Tomo 81

Tomo 81:
CONOCIENDO
EL TIEMPO
EN QUE VIVIMOS
POR MEDIO
DE LAS SEÑALES
William Soto Santiago, Ph.D.
Cayey, Puerto Rico

2008
CONTENIDO
C ONOCIENDO EL TIEM PO EN QUE VIVIM OS POR

M EDIO DE LAS SEÑALES DE LOS TIEM POS . . . . . . . . . . . 1
EL PRINCIPIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
LA CUARTA VIGILIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE

LA CASA DE ISRAEL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
C ONOCIENDO EL TIEM PO EN QUE VIVIM OS

POR LAS SEÑALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
C ONOCIENDO EL TIEM PO POR LAS SEÑALES . . . . . . . 123
VIENDO AL SEÑOR ,
EL Á NGEL DEL P ACTO , M ANIFESTADO . . . . . . . . . . . 147
LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN

PARTE I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
LA ESPADA DEL REY DE REYES

Y S EÑOR DE S EÑORES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
CONOCIENDO
EL TIEMPO
EN QUE VIVIMOS
POR MEDIO
DE LAS SEÑALES
DE LOS TIEMPOS
CONOCIENDO EL TIEMPO
EN QUE VIVIMOS
POR MEDIO DE LAS SEÑALES
DE LOS TIEMPOS
Por William Soto Santiago, Ph.D.

Domingo, 2 de septiembre de 2007
Franca-SP, Brasil
uy buenos días, amados amigos y hermanos presentes

M y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones. Un saludo muy especial
para los hermanos en Puerto Rico, que están escuchando en
esta ocasión y también para todos los que están en diferen-
tes naciones.
2. Para esta ocasión también un saludo para el reverendo
Miguel Bermúdez Marín. Miguel Bermúdez Marín es una
bendición en la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo
final, y es una bendición grande para los ministros de este
tiempo final. Que Dios te bendiga, Miguel, y te use grande-
mente en Su Obra en este tiempo final.
3. Para esta ocasión leemos en San Lucas, capítulo 19,
versos 41 al 44, y dice de la siguiente manera (esto fue
cuando Jesús tuvo Su entrada triunfal a Jerusalén):
“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró
sobre ella,
4 WILLIAM SOTO SANTIAGO , Ph.D.
diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en

este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubier-
to de tus ojos.
Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te
rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te
estrecharán,
y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no
dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste
el tiempo de tu visitación.”
4. Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.
5. “CONOCIENDO EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS
POR MEDIO DE LAS SEÑALES DE LOS TIEM-
POS.”
6. En todos los tiempos Dios ha estado obrando, y en
algunas ocasiones encontramos que hay una Obra para una
edad o para una dispensación. Cuando es para una dispen-
sación, la Obra es mayor, y por consiguiente la manifesta-
ción de Dios es mayor. Siempre cuando Dios va a llevar a
cabo una labor, una Obra, para una edad o para una
dispensación, primero en el Cielo aparecen las señales;
porque esa es la primera Biblia, y dice lo mismo que dice
esta Biblia. Lo que esta Biblia escrita contiene, eso está
contenido también en los Cielos.
7. En los cielos aparece la señal de lo que Dios va a hacer
en la Tierra, lo cual está prometido en la Escritura. Y es
importante conocer esas señales que ocurren en el cielo
para que así comprendamos el tiempo que nos ha tocado
vivir.
8. Vean aquí, en el tiempo de Jesús se estaba viviendo una
etapa mesiánica, la cual corresponde a la Primera Venida
del Mesías. Él vendría como Cordero de Dios para quitar el
pecado del mundo, realizando el Sacrificio de Expiación
por el pecado. Él también cumpliría la Pascua, como el
CONOCIENDO EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS POR ... 5
Cordero Pascual, por lo cual Juan el Bautista lo presentó

diciendo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo.” [San Juan 1:29]. Allí estaba presente
el Mesías como Cordero de Dios para morir y quitar el
pecado del mundo.
9. Antes de Él aparecer en la Tierra hubo señales en el
cielo, cuando nació hubo señales en el cielo también. La
Escritura dice que apareció una estrella, la cual se le llama
actualmente: la Estrella de Belén.
10. Hubo unos sabios que vinieron del Oriente, eso es
Babilonia o Caldea, e Irán e Irak, los cuales habían visto,

ellos estando en su territorio y mirando hacia Israel (o sea,
ellos estando en el Este mirando al Oeste), vieron una señal
en el cielo y se encaminaron a Jerusalén. Tomó tiempo
llegar hasta Jerusalén. Por cuanto Jerusalén es llamada: “La
ciudad de Dios,” y allí estaba el templo, ellos pensaron que
el Mesías estaría allí en el templo, en Jerusalén. Ellos
sabían que aquella señal en el cielo era la señal del Mesías,
y por consiguiente tenía que estar en la Tierra, porque
apareció esa señal en el cielo. Aun un profeta gentil
llamado Balaam, dijo que de Jacob saldría una estrella.
[Números 24:17].
11. Y ahora, esa señal en el cielo estaba diciendo que el
Mesías había llegado a la Tierra. Todo lo que Dios va a

hacer en la Tierra, lo muestra en el cielo.
12. Y ahora, aquellos magos conocieron el tiempo en que
estaban viviendo, ¿por qué? Por medio de la señal en el

cielo, la señal del Mesías en el cielo, la señal del Hijo del
Hombre en el cielo.
13. La ciencia dice que eso que sucedió allí fue una
alineación planetaria. Ese alineamiento planetario ocurre

cada 973 años. ¿Y qué significa eso? Que cada 973 años
algo sucede en el Programa Divino, algo estará sucediendo
en medio del pueblo de Dios.
14. Y ahora, en aquel tiempo fue el nacimiento en la Tierra

de Jesús de Nazaret. Para ese nacimiento le acompañaron
los ángeles cantando, y los pastores vieron a esos ángeles
dando las buenas nuevas de que había nacido en Belén de
Judea un Salvador, que es Cristo el Señor, el Cristo, el
Mesías, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el cual
había acompañado al pueblo hebreo en el éxodo y en su
trayectoria a la tierra prometida.
15. Ese hombre de otra dimensión, que no tenía cuerpo de
carne sino cuerpo angelical o espiritual, ahora conforme a

la promesa divina en Malaquías, capítulo 3, dice que
enviaría Su Mensajero delante de Él, el cual le prepararía
el camino, y vendría a Su Templo el Señor, el Ángel del
Pacto, al cual deseaban ellos. Vendría el Señor, el Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, el Ángel del Pacto, el Ángel
de Jehová.
16. ¿Cómo vendría? En carne humana, se vestiría de
hombre aquí en la Tierra, un cuerpo de hombre, un cuerpo

humano, para lo cual tenía que nacer en la Tierra Su cuerpo
físico. Pero Él ya estaba, era el Ángel que acompañaba a
Moisés y a Josué también, y a cada uno de los profetas de
Dios. Y aún más: el que a través de ellos hablaba. Ellos
eran ungidos con la presencia de ese Ángel, el cual hablaba
a través de ellos.
17. Y ahora, ese Ángel también había acompañado a Abra-
ham, a Isaac, a Jacob y a los patriarcas. Ese Ángel es el

cuerpo angelical de Dios, la imagen del Dios viviente. Por
esa causa ese Ángel cuando aparecía, los que lo veían
decían: “He visto a Dios cara a cara.” Era Dios en un
cuerpo angelical, una teofanía.
18. Dios creó al ser humano a Su imagen y semejanza. La
imagen de Dios es el cuerpo angelical. Un espíritu es un

cuerpo de otra dimensión. Ese Ángel es el Espíritu Santo.
19. Y ahora, Dios por medio de Su Espíritu, por medio de
ese Ángel, hablaba a los Profetas, y a través de los Profetas

le hablaba al pueblo hebreo. Por eso ese Ángel cuando le
apareció a Moisés en el capítulo 3 del Éxodo, le dijo a
Moisés: “Yo soy el Dios de tu padre (o sea, el Dios de
Amram, el padre de Moisés), Dios de Abraham, de Isaac y
de Jacob.”
20. El mismo Dios de todos ellos ahora le aparece a
Moisés, pues Él le había prometido a Abraham que su

descendencia estaría por 400 años en una tierra extraña, y
estarían allí como esclavos; pero a los 400 años Él los
libertaría. Y para eso tenía que usar a un hombre, tenía que
tener un velo de carne a través del cual Dios obrar.
21. Dios obraría por medio de Su Palabra Creadora,
hablándosela a un hombre, y ese hombre hablando al

pueblo, tanto al pueblo egipcio como a los judíos, y las
cosas sucederían; porque era la Palabra Creadora de Dios
en un hombre, los pensamientos de Dios transmitidos al
corazón, al alma, de un hombre que tenía las dos concien-
cias juntas. Y cuando él captaba esa Palabra, la hablaba, y
eso era: ASÍ DICE EL SEÑOR. Y por cuanto es la Palabra
de Dios, las cosas tenían que suceder.
22. Y ahora, ese es Dios, es el mismo Dios a través de toda
la Biblia, ese mismo Dios con Su cuerpo angelical algún

día se haría carne, y sería Emanuel, que traducido es: “Dios
con nosotros”; y entonces estaría el Señor, el Padre, y
estaría el Ángel del Pacto, el cuerpo angelical de Dios,
dentro de un cuerpo de carne, y ese sería el Mesías prometi-
do para Israel; pero vendría para llevar a cabo la Obra de
Redención y quitar el pecado del mundo, para lo cual tenía
que morir como el Sacrificio de Expiación por el pecado,
ya mostrado en los tipos y figuras en el cordero pascual y
también en el macho cabrío de expiación.
23. Él tenía que llevar a cabo la Expiación conforme a
Isaías, capítulo 53, verso 10, lo cual es un pasaje mesiánico

que tenía que ser cumplido. Dice:

“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole
a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación
por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días (¿vivirá
por cuántos días? Por largos días, eternamente), y la
voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”
24. Todo el Programa Divino estará en las manos de Cristo,
el Mesías, para Él llevar a cabo todo el Programa Divino.

Por lo tanto, Él recibirá autoridad en los Cielos y en la
Tierra, se sentará en el Trono de Dios y desde ahí llevará a
cabo toda la Obra de Dios.
25. En palabras más claras: Dios el Padre, por medio de Su
Espíritu que es el Ángel del Pacto, dentro del cuerpo físico

del Mesías que ya estará transformado y sentado en el
Trono de Dios, llevará a cabo (Dios por medio del Mesías)
toda esa Obra de Su Programa correspondiente a la
Dispensación de la Gracia; y luego continuará obrando para
la Dispensación del Reino.
26. Y ahora, ya la Primera Venida del Mesías fue cumplida,
Israel la rechazó; el mismo Jesús dijo que estaba encubierta

de los ojos de Israel; por lo tanto, no pudo ver a Su Mesías.
Y fue conveniente que así sucediera para que fuera sacrifi-
cado en Expiación por el pecado de todo ser humano, para
judíos y para gentiles.
27. Así fue diseñado por Dios el Programa de Redención y
así tenía que cumplirse, por eso fue que Dios mirando a
Israel en Su Programa determinó que luego Él tendría
misericordia de Israel; y por eso Jesús estando en la Cruz
dijo: “Padre, perdónalos, porque ellos no saben lo que
hacen.” [San Lucas 23:34].
28. Y ahora, el Señor Jesucristo ha dicho que tenemos que
conocer, entender, las señales de los tiempos, porque de

otra forma se nos pasa por encima de nuestras cabezas el
tiempo que nos toca vivir y lo que Dios está haciendo en
ese tiempo, se nos pasa por encima de nuestras cabezas la

visitación de Dios y la Obra que Él estará haciendo en esa
visita.
29. En una ocasión en que una viuda en la ciudad de Naín
tuvo un hijo (hijo único), el cual murió y lo llevaban para

la sepultura, y llegó Jesús, paró el funeral y le habló a la
viuda teniendo compasión de ella, y resucitó al joven y lo
entregó a ella, y todos decían: “Dios ha visitado a Su
pueblo.” Estaban todos regocijados. “Dios ha visitado a Su
pueblo porque un gran Profeta se ha levantado entre
nosotros.” [San Lucas 7:16].
30. Cuando Dios visitó a Israel en Egipto, Dios levantó a un
gran Profeta llamado Moisés. Siempre que Dios visita a Su

pueblo lo hace a través de un Profeta, el cual tiene las dos
conciencias juntas y puede ver y escuchar de la dimensión
de Dios, y puede ser usado por el Ángel del Pacto, a través
del cual Dios habla y da a conocer al pueblo lo que deben
conocer, y hace lo que Él prometió para ese tiempo.
31. Y el pueblo que ve esa Obra se regocija, como los que
vieron la obra de la resurrección del hijo de la viuda de la

ciudad de Naín, y podrán decir siempre: “Dios ha visitado
a Su pueblo porque un gran Profeta se ha levantado entre
nosotros.” Así ha sido de edad en edad, de etapa en etapa
y de dispensación en dispensación, a través de toda la
Biblia.
32. Y ahora, antes de aparecer el cumplimiento pleno de la
promesa divina, en el cielo aparecen las señales. Por eso los

discípulos en una ocasión le preguntan a Jesús, en el
capítulo 24, versos 1 al 3 de San Mateo:
“Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron
sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.
Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os
digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada.
Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los

discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos,
¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida,
y del fin del siglo?”
33. Y ahora, aquí ellos quieren saber en qué tiempo va a ser
destruido el templo, qué señal habrá de la Venida del Señor

y del fin del siglo. La señal o señales de la Venida del
Señor y del fin del siglo, porque siempre hay señales. La
señal para la destrucción del templo era cuando vieran a
Jerusalén cercada de ejércitos, esa sería la señal, pero ahora
ellos quieren también la señal de la Venida del Señor y del
fin del siglo; porque es importante saber cuáles serán las
señales para el tiempo en que la persona está esperando el
cumplimiento de una promesa divina; siempre habrá
señales.
34. En el capítulo 16 de San Mateo, versos 1 al 4, dice:
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le

pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís:
Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene
arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distin-
guir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no
podéis!”
35. Y ahora, las señales de los tiempos es importante que
las veamos y entendamos lo que significan, porque en

algunas ocasiones podemos ver las señales y no distinguir
lo que eso significa al aparecer, y por consiguiente la
persona no sabe el tiempo en que está viviendo.
36. Ahora, para el tiempo final habrá señales también, dijo
Jesucristo en San Mateo y en San Marcos y en San Lucas.

Vamos a ver lo que nos dice el Señor... vamos a buscar una
porción que nos hable claro de las señales: San Lucas,
capítulo 21, versos 25 en adelante dice:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las

estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas
a causa del bramido del mar y de las olas;
desfalleciendo los hombres por el temor y la expecta-
ción de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las
potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una
nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y
levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está
cerca.”
37. O sea, la transformación de nuestros cuerpos, que es la
redención del cuerpo, está cerca; y la redención física de

los muertos en Cristo, que será la resurrección en cuerpos
eternos y glorificados. Cuando estas señales estén siendo
vistas por los creyentes en Cristo de ese tiempo en que
estarán aconteciendo estas señales, nuestra redención del
cuerpo está cerca; y por consiguiente la redención de Israel
como nación también estará cerca.
38. La redención plena de Israel será la restauración de
Israel al Reino de Dios, lo cual será la restauración del

Reino de David con el Mesías Príncipe sentándose en el
Trono de David; y ese Rey será el amado de Dios, el David,
que es el amado. David significa: “Amado.”
39. Por lo tanto, el Mesías Príncipe será el amado. Recuer-
den, en el Monte de la Transfiguración Dios dijo: “Este es

mi hijo amado, en el cual tengo contentamiento; a Él
oíd.”[San Mateo 17:5].
40. Y ahora, el Reino del Mesías será la solución a la crisis
del Medio Oriente y de toda la humanidad. Esa será la

solución permanente para la humanidad. Y habrá un reino
mundial, y por consiguiente eso será un imperio, el imperio
del Mesías, el imperio del Príncipe de Paz, el imperio del
Rey de Israel; y por consiguiente Israel será cabeza de
todas las naciones, y Jerusalén será la capital del mundo.

Tan simple como eso.
41. Ahí estará la paz imperecedera para Jerusalén, para todo
Israel, para todo el Medio Oriente y para toda la humani-

dad.
42. También estará la solución religiosa para todos los seres
humanos, “porque la Tierra será llena del conocimiento de

la gloria del Señor,” [Isaías 11:9]; y entonces todos conoce-
rán a Dios. Ya no habrán diferencias religiosas, todos
entenderán a Dios y Su Palabra, de tal forma que no habrá
diferencias e interpretaciones de diferentes temas bíblicos.
La humanidad se llenará del conocimiento más importante:
el conocimiento de Dios.
43. Y ahora, viviendo nosotros en este tiempo tenemos que
conocer el tiempo que nos ha tocado vivir por medio de las

señales de los tiempos.
44. Para el tiempo de la cosecha o siega, la promesa es que
Él enviará Sus Ángeles, los cuales harán una labor: van a

llevar a cabo la separación del trigo y de la cizaña; y la
cizaña será atada en manojos para ser echada en el fuego y
ser quemada; y el trigo: en el alfolí de Dios, y por consi-
guiente recibirá las bendiciones de Dios; y eso es para el
tiempo de la cosecha, conforme a las palabras de Jesús en
el capítulo 13 de San Mateo, versos 30 al 43.
45. También nos muestra en la parábola de la red, que
luego que la red es llena de peces, es sacada a la orilla,

recogen lo bueno en cestas y lo malo echan fuera. Dice
Jesucristo: “Así será en el fin del siglo: enviará Sus
Ángeles.” [San Mateo 13:49].
“Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y aparta-
rán a los malos de entre los justos...”
46. Una labor especial para los Ángeles del Hijo del
Hombre, para los Ministerios de los Dos Olivos. Ellos han

de saber cómo hacer esa separación.
47. Es también lo mismo de la parábola del trigo y de la

cizaña. Dice (verso 39):
“...la siega es el fin del siglo; y los segadores son los
ángeles.
De manera que como se arranca la cizaña, y se quema
en el fuego, así será en el fin de este siglo.
Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles (y ahora, el
Hijo del Hombre enviará a Sus Ángeles), y recogerán de su
reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen
iniquidad,
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y
el crujir de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
reino de su Padre...”
48. Durante la gran tribulación va a ser quemada la cizaña
con fuego atómico; y el anticristo con su reino y su trono

va a ser quemado también con fuego atómico; luego vendrá
el Reino del Mesías, y ahí resplandecerán todos aquellos
que fueron representados en el trigo, estarán con el Mesías
Príncipe como Reyes, Sacerdotes y Jueces, y por consi-
guiente como los miembros del Gabinete de Cristo en Su
Reino.
49. Por lo tanto, la promesa es que para el fin del siglo, que
viene a ser el fin de la Dispensación de la Gracia, estas

cosas deben suceder; y por consiguiente estaremos viendo
en el fin del siglo estos ministerios operando en beneficio
del trigo, de los peces buenos. Los escogidos están repre-
sentados en el trigo y en los peces buenos también.
50. Y ahora, tenemos que conocer las señales en el cielo, y
ya hemos visto todas las señales en el cielo. Él dijo:

“Cuando ustedes comiencen a ver estas cosas suceder,
levantad vuestras cabezas porque vuestra redención está
cerca,” o sea, la redención del cuerpo, la transformación de
los vivos en Cristo y la resurrección de los muertos en
Cristo.
51. Y ahora, podemos conocer el tiempo en que vivimos
por medio de las señales de los tiempos. En el cielo Dios

muestra primero lo que Él va a hacer en la Tierra. Estamos
viviendo en el tiempo de grandes señales en el cielo.
Cuando ustedes escuchan de una alineación planetaria,
recuerden, esa es una señal en el cielo de algo importante
que estará sucediendo en la Tierra conforme al Programa
Divino.
52. Para el año 40 hubo una alineación de algunos planetas,
la misma que hubo cuando Jesús nació. Algo puede haber

estado pasando en la Tierra, sin que nosotros nos hayamos
dado cuenta.
53. Recuerden que para el tiempo de Jesús, para esos días
de Su nacimiento, dos años luego de Él haber nacido, el rey

mandó a matar a todos los niños de dos años hacia abajo,
que estaban en Belén de Judea. ¿Por qué? Porque estaba el
rey temblando, con miedo a un niño que tenía que haber
nacido en Belén de Judea, y que ya en el cielo había
aparecido la señal, llamada la Estrella de Belén.
54. Por eso él averiguó con los magos para qué tiempo
había comenzado a verse esa estrella, esa señal en el cielo.

Podemos ver que el que estaba más interesado en la Venida
del Mesías y nacimiento del Mesías era el rey, era Herodes,
no porque amaba Su Venida sino porque odiaba Su Venida,
porque sabía que si otro rey venía, él sería echado a un
lado, y no quería perder el trono.
55. Y ahora, Dios llevó al niño Jesús con José y María a
Egipto, para que no muriera el Mesías antes de tiempo; lo

colocó entre los gentiles, entre los gentiles estaba el Mesías
que Israel estaba esperando.
56. Y ahora, Dios sabe esconder al instrumento que Él va
a usar, y aunque lo vean los enemigos que buscarán la

muerte suya, no lo verán.
57. Miren en el tiempo de Israel en Egipto: cuando llegó el

tiempo para Dios libertar a Su pueblo, cuando llegó ese
siglo, tenía que nacer un niño para ser usado por Dios.
Apareció también en el cielo la señal, por lo cual el faraón
mandó a matar a todos los niños; y también con el pretexto
de que se estaban multiplicando los judíos (los hebreos), y
en una guerra podían ponerse a favor de los enemigos del
faraón, y entonces el faraón con su ejército perdería la
guerra.
58. Y ahora, vean ustedes dónde colocó Dios a Moisés: en
las manos de la hermana del faraón que estaba gobernando.

Dice que era la hija del faraón, pero la hija del faraón
anterior (eso según lo muestra la película de “Los diez
mandamientos”).
59. Y ahora, él fue colocado en el nivel de la realeza, y allí
nadie lo podía tocar; comía bien, era un militar, un hombre

que fue bien educado, y nadie sabía que ése era el que
libertaría a Israel, a través del cual Dios estaría obrando esa
liberación; pero luego vino el tiempo en que tenía que ser
manifestado como el libertador.
60. Y ahora, estamos nosotros viviendo un tiempo en que
las personas han visto algo que no tiene explicación

racional: crímenes contra la humanidad, que han sido
llevados a cabo en contra de los hebreos. ¿Será a causa de
esa señal que apareció en el año 40? Recuerden que Hitler
estaba persiguiendo y matando con el ejército a los judíos,
tiene que haber una explicación bíblica para todo eso que
sucedió. También la Escritura dice que Jesús profetizó que
serían perseguidos y matados por causa del Nombre de
Jesús.
61. Hay dos razones: una es que rechazaron al Mesías y por
consiguiente rechazaron la bendición de Dios. Y cuando se

rechaza la bendición, lo único que queda es el juicio divino.
Esa es una de las razones; y la otra: la señal que apareció en
el cielo en el año 1940, de lo cual estaremos comprendien-

do muchas cosas a medida que pasen los días, los meses y
los años. Y lo que no podamos comprender, en el Reino
Milenial lo vamos a comprender.
62. Pero, la pregunta es: ¿Estarían buscando a alguna
persona en específico? Si así es, Dios lo escondería bien.

¿Pero y qué de otras persecuciones que han venido contra
los hebreos? Pues todo el tiempo lo han estado buscando.
Es que si Israel existe, el reino del anticristo tendrá que ser
quitado, porque la promesa es para Israel: que será cabeza
de naciones y que Jerusalén será la capital del mundo.
63. Mientras existan judíos o hebreos, esa promesa estará
en pie. Para que esa promesa no se cumpla, tienen que

borrar de la faz de la Tierra a todos los hebreos, a todos los
descendientes de las doce tribus, que es lo que en muchas
ocasiones han tratado de hacer, pero no ha sido posible. Y
para este tiempo Dios dice: “No pasará esta generación.” O
sea, esa generación de judíos, de hebreos, no pasará, no los
van a borrar de la Tierra; van a permanecer, van a ver lo
que ellos han estado esperando y van a recibir el Reino,
conforme a Daniel, capítulo 7.
64. Por lo tanto, en el Dios de Israel y Su Reino siendo
restaurado en Israel, está la esperanza para Israel, para el

Medio Oriente y para toda la humanidad. Fuera de Dios y
Su Programa no hay esperanza para la familia humana.
65. Dios todavía está llamando y juntando a los escogidos
del Cuerpo Místico de Cristo, de la Iglesia del Señor

Jesucristo, porque esos son los descendientes de Dios, esos
son ciudadanos de la Jerusalén Celestial, esos son los
hermanos menores de Jesucristo, esos son los elegidos de
Dios, los escogidos de Dios, los predestinados de Dios
escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero
desde antes de la fundación del mundo.
66. Por eso fue que Jesús dijo a Sus discípulos, cuando
regresaron de tener una victoria, cuando salieron a predicar

y a echar fuera demonios y sanar a los enfermos, cuando
regresaron le dicen a Jesús: “Señor, hasta los espíritus se
nos sujetan en Tu Nombre.” O sea, que les ordenaban salir
de las personas y salían en el Nombre de Jesucristo.
Jesucristo les dice: “No os gocéis de que los espíritus se os
sujetan a ustedes en mi nombre; gozáos de que vuestros
nombres están escritos en el Cielo.” [San Lucas 10:17].
67. Cuando una persona obtiene el conocimiento de que su
nombre está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del

Cordero, le causa mucho gozo, gozo sin medida, y conoci-
miento de que es un hijo o una hija de Dios que ha venido
a la Tierra para escuchar la Voz de Cristo, el Buen Pastor,
obedecer al Evangelio de Cristo, recibiendo a Cristo como
Salvador, siendo bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo
bautizándole con Espíritu Santo y Fuego, y produciendo así
el nuevo nacimiento en la persona.
68. Por lo tanto, estamos aquí en la Tierra para obtener
nuestra redención, para eso hemos llegado a este planeta

Tierra. ¿Cuántos le dijeron a Dios que querían venir en este
tiempo? Ninguno. Fue Dios el que nos envió para vivir en
este tiempo. Por lo tanto, debemos conocer el tiempo en
que vivimos, conocer las señales prometidas para este
tiempo, conocer el Programa Divino para nuestro tiempo,
y estar dentro de ese Programa.
69. Él está llamando y juntando Sus escogidos, colocándo-
los en Su Iglesia, y por consiguiente colocándolos en el

Reino de Dios que está en la esfera espiritual. Y cuando nos
transforme físicamente, entonces entraremos físicamente al
Reino físico de Dios que será establecido en la Tierra.
70. Por lo tanto, con nuestras cabezas levantadas al Cielo,
por cuanto hemos estado viendo todas estas señales que

Cristo dijo que estarían sucediendo en este tiempo final.
Esas señales dan testimonio de que estamos al final de la
Dispensación de la Gracia; y por consiguiente nuestra

Redención, nuestra transformación, está cerca.

POS.”
72. Y conociendo este tiempo podemos también conocer lo
que está prometido en cuanto a lo que sería o lo que será la

visitación de Dios a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo.

POS.”
74. Conforme a las señales de los tiempos estamos viviendo
al final de la Dispensación de la Gracia; y de un momento

a otro se completará la Iglesia del Señor Jesucristo; y luego
Dios se tornará al pueblo hebreo.
75. Yo escuché Su Voz y lo recibí como mi Salvador. ¿Y
quién más? Cada uno de ustedes también. Si hay alguno

que todavía no lo ha recibido como Salvador, y nació la fe
de Cristo en su alma, porque la fe viene por el oír la
Palabra; la fe viene por el oír la Palabra, el Evangelio de
Cristo. Y en esta ocasión hemos estado escuchando la
predicación del Evangelio de Cristo.
76. Por lo tanto, ha nacido la fe de Cristo en todos los que
han estado escuchando; y en los que ya habían recibido a

Cristo, la fe ha crecido; y en los que no lo habían recibido,
ya nació, porque viene con el oír de la Palabra. “Y con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa
para salvación.” [Romanos 10:10].
77. Por lo tanto, ya usted está creyendo en Cristo, y tiene la
oportunidad de recibirlo como único y suficiente Salvador,

si todavía no lo ha hecho; para lo cual usted puede venir
acá al frente para dar testimonio público de su fe en Cristo.
Yo estaré orando por usted para que Cristo le reciba en Su
Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo
pecado. Vamos a dar unos minutos para que puedan venir

a los Pies de Cristo las personas que todavía no lo han
hecho, y Cristo les reciba en Su Reino.
78. Los niños también pueden venir a los Pies de Cristo,
pues Cristo tiene lugar en Su Reino para los niños también.

79. Recibir a Cristo como Salvador es vida eterna, recha-
zarlo es muerte. Por lo tanto, pueden venir a los Pies de

Cristo todas las personas que han escuchado el llamado de
Cristo en su alma.
80. Cristo tiene mucho pueblo en esta ciudad de Franca y
en toda la República del Brasil, y en todos los países de la

América Latina y el Caribe, en Norteamérica también, en
el Canadá, en el Japón, en China, en el África y en todas las
naciones, y los está llamando en este tiempo final. Es el
llamado final de Dios para juntar Sus escogidos del tiempo
final.
81. En los diferentes países que están a través del satélite
Amazonas o de internet, pueden también continuar vinien-

do a los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su
Reino. Cristo dijo [San Marcos 16:15-16]:
“Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que
no creyere, será condenado.”
82. Todos queremos ser salvos y vivir con Cristo en Su
Reino por toda la eternidad; por lo tanto, todos necesitamos

a Cristo, todos necesitamos recibirlo como nuestro único y
suficiente Salvador.
83. Veo que vienen más personas de camino, vamos a dar
unos minutos y también en las demás naciones. Pueden

continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden
incluidos en esta oración que estaré haciendo.
84. Vamos ya a orar por todos los que han venido a los Pies
de Cristo, vamos todos a estar puestos en Pie. También en

las demás naciones todos en pie. Y con nuestras manos

levantadas al Cielo, a Cristo... Todavía veo que vienen más
personas, pueden continuar viniendo.
85. Ahora vamos con nuestros ojos cerrados. Repitan
conmigo esta oración que haré en favor de ustedes:

86. Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu
Evangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti de

todo corazón, creo en Tu Nombre como el único Nombre
bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podemos ser
salvos. Creo en Tu Primera Venida, creo que Tú eres el
Hijo de Dios, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario
como el Sacrificio de Expiación por mis pecados y por los
de todo ser humano. Reconozco que soy pecador y
necesito un Salvador, necesito un Redentor.
87. Señor Jesucristo, doy testimonio público de mi fe en
Ti, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Me

entrego a Ti, me rindo a Ti en alma, espíritu y cuerpo. Te
ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies
de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y
Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nom-
bre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento. Quiero
nacer de nuevo, quiero entrar a Tu Reino Eterno, quiero
vivir eternamente Contigo en Tu Reino.
88. Señor Jesucristo, sálvame, Te lo ruego en Tu Nombre
eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.

89. Y con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo,
todos decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió
de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió
de todo pecado! Amén y amén.
90. Ahora, ustedes me dirán: “Ya he recibido a Cristo como
mi Salvador y quiero ser bautizado en agua en el Nombre

del Señor Jesucristo lo más pronto posible, ¿cuándo me
pueden bautizar? Pues Él dijo: ‘El que creyere y fuere

bautizado, será salvo,’ quiero cumplir Su mandato comple-
tamente.”
91. En el bautismo en agua la persona se identifica con
Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la

persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo;
cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales,
tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta
de las aguas bautismales está resucitando a una nueva vida,
a la vida eterna con Cristo en Su Reino Eterno, para vivir
por toda la eternidad con Cristo en Su glorioso Reino.
92. Por lo tanto, ustedes me dirán: “¿Cuándo me pueden
bautizar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo y lo han

recibido como Salvador, bien pueden ser bautizados en
agua en el Nombre del Señor Jesucristo en estos momentos,
como hacían los apóstoles cuando predicaban y las perso-
nas creían y recibían a Cristo como Salvador: los bautiza-
ban rápidamente para que Cristo los bautizara con Espíritu
Santo y Fuego y produjera en ellos el nuevo nacimiento,
porque la meta es el nuevo nacimiento: que nazcan como
hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios, y así entren al
Reino de Dios.
93. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua, en el
Nombre del Señor Jesucristo, en estos momentos, ustedes

que están presentes y los que están en otras naciones en
estos momentos y han recibido a Cristo como Salvador. Y
que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos conti-
nuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino de
Jesucristo nuestro Salvador.
94. Que Dios les continúe bendiciendo a todos. Dejo al
ministro correspondiente, reverendo Antonino, para que les

indique hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas
bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del
Señor Jesucristo.
95. Con ustedes el reverendo Antonino. Dios les bendiga a
todos. Y en cada país dejo al ministro a cargo, al ministro

correspondiente.
96. Que Dios les bendiga a todos.
“CONOCIENDO EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS

POS.”
EL PRINCIPIO
EL PRINCIPIO

Domingo, 14 de enero de 2007
Goiânia-GO, Brasil
uy buenas tardes, amados amigos y hermanos presen-

M tes aquí en Brasil y los que están en otras naciones a
través de internet o del satélite Amazonas, o de algún otro
medio de comunicación. Es una bendición y privilegio
grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir
con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de
la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este
tiempo final. Para lo cual leemos la Escritura, la Palabra
Sagrada de Dios, en el capítulo 1 del Génesis, verso 1, que
dice:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”
2. “EL PRINCIPIO.” Ése es nuestro tema para esta
ocasión.
3. Nosotros vivimos en este planeta Tierra y comprende-
mos que hubo un principio hace miles de años o millones
de años; y ahora, ese principio puede tener billones de años.
Dios creó la Tierra hace millones de años.
4. Dice la ciencia que la Tierra tiene cuatro mil quinientos

millones (4.500'000.000) de años, y el Universo como tal
tiene quince mil millones (15.000'000.000) de años aproxi-
madamente. Y desde que Dios colocó al hombre en la
Tierra han transcurrido unos seis mil (6.000) años, aproxi-
madamente, o desde que el ser humano pecó o cayó en el
Huerto del Edén. Por lo tanto, el ser humano en la Tierra es
un jovencito, la raza humana es jovencita.
5. Antes de aparecer la raza humana en la Tierra hubo una
raza animal, la cual es llamada: “la serpiente.” Esa raza la
encontramos en la Escritura, y también los arqueólogos han
descubierto muchos esqueletos de cuerpos de los cuales
ellos dicen que era el hombre en aquellos tiempos y que
tienen millones de años esos cuerpos que ellos han encon-
trado.
6. Por lo tanto, antes del ser humano hubo una raza en la
Tierra muy parecida al ser humano, la cual la encontramos
también en el Huerto del Edén; pero esa raza era inferior al
ser humano, porque lo que hace al ser humano lo más
importante en el planeta Tierra es que tiene alma. Los
animales no tienen alma.
7. Por lo tanto, esa raza anterior al ser humano correspon-
de a la raza animal, corresponde al eslabón perdido que la
ciencia está buscando.
8. Antes del ser humano aparecer en la Tierra hubo una
catástrofe; según la ciencia, hace sesenta y cinco millones
(65'000.000) de años, en donde hubo un meteoro que chocó
con la Tierra y trajo una catástrofe muy grande, en donde
perecieron los animales gigantes, aves gigantes también,
muchos animales que para nosotros en la actualidad serían
monstruos, pero que en aquellos tiempos eran normales.
9. El cometa que chocó con la Tierra hizo un hueco muy
grande en el planeta Tierra, y hoy en día es el Golfo de
México, conforme a la ciencia. Ahí fue donde cayó ese
EL PRINCIPIO 29
cometa o ese meteoro.

10. Ahora, en aquellos tiempos no hubo hombre en la
Tierra. Cuando Dios vino a recrear la Tierra, estaba

desordenada y vacía; hubo tinieblas sobre la Tierra, o sea,
todo estaba en tinieblas, porque el sol, la luz del sol, no
podía penetrar la Tierra por causa de lo que quedó en la
atmósfera, a causa de esa catástrofe en donde los volcanes
también entraron en erupción.
11. El reino terrenal de aquel tiempo desapareció, pero
luego el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas para

traer a existencia una nueva generación de aves, de anima-
les, de peces, y colocar en la Tierra al ser humano como
gobernante de esta Tierra; sería el ser humano el que
tendría el dominio de la Tierra, sería el ser humano el
protector, el guardián, de la Tierra. Por eso le fue entregado
al ser humano todo lo que Dios colocó en el planeta Tierra.
O sea, que el ser humano: Adán, era el rey de la Tierra, el
primer hijo de Dios que Él colocaba en la Tierra; y le dio
una compañera, la cual sacó de Adán.
12. Ahora, el ser humano siendo alma, espíritu y cuerpo,
era la cabeza de la creación, lo más importante que Dios

había creado en la Tierra. El ser humano podía hablarle a
los árboles y ellos le obedecían, podía decirle a un árbol:
“Pásate de aquí a allá,” y se pasaría. O sea, que el ser
humano tenía la autoridad y el poder sobre todo el planeta
Tierra con lo que contenía.
13. Antes de estar en la Tierra en cuerpo físico, estaba en
cuerpo espiritual, pero después Dios le dio un cuerpo físico.

Eso hace menos de un millón (1'000.000) de años, pues el
ser humano es muy joven.
14. De toda la Creación de Dios, física, el ser humano es un
bebé. Pero el ser humano - y ahora vamos a llamar al ser

humano: los hijos de Dios. Los hijos e hijas de Dios son
eternos, estaban con Dios eternamente.
15. Veamos aquí algo en el libro de Job que nos llama la

atención. En el capítulo 38, versos 1 en adelante, dice (este
es Dios hablando con Job):
“Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino,
y dijo:
¿Quién es ése que oscurece el consejo
Con palabras sin sabiduría?
Ahora ciñe como varón tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me contestarás.
¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,
Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?”
16. ¿Cuándo se regocijaban todos los hijos de Dios?
Cuando Dios fundaba la Tierra. O sea, que los hijos de

Dios estaban cuando Dios estaba fundando la Tierra; pero
no estaban en cuerpos físicos.
17. Hay cuerpo físico y hay cuerpo espiritual, o sea, un
cuerpo parecido a nuestro cuerpo, pero de otra dimensión.

