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Reseña Sentencia C 577-11

Jaime Enrique Murillo


Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium

Ponente: Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.

Demandantes: Carlos Andrés Echeverri Restrepo, Marcela Sánchez Buitrago,

Luz María Sánchez, entre otros.

La presente reseña pretender realizar un acercamiento con el contenido y alcance

de la sentencia c 577 de 2011 que aborda la exequibilidad del artículo 113 del código

civil que lo define y exhorta al congreso de la republica a legislar de manera sistemática

y organizada sobre los derechos de las parejas del mismo sexo, con la finalidad de

eliminar el déficit de protección que afecta a las parejas del mismo sexo.

Esta sentencia, demanda algunas expresiones del artículo 113 del código civil,

entre ellas: “las del matrimonio, en el sentido que es un contrato solemne por el cual

“una mujer y un hombre” se unen con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse

mutuamente”; del artículo 2º de la Ley 294 de 1996, donde“ la familia se constituye por

vínculos naturales, jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer

matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla” y el artículo 2º de la Ley

1361 de 2009, donde afirma que la “ familia es el núcleo fundamental de la sociedad”

Esta sentencia, hace un reconocimiento de la noción de familia contenida en el

articulo 42 de la constitución colombiana, en el que determina varias formas de

reconocimiento del núcleo básico de la sociedad conocido como “familia” ya sea por

vínculos jurídicos, naturales o por la decisión de un hombre o una mujer de contraer

matrimonio por la propia voluntad de conformarla.


De acuerdo con lo anterior, estas tres formas no implican que la familia se

constituya por el vinculo de una pareja heterosexual, por tanto, las parejas

homosexuales están habilitadas para ser reconocidas como familia.

Sin embargo, los demandantes evidencian una interpretación errónea en la

definición de familia heterosexual como unidad básica de la sociedad, pues la misma

constitución política protege otros tipos de familia como la conformada por padres o

madres cabeza de familia, por lo que se supone constituye esto una interpretación

incompatible con las disposiciones del artículo 42.

Según, esta sentencia señala que la carta magna no suscribe el matrimonio

heterosexual, pues el articulo no establece que no sea con una persona del mismo sexo.

Por tanto, si las decisiones son libres, no se podría condicionar la voluntad de una

persona de contraer matrimonio exclusivamente con otra del sexo opuesto, pues en ese

caso se estaría vulnerando el derecho a la libertad, como dice es una decisión libre, es

decir, podría contraer con personas del mismo sexo u opuesto. Y al no ser así se estaría

dando un trato discriminatorio con las parejas homosexuales, lo que supone una

vulneración a los derechos de las parejas del mismo sexo.

La corte identifico que no se puede imponer como una finalidad del matrimonio

la procreación, en el sentido que en el matrimonio las parejas pueden decidir si tienen o

no hijos, pues de ser así se constituiría una vulneración a la autonomía de la voluntad.

Así, los demandantes estiman que las expresiones expuestas vulneran: la

dignidad humana en el estado social de derecho, la personalidad jurídica y civil, el

derecho a la intimidad, el derecho al buen nombre, el derecho al libre desarrollo de la

personalidad, el derecho a la autonomía reproductiva.


Por su parte, los demandantes afirman que la expresión procrear es

inconstitucional, mientras que la expresión “un hombre y una mujer” incurre en una

omisión legislativa inconstitucional por lo que sería exequible, además, por unidad

normativa los demandantes solicitan la inexequibilidad de las expresiones en mencion.

Así mismo, se solicita un condicionamiento de precisión en la noción de cónyuges en

razón al principio de protección igualitaria de las parejas heterosexuales y

homosexuales en tanto deben hacer referencia a las dos parejas. De igual manera los

demandantes solicitan el derecho a que parejas del mismo sexo contraigan matrimonio,

en los términos básicos en la definición legal del matrimonio existente.

En referencia a la procreación, como fin del matrimonio implica el derecho a

determinar el numero de hijos e igualmente a decidir si tienen o no hijos, derecho que al

ser intervenido constituye la vulneración a la autonomía reproductiva a la intimidad

familiar y al libre desarrollo de la personalidad.

En razón a esta situación, la corte encontró que parejas tanto heterosexuales

como homosexuales, tienen la voluntad de la conformación de proyectos de vida en

conjunto de manera estable animados por la solidaridad y la asistencia recíproca, por

tanto, la corte autoriza la celebración de contratos formales entre las parejas del mismo

sexo, con las mismas dimensiones de los contratos matrimoniales existentes, lo que

implicaría que las parejas del mismo sexo son familias y merecen reconocimiento

constitucional.

De acuerdo con lo anterior, las parejas del mismo sexo pueden formalizarse a

través del contrato civil de matrimonio, pues esta sentencia reconoce la identidad

familiar y le ordena al Estado superar el déficit de protección jurídica que atraviesa,

porque no solo limita a las personas homosexuales sino al resto de familias. Ahora, la
jurisprudencia cambia con el fin de arreglar este vacío legislativo al superar las

conductas discriminatorias en razón al sexo, la orientación sexual o identidad de género.

Finalmente, es necesario resaltar que, de acuerdo con la sentencia, las

interpretaciones conceptuales de familia y matrimonio tradicionales deben evolucionar

y ampliar sus efectos en la constitución, pues desde esta normatividad se reconoce que

todos los seres humanos independiente de su condición son acreedores de equidad e

igualdad.

Así mismo se identifica que, la corte hace un reconocimiento de los diferentes

tipos de familia y sus orígenes, motivación que implica la aceptación de la diversidad y

pluralidad como principio fundamental para el goce efectivo de los derechos a la

igualdad, el libre desarrollo de la personalidad, la autonomía la autodeterminación y el

derecho a conformar una familia, entre otros, a las minorías como la población LGTBIQ

para la construcción de la dignidad humana.

Referencias

Sentencia C 577/11, Corte Constitucional de Colombia.

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