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Efesios 5:3-5 Nueva Traducción Viviente

3 Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados
no tienen lugar en el pueblo de Dios. 4 Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los
chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a
Dios. 5 Pueden estar seguros de que ninguna persona inmoral, impura o avara heredará el
reino de Cristo y de Dios. Pues el avaro es un idólatra, que adora las cosas de este mundo.
Tema: la avaricia:

1. Codicia: La codicia es el deseo excesivo de poseer riquezas o bienes materiales. Es un


deseo insaciable de acumular más de lo necesario, incluso a expensas de los demás.

2. Egoísmo: La avaricia puede conducir al egoísmo, donde una persona está tan centrada
en acumular para sí misma que ignora las necesidades de los demás y se niega a
compartir sus recursos.

3. Engaño y fraude: Aquellos que son avaros pueden estar dispuestos a recurrir al
engaño y al fraude para obtener más riqueza o para mantener la que ya tienen, incluso
si eso significa engañar a otros o actuar de manera deshonesta.

4. Idolatría del dinero: La avaricia puede llevar a una persona a poner su confianza y su
valor en las posesiones materiales en lugar de en Dios. Esto puede convertir al dinero
en un ídolo, adorándolo por encima de todas las cosas.

5. Rupturas en relaciones: La avaricia puede dañar relaciones interpersonales, ya que la


persona avara puede poner la búsqueda de riqueza por encima de las relaciones
significativas. Esto puede conducir a la alienación y la ruptura de amistades y familias.

6. Injusticia y opresión: En su búsqueda de ganancia personal, los avaros pueden


participar en prácticas injustas y opresivas que explotan a los demás y perpetúan la
desigualdad social.

Identificar la avaricia

1. Acumulación excesiva de riquezas:

 "El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener,
no sacará fruto. También esto es vanidad." (Eclesiastés 5:10)

 "No te afanes por hacerte rico; sé prudente, y desiste." (Proverbios 23:4)

2. Dificultad para compartir o dar generosamente:

 "El que da al pobre no sufrirá necesidad, pero el que cierra sus ojos a sus
demandas tendrá muchas maldiciones." (Proverbios 28:27)

 "Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad,


porque Dios ama al dador alegre." (2 Corintios 9:7)

3. Envidia hacia los demás:

 "No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su


siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo."
(Éxodo 20:17)
 "La envidia es la podredumbre de los huesos." (Proverbios 14:30)

4. Obsesión por el dinero y las posesiones:

 "Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando


algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores." (1
Timoteo 6:10)

 "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al


otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas." (Mateo 6:24)

5. ¿Te encuentras mintiendo o engañando a otros para obtener más dinero o beneficio
personal? Dificultad para disfrutar de las cosas simples:

 "Mejor es lo poco con justicia, que las muchas ganancias sin derecho."
(Proverbios 16:8)

 "Aprendí, pues, que no hay para el hombre cosa mejor que alegrarse en sus
obras, porque esa es su recompensa." (Eclesiastés 3:22)

6. Preocupación constante por el dinero:

 "No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué


vestiremos?" (Mateo 6:31)

 "Por tanto, os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué
habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida
más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?" (Mateo 6:25)

7. Culpabilidad o ansiedad relacionada con el gasto:

 "No desprecies la corrección de Jehová, hijo mío, ni te fatigues de su castigo;


porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere."
(Proverbios 3:11-12)

 "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá
su afán. Basta a cada día su propio mal." (Mateo 6:34)

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