincular la
investigación al activismo dentro de la comunidad o grupo de personas que se quiera estudiar.
Resumiendo, la antropología aplicada pone en práctica los principios antropológicos de todas sus ramas
para resolver problemas que se presentan en el mundo real de comunidades locales, los cuales pueden ser
de salud, de educación, del medio ambiente o cualquier otro relacionado con la vida en sociedad.

ANTROPOLOGÍA FÍSICA O BIOLÓGICA


La antropología física o antropología biológica es una disciplina dedicada a conocer las especificidades y
la variabilidad del animal humano desde la perspectiva biológica. Cuando hablamos de antropología física
hablamos de investigaciones sobre el desarrollo evolutivo de la especie humana, sobre sus mecanismos
de adaptación o sobre el cuerpo humano como entidad biosocial; es decir, la antropología física construye
la biología humana como la intersección entre lo biológico y lo sociocultural.
La antropología física contribuye también a reflexionar mejor acerca de cómo fue que la especie Homo
sapiens experimentó los diferentes procesos de adaptación y desarrollo cultural, pues indaga en los restos
óseos de las poblaciones pretéritas las características morfológicas, moleculares, y datos del entorno
cultural en que proliferaron.
Así, la antropología física tiene su origen en los estudios de sistemática y taxonomía, al observar y analizar
todas las variaciones posibles entre los individuos y poblaciones, así como las posibles explicaciones de
dichas variaciones; siendo fundamentales los conceptos de evolución y adaptación, pero no sólo desde el
aspecto biológico, sino que incluye a la cultura como un producto que permite una nueva forma de
adaptación al medio que no tiene referente en otras especies animales.

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Imagen tomada de: https://ciencia.unam.mx/leer/1243/la-genetica-como-herramienta-para-explicar-la-variabilidad-humana

Además de los estudios de poblaciones pasadas, la antropología física también se enfoca en poblaciones
actuales, colaborando con el análisis de procesos contemporáneos de variabilidad en aspectos sociales,
culturales, somatológicos, antropométricos, osteológicos y comportamentales; así como en las
condiciones de vida y salud/enfermedad en que se desarrollan y configuran los individuos y poblaciones.
Los estudios bioculturales (antropofísicos) incluyen una gran variedad de intereses; desde la óptica
evolutiva se desarrollan áreas de investigación acerca de la evolución humana, somatología, crecimiento
y desarrollo humano, osteología y los enfoques bioculturales de la salud. Algunas de sus aplicaciones se
encuentran en el área forense, ergonomía, antropología aplicada, prehistoria, procesos de conservación
de restos óseos, genética de poblaciones, primatología, demografía, salud pública, estudios del cuerpo y
antropología del deporte, entre otras.

Antropología física o biológica aplicada


Algunas aplicaciones actuales de la antropología física son los estudios de bioantropología con poblaciones
prehistóricas o paleoantropología, como son los análisis de yacimientos fósiles en la Sima de los huesos,
Atapuerca, España; donde se han recuperado cinco especies de homínidos diferentes con dataciones
aproximadas entre los 1,300,000 a 50,000 años. Las excavaciones en los últimos 20 años se han trabajado
en yacimientos ubicados en Etiopia, Georgia, Kenia, Chad, Indonesia y Marruecos; encontrando más
variedades homínidas, así como sus características antropométricas, morfológicas, e incluso sus
condiciones generales de salud.
En las investigaciones relacionadas con poblaciones actuales la antropología física ha incursionado en el
tema de vejez y envejecimiento, con la finalidad de analizar los cambios relacionados con esta etapa de la
vida. Enfoques como el curso de vida, condiciones de salud y desgaste, procesos de salud-enfermedad,
cambios poblacionales por envejecimiento demográfico, sexualidad, biomecánica y rehabilitación, entre
otros.

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Imagen tomada de: https://www.un.org/development/desa/es/news/social/elder-abuse-awareness.html

Otros ejemplos de antropología física aplicada son los estudios de primatología realizados para
comprender mejor cómo fue el proceso evolutivo de la especie humana, pero también para proteger a los
primates de la extinción de sus hábitats y favorecer su supervivencia.
Igualmente, se ha desarrollado la antropología forense que se encarga de la identificación de restos
humanos esqueletizados y consta de tres ramas: antroplogía forense, arqueología forense y antropología
cultural forense. En México, la antropología forense tiene sus orígenes en 1890 de la mano de los estudios
criminalísticos, pero no fue sino hasta 1949 que se realizó el primer trabajo considerado de antropología
forense. Uno de los primeros trabajos de mayor alcance y difusión, fue el dictamen realizado en el proceso
de identificación de los supuestos restos de Cuauhtémoc, a cargo del Dr. Eusebio Dávalos Hurtado (médico
homeópata y antropológo físico) y de Javier Romero Molina (antropólogo físico). (Lagunas y Reyes 2009)
Actualmente, y debido a la magnitud del problema que enfrenta nuestro país con la creciente ola de
violencia que ha llevado a movimientos civiles de búsqueda de desaparecidos, la antropología forense ha
tenido un papel relevante en el proceso de identificación de los familiares de desaparecidos, de los cuales,
según datos de la Comisión de Búsqueda de México, el 97% ocurrieron a partir del 2006. Resalta que en
este estudio es necesaria la participación de otras disciplinas de la antropología y de las ciencias sociales y
las humanidades. (EAAF México 2022)

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ARQUEOLOGÍA
La Arqueología es la rama de la Antropología general que estudia la cultura humana a partir de sus restos
materiales. Cuando las personas escuchan esta palabra, con frecuencia piensan en algo “antiguo”. A veces
consideran que los arqueólogos son profesionistas que se dedican a descubrir huesos de dinosaurios o de
nuestros antepasados, o bien, se piensa en grandes obras arquitectónicas del pasado como las pirámides
de Egipto o las de Chichen-Itzá.

La arqueología es Estas ideas tienen su base en una cuestión bastante cierta, si revisamos la
la disciplina de la etimología de la palabra arqueología vemos que arqueos significa ‘antiguo’
antropología que en griego, logos es ‘tratado’ e ía refiere a ‘ciencia’, por lo que Arqueología
estudia la cultura significa “Ciencia que trata de las cosas antiguas”. Si bien esta ciencia trata
humana a partir de lo antiguo, también hay que recalcar que no de todo lo antiguo…, sino
de sus restos específicamente de las cosas relacionadas con el ser humano.
materiales.
En la actualidad la Arqueología abarca el estudio de épocas prehistóricas,
históricas e industriales; es decir, no sólo se dedica al estudio de civilizaciones pasadas o culturas extintas,
también trata sobre sociedades vivas y de esta manera se entiende mejor la relación entre las personas y
las cosas que han producido, construido y creado a lo largo del tiempo y en distintos lugares del orbe.
(Bohannan 2009). Ejemplos de estos restos materiales son: grandes obras arquitectónicas, pequeñas
casas, tumbas, herramientas de todo tipo y materiales (piedra, concha marina, metal), vasijas de cerámica,
instrumentos musicales, textiles y objetos hechos con restos de animales, como huesos o pieles, en fin,
todo objeto hecho por los humanos es susceptible de ser estudiado por esta disciplina
Además de realizar excavaciones, algunos
arqueólogos exploran el fondo marino para
responder a preguntas sobre la conducta y la
cultura humanas y su relación con los mares,
lagos y ríos, mediante el estudio de restos
materiales humanos que por diversas razones
quedaron sumergidos (embarcaciones,
construcciones portuarias, restos humanos e
incluso ciudades como Pavlopetri en Grecia)
(Ver imagen) Pavlopetri, Grecia (Ciudades sumergidas, 2021)

Sin embargo, es importante recordar que el interés no está puesto en el objeto mismo, sino en lo que éste
significa para la cultura de la sociedad que lo creó, en ese sentido una vasija no es únicamente una vasija,
ya que es parte de un contexto, está en relación con lo que fue un estilo de vida, es una huella que deja
información y que en relación con otros objetos y hallazgos tiene un valor testimonial que podrá ser
interpretado por los arqueólogos. (Martos 2002)
Un ejemplo de ello lo tenemos en el antiguo Egipto, en el año 2000 la tumba de la hija de un antiguo
sacerdote fue encontrada y con ella una prótesis del dedo gordo del pie derecho (Ver figura). Según las
investigaciones arqueológicas, se cree que esta mujer llamada Tabaketenmut padeció diabetes y vivió
entre 950-710 a.C.

