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1° Área Mesoamérica
2° Subárea Valle Central.
3° Horizonte cultural Preclásico tardío- fundación y apogeo-
clásico.
4° Cultura Multiétnico y con organización
corporativa.
5°Ubicación actual Estado de México, CDMX, Puebla,
Tlaxcala, Morelos y Hidalgo.
6° Organización política Supuesto sistema dividido en cuatro
(coyote, serpiente emplumada, jaguar y
águila).
7° Organización social Colectivo sobre individuo.
8° Religión y panteón (dioses) Quetzalcóatl y Tláloc.
9° Arte y cultura Sacrificios, arte (murales, cerámica,
estelas, lapidarios y máscaras), iconografía,
numeración y Glifos, arquitectura
(pirámide del Sol, pirámide de la Luna,
conjuntos multifamiliares, templo de
Quetzalcóatl, Plaza de Glifos y Calzada de
los muertos).
2° Subárea:
Se trata de una región de altiplano situada a una altura promedio de 2.300 m.s.n.m.,
cubierta principalmente por el Eje Volcánico Transversal, sistema montañoso que se
extiende desde el Océano Pacífico (Bahía Banderas) hasta el pico montañoso Pouauhtécatl
de 5.610 m. el más alto de México, uniendo sus extremos con los de ambas Sierras Madres
(Oriental y Occidental). Presenta valles o mesetas de clima templado, subárido y árido. La
cuenca lacustre formada por los lagos Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y
Chalco, donde abundaban los recursos naturales, propició el desarrollo de las altas culturas
hegemónicas mesoamericanas como la Teotihuacana y la Azteca.
3° Horizonte cultural:
Apogeo en periodo clásico (abarca del 200 al 900 d.C.) (cultura teotihuacana inicia 500 a.C.
– 800 d.C.) 1-150 d.C.- se extiende a 17 km2. Se erigen 200-400 d.C.- cambios políticos y
500-150 a.C.- Valle de pirámide Sol y Luna. Población 25,000-30,000 económicos, remodelación Pirámide Sol,
México, se desarrollan (norte y oeste concentradas). Metrópolis terminan Plaza Luna y Gran Mercado,
comunidades, Cuicuilco religiosa, poder centralizado capaz de organizar construcción conjuntos departamentales,
centro rector y y concentrar trabajo. Trabajo de obsidiana aparece desmembramiento y
asentamiento en sudoeste verde y gris, lo que ayudo al comercio y mayor decapitación (sacrificio humano).
de Teotihuacán. calidad y menos trabajo. Consolidación. 22 km2
400- 650 d.C.- 20.5 km2, 85,000 750-800 d.C.-5,000 habitantes (reducción), sólo se
habitantes. Mejor época del arte mantiene ocupada la Ciudad Vieja y lugares
(“braseros” teatro, murales), habitados por la élite). Cerámica Tradición
desarrollo conjuntos Coyatlatelco (asentamientos aislados). Crecimiento
habitacionales. Final época declive de otras culturas en el centro de Mesoamérica
artes, alrededor 500 d.C. crisis priva de sus rutas comerciales.
Estado Teotihuacano.
Tlaxcala
*El tocado del dios de las tormentas, hacia el noreste, en la zona de Xalla y la Pirámide del
Sol; la serpiente al sureste, en el sector de La Ciudadela; el ave al noroeste, por el Palacio
de Quetzalpapálotl y la Pirámide de la Luna; y el coyote al suroeste, con Atetelco incluido.
7° Organización social:
Los grupos sociales eran más importantes que los individuos, los palacios de los
gobernantes no son claramente distinguibles de otras construcciones residenciales.
La estructura social de la ciudad estaba jerarquizada en muchas dimensiones: desde
las familias al interior de un conjunto doméstico hasta los conjuntos contiguos en un
barrio.
No existen diferencias tajantes que pudieran sugerir estamentos sociales claramente
distintos, sino muchas oportunidades de acceder a posiciones diversas en las
jerarquías
Todos comían lo mismo (maíz, frijol, calabaza, amaranto, quenopodiáceas, perro,
guajolote, conejo, liebre y venado), y tenían acceso a materias primas y bienes
locales y foráneos, pero en distintas proporciones.
Las familias que compartían un espacio doméstico en los conjuntos de
departamentos estaban jerarquizadas: la familia principal tenía el patio ritual más
grande, mayor acceso a bienes suntuarios y quizá el dios de las tormentas fuera su
deidad patrona.
