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Siguiendo el primer modelo de equilibrio general según Hume, el patrón oro seguía la
siguiente secuencia; si un país tiene superávit, tiene entradas de oro, estas aumentan la
moneda en circulación y disminuye la tasa de interés. Por esta razón, las exportaciones se
hacen más baratas para el resto de los países y las importaciones más caras, generando un
déficit en la balanza comercial, causando salidas de oro por lo cual se genera un equilibrio
y un ciclo.
¿A partir de esto, es posible mantener este patrón en la actualidad? La verdad es que no.
Habría un sistema rígido con una incapacidad de flexibilidad monetaria, propiedad
indispensable para la economía actual. A medida que avanzan los ciclos y condiciones
económicas, no se podrían efectuar políticas monetarias ni fiscales que atenuaran los
efectos por lo que se acentuarían aún más las crisis. En la actualidad se prioriza la
estabilidad macroeconómica, la libertad en las elecciones de políticas de cada gobierno
por sobre el respaldo en oro una tasa de cambio estable que limita la economía.
A pesar del fracasado empleo de este sistema durante la primera guerra mundial, se quiso
conservar este patrón manteniendo la convertibilidad del dólar estadounidense en oro,
pero fue inviable mantenerlo debido a las causas señaladas anteriores por lo que fue
erradicado en 1971.
En conclusión, el sistema patrón oro fue una muy buena herramienta para las finanzas
internacionales en un principio, pero es inviable mantenerlo en la actualidad debido a la
complejidad y globalización de la economía mundial.