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¿Quieres saber más sobre
este hallazgo? Haz clic aquí:
https://arqueologiaenred.pal
eorama.es/2017/06/una-
delicada-protesis-del-
antiguo-egipto.html

Pie de la momia de una mujer enterrada hace casi 3000 años, cerca de Luxor
Fuente: Paleorama en Red (2017)

¿Qué nos dice la prótesis sobre quién la elaboró y sobre su sociedad?:


(El dedo del pie) se hizo en tres secciones, dos de madera, la tercer posiblemente de cuero. Se han
perforado los agujeros, a través de los cuales una serie de enganches de aguja aseguran la sección
a la otra. …Aspectos importantes de su diseño revelan como el tallista parece haber sido
consciente de la anatomía y función del pie. La inclusión de una bisagra tal vez pretendía imitar la
flexión de la articulación metatarsofalángica. El biselado deliberado en el borde frontal muestra
un intento de evitar el roce del hueso escafoides en la parte superior del pie, y la parte inferior del
dedo del pie es plana para brindar estabilidad. (Pinzón 2011)
Estas características nos hablan no sólo de un buen conocimiento anatómico sino también biomecánico.
Al considerarse los materiales y la funcionalidad, se cree que la persona que hizo este artefacto tuvo que
considerar a su paciente para que la prótesis fuera exitosa. Se han encontrado varias prótesis de pie, pierna
y dedos de pie en la antigüedad. Específicamente en Egipto se sabe que había conocimiento especializado
de anatomía descriptiva, pues fue detallado en otros procedimientos como el embalsamamiento y
registrado en papiros que eran libros sobre medicina.
Otro ejemplo que nos habla del conocimiento que tiene una cultura sobre el cuerpo y cómo intervenirlo
lo encontramos en los estudios sobre trepanaciones y lesiones suprainianas que se han hecho en varias
partes del mundo, pero sobre todo en América y Mesoamérica en donde este tipo de intervención es
característica y nos habla de una técnica de raspado del cráneo que según Serrano (1973) se caracterizó:
Por tener una localización fija en la región occipital, ligeramente por encima del inion, delimitada
en su parte inferior por la protuberancia occipital externa y las líneas curvas occipitales superiores.

Figura 2. Cráneo humano con “Un estudio de 1999 de siete cráneos trepanados de Monte
evidencia de trepanación encontrado Albán (Figura 2) mostró una combinación de agujeros elípticos
en Monte Albán, Oaxaca, México. simples y múltiples perforados o desgastados en el casquete
craneal, realizados exclusivamente en los huesos parietales
superiores. Los cráneos de muestra eran de adultos masculinos
y femeninos, y la evidencia de curación alrededor de las
perforaciones sugirió que aproximadamente la mitad había
sobrevivido a la operación. La mayoría de los cráneos en el
estudio mostraron signos de daño craneal anterior, lo que
indica (como en los ejemplos andinos) que las operaciones
fueron un intento de reparar o aliviar este traumatismo
craneoencefálico.” (Trepanación en Mesoamérica, s/f))
Fuente: https://hmong.es/wiki/Trepanation_in_Mesoamerica

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Evidencia de este procedimiento quirúrgico se ha podido encontrar en esqueletos y momias de hombres
y mujeres adultos de diferentes edades, así como en infantes y se realizaba aplicando la técnica de raspado
del hueso, que podía ser ligero o bien completa, habiendo individuos que sobrevivieron a esa intervención
y presentaron regeneración ósea.
Este tipo de intervenciones requerían de una técnica. No se sabe bien en qué momento y las razones para
realizarla. Se tiene evidencia de que en Melanesia aplicaban sobre la frente esta técnica de raspado para
liberar la presión craneana o bien para tratar heridas de la cabeza, aunque para los niños podía utilizarse
como preventivo. En Mesoamérica se ha asociado a la deformación craneana y a situaciones de orden
ritualístico más que terapéutico, no obstante, no se descarta esta última situación.
Lo que puede establecerse es que este tipo de intervenciones surgieron en una época determinada en
varios puntos de América, por lo que puede decirse que es un rasgo cultural característico la lesión
suprainiana, así como la técnica de raspado.

Arqueología aplicada
Como hemos revisado, la arqueología estudia la cultura de los seres humanos a partir de los objetos
materiales que quedaron al desaparecer algunos pueblos antiguos.
Pero de la misma manera en que estos restos de culturas pasadas (muertas) nos hablan de los estilos,
calidad de vida, organización social o desarrollo de ellas, un enfoque actual de la arqueología, surgido en
los años setenta del siglo XX, participa en el estudio de los desechos de las sociedades contemporáneas
para indagar “en los hábitos de consumo, su relación con la identidad y status de los habitantes, buscar
soluciones a los problemas de contaminación y educación ambiental, e incluso replantear el conocimiento
en torno a la degradación de los residuos.” (Diálogos del pensamiento 2023)
Este enfoque se denominó arqueología del pasado contemporáneo o bien, antropología de la basura y su
creador fue Bill L. Rathje (1945-2012), arqueólogo estadounidense.
El carácter innovador de la propuesta de Rathje está quizás resumido
en la frase siguiente: “Desde el principio, el objetivo principal de
investigación del Proyecto de la Basura fue demostrar la utilidad de los
métodos y teorías arqueológicas para lograr un mejor entendimiento
de temas que conciernen al público actual” (Rathje 2001: 63). A partir
del “Proyecto de la Basura”, que lo llevaría a proyectarse más como
una figura pública y como activista que como académico, Bill siguió
publicando sobre tópicos arqueológicos.
Esta actividad le permitió a Rathje vincularse con académicos y
medioambientalistas por igual y tuvo un impacto en muchos círculos de la
sociedad civil. Una de sus afirmaciones acompaña el pensamiento actual sobre
el cuidado del planeta:
Francamente –dice– la tierra no necesita ser salvada. A la naturaleza le importa un rábano si los
seres humanos están aquí o no. El planeta sobrevivió cataclismos y cambios catastróficos por
millones de años, en ese tiempo, se cree que el 99% de las especies que habitaban el planeta han
desaparecido y el planeta sigue. Salvar el medio ambiente es realmente salvar nuestro medio
ambiente –cuidarlo para nosotros, para nuestros hijos, y para mantenerlo como lo conocemos. Si

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más gente viera el problema como un caso de salvarse a sí mismos, probablemente se motivarían
y comprometerían más a hacerlo realmente. (Angelo 2012)

ANTROPOLOGÍA SOCIOCULTURAL
La antropología sociocultural1 o antropología social o antropología cultural es la rama de la antropología
que estudia la diversidad de sociedades y culturas humanas, así como sus orígenes y cambios en la historia,
poniendo énfasis en las herramientas y los significados que producen. Para ello, observa, describe, analiza
e interpreta las similitudes y diferencias que tienen entre sí los grupos humanos y sus productos culturales.
Un concepto central de esta rama de la antropología general es el de cultura, a la cual considera como un
producto de la adaptación e interrelación de los grupos humanos con el medio ambiente, por lo que indaga
acerca de las maneras como cada cultura responde a las condiciones que su medio le impone,
transformándose a sí misma en este proceso. En otras palabras, somos seres que creamos cultura y al
mismo tiempo somos creados por la cultura.
El enfoque integral de la antropología sociocultural incluye la descripción de las formas de interrelación y
organización de los factores culturales con los de tipo ambiental, los psicológicos, biológicos, sociológicos
y económicos, entre otros, lo cual nos brinda una perspectiva amplia de la complejidad humana.
Para Kottak (2011), la antropología sociocultural tiene dos tipos de prácticas muy consolidadas: la
etnografía (con base en el trabajo de campo) y la etnología (con base en la comparación transcultural).
La etnografía trata de explicar las prácticas culturales de una sociedad o comunidad en particular.
Tradicionalmente, los etnógrafos se introducen en pequeñas comunidades, conviven con su gente
durante un buen tiempo y recopilan pacientemente numerosos datos con el fin de analizar,
interpretar y explicar la vida social, las costumbres, las creencias, la religión, la organización política
y las actividades económicas locales. La etnología observa, analiza, interpreta y compara los
resultados obtenidos de la etnografía. (Cisolog, 2016)
La antropología sociocultural utiliza los resultados de investigación de las otras ramas de la antropología
general para comprender mejor cómo se aprende, se conserva y transmite un cuerpo de costumbres,
tradiciones y formas de enfrentar los retos que el medioambiente y su biodiversidad le presentan a los
seres humanos en distintas partes del planeta.