Eso lo podemos comprender. El cuerpo de otra dimensión
es llamado: “espíritu”; un espíritu es un cuerpo, pero de
otra dimensión, parecido a nuestro cuerpo físico, es llama-
do también: “ángel” o “un ángel.”
18. Ahora, ¿cómo vino a existencia la Creación? Algunas
personas piensan que fue una explosión, le llaman el “Big-

Bang.” ¿Quién la causó? Ahora, veamos qué nos dice la
Escritura. La Escritura dice: “En el principio,” o sea, antes
de existir la Creación, antes de existir el universo físico,
aun antes de existir el universo invisible o espiritual.
Recuerden que la Escritura dice que lo que se ve fue hecho
EL PRINCIPIO 31
de lo que no se veía. Eso lo dice San Pablo en Hebreos,

capítulo 11, verso del 1 al 3.
19. Y ahora, si lo que se ve fue hecho de lo que no se veía,
entonces lo que vemos vino después, o sea, que el principio

de la Creación está antes de la Creación física.
20. También la Escritura dice que Jesucristo es el principio
de la Creación, o sea, que Jesucristo dio comienzo a la

Creación; o sea, que Jesucristo no es cualquier persona:
Jesucristo es la persona más importante de la Tierra y
también del Cielo.
21. Algunas personas no saben quién es Jesucristo y se
avergüenzan de Jesucristo; y cuando tienen la oportunidad

de recibir a Cristo como Salvador, se avergüenzan.
22. El que se puede avergonzar es Jesucristo de usted, pero
nosotros no nos podemos avergonzar de Él. Él es el Rey de

reyes y Señor de señores, Rey-Dios, Rey-Teofanía, Rey-
Jesús, Rey de reyes y Señor de señores.
23. Y ahora, vamos a ver el principio. Antes que existiera
una partícula, Dios existía; pero no era Dios.

24. Y ahora, ¿cómo vamos a entender eso: que Dios no era
Dios? Dios significa: “objeto de adoración,” y si no había

alguien que lo adorara, pues no era Dios. ¿Qué era enton-
ces? El Eterno, el Ser Eterno, que no tuvo comienzo ni
tiene fin.
25. ¿Él, qué hacía antes del principio? Él estaba planifi-
cando lo que Él llevaría a cabo, porque en Él hubo pensa-

mientos, porque Él es un Dios pensante; y una persona
pensante, antes de hacer las cosas, tiene que pensarlas.
26. Algunas personas hacen cosas y después dicen: “Yo no
pensé lo que iba a hacer.” O sea, está diciendo que en esos

momentos no era un ser pensante, y eso no le conviene a la
persona. Por eso antes de hacer las cosas, piénselas.
27. Ahora, Dios no está pensando lo que Él va a hacer, Él
ya lo pensó. Él lo que ha estado haciendo es dando acción

a Sus pensamientos o ejecutando Sus pensamientos, o sea,

haciendo lo que Él pensó hacer. Y lo que Él pensó hacer,
está correcto; no importa que algunas personas piensen que
no debió Dios hacer las cosas así.
28. El Dueño de toda la Creación es Dios; por lo tanto, Él
está haciendo como Él desea hacer. ¿Y quién le va a decir

que lo está haciendo mal? Usted no tiene nada, todo le
pertenece a Dios.
29. San Pablo decía: “¿Quién entendió la mente de Dios?
¿Quién fue su consejero?” Nadie. [Romanos 11:34]. “¿Dirá

el vaso de barro al alfarero: ¿por qué me has hecho así?”
[Romanos 9:20]. Eso es altercando el barro con el alfarero,
y eso no se puede hacer; o sea, que Dios hace como el
alfarero: hace lo que él desea hacer, lo que él tiene planea-
do hacer.
30. Dice San Pablo que de la misma masa el alfarero hace
vasos para honra y vasos para deshonra [Romanos 9:21-

23]; y así también Dios: vasos para honra y vasos para
deshonra, vasos para misericordia y vasos para ira.
31. Dice San Pablo que a faraón lo hizo para mostrar su ira,
su juicio en él. Por lo tanto, Dios es el que sabe porqué

fueron hechas todas las cosas de la Creación. Ningún ser
humano tiene un plan de la Creación; lo tiene Dios, y Él lo
puso en acción.
32. Antes que existiera un planeta en un sistema solar,
perteneciente a una galaxia, existía en otra dimensión; y

antes que existiera esa otra dimensión y que existiera algo,
solamente existía Dios; pero no se le llamaba Dios, porque
no había alguien para adorarle.
33. Solamente Dios existía como el Eterno, el Alma Eterna;
y en Él estaban los pensamientos, esos atributos de tener

una Creación, de tener hijos, y así por el estilo: ángeles,
hombres, que le adoraran; y entonces sería Dios: sería “el
objeto de adoración.” Por esa causa la adoración es única-
EL PRINCIPIO 33
mente para Dios, el Creador de los Cielos y de la Tierra; y

a ninguna otra persona puede ser dada la adoración.
34. Ahora, de Dios salió el Logos, el Verbo, la Palabra;
salió el Logos, una lucecita: eso fue lo primero que se vio.

Todo estaba en tinieblas, pero cuando salía esa lucecita, ése
es el Logos, el Verbo.
35. Y ahora, vamos a verlo aquí, y ahí es el principio. San
Juan, capítulo 1, verso 1 en adelante:

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella.”
36. Y ahora, en ese principio encontramos que lo primero
que se ve es aquella lucecita, el Verbo, el Logos: eso es un

cuerpo de luz, eso es nada menos que Jesucristo en Su
cuerpo angelical; eso es el cuerpo angelical que salió de
Dios, en el cual moró Dios y mora Dios en forma visible,
pero en otra dimensión.
37. Y desde ese cuerpo visible en otra dimensión comenzó
a crear. Creó ángeles, los ángeles lo adoraron, y entonces

vino a ser Dios; adoraron a Dios en ese cuerpo angelical.
Por eso ustedes ven en el Antiguo Testamento que cuando
aparecía el Ángel de Jehová o Ángel de Dios, las personas
a los cuales les aparecía, se postraban ante Él y lo adoraban
porque estaban adorando a Dios, el cual estaba allí presente
en Su cuerpo angelical.
38. Por eso el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento
cuando aparecía a las personas, les decía: “Yo Soy el Dios

de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Así le dijo a Moisés.
También otros decían: “He visto a Dios cara a cara.”
Estaban viendo a Dios en Su cuerpo angelical.

39. Y ahora vean, Jacob vio a Dios en Su cuerpo angelical;
y dijo que le llamó: “Peniel” a la ciudad donde tuvo ese

encuentro, porque había visto a Dios cara a cara. También
Manoa vio el Ángel de Dios o Ángel de Jehová; y dijo que
vio a Dios cara a cara, también la esposa de Manoa. Ellos
habían visto a Dios. Y también la Escritura dice que Moisés
hablaba con Dios cara a cara. Pero también dice la Escritu-
ra que Moisés quiso ver a Dios, ver la gloria de Dios, y
Dios le dijo: “No podrás ver mi rostro, porque no me verá
hombre y vivirá.” [Éxodo 33:20]. Y le dijo que lo colocaría
sobre la hendidura de la peña y colocaría Su mano sobre su
rostro, y Dios pasaría delante de Él proclamando el Nombre
de Dios o Nombre de Jehová; y cuando pasara, luego
quitaría Su mano del rostro de Moisés, y entonces Moisés
vería Su espalda, la espalda del que estaría pasando frente
a él, que sería Dios.
40. ¿Cómo va a ver la espalda de Dios? Porque Dios
pasaría en Su cuerpo angelical frente a Moisés. Ese cuerpo

angelical que aparece en Éxodo, capítulo 23, vean ustedes
lo importante que es en el Programa Divino. Capítulo 23
del Éxodo, verso 20 en adelante, dice:
“He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te
guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he
preparado (ese Ángel siendo el cuerpo angelical de Dios,
en el cual Dios está, ha estado siempre guiando a Su
pueblo).
Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebel-
de; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi
nombre está en él (¿Dónde está el Nombre de Dios? En Su
Ángel, Su cuerpo angelical).
Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que
yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los
que te afligieren.
EL PRINCIPIO 35
Porque mi Ángel irá delante de ti (esa es la forma de

Dios guiar a Su pueblo: por medio de Su cuerpo angeli-
cal)...”
41. Y ahora, el Nombre de Dios está en Su Ángel, que es
Su cuerpo angelical, el cual es Cristo en Su cuerpo angeli-

cal. Por eso Cristo dijo en una ocasión: “Antes que Abra-
ham fuese, Yo Soy.” San Juan, capítulo 8, verso 58. Y
también San Juan, capítulo 8, verso 56, dice: “Abraham
vuestro padre, deseó ver mi día, y lo vio y se gozó.” Eso
fue cuando le apareció con dos varones más, dos Ángeles
más, en el capítulo 18 del Génesis. Y comieron con Abra-
ham. Eran los Arcángeles Gabriel y Miguel, y el Ángel del
Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical, el Verbo.
42. Y ahora, podemos comprender porqué Jesucristo decía:
“Antes que Abraham fuese, Yo Soy,” porque Él es el Ángel

del Pacto, el Ángel de Jehová. La promesa de la Venida del
Mesías en el capítulo 3 de Malaquías, en donde dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí (Mensajero es Ángel, o Ángel es
Mensajero; o sea, Ángel significa Mensajero); y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis
(o sea, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; ahora
vamos a ver cómo va a venir), y el ángel del pacto, a quien
deseáis vosotros (o sea, que Dios vendrá, y vendrá el Ángel
del Pacto. En palabras más claras: Dios vendrá dentro de
Su cuerpo angelical, que es el Ángel del Pacto).
He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
43. Juan el Bautista fue el Mensajero enviado para preparar
el camino al Señor, al Ángel del Pacto; y ahora veamos este

misterio. Ya vimos que Dios por medio del Ángel del
Pacto, que es el Verbo que era con Dios y era Dios, creó
todas las cosas; aun San Pablo en su carta a los Hebreos
dice en el capítulo 1, verso 1 al 3:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas

(¿cómo habló Dios? Por medio de los profetas, ellos han
sido la boca de Dios. Dios usó cuerpos humanos, pues
todavía no tenía un cuerpo físico),
en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo (o
sea, por Jesucristo), a quien constituyó heredero de todo...”
44. Algunas personas dicen: “Mi padre tiene mucho dinero,
tiene muchas propiedades; y él cuando muera, yo heredaré

todo porque yo soy su heredero.” Humanamente en las
naciones hay ciertas leyes en donde se registran las propie-
dades y en donde los descendientes son los herederos; pero
cuando vamos a la Escritura, Dios es el dueño del planeta
Tierra y de todo el Universo; y el heredero es Jesucristo.
45. También dice la Escritura que los hijos de Dios son
herederos de Dios y coherederos con Cristo. Sigue dicien-

do, dice:
“...a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo.”
46. ¿Por quién fue hecho el Universo? Dios lo hizo por
Jesucristo. ¿Y para quién? Para Jesucristo.

47. Así que el privilegio más grande que una persona puede
tener es recibir a Cristo como su único y suficiente Salva-

dor, para obtener el perdón de sus pecados, ser limpios de
todo pecado con la Sangre de Cristo, ser bautizado en agua
en Su Nombre, y recibir de parte de Cristo el Espíritu
Santo, y obtener así el nuevo nacimiento, nacer en el Reino
de Cristo; y por consiguiente ser un coheredero con Cristo.
“...el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la
imagen misma de su sustancia...”
48. ¿Quién es la imagen de Dios? Jesucristo en Su cuerpo
angelical; y Él es el resplandor de Su gloria.

“...y quien sustenta todas las cosas con la palabra de
su poder...”
49. O sea, que toda Palabra de Dios sale por la boca de
EL PRINCIPIO 37
Jesucristo. Así ha sido todo el tiempo: cuando Dios creó los

Cielos y la Tierra, y aun a los ángeles, fue por medio de
Jesucristo hablando esa Palabra Creadora, y las cosas
venían a existencia, venían los ángeles y arcángeles y
serafines, y después más adelante las galaxias, el universo
completo.
“...y quien sustenta todas las cosas con la palabra de
su poder...”
50. Después de Dios crear por medio de Cristo todas las
cosas, lo próximo fue sustentarlas, darle continuación de

existencia, dar continuidad de existencia; y todo eso Dios
lo hace por medio de Jesucristo, porque Cristo en Su
cuerpo angelical es la imagen de Dios, el cuerpo angelical
de Dios.
“...habiendo efectuado la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la
Majestad en las alturas.”
51. Después de morir en la Cruz del Calvario como el
Sacrificio de Expiación por nuestros pecados, efectuando

así la purificación de nuestros pecados, luego subió al Cielo
y se sentó a la diestra de Dios, se sentó en el Trono de Dios
y ha estado allá por estos 2.000 años desde que ascendió al
Cielo, como Sumo Sacerdote y por consiguiente como
Abogado, porque el que intercede en una corte por una
persona que es acusada de algún delito, es el abogado.
52. Y el abogado en el templo era el sumo sacerdote en el
Antiguo Testamento, que intercedía por el pueblo; y en el

Cielo nuestro abogado es Jesucristo. Él es el Sumo Sacer-
dote del Templo Celestial que intercede con Su propia
Sangre por cada persona que lo recibe como su único y
suficiente Salvador, y borra los pecados; y entonces el
diablo en el Cielo acusa a los hijos de Dios, pero Cristo es
nuestro Abogado. “Si alguno ha pecado, Abogado tenemos
para con el Padre, a Jesucristo.” [Primera de Juan 2:1]. Él
es nuestro Abogado. Por medio de Él también Dios creó los

Cielos y la Tierra.
53. Así como en un grano de trigo: usted lo mira y sola-
mente ve un grano de trigo; pero un agricultor le dice:

“Aquí hay una planta de trigo y hay muchos granos de
trigo, yo lo veo.” Y la otra persona le dice: “Pero yo no veo
nada.” Pero el agricultor sabe lo que es un grano de trigo
genuino, porque Él conoce el misterio de la siembra y la
cosecha, Él sabe que potencialmente hay una planta de
trigo con muchos granos de trigo.
54. Cristo dijo: “Si el grano de trigo no cae en Tierra y
muere, Él solo queda; pero si cae en Tierra y muere, mucho

fruto lleva.” Eso está en San Juan, capítulo 12, verso 24.
55. Y ahora, en Jesucristo el Hijo de Dios siendo represen-
tado en un grano de trigo, hay una planta de trigo con

muchos granos de trigo potencialmente.
56. Y ahora, con la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario
murió el grano de trigo. Luego, el Día de Pentecostés, la

vida del grano de trigo, que es el Espíritu Santo, el Ángel
del Pacto, vino sobre 120 creyentes en Cristo y produjo el
nuevo nacimiento en ellos; y allí nació la Iglesia de Jesu-
cristo, la planta de trigo, para tener muchos granos de trigo,
muchos hijos e hijas de Dios, los cuales Cristo el grano de
trigo, por medio de Su Espíritu, se reproduciría en muchos
hijos e hijas de Dios, muchos granos de trigo.
57. Por eso el trigo representa a los hijos de Dios; la planta
de trigo a la Iglesia del Señor Jesucristo; y Cristo la semilla

de trigo que fue sembrada.
58. Y ahora, en Jesucristo Dios colocó potencialmente toda
la Creación, y eso es muy grande. Mírenlo aquí: Colosen-

ses, capítulo 1, verso 12 en adelante, dice:
“...Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos
para participar de la herencia de los santos en luz (los
santos en luz son los hijos e hijas de Dios, y tienen una
EL PRINCIPIO 39
herencia, son herederos de Dios);

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su amado Hijo (o sea, que nos
libertó del poder del reino de las tinieblas, o sea, del poder
del maligno y su reino, y nos trasladó, ¿dónde? Al Reino de
Su amado hijo, al Reino de Jesucristo).”
59. Cristo le dio las llaves del Reino de los Cielos a Pedro,
y Pedro el Día de Pentecostés abrió las puertas del Reino de

los Cielos. La Puerta es Cristo, abrió el misterio de la
Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la
Cruz del Calvario, y comenzaron a entrar al Reino de Dios
miles de personas.
60. Cristo dijo: “Buscad primeramente el Reino de Dios y
Su justicia,” ¿para qué? Para entrar a él. Eso está en San

Mateo, capítulo 6, verso 33.
61. Y en el capítulo 3, versos 1 al 6 de San Juan, dice Cristo
a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no

nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de
Dios.”
62. Todos queremos entrar al Reino de Dios y hay un orden
para entrar. El que entra a ese Reino tiene vida eterna, ha

obtenido la vida eterna por medio de Cristo, ha sido
redimido. Y redimir significa: “ser traído a su lugar de
origen,” al Reino de Dios, y por consiguiente a la vida
eterna.
63. Todas las personas que estaban en Dios eternamente,
como atributos de Dios, obtendrán la redención, están

escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, por
ellos murió Cristo en la Cruz del Calvario para redimirlos,
para regresarlos a Dios, y por consiguiente regresarlos a la
vida eterna.
“...en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados.”
64. La redención es por medio de la Sangre de Cristo, la
cual nos limpia de todo pecado y nos regresa a la vida

eterna. Él es la imagen del Dios invisible, Dios se hace
visible en Su cuerpo angelical, en la dimensión de la
teofanía, el primogénito de toda Creación. Antes de Jesús
en Su cuerpo angelical, no habían ángeles, no habían
personas.
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios (Dios en Su cuerpo angelical).”
65. Sigue diciendo:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que

hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para
él.”
66. ¿Por medio de quién fueron creadas todas las cosas?
Por medio de Jesucristo, Dios las creó por medio de

Jesucristo, por medio de Jesucristo en Su cuerpo angelical,
todavía no tenía el cuerpo de carne.
67. Ahora vean, San Juan, capítulo 1, verso 14:
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre

nosotros...”
68. El Verbo, el Ángel del Pacto, aquel cuerpo angelical
llamado también el Logos, se hizo carne, carne en esta

dimensión terrenal; y lo vimos y vimos Su gloria, y fue
llamado Su cuerpo de carne: Jesús, que significa: “Reden-
tor, Salvador,” el que iba a redimir a Israel y a todos los
hijos de Dios que vendrían a esta Tierra y vivirían como
seres humanos.
69. Cristo dijo en una ocasión: “No soy del mundo.” [San
Juan 8:23].También Él dijo de todos los hijos de Dios: “No

son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo.” [San
Juan 17:14]. De donde vino Jesucristo, del Cielo; vine yo
también, ¿y quién más? Cada uno de ustedes también.
70. Cuando escuchamos la predicación del Evangelio de
EL PRINCIPIO 41
Cristo es que despertamos a esta realidad. Cristo dijo que

vendría la hora y “la hora es cuando los muertos escucharán
la Voz del Hijo de Dios.” [San Juan 5:25]. ¿Y qué más? Él
dijo que resucitarían.
71. Hay una resurrección espiritual y hay una resurrección
física también. La resurrección espiritual es cuando la

persona resucita a una nueva vida espiritual, a la vida de
Cristo en el Reino de Cristo, en la Iglesia de Jesucristo;
nace, eso es un nuevo nacimiento, ha nacido a la vida
eterna con Cristo en Su Reino Eterno; es una resurrección,
un nacimiento a la vida eterna.
72. Así como para vivir en esta Tierra tuvimos que nacer,
pero nacimos a una vida temporal; y para nacer a la vida

eterna tenemos que recibir a Cristo como nuestro único
Salvador. Él es el segundo Adán que trae a la vida eterna
hijos e hijas de Dios. Él es el grano de trigo que traería la
planta de trigo, que es Su Iglesia y que traería a través de la
planta de trigo muchos granos de trigo, muchos hijos e
hijas de Dios.
73. Dios por medio de Él ha estado creando todas las cosas.
No hay nada creado que no haya sido a través de Cristo.

Aquí mismo lo dice: “Todas las cosas por él fueron
hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”
(San Juan, capítulo 1, verso 3). O sea, que Dios por medio
de Jesucristo, que es Su cuerpo angelical, habló a existencia
toda la Creación.
74. Cuando Dios habla, miren lo que sucede: en una
ocasión Jesucristo estaba orando, eso está en San Juan,

capítulo 12, verso 28 en adelante, dice:
“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del
cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía
que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha
hablado.”
75. Ahora, muchos decían que fue un trueno. En el Monte

Sinaí también encontramos que el pueblo estaba escuchan-
do truenos: era Dios hablándole a Moisés.
76. Ahora, podemos ver la gran explosión que los científi-
cos dicen que ocurrió para la creación del Universo: fue la

Voz de Dios por medio de Cristo, por medio de Cristo
estando Él en Su cuerpo angelical. Por eso es que Jesucristo
es el heredero de toda la Creación: porque a través de Él
fue que Dios creó todas las cosas, porque Jesucristo en Su
cuerpo angelical es el cuerpo angelical de Dios.
77. Y Jesucristo en Su cuerpo físico es el cuerpo físico de
Dios, el cual ya está glorificado. Dios visitó a Su pueblo en

un cuerpo físico de carne, el cual murió en la Cruz del
Calvario; estaba prometido que Dios visitaría a Su pueblo.
Isaías, capítulo 7, verso 14, dice que Dios lo visitaría. Vean
cómo lo dice para que tengan el cuadro claro. Esto es muy
importante conocerlo, capítulo 7, verso 14, dice (de Isaías):
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que
la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel (que traducido es: ‘Dios con nosotros.’).”
78. De eso es que se nos habla en San Mateo. En San
Mateo nos habla de que Emanuel significa: “Dios con

nosotros.” Una virgen concebiría y sería una hebrea
descendiente del rey David. Por lo tanto, el Mesías sería un
descendiente del rey David, sería de la realeza.
79. Así que podemos ver que Jesús no era cualquier
persona, era un miembro de la Realeza de Israel, y era el

Rey heredero al Trono de David (y lo sigue siendo), y
heredero al Reino de David, el cual Él restaurará. Y Él es
el Rey no solamente de la Tierra sino del Cielo también,
porque en el cuerpo angelical y en el cuerpo físico glorifi-
cado de Jesucristo está Dios. El cuerpo angelical y el
cuerpo físico de Jesucristo es el cuerpo de Dios, eso es
Emanuel, Dios con nosotros.
EL PRINCIPIO 43
80. Así fue como Dios estuvo con la raza humana 2.000
años atrás: Dios con nosotros en un velo de carne llamado:
“Jesús.” Por eso Jesús decía que Él no hacía nada de Sí
mismo sino que era el Padre que moraba en Él, el que hacía
las obras.
81. Como usted mismo y yo: nuestro cuerpo físico no hace
nada de sí mismo; es nuestra alma que mora en nuestro

cuerpo físico, a través del espíritu que tenemos, que es un
cuerpo de otra dimensión, obra, usa este cuerpo físico para
hacer las cosas.
82. Si sale el alma y el espíritu del cuerpo, usted le puede
decir: “Toma una silla y tráela acá,” el cuerpo físico sin

espíritu y sin alma no puede hacer nada. La Escritura dice
que el cuerpo sin espíritu está muerto, no puede hacer nada.
Usted le pregunta algo, no puede contestar porque la
persona es alma viviente, pero mora en un cuerpo de carne
y a través de ese cuerpo de carne se manifiesta.
83. Por lo tanto, usted es más importante que el cuerpo de
carne, usted está dentro del cuerpo de carne. Por eso Jesús
decía: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras.” [San
Juan 14:10]. Y también Él no hablaba nada de sí mismo,
era el Padre hablando a través de Él.
84. Así es cuando usted habla: usted no habla, el cuerpo no
habla nada de sí mismo, es usted que es alma viviente

hablando a través de su cuerpo físico.
85. Ahora, podemos ver sobre el principio cómo fue que
todo comenzó; pero antes de ese principio solamente

existía Dios, y no por el nombre de Dios sino como el
Eterno, el Alma Eterna, que es Dios. Pero en Él hubo
pensamientos, que son Sus atributos, los cuales Él quería
manifestar. Y la manifestación de esos atributos vinieron
por medio de la Palabra hablada a través de Cristo en Su
cuerpo angelical.
86. Dios morando en Su cuerpo angelical, habló a existen-
cia y las cosas surgieron. Por eso Dios es el Creador; si es

el Creador, pues nada existía antes. Una cosa que es creada,
pues no existía, ha sido creada, creada por la Palabra
Creadora de Dios.
87. Dios es el único Creador y Él crea por medio de Su
Palabra. Cosas mayores que las que Cristo hizo han sido
prometidas para que sean hechas en medio de la Iglesia de
Jesucristo. Eso lo vamos a ver en otra ocasión.
88. Ahora, hemos visto: “EL PRINCIPIO.”
89. Y en el principio, allí estaba Cristo en Su cuerpo
angelical, y antes del principio Cristo estaba en el Padre.

Mírenlo aquí: San Juan, capítulo 17, verso 5, dice:
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con
aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”
90. Y ahora, Jesucristo se coloca aquí como existente antes
que el mundo fuese. También todos los hijos e hijas de

Dios que vendrían a formar la Iglesia de Jesucristo estaban
en Dios antes del principio. Jesucristo y todos los demás
hijos de Dios... recuerden que Jesucristo llama a los demás
hijos de Dios: Sus hermanos menores, Sus hermanos más
pequeños. Jesucristo y todos los que vendrían a formar la
Iglesia de Jesucristo son eternos, estaban en Dios todo el
tiempo, en la eternidad, antes que el mundo fuese, antes de
la Creación, antes del principio, estábamos en Dios como
atributos de Dios.
91. Por eso es que son redimibles, estaban en Dios y por
consiguiente son eternos, y son restaurados a la eternidad

con vida eterna. Por eso la predicación del Evangelio de
Cristo fue ordenada por el mismo Cristo para ir por toda
nación, pueblo y lengua, proclamando el Evangelio de
Cristo, las buenas nuevas de Redención, de Salvación:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
EL PRINCIPIO 45
no creyere, será condenado.” (San Marcos, capítulo 16,

versos 15 al 16).
92. Por lo tanto, luego de la predicación del Evangelio de
Cristo, siempre se le ha dado la oportunidad a las personas

para que den testimonio público de su fe en Cristo, porque
la fe viene por el oír la Palabra de Dios, el Evangelio de
Cristo; “y con el corazón se cree para justicia, pero con la
boca se confiesa para salvación.” [Romanos 10:10].
93. Y ahora, luego de escuchar la predicación del Evangelio
de Cristo, ha nacido la fe de Cristo en el corazón de las

personas que no lo habían recibido todavía, están creyendo
en sus corazones, en sus almas, están creyendo en Cristo;
y ahora tienen la oportunidad de con sus bocas confesar a
Cristo como único y suficiente Salvador, porque ya nació
la fe de Cristo en su alma, por lo tanto, tienen la oportuni-
dad de pasar al frente para dar testimonio público de su fe
en Cristo, recibiéndole como único y suficiente Salvador.
94. Ustedes que están aquí presentes que no han recibido a
Cristo todavía, lo pueden hacer en estos momentos; pueden

pasar al frente, y yo estaré orando por ustedes; y los que
están en otras naciones también pueden pasar al frente, y yo
estaré orando por ustedes también, estarán incluidos en esta
oración que estaré haciendo.
95. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo pues
Cristo tiene lugar para ustedes en Su Reino, porque ustedes

tienen sus nombres escritos en el Cielo en el Libro de la
Vida, y por esa causa ustedes están aquí presentes o a
través de internet o del satélite en otras naciones escuchan-
do la predicación del Evangelio de Cristo.
96. Es el llamado de Cristo, el llamado para todos los hijos
de Dios, para regresar a la Casa del Padre Celestial,

regresar a la vida eterna en el Reino Eterno de Jesucristo,
es el llamado de redención, de salvación, para la vida
eterna; “porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar
lo que se había perdido.” (San Lucas, capítulo 19, verso

10).
97. En todas las naciones pueden continuar viniendo a los
Pies de Cristo. Todos los niños de 10 años en adelante

también pueden venir a los Pies de Cristo, pues Cristo tiene
lugar para los niños también.
98. Es tiempo todavía para buscar el Reino de Dios y entrar
al Reino de Dios. Es tiempo para reconocer que hemos

venido de otro mundo, de otra dimensión, y estamos aquí
como dice San Pedro: para ser rociados con la Sangre de
Jesucristo. Eso está en Primera de Pedro, capítulo 1, verso
2, donde nos dice:
“Elegidos según la presciencia de Dios Padre en
santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados
con la sangre de Jesucristo.”
99. Para eso hemos sido elegidos: para obedecer el Evange-
lio de Cristo y ser rociados con la Sangre de Cristo y ser

limpios de todo pecado, ser bautizados en agua en Su
Nombre, recibir Su Espíritu Santo y obtener el nuevo
nacimiento, nacer en el Reino de Cristo, y por consiguiente
entrar al Reino de Dios, entrar al Reino de Cristo: para eso
Dios nos ha enviado a este planeta Tierra, ése es el propó-
sito principal por el cual vivimos en este planeta Tierra.
100. Todavía continúan viniendo más personas a los Pies de
Cristo, pues tienen Sus nombres escritos en el Cielo, en el

Libro de la Vida. Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu
corazón. Él te está llamando, es el llamado de Cristo, el
Buen Pastor llamando a Sus ovejas. Y Él dijo: “Mis ovejas
oyen mi Voz y me siguen, y Yo les doy vida eterna.” Eso
está en San Juan, capítulo 10, versos 1 al 30.
101. “El que es de Dios, la Voz de Dios oye.” (San Juan,
capítulo 8, verso 47). Son palabras de Jesucristo. La Voz de

Dios, la Voz del Buen Pastor, la Voz de Jesucristo, es el
Evangelio de Cristo con el cual han estado siendo llamados
EL PRINCIPIO 47
y juntados todos los escogidos de Dios, todos los elegidos

de Dios, todos los que están escritos en el Cielo en el Libro
de la Vida del Cordero.
102. Es tiempo de salvación, es tiempo de redención, las
buenas nuevas de paz, de redención, de salvación, han

estado siendo dadas desde los días de los apóstoles para
entrar al Reino de Dios; y asegurar así nuestro futuro eterno
con Jesucristo en Su Reino Eterno.
103. Vamos a esperar unos segundos y luego oraremos por
todas las personas que han venido a los Pies de Cristo en

esta ocasión. Los que están en otras naciones también
pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que
queden incluidos en esta oración. Vamos a estar puestos en
pie para orar.
104. Si falta alguno puede venir, asegure su futuro eterno
con Jesucristo, Él es el único que nos puede asegurar el

futuro, el futuro está en el Reino de Jesucristo, para lo cual
hay que entrar al Reino de Cristo, para tener asegurado
nuestro futuro eterno.
105. Si falta alguno por llegar puede llegar, tanto de los que
están aquí presentes como de los que están en otras nacio-

nes. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, y
los que han venido a los Pies de Cristo repitan conmigo
esta oración, tanto los que están aquí presentes como los
que están a través de internet o del satélite Amazonas, o por
algún otro medio de comunicación. Repitan conmigo esta
oración, con nuestros ojos cerrados:
Evangelio y nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti, creo

en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el único
Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que pode-
mos ser salvos. Creo en Tu muerte en la Cruz del Calva-
rio como el único Sacrificio de Expiación por mis peca-
dos.
107. Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un

Redentor, necesito un Salvador. Reconozco y doy testimo-
nio público de mi fe en Ti, de que Tú eres mi único
Salvador. Te recibo como mi único y suficiente Salvador.
Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me
limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo
y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu
Nombre. Quiero nacer en Tu Reino, quiero entrar a Tu
Reino, quiero vivir eternamente.
108. Señor Jesucristo, sálvame, Te lo ruego, me rindo a Ti
en alma, espíritu y cuerpo. Te ruego me salves. En Tu

Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo, Te lo ruego.
Amén.
109. Y con nuestras manos levantadas a Cristo al Cielo,
todos decimos: ¡La Sangre de Jesucristo me limpió de todo

pecado! ¡La Sangre de Jesucristo me limpió de todo
pecado! ¡La Sangre de Jesucristo me limpió de todo
pecado! Amén y amén.
110. Y ahora, ustedes me dirán: “Escuché la predicación del
Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma, he

dado testimonio público de mi fe en Cristo y lo recibí como
mi único y suficiente Salvador, porque Él dijo: ‘Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.’ Escuché
el Evangelio, y Él dice: ‘El que creyere (ya he creído y lo
recibí como mi Salvador), y también dice: ‘y fuere bautiza-
do, será salvo.’ Ahora me falta ser bautizado y quiero ser
bautizado en agua lo más pronto posible, quiero ser bauti-
zado en agua en Su Nombre, en el Nombre del Señor
Jesucristo, como bautizaban los apóstoles; porque ése es el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
111. Y ahora, la pregunta es: “¿Cuándo me pueden bauti-
zar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo

corazón, bien pueden ser bautizados en agua en estos
momentos. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo
EL PRINCIPIO 49
y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y

entren al Reino de Dios.
112. Ahora, pregunto al reverendo, doctor Salomón Cunha
si hay agua: hay agua, hay bautisterio. ¿Hay ropas bautis-

males? Hay ropas bautismales también. ¿Hay vestidores de
ropa? También hay vestidores de ropa. ¿Hay personas que
les ayudarán a llegar a los vestidores de ropa? También hay
personas que les ayudarán. ¿Hay ministros que les bautiza-
rán? Hay también ministros que les bautizarán. Por lo tanto,
bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y
Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y nos
continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino
de nuestro amado Señor Jesucristo.
113. Los que están en otras naciones también pueden ser
bautizados en agua en estos momentos. Y que Cristo les

bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en
ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor
Jesucristo. Y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad en el Reino de nuestro amado Señor Jesucris-
to, que es el único Reino que permanecerá por toda la
eternidad.
114. Dejo con ustedes al doctor Salomón Cunha, el cual les
indicará hacia dónde caminar para colocarse las ropas

Señor Jesucristo.
115. Que Dios les bendiga y les guarde a todos, y continúen
pasando una tarde llena de las bendiciones del Señor

Jesucristo.
116. Con ustedes el doctor Salomón Cunha.
“EL PRINCIPIO.”
LA CUARTA
VIGILIA
LA CUARTA VIGILIA

Domingo, 26 de agosto de 2007
Buenos Aires, Argentina

M y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes lugares del planeta Tierra; y también
amigos, ministros, compañeros en el ministerio, en el
Cuerpo Místico del Señor Jesucristo; y también para mi
amigo Juan Carlos Oliva, judío de allá de Chile, el cual se
encuentra con nosotros en esta ocasión.
2. Estamos viviendo en un tiempo muy importante, en
donde está ocurriendo un compañerismo entre judíos y
cristianos, lo cual no se había visto en otros tiempos; es que
este es el tiempo para comprender que son un pueblo: los
judíos y los cristianos, un pueblo de Dios, y que las nom-
bradas tribus perdidas de Israel están (la mayor parte) en
medio del cristianismo, y que el pueblo hebreo y el cristia-
nismo están esperando la restauración del Reino de Israel.
3. Y pensar en la restauración del Reino de Israel conlleva
comprender que tienen que ser juntadas las tribus del Norte,
del reino del Norte, que son diez y que corresponden al
Reino de Efraín, llamado también el reino de Israel, y las
tribus del Sur: Judá y Benjamín, que corresponden al reino
del Sur; y esos dos reinos, en el tiempo de David y Salo-
món estaban como un solo reino, pero por causa de la
idolatría de Salomón fue roto el reino en los días del hijo de
Salomón.
4. Y de ahí en adelante Israel no ha tenido el reino de

David, solamente ha tenido o tuvo el reino del Sur con un
hijo de David como rey en diferentes ocasiones; pero el
grupo grande, que corresponde a las diez tribus, estuvo
separado ese grupo como el reino del Norte, llamado:
“Israel.” Porque el nombre “Israel,” vean ustedes, lo lleva
el reino del Norte y es aplicado al reino del Sur cuando está
unido al reino del Norte. Cuando está separado entonces es
llamado “El reino del Sur, el reino de Judá.” Y el reino del
Norte es llamado “El reino de Israel.”
5. Ahora, sabemos que va a ser restaurado el Reino de
David, lo cual será la restauración del Reino de Dios en la
Tierra, porque el Reino de David es nada menos que el
Reino terrenal de Dios, y el Trono de David es nada menos
que el Trono terrenal de Dios en medio del pueblo hebreo.
6. Por esa causa, para el cristianismo las palabras del
Ángel Gabriel a la virgen María fueron que el niño que ella
tendría sería llamado: “Hijo de Dios, y Dios le dará el
Trono de David Su Padre; y Él reinará sobre la casa de
Israel para siempre y Su Reino no tendrá fin.” Eso está en
San Lucas, capítulo 1, versos 30 en adelante, dice:
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque
has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre;
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su
reino no tendrá fin.”
7. Aquí tenemos la promesa de la restauración del Reino
de David con el Mesías Príncipe, que es heredero al Trono
de David y por consiguiente al Reino de David.
8. Y ahora, el Mesías Príncipe está prometido para venir
y restaurar ese Reino de David, porque Él es el Hijo de
LA CUARTA VIGILIA 55
David. Y nos preguntamos: ¿Para qué tiempo ha de venir

el Hijo de David? ¿Para qué tiempo ha de venir el Hijo del
Hombre? Veamos en San Marcos, capítulo 13, versos 24 en
adelante (24 al 37), dice:
“Pero en aquellos días, después de aquella tribulación,
el sol se oscurecerá , y la luna no dará su resplandor,
y las estrellas caerán del cielo, y las potencias que
están en los cielos serán conmovidas.
Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las
nubes con gran poder y gloria.
Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogi-
dos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra
hasta el extremo del cielo.
De la higuera aprended la parábola (recuerden que la
higuera representa a Israel)...
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su
rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano
está cerca.
Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas
cosas, conoced que está cerca, a las puertas (¿y qué está
cerca? El Reino de Dios. Lo consiguen en San Lucas,
capítulo 21).
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta
que todo esto acontezca.”
9. Esta generación de la higuera reverdeciendo, del pueblo
hebreo estableciéndose como una nación libre y soberana,
no va a pasar. Han tratado de borrar del mapa geográfico a
Israel, pero eso es imposible, porque aquí el rabino más
importante del pueblo hebreo, que es Jesús, lo ha dicho. Un
rabino que es profeta también.
10. Recuerden que diferentes rabinos tienen diferentes
líneas de enseñanzas, y la de Jesús es la más importante.