La jerarquía social se percibe en la cercanía del conjunto de departamentos respecto
a la Calzada de los Muertos; en la profusión y calidad de la pintura mural presente;
en la diversidad y cantidad de materias primas y bienes suntuarios; y en la cantidad
de vasos trípodes decorados.
El panteón de deidades era muy similar al de otras culturas del área mesoamericana. De
hecho, gran parte de las deidades adoradas en Teotihuacan siguieron siendo veneradas
muchos siglos después de la decadencia de la ciudad en distintas regiones del México
antiguo.
En este ámbito se ilustran ritos, divinidades y cultos funerarios. Las dos deidades
principales eran Quetzalcóatl —la serpiente emplumada— y Tláloc — dios de la lluvia y la
fertilidad—, representados con sus característicos atributos en vasijas, cerámicas, esculturas
y pinturas murales. Otras deidades, como Huehuetéotl, el dios del fuego, o Xipe Totec,
«nuestro señor descarnado», solían estar presentes en el interior de las casas mediante
esculturas de piedra y barro.
9° Arte y cultura:
Teotihuacan se convirtió en un centro artístico de primera importancia. En la Ciudad de los
Dioses se realizaban decenas de actividades especializadas, en función de un elaborado
simbolismo. El Estado teotihuacano establecía el canon artístico para cada una de las artes:
talla en piedra, hueso y concha, cerámica y pintura mural.
Las esculturas de figuras humanas seguían un único patrón estilístico que se reflejaba en la
manufactura y en las proporciones de cuerpo y rostro. Los diseños de la pintura mural
fueron variando ligeramente en cuanto a colores, tonos y líneas de expresión. Pero siempre
se observan las mismas constantes y un uso similar de los materiales, como por ejemplo la
mezcla de mica en la pasta del estuco.
Palacio Atetelco, escuela de los guerreros: Es un conjunto habitacional cuyo significa "En
el muro de piedra junto al agua". Su acceso principal se localizaba hacia el oeste, en donde
aún existe un pequeño arroyo. Está formado por varias secciones habitacionales
denominadas Patio Blanco, Patio Rojo y Sección Norte. Estaba rodeado por angostas calles
a través de las cuales se comunicaban con otros conjuntos que formaban parte del sistema
urbano de la antigua metrópoli teotihuacana.
Existen numerosos murales realizados entre los años 450 y 650 d.C. con iconografía
relacionada con la guerra, por lo que se plantea que fue una escuela militar o cuartel.
Calzada de los muertos: Los aztecas la llamaron "miccaotli": "camino de los muertos", al
pensar que los montículos situados a su vera eran tumbas.
El río San Juan fue desviado para la que la atravesara perpendicularmente -hay un puente-
dividiendo la ciudad en cuatro cuadrantes, conformando una superficie adaptada al paisaje
y las elevaciones que la rodean -Cerro Gordo, Sierra de Patlachique- sobre la cual se
trazaron calles y se levantaron palacios o templos, dedicados a las diferentes actividades
político-administrativas y cívico-religiosas del Estado Teotihuacano, así como complejos
residenciales que estuvieron ocupados por las altas jerarquías sociales, conformadas
principalmente por sacerdotes.
Complejo de la calle de los muertos: La Calzada de los Muertos, entre la Pirámide del Sol y
el Río San Juan, está dividida en tres secciones por escalinatas transversales. El conjunto
allí existente ha sido denominado Complejo Calle de los Muertos. Compuesto por
basamentos piramidales con templos en su parte superior, plazas, calles, plataformas
escalonadas y espacios residenciales ordenados alrededor de plazas centrales. Está rodeado
por un muro perimetral, que comprende un área de 350 m de longitud en su eje este-oeste y
380, en el norte-sur; forman parte del mismo los denominados Edificios
Superpuestos, Grupo Viking y los conjuntos Plaza Oeste y Plaza Este.
1. Edificios Superpuestos
Nítido ejemplo de cómo la ciudad de Teotihuacan fue reedificada sobre sí misma, una y
otra vez, a través del tiempo, en este caso se han distinguido ocho diferentes etapas
constructivas. Este conjunto está formado por una plataforma que es el acceso desde
la Calzada de los Muertos. Sobre la plataforma se encuentran tres basamentos piramidales
y de ahí se entra a una gran plaza y al resto del conjunto, compuesto por cuartos, vestíbulos,
corredores y otros espacios, de carácter político-administrativo y residencial. Algunos de
ellos conectan con el conjunto Plaza Oeste, hacia el norte. Se destaca una plataforma
decorada con volutas entrelazadas y ornamentos de jade.