Antropología sociocultural aplicada


La antropología sociocultural se encarga de estudiar la cultura en todos sus aspectos, utilizando los
métodos y herramientas de la etnografía, etnología y del folclore para determinar con exactitud los
estudios. Cumple con analizar y estudiar la cultura en las diferentes sociedades del mundo.
Salzmann (1984) relata un caso ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, en el que un grupo de
personas tuvieron que ser trasladados desde su isla a otra ubicada en un lugar del Pacífico, debido a los
ensayos militares de los Estados Unidos, pero la gente que fue trasladada comenzó a dejarse morir, por lo
que se contrató a un antropólogo social para descubrir la razón de este fenómeno. Lo que se encontró es

1Según a qué país y escuela antropológica pertenezcan los autores que han nombrado a esta rama de la antropología, se le conoce como
antropología social o antropología cultural. En este texto, usaremos la denominación antropología sociocultural en el afán de incorporar una
propuesta integradora de ambas posturas.

13
que, según las creencias de dicho pueblo, en la isla donde los habían reubicado habitaba un espíritu
maligno, por lo que la solución fue trasladar a los pobladores a una nueva isla.

Usos de la antropología social o cultural


La antropología sociocultural se ha empleado para explicar diversos fenómenos
culturales, entre los que encontramos: los sistemas de parentesco, los intercambios
económicos, los rituales religiosos, los sistemas productivos, las creencias y prácticas
de sanación, las fiestas tradicionales y los usos de las plantas medicinales, entre otros
muchos.
Dos estudios representativos de la antropología sociocultural en México se pueden
encontrar en los libros Juan Pérez Jolote, del antropólogo mexicano Ricardo Pozas Fuente:
https://consuelotrivinoanzola.blogspot.
Arciniega, y en Los hijos de Sánchez, del antropólogo estadounidense Oscar Lewis. com/2015/01/juan-perez-jolote.html

En Juan Pérez Jolote se describe la vida cotidiana, usos y costumbres del grupo indígena tzotzil que
habitaba San Juan Chamula en el estado de Chiapas durante los años 40 del siglo XX en México, para lo
cual el autor recuperó la historia de vida de Juan, su personaje central, “en quien se refleja la cultura de
un grupo indígena, cultura en proceso de cambio debido al contacto con nuestra civilización”, según sus
propias palabras.

Fuente: Pasado venidero. Revisiones de la colección fotrográfica de Carlos Monsiváis. (2015) Museo del Estanquillo.
http://www.museodelestanquillo.com/PasadoVenidero/obra/juan-perez-jolote/

“Juan Pérez Jolote nunca supo cuándo nació. Desde pequeño trabajaba la tierra con su familia, pero
sus fuerzas no le alcanzaban para levantar el azadón, entonces su papá se enojaba y lo golpeaba. A
veces lo defendía su mamá y por eso el hombre también la lastimaba a ella. Juan no aguantó más, se
escapó de la casa y vivió el desarraigo.
Primero se fue a criar carneros a una finca. Estuvo allí poco tiempo, hasta que la dueña de la granja lo
entregó a otras personas para que se lo llevaran a cuidar árboles frutales. Luego, quienes lo habían
recibido lo vendieron a cambio de maíz y Juan deambuló hasta que lo recogieron funcionarios del
gobierno para regresarlo a su casa. Su papá lo recibió a golpes y por eso el niño decidió escaparse
una vez más. Se fue a trabajar a una hacienda donde le pagaban bien y cambió su nombre por José
para que su padre no lo encontrara. Más tarde, estuvo en la cárcel, después se fue de soldado y al
terminar el servicio volvió a ejercer labores del campo. Pasaron los años y retornó a casa. Pese a todo
lo que había cambiado, su papá lo reconoció.” (Breveyclaro, 2021)

Por su lado, en Los hijos de Sánchez, Lewis describió los resultados de sus observaciones de la vida
cotidiana, costumbres y valores de una familia mexicana que habitaba una vecindad de Tepito en la Ciudad
de México en los años 40 y 50 del siglo XX. A través de los relatos de cuatro hermanos huérfanos de madre

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y criados por su padre, el autor describe de manera cruda aspectos como: la pobreza, la violencia
doméstica, el abuso contra las mujeres, el brutal mundo de los varones y la vecindad como espacio de
identidad. El estudio de Lewis generó reacciones encontradas en la época, pues mientras en el extranjero
fue muy aplaudido, en México se dijo que el libro era “obsceno, difamatorio, subversivo y
antirrevolucionario”, y tanto Oscar Lewis como Arnaldo Orfila –director del Fondo de Cultura Económica
que publicó el texto– fueron demandados por la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; sin
embargo, más de 500 intelectuales y académicos de la época escribieron a favor de la obra y de su autor.
En 2011, el antropólogo Claudio Lomnitz dijo sobre esta investigación:
“Se retrata a una sociedad implacable”, […] donde los padres maltratan a sus hijos, los hombres
golpean a las mujeres, éstas se engañan unas a otras y se vengan además de sus hermanos y sus
maridos. “No es el mundo católico de la redención en la pobreza, sino un ámbito en el que los
problemas humanos se agudizan. Un mundo que los endurece a golpes”.

¿Te gustaría leer esta intersante etnografía? Descárgala en la siguiente liga:


http://www.antropologuitosuv.com/2019/04/los-hijos-de-sanchez.oscar-lewis.html

Importancia de la Antropología Sociocultural en la formación del personal de salud.


Ahora bien, veamos cómo impacta esta rama de la antropología en los estudiantes de medicina y el
personal de salud. Con frecuencia se estudia en las diversas áreas de la salud la definición que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) propone para este concepto: “La salud es un estado de completo
bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” (OMS,
https://www.who.int/es/about/governance/constitution) y se enfatiza en que el ser humano es un ser
“bio-psico-social”. Sin embargo, en los hechos, el énfasis de la educación se pone casi exclusivamente en
el ámbito biológico y en la enfermedad, dejando grandes vacíos para la comprensión de las dimensiones
psico-sociocultural de los seres humanos.
Estas carencias en la formación profesional se traducen con frecuencia en una falta de habilidad para
comprender las características y los problemas derivados de la relación médico-paciente, la cual está
determinada centralmente por la cultura a la que pertenecen tanto los usuarios de los servicios de salud,
como los prestadores de dichos servicios.
Así, una de las consecuencias más frecuentes en México de esta falta de comprensión de la diversidad
cultural y sus efectos en las formas de pensar, decir y actuar de las personas que interactúan en los
servicios de salud, son las quejas que los usuarios reportan a instancias como la Comisión Nacional de
Arbitraje Médico (CONAMED), quien reportó en 2015 a los “problemas vinculados con la comunicación
médico-paciente”, como la segunda causa de motivo de queja con el 21.8% del total de los 11,529 casos
reportados en ese año, señalándose que “La relación médico-paciente es motivo de queja, sobre todo por
fallas en la comunicación y cuando el paciente o su familia perciben un trato inadecuado, por parte del
médico u otro personal de salud.” (CONAMED/OPS-OMS 2016)
Esta es sólo una de las múltiples razones por las que consideramos que la antropología sociocultural es
una herramienta indispensable para que los profesionales de la salud comprendan las diferencias

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culturales como parte sustancial de las relaciones humanas y desarrollen las habilidades comunicativas en
los contextos de diversidad cultural que vivimos cotidianamente.

¿Te intreresa saber más sobre las razones para aprender Antropología? Visita esta página:
http://www2.udec.cl/antropoysalud/aportes.html

LINGÜÍSTICA ANTROPOLÓGICA
La lingüística antropológica es el estudio científico del lenguaje, el cual a su vez, es la capacidad que
tenemos los seres humanos para comunicarnos mediante signos, que pueden ser lingüísticos (o palabras)
y entonces nos referimos al lenguaje verbal o escrito; o bien a otro tipo de signos como los visuales,
olfativos, tactiles y sonoros, por lo que estaríamos hablando de lenguaje no verbal. Existen también otros
tipos de lenguaje, los cuales son construidos para propósitos específicos, como el lenguaje matemático, el
de la lógica o el de la informática, razón por la cual son considerados como sistemas de notación artificiales
(Arguello 2006, pág. 140)
El lenguaje es el vínculo más importante mediante el cual los seres
humanos crean, comprenden y comunican el significado. Todos los El lenguaje y en
animales, incluidos los seres humanos, se comunican por medios no
particular la lengua
lingüísticos. Pero los seres humanos además hablan. El lenguaje sirve
constituyen el objeto
de base para la comunicación humana. Proporciona a la
comunicación una gama de significado que no podría alcanzarse sin
de estudio de la
él. (Bohannan 1992, pág. 9) El lenguaje es una parte central de la lingüística.
cultura, pues es el medio a través del cual pensamos la realidad y
expresamos (comunicamos) las ideas en torno a ella; de cierta manera, creamos la realidad humana a
través del lenguaje. Por tanto, los seres humanos somos, además de seres culturales, seres de lenguaje.
Vivimos “sumergidos” en la cultura y el lenguaje.
Cada cultura tiene su propia manifestación de lenguaje verbal, al que denominamos lengua. La palabra
lengua se usa para referir los sistemas compuestos por signos que usan los hablantes para comunicarse,
los cuales también conocemos como idiomas: español, chino, malayo, swahili, etcétera. Cada lengua tiene
sus propias normas y una gramática que regulan el uso correcto de los signos; además, las lenguas son
creadas, acordadas, verificadas y transformadas socialmente, por las comunidades de hablantes que la
usan para transmitir su cultura de generación en generación. Esto quiere decir que las lenguas siempre
están modificándose.
Así, el objeto de estudio de la lingüística, desde el principio del siglo XX hasta nuestros días ha sido el
lenguaje en todas sus manifestaciones y, principalmente la lengua hablada, esto es, el lingüista trata de
encontrar el mecanismo del lenguaje y métodos que usa el ser humano para comunicarse con sus
semejantes. La lingüística se encarga de estudiar los sonidos del habla y sus características para formular
un inventario de formas, palabras y construcciones sintácticas y apreciar los cambios de significado
(Arguello 2006, pág. 139).
El lenguaje es la forma de comunicación más importante y compleja que el hombre ha desarrollado. En
este proceso lingüístico las distintas agrupaciones humanas hemos clasificado adaptado y adoptado

