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Una invitación de parte de Dios.

Isaías 55: 6-9


6
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y
vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será
amplio en perdonar. 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos.

P.G. Evangelismo. P.E. Invitar a las personas a venir a Cristo en


arrepentimiento y fe
Introducción.
P.T.
O.T.

I. Una invitación de Dios y una advertencia al hombre.


La invitación: Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado.
Buscad a Dios. un interés genuino de buscar a Dios, solo puede venir porque
Dios mismo ya está llamando al corazón del hombre. Abandonarnos
completamente en los brazos de misericordia y gracia del Señor.
Buscarme y viviréis dice el Señor. Nunca es en vano buscar a Dios, nunca
nadie se ha decepcionado de buscarle; al contrario, podemos lamentarnos de
no hacerlo.
La exhortación. Llamadle en tanto que está cercano.

Busca al Señor (ahora) no lo postergues.


El apóstol Pablo dice, lo que hoy mismo yo también te digo:

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por
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medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

También dice el apóstol:

6 Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no


recibáis en vano la gracia de Dios. 2 Porque dice: En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

Busca al Señor en tanto hay oportunidad.


Tú puedes decir: ¡no es que, soy muy joven! El gran sabio Salomón nos
aconseja:

12 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud.

También nos dice:


El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus
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mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

II. Una necesidad del hombre y una promesa de Dios. Un


arrepentimiento Genuino para recibir el perdón. V 7.
La necesidad del arrepentimiento.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a


Jehová,

El hombre impío es el pecador. Cometemos pecados ya sea de pensamiento,


palabra obra u omisión.

PECADO. Significa “errar al blanco”. Es toda trasgresión de la ley de Dios; es


toda desobediencia a la voluntad de Dios, una actitud negativa hacia Dios,
incluso dejar de hacer lo bueno, es pecado. Pecamos de pensamiento, palabra,
obra u omisión de la voluntad de Dios.

No podemos dejar nuestro pecado ni nuestros caminos torcidos, a menos de


que vengamos a Dios en arrepentimiento y fe. Nuestras acciones son malas,
porque nuestros pensamientos y sentimientos son malos. Por tanto
necesitamos el perdón de Dios y su poder purificador, de tal modo que
experimentemos el poder de Dios.
Cuando hablamos de arrepentimiento, estamos hablando de la obra del
Espíritu Santo, en el corazón del hombre, que lo lleva a reconocer que su
pecado ofendió a Dios y que es culpable del castigo eterno, y un deseo
sincero de dejar el pecado. El arrepentimiento genuino nos impulsa al Salvador
Nuestra voluntad está sometida al pecado. Jesús dijo: el que comete
pecado, esclavo es del pecado (Jn 8:34), y también dijo que: si el Hijo os
libertare seréis verdaderamente libres (Jn. 8:36)
La promesa del perdón.
El cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar.

Juan el apóstol dice en su carta:


9
Si confesamos nuestros pecados , Él es fiel y justo para perdonarnos los
(

pecados y para limpiarnos de toda maldad


La promesa del perdón, la encontramos por toda la biblia, sin lugar a dudas,
Dios quiere perdonar nuestros pecados, pero requiere que vengamos a Él,
reconociendo que somos pecadores y arrepintiéndonos de nuestro pecado.
Buscad al Señor. David, el hombre conforme al corazón de Dios escribió en
el salmo 51:17 después de haber pecado: Al corazón contrito y humillado
no despreciarás tú, oh Dios.

Dios no desprecia a quien viene al el en arrepentimiento y fe.

La FE. Es renunciar nuestras obras inútiles para ganar la salvación y confiar


plenamente en Cristo y su sacrificio. Es recibir la gracia de Dios.

III. Un contraste radical entre el hombre y Dios y una decisión. V 8-


9.
El contraste radical. De un extremo a otro, como pasar de muerte a vida.
8
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos
mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son
mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos.

Mis pensamientos son radicalmente opuestos a los de Dios.


Mis planes son diametralmente opuestos a los planes de Dios. Nuestros
pensamientos y acciones están inclinados hacia el pecado y el mal,
De los pensamientos vienen las acciones.
Mis caminos (acciones) son radicalmente opuestos a los de Dios
Nuestros c
La gran necesidad de la salvación. Así como necesitamos del agua para
apagar nuestra sed, del alimento para saciar nuestra hambre, del oxígeno
para sobrevivir, los pecadores necesitamos el perdón de Dios.
A que nos referimos cuando decimos que el pecador necesita urgentemente la
salvación de Dios:
SALVACION. Es la liberación del pecado y sus consecuencias. Lo contrario
sería la CONDENACION, que es Recibir el justo castigo por nuestro pecado.
Conclusión. Recapitulación.

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