Todos los rabinos enseñan el Pacto antiguo; y el rabino
Jesús, ese gran rabino, enseña no solamente el Pacto
antiguo sino el Nuevo Pacto también. Y la promesa para el

reino de Judá y el reino de Israel, la promesa del Nuevo
Pacto es una promesa de un Nuevo Pacto para Judá y para
Israel.
11. Y ahora, el único de los rabinos que ha enseñado el
Nuevo Pacto es Jesús, los demás rabinos todavía enseñan

el Pacto antiguo, pero del Nuevo Pacto no han podido
hablar porque bajo el Nuevo Pacto hay un Sacrificio de
Expiación por el pecado de toda persona escrita en el Cielo,
en el Libro de la Vida del Cordero. El Nuevo Pacto es para
toda la descendencia de Abraham.
12. Y ahora, ya Israel está como una nación libre y sobera-
na, y va a permanecer así; y todas estas cosas van a ser

cumplidas en este tiempo, en donde ya Israel está como una
nación libre y soberana; y esos son nada menos que los
huesos secos que han reverdecido, la higuera ha reverdeci-
do. Los huesos secos se han juntado y hay un ejército, que
es la Casa de Israel, hay un ejército grande.
13. Y ahora, viendo también, mirando hacia las diez tribus,
también hay un ejército grande, que es la Iglesia del Señor

Jesucristo.
14. Y ahora, lo que le falta al pueblo hebreo, que ya está
como una nación libre y soberana, ¿qué es? Que el Espíritu

de Dios entre a ese ejército, a ese pueblo, o sea, que regrese
el Espíritu de Dios que se fue de Israel hacia los gentiles,
para buscar las ovejas perdidas de Israel, esas tribus
perdidas a la cual pertenecen la mayor parte del cristianis-
mo.
15. Y en Ezequiel 37, verso 1 en adelante, dice que cuando
ya estaba ese ejército, ese pueblo, en pie, los huesos cada

uno unido a sus huesos, y nervios, tendones, carne y piel,
le faltaba el espíritu; y el cuerpo sin espíritu está muerto.
Todavía Israel no tiene vida, la vida de Dios.
16. El Espíritu de Dios tiene que regresar a Israel y regresa-
rá manifestado bajo el Ministerio de Elías, el cual está

esperando Israel, y el cual vendrá con un mensaje de paz y
restauración para Israel, vendrá proclamando la paz
imperecedera para Israel, la cual solamente está en el Reino
de David cuando sea restaurado, en donde el Príncipe de
Paz, que es el Mesías Príncipe, establecerá ese Reino y
traerá la paz para Israel y para todas las naciones, hablando
de la paz imperecedera.
17. La paz temporal se puede obtener por un tiempo, y
después se pierde, y después por medio de tratados se

vuelve a obtener, pero eso es paz temporal; y por último
van a obtener la paz temporal. Pero cuando digan: “Paz y
seguridad,” entonces vendrá destrucción de repente (eso
está en Segunda de Tesalonicenses, capítulo 5, versos 1 al
10).
18. Ahora, continuemos aquí leyendo porque este pasaje es
muy importante, pues nos habla de la Venida del Señor.

Dice:
“De cierto os digo, que no pasará esta generación
hasta que todo esto acontezca.”
19. O sea, esta generación de judíos que se han establecido
como una nación libre y soberana, no va a pasar. Aunque

quieran borrarlo del mapa geográfico, no lo van a hacer
porque Dios es el que los ha establecido allí. Lo mejor es
unirse al pueblo hebreo porque ahí está la bendición para
todas las personas, para todas las naciones. Tenemos que
hacer siempre como comúnmente hacen las personas
inteligentes: cuando ven una persona que prospera, uno se
une a esa persona para prosperar también.
20. Ahora, vamos a continuar leyendo aquí:
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no

pasarán (o sea, se van a cumplir).
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los
ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.”
21. De esta hora, de la Venida del Hijo del Hombre, Cristo

dijo que nadie sabía. Pero vean, ahora:
“Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el
tiempo.
Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y
dio autoridad a sus siervos...”
22. Eso fue lo que hizo el Señor: dio autoridad a Sus
discípulos que estaban presentes en aquellos días. “Todo

poder me es dado en el Cielo y en la Tierra; por lo tanto
id...” y ordenó ir por todo el mundo, ir a todas las naciones
y predicar el Evangelio, evangelizar, hacer discípulos a
todas las naciones bautizándolas en el Nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo, que es el Señor Jesucristo.
23. Por eso los discípulos bautizaban en el Nombre del
Señor Jesucristo, porque ése es el Nombre del Padre, del

Hijo y del Espíritu Santo. Y yo no puedo tener nada en
contra de los Apóstoles; ellos llenos del Espíritu Santo
estaban haciéndolo en esa forma, porque ése es el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Si yo digo que
ellos estaban bautizando en forma equivocada, me convier-
to en enemigo de los Apóstoles y de sus enseñanzas, que
eran inspiradas por el Espíritu Santo; o sea, el Espíritu
Santo hablando a través de ellos. Por lo tanto, hacemos
como ellos hacían y todo estará bien.
24. Y ahora, continuemos aquí leyendo:
“Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y

dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al
portero mandó que velase.”
25. A través de las diferentes etapas de la Iglesia hemos
visto que Cristo dejó esa autoridad a Su Iglesia, representa-

da en diferentes ministros que aparecerían a través de la
historia de la Iglesia. El Espíritu Santo, lo cual es Cristo en
Espíritu Santo, ha estado en medio de Su Iglesia. Ahí
tenemos el Padre de Familia en medio de Su Iglesia, y ha
estado usando diferentes personas. Él dijo: “Yo estaré con

vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” [San Mateo
28:20].
26. Por lo tanto, Él ha estado en medio de Su Iglesia, del
cristianismo, todo el tiempo. Pero Su cuerpo físico glorifi-

cado, ese cuerpo está arriba, en el Trono de Dios, como
Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec haciendo
intercesión por cada persona que lo recibe como Salvador.
“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor
de la casa (¿cuándo vendrá Jesucristo? El cual es el Señor
de Su Casa, de Su Iglesia, de Su Templo Espiritual).
27. Ahora vean, aquí dice:
“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor

de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto
del gallo, o a la mañana.”
28. Aquí nos habla de diferentes vigilias: al anochecer... la
vigilia, eso es la primera vigilia, que es de 6:00 a 9:00 de la

noche. Esa es la vigilia según las vigilias romanas. Pero las
vigilias judías son: la primera es de 6:00 a 10:00 de la
noche; o sea, las vigilias judías tienen 4 horas cada una, y
las vigilias romanas tienen 3 horas cada una.
29. Y ahora, Él dice que nadie sabe si será al anochecer, o
sea, de 6:00 a 9:00 de la noche. Cuando nos habla aquí de

etapas o de vigilias aplicadas proféticamente, son las etapas
por las cuales pasaría la Iglesia. El mundo está en tinieblas
porque este mundo está bajo el reino de las tinieblas y por
consiguiente el mundo ha estado viviendo de noche, en
oscuridad.
30. Y ahora, la Iglesia entró a esa etapa desde el Día de
Pentecostés en adelante, la Iglesia entró a la primera vigilia

(de 6:00 a 9:00 de la noche conforme a las vigilias roma-
nas) o de 6:00 a 10:00 de la noche conforme a las vigilias
judías o hebreas.
31. Luego, vean, Él dice: “...porque no sabéis cuándo
vendrá el Señor de la casa; si al anochecer (o sea, si en la

primera vigilia)...”
32. Los apóstoles y todas las personas de aquellos tiempos
pasados estaban esperando la Venida del Señor, ¿por qué?

Porque Él no les dijo si sería a la primera vigilia o a la
segunda vigilia o a la tercera vigilia, que es la vigilia del
canto del gallo o en la mañana, que corresponde a la vigilia
de 3:00 a 6:00 de la mañana, que es la única vigilia que
termina con el amanecer, termina trayendo un nuevo día de
luz para los seres humanos.
33. Ahora, Él dice: “Si al anochecer, o a la medianoche.”
La vigilia de la medianoche es la segunda vigilia. En las

vigilias judías eso es de 10:00 a 2:00 de la mañana, pero en
las vigilias romanas es diferente, en las vigilias romanas es
de 9:00 a 12:00 de la medianoche.
34. “O al canto del gallo.” La vigilia del canto del gallo es
la tercera vigilia y es de 12:00 a 3:00 de la mañana; y los

que han estado por ahí en esos horarios han escuchado
cuando el gallo canta. ¿Recuerdan cuando Cristo le dijo a
Pedro: No cantará el gallo tres veces sin que tú me hayas
negado?
35. Ahora, Cristo no quiere... todavía Él no sabía tampoco
cuándo sería, hasta que Él fue resucitado, glorificado. Por

eso Él decía que nadie sabía cuándo sería el día y la hora,
ni los Ángeles ni aun el Hijo.
36. “O a la mañana.” A la mañana, la vigilia de la mañana
es de 3:00 a 6:00 de la mañana, que es la cuarta vigilia, en

la cual Cristo apareció a Sus discípulos en una ocasión
caminando sobre las aguas cuando ellos estaban en grave
peligro bajo una tempestad, su embarcación estaba a punto
de hundirse bajo esa tempestad; espíritus malignos habían
provocado esa tempestad para destruir a los discípulos del
Señor, lo cual tipifica también que huestes espirituales
malignas han tratado de destruir a los creyentes en Cristo
a través de los diferentes tiempos.

37. Y en la cuarta vigilia, que es la última de las vigilias,
también tratará el maligno de destruir la Iglesia del Señor

Jesucristo. Pero Él en la cuarta vigilia aparece caminando
sobre las aguas, y pensaban que era un fantasma.
38. Recuerden que hablando Cristo de la Venida del Hijo
del Hombre, Él lo relaciona que será como ladrón en la

noche. También en Apocalipsis, capítulo 3 y también en el
capítulo 22, verso 12, nos dice que será como ladrón en la
noche. Veamos aquí... vamos a verlo... En Apocalipsis nos
habla de la Venida del Señor. Vamos a buscar ese pasaje,
porque es muy importante (si alguno lo tiene a la mano...
por ahí por el... y en el Apocalipsis también... El 22:12 la
había mencionado). Vamos a buscarlo aquí: 16:15. Dice:
“He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el
que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo,
y vean su vergüenza.”
39. Y Apocalipsis 22: 12 dice:
“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo,

para recompensar a cada uno según sea su obra.”
40. Y ahora, la Venida del Señor es muy importante para el
cristianismo y para el judaísmo también, pues todos están

esperando Su Venida para que establezca Su Reino, que
será la restauración del Reino de David, y eso será la
Venida del Reino de Dios a la Tierra, del cual tanto Cristo
habló.
41. Y ahora, todos desean la Venida del Reino de Dios para
que sea establecida la paz permanente, imperecedera, para

toda la humanidad. Por cuanto el Trono del Mesías estará
en Jerusalén, lo cual es el Trono de David, Jerusalén será la
capital de ese Reino, de ese imperio; y de Jerusalén saldrá
la paz para todo Israel, para todo el Medio Oriente y para
toda la humanidad.
42. No se puede hablar de paz permanente sin hablar de
Jerusalén, la ciudad de paz. No se puede hablar de paz para

el Medio Oriente sin hablar de Jerusalén, porque la prome-
sa es que Dios dará paz en Jerusalén; y de ahí saldrá como
un río para todo Israel y para todas las naciones.
43. Por lo tanto, el secreto de la paz y para la paz para
Israel, para el Medio Oriente y para toda la humanidad, está

en Jerusalén.
44. Y ahora, para eso es que viene el Mesías en este tiempo
final, para eso está prometido para el tiempo final.

45. Los creyentes primitivos esperaban la Venida del Señor
en aquellos días, pero no sucedió en aquellos días, que era

el tiempo del anochecer, de la primera vigilia.
46. Luego los de la segunda vigilia, otra etapa de la Iglesia,
lo esperaban, pero tampoco llegó.

47. Hay personas que piensan y algunas veces piensan en
voz alta y dicen: “Ya hace unos dos mil años que están
diciendo que Cristo viene y no ha venido.” ¿Por qué?
48. Él dijo: “Ustedes no saben si será a la primera vigilia o
a la segunda o a la tercera o en la mañana, o sea, la vigilia

de la mañana, que es de 3:00 a 6:00 de la mañana. Y como
ustedes no saben, pues tienen que estar esperando la Venida
del Señor todo el tiempo, toda la noche. Velad, porque
ustedes no saben a qué hora ha de venir vuestro Señor.” O
sea, que mientras el mundo está viviendo en una etapa de
oscuridad, en una etapa de noche, los creyentes en Cristo
tienen que estar despiertos esperando la Venida del Señor.
Eso lo muestra en forma más clara el mismo Jesucristo en
San Mateo, capítulo 24 y el capítulo 25.
49. En el capítulo 24, verso 42 en adelante, dice [San
Mateo]:
“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir
vuestro Señor.
Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a
qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría
minar su casa.
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque
el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso
su señor sobre su casa para que les dé el alimento a
tiempo?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor
venga, le halle haciendo así.
De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pon-
drá.”
50. Y en el capítulo 25 de San Mateo, versos 1 en adelante,
dice en esta parábola de las diez vírgenes. Dice:

“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez
vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al
esposo.
Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.
Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron
consigo aceite (recuerden que el aceite representa el
Espíritu Santo. No es solamente decir que han recibido a
Cristo, es también recibir Su Espíritu y así tener el nuevo
nacimiento);
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas,
juntamente con sus lámparas.
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmie-
ron.
Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle!”
51. Y ahora, tenemos aquí un clamor a la medianoche. Para
comprenderlo tenemos que relacionar este pasaje con las

diferentes vigilias, para que así tengamos el cuadro claro y
no se nos pase por alto el significado de esta parábola tan
hermosa. Según las vigilias judías la medianoche corres-
ponde a la segunda vigilia y es de 10:00 a 2:00 de la
mañana.
52. Y ahora, a la medianoche se oyó un clamor: “He aquí

el esposo viene,” o sea, un Mensaje de parte de Dios. Eso
corresponde al precursor de la Segunda Venida de Cristo
anunciando que está muy cerca la Venida del Señor.
“Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle!
Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y
arreglaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de
vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no
nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que
venden, y comprad para vosotras mismas.
Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y
las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y
se cerró la puerta.”
53. Y ahora, tenemos aquí la promesa de la Venida del
Señor.
“Después vinieron también las otras vírgenes, dicien-
do: ¡Señor, señor, ábrenos!
Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os
conozco.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que
el Hijo del Hombre ha de venir.”
54. Aquí tenemos la amonestación del Señor de estar
esperando la Venida del Señor en todas las etapas de la

Iglesia.
55. Y ahora, ya han transcurrido la primera vigilia, la
segunda vigilia, la tercera vigilia y ya estamos en la cuarta

vigilia. En la cuarta vigilia entonces es el tiempo para la
Venida del Señor. Las personas que viven en este tiempo
están viviendo en la cuarta vigilia, que es la vigilia que es
coronada con la mañana, con un nuevo amanecer.
56. La cuarta vigilia romana es de 3:00 a 6:00 de la maña-
na, y por consiguiente es el tiempo más importante, pues es

en esa vigilia donde el lucero de la mañana aparece. Y
Cristo dijo: “Yo soy la estrella resplandeciente de la
mañana.” Apocalipsis 22, verso 16. Y también Apocalipsis,
capítulo 2, verso 28, dice: “...al que venciere yo le daré la
estrella de la mañana.” Y Cristo es la Estrella de la Maña-
na. Cristo en Espíritu Santo, la Columna de Fuego, el Pilar
de Fuego, es la Estrella resplandeciente de la Mañana.
57. O sea, al Vencedor le dará el Espíritu Santo, el Espíritu
Santo estará en él manifestado en toda Su plenitud, y por

medio de él Dios guiará a Su pueblo, por medio del Espíri-
tu Santo manifestado en el tiempo final guiará en su último
tramo a Su Iglesia.
58. Cristo también es el Sol de justicia. Los judíos verán el
sol, la Iglesia del Señor Jesucristo verá la estrella resplan-

deciente de la mañana y más adelante, después verán el sol,
que es Cristo, o sea, lo que va a ver el pueblo hebreo,
primero lo ve la Iglesia del Señor Jesucristo. Para Israel en
Malaquías, capítulo 4, verso 2, dice:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el
Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.”
59. Y todo eso, vean ustedes, corresponde a la cuarta
vigilia, la cual será coronada con la Estrella de la Mañana

y el nacimiento del Sol de justicia para Israel, que es la
Venida del Mesías para Israel.
60. “LA CUARTA VIGILIA.”
61. No se puede hablar de la Venida del Señor y del clamor
de medianoche, sin que se hable de las diferentes vigilias y

sobre todo de la cuarta vigilia, en la cual todas estas cosas
tienen que ser cumplidas.
62. En la cuarta vigilia fue que vino el esposo, en la tercera
vigilia vino el anuncio, pero en la cuarta fue que vino el

Esposo y las que estaban preparadas entraron con Él a las
Bodas y se cerró la puerta.
63. Cristo es la Puerta, y por consiguiente al cerrarse la

Puerta, se cierra el ciclo divino de redención. Luego ya no
habrá Sangre de Expiación en el Cielo, en el Templo
celestial, sobre el propiciatorio celestial, y por consiguiente
ya no habrá tiempo de salvación para la humanidad. De ahí
en adelante vendrán las plagas que están señaladas en la
Escritura que corresponden a la gran tribulación, de lo cual
dice: “Serán echados a las tinieblas de afuera, donde será el
lloro y el crujir de dientes.”
64. Y ahora, estamos en la cuarta vigilia, y ya bien pero que
bien avanzada. Siendo que la cuarta vigilia romana tiene 3

horas, podemos decir que ya estamos en la última hora de
la cuarta vigilia, en la hora en que todas estas cosas prome-
tidas tienen que hacerse una realidad en medio del cristia-
nismo y después en medio del judaísmo. Lo que correspon-
de para los judíos tiene que hacerse una realidad y lo que
corresponde para el cristianismo tiene que hacerse una
realidad.
65. Por eso es que en este tiempo final estaremos viendo un
acercamiento entre el cristianismo y el judaísmo, y eso es

muy saludable para ambos, porque ambos son pueblo de
Dios; y en el Cristianismo se halla la mayoría de las tribus
perdidas. Y para el establecimiento o restauración del
Reino de David se necesita que las tribus del Norte, las diez
tribus perdidas, regresen, sean restauradas y las dos tribus
del Sur que ya están (la mayoría) en Israel, se unan, estén
unidas, y así estén las doce tribus para la restauración del
Reino de David, y venga la paz para Israel y para todas las
naciones.
66. Estamos en la cuarta vigilia y bien avanzados: ya en la
última hora de la cuarta vigilia. Estemos atentos a las

profecías bíblicas correspondientes a este tiempo final y a
su cumplimiento, estemos despiertos para que no se nos
pasen por encima estas profecías y su cumplimiento en este
tiempo final.
67. Israel está en su tierra, la Iglesia del Señor Jesucristo
está en la etapa final de restauración para ser una Iglesia

como era en el tiempo de los Apóstoles. Por esa causa para
este tiempo final se hallará en la Iglesia del Señor Jesucris-
to todo lo que hubo en la Iglesia en el comienzo, y Dios se
manifestará en Su Iglesia en toda Su plenitud en este
tiempo final, para traer la fe de transformación y rapto o
arrebatamiento para la Iglesia del Señor Jesucristo.
68. No debe haber... entre el cristianismo y el judaísmo no
debe haber discordias sino amistad y amor; deben compren-

der que el uno sin el otro no podrán obtener la restauración
del Reino de David. Ambos se necesitan, porque el Judaís-
mo tiene las tribus del Sur y algunas personas o muchas
personas también del reino del Norte, pero no los tiene
como tribu. Y el cristianismo tiene la parte grande de las
tribus perdidas, de las diez tribus del reino del Norte.
69. Así que, son pueblos hermanos que deben estar bien
unidos en este tiempo final, esperando la restauración del

Reino de David, pues ambos pueblos creen en la restaura-
ción del Reino de David y lo están esperando, y ambos
pueblos creen que es el Mesías Príncipe el que se sentará en
el Trono de David.
70. Por lo tanto, este es un tiempo para la unión de las
tribus del Norte con las tribus del Sur; y por consiguiente
la unión de los judíos (y el judaísmo) con el cristianismo.
Tan simple como eso, para que venga la paz para Israel,
para el Medio Oriente y para toda la humanidad.
71. Estamos en la cuarta vigilia. Pueden ver que no se
puede hablar de la Venida del Señor ni de la restauración

del Reino si no se habla de las diferentes vigilias, de estas
cuatro vigilias y sobre todo de la cuarta vigilia.
72. En esta cuarta vigilia para el cristianismo Dios llama y
junta a los últimos escogidos de Su Iglesia, y luego llamará

y juntará los escogidos del pueblo hebreo, doce mil de cada

tribu, que son los escogidos, y traerá bendición también
para el resto de los judíos; pero los elegidos son ciento
cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu. O sea, que de
las tribus del Sur son veinticuatro mil, doce mil de cada
una; pero de las tribus del Norte son ¿cuántos? Ciento
veinte mil; o sea, que el grupo grande está en las tribus del
Norte y ellas están dentro del cristianismo (la mayor parte).
Otros todavía no han entrado al cristianismo pero son
llamados en el tiempo final.
73. Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón. Yo
escuché Su Voz y lo recibí como mi único y suficiente

Salvador. ¿Y quién más escuchó Su Voz? Cada uno de
ustedes también. Si hay alguno que todavía no había
escuchado Su Voz y no lo había recibido como Salvador,
lo puede hacer en estos momentos y yo estaré orando por
usted, para que Cristo lo reciba en Su Reino.
74. Vamos a estar puestos en pie y pueden venir a los Pies
de Cristo los que todavía no lo habían hecho para que

Cristo les reciba en Su Reino. Vamos a dar unos minutos.
Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para orar
por ustedes en esta ocasión. Cristo tiene mucho pueblo en
la República Argentina, en toda la América Latina, en el
Caribe, en Norteamérica, en Canadá, en el África, en
Europa, en el Japón, en la China, en Israel, en todas las
naciones, y los está llamando en esta cuarta vigilia en la
cual ya estamos en la última hora de la cuarta vigilia.
75. Este es el tiempo más importante de todas las vigilias,
este es el tiempo más importante de todo el Programa de

Dios con Su Iglesia, este es el tiempo en que entrarán a la
Iglesia del Señor Jesucristo los últimos escogidos escritos
en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Es Dios
buscando al hombre. El hombre no busca a Dios, es Dios el
que busca al hombre, Él es el que busca a Sus ovejas, es
Cristo el que nos amó a nosotros primero, nos amó tanto

que dio Su vida por nosotros en la Cruz del Calvario. Aun
sin nosotros decirle que lo amábamos.
76. Si falta alguna persona puede venir, pues es Cristo el
que le ha hablado directamente a su corazón, y usted sabe

que Él le ha hablado directamente a su alma, porque la fe
viene por el oír la Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo.
Y la fe nace, viene al oír esa Palabra de Dios; ahí nace la fe.
“Y con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación.” [Romanos 10:10]. Por eso se les
da la oportunidad para que pasen al frente y confiesen
públicamente a Cristo como único y suficiente Salvador.
77. Él es el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados,
Su Sangre es la Sangre del nuevo Pacto que por nosotros

fue derramada en la Cruz del Calvario, para limpiarnos de
todo pecado. Sin derramamiento de Sangre no hay remi-
sión, sin derramamiento de Sangre no hay salvación. Sin la
Sangre de Cristo nadie puede ser limpio de pecado. Usted
no puede ir a la farmacia o al supermercado a comprar un
blanqueador para bañarse y quitarse los pecados; solamente
hay un blanqueador que le quita los pecados y es la Sangre
de Jesucristo nuestro Salvador, porque esa es la Sangre del
Nuevo Pacto que por muchos fue derramada en la Cruz del
Calvario.
78. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los
Pies de Cristo. Con nuestras manos levantadas al Cielo. Y

nuestros ojos cerrados los que han venido a los Pies de
Cristo y están aquí presentes, y los que están en otras
naciones y han venido a los Pies de Cristo, repitan conmigo
esta oración:
79. Señor Jesucristo, vengo a Ti habiendo escuchado la
predicación de Tu Evangelio, nació Tu fe en mi corazón,

creo en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el
único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que
podemos ser salvos; creo en Tu Sacrificio en la Cruz del

Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados
y por los de todo ser humano. Reconozco que soy pecador
y necesito un Salvador.
80. Señor Jesucristo, doy testimonio público de mi fe en
Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Me

rindo a Ti, me entrego a Ti en alma, espíritu y cuerpo;
sálvame, Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y
glorioso. Perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame
de todo pecado y sea producido en mí el nuevo nacimien-
to, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre.
Bautízame con Espíritu Santo y Fuego y sea producido en
mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino,
quiero entrar a Tu Reino, quiero vivir Contigo por toda la
eternidad.
81. Señor, en Tus Manos encomiendo mi alma, sálvame,
Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor

Jesucristo. Amén y amén.
82. Y ahora con nuestras manos levantadas al Cielo deci-
mos todos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén y amén.
83. Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado
vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo

pecado, porque ustedes lo han recibido como único y
suficiente Salvador. Él dijo:
criatura.
no creyere, será condenado.” [San Marcos 16:15-16].
84. Ustedes me dirán: “Escuché la predicación del Evange-
lio de Cristo, creí y lo recibí como mi Salvador. Y ahora

quiero ser bautizado en agua en Su Nombre lo más pronto
posible. ¿Cuándo me pueden bautizar?”

85. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo
corazón, bien pueden ser bautizados en agua en estos

momentos. ¿Hay agua? Hay agua, hay bautisterios. Por lo
tanto, bien pueden ser bautizados. Hay ropas bautismales
también y ministros que les bautizarán, y personas que les
ayudarán a llegar a los vestidores de ropa. Por lo tanto, bien
pueden ser bautizados. Y que Cristo les bautice con
Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo
nacimiento; y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador.
86. Ustedes también que están en otras naciones pueden
también ser bautizados en estos momentos en agua en el

Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice
también a ustedes con Espíritu Santo y Fuego y produz-
ca en ustedes el nuevo nacimiento.
87. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes
en esta ocasión. Que Dios les bendiga y les guarde y dejo

nuevamente con ustedes al reverendo aquí presente para
que les indique hacia dónde caminar para ser bautizados en
agua en el Nombre del Señor Jesucristo, como hacían los
Apóstoles dos mil años atrás; y como siempre se ha hecho
en la Iglesia del Señor Jesucristo.
88. Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA CUARTA VIGILIA.”

LAS DIEZ TRIBUS
PERDIDAS
DE LA CASA
DE ISRAEL
LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS
DE LA CASA DE ISRAEL

Domingo, 14 de octubre de 2007
Brasilia, D.F., Brasil
uy buenos días, amados amigos y hermanos presentes,

M y los que se encuentran también a través del satélite
Amazonas o de internet en diferentes naciones: Que las
bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos
ustedes.
2. Mi saludo para el doctor Roberto dos Santos y su
esposa, quien está con nosotros en esta ocasión: Que Dios
te bendiga a ti y a tu esposa grandemente.
3. Para esta ocasión leemos en San Mateo, capítulo 15,
versos 21 en adelante, donde nos dice:
“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de
Sidón.
Y he aquí una mujer cananea que había salido de
aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David,
ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada
por un demonio.
Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercán-
dose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues
da voces tras nosotros.
El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas
perdidas de la casa de Israel.
Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor,

socórreme!
Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los
hijos, y echarlo a los perrillos.
Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de
las migajas que caen de la mesa de sus amos.
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande
es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada
desde aquella hora.”
4. Tomamos el verso 24, que dice:
“El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.”
5. “LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE LA CASA DE
ISRAEL,” son las ovejas perdidas de la Casa de Israel.
6. Vamos a ver: “LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE
LA CASA DE ISRAEL.”
7. Dios había prohibido la idolatría en medio del pueblo
hebreo. Toda persona bajo el Pacto establecido por Dios
tenía esa prohibición; fuera persona, familia o tribu.
8. Y ahora, en el tiempo del rey Salomón encontramos que
Dios le había hablado para que él no se inclinara a dioses
paganos; pero cuando él llegó a edad de persona ya viejo,
a causa de las esposas que tenía, las cuales eran paganas,
eran idólatras, y él les había construido templos paganos
para ellas; y por consiguiente había permitido otras religio-
nes en medio de Israel, lo cual fue de tropiezo para el
pueblo hebreo y también para él mismo.
9. Miren aquí, en Primera de Reyes, capítulo 9, nos dice
verso 4 en adelante:
“Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David
tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo
todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis
estatutos y mis decretos,
yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para
LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE LA CASA DE ISRAEL 77
siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No

faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel.
Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y
vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis
estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que
fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis;
yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les
he entregado; y esta casa que he santificado a mi nombre,
yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio
y refrán a todos los pueblos;
y esta casa, que estaba en estima, cualquiera que pase
por ella se asombrará, y se burlará, y dirá: ¿Por qué ha
hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa?
Y dirán: Por cuanto dejaron a Jehová su Dios, que
había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron
mano a dioses ajenos, y los adoraron y los sirvieron; por
eso ha traído Jehová sobre ellos todo este mal.”
10. Y ahora, veamos en el capítulo 11 de Primera de Reyes,
verso 1 en adelante, dice:

“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de
Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a
las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas;
gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de
Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a
vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros
corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón
con amor.
Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubi-
nas; y sus mujeres desviaron su corazón.
Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron
su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto
con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.
Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios,
y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.
E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no

siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.
Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos,
ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente
de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de
Amón.
Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales
quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su
corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que
se le había aparecido dos veces,
y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a
dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.
Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en
ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te
mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.
Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David
tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.
Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu
a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a
Jerusalén, la cual yo he elegido”
11. Ahí podemos ver la causa de la división del reino de
David, lo cual fue efectuado en el tiempo de Roboam, hijo

de Salomón: la causa fue la idolatría que introdujo Salomón
en medio del pueblo hebreo; y él mismo fue arrastrado por
la idolatría, complaciendo a sus mujeres.
12. Y ahora, vean cómo un rey, así como cualquier político,
puede ser de bendición o de maldición para su pueblo. La

idolatría es una maldición para toda persona, familia, tribu
o nación.
13. Y ahora, la sentencia ya fue dictada por Dios; y ahora,
transcurre el tiempo, Salomón termina su tiempo en el

trono y comienza su hijo Roboam; y en ese tiempo de su
hijo Roboam, Dios levanta a Jeroboam, un descendiente de
la tribu de Efraín y por consiguiente descendiente de José,

y le entrega diez tribus: las diez tribus del Norte; y así
comienza el reino del Norte separado de la tribu de Judá y
la tribu de Benjamín; y así se convierte el reino de David
en dos reinos: el reino del Norte llamado el reino de Israel
o casa de Israel; y el reino del Sur llamado el reino de Judá.
14. Y ahora, Jeroboam, descendiente de Efraín, hijo de
José, viendo que si el pueblo iba a adorar a Jerusalén se iba

a unir al rey Roboam, por consiguiente a la casa de David,
y lo matarían a él, a Jeroboam, que era el rey de las diez
tribus. Y se reunió con sus consejeros y acordaron estable-
cer la idolatría en el reino del Norte.
15. Recuerden que los descendientes de José eran mitad
judíos y mitad gentiles, mitad hebreos y mitad gentiles; y

por consiguiente traían también costumbres de Egipto,
juntamente con todo el pueblo de Israel.
16. ¿Recuerdan ustedes allá cuando Moisés estaba en el
Monte Sinaí recibiendo las tablas de la Ley? Cuando

descendió encontró al pueblo adorando un ídolo, un becerro
de oro, un ídolo egipcio; y por consiguiente, Dios se enojó
contra el pueblo; fue un pecado muy grande, tal que Dios
le dijo a Moisés: “Déjame destruir al pueblo y yo haré de
ti una nación grande.” Pero Moisés no aceptó esa proposi-
ción. Eso está en el capítulo 32 del Éxodo, versos 7 al 10.
Eso representa ahí a Cristo intercediendo por el pueblo. Era
Cristo en Moisés.
17. Y ahora, podemos ver que el pueblo hebreo trae ideas
paganas, y en diferentes momentos de su historia las ha

puesto en práctica.
18. Ahora, pasamos nuevamente a Jeroboam con el reino
del Norte, llamado la casa de Israel (le tocó la parte más

grande: diez tribus). Y ahora, en vez de seguir el consejo de
Dios, se pone a seguir el consejo de sus consejeros; pero
Dios le había hablado también a Jeroboam, y le había dicho
en el capítulo 11, verso 37 en adelante. Dice:

“Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las
cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel (eso es
Primera de Reyes, capítulo 11, verso 37 en adelante).
Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y
anduvieres en mis caminos, e hicieres lo recto delante de
mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos,
como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré
casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a
Israel.
Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de
esto, mas no para siempre.
Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero
Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, a Sisac rey de
Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.”
19. Y ahora, ahí podemos ver que Dios le dijo cómo tenía
que gobernar: teniendo a Dios primero y guardando los

mandamientos de Dios. Eso es lo que le asegura a un
gobernante la bendición de Dios para sí y para el pueblo.
Pero cuando ya está como rey, vean lo que sucedió: el
capítulo 12, verso 25 en adelante:
“Entonces reedificó Jeroboam a Siquem en el monte de
Efraín, y habitó en ella; y saliendo de allí, reedificó a
Penuel.
Y dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el
reino a la casa de David,
si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de
Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se
volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán a
mí, y se volverán a Roboam rey de Judá.”
20. Tuvo miedo de perder la vida; pero si guardando la
Palabra de Dios (esto es: siendo obediente a Dios), una

persona pierde la vida, Pablo decía: “Para mí el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia. Y el vivir es Cristo.” [Fili-
penses 1:21]. Por lo tanto, una persona por obedecer a Dios

no puede tener miedo que le quiten la vida.
21. Y ahora, Jeroboam estaba más interesado en su vida y
en el reino que en obedecer a Dios. Y dice:

“Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de
oro (aquí vuelve a aparecer el becerro de oro en forma
doble), y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusa-
lén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron
subir de la tierra de Egipto (ahí está tratando de cambiar la
historia de Dios con su pueblo Israel, está torciendo la
historia, está dándole una interpretación incorrecta, por
conveniencia. La Escritura no se puede torcer; el que lo
haga, le está añadiendo o le está quitando; y su nombre será
quitado del Libro de la Vida).
Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan (o sea, un
becerro de oro en Bet-el y otro en Dan, o sea, dos ídolos).
Y esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a
adorar delante de uno hasta Dan.”
22. Y ahora, ¿cómo un pueblo al cual Dios se le reveló
puede cambiar de Dios y tomar un becerro de oro, una

imagen de un animal? Quien adora un animal se pone a su
nivel, y si adora la imagen, mucho más.
23. Y ahora, miren ustedes cómo a través de la historia el
pueblo hebreo era dado a la idolatría en ciertas etapas de su

trayectoria. Cuando surgió un líder que se inclinaba a la
idolatría, también el pueblo lo imitaba. Sobre todo en el
reino del Norte; aunque también el reino del Sur tuvo
etapas de idolatría. Un pueblo que tenía la revelación del
único Dios verdadero, pero que tuvo líderes que lo desvia-
ron en algunas ocasiones; y esta fue una ocasión en donde
trajo unas consecuencias muy graves.
24. Lo que Salomón hizo causó la división del reino; y lo
que Jeroboam hizo, trajo el cautiverio del reino del Norte

más adelante. Fueron borradas estas tribus, perdieron su
territorio, y sobre todo la tribu de Efraín y la tribu de Dan,

donde estaban esos dos becerros de oro.
25. Y ahora, las tribus del reino del Norte, que son diez,
desaparecieron de la vista del pueblo; y ahora se dice: “las

diez tribus perdidas de Israel.” Fueron asimiladas; y ahora
las buscan, y da trabajo para conseguirlas.
26. Y ahora, Dios dijo en Jeremías, capítulo 31, que haría
un Nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá,

no como el pacto que había hecho, el pacto antiguo, porque
ellos quebrantaron ese pacto. Y ahora, será bajo el Nuevo
Pacto que aparecerán estas tribus perdidas de Israel.
27. ¿Dónde vamos a encontrar las tribus perdidas de
Israel? Dentro de un Nuevo Pacto que comenzó para el

pueblo a ser introducido por Jesucristo; y realizó el Sacrifi-
cio de Expiación, y Su Sangre ha venido a ser la Sangre del
Pacto eterno, la Sangre del Nuevo Pacto.
28. Por eso Jesucristo hablando en San Mateo, capítulo 26,
verso 26 en adelante, dice en la última cena o Pascua que

Él tuvo con Sus discípulos:
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo (esto
fue en la víspera de la Pascua), y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,
diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados.”
29. Y ahora, Cristo está estableciendo que el Nuevo Pacto
tendrá una Sangre que es la Sangre que Él derramará, la

cual limpiará al ser humano de todo pecado.
30. Y ahora, el Nuevo Pacto está basado en el Sacrificio
Expiatorio de Jesucristo en la Cruz del Calvario.