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ciertos patrones culturales para nombrar, dialogar y entender cada una de las diversas actividades
(manuales e intelectuales) para desarrollarnos de manera cotidiana (Arguello 2006, pág. 139).
Debido a que el lenguaje humano tiene manifestaciones propias, estrechamente vinculadas al devenir del
ser humano, la lingüística ha tenido, a lo largo de su historia, muchos y muy variados intereses, enfoques
métodos y formas de abordarlo. De esta manera, la disciplina se ha dividido en múltiples ramas de
especialización y, aunque todas tienen como objeto de estudio la lengua, esta es observada de formas
diferentes, con métodos diferentes. Así, podemos identificar como ramas de la lingüística a la morfología,
la pragmática, la fonética, la fonología, la lingüística forense, la semántica, la sociolingüística, la
psicolingüística, la lingüística histórica, la lingüística aplicada, la neurolingüística, la lexicología, la
lingüística sociocultural, la lingüística del texto, la lingüística computacional, la dialectología y la geografía
lingüística, entre otras.
A continuación mencionaremos algunas de las más representativas:

• Lingüística histórica. La lingüística histórica tiene en cuenta la variación del lenguaje en el tiempo,
por ejemplo, los cambios en el sonido, la gramática y el vocabulario entre el castellano medieval
(hablado en tiempos del Arcipreste de Hita) y el moderno actual. La sociolingüística investiga las
relaciones entre los cambios sociales y las variaciones lingüísticas. Ninguna lengua es un sistema
homogéneo en el que todo el mundo habla igual. ¿Cómo utilizan la misma lengua diferentes
hablantes? ¿Cómo se correlacionan las características lingüísticas con los factores sociales,
incluidas las diferencias de clase y género? (Tannen 1990). Una de las razones para la variación es
la geografía, como es el caso de los acentos y los dialectos regionales. La variación lingüística va
también asociada a las divisiones de clase, y los ejemplos de ellos incluyen el bilingüismo de los
grupos étnicos y los patrones del habla asociados a ciertas clases sociales. (Kottak 2002, pág. 13)

• Lingüística comparada. Se ocupa de observar las semejanzas y diferencias de las lenguas.

• Lingüística descriptiva. Analiza todos los niveles de una sola lengua para presentar de forma
organizada desde los simples sonidos que la conforman, hasta la manera en la que se unen para
construir palabras, frases, oraciones, y sus significados correspondientes; la sociolingüística
aborda los contextos sociales en los que se manifiestan las lenguas; la psicolingüística estudia los
fenómenos que afectan el lenguaje, como son las patologías, los daños en el cerebro que
corresponden al área del lenguaje, la adquisición del lenguaje, etcétera.

El estudio de las lenguas


Las lenguas son sistemas vivos que nacen crecen y se mueren; tienen como medio vital a uno o varios
pueblos; las lenguas participan en las alegrías, las tristezas, los triunfos y las derrotas de dichos pueblos.
Por tanto, la lengua es relacional y cuando se llegan a separar, pueblo e idioma (lengua), sobreviene una
catástrofe porque perecerá uno de los dos, o los dos. Si el pueblo prospera, su idioma prospera, se va
enriqueciendo; si el pueblo es empobrecido, el idioma empobrece, languidecen ambos.
Cuando un pueblo se impone a otro más débil impone su dominio militarmente, políticamente,
comercialmente y culturalmente lo que incluye, por supuesto, la imposición de la lengua. Un ejemplo muy
ilustrador es nuestro propio idioma, impuesto por los españoles desde 1521 a los antiguos pobladores de
nuestro territorio y que seguimos utilizando de manera sincrética junto con las lenguas que se hablaban

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en esa época, como el náhuatl, razón por la que tenemos el hibridismo lingüístico que caracteriza a nuestro
idioma. (Arguello 2006, pág. 140)
En la actualidad, las nuevas tecnologías han aportado técnicas de investigación más elaboradas para el
estudio del lenguaje humano y también han producido nuevas formas de comunicación. Algunas de ellas
están siendo estudiadas por los antropólogos lingüísticos, en particular la comunicación mediada por las
computadoras ha adoptado muchas formas.
El correo electrónico, la “conversación” directa (chats) a través de la computadora y el uso de “tableros
de mensajes” electrónicos son alguas de ellas. La transmisión por computadora y satélite de palabras e
imágenes por todo el planeta ha hecho que la gente que vive a grandes distancias se comunique con
regularidad. Existen ya muchos miles de estas comunidades de habla construidas electrónicamente basada
en intereses comunes. Las reglas para comunicarse a través de estos nuevos canales están siendo
formuladas ahora por las comunidades que los usan, y sin duda proporcionaran un terreno fértil para
futuras investigaciones. (Barfield 2000, págs. 320-321)

Lingüística clínica
Una de las nuevas ramas de la lingüística es la lingüística clínica, que se constituye y define como una nueva
perspectiva de estudio caracterizada por adoptar un enfoque integrador y multidisciplinar que intenta dar
cuenta de los problemas que conciernen a la forma y función comunicativa del ser humano que impiden
o limitan su interacción con los demás. Busca proporcionar pautas de interpretación de los datos clínicos
y facilitar materiales a los profesionales responsables de la rehabilitación de los trastornos del habla, la
lengua y la comunicación.
Su objetivo no es la rehabilitación del paciente, sino describir el problema para ayudar a mejorarlo, pues
su conocimiento de la lengua y los métodos con que trabaja la ciencia, le permiten determinar si, por
ejemplo, una confusión corresponde realmente a un problema del habla o a un rasgo dialectal.
Para el estudio del trastorno del lenguaje es imprescindible una visión que considere lo lingüístico, lo social
y lo sicológico; es decir, un marco interdisciplinario donde se unan diferentes saberes y puntos de vista,
que permita una delimitación clara entre norma y trastorno, no debe olvidarse que al usar cualquier
lengua, los hablantes emplean diversas formas todas muy productivas desde lo discursivo, "y esta
variabilidad no se relaciona solo con el paso de los años o con el nivel de instrucción, sino que la misma es
una realidad sociolingüística que debe ser considerada al diseñar instrumentos de evaluación". (Causse y
Bonne 2017). Bajo la orientación del lingüista clínico, el terapeuta puede tener más éxito al tratar, por
ejemplo una dislalia, si conoce el punto y modo de articulación de los fonemas, parte de la terapia podría
consistir en avanzar el modo de articulación y proporcionar sonidos sustitutos que coincidan con el punto
de articulación.
En resumen, la lingüística clínica es un ejemplo de la relación interdisciplinaria entre Medicina y Lingüística
así como de otras disciplinas como la Psicolingüística y la Neurolingüística, las cuales al trabajar en
conjunto, permiten avances en el diagnóstico y formas de tratamiento más precisas a las diferentes
patologías del lenguaje.