Los edificios de la capa superior fueron destruidos por un incendio cuyas huellas (vigas y
pilares de madera calcinados, alteraciones de color en la pintura de las paredes y
manchas de humo, cocimiento de la argamasa) se encontraron muy visibles en estas ruinas
y se han encontrado asimismo en otros edificios de la vieja urbe."
3. Plaza oeste
Se localiza al oeste del la Calzada de los Muertos, al norte de los Edificios Superpuestos.
Consiste de un gran patio con altar rodeado por tres templos alrededor de los cuales se
disponen cuartos y patios. En algunas de ellas se hallaron numerosas piedras de molienda,
así como esculturas, almenas y cerámica doméstica. Trabajos recientes dejaron expuestas
dos de sus etapas constructivas: uno de su templos luce grandes cabezas de serpientes y
abajo -construcción anterior- otro decorado con cabezas de serpientes de lengua bífida.
4. Plaza Este
Situada al
este de la
Calzada de
los
Muertos. Se
destacan la
Una de las dos esculturas -realizadas con piezas ensambladas- del Jaguar,
que flanqueaban la escalinata del templo oriental en la plaza central del
conjunto palaciego.
Año 400 d. C. Piedra, estuco y pigmentos. 97,5 x 235,5 x 74,5 cm. Museo
Nacional de Antropología, México.
Subestructura del Grupo 17, también conocido como "Templo de Tláloc", y la Estructura
1G en cuya fachada norte, se encontraba el mural de figuras geométricas, en forma de
tablero de ajedrez, cuyo dibujo reproducimos abajo.
Xalla ("El Arenal" en náhuatl), es un gran conjunto arquitectónico ubicado 230 metros al
norte de la Pirámide del Sol, construida entre los años 200 y 250 d.C., se comunicaba con la
Calzada de los Muertos a través de un camino elevado.
Su muro perimetral -con dos accesos- enmarca una superficie de 35.500 m2, en los que
fueron construidos 32 edificios y 8 plazas. Su centro es una gran plaza con cuatro
estructuras que ocupan los extremos cardinales alrededor de un altar central.
En la superficie del sitio se ha encontrado cerámica temprana -100 d.C.-, objetos suntuarios
y pinturas murales.
La Subestructura de los Caracoles Emplumados se construyó entre los años 200 y 300 d.C.;
sobre ella sepultándola con cuatro metros de tierra y piedra se construyó el Palacio del
Quetzalpapálotl entre los años 400 y 600 d. C.
Palacio de Quetzalpapálotl
Los pilares tienen perforaciones en las aristas que servían para amarrar cortinajes. Del techo
sobresalen almenas ornamentales con el glifo del año teotihuacano.
Observaciones
solares
En los
equinoccios, al
igual que los
efectos de
luces y
sombras que
en El Castillo
de Chichén
Itzá simulan el
cuerpo de una serpiente ondulante, en el Palacio de Quetzalpapálotl,
mientras el sol se eleva, la sombra escalonada de una almena del lado este,
va recorriendo los ángulos de una greca escalonada (xicalcoliuhqui) del
muro occidental del palacio.
Pirámide del Sol: Una espaciosa plaza, decorada originalmente con esculturas del Señor del
Inframundo, separa la Cazada de los Muertos de la Pirámide del Sol. Fue
llamada Tonatiuh itzacual ("encierro del Sol") por los aztecas, sin embargo, la construcción
parece haber estado consagrada al Dios de la Lluvia, así lo sugieren las ofrendas y los niños
sacrificados que allí fueron enterrados. La Pirámide, junto con el canal y la plataforma que
la rodean, representaría al monte sagrado, mítico contenedor del agua y las riquezas
universales.
Adosada frente la pirámide hay una plataforma triple, decorada con felinos que emergen de
portales con estrellas marinas y plumas.
Culto al fuego
Cueva Ceremonial
En el interior de la Pirámide del Sol hay
una caverna de origen natural que fue
modificada para convertirse en uno de los
espacios más secretos y sacralizados de
Teotihuacan. Al frente de la Pirámide, al
pie de la plataforma triple, se localiza el
acceso -cerrado al público- de una larga y estrecha cueva que corre por debajo del edificio a
6 m de profundidad. Luego de recorrer unos 100 metros se llega a cuatro cámaras
artificiales que semejan una flor de cuatro pétalos, y recuerdan Chicomoztoc "las siete
cuevas", sitio mitológico de donde salieron "los siete linajes que poblaron en México y
alrededor dél".