31. Y ahora, cuando Cristo dice a Sus discípulos: “Id a las
ovejas perdidas de Israel...” y ahora con el Nuevo Pacto se

ha estado viajando por todo el mundo, y en ese Nuevo
Pacto han estado entrando las ovejas perdidas de Israel, que

es la casa de Israel o reino del Norte.
32. En diferentes tiempos han estado entrando descendien-
tes hebreos, no solamente de la casa de Israel sino también

de la casa de Judá, han estado entrando al Nuevo Pacto.
33. Y ahora, miren ustedes, en el tiempo de la Inquisición
fueron obligados judíos en Europa (en España) y en la

América Latina también, a entrar al cristianismo, o si no los
mataban; o sea que fue una persecución muy grande contra
la casa de Israel que estaba esparcida por el mundo entero.
34. Y ahora, para el tiempo de Hitler viene otra persecución
contra la casa de Israel y contra la casa de Judá también.

35. Y ahora, la casa de Israel ha estado oculta entre las
naciones, y la mayor parte en medio del cristianismo.

36. Ahora, ¿qué importancia tiene la casa de Israel, el
reino del Norte, en este tiempo final? Dios ha dicho que

unirá la casa de Israel, o sea, el reino de Israel que está en
la mano de Efraín, y el reino de Judá; y al juntarlos vendrán
a ser un solo reino. Y el reino de David será restaurado,
estarán las doce tribus nuevamente como un solo reino; ya
no serán dos reinos.
37. Y ahora, si esto no se lleva a cabo, dejará de existir el
reino del Sur, o sea, la casa de Judá; porque la promesa es

que serán juntadas ambas casas, ambos reinos, para formar
o restaurar el Reino de David; y habrá un Pacto de paz de
Dios con el reino de David restaurado; y saldrá la paz de
Jerusalén para todo Israel y para todas las naciones; y será
un reino mundial, en palabras más claras: un imperio. O
sea, que el país más imperialista, que está registrado en la
Escritura, es Israel: tendrá el Imperio del Mesías, un
imperio que dominará el mundo entero.
38. Y ahí, pues, por consiguiente, Israel será la cabeza de
todas las naciones, será el Distrito Federal, y Jerusalén la

capital del mundo. Eso es para el Reino Milenial. Y
después del Reino Milenial, Jerusalén será la capital del

Universo completo.
39. ¿Cómo que Jerusalén va a ser la Capital del Univer-
so completo? La Nueva Jerusalén estará en el territorio que

actualmente es Jerusalén, y va a cubrir todo el Medio
Oriente. Esa ciudad: la Nueva Jerusalén, es una ciudad muy
grande y por consiguiente necesita mucho territorio.
40. Dice en el capítulo 21 del Apocalipsis, verso 22 en
adelante:
“Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopo-
deroso es el templo de ella, y el Cordero.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que
brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el
Cordero es su lumbrera.
Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la
luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y
honor a ella.
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no
habrá noche.
Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace
abominación y mentira, sino solamente los que están
inscritos en el libro de la vida del Cordero.”
41. Esa es la ciudad para los creyentes en Cristo nacidos de
nuevo, que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el

Libro de la Vida del Cordero. Esa es la ciudad que Dios
tiene para los creyentes en Cristo.
42. Vale la pena ser un creyente en Cristo. Los creyentes en
Cristo son como nuestro padre Abraham, que buscaba una

ciudad con fundamento, la cual es la Nueva Jerusalén. Esa
es la ciudad donde yo quiero vivir por toda la eternidad.
43. En esa ciudad, después del Reino Milenial y después
del juicio final, estará el Trono de Dios y del Cordero; o

sea, el Trono celestial de Dios será trasladado a la Tierra:
en esa ciudad estará; y por consiguiente, la Jerusalén

celestial estará aquí en la Tierra con el Trono de Dios, y por
consiguiente, Dios morando en ella; y el Trono del Corde-
ro, que es el Trono de David, el Trono del Cordero y el
Trono de Dios estarán ahí. Por lo tanto, será la capital no
solamente de este mundo sino del Universo completo,
porque Dios desde Su Trono gobierna el Universo comple-
to.
44. Ahora pueden ver porqué este planeta Tierra es tan
importante para Dios, y la tierra de Israel, y sobre todo

Jerusalén.
45. Por lo tanto, se requiere que las tribus de Israel, las
tribus perdidas de Israel, sean llamadas, sean colocadas en

su tierra; y ahora podemos ver por qué la Iglesia del Señor
Jesucristo va a estar en Jerusalén. ¿Por qué? Porque
digamos, del 50 al 90% de los creyentes en Cristo, nacidos
de nuevo, pertenecen a las diez tribus perdidas de Israel,
por eso tienen derecho a la tierra de Israel, y sobre todo a
Jerusalén.
46. Ahora, para este tiempo final habrá un llamado de
ciento cuarenta y cuatro mil judíos o ciento cuarenta y

cuatro mil hebreos (para hacer bien la separación), doce mil
de cada tribu; o sea, que de la tribu de Judá y Benjamín son
veinticuatro mil; pero de las otras tribus son ¿cuántos?
Ciento veinte mil.
47. En ese llamado de Apocalipsis 7 que hace el Ángel con
el Sello del Dios vivo no aparecen Efraín y Dan, sino que

aparecen en sus lugares Leví y José; o sea, que la parte de
Efraín la tiene ahí José, la representa José; y la parte de
Dan la representa Leví.
48. Y ahora, ese grupo de ciento cuarenta y cuatro mil
hebreos, doce mil de cada tribu, contiene una parte grande

perteneciente a las tribus perdidas de Israel: ciento veinte
mil de las tribus perdidas de Israel, y veinticuatro mil de las
tribus del Sur.

49. Y ahora, ¿cómo van a aparecer esa representación de
las tribus perdidas de Israel? La Escritura dice que se

tocará con Gran Trompeta, por lo tanto será Dios el que los
llamará y los juntará.
50. Isaías, capítulo 27, verso 13, dice: “Acontecerá también
en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán

los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los
que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová
en el monte santo, en Jerusalén.”
51. ¿Y cómo va a ser esto? San Mateo, capítulo 24, ese
grupo de ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de

cada tribu, son los escogidos de Israel y de Judá, son las
reliquias del cual San Pablo habló en Romanos, capítulo
11, en donde dice que cuando haya entrado la plenitud de
los gentiles, o sea, haya entrado hasta el último hijo de Dios
al Cuerpo Místico de Cristo, entonces “todo Israel será
salvo,” o sea, esos que serán llamados.
52. Y ahora, en el capítulo 24 de San Mateo, versos 30 al
31, dice:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en
el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra,
y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del
cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un
extremo del cielo hasta el otro.”
53. Esos escogidos que serán juntados con esa Gran Voz de
Trompeta son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce

mil de cada tribu.
54. Esa Trompeta o Gran Voz de Trompeta es la Séptima
Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15; y le

corresponde tocarla al Ángel que viene con el Sello del
Dios vivo de Apocalipsis 7, para juntar a esos ciento
cuarenta y cuatro mil, doce mil de cada tribu.

55. Esa Trompeta corresponde a los Dos Olivos de Apoca-
lipsis 11 en el tiempo final. Es bajo el Ministerio de los Dos

Olivos que se tocará la Gran Trompeta o Trompeta Final,
y serán llamados ciento cuarenta y cuatro mil escogidos de
las doce tribus del pueblo hebreo.
56. Dice que juntará a los escogidos de los cuatro vientos,
desde un extremo del Cielo hasta el otro. ¿Dónde van a

estar entonces? Estarán esparcidos; serán juntados y van a
regresar a su tierra. Ése será el momento glorioso para
Israel, para que pueda venir la restauración del Reino para
el pueblo hebreo.
57. Ahora, en este tiempo final la Iglesia del Señor Jesucris-
to tendrá un porciento muy alto de los descendientes de

Abraham, de las tribus del Norte y de las tribus del Sur,
como fue al principio de la Iglesia del Señor Jesucristo.
58. Y también en este llamado final, correspondiente al
tiempo final, de las tribus del Norte y de las tribus del Sur,
vendrán muchos que no son creyentes en Cristo, pero que
pertenecen a esos ciento cuarenta y cuatro mil. Ese grupo
de ciento cuarenta y cuatro mil no pertenecen a la Iglesia
del Señor Jesucristo nacida de nuevo. Ellos van a pasar por
la gran tribulación y van a morir como murieron en el
tiempo de Hitler esos millones de judíos, en donde están
incluidos también muchos del reino del Norte.
59. Y ahora, estamos en el tiempo en que la Gran Trompeta
estará sonando para Israel, y eso será el cumplimiento de la

Fiesta de las Trompetas de Levítico, capítulo 23, verso 24.
Así como se cumplió la Fiesta de la Pascua, se cumplió la
Fiesta de los panes sin levadura, y se cumplió la Fiesta de
las Primicias, y se cumplió la Fiesta de Pentecostés,
también se cumplirá la Fiesta de las Trompetas para Israel.
60. En las fiestas que Dios dio al pueblo hebreo fue refleja-
do todo lo que Dios llevaría a cabo. Ellas dan testimonio de

eventos que ocurrieron en el pasado, y por consiguiente son

un memorial, y también dan testimonio profético de lo que
ha de acontecer. Por eso en el Programa Divino lo que ha
estado sucediendo es el cumplimiento de esas fiestas
hebreas.
61. Bajo la Fiesta de las Trompetas la Gran Trompeta
prometida será la Voz de Dios por medio de Cristo, el

Ángel del Pacto, bajo el Ministerio de los Dos Olivos
operados en el Día Postrero en el Ángel Mensajero que
viene con el Sello del Dios vivo, o sea, que viene con el
Espíritu Santo operando esos ministerios y hablándole al
pueblo hebreo y llamando esos ciento cuarenta y cuatro mil
hebreos. Será un llamado para recogerlos de los cuatro
vientos, desde un extremo del Cielo hasta el otro.
62. También el día de la Fiesta de las Trompetas es el Día
del Juicio, que es también el día del llamado para los ciento
cuarenta y cuatro mil judíos o hebreos, es también el
tiempo de la coronación del rey, es el tiempo en donde el
pueblo hebreo se pone muy asustado, y tiene diez días de
preparación hasta el día diez del mes séptimo de cada año
(conforme al calendario hebreo) en que llega el día de la
expiación.
63. Y ahora, todo eso en el Programa Divino estará lleván-
dose a cabo en este tiempo final. La Gran Trompeta

también es la misma Gran Voz de Trompeta para el
cristianismo, de la cual San Pablo dice: “A la final Trompe-
ta. Porque se tocará la Trompeta y los muertos en Cristo
resucitarán primero (¿Y cómo resucitarán? Incorruptibles),
y nosotros los que vivimos seremos transformados.”
64. Esa misma Trompeta de Primera de Tesalonicenses,
capítulo 4, versos 13 al 17, y de Primera de Corintios,

capítulo 15, verso 50 al 58, es la Voz de Dios por medio de
Cristo, el Ángel del Pacto, trayendo Su Mensaje final a Su
Iglesia y después al pueblo hebreo. Por eso es la Voz de la
resurrección, es la misma Voz que Juan escuchó en Apoca-

lipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, cuando dijo: “Yo estaba
en el espíritu en el día del Señor y oí detrás de mí una Gran
Voz como de Trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y
Omega.”
65. ¿Y quién es el Alfa y Omega? El Señor Jesucristo. Es
la Voz de Cristo en el Día del Señor.

66. Para los judíos y para los cristianos o judíos mesiánicos,
y para los sabatistas, el día del Señor es el sábado; y para el

cristianismo en su mayor parte, el día del Señor es el
domingo. ¿Pero saben ustedes una cosa? Que el Día del
Señor al cual se refiere es al séptimo milenio de Adán hacia
acá, porque ése es el tiempo señalado como el Día Postrero,
del cual Cristo dijo a los creyentes en Él: “Y yo le resucita-
ré en el Día Postrero.” Ése es el Día del Señor. Así como el
sábado en medio del pueblo hebreo bajo la Ley era el día
del Señor.
67. Pero ahora cuando nos habla del Día de Jehová o el Día
del Señor se refiere al séptimo milenio, en donde se llevará

a cabo el juicio de la gran tribulación; y eso va unido a la
Fiesta de las Trompetas; y en donde viene el juicio divino
sobre los gentiles y en donde Cristo destruye el reino del
anticristo; y luego viniendo con Su Iglesia después de la
Cena de las Bodas del Cordero, establece su Reino en la
Tierra, que es el Reino de Dios, del cual Cristo dijo que
orando pidiéramos el Reino de Dios: “Venga Tu Reino.
Hágase Tu voluntad, como en el Cielo también en la
Tierra.” (San Mateo, capítulo 6, verso 10 al 11).
68. Y ahora, el Reino de Dios viniendo a la Tierra y siendo
establecido por Cristo viene a ser la restauración del Reino

de David, en donde tendrá la unión de las diez tribus del
Norte con las dos tribus del Sur.
69. Y ahora, allí estarán las diez tribus perdidas, porque a
Dios no se le pierde nada. Él dijo que las buscaría y las

restauraría. Para el Día Postrero tendremos el Ministerio de

los Dos Olivos operados en el Ángel, en el Mensajero que
viene con el Sello del Dios vivo, para con la Gran Voz de
Trompeta llamar y juntar a los escogidos; y eso será la
Fiesta de las Trompetas para Israel, porque la Fiesta de las
Trompetas es para Israel.
70. Y ahora, podemos ver que todo será sencillo. La forma
para la identificación de las tribus perdidas en el Día

Postrero la tendrá Dios. Y ya Él ha dicho cómo será: eso
será lo que tendrá éxito, lo que Dios ha dicho. Han tenido
más de dos mil años para buscar las tribus perdidas (los
científicos, los rabinos, los sacerdotes), y todavía no saben
totalmente dónde están. Aunque han conseguido personas
que han dicho: “estos son de tal tribu.” Pero conseguir las
diez tribus y juntarlas, eso le toca a Dios. ¿Por qué? Porque
fue Dios el que las desterró y es el único que las puede
restaurar.
71. Y ahora, podemos ver el misterio de las diez tribus
perdidas de Israel y hemos visto que en el cristianismo han

estado las diez tribus perdidas de Israel, a través de los
siglos. Pero en este tiempo final va a entrar un grupo, va a
ser llamado y no va a pertenecer a la Iglesia. Ya la Iglesia
se habrá completado cuando sea llamado ese grupo de
ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada
tribu.
72. El grupo más importante para Dios es la Iglesia del
Señor Jesucristo, compuesta por los creyentes en Cristo

nacidos de nuevo, esos son los hijos e hijas de Dios. Y
entre ellos hay un grupo muy grande. Les dije, del 50 al
90%, para dejar algo para otros de los gentiles que digan:
“¿Pero solamente judíos o descendientes de Abraham
pueden ser de la Iglesia?” Entonces se les deja una cantidad
ahí para el que diga: “Pero yo no soy descendiente de
Abraham y quiero entrar al Reino de Dios,” pues ahí tiene
un lugar.
73. Aunque Dios dice por San Pablo en Hebreos, capítulo
2, que Dios no socorrió a los ángeles, sino a la descenden-

cia ¿de quién? De Abraham. Y eso lo vamos a dejar
quietecito ahí.
74. Ahora, estamos en el tiempo en que todavía Dios por
medio de Cristo en Espíritu Santo está llamando Sus ovejas

que el Padre le dio para que les dé vida eterna y las coloque
en Su Reino.
75. Todavía Cristo está en el Trono de Intercesión en el
Cielo; por consiguiente todavía hay misericordia para el

que quiere recibir la misericordia de Dios a través de
Jesucristo.
76. Yo escuché la predicación del Evangelio de Cristo y
nació la fe de Cristo en mi alma, y lo recibí como mi

Salvador. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Y
por consiguiente entramos al Reino de Dios.
77. ¿Cómo se entra al Reino de Dios? Naciendo del Agua
y del Espíritu. Nacer del Agua es nacer de la predicación

del Evangelio de Cristo. Por eso Cristo dijo: “Id por todo
el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.” [San Marcos 16:15-16]. Tan
simple como eso.
78. Por eso nacer del Agua es nacer de la predicación del
Evangelio de Cristo, del Evangelio de Cristo; y nacer del

Espíritu es nacer del Espíritu Santo, recibiendo el Espíritu
Santo luego de creer, recibir a Cristo y ser bautizado en
Agua en Su Nombre.
79. Y ahora, esto es lo que le dijo Cristo a Nicodemo: “El
que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al

Reino de Dios.” [San Juan 3:5].
80. Todos queremos entrar al Reino de Dios, y por eso
hemos escuchado el Evangelio de Cristo y hemos recibido

a Cristo como Salvador, hemos sido bautizados en agua en

Su Nombre y Él nos ha bautizado con Espíritu Santo y
Fuego, y ha producido en nosotros el nuevo nacimiento, y
así hemos entrado al Reino de Dios que está en la esfera
espiritual; y que cuando seamos transformados, luego se
tornará en la esfera física.
81. Si hay alguna persona que todavía no ha entrado al
Reino de Dios, puede hacerlo recibiendo a Cristo como su

único y suficiente Salvador; para lo cual puede pasar acá al
frente, yo estaré orando por usted, lo presentaré a Cristo.
Juntamente con ustedes haremos la oración de confesión a
Cristo como nuestro único y suficiente Salvador.
82. Vamos a dar unos minutos para que ustedes puedan
pasar al frente y recibir a Cristo como Salvador; y los que

están en otras naciones a través del satélite Amazonas o de
internet, pueden venir a los Pies de Cristo, los que todavía
no lo han hecho, para recibir a Cristo como vuestro único
y suficiente Salvador.
83. Él está buscando las ovejas que el Padre le dio para que
les dé vida eterna, Él está buscando esas ovejas. Él dijo:

“También tengo otras ovejas que no son de este Redil, las
cuales también debo traer; y oirán mi Voz y habrá un
Rebaño y un Pastor.”(San Juan, capítulo 10, versos 14 al
16).
84. La Voz de Cristo es el Evangelio de Cristo siendo
predicado; el Redil de Cristo es la Iglesia del Señor Jesu-

cristo; y el Pastor es Jesucristo, el Buen Pastor.
85. Como ovejas, Él vino para buscarlas, por lo cual tuvo
que morir para realizar el Sacrificio de Expiación por

nuestros pecados. Él vino para buscar las ovejas que se
habían perdido. Ninguna otra persona las podía buscar y
salvarlas, solamente Jesucristo nuestro Salvador. Estaban,
no solamente entre los judíos sino entre los gentiles, las
ovejas que el Padre le dio para buscarlas, por las cuales Él
tuvo que morir en la Cruz del Calvario para redimirlas. Él

pagó el precio de nuestra Redención.
86. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que
están en otras naciones también. Si pueden comunicarse

con algunos países para saber cuando ya hayan pasado al
frente todos, comunicarse con Venezuela, con Colombia,
con México y con algunos otros países.
87. Dios tiene mucho pueblo en toda la América Latina, en
el Caribe, Norteamérica, Canadá, Europa, África, Israel y

en todas las demás naciones, y los está llamando en este
tiempo final. Él está llamando los escogidos que faltan en
el Cuerpo Místico de Cristo, y luego llamará doce mil
hebreos de cada tribu, que son ciento cuarenta y cuatro mil
en total.
88. Ya vamos a orar por todos los que han venido a los Pies
de Cristo.
89. De estas tribus perdidas de la casa de Israel, muchos
forman parte de la Iglesia de Jesucristo, a través de las

diferentes etapas de la Iglesia, y en nuestro tiempo también;
y luego otro grupo que vendrá, que son ciento cuarenta y
cuatro mil, doce mil de cada tribu, no formarán parte de la
Iglesia, pero serán llamados y colocados como parte de la
nación hebrea.
90. Ya vamos a orar, vamos a estar todos puestos en pie.
Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, y con

nuestros ojos cerrados, los que han venido a los Pies de
Cristo repitan conmigo esta oración (los que están presen-
tes y los que están en otras naciones también).

todo corazón, creo en Tu Primera Venida y en Tu Nom-
bre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los
hombres, en que podemos ser salvos; creo en Tu muerte
en la Cruz del Calvario como el único Sacrificio de
Expiación por mis pecados y por los de todo ser humano.

Doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como
mi único y suficiente Salvador; reconozco que soy
pecador y necesito un Salvador.
92. Señor Jesucristo, Te ruego perdones mis pecados y
con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices

con Espíritu Santo y Fuego, y produzcas en mí el nuevo
nacimiento.
93. Señor Jesucristo, quiero entrar a Tu Reino, quiero
nacer de nuevo. Luego que yo sea bautizado en agua en

Tu Nombre, Te ruego me bautices con Espíritu Santo y
Fuego, y produzcas en mí el nuevo nacimiento. Quiero
vivir Contigo en Tu Reino eternamente.
94. Señor Jesucristo, me rindo a Ti, me entrego a Ti en
alma, espíritu y cuerpo. Sálvame, Señor, Te lo ruego en

Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y
amén.


pecado, porque ustedes escucharon la predicación del
Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma,
creyeron y lo recibieron como vuestro Salvador.
97. Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua, en el
Nombre del Señor Jesucristo, lo más pronto posible, porque

Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.”
98. El bautismo en agua no quita el pecado, es la Sangre de
Cristo la que quita el pecado; el bautismo en agua es

tipológico, es simbólico; en el bautismo en agua la persona
se identifica con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrec-

ción.
99. Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador,
muere al mundo; cuando es sumergido en las aguas bautis-

males por el ministro, eso tipifica que está siendo sepulta-
do; eso es tipológico, representa sepultura; y cuando el
ministro lo levanta de las aguas bautismales está resucitan-
do a una nueva vida, a la vida eterna con Cristo en Su
Reino Eterno.
100. En el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en
Su muerte, sepultura y resurrección; aunque es tipológico,

es un mandamiento de Cristo, y ha estado siendo obedecido
por todos los que han escuchado la predicación del Evange-
lio de Cristo, han creído y lo han recibido como Salvador.
Desde el Día de Pentecostés ha estado siendo así.
101. Vean en el Día de Pentecostés lo que sucedió: capítulo
2, verso 36 en adelante, del libro de los Hechos, dice:

“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel,
que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha
hecho Señor y Cristo (por eso llamamos a Jesús Señor
Jesucristo: porque Dios ha hecho a Jesús Señor y Cristo).
Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a
Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos?
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros
hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el
Señor nuestro Dios llamare.
Y con otras muchas palabras testificaba y les exhorta-
ba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautiza-
dos; y se añadieron aquel día como tres mil personas.”
102. El mismo día que creyeron fueron bautizados, porque

la meta es que luego de escuchar la predicación del Evan-
gelio de Cristo, crean, reciban a Cristo como Salvador, sean
bautizados y reciban el Espíritu Santo y obtengan el nuevo
nacimiento, y por consiguiente entren al Reino de Dios. La
meta es entrar al Reino de Dios, para lo cual se requiere
nacer de nuevo del Agua y del Espíritu.
103. Y por cuanto la meta es nacer de nuevo, nacer en el
Reino de Dios, lo cual significa entrar al Reino de Dios,

entonces tiene que ser lo más rápido posible; luego de
creer, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo, como hacían los apóstoles en cumplimiento de
la orden de Cristo.
104. Y ahora, me preguntarán: “¿Cuándo me bautizarán?”
Pueden ser bautizados en estos momentos en el Nombre del

Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo naci-
miento; y nos continuaremos viendo por toda la eterni-
dad en el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo.
105. Ustedes que están en otras naciones y recibieron a
Cristo como Salvador en estos momentos, también pueden

ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
Y que Cristo los bautice con Espíritu Santo y Fuego, y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y nos conti-
nuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino de
106. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y dejo al
reverendo Salomón Cuhna para que les indique hacia dónde

caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautiza-
dos en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
107. Ya para el 18 de noviembre estaremos en Villahermosa
todos reunidos. Para dicha actividad están todas las congre-

gaciones de México invitadas para estar allí en Villahermo-
sa, en esa actividad especial, en donde esperamos grandes
bendiciones de Dios. Allá les podrán explicar cómo va a ser

llevada a cabo esa actividad del 18 de noviembre y en
donde esperamos grandes bendiciones.
108. Que Dios les continúe bendiciendo a todos los presentes
y a todos los que están en diferentes naciones en estos

momentos escuchando la predicación del Evangelio de
Cristo, y así obteniendo la esperanza más grande que puede
obtener todo ser humano: la esperanza de la vida eterna con
Cristo en Su Reino Eterno.
109. Dios les continúe bendiciendo a todos, y con ustedes el
doctor Salomón Cuhna para indicarles dónde están las

ropas bautismales, dónde están los vestidores de ropa, para
que así sean bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo.
110. Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE LA CASA DE

ISRAEL.”
CONOCIENDO
EL TIEMPO
EN QUE VIVIMOS
POR LAS SEÑALES
EN QUE VIVIMOS
POR LAS SEÑALES

Miércoles, 28 de noviembre de 2007
Cartagena, Colombia
uy buenas noches, amados amigos y hermanos

M presentes y los que están también a través del satélite
Amazonas o de internet en diferentes naciones; y un saludo
muy especial para los hermanos allá en Cayey, Puerto Rico.
2. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes
en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos
de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su
Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual
leemos en la Escritura, en Romanos, capítulo 13, verso 11,
dice:
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de
nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
La noche está avanzada, y se acerca el día. Deseche-
mos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las
armas de la luz.
Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías
y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas
y envidia,
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los
deseos de la carne.”

permita entenderla.
4. Nuestro tema para esta ocasión es. “CONOCIENDO EL
TIEMPO POR LAS SEÑALES,” o sea, “CONOCIENDO
EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS POR LAS SEÑA-
LES.”
5. A través de la historia de la familia humana hemos visto
que en cada tiempo Dios ha tenido señales que identifican
ese tiempo. Por ejemplo, en el tiempo de Jesús apareció en
el cielo una señal; y unos magos sabios, allá en Ur de los
Caldeos y ese territorio de Babilonia por allá, vieron esa
señal en el cielo, y dijeron: “El Mesías está en la Tierra, y
está en la tierra de Israel,” porque en la Escritura decía que
de Jacob saldría una estrella (eso está en el libro de Núme-
ros).
6. Y ellos comprendieron que ya era el tiempo para el
Mesías estar en medio de la raza humana, porque Su
estrella habían visto en el Oriente, y por esa causa ellos
fueron hasta Jerusalén para adorar al Mesías.
7. La estrella de la cual habla en el Antiguo Testamento
está en Números, capítulo 24, verso 17. Y es Balaam
profetizando acerca de esa estrella que representa al
Mesías:
“Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel (y luego sigue
diciendo),
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.
Será tomada Edom,
Será también tomada Seir por sus enemigos,
E Israel se portará varonilmente.
De Jacob saldrá el dominador,
Y destruirá lo que quedare de la ciudad.”
8. Eso es una profecía que habla de la Venida del Señor,
y por lo tanto, habla de la primera y segunda Venida del

Mesías.
9. En los días en que apareció una estrella en el cielo
formada por unos cuantos planetas, en donde se pusieron en
línea una cantidad de planetas, y así se efectuó esa señal en
el cielo, la cual los estudiosos de aquel tiempo (como los
astrólogos) comprendieron que esa era la señal del Mesías;
porque el zodíaco es la primera Biblia y contiene lo mismo
que contiene la Biblia escrita.
10. La Biblia en el cielo, que le mostró Dios a Abraham y
le dijo: “Mira las estrellas y cuéntalas si las puedes contar,

así será tu descendencia”; y cuando Abraham miró, siendo
una noche de muchas estrellas, estrellada, como decimos
nosotros, no podía contar las estrellas que a simple vista
veía y mucho menos las que no veía; esa es la primera
Biblia. Por eso Abraham y también Job hablaban acerca del
cielo, de sus constelaciones, y así por el estilo.
11. Y ahora, tenemos la Biblia escrita también. Y lo mismo
que dice la Biblia escrita lo dice la Biblia celestial, el cielo.

Y los que saben leer, pueden leer la Biblia escrita; el que no
sabe leer, puede decir: “Yo tengo la Biblia,” pero no sabe
lo que dice; y así es con los que no saben leer en la Biblia
que está en el cielo, esa primera Biblia. Ven estrellas, ven
cometas de vez en cuando, ven lluvias de estrellas, ven
también esas alineaciones planetarias, pero como no saben
leer en esa Biblia, pues le llaman fenómenos celestes y
cosas así, pero es una página de la Biblia celestial que está
siendo mostrada; y aquellos que saben leer ahí, la pueden
leer.
12. Y para que entendamos mejor, entonces, para entender
lo que dice aquella Biblia buscamos en esta Biblia, porque

tiene que decir lo mismo en algún lugar.
13. Vean, Cristo dijo: “Yo soy la estrella resplandeciente de
la mañana.” Está hablando en términos de esa Biblia del

cielo. Y todos los hijos e hijas de Dios, los que son de la fe

en Cristo, esos son hijos e hijas de Dios, y esos son (en la
primera Biblia celestial) las estrellas que vio Abraham; en
esas estrellas allá están representados esos hijos e hijas de
Dios.
14. Y ahora, podemos ver que en el cielo, en ese firmamen-
to con tantas estrellas, estamos nosotros representados.

Cristo es la Estrella mayor. Cristo dice: “Yo soy la estrella
resplandeciente de la mañana,” Apocalipsis 22, verso 16. Y
también Él dice en Apocalipsis, capítulo 2, verso 28,
hablando del vencedor y al vencedor, dice: “Al que vencie-
re, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con
vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero;
y le daré la estrella de la mañana.”
15. Si Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo, es la
Estrella de la Mañana, ¿qué le va a dar al vencedor? El

Espíritu Santo va a tener el Espíritu Santo, el Ángel del
Pacto, a Cristo en Espíritu Santo, en cuerpo angelical,
manifestado a través de Él. Ese es el que viene con el Sello
del Dios vivo, con el Espíritu Santo, con el Ángel del Pacto
en Él manifestándose a través de ese vencedor que estará en
el Día Postrero.
16. Y así como se manifestó en los Mensajeros anteriores,
se manifestará también en ese último Mensajero, pero en

toda Su plenitud. Tan simple como eso.
17. Y cuando veamos a ese Mensajero de Apocalipsis 7, el
Ángel que viene con el Sello del Dios vivo, para llamar y
juntar ciento cuarenta y cuatro mil, cuando lo veamos
comenzando a llamar y a sellar esos ciento cuarenta y
cuatro mil, recuerden, terminará la Obra de Intercesión en
el Cielo.
18. Vamos a ver un pasaje aquí, donde habla el reverendo
William Branham acerca de eso. Dice, página 2A, párrafo

15, dice:
“¡El mismo Espíritu Santo que cayó en el día de

Pentecostés está aquí mismo para ustedes!’ Y el poder del
Evangelio volverá a los judíos en ese tiempo. Entonces allí
habrá un avivamiento entre aquellos judíos que llevarán
miles y decenas de miles, y ciento cuarenta y cuatro mil al
Reino de Dios, serán sellados por el Ángel. Y allí mismo,
tan pronto como el ángel empiece a sellar a esos ciento
cuarenta y cuatro mil, la puerta de la Iglesia Gentil es
cerrada y los judíos llevan el Espíritu Santo a los judíos. ¡Y
ellos tendrán un avivamiento que barrerá al mundo entero!
Y el poder de Dios será manifestado entre los judíos.”
19. Eso es una promesa para este tiempo final, y será una
señal muy grande para los cristianos; será la señal de que el

tiempo de redención para los gentiles habrá terminado.
Dice que la puerta, vamos a ver cómo fue que lo dijo aquí:
“... tan pronto como el ángel empiece a sellar a esos
ciento cuarenta y cuatro mil la puerta de la Iglesia Gentil
es cerrada y los judíos llevan el Espíritu Santo a los
judíos.”
20. O sea, que cambia el Programa de Dios, la bendición de
Dios cambia de los gentiles a los judíos o hebreos, así

como cambió de los judíos que rechazaron a Cristo, cambió
a los gentiles, el Reino de Dios fue quitado de en medio de
ellos y fue dado a gente que produjeran los frutos de él,
produjeran hijos e hijas de Dios por medio del nuevo
nacimiento.
21. Y ahora, estamos viendo las señales que habrá en el
cristianismo, el judaísmo y el islamismo, y otras religiones

también. También fue dicho... cito estas palabras del
reverendo William Branham, porque son señales que
estarán siendo vistas en medio del cristianismo. Dice:
“¡En el mismísimo minuto en que ese mundo denomina-
cional de afuera comienza a recibir este Mensaje, esa es
exactamente la hora de Su Venida.”
22. Eso está en la página 10A, párrafo 99, y ahí sigue

hablando de lo que estará sucediendo. El Señor Jesucristo
nos habla también de las señales que estarán siendo
manifestadas en el cristianismo y el judaísmo, y nos dice en
la parábola del trigo y de la cizaña, que en el tiempo de la
siega, o sea, de la cosecha, va a suceder algo muy impor-
tante.
23. Le preguntan al Señor en la parábola, el Señor explican-
do esa parábola o hablando de esa parábola, le dicen los

siervos: “¿Quieres que vayamos y arranquemos la cizaña?”
Él les dice: “No, porque arrancando la cizaña también
pueden arrancar el trigo.” O sea, arrancando de la Tierra,
arrancando de este mundo, a los hijos del malo, pueden
también arrancar a los hijos de Dios, los hijos del Reino.
Dice:
“Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la
siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores:
Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para
quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”
24. Y ahora, esto es para el tiempo de la cosecha, tiempo de
la siega; por lo tanto, será una señal muy grande en medio

del cristianismo. La explicación dada por Cristo en San
Mateo, capítulo 13, verso 37 en adelante (leímos el verso
30, ahora del 37 en adelante), dice:
“Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre.
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos
del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
El enemigo que la sembró es el diablo (el enemigo que
la sembró, que sembró la cizaña, ¿quién es? El diablo); la
siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles
(ahí tenemos identificados a los Ángeles como los segado-
res que llevarán a cabo esa labor).
De manera que como se arranca la cizaña, y se quema
en el fuego, así será en el fin de este siglo.

Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán
de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que
hacen iniquidad,
y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y
el crujir de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el
reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.”
25. El que tiene oídos ¿para oír qué? Para oír la Palabra de
Dios.
26. Y ahora, ser echados en el horno de fuego, eso es ser
echados en la gran tribulación, porque en el tiempo de la

gran tribulación (que durará tres años y medio), dice que en
ese día, en ese tiempo, será un día ardiente como un horno.
27. Por eso todos los problemas que están sucediendo y que
ocasionan la ruptura de la capa de ozono y otros problemas,

vean, todo eso va moviéndose para cumplirse el día que
será como un horno sobre la Tierra; y además de eso, una
tercera guerra mundial que vendrá, que completará lo que
falte. Y luego los volcanes en erupción y los terremotos y
todos esos problemas ocasionarán mayores problemas a la
humanidad.
28. Y ahora, todo eso serán dolores de parto, porque la
Tierra está con dolores de parto para dar a luz una Tierra
nueva para el Mesías Príncipe, para el establecimiento del
Reino del Mesías Príncipe; un Reino que no dañará la
Tierra, no dañará la naturaleza, no corromperán el planeta
Tierra.
29. Por lo tanto, la Tierra está con dolores de parto, está en
angustia, está gimiendo. Todos esos terremotos y maremo-

tos son dolores de parto y gemidos del planeta Tierra, está
clamando por una generación nueva que no la contamine,
una generación nueva que sirva a Dios y no destruya la
Tierra.
30. Vean, en el capítulo 11, verso 15 en adelante del

Apocalipsis, lo que nos dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes
voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han
venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará
por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados
delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus
rostros, y adoraron a Dios (estos ancianos son los doce
patriarcas y los doce apóstoles),
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso,
el que eres y que eras y que has de venir, porque has
tomado tu gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el
tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus
siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu
nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los
que destruyen la tierra.”
31. Personas, compañías y naciones que han estado destru-
yendo la Tierra con sus avances científicos y que han

estado sacándole el petróleo a la Tierra y muchas otras
cosas, tendrán graves problemas. Aunque ha sido de
beneficio el petróleo para la gente, pero le han sacado todo
eso que está dentro y que la Tierra necesita.
32. Es como sacarle la sangre a una persona para dársela a
otro o para algún otro invento, y que lo dejen sin sangre.