Antropología lingüística aplicada


Hemos visto que la antropología lingüística se enfoca específicamente en el uso del lenguaje como
herramienta social de los humanos. Los estudios aplicados de esta rama de la ciencia buscan estudiar el

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funcionamiento de los idiomas y otras formas de comunicación a nivel mundial. Además, explica los
entendimientos culturales del idioma y las variaciones de este en cada sociedad.
Al ser el lenguaje una herramienta social fundamental en la creación de cultura, es indispensable
relacionar a la antropología lingüística con la antropología sociocultural y de esta manera construir
explicaciones y soluciones amplias e integrales. Por ejemplo, los estudios buscan entender cómo cada
lenguaje influye en la manera que las personas perciben al mundo, es decir, cómo es que la disponibilidad
o inexistencia de ciertas palabras, en lenguas particulares, repercute en el significado que las personas le
dan a la comprensión de ciertos objetos, de su uso o de la manera como los incluyen o no en su vida
cotidiana.

ACTIVIDAD PARA REFORZAR TUS APRENDIZAJES SOBRE LAS RAMAS DE LA ANTROPOLOGÍA. (ELIGE UNA DE LAS SIGUIENTES)
1) Elabora un mapa mental que incluya las 4 ramas de la antropología general y un ejemplo de antropología aplicada de cada
una de ellas. No olvides incluir conceptos e imágenes. Si no sabes qué es un mapa mental, consúltalo antes de iniciar el trabajo.
2) Realiza una búsqueda en Internet sobre las maneras en que se aplica la antropología en la medicina. Escribe al menos dos
resultados que te hayan interesado más. No olvides citar las fuentes de consulta (sean libros, revistas o materiales físicos o
electrónicos). Coméntalos con tu grupo y tu profesor(a)

Cultura
Los seres humanos estamos hechos de materia viva y por tanto, nuestros cuerpos están sometidos a las
reglas de la química, la física y la biología (Bohannan 2019). Pero hemos visto que además, la especie
humana es creadora de realidad material e inmaterial a la que denominamos cultura. La cultura suma,
enriquece y retroalimenta las aportaciones químicas, físicas y biológicas de los cuerpos humanos creando
un proceso de retroalimentación permanente, lo que hace, según Bohannan, que la cultura sea la
característica que “hace humano al animal humano.” Y añade “La cultura añade nuevas cualidades a los
seres vivos, del mismo modo que la vida añade nuevas cualidades a las cosas materiales”.
En tanto que la cultura es el concepto clave de la antropología, es necesario hacer un breve recorrido de
los diferentes significados que ha tenido en la historia.
La palabra cultura fue creada por los romanos en el siglo I a. C. y deriva del latín cultūra (del tema cult,
perteneciente al verbo latino colo, colere, cultum = cultivar) (Altieri 2001, 15) que a su vez se remonta a la
raíz indoeuropea kwel en su derivación de colo que significaba “andar habitualmente por el campo”, la
cual se extendió a “habitar”, “proteger”, “cuidar”, “venerar”, “cultivar (la tierra)” y de allí a “cultivar las
virtudes” (Zaid 2016). Según este autor las palabras cultura y cultus “se referían al cultivo del campo, pero
se extendieron al cultivo de sí mismo y el culto a los clásicos. Todavía hoy se habla de personas cultivadas.”
(o personas cultas).
Todavía en el siglo XVIII la palabra cultura se empleaba para denominar el cultivo personal de las virtudes.
No fue sino hasta el Romanticismo que se inventó el concepto de cultura actual como: “la identidad
comunitaria que defiende sus creencias, usos y costumbres de la barbarie progresista”. No olvidemos que
en esa época se pensaba que los pueblos se iban desarrollando “por grados sucesivos, como si fueran
personas” y que había unos más maduros que otros, a los que se les llamaba “civilizados”, frente a los
pueblos “bárbaros”, menos desarrollados, pero esta idea fue duramente cuestionada desde entonces por
Johann Gottfried Herder, quien en 1774 señaló que ninguna cultura es superior a otra. (Zaid 2016)

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Herder desarrolló el concepto de Kultur asociado a la cultura alemana y al carácter nacional, étnico y
popular, y señaló a la antropología como el estudio de las culturas particulares.
“El concepto romántico fue extendido por los antropólogos a todas las tribus del planeta. El uso
de cultures (en plural, en inglés) se estableció a mediados del siglo XX en los Estados Unidos por el
prestigio universitario y la militancia de Franz Boas, nacido en Alemania y lector de Herder. Claude
Lévi-Strauss estuvo en los Estados Unidos, donde recibió la influencia de Boas. Luego se volvió una
celebridad mundial y su fama sirvió para difundir el concepto de culturas en plural.” (Zaid 2016)
Actualmente se conocen más de 150 definiciones de cultura por lo que ofreceremos aquí algunas que nos
parecen relevantes. Por un lado, tenemos la primera definición del término, ofrecida por el antropólogo
británico Sir Edward Tylor en 1871 quien dijo que “La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio,
es ese complejo conjunto que incluye el conocimiento, las creencias, las artes, la moral, el derecho, las
costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro
de la sociedad”. (Kahn 1975, 29)
En la definición de Tylor destacan dos aspectos: que la cultura es un conjunto complejo; y que sus
elementos son adquiridos por los integrantes de una cultura.
Por su lado, para Malinowski “Esta herencia social es el concepto clave de la antropología cultural, la otra
rama del estudio comparativo del hombre. Normalmente se la denomina cultura en la moderna
antropología y en las ciencias sociales. (…) La cultura incluye los artefactos, bienes, procedimientos
técnicos, ideas, hábitos y valores heredados. La organización social no puede comprenderse
verdaderamente excepto como una parte de la cultura” (Kahn 1975, 85) En esta definición sobresale el
hecho de que la cultura es una herencia social y que la organización social es parte de la cultura.
Para Campo (2008, 54) “La cultura es una estructura, un sistema, cuyos componentes interactúan y se
vinculan entre sí”. Inicialmente, es un complejo de peculiaridades tangibles e intangibles (cognitivas y
emocionales), que se presentan en una sociedad o grupo humano. La cultura incluye a todos los estilos
de vida, los rituales, las ceremonias, las expresiones artísticas y tecnológicas, los sistemas de creencias, los
sentidos expresados en las relaciones sociales, etc. Es una construcción social que surge de la necesidad
de establecer espacios vitales de significación, por lo que se deduce que es algo dinámico, en permanente
reconstrucción. La cultura nace del esfuerzo por relacionarse los miembros de un grupo entre sí, con el
ambiente y con lo sobrenatural. El concepto de cultura ha ido cambiando con el tiempo y expresa
diferentes tendencias interpretativas (Campo 2008, p. 49).
La cultura se caracteriza por ser producto de la interrelación social en un grupo humano, es decir, no es
parte de la naturaleza biológica del hombre como especie, se aprende en un proceso de socialización, en
que las generaciones que le han precedido enseñan a los nuevos miembros de su sociedad, a este proceso
de transmisión de la cultura lo denominamos endoculturación o enculturación.
Si los integrantes de una cultura entran en contacto e interactúan con miembros de otras sociedades o
culturas –como en el caso de las poblaciones que son colonizadas, los migrantes, los refugiados o los
desplazados por diversos motivos– y aprenden los elementos de la nueva cultura, entonces hablamos de
un proceso de aculturación el cual no siempre implica la pérdida de la cultura original.

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Pero si este proceso va más allá y el grupo que migró pierde elementos de su cultura y va creando una
nueva identidad cultural, inédita –como en el caso de los chicanos en Estados Unidos– entonces nos
referimos al término de transculturación. (Figueroa 2017, 9)

ACTIVIDAD PARA REFORZAR TUS APRENDIZAJES SOBRE EL CONCEPTO DE CULTURA. Elabora un mapa mental o un collage
que incluya los principales aspectos que se señalan en las diferentes acepciones del término cultura que se describen en el
texto.

Características de la cultura
Para comprender mejor la cultura como un todo complejo, veremos algunas de sus características
importantes.

