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2 Samuel 24
Autor: Sérgio Vicente
Si tuviéramos que escoger el castigo de Dios para la humanidad hoy, ¿qué escogeríamos?
24: encontramos a David con el mismo dilema. El relato inicia diciendo: “Volvió a
encenderse la ira de Jehová contra Israel”, esto sucedió después de tres años que se
registra en el 21:1.
La incitación de Dios hacia David para un censo era el castigo del Señor al pueblo
imponer cargas pesadas de tributos sobre el pueblo, etc. Fuera cual fuera el pecado, es
evidente que Dios estaba insatisfecho con los objetivos y acciones de David, por ello usó
objetivo de David (v. 9). Esto servía para determinar el potencial del ejército, lo cual ya
se había hecho antes (Nú 1:1, 2; 26:1-4). Sin embargo, este censo no tenía la aprobación
potencia de su fuerza militar, o bien, tomar más territorio de lo que el Señor le había
Joab, general del ejército, lleva a cabo la orden del rey de realizar un censo (v. 2).
La expresión “desde Dan hasta Beerseba” era un proverbio para dirigirse a toda la tierra
de Israel, de Norte a Sur. Aunque el general de David protestó ante este plan, no fue
admitido ni le fue permitido una razón más como obstáculo para llevar a cabo lo que el
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rey había dictaminado (vv. 3-7). El resultado del ceso fueron 800,000 de Israel (Reino del
Norte) y 500,000 de Judá (Reino del Sur) de los que podían sacar espada (vv. 8, 9).
Después del censo, David tuvo pesar en su corazón, aunque el texto no menciona
gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado
de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente” (v. 10). De esta forma, el rey
confiar en la fuerza numérica en lugar del Señor, que puede librar con muchos o con
pocos (1 Sm 14:6).
diciendo: “Así ha dicho Jehová: tres cosas te ofrezco; tú escogerás una de ellas, para
que yo la haga […] ¿Quieres que te vengan siete años de hambre en tu tierra? ¿O que
huyas tres meses delante de tus enemigos y que ellos te persigan? ¿O que tres días haya
peste en tu tierra? Piensa ahora, y mira qué responderé al que me ha enviado” (vv. 11-
Ante tan inmensurable oferta, David estuvo en angustia, pero se encomendó en las
manos de Jehová por sus misericordias (v. 14). David conocía y sabía que el Señor sería
más compasivo que sus enemigos, de modo que escogió la tercera opción. Dios envió la
peste sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado y murieron 7,000 hombres
(v. 15). Jehová se arrepintió (v. 16), es decir, se dolió profundamente por el pecado y el
mal del hombre. Cuando David vio el ángel que destruía el pueblo, dijo a Jehová: “Yo
pequé, yo hice la maldad; ¿Qué hicieron estas ovejas? Te ruego que tu mano se vuelva
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contra mí, y contra la casa de mi padre” (v. 17). Mejor que contemplar más destrucción
sobre su pueblo, David pidió que la ira cayera sobre él y su propia familia (Éx 32:32).
Ante tal petición, Gad le dijo que preparara un altar a Jehová (v. 18), en aquel
tiempo era asociado con el tabernáculo de Moisés en Gabaón (1 Cró 21:29; 2 Cró 1:2-6).
Gad indicó a David que edificara otro altar al Señor en el lugar donde se había detenido
la peste. Esto indicaba cuál era el lugar elegido para el señor para la edificación de su
Arauna u Ornán era un habitante anterior a los israelitas en Jerusalén. Poseía una
David al Señor no permitió que fuera gratuita. Después de que David edificara un altar a
Jehová, sacrificó holocaustos y ofrendas de paz, “Jehová oyó las súplicas de la tierra, y
cesó la plaga en Israel” (v. 25). Esto indica que el juicio no es la acción final del Señor
tanto hacia Israel como la casa de David, Él cumpliría los pactos abrahámico y davídico.
Si Dios nos diera a escoger el castigo que deseamos para el mundo hoy ¿qué
confiar en su capacidad, fuerza y equipo para sobrepasar cualquier batalla. Por lo tanto,
las crisis (Sal 20:7; 25:2; 44:6). Debemos evitar confiar en nuestro corazón, puesto que es
consecuencias. Necesitamos reconocer que hemos fallado ante el Señor, pero se requiere
humildad para dar este paso. Debemos rogar para que el Señor quite el coronavirus,
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siempre y cuando esté en su voluntad. No debemos señalar a una persona, grupo o grupos
como causantes de este brote, sino reconocer que nosotros mismos hemos fallado.
que pase alrededor, sus misericordias son muchas (2 Sm 24:14). Como Iglesia
verdaderos hijos de Dios. Debemos seguir clamando al Señor por la situación que nos ha
tocado vivir, y si en su misericordia está, él hará cesar esta pandemia (2 Sm 24:25). Dios
cumplirá sus propósitos con el Covid-19, solamente debemos aceptar su voluntad, porque