¿Ven? Lo están matando. Y es como a un automóvil que le
saquen todo el líquido, ya sea agua o algún líquido del
radiador, entonces ¿qué sucede? Cuando viaja, el automóvil
se calienta.
33. Y así le está pasando a la Tierra, porque todo ese
sistema de líquidos en la Tierra obra para mantener la

temperatura de la Tierra, de tal modo que no suba más de
lo que debe para que no vayan a quemarse los hombres, los
animales y la vegetación. O sea, que el calor durante el

tiempo de la gran tribulación no solamente va a venir del
sol, sino del centro de la Tierra también.
34. Y ahora, esa es la situación, y es irreversible para la
raza humana, pero ya eso Dios lo había visto y dijo que así
iba a ser en este tiempo final.
35. Las cosas que sucederán durante la gran tribulación,
esos juicios llamados los juicios divinos, serán tan terribles,

que fueron hablados por Cristo cuando les es dicho acerca
de las vírgenes insensatas que serán echadas a las tinieblas
de afuera, donde será el lloro y el crujir de dientes.
36. Y al siervo negligente y que en vez de estar dándole el
alimento a tiempo en la Casa de Dios a los hijos de Dios, se

dedicó a discutir y a pelear con sus consiervos, también
dice que va a ser echado en las tinieblas de afuera; y allí
será el lloro y el crujir de dientes.
37. Cuando nos habla de ese tiempo de la gran tribulación,
nos dice que será un tiempo terrible; pero antes de eso, los
elegidos, los miembros de la Iglesia de Jesucristo nacidos
de nuevo, que estén vivos, serán transformados y llevados
con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
38. Ellos conocerán el tiempo en que estarán viviendo, y
sabrán que ese es el tiempo para ser transformados y

llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y
para los muertos en Cristo ser resucitados en cuerpos
glorificados, porque ellos estarán viendo las señales en el
cielo, en la Tierra, en las naciones, en el cristianismo, el
judaísmo, el islamismo y demás religiones, y en los seres
humanos.
39. Cristo dijo que los seres humanos estarán con temor a
causa de la expectación de las cosas que sobrevendrán:

terremotos, maremotos, tsunamis y tormentas, y todos estos
problemas que están profetizados como juicios que caerán
sobre la raza humana durante el tiempo de la gran tribula-
ción.
40. Solamente hemos tenido una muestra a través de la
historia de la raza humana, de lo que será el tiempo de la

gran tribulación; y las ocasiones en que más claro ha sido
hecho y hablado acerca de cómo será el tiempo, una de las
muestras es el tiempo de Noé: “como fue en los días de
Noé, así será el día en que el Hijo del Hombre se manifes-
tará.”
41. Aquel fue el tiempo en que el reino de los antediluvia-
nos llegó a su final, pero hubo un Profeta dispensacional en

aquel tiempo al cual Dios le habló y él dio a conocer las
cosas que iban a suceder.
42. Por lo tanto, habrá en el tiempo final un pueblo que
estará como la gente del tiempo de Noé, que dice Cristo:

“Y no conocieron. Comían, bebían, se casaban, se daban en
casamiento, vendían y compraban, y no conocieron.” O sea,
gente ignorantes acerca de las cosas que iban a suceder,
gente que no conocieron el tiempo en que estaban viviendo,
no conocieron que aquel era el tiempo final de los antedilu-
vianos.
43. Todas las señales estaban a la vista, y la más grande de
ellas era un Profeta dispensacional dando el Mensaje final,

predicando el juicio divino que iba a caer sobre la Tierra;
también Cristo dice, y por consiguiente tiene que aparecer,
un Mensajero dispensacional en el tiempo final que esté
dando a conocer todas las cosas que han de suceder durante
el tiempo de la gran tribulación.
44. Él será, diríamos, el televisor de Dios; y a través de él,
pues, escucharemos todas las cosas que han de suceder,

será el canal; y estará en contacto directo con Dios. Por lo
tanto, Dios estará transmitiendo a través de él todo lo que
estará Dios haciendo. Así como Moisés fue ese canal y ese
televisor que escuchaba (estaba en contacto con Dios y
escuchaba) y transmitía al pueblo las cosas que iban a
suceder en aquel tiempo.

45. Para este tiempo final también Jesús dijo... eso está en
San Lucas, capítulo 17 y San Mateo, capítulo 24 (capítulo

24, versos 34 en adelante hasta el 39 de San Mateo), dice
también que será como en los días de Lot: también comían,
bebían, se casaban y se daban en casamiento, pero ¿qué
sucedió? Tampoco ellos conocieron el tiempo en que
estaban viviendo: un tiempo de investigación de juicio, en
donde los Arcángeles Gabriel y Miguel estaban allí presen-
tes; y ellos no sabían que eran los Ángeles de Dios, Gabriel
y Miguel, en una investigación de juicio, y que Dios había
bajado con ellos y había visitado primero a Abraham y le
había dicho a Abraham las cosas que iban a suceder.
46. La simiente de Abraham, por lo tanto, estará siendo
visitada en el tiempo final y estará conociendo las cosas

que han de suceder porque les estarán siendo comunicadas.
47. Aquello allá, Elohim con Sus Ángeles Gabriel y
Miguel, tipifica o representa, para el Día Postrero, al Hijo

del Hombre con Sus Ángeles viniendo primero a la simien-
te de Abraham, los hijos e hijas de Dios que estarán en la
Iglesia y como miembros de la Iglesia de Jesucristo, y
después visitando a los judíos, visitando a Israel y dando
también a conocer que el tiempo de los gentiles ha llegado
a su fin, y que así como vino fuego sobre Sodoma y
Gomorra, vendrá sobre el reino de los gentiles en una
tercera guerra mundial atómica, y además los volcanes
haciendo erupción y causando graves problemas a la
familia humana.
48. Cristo dijo que será como los días de Noé y como los
días de Lot; por lo tanto esas serán señales aquí en la Tierra

entre las naciones, pueblos y lenguas, y también en medio
del cristianismo y del judaísmo, representados en Abraham.
49. Y en la Tierra angustia, dice San Marcos, capítulo 13...
vamos a leerlo aquí, luego que da todas las señales que han
de estar manifestándose. Dice capítulo 21 de San Lucas,

verso 25 en adelante:
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las
estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas
a causa del bramido del mar y de las olas.”
50. Con el derretimiento de los polos, el nivel de los mares
está aumentando, y por consiguiente grandes maremotos

sucederán o acontecerán en diferentes naciones. Y por eso
dice:
“...confundidas a causa del bramido del mar y de las
olas.”
51. Eso son los maremotos o tsunamis que azotarán las
costas y también entrarán muy adentro de algunas naciones;

y aun desaparecerán islas, como dice la Escritura, que las
islas han de desaparecer, y ahí sigue enumerando todo.
Dice:
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en
una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen...”
52. ¿Cuándo? “Cuando estas cosas comiencen.”
53. Ya comenzaron los terremotos, los maremotos y
también los tsunamis que son más grandes, diríamos;

aunque maremotos y tsunamis es lo mismo, pero podemos
decir que son más grandes los tsunamis o podemos decir
que es lo mismo, pero van hacer mucho daño.
54. Ya ustedes vieron ya lo que ha sucedido por Asia; y eso
va a repetirse en muchas naciones, en muchos continentes;

y también grandes inundaciones como estamos viendo que
han estado ocurriendo en diferentes naciones, y eso son
solamente los dolores de parto, eso son solamente como
cuando va a venir una tormenta, que vienen unos vientos
fuertes y todavía no está la tormenta, pero eso es el aviso de
lo que viene después.
55. Ya estamos viendo las señales que son el aviso de lo
que viene durante el tiempo de la gran tribulación. ¿Y qué

podemos hacer? Es irreversible la situación, pues por la
misma ciencia, por el mismo árbol-ciencia del bien y del
mal que ocasionó la pérdida de la vida eterna a Adán y Eva,
ocasionará la pérdida de millones de seres humanos, la
pérdida de vidas en todas las naciones que sean azotadas
por todos esos problemas que estarán sufriendo. Pero
veamos el lado bueno ahora:
“Cuando estas cosas comiencen a suceder (o sea, que
cuando comiencen ya tenemos que estar diciendo: “Esta-
mos viendo las señales de que estamos en el tiempo final,
estamos viendo las señales del fin del tiempo o del tiempo
final.”)...
Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y
levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está
cerca.”
56. Porque la redención del cuerpo, la transformación de
los vivos en Cristo, está muy cerca, y la resurrección de los

muertos creyentes en Cristo está muy cerca, y por lo tanto
es tiempo de levantarnos del sueño, levantando nuestras
cabezas a Dios para buscar y servir a Dios todos los días de
nuestra vida, tener nuestras vidas arregladas delante de
Dios para recibir nuestra transformación.
57. Conociendo el tiempo, ¿cómo lo vamos a conocer? Por
las señales: por las señales conocemos entonces en qué

tiempo estamos viviendo. Estamos viviendo en el tiempo
en que todas estas profecías que corresponden al tiempo
final tienen que ser cumplidas, y eso para nosotros es una
bendición, porque entonces este es el tiempo en que
tenemos que estar preparados para de un momento a otro
obtener la transformación de nuestros cuerpos.
58. Cuando entre el último escogido al Cuerpo Místico de
Cristo, entonces Cristo se levantará del Trono del Padre,

tomará el Título de Propiedad que es el Libro de los Siete
Sellos, de Apocalipsis, capítulo 5, lo abrirá en el Cielo y

hará Su Obra de Reclamo, reclamará todo lo que Él ha
redimido con Su Sangre, reclamará a todos los miembros
de Su Iglesia que han muerto y los resucitará en cuerpos
glorificados, y reclamará todos los vivos en Cristo nacidos
de nuevo y los transformará.
59. Y también está el Rapto y también la Cena de las Bodas
del Cordero, y luego de tres años y medio de fiesta en el

Cielo, regresaremos a la Tierra con Cristo para el estableci-
miento del Reino del Mesías en la Tierra. Él reclamará el
Trono de David y el Reino de ese Trono, que es el Reino de
David. Todo está en la Obra de Reclamo.
60. Por lo tanto, ya hemos estado viendo las señales en el
Cielo, en las naciones, entre la gente y también en el

cristianismo, el judaísmo, el islamismo y demás religiones.
O sea, que hemos estado viendo las señales en el mundo
físico y el mundo espiritual también.
61. Por consiguiente estamos conscientes del tiempo que
estamos viviendo, estamos conociendo el tiempo por sus

señales, las señales correspondientes a este tiempo. Y para
que sea más claro, Cristo dice: “Yo Jesús he enviado mi
ángel para daros testimonio de estas cosas que han o que
deben suceder pronto.”
62. Así como hubo un hombre llamado Noé, dando testimo-
nio de las cosas que iban a suceder, también lo habrá en

este tiempo final; fue un Mensajero dispensacional allá, y
lo habrá en este tiempo final: un Mensajero dispensacional
para la Dispensación del Reino. Y como hubo un Mensaje-
ro dispensacional en el tiempo de Lot, el cual fue Abraham,
y al cual le fue revelado lo que iba a suceder, así también
lo habrá en este tiempo final en medio de la descendencia
de Abraham.
63. Ese será el siervo fiel y prudente que Dios tendrá en Su
Casa dándole el alimento a tiempo a todos los hijos de Dios

en la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, o sea,

dándole el Mensaje correspondiente al Día Postrero, al
tiempo final, a la Edad de la Piedra Angular y Dispensación
del Reino.
64. Por lo tanto, será un Mensaje dispensacional que
contendrá la revelación de todas estas cosas que deben

suceder pronto, incluyendo las cosas que deben suceder
para el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra.
65. Él estará mostrando el tiempo en que estamos viviendo,
él estará mostrando las señales que identificarán que

estamos en el tiempo profético para la resurrección de los
muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que
vivimos.
66. Y hay aun más cosas, más señales, que identifican este
tiempo como el tiempo correcto para que ocurran esas

grandes promesas, esas grandes bendiciones para el
cristianismo, para los creyentes en Cristo y para los hebreos
también.
67. Por lo tanto, con nuestras cabezas levantadas a Dios, al
Cielo, a Cristo, sirvamos a Cristo de todo corazón todos los

días de nuestra vida.
68. Y si alguno todavía no ha recibido a Cristo, lo puede
hacer en estos momentos; y yo estaré orando por usted para

que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su
Sangre le limpie de todo pecado, para lo cual puede pasar
al frente en estos momentos, para que quede incluido en la
oración que estaré haciendo por todos los que estarán
recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador.
69. También los que se encuentran en otras naciones, los
que se encuentran allá en Cayey, Puerto Rico, en Venezue-

la, en República Dominicana, en Haití, en diferentes países
del Caribe, en todo Colombia, en todo el Brasil, y en todos
los demás países de la América Latina y en Norteamérica,
en el África y demás naciones, pueden también venir a los
Pies de Cristo en estos momentos, si todavía no lo han

recibido como único y suficiente Salvador, para que Cristo
les reciba en Su Reino, y les perdone, y con Su Sangre les
limpie de todo pecado, y sean bautizados en agua en Su
Nombre; y Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
70. Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y en toda la
República de Colombia, y en toda la América Latina y en

el mundo entero, y los está llamando en este tiempo final.
71. Es tiempo de despertar del sueño para estar dentro del
Reino de Dios antes que se cierre la puerta de la misericor-

dia, antes que el tiempo de redención termine, para que así
estén dentro del Reino de Dios con vida eterna.
72. Todavía hay misericordia para el ser humano, porque
Cristo todavía está como Sumo Sacerdote en el Cielo

haciendo intercesión con Su propia Sangre por todos
aquellos que lo reciben como único y suficiente Salvador.
73. San Pablo decía: “Este es el tiempo aceptable delante
del Señor, este es el día de salvación,” o sea, el día de la

Dispensación de la Gracia.
74. No podemos dejar pasar la oportunidad de obtener la
salvación y vida eterna con Cristo en Su Reino Eterno,

tenemos que comprender el día que nos ha tocado vivir, el
día de redención, el día en que todo ser humano puede
obtener la salvación y vida eterna; ese es el Día de Salva-
ción como dispensación en el Programa Divino.
75. Ese Día comenzó en los días de Cristo cuando Él fue
crucificado, ahí se efectuó el Sacrificio de Expiación por el

pecado de todo ser humano; y el Día de Pentecostés,
cuando Pedro predicó, aun cuando fueron llenos del
Espíritu Santo, entraron al Reino de Dios ciento veinte
creyentes en Cristo; y luego como tres mil personas que
escucharon la predicación de Pedro y creyeron en Cristo y
fueron bautizados en agua en el Nombre de Jesucristo.
76. Por lo tanto, todavía estamos en tiempo de salvación,

aunque al final, pero es mejor entrar aunque sea al final que
estar fuera del Reino de Dios.
77. Fuera del Reino de Dios no hay esperanza de vida
eterna, fuera del Reino de Dios el ser humano está fuera del
Pacto de Dios, está fuera del Nuevo Pacto, y por consi-
guiente no tiene derecho a ninguna de las bendiciones de
Dios. Aunque diga que cree en Dios y aunque ore a Dios,
si no está dentro del Reino de Dios, si no ha recibido a
Cristo como Salvador, y no ha sido bautizado en agua en
Su Nombre y no ha recibido el Espíritu de Cristo, pues no
ha nacido de nuevo; y por consiguiente no ha entrado al
Reino de Dios, no ha nacido en el Reino de Dios y no tiene
vida eterna y no está dentro del Nuevo Pacto, cubierto con
la Sangre de Cristo, que es la Sangre del Nuevo Pacto.
78. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas
que han venido a los Pies de Cristo. Si falta alguna persona

por venir, puede venir, pues, todavía hay lugar para usted
en el Reino de Cristo.
79. Los niños de diez años en adelante también pueden
venir a los Pies de Cristo. Cristo tiene lugar en Su Reino

para los niños también.
80. Cuando vinieron a Cristo o venían niños a Cristo y sus
padres le traían a los Pies de Cristo, los discípulos de

Jesucristo decían a las personas que no vinieran con los
niños a donde Jesús; pensaban que estaban molestando a
Jesús con eso; y Cristo les dice: “Dejad a los niños venir a
mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de
los Cielos, de los tales es el Reino de Dios.” Y también dijo
que el que no sea como un niño, no entrará al Reino de
Dios. Para ser como un niño, pues tiene que nacer de
nuevo, nacer, nace como un bebé, y va creciendo ya como
un niñito a medida que pasa el tiempo.
81. Si falta alguna persona por venir, puede venir para que
quede incluida en esta oración que estaré haciendo.

82. Algunas veces hay personas tímidas, y les da timidez o
vergüenza venir a los Pies de Cristo, porque piensan que

los demás lo van a estar mirando; pero si lo miran, van a
decir: “Que bueno que está recibiendo a Cristo y está
recibiendo la salvación y vida eterna.”
83. Es que hay gozo en el Cielo cuando un pecador se
arrepiente, y también hay gozo en medio de los cristianos

cuando ven que vienen a los Pies de Cristo las personas
para recibir la salvación y vida eterna.
84. Recibir a Cristo como Salvador es el privilegio más
grande que tiene el ser humano. Jesucristo es la persona

más importante que hay en el Cielo, Él es el Rey de reyes
y Señor de señores; invitarlo a que entre a nuestro corazón
es una bendición, y es un privilegio que Él entre acá en
nuestro corazón.
85. Si falta alguna persona por venir a los Pies de Cristo,
puede venir para que quede incluida en esta oración que

estaré haciendo. Los que están en otras naciones también
pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo.
86. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los
Pies de Cristo en esta ocasión. Pueden acercarse un poquito

más (ahí está bien). Con nuestras manos levantadas al Cielo
y nuestros ojos cerrados, repitan conmigo esta oración los
que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión:
Evangelio y nació Tu fe en mi corazón, creo en Ti de todo

corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu muerte
en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación
por mis pecados y por los de todo ser humano; creo en Tu
Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los
hombres, en que podemos ser salvos; reconozco que soy
pecador y necesito un Salvador, un Redentor. Doy
testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi
único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis

pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me
bautices con Espíritu Santo y Fuego luego que yo sea
bautizado en agua en Tu Nombre.
88. Señor, sálvame, Te lo ruego. Te lo ruego en Tu
Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y

amén.
89. Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de

todo pecado! Amén y amén.

Evangelio de Cristo y nació la fe de Cristo en vuestra alma,
y lo han recibido como único y suficiente Salvador. Él dijo:
criatura.
no creyere, será condenado.” Tan simple como eso.
91. Ahora, ustedes me dirán: “Escuché la predicación del
Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma, creí

y lo recibí como mi Salvador, y ahora quiero ser bautizado
en agua lo más pronto posible para obedecer por completo
el mandato del Señor.” La pregunta de ustedes es: “¿Cuán-
do me pueden bautizar?”
92. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón
y lo han recibido como vuestro Salvador, bien pueden ser

bautizados en agua en estos momentos. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en
ustedes el nuevo nacimiento.
93. El bautismo en agua es tipológico. Cuando la persona
recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; y cuando

el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológi-

camente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las
aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida: a la
vida eterna con Cristo en Su Reino Eterno.
94. El agua no le quita los pecados, es la Sangre de Jesu-
cristo nuestro Salvador la que nos limpia de todo pecado,

pero el bautismo en agua es un mandamiento dado por
Cristo, el cual fue obedecido por los apóstoles y por todos
los ministros que han predicado el Evangelio y por todos
los que han recibido a Cristo como Salvador, los cuales han
sido bautizados. Y en esta ocasión ustedes también que han
recibido a Cristo, bien pueden ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con
nacimiento, y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor
Jesucristo.
95. Los que están en otras naciones también pueden ser
bautizados en estos momentos, los que han recibido a

Cristo como Salvador.
96. Y ahora, pregunto al ministro aquí: ¿Hay agua? Hay
agua. ¿Hay bautisterios? Hay bautisterios, hay ropas

bautismales también, hay ministros que les bautizarán; por
lo tanto, bien pueden ser bautizados en estos momentos, y
que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego.
97. Dejo al ministro aquí presente, reverendo Ceballos, y en
cada nación al ministro correspondiente para que les

indique hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas
Señor Jesucristo.
98. Que Dios les bendiga a todos, y pasen todos muy
buenas noches.
“CONOCIENDO EL TIEMPO EN QUE VIVIMOS
POR LAS SEÑALES.”
CONOCIENDO
EL TIEMPO
POR LAS SEÑALES
POR LAS SEÑALES

Domingo, 30 de diciembre de 2007
Goiania-GO, Brasil
uy buenas tardes, amados amigos y hermanos presen-

M tes, y muy buenos días para los demás países que
todavía están en la mañana. Que las bendiciones del Dios
Altísimo sean sobre todos ustedes y sobre mí también.
En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
2. Para esta ocasión un saludo muy especial para la
congregación de Puerto Rico, de mi parte y de parte de
cada uno de los aquí presentes. Que Dios les bendiga
grandemente y les use en el Programa Divino correspon-
diente a este tiempo final. Dios les bendiga a todos allá en
Puerto Rico.
3. Vamos a tener una lectura en San Mateo, capítulo 16,
versos 1 al 4, y dice de la siguiente manera:
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le
pidieron que les mostrase señal del cielo (eso fue lo que
pedían a Jesús: señal del Cielo).
Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís:

Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene
arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distin-
guir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no
podéis!
La generación mala y adúltera demanda señal; pero
señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y
dejándolos, se fue.”
permita entenderla.
5. “CONOCIENDO EL TIEMPO POR LAS SEÑA-
LES.”
6. Para comprender mejor nuestro tema en esta ocasión,
veamos lo siguiente: Ustedes aquí en Brasil están en tiempo
de verano, tiempo donde hace calor; pero cuando llegamos
a Washington y a Chicago, en días pasados, estaba muy
frío, y en Chicago vimos mucha nieve en las calles, en los
jardines de las casas y en los techos de las casas; y aunque
salimos o habíamos estado en el Brasil, que era verano,
cuando vimos la nieve allá, entonces supimos que era
invierno en el lugar a donde habíamos llegado, por la señal
del frío y también de la nieve.
7. También si usted está en China y viene de China en
estos días actuales, digamos del 20 de diciembre en adelan-
te, y comienza a ver arbolitos con estrellitas y luces y cosas
así; y los patios y los jardines y las casas adornadas con
lucecitas; y la radio y la televisión con música, cierta
música que corresponde a esa temporada; y ve también un
pesebre, un hombre y una mujer con un niñito también; y
así por el estilo, ve ciertas cosas, usted dirá: “Aunque en
China no estaba viendo estas cosas, ahora llego al Brasil,
llego a Puerto Rico, paso también por Norteamérica y veo
todas esas cosas, que son señal de que estamos en las
CONOCIENDO EL TEMPO POR LAS SEÑALES 127
navidades.” Por esas señales sabemos que estamos en

navidades.
8. Y cuando escucha muchas explosiones en una noche,
digamos a las 12:00 de la noche (y cohetes), usted dice:
“Estamos en la despedida del año.” Esas son señales que
identifican el tiempo navideño e identifican el tiempo de la
despedida del año.
9. Y ahora, el tiempo prometido por Dios para cumplir
ciertas profecías, siempre ha tenido señales para verlas y
decir: “Estamos en el tiempo de Dios para el cumplimiento
de estas profecías.” Las señales de los tiempos son muy
importantes, para que así conozcamos el tiempo en que
estamos viviendo.
10. Vean, también el Señor Jesucristo dio otro ejemplo en
el capítulo 12 de San Lucas, verso 54 al 56 (de San Lucas),

dice:
“Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que
sale del poniente (o sea, del Occidente, del Oeste), luego
decís: Agua viene; y así sucede.
Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y
lo hace.
¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de
la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?”
11. No podían distinguir que aquel era el tiempo prometido
para la Venida del Mesías; no podían distinguir que estaban

viviendo en la semana número setenta (70) de la profecía
de Daniel, capítulo 9; no podían distinguir que aparecería
el Mesías en medio del pueblo y sería un descendiente del
Rey David, y nacería en Belén de Judea, y sería una
persona sencilla, y no podían distinguir que aquel Jesús que
les estaba hablando era el Mesías.
12. Todo obraba para bien. Todo obró para que Él muriera
llevando nuestros pecados, y los seres humanos, la familia

humana, tuviera el Sacrificio de Expiación por sus pecados,
el cual es para toda persona que lo recibe como único y

suficiente Salvador.
13. Por lo tanto, todo obró para bien. Y podemos decir:
“¡Gracias a Dios que estaba en el Programa Divino que el

Mesías fuera rechazado y fuera crucificado en la Cruz del
Calvario como Sacrificio!” Pues estaba prometido en
Daniel, capítulo 9; y también en Isaías, capítulo 53, que Él
pondría Su vida en Expiación por el pecado.
14. Por lo tanto, Él fue la Expiación por el pecado de Su
pueblo, por lo tanto tenía que morir; y Él tenía que morir

después de la semana número sesenta y nueve (69), o sea,
la semana número setenta (70), conforme a Daniel, capítulo
9. La vida al Mesías le sería quitada en ese tiempo. ¿Por
qué? Porque tenía que poner Su vida en expiación por el
pecado de Su pueblo, Él llevaría el pecado de Su pueblo, Él
salvaría a Su pueblo de sus pecados. Eso está en San
Mateo, capítulo 1, verso 21, donde dice:
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
15. Ahora, podemos ver que aunque ellos no vieron las
señales de los tiempos... y la señal más grande que Dios

muestra en la Tierra es un Profeta; y allí estaban dos
profetas: Juan el Bautista y Jesús (uno: el precursor y el
otro: el precursado), una señal doble. Eso es lo más grande
que Dios muestra como señal en la Tierra.
16. Es como cuando fue a ser destruida Sodoma y Gomo-
rra: la señal para su destrucción era la presencia de Elohim,

de Dios, con dos personajes más, que eran los Arcángeles
Gabriel y Miguel visitando a Abraham. “Y como fue en los
días de Lot, así será la Venida del Hijo del Hombre, así será
el día en que el Hijo del Hombre se revelará, se manifesta-
rá.” [San Lucas 17:28-30]: Esto es Dios visitando a la
simiente de Abraham: la simiente espiritual y la simiente
física. La simiente espiritual: la Iglesia del Señor Jesucristo
(el cristianismo), y la simiente física: el pueblo hebreo.

17. Y ahora, la visita allá fue el Espíritu de Dios en Juan el
Bautista operando el Ministerio de Elías por tercera ocasión

y el Espíritu de Dios en Jesús en toda Su plenitud. Esa fue
la visita más grande que recibió el pueblo hebreo en toda su
existencia, porque allí estaba Dios velado en carne humana
en aquel joven sencillo llamado Jesús.
18. Y ahora, las señales en el cielo también sucedieron; fue
vista la señal de la Primera Venida del Señor, del Hijo del

Hombre, fue vista en el cielo, llamada comúnmente en el
tiempo navideño: “La estrella de David” o “La estrella de
Belén.” Lo cual los científicos dicen que fue una alineación
planetaria.
19. Otros pueden pensar también que fue un platillo
volador o que fue otra cosa; pero fue una señal que fue
vista por tres sabios, llamados en las navidades: “Los reyes
magos.” Eran sabios, que en aquel tiempo eran llamados
astrólogos, porque la astrología y la astronomía estaban
juntas; por lo tanto tenían conocimiento de astronomía y de
astrología también. Y ellos eran hebreos que vivían allá en
Babilonia y Ur de los Caldeos, y ellos sabían que estaba
prometida una estrella que saldría de Jacob. Eso está en el
libro de Números. Y por consiguiente ellos estaban espe-
rando ver esa estrella en algún momento; porque antes de
Dios hacer en la Tierra algo, lo muestra en los cielos; y por
consiguiente, los que saben leer en el cielo, lo encontrarán.
20. En Números 24, verso 17, fue que el Espíritu de Dios a
través del profeta Balaam habló acerca de esa estrella que

saldría de Jacob.
21. Y ahora, cuando Dios habla y promete algo, hay que
estar esperándolo, porque si no: sucede y no lo podemos

ver. Hay que ver las cosas a la luz de la Escritura. Uno no
puede estar esperando algo de parte de Dios que no esté
prometido para el tiempo en que uno está viviendo.
22. Aquellos magos vieron esa estrella. El sumo sacerdote

y los demás sacerdotes y los levitas, la Escritura no dice
que la vieron; o sea, que era una señal que algunos verían
y otros no la verían, no la comprenderían; quizás no sabrían
dónde buscarlo en el cielo; pero los magos dijeron: “Hemos
visto su estrella en el Oriente.” [San Mateo 2:2].
23. Y ahora, ellos estaban viviendo en el Oriente, o sea, al
Este de Israel; y miraron desde donde ellos vivían hacia

Israel, por lo tanto, ellos estaban mirando de Oriente hacia
el Occidente, como estuvo mirando Elías o el siervo de
Elías, cuando oró a Dios por agua; lo mandó a mirar hacia
el Occidente donde estaba el mar, y de allá fue que vio una
nube pequeña como del tamaño de la palma de una mano.
24. Y ahora, él sabía algo. Vamos a ver si encontramos algo
aquí para que lo aprovechemos. Elías mandó a su siervo a

mirar hacia el mar; por lo tanto, él miró de Este a Oeste,
porque el mar estaba al Oeste de donde estaba Elías y su
siervo.
25. Ahora, vean ustedes esto, Elías sabía algo (y ahora
miren aquí). Ahora, cuando Jesús habla en esta lectura que

di hace algunos momentos de San Lucas, capítulo 12, verso
54 en adelante:
“Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que
sale del poniente (o sea, del Oeste), luego decís: Agua
viene; y así sucede.”
26. Y cuando Elías mandó a su siervo a mirar hacia el
Oeste, hacia el mar, no veía nada. Por lo tanto, Elías podía

decir: “Todavía no viene agua.” Pero ya Elías había visto
en su visión que vendría agua; pero la señal tenía que
aparecer en el Oeste, como apareció también la señal de la
estrella de Belén: apareció en el Oeste, con relación al lugar
donde estaban los magos que estaban en el aérea de
Babilonia y de Ur de los Caldeos; miraron hacia el Oeste y
vieron la señal. Por lo tanto, en el cielo, a la parte Oeste en
el cielo, estaba esa señal.

27. Y ahora, cuando Jesús dice: “Cuando ustedes ven la
nube que sale del poniente (o sea, del Oeste) decís: agua
viene; y así sucede.” [San Lucas 12:54]. Hay hambre y sed,
no de pan y agua, sino de oír la Palabra de Dios. Por lo
tanto, para que venga agua, la nube con agua la tenemos
que ver en el Oeste. Agua de la Lluvia Tardía y Temprana
como está prometida en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3; y
Joel, capítulo 2 (y otras Escrituras más).
28. La Escritura dice que hay personas que son nubes sin
agua, y por consiguiente hay también personas que son

nubes con agua (son nube con agua); por lo tanto, para el
Día Postrero tiene que aparecer el Ministerio de los Dos
Olivos y de Jesús; y ahí tendremos la nube con agua de la
Lluvia Tardía y Temprana al mismo tiempo.
29. ¿Y hacia dónde miró Elías? Hacia el Oeste. ¿Hacia
dónde miraron los reyes llamados ‘los reyes magos’? Hacia

el Oeste, de donde ellos estaban miraron hacia el Oeste y
vieron la estrella.
30. Y ahora, miren ustedes, esa alineación planetaria, según
dicen muchos científicos que formó la estrella de Belén.

También hay una alineación de estrellas, de mensajeros de
Este a Oeste, que son los mensajeros de las diferentes
edades hasta llegar al Oeste, al continente americano
compuesto por Norteamérica y la América Latina.
31. En el continente americano, principalmente en la
América Latina, culminará el Programa de Redención de

Dios a través de Cristo, con Su Iglesia; será en el Oeste del
planeta Tierra. Como el sol sale del Este y se pone en el
Oeste, así también dijo Cristo que será la Venida del Hijo
del Hombre: “Como el relámpago que sale del Oriente y se
muestra, se revela, en el Oeste u Occidente.” [San Mateo
24:27].
32. Por lo tanto, nos ha tocado la mejor parte del Programa
Divino, nos ha tocado el territorio de y para la escena

divina del Día Postrero.
33. Y ahora, las señales para las cosas que están prometidas
para este tiempo final, en el cielo, Cristo dijo que serían

mostradas: En la luna, el sol y las estrellas, y en la Tierra
angustia de los hombres por las cosas que han de sobreve-
nir a la Tierra. [San Lucas 21:25-26].
34. Actualmente la humanidad está asustada, con temor,
temor por las cosas que han de venir sobre la Tierra. Con el
calentamiento del planeta Tierra los polos se están derri-
tiendo y los mares están subiendo de nivel; y la expectativa
es que muchas costas e islas van a desaparecer (pero eso es
lo que dice la Escritura).
35. Por lo tanto, esas cosas están señalando que estamos
viviendo en el tiempo profético paralelo al tiempo de Juan

el Bautista y de Jesús.
36. Miren ustedes algunos lugares de la Escritura, como por
ejemplo el capítulo 16 de Apocalipsis, donde dice [versos

17-21]:
“El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió
una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo:
Hecho está.
Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran
temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo
jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra
(ese es el gran terremoto que los científicos están esperan-
do).
Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las
ciudades de las naciones cayeron (o sea, que vendrá una
situación difícil para las ciudades; todo lo que ha sido
construido, esos grandes edificios, no podrán resistir ese
terremoto); y la gran Babilonia vino en memoria delante de
Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira (por
lo tanto, esto nos habla de lo que va a suceder para la
entrada a la gran tribulación).

Y toda isla huyó (ahí lo tienen), y los montes no fueron
hallados (ya estaba en la Escritura lo que sucederá con las
islas y por consiguiente también con las costas, pues en
Isaías y otros lugares dice que ‘Dios dará el pago a los de
las costas’).
Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo
como del peso de un talento...”
37. Eso es más de cincuenta libras, o sea, más de veinte
kilos. Si los granizos que caen del tamaño de un huevo

destruyen tantas cosas y si le da a una persona en la cabeza
le hace un huevo también, o sea, se lleva el recuerdo.
38. Pregúntenle a Patricio Lara (si está por aquí; o si está en
Chile, los de Chile pregúntenle), porque él experimentó en

la Argentina lo que eso significa. En una granizada que
cayó y él tuvo que salir bajo la granizada un momentito y
ahí sintió lo que eran los granizos en su cabeza; pero al que
le caiga uno de más de 20 kilos, no va a sentir después lo
que le va a hacer. Pero así está en la Escritura. Esto nos
habla también de un tiempo de invierno principalmente.
Esto nos habla de lo que Dios le habló a Job en una
ocasión, lo cual se ha de cumplir.
39. Aquí está en Job, capítulo 38, verso 22 en adelante,
dice:
“¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve (y Dios
tiene mucha nieve almacenada en el polo Norte y el polo
Sur),
O has visto los tesoros del granizo,
Que tengo reservados para el tiempo de angustia,
Para el día de la guerra y de la batalla? (o sea, el
tiempo de la angustia es el tiempo de la gran tribulación).”
40. Y ahora, miren cómo todo eso de la nieve y del granizo
está siendo descubierto ahora, que hay un problema grave

para la familia humana en todas las naciones, a causa del
calentamiento global; y que es irreversible. Aunque

algunos piensan que se puede hacer algo, aunque sea
detener la velocidad a que va esa situación, pero está en la
profecía bíblica; y las señales de lo que va a suceder
conforme a esta séptima copa que trae la séptima plaga, ya
eso está aquí; y todo va a moverse para que se cumpla lo
que está en la profecía bíblica.
41. Pero antes de eso, el llamado de Dios para los seres
humanos es que para escapar de estas cosas que vendrán,

hay una oportunidad; y es recibiendo a Cristo como su
único Salvador. Ahora vean:
“Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo
como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron
contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue
sobremanera grande.”
42. En el tiempo de Moisés también cayó granizo sobre
Egipto. Esto nos muestra que estará en la Tierra el Ministe-

rio de los Dos Olivos, el Ministerio de Moisés y Elías,
ministerios que estarán anunciando las cosas que han de
venir a la Tierra. Ellos serán (esos ministerios) los que
estarán advirtiendo a la humanidad las cosas que han de
venir; o sea, que por medio de lo que estarán hablando, las
personas sabrán las cosas que han de venir. Y eso les
ayudará a muchas personas: saber de antemano lo que ha de
suceder para escapar de esas situaciones difíciles.
43. Las señales ya están sobre la Tierra y en el cielo
también. La capa de ozono ha estado siendo afectada y eso

aumenta el calentamiento de la Tierra; y por consiguiente,
se va a derretir más rápidamente la nieve de los polos. Pero
hay esperanza para el ser humano: Cristo es la única
esperanza de salvación y vida eterna para el ser humano.
Fuera de Cristo, no hay esperanza.
44. Ahora, estamos en la víspera de la despedida de año; o
sea, estamos en la víspera de “año viejo,” como le llaman

en algunos países. Mañana será la noche de año viejo, la

noche en que se despide el año que se puso viejo y no
puede seguir adelante, ¿por qué? Porque se le acabaron los
días.
45. Así como la persona cuando se le acaban los días en la
Tierra, muere; por lo tanto, mañana será la muerte del año

2007, porque se le acabaron los días, no tiene más días, no
tiene 32 ó 33 ó 34 días el mes de diciembre; se le acabaron
los días. Así pasa con el ser humano, cuando se le acaban
los días del calendario divino, se le acabaron en el calenda-
rio divino los días a la persona y no puede seguir adelante,
entonces muere.
46. Y ahora, el Viejo Mundo está cerca de su muerte
también. Bien lo bautizaron: “El Viejo Mundo.” Pero

gracias a Dios bautizaron al continente americano con el
nombre de: “El Nuevo Mundo.”
47. Estamos en la víspera de la muerte del año 2007, pero
estamos también en la pre-víspera del nacimiento de un

nuevo año 2008. Esto es conforme al calendario gregoria-
no.
48. Y ahora, ya el año 2007 pocos días nos puede dar: un
día más, con algunas horas. Pero después, ya después de

mañana a las 12:00 de la noche, el 2007 no tiene nada más
para nosotros. Pero el 2008 tiene mucho para mí. ¿Y para
quién más? Para cada uno de ustedes también.
49. Así que le vamos a estar dando la despedida al 2007,
que nos dio mucho, y dándole gracias a Dios por todo lo

que Dios nos dio en el 2007, y le estaremos dando gracias
a Dios por el nuevo año que viene y por todo lo que nos va
a dar en el nuevo año 2008, el nuevo año conforme al
calendario gregoriano.
50. Queremos continuar escuchando la Voz de Dios en el
2008, y dándonos más conocimiento de Su Programa

correspondiente a nuestro tiempo.
51. Esperamos grandes bendiciones de Dios, y en cada año

que comienza esperamos la Venida del Señor, la resurrec-
ción de los muertos en Cristo y la transformación de
nosotros los que vivimos; y el arrebatamiento o rapto para
ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
52. Siempre con nuestra fe puesta en Cristo, con una fe viva
trabajando en Su Programa, y todas las cosas siendo hechas

como fruto de nuestra fe, siendo así obras de nuestra fe.
“La fe sin obras es muerta.” [Santiago 2:26]. Por lo tanto,
el que no trabaja por fe y con la fe en el Programa de Dios,
tiene una fe muerta, pero el que trabaja en el Programa de
Dios para el tiempo en que vive, conforme a como está
establecido, tiene una fe viva; porque tiene ¿qué? Obras; y
lo que hace, lo hace porque cree lo que Dios dice en Su
Palabra.
53. Ahora, las señales de los tiempos: conociendo esas
señales de los tiempos podemos conocer el tiempo que nos

ha tocado vivir. Así como fue vista una señal en el cielo en
el tiempo de la aparición o nacimiento de Jesús, según han
informado personas estudiosas de los astros, la misma señal
que fue vista, llamada: “La estrella de Belén,” ha sido vista
también en el siglo pasado, desde el año 1940 (puede ser
desde el ‘39, pero digamos en el año 1940).Y no sabemos
bien cuánto tiempo estuvo siendo vista, pero no todo el
mundo la vio; los que estudian los astros la vieron y todo
eso está almacenado.
54. ¿Y qué significa todo esto? Miren lo que sucedió con el
pueblo hebreo, digamos desde el año ‘39 en adelante. Esto

puede ser paralelo a lo que sucedió en Belén de Judea,
cuando el rey Herodes mandó a matar a todos los niños
varones de dos años hacia abajo; así como sucedió cuando
Moisés tuvo que nacer, también había una sentencia de
muerte para todos los niños varones que iban a nacer en
aquel tiempo.
55. Todo eso muestra que algo ha estado pasando en el

Programa Divino: señales en el sol, la luna y las estrellas.
Esas son señales en el cielo. También hemos visto al
precursor de la Segunda Venida de Cristo aparecer en la
Tierra y luego partir de esta Tierra. Algo ha estado pasando
en el Programa Divino. Su aparición en la Tierra fue la
señal grande de su tiempo, para su edad.
56. Y ahora, por medio de las señales en el cielo y en la
Tierra tenemos que estar buscando y esperando para ver lo

que falta de ser cumplido y ser visto conforme al Programa
Divino.
57. Las señales en el cielo y la Tierra han sido vistas. Los
judíos ya están en su tierra, por lo menos los pertenecientes

al reino del Sur o reino de Judá; aunque también de las
otras tribus hay muchos allá en la tierra de Israel.
58. Y ahora, tenemos la promesa de que ciento cuarenta y
cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu, van a ser

llamados y sellados con el Sello del Dios vivo, bajo el
Ministerio de los Dos Olivos, que son los Ministerios de
Moisés y Elías. Algo grande va a llevarse a cabo con el
pueblo hebreo para que el Espíritu de Dios regrese al
pueblo hebreo, regrese a la tierra de Israel también.
59. Y así, lo que fueron los huesos secos, reciban el Espíri-
tu de Dios, porque ya están como un ejército poderoso,

pero les falta el Espíritu, el Espíritu de Dios, que es el que
le da vida como nación; el que le da vida y el que los
colocará en Su Reino, el Reino de David. La única esperan-
za para Israel, de paz, y para toda la humanidad, está en el
Reino del Mesías siendo establecido en la Tierra con Israel,
y de ahí vendrá la paz para Israel y para todas las naciones.
60. Por lo tanto, la única esperanza de paz permanente está
en la Venida del Mesías y el establecimiento de Su Reino.

