Jener Hobs vivía a las afueras de Wolfsrealm y eran una familia de guerreros. Tuvieron 7 hijos.

Un
día un oráculo les dijo a sus padres que Jenter (Su último hijo) les iba a traicionar. Desde ese
entonces sufrió abusos extremos dentro de su familia, sobre todo por parte de sus hermanos.
El único amigo que tenía era un Bardo, pero un día este se fue a Vertrock porque tenía que cumplir
una misión importante. 10 años después, su madre murió y, después de que su padre fuese a
desquitarse con su hijo, un ente le atravesó una lanza de energía vital espiritual. Tras esto huyó, pero
decidió que no había acabado y volvió para quitarle la vida a todos los miembros restantes de su
familia. Ahora busca al oráculo para cobrar venganza.

Historia de J

La familia Hobs era una familia adinerada que vivía en la finca hobs al norte de wolfsrealm, eran una
familia de guerreros conocidos por su zona. Tuvieron 7 hijos Geliam, Hamegar, Pantar, Hesric,
Gared, Sori y Jenter.

Jenter Hobs, el hijo más pequeño de la familia Hobs es un triste bufón que ha sido discriminado toda
su vida; todo comenzó antes de su nacimiento, cuando un oráculo llegó a la casa donde la familia
vivía y al revelar su futuro vio que su último hijo les iba a traicionar. Con el paso de los años vieron q
Jenter era más débil físicamente que el resto de sus hermanos y estos le pegaban y maltrataban por
ser inferior a estos y sus padres no hacían nada al respecto porque para ellos un hijo que va a
traicionar a sus padres debe morir.
Pasaban los años y las palizas que recibía eran cada vez mayores, hasta el punto vomitar sangre, a
parte de las palizas también lo encerraban por la finca que tenían, porque para sus hermanos era un
monstruo que tenía que permanecer encerrado.
A Jenter le gustaba buscarse sus “refugios” para poder estar solo y que nadie le pudiera encontrar. Un
día en uno de sus “refugios” (que a él le gustaba llamar “guaridas secretas”, ya que como el resto de
sus hermanos quería ser un guerrero conocido en el mundo entero) escuchó a alguien pedir ayuda y al
asomarse vio a un bardo herido, Jenter al momento fue a ayudarlo. Pasaron los días y el bardo y
Jenter se hicieron amigos y un día Jenter llegó herido por culpa de sus hermanos y el bardo le curó
con la música y le preguntó por qué le pegaban y el bardo le dijo que le iba a enseñar a combatir y a
tocar el instrumento (la guitarra no pienses mal cochino) con los días iba aprendiendo más a usar las
dagas y a aprenderse canciones para ganarse la vida en un futuro. El bardo le contaba historias de sus
aventuras y viajes por todo el mundo, y le contó que los grandes héroes tenían una identidad para no
poner en peligro a sus conocidos y se pasaron días pensando un nombre en clave para cuando saliese
de aventura. Al final se quedó con el nombre de J ya que le parecía misterioso y a la vez fascinante.
Todo esto era en secreto ya que la familia no quería que la deshonra de hijo que tenían no podía
conocer gente ya que mancillaría su apellido.
El día de su quinceavo cumpleaños el bardo se despidió de él ya que tenía que ir a Vertrock a una
misión importante, esto a Jenter no le gustó nada, pero antes de irse le hizo una promesa, le entregó la
guitarra y le dijo que volvería a buscarla cuando acabase la misión. Nunca volvió.
Pasarón los años y todo seguía igual, le seguían metiendo palizas y encerrándose por la finca, etc.…
(cuando cumplió los 20 lo enterraron vivo a un metro de distancia).

Ya pasado una década después del abandono de su amigo, perdió la fe de que volviese, pero seguía
teniendo una frase que le dijo antes de ir:” Recuerda Jenter, eres especial y
¡tienes un don, haz feliz a la gente con tu música!”
Cuando cumplió los 27 años su madre murió por una enfermedad que contrajo poco después del
nacimiento de Jenter, su padre y sus hermanos le echaron la culpa a él por la muerte de su madre y lo
encadenaron en una cripta donde lo dejaron meses encerrado.
Al año de la muerte de su madre, Jenter estaba atormentado por su vida, nadie le quería vivo, todos le
traicionan y es una deshonra para su familia, por la noche, su padre fue a “visitarlo” y a darle una
despedida padre a hijo, apareció en la cripta con su espada y se acercó a él y le empezó a hacer cortes
superficiales por todo el cuerpo y le enseñó su guitarra y se la estampó en la cara y le gritó que era
un despojo de la sociedad que solo trae desgracias al mundo; en ese momento escuchó una voz, esta
le dijo: ”no deben tratarte así, puedo ayudarte a vengarte de estos canallas”. Él aceptó y entonces
cerró los ojos antes
de que se llevase un último golpe con la espada que acabaría con su vida, pero de golpe se hizo el
silencio… Al abrir los ojos vio a su padre empalado por una lanza espiritual y a su lado a un ente que
le empezó a hablar. Después de lo sucedido, huyó del pueblo donde vivía y se centró a entrenar su
combate y a conocer al espíritu que le “aconseja” y es en la única cosa que confía aparte de sí mismo.
Pero no estaba satisfecho, le faltaba algo, tenía como una espina clavada en el corazón, al recorrer el
reino volvió a su pueblo y el espíritu le convenció para vengarse de ellos el aceptó y al llegar la noche
se coló en la casa (ya que se sabía por dónde ir sin que le viesen ya que se había pasado toda la
infancia huyendo de sus hermanos) y les rebanó el cuello a todos sus hermanos con las dagas y se
cambió el nombre a J por que le daba asco llevar el nombre de su familia.

Ahora recorre el mundo como J buscando a la persona que le arruinó la vida, el oráculo no parará
hasta cumplir su objetivo o morir a causa de la locura de su energía vital.