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La Psicología Social como crítica de la vida cotidiana

La Psicología Social como critica de la vida cotidiana es un análisis de nosotros, los sujetos, en
nuestras condiciones concretas de existencia. Somos sujetos de necesidades en un intercambio
permanente con el medio.

El sujeto humano es un ser que posee una organización biológica particular a la que llego en un
proceso evolutivo. Posee necesidades primarias como el alimento, el abrigo, la sexualidad, el
trabajo, el cual es una actividad previamente planificada y social. Pero el trabajo humano es
diferente al trabajo animal, el cual es instintivo, mecánico. La producción social de la vida es
constitutiva de lo humano, es esa doble relación con los otros hombres y con la naturaleza, que
determina la vida en sus posibilidades y en sus formas.

La producción es la condición de la vida, es la condición ultima de emergencia, de posibilidad de


los procesos psíquicos, condición ultima de la subjetividad. Implica el establecimiento de
relaciones direccionales y de procesos de comunicación. Ese animal que trabaja intelectualmente
es el hombre. El pensamiento, según Piaget, es acción interiorizada, o sea; que no hay actividad
psíquica desvinculada de la experiencia concreta del sujeto, de su práctica, de sus relaciones
reales.

Criticar la vida cotidiana significa realizar un análisis de las formas en las que los sujetos se
interrelacionan, tanto con el medio como entre sí, determinándose así el interjuego fundante
para la constitución de la subjetividad, entre necesidad y satisfacción vincular social de esa
necesidad. Es el análisis del destino de las necesidades de los hombres en una estructura social
determinada.

El vínculo es la relación elemental y primaria, el ámbito en el que se manifiestan las necesidades


de los sujetos y cumplen su destino social de gratificación o frustración. Es el ámbito en el que se
actualizan las respuestas socialmente pautadas para las necesidades de los sujetos, es la
manifestación inmediata, en un tiempo, con un ritmo, en un espacio de las complejas relaciones
sociales que regulan la vida de los hombres en una época histórica determinada. Así la vida
cotidiana se manifiesta como un conjunto heterogéneo y multitudinario de los hechos, actos,
objetos, relaciones, actividades que se nos presentan en forma “dramática”, es decir, como acción,
como mundo en movimiento. La vida cotidiana es predominantemente experiencia de acción.

La vida cotidiana es el espacio y el tiempo en que se manifiestan en forma inmediata y directa


las relaciones que los hombres establecen entre si y con la naturaleza en función de us
necesidades, configurándose así lo que hemos denominado sus condiciones concretas de
existencia.

Desde el sistema social se mitifica lo cotidiano, a través de un mecanismo que es típico de la


ideología dominante, la naturalización. La crítica o la crisis permite realizar un análisis objetivo,
analizar un hecho, de manera opuesta a la actitud ingenua.
Una consecuencia de la crítica es la desmitificación, la ruptura de los mitos, la superación de
ilusiones o ficciones en relación a los hechos. La práctica es el primer momento de todo proceso
de conocimiento.

El análisis es una de las formas de crítica de lo cotidiano, es una forma de conocimiento, de


exploración y transformación de la realidad en tanto plantea modificaciones a aquellos que se
comunican con las obras de arte. Las producciones artísticas se refieren a las múltiples formas de
la realidad con un código, con un lenguaje que le es propio y que provoca en quien se acerca a esa
producción artística un tipo particular de vivencias que es la ciencia estética. Desde su lenguaje
particular ilumina la realidad.

Nuestras relaciones sociales son complejas, estamos articulados a los otros por algo más que una
coexistencia en tiempo y espacio, por lazos fundantes, que hacen a la producción de bienes y a su
distribución, y de las que depende nuestra posibilidad y forma de existencia.

La soledad o aislamiento se transforma en el estatuto social del individuo en tanto habitante de la


gran ciudad; la sociedad creadora de masas genera la soledad como reciprocidad de aislamiento, y
ese aislamiento es un comportamiento histórica y socialmente determinado, condicionado, en el
interior de una reunión, de una aglomeración de seres humanos. Un mecanismo irreflexivo-
inconsciente de hacer se instala en lo cotidiano, y se transforma en un a de las condiciones de esa
relación de desconocimietno-pseudoconocimietno, que guardamos con nuestra experiencia
cotidiana, que la que los fenómenos no resultan significativos, quedan encubierta, bajo el
mecanismo de lo obvio, lo natural y autoevidente.

Esta posición acrítica condiciona una adaptación pasiva a las condiciones concretas de existencia.
El mito, según Barthes, es un mensaje que evacua lo real, que evapora lo real. En un mito las
palabras, portadoras materiales del mito-mensaje social, no remiten a lo real, no denotan, no
designan, solo encubren. El mito homogeneiza. La crisis separa, rompe la fusión con la
cotidianidad, la despoja de su carácter “natural”, quiebra la cotidianeidad.

Áreas de análisis de la vida cotidiana: trabajo, familia, tiempo libre

Al analizar la cotidianeidad, distinguimos en ella tres regiones o áreas de emergencia, en


codificación y desarrollo de las necesidades humanas. Estas áreas son: la del trabajo social, la de la
vida familiar y la del tiempo libre. Es en el interjuego entre estas distintas esferas: trabajo, familia y
tiempo libre que se determina el individuo concreto.

Familia: adquiere el carácter de refugio y muchos identifican la esfera del tiempo libre con la de la
esfera familiar. También implica responsabilidad, obligación, exigencia y trabajo doméstico.

Tiempo libre: en la época feudal, no era un tiempo individualmente disponible, no había elección
del sujeto en el uso del tiempo. En la sociedad industrial ese tiempo es emergente del desarrollo
tecnológico, que permite reducción en la jornada laboral. El tiempo libre se define como región
autónoma de lo cotidiano, más precisamente del trabajo, ya que es el tiempo libre de trabajo.

Trabajo: es una acción planificada que compromete a la capacidad psicofísica del sujeto; mediante
esa acción el hombre transforma la realidad externa, cumpliendo en ella sus objetivos. Es una de
las formas de la relación sujeto-mundo. Es fundamental en la constitución de la identidad. Forma
parte de nuestro mundo externo.

**Critica de la vida cotidiana* Quiroga Ana; Racedo, Josefina

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