61. Las señales ya en el cielo han sido vistas, y todavía
siguen apareciendo más señales; y en la Tierra también han

sido vistas las señales correspondientes; y todavía Dios

sigue dando más señales.
62. Los judíos están buscando al Mesías; y quizás lo estén
esperando más pronto que el cristianismo. Tenemos que

estar mirando a Israel, porque Israel es el reloj de Dios; y
en el reloj de Dios es más tarde de lo que muchas personas
piensan.
63. “CONOCIENDO EL TIEMPO POR LAS SEÑA-
LES.”
64. Estamos en el tiempo más glorioso para los creyentes
en Cristo; pero para el que no cree, para los incrédulos,

estamos en un tiempo terrible: estamos en el tiempo en que
el juicio divino puede comenzar de un momento a otro. En
el año nuevo judío es el día de las Trompetas o Fiesta de las
Trompetas que corresponde al día del juicio divino; por lo
tanto, en el año nuevo judío hay una advertencia para el
pueblo.
65. Por lo tanto, estemos también nosotros preparados con
Dios para evitar todas estas cosas que han de venir sobre la
raza humana; estas cosas de los juicios divinos, que no
sabemos en qué año van a comenzar a caer esos juicios
divinos de la gran tribulación sobre la raza humana.
66. Por lo tanto, estemos en el Reino de Cristo, habiéndolo
recibido como nuestro único y suficiente Salvador, con

nuestras vidas arregladas con Dios. Y que la paz de Dios,
a través de Cristo, sea con cada uno de ustedes y conmigo
también. Yo he asegurado mi futuro y mi paz con Cristo.
¿Y quién más? Cada uno de ustedes también, que están
aquí presentes y los que están en otras naciones a través del
satélite Amazonas o de internet.
67. Si hay alguna persona que todavía no ha asegurado su
vida y su paz con Cristo, lo puede hacer en estos momentos

y yo estaré orando por usted; para lo cual puede pasar acá
al frente para que quede incluido en la oración que estaré
haciendo por usted. Los que están en otras naciones

también pueden venir a los Pies de Cristo, pueden pasar al
frente donde ustedes se encuentran, para que queden
incluidos en esta oración que estaré haciendo.
68. Los niños también, de diez años en adelante, pueden
venir a los Pies de Cristo en esta ocasión. Cristo tiene lugar

en Su Reino para los niños también. Es tiempo de asegurar
nuestras almas con Cristo en Su Reino.
69. Con las señales que hemos visto en los cielos y en la
Tierra, hemos comprendido el tiempo en que estamos

viviendo, y por consiguiente queremos tener asegurada
nuestra alma con Cristo en Su Reino.
70. Dios tiene mucho pueblo aquí en el Brasil y en todas las
naciones, en la América Latina, en Norteamérica también,

en Europa, también en el África, también en el Japón,
también en China, en Corea, en todos los países; y los está
llamando en este tiempo final, en donde hemos estado
viendo las señales de los cielos que Él dijo que estarían
siendo manifestadas en la Tierra.
71. Las señales de los tiempos. Para cada tiempo Dios ha
establecido señales, las cuales serían vistas en el cielo y en

la Tierra.
72. Y ahora, hemos estado viendo las señales en el cielo y
en la Tierra correspondientes a este tiempo en el cual

vivimos, para poder identificar qué tiempo es éste en el
Programa Divino.
73. Es el tiempo final, es el tiempo llamado el Día Postrero,
o sea el séptimo milenio de Adán hacia acá. “Porque un día

delante del Señor es como mil años y mil años como un
día.” [Primera de Pedro 3:8; Salmo 90:4].
74. En las demás naciones pueden continuar viniendo a los
Pies de Cristo, para que queden incluidos en esta oración

que estaré haciendo por todos ustedes y por los que están
aquí presentes recibiendo a Cristo como su único y sufi-
ciente Salvador.
75. Es un tiempo como el de Lot, pues Cristo dijo: “Como
fue en los días de Lot, así será el día en que el Hijo del
Hombre se manifestará.” [San Mateo 24:37]. Así será el
día, o sea, el tiempo. Y en ese tiempo los Ángeles le dijeron
a Lot: “Escapa por tu vida.” [Génesis 19:17]. Hay que
escapar por la vida.
76. Recibir a Cristo significa que estamos escapando por
nuestra vida, para vivir eternamente con Cristo en Su

Reino; escapando de la destrucción y el juicio divino para
entrar a Su Reino Eterno, el cual está en la esfera espiritual,
y luego será también establecido en la esfera física sobre
Israel y sobre todas las naciones. Ese es el único Reino que
tiene promesa de paz permanente, y de felicidad y progreso
para la familia humana.
77. Vamos a estar puestos en pie para la oración por los que
han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión. Vamos a

pedirle a los que están en las computadoras que nos avisen
si ya en Venezuela, en Colombia, en México, en Puerto
Rico y demás países, ya pasaron todos los que iban a pasar
al frente, para orar por las personas que han venido a los
Pies de Cristo en esta ocasión.
78. Algunas veces hay personas tímidas que les da vergüen-
za o timidez pasar al frente, porque piensan que lo van a

ver venir a los Pies de Cristo, y se avergüenzan. Cristo no
se avergonzó de usted ni de mí para morir por nosotros en
la Cruz del Calvario. Por lo tanto, no nos podemos aver-
gonzar de Cristo. Mas bien Cristo dijo: “El que se avergon-
zare de mí delante de los hombres, yo me avergonzaré de
él delante de mi Padre.” Y también dijo: “El que me
confesare delante de los hombres, yo le confesaré delante
de mi Padre que está en los Cielos.” (San Mateo, capítulo
10, verso 32 al 33).
79. Si falta alguna persona por venir a los Pies de Cristo,
puede venir, ya vamos a orar por las personas. Vamos a ver

si ya nos comunicaron... si están listos en los demás países,
ya vamos a orar.
80. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo,
para orar por las personas que han venido a los Pies de
Cristo. Y con nuestros ojos cerrados, los que han venido a
los Pies de Cristo, repitan conmigo esta oración que haré
por ustedes:
81. Señor Jesucristo, vengo a Ti habiendo escuchado la
predicación de Tu Evangelio. Ha nacido Tu fe en mi

corazón; creo en Ti con toda mi alma, creo en Tu Prime-
ra Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre
bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podemos ser
salvos; creo que Tú eres el Mesías, el Cristo, el Ungido;
creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el
Sacrificio de Expiación por mis pecados y por los de todo
ser humano. Reconozco que soy pecador y necesito un
Salvador.
82. Señor, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te
recibo como mi único y suficiente Salvador. Me entrego

a Ti en alma, espíritu y cuerpo. Sálvame, Señor, Te lo
ruego. Perdona mis pecados, y con Tu Sangre límpiame
de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego,
luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y sea
producido en mí, por Ti, el nuevo nacimiento. Quiero
entrar a Tu Reino, quiero nacer en la vida eterna. Sálva-
me, Señor. Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso,
Señor Jesucristo. Amén y amén.


vuestros pecados, y con Su Sangre les ha limpiado de todo
pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único
y suficiente Salvador. Cristo dijo: “Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura; el que creyere y fuere
bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condena-
do.” Tan simple como eso.
85. El futuro de todo ser humano está en creer o no creer.
El futuro del ser humano para vivir eternamente en el Reino

de Dios está en creer. Por lo tanto, deseamos nuestro futuro
con Cristo en Su Reino.
86. Ustedes me dirán: “Escuché la predicación del Evange-
lio de Cristo, nació la fe de Cristo en mi alma, creí y lo

recibí como mi Salvador; y ahora me falta ser bautizado en
agua en Su Nombre, por lo cual, ¿cuándo me pueden
bautizar?” Es la pregunta de ustedes.
87. Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo
corazón, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre

del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíri-
tu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo
eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro
amado Salvador.
88. Pregunto aquí al ministro Josué Cunha: ¿Hay agua?
Hay agua, hay bautisterios. ¿Hay ministros también que les

bautizarán? Hay ministros que les bautizarán. ¿Hay ropas
bautismales también? Ropas bautismales y vestidores de
ropas también, y personas que les ayudarán. Por lo tanto,
bien pueden ser bautizados así como eran bautizados en el
tiempo de los Apóstoles, las personas que creían y recibían
a Cristo como Salvador, eran bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo los bautizaba con
Espíritu Santo y Fuego y producía en las personas el nuevo
nacimiento.
89. El bautismo en agua es simbólico, es tipológico, pero es

un mandamiento de Cristo, el cual ha estado siendo obede-
cido por los Apóstoles y por todo ministro del Evangelio de
Cristo, y por toda persona que ha recibido a Cristo como
Salvador. El agua no quita los pecados, es la Sangre de
Cristo la que quita los pecados.
90. En el bautismo en agua nos identificamos con Cristo en
Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la persona

recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; cuando el
ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológica-
mente, está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las
aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la
vida eterna con Cristo en Su Reino Eterno.
91. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo, conscientes del significado

del bautismo en agua, el cual es un mandamiento del Señor
Jesucristo. Y que Cristo los bautice con Espíritu Santo
y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y
nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el
glorioso Reino de Jesucristo nuestro amado Salvador.
92. Que Dios les bendiga y les guarde a cada uno de
ustedes aquí presentes y los que están en otras naciones, los

cuales también pueden ser bautizados en agua en estos
momentos en el Nombre del Señor Jesucristo; y nos
continuaremos viendo por toda la eternidad en el glorioso
Reino de Jesucristo nuestro Salvador.
93. Dejo al reverendo Josué Cunha con nosotros, para que
les indique hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas

Señor Jesucristo. Y en cada país y en cada ciudad que están
conectados con internet o el satélite Amazonas en esta
ocasión, pueden también ser bautizados en agua en estos
momentos, para lo cual dejo al ministro correspondiente en
cada país.
94.Dios les bendiga y les guarde. ¡Y muchas felicidades y

un próspero año 2008!
“CONOCIENDO EL TIEMPO POR LAS SEÑA-
LES.”
VIENDO AL SEÑOR,
EL ÁNGEL DEL
PACTO,
MANIFESTADO
VIENDO AL SEÑOR,
EL ÁNGEL DEL PACTO,
MANIFESTADO

Domingo, 13 de enero de 2008
Goiania-GO, Brasil

M y televidentes a través del satélite Amazonas y tam-
bién de internet en diferentes naciones.
2. Es un privilegio para mí estar con ustedes en esta
ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de
compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y de Su
Programa correspondiente a este tiempo final, en donde
esperamos ver a Dios así como fue visto en otros tiempos,
ver este Dios histórico manifestado a través de la historia
del ser humano desde el principio hasta este tiempo final.
Para lo cual leemos en el libro del Éxodo, capítulo 3, versos
1 en adelante, donde dice:
“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro,
sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto,
y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de
fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza
ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande
visión, por qué causa la zarza no se quema.
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en

medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió:
Heme aquí.
Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies,
porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham,
Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su
rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi
pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de
sus exactores; pues he conocido sus angustias,
y he descendido para librarlos de mano de los egipcios,
y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a
tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del
heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante
de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios
los oprimen.
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que
saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel.
Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para
que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
Y él respondió: Ve, porque yo estaré contigo; y esto te
será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas
sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este
monte.
Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de
Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su
nombre?, ¿qué les responderé?
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a
vosotros.”
VIENDO AL SEÑOR , EL ÁNGEL DEL PACTO ... 151
permita entenderla.
4. Nuestro tema es: “VIENDO AL SEÑOR, EL ÁNGEL
DEL PACTO, MANIFESTADO.”
5. “VIENDO AL SEÑOR, EL ÁNGEL DEL PACTO,
MANIFESTADO,” el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob, Él es el Señor; y por consiguiente Él ha estado
manifestado a través de la historia de la raza humana desde
el Génesis hasta el Apocalipsis; y siempre ha estado
manifestado en Su casa, Su familia. Cuando colocó al ser
humano en el Huerto del Edén, allí colocó a Sus hijos:
Adán, y en Adán estaba Eva, y de Adán sacó a Eva, y allí
estaba la familia de Dios, los hijos de Dios potencialmente;
todos los hijos de Dios estaban en Adán, y de Adán salió
Eva, y por consiguiente de ahí saldrían los hijos de Dios en
el Programa de Creación Divina con vida eterna. Y Dios
estaba en medio de ellos, les aparecía cada día y hablaba
con ellos.
6. Luego encontramos que luego de la caída también le
apareció en el capítulo 3, verso 8, y dice [Génesis]:
“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el
huerto, al aire del día.”
7. Dios los visitaba diariamente y por consiguiente Dios
estaba con ellos y les hablaba. ¿Cómo estaba Dios en
medio de ellos? Así como había estado Adán antes de
recibir su cuerpo de carne: Dios estaba en cuerpo angelical,
llamado ese cuerpo el Ángel de Dios, y en medio del
cristianismo lo llaman el Ángel de Jehová; ese es el Ángel
del Pacto que ha estado a través de la historia de la raza
humana apareciendo en diferentes ocasiones desde el
Génesis, desde Adán hasta el Apocalipsis.
8. Él siempre se ha identificado con Dios, ¿por qué?
Porque ese Ángel del Pacto es el cuerpo angelical de Dios,
es la imagen del Dios Viviente, es la forma visible en
forma de Ángel de Dios.
9. La Escritura dice que nadie jamás ha visto a Dios. A

través del Antiguo Testamento encontramos a diferentes
personajes que se encontraron con Dios y hablaron con
Dios; tenemos el caso de Adán a quien le apareció Dios;
también tenemos el caso de Abraham; tenemos también el
caso de Moisés, y aquí cuando le aparece el Ángel del
Pacto, le dice: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob (o sea, que era Dios).”
10. También cuando le apareció a Manoa en el libro de los
Jueces en el capítulo 13, le apareció el Ángel de Dios, y

luego cuando se fue, Manoa se dio cuenta que era el Ángel
de Dios, porque subió en la llama de fuego de la ofrenda o
sacrificio que había ofrecido a Dios Manoa, y le dijo a su
esposa...
11. ¿Cuántos saben el nombre de la esposa de Manoa? La
señora Manoa. Le dice Manoa a su esposa: “Hemos de

morir porque hemos visto a Dios cara a cara.” ¿Y de dónde
sacó esta enseñanza Manoa, de que iban a morir porque
habían visto a Dios cara a cara? Eso lo sacó del capítulo 33
del Éxodo, cuando Moisés habla con Dios luego que el
pueblo había adorado el becerro de oro, y Moisés había
bajado del Monte Sinaí, y al ver esa situación en donde el
pueblo se había tornado al paganismo, no le entregó las
tablas de la ley divina al pueblo sino que las rompió, las
tablas de piedra donde Dios había escrito los diez manda-
mientos. Y luego, vean ustedes, en el capítulo 33, verso 18
en adelante, dice [Éxodo]:
“El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de
tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de
ti...”
12. En esta versión dice el Nombre de Jehová; en otras
versiones serían las cuatro letras o consonantes, las cuales

son Y H W H, o sea, Y (griega) H W H, y han sido traduci-
das “YO SOY,” y en algunas versiones como Jehová. Sigue

diciendo:
“Y tendré misericordia del que tendré misericordia, y
seré clemente para con el que seré clemente.
Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá
hombre, y vivirá.”
13. De aquí Manoa tenía ese conocimiento de que nadie
podía ver a Dios y vivir.

“Y dijo aún Jehová (o sea, el Señor): He aquí un lugar
junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura
de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya
pasado.
Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas
no se verá mi rostro.”
14. Aquí Moisés vería las espaldas de Dios caminando, lo
cual sería ver al Ángel del Pacto, el cuerpo angelical de

Dios. Y ahora, no estaba viendo el rostro de Dios, lo que
estaba viendo era al Ángel de Dios, al cuerpo angelical de
Dios.
15. Ahora, veamos, también Jacob dice en una ocasión en
el capítulo 32, versos 24 al 32, que Jacob luchó con el

Ángel de Dios toda la noche; y en la mañana (eso está en el
Génesis), y en la mañana (o sea, cuando estaba rayando el
alba) el Ángel quería irse, tenía que reportarse en el Cielo
y Jacob no lo dejaba ir, y el Ángel le dice: “Suéltame
porque raya el alba.” Y Jacob le dijo: “No te soltaré hasta
que me bendigas. Si no me bendices, no te voy a soltar.”
Esa es la decisión de Jacob.
16. Y el Ángel le pregunta: “¿Cuál es tu nombre?” Y Jacob
le tiene que decir el nombre, aunque el Ángel sabía cuál era

el nombre. Pero hay cosas las cuales Dios sabe, pero le toca
a la persona hablarlas. Dios conoce nuestras necesidades,
pero nosotros tenemos que pedir. El que pide, recibe; y
tenemos que pedir bien; y el que no pide, pues no recibe.

17. Y ahora, Jacob quería una bendición, la bendición de
Dios, que viene exclusivamente de Dios a través de Su

Ángel, el Ángel del Pacto, porque ese es el cuerpo angelical
de Dios a través del cual Dios creó el Universo, creó todas
las cosas. Ese es el Verbo que era con Dios y era Dios, el
cual creó todas las cosas, el cual se haría carne, o sea, se
haría un cuerpo de carne para habitar en la Tierra, y eso
sería la Venida del Mesías.
18. Ahora, la Escritura en ese mismo capítulo 1 de San
Juan, verso 1 al 18, del cual les estoy citando, el verso 18

dice que a Dios nadie le vio jamás, sino que el Unigénito
hijo que está en el seno del Padre, él le declaró, o sea, le dio
a conocer.
19. Y ahora, el Mesías Príncipe, el Cristo, el Ángel del
Pacto, es el que le ha dado a conocer porque a través de ese

cuerpo angelical ungido con la presencia de Dios en Él, ha
estado Dios hablando Su Palabra Creadora y por consi-
guiente llevando a cabo el plan de Creación.
20. A través de Su Ángel, el Ángel del Pacto, es que Dios
se ha manifestado en el Antiguo Testamento, aun estando

en ese cuerpo angelical; pero un día está prometido que el
Señor vendría. ¿Y cómo vendría? Vamos a verlo aquí, en
Malaquías, capítulo 3, verso 1, dice:
“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el
camino delante de mí.”
21. Ese es el precursor de la Venida del Señor, de la Venida
del Mesías, de la Venida del Ángel del Pacto, el cual está

prometido que vendrá en carne humana, para revelar,
manifestar a Dios. A través de Él, Dios estará manifestado
en medio de la raza humana. Dice:
“Y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
22. Por lo tanto, la Venida del Señor, del Ángel del Pacto,
en la promesa correspondiente a este pasaje, es cumplida en
la Venida del Mesías. Eso será la Venida del Mesías: el
Señor en Su Ángel, el Ángel del Pacto, a través del cual
libertó al pueblo hebreo; y ese Ángel del Pacto tendrá
también Su cuerpo de carne; y por consiguiente eso será
Emanuel, Dios con nosotros, conforme a Isaías, capítulo 7,
verso 14.
23. La Venida del Mesías, por consiguiente, es la Venida de
Dios con Su Ángel, el Ángel del Pacto, o sea, Su cuerpo

angelical dentro de un cuerpo de carne, y cuando eso se
cumple el Mesías prometido para Israel estaría en la Tierra.
24. La Venida del Mesías tiene dos partes y por consiguien-
te dos obras importantes; para el cristianismo la Venida del

Mesías fue la aparición de Jesús de Nazaret descendiente
del rey David, descendiente del rey David por medio de
María y también por medio de José quien lo adoptó como
hijo.
25. Así es para el cristianismo, por eso en Su ministerio en
la Tierra muchas personas le llamaban Hijo de David; pero

Él vino para tomar nuestros pecados y morir en la Cruz del
Calvario como el Sacrificio de Expiación, como dice
también el libro del Profeta Daniel en el capítulo 9, versos
21 al 27, y también Isaías, capítulo 53, versos 10 al 15,
donde dice que Él pondrá Su vida en Expiación por el
pecado; y si tiene que poner Su vida en Expiación por el
pecado: tiene que morir, y para eso tiene que tomar los
pecados de Su pueblo para morir por Su pueblo.
26. Y ahora, para el cristianismo ya se cumplió la primera
parte de la Venida del Mesías; y gracias a Dios porque fue

rechazado por los judíos. ¿Y por qué podemos dar gracias
a Dios? Y ¿por qué el cristianismo puede dar gracias a
Dios? Porque eso dio lugar a que se efectuara el Sacrificio
de Expiación por los pecados del ser humano; y ahora
todos los seres humanos tienen un Sacrificio de Expiación

por sus pecados, efectuado en la Cruz del Calvario por
Jesucristo el Señor. Esa fue la bendición que trajo la muerte
de Cristo en la Cruz del Calvario.
27. Y ahora, para el judaísmo todavía la Venida del Mesías
está por acontecer; para el cristianismo eso será la Segunda

Venida del Mesías, la Segunda Venida de Dios con Su
cuerpo angelical dentro de un cuerpo visible.
28. Ahora, tenemos la promesa de que Él viene por Su
Iglesia, y eso es un misterio para el cristianismo. La

Escritura dice que vendrá como ladrón en la noche. La
humanidad, el mundo, el cosmos, está en tinieblas, está de
noche; toda esa etapa por la cual ha estado pasando la
humanidad corresponde al ciclo de la noche.
29. Luego el Reino Milenial del Mesías corresponde al
ciclo del día, donde toda la Tierra será llena del conoci-
miento de la gloria de Dios como las aguas cubren el mar.
Habacuc, capítulo 2, verso 14 e Isaías, capítulo 11, verso 9.
30. Y ahora, es muy importante ver al Señor, el Ángel del
Pacto manifestado; lo podemos ver a través de la historia

bíblica, podemos ver cómo fue manifestado en diferentes
ocasiones cuando fue visto por diferentes personas en un
cuerpo angelical, y luego también lo podemos ver en
cuerpos de carne manifestado temporalmente en diferentes
personajes bíblicos, como en Enoc, Noé, también Moisés,
también Josué, también los Jueces. Podemos ver cómo se
manifestaba en Sansón cuando el Espíritu de Dios se
manifestaba a través de él y venía a ser un hombre muy
fuerte. No era fuerza humana, era el poder divino manifes-
tado en un hombre, en el cual el Dios Eterno con Su cuerpo
angelical entraba y obraba a través de ese cuerpo de carne.
31. Vean ustedes aquí algo que nos podrá ayudar, en
Zacarías, capítulo 7, versos 11 al 12, para que podamos

entender la manifestación del Señor, o sea, de Dios, del
Ángel del Pacto. Dice:

“Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la
espalda, y taparon sus oídos para no oír (esto era cuando
Dios le hablaba a Su pueblo, ¿cómo? Dice);
y pusieron su corazón como diamante, para no oír la
ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por
su Espíritu, por medio de los profetas primeros.”
32. ¿Cómo Dios le hablaba a Su pueblo Israel? Por medio
de Su Espíritu, que es el Ángel del Pacto, el Ángel de Dios.

Un Ángel, o sea, es un espíritu, un cuerpo espiritual. Y este
Ángel del Pacto es un cuerpo angelical o espiritual en el
cual Dios estaba, está y estará eternamente, porque es el
cuerpo angelical de Dios, es el Espíritu de Dios; así como
también cada persona tiene su propio ángel, o sea, un
cuerpo angelical, un cuerpo espiritual de otra dimensión.
33. Y ahora, dice que Dios enviaba Su Palabra por medio
de Su Espíritu a través de los Profetas. Por cuanto no tenía

un velo de carne, un cuerpo de carne todavía, entonces
usaba velos de carne, cuerpos de carne llamados Profetas,
pero un día Él tendría un velo de carne en el cual estaría
Dios manifestado en toda Su plenitud; y eso sería la Venida
del Mesías, la Venida del Señor (o sea, de Dios) y el Ángel
del Pacto (el cuerpo angelical de Dios).
34. O sea, Dios con Su cuerpo angelical dentro de un
cuerpo de carne apareciéndole a Su pueblo, apareciendo en

medio de Su Familia, de Su Casa, porque la manifestación
de Dios es en medio de Su Casa, de Su Familia; y eso es el
Señor, el Ángel del Pacto manifestado.
35. Se manifestó temporalmente, parcialmente, en velos de
carne llamados Profetas, los cuales han tenido las dos

conciencias juntas, por eso podían ver en otras dimensio-
nes, y podían ver al Ángel del Pacto como Moisés vio al
Ángel del Pacto, al Ángel de Dios.
36. Pero el pueblo luego vio al Señor, el Ángel del Pacto
velado en Moisés y manifestado o revelado a través del

Profeta Moisés cumpliendo lo que Él prometió a Abraham,
cumpliendo la promesa de la liberación de la descendencia
de Abraham que estaba esclavizada en Egipto; y así se
produjo el Éxodo del pueblo hebreo, la salida del pueblo
hebreo de la esclavitud y del reino del faraón para ir a la
tierra prometida, la cual Dios le había prometido a Abra-
ham y a su descendencia.
37. Y por cuanto Dios es el dueño del planeta Tierra
completo, pues Él lo creó, Él puede darle un terreno

pequeño o grande, a quién Él desee. El único dueño del
planeta Tierra es Dios, por lo tanto, nadie tiene nada,
solamente Dios es el dueño; Dios lo creó, no solamente el
planeta Tierra sino todas las cosas, por medio del Verbo,
que es el Ángel del Pacto, el cuerpo angelical Suyo, lo creó
por medio de Él, ¿y para quién? Para Él.
38. El Ángel del Pacto es el heredero de toda la Creación,
para establecer el Reino de Dios en la Tierra. A través de la

manifestación de Dios por medio de Su Espíritu Santo, que
es el Ángel del Pacto, hemos visto a través de los Profetas
al Señor, el Ángel del Pacto, manifestado; después lo vimos
en Jesús en toda Su plenitud; luego lo vimos en San Pedro
y en medio de Su Iglesia desde el Día de Pentecostés en
adelante, porque tiene que estar en medio de Su Casa, que
es Su Iglesia.
39. La Iglesia del Antiguo Testamento es el pueblo hebreo,
y la Iglesia del Nuevo Testamento es la Iglesia del Señor

Jesucristo. Siempre la manifestación del Señor, el Ángel
del Pacto, es en Su Casa, en Su Familia, en Su Iglesia, allá
en el Antiguo Testamento, y luego en el Nuevo Testamento
en medio del cristianismo, Su Iglesia, bajo el nuevo Pacto.
40. Lo hemos visto también en San Pablo y en diferentes
Mensajeros que Él ha enviado a Su Iglesia. Lo vimos

manifestado en una forma muy grande en el Mensajero de
la séptima etapa de la Iglesia, que corresponde a la etapa

representada en la Iglesia de Laodicea de Asia Menor;
etapa que se cumplió en Norteamérica y que cubrió multi-
tud de naciones.
41. Lo vimos manifestado, lo vimos obrando a través de un
velo de carne llamado William Branham. Ese fue el hombre

más grande que Norteamérica tuvo desde que fue fundada
Norteamérica: un hombre con las dos conciencias juntas,
que podía ver a Dios, podía ver el Ángel de Dios, podía
hablar con Él y podía ser instrumento de Él. A través de Él,
Dios en Su Ángel se manifestaba en un cuerpo de carne
llamado William Branham; era Dios hablando por medio
de él, obrando por medio de él; era el Señor, el Ángel del
Pacto manifestado a través de un velo de carne, como lo
había hecho a través de San Pedro y a través de San Pablo
también. San Pablo decía: “No vivo ya yo, vive Cristo en
mí.” Era Cristo en San Pablo, era Dios a través de Su
cuerpo angelical manifestándose a través de San Pablo.
42. Y ahora, hemos visto al Señor, el Ángel del Pacto,
manifestado. Para este tiempo final tenemos la promesa que

Él volverá a manifestarse, para lo cual se estará velando en
carne humana; y a través de carne humana se revelará a Su
Iglesia y al pueblo hebreo.
43. Esto lo verá la Iglesia del Señor Jesucristo que está bajo
el Nuevo Pacto y lo verá también el pueblo hebreo, y para

ir más directo: los judíos, como comúnmente les llaman a
todos los hebreos, aunque principalmente se refiere al reino
del Sur encabezado por Judá; y las tribus del Norte son
conocidas como Israel, son las tribus llamadas Israel, las
cuales son llamadas las tribus perdidas de Israel, de las
cuales Jesucristo dijo que ha venido por las ovejas perdidas
de Israel, que son los descendientes de las diez tribus. Y el
mismo Jesucristo ordenó a Sus discípulos ir a las tribus
perdidas de Israel, a las ovejas perdidas de Israel.
44. Por esa causa encontramos que en Jeremías, capítulo

31, cuando habla del Nuevo Pacto que Dios hará con Su
pueblo, y habla de la casa de Israel y de la casa de Judá,
coloca a la casa de Israel primero y la casa de Judá después,
así como Jacob cuando fue a bendecir a José —para lo cual
bendijo a sus hijos— colocó a Efraín, que era el menor,
primero, y a Manasés después. Y ahora, aquí coloca a la
casa de Israel primero y a la casa de Judá en segundo lugar.
Dice capítulo 31, verso 31 en adelante [Jeremías]:
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales
haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de
Judá.”
45. Y ahora, la casa de Israel, por cuanto pecaron contra
Dios y Jeroboam hizo dos becerros de oro para que el

pueblo fuera a adorarlos y no fueran a Jerusalén a adorar a
Dios, eso fue ocasión de pecado y causa de ser borrados sus
nombres como tribu; y perdieron su herencia y su nombre
también. Así les sucedió a las diez tribus de Israel, del reino
del Norte y fueron esparcidas por el mundo.
46. Algunas personas piensan que se perdieron y no serán
restauradas. Si no pueden ser restauradas, entonces Dios no

es Salvador, no es Redentor.
47. Dios es el Redentor de Israel, y por consiguiente la
promesa es que los redimirá, y los colocará de nuevo en la

tierra prometida; y eso será el Éxodo del pueblo hebreo del
Día Postrero, como fue el Éxodo de Israel sacándolos de
Egipto y llevándolos a la tierra prometida.
48. Ahora, las tribus del Norte encontramos que han estado
esparcidas entre los gentiles, o sea, en medio del reino de

los gentiles, pero tienen que regresar los descendientes de
esas tribus para la restauración del Reino de Dios en la
Tierra, que será la restauración del Reino de David. Ahora,
sigue diciendo:
“No como el pacto que hice con sus padres el día que
tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque

ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para
ellos, dice Jehová.”
49. Y ahora será un Pacto diferente al que fue dado en el
Monte Sinaí, es un Nuevo Pacto. Y ahora vean aquí:

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel (o
sea, con la casa del reino del Norte, con las diez tribus)...
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo.
Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a
su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos,
y no me acordaré más de su pecado.”
50. Eso es lo que está dicho, y San Pablo hablándonos de
esto nos dice lo que será o lo que sería este Nuevo Pacto.
San Pablo en Hebreos, capítulo 8, nos dice de la siguiente
manera. Recuerden que tenemos que tener un cuadro claro
para poder ver a Dios como fue visto en otros tiempos.
Dice en el capítulo 8 de Hebreos, verso 7 en adelante:
“Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto (o
sea, el primer Pacto), ciertamente no se hubiera procurado
lugar para el segundo.
Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de
Judá un nuevo pacto;
No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la
tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de

Israel
Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
Y ellos me serán a mí por pueblo.”
51. Aquí podemos ver lo que es el Nuevo Pacto y cómo
Dios escribe en el corazón las Leyes divinas. Todo esto

ocurre en el cristianismo, el cual ha sido lleno de los
descendientes hebreos de las diez tribus de la casa de Israel
y también muchos de las tribus del Sur del reino de Judá.
52. El cristianismo o la Iglesia del Señor Jesucristo la
encontramos llena de los descendientes del reino del Norte,

el pueblo del cual Dios dijo a través del Profeta Oseas que
era Lo-ammi, o sea, “Este no es pueblo mío,” el que no era
pueblo; pero luego, vamos a ver lo que dice en el capítulo
1, verso 10 de Oseas, 10 al 11:
“Con todo, será el número de los hijos de Israel como
la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el
lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío,
les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.”
53. Y ahora, los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo
son hijos del Dios Viviente por medio del nuevo nacimien-
to bajo el Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo
Pacto, que es la Sangre de Jesucristo. Sigue diciendo:
“Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel (o sea,
que habrá un recogimiento en la tierra de Israel, por
consiguiente un Éxodo para el regreso de los hijos de Israel
y los hijos de Judá, o sea, de los dos reinos, y vean lo que
van a hacer), y nombrarán un solo jefe, y subirán de la
tierra; porque el día de Jezreel será grande.”
54. Y ahora, aquí está la promesa que se van a juntar la casa
de Judá y la casa de Israel, o sea, los dos reinos; y van a

nombrar un solo jefe para las dos casas, para los dos reinos,
y eso será el Hijo de David, el heredero del Reino de
David, el Mesías Príncipe, en el Día Postrero, que es el
milenio postrero o séptimo milenio de Adán hacia acá. Para
los judíos y para los gentiles la promesa de la Venida del
Mesías es la esperanza más grande que se tiene.
55. Y ahora, para los gentiles ya estamos viviendo en el
séptimo milenio conforme al calendario gregoriano, y ya el

cristianismo está dentro del séptimo milenio por ocho años;
y si se le añaden los años perdidos, porque el calendario
gregoriano tiene 365 días, y el calendario profético tiene
360, por lo tanto, en todo este lapso de tiempo hay unos 28
a 30 años que si se le añaden ya estamos por el año 2036 al
2039.
56. Para los judíos, por cuanto en la actualidad están en el
año 5768, pero tienen 200 años perdidos que si se le añaden

ya estarían en el año 5968, y por consiguiente faltarían 32
años para completar seis mil años y luego comenzar el
séptimo milenio. Y ellos saben que el séptimo milenio
corresponde al Reino del Mesías. Miren lo cerca que
estamos de la Venida y establecimiento del Reino del
Mesías.
57. Y ahora, para este tiempo final los judíos están esperan-
do la Venida de Elías conforme a Malaquías, capítulo 4; y

por consiguiente están a la expectativa, porque para esperar
un Profeta tienen que estar esperando ya un hombre que
tiene que haber nacido en la Tierra para poder traer un
mensaje que precurse la Venida del Mesías, y por consi-
guiente precurse la Venida del Reino de Dios en la Tierra,
que será la restauración del Reino de David y Trono de
David, en donde Israel vendrá a ser la nación cabeza de
todas las naciones.
58. Esto es de esa manera conforme a los escritos sagrados
que tenemos a nuestra disposición y que sabemos que

fueron hablados por el Señor, el Ángel del Pacto, cuando se

manifestó a través de diferentes hombres, diferentes
Profetas y apóstoles, a través de la historia de la familia
humana, tanto en medio del pueblo hebreo como en medio
del cristianismo.
59. El cristianismo es la Iglesia de Dios del Nuevo Testa-
mento e Israel con el judaísmo, con la Torá, es la Iglesia de

Dios del antiguo Pacto o Antiguo Testamento, por lo tanto,
Dios los ama y tiene grandes bendiciones, pensamientos de
paz, para el cristianismo y para el judaísmo, para los judíos,
para el reino del Sur y para el reino del Norte.
60. Por lo tanto, para este tiempo habrá una manifestación
grande de Dios a través de Su Ángel, el Ángel del Pacto en

Elías y luego en el Mesías; y eso es lo que está esperando
Israel: ver a Elías precursando la Venida del Mesías, y
luego ver al Mesías para recibir la bendición de la restaura-
ción del Reino de David, que será la restauración del Reino
de Dios en la Tierra.
61. Por lo tanto, oremos por Israel, por el Estado de Israel,
por todos los habitantes de Israel y por todos los judíos; y

ahora, señalando los pertenecientes del reino de Judá y los
pertenecientes del reino de Israel o reino del Norte. Y que
pronto el éxito completo de las diez tribus se haga una
realidad y regresen a su tierra, la tierra prometida, para la
restauración del Reino de David o Reino de Dios en la
Tierra.
62. Esa es la única esperanza de paz para Israel y para toda
la familia humana, porque el Mesías Príncipe es el Príncipe

de Paz para traer la paz a Israel y a todas las naciones.
Jerusalén será la Capital de ese Reino, y ese Reino será
mundial.
63. Desde Jerusalén saldrá la enseñanza para Israel y para
todas las naciones, la enseñanza de Dios en todos los

aspectos de la vida de la familia humana; y saldrá también
la paz para Israel y para todas las naciones. Así será el

Reino del Mesías prometido en las Sagradas Escrituras.
64. Por consiguiente, queremos ver al Señor, el Ángel del
Pacto, manifestado en este tiempo final como lo hizo en

otros tiempos, queremos verlo en el cumplimiento de la
Venida de Elías, de la Venida de los Dos Olivos, que son
los Ministerios de Moisés y Elías, y en la Venida del
Mesías, para recibir la bendición del Cielo, la bendición del
Reino de Dios. Y los creyentes en Cristo, nacidos de nuevo,
que estén vivos: ser transformados; y los muertos creyentes
en Cristo, nacidos de nuevo: ser resucitados en cuerpos
eternos para ir con Cristo a la Cena de las Bodas del
Cordero, al Cielo, a la Casa del Padre celestial.
65. “VIENDO AL SEÑOR, EL ÁNGEL DEL PACTO,
MANIFESTADO.”
66. ¿Cuántos esperan verlo en este tiempo final? Yo
también. Ahí estará la única esperanza para los cristianos,

para los judíos, para los musulmanes y para toda la familia
humana.
67. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a
Cristo como Salvador, puede hacerlo en estos momentos,

y yo estaré orando por usted para que Él le reciba en Su
Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo
pecado; así es en medio del cristianismo bajo el Nuevo
Pacto, por lo tanto, así hay que hacer en medio del cristia-
nismo bajo el Nuevo Pacto.
68. Vamos a dar unos minutos mientras vienen a los Pies de
Cristo las personas que todavía no lo han hecho y están

aquí presentes o están en otras naciones y están escuchando
en estos momentos la predicación del Evangelio del Reino
de Dios.
69. En las demás naciones pueden continuar viniendo a los
Pies de Cristo: niños de diez años en adelante, jóvenes,

adultos, ancianos, hombres y mujeres, todos los que han
escuchado la Palabra de Dios en esta ocasión.

