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Este poema de tres estrofas rinde homenaje a Ramón Sijé, el amigo de la infancia y compañero literario de Miguel Hernández que murió repentinamente. El poeta expresa su profundo dolor por la pérdida y su deseo de mantener vivo el recuerdo de Ramón cuidando la tierra donde está enterrado y alimentando su dolor y recuerdos como si fueran plantas. El poema fue escrito como tributo a la memoria de su querido amigo tras recibir la noticia de su inesperada muerte a los 22 años
Este poema de tres estrofas rinde homenaje a Ramón Sijé, el amigo de la infancia y compañero literario de Miguel Hernández que murió repentinamente. El poeta expresa su profundo dolor por la pérdida y su deseo de mantener vivo el recuerdo de Ramón cuidando la tierra donde está enterrado y alimentando su dolor y recuerdos como si fueran plantas. El poema fue escrito como tributo a la memoria de su querido amigo tras recibir la noticia de su inesperada muerte a los 22 años
Este poema de tres estrofas rinde homenaje a Ramón Sijé, el amigo de la infancia y compañero literario de Miguel Hernández que murió repentinamente. El poeta expresa su profundo dolor por la pérdida y su deseo de mantener vivo el recuerdo de Ramón cuidando la tierra donde está enterrado y alimentando su dolor y recuerdos como si fueran plantas. El poema fue escrito como tributo a la memoria de su querido amigo tras recibir la noticia de su inesperada muerte a los 22 años
POR ALGUIEN el 5 AGOSTO 2015• ( 7 ) 1. (En Orihuela, su pueblo y el mío, se 2. me ha muerto como del rayo Ramón 3. Sijé con quien tanto quería).
I. Yo quiero ser llorando el hortelano
II. de la tierra que ocupas y estercolas, III. compañero del alma, tan temprano.
• Alimentando lluvias, caracolas
• y órganos mi dolor sin instrumento. • a las desalentadas amapolas Ilustración 1, Miguel Hernández Dos columnas
Daré tu corazón por alimento. un empujón brutal te ha derribado.
Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el No hay extensión más grande que mi aliento. herida, lloro mi desventura y sus conjuntos Un manotazo duro, un golpe helado, y siento más tu muerte que mi vida. un hachazo invisible y homicida,
Tres Columnas
En mis manos levanto y desamordazarte y
una tormenta regresarte. de piedras, rayos y hachas estridentes Volverás a mi huerto y a sedienta de catástrofes mi higuera: Temprano levantó la y hambrienta. por los altos andamios muerte el vuelo, de las flores temprano madrugó la Quiero escarbar la tierra pajareará tu alma madrugada, con los dientes, colmenera temprano estás quiero apartar la tierra rodando por el suelo. parte a parte de angelicales ceras y a dentelladas secas y labores. No perdono a la muerte calientes. Volverás al arrullo de las enamorada, rejas no perdono a la vida Quiero minar la tierra de los enamorados desatenta, hasta encontrarte labradores. no perdono a la tierra ni y besarte la noble a la nada. calavera Alegrarás la sombra de mis cejas, 1 – Esto es paginación en el pie de pagina Este es un encabezado de pagina y tu sangre se irán a llama a un campo de del almendro de nata cada lado almendras espumosas te requiero, disputando tu novia y mi avariciosa voz de que tenemos que las abejas. enamorado. hablar de muchas cosas, Tu corazón, ya A las aladas almas de compañero del alma, terciopelo ajado, las rosas compañero.
(10 de enero de 1936)
“Elegía” es un poema de Miguel Hernández perteneciente al libro «El rayo que no
cesa» (1936). Este poema fue dedicado a la memoria de su “compañero del alma”, José Ramón Marín Gutiérrez, conocido con el seudónimo de “Ramón Sijé”. Ambos nacieron en Orihuela y entablaron a mistad desde pequeños. Ramón Sijé acompañó a Miguel Hernández en sus primeras publicaciones, emprendiendo juntos la aventura literaria. La noticia de su inesperada muerte (de una septicemia fulminante, tras una infección intestinal, a la edad de 22 años) en la Nochebuena de 1935, significó un duro golpe para el poeta, que le rindió desde este poema un último homenaje.
«Elegía» fue musicalizado en 1972 por Joan Manuel Serrat (dentro de su álbum «Miguel Hernández»).