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¿Por qué la iglesia debe estar separada del mundo?

Sabemos que la iglesia es mucho más que un edifico o denominación. Somos todos
aquellos que hemos depositado nuestra fe en Cristo (el cuerpo de Cristo).Si bien somos
habitantes de este mundo (mundo físico creado por Dios) pero creemos que nuestro reino
no es de este mundo y la iglesia de Cristo debe mostrar su separación del mundo pero en
cuanto su modo de vivir, de hablar, de vestirse y aun en su pensar.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el
mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”.
1 Juan 2:15-17

Considero que el punto en el que no debemos separarnos del mundo es en el que somos
nosotros los seguidores de Cristo los llamados a predicar la palabra de Dios (la gran
comisión) a aquellos que están esperando ese mensaje de salvación (mundo). Cristo a través
de su ejemplo nos enseña que él siempre se acercó al pecador pero no admite la falta
cometida sino invita siempre al pecador a la conversión, Jesús ama con gran misericordia al
pecador y vino a la salvación de los mismos. Pero esta compasión y amor por las almas no
debe romper nuestra firmeza como testimonio para adoptar el comportamiento del mundo.

Lucas 15:1-9
Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los
escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Entonces
él les refirió esta parábola, diciendo: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si
pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió,
hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozosos; y al
llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he
encontrado mi oveja que se había perdido.
Podemos ver que cuando nos referimos al “mundo “estamos hablando en realidad del
sistema mundano de Satanás quien gobierna en estos tiempos. “Sabemos que somos de
Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”.
1 Juan 5:19

El propósito de Satanás es alejar los corazones de los hombres de Dios y evitar que hagan
la voluntad de Él. Para ese dominio ha elaborado un plan atractivo y llamativo que ofrecer
a cada persona que hoy por hoy lo podemos ver en el comercio, la política, la religión, la
educación, la diversión, los reinos mundiales, las organizaciones mundiales, y muchas
cosas más. Mediante su sistema mundano ofrece a la gente poder, riquezas, posesiones,
honores terrenales, logros intelectuales y prestigio social, así como toda clase de placeres y
así hacer que estén satisfechos de permanecer bajo su dominio y excluir a Dios de sus
vidas.
Los motivos que considero importantes para estar separados del mundo son:

El mundo nos induce al pecado


A través de este versículo podemos analizar que el mundo nos induce al pecado
básicamente de tres formas diferentes pero que no cambian:

1.      Los deseos de la carne:

Son los deseos propios de nuestra naturaleza que nos impulsa a practicar toda clase de
pecado sin el temor de Dios:

“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de
las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas
no heredarán el reino de Dios”. Gálatas
5:19-21

2.      Los deseos de los ojos:

Es la tendencia de dejarse cautivar de manera asombrosa por todo aquello que podamos
desear.

“No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer
alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena.
Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para
hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del
sol.
Eclesiastés 2:10-11

Salomón nos dice que no le negó a sus ojos ninguna cosa que desearan, sin embargo, al
final todo fue vanidad y aflicción sin ningún provecho. Fue a causa de los deseos de los
ojos que el rey David cometió el pecado de adulterio y posteriormente el de homicidio
“Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre
el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la
cual era muy hermosa”. 2 Samuel
11:2

3.      La vanagloria de la vida:

Es el deseo desmedido por obtener riquezas, títulos o logros para presumirlos


considerándose superior a los demás. En la Biblia se les llama altivos de corazón:
“Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, más al altivo mira de lejos”.
Salmo 138:6

Por tanto, Dios nos dice que no debemos amar todas las cosas que hay en el mundo que van
en contra de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Es imposible estar en comunión con
Dios siendo amigo del mundo.

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.
Santiago 4:4
EL mundo es perecedero

Otra de las razones por la que debemos estar separados del sistema del mundo es porque
todo lo que este mundo ofrece es pasajero y conduce a la condenación eterna; sin embargo
el que hace la voluntad de Dios ese permanece para siempre.

“Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra,
guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos…
Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en
santa y piadosa manera de vivir esperando y apresurándoos para la venida del día de
Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo
quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”.
2 Pedro 3:7,11-13
También el estar unidos al sistema del mundo muchas veces nos roba ese gozo que solo
Dios nos puede dar en todo tiempo pero unidos a este sistema perdemos nuestro gozo y
perdemos también el poder de Dios en nuestra vida.
La estrategia de Satanás que nos conformemos a este mundo: que pensemos como piensa
la gente de este mundo para que busquemos las mismas cosas que ellos buscan y que
hagamos las mismas cosas que ellos hacen. Satanás trata de engañarnos para que vivamos
para las cosas mundanas en vez de vivir para Dios y hacernos ineficaces en la batalla contra
él. Satanás quiere neutralizarnos para que no podamos luchar eficazmente contra él.
Para evitar que Satanás nos engañe introduciéndonos sutilmente a su sistema de mundo
debemos saber la verdad a través de la palabra que es la mayor fuente de verdad y esta nos
enseña que debemos tener nuestras mentes renovadas para que veamos las cosas como las
ve Dios. La Biblia dice:
No os conforméis a este siglo; sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
En conclusión en lo que debemos de separarnos del comportamiento (forma de vivir,
pensamientos, accionar) del mundo más no apartarnos de vivir con ellos en amor porque
somos llamados a ser luz en medio de las tinieblas reflejando el amor de Cristo para con el
mundo pero con mucha responsabilidad y obediencia a Dios.

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