70. Si has escuchado hoy Su Voz, no endurezcas tu
corazón, Él te está llamando para colocarte bajo el Nuevo

Pacto y cubrirte con Su Sangre, la Sangre del Nuevo Pacto
derramada en la Cruz del Calvario.
71. Los que se encuentran allá en Puerto Rico, en Venezue-
la, en República Dominicana, en Haití y en diferentes

naciones del Caribe, y también en Venezuela, en Colombia,
en Ecuador, en Perú, en Bolivia, en Uruguay, en Chile, en
Argentina, en todo el Brasil, en Norteamérica, en el África,
en Japón, en China y en todas las demás naciones, pueden
continuar viniendo a los Pies de Cristo para que Cristo les
reciba en Su Reino y les coloque dentro del Nuevo Pacto
con vida eterna.
72. Dios tiene mucho pueblo y los está llamando en este
tiempo final para colocarlos dentro del Nuevo Pacto. Es un

asunto de vida eterna recibir a Cristo como Salvador,
porque es un asunto de vida eterna entrar al Nuevo Pacto
para vivir eternamente en el Reino del Mesías.
73. Vamos a estar puestos en pie, mientras pueden conti-
nuar viniendo los que faltan por venir a los Pies de Cristo,
de los que están presentes y los que están en otras naciones
también. Vamos a pedirle a los que están en internet, que
nos avisen cuando en Venezuela se complete ya el grupo,
las personas que pasarían al frente, y también allá en Puerto
Rico, en la República Mexicana también, y en otras
naciones que sea posible informar cuando ya hayan pasado
al frente todos los que pasarían.
74. Ya vamos a orar por los que han venido a los Pies de
Cristo en esta ocasión presentes o los que están en otras

naciones también. Vamos a levantar nuestras manos al
Cielo para presentar ante Cristo todas las personas que han
venido a Sus Pies. Con nuestras manos levantadas al Cielo
repitan conmigo esta oración diciendo:

Evangelio y nació Tu Fe en mi corazón. Creo en Ti de
todo corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu
Nombre como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los
hombres, en que podemos ser salvos; creo en Tu muerte
en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación
por mis pecados y por los de todo ser humano.
76. Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador,
doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi

único y suficiente Salvador. Te ruego perdones mis
pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me
bautices con Espíritu Santo y Fuego, y sea producido en
mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino,
quiero nacer en y a la vida eterna.
77. Señor, Te ruego me bautices con Espíritu Santo y
Fuego luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nom-

bre. Señor, Te ruego salves mi alma. Me entrego a Ti en
alma, espíritu y cuerpo. Sálvame, Señor. Te lo ruego en
Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.

79. Cristo les ha recibido en Su Reino, por cuanto ustedes
escucharon la predicación de Su Evangelio y nació Su fe,

la fe de Cristo, en vuestra alma y lo recibieron como
vuestro Salvador.
80. Él dijo [San Marcos 16:15-16]: “Id por todo el mundo
y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y

fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado.” Tan simple como eso es el Programa de la
Salvación, de la redención.
81. Ustedes me dirán: “Escuché la predicación de Su

Evangelio y nació la fe de Cristo en mi alma y lo recibí
como mi Salvador, y quiero ser bautizado en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto posible.
¿Cuándo me pueden bautizar?”
82. Por cuanto ustedes han creído en Cristo recibiéndolo
como Salvador, bien pueden ser bautizados en agua en

estos momentos. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. El agua no

quita los pecados, el bautismo en agua es tipológico, es
simbólico; cuando la persona recibe a Cristo como Salva-
dor, muere al mundo; cuando el ministro lo sumerge en las
aguas bautismales, está siendo sepultado tipológicamente;
y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resuci-
tando a una nueva vida, a la vida eterna con Cristo en Su
Reino Eterno.
84. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con

nacimiento. Y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor
Jesucristo, el cual establecerá Su Reino en este planeta
Tierra.
85. Y ahora, pregunto al reverendo Josué Cunha si hay
agua: Hay agua, hay bautisterio, hay ropas bautismales

también. ¿Hay ministros que les bautizarán? También hay
ministros que les bautizarán, y personas que les ayudarán
también a llegar a los vestidores de ropa.
86. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados ustedes que
recibieron a Cristo y están aquí presentes y los que también

están en otras naciones y recibieron a Cristo. Y que Cristo
les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en
ustedes el nuevo nacimiento, y nos continuaremos viendo

por toda la eternidad en el glorioso Reino Eterno de
87. Dejo al reverendo Josué Cunha con ustedes.
“VIENDO AL SEÑOR, EL ÁNGEL DEL PACTO,

MANIFESTADO.”
LA GRAN SEÑAL
DE SALVACIÓN
Parte 1
LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN
PARTE I

Viernes, 18 de enero de 2008
Goiania-GO, Brasil

M presentes y a los que están a través del satélite Ama-
zonas y también los que están a través de internet en
diferentes naciones.
2. Un saludo muy especial de todo corazón para el
reverendo, doctor Miguel Bermúdez Marín, y todos los que
están allá en Venezuela, en La Trilla, San Felipe, Yaracuy,
Venezuela, en esta vigilia que están teniendo en esta noche.
Y también para el grupo de trabajo en Encarnación,
Paraguay, que están reunidos con el doctor William Paras
y los demás pastores y hermanos que están allí reunidos:
reciban también un especial saludo de mi parte y de parte
de los que están aquí presentes en esta noche.
3. Para esta noche, para esta ocasión, tenemos una lectura
bíblica en Isaías, capítulo 7, verso 14. Vamos a comenzar
en el verso 13, dice:
“Dijo entonces Isaías: Oíd ahora, casa de David. ¿Os
es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo
seáis a mi Dios?
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que
la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su
nombre Emanuel.
Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo

malo y escoger lo bueno.
Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y
escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes
será abandonada.”
permita entenderla.
5. “LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN.” Ese es
nuestro tema para esta ocasión.
6. En este pasaje bíblico que hemos tenido, Dios dice que
dará una señal, Dios mismo dará una señal; y será una
virgen que concebirá y dará a luz un hijo, y llamará Su
nombre Emanuel, que traducido es: “Dios con nosotros.”
Ese es el significado de Emanuel: “Dios con nosotros.”
7. Eso sería Dios con Su pueblo, en un hombre manifesta-
do, el cual nacería a través de una virgen, crecería y vendría
a ser un joven a través del cual se cumpliría el misterio del
Mesías descendiente del rey David. Esa sería la simiente de
la mujer de la cual habló Dios en Génesis, capítulo 3, verso
15, Ése sería el que heriría a la serpiente en la cabeza.
8. Y ahora, eso significa el que heriría al diablo en la
cabeza; pero el diablo, por medio de su descendencia,
heriría a esa simiente de la mujer en el calcañar, o sea, en
los talones de ese que nacería a través de la virgen.
9. Y ahora, encontramos que esa sería la señal grande que
Dios daría para el tiempo en que se cumpliría esa profecía,
eso sería Dios visitando a Su pueblo a través de un hombre,
a través de un velo de carne, el cual sería ungido con el
Espíritu de Dios; o en palabras más claras, el Ángel del
Pacto estaría dentro de ese velo de carne, y Dios dentro del
Ángel que es el cuerpo angelical de Dios.
10. En palabras más claras, tendríamos a Dios en medio del
pueblo hebreo en Su manifestación trina, tendríamos la

trinidad de Dios en medio del pueblo hebreo a la vista de
LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN 175
todos los seres humanos que estarían viviendo en aquel

tiempo y lo verían en medio de Su pueblo. Esa sería la
señal grande de salvación para Israel y para toda la familia
humana.
11. Siempre la señal de Dios para Israel y para la raza
humana es un Profeta, por eso el Mesías Príncipe sería un

Profeta que aparecería en la Tierra; y la Venida del Mesías
tendría dos partes. Por lo tanto, la promesa es que la señal
más grande, la señal grande de salvación, será vista dos
veces; para el cristianismo tiene dos partes: la Primera
Venida del Mesías y la Segunda Venida del Mesías. La
Primera Venida como Cordero para quitar el pecado del
mundo, y la segunda como Rey de reyes y Señor de señores
en Su reclamo para resucitar a los muertos creyentes en Él,
que han partido, y para transformar a los vivos creyentes en
Él, nacidos de nuevo, y luego llevarlos con Él a la Cena de
las Bodas del Cordero, a la Casa del Padre celestial.
12. Por lo tanto, para el cristianismo, la gran señal de
salvación será vista dos veces, la primera fue vista en el

Este, la tierra de Israel, y la segunda será vista en la Tierra.
Y el cristianismo se pregunta: “¿Será en el Este de nuevo
o será en el Oeste?” Es una buena pregunta, porque todos
están esperando la Venida del Mesías en este tiempo final,
tanto los hebreos como los cristianos.
13. Y ahora, siendo que la gran señal de salvación es un
Profeta en el cual Dios estará, la primera parte fue cumpli-

da dos mil años atrás conforme a la enseñanza del cristia-
nismo, aunque el judaísmo no lo ha aceptado en esa forma.
14. Y ahora, para este tiempo final está la promesa de una
gran señal de salvación, o sea, de redención; dos mil años

atrás se estaba esperando esa señal.
15. Jesús era un judío practicante, el cual hablando con la
mujer samaritana allá en el pozo de Jacob, en San Juan,

capítulo 4, defendió la posición judía, porque era cierto lo
que ellos creían. En el capítulo 4, verso 21 en adelante, un

poco antes, dice la mujer a Jesús, verso 19 en adelante:
“Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres
profeta.
Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros
decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando
ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.”
16. Y ahora, aquí Jesús está anunciando que viene un
tiempo en donde no es necesario ir al Monte de Efraín, allá

donde adoraban a Dios los antepasados de la mujer samari-
tana, o sea, en Samaria, y tampoco sería necesario ir a
Jerusalén para adorar a Dios. Dice:
“Vosotros adoráis lo que no sabéis.”
17. Hay personas que adoran a Dios, pero no saben adorar
a Dios. La sinceridad no es suficiente; y lo muestra el caso

de Caín y Abel. Caín adoraba, pero no sabía cómo adorar
y no sabía cómo acercarse a Dios. Abel sí sabía y se acercó
a Dios correctamente por medio de un sacrificio que
ofreció a Dios.
18. No vale la sinceridad de la persona para acercarse a
Dios y adorar a Dios si no tiene el Sacrificio de Expiación

por sus pecados.
19. Y ahora, siendo que el templo fue destruido, ¿cómo
puede el ser humano acercarse a Dios con un Sacrificio de

Expiación? Por medio del Sacrificio que Cristo realizó en
la Cruz del Calvario. Ese es el Sacrificio de Expiación por
los pecados del ser humano, conforme al cristianismo,
conforme al Evangelio de Cristo y conforme a las profecías
de Daniel, capítulo 9, versos 21 en adelante, y también
Isaías, capítulo 53, versos 10 al 12. En ambos libros se dice
que el Mesías moriría, dice que después de las sesenta y
dos semanas (62) que transcurrirían luego de siete (7)
semanas anteriores, las cuales son semanas de años y las
cuales representan cuatrocientos (483) años, luego de eso

la vida al Mesías le sería quitada, o sea, que sería en la
semana número setenta (70).
20. Luego en Isaías, capítulo 53, versos 10 al 12 nos habla
en ese pasaje o capítulo Mesiánico, verso 10, dice:

“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole
a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación
por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la
voluntad de Jehová será en su mano prosperada.”
21. Eso nos habla del Mesías Príncipe que pondrá Su vida
en Expiación por el pecado, lo cual fue tipificado en el

macho cabrío de la expiación que se ofrecía el día diez del
mes séptimo de cada año en medio del pueblo hebreo, el
día diez del mes séptimo de cada año; eso es conforme a
Levítico, capítulo 23, versos 26 al 29. Y todo eso para el
establecimiento de un Nuevo Pacto, del cual le habló Dios
por medio del Profeta Jeremías, en el capítulo 31, versos 31
al 36.
22. Por eso Jesús en la noche de la víspera de la Pascua
tomando el pan (partió y dio a Sus discípulos) dijo:

“Tomad, comed de ello todos, porque este es mi cuerpo que
por vosotros es partido.” Y tomando la copa y dando
gracias, dio a Sus discípulos diciendo: “Tomad de ella
todos (o sea, bebed de ella todos), porque esta es mi Sangre
del Nuevo Pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados.” (San Mateo, capítulo 26, versos
26 al 29).
23. Y ahora, aquí Jesús está hablando de un Nuevo Pacto,
y es el mismo Nuevo Pacto que habló Dios por medio del

Profeta Jeremías en el capítulo 31, versos 31 al 36.
24. Y ahora, podemos ver que Jesús sabía que en el Progra-
ma Divino un Nuevo Pacto sería establecido, y que Él sería

colocado por Pacto para el pueblo de Dios.
25. También Jesús en una ocasión dijo que no había venido
sino para las ovejas perdidas de la casa de Israel. Esa es una

buena noticia para la casa de Israel o reino del Norte.
Porque Dios en Su Programa, siendo Salvador o Redentor,
salvaría a los descendientes de las tribus del Norte confor-
me al Programa Divino.
26. Por eso Él podía decir que no había venido sino a las
ovejas perdidas de la casa de Israel; y cuando envió a Sus

discípulos a predicar, también les dijo que fueran a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.
27. Por lo tanto, la casa de Israel, que son las diez tribus
perdidas del reino del Norte, tendrían la bendición de un

Sacrificio de Expiación por sus pecados para poder ser
restauradas al Reino de Dios. Por eso Jesús hablando a la
mujer samaritana en la Escritura que estábamos leyendo
hace algunos minutos, en el capítulo 4 donde nos detuvi-
mos, ahí en el verso 22:
“Vosotros adoráis lo que no sabéis.”
28. Para algunas personas, escuchar que una persona le dice
a otra: “Usted adora lo que no sabe...” Hay muchas diferen-

cias en la adoración a Dios, así fue en los días de Jesús; y
Él le dice a la mujer samaritana, que estaba representando
a los samaritanos… porque no le dice: “Tú adoras.” Él
dice: “Vosotros adoráis lo que no sabéis.” O sea, “vosotros:
los samaritanos, están adorando lo que ustedes no saben.”
Y ahora dice:
“Nosotros adoramos lo que sabemos.”
29. Ahora, Jesús pone en alto la religión o forma de
adoración de los judíos, que se llevaba a cabo en Jerusalén,

donde estaba el templo; por lo cual el pueblo hebreo debe
estar orgulloso de Jesús, que puso en alto la adoración a
Dios como la adoración correcta al Creador de los Cielos
y de la Tierra.
30. Y ahora vean lo que a continuación dice Jesús. Él le
acaba de decir: “Nosotros,” y se incluye Él.

“Nosotros adoramos lo que sabemos; porque la

salvación viene de los judíos.”
31. No hay otra forma de salvación para la familia humana,
la salvación viene de los judíos, y la paz –por consiguiente–

viene también de los judíos, a través del Mesías Príncipe
que vendría a la Tierra y moriría como Expiación por el
pecado del ser humano para la reconciliación del ser
humano con Dios, para tener paz con Dios por medio del
Mesías Príncipe, a través del Sacrificio Expiatorio del
Mesías Príncipe que estaba prometido. Así es para el
cristianismo conforme al Nuevo Testamento o el Evangelio
de Cristo y las cartas apostólicas. Todo esto basado en el
Antiguo Testamento, o sea, el antiguo Pacto, que está en la
Torá y del cual hablan los Profetas y también los Salmos,
y del cual habló también Juan el Bautista y Jesús.
32. Y ahora, “la salvación viene de los judíos.” ¿Y cómo
vendría la salvación de los judíos? Vendría personificada

en el Mesías. Por eso cuando Jesús llegó a la casa de
Zaqueo, por cuanto Jesús le dijo a Zaqueo: “Es necesario
que hoy yo pose en tu casa…” Y Zaqueo era un hombre
pecador, jefe de los publicanos, y tenía mala fama. Pero
Jesús fue a su casa aunque lo criticaban y decían: “Va a
posar en la casa de un hombre pecador.” [San Lucas 19:2-
10].
33. Y ahora, Jesús al llegar a la casa, dice a Zaqueo: “Hoy
ha venido la salvación a esta casa.” ¿Y cómo estaba

llegando la salvación a esa casa? En carne humana, pues el
nombre de Jesús o Yeshúa significa: “Salvador, Redentor.”
El nombre Salvador o Redentor estaba en un hombre que
estaba llegando allí, y dijo: “Hoy ha llegado la salvación a
esta casa.” Había llegado la salvación personificada en
carne humana en Jesús.
34. Vean ustedes también, lo que dijo Simeón cuando fue
presentado Jesús a los ocho días de nacido para ser circun-

cidado. Vean aquí este pasaje, dice en San Lucas, capítulo

2, verso 25 en adelante:
“Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado
Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él
(y eso es importante, y la consolación sería la Venida del
Mesías).
Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no
vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.”
35. ¡Qué hermosa promesa! Que el mismo Espíritu Santo
que hizo la promesa a Simeón nos haga esa promesa a

todos nosotros: Que no veamos muerte hasta que hayamos
visto al ungido del Señor, o sea, hasta que hayamos visto la
Venida del Señor para el tiempo final. Esa ha sido la
esperanza de todos los cristianos y esa es la consolación
para todos los cristianos: dos mil años de espera por la
Venida del Mesías.
36. Y ahora, continuamos leyendo:
“Y movido por el Espíritu, vino al templo (verso 27). Y

cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo,
para hacer por él conforme al rito de la ley,
él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra;
Porque han visto mis ojos tu salvación.”
37. ¿Y qué estaba viendo él? A un niño de ocho días que
había sido llevado para ser presentado al Señor, ser circun-

cidado conforme a la ley de Dios dada por Moisés. Y sigue
diciendo:
“La cual has preparado en presencia de todos los
pueblos;
Luz para revelación a los gentiles,
Y gloria de tu pueblo Israel.”
38. “Luz para ser revelada a los gentiles.” O sea, la salva-
ción de Israel personificada en el niño Jesús, sería revelada

a los gentiles bajo la predicación del Evangelio de Cristo,
que sería proclamado más adelante, luego del Sacrificio del
Mesías en favor de la familia humana.
39. Eso es lo que se ha estado anunciando o proclamando
entre los gentiles por dos mil años: la salvación de Israel

como luz para todos los gentiles, y por consiguiente para
salvación de todo ser humano, “porque la salvación viene
de los judíos,” y por consiguiente el Salvador tenía que ser
de la tribu de Judá, descendiente del rey David.
40. La salvación estaría personificada en carne humana en
el niño que nacería de una virgen y el cual sería la simiente

de la mujer, de la cual fue hablado en Génesis, capítulo 3,
verso 15; y en Isaías, capítulo 7, verso 14.
41. Esa fue la gran señal de salvación para aquel tiempo, la
más grande señal: la virgen concibiendo y luego dando a

luz un niño, al cual le fue ordenado a ella y a José que le
pusieran por nombre Jesús; y ese niño sería llamado
Emanuel, sería llamado Dios con nosotros; era Dios
visitando Su pueblo en un velo de carne llamado Jesús,
Dios con nosotros, Emanuel.
42. Por eso Jesús decía: “El Padre que mora en mí, Él hace
las obras.” Cuando resucitó al hijo de la viuda de la ciudad

o aldea de Naín, todos decían con gran temor: “Dios ha
visitado a Su pueblo, porque un gran Profeta se ha levanta-
do entre nosotros,” porque un gran Profeta fue levantado
por Dios en medio del pueblo hebreo. [San Lucas 7:11-17].
Así es siempre la Visitación de Dios.
43. Por ejemplo, tenemos el caso en que Jesús fue rechaza-
do en Jerusalén, y Jesús lloró sobre Jerusalén diciendo: “¡Si

tan sólo en este tu día conocieras lo que es para tu paz! Mas
ahora está encubierto de tus ojos, porque vendrán días en
que te estrecharán y te derribarán a tierra...” Vamos a leerlo
tal y como está aquí para que lo tengan claro, en San Lucas,
capítulo 19, versos 41 en adelante:

“Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró
sobre ella...”
44. Ahí está mostrando el amor que tenía a Jerusalén, a la
ciudad del gran Rey, a la ciudad de Dios, a la ciudad donde

el Mesías Príncipe se sentará sobre el Trono de David:
“…diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos
en este tu día, lo que es para tu paz!”
45. Recuerden que lo que es para la paz de Israel es el
Mesías en Su venida estableciendo Su Reino, que será la

restauración del Reino de David.
“Mas ahora está encubierto de tus ojos.
Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te
rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te
estrecharán,
y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no
dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste
el tiempo de tu visitación.”
46. La Visitación de Dios para Israel, la Visitación de Dios
para Jerusalén, estaba allí en un velo de carne llamado

Jesús, porque la señal más grande de Dios para Su pueblo
es un Profeta, en el cual está Dios velado y revelado a Su
pueblo.
47. Y ahora, podemos ver que cuando se rechaza la visita
de Dios en carne humana en un hombre, automáticamente

se está rechazando todas las bendiciones que Dios tiene
para manifestar a través de ese hombre.
48. Aquí rechazaron a Jesús y por consiguiente rechazaron
el Reino que ellos estaban esperando que fuera restaurado,

y eso sería el Reino de Dios, lo cual es la restauración del
Reino de David; porque el Reino de Dios en la Tierra es el
Reino de David, y el Trono de Dios en la Tierra es el Trono
de David. Eso está en Primera de Crónicas, capítulo 28,
versos 4 en adelante; y Crónicas, capítulo 29, versos 21 en
adelante.
49. Y ahora, podemos ver que al rechazar las bendiciones
de Dios, que vienen en el Mensajero en el cual Dios está

visitando Su pueblo en cada tiempo, las personas pierden
las bendiciones de parte de Dios para ese tiempo, y más
cuando es una visitación mayor, una señal mayor: la señal
del Mesías en medio de Su pueblo, lo cual es Dios en carne
humana velado y revelado en medio de Su pueblo.
50. Y ahora, para este tiempo final miramos la historia del
cristianismo y también del judaísmo y del pueblo hebreo,

y podemos ver todas las cosas que han sucedido; hemos
visto lo mucho que ha sufrido el pueblo hebreo: no tiene
templo, y por consiguiente no tiene sacrificio por el
pecado; y el único Sacrificio aceptable delante de Dios (que
existe) es el Sacrificio del Mesías, de Cristo en la Cruz del
Calvario, el Sacrificio de Expiación por el pecado.
51. Así es para el cristianismo, aunque el judaísmo no lo
comprende así; pero comprende que si no hay un sacrificio

de expiación por el pecado, cada pueblo y cada individuo
está bajo el juicio divino; y eso es lo que ha estado pasando
con el pueblo hebreo, pero la promesa es que habrá una
reconciliación del pueblo hebreo con Dios; y en esta
reconciliación las tribus perdidas de Israel han estado
siendo reconciliadas, pero no como tribus, sino como
individuos que luego vendrán a formar las tribus del reino
del Norte.
52. Y para el Día Postrero también aparecerán millones de
personas pertenecientes a las tribus perdidas de Israel, los

cuales serán identificados conforme a la promesa divina, y
por consiguiente tienen que ser identificadas, como dice la
Escritura que van a ser identificadas por Dios, porque Él es
el Redentor, el Salvador, que dijo que buscaría a las ovejas
perdidas de Israel.
53. Y ahora, estamos viviendo en un tiempo muy importan-
te en el Programa Divino. Este año se espera que se logre

la paz. Y como dicen acá en Brasil: “Eso será sí o sí.” Así
ha sido hablado por algunos políticos importantes, y
también la humanidad está en expectativa porque para
muchas personas y líderes religiosos, este es el año del
Arcángel Miguel. Y en Daniel, capítulo 12, dice: “En ese
tiempo se levantará Miguel, el gran Príncipe que está por
los hijos de Israel.” Vamos a ver lo que... ¿Eso está dónde?
¿En el capítulo 12 de qué libro? De Daniel. ¿Y en qué otro
libro? En el capítulo 12 del Apocalipsis. Así que, la
humanidad está en expectativa y sobre todo el mundo
religioso.
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe
que está de parte de los hijos de tu pueblo.”
54. Esa es una buena noticia, pero también miren lo que a
continuación dice:
“Y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que
hubo gente hasta entonces.”
55. O sea, que será un tiempo de grandes dificultades para
la familia humana, incluyendo a Israel, incluyendo al

pueblo hebreo, y quizás puedan decir: “¿Más persecuciones
y problemas todavía para Israel?” Bueno, aquí lo dice; y si
aquí lo dice, así va a ser; pero aquí viene la bendición
también:
“Pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos
los que se hallen escritos en el libro (o sea, todos lo que se
hallen escritos en el Libro de la Vida).”
56. Para ese tiempo serán libertados ciento cuarenta y
cuatro mil hebreos escritos en el Libro de la Vida, doce mil

de cada tribu, y por consiguiente aparecerán las tribus
perdidas de Israel, además de los que ya están en el cristia-
nismo a través de las diferentes etapas del cristianismo.
57. Esos ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de
cada tribu, no pertenecen a la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ellos son de las tribus perdidas de Israel y también de las

tribus del Sur, de la tribu de Judá, de la tribu de Benjamín
y también de la tribu de Leví que se unió a la tribu de Judá;
porque ellos tenían el sacerdocio, el cual se desarrollaba en
Jerusalén, se realizaba, se desempeñaba en Jerusalén.
58. Y ahora, nos ha tocado a nosotros vivir en el tiempo
más importante de la historia de la raza humana, y por

consiguiente nuestro anhelo es ver la gran señal de salva-
ción prometida para este tiempo final, la cual está prometi-
da que será la Venida del Señor.
59. El pueblo hebreo espera ver esa señal, porque el pueblo
hebreo da testimonio que la paz para Israel, la paz perma-

nente, no vendrá sino por medio del Mesías Príncipe; y por
consiguiente no hay esperanza para Israel, de paz, excepto
en la Venida del Mesías Príncipe, en la venida de la gran
señal de salvación; esa será la señal de salvación para Israel
y para todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las
naciones: el Ángel del Pacto, el Señor. [Hageo 2:7].
60. Y ahora, podemos ver que la gran señal de salvación
para Israel y para todas las naciones está siendo esperada:

están esperando un hombre en el cual Dios estará velado y
revelado en toda Su plenitud.
61. El cristianismo ha enseñado que será el mismo Jesús
que retornará. El judaísmo enseña que será un hombre que

aparecerá en la Tierra en el tiempo correspondiente para el
cumplimiento de esas profecías; por lo tanto, están esperan-
do un hombre, y también están esperando a Elías, el cual
vendrá proclamando la paz imperecedera y preparándole el
camino al Señor, el cual presentará al Mesías en Su Venida,
y eso será un ministerio grande que será manifestado en la
Tierra en carne humana, en un hombre del tiempo final. Así
lo esperan los hebreos.
62. En medio del cristianismo encontramos libros de
teología que también hablan que Elías tiene que venir

primero, pues está prometido que vendrá antes que venga

“el día grande y terrible del Señor,” o sea, antes que venga
el tiempo de y para la gran tribulación.
63. Y ahora, estamos viviendo en el tiempo en que grandes
políticos dicen que este año 2008 es el año para la paz, sí o

sí. Por lo tanto, hay que trabajar por ella, no es solamente
decirlo, sino trabajar para que venga.
64. AMISRAEL con sus Agentes de la Paz ya lleva años
trabajando con esa meta; por lo tanto, esperamos que

millones de seres humanos y miles de naciones se unan al
proyecto de AMISRAEL por la paz de la familia humana,
comprendiendo cuál es el punto clave del planeta Tierra
para el establecimiento o venida de la paz para la familia
humana.
65. El punto de convergencia es Jerusalén, es la ciudad
amada por los judíos, por los musulmanes y por los cristia-
nos, es la ciudad más importante del planeta Tierra, es la
única ciudad del planeta Tierra de la cual Dios, a través de
los Profetas y del mismo Jesús, ha dicho que es la ciudad
de Dios, es la ciudad del Rey, es la ciudad del Trono de
Dios en la Tierra, y por consiguiente es la ciudad eterna, la
única ciudad eterna por Decreto Divino para el estableci-
miento del Trono de Dios en la Tierra, que será el Trono de
David que será restaurado en el Reino de David, que será
restaurado para el pueblo hebreo y para todas las naciones;
porque será un Reino universal que traerá la paz a Jerusa-
lén, a todo Israel, a todo el Medio Oriente y a todas las
naciones.
66. Porque la salvación viene de Israel, viene de los judíos,
y por consiguiente de la Ciudad de la Paz, que es Jerusalén.

67. “LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN.”
68. Por lo tanto, tiene que aparecer en la Tierra la gran
señal de salvación, que será la Venida del Mesías en el

tiempo final; y le antecede la aparición y Ministerio de
Elías precursando la Venida del Mesías a los hebreos,

preparando al pueblo para ese gran evento.
69. Él conocerá lo que tiene que hablar; y los hebreos, los
judíos, lo reconocerán, pues lo están esperando; pero ellos

no le van a decir a los demás y a las demás naciones: “Va
a estar haciendo tal y tal cosa,” porque se levantarían
muchos imitadores para tratar de engañar a los judíos, pero
ellos saben lo que Elías estará haciendo, y lo reconocerán.
70. Por lo tanto, cuando lo veamos, Elías siendo reconocido
por los judíos, entonces diremos: “Estamos viendo una gran

señal,” y por consiguiente veremos la gran señal de
salvación: la Venida del Mesías, en el tiempo en que
estemos viendo la aparición de Elías en su ministerio en el
Día Postrero con los judíos. O sea, que los judíos reconoz-
can y digan: “Ese es Elías,” y por consiguiente luego verán
la gran señal de salvación: al Mesías viniendo en el Día
Postrero.
71. “LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN.”
72. Todos los que no han recibido a Cristo todavía como
Salvador, tienen que darse prisa porque de un momento a

otro aparecerá Elías para los judíos, y ellos van a decir:
“Este es nuestro, ese no es para ustedes los cristianos.”
Ellos son así. Es como nuestros niños: cuando ven algo y
lo toman, aunque no sea de ellos, piensan que es de ellos,
eso es en los niños pequeños, los más grandecitos pues
comprenden que lo que tiene dueño no le pertenece a ellos,
sino al dueño.
73. Ahora, ¿qué pueden hacer las personas que todavía no
han recibido a Cristo? Recibirlo lo más pronto posible,

antes que Israel pueda decir: “Ha aparecido Elías precur-
sando para los judíos la Venida del Mesías.” Y cuando eso
suceda se formará un despertamiento grande entre los
judíos que estremecerá el mundo entero, estremecerá al
cristianismo.
74. Por lo tanto, todos los que todavía no han recibido a

Cristo, pueden hacerlo lo más pronto posible; para lo cual,
en estos momentos pueden venir al frente los que están
aquí presentes y los que están también en otras naciones,
pueden pasar al frente en donde ustedes se encuentran, y yo
estaré orando por ustedes para que Cristo les reciba en Su
Reino y les dé la salvación y vida eterna.
75. Lo más importante para el ser humano es la vida eterna,
no hay otra cosa más importante. Cuando pensamos que

algo es importante en esta Tierra, tenemos que recordar las
palabras de Jesús que dijo:
“Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo
el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el
hombre por su alma?
Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su
Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno
conforme a sus obras.” (San Mateo, capítulo 16, versos 26
al 28; y San Marcos, capítulo 8, verso 36 al 38; también en
San Lucas, en el capítulo 9).
76. Y ahora, la decisión más grande que un ser humano
hace en su vida, y que lo coloca en la vida eterna, y por

consiguiente en el Reino de Dios, es recibir a Cristo como
su único y suficiente Salvador. No hay otra cosa más
grande, no hay otra decisión más grande que el ser humano
pueda hacer en su vida.
77. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo los que
faltan por venir, para que queden incluidos en esta oración

que estaré haciendo por ustedes. En las demás naciones
también pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo.
78. Ustedes que están allí en Puerto Rico, los que están
también en Venezuela, los que están también allá en el

Ecuador, en el Perú, en Bolivia, en Paraguay, en Chile, en
Argentina, y también los que están en diferentes lugares o
ciudades y diferentes auditorios en el Brasil, también los
que están en el Uruguay y los que están también en Norte-

américa, y los que están también en diferentes países del
Caribe, y los que se encuentran en la República Mexicana,
y los que se encuentran en Guatemala, en El Salvador, en
Nicaragua, en Honduras, en Costa Rica, en Panamá, y
también los que se encuentran en el África y demás nacio-
nes, pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo, para
que Cristo les reciba en Su Reino.
79. Voy a pedirle que nos indiquen cuando en Venezuela
estén listos para orar por las personas que han venido a los
Pies de Cristo, allá en Venezuela y también en las demás
naciones, si nos pueden avisar a través de internet.
80. Allá estamos viendo a Venezuela reunidos allá en San
Felipe, Yaracuy, Venezuela. Ellos están allá en una noche

de vigilia, terminarán quizás a eso de las 3:00 de la maña-
na, probablemente. Los viernes es un buen día o una buena
noche para vigilias, porque al otro día es sábado y ya, pues,
no tienen que madrugar tanto la mayor parte de las perso-
nas.
81. Todavía continúan pasando personas al frente para
recibir a Cristo; por lo tanto, estamos dando unos minutos

más, Dios tiene mucho pueblo, muchos hijos en la Repúbli-
ca de Venezuela, y los está llamando; y también en todas
las naciones latinoamericanas y también en Norteamérica,
en África, en China también, en Japón también, y también
en todas las naciones; también en Israel tiene muchos hijos.
Allá comenzó el cristianismo; por lo tanto, es el pueblo
hebreo el que le ha dado el cristianismo a los gentiles, le ha
dado esa bendición tan grande para salvación de los
gentiles.
82. Si todavía falta alguno por venir a los Pies de Cristo,
allá en Venezuela o en algún otro país, puede venir a los

Pies de Cristo, pasar al frente, y también los que están aquí
presentes en esta noche.
83. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas
que han venido a los Pies de Cristo.
84. De un momento a otro entrará al Reino de Cristo, al
Reino de Dios, hasta el último escogido, hasta la última

persona escrita en el Cielo, en el Libro de la Vida del
Cordero; “porque no es la voluntad de nuestro Padre
celestial que se pierda uno de estos pequeñitos escritos en
el Cielo,” en el Libro de la Vida.
85. Ya estamos listos, vamos a levantar nuestras manos al
Cielo todos los que están presentes y los que están en otras
naciones, para orar por las personas que han venido a los
Pies de Cristo. Con nuestros ojos cerrados (los que han
venido a los Pies de Cristo) repitan esta oración que estaré
haciendo por ustedes:

todo corazón, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario
como el único Sacrificio de Expiación por mis pecados y
por los de todo ser humano. Creo en Tu Nombre como el
único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que
podemos ser salvos. Creo en Tu Primera Venida y espero
Tu Segunda Venida.
87. Señor, reconozco que soy pecador y necesito un
Salvador, doy testimonio público de mi fe en Ti y me

rindo a Ti, me entrego a Ti, recibiéndote como mi único
y suficiente Salvador. Te ruego me salves. Salva mi alma,
Te lo ruego. Perdona mis pecados, y con Tu Sangre
límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo
y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu
Nombre, y sea así producido en mí el nuevo nacimiento.
Me rindo a Ti en alma, espíritu y cuerpo. Sálvame, Señor.
88. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo, todos

decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.
89. Cristo les ha recibido en Su Reino y ha perdonado

Evangelio de Cristo y nació la fe de Cristo en vuestra alma.
Él dijo [San Marcos 16:15-16]:
criatura.
90. Tan simple como eso. Es un asunto de escuchar la
predicación del Evangelio de Cristo y creer o no creer:

creer para recibir vida eterna, o no creer para ser condena-
do. La bendición viene de parte de Dios para todo ser
humano, pero la decisión corresponde a la persona: si cree,
recibirá la salvación y vida eterna; y si no cree, será
condenado, pierde el derecho y oportunidad de vivir
eternamente con Jesucristo en Su Reino. Tan simple como
eso.
91. Él dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.”
El bautismo en agua es simbólico, tipológico, pero fue

ordenado por Cristo, es un mandamiento de Cristo. En el
bautismo en agua la persona se identifica con Cristo en Su
muerte, sepultura y resurrección.
92. Cuando la persona escucha la predicación del Evangelio
de Cristo, y nace la fe de Cristo en su alma, cree y lo recibe

como Salvador: muere al mundo; y cuando el ministro lo
sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente es
sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, es
resucitado a una nueva vida, a la vida eterna con Cristo en
Su Reino Eterno.
93. Por lo tanto, la pregunta que hay en vuestra alma:
“¿Cuándo me pueden bautizar?” Les es contestada: Bien

pueden ser bautizados en estos momentos en agua, en el
Nombre del Señor Jesucristo. Y que Jesucristo les bautice
con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo
eternidad en el glorioso Reino de Jesucristo nuestro
Salvador.
94. Pregunto al ministro, doctor Salomón Cunha, si hay
agua: Hay agua, hay bautisterio, hay ropas bautismales, y

ministros que les bautizarán, y personas que les ayudarán
a llegar a los vestidores de ropa y luego a los bautisterios;
por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua, en el
Nombre del Señor Jesucristo, como siempre fue hecho por
los Apóstoles y por todos los ministros y todos los que han
recibido a Cristo como Salvador. Y que Dios los bendiga
grandemente y nos continuaremos viendo por toda la
eternidad.
95. Pasen todos muy buenas noches. Dejo con ustedes al
doctor Salomón Cunha para que les indique hacia dónde

dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser bautiza-
dos en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y en cada
país dejo al ministro correspondiente para que haga esa
parte también.
96. Dios les bendiga y les guarde a todos.
“LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN.”