En 1971, cuando la cueva fue detectada por los arqueólogos, ésta ya había sido profanada,
presumiblemente durante el Posclásico Tardío (1000-1500 d.C.). Al explorarla, hallaron
rotos los 19 muros de piedra y adobe que sellaban el trayecto hacia las cámaras. Y ahí
tan sólo se pudieron recuperar fragmentos de bellos espejos de pizarra y pirita, así como
restos de conchas y espinas de peces.
Pirámide de la Luna: La Calzada de los Muertos termina en la Plaza de la Luna -al norte de
Teotihuacan-, que está rodeada por la Pirámide de la Luna y otros 13 templos menores. Al
centro un adoratorio de cuatro escalones y casi al pie de la gran pirámide, los vestigios de
la Estructura A, que contiene diez altares simbolizando el centro del universo, los rumbos
cardinales y los intercardinales.
Izquierda: De 3,19 m de
altura -22 toneladas de peso-
conocida como Diosa del
Agua (Chalchihuitlicue para
los aztecas). Tallada en
planos rígidos, inmóvil y
frontal.
Fuente: Historia General del Arte, José Pijoán. Espasa Calpe S.A., Madrid,
1946.
Sacrificios humanos
Durante las excavaciones dirigidas por los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama
realizadas entre 1998 y 2004, se han hallado enterramientos fastuosos y atroces en
la Pirámide de la Luna. Tras abrir un túnel de 43 metros de altura, los arqueólogos
localizaron cinco enterramientos, saliendo a la luz escenas de antiguas matanzas: cabezas
decapitadas y restos de guerreros y dignatarios extranjeros, además de animales inmolados.
Estatuilla de jade
adornada con collar y
orejeras. Estaba
Entierro C colocada como
Entierro B ofrenda en un
Entierro E
Junto a los entierro.
Restos de 12 esqueletos de 4 Tres extranjeros
víctimas con los hombres, se lujosamente
brazos atados, 10 encontraron 14 ornamentados
de ellos cabezas de lobos fueron
decapitados. y 4 de pumas, enterrados
sentados.
La Ciudadela
En el centro de la Gran Plaza se levanta un pequeño adoratorio, y más atrás hubo un gran
basamento piramidal que durante las primeras fases de desarrollo de la ciudad, fue dedicado
a Quetzalcóatl. Tiempo después fue cubierto por otro edificio, conocido ahora
como Plataforma Adosada. Hacia los lados norte y sur del Templo de Quetzalcóatl, hay dos
conjuntos habitacionales similares entre sí.
El nombre La Ciudadela le fue dado por los conquistadores españoles que pensaron se
trataba de un recinto militar. Sin embargo, la grandeza arquitectónica del lugar, los accesos
restringidos hacia los conjuntos residenciales, la magnificencia de los frisos y la pintura
mural de simbolismo cosmogónico y calendárico de los cinco rumbos de Universo presente
en los edificios y los masivos entierros dedicatorios en los cimientos del Templo de
Quetzalcóatl, indican se habría tratado del centro rector y administrativo de Teotihuacan.
Anteriormente conocido como "Templo de la Rana", pues según las crónicas de Fernando
de Alva Ixtlilxóchitl, un ídolo se conservara en él: "La rana del templo construido por el
rey Mitl en Teotihuacán, era de esmeralda, la cual los españoles que vinieron a esta tierra
la alcanzaron y dieron buena cuenta de ella".
Fue construido entre los años 150 a 250 d.C. Es uno de los edificios con una de las
decoraciones más bellas y complejas de la época prehispánica, y seguramente en el pasado
se veía más impresionante, pues estuvo pintado de colores intensos.
No sólo se trata del tercer monumento más grande de Teotihuacan -después de las
Pirámides del Sol y la Luna-, sino del más suntuoso. En un principio tenía siete cuerpos
decorados con inusitada opulencia. En sus alfardas, taludes y tableros fueron tallados los
sinuosos cuerpos de serpientes emplumadas nadando entre conchas y caracoles. Las
serpientes de los tableros cargan sobre su lomo –entre la cabeza y el cascabel– un tocado.