• La cultura es un todo integrado. “Las costumbres, instituciones, creencias y valores están


interrelacionadas; si uno cambia, los otros lo hacen también.” (Kottak 2000, 4). Todos los
elementos de una cultura funcionan como un sistema: están estrechamente relacionados e
interactúan entre sí de manera sinérgica para mantenerse funcionando. Por lo tanto, si queremos
conocer una cultura requerimos desarrollar una visión que relacione entre sí cada elemento. Por
lo general, podemos decir que el elemento que permite articular en un conjunto los distintos
aspectos de una cultura es la cosmovisión.
• La cultura es aprendida. Al nacer, todas las personas comienzan inmediatamente a hacer suya, a
incorporar la tradición cultural en la que nacieron, a través de un proceso de aprendizaje
consciente e inconsciente y de la interacción con otros. (Kottak 2000, 1) Conforme la persona
madura y tiene experiencias y relaciones con su entorno, adquiere formas culturales
estereotipadas (que se hacen siempre de una misma manera), las cuales generalmente no son
cuestionadas. (Bohannan 2009, 13)
• Toda actividad humana está culturalizada. Los seres humanos hacemos muchas cosas que
también hacen otros animales, pero todo el comportamiento humano, sin importar qué parte de
él esté en nuestros genes, tiene una sobrecarga cultural que puede considerarse “buena” o
“mala”, “correcta” o “equivocada” tanto por el individuo como por el grupo, dependiendo de las
convenciones y acuerdos culturales y las experiencias multigeneracionales de dicho grupo.
(Bohannan 2009, 13)
• La cultura modela la naturaleza biológica del ser humano. “La cultura toma las necesidades
biológicas que compartimos con otros animales y nos enseña a expresarlas de formas
particulares”. (Kottak 2000, 3) Es decir, todos los seres humanos necesitamos comer para vivir,
pero la cultura nos enseña qué comer (qué se considera alimento y qué no), cuándo (en cuáles
horarios), cómo (los modales, el uso de utensilios) y con quién hacerlo. Otras necesidades
biológicas que son determinadas por la cultura son: comer, beber, dormir, excretar, reproducirse.
• La cultura es simbólica. “Para White, la cultura tuvo su origen cuando nuestros antepasados
adquirieron la capacidad de simbolizar, o libre y arbitrariamente de originar y dotar de significado
una cosa o hecho, y, correspondientemente, (...) captar y apreciar tal significado.” (Kottak 2000,
3). Es decir, la cultura no puede pensarse sin el lenguaje doblemente articulado que poseemos los
seres humanos, éste utiliza palabras para denominar las cosas que nos rodean, sean reales o
imaginarias, pero también nos permite asignar diversos significados a una misma palabra, de tal

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forma que siempre existe una interpretación que difiere del significado acordado socialmente, lo
cual hace muy compleja la comunicación humana, pues siempre encontraremos un conflicto de
interpretación ante “el mar de significados” que conforma la cultura.
• La cultura es general y específica. La Cultura en un sentido muy general, es una capacidad y
posesión compartida por Homo sapiens sapiens. Los antropólogos utilizan también el término
culturas para describir las diferentes y diversas tradiciones culturales de sociedades específicas.
• La cultura es compartida por todos los miembros de una sociedad. Todos los seres humanos que
formamos parte de un grupo social grande o pequeño, compartimos la cultura de dicho grupo y la
expresamos individualmente en las relaciones que establecemos con los demás miembros del
grupo y con el medio natural y sociocultural que nos rodea. A partir de la cultura compartida,
generamos una identidad de grupo que nos permite sobrevivir, tanto como individuos, como
socialmente.
• Las personas utilizan creativamente la cultura. “Aunque las reglas culturales nos dicen qué hacer
y cómo hacerlo, no siempre seguimos un dictado. Las personas pueden aprender, interpretar y
manipular la misma regla de formas diferentes, utilizando creativamente su cultura en lugar de
seguirla ciegamente.” (Kottak 2000, 5).
• La cultura es adaptante y mal adaptante. “Por tanto, a pesar del papel crucial de la adaptación
cultural en la evolución humana, los caracteres y patrones culturales también pueden ser mal-
adaptantes, amenazando la existencia continuada del grupo (supervivencia y reproducción).
Muchos patrones culturales modernos, como las políticas que fomentan la superpoblación, los
sistemas inadecuados de producción de alimentos, el consumismo desmedido y la contaminación,
parecen ser mal-adaptantes a largo plazo.” (Kottak 2000, 5).
• Las culturas interactúan y cambian. Es muy común que los miembros de una cultura interactúen
frecuentemente con los integrantes de otra u otras culturas. Esta interacción se debe a los
intercambios mercantiles, a proyectos de desarrollo nacional o internacional, al desarrollo
turístico o a programas educativos y sanitarios. Las interacciones producen pequeños o grandes
cambios en las culturas, los cuales son asimilados poco a poco por las personas de ambas culturas.
Sin embargo, a la vez que hay elementos culturales que cambian, existen otros que son más
difíciles de cambiar, pues forman parte de tradiciones religiosas o civiles que pugnan por hacer las
cosas de una determinada manera. Es decir, toda cultura acepta cambios en unos aspectos, pero
los rechaza en otros. Miller (2016, 19) incluye la noción de globalización para referirse al proceso
actual en el cual se ha desarrollado un proceso de “intensa interconectividad global y movimiento
de bienes, información y personas” y que ha tenido un gran impacto en el cambio cultural en todo
el mundo, principalmente debido a los cambios tecnológicos y la amplia difusión de las tecnologías
de información y comunicación. Sin embargo, señala Miller, la globalización no se ha difundido de
manera homogénea, presentándose una variabilidad en los cambios culturales que son más
rápidos y definitivos en unos lugares y escasos, lentos y menos arraigados en otros. Así, existen
culturas múltiples a las cuales la autora denomina microculturas. “Un individuo concreto […]
probablemente participe de varias microculturas. Las microculturas pueden superponerse o
relacionarse jerárquicamente entre sí en términos de derechos, poder y estatus.” (Miller 2016,
19). Existen diferentes fundamentos de las microculturas que devienen en fundamentos para la
desigualdad social, entre ellos encontramos: la clase social; la “raza”; etnicidad y pueblos
indígenas; el género y sexualidad; la edad y las instituciones. (Ver cuadro 1)

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Cuadro 1. Fundamentos de las microculturas
La clase social es una categoría basada en la posición económica de las personas en una
sociedad, la cual se puede medir en términos de ingresos y riqueza y se expresa en un
determinado estilo de vida.
Las sociedades de clases se dividen en alta, media y baja. Se conoce como burguesía o clase
alta, a la clase que es dueña de los medios de producción (materias primas, máquinas,
herramientas, fábricas, talleres) y del capital (dinero) para producir bienes; mientras que se
denomina clase baja o trabajadora (obreros y campesinos), a quienes no poseen los medios
de producción y se ven en la necesidad de vender su fuerza de trabajo a cambio de un
salario, para sobrevivir.
Las clases se relacionan de manera jerárquica, por lo que unas dominan a otras mediante
su poder económico que con frecuencia se aúna al poder político. Por tanto, según Karl
Clase social Marx, la lucha de clases es inevitable puesto que unos buscan mantener su posición de
poder, dominante y otros buscan una sociedad más igualitaria con acceso equitativo a los
bienes y la riqueza sociales.
Existe otra clase que no “encaja” en la clase alta o la baja, sus ingresos económicos son
intermedios entre una y otra y su actividad laboral se realiza principalmente en el sector de
los servicios (educación, salud, gobierno, etc.), a ésta se le conoce como clase media.
En ocasiones, hay intentos de los integrantes de las clases bajas y medias de aparentar ser
de la clase alta, lo cual los lleva a consumir y acceder a vestimenta, alimentos, bienes
suntuarios (automóviles, relojes, plumas) y actividades de ocio y recreación que son
distintivos de las clases altas.
Todo esto ha generado una sociedad de consumo e individualista que se olvida de la
solidaridad social, el compañerismo, la cooperación, la equidad y la justicia social que la
humanidad requiere para que todos vivamos mejor, con calidad de vida y bienestar.

La “raza” hace referencia a grupos de personas de rasgos biológicos supuestamente


homogéneos. El término “raza” es altamente complicado y se ha prestado a discusión por
el uso peyorativo que se le ha dado en la historia, pues se hablaba de “razas” “superiores”
o “inferiores”, “bárbaras o civilizadas”, lo que llevaba a clasificar a los diferentes grupos
“Raza” como “mejores” o “peores”, “buenos” o “malos”.
Si bien actualmente, el término raza sigue usándose coloquialmente, en los ámbitos
académicos y científicos se usa exclusivamente para clasificar a grupos de animales
domésticos, mientras que para los seres humanos se usa preferentemente el término clina,
que refiere a las variaciones biológicas entre las poblaciones humanas; mientras que etnia
o población es una clasificación referida a los rasgos culturales.

23
La etnicidad hace referencia al sentimiento de pertenencia a un grupo que comparte un
mismo patrimonio cultural, lenguaje, religión u otro aspecto cultural, más que a los
atributos físicos de un grupo social. “En comparación con el término “raza”, “etnicidad”
parece más neutro, menos estigmatizante, pero también ha sido, y todavía es, base para la
discriminación, la segregación y la opresión.” (Miller 2016, pág. 20)
Por su lado, el término “población” se refiere a los pueblos indígenas que, de acuerdo con
Etnicidad y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son grupos con una antigua vinculación a su
pueblos indígenas territorio, son anteriores a las sociedades coloniales o actuales que hoy día prevalecen y
generalmente son una minoría numérica que ha perdido derechos sobre su territorio
original. La ONU distingue entre pueblos indígenas y minorías étnicas, por ejemplo, en
México existen 68 pueblos indígenas entre los que se encuentran los mazahuas, otomíes,
nahuas, yaquis, mixtecos, triquis, mayas, zapotecos, kikapúes, huicholes, etc. Mientras que
las minorías étnicas pueden ser los menonitas, los judíos, los seguidores de la santería o los
grupos de nacionalidades diferentes que viven en el país: chinos, haitianos, polacos,
argentinos, etc.