LA ESPADA DEL
REY DE REYES
Y SEÑOR DE SEÑORES
LA ESPADA DEL REY DE REYES
Y SEÑOR DE SEÑORES

Viernes, 8 de febrero de 2008
Goiania-GO, Brasil

M presentes, y los que están a través del satélite Amazo-
nas o de internet en diferentes naciones en esta ocasión, en
donde los viernes en este auditorio casi siempre tienen
media vigilia, vienen sin prisa y con hambre de oír la
Palabra de Dios, y también de cantar y glorificar a Dios sin
prisa.
2. Para esta ocasión leemos Apocalipsis, capítulo 19,
versos 11 al 16, y dice:
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero,
y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su
cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno conocía sino él mismo.
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo,
blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
De su boca sale una espada aguda, para herir con ella
a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa
el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopodero-
so.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este

nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
permita entenderla.
4. Nuestro tema es: “LA ESPADA DEL REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
5. Es raro que de la boca de una persona salga una espada
aguda, pero esa espada vean lo que es: en Hebreos, capítulo
4, nos da una idea clara de lo que es esa espada, y es la
Espada del Rey, del Mesías, en el cual Dios está en toda Su
plenitud. Hebreos, capítulo 4, verso 12, dice:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del cora-
zón.”
6. Ahí podemos ver que la Palabra de Dios es como una
espada de dos filos. Y en Isaías, capítulo 49, verso 2, dice:
“Y puso mi boca como espada aguda...”
7. Y ahora, la espada que coloca en la boca, vean lo que
es: es la Palabra de Dios. En Jeremías, capítulo 1, verso 4
al 10, dice:
“Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:
Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que
nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová! He aquí, no sé
hablar, porque soy niño.
Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo
lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para
librarte, dice Jehová.
Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo
Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y
LA ESPADA DEL REY DE REYES Y SEÑOR DE ... 199
sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar

y para derribar, para edificar y para plantar.”
8. Y ahora, aquí Dios ha colocado Su Palabra en la boca
de Su Profeta, y le dice: “Te he puesto sobre naciones y
sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar
y para derribar...” O sea, para traer juicio, hablar el juicio
con esa Palabra de Dios que fue colocada en la boca de
Jeremías; porque esa es la Palabra Creadora de Dios, esa es
la Espada de dos filos que sale de la boca de Dios.
9. Y por consiguiente, donde Dios está, en Su profeta
mensajero, la coloca y está saliendo de la boca de Dios
manifestado a través de un hombre; esa Palabra Creadora
sale, ¿y qué sucede? Lo que es hablado se cumple.
10. Y ahora, hemos visto lo que es la Espada del Rey de
reyes: es la Palabra de Dios, la Palabra Creadora de Dios

con la cual creó el Universo y con la cual ha cortado las
piedras, piedras vivas, para formar Su Templo espiritual.
11. Con esa Palabra, con esa Espada de dos filos, de edad
en edad ha salido de la boca de Dios a través del Mensajero

que Él ha tenido para cada etapa, para cada edad. Cristo
dijo: “Yo no he venido a traer paz a la Tierra, sino a meter
espada - sino espada.” Eso está en San Mateo, en el
capítulo 10, verso 34.
12. Y por consiguiente, cuando habló la Palabra de juicio
sobre Jerusalén, sobre el templo y los edificios que allí

estaban, luego se cumplió en el tiempo de Tito Vespasiano,
en el año 70, cuando entró a Jerusalén y destruyó el templo
y los demás edificios; y no quedó piedra sobre piedra, lo
mismo que dijo Jesús: “No quedará piedra sobre piedra que
no sea derribada.” Allí metió la Espada, la Palabra, ¿y qué
sucedió? Más adelante se cumplió lo que fue dicho.
13. Y ahora, sabiendo que esa Espada del Rey que sale de
la boca Suya, es la Palabra, como también aparece aquí en

el capítulo 1, verso 12 en adelante, del Apocalipsis, donde
aparece el Hijo del Hombre con una vestidura desde el

cuello hasta los pies. Dice capítulo 1, verso 12 en adelante:
“Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de oro… (eso corresponde a las
siete etapas o edades de la Iglesia, él se tornó para ver la
Voz que estaba hablando en medio de la Iglesia durante las
siete etapas o edades); y vuelto, vi siete candeleros de oro
(ahí están las siete edades),
y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al
Hijo del Hombre (ese es Cristo, el Ángel del Pacto en
medio de Su Iglesia en Espíritu Santo)...
Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca
lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente
como en un horno; y su voz como estruendo de muchas
aguas.
Tenía en su diestra siete estrellas (esos son los siete
Mensajeros de las siete edades, o sea, han estado bajo Su
poder de edad en edad, ha sido el poder de Cristo manifes-
tado en ellos); de su boca salía una espada aguda de dos
filos (esa es la Palabra de Dios por medio de Cristo, el
Ángel del Pacto, en medio de Su Iglesia, el cual ha estado
de edad en edad en medio de Su Iglesia manifestado a
través del Mensajero correspondiente a cada edad); y su
rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su
diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero
y el último;
y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por
los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades.”
14. Y ahora, aquí en este pasaje por cuanto Cristo, el Ángel
del Pacto, está ceñido por el pecho con un cinto de oro, está
como Juez. Para estar como Sumo Sacerdote tendría el
cinto en la cintura, ahora está como Juez; por eso Sus

cabellos son blancos como blanca lana, como los jueces
ingleses y de otros países que se colocaban (y algunos
todavía) una peluca blanca, lo cual representa experiencia
y también autoridad.
15. Y aquí el Mesías, el Hijo del Hombre, Cristo, lo vemos
aquí con una peluca blanca. No es que es un ancianito, es

que está como Juez, lo cual fue representado en los jueces
antiguos que se colocaban una peluca blanca.
16. Esa peluca blanca que nos habla de experiencia, de
madurez, también representa junto con su barba, representa

a los Mensajeros de cada edad; y el de la parte de arriba
representa al Ángel que era diferente a los demás, en la
aparición que tuvo en aquella nube formada por siete
ángeles que aparecieron en el año 1963 en los cielos de
Arizona, y arrebataron al reverendo William Branham y lo
llevaron para estar con ellos en esa nube formada por
ángeles; y allí estaba el Ángel que es diferente a los demás,
con una espada también.
17. Y ahora, lo encontramos aquí con una Espada aguda de
dos filos: es la Palabra. En Apocalipsis 19 leímos, vamos

a ver para qué es la espada:
“De su boca sale una espada aguda, para herir con
ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él
pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopo-
deroso (de la ira del Dios Todopoderoso).
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”
18. Ahora ha cambiado de Sumo Sacerdote a Juez, y por
consiguiente a Rey; por lo tanto, en Su Obra de Reclamo Él

hace Su reclamo, como se hace en una Corte, lo hace en la
Corte Divina donde reclama todo lo que le pertenece, por
lo cual Él murió en la Cruz del Calvario (creación original),
y por consiguiente redimir a todos los elegidos de Dios
escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.

19. Y ahora, en el Cielo le es dado el Título de Propiedad,
como en una Corte cuando le es dado el título de propiedad

a un heredero y estuvo en juicio ese caso, el litigio para él
reclamar lo que le pertenecía, el dictamen del juez o
sentencia, le es otorgado el título de propiedad; y por lo
tanto, todo le pertenece, cuando le es dado el título, todo le
pertenece.
20. Por lo tanto, va a heredar lo que le pertenece, por lo
cual Él murió en la Cruz del Calvario; y por consiguiente,

Él va a juzgar. Él es el Juez que juzgará a los vivos y a los
muertos, y juzgará también a todas las naciones; y por
consiguiente tiene la espada de dos filos para traer el juicio
sobre naciones, pueblos y lenguas, así también como para
individuos.
21. Todo lo que Él estará haciendo va a ser transmitido a la
raza humana por medio de las palabras que estará el

Espíritu Santo hablando a través de los Ministerios de los
Dos Olivos. Dios colocará Su Palabra en la boca de estos
Dos Olivos, que son los Ministerios de Moisés y Elías
repitiéndose en el Día Postrero.
22. Y por consiguiente la Espada de dos filos, la Palabra de
Dios, que ha estado en la boca del Señor usándola y

hablando a través de Sus diferentes Mensajeros... Vean, en
el Mensajero de la séptima edad en diferentes ocasiones
encontramos esa Espada de dos filos discerniendo los
pensamientos del corazón de la gente, y también hablando
a existencia cosas, y también hablando fuera de existencia
enfermedades y muchas otras cosas.
23. Encontramos en ocasiones en que le fue dicho al
reverendo William Branham: “Lo que tú digas, sucederá:”

le fue colocada la Espada en la boca. Encontramos que
habló a existencia ardillas en diferentes ocasiones, fueron
creadas por esa Palabra Creadora.
24. También habló a resurrección un pececito que había

muerto y estaba flotando en las aguas del río donde él
estaba pescando, y resucitó el pececito.
25. Cualquiera puede pensar: “Pero, ¿un poder tan grande
de creación para ser usado para la resurrección de un

pececito?” ¿Y acaso no lo usó Cristo para multiplicar los
pececitos también (los peces) y multiplicar los panes?
26. No hay cosa pequeña para Dios. Todo lo que Dios creó
es grande ante Dios, sea un pececito o alguna cosa más

pequeña que un pececito.
27. Y ahora, lo encontramos también hablando a la natura-
leza, hablándole a una tormenta de nieve que estaba

viniendo e iba a cubrir todo el lugar donde él estaba de
cacería, todo el bosque; él moriría y los que estaban con él
si esa tormenta azotaba el lugar donde él estaba; pero el
Espíritu Santo le dijo: “Háblale y ella se irá.” Puso Dios la
Palabra de Él en la boca de ese hombre de Dios, de ese
Profeta: él la habló y la tormenta se fue. Algunas veces es
más difícil decirle a una persona que se vaya y que la
persona se vaya, que decirle a la tormenta que se fuera.
28. Y ahora, también lo encontramos hablando fuera de
existencia el tumor que estaba en uno de los ovarios de su

esposa, la cual estaba en Tucson, Arizona, y él estaba en
Jeffersonville, Indiana. No hay distancia para la Palabra
Creadora de Dios.
29. ¿Recuerdan el soldado, oficial romano que vino a Jesús
para decirle que su mozo, su sirviente, estaba enfermo? Y

Jesús dijo: “Yo voy y le sanaré.” Y el oficial romano le
dijo: “No es necesario que vayas, yo soy hombre de
autoridad y le digo a tal o cual soldado que vaya, y él va y
hace lo que yo diga; solamente dí la Palabra y mi mozo
sanará.” Y Jesús dice que no había hallado en Israel tanta
fe como la que halló en él. Dijo la Palabra y entonces el
mozo sanó. [San Mateo 8:5-10].
30. Así encontramos muchos casos también repetidos en la

vida del Reverendo William Branham, como también los
vimos en el apóstol Pedro y el apóstol San Pablo y otros
apóstoles también.
31. También habló salvación para los hijos de una cristiana
y ellos vinieron llorando a los Pies de Cristo en el momento

que él habló esa Palabra; porque la petición de la madre de
esos jóvenes fue la salvación de sus hijos, porque la
salvación es para toda la eternidad; pedir cualquier cosa
material es algo temporero, para un tiempo, pero pedir
salvación para sus familiares o para sí mismo, eso es para
toda la eternidad, es lo mejor que uno puede pedir para uno
o para sus familiares.
32. Y ahora, hemos visto que esa Palabra Creadora de Dios
ha estado manifestada en diferentes Mensajeros en los

cuales ha estado Cristo, el Ángel del Pacto, que es el que
tiene la Espada, la Palabra, pero la coloca en la boca de Sus
Mensajeros y el Espíritu Santo mismo habla a través de
ellos, y esa es la Espada saliendo de la boca de Cristo, del
Mesías, del Espíritu Santo, a través de un hombre saliendo
esa Palabra; y se cumple lo que ese hombre está hablando.
¿Por qué? Porque esa es la Palabra de Dios.
33. En una ocasión el reverendo William Branham estaba
en una montaña orando y cayó en su mano algo, y cuando

él miró era una espada (una espada); y él dice que él tenía
miedo a las armas blancas (casi todos los americanos le
tienen miedo a las armas blancas).
34. Y él dice: “Una espada.” Y la Voz del Espíritu Santo le
dice: “Es la Espada del Rey.” Él dice: “¿La espada de un

rey?” Y le fue dicho: “No, la Espada del Rey.” O sea, la
Espada de Dios, que es la Palabra de Dios.
35. Y ahora, esa Espada es la Palabra que Dios colocó en el
corazón y la boca de ese hombre que Dios envió para la

séptima etapa de la Iglesia, un hombre con las dos concien-
cias juntas; por consiguiente, estando en el subconsciente

(porque podía pasar del consciente al subconsciente
estando despierto), al pasar al subconsciente ve la espada.
36. Y ahora, cuando ya está predicando sobre el Séptimo
Sello en el año 1963, cuando está orando ya para finalizar

la predicación de esa noche, miren lo que dice: página 479
del libro de “Los Sellos,” en español, de esta versión, dice:
“Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero,
honesto y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje
hasta donde me es ordenado llevarlo. Luego, cuando me
llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río y
me lleguen las olas, oh Dios, concede que pueda entregar
esta Espada a otro que sea honrado y que lleve la verdad.”
37. La Palabra, el Mensaje de Dios por medio de Su
Espíritu Santo, ha estado pasando de un Mensajero a otro

Mensajero a través de las diferentes etapas de la Iglesia.
38. Y ahora, luego del Reverendo William Branham en
quien estaba la Palabra, la Espada de dos filos, ahora él ora

para que esa Espada él la pueda pasar a otra persona que
sea honesto, que lleve el Mensaje hasta donde tenga que
llevarlo, y por consiguiente “...a otro que sea honrado y
que lleve la verdad.”
39. Y ahora, después del Reverendo William Branham la
pregunta es, ya que sabemos que él tuvo la Espada del

Rey… por eso pudo hablar, porque la Espada del Rey es la
Palabra Creadora de Dios, pudo hablar cosas a existencia
y también cosas fuera de existencia, o sea, cosas las declaró
fuera de existencia y desaparecieron.
40. Y ahora, ¿a quién pasaría o pasó él la Espada, la Palabra
de Dios Creadora? Para este tiempo final la pregunta es: ¿Y

quién tiene la Espada del Rey de reyes y Señor de
señores? Recuerden que lo que vimos en el Reverendo
William Branham va a ser visto cuando aparezca el que
haya heredado la Espada del Rey.
41. Miren lo que estará pasando, y vamos a ver quién va a

tener la Espada del Rey: dice página 362, vamos a ver
aquí… con un poco del 361:
“Sabemos que el fuego del capítulo...”
42. Primero él lee Apocalipsis, capítulo 11, acerca de los
Dos Olivos, dice:

“Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca
de ellos.”
43. Entonces hace una comparación aquí, dice:
“Ustedes recuerdan que de la boca de Cristo sale la

espada –la Palabra– y devora a sus enemigos: y si alguno
les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto.
(Apocalipsis 11:3-5).
Sabemos que el fuego del capítulo diecinueve de
Apocalipsis, viene de Cristo, una espada sale de Su boca,
la cual es la Palabra. Correcto. Oh, hermano, obtenga el
conocimiento de estas cosas para la apertura del Séptimo
Sello mañana. Con la espada, Dios devora a Sus enemigos.
Ahora fíjense en esto: Cuando estos dos profetas están
profetizando, si cualquier hombre les hace daño, entonces
fuego sale de su boca, el Fuego del Espíritu Santo – la
Palabra. La Palabra es Dios, la Palabra es fuego, la
Palabra es Espíritu, la cual procede de sus bocas. Fíjense
en Moisés: Allá en Egipto estaban maltratando a los
judíos. Faraón no los dejaba ir. Entonces Dios puso Su
Palabra en la boca de Moisés; eran los pensamientos de
Dios entrando al corazón de Moisés, y entonces él sale
para expresar estos pensamientos, y cuando los expresa,
vienen a ser la Palabra de Dios. Estiró la mano y dijo:
‘Sean las moscas.’ Y de repente aparecieron moscas.
Entonces, ‘Si alguno les dañare, sale fuego de sus bocas y
devora a sus enemigos.’ Allí está. Pueden hablar lo que les
plazca, y así sucederá. ¡Amén! ‘Y si alguno les quisiere
hacer daño, es necesario que él sea así muerto.’
Sí, hermano, Dios estará en la escena entonces. Ellos

tendrán el poder para cerrar los cielos para que no llueva
durante el tiempo de su profecía - el ministerio de Elías. Él
sabe cómo hacer eso, porque lo ha hecho antes. ¡Amén!
Moisés también sabe como hacerlo, porque lo ha hecho
antes. Por esa razón, estos dos fueron reservados para este
tiempo. ¡Amén!
Aquí yo podría decir algo muy tremendo, pero creo
sería mejor dejarlo para mañana (está hablando en el
Sexto Sello y dice que es mejor dejarlo para el Séptimo
Sello, para el día que va a predicar sobre el Séptimo Sello).
Bien. Y tendrán poder sobre las aguas para convertirlas en
sangre, y también poder para herir la tierra con las plagas
cuantas veces quieran. ¿Qué es? ¿Qué otra cosa fuera de
la Palabra puede producir estas cosas? Ellos podrán hacer
que la naturaleza haga lo que ellos quieran.
¡Aquí está! Ellos son los que producen este sexto Sello.
Lo descubren y lo abren; es el poder de Dios para inte-
rrumpir la naturaleza. El sexto Sello es totalmente una
interrupción de la naturaleza.
¿Me entienden? Allí está el Sello. ¿Quién lo hace? Son
los profetas, del otro lado del rapto. Ellos con el poder y la
Palabra de Dios condenarán la naturaleza. Podrán
producir terremotos, convertir la luna en sangre, o hacer
bajar el sol, en fin, cualquier cosa que ellos demanden, eso
va a suceder.”
44. ¿Quién tiene o tendrá la Espada del Rey? Son los Dos
Olivos: Moisés y Elías.

45. Y ahora, vamos a ver otro lugar. Tengo aquí un lugar
muy importante donde nos habla sobre esto. Esto está en la

página 136, párrafo 1208 del libro de “Citas,” y es un
pasaje que viene de “Preguntas y Respuestas” del año 1964,
predicado por el Reverendo William Branham. Le pregun-
tan:
“¿La Novia antes de que venga Jesús, Ella tendrá todo

poder de Espíritu Santo para hacer milagros, levantar
muertos, y así sucesivamente como en la lluvia tardía? ¿Y
es esta lluvia tardía para los ciento cuarenta y cuatro mil
judíos? ¿Tendrán todos los ministros esto? ¿Y estamos sólo
esperando la venida? (Ahora la contestación) Ahora, lluvia
tardía, ciento cuarenta y cuatro mil judíos, no, eso es
cuando Elías y Moisés, allí es donde los milagros tienen
lugar. Las cosas que la gente ha estado buscando, los
Pentecostales, por milagros, pero donde eso tendrá lugar
será debajo de Elías y Moisés.”
46. Y ahora, conforme a estas palabras y las que leímos
anteriormente, ¿quién o quiénes tendrán el Poder divino?

Los Dos Olivos, Moisés y Elías, tendrán la Palabra Creado-
ra en su boca, para hablar y las cosas acontecer por el poder
creador de la Palabra Creadora de Dios.
47. ¿A quién pasaría la Espada de dos filos? A los Dos
Olivos. No hay discusión en eso. El libro del Apocalipsis,

en el capítulo 11, declara que ellos tendrán el poder para
cerrar el cielo, tendrán poder para hablar a existencia las
plagas apocalípticas, por lo tanto, tendrán la Palabra
Creadora en Su boca, y por consiguiente la Espada de dos
filos, la Espada del Rey saliendo de su boca.
48. Hemos visto en esta noche nuestro tema: “LA ESPA-
DA DEL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

49. Y ahora, a través de la historia del Antiguo Testamento
y del Nuevo Testamento hemos visto en quién ha estado la

Espada del Rey, la Palabra de Dios, la Palabra Creadora: ha
estado en la boca de los diferentes Mensajeros, de los
diferentes Profetas que Dios ha enviado, en ellos ha estado
el Espíritu Santo; y por consiguiente la Palabra Creadora ha
estado en el Espíritu Santo siendo hablada a través de Sus
Mensajeros.
50. Tener ese conocimiento es importante, pero no nos
podemos detener ahí, tenemos que ver en dónde está

prometido que estará la Espada del Rey. Conforme a lo que
hemos visto, las profecías dicen que los Dos Olivos tendrán
poder para cerrar los cielos, para hablar plagas a existencia
o lo que quieran hablar.
51. Por lo tanto, la Palabra de Dios Creadora estará en su
boca, en la boca de Moisés y Elías; y por consiguiente, la

Espada del Rey ahí estará en el Día Postrero.
52. Para encontrar la Espada del Rey, pues buscamos para
encontrar dónde estará la Palabra de Dios para este tiempo,

y por consiguiente estaremos buscando dónde fue prometi-
do.
53. Por lo tanto estaremos buscando los Ministerios de
Moisés y Elías, los Ministerios de los Dos Olivos para

encontrar la Palabra Creadora de Dios, la Espada de dos
filos siendo hablada en este tiempo final para traer a
existencia tanto las bendiciones como los juicios divinos,
para dar a conocer, para hablar las cosas que deben suceder
pronto, tanto los juicios como las bendiciones.
54. Y entonces, cuando veamos esa espada de dos filos, la
Palabra Creadora de Dios siendo hablada, diremos:

“Estamos viendo los Ministerios de los Dos Olivos obran-
do.” Pero, tendrán que tener velo de carne, un velo de carne
a través del cual obrar.
55. Que Dios nos permita ver la Espada del Rey de reyes y
Señor de señores en el Día Postrero en el cual vivimos, y

por consiguiente ver quién fue el que heredó la bendición
de recibir la Espada del Rey que estaba en el Reverendo
William Branham. En quien la veamos, ése será aquel al
cual él la pasó, y al cual él o del cual él pidió a Dios que le
permitiera pasarla a otra persona que fuera fiel y que
fuera… vamos a ver cómo lo dice aquí: “Honrado.”
56. Por lo tanto, volveremos a ver y a escuchar al mismo
que dijo: “Sea la luz,” y fue la luz, el cual ha estado

hablando por medio de Sus diferentes Mensajeros a través

de los diferentes tiempos, y el cual habló a través de Jesús,
habló a través de los apóstoles, habló a través de los
diferentes Mensajeros de cada edad, habló a través del
Reverendo William Branham; y lo estaremos viendo
manifestado, velado y revelado en el Día Postrero, en quien
él coloque los Ministerios de los Dos Olivos, de Moisés y
Elías, y por consiguiente veremos al Ungido de Dios,
ungido con el Espíritu Santo, con la Espada de dos filos
saliendo de su boca.
57. Habrá un hombre, siempre habrá un instrumento, un
velo de carne, a través del cual Dios por medio de Su

Espíritu Santo, por medio del Ángel del Pacto, se velará y
se revelará y hablará Su Palabra, y por consiguiente Su
Palabra Creadora, y nos abrirá las Escrituras en este tiempo
final; y vendrán a existencia las bendiciones prometidas
para nuestro tiempo, las cuales estarán siendo habladas y
siendo cumplidas.
58. Vigile esa Palabra, esa Espada de dos filos.
59. Estamos viviendo un tiempo muy, pero que muy
importante. De un momento a otro despertará espiritual-

mente Israel; escuchará y verá la Espada de dos filos,
escuchará la Palabra de Dios correspondiente a este tiempo
final. Y eso será a través de los Ministerios de Elías y
Moisés.
60. “LA ESPADA DEL REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.”
61. ¿Quién tendrá para el Día Postrero la Espada de dos
filos, la Espada del Rey? Ya hemos visto que son los Dos
Olivos, pero la pregunta entonces surge: ¿Y quién será
Elías y quién será Moisés en el Día Postrero?
62. La pregunta es muy buena. Descúbralo usted cuando
vea la Espada de dos filos, la Palabra Creadora de Dios, y

entonces podrá decir: “Está saliendo de un velo de carne,”
y averigüe cuál es su nombre, y entonces sabrá quién es el

heredero de la Espada del Rey para el Día Postrero; para el
Rey de reyes, el Mesías, el Cristo, el Ungido, hablar a
través de ese velo de carne esa Palabra Creadora.
63. Todo eso lo vamos a ver en el cumplimiento de la
Tercera Etapa, que culminará, tendrá su parte culminante

en una Carpa que fue vista por el Reverendo William
Branham. La Espada del Rey en la mano de un Profeta, de
un hombre, eso es la Tercera Etapa.
64. El Séptimo Sello y su labor para el Día Postrero, eso es
la Tercera Etapa. El cumplimiento de la Visión de la Carpa,

eso es la Tercera Etapa manifestada en medio del cristianis-
mo, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo; y eso
vendrá por medio de la Espada del Rey de reyes y Señor de
señores saliendo de la boca de los Dos Olivos. Sale de Dios
por medio del Ángel del Pacto, del Espíritu Santo, a aquel
que esté ungido con el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo
operando el Ministerio de Elías y el Ministerio de Moisés;
esos son los ministerios prometidos para ser manifestados
con la Espada del Rey. Y luego veremos al Mesías, al
Cristo, al Ungido.
65. Primero veremos a Elías y veremos la Espada saliendo
de la boca de Elías, eso es lo que lo identificará. Estaba en

la boca de Elías: Elías Tisbita; en la boca del segundo
Elías, que fue Eliseo; en la boca del tercer Elías, que fue
Juan el Bautista; estuvo en la boca del cuarto Elías, que fue
el Reverendo William Branham; y estará en la boca del
quinto Elías también; y también en la boca de Moisés.
66. Esos ministerios repitiéndose en el Día Postrero tendrán
la Espada del Rey, pero tendrán necesidad de un velo de

carne a través del cual estarán manifestados esos ministe-
rios que el Espíritu Santo estará operando. Y la Palabra de
Dios por medio del Espíritu Santo puesta en el corazón y la
boca de los Dos Olivos, saldrá siendo hablada y siendo
escuchada. Tan simple como eso.

67. La Espada del Rey. ¿De qué Rey? Del Rey de reyes y
Señor de señores. Vean que el que tiene la Espada del Rey

también tiene un Nombre escrito que dice: “Rey de reyes
y Señor de señores,” y en Su manifestación ha estado
colocándola en la boca de un hombre siempre; así fue en el
Antiguo Testamento y también ha sido en el Nuevo
Testamento, y seguirá siendo así en este tiempo final.
68. Tenemos que localizar el velo de carne, obligatoriamen-
te, para localizar los Ministerios de los Dos Olivos y

también localizar la Espada del Rey, la Palabra de Dios
correspondiente a este tiempo final siendo hablada. Eso
está esperando Israel, y también los elegidos del cristianis-
mo del Día Postrero están esperando lo mismo.
69. Que Dios nos ayude a todos a ver la Espada del Rey,
del Rey de reyes y Señor de señores en los Ministerios

de los Dos Olivos prometidos para el Día Postrero; nos
permita ver el velo de carne y ver esos ministerios
obrando y ver esa Palabra saliendo de Su boca, ver esa
Espada de dos filos saliendo de su boca.
70. Eso nos dará fe para ser transformados y llevados con
Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y también fe

para sanidad divina, porque en la Visión de la Carpa hubo
sanidad divina por la Palabra Creadora de Dios siendo
hablada, por la Espada de dos filos.
71. Que Dios nos bendiga y nos guarde y nos permita la
bendición de ver en el Día Postrero la Espada del Rey

de reyes y Señor de señores, y que entre hasta lo pro-
fundo de nuestro corazón con bendición en abundancia.
En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
72. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a
Cristo como Salvador, lo puede hacer en esta ocasión, y yo

estaré orando por usted para que Cristo le reciba en Su
Reino. Puede pasar al frente para orar por usted en esta

ocasión.
73. También los que están en otras naciones y que están
conectados a través del satélite Amazonas o de internet, los

que todavía no han recibido a Cristo, o los que se descarria-
ron, pueden venir a los Pies de Cristo para que queden
incluidos en esta oración.
74. Vamos a pedirle a los que están en las computadoras si
está algún país conectado en estos momentos. Venezuela,

Puerto Rico, Colombia, México, que nos avisen; y si han
estado, si ha concordado nuestro horario con el de ellos, y
han tenido actividad y han venido (han estado viniendo) a
los Pies de Cristo personas, que nos avisen cuando ya estén
listos para la oración por los que han venido a los Pies de
Cristo en diferentes países.
75. ¿Hubo algún país conectado? Diez países estaban
conectados. ¿Pasaron algunas personas? ¿No dicen? Si

pueden hacer saber por internet si hubo personas que
vinieron a los Pies de Cristo, pueden hacerlo saber para
hacer la oración por ellos en estos momentos. ¿Colombia?
En Colombia estuvieron pasando, vinieron a los Pies de
Cristo. Si en Venezuela hubo también, pueden hacerlo
saber. Vamos a estar puestos de pie para orar por las
personas que han venido a los Pies de Cristo.
76. Los que hayan en esta ocasión aquí presentes, que no
han recibido a Cristo, pueden hacerlo también para que

queden incluidos en esta oración. Vamos ya a levantar
nuestras manos a Cristo al Cielo, para orar; nuestros ojos
cerrados; repitan conmigo esta oración los que han venido
a los Pies de Cristo en esta ocasión:
Palabra, de Tu Evangelio, y nació Tu fe en mi corazón.

Creo en Ti de todo corazón, creo en Tu Nombre como el
único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que
podemos ser salvos, creo en Tu Primera Venida y creo en

Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de
Expiación por mis pecados. Reconozco que soy pecador
y necesito un Salvador, reconozco que Tú eres el único y
suficiente Salvador para mí, y Te recibo como mi único y
suficiente Salvador. Me entrego a Ti, me rindo a Ti en
alma, espíritu y cuerpo.
78. Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me
limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo

y Fuego y produzcas en mí el nuevo nacimiento, luego
que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre. Quiero vivir
eternamente, quiero entrar a Tu Reino. Señor, sálvame,
79. Y con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo,

80. Y ahora, los que han venido a los Pies de Cristo pregun-
tarán: “¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes

han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y
que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento.
81. El bautismo en agua es tipológico, pero es un manda-
miento de Jesucristo que ha estado siendo cumplido por los

apóstoles y por todos los ministros y Mensajeros que Cristo
ha enviado para predicar el Evangelio a toda criatura; y por
los que han creído ha estado siendo cumplido al ser bauti-
zados en agua. Por lo tanto, el bautismo en agua es un
mandamiento divino.
Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Cuando la

persona recibe a Cristo, muere al mundo; cuando la persona

es sumergida en las aguas bautismales, es tipológicamente
sepultada; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, ha
resucitado a una nueva vida: a la vida eterna con Cristo en
Su Reino Eterno. Tan simple como eso. Cristo dijo [San
Marcos 16:15-16]:
criatura.
83. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados los que creye-
ron y recibieron a Cristo. Y que Cristo les bautice con

Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo
eternidad.
84. Que Dios les bendiga y les guarde, y dejo al ministro
correspondiente en cada país, para que él les indique hacia

dónde dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser
bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo.
85. Pasen todos muy buenas noches. Dejo aquí con ustedes
al reverendo Salomón Cunha (Doctor Salomón Cunha, por

favor pase acá), y en cada país al ministro correspondiente;
y será hasta el próximo domingo, Dios mediante, en el
lugar donde estaré en la mañana, y ya el doctor Salomón
Cunha les dirá dónde estaré con todos los que estén en la
actividad de la mañana.
86. Que Dios les bendiga y pasen todos muy buenas
noches.
“LA ESPADA DEL REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.”

Tomo 81

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Tomo 81:

Cayey, Puerto Rico

C ONOCIENDO EL TIEM PO EN QUE VIVIM OS POR

LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE

C ONOCIENDO EL TIEM PO EN QUE VIVIM OS

C ONOCIENDO EL TIEM PO POR LAS SEÑALES . . . . . . . 123

LA GRAN SEÑAL DE SALVACIÓN

LA ESPADA DEL REY DE REYES

Por William Soto Santiago, Ph.D.

uy buenos días, amados amigos y hermanos presentes

diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en

Cordero Pascual, por lo cual Juan el Bautista lo presentó

Babilonia o Caldea, e Irán e Irak, los cuales habían visto,

Mesías había llegado a la Tierra. Todo lo que Dios va a

estaban viviendo, ¿por qué? Por medio de la señal en el

alineación planetaria. Ese alineamiento planetario ocurre

14. Y ahora, en aquel tiempo fue el nacimiento en la Tierra

carne sino cuerpo angelical o espiritual, ahora conforme a

hombre aquí en la Tierra, un cuerpo de hombre, un cuerpo

ham, a Isaac, a Jacob y a los patriarcas. Ese Ángel es el

imagen de Dios es el cuerpo angelical. Un espíritu es un

ese Ángel, hablaba a los Profetas, y a través de los Profetas

Moisés, pues Él le había prometido a Abraham que su

hablándosela a un hombre, y ese hombre hablando al

la Biblia, ese mismo Dios con Su cuerpo angelical algún

Isaías, capítulo 53, verso 10, lo cual es un pasaje mesiánico

que tenía que ser cumplido. Dice:

el Mesías, para Él llevar a cabo todo el Programa Divino.

Espíritu que es el Ángel del Pacto, dentro del cuerpo físico

Israel la rechazó; el mismo Jesús dijo que estaba encubierta

conocer, entender, las señales de los tiempos, porque de

ese tiempo, se nos pasa por encima de nuestras cabezas la

tuvo un hijo (hijo único), el cual murió y lo llevaban para

gran Profeta llamado Moisés. Siempre que Dios visita a Su

vieron la obra de la resurrección del hijo de la viuda de la

promesa divina, en el cielo aparecen las señales. Por eso los

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los

destruido el templo, qué señal habrá de la Venida del Señor

“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le

las veamos y entendamos lo que significan, porque en

Jesucristo en San Mateo y en San Marcos y en San Lucas.

“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las

redención del cuerpo, está cerca; y la redención física de

Israel al Reino de Dios, lo cual será la restauración del

den, en el Monte de la Transfiguración Dios dijo: “Este es

del Medio Oriente y de toda la humanidad. Esa será la

todas las naciones, y Jerusalén será la capital del mundo.

Israel, para todo el Medio Oriente y para toda la humani-

humanos, “porque la Tierra será llena del conocimiento de

conocer el tiempo que nos ha tocado vivir por medio de las

Él enviará Sus Ángeles, los cuales harán una labor: van a

luego que la red es llena de peces, es sacada a la orilla,

Hombre, para los Ministerios de los Dos Olivos. Ellos han

47. Es también lo mismo de la parábola del trigo y de la

con fuego atómico; y el anticristo con su reino y su trono

viene a ser el fin de la Dispensación de la Gracia, estas

ya hemos visto todas las señales en el cielo. Él dijo:

por medio de las señales de los tiempos. En el cielo Dios

la misma que hubo cuando Jesús nació. Algo puede haber

de Su nacimiento, dos años luego de Él haber nacido, el rey

había comenzado a verse esa estrella, esa señal en el cielo.

Egipto, para que no muriera el Mesías antes de tiempo; lo

a usar, y aunque lo vean los enemigos que buscarán la