Éste fue atribuido durante muchas décadas al rostro de Tláloc, en la actualidad se piensa
que ese tocado con forma de una cabeza de reptil, carente de mandíbula, con ojos de
obsidiana y dos anillos sobre la frente corresponde a Cipactli, el monstruo de la tierra, o
simplemente a un adorno.
Hacia el año 400 sucedió un gran cambio en la estructura política y religiosa. El gran
Templo de la Serpiente Emplumada fue cubierto con otro edificio -Plataforma Adosada-, lo
que pareciera indicar la intención de silenciar a la Quetzalcóatl y el mensaje político
asociado con ella.
Nuevos descubrimientos
En el año 2003, se descubrió un túnel cuando se formó una oquedad frente al templo, luego
de una temporada de intensas lluvias.
Tras investigaciones que determinaron tenía 120 metros de longitud y había sido clausurado
por los propios teotihuacanos, en el año 2010 se iniciaron las excavaciones en el marco
del Proyecto Tlalocan: camino bajo la tierra, dirigido por Sergio Gómez Chávez.
Por otra parte, a los 74 metros, se excavaron dos cámaras laterales intermedias, encontrado
más de un centenar de esferas. Las mismas tienen un diámetro entre 4 y 12 cm, poseen un
núcleo de arcilla y están cubiertas con pirita, que tras un proceso de oxidación se convirtió
en jarosita, que fue lo que le dio su color amarillo. Tal vez se tratara de la representación de
estrellas en el inframundo.
Iconografía: Se consideraba que la iconografía teotihuacana se limitaba a nombrar personas
y lugares o representar números y fechas del calendario. El hallazgo en La Ventilla -
Proyecto Arqueológico La Ventilla (1992-1994)- de un grupo de pinturas lineales
monocromáticas distribuidas en retículas en el patio de una explanada a la que se
denominó Plaza de los Glifos, abrió el debate de un sistema de escritura más complejo,
donde algunos investigadores identifican en ellas cierto fonetismo, pudiendo haber sido
empleadas para producir un sonido o una sílaba con la que se podían deletrear palabras.
En la época de su florecimiento, Teotihuacan era un centro con fuerte contacto con otras
culturas de Mesoamérica, de hecho, inmigrantes mayas y zapotecas vivían allí. Una de las
primeras manifestaciones de su iconografía se encuentra en el Templo de Quetzalcóatl, una
estructura de mediados del siglo III d.C. representa una gran serpiente cubierta de plumas
de quetzal, un aspecto decididamente Maya; por otra parte, ciertos glifos de nombres de
días y la forma de ubicación de los numerales parecen derivar del zapoteco. A su vez
ejemplos de la iconografía teotihuacana encontramos dispersa por todo Mesoamérica,
incluso algunos códices mixtecas y aztecas que perduran recuerdan alguno de sus glifos.
Esta interacción cultural ha dificultado la interpretación de los signos de origen
teotihuacanano.
Las ideas que predominan en la actualidad, indican que al igual que sus contemporáneos de
Mesoamérica, Teotihuacan también contaba con una forma de escritura altamente
desarrollada. A pesar de compartir algunas reglas convencionales con las escrituras
zapoteca y maya, la teotihuacana tenía un sistema propio. La evolución y calidad de los
emblemas representados en sus innumerables murales puede atribuirse a la forma en que se
desarrolló la escritura teotihuacana.
Numeración
Alfonso Caso inició el estudio sistemático de la escritura teotihuacana, notó que una serie
de glifos aparecían acompañados con números representados por barras y puntos que ya
eran utilizados en Mesoamérica por zapotecas y mayas. Un sistema de numeración
vigesimal donde el punto redondo representaba el 1 y la raya o barra el 5; el resto de los
números entre el 1 y el 19 se obtenían mediante sus combinaciones (Ver Numeración
Maya).
Los coeficientes numéricos suelen estar por debajo nombres de los días y otros glifos -
influencia zapoteca, como ejemplos en la Figura 1, B y C, representaciones en los murales
de Tepantitla con el numeral 10 y en D) vasija procedente de Tetitla.
Signos calendáricos
Una estatuilla de una serpiente emplumada, recientemente conocida, lleva una serie signos
de días en su cuerpo (Figura 2, dibujos de Karl Taube). A pesar de estar deteriorada, se
puede observar -en (A)- el número 3. En (B) el nombre del día pedernal representado por
una punta de flecha encerrada en un doble cartucho circular, bajo el mismo, el numero dos
representado por dos círculos. (C) registra el día 8-Flor, la barra que indica el cinco está
marcada por un par de bandas diagonales, común en la escritura zapoteca.