El género hace referencia a los comportamientos e ideas culturalmente aprendidos y


construidos que se atribuyen a varones, mujeres o, en ocasiones a un tercer género o
género mixto.
El género difiere del sexo en que éste se basa en marcadores biológicos como hormonas y
genitales para definir la categoría de “masculino” o “femenino”. La antropología física
muestra que la constitución biológica de una persona no se corresponde necesariamente
Género y con el género. La biología determina únicamente escasos roles y funciones como dar a luz
sexualidad y nutrir bebés, en el caso de las mujeres y la reproducción sexual en el caso de los hombres
y las mujeres en conjunto.
Las diferencias de género varían de cultura a cultura y podemos encontrar algunas
sociedades donde no existe una gran diferencia entre un género y otro, las relaciones entre
ellos y los rasgos culturales (como la vestimenta y el arreglo personal) son más igualitarias
que en otras donde cada género tiene formas de conducta y arreglo muy diferenciadas y
específicas.
El ciclo de vida humano, del nacimiento a la vejez, conduce a las personas por estadios
culturales para los que deben aprender nuevos comportamientos y modos de pensar. En
algunos lugares la diferencia de edad se relaciona directamente con la toma de decisiones
Edad en la vida familiar y política del grupo. Los roles sociales y el estatus que brinda derechos a
las personas también se definen en relación con el grupo etario al que pertenecen. Por
ejemplo, es común pensar que un médico o médica joven no tiene suficiente experiencia y
por tanto es rechazado por los pacientes de mayor edad quienes piden ser atendidos por
médicos de más edad.
Las instituciones o grupos con una configuración permanente y formados con un fin
determinado, tienen sus propias microculturas características, por ejemplo, las escuelas,
universidades, hospitales, prisiones e incluso las profesiones desarrollan formas de hablar
especiales y característicos, formas de vestir, de divertirse, de relacionarse entre ellos que
difieren del resto de la población que no forma parte de ese grupo.
Cualquiera que haya entrado a alguna de estas instituciones o grupos se habrá sentido
Instituciones extraño en el lugar y/o con las personas y hasta que no se adquiere cierta familiaridad y se
conocen las reglas culturales, generalmente no escritas, somos capaces de comportarnos
de manera que no ofendamos o desconcertemos a la gente que convive en ese espacio, o
bien podemos movernos con seguridad y sin esa sensación de marginalidad.
Por ejemplo, es frecuente que en las instituciones se reproduzca la forma de organización
y los estereotipos sociales, las formas de dominación y sometimiento, las formas de
discriminación y los roles de género aceptados por dicha sociedad; esto se puede observar
sobre todo en las instituciones educativas.
Fuente: MILLER, B. (2016) Antropología cultural. 7ª. Ed., Madrid, Ed.Pearson. Capítulo 1 “Antropología y el estudio de la cultura”

24
• Todas las culturas presentan diversidad cultural. “Los individuos, las familias, los pueblos, las
regiones, las clases y otros subgrupos dentro de una cultura tienen diferentes experiencias de
aprendizaje al mismo tiempo que comparten otras. Subculturas son patrones y tradiciones
basados en símbolos diferentes asociados a subgrupos en la misma sociedad compleja.” (Kottak
2000, pág. 6)
• Existen diferentes ámbitos de la cultura. Podemos hablar de cultura en el ámbito internacional,
nacional, regional o local. “Cultura nacional se refiere a las experiencias, creencias, patrones
aprendidos de comportamiento y valores compartidos por ciudadanos del mismo país… A través
de la difusión, la migración y las organizaciones multinacionales, muchos rasgos y patrones
culturales tiene un rango internacional.” (Kottak, 2000:5)

Otros conceptos asociados a la cultura


ETNOCENTRISMO
Para Kottak (2006, 6) “Una de las principales metas de la antropología es combatir el etnocentrismo, que
es la tendencia aplicar los propios valores culturales para juzgar el comportamiento y las creencias de
personas criadas en otras culturas. El etnocentrismo es un universal cultural.”

RELATIVISMO CULTURAL
El Relativismo Cultural es una corriente antropológica que surgió a principios del siglo XX con Franz Boas
(1911) a partir de la publicación de su obra The Mind of Primitive Man, en ella expone que cada cultura
responde a factores específicos y adquiere costumbres y valores únicos que no son mejores ni peores que
los de otras culturas, sino simplemente diferentes. Para Boas, el desarrollo cultural lo determina la propia
cultura, no los factores geográficos ni las diferencias raciales (ver imagen). Para él, cada cultura debe ser
comprendida en términos de las ideas y valores de esa misma cultura y no debe juzgarse mediante los
patrones de otra (Boas en Bohannan 2007, pág. 83; Miller 2016, pág. 9).
A partir de estas consideraciones
teóricas se funda la antropología
cultural norteamericana. Esta
postura relativista, vigente hoy en
día, es centro de numerosos
debates sobre la tolerancia entre
los pueblos, pero también, sobre
los riesgos de tolerar la violación de
los derechos humanos so pretexto
de respetar la diferencia cultural.
Lo anterior, puede comprenderse
ante las distintas miradas desde el
Imagen: Relativismo Cultural, recuperado de Pinterest (21 de septiembre de 2022),
Disponible en: https://www.pinterest.com.mx/pin/66287425757543520/?nic_v3=1a32SCaGs. etnocentrismo, es decir, frente al

25
prejuicio que estigmatiza o califica de forma peyorativa a otras culturas atribuyéndoles una esencia de
“retrogradas”, “bárbaras” o “salvajes” y, por el otro, el relativismo cultural que se desentiende de las
cuestiones de justicia y se niega a proponer que los derechos humanos sean criterio normativo para
sancionar ciertas prácticas deleznables. Como, por ejemplo, la ablación o mutilación genital femenina (ver
imagen).

Imagen recuperada de Pinterest (consultada el 21 de septiembre de 2022) Disponible


en: https://www.pinterest.es/pin/582090320564337853/?nic_v3=1a32SCaGs.

Es en este contexto, que el relativismo como particularismo cultural se encuentra íntimamente


relacionado con el relativismo ético. Es decir, lo que se comprende como “bueno” y “malo” son aspectos
específicos de una cultura (ver imagen); aquí lo que se considera moral en una sociedad puede ser
considerada inmoral en otra, y, puesto que no existe una norma universal de la moralidad, no tenemos el
derecho de juzgar las costumbres de otra sociedad. (Herskovits 2007, pág. 77)

Imagen: Etnocentrismo vs Relativismo, recuperado en Pinterest (consulta 21 de septiembre de 2022), Disponible en:
https://www.pinterest.com.mx/pin/577727458436072563/?nic_v3=1a32SCaGs.

26
ACULTURACIÓN
Asociado al concepto de etnocentrismo está el de aculturación, desde la lengua inglesa este término tiene
dos sentidos:

• Como proceso de adaptación: a) del niño a las normas de conducta ―explicitas o implícitas― del
grupo al que pertenece, o b) del miembro de un grupo ajeno al grupo que lo recibe, acomodándose
a él e imitando sus pautas;
• Como recepción de una cultura por contacto, especialmente con un pueblo de civilización más
desarrollada (Pratt-Fairchild 2006, pág. 2). Este último se aplica para el contexto latinoamericano,
para Aguirre Beltrán el significado de aculturación implica el ejercicio de la imposición o traspaso
cultural de una cultura dominante sobre otra dominada o sometida, distinguiéndola de la
asimilación cultural (Aguirre,1992, pág. 29).

ENDOCULTURACIÓN
Sobre el aprendizaje cultural o endoculturación señala Herskovits, son aspectos de la experiencia que
distinguen al hombre de otras criaturas, y por medio de los cuales logra ser competente en su cultura. Se
trata del proceso consciente o inconsciente de aprendizaje de ciertas costumbres (Herskovits 2007, pág.
53). En palabras de Aguirre Beltrán, se trata de los procesos de crianza, socialización, escolarización y, en
lo general, todos aquellos por medio de los cuales el niño es condicionado a las formas de vida de su grupo
social (Aguirre 1992, p. 14). En ese sentido, todos somos participes del aprendizaje de nuestra cultura por
medio de la educación en el núcleo familiar y de nuestra escolarización en nuestra formación sociocultural
y profesional, como, por ejemplo: los estudiantes de medicina, enfermería, antropología o ingenierías (ver
imagen).

