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Lucas 19:28-40
Para entonces, en vez del entusiasmo del pueblo que canta “hosanna”,
seremos testigos de las burlas inferidas intencionalmente, que iban a
dañar y a herir en la casa de Pilato, en el Gólgota, como proclama el
salmista: Todos los que me ven se burlan de mí; sonríen con malicia y
menean la cabeza mientras dicen:8 «¿Este es el que confía en el SEÑOR?
Entonces ¡que el SEÑOR lo salve! Si el SEÑOR lo ama tanto, ¡que
el SEÑOR lo rescate!». Salmo 22 7-8
A. Sufrir En Jerusalén
Para Jesús estaba bien claro que, al entrar a Jerusalén, iba a sufrir
y morir por nosotros. Más Él no puso oposición ni presentó
excusas, no retrasó su paso. Más bien dice la escritura que iba
delante, una expresión de decidido. Un comentarista bíblico dice
que Jesús parecería que estaba apurado, que tuviese prisa para ir
y sufrir tanto por nosotros.
Esto me invita a hacerte una pregunta. ¿Seguimos nosotros
activos, diligentes para servirle, porque Él sí estuvo presto para
morir por nosotros?