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NUNCA DEJES TU MINISTERIO EN

LAS MANOS DE LOS HOMBRES

1 Crónicas 21:1-26
David manda a censar al pueblo de Israel
Joab no estaba de
acuerdo con el censo
v. 3
¿Para qué procura mi señor esto, que será
para pecado a Israel?

v.6
“La orden del rey era abominable a Joab”

v.7
“Así mismo esto desagrado a Dios”
1 Crónicas 21:8
Entonces dijo David a Dios: He
pecado gravemente al hacer
esto; te ruego que quites la
iniquidad de tu siervo, porque
he hecho muy locamente.
¿Por qué fue un gran pecado que
David censara al pueblo de Israel?
Éxodo 30:12
Cuando tomes el número de los hijos
de Israel conforme a la cuenta de ellos,
cada uno dará a Jehová el rescate de su
persona, cuando los cuentes, para que
no haya en ellos mortandad cuando los
hayas contado.
El problema del censo
que hizo David
1. Sólo Dios era quien ordenaba los censos en el pueblo de Israel
2. Cuando alguien era censado, debía presentar una ofrenda a
Dios. (Éxodo 30:12)
3. La confianza de David estaría no en Dios sino en el número de
soldados que tenía.
4. El único censo que se podía hacer es sobre lo que era propio
(vacas, camellos, ovejas, hijos)
1 Crónicas 21:8
Entonces dijo David a Dios: He
pecado gravemente al hacer
esto; te ruego que quites la
iniquidad de tu siervo, porque
he hecho muy locamente.
Dios le propone tres opciones a David
(v.9-12)

1. Tres años de hambre


2. Tres meses ser derrotado por
sus enemigos
3. Tres días la espada de Jehová
(peste en la tierra)
1 Crónicas 21:13
Entonces David dijo a Gad: Estoy en
grande angustia. Ruego que yo
caiga en la mano de Jehová, porque
sus misericordias son muchas en
extremo; pero que no caiga en
manos de hombres.
1 Crónicas 21:14-16
14 Así Jehová envió una peste en Israel, y
murieron de Israel setenta mil hombres.
15 Y envió Jehová el ángel a Jerusalén para

destruirla; pero cuando él estaba


destruyendo, miró Jehová y se arrepintió
de aquel mal, y dijo al ángel que destruía:
Basta ya; detén tu mano. El ángel de
Jehová estaba junto a la era de Ornán
jebuseo.
16 Y alzando David sus ojos, vio al ángel de

Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra,


con una espada desnuda en su mano,
extendida contra Jerusalén.
¿Por qué David no quiso caer en las
manos del hombre?
NUNCA DEJES TU MINISTERIO EN
LAS MANOS DE LOS HOMBRES

1 Crónicas 21:1-26

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