Estudiantes de medicina de la ESM-IPN en práctica comunitaria el 25 de mayo de 2019 en Tehuacán, Puebla.


Fuente: Archivo fotográfico del profesor Esteban Ordiano.

PUEBLO CAMPESINO
Se les denomina campesinos al grupo poblacional que se dedica a la producción agrícola, rama de la
economía que detalla el cultivo, desarrollo y recogida de las cosechas, principalmente de productos

27
vegetales destinados a la alimentación de personas y animales (maíz y otros cereales, tubérculos, verduras,
legumbres, frutas, etc.), así como para la industria (algodón, cártamo, caucho, flores, plantas de ornato,
etc.). Estos productos pueden ser destinados para la venta al mayoreo o para el autoconsumo.
En este sentido, el principal motor de la economía campesina es su propia fuerza de trabajo, ya sea que
esta provenga de la familia y/o comunidad o bien, ocasionalmente con trabajo externo asalariado (Gallino
1995).
Usualmente en México el término campesino ha tenido un sentido negativo, esto, según Bartra (2008,
2013) se debe a la visión colonialista (derivada de cientos de años de sometimiento a los españoles y a
partir del siglo XIX a europeos y estadounidenses) que ha construido una imagen de este sector de la
población como inferiores, atrasados, ignorantes y pobres, es decir, “fuera del progreso” que representa
la modernidad capitalista.
Sin embargo, no hay que olvidar que los campesinos son parte de la población, posicionados dentro de un
orden que los oprime, pero que han sabido sobreponerse a través de movimientos sociales y asociaciones
nacionales e internacionales cuya óptica persigue el bien colectivo (Bartra 2008; Bartra et al. 2016).

PUEBLO INDÍGENA
En México, el término indígena se ocupa para referirse a una multiplicidad de identidades étnicas e ignora
el rico mosaico de culturas asentadas en una diversidad de territorios del país. Warman (2003) menciona
que los indígenas mexicanos reconocen su identidad a partir de la región donde se ubican (comunidad,
población o localidad) y todo aquello que involucra: hogares, lengua, medio natural, cultura y costumbres.
De manera similar Bonfil Batalla (2005) menciona que la pertenencia indígena se inscribe en el
autoconocimiento a una colectividad organizada, la cual posee una cultura trasmitida de generación en
generación y una historia a compartida. En palabras del autor:
(…) la cultura abarca elementos muy diversos: objetos y bienes materiales que este sistema social
organizado que aquí denominamos pueblo considera suyos: un territorio, recursos naturales, que
contiene, las habitaciones, los espacios y edificios públicos, las instalaciones productivas y
ceremoniales, los sitios sagrados, el lugar donde están enterrados nuestros muertos, los
instrumentos de trabajo y los objetos que enmarcan y hacen posible la vida cotidiana (…) (Bonfil
Batalla 2005, pág. 47).
Hay quienes mencionan que la clave es el aspecto de la autoidentificación de un grupo frente a otro, por
ejemplo, Stavenhagen (2003, 2006) sostiene que si bien la lengua es un aspecto relevante en cuanto a la
identificación indígena esto no la define del todo, dado que hay otras dimensiones culturales como la
organización social, la historia en común y la herencia cultural que son elementos de autoidentificación.
A partir de lo anterior puede establecerse que los elementos que definen a un pueblo indígena se
encuentran fuertemente enraizados a la cuestión identitaria a saber: 1) el espacio o área geográfica donde
se encuentra; 2) la trasmisión de la cultura que abarca elementos materiales e inmateriales y; último, pero
no menos importante; 3) la autoadscripción al grupo. Puede verse que un criterio no tiene un peso mayor
sobre otro, sino que en su conjunto pueden dar una imagen más nítida que puede ayudar a diferenciar un
pueblo en oposición a otro.

28
En este sentido, se puede decir que lo que define a los campesinos y los indígenas son la
corresponsabilidad y el vínculo colectivo para hacer frente a condiciones adversas como el desempleo,
pobreza, racismo por mencionar algunas. De esta manera lo campesino y lo indígena es un estilo de vida
basado en la cohesión comunitaria y familiar.
Esto ha servido como estrategia ante la indiferencia del Estado como responsable de proveer seguridad
social a esta población (Bartra 2008), un ejemplo de esto es el parentesco, el cual funge como mecanismo
de protección familiar y comunitaria ante los riesgos de salud o económicos, ejemplo de esto es el
compadrazgo en el que el padrino puede apoyar económicamente al ahijado para su educación cuando la
madre y el padre no pueden. Un ejemplo en salud es cuando una comadre da un remedio contra algún
síndrome de filiación cultural como el empacho al ahijado. Pero quizá sea la partería donde esta relación
de parentesco es más evidente, así lo documenta Rojas González entre los yaquis de Sonora:
La partera llega a la casa de donde ha sido llamada y lo primero que hace es colgar de techo del
jacal que alberga a la parturienta, una recia soga a la que se prende la enferma, cogida con sus dos
manos; cuando los dolores llegan a su máximo, entonces la parturienta se mece y se sacude
siempre colgando de la soga; estos bruscos movimientos provocan desprendimientos y con ellos
la precipitación del alumbramiento. Nacido el infante, su padre señala al compadre.
Entre los yaquis el parentesco consanguíneo apenas si se toma en consideración en las relaciones
sociales; en cambio el compadrazgo, resulta un verdadero lazo amistoso con el que se estrecha
todo el conglomerado (Rojas González 1943, pág. 203).
Es interesante cómo este sistema de parentesco funge como una especie de capital social, que es como
una especie de bono o póliza de seguro que cubre necesidades muy concretas de salud (como esta
demanda de atención en el parto). Es importante que tengamos en cuenta que la salud, como menciona
Menéndez (2017), se da siempre en un marco de relaciones sociales en donde las demandas de atención
se cubren en la mayoría de las ocasiones, y en otras pueden agudizarse.

GRUPO ÉTNICO
Para definir este concepto es necesario aludir a los conceptos de “etnia”, el cual hace referencia a un
grupo de personas de una sociedad que comparten una misma cultura; vestido, lengua, alimentación,
costumbres, religión, etcétera; y la cual es trasmitida de generación en generación (Gallino 1995). Como
puede verse, de manera similar al concepto de grupo indígena, hay quienes apelan a la autoadscripción y
la trasmisión cultural como elementos básicos para definir al grupo étnico. (Hamer et al. 2020)
En epidemiología, se ha podido ubicar una serie de problemas de salud que suelen ser más comunes
que en otros, por ejemplo, en grupos indígenas de México se han reportado tasas más elevadas de
mortalidad por enfermedad alcohólica del hígado (Berruecos 2004, 2005, 2013; CDI 2008). Otro ejemplo
es el caso de los aborígenes australianos quienes presentan tasas más altas de Diabetes tipo 2, a diferencia
de los no aborígenes (Burrow & Ride 2016). Finalmente se ha documentado que en los Estados Unidos la
tasa de mortalidad en relación con el embarazo es más alta en la población afroamericana (Artiga et al.
2020).

29
No obstante, debe reconocerse que en los perfiles epidemiológicos subyacen inequidades sociales que
limitan el acceso de las personas al ejercicio pleno de sus derechos sociales como la salud2. Más que una
cuestión de orden biológico, estos padecimientos tienen una etiología social. Por ejemplo, desempleo,
baja instrucción académica, poca o nula seguridad social o bien de mala calidad, vivienda en hacinamiento,
racismo y discriminación.

ACTIVIDADES PARA REFORZAR TUS APRENDIZAJES SOBRE CARACTERÍSTICAS DE LA CULTURA Y LOS CONCEPTOS ASOCIADOS
A ELLA. (ELIGE UNA DE LAS SIGUIENTES)
1) Elabora un glosario con los conceptos asociados a la cultura y explica la relación que hay entre ellos.
2) Elabora en equipo una lotería de los conceptos que incluya definiciones e imágenes.
3) Elabora en equipo un cuento que incluya los conceptos de este apartado.

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2Al respecto Raleigh y Holmes (2021) sostienen que las personas pertenecientes a las llamadas minorías étnicas en Inglaterra tienen menor
acceso a servicios de salud en comparación con grupos blancos.

30
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Zaid, Gabriel (2016) Letras Libres. En https://letraslibres.com/revista/cultura/

REFERENCIAS WEB
Pinterest, sitio web: https://www.pinterest.com.mx/

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