Glifo A
Un signo, importante pero enigmático, es el Glifo A (Figura 5), se compone de un nudo
vertical flanqueado por dos semicírculos. (A) incisa en un jarrón de Teotihuacan con el
numeral 13; (B) con la misma fecha el Glifo A aparece en en el torso de un ave, fragmento
de una cerámica Teotihuacana.
Un glifo pintado en la Plaza de los Glifos -ver abajo- de La Ventilla puede ser un
ejemplo para el signo del día de la lluvia. La cabeza de Tláloc acompañada por un
disco con una seria de puntos, este elemento en la antigua Mesoamérica
correspondería con la representación del número 1. Día representado: 1-Lluvia.
Jorge Ángulo (1972) fue el primero en señalar probables topónimos en los murales de
Tepantitla. Posteriormente Jennifer Browder (2005) identifica más de cuarenta glifos que
aparecen combinados con flores, plantas, colinas, o con las volutas del habla. En la figura
inferior encontramos ejemplos dibujados por Esther Pasztory (A y B) y Karl Taube (C).
Murales de la Colección Harald J. Wagner, expuestos en el Museo de Young, San
Francisco, EE. UU.
Los glifos están colocados en la base del tronco sobre raíces retorcidas, característica que
podría significar se tratara de topónimos de lugares, o bien el nombre de los árboles, tal
vez éstos representen mitológicamente el eje vertical del mundo.
La plaza tiene planta rectangular -7,55 m de este a oeste por 11,79 m de norte a sur-, en su
parte central un altar cuadrangular se encuentra dividido por el accionar de saqueadores. Se
identificaron 42 figuras de color rojo, algunas muy desdibujadas, cuya realización ha sido
tentativamente fechada entre los años 300 y 450 d.C.
Una retícula pintada sobre el piso del patio determina la distribución de los glifos, está
formada por líneas rectas que forman un tejido de trazos paralelos y perpendiculares
orientados de manera congruente con las edificaciones situadas alrededor de la plaza. La
distribución de las unidades gráficas sugiere que la posible escritura teotihuacana se
presentaba como textos lineales, desechando la hipótesis de una lectura en columnas
verticales.
Algunos glifos comparten los mismos elementos, como la cabeza de Tláloc o el colibrí; los
glifos -si su significado fuera fonético- podrían combinarse para representar un significado
por su sonido, de otra manera podrían formar palabras a través de su composición. Rubén
Cabrera sugiere que esta muestra de escritura pudo haber sido el antecedente de los códices
mixtecas y aztecas.
Plantearon que, en su mayor parte, los glifos de La Ventilla son toponímicos, algunos
títulos y otros vocacionales o de barrios. Así, los representantes ocuparían un espacio en
donde estuviera su glifo, en la plaza durante los actos que se pudieran realizar. De tal
manera que, han planteado que la Plaza de los Glifos haya funcionado de manera similar a
una sala de consejo, un tribunal de cuentas o una asamblea del barrio. Si cada espacio
estuviera ocupado por individuos, todos quedarían colocados de frente mirando hacia el
centro de la plaza y teniendo el edificio principal a su derecha e izquierda, en cuya parte
superior habría un personaje que dirigiría las actividades, sea un sacerdote o un
representante del Estado teotihuacano. Proponen la siguiente clasificación:
80%
eotihuacan, la Ciudad
de los Dioses, era
también el lugar de los
muertos. Los que allí
eran enterrados
eran teutl, héroes
divinizados. Como a los
dioses, a los que nadie
podía ver su rostro
porque llevaban
máscaras, los grandes
señores teotihuacanos o
toltecas sepultados en
Teotihuacan, también la
llevaban para
presentarse en el
inframundo. Las
máscaras eran el nexo
entre el difunto y la
divinidad, el medio por
donde se comunicaban.
Las máscaras de
Teotihuacan son de una
belleza excepcional,
presentan todas el Máscaras de Obsidiana. Museo de las Ruinas. Teotihuacan.
mismo tipo de rostro
humano, sin ningún intento de individualización: ni descarnadas ni obesas, ojos ovalados,
cejas alargadas, nariz recta ligeramente ancha, boca entreabierta y orejas rectangulares. Se
pueden distinguir dos medidas aproximadas: las piezas grandes miden entre 20 y 28 cm, y
las más pequeñas entre 13 y 19 cm.